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Filosofia Politica KANT
Filosofia Politica KANT
1.
Aunque Kant no escribió nunca un gran tratado sobre filosofía política, al estilo de las
tres Críticas, y sus obras sobre el tema se han considerado siempre "obras menores", los
principios defendidos en ellas lo asocian a los ideales políticos y emancipatorios de la
Ilustración, principios materializados en la Declaración de Independencia de los
Estados Unidos de 1776 y en los ideales de la Revolución Francesa de 1789. Entre
estas obras destacan Ideas para una historia universal en clave cosmopolita (de 1784) y
La paz perpetua (de 1795). La otra referencia importante es, sin duda, el artículo que
comentamos, ¿Qué es la Ilustración?, publicado en 1784 en la Revista mensual de
Berlín y en donde elogia las reformas emprendidas por Federico el Grande, en particular
el reconocimiento de la libertad religiosa y la libertad de expresión.
2.
Los escritos políticos de Kant están dominados, en efecto, por los ideales de libertad,
igualdad y valoración del individuo, propios de la Ilustración. El pensamiento ilustrado
defiende un tipo de sociedad formada por individuos libres, con iguales derechos civiles
y políticos, por ciudadanos; en palabras de Kant, por seres humanos dignos, que han
alcanzado la “mayoría de edad” y hacen uso de su propio entendimiento sin necesidad
de “tutores”. La mayoría de edad se identifica, por una parte, con la autonomía moral, la
capacidad de actuar por deber, de acuerdo con el imperativo categórico; y por otra, con
la capacidad de pensar con independencia, en todos los ámbitos. En el artículo que
comentamos, Kant plantea que la posibilidad de alcanzar dicha mayoría de edad, exige
el reconocimiento de las libertades fundamentales, como la libertad de pensamiento, de
expresión y de culto, para que sea posible hacer “uso público de la razón”.
3.
La política, en cuanto espacio público del ejercicio de la libertad, está ligada a la noción
de derecho, haciéndola posible. En consonancia con el carácter formal de la moralidad,
el derecho no se concibe como un sistema normativo de regulación de la convivencia,
sino como el marco formal en el que se establecen las condiciones y los límites de la
acción en el campo de la convivencia, del ejercicio de la libertad. El principio rector del
derecho no es otro que “la máxima libertad compatible con la libertad de los demás”. El
derecho considera las acciones de las personas en la medida en que afectan a otras
personas, y su principio regulador sería:”Obra externamente de manera que el libre
uso de tu albedrío pueda estar conforme con la libertad de todos los demás”.
La ley jurídica ha de tener, por lo tanto, al igual que la moral, un carácter universal y a
priori; sin embargo, mientras la ley moral se la autoimpone el individuo, la ley jurídica
se impone mediante una coacción externa; a diferencia de la ley moral, no espera su
realización de la buena voluntad, por lo que utiliza la imposición y la coacción para
evitar violaciones de la ley.
5.
6.
Antes que Kant, otros pensadores, intentando justificar racionalmente el poder político,
desarrollaron la teoría del contrato social, como paso del “estado de naturaleza” a la
sociedad civil organizada y polemizaron sobre la supuesta sociabilidad o insociabilidad
inherentes a la naturaleza humana. Frente a Hobbes, que fundamentaba en el egoismo y
el estado natural de guerra permanente, la necesidad de un poder absoluto, Rousseau
consideraba que una sociedad mal organizada era la causa de la corrupción de la
naturaleza bondadosa de los seres humanos. Con la misma elegancia que arbitró en la
polémica racionalismo-empirismo, media Kant en este dilema, afirmando que tenemos
una naturaleza contradictoria: la insociable sociabilidad. Según nuestro autor, sólo en
sociedad podemos desarrollar nuestras disposiciones naturales, pero también tenemos
una fuerte tendencia al individualismo. Nuestra naturaleza contradictoria es el motor
que hace que las sociedades progresen. El ansia de honores, poder o bienes estimula el
desarrollo de nuestros talentos, la competencia entre individuos favorece el esfuerzo y el
progreso tanto individual como colectivo.
No obstante, el Estado es necesario para frenar nuestras tendencias antisociales; es
decir, necesitamos un pacto o contrato social que nos obligue a respetar a los demás,
para que también ellos puedan desarrollar sus proyectos individuales.
7.
Kant concibe el contrato social como la condición que hace posible la instauración del
derecho público, por el que quedan garantizados los derechos naturales. En realidad,
Kant admite un sólo derecho natural: el de libertad, del que derivan todos los demás, los
derechos civiles de igualdad y de autonomía. El derecho de libertad, al tiempo que
garantizado, queda limitado por el derecho de los demás, según el acuerdo tomado por
la voluntad general. La idea de voluntad general es claramente de corte rousseauniano;
pero en Rousseau la voluntad general representa el interés común, mientras que en Kant
representa la garantía de la libertad individual, dentro de los márgenes sea posible, para
compatibilizar los distintos proyectos de felicidad individuales.
8.
a) El Estado se justifica como garante del derecho y éste de la libertad; y eso es lo que
legitima la coacción.
b) El marco jurídico debe estar basado en la igualdad civil: todos los ciudadanos
dependen de una legislación común a la que han dado su consentimiento.
c) Como Locke y Montesquieu, admite la necesidad de la división de poderes y
atribuye el legislativo a la soberanía popular.
Todavía en nuestro tiempo, sus ideas siguen inspirando a autores como J. Rawls y J.
Habermas, en sus intentos por fundamentar sus respectivas teorías del consenso.