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A pie del cerro Brujo (Hidalgo), en Tenango de Doria, se elaboran los “tenangos”, la

denominación de origen o indicación geográfica es la vía más adecuada a fin de defender


los diseños únicos de artesanos, están hechos en un lienzo de manta bordado a mano,
en vivos colores, ningún diseño es igual que otro, no se repiten nunca. Los bordados
tenangos son creados bajo un riguroso ritual de documentación social, son tributo a la
comunidad y a sus eventos más importantes como la cosecha, la siembra, el matrimonio,
el nacimiento, entre otros. Tienen una función mágica y redentora con la tierra y sus
habitantes.
Para la elaboración de los bordados tenangos, las artesanas utilizan hilo de algodón,
conocido como hilo vela. Normalmente bordan en una manta blanca o cruda, sin
adornos; con el paso de los años se han ido incorporando materiales a la manta como
la mezcla de algodón y seda.
Los bordados de Tenango tienen la forma de “pájaros, armadillos, gallos, flores,
animales fantásticos y figuras humanas”. Son inspirados en pinturas rupestres
“grabadas por sus antepasados en las cuevas de San Nicolás”, de acuerdo con el escrito
Pobreza migración y desempleo omtomí-tepehua de Pablo Vargas, investigador de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Estos bordados son elaborados por las comunidades otomíes de la Sierra Oriental. En el
pueblo de San Nicolás, del municipio de Tenango de Doria en el Estado de Hidalgo, se
da el origen de este estilo de arte bordado en los años 60. Debido a una fuerte crisis
económica que atravesaron resultado de una fuerte sequía y malas cosechas, el bordado
surgió como la alternativa a este problema. Las mujeres, bordadoras ancestrales,
tomaron la iniciativa de vender las blusas que ellas elaboraban para su propio uso, sin
embargo no fue una propuesta que tuviera mucho eco porque los compradores no
querían pagar lo que valían y por su parte las bordadoras no podían rebajar sus precios,
pues a decir de ellas -no les salía ni para el hilo, ni el tiempo que les llevaba bordarlas.
En sus inicios, estos bordados solo lo hacían las mujeres, paulatinamente se han venido
sumando los hombres a este quehacer. Cosa contraria sucedió con los dibujantes, que
inicialmente lo hicieron más los hombres y ahora ya lo realizan también las mujeres. La
combinación y utilización de colores es decisión de cada artesana bordadora, a su entera
libertad y creatividad. Así como los dibujos únicos, nacidos de la imaginación de cada
dibujante, animales propios y extraños, reales e imaginarios, combinados con guías de
frijoles que a la vez tienen hojas de calabaza.

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