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La historia del territorio mexicano comenzó hace más de treinta mil años con las
bandas de cazadores recolectores.
Con el paso de los siglos, esas bandas aprendieron a trabajar las plantas que
recolectaban, dando origen a la agricultura y, consecuentemente, al surgimiento
de los grupos sedentarios.
Mesoamérica
El término fue propuesto por Paul Kirchhoff, se estableció desde el Río Pánuco, en
México, hasta Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, países de
Centroamérica.
Se caracteriza por gran variedad de recursos naturales y numerosos recursos
acuiferos.
Esta se divide en cinco subáreas: Norte; Costa del Golfo de México; Centro de
México; Occidente; Oaxaca y Maya
Esta gran área cultural (2,500 a.C. a 1521 d. C.) comprendía una enorme
extensión territorial que albergó a pueblos heterogéneos con diferentes niveles de
desarrollo. Por milenios, estos pueblos estuvieron ligados por múltiple relaciones:
intercambio de bienes, de conocimientos, desplazamientos humanos, conflictos
bélicos, intereses compartidos entre las élites de diferentes regiones.
Aridoamérica
Estas regiones fueron ocupadas por diferentes grupos que genéricamente se les
conoce desde la época prehispánica como ¨chichimecas¨ aunque su procedencia
viene de distintos grupos étnicos y sus desarrollos muestran características y
diferencias locales. Estos grupos tuvieron contacto con los conquistadores y
difícilmente fueron sometidos como lo demuestra la guerra permanente que
mantuvieron los apaches hasta principios del siglo XX.
Oasisoamérica
Esta zona posee la suficiente humedad natural que generan los ríos que
descienden de la Sierra Madre Occidental, lo que favorece el cultivo de la tierra;
sin embargo, la sedentarización fue más tardía que en Mesoamérica. Esta área
incluye tres grandes culturas: la Anasazi, la Hohokam y la Mogollón, en esta última
destacó el sitio arqueológico de Casas Grandes o Paquimé actualmente en
Chihuahua.
Periodos en los que se divide en México antiguo señalando el inicio y final
de cada uno
Periodo Lítico o Paleoindio (40.000 a 7.500 años a.C.)
El inicio del periodo lítico Mexicano se establece con la llegada de los primeros
pobladores, de los cuales se tienen algunas evidencias arqueológicas importantes
que datan de hasta 30.000 años a.C como es el caso de los instrumentos de
piedra para trabajos manuales y restos de animales hallados en El Cedral (San
Luis de Potosí). Otro hallazgo importante data del año 20.000 a.C. y corresponde
al Sacro de Tequixquiac que es considerado como una de las primeras obras de
arte del continente. El esqueleto humano más antiguo hallado en el territorio
mexicano corresponde al de La Mujer del Peñón datado con 12.700 años de
antigüedad, el cual fue encontrado en 1959 en las inmediaciones del cerro del
Peñón de los Baños, al oriente del Distrito Federal.
De estos primeros pobladores poco sabemos: estaban organizados en pequeños
grupos nómadas, fabricaban herramientas hechas de piedra, hueso y madera, y
sobrevivían de la cacería y la recolección. El perfeccionamiento de las técnicas
líticas, permitió el desarrollo de grandes puntas de lanzas capaces de perforar la
dura piel de los mamuts y mastodontes. La primera ocupación reconocida de la
región fue por los cazadores Clovis, cuyas distintas puntas de proyectil se han
encontrados en muchos sitios en Sonora. El Bajío es el sitio Clovis mejor conocido
y más extenso reportado en México.
Hacia el 8.000 a.C., el fin de la glaciación generó importantes cambios climáticos y
ecológicos, provocando la extinción de los grandes animales que constituían la
base de sustentación de los grupos paleoindios. El paisaje americano comienza a
parecerse al actual y los cambios se reflejan en las nuevas sociedades que surgen
en este período.
El período concluye aproximadamente con el fin de los cazadores nómadas y el
comienzo del sedentarismo alrededor de la agricultura.