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INGENIERÍA AMBIENTAL
TEMA DE EXPOSICION
DISEÑO DE EQUIPOS PARA PROCESOS DE MEMBRANA DE
ULTRAFILTRACION Y MICROFILTRACION
N° GRUPO : GRUPO 12
CURSO : DISEÑO DE SISTEMAS AMBIENTALES
DOCENTE : Ing. LUIS EDUARDO ORE CIERTO
INTEGRANTES :
CICLO : 2017-2
TINGO MARIA-PERU
I. INTRODUCCIÓN
La filtración por membrana implica la separación parcial de un flujo que contiene una mezcla
de dos o más componentes mediante el uso de una barrera semipermeable (la membrana) a través de la cual
algunos de esos componentes tienen más facilidad para atravesar. El proceso básico de separación
comprende un flujo de alimentación separado en retenido (la parte del flujo que no atraviesa la membrana) y
el permeado (si atraviesa). Aunque en la mayoría de las aplicaciones el flujo de alimentación, retenido y
permeado son líquidos o gases, también se puede dar el caso de que sean sólidos. Los procesos más usuales
son los de ósmosis inversa, nanofiltración, ultrafiltración y microfiltración.
Este tipo de procesos se han convertido en una de las nuevas tecnologías que experimentan
un mayor crecimiento en las últimas décadas. Sus características los hacen adecuados para distintas
aplicaciones comerciales en diversos campos, como el médico (tratamiento de plasma), clarificación y
desalinización de agua, separación de gas, separación de mezclas azeotrópicas mediante pervaporación, etc.
Muchas otras aplicaciones están en diferentes fases de desarrollo, como la bioseparación y la separación de
hidrocarburos.
Durante los últimos veinte años la microfiltración y la ultrafiltración mediante membrana han
avanzado con más celeridad. Esto ha sido debido en gran parte a una presión jurídica en EEUU y Europa,
dónde se busca una reducción de la turbidez del agua, así como una desinfección de ésta sin ayuda de otros
productos. Actualmente, la micro y ultrafiltración no solo son sistemas mediante el cual se desea eliminar la
turbidez, sino que, también es un proceso mediante el cual son eliminadas bacterias, virus, endotoxinas y
otros agentes patógenos, lo cual permite que el agua obtenida sea de gran pureza y con baja densidad de
sedimento. Esto permite mencionar que este proceso se ha convertido rápidamente en una gran opción como
pre tratamiento de agua industrial y municipal.
El interés del diseño y fabricación de los equipos para procesos de membrana radica en sus
ventajas frente al resto de opciones en el mercado, como son una elevada resistencia química, un bajo coste
de mantenimiento y mayor vida útil. El inconveniente principal que presentan es su elevado coste de
fabricación. Actualmente, estos equipos se emplean en limitadas aplicaciones de alto valor añadido
(producción de vinos, zumos, etc.), debido a su elevado coste. El objetivo de hace ya un buen tiempo es
diseñar de tal manera que la fabricación y la operación esté a un costo más asequible.
En el presente trabajo se intentara dar a conocer los conceptos, características, ventajas,
desventajas y el diseño de los equipos para procesos de membrana de ultrafiltración y microfiltración.
1.1. Objetivos
General
Dar a conocer el diseño de los equipos para procesos de membrana de ultrafiltración y microfiltración
Específicos
2.2. Suarez Ramírez Ana María. Propuesta de dimensionamiento de un sistema de ultrafiltración, para
tratar agua permeada almacenada
Resumen: hoy en día la industria petrolera presenta problemas con la acumulación de agua
generada en la perforación de pozos estratigráficos y como consecuencia de esto incrementan los costos de
almacenamiento, dada a la gran cantidad de agua que es tratada diariamente. Por tal motivo, esta industria
cada vez más está implementando plantas de tratamiento de aguas, para así re usar el agua y disminuir los
costos de almacenamiento.
Por lo anterior se decidió plantear una propuesta para implementar un sistema de ultrafiltración
el cual ayuda a disminuir en gran parte la turbidez obtenida con el transcurso del tiempo obteniendo una
turbidez de 5 NTU y adicionalmente mejorando los otros parámetros analizados como: solidos disueltos
totales (2 ppm), DOC (5 ppm) y COD (10 ppm), de esta manera reduciendo los costos de la empresa en el
almacenado.
Los flujos de permeado obtenidos en los primeros ensayos de microfiltración tangencial han
sido muy superiores a los observados por otros autores para alimentaciones similares, encontrándose un flujo
crítico de la membrana operando a 3 m/s y 1 bar. Este flujo crítico podría ser empleado, en caso de una
aplicación a nivel industrial, para mantener un flujo elevado, de 100 l/ m 2 h, durante todo el período de
filtración.
Asimismo, la microfiltración permite la eliminación de la materia en suspensión y de los coliformes fecales, así
como una elevada reducción de la demanda
2.4. Claudia Muro, Jesús Escobar, Rosa Zavala, Mario Esparza, Jesús Castellanos, Rosa Gómez y
Magdalena García. Evaluación del proceso de microfiltración en un efluente residual de una industria
alimenticia para su reuso
Una membrana se puede definir como una interfase que separa componentes de acuerdo con
su estructura. En un sentido más amplio, una membrana es una barrera a través de la cual los fluidos y los
sólidos son transportados selectivamente cuando una fuerza impulsora es aplicada. (MARTINES, I. 2016).
Las primeras membranas se produjeron en Alemania en 1920 y fueron usadas como filtros
bacterianos a nivel de laboratorios. Desde entonces la tecnología de membrana ha sido sensiblemente
desarrollada. Hoy en día las membranas son manufacturadas con un amplio rango de materiales y pueden
ofrecer una buena selectividad, una alta permeabilidad y una considerable estabilidad química.
3.2. La filtración mediante membrana
Cuando se realiza una filtración frontal o total, todo el líquido que entra en contacto con la
superficie de la membrana es forzado a pasar a través de ella. Algunos sólidos y componentes quedarán
retenidos por la membrana mientras el resto pasará al otro lado. Este proceso depende principalmente del
tamaño de poro de la membrana, aunque existen otros factores en juego. En consecuencia, el líquido
gradualmente experimentará una mayor resistencia a pasar a través de la membrana, debido a la acumulación
de sustancias.
Cuando se realiza una filtración tangencial, el retenido es reciclado para que, mediante un ciclo
de realimentación, vuelva a formar parte del flujo de alimentación. Este flujo entrante, es paralelo a la
membrana por lo que este tipo de filtración permite trabajar con rangos de presión muy inferiores a los de la
filtración total. Solamente una pequeña parte del flujo atravesará la membrana convirtiéndose en permeado,
y la mayor parte irá a parar al depósito de retenido.
Actualmente las membranas son competitivas para las técnicas convencionales. El proceso de
la separación por membrana se basa en la utilización de membranas semi-permeables. El principio es
bastante simple: la membrana actúa como un filtro muy específico que dejará pasar el agua, mientras que
retiene los sólidos suspendidos y otras sustancias. Hay varios métodos para permitir que las sustancias
atraviesen una membrana. Ejemplos de estos métodos son la aplicación de alta presión, el mantenimiento de
un gradiente de concentración en ambos lados de la membrana y la introducción de un potencial eléctrico. La
membrana funciona como una pared de separación selectiva.
Ciertas sustancias pueden atravesar la membrana, mientras que otras quedan atrapadas en
ella. La filtración de membrana se puede utilizar como una alternativa a la floculación, las técnicas de
purificación de sedimentos, la adsorción (filtros de arena y filtros de carbón activado, intercambiadores
iónicos), extracción y destilación. Hay dos factores que determinan la efectividad de un proceso de filtración
de membrana: selectividad y productividad. La selectividad se expresa mediante un parámetro llamado factor
de retención o de separación (expresado en l/m2 h). La productividad se expresa mediante un parámetro
llamado flujo (expresado en l/m2 h). La selectividad y la productividad dependen de la membrana. En la
ultrafiltración la membrana presenta una estructura asimétrica.
La filtración de membrana se puede dividir en micro y ultra filtración por una parte y en
nanofiltración y ósmosis inversa por la otra. Cuando la filtración de membrana se utiliza para retirar partículas
más grandes, se aplican la microfiltración y la ultrafiltración. Debido al carácter abierto de las membranas su
productividad es alta mientras que las diferencias de presión son bajas. Cuando se necesita desalinizar el
agua, se aplican la nanofiltración y la ósmosis inversa. La nanofiltración y las membranas de RO no actúan
según el principio de porosidad; la separación ocurre por difusión a través de la membrana. La presión
requerida para realizar la nanofiltración y la ósmosis inversa es mucho más alta que la requerida para la micro
y ultra filtración, mientras que la productividad es mucho más baja.
Según la aplicación requerida, se utilizan diversos materiales. Las dos clases genéricas son las
membranas orgánicas y las minerales, llamadas así por la naturaleza del material utilizado para su fabricación.
3.5.1.1. Los polímeros hidrófilicos.
- Celulosa y derivados. Son polímeros de bajo coste. Para el tratamiento de aguas se usan
membranas de éster de celulosa, las cuales, aunque son sensibles a la hidrólisis alcalina y a la degradación
biológica, se usan ampliamente en desalación, desinfección y clarificación y son relativamente resistentes al
cloro.
Inicialmente, las membranas tenían una estructura simétrica, que significa que el tamaño de
los poros seguía siendo prácticamente constante en todo el espesor de la membrana. En este tipo de
membrana todo el espesor provoca resistencia ante la masa transferida actuando como una barrera selectiva.
Eso conducía a problemas de graves pérdidas de cargas (aumento del consumo energético) y de colmatado
de las membranas. En la actualidad, este tipo de membranas son muy poco utilizadas.
3.6.3. Temperatura.
Las altas temperaturas provocan más altos flujos de permeado, ya que la viscosidad será más
baja y la difusión más alta. Sin embargo, es esencial no sobrepasar ciertos límites, debido a que las altas
temperaturas desnaturalizan las proteínas y propician el crecimiento microbiano durante el proceso.
Cuando una fuerza impulsora actúa en la solución de alimentación, los solutos son parcialmente
retenidos mientras el disolvente pasa a través de la membrana. Esto significa que la membrana tiene una
cierta retentividad para los solutos, mientras el disolvente puede pasar de forma más o menos libre.
Así pues, la concentración de los solutos en el permeado (Cp) es menor que la concentración
de la alimentación (Ca), y este hecho es el principio básico de la separación mediante membranas. Como la
membrana es en cierto grado impermeable para los solutos, los solutos retenidos se acumulan y su
concentración se incrementará gradualmente. Estos, solamente pueden ser reconducidos hasta la corriente
inicial por la difusión (movimiento de moléculas gaseosas o aerosoles dentro de líquidos, causados por un
gradiente de concentración) y el flujo turbulento causado por el flujo tangencial a lo largo de la superficie de
la membrana. Este fenómeno de acumulación en la superficie es conocido como polarización de la
concentración.
4.1. Ultrafiltración
El soluto retenido o rechazado por la membrana continúa su camino junto con el caudal
evitando con esto que se acumule en la superficie de la membrana, impidiendo la formación de lodos que
obstaculicen y resten eficiencia de la misma.
Al contrario que las membranas que cambian la naturaleza química del agua como la OI o la
NF, la ultrafiltración respeta la composición química del agua. La UF elimina contaminantes hasta 0,01μ. Estas
membranas son porosas y eliminan quistes, bacterias, virus y sólidos en suspensión.
La ultrafiltración se emplea en una variedad de tratamientos de agua y aguas residuales, tanto
en sistemas municipales como industriales. Principalmente es útil para separar macromoléculas, que incluyen
virus, bacterias, almidones, proteínas, arcillas y pigmentos. Además, se ha encontrado que la adición de
reactivo coagulante previo a la ultrafiltración mejora la remoción de materia orgánica natural a niveles
comparables con los alcanzados con la nanofiltración.
Figura 5. Elementos de un proceso de ultrafiltración
El proceso de ultrafiltración está enmarcado por una serie de ecuaciones que definen o aclaran
los distintos aspectos que deben conocerse, y que en última instancia permiten realizar el diseño de las
diferentes instalaciones. Si partimos de los gastos que se generan en el proceso podemos distinguir: flujo de
alimentación (Fa), que es la solución a tratar que llega a las membranas, flujo de permeado (Fp), que
corresponde a la solución que se obtiene del otro lado de la membrana después de atravesarla, flujo de
concentrado o rechazo (Fr), que es la solución que no puede atravesar la membrana; del mismo modo, se
tiene las concentraciones del agua de alimentación (Ca), concentración del producto (Cp); y concentración de
rechazo (Cr), relacionados entre sí mediante:
Existen dos métodos de operación de un sistema de ultrafiltración, los cuales, no solo ayudan
a determinar el dimensionamiento de esta, si no también permiten analizar cuál es el más adecuado para
obtener la mejor calidad de agua, dependiendo de las condiciones de esta. Los métodos de operación son:
método intermitente y método continúo.
Figura 7. Método Intermitente Figura 8. Método continuo
El método intermitente se usa principalmente para operar una planta pequeña en la cual el
caudal de alimentación llega de una forma intermitente a la membrana, dado a que se requiere que el flujo en
el interior del módulo sea grande para controlar la concentración del fluido, mientras que en el método continuo
el flujo de alimentación se suministra de manera continua, al tiempo que el retenido y el permeado son
extraídos a las concentraciones deseadas, este método de operación se realiza en plantas con gran caudal
con el fin de evitar depósitos grandes. (ELMALEH., ABDELMOUMNI, 1997).
Existen dos modos de operación, donde la dirección del flujo de alimentación es el principal
factor para determinar el más adecuado, dependiendo de las necesidades del tratamiento. Esta el modo
convencional, en el cual el flujo de alimentación es perpendicular al medio filtrante y se puede usar como
fuerza impulsora el vacío, la presión, la fuerza o incluso la fuerza de gravedad y el modo flujo cruzado en el
cual la dirección del flujo de alimentación es tangencial a la superficie de la membrana y se trabaja siempre a
presión positiva como fuerza impulsora.
Es el volumen de agua que pasa a través de una unidad de área de membrana por unidad de tiempo. Este
parámetro se usa para evaluar la producción de permeado de cualquier sistema de filtración con membranas
en términos de la extensión de membrana necesaria para producir cierto flujo de agua filtrada. El flux de
permeado se calcula con:
Dónde:
Esta ecuación se usa para predecir el flujo de una membrana. La caída de presión a través de la
membrana es directamente proporcional a la presión aplicada (de operación) y favorece directamente al flujo
de permeado. La resistencia hidráulica de la membrana se incrementa con el tiempo debido a que la
acumulación de materiales cerca, sobre y en el interior de la membrana bloquea las cavidades de la
membrana, por lo tanto aumenta la resistencia de la membrana al paso del agua. La viscosidad del agua tiene
un efecto dependiente de la temperatura: a mayor temperatura, menor viscosidad y mayor flujo.
4.1.3.2. Rechazo
La selectividad de la membrana se cuantifica a través del rechazo (R). El rechazo es la fracción de soluto en
la alimentación que se desvía por efecto de la membrana, matemáticamente es una unidad menos la razón
de la concentración del soluto en el permeado a la concentración del soluto en la alimentación.
Donde:
RS: factor de rechazo de la membrana [adimensional]
Cp: concentración en el permeado en [mg/L]
Ca: concentración en la alimentación en [mg/L]
Además si:
4.1.3.3. Recuperación
Donde:
Corresponde a la cantidad de masa por volumen de la solución que se obtiene del otro lado de
la membrana, después de atravesarla.
Donde:
Cp: concentración en el permeado en (mg/L)
RS: factor de rechazo de la membrana (adimensional)
Ca: concentración en la alimentación en (mg/L)
Cr: concentración en el rechazo en (mg/L)
Cr = RS * Ca/(1-R)
Donde:
Dependiendo del objetivo los módulos se pueden agrupar de dos formas: en paralelo y en serie.
Sin embargo, en la mayoría de las instalaciones se utiliza una o más combinaciones de este tipo de
agrupamientos para obtener la calidad y cantidad del agua deseada.
En este tipo de agrupación el objetivo es obtener una mayor cantidad de producto al dividir el
caudal de alimentación en “n” membranas de las cuales se obtiene una mayor cantidad de producto que la
que se obtendría de un arreglo en serie con el mismo número de módulos. En este tipo de montaje, las
alimentaciones y las salidas tanto de permeado como de rechazo de cada módulo se conectan con cada una
de las correspondientes tuberías generales. Esta agrupación se utiliza tanto con módulos de placas, como
tubulares y de fibra hueca. (ANSELME, 1998)
Se usa para producir un caudal “n” veces superior al suministrado por un módulo, siendo “n” el
número de módulos instalados en paralelo. Como la máxima conversión de trabajo de cada módulo de este
tipo es del orden del 40-50%, ésta será la conversión máxima que puede conseguirse con esta agrupación,
lo que equivale a decir que la solución de aporte puede concentrarse entre 1,66 y 2 veces. Cuando los
módulos trabajan en paralelo, la pérdida de carga entre el colector de aporte y el de rechazo es la misma para
todos ellos, lo que quiere decir que el caudal de aporte que llega a cada uno dependerá de su grado de
atascamiento y del caudal de permeado que produzca. Es muy importante que, cuando varios módulos
trabajen en paralelo, el grado de envejecimiento de sus membranas sea similar ya que en caso contrario se
producirán desequilibrios en los flujos individuales que harán que las membranas menos deterioradas trabajen
con conversiones elevadas y se atasque rápidamente.
En este tipo de agrupación el objetivo es aprovechar la energía de flux de rechazo para ser
filtrado por una membrana siguiente. Cuando los módulos se montan en serie, el caudal de rechazo de cada
módulo pasa a ser el aporte del siguiente y así sucesivamente. El permeado de los distintos módulos se
recoge en un colector común a todos ellos donde se van mezclando los distintos flujos. Cuando se instalan
módulos espirales en el interior de un tubo de presión se utiliza este tipo de agrupación. Los módulos espirales
pueden trabajar con conversiones máximas del 7 al 10 %, por lo que la recuperación de cada tubo con 6 ó 7
módulos suele también oscilar entre el 40 y el 50%. La agrupación de los módulos en serie hace que, para
una recuperación total determinada, cada módulo trabaje con una recuperación menor que si trabajase en
paralelo, lo que se traduce en un caudal de rechazo mayor y, por tanto, una velocidad superficial sobre la
membrana mayor.
Si se requiere que la conversión global de la unidad esté por encima de dicho valor, hay que
agrupar las etapas. Existen dos formas posibles de hacerlo: rechazo en serie o recirculación del rechazo.
Nótese que no tiene sentido hablar de agrupar dos etapas en paralelo porque equivaldría a una etapa primitiva
con mayor número de tubos.
La recuperación del filtrado (relación entre el caudal de filtrado y el caudal de alimentación) que
decrece rápidamente con el aumento de la velocidad.
El consumo energético para la recirculación. - La pérdida de carga que en el flujo principal se torna
excesivo.
4.1.5.4. Presión
El caudal de filtrado aumenta con la presión hasta un cierto valor límite, a partir del cual el
caudal se estabiliza o más bien disminuye.
4.1.5.5. La Concentración
4.1.5.6. Temperatura
Las modificaciones del flujo de filtrado que se observan cuando la temperatura cambia,
provienen esencialmente de la variación de la viscosidad del fluido.
La parte esencial de esta tecnología la constituye, sin duda, la membrana filtrante. Para que se
consiga una buena clarificación debe emplearse un corte molecular igual o inferior a 1.000 Dalton.
La composición química de la misma es, asimismo, determinante, pudiéndose afirmar que las
de polisulfona no muestran dificultades especiales y se regeneran razonablemente bien. Previamente es
recomendable hacer una decantación puesto que la filtración sólo consigue una mejora reducida: sin embargo,
la floculación con bentonita en una proporción de 2 g/l, favorece de una forma muy sensible el caudal, que
pasa casi al doble. Por ello, es de suponer que la actuación de la misma va más allá de la separación de los
sólidos en suspensión, si bien, aún no se han estudiado las causas de este efecto. Todas estas características
deben tenerse presentes a la hora de diseñar los tratamientos con los equipos correspondientes, ya que de
su optimización dependerá la cuantía de las inversiones iniciales necesarias y el coste de funcionamiento.
Con el fin de reducir la serie de pérdidas de carga y de limitarla a la capa activa, las membranas
de ultrafiltración poseen todas una estructura asimétrica. Están compuestas de un soporte macroporoso y de
una o varias capas según el tipo de membrana; la última capa, llamada capa activa, presenta una estructura
mesoporosa. Existen actualmente dos categorías o dos tipos de membranas de ultrafiltración que presentan
ambas una estructura asimétrica. (MOURATO, 1997)
Las membranas formadas con polímeros orgánicos y que fueron las primeras utilizadas. Están
constituidas de una "piel activa" soportada sobre una estructura macroporosa.
La segunda generación de membranas de ultrafiltración se prepara a partir de materiales
cerámicos. Las capas sucesivas se producen por un fritado de granos cerámicos que generan
poros residuales cuyo tamaño depende del tamaño de los granos; para obtener una capa activa
de ultrafiltración es necesario usar suspensiones coloidales de óxidos que luego se depositan
sobre un material macroporoso y se fritan. En algunos casos son membranas de microfiltración
(material macroporoso) que se utilizan como soporte para depositar una capa suplementaria activa
en ultrafiltración.
Las membranas deben responder a ciertas exigencias, para poder generar un buen filtrado:
Ser eficaces en la separación: tener bien definido el umbral de separación y que este, esté
relacionado con el tamaño de poro y la estructura química de la membrana.
Resistencia mecánica, química y térmica: esto depende de la naturaleza del material escogido
para la membrana y se debe adaptar al proceso de filtración.
La presión de trabajo es más elevada, típicamente entre 4 y 8 atmósferas, por el hecho de que el
tamaño de poros de la membrana de ultrafiltración es más pequeño.
Las especies a separar no son en realidad partículas en suspensión sino compuestos de tipo
macromolecular o coloidal susceptibles de poseer fuertes interacciones fisicoquímicas con el
material de la membrana.
4.1.8. Aplicaciones de la ultrafiltración
4.2. Microfiltración
La microfiltración tangencial es una técnica semejante a las otras técnicas de filtración con
membranas como la ósmosis inversa y la ultrafiltración. Es la respuesta a varios tipos de problemas en los
cuales los aparatos existentes de separación líquido-sólido convencional no tienen una prestación suficiente.
Es en particular el caso cuando las partículas que se quieren separar tienen un tamaño inferior a la micra, en
cuyo caso se requiere aparatos técnicamente muy avanzadas como ultracentrífugas o elutriadores de gran
velocidad, o con un flujo de filtración muy limitado y un cambio muy frecuente del medio filtrante. (MOURATO,
1997)
La microfiltración tangencial se caracteriza como la técnica en la cual existe en la vecindad del
medio filtrante y paralelamente a este medio, un campo de cizallamiento, que esencialmente impide la
deposición de las partículas a separar. Este movimiento se obtiene al impulsar una velocidad relativa de la
suspensión, bien sea en movimiento lineal, bien sea en movimiento rotativo respecto a la superficie del medio
filtrante.
Las membranas usadas para la microfiltración tienen un tamaño de poro de 0.1 – 10 µm. Estas
membranas de microfiltración retienen todas las bacterias. Parte de la contaminación viral es atrapada en el
proceso, a pesar de que los virus son más pequeños que los poros de la membrana de microfiltración. Esto
es debido a que los virus se pueden acoplar a las bacterias. La microfiltración sirve para filtrar un efluente,
extrayendo un filtrado estéril y libre de sólidos suspendidos y permite retener partículas tales como coloides,
levaduras, bacterias, emulsiones, etc. Para separar partículas de tamaño más importante, no es necesario
utilizar la filtración tangencial, y entramos de nuevo en el campo de la filtración clásica.
4.2.1. Membranas empleadas
Donde,
- Flujo de permeado (l/𝒎𝟐 h): Aumenta con la PTM pero disminuye incrementando la
resistencia de la membrana. La relación entre el flujo y la resistencia de la membrana se modela mediante la
ecuación de Darcy.
𝑷𝑻𝑴
J= (2)
µ .𝐑𝐭𝐨𝐭
Donde,
J es el flujo de permeado.
Pi es el coeficiente de permeabilidad.
µ es la viscosidad.
Rtot es la resistencia total de la membrana.
El flujo de permeado incrementa con la PTM pero la relación entre ellos solamente es lineal
cuando la alimentación es agua pura. Si la alimentación es otra, el flujo pasa a ser independiente de la presión
cuando se sobrepasa el llamado flujo límite (al que se llega cuando la capa de concentración de polarización
alcanza un alto grado). Antes de llegar al flujo límite, el flujo de permeado aumenta con la presión.
- Velocidad lineal o flujo tangencial: La velocidad lineal es la velocidad a la cual la
alimentación fluye dentro de la membrana. Para una membrana tubular la velocidad lineal se puede definir
como la relación entre el flujo de entrada y la sección interior de la membrana.
𝑭
𝑉𝑙 = (3)
𝑨
Donde:
F: el flujo de alimentación. [m3/s]
A: es la sección interior de la membrana. [m2]
Donde:
kd está ligado solamente al depósito de las partículas, L-3
ki considera la importancia de la colmatación interna, L3 T-1
kr está ligado al retroflujo que afecta a las partículas, L-3
t es el tiempo de operación, T
Qo es el caudal de permeado en el instante inicial, L3 T-1
Q es el caudal de permeado en el instante t, L3 T-1
V es el volumen acumulado de permeado en el instante t, L3
(5)
Donde:
a = resistencia específica por unidad de longitud del depósito,
Xo = fracción de volumen ocupado por las partículas, L-2
A = área de filtración, L2
Rm = resistencia de la membrana, L-1
(6)
Donde:
Qr = caudal de retroflujo, L3 T-1
(7)
donde:
q = fracción de partículas depositadas,
N = número de poros activos,
l = longitud de los poros, L
ro = radio de un poro, L
Tr * = rechazo en estado estacionario.
La ecuación (4) permite prever un flujo estabilizado Q * de filtrado que aparece cuando el
término (V* = V - kr t ) es constante:
(8)
Por tanto, el coeficiente ligado al retroflujo debería ser igual al caudal estabilizado:
(10)
Este modelo ha sido aplicado con éxito por Elmaleh y Ghaffor (1996) para describir la
microfiltración de emulsiones mixtas de hidrocarburos y sólidos biológicos, así como en la microfiltración de
bacterias anaerobias (Elmaleh y Abdelmoumni, 1997).
Hay varias aplicaciones de la microfiltración en la industria del agua potable. Los impulsos
principales para un uso más amplio de la microfiltración se debieron a los requerimientos más restrictivos para
una mejor eliminación de partículas y microorganismos de los suministros de agua potable. Adicionalmente,
hay un énfasis creciente en limitar las concentraciones y número de productos químicos que se aplican
durante el tratamiento del agua. En algunas aplicaciones de microfiltración para eliminación de partículas y
microbios, no se añaden productos químicos durante el ciclo de producción de agua del proceso. En otros,
los procesos de coagulación o adsorción son usados como pretratamiento de la microfiltración. A causa de
las muchas ventajas potenciales de la microfiltración comparada con el tratamiento convencional del agua,
esta tecnología ha sido el foco de numerosos estudios y aplicaciones a plena escala. Un tren típico de
tratamiento para esta aplicación constaría simplemente de cribado, microfiltración y desinfección.
Otra aplicación de esta tecnología es la eliminación de materia orgánica natural o sintética. En
su operación normal, la microfiltración elimina poca o ninguna materia orgánica; sin embargo, cuando se
aplica un pretratamiento, pueden realizarse eliminaciones incrementadas de materia orgánica así como un
retardo en el ensuciamiento de membrana. Un tren de tratamiento constaría de precribado, pretratamiento,
microfiltración y desinfección.
Otras dos aplicaciones implican el uso de microfiltración como pretratamiento para osmosis
inversa y nanofiltración. Ambas han sido tradicionalmente empleadas sobre aguas subterráneas para
desalación o eliminación de dureza. Sin embargo, con el énfasis aumentando en la conservación del agua, la
osmosis inversa está siendo empleada incluso por un mayor número de instalaciones para tratar aguas
residuales para reutilización. Consiguientemente, se está estudiando extensivamente la microfiltración como
un pretratamiento para la osmosis inversa en aplicaciones de reutilización del agua. Anticipándose a nuevas
y más restrictivas normas.
V. DISEÑO DE INGENIERÍA
6.2. Uso de inge system desing para la implementación de un sistema de ultrafiltración para tratar
agua permeada almacenada
Los primeros parámetros de diseño son según la capacidad de la planta, teniendo en cuenta,
que las membranas que se emplearon son de fibra hueca, se analizó las membranas con los dos tamaños de
poros diferentes que maneja y con las áreas de membrana más pequeña, ya que el flujo de alimentación no
es tan alto
Como se puede observar en la tabla 10, al tener una mayor área de membrana con un mínimo
de módulos, se puede obtener un porcentaje de recuperación mayor y así mismo un flux más alto, lo que
implica que se obtenga un ahorro en la energía del sistema.
Se procedió el diseño con el modulo que dio mejor % de recuperación y mayor flux, Dizzer XL
0,9 MB 38. A partir de aquí veremos la presión de operación, la presión transmembrana y otros componentes
necesarios para el diseño como las bombas para el retro lavado.
Cuadro2. Resultado de presiones
Como se puede observar las presiones se encontraron dentro del rango permisible, gracias a
que el flujo de alimentación no es muy grande. Según las especificaciones que debe cumplir un sistema de
ultrafiltración, la presión transmembrana para una membrana de fibra hueca no debe exceder 2,7 bar y la
presión de operación del sistema debe estar entre 1-10 bar.
Una vez obtenidas las presiones de operación, se pudo ver que las condiciones del agua
mejoran, de manera tal, que el agua quedaría apta para el uso que se pretende dar. En la tabla 12 se
observara el cambio en las características del agua con las diferentes membranas.
En el cuadro 3 se muestra que el agua resultante queda con condiciones aptas para el uso que
se le quiere dar, además de obtener un buen % de recuperación, lo que indica que el flujo de rechazo es muy
bajo.
VI. CONCLUSIONES
Se llegó a entender los procesos de ultrafiltración y microfiltración que son muy eficientes en
los tratamientos de aguas.
La ultrafiltración es un proceso en el cual se usa una membrana semipermeable, donde la
presión activada del proceso es capaz de fraccionar, separar y concentrar sustancias sin que estas sufran
cambio de fase. Puede separar los coloides, partículas y especies solubles de elevada masa molecular.
La microfiltración es un proceso de flujo de baja presión a través de membrana para la
separación de coloides y partículas suspendidas.
ANSELME, C. 1998. Tratamiento del agua por procesos de membrana. Institute for Polymer Science. Francia.
MOURATO, D. 1997. Microfiltración y nanofiltración en el área de agua potable. ZENON Environmental Inc.
Canadá. 19 p.
MURO, C., ESCOBAR, J., ZAVALA, R., ESPARZA, M., CASTELLANOS, J., GÓMEZ, R., GARCÍA, M. (2008).
Evaluación del proceso de microfiltración en un efluente residual de una industria alimenticia para su
reuso. Revista internacional de contaminación ambiental vol.25 no.4. México.
VERA, L. (2000). Microfiltración de agua residual depurada. Departamento de Ingenieria Quimica y Tecnologia
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