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Las partes del trabajo serán las siguientes: Una primera parte de contextualización
histórica e introducción a la vida del autor, una segunda parte analizando el contenido
material del capítulo, a su vez dividido en 4 apartados (Poder-Derecho, Soberanía,
Restricciones a la soberanía y Herencia del imperio) y una tercera parte en la que
mencionaré brevemente algunas contradicciones y consecuencias que se deriban de las
ideas de este autor a caballo entre la modernidad temprana.
PRIMERA PARTE:
En una Francia asolada por las guerras de religión entre católicos y hugonotes,
nace Jean Bodin (1530-1596). Aunque mantuvo unicialmente una posición más cercana
a los católicos, la gravedad de la guerra que estaba debilitando a Francia le hizo
inclinarse por una tercera vía llamada los políticos que pretendía afrontar el proceso con
herramientas pacificadoras de tolerancia religiosa y refuerzo del poder estatal. Sus ideas
políticas fundamentales son plásmadas en su más celebre libro en 1576 ''Los seis libros
de la república'' en el que se impedían las guerras civiles y las insurreciones al soberano.
Aunque sus planteamientos incluían aparentemente límites contra la arbitrariedad del
soberano, en la páctica es considerado como un teórico del absolutismo de Luis XIV.
SEGUNDA PARTE:
·0 Poder-derecho:
·1 Soberanía:
·2 Restricciones a la Soberanía:
Una de ellas la plantea Bodino en la página 60 <<Si el príncipe está obligado a las leyes
naturales, y las leyes civiles deben ser equitativas y justas, sigúese que los príncipes
están también obligados a las leyes civiles>>. Su respuesta pasa por argumentar que, por
un lado el príncipe no solo se dedica de lo público sino también de lo privado y que en
estas esferas tiene que regir lo útil y honesto, lo útil en relación a lo honesto, de lo util
contra lo honesto y de lo útil que no concierne a lo honesto(''Honesto'' aquí significa
procedente del derecho natural). Y por otro lado, es plausible la situación de que una
norma justa devenga injusta en el tiempo por lo que el príncipe soberano deberá
derogarla.
Respecto a esto se da la existencia de las leyes de fundación del reino, en las que el
soberano fundamenta la legitimación de su poder y por lo tanto no pueden ser
transgredidas. Etre ellas se encuentran algunas de costumbre como la ley sálica pero la
más importante es la relativa al apropiamient regio de la propiedad, el cual queda
totalmente prohibido sin menoscavo de alguna excepción en caso de que fuere
totalmente necesario, como bien explica en la página 64 (<< es impropio decir que el
príncipe soberano tiene poder para robar los bienes ajenos y hacer mal, cuando, en
realidad, sería impotencia, debilidad y cobardía. >>).
No hay rigor lógico en que la ley sea a la vez voluntad del soberano y proyección del
designio divino y menos rigor cuando, por supuesto, no predispone ningún tipo de
seguridad o mecanismo de protección legal para el caso de una extralimitación en las
potestades soberanas.