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Pensamiento Educativo de Simón Rodríguez
Pensamiento Educativo de Simón Rodríguez
TIEMPO Y VIGENCIA
educativo se hiciera social y político. Simón Rodríguez agrupa estas ideas en sus
olvidada Caracas hasta las tierras del Alto Perú y Bolivia, donde descansó su
cuerpo agotado de tantos trastornos sufridos por el abandono del que siempre fue
objeto.
loco. Sí, el hecho de pensar y actuar distante de las normas sociales y políticas
argumentaba y practicaba las mismas con tal empeño que, quienes compartían
vale. Sus pensamientos daban un valor puntual a cada aspecto en cada caso en
razón del hombre, privilegiar lo humano. Esto hace complicado pretender ver su
integral.
hombre, y que en algunos pasajes las tres dimensiones son una sola. Siempre
hacer todo por lo humano lo traiciona y aborda con profunda agudeza lo social y lo
Necesario, según él, lo que se ha de enseñar y los porqué y para qué de los
mismos, también es Simón Rodríguez quien por primera vez en Venezuela define
con serena certeza el currículum oculto, desde el manejo que hace la Iglesia.
Hechos estos que propiciaron la madurez, temple y fuerza de sus ideas y, sobre
camino que andaba esa parte del mundo. Cuando internaliza que: Todos los
hombres son por su naturaleza libres e iguales; es decir, nacen libres e iguales.
Escuela que dejó en Venezuela, se enrumbó hacia una práctica pedagógica que
República que hiciera posible tales ideales. Para ello desarrolló una serie de
entre los siglos XVII Y XVIII, cuando precisó que: No es solitario el camino que
cambios en él, ratificó algunas miradas que sobre la vida individual y colectiva
este venezolano resultó ser lo religioso, y ante ello expresó la necesidad de que
cada quien respondiera por sus acciones cívicas, resultó ser Rodríguez uno de los
primeros educadores en denunciar la existencia del currículo oculto que desde las
niños era asunto de los civiles, y que tal situación necesitaba quedar
y que lo religioso no pretendiera ni ver y poco hacer por igualar las condiciones de
transformación del súbdito en ciudadano, todo lo que implicaría una nueva forma
que expresa sus conceptos sobre el hecho educativo y la conexión directa con las
Movimiento de la Ilustración.
Decía el Maestro caraqueño: El título de maestro no debe darse sino al que sabe
No sólo saber algo sobre alguna cosa necesaria es suficiente para que se le
son un asunto inmediato y breve, son actos que se ejercitan a lo largo de la vida,
refiere Rodríguez. Tal es la visión de este asunto, que expresa: Enseñen a los
niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se les mande a
participación es sólo de espectador, ver qué ocurre; pero no ser partícipe para que
algo ocurra. Diferente del que es educado, éste es, según Rodríguez,
de cambiar como persona, es algo que Simón Rodríguez considera vital para los
hombres. Y para ello se requiere de un guía que oriente no el destino hacia donde
armonía de vida de cada quien en respeto con el otro y los demás. Es ofrecer lo
diverso que se puede lograr desde una nueva actitud para alcanzar una
Necesario que no domine y que prepare para la libertad y la justicia social, decía el
Sócrates Caraqueño: Toca a los maestros hacer conocer a los niños el valor del
Sí, Rodríguez valoró por siempre al Maestro, pero nunca restó importancia a la
familia y la sociedad en el proceso de educar a los niños. Esto porque una cosa es
Favorecer al niño para que se haga partícipe del proceso, y contribuir al desarrollo
equilibrado del mismo, es una responsabilidad social de la familia, sin ella esto no
es posible. Expresaba por ello: Todos pueden instruirse hasta cierto punto, en
no hay educación sin el fin de la sociedad como razón, y no hay sociedad sin
razón educativa.
sobre los cuales se trabaja; ella, en suma, debe construir la configuración del
(ob.cit: 96) Y además: El maestro de niños debe ser sabio, ilustrado, filósofo y
colectivo y lo social definen lo grande de los hombres que en estos espacios viven
y luchan.
necesidad de definir el interés común del grupo social que construye sus espacios,
al precisar que: Nadie hace bien lo que no sabe; por consiguiente, nunca se hará
República con gente ignorante, sea cual fuere el plan que adopte. (ob.cit: 103)
calificativos;
que vivía Rodríguez. Su incondicional discípulo, Simón Bolívar, que bien conocía a
mejor hombre del mundo; pero como filósofo cosmopolita, no tiene ni patria, ni
Sucre, hombre paciente y fiel a Bolívar, lo mantenía al tanto de los eventos donde
del mismo año (1826), Sucre abunda en información sobre nuevos problemas que
locuras de este caballero tendría que ser muy largo. Ud. Pensará que yo estoy
enfadado con él, y no es así. Considero a don Samuel un hombre muy instruido,
benéfico cual nadie, desinteresado, hasta lo sumo, y bueno por carácter y por
sistema; pero lo considero también con una cabeza alborotada con ideas
plan que éldice y que yo no sé cuál es; porque diferentes veces le he pedido que
me traiga por escrito el sistema que él quiere adoptar para que me sirva de regla,
profundamente su vida, es probable que el único tiempo que realmente vivió con
sus contemporáneos fue el tipo de vida moral de la época. La exclusión como acto
fuera de los cánones que determinaban los comportamientos sociales, para sufrir
la pena de ser tratado de manera no sólo distinta, que ya era mucho decir, sino
humillado, vejado y sin reconocimiento de ningún tipo. Carlos Jorge (2000: 52),
refiere: “Esa fue la primera enseñanza de su vida. Educar, por tanto, va a ser –de
ahí en adelante– reconocer y aceptar el propio dolor instalado en lo más profundo
resulta difícil referirse a Simón Rodríguez, sin embargo, son numerosas las
biografías que sobre él han escrito. Sugiere el citado autor (ob.cit: 53): “Hablar de
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Venezuela.
Caracas, Venezuela.