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La Construccion Teorica en Antropologia Aurora Gonzales Echevarria PDF
La Construccion Teorica en Antropologia Aurora Gonzales Echevarria PDF
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LA CONSTRUCCIÓN
El presente trabajo es una aproximación·:q la filosofía
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de la ciencia con el propósito de aplicar algunos
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de sus desarrollos recientes a los problemas'de
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construcción teórica en antropología cultural. ·
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pues, una propuesta de desarrollo teórico para el
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estudio de problemas sobre la cultura humana
desde una perspectiva científica y comparativista.
Tras una referencia a la actual coexistencia, dentro
de la filosofía de la ciencia, de metodologías --¡
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enfrentadas, se sitúa en una orientación metateórica
Aurora González Echevarría
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que considera a la ciencia una subcultura específica,
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cuyos rasgos distintivos son la crítica y la
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contrastación y cuyos métodos pueden aplicarse a ,
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a algunos de los problemas metateóricos más
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importantes de la antropología social y cultural.
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Aborda el carácter politético de muchos de los
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conceptos comparativos ingenuos de la antropología
-esas odd-jobs que cobijan significados que sólo
parcialmente se solapan-, discute las modalidades
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de investigación controlada a las que se puede
recurrir en el estudio de la cultura, y subraya la
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necesidad de que se defina con precisión el dominio
propuesto para cada teoría antropológica.
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La autora expresa respecto a es;1i:;Urnbau.:jµ.ioc... · .-·
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de una investigación antropol ica que pretenda
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de Barcelona, y ha centrado sJ; interés en torn o a. los
Antropología Social de la Univ rsidad Autónoma
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problemas de construcción teó ica en antropología y, : r1 H•i,
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en particular, los vinculados cor la comparación
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intercultural. Ha trabajado sobre-todoef}-teFRas-e�-"'i .•. _ ·-"·
brujería y parentesco.
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EDITORIAL DEL HOMBRE
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Aurora González Echevarría
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LA CONSTRUCCIÓN TEÓRICA
EN ANTROPOLOGÍA
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LA CONSTRUCCIÓN TE/ÓRICA
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A Gerardo, con el recuerdo de aquellas
horas de lectura incansable en la cocina de
nuestra casa de San Claudia.
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Edita: Editorial Anthropos. Promat, S. Coop. Ltda.
Enrie Granados, 114, 08008 Barcelona
ISBN: 84-7658-028-2
Depósito legal: B. 8438-1987
Impresión: Diagráfic, Constitució, 19, 08014 Barcelona
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co; de lo que se trata es de reflexionar
pausadamente sobre lo que uno hace
y/o pretende hacer y, si es posible,. to
mar alguna decisión sobre el camino a
seguir, con una relativa independencia
de lo' que hacen los demás (si es que
deciden tomar alguno y no dejarse lle
var por las alas de la moda).»
e.u. MouuNÉS,
Exploraciones metacientíf icas
gía cultural.
il El primer paso formó parte de un intento de abordar las
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i! dificultades de la comparación intercultural y de la puesta a
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1
prueba de las teorías antropológicas desde dos temas clásicos
:i de la cultura: las acusaciones de brujería y el recurso a la
adivinación . . El resultado fue una revisión de teorías sobre
brujería africana y el convencimiento de que el camino a
seguir en otro tema en el que había empezado a trabajar, la
1
teoría del parentesco, tendría que empezar por una reflexión
sistemática sobre los métodos de construcción teórica (San
1
Román, T. y González-Echevarría, A., 1 983 : 133). Las pá-
1 1
r
ginas que siguen constituyen parte de las conclusiones de la tos verdaderos, podremos trabajar en algún punto a mitad de
primera fase de aquel proyecto. camino entre la certeza y el escepticismo, con aquel programa
La filosofía de la ciencia es una disciplina en ebullición, a la vez atractivo y modesto que nos proponía Lévi-Strauss
próxima en algunos · de sus desarrollos actuales al relativismo (1973b: 346): actuar un poco menos mal porque se conoce
cultural, en la que los especialistas hablan de «exploraciones» un poco mejor.
y en la que no es posible adoptar, sin riesgos científicos e ideo Este libro no es un libro de filosofía de la ciencia, sino
lógicos, una posición normativa. En consecuencia, si la cons
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un intento de aplicar ciertos desarrollos de la filosofía de la
trucción teórica quiere ser un ejercicio meditado y consciente, ciencia a algunos de los problemas de la Antropología Cultu
en un contexto de metodologías científicas opuestas y enfren ral. El interés ha ido de la posibilidad de comparar culturas a
tadas, es necesaria una elección cuidadosa y una explicación la validez de las conclusiones del trabajo de campo, y, sobre
clara del punto de partida, que evidencie los riesgos que se todo, a la posibilidad de diseñar un trabajo de campo que
asumen. La explicitación es necesaria por dos razones, una haga posible la contrastación de teorías que se . suponen de
porque cualquier trabajo debe de ser juzgado, entre otras co ámbito intercultural. Busqué respuesta en la reflexión sobre
sas, por el valor que se otorgue a la orientación meta-teórica la estructura de la ciencia a estos problemas, encontrando :
seguida y por su adecuación a dicha orientación y otra porque 1 ) algunas respuestas satisfactorias, particularmente e n e l fal
una orientación con énfasis en la contrastación, como la ya sacionismo metodológico de Popper· y en el más cauto de La
adoptada en aquella revisión de teorías, debe de ser a su vez katos; 2) problemas nuevos, como la dificultad, o en ocasiones
continuamente puestá a prueba, tanto por sus implicaciones la imposibilidad, de comparar teorías desde criterios lógico
sociales como por su coherencia interna y por su capacidad de racionales; 3) nuevas formas de abordar los problemas de
ayudar a producir, criticar y desechar nuevas ideas en cual desarrollo y racionalidad del proceso científico, en Shapere
quier ámbito del conocimiento. y en la lectura de Kuhn y de Lakatos a la luz de Sneed.
¿Qué hacer con el conocimiento científico en un momento Pero sean cuales sean las cuestiones no resueltas en rela
en el que los especialistas se enfrentan desde métodos opues ción con el conocimiento, tengo la convicción de que la apro
tos, mientras para la gente del común la ciencia es a la vez ximación científica a los problemas de la cultura debe con
reducto privilegiado de los argumentos de autoridad . y campo tinuar, siempre que aceptemos que sólo llegaremos a compren
de batalla contra el dogmatismo; donde se apela a,Ja «biblio der y actuar «un poco menos mal».
grafía sobre el tema» o se habla de hechos «demostrados cien Las explicaciones que construyamos, las soluciones que
tíficamente», por lo menos con la misma frecuencia con la que encontremos, serán, sin duda, provisionales. Nuevas transfor
se insiste en que todas las teorías son igualmente refutables? maciones socioculturales, o la relectura de informes etnográ
Moulines, en sus Exploraciones..., establece como primer ficos clásicos, pueden ponernos sobre la pista de relaciones
principio metafilosófico el principio de la relevancia de las que desconocemos. Concepciones nuevas acerca de la especie
distinciones graduales cuyo correlato negativo sería la peli humana y de la cultura pueden hacernos relegar datos que
grosidad de las distinciones conceptuales tajantes (1983 : 37). consideramos fundamentales, arrojar nueva luz sobre facto
Es un principio difícil de aceptar, pero sin duda eficaz para res causales que ahora parecen secundarios. Por último, un
ordenar la acción. conocimiento más satisfactorio de la estructura de las expli
Porque a pesar de las dificultades para delimitar el ám caciones científicas y de las relaciones entre teorías alternati
bito de lo «científico», si se acepta el principio de Moulines, vas y/o sucesivas puede cambiar nuestras ideas sobre el desa
si se está de acuerdo en que el énfasis ha de ponerse en la rrollo pasado de la Antropología, modificar los presupuestos
discusión y la crítica, más que en la seguridad de conocimien- que rigen el trabajo en curso.
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Popper dibujó una metáfora arquitectónica para señalar por no nombrarlo. Parece impúdico en frases de no especia
el carácter convencional y provisorio de la base empírica de lista. Y, sin embargo, es en este punto donde la relación entre
la ciencia: no construimos sobre roca sino sobre pilotes, en filosofía de la ciencia y antropología cultural se invierte par
un terreno pantanoso. Tampoco construimos de acuerdo con cialmente, donde la ciencia de la cultura puede proporcionar
planos inmutables; la metáfora puede extenderse desde la base modelos para la interpretación y la comparación de las meto
al edificio entero, manteniendo requisitos situacionales de dologías científicas y para la comparación de teorías. Desde
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firmeza, eficacia y claridad. No c.onstruimos para siempre, no una perspectiva universal, las teorías científicas y las termi
nos detenemos en ninguna certeza absoluta: «Paramos sim nologías de parentesco son fenómenos de conceptualización,
plemente porque nos basta que los pilotes tengan la firmeza susceptibles de tratamiento etnosemántico. En la posibilidad
suficiente para soportar la estructura, al menos por el momen
de utilizar un método que diferencie la elaboración de teorías
to» (Popper, 1967 : 106).
científicas y la elaboración de vocabularios para clasificar pa
.El trabajo científico exige ·ciertas precisiones en el len
gua1e Y la reflexión sobre la ciencia, la filosofía de la ciencia rientes se cifra a la vez la posibilidad de la ciencia como pro
nos l�eva inevitablemente a términos específicos para la meta� ducto cultural específico y la posibilidad de un estudio com
.
ciencia o meta-teoría. He utilizado «metodologías científicas» parativo del parentesco. De ahí el espacio que se dedica en las
consideraciones preliminares a las distintas propuestas de mé
�e acuerdo con el uso habitual equivalente a lógica científica,
sistema para desarrollar y evaluar el conocimiento científico. todo científico y el valor que se atribuye a la formulación de
No se hace referencia bajo este término a los métodos y téc teorías antropológicas susceptibles de contrastación.
nicas espe�íficas de ninguna disciplina particular. Pese ª que Por último, orientación meta-teórica. No es un término
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. . . que quienes trabajan con conceptos distintos de cultura ha
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lógica del conocimiento. Esto complica el trabajo del cientí se solapan: orientación sociológica general (Merton), orien
fico, obligado no sólo a recurrir a la filosofía sino a comparar tación teórica (Kaplan y Manners), matriz disciplinar (Kuhn),
filosofías, y esto complica el lenguaje, de ahí la meta-meta estrategia de investigación (Harris). Mi propósito es anali
c�enci�, o en el uso de Moulines, metafilosofía. Aunque este zarlos y proponer que bajo el término «orientación meta
.
e1erc1c10 resulte en ocasiones inevitable, haré todo lo posible teórica» se articulen los componentes de las opciones metodo-
12 13
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lógicas y epistemológicas que caracterizan cada proyecto an fenómenos culturales causa de fenómenos extraculturales
tropológico. (Goodenough, o.e.: 122). ·
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ticas de los alineamientos de parientes (ibídem, nota 24,
cliffe-Brown, en Estructura y función en la sociedad primitiva,
p. 123). O si, en la vieja y rotunda expresión de Marx: «No
distinguió tres formas de adaptación del sistema social total:
es la conciencia de los hombres la que determina su ser so
torno físico; 2) estructura social, o la disposición por la que
1 ) ecología, o la forma en la que el sistema se adapta al en
cial; por el contrario, la realidad es la que determina su con
ciencia» ( 1 970: 37). Lo que sí parece claro es que la antro
se mantiene una vida social ordenada; 3) cultura, las' carac
pología se ocupa desde hace más de un siglo de este tipo de
terísticas mentales que adaptan a la gente a su estructura so
problemas, y que a pesar de las disputas entre escuelas Y
cial y a su ecología. de las decisiones administrativas, desde ambas perspectivas
Harris (197 1 : 144), a quien sigo en la cita, considera se han ofrecido descripciones detalladas y propuestas de ex
inadecuado restringir el uso del término «cultura» al tercer
plicación de la variabilidad sociocultural, sea en las formas
subsistema, y propone para él el término ideología. Recurro
de organización social (por ejemplo, las formas de residencia
a un antropólogo americano porque no quiero entrar en la
postnupcial) o en los componentes cognitivos de la cultura
discusión terminológica entre antropología social y antropolo
(p.e. formas de clasificar las enfermedades o los parientes).
gía cultural. Cuando la antropología británica se centró en el Pienso que la existencia de distintas orientaciones meta
estudio de la «estructura social», era consciente de que no se teóricas en antropología no sólo es una cuestión de hecho, sino
trataba más que de un aspecto de la cultura, en el sentido de una cuestión racional, y que es deseable explicitar los conte
Tylor y Frazer. Lo que se estaba introduciendo eran supuestos nidos de cada orientación metateórica para que sea posible la
sobre un orden de prioridad en el ámbito de la cultura (Fortes, crítica y la elección, para que se puedan comparar orientacio
1975: 173-175). De un modo semejante, cuando una cierta nes metateóricas desde presupuestos y objetivos explícitos.
antropología americana prefiere hablar de «antropología cul Optar, como hago en el capítulo cuarto y último de este tra
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«standards para percibir, creer, evaluar, comunicarse y ac
tuar>> (Goodenough, · 1970: 98 s.), está remitiéndose también libro trataré de formular, y que se vinculan a ciertos 1u1c10s
a un orden de prioridades, más que a un dominio cerrado, de valor sobre la función social de la ciencia, al interés por
como se pone de manifiesto cuando inmediatamente a conti ciertos temas y a la adopción de una lógica de la investigación
nuación se admite que la ciencia antropológica se ocupa de que recurre a la contrastación. Desde esta perspectiva, los
dos tipos de proposiciones: las proposiciones acerca de in enfoques «materiales» o «mentalistas» no son sino supuestos
terrelaciones entre las formas culturales, que son internas a la heurísticos que han de mostrar en la práctica científica su
cultura, y las proposiciones que vinculan la cultura con fenó adecuación.
menos extraculturales (entorno físico, nivel de bienestar, con Porque la aceptación de determinados presupuestos no
diciones sociales, emociones y talantes) sea para establecer la puede hacernos olvidar que existen otros presupuestos, no me
«causa» de los fenómenos cultural�s, o para considerar a los nos racionales; la confianza en una lógica de la investigación
determinada no puede hacernos olvidar que, a través de los
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trabajos que oriente, debe de ser sometida a contraste con CONSIDERACIONES PRELIMINARES:
otras lógicas; el interés por la comparación intercultural no DE LA CERTEZA A LA CONJETURA
puede negar la mayor adecuación de enfoques particularistas
para ciertos propósitos y, en definitiva, la valoración del co
nocimiento científico no puede negar el interés de otras fonnas
de conocimiento.
( 1 980: 24) hace notar que este término, y otros tan dispatés
como «Cosecha», «educación», «VOtO», etc., presentan uná
ambigüedad especial, la ambigüedad proceso/producto. TÓ:
dos son términos que se utilizan con referencia a cierta actiV't•
dad o proceso, y también al resultado o producto de este piO::
ceso. En el caso de la ciencia, las actividades son el trabajo
de los científicos o de las instituciones científicas, experimen
tar, observar, leer, investigar, proyectar, etc;, y el resultado es
lo que constituye nuestro conocimiento científico: un corpus
de enunciados que pretenden descubrir un aspecto u otro del
universo.
Si aceptamos estas precisiones de Rudner, el problema
inicial se concreta. De lo que se trata es de delimitar de forma
1
específica el proceso científico diferenciándolo de otros pro
cesos que conducen también a conceptualizaciones del univer
so. El modo en que Wallace (1980: 1 5 ss.) aborda esta cues
tión puede servirnos de punto de partida.
Wallace escribe que, además de cualquier otro significado
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minación. Tras analizar los distintos métodos de producción
racional. Para subrayar las diferencias que los definen los
de conocimientos señala que los casos reales suelen combinar
caracteriza como sigue:
los todos Y que sólo permite clasificarlos el predominio o énfa
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En el modo autoritario, el conocimiento se busca y se con
sis r�lati:? en uno u otro procedimiento. Pienso que la inde
trasta haciendo referencia a aquellos que están socialmente l
termm�ci?n se acentúa con l a confianza que otorga a los
definidos como productores cualificados de conocimiento
procedimientos para generar resultados. Estos procedimien
(oráculos, ancianos, obispos, reyes, presidentes, profesores ).
t�s, �ue constituy n una condición cuasi-necesaria pero de
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l. El que busca el conocimiento atribuye la capacidad de gene �
nmgun modo suficiente, son en este . momento uno de los re
rar enunciados verdaderos al ocupante, natural o sobrenatu
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ferentes de los argumentos de autoridad. Porque los produc
ral, de una posición determinada y aunque, eventualmente, la
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tores cualificados de conocimiento no son ahora los ancianos
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falta de acuerdo con los hechos puede llevar a la autoridad a
n los obispos, ni los reyes. Apenas lo son los profesores. Qui�
.. 1 perder su posición, pueden ser neéesarias un gran número de
zas lo son en mayor medida los oráculos. Pero lo son sobre
refutaciones efectivas antes de que esto suceda, o no llegar a
1
todo las encuestas, el trabajo de campo, los tratamientos in
producirse nunca.
formáticos, los experimentos. Y Ja confianza en los procedi
El modo místico está parcialmente relacionado con el au
ditorio, ya que puede recurrir como fuente de conocimiento a °?"ientos minimiza la discusión sobre los objetivos que se per
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siguen, sobre la adecuación de la investigación a estos objeti
� ·. autoridades cognoscibles de modo' supranatural -profetas,
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vos Y sobre las pruebas a que deberían de someterse los re
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médiums, dioses-, pero depende esencialmente del adecuado
estado psicofísico del consumidor de conocimiento, que pue sultados.
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En cuanto a aquella otra confianza que señala Wallace
i� de alcanzar este estado por medio de purificaciones rituales
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como propia del método científico, la confianza primaria en el
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y de procedimientos de sensibilización. También aquí pueden
acuerdo de los enunciados con efectos observables, ha sido,
ser necesarias un gran número de.refutaciones antes de que se
como veremos a continuación, una de las caracterizaciones
pierda la confianza en las bases místicas del conocimiento.
clásicas del método y parcialmente sigue siéndolo, con múlti
.. En el modo lógico-racional, el juicio sobre el valor de ver
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ples matices y restricciones. Pero también lo ha sido si nos
dad de los enunciados que se proponen descansa sobre la ade
situamos en una perspectiva histórica, el uso de las r glas de
cuación del procedimiento que se ha seguido · para generarlos,
la lógica formal para generar enunciados a partir de premisas
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cesos de generación y substitución de teorías. Utilizaré « rné-
a las generalizaciones empíricas que pueden servir de base a
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todo científico» para esta crítica de conocimientos y, en tér Certezas
minos de aquella dicotomía proceso/producto, reservaré una A
parte del significado del término «ciencia» para un corpus de
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Escapa por completo a mi propósito hacer una síntesis de
conocimientos que se somete a· crítica y la resiste: Así� la la historia de la filosofía de la ciencia, pero sí tengo interés
expresión «Del estatuto científico de la Antropología», apunta_ J en recordar -de manera esquemática- los cambios que han
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a los trámites críticos y a la evaluación de los resultados. , sufrido a lo largo de la historia las reglas del método cientí
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Una vez hecha esta precisión es necesario insistir en Ja fico y en subrayar el carácter mutable de lo que constituye
1
historicidad de la lógica de la investigación científica, en la un componente básico de las orientaciones antropológicas. In
variación en el tiempo de los criterios de cientificidad, .En oca�. terés especial tiene el poder situar en su contexto histórico al
siones ha sido de la psicología del conocimiento de donde han� método inductivo, vinculado a muchos de los desarrollos más
surgido dudas sobre los fundamentos del método. Otras, de la
J
representativos de la disciplina.
historia y de la sociología de la ciencia, del análisis de pro�.' '
Pensar el !proceso científico como un circuito que va de las
1
duetos unánimemente considerados científicos. Otras,' en firi, observaciones a los principios generales (sean éstos axiomas,
1
de la naturaleza de los fenómenos sometidos a estudio. No se leyes o hipótesis) y de estos principios de nuevo a las obser
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escapa así del todo a la circularidad. Es un fenómeno que l
vaciones, es una imagen que se remonta, al menos, a Aris
conocemos bien los antropólogos: nunca se escapa a- la' cul- .. tóteles:
tura. Pero que sea científico lo que responde a un· método--
-sujeto a crítica, cambiante- o que sea científico lo que .
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� primeros
hacen los científicos, establece la diferencia entre la crítica y .
. ...
·
<f inducción
el autoritarismo.
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En cuanto a los métodos y técnicas que cada disciplina
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datos prmc1p1os
particular utiliza para la selección de problemas y ámbitos de
estudio, para la obtención de datos, la formulación de gene- ·
1
deducción
ralizaciones y teorías, y, eventualmente, la puesta a prueba -
mediante procedimientos de contrastación, están estrechamen
te ligados a los cánones de método científico vigentes en 1,ma
etapa histórica o en una comunidad científica determinada. 1
l
Lo que ha variado es el reconocimiento prestado a las
distintas fases del proceso, el énfasis en su discontinuidad o
1
Y aunque la discusión sobre el método científico y el análisis ¡ continuidad según se pensara que se daban o no «saltos induc
de los métodos específicos más adecuados para el desarro tivos», el valor -confianza, escribía Wallace- que se ha
llo de un corpus científico por él delimitado son, como en otorgado a cada etapa y, más recientemente, el lugar en el
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todas las disciplinas, dos etapas distintas de la construcción que se sitúa el punto de partida.
teórica en Antropología Cultural, es precisamente esa depen De entre los modernos filósofos de la ciencia, seguramente
dencia de las metodologías particulares respecto al método ge es Lakatos quien ha abordado con más frecuencia la historia
,.
neral, no siempre consciente y muchas menos veces explícita, de los métodos científicos. Lo ha hecho en dos tipos de traba
la que otorga interés a una reflexión sobre los métodos cientí jos. En unos intenta defender el falsacionismo de Popper y
ficos desde el interior de un proyecto antropológico. 1 superar sus inconsecuencias por medio del falsacionismo «so
., fisticado», que propone como metodología alternativa. En
otras se enfrenta a una concepción generalizada, que le parece
errónea, y que consiste en pensar que la lógica de la investí-
20 21
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gación en matemáticas es la deducción (Lakatos, 1975a, 1 98 la, rio negaban la necesidad de llegar a conocimientos demostra
198lb, entre otros). sino la posibilidad de hacerlo, frente a unos porque du
dos,
Para Lakatos, las oposiciones fundamentales en relación daban de la certeza de las proposiciones que se aducían como
[
con el conocimiento están entre quienes lo creen posible y axiomas, frente a otros porque veían la inducción condenada
los escépticos, en primer lugar, y después, entre quienes pien a una regresión infinita.
san que el conocimiento puede proporcionar certezas, o sólo El punto de partida del racionalismo clásico fueron las
L
conjeturas. La certeza la ha encontrado la especie humana en ·
condiciones que Aristóteles exigía a los primeros principios.
diversos procedimientos: la adivinación, la revelación y la En el esquema aristotélico, de las observaciones se pasa a las
justificación empírica. Estos procedimientos que según Laka generalizaciones, por inducción enumerativa, y de las generali
tos han constituido la vía a la certeza, se corresponden par zaciones a los primeros principios, por inducción intuitiva.
cialmente con los métodos de obtención de conocimientos Estos principios primeros, que servirían de punto de partida
autoritario, místico y lógico-racional de los que hablaba Wal para la deducción lógica de enunciados sobre los hechos, de
lace. Sólo parcialmente por dos razones . La primera es que ben reunir una serie de requisitos extralógicos, entre ellos
ninguno de los dos intenta un análisis exhaustivo de los modos ser verdaderos e indemostrables.
de conocimiento no científico, tan familiares a los antropólo Lo problemático en este esquema era la intuición inducti
gos. Así, aunque en este contexto podemos aceptar una corres va que permitía dár el salto hasta los principios generales.
pondencia entre revelación y modo autoritario de obtener el Puesto que la única garantía de certeza era la otorgada a los
conocimiento, y adivinación y modo místico, sabemos bien primeros principios y a la lógica deductiva, el método racio
que la capacidad de adivinar descansa con frecuencia en re nalista, que dio forma a las teorías de tip() euclídeo, consistía
laciones de autoridad, como puede ser la de los hombres del en demostrar los teoremas a través de la lógica deductiva me
común azande sobre las mujeres o los jóvenes, la de especia diante la aceptación de propiedades que se consideraban fun
listas con funciones sociales particulares como los abomanga damentales, « nociones comunes�> que se proponían a título
nyakyusa, o la que ejercen por delegación de los jefes los
·
de axiomas.
adivinos nzakara (Evans-Pritchard, 1976; Wilson, 1970; Re Lakatos critica el carácter autoritario de la presentación
tel-Laurentin, 1969). Pero no es éste el tema que nos ocupa euclídea de las teorías. Vale la pena detenerse en este punto,
ahora, y para el que nos ocupa tiene más trascendencia la se
porque las matemáticas han sido durante mucho tiempo el
gunda discrepancia entre Lakatos y Wallace : mientras Walla
modelo por excelencia de ciencia pura, el ex:tremo de un eje
[_
ce, como hemos visto, opone al método lógico-racional un mé
de certeza en el que las denéias sociales ocuparían el extre�
todo científico en cuya carácterización hay cierta carga induc
mo opuesto. De acuerdo con Lakatos, esta imagen se debería
tivista, Lakatos agrupa deductivismo e inductivismo como in
en parte a la presentación de las teorías -definiciones, axio
tentos de la epistemología clásica de alcanzar la verdad.
En efecto, la justificación de los enunciados científicos se mas, postulados, teoremas y demostraciones.- que no recoge
ha intentado a través de dos vías, la del racionalismo clásico, el camino que lleva a los primeros principios, las conjeturas
que consistía en deducir el conocimiento a partir de axiomas ingenuas, las pruebas y las refutaciones.
evidentes, y la del empirismo que trataba de llegar a la ver Tal como nos ha sido transmitido por Pappus, en el mé
dad por inferencia inductiva a partir de bases bien estableci todo euclídeo que Lakatos discute ( 1981b: 106 s.) no hay
das. Las dos formas de justificación tenían como ideal de un proceso de inducción inductiva. Se llega a los axiomas
conocimiento científico la verdad demostrada. El ideal lo com partiendo de conjeturas de las que se obtienen -por deduc
partieron en las distintas etapas históricas los escépticos, que ción- conclusiones. Si éstas son falsas, la conjetura queda
22 23
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refutada· si conducen a principios aceptables, de los que a su
no sólo permite refutar teorías o aceptarlas, sino también mo
vez pue a deducirse la conjetura, se la mantiene. .
. . dificarlas hasta que resulten aceptables. El estilo deductivista
En el sistema euclídeo, puesto que no se exphc1ta la fase
-'-escribe Lakatos en otro lugar- oculta la lucha y la aven
de análisis, la conjetura aparece como un teorema que se de
tura, puesto que presenta el teorema completamente desarro
duce de los axiomas o principios primeros y un proceso de la
llado y suprime la conjetura original y el proceso en el que se
forma (a) se presenta como (b):
generan las definiciones, se introducen los postulados y se
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modifican las conjeturas. Toda la historia se desvanece (La
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katos, 1 978: 195 s.).
Primeros principios Primeros principios
l
Recuperar esa historia nos coloca en una reconfortante
análisis síntesis situación en la que llegar a una definición intercultural de
(deducción) (deducción) deducción
matrimonio no supone un proceso esencialmente . distinto al
conjetura teorema teorema que llevó a la definición de poliedro. Analizar la lógica del
(a) (b) descubrimiento matemático como un proceso de pruebas Y
¡
refutaciones fue uno de los puntos de partida de la metodolo
gía de Lakatos. Volveré sobre Lakatos, y volveré sobre las
Se oscurece así también el hecho de que las definiciones Y
definiciones de matrimonio, examinándolas a la luz de ese pro
los postulados que acompañan al teorema se desarrollan en
ceso de formulación de teoremas, deducibles de axiomas, en
el análisis, son necesarios para que la conjetura implique los
el que se definieron cosas tales como los poliedros y las pro-
axiomas que le sirven de prueba.
piedades del espacio euclídeo.
Euclides y quienes lo tomaron como modelo eliminaron . .
El empirismo clásico intentó llegar a conoc1m1entos c1erc�'
.
¡
tos por otra vía. Si en el racionalismo clásico se suponía que¿
bién el análisis. La formulación axiomático-deductiva de las
los valores de verdad iban de arriba hacfa abajo, de la eviden-o
l
teorías científicas mantuvo durante siglos su vigencia, pero la
cia de los primeros principios a los enunciados que se dedu�>
I certeza que pretendía otorgar fue relativizada much�s ve�es.
.
Unas, por autores que otorgaban a los axiomas .caracter ms
cían de ellos, el empirismo trataba de asegurar las evidenciasf:·
por medio de la observación, de la base empírica, y desde ella•<'
trumental, considerando que no eran más que artificios que
. ascender inductivamente a los principios o leyes fundamen
deductivamente permitían dar cuenta de los hechos; otras, por
tales. La etapa crucial era aquí la etapa inductiva y secunda
concepciones metafísicas que situaban fuera de los hombres
riamente, alguna comprobación de los principios alcanzados
la certeza de los primeros principios; las más, por la discusión
por métodos inductivos. Roger Bacon, Escoto, Guillern;o de
d
interna sobre el carácter inmediatamente evidente de los axio .
Occam Francis Bacon volvieron una y otra vez al patron m
mas o el carácter fundamental de los postulados.
ductiv -deductivo de Aristóteles y lo desarrollaron. Aquel cir
�
Lakatos no sólo ha puesto de relieve los errores a que
cuito, enriquecido con la aceptación de hechos a los q�e se
conduce el estilo axiomático-deductivo a la hora de entender
llegaba mediante razonamiento aunque violasen los s�n 1do� ,
el método de análisis-síntesis, sino que duda que sea ésta
como por ejemplo que la tierra es redonda, y de h1pot:s1s
realmente la lógica del descubrimiento matemático. No se
�·
sobre la existencia de fuerzas ocultas, como la de la gravita
trata, en su opinión, de un método deductivo en el que los
�
ción universal, daría lugar a lo que Lakatos llama el circuito
lemas y las definiciones se desarrollan sólo en el análisis si
24
25
de los sentidos, es decir, tuvieran contrastaciories adicionales.
H
deducción Grossetesse introdujo como método de contrastación el modus
tollens: si � O, no O �no H. Guillermo de Occam impu
r ¿\.b�l .
o.ve; / so a las teorías un requisito de otra índole, el de simplicidad.
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Descartes, también Mill, llegaron a pedir la exclusión de todas
·· ·
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¡ primer
hecho
las hipótesis alternativas posibles.
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(experiencia hecho hipótesis > _
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de los sen- . razonado ocultas principio Sin embargo, después de Descartes, la historia de la lógica,
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entendida como teoría de los canales de verdad, fue esencial
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tidos)
'1Jq, ....__ mente una historia de crítica y perfeccionamiento de los cana
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les deductivos y de la destrucción de canales inductivos, lo
o..z.<.> \<:',
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deducción inducCión
' que supuso la ruptura del circuito. Perdida la confianza en fa
conexión con los hechos como punto de partida, quedaron
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.. ,
¡ dad en cualquier punto del circuito, con una base de apoyo conocimiento humano, e.g. en mecánica, en ética (Spinoza,
fuerte en la certeza que se atribuía a los axiomas y donde la Kant), en economía (L. von Mises), en filosofía política (Hob
�-JI deducción cartesiana no es menos intuitiva que los saltos in bes)»· (Lakatos, 198 1b: 129), y el desarrollo de una lógica,
'1
:¡.
: ¡ ductivos de Newton, muy alejados ambos de la lógica aris « formal» al quedar desprovista de inyecciones de verdad y
totélica. que iba a servir de instrumento no ya a la demostración, sino
¡
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Muchos teóricos de la ciencia· trabajaron durante siglos en
el desarrollo de métodos inductivos. Bacon, en el siglo xm,
a la confirmación y a la refutación, basadas en un· contacto
«a posteriori» de la teoría con los hechos.
)
insistió en la necesidad de aumentar la base factual añadiendo El resultado fue una disociación, no prevista ni en el cir
a a observación la ·experimentación. Escoto desarrolló un cuito de inducción-deducción de Aristóteles, ni en el circuito
método de «acuerdos»: es necesario que siempre que se pro deductivo de análisis-síntesis de Pappus, ni en el complejo
duce un efecto B esté presente A para pensar que A es la circuito de Descartes, aunque la exposición axiomático�deduc
causa de B. Guillermo de Occam añadió el métooo de la dife tiva la adelantara : la disociación entr¡;: el descubrimiento y la
rencia: si en presencia de A se produce un fenómeno y en su justifi9ación de teorías. Herschel, en A Preliminary Discourse
ausencia no se produce, A puede ser la causa. Perfecciona on the Study o/ Natural Philosophy (1830), la introdujo for
mientos posteriores de los métodos inductivos trataron de ex malmente. El científico va de los hechos a las leyes de la natu
cluir correlaciones accidentales, como las tablas de presencia, , raleza (sean éstas correlaciones de propiedades o secuencias
ausencia y variaciones concomitantes (Francis Bacon, Stuart de acontecimientos) y de las leyes a las teorías, aplicando
Mill). unas veces métodos inductivos, otras arriesgando hipótesis.
Pero la investigación nunca se dio por concluida al encon Pero el procedimiento utilizado para llegar a una teoría es irre
trar una explicación del fenómeno. Nunca se fue consisten-· levante para su aceptabilidad; ésta depende de que sus conse
temente inductivista, aceptando sin comprobaciones ulteriores cuencias deductivas sean confirmadas por la observación (Lo
los principios a los que se había llegado a través de los méto see, 1979: 123 ss . ).
dos inductivos. Grossetesse y Bacon exigieron que las con Los problemas del contexto de· la validación (por usar una
clusiones que se pudiesen extraer deductivamente de los prin expresión generalizada más tarde por Reichenbach y a la que
cipios obtenidos por inducción fuesen más allá de los datos con frecuencia se recurre en los enfoques no inductivistas de
26 27
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la teoría antropológica) iban a ocupar a la filosofía de la teresamos en relación con la validación de conjeturas. En el
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ciencia durante más de un siglo. Sería necesario esperar a la contexto de la validación nos encontramos con una situación 1,
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epistemología actual, para que por múltiples caminos (Piaget de la forma:
y Hanson, Lakatos y Shapere, Kuhn y Sneed) se volviera al
análisis de todo el proceso, recomponiendo la brecha del cir Teoría ------� Hechos observables .:
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cuito de actividad científica que atestiguara Herschel en una 1
y son los hechos que pueden deducirse de la teoría, que la
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nueva búsqueda de las pautas de racionalidad que expliquen
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los éxitos empíricos de la ciencia. teoría puede explicar o predecir, los que permiten juzgar su
Desde esta perspectiva histórica se pueden revisar algunos adecuación o inadecuación. (Puesto que las relaciones lógicas
de los capítulos recientes de la crítica antropológica. A par no se establecen entre hechos, sino entre enunciados, en la
tabla «T» y «O» no son teorías y hechos, sino enunciados
r
tir de los años sesenta, se hizo común la denuncia del induc
tivismo, especialmente del inductivismo de la Antropología que representan teorías y hechos.)
Social británica. Pero en estas críticas, que se plantean como
Tabla de verdad de la implicación lógica
críticas metodológicas, se confunde el método científico con
una -mala- práctica científica. No se defendió nunca, en T- o T-»0
lá ciencia natural moderna, un método inductivo estricto.
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A la confianza en un conocimiento que' fuera de lo particular
1
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i a lo general, se añadió la exigencia de corroboración adicional
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para las explicaciones generales. De ahí el énfasis en la expe o o 1
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La antropología por su parte, cuando fue inductivista, '. f(--i.
1 combinó la defensa de un método de inducción-deducción ª la aceptabilidad de T a partir de O, esto es, el .de la justi-·cc -{i
!1l
contrastación adicional con una práctica científica deficiente, ficación ·de una teoría propuesta por medio d� la observación. ·�
que se detuvo en principios prima facie generales, sin encon� No atribuía el mismo peso a todas las observaciones que con-.; -'l
r
trar casi nunca la ocasión o los créditos o el interés suficiente firmaran ·la teoría, sino que ··consideraba más significativos:,-:; -�".'
para poner a prueba esos principios, oscurecido el interés. de r 1) la extensión de una ley a casos ex:tremos; 2 ) los resultados
.� confirmatorios inesperados; 3) los experimentos cruciales. Por
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la puesta a prueba por la urgencia de recoger información so-
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bre pueblos y· culturas que estaban desapareciendo y trans- «experimento crucial» se entendía un experimento que lleva
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que las descripciones fueran de toda la cultura, lo que haría
posible, más tarde, la confrastación. De ahí los escasos logros refuta a Ti y confirma a Ti.
1
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teóricos de la antropología. Me detendré en este punto eil el Pero ¿qué significa «confirma»? Co1110 la tabla indica,.
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�pítWo segundo. si T � O a partir de la verdad de D no podemos afirmar la
verdad de T. Si lo hiciéramos, cometeríamos el error al que
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los lógicos llaman «falacia de afirmar el consecuente», por
que si O es verdadero, T puede ser verdadero o falso. Para
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Conjeturas
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�¡ poder afirmar una teoría o una hipótesis a partir de una obser
�i �•1..·
vac1on tendríamos ·. que conocer �odas las . hipótesis de las
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Resulta útil recurrir a la tabla de verdad de la implicación
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lógica para sintetizar algunos de los problemas que pueden in- que O pudiera deducirse. Entonces, si se pudieran refutar
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todas, menos una, estableceríamos la verdad de esta última. soria meta de que sus respuestas sean definitivas, ni siquiera
Era el método de división de Galileo y Descartes. Pero Galileo probables; antes bien, su avance se encamina hacia una fina
y Descartes confiaban en la inducción para estar seguros de lidad infinita y sin embargo alcanzable: la de descubrir ince
que habían enumerado todas las hipótesis posibles (Laka santemente problemas nuevos, más generales y más profun
tos, 198 1 b : 127). Sin apoyarse en evidencias obtenidas por dos, y sujetar nuestras respuestas (siempre provisionales) a
inducción, los experimentos cruciales pierden valor, sirven contrastaciones constantemente renovadas y cada vez más ri
L
para refutar teorías pero no prueban nada. Fue Duhem, en gurosas» ( 1967: 262). ·
0 -?
a partir de las observaciones es el modus tollens de . Grosse Duhem les atribuía se aproxima a lo que hoy se llama «con
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teste, si T -? O, no no T. cepción standard», «·concepción enunciativa» o «concepción
Terminaba así el intento de caracterizar el conocimiento heredada» (del positivismo) . Las teorías son un ·cÓnjunto de
científico por su carácter de verdadero, a pesar de que la iden ehuriciadós que representan axiomas (entendidos ya no como
tificación entre ciencia y verdad sigue siendo parte de nuestra priineros prineipios, sino como supuestos hipotéticos) que
cultura folk. Sin duda fue Popper el que defendió con más cúmplen dos condiciones. La primera es que constituyen un
vigor el método crítico como diferenciador del proceso cien sistema, es decir: a) que estén exentos de contradicción (tanto
tífico. cada uno de ellos como entre sí) de manera que no pueda de
!-
« El hombre de ciencia -escribe Popper-, ya sea teórico ducirse del sistema un enunciado arbitrario cualquiera, b) que
o experimental, propone enunciados o sistemas de enuncia sean independientes, esto es que ningún axioma se pueda de
dos, y 'los contrasta paso a paso. En particular, en el campo de ducir de los axiomas restantes.
30 31
r
criterio de Duhem retoma la exigencia de simplicidad de es que T--:,0 1 , 02, 03, . . . On, y que 01, 02, 03, 00 son
• • •
Occam. verdaderos?
De lo que Duhem no dudó fue del carácter inmediato de En otras palabras, ¿todo lo que sabemos de una teoría
los enunciados de observación. Por eso, y porque le atribuye es, como decía Duhem, que no está (o está) refutada, o si
una excesiva disposición a mantener teorías refutadas, Laka muchas de las predicciones de la teoría resultan verdaderas
tos denomina al falsacionismo de Duhem falsacionismo (con puede hablarse de algún grado cuantificable de confirmación
l
vencionalista) dogmático, frente al método de Popper, tam y, en consecuencia, de teorías mejor confirmadas que otras?
bién falsacionista, consciente de la necesidad de establecer Estas preguntas, que parecen trasladar al contexto de la va
convenios o decisiones metodológicas pero no para salvar teo lidación principios de evaluación inductivos, constituyen el
rías, sino para evitar las hipótesis ad hoc, y consciente tam punto de partida de un ambicioso programa de investigación
bién de la necesidad de acuerdos metodológicos para dotar de meta-teórica, que hoy sigue en marcha, y en el que Carnap ha
trabajado durante muchos años.
· ·
1
nismo metodológico ingenuo. (Lakatos, 198 1 b y 1983.)
Para ello ha revisado la historia de las teorías de la probabi
¡
En efecto, Popper añade a su caracterización del método
científico como método de puesta a prueba de hipótesis, una lidad, en cuyo desarrollo piensa que se detectan dos tipos
serie de reglas metodológicas que propone a título de conven fundamentalmente diferentes de probabilidad, a los que de
ciones. La de tipo más elevado dice que las demás reglas del nomina. probabilidad estadistica y probabilidad lógica, res
pectivamente. \
método científico han de ser tales que no protejan a ningún
La probabilidad lógica fue definida primero para un L
'·-Y
"�··
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son las que intentan evitar el mantenimiento de teorías refu conjunto finito de acontecimientos, e interpretada como flf �
que es necesario que den lugar a nuevas implicaciones ·contras- Mises y Reichenbach).
En 192 1 , John Maynard Keynes, en Treatise of Proba
tadoras (o.e.: 79).
·
.
Lakatos, cuando intente enfrentarse a los problemas de
bility, propuso una interpretación lógica de la probabilidad
distinta de la frecuencial. Para Keynes, la probabilidad era
comparación de teorías y de mantenimiento de teorías refuta
una relación lógica entre dos enunciados, de la que pensaba
das que Popper no resuelve, distinguirá su propio método
que sólo en casos especiales como el de los dados podría
como falsacionismo metodológico sofisticado. Como veremos
convertirse en un valor numérico. Ésta fue la línea de traba
más adelante, la historia de la ciencia parece apoyar más a
Duhem que a Popper y más a Lakatos que a Duhem.
jo que Carnap consideró correcta. En su opinión, a partir de
los elementos de juicio disponibles se podría atribuir un va
1!
C) Volvamos ahora a la tabla de verdad de la implica lor a la probabilidad lógica de una hipótesis. Lo que preten
ción lógica. Sabemos que si T-:,O y O es verdadera, T pue dió fue construir una lógica inductiva para cubrir el conti
de ser verdadera o falsa, y que esta incertidumbre ni siquiera nuo que va desde la implicación lógica (probabilidad 1 ) a la
la resuelven los experimentos cruciales. Pero la inseguridad negación lógica (probabilidad O). Un sistema tal que para
respecto a la verdad de T, ¿se mantiene si lo que sabemos todo par de oraciones, una de las cuales afirme los elemen-
32 33
r-
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-· / '
tos de juicio e y la otra enuncie una hipótesis h, podemos so sobre lógica inductiva. El tema sigue siendo importante
asignar un número que exprese la probabilidad · lógica de h porque un criterio de probabilidad numérico permitiría ele
respecto a e. gir racionalmente entre teorías. Hintikka (citado por Suppe,
Desde este intento, Carnap recupera parte de la teoría 1977: 629 s.) ha intentado resolver el problema hablando no
clásica, porque supone que Laplace y otros como él aludían de individuos, sino de clases de individuos. De este modo,
muchas veces a la probabilidad lógica, aunque lo hicieran de una ley universal no hace afirmaciones sobre un número in
l
forma confusa al no tener in mente la distinción entre la pro finito de objetos sino sobre un número finito de clases de ob
babilidad lógica y la probabilidad frecuencial. jetos. Esto haría P (h, e) � O, pero hace depender a la pro
Conviene aclarar, antes de seguir adelante, dos cuestio babilidad lógica de supuestos metafísicos acerca de cómo el
nes. La primera que Carnap no pretendía sustituir la proba mundo se divide en clases. Estos y otros desarrollos de la ló
bilidad frecuencial por la probabilidad lógica. La • probabili gica inductiva nos alejan del propósito inicial de Carnap de
dlad frecuencial caracteriza una situación objetiva, la situación justificar el conocimiento cierto y nos acercan a la tendencia
de un estado físico, biológico o social. La probabilidad lógica, actual de estudiar la racionalidad del proceso científico, en
o inductiva, como también se la llama, trata de caracterizar este caso de hipótesis propuestas para dominios determinados .
la aceptabilidad de las proposiciones científicas. Se ha llegado Carnap adoptó otra posición, admitir que ningún cientí
a hablar incluso de una tercera forma de probabilidad, la fico piensa que una teoría tiene validez universal y que lo
probabilidad subjetiva, que mediría la disposición de una único que está diciendo cuando afirma que una teoría está
persona a « apostar por» un acontecimiento incie.rto en función bien fundada, o es fiable, . es que apostaría a que la instancia
de un conjunto .racional de expectativas y valores'. siguiente de la teoría se ajusta a ello. Pero con esto habla
La segunda aclaración es que la probabilidad inductiva o mos de confianza en teorías abrumadoramente verificadas, no
lógica no hace una referencia especial a las teorías probabi de probabilidad.
lísticas, es decir, no se trata de ver si las teorías probabilís Nos enfrentamos así a uno de los aspectos de la concep
ticas son más o menos probables, sino si son más o menos ción positivista de la ciencia que ha resultado más endeble,
probables todas las teorías científicas. Como Popper insistiría y que ha generado muchas reflexiones recientes sobre los mé
(o.e.: 239) y Blalock no cesa de subrayar (por ejemplo en todos científicos : la comparación de teorías y los criterios de
1966: 106 s.), las teorías probabilísticas, para que puedan ser substitución de una teoría . por otra.. Popper propuso, en su
puestas a prueba, exigen decisiones metodológicas explícitas Lógica del descubrimiento científico, dos criterios de elección
sobre el marger:i de desviación que estamos dispuestos a ad entre dos teorías, uno empírico, los experimentos oruciales, y
H1
mitir sin dar la teoría por falsada, pero una vez que estas de otro metodológico, en términos de grado de falsabilidad.
cisiones se explicitan, se enfrentan igual que las teorías no Pensaba Popper que si y Hi son dos hipótesis rivales
probabilísticas a la contrastación, a la corroboración y, si es relacionadas con el mismo tema y que han superado todas
posible establecerlo, al grado de probabilidad. las pruebas a que han sido sometidas hasta un momento de
H1 H2
No ha sido posible · establecer la probabilidad lógica de terminado, es posible decidir entre ellas si se encuentra una
una proposición universal. Si h es una hipótesis de alcance contrastación con respecto a la cual y predigan resul
universal y e un cuerpo finito de evidencia, la probabilidad tados que están en conflicto.
de h con respecto a e es siempre O. Es el mismo problema de Pero sabemos, desde Duhem, que no se debe sobreesti
la verificación : ninguna evidencia finita puede hacer verda mar el papel decisorio de los experimentos cruciales. Respec
dera -ni probable- una ley universal. to a la hipótesis que refutan, porque si, como es frecuente,
En este momento, son muchas las investigaciones en cur- forma parte de una teoría más amplia, la contrastación sólo
f--
indica que es falso alguno de los supuestos en que se apoya puesto otro criterio métrico para comparar teorías, la verosi
la teoría. Respecto a la hipótesis que corroboran, porque nin militud, que tampoco ·ha resistido la crítica. Para comparar la
gún experimento la puede establecer de modo concluyente. verosimilitud de dos teorías hay que comparar sus conteni
Lo que hace un experimento es mostrar ambigüedades de dos de verdad (CT), conjunto de consecuencias verdaderas y
¡
una teoría, apoyar a otra, determinar la labor teórica y expe sus contenidos de falsedad (CF), conjunto de consecuencias
rimental subsiguiente. falsas. Así, por definición, una teoría sería más verosímil que
L
l .
El segundo método para comprobar teorías propuesto por otra si su contenido de verdad es mayor y su contenido de
Popper no consiste en recurrir a la experiencia, como en el fals edad es menor o igual, o bien si su contenido de verdad
caso de los experimentos cruciales, sino en utilizar un crite es mayor o igual y su contenido de falsedad menor.
rio metodológico, el mayor grado de falsabilidad. Una teoría Pero en 1 974, Tichy, Harris y Miller han demostrado que
es mejor que otra si es más falsable. Más tarde sustituyó la tanto con la primera formulación como con la segunda, una
falsabilidad por otra característica relacionada, el grado de teoría sólo es más verosímil que otra si su contenido de
corroborabilidad. Una teoría sería más corroborable cuanto falsedad es 1, es decir, si es verdadera (Quintanilla, 1 982:
mayor fuera su contenido empírico, la clase de sus posibles 47 4).
falsadores. Entendida así la corroborabilidad, una teoría más Niiniluoto ( 1 980) ha propuesto una medida alternativa
corroborable. tiene una probabilidad lógica menor (Popper, de la verosimilitud de teorías en la misma línea de la alter
1967: 120 ss.). nativa que ha desarrollado Hintika a la probabilidad lógica
El uso que hace Popper en este contexto del término co de Carnap . Se trata de una medida para comparar teorías
rroborabilidad es deliberadamente polémico. Se trataba de formuladas en el mismo lenguaje y que presupone: a) que
enfatizar una vez más la asimetría entre refutación y confir desde el punto de vista de nuestro acceso cognoscitivo al
mación. Si se subrayan las coofirmaciones, a más confirmación mundo, éste está dividido en campos de investigación exclu�:;
más corroboración y más expectativas de que la teoría resul yentes; b) que aunque no podamos suponer que existe un�'
te adecuada. Si el énfasis se pone en las refutaciones, una teo sistema conceptual o lenguaje privilegiado, para la descrip••
ría es mejor si se la puede someter a más pruebas y las re ción del mundo en su totalidad, sí podemos suponerlo para;:
siste, y de ahí que la corroborabilidad vaya unida a la falsa cada campo de investigación. " ·.
bilidad y varíe de forma · opuesta a la probabilidad. " · De lo que se trata es de dar un contenido preciso a la
La métrica de la · corroborabilidad de Popper no ha tenido noción de progreso científico, que sería la suma de los pro
más éxito que la · métrica de la probabilidad de Carnap. (La gresos relativos en cada área de investigación. Quintanilla
katos ha hecho notar que si corroborabiliad y probabilidad (1984), .a quien estoy siguiendo en este punto, piensa que el
son medidas opuestas y la probabilidad es siempre O, la co problema es que Niiniluoto: «pierde de vista uno de los ras
rroborabilidad sería siempre 1 ). Sólo queda espacio para un gos más decisivos del desarrollo científico: el de que éste
uso de corroboración cuasi-inductivo y próximo a la confir se . produce en muchas ocasiones a través de cambios con
mación. Así lo hace Popper cuando afirma: «Sólo se puede ceptuales que suponen una remodelación de las áreas de in
superar una teoría que esté bien corroborada por otra de ni vestigación o una invasión de unas áreas de investigación por
vel de universalidad más alto, esto es, que sea más contras otras» (Quintanilla, 1 984: 48 1 ) .
table, y que, además, contenga la teoría antigua y bien co S i los primeros intentos de establecer los grados de pro
rroborada (o, al menos, una buena aproximación de ella)» babilidad o corroboración de una teoría estuvieron vincula
(Popper, 1 967: 2-57 ss.). dos al propósito de establecer un criterio firme que permi
Más recientemente, Popper ( 1 963, 1 972, 1 976) ha pro- tiera separar la ciencia de la metafísica, lo que subyace a
36 37
/
buena parte de los desarrollos más recientes sobre probabi puestos básicos que soportan las teorías científicas, se había
lidad o verosimilitud de las teorías es el intento de mantener preguntado en qué ocasiones, y a través de qué procesos, un
una concepción acumulativa del progreso científico, decisiva conjunto de conceptos fundamentales o de presuposiciones
mente puesta en cuestión por la teoría de Kuhn sobre las re absolutas cambia y es substituido por otras. Durante el de
L
ciencia. De la interpretación de Kuhn hoy no se mantiene el tanto como por filósofos. N .R. Hahson la abordó en térmi
dramatismo que introdujera con un concepto de « revolución nos explícitamente filosóficos en su libro Patrones del des
científica» que suponía que dentro de las tradiciones cientí cubrimiento (1958); fue el tema de mis conferencias Mahlon
ficas se producían de cuando en cuando rupturas y brecha Powell, de 1960, en la universidad de Indiana, publicadas
s
insalvables. Pero sí se mantiene la conciencia de que en oca bajo el título Foresight and Understanding (1961), y está im
siones -o siempre, según la interpretadón que se haga plícita en muchos trabajos · recientes sobre sociología de la
de
«teoría»- teorías alternativas explican el mundo o una par ciencia, por ejemplo, en la obra de Thomas Merton, Bernard
te del mundo con lenguajes distintos, y aunque no intraduci Barber y Joseph Bar-David» (Toulmin, 1977 : 109 s.).
bles son difícilmente conmensurables. Pero, sin duda, fue la respuesta de Kuhn la que obtuvo
más eco. En la interpretación de Kuhn (cf. 197 1a), el pro
ceso científico se desarrolla a través de un período prepara
Sociología y metodología de la ciencia digmático, con escuelas y teorías científicas en competencia
hasta que se impone un paradigma que «proporciona mode
Cuando, en 1962, Kuhn publicó La estructura de las re
f_
los de problemas y soluciones a una comunidad científica»
voluciones científicas, resultado de su detallado estudio de la (o.e.: 1 3); sigue un período de ciencia normal en el que no
revolución copernicana, las concepciones acumulativas
del se buscan fenómenos nuevos y nuevas teorías, sino que se
progreso científico sufrieron un rudo golpe. Nada sería más trabaja sólo en los problemas que el paradigma permite re
ingenuo o menos kuhniano que pensar que la explicación de solver y durante el cual las anomalías se abren paso trabajo
Kuhn sobre las revoluciones en el conocimiento surgió sú samente hasta que se instaura un período de investigación
bitamente de su cabeza, o que estudió por cásualidad la revo no ordinaria, en el que proliferan las articulaciones en con
lución copernicana. Pensándolo en sus términos, cuando se flicto y que sólo se cierra cuando se produce una revolución
propone un nuevo paradigma y, como en este caso, cuaja, científica, « episodio de desarrollo no acumulativo en el que
es
porque se habían acumulado anomalías en el antiguo . un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en
No
quiero llevar más lejos el ejemplo de Kuhn, pero aquí y
allí parte, por otro» (o.e.: 149).
se desarrollaban alternativas críticas al positivismo y al ra Esta secuencia se oponía directamente a lo que para Pop
cionalismo crítico de Popper, directas unas, implícitas las per constituía el rasgo distintivo del proceso científico : la crí
otras, porque dirigían a las teorías científicas una visión más tica de conjeturas y el abandono de teorías !l"efutadas. La
comprehensiva. experiencia de falsación no sería una característica de la cien- ·
Entre las cuestiones que esperaban respuesta había una cia normal sino sólo de los períodos extraordinarios. La dis
que, según Toulmin, se remontaba a veinte años · atrás, al re tinción entre ciencia normal y ciencia extraordinaria fue el
lativismo conoeptua1 de An Essay on Methaphysics, de Coll objeto de una polémica que enfrentó a Kuhn y a Popper, y
ingwood. Collingwood, impresionado por la analogía entre en la que Lakatos, Toulmin y Feyerabend tuvieron una par
los sistemas conceptuales de distintas culturas y los presu- ticipación destacada (cf. Lakatos y Musgrave, 1975). En el
38 39
-n
�1 carácter del cambio científico, y particularmente en el recha cia no es un sistema lógico sino una empresa racional, y la
necesidad de ver el cambio científico . como un problema
de
:I1
zo o mantenimiento de las teorías refutadas, se centró el de
bate sobre las características del proceso científico. vari ación y perpf'.tuación selectiva de entidades teóricas. Una
f
Ciertamente, Popper nunca ha pretendido que su meto teoría de la ciencia de estas características implica que la in
!
dología constituyese una generalización inductiva de lo que vestigación filosófica ha de dirigirse tanto a parte de lo que
[
saltado, las refutaciones, las experiencias anómalas, no hacen
_
que se abandonen las teorías, tendría poco sentido hablar del para la sociología de la ciencia, y analizar el peso relativo
rechazo de las hipótesis falsadas como criterio distintivo de de los factores externc)s -que presumiblemente tendrán más
la actividad científica. Tanto Toulmin como Lakatos hicieron que ver con la variación- y de los factores internos de la
un esfuerzo por dar cuenta de una manera sistemática del ciencia, probablemente ,más vinculados a los procesos de se-
cambio de teorías e incluso del cambio de metodologías. Fe lección. , _
yerabend adoptó una postura más relativista, que le llevaría Lakatos desarrolla el que denomina falsacionismo sofisti
f
a defender que las condiciones óptimas para el desarrollo del cado como nueva propuesta de criterio de demarcación, in
conocimiento científico se dan con la libre utilización de to tentando resolver las inadecuaciones del falsacionismo tal
dos los métodos y que lq mejor para el desarrollo del cono como fue propuesto por Duhem y desarrollado por Popper.
cimiento es que compitan libremente todas las formas de co Piensa que dos· son las características comunes al falsacionis
--
nocimiento. Centrémonos. en Toulmin y Lakatos en este pun mo dogmático y al falsacionismo metodológico ingenuo: 1 )
to, para terminar, con una reflexión sobre Feyerabend, estas que una coritrastación es un enfrentamiento entre teoría y ex
perimentación; 2) que el único resultado interesante de la
-/fj,
consideraciones preliminares.
4
l
Toulmin establece un paralelismo entre las orientaciones confrontación es la falsación concluyente. Los únicos verda- �·
uniformista y catastrofista de la paleontología del siglo XIX y deros descubrimientos son las refutaciones científicas. ..,. "
40 41
rr' '
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que Popper ponía al cambio de hipótesis auxiliares para que desvelar y hacer explícitas las reglas de un método científi
no fueran ad hoc). co que haga posible el desarrollo de programas de investiga
La propuesta de Lakatos añade al falsacionismo una di ción progresivos. Ya he comentado que Lakatos empezó poi
mensión histórica, ya que sostiene que no hay refutación de estudiar la lógica del descubrimiento matemático que centra
L
también a generar teorías nuevas. De modo que existe una
siderar refutada si se ha propuesto otra teoría T3 con más unidad intrínseca entre lógica del descubrimiento y lógica de
�·
para cualquier pretensión normativa en la metodología de los conceptos, y respetando siempre la regla de que los cam
Lakatos, pero vale la pena detenerse en ella por su valor heu bios de teoría han de ser teórica y empíricamente progresi-
rístico. vos.
rie ·de teorías Ti, T2, TJ . . . en la que cada una resulta de añadir
" Lo que interesa a Lakatos no es una teoría, sino una se En el capítulo segundo recurriré a la heurística positiva
de Lakatos, para discutir los cambios de conceptos de An
'h
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:,, cláusulás auxiliares o de reinterpretar semánticamente la an tropología, pero ahora quiero señalar que hay un punto cen
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terior, para dar acomodo a alguna anomalía, siempre que tral en la metodología de Lakatos y del que no da cuenta
[
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cada teoría tenga al menos tanto contenido como el conteni satisfactoriamente. Se trata de la naturaleza de ese «núcleo
¡! do no refutado de su predecesora. Una serie de teorías es duro» de los programas de investigación que la heurística ne
ii l
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!!
teóricamente progresiva si cada nueva teoría tiene algún ex gativa preserva de la falsación. De él sólo dice : « El núcleo
ceso de contenido empírico respecto a su predecesora, esto real de un programa de investigación no surge ya completa
1ll
"
es, si se predice algún hecho nuevo o inesperado hasta en mente armado como Atenea de la cabeza de Zeus, sino que
li
. tonces, y una serie de teorías es además empíricamente pro se desarrolla lentamente, me diante un largo proceso prelimi
gresiva si una parte de este contenido empírico excedente nar de ensayo y error. En este artículo no se trata de este
1ji1
1:
,,
está corroborado, esto es, si cada nueva teoría conduce al des proceso» (Lakatos, 1975a: 246, nota 163).
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cubrimiento efectivo de algún hecho nuevo . Estas series de Así, lateralmente presentado, resulta tan vago como los
teorías suelen estar ligadas por una notable continuidad lo paradigmas de Kuhn, al tiempo que se plantea otra coinci
¡11
,1 '
1 li
que hizo hablar a Lakatos de programas de investigación. dencia : la puesta a prueba de hipótesis de Popper -aquí el
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Una buena parte del trabajo de Lakatos ha consistido en largo proceso de ensayo y error- sólo se considera funda-
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mental para lo que en Kuhn sería un período de ciencia ex que otra no debemos impacientarnos, parte de este contenido
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katos de heurística negativa de un programa de investiga bend, 1975 : 366).
ción . Pero no es este el único problema. ¿Qué ocurre con los
Constatemos por el momento que el énfasis en la conti programas de investigación que se solapan sólo parcialmente?
nuidad de los programas de investigación de Lakatos tiene ¿Con qué criterio los comparamos? Y lo que es más grave,
alguna reminiscencia de la ciencia normal de Kuhn (Lakatos, pese a Lakatos hay programas de investigación que se aban
1975a: 244), pero que Lakatos piensa que la «ciencia nor donan sin que los sustituya otro mejor, como se sostenían,
mal» de Kuhn no sería más que un programa de investiga ¡
l
pese a Popper, teorías falsadas.
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c ión que ha logrado el monopolio y que la regla metodológica Por último, cuando el criterio de cambio progresivo se !
¡
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debe de ser, por el contrario, que proliferen los programas de utiliza como. metacriterio para evaluar cambios de metodo
investigación, porque para eliminar un programa de investi logía, sólo puede emplearse destruyendo la idea de la meto
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1
gación la única razón metodológicamente consistente es que -·
'·
dología como norma para la evaluación de teorías. Lakatos
exista . un programa de investigación rival que explique los propone considerar progresivos a los cambios de metodolo
1
l
éxitos previos del primero y tenga un poder heurístico adi gía si la nueva es capaz de dar cuenta racionalmente de más
cional. evaluaciones básicas de la «élite» científica (Lakatos, 1975b : ,
l
En efecto, Lakatos ha utilizado un criterio único para 479, 485), es decir, si considera científicas a un mayor nú- j
·..,_;
¡·
1
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comparar teorías dentro de un programa de investigación, mero de teorías consideradas valiosas por los científicos. Esto ,_,.
programas de investigación rivales e incluso metodologías de significa que el metacriterio de Lakatos necesita recurrir a
la ciencia alternativas: el criterio de cambio progresivo, de una suerte de « base empírica» que son los juicios de los cien
contenido excedente corroborado. ,,, tíficos, no necesariamente dependientes de las propuestas nor�· ""
Ya hice referencia a la crítica de Feyerabend, qué de una mativas de los filósofos.
manera convincente considera los criterios de aceptabilidad Las posturas de Lakatos y Kuhn tal vez no han estado
Y refutabilidad de Lakatos insuficientes tanto para comparar muy alejadas nunca (Kuhn, 1975a, así lo sostuvo), pero en
teorías como para evaluar la sucesión de programas de inves cualquier caso se han ido aproximando a medida que Kuhn
tigación. (1971b, 1975b, 1 979) modifica las tesis de 197 1a, al hacer
Hay una exigencia inicial de racionalidad, la de progreso más precisa la noción de paradigma y dejar de insistir en que
teórico, que reclama que se predigan hechos nuevos, que la aceptación de un nuevo paradigma es un fenómeno próxi
· haya un contenido empírico excedente. Pero hay otra exigen mo a la «conversión» para atribuir más peso a los compro
r
cia, la de progreso empírico o corroboración adicional, para misos y a las decisiones de los científicos.
la que Lakatos habla de racionalidad no instantánea, que No conozco ninguna propuesta de demarcación formal de
convierte al criterio del falsacionismo sofisticado en una re la ciencia posterior a la de Lakatos. Si algún principio me
gla aplicable sólo a la evaluación de un período histórico ce tafilosófico tiene en este momento audiencia debe parecerse
rrado. Si se formula una teoría con más contenido empírico al principio de la relevancia de las distinciones graduales de
44 45
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·no ha deja
Este problema podría no ser grave si, como
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do de sostener Popper y trasladándolo
- a progra mas de inves
Moulines, al que hice referencia en la Introducción. Pero las
explic a siempr
reglas de la metodología de los programas de investigación tigación sostuvo Lakatos, una teoría
� progre so de la cien
de Lakatos pueden ser útiles para el desarrollo de programas nos lo que explicaba la precedente : «El
\
que meram ente acumu
progresivos, porque lo que incorporan es una idea sencilla y cia, pese a ser revolucionario más
re conser vador : una nueva
valiosa: que vale la pena tratar de corroborar una teoría « teó lativo, es en cierto sentido siemp
sea, siempr e debe ser capaz de
ricamente progresiva» -que prediga más hechos que una teoría, por revolucionaria que
el éxito de su predec esora. En todos
L
teoría previa que sirve de referencia- porque si resulta «em explicar plenamente
era aplicable, la nue
píricamente progresiva» se producirá un avance en nuestro aquellos casos en los que su predecesora
conocimiento. produc ir resulta dos por Jo menos tan buenos
va teoría debe
como los de la anterio r y, de ser posible , aún mejores. Así
estos casos la teoría preced ente debe aparecer·' como
pues, en
buena aproxim ación a la nuev a teoría; mientr as que ha
A modo de conclusión provisional una
teoría recien
brá , sin duda alguna, otros casos en los que la
te producirá resultados diferentes y mejores
Por razones distintas a las que hacían pedir a Lakatos la que la antigua»
proliferación de teorías y programas de investigación, recha (P opper, 1983 : 125).
za Feyerabend (1974, 1975, 198 1 ) fa idea de que pueda ha El hecho es que la historia de la ciencia refuta a Popper
<<Una intuición
blarse de períodos normales en la historia de la ciencia. Su támbién en este punto. En términos de Bunge,
opinión es que Kuhn -en oposición a Popper- ha descu falsa de Popper, que nunca se mencio na, es la idea hegeliana
bierto la función de la tenacidad, de la resistencia frente a de Aufhebung, la idea de que el proceso históric o del cono
las anomalías, pero que se equivoca al hablar de períodos cimiento se desarrolla en forma concént rica. Primero se tiene
de tenacidad frente a · momentos de proliferación que prece una teoría (T1); después otra que la encierra , la engloba Y la
derían a las revoluciones científicas. niega (Aufhebung) . Se llama negació n dialéctic a, y así suce
Ti
Feyerabend sostiene que el principio de tenacidad y el sivamente» . Piensa Bunge que un modelo más realista del
principio de proliferación son característicos de todo el pro proceso de la ciencia sería pensar en como el �uerpo de
ceso científico (1975 : 361) y que es conveniente que así sea, conocim ientos . T2, más tarde, como recubrim iento parcial,
porque es la utilización de todos los métodos -proliferación con muchas cosas que quedan fuera y se desechan . El diagra
de teorías, contrainducción, hipótesis ad hoc- lo que permi ma II recogería la idea de Bunge (1982 : 490) frente al
diagra
lí
�: te el desarrollo del conocimiento. ma I que recogería la de Popper.
Lo que subyace a la propuesta de proliferación de Feyer
abend -a diferencia de lo que ocurría con Lakatos-, es la
consciencia de que la cuestión más difícil que se ha suscita
1 �
do con la discusión sobre los cambios científicos es el proble
ma general de la comparación de entidades teóricas, sean es
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tas teorías en el sentido tradicional, paradigmas (en el uso
de Kuhn) o los programas de investigación de Lakatos. Por
que si una entidad teórica no es sólo una explicación de un
fenómeno sino una forma de ver el mundo, más que de
teorías . rivales tendríamos que hablar de distintas Weltan Diagrama I Diagrama JI
schauung no necesariamente comparables.
47
46
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más genuino. Si las
deja indeterminadas una parte de las consecuencias de
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piensa Feyerabend que
ante la que popperianos como Watkins recurren a la lógica
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e hay ninguna razón para seguir sosteniendo que el desarro-
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no
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inductiva como única esperanza: «Tener que renunciar . . .
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llo científico es racional, y al 1gua1 que e conoc1m1ent c1en-
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o coexistencia de distmtas teonas, el conoc1m1ento solo
y la
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severo con el descubrimiento (Miller, 1974, y Tichy,
de los graves defectos que hay en las definiciones de
1974)
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ij; � istencia de distintas formas de pensamiento . En este pun-
1
están
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se hacen md1sociables.
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étod os- y su ideologia anarquista
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Wilpien, Oddie y otros, por no mencionar a Popper mismo, Piensa que en presencia de ca.da di�ciplina no debemos re-
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para reparar el daño producido, tengan éxito. [ . . ] Sin nun ciar a preguntarnos si su existencia es o no ;en ta1osa par�
nosotros, si contribuye a aumentar o no a1 fe1 1c1 dad Y 1 a 11-
la po _
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su disarmonía grá rece que la felicidad o el completo desarrollo del ser huma
fica, que parece simbolizar la forma en
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1· 1 ! que Watkins vivió no individual es el valor más alto posible. Y es este valor
�· 1l esta revolución cultural de la filosofía de
los sesenta . básico el que excluye la utilización de los valores institucio
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,i !I nales para «condenar» o incluso eliminar a aquellos que pre
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a los niños de tal modo que les haga perder sus múltiples ta ··�
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lentos y les haga estar limitados a un estrecho campo de pen
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samiento, de · acción y de emoción . Será el tema central de
Feyerabend, 1 982 : La ciencia en una sociedad libre. .
JI
:
Me ocuparé del relativismo metateórico en el capítulo
tercero, como fenómeno vinculado a otras formas de relati
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J i! vismo cultural. No sin razones fueron los filósofos de la
Bunge Watkins ciencia, entre quienes se interesaban por la antropología des
:¡ T, T,
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de fuera, los que han prestado más atención, en los últimos
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Por supuesto, la dificultad de comprar y cambiantes años, a la Antropología Cultural. Sin analizar
se agrava
Y T2 están formuladas en lenguajes teóricos distin
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si
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tos. ahora el valor heurístico de las propuestas de Feyerabend, su
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Es posible que no dispongamos de un criteri
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o lógico que nos anarquismo metodológico y hedonista nos estimula en la
per1nita elegir entre
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r _11 y T11 esto es lo que poní8 de manifies- construcción de una cultura más polimorfa, más tolerante,
¡ j! to Ouintanilla en el trabajo sobre verosimilitu
d de teorías al más dinámica. Pero aunque las formas más extremas de re
que he hecho referencia.
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de cuantos ción con los indígenas de cada cultura resultan ser extrema
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1,, 1 mtentaron responder a la pregunta que
1 nos legara Colling- damente tiránicas. Una cierta disposición a la comparación
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¡ y a la experimentación puede servirnos para confrontar núes
decisión que vaya más allá de toda argumentación racional»
tra cultura con otras culturas, para imaginar la cultura que
nos gustaría tener, para ensayar transformaciones que que (Popper, 1967: 37). _
ramos impulsar. Porque las palabras van delante de los he Si el falsacionismo ha quedado « refutado» es porque el
chos y pueden ser hipótesis, las palabras. estudio detenido del cambio de las teorías científicas ha des
Creo que puede ser éste el momento de iniciar el camino, velado un proceso de más complejidad y porque se conoce
mejor el papel de la experiencia en la formación del conoci
L
de ver cómo puede enseñarnos la Historia de la Filosofía de
la Ciencia a comprender errores que se han cometido a lo miento a través de la investigación sobre procesos de apren
largo de la Historia de la Antropología, de discutir en qué dizaje. Y estas líneas de investigación revelan el interés que
momento la Antropología Cognitiva y la Filosofía de la Cien se sigue otorgando al conocimiento científico. Por los anti
bióticos, pese al terror nuclear; por las mujeres del Tercer
cia se entrelazan, de preguntarnos si el trabajo de los últimos
años sobre la racionalidad del proceso científico puede ayu Mundo, y algunas de fos instersticios marginales del primero,
darnos a evaluar los desarrollos en curso en antropología, a que no quieren tener siete hijos para que sobrevivan dos.
orientar la investigación antropológica. También por los aviones. Por la posibilidad -a mitad de
Pero quiero terminar estas primeras páginas con una in camino entre Popper y Feyerabend- de cerrar el balcón del
congruente profesión de fe popperiana, que en nada turba estudio donde escribo, y después de quince minutos de auto
la existencia de teorías científicas inconmensurables, ni la pista, atravesar la ciudad, otra vez autopista, media hora para
los controles del aeropuerto, agudizada la sensibilidad por el
constatación de que los procedimientos científicos son más
complejos de lo que la demarcación de la ciencia de Popper trabajo intelectual, aterrizar al cabo de dos horas junto al
Atlántico, extraña fascinación del mar. ·
�1
opiniones pueden diferir; mas sólo es posible una discusión
i
razonable de estas cuestiones entre partes que tienen cierta
finalidad común a la vista. Por supuesto que la elección de
tal finalidad tiene que ser, en última instancia, objeto de una
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1-
TEOR1AS Y CONCEPTOS TEÓRICOS
EN ANTROPOLOG1A , l
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1
chos y los ordenan.
En relación con la formulación de hipótesis, son muchos
los que suscriben hoy la crítica de Popper, los que piensan
que para invención de hipótesis no hay método, o si lo hay
es el de usar todos los métodos. Feyerabend es seguramente
el que ha ido más lejos, al pedir que para la formulación de
hipótesis no se supriman ni siquiera los procedimientos más
extravagantes del cerebro humano, que se permita «el con
flicto, la flexibilidad individual, una suave locura» (1974:
162, 42). En la misma línea, Jarvie defiende la imaginación
frente a los hechos : «La cuestión no es inhibir nuestra ima
ginación, sino ser muy crítico respecto a sus productos; tal
vez el científico debería estar borracho la noche antes y so
brio como una piedra a la mañana siguiente» (1967: 6). De
53
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. .
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.
1 Jarvie dice Gellner, en el prólogo a The Revolution in An las leyes teóricas. El inductivista no excluye la especulación
1
tropology, que eligió para su libro un título deliberadamente siempre que vaya referida a observaciones. [ . . . ] En ¿¡ntro
ambiguo porque, al tiempo que describe una revolución que pología el prejuicio inductivista se manifiesta en el famoso
sucedió en la generación anterior -la revolución de Mali lema de Radcliffe-Brown contra las conjeturas» (Llobera,
nowski-, está ansioso por encabezar otra, antiinductivista, 197 5 : 383 s.).
que está a punto de producirse. Corremos el riesgo de que una reconstrucción popperiana
L
En efecto, el método inductivo ha tenido un papel deter del inductivismo nos lleve a minimizar la propuesta de Rad
minante en antropología, particularmente en la tradición bri cliffe-Brown. En el artículo ya citado de 1923, la crítica a las
tánica. Cuando, en 1923, Radcliffe-Brown trató de diferen teorías sobre el origen de las instituciones no pone el énfasis
ciar con precisión entre etnología y antropología social, lo en la formulación de conjeturas frente a las generalizaciones
hizo caracterizándolas por el empleo de dos métodos, el mé a partir de los hechos sino en la posibilidad o imposibilidad
todo histórico, que vinculó a la etnología, que trata de expli de verificación. Como ejemplo avanza lo que sería su teoría so
car cada institución o conjunto de instltuciones averiguando ciológica del totemismo (Radclíffe-Brown, 1974a [ 1 929] ) y la
las etap'as de su desarrollo y, si era posible, la causa u oca contrapone a la de Frazer, que vinculaba el origen del tote
sión de cada uno de los cambios, y otro tipo de estudio al mismo a creencias de los hombres primitivos sobre la inges
que propone llamar «inductivo» porque por sus fines y mé tión de comida como causa del embarazo, insistiendo en que :
todos es esencialmente semejante al de las ciencias naturales « La objeción metodológica a esa teoría, y a todas las del mis
o inductivas, y que sería el propio de la antropología social. mo tipo, es que no parece que haya forma de verificarla»
El postulado básico del método inductivo sería, siempre se ( 1975a: 4 1 ) .
gún Radcliffe-Brown, «que todos los fenómenos están suje Sobre l a génesis d e s u propia teoría escribe que, cuando
[_
tos a leyes naturales, y que es posible descubrir y demostrar, empezó a interesarse por el totemismo decidió estudiar, en
mediante la aplicación de determinados métodos lógicos, de primer lugar, «un pueblo ' primitivo que no conociera el tote
terminadas leyes generales» . ( l 975a: 29). mismo, si es que podía encontrarlo» ( 1 975a: 43). Termina
Radcliffe-Brown confiaba en que esa ciencia inductiva, do su trabajo de campo en las islas Andaman ( 1 906 a 1908),
que había conquistado un reino de la naturaleza tras otro : donde dedicó especial atención a los comportamientos ritua
astronomía, física, química, biología, psicología, diese cuen les de los indígenas en relación con los alimentos o con los
ta, en el siglo xx, de los fenómenos de la cultura o de la animales que se utilizan como fuente de alimento (Radcliffe
civilización, explicando los hechos particulares «mediante la Brown, 1 964: 27 1 ss.), se arriesgó a formular su hipótesis
demostración de que son ejemplos de una regla general». de trabajo sobre el totemismo, en la que opone · el tipo de
En los años setenta se ha convertido en un lugar común vinculación ritual que en las sociedades indiferenciadas
criticar la orientación inductivista de la antropología social como la andaman se establece entre el grupo social en su
británica. Llobera, en un artículo de 1975, consideraba al conjunto y los objetos importantes para la vida social, a . la
dogma empiricista e inductivista como el principal obstáculo forma que esta relación adopta en sociedades de distinto tipo,
para el desarrollo de la antropología científica: « La afirma por ejemplo las divididas en clases de parientes. En este caso,
ción central del inductivismo es que "científico " quiere decir ante un objeto de tanta trascendencia social como es la co
"probado empíricamente " y que las teorías científicas única mida, la tendencia general es desarrollar relaciones rituales
mente pueden derivarse de los hechos. Para el inductivista el especiales entre cada uno de los segmentos, aquí clanes, y
procedimiento científico a seguir sería el siguiente: pasar de una o más especies de animal o planta, o con alguna división
los fenómenos a las generalizaciones empíricas y de éstas a de la naturaleza, que incluye una serie de especies.
54 55
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ri ¡1 ·.·:,
1
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Con esta hipótesis fue Radcliffe-Brown a Australia, don
de se encuentran algunas de las formas más interesantes de
respecto a ella. Si a algún ensayo se le puede atribuir
el títu
lo de carta fundacional -.por usar una expresión favorita de
1 .
J
•
1
1
tró restos de lo que podía ser un sistema totémico incorpo incipios, Radcliffe-Brown siguió sosteniendo en todos sus
rado en un sistema politeísta, de modo que concluye: « Si
escritos metodológicos que tras el establecimiento de genera
bien no puedo decir que haya conseguido verificar comple
1 tamente la hipótesis, sí que he podido ponerla a prueba en
lizaciones éstas debían ser verificadas a través de la compa
ración intercultural. Así lo hace en 1932, en un prefacio a
un terreno bastante amplio. En cualquier caso, la presento una reedición de The Andaman Jslanders: «Hablando es
aquí como ejemplo, no de una hipótesis verificada, sino de trictamente, la solución de cualquier problema funcional im
una que por su naturaleza se puede verificar, cosa que no portante requiere el uso de un método comparativo, y en
ocurre con las hipótesis sobre el origen del totemismo» modo alguno la yuxtaposición de usos o creencias particulares
j ,
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( 1 975a: 43). de dos o más culturas diferentes superficialmente similares,
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Es decir, Radcliffe-Brown, a partir de su trabajo de cam a la que con frecuencia se denomina método comparativo. For
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po (y si hemos de creerle en relación con su elección de las
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mulamos una hipótesis como la relativa a la naturaleza y
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!Islas Andaman, parcialmente antes), formula hipótesis, las función del ritual o del mito. Debe ser puesta a prueba, por
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pone a prueba, admite que no ha llegado a verificarlas pero una serie suficiente de estudios de culturas de diferente tipo,
valora que puedan verificarse.
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en cada una de las cuales el sistema global del ritual o del ' � • "-';<
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No sé si esta inhabitual imagen de Radcliffe-Brown yendo mito debe de ser considerado en relación con la cultura como . ,,
totalidad» (Radcliffe-Brown, 1964: X). También insiste en __
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a Australia a poner a prueba una conjetura tiene gran vali
lil¡ 11
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dez histórica; es verdad que, después del trabajo de campo la comparación para la verificación en 1 950, en su última
en las Islas Andaman y antes de Australia, recibió en Cam definición de «Antropología Social» (Radcliffe-Brown, 1975b). L i
,, ¡¡ bridge el impacto de Durkheim, que reflejaría toda su obra, Se trata ahora de un texto particularmente difícil de leer en .. ·
pero también es cierto que según E.L. Grant WatsoIY, que el que, 1) caracteriza a las ciencias naturales -modelo siem-
!,
,ji
le conocía bien, «se veía empujado por su genio inventivo a
1¡1 pre para una antropología social entendida como sociología
: 11
fabricar las historias que contaba» (citado por Kuper, 1 973 : comparada de las sociedades primitivas- por el uso de un
�
' li
57). Pero éste es un detalle sin excesiva importancia. Como . método experimental que no debe entenderse como capacidad
'l/ 1
escribe Srivinas, en la Introducción a Radcliffe-Brown, un
año después de la muerte de Rivers, en 1923, se publicaron
de provocar fenómenos que el experimentador necesita ob
servar, sino como disposición de someter sistemáticamente
¡
;/¡!1 las ideas generales a la prueba de los hechos (p. 154 s.); 2)
tres obras revolucionarias, Argonauts of Western Pacific, de
Malinowski; The Andaman Jslanders y el ensayo de Rad
cliffe-Brown al que vengo haciendo referencia, y no es a The
remonta el método experimental a Bacon, 1 622, en cuyo
Novum organum se propone «ir de los sentidos y los porme f
i
l
·I
Andaman Jslanders, sino al ensayo al que Srivinas atribuye nores a los axiomas, ascendiendo uniformemente y paso a !
1
J¡1'!I
más trascendencia!: «Este ensayo constituye la primera expo paso» (p. 1 56); 3) duda de que la mera observación y des 1
¡
1
sición de Radcliffe-Brown sobre la naturaleza, el alcance y cripción llegue a aportar conocimiento, muestra su acuerdo
l
las filiaciones de la antropología social, y sus manifestaciones con Darwin, para quien sólo son útiles las observaciones en
1
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11
posteriores no revelan ninguna desviación fundamental con favor o en contra de una concepción previa; y 4) cita a Whe�
-,
p
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well : «Para obtener de los hechos alguna verdad general es ne bar si eran independientes, o si se daban entre ellos asocia
cesario que se les aplique las ideas apropiadas que establez ciones que no se debían al azar. Por recoger sólo una de las
can entre ellos relaciones permanentes y definidas» (p. 1 57). etapas, recordemos cómo llegó a sus conjeturas sobre las re
¡ 1
(Whewell consideraba que se llegaba al «tiempo inductivo» laciones entre evitación de parientes, forma de residencia y
!
de establecimiento de leyes y formulación de teorías tras un tecknonimia.
«preludio» en que se coleccionan hechos, se los descompone Como punto de partida tomó los datos sobre -las relacio
u
en hechos individuales, y se les aplica un esquema concep nes de evitación de parientes. En términos absolutos, había
tual particular integrado por ideas que son o nociones genera encontrado evitación en 66 sociedades, lo que constituía más
les en el sentido kantiano o ideas básicas de las ciencias par de una sexta parte de la muestra. Estaban distribuidas de este
ticulares [ Losee, 1 979: 1 29 s.] .) m odo :
En este punto Radcliffe-Brown parece oscilar entre un
método inductivo-verificacionista y un método hipotético-ve
rificacionista que le hace concluir : «La misión de la sociolo" évitación entre el marido y mutua evitación entre la esposa y
los parientes de la esposa los parientes del marido
gía comparada, como la de cualquier ciencia experimental,
es crear los conceptos analíticos apropiados en función de los 45 8 13
cuales hacemos generalizaciones, cuya relativa probabilidad
puede establecerse cuando se contrastan suficientemente me
diante observaciones sistemáticas de los fenómenos» ( 1 975b : Al examinar las posibles «adhesiones» entre l a evitación
1 58) . S i hay un ejemplo de inductivismo claro en antropo y otros rasgos culturales, encontró que había correlaciones
logía, en el sentido de partir de observaciones tabuladas y signific ativas entre la evitación de parientes y las formas de
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sistematizadas, es el de Tylor (1 889) reproducido en Gra resi dencia postmatrimonial, - clasificadas en tres tipos : resi
burn ( 1 97 1 ) . Tylor es doblemente explícito en relación con dencia del marido con la familia de la esposa, traslado de la
sus objetivos : le interesa el desarrollo de las instituciones, esposa a vivir con la familia del marido después de un tiem
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pero también le interesa mostrar que en ese estudio es posi po de matrimonio y residencia de la esposa con la familia
ble -el uso de métodos científicos : « Se da todavía una cierta det marido (65, 76,- 1 4 1 casos , respectivamente). -
incómoda vacilación en hombres comprofuetidos en las pre Si la distribución de las formas de evitación se hiciera al
cisas operaciones de las matemáticas, la física, la química y azar entre las formas de residencia, cabría esperar que en . 9
la biología, a la hora de admitir que los problemas de la an de las 65 sociedades en las _ que el marido se va a vivir con
tropología són susceptibles de tratamiento científico. Mi pro- - la familia de la esposa se dieran relaciones de evitación. El
pósito e s mostrar que e l desarrollo de las instituciones pue hecho es que se dan en 14. Es en este punto en el que Tylor
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de ser investigado sobre la base de la tabulación y la clasifi busca una explicación, y piensa que los parientes de la espo
cación» (Tylor, 1 97 1 : 1 9). Para alcanzar su propósito se de, sa no reconocen (se comportan como si no conociesen) al
dicó durante muchos años a recoger datos sobre dos temas marido porque lo tratan como a un extranjero. Vale la pena
cuyas leyes quería establecer: el matrimonio y la filiación, y
r,
subrayar que esta explicación la _ aduce con reservas : «Por
recogió información que hacía referencia a unas trescientas que la razón puede ser sólo análoga a la razón real, o corres
cincuenta sociedades, que incluían desde «insignificantes hor: ponderse con ella sólo indirectamente, o expresarla sólo par
das salvajes hasta grandes naciones civilizadas» (ibídem), y cialmente, como su correlación con otras conexiones puede
que hacían referencia a varios ítems. Llegado a un punto que eventualmente mostrar» ( 1 97 1 : 20). Y afirma explícitamente
le resultó satisfactorio, correlacionó sus datos para compro- que la reserva la mantiene a lo largo de todo el artículo, en
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el que encuentra -por un procedimiento análogo al que mantener frente a las razones que daba de las adhesiones
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acabo de recoger- adhesiones entre matrilocalidad y teck entre rasgos culturales; Radcliffe-Brown, de que su teoría
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nonimia (llamar al esposo «padre del hijo») y fuertes adhe sobre el totemismo no estaba suficientemente verificada. Esto
siones entre evitación entre el marido y los parientes de la concuerda con la reconstrucción que hace Lakatos del cir-
esposa, tecknonimia y matrilocalidad, que le hacen suponer:
M�t cuito de análisis-síntesis de Descartes. Tylor dudaba de sus
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a) que la teckn:onimia, además de afirmar al marido como conjeturas; Radcliffe-Brown sabía que sus principios estruc-
padre de los hijos de su esposa, lo afirma como yerno de sus turales debían ser puestos a prueba, aunque no lo hiciera.
suegros; b) que los casos de evitación en sociedades patriloc La tercera es que la antropología social habría alcanzado
cales son supervivencias ; e) que residencia matrilocal, matri logros más claros si hubiera recurrido a la contrastación;
patrilocal y patrilocal son tres estadios evolutivos sucesivos. tanto de - generalizaciones inductivas como de conjeturasJma
Interpretación análoga hace del levirato -propio de la ginativas. Retomaré aquí mi propia parcial inclinación :pop
fase intermedia, en la que el matrimonio es más una rela periana. para sostener que la corroboración es más fértil si se .
ción entre dos familias que entre dos personas- y de la co busca refutar . una teoría que si se trata de probar que es
v�da, propia también de la fase intermedia, en la que eq¡- «relativamente probable» (cualquier cosa que «relativamen
te probable» pueda significar) . Pensemos en el principio ma
·
Pienso que este breve recorrido permite concluir tres co yor de Radcliffe-Brown, el principio de filiación. No se entien
sas, la ·Primera es que se hace una identificación apresurada de, tras 1a lectura de Radcliffe-Brown (1 974b), por qué algunas
entre inductivismo y funcionalismo. El uso de métodos in sociedades con filiación patrilineal tienen terminologías de pa- _
ductivos es compatible con diversas orientaciones teóricas en rentesco de tipo omaha y otras no, a pesar de que la explica
antropología. De las relaciones que se pueden establecer en ción que da Radcliffe-Brown de las terminologías omaha en
tre métodos científicos y orientaciones teóricas me ocuparé en función de la filiación patrilineal es muy convincente. Si se
el tercer capítulo, bajo el título de «Principios meta-teóricos». prosiguió la investigación sobre las terminologías de parentes"'.
Reservo para el capítulo 4 el análisis de las tesis de Meillas co omaha (y crow) fue por las muchas sociedades patrilineales
soux sobre la comunidad doméstica, que me parecen un claro que no tenían terminología omaha, a pesar de las muchas so�
ejemplo de orientación marxista y método inductivo empobre- ·
ciedades con términos de parentesco omaha y filiación patrfüt
cido. Parte de las relaciones entre orientaciones teóticas y mé neal, que constituían verificaciones de la teoría de Durkheim
todos científicos puede conceptualizarse en términos de incom Radcliffe-Brown.
patibilidad. Así es posible re-interpretar la crítica de Radcliffe- . Pero como antropóloga, sólo puedo sentirme parcialmen
Brown a la etnología ·-término que reservaba para la inves te popperiana. Si lo que nos interesa es dar cuenta de as�
tigación sobre los orígenes- por su incompatibilidad con lo pectes problemáticos de la cultura humana, la observación ,,
1
que , para él era el método científico : la generación inductiva participante y la reflexión sobre los datos etnográficos son
de hipótesis seguida de su validación •en términos de verifi campos . irreemplazables para descubrir problemas y correla
cación. ciones, al menos en los primeros estadios. Y es, por supues-
La segunda consideración es que ni Tylor ni Radcliffe to, a una nueva _ investigación empírica a donde hemos de
Brown fueron inductivistas en sentido estricto, al menos no volver para la puesta a prueba. No hay que olvidar que en
Radcliffe-Brown en sus declaraciones de principio . (Afirma el origen _ de, Systems of Consanguinity and Affinitty of the
ción que, por supuesto, no extendería ni a todos lo� antro Human Family ( 1 87 1 ), de Margan, una de las empresas que
pólogos evolucionistas ni a todos los antropólogos funciona hacen sentirse orgulloso de la antropología, están los descu
listas.) Tylor era consciente de las reservas que había que brimientos que hizo en 1 846 .sobre el sistema de relaciones
60 61
para la designación y clasificación de parientes de los iroque ir cas, testimonio de la efervescencia de esta etapa creativa de
ses, «a la vez único y extraordinario en su carácter, y ente la antropología. .
ramente distinto de cualquiera con el que estuviéramos fami ¿Por qué, entonces, no se hizo en antropología un trabajo
liarizados» (Morgan, 1 87 1 : 3). Ni podemos olvidar tampoco de contrastación, cuando al principio del siglo xx el énfasis se
que al no obtener resultados fiables de los primeros protoco puso en el trabajo de campo? Tyler habla de la doctrina de los
los que envió a misioneros, comandantes de puestos militares hechos Jo.cuaces, . de,. Ja orientación equivocada del inductivis
y agentes del gobierno en territorio indio, con el propósito mo y del empirismo : «A través de la observación aguda de
de establecer la generalidad de su descubrimiento, hizo per numerosos casos deberían haber surgido las generalizaciones
sonalmente una investigación empírica entre buena parte de teóricas libres de concepciones previas; sin más ayuda que la
los indios norteamericanos. de · una apacible partería por parte del antropólogo» (Tyler,
Como muestra de la importancia que Morgan atribuía a la 1975 : 321). Pero, añade, citando a , Collingwood, los hechos
base empírica merece la pena subrayar. que otorgó el mayor son muchos si no se los acosa con preguntas. No hay un or
valor a las tablas que recogían los términos para las relacio den natural que pueda descubrirse si uno aplica técnicas ob
nes de consanguinidad y afinidad de las familias lingüísticas jetivas. El orden descubierto reside en la ·pregunta, y no es
-
semítica, aria, uraliana, ganowaniana, turania y malaya (Mar necesariamente inherente a los datos.
gan, 1 87 1 : 7 1 - 1 27, 279-382 y 5 1 1-577). Y esto a pesar de los .,: , . No se ha tenido suficientemente en cuenta, tampoco, que
ambiciosos resultados generales a los que llegó a través de la los hechos son innumerables. Y que a la hora de determinar
comparación de las tablas y de su solución conjetural al ori los relevantes para su trabajo de campo, cada etnógrafo iba
gen de los sistemas de parentesco no clasificatorio que en 1 887 a guiarse por razones más o menos teóricas, muchas veces
serviría de esqueleto a Ancient Society. De esas recopilaciones implícitas. De ahí la escasa justificación del entusiasmo de
de términos de parentesco, resultado de una indagación em Meyer Portes, cuando en 1 95 1 hacía balance de los logros de
pírica a través de su trabajo de campo y de una correspon la antropología social otorgando un lugar prominente a la
dencia paciente, escribe : « Las tablas son, sin embargo, el acumulación de datos obtenidos por observadores prepara
principal resultado de esta investigación. Su importancia va . dos, porque pensaba que iban a proporcionar más oportuni-
: : más allá de cualquier . uso presente de sus contenidos que el dades que nunca para el estudioso « de sillón», para que se
autor pueda ser capaz de indicar. Si púeden llegar a com construyeran y se pusieran a prueba hipótesis con la ayuda
pletarse, y se les añaden los sistemas de las naciones no re de información detallada y fiable (Portes, 1 975 : 1 70). Pare
presentadas, su valor · se incrementará enormemente» (Mar cía confiar ·en que las monografías acumuladas .eran, de acuer
gan, 187 1 : 8)'. No hay que olvidar, por último, que las discu do con el ideal, balísticas . . Todo el que haya intentado poner
siones con sus corresponsales estimúlaron el trabajo de campo. · a prueba una hipótesis intercultural sabe · que pocas veces en
para la contrastación de hipótesis, a veces alternativas, como cuentra los datos que busca. Fue una. constatación de este
sucedió con Fison en las Fiji y con Howitt en Australia. Tanto tipo, buscando datos sobre un tipo de prácticas adivinatorias,
el pre facio de Margan a Fison y Howitt ( 1 880), como el. de1 la que me haría interesarme por el uso de métodos científi
Howitt ( 1 904) , en su obra sobre las sociedades del sudeste cos en antropología.
australiano, revelan esta retroalimentación entre teoría e in Pero la dificultad de puesta a prueba no acecha sólo a
vestigación etnográfica. En uh prólogo a la traducción caste"' ingenuos estudiantes de antropología que preparan memorias
llana de Ancient Society, Lison ( 1 97 1a) hace una descripción de licenciatura en bibliotecas no siempre bien dotadas, tam
vívida de la vinculación entre background, trabajo de campo, bién .se cierne sobre etnógrafos que han vuelto a casa e in
teoría, contactos intra�disciplinarios y concepciones extrateó� tentan llegar a· conclusiones sobre hipótesis que no habían
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SIDA D Df CA LDA�
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62 63
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guiado su trabajo de campo. A juzgar por la literatura antro
t h1pó tesis
Teorías .
pológica, la mayor parte de las veces de esta dificultad no son . �º .
mducc1on
leyes de la
hablarnos de los problemas con que se encontró para la puesta -
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naturaleza
a prueba de una hipótesis sobre los conflictos por la suce- / "'
métodos inductivos h ipótesis
. sión a la jefatura de los linajes matrilineales cewa, y de cómo
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·-abandonó el problema sin resolverlo. Pienso que la causa Aspectos
residió, también en - este caso, en que la investigación no se
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relevantes
había diseñado para poner a pru'eba esta hipótesis. Con fre-
- cuenda, problemas que se descubren al preparar las conclu !
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Fenómenos I·
siones del trabajo de campo, y contradicciones aparentes que
complejos � ¡ .-
muestran los datos recogidos, son fuentes de hipótesis nuevas.
Pero estas hipótesis no pueden ponerse a prueba con los mis (Adaptado de Losee, 1979 : 124) ·
mos datos que las han sugerido. Héritier se encontró con una ,
contradicción aparente entre sus datos sobre los samo del Con los años, el viejo patrón de descubrimiento de Hers
Alto Volta, al constatar que los enunciados de prohibiciones chel (1830) (véase el gráfico adjunto) está más próximo a las
matrimoniales y una alta tasa de endogamia local parecían ideas actuales . que la rígida distinción de Reichenbach, pero
contradecirse. Optó por enfrentarse al problema, y, contra lo no debemos olvidar que cuando la distinción se introdujo lo
que podía pensar Radcliffe-Brown, tardó en resolverlo más que se estaba combatiendo era la idea de que el uso de mé
de diez años. De las dificultades de Marwick y del trabajo de todos inductivos era el camino que conducía a las certezas y
l
campo de Héritier me ocuparé también en el capítulo 4. Pien se trataba de subrayar que, a) muchos descubrimientos cien
so que en el análisis que hace Héritier de sus datos etnográ tíficos importantes no se ajustan al patrón baconiano, y b) la
ficos se puede encontrar un modelo de procedimiento para aceptabilidad de las teorías no viene dada por los procedi
resolver algunos de los problemas de desarrollo científico en mientos que llevan a formularlas sino por la confirmación ex
antropología cultural. perimental de consecuencias contrastables que puedan dedu
cirse de ellas.
Hoy, una y otra cuestión están lo suficientemente bien es
tablecidas para que la cruzada contra la inducción haya per
Modelos heurísticos y ·modelos teóricos dido parte de su interés y éste se centre en la posibilidad de
descubrir pautas de racionalidad en el desarrollo científico,
Cuando Reichenbach; en Experience and Prediction, . 1 938, tanto en la construcción o el descubrimiento de hipótesis como
formuló la distinción entre contexto del descubrimiento y con- en las razones últimas para su aceptación o rechazo.
. texto de la validación, no se limitó a recoger la dicotomía de Bunge, tras recordar que el ars inveniendi no ha sido· nun•
Herschel --!para el que, recordemos, la validación de una ca inventado, incluye entre las vías heurísticas la inducción,
teoría era independiente de cómo se había llegado a formu la analogía y la deducción a partir de suposiciones extracien- -
larla-, sino que fue mucho más allá, sosteniendo que no tíficas y piensa que el camino para llegar a hipótesis que son
había lógica alguna en el proceso de descubrimiento científico remates de cadenas inferenciales no demostrativas puede ser
y que esta etapa debía ser estudiada no por la epistemología, facilitado «por el sistemático reordenamiento de los datos, la
sino por la historia y la psicología de la ciencia. supresión imaginaria de factores con el fin de descubrir las
64
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. .i
tesis: las características del objeto de estudio y el uso de mo
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delos con valor heurístico (no podemos olvidar que el modelo En el siglo xvm, diversos experimentos establecieron el
orgánico primero, después el lingüístico, han tenido un papel efecto que producía la temperatura sobre el volumen, prime
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las clasificaciones, requieren consideración aparte. Lo haré al tante, el gas se dilata al aumentar la temperatura; 2) si · ·
final del capítulo, después de haber discutido un aspecto esen- � un gas se calienta en un recipiente cerrado, es decir, a volu
cial en la epistemología de Lakatos : la vinculación entre la
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men constante, aumenta la presión.
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contrastación de teorías y la construcción de herramientas n Las tres leyes y las relaciones de dependencia entre las tres
conceptuales. ·'I variables -presión, volumen, temperatura- se sistematiza
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Hanson, que combatió en su obra la distinción entre con- ron en la ecuación de estado de los gases. Pero las leyes em
j di
1
texto del descubrimiento y de la validación, ha insistido en píricas de Boyle-Mariotte y de Gay-Lussac permanecieron sin
que el patrón de descubrimiento básico es la «retroducción» :
es razonable formular una teoría si explica una serie de fenó-
J¡ explicación hasta que Maxvell y Boltzman desarrollan la teo
-,�·
¡ menos que se conocen previamente (Hanson, 1977 : 5 1-54).
'> T estructura molecular de la materia. De acuerdo con esta teo
Hempel señaló que, con frecuencia, las teorías se introdu-
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ría, las moléculas gaseosas están en un movimiento constante
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y desordenado, chocando entre sí y con las paredes del reci
han revelado un sistema de uniformidades que se pueden ex- ;,i{ piente que las contienen, y en sus trayectorias se mueven a
el
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car estas regularidades y dar una interpretación más profunda mérico obedece a una ley de distribución basada en el cálcu
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ª e l s tudio de Durkheim sobre el suicidio. Interesado en explicar
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taciones de entidades o procesos que están por detrás o por �f
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l p e s por qué las tasas de suicidio son más altas en unas comunida
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des que en otras, tomó una muestra de suicidios realizados
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debajo de ellas. Se supone que hay leyes o principios teóricos durante varios años del siglo XIX en diversas comunidades
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tantes y afirmó que en los individuos la incidencia de la con
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los gases se fueron conociendo paulatinamente; En parttcu ar, 1 ,, ducta desviada es inversamente proporcional al grado de inte
durante el siglo XVII, el químico inglés Boyle, y más tarde, gración social.
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siderarse como eI aumento o disminución del factor sobre
De una manera análoga, Morgan (187 1 ) estableció una
cuya base se hace la ordenación, es razonable rpensar que la
generalización empírica , la existencia de tres tipos básicos de
ordenación puede ·ser resultado de un proceso evolutivo.
sistemas de parentesco : el hawaiiano, el iroqués y el esquimal,
3) Si las características de un dominio pueden estimular
y trató de explicarlos por medio de una teoría evolutiva que
los conectaba con tres formas sucesivas de matrimonio : el la formulación de un tipo de teoría, las teorías recíprocamen
L
te redefinen los dominios. Diferencias entre ítems que pare,
consanguíneo, el matrimonio punualúa y el matrimonio sin
cían grandes pasan a ser superficiales y al revés, semejanzas
diásmico.
que parecían importantes dejan de serlo; e ítems que habían
Shapere ( 1 979) ha investigado las implicaciones que para
sido clasificados juntos pasan a formar agrupaciones indepen
el desarrollo científico tienen las características de este con
dientes y se asocian a otros grupos. A menudo los propios
junto de fenómenos, al que ha denominado dominio, que en
un momento determinado del desarrollo de una ciencia se ítems llegan a ser redescritos de manera que resultan muy
poco familiares : « Incluso allí donde en último término se
consideran problemáticos y « exigen una teoría». Las tesis
conservan las primitivas y más obvias asociaciones, sólo se
centrales de Shapere son éstas:
las conserva después de una crítica y sobre la base de que van
1 ) El dominio es un cúmulo de ítems de información
más allá de las meras semejanzas preconceptuales o presu
problemática (Shapere, 1979: 570; la) ítems para evitar ha
puestos primidvos no críticos que constituían la base más
blar de «hechos». Los componentes de un domi�io pueden
l
obvia de su asociación original» (Shapere, 1 979: 572).
ser fenómenos observables, pero también teorías formuladas
4) Además de problemas teóricos, hay problemas especí
previamente o entidades hipotéticas. Para el estudio de los
ficos de dominio como los relativos a la definición del domi
dominios, la distinción teórico/observacional es irrelevante;
nio, a su alcance, a la medida de las propiedades de los ítems
l
:il
lb) problemáticos, porque un dominio se convierte en objeto
o a las relaciones que entre ellos se establecen. �f
de estudio en la medida en que hay planteado algún problema
Tanto a la hora de enfrentarse a problemas teóricos como �
en relación con él. Se trata también de problemas que se con-
;f,
"} al abordar problemas de dominio, es muy frecuente recurrir
¡-
;.o�:
sideran importantes y tales que la ciencia está «lista» para
al uso heurístico de modelos. «Modelo» es un término ambi ,'€:
ocuparse de ellos. ·;::t�.c:
Shapere piensa que los problemas de los que se ocupa una -•·� guo, a causa de sus diferentes usos. En particular hay dos
,f;:[ usos de modelo casi opuestos. Cuando se habla de modelo de
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una teoría se está haciendo referencia a un · conjunto o más
go de su desarrollo: «En las primeras etapas del desarrollo
�: ::!:r{.�
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· teoría. (Un sistema es un conjunto de fenómenos o individuos
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·· y una serie de relaciones o funciones que se dan entre ellos.)
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d senta, en el otro la teoría que representa al sistema. Un tercer
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uso del término modelo se hace cuando se habla de un sistema el paso de corriente eléctrica por los cables. Pero una vez
que sirve de modelo para otro. Sería propiamente un modelo se construye la teoría para el segundo sistema, hay que
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heurístico, y en este uso está implícita la noción de modelo de
·
. Otras veces S2 sirve de modelo para S1 porque S2 es un
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ma en que se cumple lo que dice la teoría- es el único
¡;
•
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de la metodología. Donde se emplea la palabra "modelo "
como sinónimo de teoría, lo más práctico sería dejar de usar�
la en dichos contextos y sustituirla por fa palabra "teoría ",
sistema orgártico y el sistema lingüístico como modelos para
el sistema cultural. El modelo orgánico sugiere que en ciertos
aspectos el sistema cultural mostrará relaciones y procesos
:1 de uso mucho menos confundente» (o.e., p . 138). similares a los encontrados en sistemas orgánicos. Como sub
¡:
il' En antropología, hay una larga tradición de utilización rayan Kaplan y Manners, el uso heurístico de modelos puede
del término modelo en el sentido de «modelo teórico», y se� facilitar la formulación de teorías, pero también tiene riesgos.
ría difícil 1proscribir este uso. Lo que sí intentaré es precisar Uno es olvidar que se trata de una analogía hipotética y que
las diferencias entre modelo de una teoría, modelo heurístico sólo 1a investigación empírica de sistemas culturales específi
Y modelo teórico, y hacer algunas consideraciones sobre las cos demostrará si el modelo es o no útil. Otro riesgo es con
vertir la analogía en identidad y tratar los sistemas culturales
l�-
características de los modelos teóricos.
1 ) Modelos de una teoría. En su propósito de aclarar el como si fueran sistemas orgánicos, o, como se ha hecho al
sentido de modelo que considera más propio e inequívoco, identificar los fenómenos culturales con fenómenos lingüís
Mosterín recurre a una analogía entre pintura y teoría. «Mo ticos, que la cultura «es una gramática lógica, un código o
delo» tendría el significado pictórico, «M es un modelo de T» una serie de reglas formales estructurales para generar actos
si T lo representa o describe. El estudio científico de un mo apropiados» (Kaplan y Manners, 1 979: 275 s.).
delo aspira a elaborar una teoría del sistema. Las variables de 3) Modelos teóricos. Un uso distinto del término modelo
está implícito cuando se habla de modelos como construccio
r
esta teoría se refieren a los individuos del sistema y sus con
ceptos corresponden a las relaciones y funciones del mismo nes supraempíricas. Se trata de esquematizaciones de la reali
(o.e. : 134). ·una teoría puede tener varios modelos y la cien: dad de cuyos elementos se puede dar una descripción precisa,
cía «normal», en el sentido de Kuhn, sería la búsqueda de exhaustiva y no muy complicada. Para Lévi-Strauss, los mo
nuevas aplicaciones o modelos de una teoría que se ha impues delos estructurales deben de reunir cuatro condiciones: 1 .ª)
to. Son posibles dos tipos . de investigaciones. Buscar teorías tener carácter de sistema, i.e. consistir de elementos tales que
que den cuenta de un dominio o buscar nuevos modelos para una modificación cualquiera en uno de ellos entraña una mo
una teoría ya propuesta. dificación en todos fos demás; 2.ª) pertenecer a un grupo de
2) Modelos heurísticos. Cuando un sistema es muy. com transformaciones, de manera que el conjunto de estas transfor
plicado y es difícil formular una teoría que dé cuenta de él, se maciones constituya un grupo de modelos; 3.ª) que se pueda
recurre a un sistema más sencillo que «sirva de modelo» para predecir cómo reaccionará el modelo si se modifica un ele
el estudio del primero. Por ejemplo, cuando el paso de agua mento; 4.ª) que su funcionamiento pueda dar cuenta de todos.
por una tubería se utiliza como modelo heurístico para estu- los hechos observados (Lévi-Strauss, 1 977 [ 1953 ] : 25 1 s.) y
70 71
1-
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su propósito es construir la «estructura social» como un mo entre sí y en desacúerdo con Portes, Goody, Gough y Gluck
delo estructural superempírico, frente a la estructura social de roan, que a su vez están más de acuerdo entre sí sobre cier·
Itadcliffe-Brown, que es un conjunto de relaciones sociales tos puntos que con los anteriores» (o.e.: 73 ) .
empíricas. También para Evans-Pritchard la estructura social É n el capítulo tercero, a l hablar de principios meta-teóri
es un constructo teórico, pero se trata de un modelo teórico cos , trataré de analizar la naturaleza de estos acuerdos, pero
distinto. quiero adelantar que incluyen acuerdos metodológicos. Por
[
Schneider ( 1 965 : 58 s.) ha contrapuesto el modelo de so eso no es suficiente decir que en uno y otro caso los modelos
ciedad segmentada de Lévi-Strauss al modelo de sociedad seg teóricos son supraempíricos, hay que precisar también de qué
mentada de Evans-Pritchard y Portes. En el primero; los manera se vinculan con los hechos, porque ésta puede ser 1 ;·
l
una razón para preferir un modelo o el otro. i, l.
:!If.
s7gmentos están artict,dados en un sistema lógicamente rela
ctonado por la norma de filiación, el modo de clasificación Entiendo las razones de Nutini cuando pide que la cons i
1
mentos. En el otro, los segmentos están definidos por la norma
:�.1¡
de filiación, la exogamia y la extensión variable de los seg lacionen estas entidades con los fenómenos empíricos que ¡�
tratan de explicar, porque de lo contrario el cambio de posi
�e?tos en t,é:minos de funciones específicas (domésticas, ju 1¡
1¡ :
nd1cas, ipohttcas, residenciales, territoriales, etc.). Propone ciones en antropología será del empirismo a la metafísica I
!�
lil1
l
(Nutini, 1 975 : 355 s.), pero es evidente que a Lévi-Strauss
·
l!¡:
hacen desde la teoría de la alianza y desde la teoría de la la justificación que hace Durkheim de la extensión de las ca
racterísticas del totemismo a las características generales de la
L
filiación -para utilizar las expresiones de Dumont- de ��
cuestiones tales como el análisis de las terminologías de pa vida religiosa : «Cuando una ley ha sido probada por una ex
periencia bien hecha, esta prueba es universalmente válida»
11 ·:
r7ntesco, el levirato, el sororato, la relación avuncular, el pre
.
c10 de la novia y la estabilidad matrimonial como consecuen (1 977: 260 ), y así lo pone en práctica en Las estructuras ele
mentales del parentesco. «De hecho -argumentaba Durk
¡, 1 "
la fuerza del linaje o del peso relativo de la consanguinidad' ahora a una causa, ahora a otra» (1 9 1 5 : 4 1 5). Para Lévi
Strauss, y un buen número de antropólogos que le siguieron,
1
Y. de la finidad entre linajes porque se trata de «linajes» dis
� .
tintos. S1 lo tiene comparar la teoría de la alianza y teoría de la causa, tanto de las ideas como de la acción, había que bus
la filiación desde otros puntos de vista, por ejemplo subrayar, carla en las cualidades de la mente. La necesidad cartesiana
como hace . Schneider, que la teoría de la alianza es capaz de de «separar» hipótesis se simplifica así considerablemente . .
ocuparse del sistema simbólico como un sistema . distinto al Podemos estar o no de acuerdo con el estructuralismo,
sistema social pero vinculado a él, cosa que la teoría de la pero hemos de tener en cuenta que en la construcción de los
modelos estructurales están presentes hipótesis sobre la uni
1·
filiación no puede hacer ( 1 965 : 78). J
formidad de la mente humana y las constricciones que ejerce
'!',
1
Pero Schneider es extremadamente cauto con los términos , ·1
l
que utiliza, y aclara: «He utilizado los términos " teoría de la sobre la cultura, y que son estas hipótesis las que se aducen
para legitimar las generalizaciones. De modo más . general,
1 1
alia�za " y "teoría de la filiación" de acuerdo con la suge
rencia de Dumont, y esas palabras sólo significan que en cier detrás de los distintos tipos de modelos teóricos aparecen filo ..
tos aspectos cuidadosamente determinados, Lévi-Strauss, sofías de la ciencia distintas, o en términos de Hanson : « Lo
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Leach, Dumont y Needham están generalmente de acuerdo que los modelos deben hacer para ser modelos está relaciona-
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Lo que hay
do con lo qu� la� teorías deben hacer para ser teorías y con Nº ay
h una antropología legítima y otra ilegítima.
ación entre los métodos
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antigu os del antigu o Alto Volta, durante
Hanson sitúa en un extremo del mundo filosófico a aque� oblados samo más
.
llos P��a qmenes cualquier diferencia sobre el modo de repre �l cual el tudan a, el señor de la tierra , propu so que se modi
monio para que fuera posible ca-
se�tacion y las propiedades de los fenómenos es un defecto� ficasen las reglas de matri
io ado:
Dice de ellos que retrocederán ante los «grandes retratos» de sarse en tre sí, en el prop pobl
i
Los demás no os los dan
Atenas, dice, «señalan hacia abajo», hacia el fundamento
e��a línea, pueden ser ubica�os entre los empiristas, o los po-
entregárselo?
de la experiencia. Según lo que estén dispuestos a avanzar por vais a expulsar a lo que es vuestro para
ía se arrast ran por el suelo
Y todas esas niñas que todav
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explicaciones probabilísticas. Las leyes universales son enun
No vamos a encontrar en la filosofía de la ciencia actual ciados que afirman la existencia de una conexión uniforme en ¡¡
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descalificaciones. Al final de su trabajo sobre la comparación tre diferentes fenómenos empíricos o entre diferentes aspectos
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de las distintas metodologías, Lakatos se pregunta si no sería de un fenómeno empírico. Las leyes probabilísticas sólo afir
j ¡1
¡ : arrogante pedir que volviera a comenzar la actividad cientí man cuál es la probabilidad de que estas conexiones se pro
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fica si, por ejemplo, resulta que la ciencia newtoniana o einste duzcan.
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niana han violado las reglas a priori del juego de Bacon o En relación con lo que dicen de los. fenómenos, las expli
[
Carnap o Popper y su respuesta es, por supuesto, que sería
il
caciones pueden ser causales, si dan cuenta de su existencia,
l
arrogancia (Lakatos, 1983 : 177). Pero aun aceptando un sis genéticas o evolutivas, si hacen entender su desarrollo y las
1
tema de autoridad pluralista, que recurre a veces a la sabi fases que han atravesado, y composicionales, si establecen las :l
duría del tribunal científico, otras al código del filósofo, con relaciones entre sus partes. Las explicaciones funcionales son ]·
fía Lakatos en la función de una buena metodología (« desti un tipo particular de explicación composicional. Por último, 1
:
lada» de las ciencias maduras) para las ciencias dudosas e in las explicaciones pueden ser endógenas _:si dependen de en 1
¡:
maduras (o.e . : 1 78, nota 1 33). tidades, procesos o propiedades componentes del fenómeno-,
Con escaso entusiasmo por l a metáfora jurídica, tan que o exógenas -si sitúan al fenómeno en conjuntos más amplios
rida a Toulmin, pienso que podemos aceptar de buen grado de los que es una parte (Nagel, 1978 : 3 1-36; Shapere, 1979 : ¡,
de la metodología y de la historia de la ciencia sugerencias Wallace, 1 980: 100-105).
;
sobre caminos a seguir, análisis de vías que están cerradas Dar una explicación deductiva de un fenómeno consiste
para llegar a ciertos fines, incluso el esclarecimiento de per en deducirlo de una serie de leyes universales y de unas cir
plejidades. Los juicios ya los harán las instituciones. cunstancias particulares, es decir, en mostrar que el explanan
l
dum es una consecuencia lógica de las premisas del explanans . ,, <
Hempel ( 1 979b : 80) afirma que las explicaciones nomoló- �'
Explicaciones deterministas y probabilísticas gico-deductivas nos permiten entender por qué ocurrió un <;.�:
fenómeno mostrándonos que, dadas las leyes en cuestión y las
Tipos de explicaciones circunstancias particulares, era de esperar que el fenómeno \\'.,
ocurriera. El esquema general de una explicación deductiva :z:;;.
Explicar un fenómeno consiste en dar causas de él_, tanto afirma que, si se dan unas condiciones de tipo P, se darán
si se trata de hechos, de tendencias o de regularidades. Una otras de tipo Q, y que para el fenómeno en cuestión las con
explicación nomológica supone establecer unas leyes de acuer diciones específicas P se dan:
do con las cuales se producen los fenómenos. .
En una explicación hay dos constituyentes fundamentales, px Qx
el explanandum y el explanans. El explanandum es la propo Pa
sición que describe el fenómeno a explicar. El explanans las ªª
proposiciones que se aducen para dar cuenta del fenómeno.
La explicación causal es una explicación . nomológico-de-
El explanans está compuesto por una serie de proposiciones,
ductiva. En el contexto de la explicación científica -afirma
unas que representan leyes y otras que describen las condi
Hempel- una «causa debe considerarse como una serie más
ciones iniciales o antecedentes.
Ci, C2
o menos completa de circunstancias y sucesos, que pueden
Hay varios ·tipos de explicaciones. Si nos atenemos al tipo
ser descritos por una serie de proposiciones . . . Ck». Así
de leyes en las que se basan, ·podemos hablar de explicaciones
pues, la explicación causal afirma implícitamente que hay le-
nomológico-deductivas, que se basan en leyes universales, y
77
76
yes generales o universales -L1,
Li, . . . Lr- en virtud de l ás
cuales el que ocurran los ante
cedentes mencionados en c1ones -con frecuencia tácitas- relativas al tipo de sucesos
C1, C2, . . . Ck, es una condición sufic que tienen importancia causal para el desarrollo · del sistema.
·
· ·
Wallace, 1980 : 95 s.). 'lo incluyen enunciados singulares, smo supos1c10nes gene
Las leyes suelen estar contenidas de
forma implícita en las
:� les acerca de las dependencias causales de diversos tipos de
explicaciones. Así, «se ha caído la sucesos (Nagel, 1978 : 36).
l
sopa en la cocina porque . .
me olvidé de quitar la tapa de la olla · Otro tipo particular de explicación son l �s �xphcac1ones
de �n
que se aumenta la tempe ·mas
ratura a la que está sometida un realiza
gas, manteniendo el volu , .
men constante, aumentará la pres para mantener o dar concreción a ciertas caractensttcas
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Px Qx
Pa
11
Leyes universales y probabilísticas,
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, :1 ºª leyes empíricas y teóricas
r�1 ·I
1: La diferencia es que en la expl
icación Oa es un hecho co-
pero no todos los enunciados de este tipo son leyes. �ay una
nocido, del que se da cuenta a Una ley universal es un enunciado del tipo V,,, Px � Q,,,
partir de la ley y de Pa (las
r condiciones iniciales) y en la pred
icción Oa es un hecho toda
' '!
. :1
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vía no conocido, cuya existencia universalidad accidental, «de hecho» -todos los romerales
se infiere,,a partir de la ley
..
o leyes y de Po.. que hay en esta caja son de hierro- y una universalidad ne-
l Las explicaciones genéticas constitu cesaria.
yen un caso particular Hempel recoge el criterio que Goodman propuso para dis-
de explicación causal. El propósito
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modo análogo para justificar el enunciado contrafáctico: "Si rías, se proponen cómo parte de una teoría. Las leyes teóricas !i
hubiéramos puesto este agujero en la caja, contendría hie ayudan a explicar leyes empíricas formuladas con anteriori i
1
rro". De modo semejante la ley, en contraste con una genera dad y permiten la derivación de leyes ·empíricas nuevas. Las
lización accidentalmente verdadera, puede justificar condicio leyes empíricas pueden sobrevivir a teorías sucesivas que las
11
nales subjuntivos, es decir, enunciados del tipo "Si acontecie expliquen.
ra A, entonces también acontecería B", donde se deja en sus Las leyes teóricas plantean dos problemas de los que ya fj
[
penso si A ha sucedido o no de hecho. El enunciado "Si pu he hablado: a) ¿cómo pueden descubrirse las teorías que las
siéramos esta vela de parafina en agua hirviendo, entonces se implican?; y b) ¿cómo puede obtenerse el tipo de conocimien 1·
fundiría", es un ejemplo» ( 1 979a: 88). to que permite justificar la afirmación de una ley teórica? 1
1
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Además de leyes universales hay leyes estadísticas, que Para la primera pregunta, no hay respuesta. A una teoría 1
afirman la probabilidad de que se produzcan conexiones en no se llega por generalización a partir de los hechos, se la
tre dos fenómenos o entre aspectos diferentes de un fenómeno. inventa. Y, en relación con la segunda, ya se ha visto · que
l·
Si las leyes no son universales, sino estadísticas, una argumen una teoría se propone como hipótesis: después no se la jus
tación que se base en ellas no es deductiva, sino probabilís tifica, se pone a prueba. De la teoría se derivan ciertas leyes
tica, las premisas no implican formalmente el explanandum. empíricas. Pueden ser leyes empíricas bien conocidas, que de
«Las explicaciones probabilísticas -escribe Hegel- se este modo llegan a explicarse, o leyes empíricas nuevas que
presentan habitualmente cuando las premisas explicativas con explican por primera vez fenómenos. De hecho, la fuerza de
tienen una suposición estadística acerca de algunas clases de una teoría no está en que dé cuenta de las viejas leyes sino
elementos, mientras que el explanandum es un enunciado sin en su poder de predicción. En su poder para sugerir nuevas
gular acerca de un individuo de esta clase» ( 1 978: 33). Dado leyes que puedan ser confirmadas por medios empíricos.
l
el carácter estadístico de las leyes en que se basa, una expli Por su parte, las generalizaciones empíricas, a no ser que
cación probabilística sólo nos dice que, a la vista de las leyes tengan un respaldo teórico, se nos presentan como algo
específicas y de las circunstancias particulares, el fenómeno que puede ser tan sólo una serie notable de coincidencias. Éste
a explicar podía esperarse con más o menos probabilidad; es un punto que sirve con frecuencia de acusación contra las
mientras que una explicación deductiva muestra que, dada la ciencias sociales, ya que suelen fracasar a la hora de explicar
verdad de la información explicativa, el que ocurra el fenó-,, sus generalizaciones en términos de teorías sociales (Theo
i;neno es cuestión que se sigue con certeza deductiva (Hempél, bald, 1 978: 1 08).
1 965, en Wallace, 1 980 : 96). En el epígrafe que sigue discu En relación con esta debilidad de las ciencias sociales,
tiré en qué medida se puede ac.eptar a las explicaciones pro Merton escribe que cuando se afirma que el objeto de la teoría
babilísticas como ex,plicaciones científicas genuinas, esto es, sociológica es llegar a uniformidades sociales, no se distinguen
contrastables. los dos tipos de enunciados de uniformidades que difieren de
Otra distinción que se puede hacer entre las leyes de la manera importante en sus relaciones con la teoría: las propo
ciencia es la de leyes empíricas y leyes teóricas. Las leyes em siciones aisladas que resumen uniformidades observadas de
píricas son las que contienen leyes directamente observables relaciones entre dos o más variables y las leyes científicas,
por los sentidos o medibles mediante técnicas relativamente enunciados de invarianzas que se derivan de una teoría. Las
simples. A veces estas leyes reciben el nombre de generaliza generalizaciones empíricas sólo suministran las materias pri
ciones empíricas para recordar que se obtienen mediante la mas para la sociología como disciplina. «La tarea teórica y
generalización de los resultados de las observaciones y medi la orientación de la investigación empírica hacia la teoría
ciones. Las leyes teóricas se establecen en el fo.terior de teo- empiezan cuando se establece por tanteo la relación de las
80 81
o con otra variable adicional
uniformidades con un conjunto de proposiciones relacionadas
entre sí» ( 1 972: 105).
Sin embargo, Merton insiste en que no pueden diseñarse
las investigaciones de modo que, limitándose a poner a prue
ba hipótesis, anulen la posibilidad de seguir corazona�as, de
descubrir nuevas generalizaciones empíricas que despues pue
den integrarse en una teoría: « La investigación empíric.a fruc
L
tífera no sólo comprueb a hipótesis teóricamente derivadas,
(Blalock, 1 97 1 : 78 s.)
sino que también origina hipótesis nuevas. Esto puede llamar y e) Que exista una .teoría que vincule Y a X, y que la
se el ingrediente de " serendipid ad" de la investigación, o sea experiencia no haya refutado . .
el descubrimiento, por casualidad o por sagacidad, de resul Muchas veces se ha puesto en cuestión 1á validez de las
.
tados válidos que no se buscaban» (ibídem). correlaciones que se obtienen comparando dos o más contex
tos culturales distintos . Leach, por ejemplo, critica la relación
que Murdock .establece entre la existencia de una regla de
Correlaciones y relaciones causales filiación matrilineal y una terminología de parentesco en la
que la hermana del padre y la hija de la hermaná del padre se
Con frecuencia, el resultado de una investigación es el sitúan en una categoría única. A Leach, este tipo de estadís
establecimiento de correlaciones. Dos variables, X e Y, se
dice que están correlacionadas si a variaciones en magn�tud
ticas le parece carente de todo sentido. Pero alguno debe de
· tener cuando en una muestra de 239 sociedades, de las que
de X corresponden variaciones .proporcionales de magmtud 50 son matrilineales y 189 no, el porcentaje de equivalencias
en Y y viceversa. De la existencia de una correlación no po entre el término para la hermana del padre y el que se utiliza
demos inferir una r.elación causal X � Y. El establecimiento para la hija de la hermana del padre es de 4,4 % en los no
de una correlación sólo tiene valor predictivo en cuanto a la matrilineales frente al 42 % de los matrilineales (porcentaje
aparición de los factores; si X entonces Y, si Y entonces X. cuya posibilidad de ser igualado o superado en una muestra
Para que haya una relación causal tiene que darse: al azar es del 1 %0) (Murdock, 1 965 : 167). Los datos comple
a) Una secuencia temporal, de forma que Y, por ejemplo, tos aducidos por Murdock son éstos:
sea precedida por X. Esto hace posible X � Y.
b) Que . se haya descartado la existencia de una variable o
variables que· generen X e Y y hagan la relación espúrea. Una
doble o
Filiación matrilineal Filiación' patrilineal
relación de este tipo sería
· ·
exclusiva con
exogamia bilateral .
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X
Pares de Igual Distinto Igual Distinto
parientes término término término término
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hihePa-hePa 21 ' 29 8 . 181
y · hiHema-hiHe · 15 33 7 181
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o no en cualquier caso futuro, porque no hay detrás una teoría terios adecuados que determinan qué desviaciones de las fre
· aceptada que dé soporte racional a las predicciones, en abs� cuencias observadas a partir de la probabilidad enunciada por
luto comparto la conclusión: «El parecido entre tal descubri una hipótesis ha de contar como base para rechazarla, o al
[
miento y un verdadero descubrimiento científico es absoluta menos para cuestionarla.
mente engañoso. El vínculo entre la filiación matrilineal Y el Supongamos una hipótesis teórica H, sea o no probabilís
uso de términos de parentesco es una cuestión de lógica. La tica, y una consecuencia empírica C, de modo que H � C. Si
C es verdadera, no podemos afirmar la validez de H (falacia
L
correlación puede deducirse directamente de las operaciones
necesarias para crear una definición satisfactoria de "grupo de afirmar el consecuente), porque C puede explicarse por
de filiación matrilineal" . Lo sorprendente no es la asociación un número no determinado de teorías alternativas, pero no
empírica de hechos, sino su ausencia. La circunstancia de que rechazamos H. La aceptamos provisionalmente. De este modo
la estadística de Murdock no funcione al cien por cien nos corremos el riesgo de no descartar una hipótesis efectivamen
proporciona una información útil, pero científicamente des te falsa. Este posible error, común a las hipótesis cuya forma
concertante, de que los datos culturales no siempre son cohe es un enunciado universal y a las probabilísticas, se llama en
rentes, y esto invalida toda la metodología comparativista» estadística un error de tipo 11 o � .
(Leach, 1975b : 1 70). El nombre de error 1 o a se reserva para otro riesgo,
Yo concluiría de otra manera. Más que datos culturales esta vez específico. de la falsación de hipótesis estadísticas.
incoherentes, la tabla me sugiere la posibilidad de factores que Si H es una hipótesis probabilística, de ella no se sigue nin
actúen junto a la matrilinealidad sin que hayan sido todavía guna consecuencia C, cuya falsedad permita descartarla con
descubiertos. Murdock me hace pensar en las defectuosas co certeza. H sólo hace a C probable, y al descartar H si C es
rrelaciones que entre presión y volumen de un gas pudo obte falsa corremos el riesgo de descartar una hipótesis correcta.
l
ner Boyle, antes de que Mariotte descubriera que había que Éste es el error a de los estadísticos.
mantener la temperatura constante. Pero aunque esos factores
1
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En una prueba estadística, la probabilidad del riesgo a se
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no existieran, o no llegaran a descubrirse, junto con otros te puede poner en el valor que se desee. Este valor es el nivel de :¡)�'
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significación de la prueba. Voy a detenerme en los pasos nece
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Maxvell, la tendencia es suficientemente fuerte como para que sarios para establecerlo. r,�. ,,
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constituya un problema a explicar.
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sible de un experimento, o con grupos de resultados, la dis
tribución resultante de probabilidad se designa con el nom
Explicaciones probabilísticas. en antr�pología bre de distribución de muestreo (Blalock, 1966: 135). Si se , ¡i
84 85
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supuestos, de los cuales n-1 se aceptan y 1 se pone a prueba. tos contraproducentes serios (Blalock, 1966: 142; Nagel,
2) Obtener la distribución de muestreo. 1978: 447). Situaciones de este tipo se han utilizado para
3) Estipular en qué condiciones se descartará la hipótesis. subrayar el peso de la subjetividad en las ciencias sociales,
Esto supone dividir los resultados posibles, a partir del cono pero no es un problema de ciencias sociales o naturales; sino
cimiento de la distribución de muestreo, en dos grupos, los de ciencia pura o aplicada. Pensemos, por ejemplo, en la aero
resultados improbables, que se designan como región crítica, dinámica, o en la utilización de materias radiactivas.
y que en caso de producirse llevarán al rechazo de la hipóte En antropología se han utilizado métodos estadísticos des"
L
sis, y los resultados que se consideran compatibles con la de hace por lo menos un siglo, cuando Tylor, en 1 889, en el
hipótesis. El establecimiento de la región crítica tiene por artículo ya mencionado, que Harris considera . el más impor
objeto descartar cualidades de la muestra que no se deben a tante de todos los artículos de la antropología del siglo XIX
cualidades de la población, sino al azar. Pero si los supuestos (1978a: 1 36), buscó en más de 300 sociedades las probabili
que se descartan son correctos, se comete el error a. La pro dades de asociación (adhesiones) entreJa residencia postma
babilidad de cometer un error de este tipo, el nivel de signi triroonial, la filiación, la tecknonimia y la covada. Uno de los
ficación, es igual a la suma de probabilidades de que se den objetivos de -estas comparaciones estadísticas era, mediante la
resultados incluidos en la región crítica. Es decir, si la proba recopilaciqn de un gran número de datos, corregir los errores
bilidad de dos resultados en la distribución de muestreo es de la etnografía que servía de base a teorías sobre las regula
de 3 % y 4 % , respectivamente, y decidimos establecer en ciones del matrimonio y la prohibición del incesto.
0,05 . el nivel de significación, al descartar ese resultado tene En el primer tercio del siglo xx siguieron haciéndose re
mos un 7 % de probabilidades de descartar una hipótesis copilaciones de datos para obtener correlaciones estadísticas
verdadera. entre características de distintas sociedades. En particular, se
l-
4) Evidentemente, cuando crece el riesgo de cometer un trató de establecer áreas de difusión cultural, clasificando los
86 87
borar una teoría del comportamiento humano y de la cultura. diversos componentes están ajustándose continuamente uno al
otro, a distinta velocidad e intensidad. Si no hubiera disrup
1 r¡ r
1
Parte del supuesto de que todas las culturas, por ser humanas,
tienen mucho en común, lo que tiene que permitir generaliza ciones, los ajustes llevarían a la cultura a una posición de
ciones para toda la humanidad y toda la cultura. Su propósito equilibrio estable o perfecta integración; pero los hay constan
es reunir la mayor cantidad posible de información sobre el temente, en forma de .factores externos, accidentes históricos,
L
mayor número de sociedades, pasadas y presentes, porque, influencias no culturales. Sin embargo, el análisis estadístico
como consecuencia de su supuesto básico, su universo de com de un número adecuado de sociedades revelará qué aspec
paración es toda la vida humana, en cualquier tiempo y lugar. tos de la cultura se afectan entre sí con más intensidad. Entre
Las sociedades de las que reúne información las clasifica estos atributos hay lo que Murdock y sus asociados llaman
de acuerdo con ciertas características y atributos culturales. una relación funcional.
Una característica cultural es algún aspecto de la cultura Murdock se interesa por la cultura como un todo cerra
(modo de matrimonio, afiliación lingüística, norma de resi do. Quizás esto explique la exclusión de entre sus caracterís
dencia, etc.). Un atributo, el valor de una característica en ticas de factores externos, como el entorno físico y el tamaño
una sociedad concreta (matrimonio polígamo, lengua khoisá de la población, a pesar de que él mismo los considera causa
nida, matrilocalidad) . El inventario entonces toma esta forma: les; factores económicos, como los recursos disponibles, la
división del trabajo; la super.población; factores de cambio
característica 1 , característica 2, etc., social, etc. (Barnes, 1 97 1 : 1 1-24).
símbolo valor símbolo valor
En la realización de este proyecto Murdock reúne, a par
sociedad 1
sociedad 2 símbolo valor símbolo valor tir de 1937, los archivos etnográficos del Cross-Cultural Sur
etc. vey, en el Instituto de Relaciones Humanas de la Universidad
de Yale, que a partir de 1945 se llaman Human Relation
La esencia del Cross-Cultural Method de Murdock es esta Area Files (HRAF). Las unidades de los HRAF son «cultural
blecer, mediante técnicas estadísticas, asociaciones entre pares files», que contienen información sobre una cultura o sobre
de atributos. Las correlaciones no tienen por sí mismas nin un grupo de unidades culturales relacionadas. La información
gún valor explicativo. Las explicaciones de estas asociaciones, relativa a cada unidad cultural está organizada en unas 700
que remiten a alguna teoría de la cultura construida con aytr categorías agrupadas en unos ochenta temas principales
da de la sociología, la antropología histórica, la psicología (cf. Murdock y otros, 1938 y revisiones posteriores).
behaviorista y el psicoanálisis, son .de tres clases: 1 ) genética: A partir de los materiales etnográficos reunidos en los
serán similares dos sociedades · si los miembros de una des HRAF y de bibliografía clásica se han construido diversas
cienden de los de la otra, por ejemplo, Australia en el siglo XX muestras culturales ( cf. entre otros Murdock, 1965 [ 1949];
y Gran Bretaña en el siglo x1x, o si los de ambas descienden Murdock, 1 975 [ 1957], 1966, 1967, 1968; Naroll, 1967; Tex
de las de una tercera, en este caso de Gran Bretaña en el si tor, 1967; Naroll y otros, i970; Lagace, 1977).
glo xvm; 2) histórica: dos sociedades pueden ser similares Los archivos o, con más frecuencia, las codificaciones et
porque una ha copiado rasgos de la otra (difusión); 3) rela nográficas que se han publicado a partir de ellos, han servido
ciones funcionales: otras similitudes están causadas por la para realizar dos tipos de trabajos: de una parte, el estableci
adaptación mutua de los diversos atributos presentes en una miento de generalizaciones empíricas que se espera resulten
-
cultura. reveladoras, y por otra parte, la puesta a prueba de hipótesis,
Mur.dock está primordialmente interesado en las relacio como las de Schneider y Gough sobre la filiación matrilineal
nes funcionales. Parte de un modelo de cultura en el que los que Aberle ( 1 961 ), intenta comprobar. Pero, por razones de
88 89
' /
las que me ocuparé en el último capítulo, a pesar de la mucha nalmente, la existencia de una relación causal entre x e y,
literatura generada por el uso de métodos de comparación in · es necesario que x preceda a y, que se· haya descartado :una
tercultural, las realizaciones han sido poco valoradas cuando relación espúrea entre x e y, y que exista una teoría que
no ignoradas. Las críticas más frecuentes han sido al valor vincule a las dos variables.
de los datos, la elección de la muestra y la pertinencia de los Como no dejan de recordarnos los estadísticos (p.e., Ehr
atributos, así como a las técnicas estadísticas utilizadas y al lich y Flament, 1 964: 120), la estadística por sí sola no puede
L
alcance teórico de las conclusiones. Examinaré brevemente las proporcionarnos explicaciones o, en el · lenguaje impresionista
dos últimas en este punto, para volver después sobre la com del que gusta Harris, no podemos tirar los datos contra la
paración intercultural con más detalle. pared a ver si se agarran, las correlaciones a las que se llega
Muchos estudios comparativos recogen sólo pruebas esta por ese método no son capaces de construir su propia macro
¡
dísticas relativas a la significación . Las pruebas de significa teoría : « No podemos limitarnos a tirar nuestros datos contra
ción aseguran que las relaciones encontradas son reales, no se la pared y ver si se agarran según las pautas previstas. Antes
deben al azar, pero con frecuencia se las aplica más allá de bien, lo que tenemos que hacer es poner en cuestión nuestros
su capacidad de analizar los datos. En 1 975, Selvin anotó
_ datos, elaborarlos, clasificarlos y codificarlos de acuerdo con
trece errores típicos al interpretar estas pruebas, entre ellos las expectativas de nuestras premisas principales. Entonces,
no tener en cuenta que el que una relación sea real no signi y ·sólo entonees, el que no se agarren contra la pared se.rá una
fica que sea substantiva o teórica, puede ser espúrea, es decir, prueba contra nuestra premisa principal» (1978a: 548).
puede haber un factor enmascarado que sea responsable de la
relación. Dado que los antropólogos trabajan no con dos va
riables, sino con tres, o cuatro, o muchas más, deben someter Componentes y evolución de los sistemas
se los d atos a exigencias adicionales antes de conceder a una
relación una significación substantiva. Hay un tipo de explicación que requiere un tratamiento
En cualquier caso, los niveles de significación deben fijarse especial, la explicación funcional, porque · con frecuencia se
[.
antes de conocer los datos, no después. A veces se escudriñan ha tratado de separar a las ciencias que se ocupan de los seres
los datos; se eligen los más prometedores y se les aplican tra vivos -biología, ciencias sociales-,- del resto de las ciencias,
tamientos estadísticos. Las pruebas de significación no tienen sosteniendo que las ciencias sociales y biológicas requieren
ninguna relevancia cuando la muestra aparece ya sesgada por · una especial metodología científica puesto que los procesos
la hipótesis. Cuando se procede correctamente, las pruebas de vitales, y a fortiori sociales, responden a . un propó,sito; tienen
significación sólo sirven para alertar a los científicos, para des carácter teleológico, van eiiéaminados a un fi n , y en conse
cubrir un problema, para indicar que hay algo en los datos cuencia l as ciencias orgánicas tienen que dar cuenta de siste
que probablemente necesita ser explicado. mas orientados (formular orientaciones teleológicas) y, en par
Más allá de la existencia de una relación algo más que ticular, explicar fa función que cumplen los distintos compo-
azarosa, hay que reunir pruebas sobre la magnitud y la fuerza nentes de estos sistemas.
\,
·
de la correlación, utilizando métodos estadísticos de asocia.: En el lenguaje ordinario, hablamos del comportamiento de
ción y correlación.
�
los órganos vitales o de los grupos sociales como si este com
\
Debemos recordar en este punto que las correlaciones no portamiento se explicara o fuera causado por ciertos objeti
necesariamente suponen relaciones causales, y que como reco vos o fines. Pensemos en dos ejemplos comunes, la función
gí al hablar de explicaciones y correlaciones, si hay una aso de los leucocitos dentro del cuerpo humano y la del llanto
ciación entre x e y, para que se pueda aceiptar, aun provisio- ritual ante la muerte dentro de la sociedad trobriandesa. Las
\
\ 90 91
1-
afirmaciones que se hacen sobre unos y otros son de este· esquema de explicación incomparablemente distinto del co
tipo : 1) la función que cumple un aumento de leucocitos en mún en las ciencias físicas. Y que el uso de tales explicaciones
la sangre durante períodos de infección es la de proteger al en la biología no es una razón suficiente para sostener que esta
cuerpo contra el ataque de los organismos invasores; 2) la disciplina exige una lógica de la investigación radicalmente
persistencia de la costumbre funeraria «X» en una sociedad «y» distinta (Nagel, o.e . : 389). Volveré sobre la estructura de las
se explica, no por las funciones o propósitos manifiestos que explicaciones funcionales y sobre su uso en antropología.
les atribuyen los miembros de dicha sociedad, sino por su fun Pero las explicaciones teleológicas no son específicas de las
L
ción latente: poner de relieve los sentimientos de solidaridad ciencias biológicas y sociales. Y la constatación de que en sis
de sus miembros, mejorando así la moral ante el terror que temas químicos abiertos, si se perturba el estado estacionario,
la muerte inspira inevitablemente en la mayoría de los hom éste se restablece, siendo determinado más por las característi
bres (Rudner, 1980: 34). cas de todo el sistema que por un estado específico (Berta
Las explicaciones funcionales que tratan de dar cuenta Ianffi, 1956, 1 957, citado por Rapoport, 1977: 1 04), puso las
del comportamiento de partes de los organismos vivos o de bases para el desarrollo de una teoría general de los sistemas,
segmentos de la sociedad plantean dos problemas. El primero sean éstos físicos, biológicos, sociales o simbólicos. La teoría
es si la explicación teleológica es lógicamente diferente, o si general de sistemas es una de las tendencias más prometedoras
es reducible al tipo de explicación científica asociada a los dentro de la filosofía actual de la ciencia, y su propósito es
fenómenos no teleológicos. El segundo, si los comportamientos «integrar los distintos campos de estudio mediante una meto
teleológicos son exclusivos de los seres vivos, y en consecuen dología unificada de conceptualizació n» que se aplique por
cia apuntarían a una especificidad de las ciencias biológicas igual al lenguaje -como sistema de símbolos- o al sistema
y/o sociales. De un sistema se dice que es teleológico si hay solar (Rapoport, ibídem).
ciertos estados hacia los que tiende a moverse o en los que Objetivo d e la teoría general d e sistemas e s clasificar a
tiende a permanecer. los sistemas . según la naturaleza de sus relaciones con sus
Nagel se ocupa del primer problema en relación con las respectivos entornos y la búsqueda de leyes que gobiernan el
explicaciones de la biología. Una afirmación del tipo de las comportamiento general de cada uno de ellos. Por sistema se
[.
anteriores se puede formalizar de este modo: «La función entiende un conjunto finito o infinito de partes, entre las que
92 93
. / .
y la evolución. La estructura describe las relaciones recíprocas tribución al mantenimiento de una característica o condición
entre los componentes de un sistema, la disposición de sus del sistema al que pertenece. Desde esta perspectiva, la bióló
partes y la influencia potencial de unas sobre otras; el com gica es el modelo paradigmático para la investigación social
portamiento se refiere a los cambios de estado reversibles a (Nagel, 1 978: 470 s.). En cuanto al estructuralismo, una de
corto plazo de un organismo vivo, a sus respuestas inmediatas sus características -y lo que de acuerdo con . Kaplan y Man
a los estímulos ambientales, a las funciones de sus dispositivos ners le da esa apariencia avant-garde que comparte con la
homeostáticos destinados a mantener ciertos estados estacio nueva etnografía-, es que gran parte de su metodología espe
[
narios, etc., y la evolución corresponde a los cambios a largo cífica, su terminología y su marco conceptual ·derivan no sólo
plazo, típicamente irreversibles. de la lingüística estructural, sino de los avances más recientes
de la «alta ciencia», como las computadoras, la teoría de la
comunicación, la teoría de los juegos, etc. (1 979: 272).
·
La intersección de columnas y filas define campos particu El primer postulado, el postulado de la unidad funcional
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desarrollo al nivel de la sociedad, etc.
El enfoque matemático de la teoría general de sistemas rasgo cultural o social dete001inado (una creencia, una nor
pone más énfasis en conceptos como el de isomorfismo --co ma de conducta, una institución) tiene para diferentes grupos
rrespondencia biunívoca entre los elementos y las relaciones sociales o para los individuos de estos grupos. Merton subraya
de los dos sistemas- o sobre la construcción de modelos es que si no se especifican las unidades para las cuales es funcio
tocásticos que permiten calcular la probaoilidad de estados nal una manifestación social p cultural, se puede llegar a de
determinados. Uno y otro enfoque hacen hincapié respectiva fender la eficacia cohesiva de las guerras de religión. De ahí
mente en el valor heurístico de los modelos biológicos y de los la necesidad de que se admita de forma expresa que un ítem
modelos matemáticos para el estudio general de los sistemas. determinado puede tener consecuencias diferentes, funcionales
Una tercera fuente de la teoría general de sistemas es la ciber� y no funcionales, para los individuos, los subgrupos y la cul
nética, que estudia los procesamientos de la información con tura y la estructura social más amplios.
11
independencia de la naturaleza física de los sistemas implica El postulado del funcionalismo universal fue una reac"
dos. En este sentido biología, matemáticas y cibetnética son ción claramente exagerada contra la doctrina de las supervi�
/
tres fuentes de la teoría general de sistemas como orientación vencías. Toda manifestación de cultura o de estructura so
teórica, y tres ámbitos privilegiados para su desarrollo. cial puede tener funciones, pero no se puede afirmar, antes
1
Desde esta perspectiva es más fácil aproximarse tanto al de la investigación, que todas esas manifestaciones tienen · que·
funcionalismo como al estructuralismo como orientaciones teó ser funcionales.
ricas dentro de la antropología. Para el funcionalismo, el inte En cuanto al tercer postulado que Merton escudriña, el
rés de los elementos de la organización social está en la con- postulado de la indispensabilidad, postulado ambiguo que no
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se sabe si hace referencia a la función o a la cosa que tiene terísticas de un sistema teleológico y de las exigencias de una
la función o a ambas, contiene dos afirmaciones relacionadas explicación funcional.
entre sí pero diferenciables: que hay ciertos requisitos pre Para dar cuenta del funcionamiento de un sistema, de
vios funcionales y que ciertas formas culturales o sociales bemos proponer, como mínimo :
son indispensables para la realización de cada una de estas
funciones. Y contra él Merton nos pone expresamente en 1 . Una identificación de los componentes o elementos del
guardia: «La sociología y la antropología social tienen el sistema - u, v, w.
mejor motivo para evitar el postulado de la inevitabilidad de 2. Una especificación de los aspectos o características de
estructuras dadas y para operar sistemáticamente con el con los componentes, en relación con los cuales se deben
cepto de alternativas funcionales y de substitutos funciona facilitar descripciones de los estados del sistema. Para
les. Porque así como los legos erraron durante mucho tiempo un sistema S, cuyos componentes u, v, w tienen las
al suponer que las "extrañas " costumbres y creencias de otras propiedades métricas P, Q, R, una descripción de es
sociedades eran " meras supersticiones", así los científicos so tado de S en cualquier tiempo E será una suma de
ciales funcionales corren el riesgo de errar por el otro extre proposiciones que describan las variables de estado en
mo, primero apresurándose a encontrar valor funcional o ese instante, P(u, t) = l, Q(v, t) = m, R(w, t) = n.
adaptativo en esas prácticas y creencias; y, segundo, no vien Por ejemplo, · la descripción del estado de un gas
do que quedan excluidos modos diferentes de acción al afe en un instante determinado puede adoptar la forma
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rrarse a las prácticas ostensiblemente funcionales. Así, no es P = 740 mm, T = 20 ºC, V = 2 L. Las magnitudes
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rara la propensión entre algunos funcionalistas a concluir l, m, n han de estar comprendidas en los intervalos
que la magia o ciertos ritos y creencias religiosas son funcio de variación de las propiedades métricas P, Q, R. En
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nales a causa de sus efectos sobre el estado mental o la con el ejemplo citado, la temperatura no será inferior a
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fianza en sí mismo del creyente. Pero muy bien puede suce -273 ºC.
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der en algunos casos que esas prácticas religiosas eclipsen a 3. Una explicación del conjunto de leyes de acuerdo con
prácticas seculares accesibles y más adaptativas y las reem las cuales los estados del sistema se suceden o prece
placen» (1972: 44) . den, o con las cuales los elementos del sistema actúan
Si quisiéramos discutir las ventajas o desventajas heurís-,, recíprocamente según las características específicas en
ticas del funcionalismo tendríamos que evaluar sus resultados 2. Con relación de nuevo a los gases PV/T = cons
escudriñando los campos para los que se han aducido expli tante. Si la presión de un .gas real pasa de 740 a
caciones funcionales. Pero para ·hacerlo correctamente, debe 760 mm y la temperatura aumenta 20 ºC, esta ley nos
mos tener presente otro trámite metodológico, que nos per
permite calcular el valor (aproximado) que tendrá. el
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mite tener presente en qué consiste una caracterización co
volumen del gas en el segundo momento, a partir del
rrecta de un sistema teleológico, y a qué estructura deben
de responder las explicaciones funcionales. que tiene en el primero.
96 97
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sistema T tienda a moverse hacia uno de los estados G entre pira a la explicación de los hechos antropológicos a todos
todos los E posibles, o a mantenerse en un estado tal si éste los niveles de su desarrollo por su función, por la parte que
ya se ha logrado. Su descripción, pues, incluirá los compo tiene en el sistema integral de la cultura, por la manera
nentes, u, v, w, con los intervalos de los valores de sus pro en qúe están relacionados entre sí, dentro del sistema» (cita-
piedades métricas; las descripciones de estado y la especifi do por Rudner, 1 980: 1 48).
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cación de los estados G preferidos (en los sistemas de parti Para definir un sistema funcional como tipo dentro de
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da que incluían como componentes los leucocitos y las con los sistemas teleológicos es suficiente distinguir entre los po
ductas funerarias · de determinados grupos, respectivamente sibles estados E de S algún estado o estados, llamados N, y
salud del cuerpo o mantenimiento de la sociedad). que la teoría contenga dos tipos de leyes, además de las ne
Una teoría de un sistema teleológico T tiene que incluir: cesarias para explicar cualquier sistema teleológico, uno que
conecte ciertas descripciones de estado con N, y N, a su vez,
1 ) Generalizaciones que, juntamente con una descrip con algún estado G de los estados preferidos del sistema. Es
ción del estado inicial en un tiempo t, nos permitan tos estados N aparecen como condiciones necesarias para que
deducir que una, y sólo una, descripción de estado se dé algún estado G de finalidad del sistema.
será válida en el instante t ± A.t. En términos de la función que Malinowski atribuye al
2) Generalizaciones que conectan con los estados E, es llanto ritual que aparece en algunas prácticas funerarias, la
decir, los enunciados del tipo de una ley de los cua propiedad R que expresa la pérdida que ha sufrido el grupo,
les, juntamente con la descripción de un estado E característica de un elemento w (llanto ritual), ha de ser cons
inicial, es posible deducir la descripción de otros es truida como condición su/iciente para la aparición de un es
tados E. tado N (cohesión y solidaridad del grupo), que, a su vez, es
3) Generalizaciones que conectan descripciones de es condición necesaria para la aparición (en este caso, mante
tado con estados E. nimiento) de algún estado G de finalidad (supervivencia) del
4) Generalizaciones que conectan descripciones de es sistema.
tado con algún subconjunto específico G, de estados E. Rudner complementa este análisis señalando que en oca
5) Generalizaciones que conectan descripciones de esta- siones el elemento descrito. como poseedor de una función
dos G con otros estados G. ,, no es considerado condición suficiente para la aparición del
6) Generalizaciones que conectan estados G con estados correspondiente estado N, sino como una condición correla
no G. cionada estadísticamente con este estado. No hay ninguna di
ficultad en hacer referencia a leyes estadísticas en lugar de
El estudio de los sistemas teleológicos ayuda a analizar leyes universales de condición suficiente. De hecho, no hay
los sistemas funcionales que son casos particulares de los una clase de sistema funcional, sino una variedad de clases,
mismos. Rudner apuntó que en las obras de antropología todas subtipos de los sistemas teleológicos, en las que el sen
social o cultural, .donde el funcionalismo aparece como más tido de función es que w es una condición suficiente, o una
influyente, no siempre al hablar de funciones se incluye una condición necesaria y suficiente, e incluso tan sólo una con
referencia abierta a sistemas funcionales, a pesar de lo cual dición correlacionada. ··
la inspección de los contextos típicos muestra que la referen Llegados a este punto se puede precisar qué requisitos hay
cia a tales sistemas es genuina, y virtualmente universal por que cumplir para procurar una explicación funcional de un
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muy oculta, elíptica o implícita que pueda ser. Hay claridad rasga· cultural x:
en Malinowski cuando dice de la teoría funcional que: «As-
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1 1) Especificar x mediante una exacta descripción del no se demuestra que ninguna otra organización, existente o
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mismo. concebible, podría desempeñar dicha función (confusión im
2) Definir un sistema Y. �f plícita en muchas defensas del futuro de la familia que se
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3) Mostrar que x es uno de los componentes de Y. apoyan en su universalidad o generalidad en el pasado).
4) Especificar las variables de estado de Y.
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La dificultad de la tarea de los científicos sociales no - im
5) Mostrar que algunas propiedades de estado son pro plica que ésta sea imposible. Se ha hecho mucho hincapié
piedades de x, así como de otros componentes de Y,
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en la resistencia que opone el objeto de estudio de los cien 1
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de forma que se puedan dar las descripciones de tíficos sociales a la explicación científica. Un cierto énfasi s
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estado. merece l a deficiencia d e s u (nuestra) formación académica,
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6) Especificar con exactitud qué constituiría el conjun ., .
el absurdo de salir al campo, no ya sin saber lo que se va a
to de estados E para el sistema total. encontrar, que es una cualidad de los caminos del conoci
7) Especificar el s ubconjunto G de los estados de fina :
, - miento, sino lo que se debe buscar.
lidad de Y. Nagel ha subrayado que las e:x;plicaciones que tienden a
8) Especificar el subconjunto N de los estados N, nece poner de manifiesto las funciones de diversos elementos de
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sarios para la aparición de un estado G. l un sistema social en el mantenimiento o en la modificación
9) Especificar un conjunto de descripciones de estado del sistema, carecen de contenido substantivo si no se formu
de Y, algunas de las cuales son temporalmente an la con precisión el estado que presuntamente se mantiene o
teriores (o posteriores) a aquélla en la que x es ca se modifica, y que las manifestaciones ocasionales de los fun
racterizado por la propiedad relevante (es decir, la cionalistas -se presenten como «axiomas» o como hipótesis
propiedad que hace al rasgo «funcional»). que deben ser investigadas- respecto a la «unidad funcio
10) Producir un cuerpo de teoría bien articulado que, nal» de los sistemas sociales producida por el «funciona- >
como la teoría de Y, contenga por lo menos leyes miento conjunto» de sus partes con «un grado suficiente de ·
que relacionen : a) las descripciones de estado ante armonía» o respecto a la «función vital» que un elemento
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cedentes con la descripción de estado en la que Y tie desempeña en el funcionamiento del todo, no pueden ser .
ne la propiedad relevante: b) la descripción de esta juzgadas ni correctas ni incorrectas, porque en ausencia de '2:
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do, en la que Y tiene la propiedad relevante, -con el descripciones precisas de los estados que presuntamente se
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¡ ' estado o estados N concretos del sistema total, y e) mantienen en un sistema social no pueden ser sometidas a
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el estado o estados N con el estado o estados G de Y.
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control empírico, ya que son compatibles con toda situación
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(Según Rudner, 1 980: 1 64.) social que pueda descubrirse o concebirse (Nagel, 1 978: 437).
! Para que una hipótesis sea científica debe de ser suscep
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tible de contrastación, y para que una hipótesis pueda ser
¡, La tarea no es fácil. Para Rudner, lo más difícil es cons
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ÍI ' do de un sistema (tales como « sociedad», «supervivencia o las explicaciones funcionales en antropología puede decirse
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mantenimiento de la sociedad», «conservación del tipo es lo que decía Mary Douglas en la Introducción a Witchcraft
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tructural»); de la dificultad de identificar. las variables de Confessions and Accusations: «Si bien me sumo a las críti
cas hechas a los errores flagrantes de las hipótesis funciona�
1 estado y las relaciones entre ellas; de la confusión común
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¡ l.·. entre las variables y sus funciones. Que una institución cum listas, también creo que no se han agotado las posibilidades
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pla una función indispensable no la hace indispensable si del análisis funcional. Igual que a la ética cristiana, se le
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puede defender con el argumento de que nunca se ha inten pára Lakatos, si existe otra teoría que es mejor porque tiene
tado ponerlo en práctica» ( 1976: 52). un contenido empírico adicional parcialmente corroborado.
Por su parte Rudner, que califica de «presentimientos pre En varios de sus escritos critica Lakatos esta visión · de
científicos» a las explicaciones funcionales que aducen los Popper, que le lleva a no ver en los hechos más que refuta
antropólogos, es menos piadoso: «La ignoranda sustantiva ciones y le hace sostener una postura contradictoria, porque
no es nunca fallo de la ciencia, es la condición misma de la al tiempo que sostiene que no hay ninguna lógica del descu
L
ciencia. Lo que constituye un pecado mortal científico es, sin brimiento, a la manera de Bacon o Descartes, sino mera psi
embargo (y en manera alguna se limita a los científicos so cología del descubrimiento, afirma que el conocimiento avan
ciales), la ignorancia metodológica que puede inducir a error, za por medio de conjeturas y refutaciones. Para Lakatos los
anular o matar la investigación que es necesaria tanto para hechos -anómalos- tienen más valor, sirven también para
el que tiene la ignorancia como para aquellos que son influi generar teorías nuevas.
dos por él» (1980: 165). En Pruebas y refutaciones (1978) desarrolla su lógica del
descubrimiento matemático, que consiste. en mejorar las con
jeturas a través de la prueba. Se trata de buscar unas condic
Etnogenética y matrimonio: la construcción ciones en las que la conjetura sea verdadera y .de incorporar
de conceptos y el desarrollo de los programas las de acuerdo con una regla que recomienda eliminar los con
de investigación traejemplos que se aduzcan contra una conjetura transforman
do ésta en un teorema más profundo con respecto al .cual ya
He hablado ya de una pauta de descubrimiento, la retro no sean contraejemplos.
dicción, que consiste en formular una teoría que dé cuenta La primera versión de este trabajo la presentó en 1961
de un conjunto de fenómenos, en particular de un conjun como parte de su tesis doctoral. En los años que siguieron,
to de fenómenos que presentan regularidades. Pero la mayor desarrolló esta idea de que no se avanza rechazando con
parte del desarrollo científico no consiste. en formular teo jeturas, sino mejorándolas, hasta hacer de ellas las reglas heu
[
rías completamente nuevas sino en modificar teorías, concep rísticas de su metodología para el desarrollo progresivo de
tos, clasificaciones, para dar cuenta de una manera cada vez los programas de investigación (Lakatos, 1 9 75a: 244 s .). Di
más satisfactoria de los problemas que se . plantean en domi-
·
vide estas reglas en dos tipos : unas constituyen la heurís"
nios delimitados. tica negativa, y son reglas .p ara decir qué senderos de inves
Lakatos ha estudiado el desarrollo de aquellas series de tigación se deben evitar; otras constituyen la heurística po
teorías relativamente homogéneas a las que llamó programas sitiva, y son reglas para sugerir los senderos que se deben
de investigación. En el capítulo primero, al hablar de crite seguir. (Recordemos que un programa de .investigación es
rios de demarcación, ya he señalado como diferencia básica una serie de teorías tal, que cada una resulta de añadir a la
entre Lakatos y Popper, la de que Popper pone el énfasis en anterior hipótesis auxiliares o de reformularla · semánticamen
la refutación, en la formulación de conjeturas y en el recha te para dar cabida a alguna anomalía, pero . con la condición
zo de teorías falsadas, mientras que Lakatos insiste más en de que cada teoría incluya al menos todo el contenido empí
la modificación de las teorías, aun al precio de retener teo rico de su predecesora, y que un programa de investigación·
rías respecto a las cuales se conocen anomalías. «Anomalía>> es teóricamente progresivo si cada teoría tiene más contenido.
no es un eufemismo para refutación, porque «refutación» tie empírico que la anterior y empíricamente progresivo si una
ne en Popper y Lakatos significados distintos. Para Popper, parte de ese contenido excedente está corroborado.)
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nómeno que debe de ser explicado en términos del progra
el lenguaje cambia a medida que se desarrolla el conocimien
ma. Siguiendo a Kuhn puede hablarse de «rompecabezas» y to» (Lakatos, 1978: 1 1 2 s., nota 1 52).
de desafíos (Lakatos había señalado una cierta analogía en La conclusión de Lakatos es que no se pueden separar
tre sus programas de investigación y los paradigmas que ri
refutaciones y pruebas por una parte y cambios lingüísticos,
gen el trabajo intelectual en un período de «ciencia normal»). taxonómicos y conceptuales por otra parte. Ante un contra
Un puzzle se puede resolver de tres formas : solucionándolo ejemplo, o se atrinchera uno en un lenguaje, excluyéndolo,
en el seno del programa original (la anomalía se convierte o se construye otro lenguaje que le dé cabida, pero siempre
en un ejemplo), neutralizándolo, esto es, solucionándolo me que suponga un desarrollo teórico progresivo.
diante un programa independiente y distinto (la anomalía de Con frecuencia los antropólogos han optado por una vía
saparece) o, finalmente, solucionándolo mediante un progra más «popperiana», rechazar la teoría, porque para los X (y
ma rival (la anomalía se convierte en un contraejemplo). aquí el pueblo con el que han hecho trabajo de campo) no es
Pero esto sucede con ei tiempo. De ahí la insistencia de La cierta . Este procedimiento, y el que ejemplifica bien la re
katos en que los experimentos sólo son cruciales retrospec
formulación -de conceptos como familia o matrimonio para
tivamente. dar cabida a los X, precisamente, ha hecho de la antropolo
La heurística positiva explica también la relativa auto gía una disciplina en la que los problemas más se abando
nomía de la ciencia teórica. La selección racional de proble nan que se resuelven (Nutini, 1 975 : 368, nota 5). Volvamos
mas que realizan los científicos que trabajan en problemas los ojos a nuestras mariposas lógicas.
de investigación importante está determinada por la heurís En una famosa conferencia que con el título «Replantea
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ta llegar a escribir: « Por lo que respecta a la clasificación in mente injusto. Se propone trazar un cuadro en blanco y ne
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genua, los nominalistas están cerca de la verdad cuando pre gro, y advierte que no va a ser respetuoso con las tonalida
tenden que lo único que los poliedros tienen en común es el des. Eso puede explicar la insistencia en atribuir a Radcliffe
nombre. Mas, a medida que pasan unos cuantos siglos de Brown la idea de que el fin de la antropología social era la
pruebas y refutaciones, y se desarrolla la teoría de los polie comparación de estructuras sociales . Pero Radcliffe-Brown
104 105
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noc1m1ento c1enttfico es comparar fenómenos observados de
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formid�des subyacentes a la aparente diversidad. El propósi
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zac10nes mductivas? «La generalización inductiva -escribe individuo la pertenencia a un grupo, a un " nosotros " (rela
en el artículo que recoge aquella conferencia de' 1959- con ciones de incorporación) y las relaciones que ligan a " nues
siste en percibir leyes generales posibles considerando casos tro grupo" con otros grupos del mismo género (relaciones
particulares, es una adivinanza, un riesgo, uno puede acer de alianza). Además, en el marco de esta dicotomía las rela
l
tar o equivocarse, pero si acierta, se aprende algo verdadera ciones de incorporación se distinguen simbólicamente de las
mente nuevo» (Leach, 197 1 : 18). relaciones . de alianza porque las primeras son com;ebidas en
Pero el juego de oscuridades no acaba en distinciones su términos de substancia común y las i?egundas _ en términos de
influencia metafísica» (Leach, 197 1 : 41).
l
tiles de saltos inductivos; Leach no sólo atribuye a Radcliffe
Brown unos objetivos que encubren la identidad entre el Así; los niños trobriandeses se parecen a s u padre, a pe
n_iétodo de Radcliffe-Brown y el que afirma que va a usar, sar de que en las Trobriand no se atribuya a la cópula papel
en la reproducción.
smo �ue presenta, como construido a partir de la etnografía
Leach no es justo con Radcliffe-Brown , ni es justo · cdn
trobr1andesa y base para ulterior generalización, un modelo
que no es más que la aplicación del modelo de oposiciones Audrey Richards, a la que acusa de pensar que los cuñados
que utiliza Lévi-Strauss para interpretar la relación avuncu tienen problemas en las sociedades matrilineales sólo porque
lar a las concepciones de los trobriand sobre la génesis de la son matrilineales los bemba con los que hizo trabajo de cam-
1 07
106
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po. Pero tampoco es justo con la teoría de la alianza a la truidos, o simplemente del uso acrítico de conceptos de nues
que ·Se vincula, que sale reforzada sí además de dar cuenta tra propia cultura en el seno· de teorías antropológicas.
de la relación entre un hombre y el hermano de su madre.,,
o de la alianza matrimonial entre clases australianas, puede
Clasificaciones politéticas y conceptos teóricos
;1¡
explicar por qué los niños de los trobriand se parecen al
marido de su madre.
Quizá deba advertir que no siento una especial admira Detengámonos un momento en un concepto tan engorro
[
ción por Radcliffe-Brown y que entiendo perfectamente que so como el de « incesto». Hay una primera constatación inge
a principios de los sesenta, la antropología británica (Leach, nu a : en todas las sociedades se prohíbe el incesto. Hay, al
Jarvíe) se sintiera ahogada por un modelo organicista de la cabo de muchos años de trabajo etnográfico, una diversidad
1
organización social, un método inductivo poco fértil, unos en. el ámbito de las prohibiciones, los castigos asociados a la
principios explicativos oscuros y una restricción práctica in transgresión y las connotaciones ideológicas, abrumadora. Las
justificada del concepto de cultura. Pero no creo que negar consideraciones de Needham ( 1 97 1 ) no son muy distintas a
la existencia de teoría o distorsionar el método fuese -sea las de Goody ( 1969 [ 1 956]). Goody se ocupa de la dificultad
r·
la . vía crítica más fecunda. de encajar las prohibiciones sexuales de los ashanti y de los
Ya hemos visto cómo Schneider, en 1 965, analizó muchos tallensi en conceptos propios de nuestra cultura : incesto; for
de los enfrentamientos entre teóricos de la alianza y teóricos nicación, adulterio. Los ashanti diferencian · terminológica
¡
de la filiación en términos de la oposición entre dos mode mente varias prohibiciones, y, en el interior de cada una,
los teóricos de sociedades segmentadas. Cada vez que se deja castigos diversos. Mogyadie «comer la .propia sangre» , son
-�]
de lado la teoría, se pierde la posibilidad de analizar los con las relaciones sexuales con mujeres del propio clan matrili - "f.<;;.
ceptos teóricos, de criticarlos y de desarrollarlos : «Son pre neal; se las castiga con la muer.te. Atwebenefie, «vagina pró
l
cisamente los fallos, las incoherencias y las contradicciones de xima a la choza», es la relación con una muJer del subgrupo if
las ideas de una ciencia natural típica lo que da pie a los patrilineat también se castiga con la muerte o con la expul �f
problemas conceptuales de la ciencia, y, por tanto, lo que sión del matriclan; otras formas de atwebenefie, la relación
l
obliga a los cambios conceptuales dentro de su contenido in� con esposas de los hombres del matriclan o del subgrupo pa
telectual» (Toulmin, 1 979 : 667). ,,,
trilineal; se castigan con pagos especiales como compensación
Piénsese, por ejemplo, de nuevo en el concepto de «ma por el adulterio. Di obi yere «comer a la esposa de un
trimonio». Si al discutir las definiciones de Lévi-Strauss, Spi hombre», se castiga con fa muerte si se trata de una mujer
ro, Leach, Gough (en Lévi-Strauss y otros, 1 974), perdemos
soltera forzada en la selva, o de la esposa de un jefe, y con
de vista la teoría de la alianza, la defensa que hace Murdock
el ridículo o algún tipo de multa, en otros casos (Goody,
de la universalidad de la familia nuclear y la teoría de la fi
[·
1969: 1 7).
liación, no seremos conscientes de que nos estamos enfren
Los tallensi tienen u n solo término para· relaciones sexua
tando a teorías alternativas, o a desar.rollos de conceptos en
les prohibidas, Poyamboon, literalmente, «asuntos relativos
el interior de una teoría, como el de Gough ( 1 974) que muy
a las mujeres». Si las implicadas son esposas de hombres del
bien pueden ser regresivos si, en términos de Lakatos, se li
clan patrilineal, se mira a la relación con horror, pero si son
mitan a incluir monstruos (anomalías) sin añadir contenido
teórico alguno. mujeres del patriclan -una tía paterna, una hermana, una
También perdemos la posibilidad de saber si se trata de hija- la relación es sólo desaconsejable (Goody, 1969: 2 1 ) .
conceptos teóricamente pertinentes y lógicamente bien cons-· Una comparación semejante hace Needham ( 1 9 7 1 ) pres-
1 08 109
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- de los concep
tando atención al rango y a las implicaciones morales del in- mación de conceptos en los niños y el. análisis
lenguaje cotidiano, que Wittgenste in compa
tos usuales del
no debe
cesto. En el Mediterráneo se habla de «incest», «inceste»,
formado por numerosas fibras que
«incesto», términos todos ellos que proceden del latín cas ra con un tejido
lado a
su resistencia a que ninguna fibra lo recorre de un
¡
tum, e implican un atentado contra la decencia y la pureza
sino al hecho de que un gran número de fibras parcial
moral; «Blutschande» (alemán), «bloedsohande» (holandés) otro,
c
y «blodskande» (noruego), son compuestos de «sangre» y mente se solapan. Es esto lo que propor iona a los objetos
agrup ados bajo un concepto ese «aire de familia», del que
«vergüenza», y su sentido es el de vergüenza pública ligada a
L
un delito contra el parentesco entendido como comunidad de volveremos a hablar a propósito de los paradigmas.
sangre; el término chino para incesto es luan lun, que signi En términos formales, los objetos de este tipo de clases,
fica desorden social, y se usa para cualquier ruptura del or a las que Needham , siguiendo a Sneath ( 1 962), llama polité
/
den e? las relaciones sociales básicas: soberano/súbdito; pa� ticas, participan de una serie de propiedades en las siguien
dre h110; hermano mayor/hermano menor; marido/esposa; tes condicione s: 1 ) Cada objeto posee un gran número (no
amigo/amiga. Por último, el _ término indonesio sumbang se especificado) de propiedades; 2) Cada una de las propiedades
es atributo de un gran número de obj-etos; 3) No hay ninguna
? adulteri� pero también para condenar las trampas en el
usa para cualquier conducta sexual inconveniente -incesto
p ropiedad que sea poseída por todos los miembros del con
ju,nto.
Si los individuos son 1 , 2 y 3, y las propiedades a, b, e, d,
Juego, o para cualquier objeto o cualidad deforme ' sin armo-
nía (Needham, 1 97 1 : 26 s.).
« Incesto» -concluye Needham-, tal como se utiliza en nos encontraríamos ante una situación de este tipo:
antropología, no es más que una palabra, odd-job (para todo 2 3
uso), un término bajo el que tienen - cabida una serie de sig
nificados que parcialmente se solapa'n . De ahí su conclu sión: a a b
b b e
«El incesto _,no es un concepto sociológico universal, sino e d d
erróneo. En consecuencia, no puede existir una teoría gene
ral del incesto» (p. 29) . A análogas conclusiones llega tras su El significado de estas clases politéticas se hace más cla
[
:
análisis de los término� «parentesco» , («no hay una cosa tal ro si consideramos dos ejemplos tomados de la antropología
como el parentesco, de lo que se sigue que ,no puede haber del concept o de
el análisis que el propio Needham ha hecho
_
una teoría del parentesco» [p. 5 1 ] ), «matrimonio» («también filiación, y la prQpuesta de definición de matrimonio de Leach.
Kob
el matrimonio es una palabra -. odd-job, muy cómoda para Needham ( 1 97 1 : 8-1 3) sigue a antropólogos como
to de filiació n, pien
todo tipo de descripciones, pero más que engañosa para usos ben o Lewis, que, discutiendo el concep
as sólo sobre
comparativos y desprovista de cualquier utilidad para . el aná san que no se pueden agrupar sociedades distint
ineales », sino que el concepto
lisis» [p. 7 ] ), y de otros con'c eptos como «filiación» o « ter la base de que son, p .e., «patril
lado en sus elemen tos compo
minología d e parentesco de tipo omaha» . de filiación debe de ser desdob
distinta s clases de derecho s que se es
Estas consideraciones de Needham en Rethinking Kinship nentes, que serían las
n y la forma de transm isión de estos de
,and Marriage se hacen más precisas a la luz del capítulo 3 tablecen por filiació
a estos dos criterio s, Needh am estable ce
rechos . Atendiendo
de Needham (1983) « Polythetic Classification». Se discuten
las siguientes posibili dades lógicas:
allí los criterios que se utilizan para formar clases. Frente a.
la definición de los lógicos, por especificación de una o más
condiciones necesarias y suficientes, está el estudio de la for-
1 11
1 10
BIBLIOTE CA
f-
[
a) formas de transmisión H) dar a la · esposa todos o parte de los derechos sobre
los ·bienes que pertenecen real o potencialmente al
1 m�m patrilineal marido,
r-
2 f�f matrilineal I) establecer un fondo común de bienes -una asocia
3 (m � m) + (f � f) bilineal ción- en beneficio de los hijo(as) del matrimonio,
4 {m � f) + (f � m)
1·
alternante /) establecer una «relación de alianza» socialmente sig
5 (m � m) // (f � f) paralela (con status sexuales nificativa entre el marido y los hermanos de la esposa;
[
distintos)
. .
6 m/f � m/f cognaticia inventario sobre el que añade que el matrimonio no puede
servir, en ninguna sociedad, para establecer, simultáneamen
b) Derechos te, todos estos tipos de derechos, que, por otra parte, en las
(a) nombre sociedades conocidas ninguno de estos derechos está estable
(b) residencia cido invariablemente por el matrimonio y, por último, que se
(c) herencia debe reconocer que las instituciones descritas comúnmente
(d) pertenencia a un grupo bajo el nombre de matrimonio no tienen todas las mismas
implicaciones legales y sociales (Leach, 197 1 : 168).
de modo que en una sociedad determinada, a se transmite De la existencia de estas taxonomías politéticas, analiza
r·
del modo 1 , b del 2, e del 3 y d del 6 (se trata de un caso das en el lenguaje y utilizadas en tipologías de la botánica y
etnográfico real, el de los penan de Indonesia). la zoología en el siglo xvm, recuperadas por Wittgenstein
La propuesta de Leach para que se defina el matrimonio para la filosofía del lenguaje y de la ciencia, e introducidas
l
con un haz de derechos es bien conocida, pero adquiere toda en la antropología social en los últimos años, cabría concluir
su significación a la vista de este análisis. Partiendo de que dos cosas. Un mejor conocimiento del lenguaje enriquece el
las instituciones que comúnmente se clasifican como matri trabajo de campo, nos hace estar atentos a la polisemia y a
,f¡
monio versan sobre la atribución de un cierto número de los significados múltiples de los símbolos de los conceptos.
derechos, hace una lista no exhaustiva : Pero al mismo tiempo hemos de estar en guardia frente al
./
uso, como términos presuntamente teóricos, de términos acu
establecer el poder legal de los hijo(as) de una mujer,
A) ñados para nuestras propias lenguas, polisémicos, politéticos,
[
B) establecer la madre legal de los hijo(as) de un hombre, no porque estén mal construidos sino porque su propia na
C) dar al marido un monopolio sobre la vida sexual de la turaleza les confiere un limitado valor científico. Así «paren
esposa, tesco» o «Ítlcesto» como han hecho notar Goody y Need
D) dar a la esposa un monopolio sobre la vida sexual del ham. La definición de incesto de la edición d e 1970 del dic
marido, cionario de la lengua española tiene estas características:
E) dar al marido una parte o el monopolio de los dere «pecado carnal cometido por parientes dentro de los grados
chos sobre el trabajo doméstico de la mujer, · en que está prohibido el matrimonio». Si en torno a esta de
[
F) dar a la esposa una parte o e l monopolio de · los de finición vamos agrupando todo lo que en el quehacer etno
rechos sobre el trabajo del marido, gráfico presenta «Un aire de familia», nos encontramos con
G) dar al marido todos o parte de los derechos sobre resultados como los que ambos autores critican. Es más ex
[
los bienes que pertenecen real o potencialmente a la traordinario que Leach no esté describiendo una situación sino
esposa, haciendo una propuesta: « Mi punto de vista personal es que
1 12 1 13
_. :1. ..:.
.
, ::..e, _- �· .- -_::... - __:___ ·- ..
/
la definición dada por Notes and Queries es demasiado res prohibiciones aisladas; como si ellas solas fueran esen
-1
es extraño que, ante propuestas de este tipo, una reacci6n «incesto» no es más que el aspecto negativo · de la · re
1
legítima sea volver a contextos etnográficos concretos, y es gulación del acceso a las mujeres. Lo único común · a
tudiar en ellos la adscripción de derechos y el establecimien las prohibiciones del incesto es su carácter de prohi-
l
to de alianzas, junto con las connotaciones económicas, po bición (Needham, 197 1 : 28 s.).
Es aquí donde se concluye que . no puede haber una teo
·
primer orden. .
11 4 115
Al usar esta tipología alternativa puede arriesgar una tiles . Si se proponen y desarrollan en el interior de una teo
hipótesis. Puesto que en los casos matrilineales, ashanti, tam ría fuerte, aumentan nuestro conocimiento. Es verdad que
bién trobriand, la relación prohibida más castigada es el in en los años sesenta había un descontento general con la di
cesto, y en los patrilineales, tallensi y nuer, es el adulterio cotomía patrilineal/matrilineal, pero el descontento se debía
de tipo 1, y en uno y otro caso las mujeres más prohibidas a su infertilidad teórica, no a su forma lógica. Tanto Leach
son las reproductoras del grupo (respectivamente hermanas y como Needham par.ecen prisioneros de aquello que critican :
esposas), Goody formula la hipótesis de una conexión entre la pasión por la comparación. · _
1,
la prohibición del incesto y . el control de la reproducción. Terminaré, por tanto, con un análisis de · los distintos
L
Meillassoux trató de desarrollar una teoría de este tipo, pero conceptos lógicos que se utilizan en las ciencias, y de su
por razones que trataremos de explicar, consideró que la pro vinculación con el desarrollo de las teorías. Veamos en pri
hibición del incesto era una invención de las sociedades pa mer lugar los conceptos clasificatorios. « Concepto clasifica
trilineales. torio» es el que sitúa un objeto dentro de una cierta clase.
Habría que añadir que el contextualismo que Needham . A medida que las clases se hacen más restringidas, aumenta
propugna para estudiar la prohibición del incesto, no es su la información que el concepto proporciona sobre el objeto.
)
única propuesta metodológica. (Hay en Needham una in Para definir un objeto de clase podemos especificar las con
vencible inclinación a la comparación etnográfka.) Pero para diciones que queramos, la única restricción lógica es que las
la comparación propone abandonar nuestras taxonomías cien-- condiciones no sean contradictorias, porque nos llevarían a 1
clases vacías en todos los mundos posibles. Salvada esta con
¡-
tíficas convencionales, esto es, monotéticas, y utilizar térmi
nos formales como « simetría», <� alternancia», «transitividad », dición, una clasificación será consistente, tenga o no miem-
1
«complementarieda d» (Needham, 1 983 : 64 ). bros en este mundo (Carnap, 1 969 : 77). .
�
Sin duda el análisis formal constituye una de las orienta Hasta aquí la caracterización lógica. Pero el interés cien '{;;t.·
hijos, Needham había desestimado la vieja propuesta de Ri sificar a las personas en razón de su religión frente a una
clasificación en función del color del pelo. Si ponemos en
vers. Rivers analizó los componentes del derecho. materno en ·
1
relación la religión con otra variable, por ejemplo el conser
términos aún más ricos que los de Needham, filiación, paren
tesco, herencia, sucesión, . autoridad, matrimonio, y subrayó vadurismo político (o -Durkheim- las tasas de suicidio)
que pocas veces se da una situación típica de derecho ma y encontramos correlaciones de interés, nos sirve como garan
terno, porque en las sociedades concretas coexisten formas tía de pertinencia. Si clasificamos por el color del pelo, lo
¡
·
l
gos. De ahí su insistencia en que el término filiación (descent)
se limitara . al proceso que regula la pertenencia al grupo so l Este _criterio parece útil para . distinguir mariposas azules
.¡
de mariposas teóricas. Parte del valor de la tipología de
cial (Rivers, 1 975 [ 1926 ] : 166).
1
prohibiciones sexuales de Goody está en la posibilidad, que
Las definiciones monotéticas, si son arbitrarias, son inú-
1
1
117
1 16
',
' - 1
1
¡
e
j ·
habría que contrastar, de correlación con la forma de filia do, es el intento de Lewis (1965) por comparar la mayor o
ción. Pero sin olvidar que una hipótesis formulada a partir: menor fuerza de la patrilinealidad.
de cuatro o cinco casos etnográficos debe ponerse rigurosa Como es bien conocido, el tema lo plantea Gluckman
'1
mente a prueba. Leach ( 1 975a: 3 1 3 s.), desconfiando siem• (1950), al comparar el precio de la novia y la estabilidad ma
pre de las clasificaciones en antropología, reclama una consi� trimonial entre los lozi y los zulú. · Los lozi poseen grupos
derable falta de respeto frente a las clasificaciones estable agnáticos unilineales exógamos, una unión matrimonial muy
cidas, como único medio de evitar que se anquilosen y
L
estable y unas transferencias de bienes con ocasión del ·· ma
retarden el desarrollo de la investigación. También puede trimonio del grupo del marido al dé la esposa, que -afirmó
sostenerse la proposición inversa: si la investigación no se Gluckman en aquel momento- vinculan la capacidad rec
anquilosa, la adecuación de las hipótesis, el valor de las cla productiva de la esposa al grupo del marido (los hijos de la
sificaciones, la significación de los conceptos serán puestos esposa, incluso adulterinos, son del marido; si él muere, · 1a
a prueba, y se irá desarrollando el contenido teórico de las esposa sigue procreando para él. Si muere ella o es estéril,
clasificaciones y los conceptos. la sustituye una hermana).
En cuanto a los lozi, no tienen grupos de parentesco uni
lineal sino grupos cognáticos localizados, el matrimonio es
Conceptos comparativos y cuantitativos: muy inestable y los hijos pueden establecerse en lugares so�
la fuerza de la patrilinealidad bre los que pueden aducir derechos a través del padre o de
la madre.
Los «conceptos comparativos» constituyen herramientas Gluckman concluía su artículo diciendo que, aunque de
más perfeccionadas que los conceptos clasificatorios para des manera un tanto imprecisa, la patrilinealidad parecía vincu
cribir, predecir y explicar. Un concepto comparativo relacio larse a la estabilidad matrimonial.
na un objeto con otro en términos de mayor a menor. Los El artículo desencadenó una polémica que duró veinte
conceptos comparativos exigen la introducción de procedi años y en la que se discutieron cosas tales como «estabilidad
BlBU01lCA
lógico, mostrando, por ejemplo, el dudoso estatuto cognos
lítico y religioso. Para ello tomó como indicadores la profun
citivo de las generalizaciones inductivas (lo que no parece
didad genealógica, el tamaño del mayor grupo de filiación
haber sido el objetivo de Leach); b) desde el punto de vista
corporativo, la existencia o inexistencia de principios orga
intra-teórico, señalando su falta de pertinencia para contri
nizativos distintos a la filiación, la existencia /J inexistencia
de Estado y la fuerza con la que el linaje retiene a sus muje buir a los objetivos básicos -ideales explicativos, diría con
una expresión mucho más elegante Toulmin ( 1977 : 164 )
res (a diferencia de Gluckman, piensa que la patrilinealidad
de la teoría desde la que se define; e) desde el punto de vis
:.'J
L
. e.s.. más fuerte si el linaje retiene a sus hijas, que si incorpo-
ra a las esposas de sus hijos). . . " .
ta de una teoría alternativa, como parece intentar Leach,
. recordándonos que la comparación de teorías es otro enojoso
La conclusión de Lewis es doble. Por una parte, no pue
de construir un concepto comparativo de patrilinealidad. El tema todavía no resuelto.
Devolviendo, para terminar, la elegante expresión de Toul
comportamiento de los distintos pueblos varía en relación
min a su contexto, podemos empezar a aproximarnos a la
con los distintos índices, y Lewis carece de criterios para
comparación de teorías . Toulmin está de acuerdo · con Sha
atribuir a algunos de los factores más significación que a
otros (Lewis, 1965 : 107 s.). pere en que los dominios no deben ser identificados por los
objetos que los constituyen, sino por los problemas que se
La segunda conclusión es que si lo que interesa son las
plantean en relación con ellos. Piensa que estos problemas
funciones específicas de la filiación, la distinción entre ma
se deben a desequilibrios entre los ideales explicativos y las
¡-
trilinealidad y patrilinealidad puede ser irrelevante. Me ha
capacidades corrientes de representación de los fenómenos,
interesado recoger esta conclusión de Lewis por distintas ra
y que son los · ideales explicativos de una disciplina científi
zones. La primem y más obvia por el papel crítico de su ",. ·j;;;.;,ii
ca en un momento determinado los que actúan como víncu
·j�
t=:J
intento de construir un concepto comparativo de patrifilia
l
ción. La conclusión tiene forma de refutación : no puede los entre sus técnicas explicativas, sus conceptos, sus proble t
construirlo; y como consecuencia del análisis factorial que mas teóricos y sus explicaciones empíricas, de manera que la
realiza, duda de que la clasificación entre sociedades patrili secuencia de teorías, modelos, conceptos, la secuencia de ins
·,�-t,
;� neales y matrilineales sea pertinente desde el punto de vista trumentos experimentales, debe su legitimidad a que permite ;¡:
.,
de las funciones de la filiación. resolver problemas para los que modelos y conceptos ante
En muchos aspectos, Lewis es más riguroso que Leach;" riores eran inadecuados (Toulmin, 1977 : 164 y 159).
lo más interesante es que hace una crítica interna a la cla Hay un último tema que tengo interés en tratar en rela
sificación. La dicotomía patrilineal/matrilineal puede ser o ción con la construcción de conceptos. Se trata del valor de
no ser pertinente en reiación con las funciones de la filia los conceptos cuantitativos. Pero no trato de insistir en cómo
ción, el establecimiento de pautas preferenciales de alianza su desarrollo forma parte del desarrollo de la teoría antropo
matrimonial, la prohibición del incesto como parte de la or lógica -aunque no sería difícil establecer conexiones entre
ganización de la reproducción, etc. Se dice poco cuando se orientaciones evolucionistas y neo-evolucionistas- y el desa
habla de la pertinencia de la clasificación en relación con la rrollo de conceptos cuantitativos, o el fracaso de los intentos
estructura social si no se define «estructura social» . Pero la de construirlos (pienso en los intentos de medir grados de
discusión substantiva ha envejecido y no es excesivamente evolución de sociedades a través de la cantidad de calorías
interesante en este momento, al inenos prima facie. Sí conser producidas por hora de trabajo). Hay otros ámbitos en los
van todo el interés los distintos planos críticos. Porque una que la construcción de conceptos cuantitativos tiene interés.
tipología en este caso, como cualquier otro constructo teóri Uno es muy concreto y se trata de construir escalas para cal
co, se puede criticar: a) desde el punto de vista metodo- cular los valores estadísticos de una muestra, tanto si se tra-
1 20 121
; /
ta de llegar a inferencias estadísticas como si se quiere poner las magnitudes . de a y b. es la misma que la diferen
a prueba hipótesis o teorías probabilísticas. El otro ámbito cia entre otros valores, digamos de e y d:
es mucho más general, es el del establecimiento de regulá si JDM (a,b,c,d) entonces M (a). - M (b) = . M (e}
ridades en el campo de la cultura,, establecimiento del que -'- M (d).
depende, en definitiva, la posibilidad de un enfoque cientí
. . .
. - - - - ;
L
La introducción de «conceptos cuantitativos» -magnitu
des-- exige : 1 ) saber contar, 2) introducir reglas de me significado de una magnitud cuantitativa hasta. que formu
·
dición que nos dicen cómo asignar un número, la magnitud lemos reglas para medirla. No es que la ciencia elabore pri
M, a un fenómeno o proceso. mero un concepto cuantitativo y luego busque la manera de
·
Carnap ( 1 969: 92 s.) desarrolla así las reglas necesarias medido, sino que el concepto cuantitativo, en realidad, se
para introducir conceptos cuantitativos. desarrolla a partir del proceso de medición. ·
Carnap se pregunta si es posible hacer mediciones en
R1) Especifica una relación empírica JM. La regla ex� cualquier ámbito de la naturaleza, y responde : «Si en un
presa que si vale la relación IM entre objetos a y b; ámbito de fenómenos encontramos suficiente orden como
los dos objetos tendrán valores iguales de la magni para hacer comparaciones y decir que, en algún aspecto, una
tud M, en símbolos : cosa está por encima de otra y ésta, a su vez, por encima de
si IM (a,b), entonces M (a) =M (b). otra, hay, en principio, la posibilidad de efectuar medicio
R2) Especifica una relación empírica LM. Esta regla dice nes. Es cuestión nuestra idear reglas mediante las cuales sea
que si vale la relación LM entre a y b, el valor de posible asignar número a los fenómenos de manera útil ( .. . ).
la magnitud M será menor para a que para b : El primer paso consiste en hallar reglas de comparación ; lue
si LM (a,b), entonces M (a) < M (b). go, si es posible, hallar reglas cuantitativas. Cuando asigna
fü) Asigna un valor numérico, habitualmente cero, a la mos números a los fenómenos no tiene ningún sentido pre
magnitud que queremos medir, especificando un es guntarse si' son los números «correctos». Simplemente, cons
truimos reglas' que especifican cómo asignar números. Desde
tado fácilmente reproducible y prescribiendo que se
este punto de vista, no hay nada . que no sea medible, en
asigne el valor numérico a un objetó que se encuen
principio» (o.e., pp. ' 140; 141 ).
tre en ese estado.
Pero ¿es · posible hacer mediciones en , el ámbito de la
R4) Llamad� habitualmente regla de la unidad, asigna
cuestiones de existencia o inexistencia de reguÍaridades en el
cultura?,· ¿encontraremos suficiente orden? Pienso que. a las
urt segundo valor especial de la magnitud a un oh".
jeto, especificando otro estado fácílmente reconoci ámbito de la cultura podríamos darles una respuesta análo
ble y reproducible de ese objeto. El segundo valo� ga a la que Nagel y Popper dieron a las cuestiones sobre el
suele ser 1, pero puede ser cualquier número dife . principio de causalidad. Nagel (1978: 292) discute tres po
rente del especificado por la regla 3 . sibilidades: que el principio de ·causalidad sea una genera
Rs) Especifica las condiciones empíricas IDM, en las cua lización empírica, que sea un principio a priori y que sea
les diremos que dos dif erenoias (D) entre los valores una · norma conveniente para la investigación científicá.
de la magnitud (M) son iguales. Queremos especifi Una formulación especializada del principio de causali
car las condiciones empíricas en las cuales diremos dad como generalización empírica es la de . Laplaoe (citado
que la diferencia entre dos valores cualesquiera de en p. 294)': «Si un sistema físico está en el mismo estado
122 123
mecánico en dos instantes cualquiera distintos, el sistema rente, ni cesar en los intentos de explicar causalmente cual
pasará por las mismas evoluciones posteriores · a estos instan quier acontecimiento que podamos describir.
tes y poseerá las mismas propiedades en instantes correspon- No corremos ningún riesgo guiándonos, en antropología,
dientes de esta evolución».
·
L
mejanza en las circunstancias (ibü!ern.), .carecen de conteni las analogías y diferencias culturales, fue a partir de reitera
do empírico. « Igual estado mecánico», o «grado suficiente das constataciones de semejanzas. Pero no se trata de justí
de circunstancias semejantes» son afirmaciones tan impreci ficar la búsqueda de regularidades, sino de ponerla a prue
sas que resultan compatibles con muchos estados de cosas: ba. Y cuando fracasemos, deberemos intentar dar cuenta del
si el estado predicho llega a producirse se confirma la afir desorden, de la diversidad.
mación, pero si no s·e da, las semejanzas podrían pensarse
insuficientes, o el estado mecánico distinto.
Por otra parte, la tesis determinista de Laplace, que SU"
ponía la estructura causal del mundo tan fuerte que dadá
una descripción completa del estado del mundo en un mo
mento dado, entonces, con ayuda de leyes, podría calcularse
todo suceso pasado o futuro, es hoy insostenible, ya que mu
chas de . las leyes de la física son probabilísticas, afirman -' 1\·'V.'.l.r
l
sólo que si ciertas magnitudes tienen determinados valores;
hay una distribución de probabilidad específica de los valo
res de otras magnitudes�
Más adecuada le parece a Nagel la interpretación del
principio de causalidad como una norma para la investiga�
ción, Como ejemplo aduce la formulación de Silbersteirt
(cit., p . 296) : « Cuando se aborda un sistema incompleto o
perturbado, es menester hacer . todo lo posible por ampliarlo
hasta convertirlo en un todo sin perturbaciones, buscando su
complemento primero ante las cosas conocidas, cercanas y le
janas. Si entre ellas no se encuentra el complemento desea
1
do, búsqueselo entre las cosas desconocidas».
Esta concepción del principio de causalidad como reco
mendación general para la búsqueda de teorías coincide con
la propuesta de Popper (1967 : 58) que, ante la imposibili
dad de · decidir s i · el mundo está regido o no por leyes estric
tas, piensa más útil sustituir el principio de causalidad por
una regla .metodológica· que compromete a no abandonar la
búsqueda de leyes universales y de un sistema teórico cohe� r· ,- ! .,
1 24 125
¡-
[
RELATIVISMO Y COMPARACIÓN.
,
Paradigmas
l
ción que separe la ciencia del pensamiento no científico, tuvo
la teorización de Kuhn sobre la estructura de los cambios
científicos y la contraposición entre el tipo de actividad que
se desarrolla durante los períodos de ciencia normal y el que
caracteriza a la ciencia extraordinaria. De acuerdo con el
enfoque inicial de Kuhn la ciencia · normal está determinada
por la aceptación de un paradigma, una realización científi
ca reconocida por todos que, durante su período de vigencia,
prÓporéiona modelos de problemas y soluciones a una comu
nidad científica. Un paradigma se · impone . porque tiene .. más
éxito que sus eompetidores en resolver problemas que los
científicos sienten como agudos; pero no lcis resuelve todos,
y la ciencia normal es · precisamente el esfuerzo por resolver
los problemas pendientes, por realizar la promesa que el pa
radigma representa. Las anomalías no hacen · que se rechace
el paradigma, se abren paso trabajosamente, y cuando se crea
la conciencia de que el viejo paradigma ya: no sirve para sa
tisfacer los ideales explicativos, se inicia un período de. cien
cia extraordinaria, con debates sobre métodos, . problemas y
¡---,
' 'i
, r
·
-
r
¡ : f
normas de soluciones aceptables, que termina con una revo En 1 962, el concepto de paradigma tenía en Kuhn múl :1
i
lución científica en la que el viejo paradigma es reemplazado tiples significaciones. No sólo era un modelo de problemas
por otro, completamente o en parte (Kuhn, 1 97 1a [ 1962 ] : y soluciones, sino que se trataba de un modelo único, unáni
memente aceptado por los científicos una vez que se impo
¡-
'
,
En su crítica a la distinción entre períodos normales y
extraordinarios en la ciencia, Toulmin piensa que es necesa petían en el inicio de una disciplina o, en el caso de una cien
rio separa r los dos conceptos . básicos de Kuhn, el de perío cia ya madura, una vez que un nuevo paradigma se imponía
[
do de ciencia «revoiucionaria», para el que ya hemos. visto al antiguo después de una revolución. Además, con la adqui
i
',
que encuentra poca justificación, y el de «paradigma», que sición c;le un paradigma el científico adquiría teoría, métodos
1
tiene una larga tradición dentro de la filosofía de la ciencia . e incluso normas de comportamiento, valores científicos y so
¡--
Fue Lichtenberg, profesor de física en Gotinga, quien in ciales .
1l
trodujo el concepto de «paradigma» a mediados del si Los paradigmas también tendrían un papel básico en el
glo xvm, con la idea de que se podía analizar la red de ex aprendizaje de una ciencia, proceso que, según Kuhn, no
plicaciones de la física suponiéndola construida en torno a consiste en adquirir un conjunto explícito de reglas sino en
·'f ciertos patrones fundamentales de explicación o paradeigma aprender a reconocer los problemas que tienen un «aire de �
i
•
ta. Según Liohtenberg, los fenómenos desconcertantes se ex familia» con los modelos paradigmáticos. '.Extrapolaba así la
plicarían relacionándolos con alguna forma de procesos que respu esta que, en un contexto diferente, había · dado Witt
estamos dispuestos a aceptar como obvia. En aquella época genstein a una vieja cuestión, la relativa a qué debemos co
se pusieron los · cimientos del análisis .gramatical moderno y nocer con el fin de aplicar términos como «sillas», «hojas»
el término se usó de forma semejante en lingüística para de o «juego» de manera inequívoca y sin provocar discusiones.
signar las formas que servían de modelo para la conjugación Ante este problema, fa respuesta más común era que debe
l
de los verbos y la declinación de los sustantivos . mos conocer un conjunto de atributos que definen el objeto.
Eclipsada durante el auge de las filosofías kantiana y he Wittgenstein, por el contrario, sostuvo que, dado el modo en
geliana, la idea de paradigma, como toda la obra de Lich que utilizamos el lenguaje y el tipo de mundo al que se apli-
tenberg, renació en Alemania a finales del siglo x1x, influ ca, no es preciso que haya tal conjunto de características que
yendo en las teorías de la percepción de Mach. Wittgenstein,, determinen inequívocamente un objeto. En palabras de Kuhn,
recogió el término paradigma y lo utilizó de acuerdo con su que suscribe el análisis de Wittgenstein : «Aunque un examen
uso original en filosofía de la ciencia y también como clave de algunos de los atributos compartidos por cierto número de
para comprender el modo en que los modelos . o estereotipos juegos, sillas u hojas a menudo nos ayuda a aprender cómo
filosóficos moldean nuestro pensamiento hacia direcciones pre� emplear el término correspondiente, no existe un conjunto
determinadas, no siempre correctas. Así entró en el debate filo de características que sea aplicable simultáneamente a todos
sófico de Grari Bretaña y EE.UU., y así fue utilizado por los miembros de la clase y sólo a ellos. En cambio, ante
Watson, discípulo de Wittgenstein, en su libro On Under una actividad que no haya sido observada previamente, apli
standing Physics de 1938, por Hanson ( 1 958 [citado 1977]) camos el término "juego" con una serie de actividades que
y por Toulmin (1977: 1 1 6 y s.). Este último, tras declararse hemos aprendido a llamar. · previamente con ese nombre» ·
bien familiarizado con la noción, añade que en modo alguno (Kuhn, 1971a: 82 s.).
el uso de paradigmas implicaba cambios abruptos, disconti� Sin embargo, el propio Kuhn insiste en nota a pie de pá
nuos o «revolucionarios», y que se pueden dar razones d(! gina en una aclaración que ya hacía en el text'o. Wittgens
los cambios de paradigma. tein discutió los mecanismos que llevan a denominar a un
1 28 129
rl
objeto « silla» en contextos cotidianos, no en el marco de la
actividad científica, y no especificó si los mismos procedi r ó a otro conjunto, «porque se dio cuenta de · que el prime
mientos de denominación se utilizan en otras situaciones, en ro le resultaba demasiado difícil». Que estos modelos indí
[_
genas son, a menudo, críticos, es la tesis d Radin ( 1 957) en
« otros mundos». Por consiguiente, no se pueden atribuir a . . . �
Wittgenstein, aunque se inspiren en él, las ideas de Kuhn
Primitive Man as Philosopher� Si algo distmto pueden tener
los modelos conscientes de los antropólogos es el ser inten-
sobre la adquisición de conocimientos científicos como un
cionadamente contrastables. ·
l
proceso de familiarización con paradigmas a través de la edu
Como profesora, estoy en absoluto desacuerdo ·con la idea
. .
cación y de la exposición a la literatura científica, «con fre
, de qúe' el proceso de formaeióá''de los estudiantes co�siste
r
! '
cuencia sin conocer del todo o sin necesitar conocer qué · ca�· .
en enseñarles a identificar paradigmas . En vanas ocas10nes
racterísticas les han dado a estos modelos sti status de para-:
he enseñado matemáticas a niños y jóvenes de mi familia, y
digmas de la comunidad» (o.e.: 84).
sé reconocer a los malos estudiantes : son los que ante un
· •
\
que si se enseña así a los estudiantes, no debería enseñárseles.
de enculturación sea la única forma de aprendizaje de la
· A partir de Kuhn ( 1971a), no es difícil entender las con
cultura. Lévi-Strauss tiene unas hermosas y bien conocidas
clusiones a las que llega Feyerabend·. Si los · paradigmas son
páginas . sobre los modelos indígenas conscientes, comúnmen
Weltanschauung, formas globales de ver el mundo, las teo
te llamados «normas» . y cuya función no consiste en expo-
rías científicas son incomparables. Pero Kuhn se ha resistido
_.ner los resortes de las creencias y los usos, sino en perpe
a aceptar las consecuencias de su enfoque de la historia de
tuarlos. La distinción entre modelos conscientes e incons
la ciencia. Ante la presión de críticas como las de Master
cientes es de Boas, que ya en 1 9 1 1 advirtió, que el análisis
nam ( 1975), y de inferencias como las de Feyerabend, ha tra
estructural es más difícil si la sociedad dispone de un mo
tado, en 1 975b y sobre todo en 1 97 1 b, de precisar su postu
delo consciente para interpretar los hechos o justificarlos.
ra y de concretar la noción de paradigma.
Lévi-Strauss, que cita a Boas, se muestra parcialmente de . .
En 1 9 75b deja de hablar de «ciencia normal» y «paradig .
v�
cia y el tipo de errores que encierran forman parte de los
soluciones-tipo a « familias» de problemas. También piensa
hechos que se deben estudiar .y tal vez se encuentran ent e
� . que se puede dar cuenta del cambio de teorías porque se
los más significativos (Lévi-Strauss, 1 977: 253 s.). Es un to
lora en ellas la exactitud, el alcance, la simplicidad� la posi
pico en antropología que los nativos tienen a veces conside
bilidad de dar frutos; esto es · nuevo en el pensamiento de
rables dificultades para hacer entender a los etnógrafos sus
Kuhn, que con anterioridad no había atribuido razones ló-
complejos modelos. En Lévi-Strauss ( 1 969) hay algunos ejem- . .
gicas a_ los cambios de paradigmas; . .
�
plos relativos a reglas que rigen los intercambios ma �rim?'"
. . · ·• · · _ . ·
_
[_ .
130
131
1
ciones); las partes metafísicas del paradigma (que proporcio refiere a un conjunto de princ1p1os teóricos y disciplinarios
nan analogías y modelos); los valores científicos y sociales, tomados conjuntamente como una sola totalidad. Si limitamos ·-· !
que van desde el consenso sobre aplicaciones lícitas de una nuestra atención a los principios teóricos, los cambios de pa
disciplina a los niveles de error aceptables; los ejemplares, radigma no llevan inevitablemente a la incomprensión entre
modelos de resolución de problemas. científicos, y es posible pensar en la introducción de nuevos
Se mantienen sus ideas sobre las teorías y su aprendizaje: conceptos en una ciencia sin ninguna discontinuidad radical.
la:s teorías son generalizaciones que no se conectan con los Así, los conceptos teóricos de la física relativista de Einstein
l
datos a través de reglas de correspot1dencia sino m�diante quizá sean incompatibles con los de las teoría s clásicas de
ejemplares ; una teoría �e propone siempre junto con aplica Newton, en este primer sentido; sin embargo los defensores
ciones a cierto rango concreto de fenómenos naturales, sin de las dos posiciones . compartían suficientes fines disciplina
ellas ni siquiera podría esperar ser aceptada. Después de su rios para poder discutir, con un vocabulario inteligible por
aceptación, esas mismas aplicaciones u otras acompañan a Ja ambas partes, cuál de las dos teorías realizaba una mejor tarea
teoría en los libros de texto donde aprenderán su profesión explicativa para la. .física teórica (Toulmin, 1977 : 135 s.).
los futuros científicos. Merece la pena revisar aquí el uso del término «para
En 1979 -los tres artículos son de 1969 pero los estoy digma» en antropología. Se ha utilizado en ocasiones de acuer
citando por su fecha de publicación en castellano- propone do con el primer Kuhn, y así se ha dicho, por ejemplo, que
incluso dejar de hablar de paradigmas y substituir definitiva" la antropología cultural estaba en una situación pre-paradig
f
mente tan controvertido término por matriz disciplinar y mática. Con más frecuencia se utiliza paradigma en el senti
ejemplares. Respecto a los ejemplares dice que no pueden do de Wittgenstein, pero aplicado a ejemplos-tipo de enti
compararse entre sí, aunque puede compararse su capacidad dades muy diversas: · un modelo heurístico, una suerte de
problemas de dominio, un tema que recoge el enfrentamien
L
de resolver problemas y de representar el mundo.
J
Es en este punto donde los planteamientos de Kuhn y to entre dos orientaciones ; así se dice que la analogía orga . �
de Toulmin se aproximan. Toulmin sitúa la paradoja central nicista fue paradigmática para la antropología social británi
de l a teoría de las revoluciones científicas en el hecho de que ca, que el rechazo de la integración escolar de los niños de '.?-'
·J
l
implique inevitablemente la mutua incomprensión entre de las minorías marginadas es un paradigma de racismo, o que ?!·%
fensores de paradigmas diferentes, porque un nuevo paradigC la discusión sobre la estabilidad matrimonial es paradigmáti�
1
roa supone una ruptura total. Pero en toda ciencia, dice, hay ca en e] enfrentamiento entre teoría de la filiación y teoría de
¡
conceptos y principios de dos géneros muy diferentes: « Por la alianza. Por razones que veremos inmediatamente, hay un
una parte, están los principios ·" teóricos" básicos de la cien tipo de paradigma con una relevancia analítica particular: los
cia, como el principio de gravitación universal de Newton o ejemplares, o paradigmas en el segundo uso, más específico, 1
los principios genéticos de segregación y recombinación de de Kuhn, que constituyen ]as aplicaciones paradigmáticas de
1
Mendel. Por otra, están los principios " disciplinarios" -por una teoría. Pero dada la larga y controvertida historia del
ejemplo, que todas las funciones fisiológicas deben ser expli término, quizás sea más útil aceptar un uso amplio de para
cadas en términos químicos- que defienden los objetivos digma y hablar de modelos heurísticos paradigmáticos, valo '
intelectuales básicos de una ciencia y le dan una unidad y res metodológicos paradigmátic os y, en su caso, aplicaciones
una continuidad reconocibles» ( 1977 : 133). paradigmáticas de una teoría. Así, el sistema solar, la multi
Y la paradoja de las revoluciones científicas presenta un plicación de números enteros y el potlacht son aplicaciones
aspecto diferente si se define un «paradigma científico» en tér paradigmáticas de la mecánica clásica de Newton, la teoría
r
minos solamente de los principios teóricos aceptados o si se de grupos y lo que por el momento entrecomillaré como «teo-
133
r:
1 32
ría» de la alianza. Dejo de lado otro uso de «paradigma», '.Estructura, dinámica y comparación
como uno de los métodos de clasificación (junto con « índice», de las teorías científicas
«llave», « taxonomía» y « tipología») (Conklin, 1964a: 39-40)
que nos apartaría de la estructura de las teorías científicas. Las teorías como estructuras
A la hora de hablar de teorías científicas, nos encontra
mos en este momento con una proliferación terminológica Los filósofos de la ciencia positivistas han . analizado de
distintos modos l a estructura delas teorías científicas. Lo que
r
notable: teoría en el sentido restringido, ejemplares, genera
sus· análisis tuvieron en común fue el considerar a las teorías
L
lizaciones simbólicas, valores y componentes metafísicos de
una matriz disciplinar, principios teóricos y principios disci formulaciones lingüísticas, sistemas de enunciados. La con
plinarios, programas de investigación. . . Los esfuerzos que ceptualización lingüística se fue modificando en el intento
se han hecho en los años setenta por devolver al proceso de . establecer la correspondencia entre los términos teóricos
centífico una racionalidad que parecía perdida apuntan a dos y los términos observacionales que debían ele describir los
realidades discernibles tras esta proliferación de términos. En datos empíricos capaces de poner a prueba las teorías .
�
primer lugar, como trataré de mostrar a continuación la con
cepción estructural de las teorías se centra en dos ipos de 1 ) La concepción lingüística enunciativa tradicional es
. tuvo representada en su versión última por la aproximación
entidades, los elementos y las redes teóricas, en cuya defini
ción quedarían incorporadas las generalizaciones simbólicas de Carnap. Carnap consideraba que las teorías eran sistemas
de axiomas, expresados en un lenguaje formal integrado por
Y los ejemplar.es de Kuhn, los principios teóricos de Toulmin
términos lógicos y términos teóricos. Su propósito era cons
Y el núcleo de los programas de investigación de Lakatos, y
que habría que identificar con una «gran teoría», como la truir un lenguaje formal observacional de modo que los tér
�
minos teóricos recibieran una interpretación empírica por.
mecánica clásica o la teoría de la relatividad, cuyas aplica
c ones especiales serían las teorías en sentido restringido, por medio de reglas de correspondencia que los conectaran con
términos observacionales. Éstos debían garantizar el conte
e1emplo, la teoría de la gravitación universal. En segundo lu
gar, exigen análisis aparte los componentes metafísicos y los nido empírico de una teoría, y en consecuencia su verifica
bilidad, pmbabilidad o refutabilidad.
valores de una matriz disciplinar de Kuhn, o los principios
Los términos teóricos terminaron por revelarse irreducti
disciplinares de Toulmin. Los discutiré en el épígrafe titulado
bles a términos observacionales. Es cierto que algunos térmi
«principios meta-teóricos». Dejo para entonces la elucidación
de los conceptos emparentados con los que estamos discutien nos teóricos se pueden reducir a una conjunción de enuncia
dos empíricos que constituyen su de/inición explícita, pero
do más influyentes en antropología, el concepto de «orienta
otros sólo. pueden traducirse por medio de definiciones op-era
ción teórica» de Kaplan y Manners, y el concepto de «estra
tegia de investigación» de Harris.
cionales que indican que se aplica un predicado «P» si rea
lizando determinadas operaciones se observan determinados
resultados, y otros aún sólo pueden introducirse por defini
ción postulacional en el interior de una teoría, por medio de
un tipo de sentencia que se conoce como « oración de Ram
sey» (que la aplicó a los electrones dentro de la física sub
atómica) . La fórmula general de Ramsey es ésta: « Hay cier
tos sucesos observables que es posible describir . mediante
ciertas funciones matemáticas dentro del armazón de cierto
1 34
sistema conceptual» (Carnap, 1969: 329). En estos casos, los carga teórica, las relaciones que puso de manifiesto Tylor en
términos teóricos no pueden separarse del armazón concep 1 889 entre la clasificación de los primos y la exogamia, y el
tual del que forman parte. análisis de Audry Richards (1983 [ 1950]) sobre la vincula
ción entre principio de filiación, forma de matrimonio y resi
dencia a la hora de desentrañar las relaciones de proximidad y
2) Por esta razón Nagel, que también pensaba que el
armazón de una teoría era un sish:ma o cálculo axiomático,
tensión dentro del puzzle matrilineal africano. Y esto no es
todo. El estudio de Evans-Pritchard sobre los azande había .
consideró que los axiomas debían de ir acompañados no sólo
de reglas de correspondencia que atribuyeran contenido em enseñado a « ver» en el sentido de Hanson, en este caso a
1
pírico a sus términos teóricos sino también de un modelo, ver que los conflictos sociales podían expresarse en términos
L
un conjunto concreto de fenómenos que verificaran los axio de acusaciones · de brujería.
No nos llevan estos hechos a una recurrencia infinita. Si
mas de la teoría y de este modo precisaran su contenido em
pírico. Las teorías así definidas estarían formadas por: a) un . lo que tratamos es de formular o discutir una hipótesis sobre
cálculo abstracto --el sistema de axiomas- que constituy;e las acusaciones de brujería entre los cewa, a Tylor, Evans
Pritchard y Richards los damos por supuestos. Pero no con
el esqueleto lógico del sistema explicativo y que define im
plícitamente las nociones básicas del sistema; · b) un conjun
viene decir que se ha llegado a ella «observando» a los
to de reglas de correspondencia que asignan un contenido cewa. Algo de esto trató de resolver Popper al hablar del
carácter convencional, metodológico, de los enunciados singu
explícito al cálculo abstracto, relacionándolo con los materia
les concretos de la observación; e) una interpretación o mo lares, pero no todo. Iba a ser necesaria una larga labor críti
ca antes de que Hempel (1979b: 1 10) distinguiese entre con
delo del cálculo abstracto, que suministra carne al esqueleto,
por así decir, en términos de materiales conceptuales o intui ceptos teóricos y preteóricos (disponibles con anterioridad), o
Stegmüller, siguiendo a Sneed, entre los conceptos t-teóricos,
bles más o menos familiares (Nagel, 1 978:. 84-1 07). En con�
secuencia: que se definen implícitamente en el interior de una teoría t
r
determinada, y los conceptos · que no están determinados por ·
ella, lo que en modo alguno signiffca carentes de teoría (Steg
con T =principios teóricos (axiomas)
·müller, 1 98 1 : 27 s.). i--
C = reglas de correspondencia
1 36 137
' /
�
·
L
cua do . sólo podamos establecer su probabilida sibilidad de recurrir a una base empírica objetiva para la co
� d. Cuando una
teo a encuentra a oyo adecuado en los .eleme rroboración o, en su caso, la refutación. di!.. teorías . .
n_ . � ntos de juicio
empmcos, a los Objetos que la teoría postula de =-- La carga teórica de los términos observacionales, el
una manera
- - ·-
ostensible (por ejemplo los átomos en la teoría condicionamiento teórico de la percepción y de la selección
atómica) se
les debe atribuir realidad física. de datos, también planteó problemas para la comparación de
. b) D�sc;riptivismo. Una teoría es una descripción te orías.
resu - 'El hecho, que ya había señalado Duhem, de que teo
mida Y ehpttca de relaciones de dependencia
. entre sucesos y
P.r��iedades observables. Esta posición se vincul rías refutadas pudieran mantenerse por la introducción o la
aba a la po modificación de hipótesis ad hoc, puso en cuestión la racio
sibilidad de traducir los términos teóricos a enunc
iados feno nalidad del conocimiento científico..
menalistas o a lenguajes fisic alistas, y al propó
sito de atribuir - La constatación de que el cor'-pus de cono cimientos
·
La mterp etación descrip tivista de las twrías ha dejado De ahí las críticas de Kuhn a la idea de un crecimiento
�
de tener sentido tras el fracaso del intento · de traduci lógico y acumulativo de la ciencia, los intentos de Lakatos
r los
términos teóricos a términos observacionales. En cuanto de modificar la metodología de Popper y el programa de Toul
a la
concepción realis�a, ya he comentado las dificult min, encaminado a explicar racionalmente la evolución de los
ades para
_
verificar , establecer la probabilidad e incluso refutar una c<?nceptos.
teoría. En cuanto al instrumentalistno, resulta insatisfactorio Esta · acumulación de problemas explica el interés de la
si no se especifica de qué tipo de instrumento lógico estamos concepción alternativa de las teorías que Suppes (1962, 1967)
hablando. Por otra parte, pocas veces las teorías científicas propuso y que se conoce como concepción estructuralista de
son «realistas», casi siempre se trata de aproximaciones a la las teorías. Para Suppes, una teoría es una estructura mate
realidad de varios tipos : idealizaciones, abstracciones, simpli mática que puede atribuirse a conjuntos de fenómenos o in
ficaciones. También pueden ser ficciones. Pero lo más común dividuos, que se predica de conjunto& d.e fenómenos . Enten
es que distintas partes de la teoría tengan un estatuto dife diendo por estructura las relaciones entre los elementos de
rente (Suppe, 1977 : 708). un . conjunto y las propiedades de estas relaciones, formular
Pero volvamos a la concepción heredada de las teorías. una teoría es atribuir a un conjunto una estructura determi�
138 1 39
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nada. Un ejemplo tomado de la teoría matemática de con capítulo. Remito a él para las referencias bibliográficas con
juntos nos ayudará a precisar estas nociones. Se dice que cretas. Haré aquí una presentación más informal.
un conjunto es un grupo si entre sus elementos se ha defini La primera cuestión importante que se debe subrayar es
do una operación interna que tenga la propiedad asociativa, qtie Sneed no habla de magnitudes físicas teóricas, sino t
en relación con la cual exista un elemento neutro y que sea teóricas, expresando así que obtienen sus valores dentro de
tal que cada elemento tenga respecto a ella un elemento si la teoría a la que pertenecen, p . e. la fuerza de atracción
de la gravedad sólo puede medirse presuponiendo la teoría de
métrico. Así definida la estructura de grupo, se puede decir
del conjunto dé íos núttrero& enteros .con.Ja operac!9n de la
la gravitación universal de Newton. De manera más general
adición que es un grupo. De un modo análogo, se puede de no opone « términos teóricos » a « términos observacionales»,
1
porque piensa que cuando se califica a un término conio «teó
finir la estructura que debe tener un sistema de partículas
físicas para que cumpla la teoría de Newton, es decir, para
rico» no se hace porque pertenezca a un tipo de lenguaje L
sino porque está definido implícitamente en una teoría. Las
que sea una mecánica clásica de partículas. Y del sistema
teorías intentan dar cuenta de hechos observables suponien
solar, que se ajusta a la teoría de Newton, puede afirmarse :
do, conjeturando, que los fenómenos tienen ciertas propie
«El sistema solar es una mecánica clásica de partículas».
dades y que se dan entre ellos ciertas relaciones . Estas pro
En 197 1 , Sneed desarrolló la concepción estructuralista
piedades y es�as relaciones que se proponen para dar cuen
de Suppes, aplicándola al análisis de la estructura matemá ta de los heohos que observamos son los términos y leyes
tica de las teorías físicas. Ejemplo que podríamos denominar teóricos. Volvamos los ojos a las formulaciones mejor cono
paradigmático es precisamente el análisis de la mecánica clá cidas de la mecánica clásica para que nos sirvan de ejemplo.
r
sica de partículas en el que han trabajado Sneed y sus cola
l
Hasta ·bien entrado el siglo xv los astrónomos pensaban que
boradores (cf. Moulines, 1983). Poco después de la publica la tierra estaba fija en el centro del universo y . que el sol, ''!:"
l
ción de la obra de Sneed, en 1973 Stegmüller puso de relieve la luna y los planetas giraban en torno a ella. Copérnico . '.:'
que si al análisis de Sneed se le añadían ciertos conceptos aclaró el verdadero movimiento de los astros; Kepler des- \,;-;
pragmáticos, hacía posible la justificación parcial de las filo cubrió las leyes que los rigen: 1 ) cada planeta describe una :,
sofías de la ciencia de Kuhn y de Lakatos. Estos conceptos elipse, en uno de cuyos focos se halla el sol; 2) el área que ::z,
pragmáticos son conceptos kuhnianos o de inspiración kuh barre en un período de tiempo t el radio vector que une al :'.'&:
'
niana, «comunidad científica», « desarrollo de la ciencia eñ planeta con el sol es proporcional a t; 3) los cuadrados de
un tiempo t», «poseer una teoría» . Es para tratar de ilumi los períodos de revolución son proporcionales a los cubos
nar los procesos de desarrollo . y cambio de las teorías para de los ejes mayores de las órbitas.
lo que nos interesa introducir esta concepción. Se trataba de leyes empíricas sobre las órbitas de los pla
Veamos, pues, aunque sea someramente, el desarrollo que netas, de las que no se pudo dar explicación dentro de los
hizo Sneed de la concepción estructuralista de las teorías de sistemas teóricos preexistentes. Este hecho, unido a la tos
Suppe y las posibilidades de explicar la dinámica de las teo quedad con que daban cuenta de la órbita de la luna alre
rías desde un enfoque estructural, objeto en los últimos años dedor de la tierra, a la imposibilidad de hallar leyes adecua
de un diálogo en el que han participado, entre otros, Steg das para las órbitas de los cometas y a la falta de explicación
mfrller ( 1 974, 1981); Sneed (1 976); Kuhn ( 1 977), y Moulines satisfactoria para el fenómeno de las mareas, provocó una
(1 983). He preferido recoger la descripción formal de la con situación de crisis en la astronomía de finales del siglo xvn
cepción de Sneed en un anexo porque el recurso al lenguaje (Moulines, 1983: 253) que no se resolvería hasta Newton.
de la teoría de conjuntos podría dificultar la lectura de este Newton explicó ,las leyes de Kepler mediante la ley de
140 141
�¡);.
, ;:;
Í es
la gravitación universal : dos cuerpos de masas m y m se
atraen con una fuerza F directamente proporcional al pro; la aserción empírica global de la teoría : se supone que
dueto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de los sistemas incluidos en I da cuenta el núcleo K ( 1974:
de la distancia q�e los separa. O en otros términos, las leyes 529 s.). Moulines habla de las aplicaciones propuestas por
de Kepler se explican si suponemos que existe una fuerza de una comunidad científica -CC- en un tiempo t determina
atracción entre los cuerpos. F es un término t-teórico en la do , y caracteriza a la teoría por < K, A; CC, t> . Ambos es�
l�y de la gravitación universal, que constituye un caso par tán de acuerdo en la existencia y la permanencia de un sub�
L
t1c� la de l teoría mecánica clásica de las partículas, cuyo conjunto paradigmático de . aplicaciones propuestas. En el
:_ � _
prmc1p10 bas1co es que sobre una partícula en movimiento caso de ,la mecánica clásiea: : el sistema solar, distintos sub
�
que se conceptualizan como compatibles con el núcleo es Desarrollar una teoría consiste así en proponer nuevas
�
decir, que se piensan como posibles aplicaciones de la te ría aplicaciones, en formular leyes especiáles . El núcleo y las
·
están constituidas por clases de conjuntos : yéndulos, con aplicaciones paradigmáticas son intocables; son las leyes es
.
juntos de números, sistemas planetarios, etc. · peciales, las nuevas aserciones empíricas lo que se pone a
Pero no basta el dominio de aplicaciones, o marco em� prueba. De acuerdo con. tina metáfora zoológica de Mouli
pírico, para identificar el componente empírico de las teorías. nes, una teoría es como un pulpo: « La ca�eza delpulpo sería
En cada momento parte de estas aplicaciones son aplicacio el núcleo, el fondo del mar, del que el núcleo adquiere su
.
nes realmente propuestas. Algunas de las aplicaciones pro alimento, sería el campo de. aplicaciones, y los tentáculos
puestas pueden cambiar con el tiempo, pero por otra parte,
representarían las · leyes especiales. Para el pulpo (la teoría)
sólo es vital e imprescindible la cabeza (el núcleo) y una
las aplicaciones paradigmáticas, se proponen junto a la formu
lación inicial de la teoría y · continúan siendo parte de la teo
cierta porción segura del ambiente donde vive (las · aplica
ría durante toda su historia.
ciones paradigmáticas) . En cambio, al pulpo (a la teoría) se
Stegmüller llama IcA al conjunto de aplicaciones real
le pueden cortar algunos tentáculos (leyes especiales) sin que
mente propuestas, que serán aplicaciones más o menos se
deje de existir como pulpo (como teoría). Incluso a veces se
guras o firmes de la teoría, y representa a la teoría por
pueden regenerar nuevos tentáculos (construir nuevas leyes
< K, I > , siendo K el núcleo e I las aplicaciones propuestas.
especiales)» (1983 : 86).
142 143
\JN!VtBSHJAD Df. CAiJ;)Pi;'sa
_ -1
·1 wóUOTECA:
[
Si una nueva aplicación propuesta se mantiene, si otra dominio de presuntas aplicaciones, se nutre y tiene su base
aserción empírica resulta . corroborada, se incluye en la red en el subdominio de aplicaciones paradigmáticas.
de elementos teóricos < K1, 11 > , < K2, 12 > , . . Si queda
.
Este análisis es capaz también de explicar por qué el pro
r
refutada «se corta un •brazo al pulpo»; no pasa nada, aun ceso de desarrollo de una teoría no es siempre deductivo, por
que por supuesto, que una teoría resulte fructífera, que cum qué no se limita a la formulación de predicciones y/o retro
pla la promesa que entrañaba, depende de la capacidad de dicciones, por qué la «ciencia normal» en el sentido de Kuhn ¡,
generar redes teóricas progresivas, de las que formen parte se emplea en resolver enigmas, construyendo a partir de una
[
un número creciente de aplicaciones firmes. teoría las hipótesis auxiliares (aquí leyes especiales) adecuadas
para explicar hechos que parece que podrían ser modelos de·
la teoría.
Dinámica y comparación de las teorías Esta actividad es una de las que incluye Putnam en un
conjunto de esquemas que representarían los distintos modos
Veamos ahora cómo la concepción estructural de las teo de actividad científica (en Suppe, 1979b : 477):
rías muestra su capacidad de dar cuenta de los cambios teó
ricos. Hemos abandonado la insatisfactoria terminología de Teoría
Hipótesis auxiliares
las hipótesis ad hoc, de los núcleos que se hacen invulnera Esquema I'
bles por decisión metodológica dentro de la heurística nega Predicción. ¿Verdadera o falsa?
tiva de cada programa de investigación, y estamos en condi
Teoría
ciones de entender de forma satisfactoria el papel que juegan
? ? ? ?
los paradigmas en el quehacer científico: no es que sirvan Esquema II
L
para presentar de forma ostensible la teoría (aunque también Hechos a explicar
sirven para eso, y de este modo se puede utilizar la recons
Teoría
trucción racional que ha hecho Moulines de la mecánica clá
Hipótesis auxiliares
sica de partículas como modelo paradigmático de teoría en Esquema III
tendida como predicado conjuntista), sino que los ejempla� ? ? ? ?
res paradigmáticos sirven, sobre todo, para sostener una,,
teoría, para que aceptarla sea una decisión racional, porqÚe (En términos de Shapere, unas veces se buscan teorías
la teoría nace resolviendo un problema, sistematizando y ex para un dominio, otras dominios para una teoría.)
plicando uno o varios dominios o, al menos, eso es lo que Kuhn (1977) ha sostenido que si ·bien aprender una teoría
piensan quienes la proponen y quienes la aceptan. consiste en familiarizarse con especificaciones ejemplares (apli
La fecundidad, el poder explicativo del análisis estructu caciones paradigmáticas) en un orden determinado, desarro
ral, se pone de manifiesto si releemos a su luz a Causey llarla supone diseñar aplicaciones nuevas, y que la formación
(1979), donde se presenta la ciencia como un miriápodo, cu de un científico consiste en aprender a pas�r de sistemas que
yos brazos son las hipótesis auxiliares, donde una falsación se conceptualizan como posibles aplicaciones de la teoría a
comúnmente implica cortarle un brazo, pero que sólo muere aplicaciones que se proponen como firmes, cuestión que, cuan
si se le corta la cabeza, si se aduce otra teoría más pertinen do se trata de sistemas poco típicos, exige una imaginación
te (Causey, 1979: 446). La metáfora de Moulines tiene la creadora. Por eso es un error considerar a la ciencia normal
superioridad de explicar por qué sobrevive la cabeza: por «rutinaria» . No hace falta insistir en que respecto al apren
que al tiempo que escruta y extiende sus tentáculos hacia el dizaje de teorías sigo en desacuerdo con Kuhn; pienso con
1 44 1 45
r
f-
Stegmüller que las aplicaciones se pueden dar a conocer por Lakatos ._ Sólo con u� ��ncepto preciso de núcleo se puede
ostensión, pero también por enumeración y mediante la defi estar abierto a la pos1b1hdad de que se perfeccione el núcleo
nición de condiciones necesarias y suficientes, que son las inclus o si no aumentan las aplicaciones propuestas. Por otra
r .
formas tradicionales de definir conjuntos (Stegmüller, 1974: parte, Stegmüller señala que Lakatos usa teorías con dos sen
532). _
Las nociones de elemento teórico y de red teórica permi tructural. Unas veces teoría en Lakatos equivale a programa
de investigación, así: la teoría de Newton. Otras, cuando se
L
ten analizar las distintas formas de desarrollo de una teoría e
integrar la ciencia normal en el contexto de los distintos tipos habla de las teorías como partes de un programa · de investiga
de desarrollo científico . Los elementos teóricos están cons ción, equivalen a cada una de las leyes especiales que se pro
tituidos, por definición, por un núcleo y un conjunto de apli ponen para dar cuenta de ampliaciones del dominio de apli
['
caciones de la teoría y que pueden llegar a estar corrobo
caciones firmes T = <k, l > . Las redes teóricas son suce
radas.
siones de elementos teóricos cuyos núcleos constituyen suce
Junto a las nociones de progreso teórico, empírico y eri
sivas especializaciones de un núcleo iniciaL
confirmación en una red teórica, introduce Stegmüller otro cri
Stegmüller ( 198 1 : 50 s.) ha propuesto una tipología de
terio para calificar este progreso, que éste sea lineal (acumula,
formas de progreso de una red teórica. El progreso puede dar
se en tres ámbitos : a) teórico, si se mejora el núcleo, si se tivo), o ramificado. El progreso ramificado se produciría si
,
dada Ja situación en un momento determinado t se pueden lo
precisa y desarrolla la estructura S que constituye el predica
grar con . éxito al menos dos refinamientos distintos de la
do de la teoría; b) empírico, si aumentan las aplicaciones
teoría.
propuestas; c) en la confirmación, si aumentan las aplicacio
No se aducen ejemplos de progreso ramificado, sino que
nes firmes. La tipología de Stegmüller permite matizar la dife
se propone por el momento como posibilidad lógica. Si una
rencia entre la ciencia normal de Kuhn y los programas de
situación empírica de desarrollo de una red teórica se puede
investigación progresivos de Lakatos. El primero parece que
calificar de progreso ramificado no sería ni ciencia normal ni
apunta sin más especificación al aumento de las aplicaciones,
ciencia extraordinaria. Esta última y también controvertida
mientras qúe Lakatos aceptaba que una teoría substituyera a
expresión de Kuhn debería de reservarse -si se está dispues
otra en el interior de un programa de investigación si aumen
to a utilizarla- para los cambios de núcleo. Las situaciones
taban las aplicaciones propuestas (se trata de,,su exigencia de
de progreso ramificado de una teoría constituirían encrucija
contenido empírico excedente, de lo que considera progreso
das en las que no se puede recurrir a · la lógica porque se
teórico), aunque sólo de cuando en cuando hubiera progre
carecería de razones lógicas para establecer la superioridad
so en la confirmación (corroboración de una parte del conte
de una ·especialización del núcleo sobre otra. Pero ni siquiera
nido empírico excedente, a la que llama progreso empírico) .
estas situaciones deben pensarse como irracionales. : Si se dan,
Las discrepancias de notación entre Stegmüller y Lakatos :
habrá que recurrir a una razón práctica para hacer juicios,
Stegmüller Lakatos para decidir con qué especialización del núcleo se va a traba�
jar' Estas decisiones pueden depender de las presuntas apli
progreso teórico .
caciones de las dos « ramas» de la teoría, y de qué dominios
progreso empírico == progreso teórico
-de los que parece que podrían . explicar- .resultan más
progreso en confirmación == progreso empírico
problemáticos desde una perspectiva pragmática en un mo
mento determina do.
se aclaran inmediatamente si se piensa en la vaguedad de la
En cuanto a la actividad propia de la «ciencia nOrmal»,
n oción de «núcleo duro de un programa de investigación» en
147
1 46
Stegmüller, tras reformular la conceptualización de Kuhn . en pragmático « disponer de una teoría» extrae Stegmüller
im
[
términos de la concepción estructuralista, se ha convertido portantes consecuencias:
en uno de sus defensores (cf. Stegmüller, 1974: 531 s.). Fren a) Personas que disponen de la misma teoría pueden sos
te <t Popptr, po!."que no parece que la ciencia normal tenga que tener hipótesis recíprocamente excluyentes, y pueden pensar
ser dogmática, ni que la dinámica de fornmlación y puesta a que se aplican a distintos sistemas físicos; sólo se supone que
prueba de hipótesis se limite a los períodos revolucionados. tienen el mismo conjunto paradigmático de partida. De este
L a ciencia normal, entendida como el desarrollo de una teo modo se pone en cuestión la uniformidad que atribuye
. Kuhn
ría, está llena de hipótesis que se formulan y son sometidas
L
a quienes trabajan bajo el mismo paradigma.
a contrastaciones fuertes de las que resultan corroboraciones b) No es necesario hacer a la teoría inmune mediante hi
o falsaciones . Frente a los ataques de Feyerabend Y W atkins, pótesis ad hoc, como pensaban tanto los empiristas (induc ¡ l
ti
que preferirían revoluciones permanentes, porque «pedir a vistas) como los racionalistas críticos. Una falsación sólo
sig
honestos y productivos científicos normales que sean como nifica que el científico no tuvo éxito en su intento de
estable
Newton y como Einstein» , le par,ece cruel e · inhumano. cer una ley especial, una especialización del núcleo de
·
la teo
Si s e encuadra a la ciencia normal junto a otras formas ría. Stegmüller sostiene aquí que cuando racionalistas
y em
posibles de desarrollo científico, podemos enfrentarnos a las piristas hablan de teorías refutadas que se mantienen
cometen
tesis más problemáticas sobre la evolución de la ciencia. Steg un fallo lógico, porque de un número finito de intento
s de es-·
müller así lo hace en este trabajo de 1974 al que acabo de tablecer specializaciones del núcleo estructural
� no se sigue
que el nucleo no pueda ser ampliado con éxito. A
hacer referencia. Para ello define un concepto pragmático, la luz de
estas reflexiones . adquieren sentido algunas afirma
« disponer de o poseer una teoría» . Una persona o un conjun ciones
de Kuhn, de otro modo inquietantes. Si un científico
to de personas p «posee una teoría» en un momento t si se no tiene
éxito en resolver un problema con su teoría, el fallo
dan las siguientes condiciones : no es
de la teoría, sino del científico. Recordemos que se trata de
1 ) Ha existido una persona o conjunto de personas, que un
período de ciencia normal, esto es, del desarrollo de
crearon la teoría y que han fijado las aplicaciones pretendidas una teo
ría que ya ·h a tenido éxitos.
de una teoría mediante un conjunto de aplicaciones paradig-
e) Las aplicaciones supuestas que no pertenecen al núcleo
máticas.
paradigmático se mantienen aunque no se tenga éxito en
2) La persona o conjunto de personas p acepta este con�" construcción de leyes especiales que den cuenta de ellas, hasta
la
junto de aplicaciones paradigmáticas como parte de las apli que se considera inútil proseguir los intentos de convert
irlas
caciones de la teoría que consider!l aceptables en el mo- en modelos de la teoría y si al final se abandonan, no
es
mento t. porque S -la estructura que constituye el predicado
de la
3) Está convencida de que se puede perfeccionar . el nú- teoría- sea falsa, sino porque los sistemas de los que
se ha
cleo de la teoría elegida por ella, de modo que los sistemas bía supuesto que eran aplicaciones de la teoría no tienen
'1·
la
físicos que constituyen las aplicaciones firmes podrán ser estructura s_
explicados mejor en el futuro, es decir, mediante más Y más Hasta aquí los problemas relativos al desarrollo de
una
exactas leyes (a ,esta condición la llama Stegmüller creencia < ·i
teoría. Otra cuestión es el desarrollo de la ciencia en su tota
Ji'
en el progreso teórico) . lidad, y en particular explicar por qué se cambia una >¡
teoría
'. )! •.
JI .
4) Está convencida de que s e pueden encontrar nuevas por otra y si se trata o no de un proceso acumulativo.
Para
esto hemos de comparar teorías, o si se prefiere progra
!i: i'!'1
aplicaciones de la teoría (creencia en el progreso empírico) . mas de i · ¡! .'
De la definición estructural de las teorías y del concepto investigación o redes teóricas. Cuando Kuhn y Feyera
bend ha-
:
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1 48 1 49
',:'1. ! 1
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teóricas simultáneas. Moulines hace notar que Kuhn no se • Pero Kuhn ( 1 977 : 159 s.) muestra dudas ante esta reduc•
plantea esta posibilidad, porque piensa que en una disciplina
ción de teorías que se postula. Sus argumentos son claros .
en un momento determinado habrá una sola tradición domi
L
Cuando de los sistemas se piensa que son modelos posibles de
dos teorías Ti y Ti es porque se les atribuyen estructuras com
nante, mientras que Lakatos sí que habla de la coexistencia
de dos programas de investigación en competencia (Mouli
patibles con los núcleos de las teorías. Una reducción de los
nes, 1 983 : 354 s.). Éste sería también el resultado de aquel . . ,
modelos de una teoría a los modelos de la otra ex1gma rela
progreso ramificado de Una teoría del qué hablaba Stegmüller,
cionar los conceptos, o propiedades formales o estructuras ma
que supondría la: bifurcación de una red teórica. Cuando hay
temáticas que subyacen a las aplicaciones posibles de las dos
dos programas independientesen competencia, igual que cuan,
teorías. Tarea que parece problemática. Kuhn insiste en que
do se ptódüzca ·una bifutca:ción teórica, será necesario recurrir
.
más que de reducción se trata de un problema de traducción
a critetiós, pl:ágmátícos de· racionalidad.
que todavía no ha sido resuelto formalmente, si es que puede
·
teóricas o . programas de inyestigación sucesivos. Stegmüller Es cierto que si una teoría no puede reducirse a la que
ha tratado de enfrentarse a él postulando la necesidad de de sustituye no puede hablarse de progreso, pero hay recursos
sarrollar dentro de la concepción estructuralista un nuevo con · racionales de elección, razones prácticas para decidir si se
cepto de reducción, que contemple una situación en la que trabaja o no con una nueva teoría que se propone, y soti del
no se reducirían leyes o conceptos teóricos sino rendimientos. mismo tipo que las que permiten decidir si se trabaja con una
p
Esto es; nó sé tl:átaría: de · deducir las leyes y explicaciones de u otra de dos teorías alternativas en competencia.
proyedo -pi,tdfora llevarse a cabo;· fa no acl1inulatividad de los cada de la realidad, de un dominio problemático, lo que es
Shapere piensa que es la · existencia de una parcela no expli
cambios de núcleo de las revoluciones teóricas. sería compati timula la propuesta de hipótesis, y de cómo las característi-
ble con. el aumento acumulativo de. cpriocjmientos : «La apa �
cas de un dominio, su organización y la clase de problemas
�
estructur fos. de las teo�ías sdn disti t s (y, por tanto, existe
acumulativo en el sentido de Kuhn en tanto que los nucleos ,
que hace que se introduzca una teoría cuando no hay ninguna,
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explican la introducción de nuevas hipótesis, y que es razona
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1 50 151
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.
(por usar la engañosa expresión de Kuhn), el estado de un Una de las razones que sin duda explica la recepción en
dominio en un momento determinado (dentro del qu� debe tusiasta de la aproximación antropológica de Lévi-Strauss en
.
considerarse la información previa) juega un papel iro�or la Inglaterra de los años sesenta fue el estancamiento de la
[
te y discusión» (Shapere, ros. «Ün the Introduction of New tables a Marwick. Pero ningún partidario de la «teoría» de la
Hypotheses in Science», citado por Suppe, 1 97 7 : 699 ) .
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partidario de la alianza puede no leer Los nuer porque no le
las dos teorías precedentes. Seguramente esta es la s1tuac1on interesa, lo que es difícil es que diga que no lo entiende o
1
actual de la teoría antropológica del parentesco. . .
.
-excepto en situaciones polémicas como las · que parecen '
l
Del mismo modo que Stegmüller pensaba que la pos,1b1h gratas a Leach- que carece de interés por completo; Dedi
r
l
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dad lógica de un progreso ramificado dentro de una teona no caré ·el apartado que sigue a los condicionamientos culturales
debía alterar nuestra confianza en la racionalidad, creo que de la racionalidad.
1
1
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suplirs� recurriendo a explicaciones formuladas en términos
Sosegada la revolución que el primer Kuhn produjo en la
filosofía de la ciencia, podríamos pensar que ha cuajado una
de la teoría anterior. nueva meta-teoría que puede servir para explicar y orientar el
trabajo de las ciencias empíricas. En particular, la distinción
entre los diferentes componentes de una matriz disciplinar, la
definición de las teorías como estructuras atribuidas a fenó
menos y la discusión sobre el papel de los ejemplares o apli
caciones paradigmáticas, ha permitido caracterizar de una ma
nera lógica dos procesos distintos de desarrollo científico: los ·
152
f.
rías nuevas, que pueden terminar siendo olvidadas o por el �
y ndo el carácter interpretativo de la percepción. El último
contrario imponerse, sustituyendo parcial o totalmente a teo,
capítulo de Needham ( 1983) se dedica a las «Wittgenstein's
rías anterior·es. Arrows». Si las flechas (a) � +--, (b) � �· o (e) +-- � apun
En estos procesos hay tomas de decisiones que pueden en- tan o no en la misma dirección, es algo que depende del sis
l
de un dominio problemático por medio de una teoría ya pro ción si en (a) imaginamos un blanco «X» entre las dos flechas,
puesta, son ejercicios en los que se formulan hipótesis que se así � «X» +--, o si en (e) suponemos que están situadas sobre
someten a contrastación. Algunas formas de actividad cien, la superficie de un cilindro. Estos ejercicios, como los · ejem
tífica pueden ·enfatizar la búsqueda de objetos cuya existencia plos en los que se detiene Hanson ( 1 977: 88 s.) sobre patos
ha sido prevista o negada por una teoría, sean éstos nuevos y ciervos, ancianas parisinas y jóvenes a lo Toulouse-Lautrec;
elementos del sistema periódico, otros planetas del sistema tienen la facultad de enseñarnos a ver cuánto hay de interpre
solar (como sucedió con Urano), matrimoníos asimétricos con tación en lo que percibimos . Algo semejante hace don Juan
primas cruzadas patrilaterales o sociedades en las que se nie� con Castaneda en aquel viejo libro, no por casualidad citado
gue a la madre toda participación en los procesos fisiológicos por N eedham en este trabajo tan reciente : lo que intenta
de procreación. Otras investigaciones tratan de averiguar lá hacer don Juan con Carlitos es romper su visión del mundo
verdad o falsedad de una predicción o retrodicción determina (Needham, 1 983 : 3 1 , Castaneda, 1 968).
da. Otras más, buscan d establecimiento de las reglas de co�
rrespondencia, principios puente, teorías intermedias o leyes
especiales que permitan dar cuenta de un dominio deter
minado.
También pueden entenderse en términos lógicos las deci
siones de trabajar en programas de investigación que se reve
lan progresivos, o en evoluciones progresivas de redes teóricas
en el sentido de Stegmüller.
Menos inmediatos son los cambios de teoría, incluso los Una primera dificul tad para aceptar estos cambios de vi
« acumulativos» ; aquellos en los que una teoría T1 es substi sión depende de la tendencia al relativismo o al dogmatis
tuida por una teoría T2, cuyo contenido empírico corroborado mo, del monolitismo o la pluralidad de la enculturación reci�
o dominio de aplicaciones bien establecidas incluye el domi� bida. Pero es posible chocar con otro tipo de resistencia y que
nio bien establecido de la anterior. Como han señalado co7 procede de aquellos otros elementos de la matriz disciplina-
rrectamente tanto Feyerabend como Kuhn, los procesos de
reducción no dejan de ser problemáticos porque se piensen
en términos de dominio y no de núcleos estructurales. La sus�
titución de una teoría que da cuenta de un dominio por otra
teoría sobre el mismo dominio, exige un cambio de visión.
Los elementos del dominio son los mismos, pero el sistema in,
tegrado por estos ·elementos y la red de propiedades y relacio�
nes que los vinculan no lo es. Tanto Wittgenstein como Han
son han enfatizado las implicaciones del « ver que», subra-
1 54 155
r-
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1
1 i1
¡
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1 1
ria en el sentido de Kuhn que habíamos dejado de lado: los tido a él ·en sus primeras caracterizaciones del progreso cien
¡;
componentes metafísicos, que proporcionan analogías y mo tífico como un proceso de conjeturas y refutaciones: las con ¡,
delos, y los valores. jeturas serían las mutaciones, las refutaciones el proceso de '
1
'
Para un antropólogo no hay (no creo que haya) grandes selección que hace que algunas de las conjeturas provisional
implicaciones en que la figura adjunta (Hanson, 1977: 91) mente sobrevivan. Toulmin ha enriquecido el uso del modelo \'
s e perciba como un tipo u otro de animal. No ocurre l o mismo darwiniano en la ciencia recurriendo al «pool» genético, que
con la prohibición del incesto. Las mujeres estudiantes de an permite pensar el proceso de cambio científico como la varia
:r
tropología, en especial las próximas al movimiento feminista, ción y perpetuación selectiva de una población de conceptos �:i
l
, --
(Toulmin, 1 977: 144 s.). Para que haya innovación debe de i
1
llT
sienten una especial irritación ante las páginas de Lévi-Strauss
(1 969) ·en las que se explica que son las tendencias natural haber presión selectiva: teorías en competencia. Las noveda L
mente polígamas de los machos de la especie humana las que des se someten después a selección crítica. Quintanilla (1973)
hacen de la mujer un bien escaso . Needham no parece sentir� oponiendo a la epistemología de Popper l a de Piaget, añadiría
se a disgusto con la idea. Por .el contrario, los hombres estu al · «pool» la dotación de formas de operación genética y cul
diantes de antropología se sienten incómodos cuando se sub turalme nte adquir idas. i:.
¡!
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l
jeres las que tienen hijos . Hecho bien familiar que se ve a con una medida de la corroboración). Que se prefiera a una
L
i
otra luz cuando se lo considera posible principio básico de
de ellas, dependerá de las presiones institucionales y de la
l
,.,
una teoría del parentesco. Ejemplo paradigmático de hasta
pertinencia que se otorgue a los problemas que caracterizan
qué punto creencias religiosas o valores sociales pueden ser
a los dominios en cuestión. Y distintas comunidades científi
cuestionados por teorías científicas fue la oposición desper
cas pueden trabajar en distintas teorías. Que se trabaje en
tada por el heliocentrismo.
mejorar una teoría o en formular otra alternativa, dependerá
Y hasta aquí se trata de resistencias ante situaciones que
de la presión que ejerzan las anomalías, de la necesidad de
objetivamente se pueden calificar de progresivas desde un pufü /
explicar nuevos dominios, y de la capacidad individual de
to de vista lógico, y en las que se puede esperar que el debate,
creación.
las pruebas, venzan a los prejuicios. Cuando nos encontramos
. Los componentes sociológicos de la ciencia, la necesidad
con procesos de desarrollo científico ramificado, aquellos que. .
de explicar por razones externas ciertas resistencias, ciertas
en el interior de una red teórica pueden llevar a dos especia
innovaciones, la dificultad de establecer un criterio inequívoco
lizaciones del núcleo divergentes o que consisten en la substi
tución de una teoría por otra que sólo parcialmente da cuenta de demarcación, h a llevado en ocasiones a negar toda especi
del dominio de la primera, la carga cultural de la elección se ficidad a la ciencia dentro del sistema cognitivo.
acrecienta. Stegmüller ha hablado de racionalidad pragmáti Esto es lo que hace B. Barnes en 1 982, remitiéndose a las
ca y he mostrado mi acuerdo. Pero . a condición de desvelar enseñanzas del primer Kuhn. El concepto central en Barnes
los intereses y objetivos a los que se hace referencia implícita es el de tradición de investigación, que incluye procedimien
bajo el término «pragmático». tos, representaciones y conceptos heredados y también una
El modelo evolutivo de Darwin se ha invocado con fre clase heredada de problemas. Estas tradiciones de investiga
cuencia dentro de la filosofía de la ciencia. Popper se ha remi- ción son subculturas, y el sociólogo de la ciencia debe estu-
l
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1 56 157
. /
l
porta, El entrenamiento científico ·es dogmático y autoritarió; ' enor f.ecundidad para dar cuenta de dominios problec
y no podría ser de otra manera. Lo que el estudiante. debe : máticos. , ,
· - un pato o un t10 ma-
·
�
rrelaciones hipotéticas entre determinadas relaciones de. pa
culturación de los científicos, tienen que ver con su interpre�
rentesco y la interpretación de las funciones ·básica� e �a
tación del conocimiento científico como un conjunto de roo:
Í
fecundación el embarazo y el parto. Una de las htpotes1s
delos de problemas y relaciones paradigmáticas que se apren�
ingenuas in ciales era la existe�ci � , de correspo�den��as e�tre
de por ostensión. Hay tanto en el primer Kuhn como en B�r� .
los principios unilineales de fihac10n y la contnbuc10n pnv1-
nes (que se apresura a señalar que no le importa el probabl(!
legiada del hombre o de la mujer en Ja procrea�ión. Co�o es
desacuerdo del segundo Kuhn, p . 34 s.) una identificació� .
bien conocido, y entendiendo filiación en el sentido de Rivers,
errónea de los paradigmas con objetos. Pero las teorías, dé
no en el de Needham, las sociedades unilineales han sido . ma
acuerdo con el análisis que estoy utilizando, no son cisnes,
yoritarias entre las tradicionalmente estudiadas por los antro
ni sillas, ni juegos. Son funciones, predicados que atribuyen
pólogos (753 de un total de 1 . 179 en Murdock [ 1967 ] ; de
estructuras a un dominio, que lo constituyen en sistema (Mou
ellas, 589 patrilineales y 164 matrilineales). De acuerdo con
lines, 1 983 : 328-345). Esta estructura son las condiciones de
estos datos y con la primera hipótesis ingenua reseñada, se
definición de la teoría. Cuando se da cuenta teóricamente de
esperaría una participación mayor del hombre en la procrea-
un dominio no se dice que es análogo (de una manera imp:re�
159
1 58
1-
�
dades. Por eso una lec En definitiva, y aunque comparto lfl esperanza de Toul
ción en al menos la mitad de las socie
Why te ( 1 978) me puso sobre la pista e min (1977: 1 7-54) respecto a una futura integración de la
tura superficial de
de Whyte, a partn fisiología de la percepción, la sociología del conocimiento y la
una posible falsación. Los resultados
s-Cultural Sample» de psicología de la formación de conceptos que nos devuelva una
de una submuestra del « Standard Cros
derivada del Ethnogra imagen unitaria de la ·epistemología, creo que mientras se tra
Murdock y Whyte ( 1 969) -a su vez
ación del hombre Y de baja ·en esta línea no debería de extremarse la analogía entre
phic Atlas- en relación con la aport
[
entes (Whyte, 1 978: la formación de conceptos en los niños y el desarrollo del co
la mujer a la procreación, eran las sigui
nocimiento científico, ni entre las tipologías folk y las teorías
20 1 s.):
científicas. Se ha discutido de Lévi-Strauss alguna compara
ción entre niños y primitivos, pero tal vez no sea indispen
Frecuencia Porcentaje
sable identificar a los científicos con niños para restablecer el
equilibrio.
1
Por otra parte, una sociología de la ciencia interpretativa,
1) Se atribuye un papel ma
7 ,5 como la propuesta por Barnes, puede cometer varios errores
yor al hombre
2) Se cree que la contribución si opta por utilizar en la forma en que lo hace una metodología
1
1
es equilibrada o no hay evi etnosemántica para el estudio de las teorías científicas: ·
1
dencia de mayor contribución
87,l nologías de parentesco y las clasificaciones de los colores son
¡
de un sexo u otro 81
3) Se piensa que las mujeres entes de la misma naturaleza.
b) Puede atribuirles los mismos objetivos y fines.
1
tienen un papel más impor
e) Puede deducir, de la variabilidad, que son visiones del
5 5,4
tante
1
mundo inconmensurables y, en consecuencia, que su mayor
o pienso) que he o menor adecuación (a los objetivos y fines que se le atribu
Tomé nota del problema, pensando (com
porcentaje de socieda
11
yen) no puede evaluarse.
de ocuparme de comprobar cuál es el
a por Whyte, Y muy d) Puede perder de vista el contexto social en el· que los
des patrilineales en la submuestra elegid
1
os de l�s 8 1 casow hanunoo de Filipinas clasifican a las plantas por sus caracte
especialmente, de intentar saber para cuánt
incluidos en la fila 2 no hay evidencia
(!), de analizar la ade rísticas cromáticas (Conklin, l964b), y los departamentos de
mi hipótesis so
1
11
ar despu és física teórica, sociología o antropología enseñan en las univer
cuación de la muestra, y de revis
papel mayo r en la procrea sidades españolas, británicas y americanas. Bajo una óptica
bre la atribución al hombre de un
�
les. No fui consc iente hasta marxista, los componentes dogmáticos y autoritarios del pro
ción en las sociedades patrilinea
que me lo hicieron notar, de la ing n
� � a form u a�ión . e ?
mi ceso de transmisión de conocimiento científico tienen menos
ment e d1stm ta parttc1pac 1on del que ver con las distinciones entre patos y cisnes y más con el
hipótesis. Dada la ostensible
mantenimiento de un sistema de status y con la función ideo
1
y en el parto, en los
hombre y de la mujer en el embarazo
, no dejaría de ser notable que un lógica de los aparatos del Estado.
datos de Whyte ( 1 978)
�
al hombre Si algo puede caracterizar aL conocimiento científico, es
87 1 % de las sociedades estudiadas atribuyeran
e (si no resulta que su carácter crítico; si algo podemos enseñar a los estudiantes,
y la mujer una contribución comparabl
s para las que sobre Y ·esto hace p articularmente satisfactorias la antropología cul
lo más notable ·es el número de sociedade
de la enculturación en tural y la aproximación a la ciencia de la filosofía actual, es
este ítem no hay datos ). Malas pasadas
que hay distintas maneras de percibir y representar el mundo.
una sociedad cognaticia.
1 161
1
1 60
· a.
Barnes sustenta en torno a la naturaleza y la forma de trans
�
Los fracasos en los intentos de establecer una demarcación
misión de los paradigmas científicos, hay un concepto central
entre ciencia y metafísica no tienen por qué hacer pensar que
en s� libro en el que me interesa detenerme, el concept de
no hay diferencia entre una teoría científica y una tipología
�
t��diciones de investigación, subculturas donde la investiga
folk, ni entre una teoría científica y una ideología religiosa o
cton se l eva a cabo con un conjunto de procedimientos, re
política: « Pues la demarcación que verdaderamente importa
presentaciones y conceptos heredados, sobre un conjunto de
establecer es la que existe entre teorías presentadas como dog
. clases de problemas heredados también (Barnes, 1 982 : 7).
l
mas mexpugnables -por consiguiente, inmunes a la crítica
No sé quién fue el primero en utilizar el concepto de tra
y teorías en principio susceptibles de sucumbir ante esta úl
dición de investigación, ni en este contexto tiene importancia.
tima» (Muguerza, 1 97 1 : 55).
Harris ( 1 982 : 40) cita a Laudan, que lo utiliza en un sentido
parcialmente diferente: «Una tradición de investigación es un
?
conjunto de presupuestos generales acerca de las entidades y
Principios metateóricos
pr cesos de un determinado campo de estudio, así como de los
metodos apropiados para investigar problemas y construir teo-
A lo largo de todo el capítulo anterior he venido entreco
rías en dicho campo» (Laudan, 1977 : 8 1 ) . .
millando « teoría» cuando hablaba de la teoría de la alianza
. Semejanzas parciales presentan también tanto el concepto
o de la teoría de la filiación. La razón es que bajo estas dos
de tradiciones de Barnes como el de Laudan, con otros con
expresiones, no sólo no se alude a teorías en sentido restrin
ceptos como el de «disciplina» en Toulmin (1977) . «matriz
gido, sino que se incluyen más componentes de los que corres
disciplinar» en Kuhn (1971b y 1 979), «orientaciones teóricas»
ponderían a una teoría en sentido amplio, sea éste el de Sneed
e? Kaplan y Manners (1 979), y «estrategia de investiga
-un núcleo constituido por los modelos y las ligaduras, más , .
c1on» en Harr1s ( 1 978a, 1981a, 1 982), que exhiben un « aire
las aplicaciones paradigmáticas-, el de Kuhn -generaliza
de familia» que parece que permite clasificarlos juntos en una
ciones simbólicas que adquieren a través de ejemplares su
clase politética en el sentido de Needham. Como hiciera Leach
contenid? empírico- o el de Lakatos : el núcleo intocable y
con los distintos usos del término matrimonio, voy a tratar de
los sucesivos desarrollos de un programa de investigación.
analizar .los componentes que se incluyen en estos conceptos
Ya hemos visto que Schneider usaba con precauciones los
que, si efectivamente constituyen una clase politética, se sola
términos acuñados por Dumont y que al hablar de « teoría de
parán parcialmente.
la alianza» y «teoría de la filiación», sólo quería significar que
No he incluido en esta lista, que en absoluto es cerrada,
«en ciertos aspectos cuidadosamente determinados (la cursi
conceptos como «paradigma» o «programa de investigación» .
va es mía) Lévi.:Strauss, Dumont, Leach y Needham están
Paradigma o equivale a «matriz disciplinar», o s i tiene el sen
generalmente de acuerdo entre sí y en desacuerdo con Portes,
tido de ejemplar está incluido en este segundo concepto, del
Goody, Gough y Gluckman, que a su vez están más de acuer
mismo modo que tanto los «principios disciplinares�> de Toul
do 'en ciertos puntos entre sí que con los anteriores» (Schnei
min como sus «principios teóricos» están incluidos en su con
der, 1 965 : 73).
cepto de « disciplina». En cuanto al «programa de investiga
Dilucidar cuáles sean estos acuerdos, es un tema que es
ción» de Lakatos, entendido como una serie de teorías t1,
necesario abordar para discutir si es posible o no la compa
t2, . . . tJ, muy semejantes, presenta más analogías con otros
1:
ración entre diferentes desarrollos científicos. Aunque . por su
conceptos como el de red teórica, que significan una teoría
naturaleza creo que no sería posi:ble establecer un inventario
en sentido amplio, mientras que el concepto de «metodología
exhaustivo de todos ellos. Volvamos a Barnes.
de los programas de investigación» podría integrar otra clase
A pesar del desacuerdo ya expresado sobre las tesis que
1:
1 63
1 62
¡�
[
abordar problemas teóricos o p ácticos» (p. 152), y en resol
politética con otros conceptos, entre los que incluiría el de r
«ciencia normal» de Kuhn, el de «variación y selección con ver los problemas científicos, que son las diferencias entre los
ceptual» de Toulmin y el de « evolución de una red teórica», ideales explicativos y las capacidades corrientes . Esto es el
de Sneed, Stegmüller y Moulines. De una manera un tanto principio de explicación de la variación y selección de con
impresionista, se podría pensar en las disciplinas, las tradi ceptos y teorías que Toulmin considera fundamental dentro
ciones de investigación o las matrices disciplinares como lo de su modelo evolutivo.
[
que comparte una comunidad de científicos, y de la ciencia Pasemos ahora al concepto de matriz disciplinar de Kuhn.
normal y el desarrollo de los programas de investigación como Como sabemos, lo desarrolló en tres artículos distintos que se
lo que hacen los científicos que comparten la misma tradición. publicaron en 1 969, y que, con ligeras variantes, tratan de
Agrupación vaga porque, insisto, los conceptos que estamos responder a las críticas a la ambigüedad del término «para
discutiendo no constan de los mismos atributos. digma» . Los tres artículos fueron redactados en orden inverso
Como he tratado de mostrar, el concepto de evolución de a su traducción al castellano, es decir, Kuhn ( 1 979); Kuhn
una red teórica ha permitido reconstruir en forma lógica ia (19 75a) y Kuhn ( 1 97 1 b). Más explícitos sobre las matrices
idea de un período de ciencia normal o de desarrollo de un disciplinares son Kuhn ( 1 979) «Segundas reflexiones sobre
programa de investigación, del mismo modo que el núcleo paradigmas», y Kuhn ( 1 97 1 b) «Posdata: 1 969» en La Estruc
de una teoría tal como lo han analizado Sneed y quienes tura de las Revoluciones Científicas, especialmente este último.
trabajan en la misma línea, ha permitido dar cuenta de la En los tres hay un propósito común, responder a los críti·
estabilidad del núcleo de un programa de investigación o de cos, y en particular a Masternam ( 1 975 [ 1 965] ), que al ana
la vinculación entre ejemplares y generalizaciones simbólicas. lizar la naturaleza de los paradigmas kuhnianos había consta
Lo que nos interesa ahora son los atributos metateóricos que tado que por «paradigma» se entendía desde «logros científi
l
caracterizan a aquella primera familia de conceptos. cos concretos » a un «conjunto característico de creencias y
En La comprensión humana de Toulmin, el concepto de preconcepciones», incluidos en este último cometidos instru
disciplina es un concepto central. Una disciplina incluye una mentales, teorías y metafísicas.
población de conceptos y teorías y unos principios disciplina Kuhn acepta la crítica, pero piensa que hay dos usos bá
rios o ideales explicativos (también ideales de orden natural), sicos subyacentes : « Cualquiera que sea su número, los usos
que son los que hacen que determinados aspectos de un do./ de " paradigma " en el libro se dividen en dos conjuntos bási
minio resulten problemáticos, así como una tradición comu cos que requieren diferentes nombres y un análisis distinto.
[
nal de procedimientos y técnicas para abordar problemas teó Un sentido de paradigma es " global '', abarcando todos los
ricos y prácticos. Los científicos «ubican y especifican lós cometidos particulares importantes y, de este modo, es un
inconvenientes de sus conceptos corrientes reconociendo la subconjunto del primero» (Kuhn, 1979: 5 10).
distancia entre su capacidad común para " explicar " los carac• Nos hemos detenido ya en el uso particular de paradigma
teres importantes del mundo natural y las ambiciones expli como ejemplares, devolvámoslo ahora a su contexto global,
cativas definidas por sus ideales corrientes de orden natural el de las matrices disciplinares.
o modelos de inteligibilidad completa>> (Toulmin, 1977 : 1 62). Es en Kuhn ( 1 979: 5 1 3 s.), donde se introduce el término
Son, por tanto, los principios disciplinarios los que definen «matriz disciplinar» : «disciplinar», porque es la posesión
los objetivos básicos de una ciencia y J.e dan una unidad y común de los que practican una disciplina profesional; «ma
una continuidad reconocibles (p. 1 33). Los miembros de una triz», porque está compuesta de elementos ordenados de varias
comunidad científica que forman parte de una disciplina tra clases, cada uno de los cuales requiere especificación. No in
bajan en «aplicar y mejorar los procedimientos y técnicas para tenta una lista exfüaustiva, sino que trata de identificar tres
1 64 1 65
¡-
:1
de ellos, que por ser centrales para la función cognitiva del
grupo supone que interesaban de modo particular a los filó
sofos de la ciencia. Se refiere a ellos como generalizaciones
a las predicciones: deben ser exactas; las predicciones cuan
titativas son preferibles a las cualitativas, cualquiera que sea
¡
ll
11
el margen de error permisible, éste debe ser satisfecho conse
·¡
[
simbólicas, modelos y ejemplares. En Kuhn ( 1 97 1 b : 268 s .),
cuentemente en un campo dado, etc.), valores que se utilizan
añade un cuarto elemento de las matrices disciplinares, los
en el enjuiciamiento de todas las teorías (éstas deben permitir,
valores compartidos .
antes que nada, la formulación del enigma y su solución ;
l
Poco debemos añadir a lo y a discutido sobre las generali deben d e ser, hasta donde sea posible, simples, autoconsisten
zaciones simbólicas del tipo f = m X a, que en parte funcio tes con r·especto a otras teorías comúnmente extendidas, com
nan como leyes y en parte como definiciones de alguno de los
patibles y plausibles) y un tercer tipo de valores, directamente
símbolos que enumeran, y de los ejemplares. Nos interesan en sociales, por ejemplo que la ciencia no debería (o no necesita)
este punto los otros dos tipos de elementos, los modelos (que
ser socialmente útil (Kuhn, 1 97 1 b : 282 s.).
no deben pensarse como modelos teóricos, tal como los he Los valores del segundo tipo pueden variar considerable
definido en el capítulo segundo) y los valo1;es. mente de un individuo a otro, mientras que los juicios de exac
En el libro de 1 962 se refería a los modelos como «para titud son relativamente estables, aunque no del todo. No suce
digmas metafísicos » o como «partes metafísicas del paradig de así con los juicios de simplicidad, incompatibilidad, plausi
ma» . Los modelos son formas de representar los fenómenos bilidad, etc. Una anomalía puede ser aeeptada por un científico,
sobre los que los acuerdos del grupo varían, con consecuen con la esperanza de que la dificultad terminará por resolverse,
cias no triviales, a lo largo del espectro que va desde los mo o ser considerada por otro una incompatibilidad insoportable.
delos heurísticos a los metafísicos (Kuhn, 197 1 b : 282, y 1 979, Se ha considerado que ésta era una debilidad insalvable en la
nota 9, p. 5 1 3), porque en el límite pueden llegar a propor teoría de Kuhn, porque abría la puerta a la subjetividad y a
cionar al grupo una ontología. Pero la naturaleza de las fun la irracionalidad. Pero Kuhn responde -y creo que correcta
ciones cognitivas de los modelos ontológicos y de los modelos mente- que es más bien una característica inherente al desa
heurísticos le parece a Kuhn la misma : proporcionan al grupo rrollo científico. Si todos los científicos de la comunidad res
las analogías y metáforas preferidas o permisibles, y así « ayu pondieran a cada anomalía declarándose en crisis, o acepta
dan a determinar lo que será aceptado tanto como una expli ran cada teoría que se propone, o si, por el contrario, nadie
cación o como una solución-enigma, e inversamente, ayudan reaccionara ante las anomalías, ni corriese el riesgo de traba
a la determinación de la lista de enigmas sin solución y en la jar con una teoría nueva, no habría ciencia. Kuhn ( 1 97·1 b :
evolución de la importancia de cada una de ellas» (Kuhn, 286) habla de una suerte de distribución de riesgos que ase
197 1 b : 283 ). gura el éxito a largo plazo.
Sin embargo, Kuhn advierte que los miembros de comu Dentro ya del campo de la antropología, Kaplan y Man
nidades científicas no deben compartir necesariamente mode ners ( 1 979 [ 1 972] ) han utilizado, tomando como modelo a
!
los heurísticos, aunque usualmente los comparten. Merton ( 1 967), el concepto de orientación teórica.
Los valores, por último, son menos específicos de una Estos autores empiezan por distinguir entre la metodolo
1
matriz disciplinar, y son compartidos por diferentes comuni gía, que en su sentido más . preciso se ocupa de la forma o de
dades científicas, en mayor medida que las generalizaciones la lógica de la investigación científica, y las teorías, que se
1
simbólicas o los modelos. A esto atribuye Kuhn el que los ocupan de entidades que tienen implicaciones empíricas espe
·Científicos naturales tengan un sentimiento de comunidad cíficas y de su interrelación. A diferencia de las teorías, los
única. temas y los problemas metodológicos no se limitan en general
Distingue Kuhn entre valores precisos (los que se refieren a una disciplina, sino que pueden ser vistos en el contexto de
.,.
l:
166
l·: . "
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\ ·,,
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pendiente". El otro ejemplo de Merton es la orientación de
Malinowski considerando que la formación de sentimientos
era determinad a por la estructura social, de ahí su examen
de la noción freudiana de complejo de Edipo en una socie
1"1 .,
. 'j
·1 ·
'
r
es considerado como metodología puede estar relacionado
con algo más que con los procedimientos formales de la inves
dad de estructura diferente a la de Europa Occidental (citado
por Kaplan y Manners, 1 979: 68 s.). En ambos casos, las l1¡
[
orientaciones generales indicaban la relevancia de algunas
1r
tigación. Ésta sirve para orientar a los científicos sociales ha ·�
variables estructurales; la tarea de averiguar qué variables
11
ci� los problemas esenciales que les interesan y, por consi
debían ser incluidas en cada problema concreto debía de rea
,1
guiente, puede tener implicaciones teóricas definitivas. Son
estos enfoques los que los autores han querido diferenciar con
la expresión « orientaciones teóricas», porque les parecen
lizarse posteriormente.
En definitiva, para Kaplan y Manners las orientaciones �·
Ji
·I
« �lgo m�, s que las metodologías estrictamente formales y al teóricas son «formas de seleccionar, conceptualizar y ordenar :¡:
I•
mismo tiempo algo menos que teorías completamente madu la información, para responder a cierto tipo de cuestiona
, ¡;
¡,
.
ras» (ibídem). E indican que los antropólogos a veces usan mientos. Estos enfoques pueden ayudar a generar teorías,
términos como metodología, ·enfoque teórico y enfoque meto pero no son, en sí, teorías» (o.e . : 69).
dológico indistintamente, pero el contexto suele aclarar cuán En el capítulo que, en la Introducción crítica a la teoría
do estos términos se refieren a lo que proponen llamar orien antropológica, dedican a las orientaciones teóricas en antropo
taciones teóricas en lugar de referirse a una metodología pu logía, se ocupan de los dos ·evolucionismos, el decimonónico y
ramente formal. el actual, del funcionalismo, de la historiografía y de la eco
logía cultural. Problemas especiales les plantean los antropó
Pa�a el c:ontenido remiten a Merton (1967: 141 s.), y a
L
logos que se han ocupado de los enfoques conceptuales nati
sus orientaciones sociológicas generales. Kaplan y Manners
vos, porque se trata de un interés manifestado de distintos
ha� preferido hablar de orientaciones teóricas, porque «orien
modos por el estructuralismo, la etnociencia, la etnosemánti
tac1o�es antropológicas generales» les pareció una expresión
l
l
ca, el análisis componencial, etc. Kaplan y Manners dudan si
excesivamente embarazosa.
integrarlas parcialmente en el funcionalismo (parte de los tra
De acuerdo con Merton, lo que estas orientaciones inclu
¡
!
bajos de Lévi-Strauss), la ecología cultural (p.e. las formas de
yen son «postulados generales que indican los tipos de varia- " f
l
. por tratarlos en capítulo aparte, atendiendo a su carácter me
cificar ciertas relaciones entre variables particulares». Así
todológico especial, puesto que «el nuevo enfoque formal de
proporcionan «el armazón más general para la investigación
empírica», su función es «proporcionar un contexto general los " modelos nativos " incorpora algunos elementos metodoló
J
gicos tomados de la lingüística, de las ciencias de la comuni
para la investigación y facilitar el proceso para llegar a deter
cación, de la cibernética, de la lógica simbólica, etc.» (o.e. 70) .
minadas hipótesis» .
í
t Volveré sobre esta clasificación.
Dos ejemplos d e Merton apoyan s u argumentación. Uno
J'
El último concepto de esta familia que me propongo ana
son las hipótesis genéricas de Durkheim sobre la causa de los
lizar es el concepto de estrategia de investigación de Harris.
!
hechos sociales, que debe buscarse entre los hechos que les
Harris lo utilizó en The Rise of Anthropological Theory,
i
preceden, sobre la identificación del factor social con las · nor
1968 (Harris, 1 978a) y la definió en la revisión de Culture,
mas institucionales que orientan el comportamiento y sobre la
conveniencia de mirar a l a sociedad como «un sistema inte
¡ Man and Nature, su introducción general a la antropología
cuya versión primera es de 1 97 1 . (Las citas son de Harris
grado de partes interrelacionadas y funcionalmente interde-
.¡ 1 69
1 68
[ 1 98 la], traducción castellana de la tercera edición.) En este t98 1a) reconstruye, con mayor o menor fortuna, la historia y
texto sostiene que para explicar la diversidad de las investiga
los problemas generales de la antropología, y el mismo aµtor
ciones que realizan los antropólogos y las conclusiones que ex
(1980, 1 98 1 b, y capítulo 4 de 1982) da cuenta de todos o casi
traen de ellas hay que tener en cuenta dos cuestiones cen
todos los enigmas de la cultura, amenazando con (para otros,
trales:
prometiendo) hacer de la antropología una ciencia no ya ma
a) Si consideran o no que para el estudio de los fenóme dÜra, sino completa. En un apéndice a 1 981a (p. 550 s .), cla
L
nos humanos es útil emplear los métodos que los científicos
sifica así las estrategias de investigación alternativas : A) Ideo
usan para estudiar los fenómenos naturales (se trata de la
gráficas: difusionismo, particularismo histórico, fenomenolo
vieja distinción entre quienes piensan que la antropología ha
gía; B) Nomotéticas: sociología, funcionalismo estructural,
de ser una disciplina idiográfica, que se ocupe de establecer
cognitivismo, antropología psicológica, estructuralismo, mate
proposiciones o afirmaciones particulares, frente a quienes
rialismo dialéctico, eclecticismo.
consideran, por el contrario, que la antropología ha de ser un Volveré también sobre la clasificación de Harris de las
estudio nomotético, encaminado a la búsqueda de explica
estrategias de investigación y sobre el uso que hace de su ma
ciones científicas y al establecimiento de leyes).
terialismo cultural. Pero sin separarme ahora del fema central,
b) Aun si se buscan explicaciones causales, hay que tener he de prestar atención a Harris ( 1 982 [ 1 979 ] ), que se dedica
en cuenta las discrepancias respecto a cuáles puedan ser las por completo a definir el materialismo cultural como estrate
causas de las instituciones y de los estilos de vida. gia de investigación y a compararlo con otras estrategias de
A estos supuestos básicos, en torno a la pertinencia de la
investigaciones alternativas. En este trabajo el concepto de es
ciencia para la experiencia humana y en torno a la presencia trategia de investigación se hace más cbmprehensivo: «Por
o ausencia de diferentes clases de procesos causales, es a Jo estrategia de investigación entiendo un conjunto explícito de
que llama Harris «estrategias de investigación» y de los que
directrices relativas al estatuto epistemológico de las variables
piensa que influyen fuertemente en el tipo de investigación
a estudiar, las clases de relaciones o principios sujetos a leyes
. que realizan los antropólogos y en las conclusiones que ex
que probablemente manifiestan tales variables y el creciente
,: traen ( 1 98 l a : 1 6 s.).
corpus de teorías interrelacionadas a que la estrategia ha dado
Inmediatamente precisa la suya, el materialismo cultural, lugar hasta el presente» (Harris, 1 982 : 42); y se presenta
-,· -que es: ,, como un esfuerzo por seguir las recomendaciones de los filó
1) Cientifista, porque pertenece al grupo de las estrategias sofos de la ciencia y convertir presupuestos rudimentarios, im
de investigación que sostienen que la tarea fundamental de la plícitos e inconscientes en directrices organizadas, explícitas Y
entre los grupos humanos. atañe a la equivalencia parcial de términos como "paradigma"
2) Materialista, porque parte del supuesto de que el mejor (Kuhn), " tema" (Holton), "programas de investigación" (La
modo de realizar esta tarea consiste en estudiar las constric
katos), " tradición de investigación " (Laudan) y "proyecto "
ciones materiales a que está sujeta la existencia humana; cons (Maxwell) . Tiene la ventaja sobre "paradigma " , " tema" Y
tricciones que provienen de la necesidad de producir alimen
" tradición" de que denota una explicitud consciente, y es
tos, abrigos, útiles y máquinas y reproducir las poblaciones
preferible a "programa" o "proyecto ", que llevan la conno
humanas dentro de los límites fijados por la biología y el me
tación de rígida adhesión a una serie preesta,blecida de obser
dio ambiente. vaciones y experimentos» (Harris, 1 982 : 4 1 ).
En términos. de este materialismo cultural, Harris (1978a, Una vez definido el concepto de estrategia de investiga-
1 70 171
1
ción, Harris se muestra de acuerdo con Laudan ( 1977), res
presupuestos básicos, y pienso que su propio esfuerzo de ex
pecto a la necesidad de evaluar comparativamente tanto las
plicitación es notable dentro de la antropología contempo
teorías como las tradiciones de investigación, y con Maxwell
( 1974a y 1974b), respecto a la posibilidad de evaluar ciertos ráne a.
Pero, ¿ cómo comparar los «paradigmas»? Lejos de propo
paradigmas y teorías si aceptamos un supuesto crucial acerca
ner un principio metafísico general, o un nuevo término fren
del propósito de la ciencia : que la meta final de la ciencia es
te a tradición de investigación, disciplina, matriz disciplinar,
descubrir el máximo grado de orden inherente al universo o a
[
orientación teórica y estrategia de investigación, que son los
cualquier campo de estudio . Maxwell piensa que este «empi
elementos de una clase no cerrada que he defindo con detalle,
rismo orientado hacia una meta» -la expresión es suya- per
voy a tratar de obtener alguna luz de un análisis componen
mite comparar núcleos o paradigmas rivales en el momento
cial de estos conceptos .
en que se proponen, puesto que podemos valorar a priori la
promesa que encierran ( 1974a: 152, citado por Harris, 1982 :
Conceptos A tributos
40 s.). Hay implícita una idea de crecimiento acumulativo de·
la ciencia que también se constata en Harris : «Debemos acep l. Tradición de investigación a procedimientos
tar la posibilidad de evaluar las consecuencias de la falsa (Barnes) b representaciones
ción en relación con una red de teorías interrelacionadas y c1 conceptos
estar preparados para aportar una teoría, en substitución de c2 clases de problemas
la rechazada, que encaje " mejor" en esta o en otra red de
11. Tradición de investigación b presupuestos generales
teorías ("mejor" en el sentido de que ayude a explicar -pre -·
(Laudan) acerca de las entidades y
decir, describir- más cosas que la teoría rechazada)» procesos de un campo de
( 1 982 : 39).
l
estudio
Por lo demás, Harris, que a diferencia de Maxwell utiliza a métodos apropiados para
paradigma como «matriz disciplinar», piensa que el «empiris investigar problemas y
mo orientado hacia una meta» también permite comparar pa construir teorías
radigmas : « Los paradigmas cuyo objetivo consiste meramente
111. Disciplina b ideales de orden natural
en averiguar qué es lo que hay en un determinado campo, ,,,
(Toulmin) (p.e. que todas las funcio
desinteresándose por el descubrimiento de relaciones ordena nes fisiológicas deben ser
das, se consideran así acientíficos o, como mínimo, menos explicadas en términos
científicos que sus competidores» · (ibídem : 40). químicos) ·
Tengo que confesar que si bien entiendo la distinción en a procedimientos y técnicas
tre disciplinas idiográficas y nomotéticas, qué puedan ser pa para abordar problemas
[
radigmas menos científicos que otros, se me escapa. Pero a teóricos · y prácticos
pesar de las discrepancias con algunas de las consideraciones e población de conceptos y
de Harris acerca de las estrategias de investigación y la estruc teorías
tura de la ciencia ( 1 982: 20-43), en especial con el uso no dis IV. Matriz disciplinar c1 generalizaciones simbólicas
criminado de paradigmas y programas de investigación, con el (Kuhn)
supuesto de que el desarrollo científico es progresivo y con su b modelos ontológicos _y
forma de evaluar las estrategias de investigación alternativas, heurísticos
estoy de acuerdo plenamente con él en la necesidad de que los d valores metodológicos
1 72 173
r
e valores sociales VIII
CONCEPTOS 1 11 111 IV V VI VII
c2 ejemplares
[
conceptualizar y ordenar la
información) u C¡ e C¡ e e C¡
T C2 C2
VI. Estrategia de investigación f presupuestos sobre el esta o
(Harris) tuto epistemológico de las s d
variables (en un dominio o e
campo de investigación de f
terminado)
b hipótesis sobre tipos de
175
174
1-
la lingüística, la cibernética y la lógica simbólica en los análi� modelos como heurísticos, a profesar alguna forma de realis
sis formales que parten de la concepción de la cultura como mo hipotético.
un sistema de comunicación. En cuanto a los valores que introduce Kuhn en la caracte
En esta misma línea es necesario recordar que en «C» se rización más completa de la matriz disciplinar, he separa
incluyen concepciones distintas de las teorías y de su carácter do valores metodológicos y valores sociales. Es verdad que los
más o menos sistemático. Toulmin insiste en la falta de siste valores metodológicos son problemáticos y que deben de ser
maticidad cuando elige la expresión «poblaciones de teorías y escrutados con el mismo detenimiento que los otros principios
conceptos» y piensa en vna «población histórica» de conceptos metateóricos. Pero si analizamos junto a éstos los valores so
y de teorías lógicamente independientes, cada uno con su his ciales, expresión de contenido amplio y diverso, hemos de t-
L
máticas o las ciencias naturales, pero mi impresión es que
trategia de investigación de Harris, es absolutamente funda
para la mayor parte de las teorías antropológicas debemos re
mental para entender las distintas líneas del trabajo antropo
currir a análisis más informales, como los de Hempel y Rud
lógico.
ner o, en el mejor de los casos, si tratamos . de teorizar sobre
No es por casualidad que esta incorporación se produzca
sistemas, a la axiomatización de Suppes. La razón es que el
precisamente por la aportación de un antropólogo. Los otros
estructuralismo de Sneed se ha aplicado, al menos hasta aho-/
conceptos recogidos en la matriz fueron acuñados por filóso
ra, a teorías propuestas sobre dominios para los que se pos fos, científicos e historiadores de la ciencia que reflexionaban
tulan magnitudes cuantificables, mientras que en antropología sobre ella; no dudaban de su pertinencia en un campo deter
predominan las teorías cualitativas, y la introducción de mag minado. En antropología, en cambio, la discusión sobre el
nitudes tiene un carácter predominantemente convencional y carácter científico o no científico de la disciplina es una discu
operacionalista. sión previa, que permea toda su historia. No olvidemos que
El problema fundamental con las orientaciones teóricas la distinción idiográfica/nomotética tuvo en su inicio, al ser
es el deslizamiento que discutía Kuhn entre modelos y presu propuesta por el neokantiano Wilhelm Windelband, una con
puestos ontológicos y heurísticos. En ocasiones los análisis on notación peyorativa hacia el empleo de métodos racionalistas
tológicos -las discusiones sobre los tipos de cosas que hay en el estudio de la cultura humana.
son imprescindibles, y he tenido que recurrir a Moulines En consecuencia, si reordenamos en términos de determi
(1 983: 227) para discutir si las teorías son o no cisnes. Pero nación los atributos de la matriz, encontramos que el debate
me siento más inclinada a pensar en los presupuestos y en los en antropología empieza por su cientificidad:
1 76 177
[
A) / : estatuto epistemológico del objeto de estudio
Ple)O O u n detalle debe ser separado d e s u matriz cultural para
· ..
[
ciones, teorías .
'
Podríamos hablar de A = < /, d > como orientaciones. con fig uración única, eón su propio saber, estl 1 o y espmtu ( 1ºb'1-
. . .
=
.
, ·
metateóricas y de B
. .
< b, a > como orientaciones teóricas. dem). Frente a .ella, la tesis metodologzca del relativismo, « no s
metateóricas. No tendría inconveniente en llamar a < /, d,. recuerda claramente que al estudiar culturas diferente¡¡ a la
.
.
b, a, e > estrategia de investigación. En relación con el uso nuestra debemos tratar de no de1arnos mflmr por nuestras pre-
!
actual en antropología sólo sería necesario advertir que se concepciones culturales» (o.e.: 27).
.
trata · de un concepto más inclusivo que el de Harris, y que . Si la tesis metodológica del relativismo es tan impor ante
incorpora explícitamente el concepto de « orientación teóri en antropología que no sería reconocido como antropolo?o
ca», cuyo valor es indudable. Puede pensarse que lo que el nadie que no la compartiera, y al mismo tiempo en lo que �1e-
concepto de estrategia de investigación denota se aproxima ne de crítica al etnocentrismo constituye la mayor aportación
,
tanto a lo que siempre han llamado «escuela» los historiado de 'la antropología a la sociedad contemporane� , co_n traponer-
.
res de la antropología, que era innecesario tan largo camino la a una « tesis ideológica» me parece termmolog1camente
�
para llegar a él. Pero creo que este camino ha permitido acla ·
desafortunado .
rar los componentes sociológicos, lógicos y teóricos del cono Porque «ideológico» connota juicios e valor, y au:ique
cimiento científico y que facilita el análisis de las distintas haya juicios de valor implícitamente defimdos en las �pc1�nes
propuestas . de construcción teórica en antropología. En par metateóricas, la opción entre relativismo y co�paracion tle?e
ticular, la discusión sobre las líneas básicas de las distintas un contenido epistemológico preciso. La may� na de las soc�e
.
orientaciones metateóricas es necesaria en este trabajo, porque, dades tienen instituciones aparentemente analogas -fam1ha,
como indiqué en la Introducción, la aproximación a la filoso educación de los niños, mantenimiento del orden- pero c�n
fía de la ciencia sólo tiene interés para un a;itropólogo si se estructuras internas e interrelaciones distintas. Lo hemos vis
acepta la posibilidad de una antropología científica. No me to a propósito del matrimonio (Leach), lo hemos visto a pro
ocuparé, en cambio, de las orientaciones teóricas y metodoló pósito de la prohibición del incesto (Needham, Goody), lo
.
gicas. En relación con las metateóricas, tras este planteamien hemos visto a propósito de las sociedades con grupos de fiha
ción (Lewis). No es extraño que se haya dudado de la existen _
to general dedicaré el último capítulo a especificar la orienta
ción metateórica nomológica, hipotético-deductiva y compara cia de leyes transculturales, de uniformidades fuera de orde_n a
tivista que he venido defendiendo. mientos institucionales específicos. Ni que muchos antropolo
Es una cuestión de presupuestos epistemológicos la que gos se resistan a la comparación si lo que se propone es una
opera la primera dicotomía metateórica entre relativismo y especie de mínimo denominador común, que no lleve apa�e
1'
comparación. Es una distinción clásica y bien conocida, en la jado más que una pérdida de contenido, de sabor, de especifi-
cidad.
Pero si no buscamos comparar para clasificar en tipo1ogrns ,
que no es necesario ·especial detenimiento: « Los relativistas ·
nos dicen que una cultura debe ser examinada como una tota
?
lidad y sólo en términos de sí misma; mientras que los com ingenuas, sino más bien tratamos de establecer teorías que nos
parativistas afirman que una institución, un proceso, un com- permitan explicar y comparar, es posi le pen� ar en una com
.
paración que no empobrezca la d1vers1dad, e mcluso que per-
i
f'
'. /
1 78 .¡
1 79
¡-
mita agrupar fenómenos aparentemente dispares porque se ha
podido dar cuenta teóricamente de ellos : «El hecho de que
los procesos sociales varían según sus marcas institucionales
r� !
- · ·,· t
de las que están próximas, o se dice que están próximas al
partido trotskista británico . Pero serán juicios estéticos, polí
ticos, éticos, serán, en definitiva, juicios sociales de valor.
y de que las uniformidades específicas que se encuentran en Otro problema es que consiga o no dar cuenta del control so
una cultura no puedan extenderse a todas las sociedades, no cial y de las configuraciones cognitivas de ciertas sociedades
i
europeas o africanas, de ciertas organizaciones políticas esta
¡
excluye la posibilidad de que dichas uniformidades sean espe
r
cializaciones de estructuras relacionalés invariantes en todas tales, y que este conocimiento añada racionalidad a mis jui
las culturas» (Nagel, 1 978: 4 17). f cios. Pero si en este caso comparo sociedades, en términos de
La existencia de estructuras subyacentes, sean estrategias ¡ valores que se hayan especificado, estoy hablando de otra for
d
t
sociales o estructuras mentales universales, no puede afirmar l ma de comparación.
se a priori, pero sí puede suponerse como hipótesis y encami : ¡
Hay pues una orientación epistemológica relativista en an
nar la investigación por senderos que nos permitan, si es que tropología, que se opone a la orientación comparativista, pero
l
efectivamente existen, descubrirlas y explicarla s. Sólo si con la oposición entre relativismo y comparación no ·debe de con
seguimos explicarlas podremos estar seguros de estar ante
¡
fundirse con la oposición entre orientaciones idiográficas y
estructuras que pueden agruparse juntas en una clasificación nomotéticas. Porq_ue es posible la formulación de explicacio
t-teórica, podremos estar seguros de -como quería Leach
l
nes y el establecimiento de leyes en culturas particulares, y
haber encontrado algo nuevo. En este sentido, en antropología también es posible tratar de construir un lenguaje común para
pueden perseguirse dos tipos de descubrimientos: el descubri describir sociedades distintas, que no presuponga la existencia
miento de la diversidad de la cultura y el descubrimiento de
explicaciones de la cultura. Needham hablaba de que las lla ¡ de leyes de validez intercultural.
L
En un artículo al que aludí en la Introducción, y que Lévi
¡
madas «prohibiciones del incesto» no tienen en común más Strauss escribió en 1 964 en respuesta a una encuesta de la
que su carácter de prohibiciones, el aspecto negativo de la
UNESCO que se proponía extender a las ciencias sociales y
reglamentación del acceso a las mujeres. Tienen también en
humanas una prospección ya realizada para las ciencias exac
común su aspecto de problema, de sugerenc ia. Porque nos
tas y naturales, se interesaba por las diferencias que existen
están planteando la necesidad de una doble explicación con
entre las disciplinas que, en ocasiones de manera imprecisa y
textual y teórica, sea ésta en términos de un principio de ope-,,
ración mental de reciprocidad, o en el marco de una teoría
que varía con las distintas tradiciones académicas, se englo
ban bajo la expresión «ciencias humanas y sociales», y por las
general, p .e . sobre el control de la reproducción. Sólo necesi
características que las distinguen de las ciencias naturales y
tamos que se trate de una explicación que se pueda someter a
exactas.
crítica, que sea contrastable.
Si además de una tesis metodológica del relativismo, y de
Del conjunto de las « ciencias sociales y humanas», desgaja
Lévi-Strauss las «artes y las letras» -«disciplinas a las que el
una tesis epistemológica (del relativismo o de la comparación)
término " ciencia" no inspira ninguna concupiscencia, ni si
hemos de hablar de un relativismo ideológico, y quizá sería
quiera nostalgia»- y que practican una investigación en la
mejor relativismo axiológico, es cuando se sostiene que no po
que pesa más la erudición, la reflexión moral o la creación
demos hacer juicios de valor respecto a rasgos culturales pro
estética, y divide el resto --con criterios que no voy a dis
pios de cada cultura . Pero naturalmente que podemos. A mí
cutir- en « ciencias sociales» y « ciencias humanas». Las cien
puede gustarme o no gustarme la prohibición del incesto, el
cias económicas y políticas, y ciertas ramas de la sociología y
funcionariado, o la caza de brujas, sean��as que tie
de la psicología social. Del lado de las ciencias humanas agru-
nen, o se dice que tienen serpientes pitón en el eStómago, o
1 80 181
l-
pa la prehistoria, la arqueología y la historia, la antropología,
la lingüística, la filosofía y la psicología.
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· desarrollo histórico, aunque sea la parte más accesoria. Lévi
Strauss señala que en su punto de partida las ciencias físicas
Al enfrentar «ciencias sociales y humanas» a «ciencias se han beneficiado de una situación de favor, ocupándo�e du
exactas y naturales», cifra la diferencia más notable en el he rante siglos o milenios de cuestiones por las que el grueso de
cho de que, mientras en las ciencias exactas y naturales las la población no se sentía concernida, lo que les permitió
definiciones en extensión y en comprensión coinciden, esto desarrollarse de una forma gratuita, trabajando en las cosas
L
es, el conjunto de actividades empíricas cuyo inventario recu que creían poder explicar, sin que se les exigiese desde el
bre el dominio de las ciencias naturales son científicas, no comienzo que se ocupasen de lo que interesaba a los otros,
sucede así en las ciencias humanas y sociales, para las que el mientras que en nombre del interés que el hombre siente por sí
término «ciencia» no es más que una apelación ficticia que mismo, empezó por negarse «a ofrecerse a la ciencia como
designa un gran número de actividades perfectamente hetero objeto de investigación, porque esta concesión le habría obli
géneas y de las que sólo un pequeño número tiene carácter gado a moderar y a limitar sus impaciencias» (o.e.: 343 ) . De
científico. De hecho -añade Lévi-Strauss..:_ muchos de los manera más provocativa expresa Gustavo Bueno una idea
especialistas que trabajan en áreas de investigación arbitraria complementaria, y es que podemos entender ciencias humanas
mente alineadas bajo la etiqueta de las ciencias sociales y hu en su acepción temática, pero también en su acepción etio
manas son los primeros en rechazar cualquier pretensión de lógica. Y que las ciencias etiológicamente humanas, las cien
que lo que hacen sea trabajo científico, al menos en el mismo cias hechas por el hombre, fueron durante siglos precisamen
sentido y con el mismo espíritu que sus colegas de las ciencias te las ciencias de la naturaleza (la física, la química, las ma
exactas y naturales. En consecuencia, sólo una pequeña parte temáticas), ciencias por abstracción según los teólogos esco
de las ciencias sociales y humanas puede ser tratada como lásticos frente a las ciencias divinas, las ciencias por revela
cabe tratar al conjunto de las ciencias exactas, y esta zona, ción que no eran propiamente ciencias, en tanto que depen
restringida, ni siquiera está bien delimitada (Lévi-Strauss, dían de la Fe y de la Gracia santificante (Bueno, 1 982 : 3 1 7).
1 973b : 341 s.). Que no se trata de un recordatorio trivial, puede comprobarse
Ante esta situación, Lévi-Strauss duda si un balance ela no ya en una historia de la antropología del siglo x1x, sino en
borado en 1 964 debe describir lo que realmente sucede o dar la reacción que suscitan algunas clases de antropología reli
a la palabra « tendencia» su sentido más rico y más pleno, y giosa o incluso de antropología del parentesco.
por eso su informe se esfuerza en ser «una atrevida medita Pero hay una cuestión más esencial en esa parcial cientifi
ción sobre lo que todavía no existe», antes que un balance fal cidad de las «ciencias humanas», y tiene que ver con la inclu
seado por la incomodidad de exhibir la insuficiencia de los sión en su objeto de estudio del sujeto cognoscente. Es ella la
resultados obtenidos, una meditación: «Oue, al precio de un que puede dar cuenta de aquella división que Kaplan y Man
[
esfuerzo constructivo en el que tendrá un papel la imagina ners establecían entre orientaciones teóricas substantivas (evo
ción, trate de adivinar las gestaciones latentes, de trazar las luci�nismo, funcionalismo, ecología cultural) y análisis forma
líneas de evoluciones indecisas; que se ocupe no tanto de des les . Dejo para el capítulo siguiente el análisis concreto de las
cribir el estado presente de nuestras ·ciencias como de presen objeciones que se hacen a la aplicación de métodos científicos
tar la vía por la que -quizá gracias a él- podrán compro a las ciencias sociales, y en particular a la antropología, a
meterse las ciencias de mañana» (ibídem : 364). causa de otras características específicas o supuestamente es
Si tratamos de explicar esta situación, en la que sólo pue pecíficas de los hechos sociales, no sin indicar que la discu
den adjetivarse de «científicas» algunas realizaciones de las sión ha perdido fuerza en los últimos años. La idea de una
ciencias sociales y humanas, uná parte de la clave está en el ciencia social específica, distinta a la ciencia natural, que ten-
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1 82
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1-
dría que ver con la implicación entre observador y objeto, las adecuados los conceptos de «cultura» y de «ciencia de la cul
dificultades de predicción, los métodos estadísticos o la pecu tura» más que « ciencias antropológicas», « si es que la antro
liaridad de las explicaciones teleológicas se ha desdibujado pología no puede perder nunca la referencia a los organismos
ante la utilización creciente de métodos estocásticos en ciencias individuales operatorios que están incluidos en el formato del ·
naturales , el principio de indeterminación, el estatuto científi concepto " hombre" en cuanto concepto clase» (o.e.: 3 3 1 ) .
co que algunos filósofos de la ciencia atribuyen a explicaciones Por fin, dentro d e las ciencias d e l a cultura, s e estudiarían
que, como las evolucionistas, no predicen, y que podríamos unas veces procesos y estructuras análogos a los que estudian
pensar como condiciones necesarias, y el desarrollo de la teoría
1
las ciencias naturales y otros procesos y estructuras específicos
de sistemas. En este sentido, el final de la disputa entre cien de las ciencias humanas y etológicas, como los que estudia el
cia y ciencia social podría tener su análogo y su solución estructuralismo de Lévi-Strauss.
-
campos semánticos propios de cada ciencia. La situación pri
Gustavo Bueno, en el artículo ya citado, habla de dos si mera, a, es la de aquellas ciencias «en cuyos campos no apa
tuaciones en principio muy bien definidas, dentro de los cam rece formalmente, entre sus términos simples o compuestos,
pos semánticos propios de cada ciencia, y que se diferencian el sujeto gnoseológico (S.G.) o también un análogo suyo rigu
por la inclusión o no inclusión en sus campos semánticos del
[
roso, pongamos por caso, un animal dotado de capacidad ope
sujeto gnoseológico . En el segundo caso estarían las ciencias rativa». La situación segunda, �. es la de aquellas ciencias
físicas, la química, la . biología molecular. En el primero, las «en cuyos campos aparezcan (entre sus términos) los sujetos
ciencias humanas, si atribuimos a «hombre» su significado gnoseológicos o análogos suyos rigurosos». La situación pri
L
más específico, el de sujeto cognoscitivo . Así, las ciencias hu mera sería -como ya he recogido- la de las ciencias físicas,
manas en el sentido más preciso serían las ciencias de la cien la química, la biología molecular. La segunda, la de las cien
cia, la historia y la sociología de la ciencia (1982 : 323, 325). cias humanas, donde «hombre» ha adquirido ahora un signi
Dentro de las ciencias humanas, pueden definirse dos tipos ficado preciso, el de sujeto gnoseológico.
de metodologías, según se neutralice o no el sujeto operatorio. Dentro de las ciencias humanas pueden definirse metodo
Los límites de estas dos metodologías son respectivamente la,, logías �-operatorias, cuando el sujeto operatorio se incluye en
reducción de los procesos de conocimiento a la química o a sus campos y a-operatorias, cuando a este S.G. se le neutra
1
la bioquímica o, en el otro extremo, las disciplinas donde las liza. El límite de estas metodologías a-operatorias, que tienden
operaciones del sujeto cognoscitivo son requeridas a título de a hacer a las ciencias humanas ciencias naturales por su obje
decisiones, estrategias, planes (Jurisprudencia, Política Eco to formal, aunque por su objeto material sigan siendo ciencias
nómica, etc.), esto es, la cientificidad natural y la praxis. Den «del hombre» (p. 330) sería una metodología a1, consistente
tro de las situaciones intermedias, Bueno distingue aquellas en una reducción a la química o a la bioquímica. Las metodo
en las que se estudian procesos o estructuras dados por me logías a no reduccionistas serían las a2, que aiín cabe dico
diación de los hombres. Bsta sería la situación en las ciencias tomizar en 1-az y II-a2. Metodologías 1-az se aplicarían cuan
de la cultura, que son ciencias humanas sui generis. « Cien do las estructuras o procesos a los cuales llegamos por medio
cias» ·p or la neutralización de las operaciones gnoseológicas,
de operaciones � son del tipo a, pero además co�un�s (gené
« humanas» porque hay que contar con ellas internamente; ricos) a las estructuras o procesos dados en las ciencias natu
ciencias humanas sui generis por fin, porque no es propiamen rales. Metodologías 11-az serían propias de estructuras o pro
te el hombre lo que ellos consideran. Para ellas le parecen cesos específicos de las ciencias humanas o etológicas.
1 84 1 85
f-
Bueno piensa que los estados de equilibrio az son las si tivas, que se distinguen por su objeto y por el lugar donde
tuaciones más características de las ciencias humanas, ciencias sitúan las determinaciones. Hay una antropología a la que voy
por la neutralización de las operaciones gnoseológicas, huma a llaniar sociocultural, que estudiaría la cultura en sus estruc
nas porque hay que contar con ellas internamente y que al turas y procesos objetivados, próxima a las ciencias naturales,
mismo tiempo son ciencias humanas sui generis porque no es caracterizada en un tiempo por el uso de métodos inductivos
propiamente el hombre lo que ellas consideran sino procesos y que, al menos idealmente, recurriría cada vez más al método
[
o estructuras dadas por mediación de los hombres. hipotético-deductivo (término que prefiero al inductivo-deduc
En cuanto a las metodologías �-operatorias, el límite serían tivo que Harris utiliza, puesto que ni los hechos llevan direc
estados fü donde las operaciones del S.G. no sólo no son eli tamente a las hipótesis, ni la úniea vía a las hipótesis son los
minadas de los resultados, sino que son requeridas por éstos hechos). Dentro de esta antropología empírica coexisten varias
a título de decisiones, estrategias, planes (jurisprudencia, po orientaciones teóricas, . de las que el evolucionismo, el funcio
lítica económica, etc.), mientras que en los estados �1 las ope nalismo y la ecología y el materialismo cultural han sido las
raciones del sujeto gnoseológico no aparecen como determi más influyentes.
1
nantes de términos del campo que sólo tienen realidad a tra Junto a esta antropología hay otra, la antropología for
vés de ellas, sino como determinadas ellas mismas por otras mal,* en la que se incluyen tanto el esfuerzo de la antropolo
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f
estructuras o por otras operaciones. También en �1 son dos gía ·estructuralista por descubrir las estructuras formales sub
los modos en que puede tener lugar esta determinación, 1-�1, yacentes a estructuras sociales o superestructuras ideológicas,
a través de contextos objetivos (objetuales) que remiten a la relaciones de oposición, de complementariedad o de supera
1
forma en que fueron construidos, por ejemplo, la «ciencia de ción de la contradicción que sería la forma de operar del ce
1
estructuras tecnológicas», en las que las operaciones resultan ¡ rebro humano, como la antropología cognitiva, para la que la
determinadas por objetos iguales o similares a las que ellas cultura estaría formada por códigos que ordenan la experien
mismas produjeron, frente a II-B1, modo en el que las opera ! cia Y explican el comportamiento y las formas socioculturales,
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intrigaciones de estos códigos y a conducirnos al funciona exigencias comunes a toda la vida humana o mediante una
miento lógico de la mente humana» (Kaplan y Manners, 1 979: combinación de las tres cosas» (Toulmin, 1 977: 1 07 s.).
274, 271). Porque no debemos olvidar que las orientaciones meta
En relación con el método científico que la antropología teóricas no son sino supuestos sobre objetivos explicativos y
formal utiliza, hemos visto que en 1953 Lévi-Strauss, siguien métodos adecuados para alcanzarlos, y que las orientaciones
do a Durkheim, hablaba de «un método estructuralista» que teóricas no son sino modelos heurísticos, hipótesis de la forma
r
consistiría ·en «analizar en profundidad un pequeño número más general que guían la formulación de hipótesis teóricas
de casos y probar así que, a fin de cuentas, una experiencia concretas, y que deben de probar su valor precisamente en la
bien hecha vale una demostración» y de colocarse «en un pun generación de hipótesis que soportan la contrastación.
to de vista lo bastante general para hacer válidas las explica Sin la publicidad y el ejercicio de la contrastación, no es
ciones más allá del dominio limitado para el que se las con tamos ante estrategias de investigación científica alternativas,
cibió originalmente» (Lévi-Strauss, 1 977 [ 1 953 ] : 260). Esta sino ante la formulación de explicaciones especulativas, que
forma de inductivismo tiene su complemento en el proyecto ¡ varían según sea Harris, Lévi-Strauss o Radcliffe-Brown el
¡
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de la antropología cognitiva de pasar de las propiedades for que especula. Y esto es más flagrante en Harris, porque es
males de los códigos a los procesos mentales, salto inductivo quien más insiste en el carácter no sólo materialista, sino tam
cuyos peligros han señalado Wallace y Atkins ( 1 960), y Walla bién cientifista de su estrategia, pero que cuando escribe sobre
ce ( 1 965), por la brecha entre la realidad de los análisis es «enigmas de la cultura» sitúa muchas veces la superioridad
l
tructurales y la realidad psicológica nativa, y que Burling ha de sus explicaciones no en la fuerza de las contrastaciones
constatado primero, al mostrar la posibilidad de distintos que han soportado sino en su carácter «materialista cultural».
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análisis estructurales de los términos de parentesco njamal y Así, cuando tras discutir la explicación que Radcliffe-Brown
L
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garo (Burling, 1 962, 1 963), y sobre el que ha teorizado des da de la relación avuncular por medio del principio de la «uni
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pués, al discutir el estatuto cognoscitivo de los análisis com7 dad del grupo de hermanos» que haría que Ego viera en el
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ponenciales, en su famoso artículo de 1 964 (Burling, 1 969). hermano de su madre una especie de «madre masculina» al
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Si, como Lévi-Strauss escribía en 1 964 : «no hay por un que podría gastar bromas y del que esperaría siempre afecto y
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lado ciencias exactas y naturales, por otro ciencias sociales y ayuda, propone «una alternativa materialista cultural», la al -"d
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humanas. Hay dos aproximaciones, de las que sólo una es , , ternativa consiste en sostener que Ego abusa del · hermano
científica por su espíritu: la de las ciencias exactas y natura de su madre porque tiene un derecho sobre la mujer y los
les que estudian el mundo, y en las que las ciencias humanas hijos de este hombre que se genera porque el hermano de la
tratan de inspirarse cuando estudian el hombre en tanto que madre ha obtenido a su mujer, directa o indirectamente, con
parte del mundo» ( 1 973b: 361); esas propiedades formales el precio de la novia que el patrilinaje de Ego pagó por la
de la mente que podemos vislumbrar a través del análisis es madre de Ego, de modo que cuando Ego roba la lanza del
tructural tanto en antropología como en lingüística, deben hermano de su madre, o cuando le hace proposiciones a su
ser explicadas científicamente. Como Toulmin decía de las muJer o se escapa con sus ofrendas sepulcrales, « todo esto
afirmaciones de Chomsky acerca de los esquemas universales cumple con la función de recordar a los miembros del patri
de ·estructuras gramaticales que exhibe todo pensamiento y linaje de la madre, que fue el patrilinaje del marido de su
lenguaje humano, toda suposición de una estructura universal hermana el que les dio el ganado al que dehen en gran parte
o invariable del pensamiento o la gramática debe ser expli su bienestar» (Harris, 1 978a: 458).
cada: «quizás en términos neuro-anatómicos, quizás apelando Si las objeciones a la explicación de Radcliffe-Brown son
a nuestros antepasados evolutivos, quizá como reflejo de las bien conocidas, la explicación alternativa de Harris no resulta
1 88 1 89
1
1
1
Hay una última cuestión que en antropologí� h � �cupado
po espacio, y es la disputa entre la filosofia dialectica y el
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1
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positivismo sobre el uso de 1a razon d'ialecttca
' en 1as ciencias
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valor heurístico para cada dominio. Y se une también a l � de
casas de características particulares en hábitats no marginales, teóricas, que deben probar, a través de su fecundidad su
a que se atribuya peso específico en la subordinación feme
nina a la procreación o a la especialización en trabajos do las teorías, cuyo desarrollo será progresivo si aumenta su ám
l
mésticos, con una probabilidad suficiente para que resulte ra bito de aplicación.
Hay otro tipo de racionalidad, la axiológica, que puede
f
cional defender los cambios culturales que podrían terminar
con la situación en la lucha por una revolución ideológica, dar cuenta de las opciones de cada científico, pero de más
difícil intersubjetividad. Esto es lo que hace que conceptos
r
¡
en el programa de un partido político o en las reivindicaciones !
¡ como «matriz disciplinar» sean conceptos abiertos, lo que
1
de una coordinadora de barrio. Para estos objetivos, un mé
todo científico empírico puede tener una utilidad parcial, pero hace que no pueda darse una lista exhaustiva de atributos
ni la etnometodología ni el análisis formal la tiene. No quiero compartidos por una comunidad científica, y que el propio
1
concepto de comunidad científica sea laxo.
decir en absoluto que carezca de interés el estudio de las 1
! Creo que podría explicar mi opción por un lenguaje ana
construcciones que las formas de funcionamiento de la mente
¡
·
ejercen sobre las realizaciones de la cultura. Pero este estudio lítico en antropología. Recordaría el otoño del setenta y cinco,
l
una manifestación convocada en Barcelona al día siguiente
l
debería de hacerse dentro de una orientación teórica ambi
del fusilamiento de Txiqui, y una reunión que se celebró a la
ciosa que tratara de vincular las necesidades del hombre y sus
capacidades, que englobara los enfoques formales y substanti ' misma hora, y en . la que otras tres mujeres, dos asistentes
sociales y una antropóloga, discutían un plan concreto de
L
vos de la antropología. Tendría que buscar explicación no sólo
al porqué de los condicionantes materiales y psíquicos y de actuación en el ámbito escolar en un barrio periférico. En
las constricciones mentales, sino al cómo en la organización aquel día en el que muchos españoles nos despertamos des
de la producción y de la reproducción se hace uso de ciertas cubriendo que sí se habían atrevido a hacerlo, fue en la reu
L
•, !
nión donde encontré una cierta sensación de paz. Pero segu ''''!·
estructuras mentales y de ciertos modos de operación para
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cuya génesis habrá que recurrir no sólo a las características ramente no comparto estos elementos de mi biografía con ·:
1
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quisición de modelos de comportamiento en las fases más tem
ración extremadamente positiva de trabajos como el de Griau
pranas del proceso de enculturación y a la adquisición de ope -�
L
Entre tanto la unificación de las tres antropologías no se mundos, como sin duda comparto con muy pocos -de los
antropólogos «empiricistas»- una fascinación especial ante
·
[
dicionantes materiales y psíquicos de la cultura, obedece a un
tipo de racionalidad no lógica, que tiene que ver con los ob tipo crow y ornaba.
jetivos explicativos y pragmáticos de la investigación que se
quiere realizar. Porque sí podemos utilizar criterios objetivos
Anexo: La definición . estructural
a la hora de comparar orientaciones metateóricas, basándonos
de las teorías científicas
en la adecuación de los enfoques epistemológicos y metodoló
gicos tanto a los objetivos de la investigación como al tipo de
explicación que se busca para un dominio determinado. Esta A la concepción tradicional de las teorías, que las consi
racionalidad se une a la que permite evaluar las orientaciones deraba enunciados que describían un sistema de axiomas y
1 92 1 93
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(S
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unas reglas de correspondencia que vinculaban los términos
es la función que representa la posición en el espa
teóricos de las proposiciones axiomáticas con términos obser
cio de cada partícula en cada instante);
vacionales que describieran fenómenos o propiedades de los
fenómenos observables, opuso Suppes una concepción axio� 5) m es una función de P en los números reales positivos
(que representa la masa m de cada partícula);
f es una función de P X T en R3 (que representa la
mática alternativa, por medio de la definición de un predica�
do conjuntista, aplicable a individuos o sistemas, y que des·
fuerza resultante que actúa sobre cada partícula en cada
cribe la estructura matemática de las teorías. Un par de
l
instante);
S (p, t)
ejemplos, uno tomado de la teoría de grupos y otro de la
teoría de Newton, nos ayudarán a precisar en qué consiste 7) Para todo p en P y para todo t en T se cumple:
m (p) D2t = f (p, t)
la concepción estructuralista de las teorías de Suppes :
·
1
•
�-
(que debe incorporar una teoría del error). Las magnitudes
Un ejemplo de grupo es el conjunto Z de los números teóricas reciben su significación y sus valores a través de la
enteros con la operación de adición : < Z, + > es G. teoría de la medida. Sneed, en cambio, define las magnitudes
teóricas en el interior de la teoría T por medio de una ora
ción de Ramsey. Veamos, dentro del enfoque de Sneed, cómo
S, S,
Ejemplo B: _,, . . se prosigue el análisis estructural de las teorías.
En el caso de la mecánica clásica de partículas (MCP) la
1) Dada la estructura matemática de siendo por
S
definición conjuntista «X es una MCP» tiene esta forma:
ejemplo, un grupo o una mecánica clásica de partículas, hay
S,
una serie de objetos que son modelos posibles de -en
S
MCP (x) y sólo si existen P, T, m, tales que : un caso conjunto en los que se han definido operaciones
X = < P, T, S; m, p > ;
y en el otro partículas en movimiento-. Los modelos de
1) se pueden dividir en tres clases:
2) P es un conjunto finito no vacío (que representa uh
conjunto de partículas físicas); Es el conjunto de modelos posibles que incluyen el apa
3) T es un intervalo cerrado de números reales (que repre rato de los conceptos teóricos. (En el ejemplo de Mou
senta el intervalo temporal durante el cual se conside.: lines, cumplen las cláusulas ( 1 ) a (6). En (5) y (6) se
S
ran las partículas); _
incorporan los conceptos de «masa» y «fuerza», t
4) es una función del producto cartesiano P X T en el teóricos en la MCP .)
espacio vectorial R3, y S es dos veces diferenciable en T Es el conjunto de modelos parciales potenciales que se
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obtienen «expulsando» los componentes teóricos (en si se considera el sistema solar que si se considera el siste
Moulines, o.e., las partículas que cumplen las condi ma Tierra-Luna.
ciones preteóricas de las teorías). Moulines subraya que las condiciones de ligadura pue
M Son los modelos que cumplen tanto las condiciones es den considerarse axiomas de la teoría, pero que tienen un
tructurales como las leyes fundamentales (en el ejem status distinto al de los axiomas que aparecen como condi
plo que se estaba considerando, las cláusulas ( 1 ) a (7) . ciones de definición de los modelos, puesto que las condicio
De ellas ( 1 ) a (4) son cláusulas preteóricas; (5 ) Y (6) nes de ligadura se aplican a varios modelos a la vez (Mouli
t-teóricas y (7) es la ley fundamental). nes, 1 983: 82).
4) Así llegamos a lo que constituye el núcleo de una
2) Si a es un Mvv, para llegar a afirmar que «a es un S» teoría de acuerdo con este análisis : los modelos que cons
se debe utilizar una sentencia de Ramsey, de la forma : un tituyen la extensión del predicado conjuntista que define la
fenómeno se puede explicar si suponemos que tiene una es estructura de la teoría, divididos en Mp, Mvp y M, y las con
tructura determinada, en este caso, para afirmar de un siste diciones de ligadura C, que deben cumplir los distintos mo
ma <<a» que tiene una estructura S determinada : a) se le delos
añaden a «a» las funciones teóricas que se le quitaron, Y el
producto resultante se llama «expansión teórica x de a»; b) Núéleo K == < Mp, MPP• M, e >
la afirmación empírica no toma la forma «a es un S», si no
existe una expansión teórica x, tal que «X es un S» (Steg 5) Ahora se trata de definir su base empírica. El núcleo
müller, 1 974 : 523) . es la estructura conceptual que se aplica a ciertas porciones
Este punto es fundamental en el análisis de Sneed, que de la realidad que el científico se propone sistematizar, ex
muestra aquí su especialidad :
1
plicar y predecir. Para poder hacerlo es necesario que, pre
1 ) A diferencia de Suppes, la afirmación a partir de un
L
viamente, · se hayan conceptualizado esas porciones de la rea
sistema físico no es que el sistema sea un S, sino que lo es lidad en términos compatibles con el núcleo, aunque no
una expansión teórica del sistema, a la que se han incorpora presupongan los conceptos y principios específicos de la teo
do las funciones t-teóricas. ría. Es decir, los sistemas empíricos a los que se intenta apli
2) A diferencia de Ramsey, no se sostiene que el conte- car el núcleo han sido conceptualizados como modelos po
nido empírico de una teoría pueda ser r·eproducido mediante tenciales, estructuras que son compatibles con la teoría, pero
una sentencia de Ramsey, sino que debe ser representado así. que no Ja presuponen. Al conjunto de las porciones de la
Sneed piensa que esto es lo que quieren decir los físicos realidad así conceptualizada se le llama dominio de aplica
cuando utilizan en sus expresiones magnitudes teóricas, Y
·
J
lores iguales para cada función, es decir, fijan los valores modelos de la teoría. Stegmüller los caracteriza formalmen
que puedan tomar las funciones de un elemento común a te : se trataría de sistemas físicos pertenecientes al dominio
varios modelos, p .e. la Tierra debe de tener la misma masa (i.e. que cumplen las condiciones pre-teóricas de estructura)
1 96
1 97
i �- -
f-
y a los que se les pueden añadir las funciones teóricas ciones realmente propuestas de la teoría. Por otra parte, la
modo que satisfagan las condiciones de ligadura, esto es roatriz disciplinar está constituida por elementos comparti
E r [P(M) íl C]
dos en distinto grado por los científicos. Algunos pueden ser
l � A, tal que l comunes a todos los que trabajan en una ciencia o en varias,
otros, a los miembros que integran lo que tradicionalmente se
siendo r la función de restricción que convierte a los modelos ha llamado una escuela. Incluso determinantes importantes
L
en modelos parciales potenciales excluyendo los componen para el desarrollo de una teoría pueden ser idiosincrásicos:
6) A partir de aquí, tanto Moulines como Stegmüller ha personas que comparten una teoría.
blan no de teorías sino de elementos teóricos, porque, como · En cualquier caso, Moulínes y Stegmüller comparten una
veremos, una ley especial tiene la misma forma que la teoría. idea crucial: que el núcleo y los modelos paradigmáticos son
Hay una diferencia entre los dos autores. Para Moulines, un intocables. Significa esto que para cada teoría «hay múlti
elemento teórico incluye < K, A, CC, t > , es decir, el nú ples aplicaciones propuestas l, parcialmente solapadas, todas
cleo, el dominio de aplicaciones y la comunidad científica las cuales están " ancladas" en un subconjunto paradigmáti
[
durante un tiempo t determinado. Para Stegmüller el elemen co lo de l» (Stegmüller, 198 1 : 42), o con una metáfora zoo
to teórico es < K, l > , esto es el núcleo y las aserciones lógica de Moulines en la que se incorporan ya las leyes es
empíricas de la teoría, y sólo introduce a la comunidad cien peciales que se definen de inmediato, que una teoría es como
un pulpo : «La cabeza del pulpo sería el núcleo, el fondo
__
Voy a seguir el uso de Stegmüller ( 1 98 1 ), y no el de yes especiales. Para el pulpo (la teoría) sólo es vital e im
Moulines ( 1 983), por dos razones. La primera es que Moulí prescindible la cabeza (el núcleo) y una cierta porción segu
nes ( 1 983) contíene artículos de distintas etapas, con discre ra del ambiente en que vive (las aplicaciones paradigmáti
pancias terminológicas entre ellas. Lo mismo ocurre con cas). En cambio, al pulpo (a la teoría) se le pueden cortar
Stegmüller ( 1 974, y Stegmüller, 198 1 ) y la razón es clara : algunos tentáculos (leyes especiales) sin que deje de existir
los cambios en la terminología responden a la situación de como pulpo (como teoría). Incluso a veces se pueden rege
desarrollo de la metateoría en la que trabajan. La otra razón nerar ciertos tentáculos (construir nuevas leyes especiales)»
· (Moulines, 1983 : 86).
es más teórica. Tanto Stegmüller como Moulínes hablan de
paradigmas, en Moulines conjunto paradigmático de aplica 7) En efecto, la teoría < K, l > se convierte en el pun
ciones Ao e A y en Stegmüller conjunto paradigmático de to de partida, el elemento básico de una red de elementos
aserciones empíricas la e l, ambos se remiten a los ejem teóricos que se obtienen por especialización del núcleo, al
plares de Kuhn y me parece más acorde con Kuhn pensar en que se añaden leyes especiales que se aplican . a un subdo
los paradigmas como un subconjunto particular de aplica- minio de aplicaciones.
198 tA\J}¡��g
U Nl\if:. HS\ DAD Df
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Una ley especial es < K', !' > , con M' � M, C' � C, ra que lo sea un subconjunto de las aplicaciones J
I' e I y son estas leyes especiales, la condición de modelos de T escogidas por ella en t; 3 .0) p está convencida
de los sistemas que constituyen J, lo que se pone a prueba. de que existe una especialización E del núcleo es
Si se mantiene, se incluye en la red de elementos teóricos; tructural por ella misma escogido, de modo que I sea
si queda falsada, «se le corta un brazo al pulpo»; no pasa un elemento de la aplicación de esta especialización;
nada, si bien que una teoría resulte fructífera, que cumpla 4.º) p está convencida de que existe una especializa
la promesa que entrañaba, depende de su capacidad de gene ción auténtica del conjunto I que es un elemento de
rar redes teóricas progresivas. la aplicación de T. (La penúltima de estas condicio
8) Este análisis de las teorías, que se centra en las estruc� nes podría dominarse creencia de p en el progreso
turas y las aplicaciones que constituyen los elementos teó teórico, en la cual se expresa la convicción de que
ricos, permite entender la función que Kuhn atribuía a los la conducta de los sistemas físicos I podrá ser ex
paradigmas entendidos como aplicaciones ejemplares. Steg plicada mejor en el futuro, es decir, mediante más
müller ha intentado también atribuir un contenido lógico al y más exactas leyes. A la última estipulación se la
concepto kuhniana de comunidad científica, definiendo «dis puede llamar creencia de p en el progreso empírico,
poner de una teoría» en sentido semántico y en sentido prag pues esta estipulación expresa el convencimiento de
mático (Stegmüller, 1 974: 53 1 s.; modifico ligeramente la p de que se encontrarán nuevas aplicaciones de la
terminología para adaptarla a la de Stegmüller, 1 98 1 , que he teoría.)
venido utilizando). La consecuencia más notable de la definición que hace
A) Una persona o conjunto de personas p dispone de Stegmüller de poseer una teoría en sentido pragmático es
una teoría, en sentido semántico, en el momento de que se pierden las connotaciones de dogmatismo y monolitis 1
L
1
tiempo t, si hay una teoría T, una especialización E
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mo asociadas al concepto de «comunidad científica» . Poseer la
del núcleo estructural de esa teoría, y un conjunto J misma teoría significa aceptar un núcleo básico y unas apli
de sistemas físicos, de modo que p sabe en el mo caciones paradigmáticas. A partir de aquí, científicos que po
mento t las tres cosas siguientes : 1 .º) que I es el seen la misma teoría pueden aceptar distintas aplicaciones no
paradigmáticas de ella, o trabajar en especializaciones del nú
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200 201
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DEL ESTATUTO CIENT1FICO
1
't DE LA ANTROPOLOGÍA .
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so relativo de las ciencias sociales. El acuerdo se rompe
cuando se pasa a discutir si puede ser útil el empleo de los
métodos científicos tradicionalmente utilizados por las cien
cias naturales para el estudio de la cultura y de la sociedad,
hasta el ·punto de que los llamados antinaturalistas («intui
cionistas») atribuyen los escasos resultados obtenidos hasta
ahora en ciencias sociales precisamente a los intentos de apli
¡
car métodos tomados de disciplinas « duras» .
L a crítica a l empleo del método tradicional d e l�s cien
Cias naturáles se basa en una serie· de problemas que, se sos
tiene, son característicos de las ciencias sociales. Los que se
aducen más comúnmente son: la imposibilidad de aplicar
métodos cuantitativos; la complejidad de los hechos sociales;
su carácter global; su naturaleza subjetiva, que exigiría un
método específico, la comprensión empática (verstehen); la
imposibilidad de repetición y, por tanto, de experimentación;
la dificultad para hacer predicciones, ya que el conocimiento
de las teorías de los científicos puede modificar el comporta
miento de los actores; y, por último, el sesgo valorativo que
203
1
introduce el experimentador, vitalmente implicado tantas ve des sociales no son entidades naturales concretas sino mode
ces en el análisis y la interpretación de los datos . los abstractos construidos para interpretar ciertas relaciones,
Es cierto que estos problemas no los han inventado los abstractas y seleccionádas, entre individuos (Popper; 1973 :
antinaturalistas (palabra que utilizo con disgusto, en modo 26 y 1 54).
alguno las ciencias naturales son hoy el único paradigma de En la forma más extrema, pero también más lógica, esta
ciencia para la antropología), y para defender la unidad del tesis sobre la imposibilidad de un estudio científico de los
método científico hay que ocuparse de ellos . Algunas de es fenómenos complejos no se sostiene sólo frente a los fenóme-
la ciencia es imposible. El error consiste en suponer que la �,'. ,:, ·'-' '
tas características de los hechos sociales dificultan el hallaz nos sociales sino frente a todos los fenómenos, e implica que , . , ,, ,. "
go de hipótesis, otras crean problemas para la contrastación.
Las cuestiones relativas al carácter de los hechos sociales ciencia debe reproducir la realidad. Einstein subrayó una vez, � >•
(complejidad, holismo, significación) y a las distorsiones que que la función de la ciencia no era dar sabor a la sopa. La
L
te. Podría suceder que aunque hubiera uniformidades socio «El día está frío para un negro y cálido para un esquimal.
lógicas inmutables, como las del campo de la física, no fué Vosotros dirimís la disputa leyendo 20 ºC en el termómetro»,
semos capaces de encontrarlas, dada la complejidad de los y cita una reseña crítica de Nagel al libro de Riezler, en la
datos. Y si no podemos encontrarlas, no tiene objeto mante que Nagel sostenía que ni las teorías físicas son substitutivas
ner que a pesar de todo existen. de las cosas concretas -«extensiones de lo imaginario» lla
Cuando en los años cuarenta Popper se ocupó de las cien- ,, maba el matemático René Thom a los grandes progresos cien
cías sociales, recogió esta objeción y respondió a ella que no tíficos en una entrevista reciente-, ni es razonable esperar
1
hay duda de que el análisis de cualquier situación social que las palabras nos calienten.
concreta se hace extremadament� difícil por la complejidad, Carnap acepta hablar de una temperatura de 20 ºC, . aun
pero lo mismo ocurre_ con cualquier situación física concreta. cuando se omitan las sensaciones de calor y de frío que ex
El prejuicio ampliamente compartido de que las situaciones perimentan, respectivamente, el esquimal y el negro. Espe
sociales son más complejas que las físicas parece surgir de rar que l a palabra «frío» transmita una sensación real . le
dos fuentes : 1 ) Comparar lo que no es comparable : situacio parece un buen ejemplo de la concepción mágica del lenguaje
.nes sociales concretas con situaciones físicas experimentales. que probablemente es una de las causas de la oposición de
Sería más preciso pensar en alguna situación social «aislada», muchos filósofos al uso del lenguaje cuantitativo en la cien
.en algún tipo de comunidad seleccionada _ como experimental. cia: «Es posible, supongo, que Riezler sólo haya querido de
2 ) Creer que una situación social ha de ser descrita de una cir que la ciencia no debe concentrarse tan exclusivamente
manera tan exhaustiva que incluya el estado mental y tal vez en los conceptos cuantitativos que llegue a descuidar todos
el . físico de todos los individuos implicados. Pero las entida-
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esos aspectos de la . naturaleza que no se ajustan muy . bien a
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las fórmulas con símbolos matemáticos. Si esto es todo lo
'1!9�1'9tiémos . permitir-J�� .g!!I.letes:· de- fas preconcel'cion�§ de
única de la antropología a una visión holística d�l ��-�bre,
que quiere decir, entonces, por supuesto, estaríamos de acuer
do con él [ . . . ] . Pero siempre es difícil decir de antemano
una ..ciencia _materialista Y--�mpJ!'.ka» (Tyler, 1975: 33 1 ).
dónde será útil introducir la medición numérica. Debemos Hay algo en común entre las líneas de Tyler y aquellas
dejar este problema en manos de los que trabajan en cada otr sobre la «pérdida de contenido» de Carnap. La ciencia
as
campo de investigación. Si conciben alguna manera de hacer
es sólo uno de los modos posibles de hablar de las cosas. Si
lo provechosamente, la introducirán. No debemos desanimar
L
optamos por ella, se reduce el ámbito de lo que podemos
estos esfuerzos de antemano» (Carnap, 1969: 1 65 s.). decir, pero se reducen, al mismo tiempo, las posibilidades de
Otro argumento que se aduce en contra de la unidad de error. Y si en ciencias sociales es particularmente castrante
las ciencias es el carácter de totalidades orgánicas que pre esta mutilación del objeto que parece el precio que debemos
sentan los seres vivos. El núcleo de esta argumentación es
pagar, también es acuciante la necesidad de poder poner a
que la sociología, como todas las ciencias biológicas, es de- · prueba nuestras afirmaciones, si queremos, como decía Lévi
cir, todas las ciencias que tratan de objetivos vivientes, no Strauss, saber un poco más para poder actuar un poco mejor.
debería proceder de una forma atomística, sino de una for Estas diferencias del objeto de estudio, que hacen que
ma holística. Porque los objetos de la sociología, los grupos
nos resistamos a simplificarlo, a diseccionarlo, se resaltan
sociales, nunca deben de ser considerados como meros agre
también en la tercera objeción al empleo de un método co
gados de personas. El grupo social es más que la mera suma mún a todas las ciencias que voy a comentar. Se insiste aquí
total de sus miembros. Y también es más que la suma total
en el carácter «subjetivo», «impregnado de valoraciones» del
de las relaciones personales que existen en cualquier momen objeto de las ciencias sociales. Sería ésta la acción humana
to entre cualesquiera de sus miembros. intencional, dirigida al logro de diversos fines o valores, sea
Nagel responde a lo que se presenta como especificidad con un propósito consciente, sea por la fuerza de un hábito
de las ciencias biológicas, que el conoeimiento científico sólo adquirido, sea a causa de . un compromiso inconsciente. Una
se adquiere mediante el análisis o el uso del llamado «método caracterización más restrictiva, la de Max Weber en The
de abstracción», es decir, concentrando la atención en un Theory of Social and Economic Organization ( 1 947), limita
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conjunto limitado de las propiedades que poseen las cosas e dicho objeto a las respuestas que los hombres dan a las ac
ignorando otras (al menos por un tiempo) C} investigando en ciones de otros hombres, a la luz de expectativas y evalua
condiciones controladas las características elegidas para su ciones concernientes a las respuestas que estos otros a su
estudio ( 1 978: 403). vez darán. En esta perspectiva, un granjero que cultiva el
En antropología se han hecho con frecuencia profesiones suelo solamente para proveerse de alimentos no realiza una
de fe holísticas. Y aunque como ideal está en desuso, desde actividad social. Su conducta sólo es social si hace planes
que se ha generalizado la comprensión de que describir es para satisfacer sus propias necesidades con referencia a las
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206 207
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rr caso , para salir al paso de las críticas que se han hecho al
comportamiento. Pero para ello el método científico es ina
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decuado . Las motivaciones, las disposiciones, los fines busca desarrollo de la antropología en el período colonial. Que los
1 :
dos y los valores no son cuestiones susceptibles de una ins problemas que los antropólogos seleccionaron para su estu
pección sensorial, son cuestiones que sólo pueden conocerse dio y el marco analítico dentro del cual manejaron estos pro
a través de una experiencia subjetiva, mediante un proceso blemas estuvieron fuertemente influidos por el medio polí
de comprensión individual, empatía o verstehen. Esta es la tico, económico e ideológico en el cual trabajaron, no signi
[
idea no sólo de Max Weber, en la obra citada, sino también fica que el análisis de los problemas que seleccionaron fuera
de Mac Iver (1942), Van Mises ( 1 957), Peter Winch ( 1 958) necesariamente erróneo o impreciso . Por supuesto que pudo
y Dakeshott (1 962), entre otros. serlo, pero si es así -señalan-, debe demostrarse sobre
Efectivamente, si el método de conocimiento en las cien otras bases que la simple afirmación de que la ideología que
cias sociales fuera la comprensión empática, nos encontra inspiró este análisis es objetable. . .
ríamos con una diferencia insalvable. Pero no sólo es discu Probablemente es cierto que los estudiosos. de las cien
tible limitar el estudio a conductas intencionales, sino que cias humanas sólo examinan materiales a los que se atribu-
cuando son estos comportamientos los que se analizan, el ye « significación cultural», de modo que en su elección del
hecho de que el científico social pueda proyectarse en ellos material de investigación está implícita una orientación . va
y utilice los conocimientos que tiene sobre sí mismo para lorativa. Pero- esto no es privativo de las ciencias soci�les;
construir hipótesis sobre otras personas, es algo que concier ningún científico lo estudia todo, elige lo que más le intere-
ne a la generación de las Wpótesis, no a su validez. La xt!lª sa, y esto no es un inconveniente para el éxito de su inves
_ción de empªtía puede tener valor heurístico, pero no sus_ti:_ tigación. Cuando Naroll critica a Murdock que . la selección
. tuye a la necesidad de elementos de juicio objetivo que ga:_ de culturas del Human Relatíons Area Files se haya inclina-
L
ranticen la validez de la identificación · del investigador con do en favor de los intereses de los Estados Unidos (cf. Bar
,el investigado. El esfuerzo de Tylor por ponerse en el lugar nes, 1 97 1 : 6), puede tratarse de una crítica metodológica
de aquellos de sus contemporáneos primitivos que creían en mente irrelevante -a pesar de su fuerza ideológica- si a la
almas, espíritus y dioses no le ahorraron las duras críticas hora de utilizar los archivos, por ejemplo en la «Muestra
de Evans-Pritchard, a quien tanto impacientaban los argumen- etnográfica mundial»_ se ponen en práctica los criterios que · :f,
tos del tipo «si yo fuera un caballo» ( 1 973 : 4 1 s .). ,, se explicitan (Murdock, 1 975 : 205-207). Un problema dis�
tinto e s que a la muestra construida con esos criterios, que
1
no es una selección aleatoria de las culturas conocidas, se
Sesgos valorativos y objetividad le aplique un tratamiento disefi.ado para · muestras obt.enidas
·
r-
diar y el establecimiento de las conclusiones. puntos de vista y · las filosofías diferentes, ni quizás en las
Kaplan y Manners ( 1979 : 325) han discutido el primer personalidades divergentes de los científic()S, sino en no ex-
208 209
plicitar los supuestos y los conceptos con los que se opera .
que la investigación social tiene con frecuencia una orien
. tación valorativa» (Nagel, 1 978: 440).
Pero también señala que hay al menos tres aspectos en los
que los juicios de valor; que están siempre. presentes, deben
exhibirse: 1 ) cuando se habla de la satisfacción de necesi
Experimentación y predicción en ciencias sociales
dades psico-físicas que proporciona una cultura; 2) cuando
se calcula la influencia de los hechos sociales sobre la super
vivencia; 3) cuando se juzga. el grado de integración Y de
Cuando Radcliffe-Brown hablaba de la utilización del mé
L
todo experimental en ciencias sociales, recordaba que etimo
estabilidad social (Nadel, 1974 [ 195 1 ] : 61 s.).
lógicamente experieri significó «poner a prueba», y su idea
Para reducir los efectos de la ecuación personal, en an
era que se pusiesen a prueba las hipótesis sobre la organiza
tropología se ha propuesto : a) controlar al observador; b) exi ción social observando un número de sociedades diferentes.
girle un psicoanálisis previb al trabajó de campo; e) ense Pero sin duda en su uso actual más común «experimentación»
ñarle psicología ; ·· d) recomendar que ·trabaje en equipo. Os significa provócar voluntariamente un hecho en circunstancias
,_
del método científico. Nagel desarrolla con detalle las dife
ha actuado o es pro}Jable que actúe en la investigación social
rencias entre la · puesta a prueba experimental y no experi
de manera tan efectiva como en las ciencias naturales. Pero
mental de las hipótesis científicas. Como características del
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de manipular a su voluntad, aunque dentro de límites deter y, por otra p � rte, el alcance de las predicciones . Cr·eo que
minados, ciertos aspectos de una situación (llamados «Va se puede aludir brevemente al primer aspecto. El descubri
riables» o « factores») que se supone constituyen las condi miento de que hay profecías que se autorrealizan y prediccio
ciones para la aparición de los fenómenos estudiados, de nes suicidas, porque su conocimiento impide que llegue a
modo que al variar repetidamente alguno de ellos -uno solo su ceder lo que predicen, amplió el campo de estudio de las
en el caso ideal-, el observador pueda observar el efecto de ciencias sociales hasta incluir en él los efectos del conocimien
dichos cambios sobre el fenómeno y descubrir las relaciones to científico de los fenómenos. En 1 96 1 , Nagel escribía: «Si
constantes de dependencia entre el fenómeno y las variables. el conocimiento que los hombres poseen de los procesos so
El experimento controlado no sólo supone ciertos cambios ciales es una variable que interviene ·en la determinación de
dirigidos a las variables sino la reproducción de los efectos los fenómenos sociales, no hay ningún fundamento a priori
inducidos por dichos cambios . p ara sostener que los cambios de esta variable y los efectos
Junto al experimento controlado, otra forma de contras que ellos puedan producir no puedan ser objeto de leyes so
tar hipótesis es la « investigación controlada», que consiste en ciales» (Nagel, 1 97 8 : 425 ) .
la búsqueda deliberada de situaciones diferentes en las cua De hecho, cuando en las elecciones d e r·epresentantes de
les el fenómeno en estudio se manifiesta (en modos idénticos los estados parlamentarios se divulgan sondeos que presen
o diferentes) o se manifiesta en unos casos pero no en otros, tan a alguno o algunos de los candidatos como favoritos to
'
d�s nos preguntamos a quién favorece el que se hagan pú
ri
y en el examen posterior de ciertos factores de estas situa
ciones que se suponen relacionadas con el fenómeno para blicos ·estos sondeos, dando por supuesto que quienes lo han
discernir si las variaciones de estos factores se relacionan con divulgado lo saben. Y, si no lo supieran, de la no realización
diferencias en el fenómeno (Nagel, 1 97 8 : 4 1 4 s.) . de una predicción a causa del conocimiento de ésta no se
L
sigue una refutación de la ley que dio lugar a la predicción.
Es cierto que en ciencias naturales la contrastación de
hipótesis se lleva a cabo principalmente por medio de expe Hay en Nadel un fuerte argumento lógico contra este supues
to tan común: « S i la acción basada en el conocimiento de
rimentos controlados, pero no siempre -astronomía, geolo
una ley determinada no es una de las condiciones que la ley
gía, embriología-. Y también es cierto que la experimenta
ción rara vez es posible en ciencias sociales, aunque también menciona en su cláusula antecedente y de la que afirma que
va acompañada de ciertas consecuencias cuando se cumplen
haya excepciones. Pero sin duda, el procedimiento que puede /
ciertas condiciones, no se demuestra que la ley sea errónea
utilizarse con más frecuencia en ciencias sociales para poner
a prueba las teorías es la inv·estigación controLad_& no experi cuando se descubren situaciones en las cuales se realiza tal
mental, que trata de establecer si « algún suceso, conjunto de acción pero no aparecen las consecuencias anunciadas» (ibí
l'
casualmente con la aparición de ciertos cambios o caracterís Otra cuestión es la del alcance de las predicciones . Si el
ticas sociales en una sociedad determinada» (Nagel, ibídem). conocimiento de una predicción puede modificar la acción,
Como se ha dicho tantas veces, el laboratorio en antropolo el cr·e cimiento constante del conocimiento social limita las
ji
posibilidades de predicción histórica o sociológica. Popper
gía es el trabajo de campo, aunque no sea éste el único la · 1¡ ·
boratorio. ha distinguido dos clases de predicciones en relación con el
Un segundo p roblema para la puesta a prueba de hipóte
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alcance, las que predicen que se producirá un cierto aconte
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sis en ciencias sociales es la dificultad de realizar prediccio cimiento, a las que llama profecías, y las que fijan las con
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nes. El problema es doble . Está, por una parte, el carácter de diciones de aparición y construcción de las instituciones so
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variable social que tiene el conocimiento de los fenómenos ciales, a las que denomina predicciones tecnológicas.
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212 213
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objeto de la _s_ociología te?rica las _ �rediccion:s a gran escala,
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- En una de sus críticas al historicismo -que fija como características culturales. L a forma en que esta manipulafión
se realiza es más o menos la misma entre los antropólogos
_
en la terminología anterior profec1as-, senala Pop�er. que que se dedican a esta ingeniería social, pero sus diferentes
J_
«sólo es posible derivar profecías a lo largo de pred1c c1ones ideologías configuran el proceso de toma de decisiones sobre
científicas condicionales si se aplican a sistema s que pueden los cambios convenientes a producir, que puede situarse en
ser descritos como aislados, estacionarios y recurrentes . Es la Administración, en el propio antropólogo o en la comuni
L
tencia previa de hipótesis que relacionan factores culturales
De hecho, lo que considera posible son las predicciones te� entre sí y, paralelamente a las implicaciones sociales y polí
nológicas, qµ� ade1nás pueden ponerse a prueba en experi ticas, la manipulación de estos factores por parte del antro
1
__
mentos sociales - fragmentarios. pólogo lleva consigo la puesta a prueba de sus hipótesis (San
Esto rtos lleva a un tema del que no he hablado a la hora Román, 1984a: 1 76-179).
·
l;
pológica se prestan un apoyo recíproco y nos permite pensar
parando ior<resultados obtenidos · eón· los resultados espera-
_ en ciertas formas de control experimental de hipótesis que
dos. - se unen a las posibilidades de observación controlada.
·
Cuando se habla de ingeniería social, y, en concreto , de A este control experimental de hipótesis, que añade la
¡-
antropología aplicada, se insiste o bien en la nec�sidad de antropología aplicada al ámbito de la contrastación, se une
que los - antropólogos se ocupen de problemas sociales rete� · ta simulación por medio de ordenadores para ampliar el «la
vantes, se involucren directa o intensamente en los problemas boratorio de la antropología» (cf. Ballanoff, 1974). En defi
¡
nitiva, por medio de la observación controlada -stricto sen
[
rimental, empírico o matemático, las dificultades de puesta
de la teoría ila explfoación dentro de la disciplina (p: e. Ka- a prueba en antropología se reducen notablemente.
_
plan y Manners, ·1979: 334 s.). -
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que muy -frecuentemente se olvida, y es la . pos1b1hdad que me pareció, en un tiempo, suficiente para una descalificación.
ofrece el séleceioriai: los factof�ll qú� se modifican en un pro
�=t�pueh�,
Ahora, menos holista en el método y en la ideología, puedo
ceso de canib,io, de poner a prueba la validez de los supuestos restituir con gusto a su contexto las palabras de Lévi-Straus�
[
� explican nunca, o muy raras veces, hasta el final, y no pre
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1 - _
go es comprendiendo por cuartos o pOr mitades, previendo una vez
n de un cambio par" sobre dos o sobre cuatro, no dejan de ser menos aptas, por
parte activa en el intento de pr�voca�1?
ulac1on de factores de cam· la íntima solidaridad que instauran entre esas semi-mitades,
cial concreto. Se trata de la mamp
la
bio que se - han establecido como tales P�t;viame�te o de para otorgar a quienes las practican algo que está a mitad
¡_
duría, o por lo menos cierta forma de sabiduría que permi-
214 2 15
1
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ellos tomad os . i 1 970: 198-2 14). En su opinión las causas habría que bus
acción, difiriendo radicalmente de cada uno de i
1
carlas en la estructura de los poblados de edad nyakyusa, en
en particular» (Lévi-Strauss, 1 973 b : 346). 1
[
confian oposición a las reglas de herencia patrilineales. Como es sa
Con esta limitación y al mismo tiempo con esta
etnogr áfico, fuente de bido, los niños nyakyusa van construyendo progresivamente,
za, podemos volver los ojos al trabajo
mismo tiempo lugar por junto con sus compañeros de edad, un poblado al que termi
la mayor parte de las hipótesis y al
nan por trasladarse y al que llevarán a sus esposas. Esto hace
excelencia para la puesta a prueba de las teorías antropológi
in que los vecinos no estén obligados a ayudarse por relaciones
cas. Comenté en el capítulo 2, al hablar de las prácticas
, que las hipóte sis que sugiere n los de parentesco, sino por normas de generosidad y hospitalidad.
ductivas en antropología
se pue Las acusaciones de brujería contribuirían al control de esta
datos obtenidos en el trabajo de campo difícilmente
¡
con los datos que las han sugeri do, y situación social (Wilson, 1 95 1 : 309 s.). Nadel, por su parte,
den poner a prueba
es fuente de dificul tades cuand o se intenta n ha observado que las acusaciones de brujería entre los nupe
que este hecho
sobre hipóte sis que no han guiado la afectan principalmente a mujeres, y lo atribuye a la hostili
extraer conclu siones
dad entre los hombres y las mujeres nupe, poco dependientes
j
encon
investigación etnográfica. Un ejemplo notable podemos
con acusa estas últimas a causa de la libertad que les· otorga · su · dedica
trarlo en diversos libros y artículos relacionados
l que Mar: ción al comercio (Nadel, 1 952 y 1 970 : 172- 1 75); No voy a
ciones de brujería entre los cewa de África Centra
discutir ahora la adecuación de estas explicaciones, que me
wick publicó entre 1 952 y 1 967.
�
interesan sólo en este punto como ejemplo del interés por ·�
la función política de las acusaciones de brujería. * .;�·f
mos denom inar, de acuerd o con el uso por conflictos internos o por el crecimiento demográfico. Se
be en lo que podría
el ha dicho que en estos casos la potente ideología del parentes-
de Lakatos, un programa de investigación, en este caso
Evans- Pritcha rd, sobre el · papel de los conflic - . co que mantiene unido al linaje debe ser rota por Una ideo
iniciado por
1i·,..
en la génesi s de acusac iones de brujerí a en socie-· logía igual de fuerte : la de la brujería. Para desobedecer al
tos sociales
...----- anciano lugbara hay que hacer de él un ser blanco, peligro
dades tribales africana s.
so, caníbal, inclinado al incesto: más peligroso que los euro
Evans-Pritchard ( 1 976 [ 1937]) había dedicado un capí
tulo a mostrar, en parte, mediante unos cuantos ejemplos·
J peos o los azande, de los que ya todo se espera, el enemigo
1¡
(pp . 1 1 8- 1 19) que «quienes padecen desgracias buscan bru-
jos entre sus enemigos». Cofno Mary Douglas ( 1 976) ha de-'
de los 1 * De las tesis de Wilson y Nade! me he ocupado de fonna .crítica
fendido con detalle, tras la Segunda Guerra Mundial,
I·
en González Echevarría ( 1 984: .75 ss.), de donde tomo parte del aná-
. 1f.
· ·
caminos abiertos por el trabajo de lisis que sigue. Agradezco al editor las condiciones cóntractuales que
resó tanto su aportación a la sociolo gía del conoci miento establece, generosas para con el autor, permitiéndole disponer siem
pre de su trabajo.
·-¡.
216
r1
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la etnografía cewa. Para hacerlo desarrolla con más detalle
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social (Middleton, 1960). . la hipótesis tercera.
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j
í
;i ! la tensión en una relación social, identificada con una rela
entre los cewa (Marwick, 1952, 1963, 1 965, 1966, 1967),
:
ción de competencia:
los yao (Mitchell, 1956) y los ndembu (Turner, 1957). V: El valor conferido al objetivo por el que se compite.
-, ,
,¡, !
;;- '
El trabajo de campo entre los cewa lo inició Marwick en
L
.u
{ P : La medida en que la relación envuelve a toda la per
h j
1946. Durante más de un año estudió su lengua y su cultu sonalidad.
}�.: ra y empezó a tomar notas de casos de infortunio. Dos viajes
¡:
C: La medida en que la relación está circunscrita tradi
en los veranos de 1948-49 y 1952-53 le permitieron comple cionalmente, por ejemplo, por normas legítimas tales como
¡_; tar su información hasta 194 casos. las que sostienen la distancia social. En este sentido, los sta
��
:-
,..,
Id1:-
ma que puedan servir como contrastación a hipótesis que Por otra parte, la tensión será expresada en acusaciones
otros autores que se han ocupado de brujería suscriben, al de ·brujería y hechicería si: a) Hacerlo es congruente con las
1
menos implícitamente. creencias tradicionales; b) Hay suficiente material bruto, en
Estas hipótesis, reformuladas con algunas variantes a lo
. forma de desgracias, para creer en ataques de brujas y hechi-
1
largo de sus escritos, son, en esencia, las sigiuentes : ceros; e) No existen o no se prefieren medios alternativos de
1 ) Las creencias e n brujería proporcionan una teoría de expresar tensiones ( 1 966: 17 3).
la causación. Más concretamente, y acercándose ya a lo que se ha lla
l
2) Las creencias proporcionan una salida a la hostili mado hipótesis obstétrica: «Las acusaciones de brujería, como
dad, la frustración y la ansiedad. ejemplos de conflicto social, tienen la función, inter alía, de
3) Las creencias sirven para formular las tensiones que formular tensiones de modo que permitan la ruptura de rela
¡
se dan en algunas relaciones sociales y para reformular o 1
1::- ciones personales estrechas que no pueden ser canceladas y
cortar estas relaciones. Y esto en un doble aspecto : a) las que no se pueden seguir manteniendo porque resultan inso
1
acusaciones son un índice de tensiones entre acusador Y acu portables» (ibidem).
sado; y b) las informaciones que proporciona la gente cuando . Antes de evaluar la contrastación de hipótesis de Mar
habla en abstracto de brujería, aunque no coinciden con la wick, es necesario bosquejar brevemente los aspectos de la
práctica de las acusaciones, dan a conocer su apreciación de organización social y de las creencias cewa relevantes para
las tensiones sociales. las acusaciones de brujería.
4) Las creencias sirven de soporte a los valores socia
entre los que fa · ganadería tiene un interés creciente debido
Los cewa del norte de Rodesia son cultivadores de azada,
les, porque indican el tipo de comportamiento que puede dar
lugar a una acusación y porque, al trazar la imagen del bru
al éxito de la lucha contra la mosca tsé-tsé. Son matrilinea
/_
jo, definen dramáticamente lo que es malo en cada cultura.
les; con matrimonio inicialmente virilocal, al cabo de un
(Marwick, 1952: 120 SS., y 1966:. 1 7 1 .)
.
i¡ l;
(3) y (4) las que quiere someter a contrastación a través de blado, están ocupados por matrilinajes, khol. Dentro del khol
i 218 219
¡-
\
�
i 1,
0�10
se rompe en segmentos. A veces distinguen dos tipos de nfiti, los que actúan por
e
Los miembros matrilineales de la sección son usualment . Y aquellos a los que mueve el deseo de carne (Mar
un hombre, el jefe, con sus herm anas, los hijos de sus her
manas, los hijos de las hijas de sus hermanas, etc. Viven �1 :k, 1965 : 73-79). Yo hablaré en general de brujas y bru-
!'l [
1ena, porque la naturaleza del poder del nfiti es en este con
1
el de
con él además sus propios hijos. El jefe del poblado es
Dicen los cewa que la brujería se usa sobre todo en el
texto irrelevante.
la sección del linaje funda dor. 1
Ó' � Ó' � � =
í
= = e�tre gente que trabaja para el mismo patrón. De hecho Mar
(1)
logos � las hip?�esis emic de los cewa. Y lo hace por medio
(1) w1ck contrasta a la vez las hipótesis teóricas de los antropó
l
nTI rTn n
1
1
Ó' �
.
Ó' Q Q = Ó' � Q
gmo recoger a lo largo de su trabajo de campo.
�= Q �
1
En el caso cewa, la explicación del infortunio en los epi
.
sod10s para los que hay información suficiente, es la siguiente
(Marw1ck, 1965 : 16):
f
La norma de sucesión a la jefatura es de hermano ma
..-,
yor a hermano menor. Cuando muere el último de los herma
nos, el heredero es el hijo mayor de la herma na mayor , péro
l
puede sustituirlo otro hombre de la generación segunda (un Tipo de explicación ofrecida _ Total Porcentaies
primo paralelo uterino) si éste demuestra su capacidad y des-
califica al heredero. Este m·argen pará la acción personal/
unido a la valoración de la jefatura y a las intensas relacio•« 1)
nes entre primos uterinos, hace de la competición I>Q_r. el car�i
Causas naturales ( «actos de Dios») 49 25,3
;�ti
- Otros actos, como ruptura de ta-
personales y en el poder de la · magia . búes, uso de magia protectora de la 17
A todos los que hacen mal por medios místicos los llaman ·
_.
dios 22
tes matrilineales mediante el uso de medicinas, poseen fa:
-�; ·
221
·-\�t-� -· ··-. .
220 -
- ;:p_,',
';t; F
:-·:;� _§; <-- _-
1-
:1
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¡
3) Actos de brujos roa, y 15 con faltas de allegados. Estas cifras eran; respecti
vamente, 30, 27 y 19 para los 76 casos restantes, en los . que
- Brujos muertos por su propia bru las causas del infortunio eran naturales, o se debían a los
jería o en enfrentamientos con
actos de no brujos o de espíritus (o.e., p. 1 6). Es decir, un-:
otros brujos 6 l
- Ataques de brujos contra no brujos 101 S 55,l
total de 1 1 7 desgracias se vinculaban con _ transgresiones de : _ -�
L
4) Actos de espíritus 5 2,6 Marwick ha recogido y comentado las transgresiones más fre- -
cuentes (o.e., pp. 227 ss.) que son - incumplimiento de obli
gaciones tradicionales (23 casos), fallos en el ritual o ruptura
Del total de 194 casos, 1 18 implican creencias en bruje de tabúes (10), promiscuidad sexual ( 1 7), celos sexuales y
ría. Sin embargo, las desgracias que se deben a la actuación _ adulterio (7), ·ser brujo (17), excesivamente :rico ( 12) o ambi
del brujo (55,1 % ), o se relacionan con brujería (60,8 % ) - cioso (5), agresivo (10), o - ladrón (10) y, finalmente, poco
no responden a las afirmaciones de los cewa, que atribuyen viril e insociable (6);
a brujería «casi todos» los infortunios. Marwíck se limita a Los datos parece que, efectivamente, corroboran las hi
constatar esta discrepancia entre las declaraciones y los he pótesis (1 ) y (4), veamos ahora qué sucede con la hipótesis
chos, discrepancia que se repite a propósito del sexo de los tercera.
brujos, pues lejos de ser «casi todos mujeres», en los cien
casos en los que el sexo del brujo se conocía, 58 eran hom C) Hipótesis (3): Las creencias en brujería sirven para
bres, y mujeres, 42 (Marwick, 1965: 103). formular las tensiones que se dan en algunas relaciones so
ciales y para reformular o cortar estas relaciones.·
�-
B) Hipótesis (4): Las creencias de brujería sirven de El análisis de los datos es especialmente importante para
soporte a los valores morales. corroborar o refutar la tesis obstétrica : si efectivamente las
�
Las informaciones relativas a los casos de desgracia mues acusaciones de brujería son un índice de las relaciones socia
tran también que las creenci s de brujería sirven de sopor les tensas, si la más tensa entre los cewa es entre posibles
te a las normas morales, y no tanto por las características de
competidores por la - jefatura del matrilinaje, y si además una
los brujos, a los que se atribuyen rasgos antisociales en la
de las funciones de las acusationes es permitir que se rom
mitad de los casos, como por las relaciones que se establecen
pan relaciones personales estrechas que se han hecho inso
entre las desgracias y el comportamiento moral de las víctimas
portables, cabría esperar un máximo de acusaciones entre
y sus allegados. -
gente de distintos segmentos del mismo linaje, especialmente
En los 101 casos de brujos que atacan a los no brujos,
entre primos paralelos matrilaterales .
49 de los acusados tienen características reprochables: 17
¿Y qué dicen los datos? Muy poco. Tanto en el artículo
son y a brujos conocidos; 9, celosos o avaros; 7, violentos y
de 1961 (citado 1966) como en Sorcery in its social setting
pendencieros ; 5 están envueltos en actividades siniestras,
como incesto y magia de caza; 4 son impotentes o estériles
(1965), Marwick proporciona varias tablas donde se recogen
las relaciones de parentesco y espaciales entre acusado y víc
l ; y 7 tienen otras características negativas (Marwivk, 1965 :
239). tima, acusado y acusador, acusador y víctima ( 1 966: 167;
En cuanto a las víctimas, en los 1 18 casos en que la des 1965, especialmente 1 52-1 53). Los números para acusador,
gracia tenía relación con brujería, 47 carecían de implicacio acusado y víctima no coinciden con el número de casos, 101,
nes morales, 56 tenían que ver con faltas de la propia vícti- porque 1 .º) e n sólo 79 hay información sobre la identidad .
[
222 223
11
de los acusadores, y 2 .º) en varios de los casos, acusado y/o . mento (33 % y 1 3,4 o/o respectivamente), también lo es que
víctima y/ o acusador son más de uno. en la mitad de los casos, acusador y acusado no pertenecen
Voy a recoger sólo una tabla, donde se dan los porc�nta" al mismo matrilinaje. En definitiva, sólo un tercio del total
de acusaciones se da entre personas que pueden estar en la
3) acusador y víctima, distribuidos por categonas de relacio situación que se ha supuesto más conflictiva. Y subrayo pue
nes (Marwick, 1 965 : 152): den, porque del hecho de que dos personas pertenezcan a
distintos segmentos de un matrilin:aje no se deduce qu� estén
Distribución porcentual de relaciones
en situación de competir por el puesto de jefe. Y en los ca
sos que se recogen en Marwick ( 1952) así se indica.
Tipo de relación soé:ial
u
1) Brujo y 2) Acusador 3) Ac sador Pero aun limitándose al matrilinaje, un 33 o/o de acusa
víctima y brujo y víctima
-. ciones entre segmentos frente a un 1 3 ,4 o/o en el interior
·del mismo segmento no significa 'Por sí solo que las tensiones .
¡
(N = 11 5) (N = l l2) - (N = 90)
entre segmentos sean más fuertes que en el interior. Si un
¡
Parentesco matrilineal hombre tiene un hermano y tres primos paralelos matrilate
igual segmento 17,4 13,4 33,3
rales, para que hubiese un indicio de tensión con sus primos
29, 6 33,0 ,22,2' .¡
distinto segmento mayor que con sus ·hermanos, los enfrentamientos con aqué
1 1 ,3 3,6 22,2
segmento indetermina- llos tendrían que ser más de tres veces más frecuentes que
do
50,0 7 7,7
con el hermano, a no ser que la relación entre primos sea
(a) 58,3
menos frecuente.
Parentesco no matrilineal
Marwick es consciente de esta debilidad, de que tendría
esposas . 5,2 1 ,8 _ 4,4 que haber recogido no tasas brutas sino frecuencias relati
coesposas, reales o po- vas al volumen de interacción. Lo es ya en 1 96 1 , aunque in
· tenciales 1 ,7 0,9 tenta una aproximación tangencial comparando los porcen- .
otros afines 1 1 ,3 3 1, 2 8,9 tajes de las relaciones acusador-víctima, acusador-brujo en
7,8
7,1 el interior de cada categoría de parentesco (p. 1 8 1 ) . Pero
1
otros 13,9 '
c. /
una vez más, que el hermano acuda al adivino no implica
1
32,1 41 ,0 2 1 ,L•':
(b) hostilidad hacia los primos, a no ser que aquí se esté llaman
No parientes (e) 8,7 8,9 l,l do hostilidad a la distancia genealógica.
En 1 965 sigue confiriendo significación a lo que llama ba
'[
Relación desconocida (d) 0,9
lance entre «hostilidad» y «afiliación», cada vez con menos
entusiasmo. En 1 967, claramente liberado ya de la obliga
c s
. En relación con la función obstétrica �e las acusa ion�
1
ción de escribir «SU monografía» sobre los cewa, admite:
de brujería, con su papel de instrum ento para su � rar las ft «Dentro de cada categoría de relación hay que expresar las
rup
delidades del parentesco matrilineal y hacer posible. la acusaciones de brujería como proporciones del volumen total
lo que podem os d d cir de es
tura del linaje, es muy poco . � � de interacción que caracteriza a dicha relación antes de que
las decisio nes de prmci p10 d M
� .arc
tos datos o, si aceptamos se puedan hacer comparaciones válidas. El número de per
puede n corrob orar. Por q e s1 bien
wick, lo que estos datos . � sonas con las que Ego mantiene una relación particular no
y brujo perten ecen a disti ntos seg
es cierto que acusador . es más que una de las bases para estimar el universo de in
del doble de veces que al mism o seg ¡: teracción social característico de la categoría de relación con-
mentos del linaje más
224 225
¡·
cernida. Otra puede ser la cantidad de tiempo que pasa con mente proporcional a V, la importancia que se confiere al
personas con las que está en una relación determinada, y otra, objeto por el que se compite; b) directamente proporcional
la medida en que esta interacción con ellos, frente a la que a P, medida en que la relación envuelve a toda la personali
tiene, por ejemplo con sus propios hermanos, está pautada dad, y e) inversamente proporcional a C, medida en que la
•¡'
por nociones de etiqueta, evitación y familiaridad» (Marwick, relación social está tradicionalmente pautada; tenemos que
V, P
1967: 243). arbitrar definiciones operacionales que nos permtian medir
L
Pienso que esas últimas líneas de Marwick, las que co- y C.
J
Wallace recoge de Zetterberg, On theory and verification
rresponden en cierto modo a su autocrítica, son el aspecto
más relevante, desde el punto de vista metodológico, de su
. (1954) un ejemplo sociológico. Para verificar la hipótesis
«cuanto mayor es la división del trabajo en una sociedad,
tesis obstétrica. Es verdad que su propia conclusión vuelve
1
. ·
¡
fiabilidad de las operaciones que hubieran definido conceptos
ño previo el trabajo de campo no proporcionará materiales
teóricos tan difíciles de representar como la «importancia
adecuados para la contrastación.
que se confiere al objeto por el que se compite», o la «me
· ·
1
res para medir V, P, C, podemos decir si ·la relación entre
cewa le ponen. sobre la pista. De hecho, en 1952, lo que afir
ca-esposas es más tensa o menos tensa que la relación entre
ma es que: a) «se toma las creencias en brujería como ín
primos paralelos matrilaterales y si existe una incidencia co
dice de la tensión social»; b) «se las considera como fuerzas
rrelativa, incidencia medida por procedimientos que también
que soportan el sistema de valores, y en consecuencia la · es
deben especificarse, de acusaciones de brujería, · hecho que
tructura social».
iría eti apoyo de la hipótesis de que las creencias en bruje
Pero aun si se tienen ciaras las hipótesis, no basta. Hay
ría sirven para formular tensiones sociales.
que establecer formas de correspondencia entre teoría y da
·
226
8 1 f:\UOTECA
r-
Nunca se insistirá bastante en el riesgo que se corre en las in vestigación empírica ( 1 972: 1 1 3). Pero aunque la etnogra
ciencias de la cultura cuando se utilizan como términos teó fía sirva a la vez para generar hipótesis, para ponerlas a
ricos conceptos con cuyo uso preteórico estamos familiariza� prueba, y para modificarlas y clarificarlas, conviene no con
dos, un ejemplo notable es «matrimonio», sin que se dé una fundir los distintos trámites, que tienen exigencias distintas.
caracterización adecuada del uso teórico de dichos términos
dentro de la teoría, cuya formulación los incluye.
Volviendo a las hipótesi5 de Marwick: si son las propias Etnografía y contrastación
L
acusaciones de brujería las que se toman como indicadores
de tensión, entonces una relación será más tensa que otra . si Prospección y contrastación en el trabaio de campo
la incidencia -de nuevo «adecuadamente medida»- de .las
acusaciones de brujería es mayor, pero en este caso sería la Si la puesta a prueba de hipótesis sobre problemas . rela
tensión así definida la que hay que explicar. Y si es la «ima- tivos a la cultura humana exigiría que la toma de datos et
. gen del brujo» la que se toma como indicador de tensión nográficos se hiciese de acuerdo con un diseño de investiga
(sería la hipótesis 3b) -en el caso cewa la afirmación emic ción específico, pocas veces se han realizado de este modo 'Í' '
de que los nfiti son mayoritariamente mujeres-, hay que los trabajos de campo etnográficos. Las razones son varias,
explicar la discrepancia entre la teoría indígena y las acusa y bien conocidas. Por una parte, la antropología se ocupó
·
ciones reales por una vía que no sea invocar «proyecciones» durante mucho tiempo de la cultura de sociedades sometidas
no corroborables. a procesos rápidos de cambio social generados por el contac
En aquel artículo· de 1952 Marwick concluía que las creen to con la cultura occidental. Se dio prioridad a la descrip
cias en brujería proporcionan un medio de romper relacio� ción del mayor número posible de sociedades con culturas
nes sociales que se han esclerotizado o se han hecho dema distintas a la nuestra. Un ideal de descripeión balista hizo
siado insistentes, y que incluso pueden ser el único medio confiar en una recogida exhaustiva de datos que permitiese
de romper o alterar fundamentalmente una relación cuando la ulterior verificación de hipótesis teóricas. Este ideal orien
ha llegado a hacerse insoportablemente tensa y cuando no hay taba los esquemas para la toma de datos de acuerdo con un
ningún modo socialmente aprobado de hacerlo. patrón intersubjetiva a la manera de Notes and Queries on
Es esta conclusión, convertida en hipótesis como ya .he Anthropology, para el que entre 1874 y 195 1 prepararon edi�
recogido, que haría de las acusaciones de brujería un medio ciones revisadas, comisiones designadas para ello primero
-¡
para cancelar relaciones estrechas que se han hecho insopor por la British Association for the Advancement of S cience,
tables ( 1966: 173), Ja que no ·puede poner a prueba con los después por el Royal Anthropological Institute of Great Bri
mismos datos que la habían sugerido. l!ste es el problema tain and Ireland. En la confianza en la comparación a · poste
con el que se bate Marwick en 1963, 1965, 1 966 y al que riori subyacía otro ideal propio de la ciencia de la época, el
finalmente, en 1967, se rinde. El trabajo de campo, o es puesta de una observación libre de sesgos o «prejuicios» teóricos. De
a prueba de hipótesis formuladas previamente, y debe res este modo, se jerarquizaban en el tiempo los tres trámites que
ponder a un proyecto diseñado con este fin, o es la fuente · debía seguir la cienda de la cultura, para los que se utiliza
de nuevas hipótesis que deben de ser a su vez corroboradas ron con frecuencia tres términos: etnografía, etnología y an
o refutadas en contraste con nuevos datos. También puede fropología (social y/o cultural). Aquí «etnología» no -tiene la
ser las dos cosas. Merton ha subrayado bien el elemento de' _carga teórica, crítica y peyorativa que le añadía Rádcliffe
serendipity, de posibilidad de hacer descubrimientos inespe" Brown cuando utilizaba este término para designar los inten
radas de forma accidental, al que debe de estar abierta toda· tos de la antropología del siglo XIX de explicar los orígenes :.1
1
-,¡
. .,
'..¡!
228
j
229
l
¡
.
• ·'.i
r
de las instituciones, ni, de acuerdo con el uso de algunas tra Así, los trámites descriptivo, comparativo y teóric
diciones continentales, equivale a antropología teórica, sino o de la
vieja antropología están siendo substituidos por trámi
que designa una fase de comparación que sería la base para tes más
próximos a aquella «jerarquía de teorías» que de acuer
inducir generalizaciones teóricas. do con
Suppes media entre las teorías -aquí antropológ
icas- y los
No muy distinto, aunque más ambicioso, fue el proyecto datos, y que en nuestro caso están representadas por
teorías
de recogida, codificación y archivo de datos dirigido por Mur del trabajo de campo, por teorías del diseño experiment
L
al y
dock de acuerdo con las sucesivas ediciones que desde 1938 por teorías sobre el tipo de datos que pueden refuta
r o corro
borar las teorías antropológicas. Consecuentemente,
tos teóricos. Así, entre los ítems añadidos al índice de Mur Algunas de las teorías que median entre las teoría
dock y de sus colaboradores desde 1971 (fecha en que se reim s antro
pológicas y los datos etnográficos tienen vieja raigam
primió con modificaciones la quinta edición revisada de 1961) bre en la
disciplina. Hay teorías sobre el trabajo de campo no ya
figuran el 179 «Planificación económica y desarrollo», e l 209 desde
Rivers, Boas y Malinowski, sino desde el comienzo
�·
[ver Lisón,
de estas adiciones en la preocupación ecológica de nuestra 1971b : 145 s]). Las teorías del diseño experimental son
sociedad, en el desarrollo de la antropología aplicada, en el más
recientes. Pero todas estas teorías mediadoras se constr
estudio del uso social del espacio y en el crecimiento de la uyen
desde el interior de la antropología y son función de
los prin
«antropología urbana». No es arriesgado suponer que difí�il cipios metateóricos aceptados, de las orientaciones
230
1-
una sola comunidad; en varias sociedades de distinto tamaño; la puesta a prueba de nuevas hipótesis, si bien
en ocasiones
en varias sociedades de tamaños distintos, de modo que se se pu�de hacer con datos recogidos previamente, con
más fre
estudien varias sociedades de cada uno de los tamaños; sobre cuenc1a exige la realización de trabajos de camp
o especial
una distribución grande y continua de sociedades de acuerdo mente diseñados con este fin.
con el tamaño, dentro de un rango de tamaños restringidos Pero se trate de un trabajo etnográfico prosp
ectivo, o dise
(p.e. entre 50 y 300 personas); sobre una distribución grande ñado para la contrastación, una cosa es necesaria
. para que el
y continua de sociedades dentro de un rango de tamaño traba10 de campo resulte útil, y es la validación
I�
de las con
grande (p.e. entre 50 y 300 personas, y más de 2.000) (Levi clusiones.
ne, 1970: 185-188).
En la tipología de Levine no sólo está explícita la necesi
dad de seleccionar sociedades donde una o más instituciones La puesta a prueba de las conclusiones *
1
lor, 1889; Galton, 1889 en Tylor, 1889; Naroll, 1965 y 1968). cluye la observación participante. La necesidad
de técnicas
�
Esta preocupación ha guiado a Murdock y a Naroll, entre estadísticas se plantea siempre que el universo
observado no
otros, en el establecimiento de las muestras ·citadas en el ca coincide con la unidad de análisis. De este modo
se vinculan
pítulo 2, al hablar de las teorías probabilís*as en antropo dos de los problemas que se plantean con más
frecuencia en
logía. -" el trabajo de campo, precisar la unidad de
análisis y validar
Si queremos hacer una etnografía que permita que se pon las conclusiones. ..
pología estudia muchas veces culturas que nos son desconocí• · �i.,
con la etnografía que no se puede soslayar, y es que la antrc>:� ;, •:r general, con lo que de hecho se observa, lo
que lleva direc-
das o aspectos de nuestra cultura de los que tenemos una vi- ;;: · : * Debo � Teresa San Romá
ba10 este �p1g��fe, Y los eje�plos que lo
·
232 233
[
tamente a la extrapolación de las respuestas.» En el mismo éorrelato de un hábitat de construcción vertical propio de la
texto señala que cuando se propuso estudiar a los gitanos periferia de la ciudad. Entre las causas que se manejaban
nunca pensó en estudiarlos a todos : hay millones desperdiga como explicación estaba la convivencia con payos, la dimen
dos por todo el mundo y muchísimos de los que no se sabría
r
sión reducida de los pisos y la escasez de viviendas que obli
decir si lo son o no. Aceptó que la única posibilidad era aislar gaba a los j óvenes que contraían matrimonio a establecerse
1
.,
una o dos comunidades y realizar el trabajo en ellas. « Pero no ya en otro bloque, sino muchas veces en un barrio distinto
l
tampoco se podían aislar las comunidades, entremezcladas al que ocupaba la familia de orientación. Pero en relación con
(más bien inexistentes) entre chabolas o bloques sin disconti estas conclusiones provisionales, y con otras que se tenían al
nuidad, sin límites ni geográficos ni culturales» (ibídem). Pen termin.ar el trabajo etnográfico, se era consciente de que no se
saba que· podía apoyarse en la unidad cultural de los gitanos podían extender a toda la población gitana de Madrid (ni
f
y trató a ambas comunidades -se trataba de un barrio de a fortiori a los gitanos españoles ni a los gitanos) sin ha
Barcelona y otro de Madrid- como si fueran una unidad. berlas comprobado, de que « del trabajo de campo uno sale
Pero no lo eran. Unos y otros no «sólo eran gitanos entre con un manojo de hipótesis científicas pero con nada más que
r
gitanos que ya suponía diferentes, sino que sus relaciones, sus pueda llamarse científico» (San Román, 1984b: 127 s.).
)!
creencias, sus valores, su forma de entender el mundo y de El estudio estadístico que siguió (Equipo GIEMS, 1976),
vivir la . vida se mezclaban continuamente con los payos, con y que se realizó con muestras extraídas de dos barrios de cha
) la ciudad, con el Ayuntamiento, con Cáritas, con todo» (ibí bolas, uno de casas bajas, otro de viviendas de altura, y una
[
f
dem). La segunda renuncia consistió en trabajar con una par UVA (Unidades Vecinales de Absorción, que la Administra
te de la cultura sabiendo que no era todo. ción preveía como paso intermedio entre las chabolas y los
Si algunos de los problemas que se señalan en las líneas pisos), obligó a replantear las conclusiones para que tomaran
J
��
precedentes parecen propios de las situaciones culturales com la forma de hipótesis expresadas en categorías susceptibles de
. plejas, en las que coexisten mayorías y minorías étnicas o va comprobación. Y aunque las estadísticas confirmaron la mayo
. rías subculturas, otros son propios de cualquier situación et ría de las hipótesis para la mayoría de la población, los resul
r·,\
nográfica, con la única posible excepción de pequeñas bandas tados fueron frecuencias, no generalizaciones universales. Más
aisladas de cazadores y recolectores. Por ejemplo, los nuer del aún, en algunos casos se encontraron proporciones bajísimas
Sudán Oriental, sobre los que Evans-Pritchard publicó varias para relaciones que en todo momento habían parecido evi
obras bien conocidas, eran aproximadamente �00.000 en la dentes. Ciertos modos de comportamiento tan sólo eran pro
f
época en que realizó entre ellos trabajo de campo (Evans-Prit pios de una mayoría de chatarreros, pero no de gente ocupada
1
chard, 1977: 15). Resulta difícil imaginar con qué frecuencia: en otras tareas, ciertas creencias se correlacionaban con una
se producen los fenómenos que Evans-Pritchard describe. edad determinada, preferentemente, y ciertas aspiraciones con
1
Y ni siquiera estoy pensando en aquellos otros trabajos etno
[,
gitanos procedentes de Extremadura, tan sólo. Cierto tipo de
gráficos sobre los que Harris ironiza, y en los que los datos valores (como el de la solidaridad con otros gitanos) no pare
!.
se toman de «un informante bien informado» (Harris, 1978a: cían vincularse en absoluto con feriantes ni con f amilias de
506-509). tradición carcelaria.
El trabajo de campo sobre gitanos españoles al que estoy De este modo, una buena parte de las conclusiones pro
haciendo referencia llevó a establecer, entre otras, la hipótesis visionales del trabajo de campo se sometieron a contrastación
de que para la población chabolista gitana de Madrid a . co-. antes de la publicación de los resultados (San Román, 1976).
mienzos de los años setenta, la tendencia a atomizar la familia Algunas -las más- resultan corroboradas, pero otras tuvie
extensa en familias nucleares se originaba en gran parte en el ron que rechazarse.. Entre las hipótesis que se pusieron a
234 235
¡-
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prueba estuvo aquella sobre la incidencia del hábitat sobre el Poliginia y paz entre los samo del Alto Volta
¡.
desmembramiento de la familia extensa, y se pudo constatar
que la tendencia estaba relacionada no con el cambio de há Hay un aspecto de la relación entre datos etnográficos y
:¡
bitat por sí mismo, sino con el cambio desde trabajos tradi contrastación de hipótesis teóricas del que he venido hablan
1 L
ta, compuesta en su mayor parte por chatarreros, a pisos de formuladas al hilo de una investigación de campo con datos
barriada, la imposibilidad de mantener un caballo y un ca recogidos en la misma estancia sobre el terreno. Hasta dónde
rro en el nuevo hábitat y un lugar para la preparación de la esa constatación es posible dependerá, en cada caso, de la
mercancía, hacía inviable tal ocupación. En un momento en
1 exhaustividad de los datos recogidos y de la naturaleza de las
[ -.
el que aún era posible encontrar trabajo con cierta facilidad, hipótesis que se formulan : hemos visto cómo Marwick no
los chatarreros se convertían en asalariados al pasar de las pudo llegar a conclusiones sobre ciertas conexiones entre las
chabolas a los pisos. Y abandonaban la organización en fa- .· acusaciones de brujería y la competencia por la jefatura del
milias extensas. La hipótesis de partida, que explicaba la linaje matrilineal. Si bien muchas de las hipótesis antropoló
r
transformación de la familia por el hábitat vertical, se modi gicas tienen que ver con el establecimiento de correlaciones
¡
1
ficó al constatarse que, aquellos que pasaban a otro tipo de o de relaciones de implicación, muchas otras apuntan al gra
hábitat, tales como poblados prefabricados o barrios especia do real de cumplimiento de las normas, y a la existencia de
L
les de viviendas unifamiliares, adquirían también una pobla estructuras o regularidades subyacentes, y otras, en fin, tratan
ción asalariada, y presentaban igualmente la tendencia, y los . de la incompatibilidad de las instituciones, de las constriccio
deseos para el futuro, de atomizar las tradicionales familias nes que ejercen entre sí los diversos componentes de la cultu
�.
extensas gitanas patrilocales en familias nucleares. ra. Ejemplo de hipótesis de estos tres últimos tipos son las
t
Las conclusiones del trabajo de campo, reformuladas como ,}
�
hipótesis, refutadas a veces, concretadas otras en generalizacio dos en tres poblados samo del antiguo Alto Volta (hoy Bur .�
nes estadísticas, pudieron al fin establecerse para los gitanos kina Faso).
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madrileños de los años setenta. Probablemente no eran aplica Si nos atenemos al prólogo de Héritier ( 1 981 a), esta inves
bles en aquel momento a zonas rurales, pero seguramente sf,,.. tigación tuvo también un elemento de feliz casualidad, de
lo eran a grandes zonas urbanas de Vigo, Barcelona, Bilbao. serendipity. En 1965, durante su tercera estancia en Alto ·
Pero si quisiéramos en este momento hacer algo con ellas, sea Volta, Héritier empezó a recoger genealogías de los habitantes
el traslado de una población chabolística barcelonesa, sea un de los poblados Dalo, Twaré y Gono, que constituían una
análisis intercomunitario que nos permitiera hablar de «gita federación local de ayuda mutua dentro del esquema político
nos urbanos españoles actuales», tendríamos que elegir mues tradicional que se basaba en organizaciones locales (Héritier,
tras representativas de los correspondientes universos y, de 1973 : 1 22 s.). No sabía que los samo teriían un sistema de
nuevo, someterlas a prueba. En efecto, así se ha hecho en el parentesco y de alianza de tipo omaha, ni identificó sus datos
barrio de la Perona, en Barcelona, entre 1979 y 1983 (San como relativos a un sistema de estas características hasta que
Román, 1 984c) y así se está haciendo en este momento en estuvo de vuelta en París.
Granada, por otra antropóloga, en una investigación en curso. Precisamente en 1 965 Lévi-Strauss había pronunciado su
famosa conferencia sobre « El futuro de los estudios de paren
tesco» (Lévi-Strauss, 1 973a). Sostenía en ella que no se podría
hacer una teoría general del parentesco hasta que no se cono-
236 237
r-
(Del parentesco como sistema de comunicaciones se ocupa
ciera el funcionamiento real de los sistemas complejos y que
el punto de articulación entre los elementales y los complejos en la primera parte de Héritier [ 1 98 la] y de las técnicas de
tendría que buscarse en los sistemas crow-omaha, que se fun codificación y tratamiento de datos que utilizó, en la segunda
parte de Héritier [ 1 975] y en Héritier [ 1 98 1 b ]). Estas hipóte- -
d�n �o sobre p�es�;ipciones, sino sobre prohibiciones, pero en
sis tienen orígenes diversos: «Al emprender el trabajo de trata
termmos de fihacton, lo que las hace aproximarse a los siste
miento por ordenador deseábamos, por una parte, verificar si
l
mas elementales, a la vez que las redes de alianza que generan
L
¡
·¡ . siempre que es poco verosímil, como ya lo hizo notar Mali
ción con ordenadores. Suponía que el efecto conjunto de la:s nowski, que ninguno de los miembros de una sociedad infrinja
prohibiciones matrimoniales (que en un sistema omaha pare ¡ nunca ninguna regla, por constrictivas que sean), por otra
r
parte, poner a prueba un cierto número de hipótesis. Éstas
¡
l
cen tratar de evitarla reiteración de alianzas) introduciría en
han nacido de dos maneras diferentes, algunas en función de
¡
l� sociedad un elemento de libertad, de cambio, y que sólo a
los datos de observación, pero también y sobre todo en fun
¡
mvel e�tadístico �e podría establecer la existencia de alguna
ción del examen atento de la manera en que las reglas se
¡
¡
red de mtercambios. Pero el número de combinaciones matri
faulm,
moniales posibles en un sistema omaha es elevado (Bernard anuncian o son recogidas por los antropólogos, tanto para los ·
!
!
. Sama como para otras sociedades, tomando en consideración
a petición de Lévi-Strauss, calculó 23 .436 tipos ma
_ . no sólo Jo que las reglas dicen explícitamente, sino también
t�1momales �ª�ª una sociedad que tuviera siete clanes y en la -
t
Los sama tienen linajes patrilineales, residencia virilocal
ttcularmente en América, están formadas por pocos indivi y un sistema de herencia del hermano mayor al hermano me
nor para la autoridad y el patrimonio familiar y de padres a
1
1
duos, en torno a 5 .000, de modo que en cada generación sólo
1
necesario para - abordar los problemas planteados por el pa
rentesco y el matrimonio en las sociedades modernas. En niales que los samo proporcionan espontáneamente se refieren
cualquier caso, hasta 1 965 los esfuerzos de simulación reali a un Ego masculino e indican que no puede casarse : ni eri su
z�dos en est sentido en el Laboratoire d'Anthropologie So linaje, ni en el de su madre, ni en el de la madre del padre ni
¡
� en el de la madre de la madre; ni en un linaje donde se haya
ciale del College de France sólo habían tenido como resultado
casado un «padre» o un «hermano» de linaje; ni en los cua
«sobrecargar la computadora con más información de la que
l
tro linajes -propio, de la madre, de la madre del padre y
1
·
¡
podía manejar» ( Lévi-Strauss, 1973a: 76-8 1 ) . ¡
de la madre de la madre- de una esposa anterior.
Héritier prefirió abordar e l estudio d e los sistemas omaha 1
A estas prohibiciones habría que añadir ciertas reglas de
¡
i a partir del caso sama. Voy a seleccionar de su trabajo as
decoro que impiden casarse con la viuda del hermano de la
¡-
1 pectos que envuelven hipótesis sobre la regulación matrimo
esposa o con una muchacha del mismo barrio, y otras prohibí-
nial que han sido puestas a prueba con los datos de campo.
1
239
238
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jM..c_�..:::;=�-=J -% - -- '*--·---"=" -4-- -•-• ·z•d&Wn!RM
ciones que Héritier estableció en el curso de una encuesta ex ;fr y que «la intervención de este tercer orden de parentesco
¡-
plícitamente dirigida a saber si las aplicaciones relativas a los (junto a la filiación y la alianza) implique necesariamente una
linajes también afectan a las mujeres, y si hay otros matri dispersión mayor de las alianzas matrimoniales» (o.e. : 1 8) son
monios prohibidos, esto es, si el bilateralismo de las apelacio- .· conclusione� del análisis que se proponen a título de hipótesis
nes incide en la alianza (Héritier, 1 968). de alcance general. ,
/
. . .. . ,
1 1
o il o A
1 1
todos los primos de 4.º, 5.º y 6.º grado (se cuenta un grado
por cada eslabón de la cadena genealógica y que vincula a
o o o o
1 1
Ego y a Alter pasando por el antepasado común) implicaría
una dispersión de las alianzas matrimoniales, convirtió en ex
il • tremadamente problemáticos datos que Héritier encontró en
el curso de la investigación, mostrando una alta tasa de endo
( 1) (2) gamia a nivel de los tres poblados que constituían el marco
de referencia (Héritier, 1 973).
Héritier comprobó que la simetría (entendida como una Antes de pasar _a considerar algunas de las hipótesis que se
posibilidad de intercambiar los dos sexos en los extremos de produjeron para dar cuenta de esta aparente contradicción
la cadena genealógica, de modo que la situación 2 sería simé entre extensión de las prohibiciones matrimoniales y endoga
trica de la 1) se da efectivamente en las prohibiciones, pero mia, quisiera hacer un comentario sobre el «silencio de las
que además se da una prohibición que impide el matrimonio reglas» del que se habla en el artículo de 1 968, de cuyas con
entre personas que comparten el mismo linaje materno, que clusiones acabo de hacerme eco. Tanto en este artículo como
tienen en común el linaje de una abuela, o tales que el linaje en trabajos posteriores sobre el mismo tema Héritier indica
materno de una es el linaje de una de las dos abuelas de la que los sama proporcionan las prohibiciones que. afectan a
- f
otra. Ego no puede casarse con quien llama nére' (tío mater Ego varón «espontáneamente». Debe entenderse que no se han
no) a su nére', yilo (abuelo) a su nére', nére' a su yilo, o que recogido por procedimientos análogos a los que han permitido
llama yilo a su propio yilo (Héritier, 1 968: 9). Estas últimas� establecer que las prohibiciones relativas a los cuatro lina
prohibiciones (que se corresponden con el bilateralismo de las jes E, M, fM y MM afectan también a las mujeres y que tam
apelaciones) no pueden deducirse de la simetría, aunque sí poco pueden casarse quienes comparten el linaje de la madre
sería posible la relación inversa :_ un sistema en el que las pro o el de una de las abuelas. Si esto es así y mUectura de estas
hibiciones matrimoniales no se establecen sólo en función del ' líneas poco explícitas de Héritier es correcta, la interpreta
sistema de filiación, sino que se extienden a los parientes hila- • ción más común, de los sistemas omaha como propios de so
terales dentro de ciertos grados «implica prohibición matrk ciedades patrilineales (p .e. Radcliffe-Brown, 1974b ) . respon
,,
monial debido a que se comparte el mismo linaje materno o·, dería al sesgo indígena que privilegia conceptualmente las re
el de una abuela, lo que implica simetría entre las situaciones laciones de filiación patrilineal frente a las relaciones de des
del hombre y de la mujer» (o.e.: 17). Que sea la introducción cendencia bilateral . A esto apunta Héritier cuando subraya
de conjuntos de descendencia bilateral donde los aliados -léa que el orden en que se formulan las prohibiciones -,-linaje de
se el hermano de la madre, el abuelo materno, el hermano de Ego, de su madre, de la madre del padre y de la madre de la
la madre del padre, etc.-:- son consanguíneos, lo que da lugar • madre-, represei;it_a la gradación indígena de las prohibicio
a la simetría entre los . casos de Egos femeninos y masculinos, nes. del incesto, y . que es Ja forma fija y estable del grupo de
241
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240
rr·· ·.,··'"
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filiación unilineal lo que la sitúa en primer término en la ·. ¡ entregar a la hija tenida con la segunda esposa al hermano
expresión autóctona de las reglas y enmascara a ojos de los
'¡
\ de la primera para que la case con su hijo, lo que constituiría
antropólogos el lugar ocupado por la cambi.�nte realidad de ' í
� una « devolución» sin violar ninguna de las reglas) (Héritiér,
la consanguinidad cognaticia : « Las reglas hablan en mascu: r
.··.
< ·· . �
1 975 : 1 04) .
lino y hablan de linajes . (y s(fría necesario mostrar de qu� -:- t Las tasas de infracción de las reglas matrimoniales son
manera ·esto corresponde a sistemas ideológicos), pero �u si ¡ bajas. Sobre 1 .047 matrimonios estudiados (si bien no se tiene
lencio sobre otras realidades no debe y no puede. ser mter para cada uno de ellos toda la información requerida para
L
pretado como la prueba de que no existen o están desprovis '
¡
comprobar si se cumple cada una de las prohibiciones), en un
tas de importancia » (Héritier, 198,la: 105). . ¡
i 3 ,5 % se infringen las prohibiciones que afectan a los cuatro
plantea, a los datos ya reseñados hay que aña� ir q�e lo� sa�o
Para volver a la endogamia samo, y a los problemas que l linajes principales, en un 0,3 la que excluye linajes donde ya
se ha casado un «padre»; en un 3 ,7 % la que excluye aque
tienen tres estatutos matrimoniales : un matnmomo pnmano, llos donde se ha casado un «hermano» · y en un 9 % de los
r
fur� . que es la expresión de un acuerdo que envuelve . ª los ¡ casos las prohibiciones relativas a la poliginia. Puesto que no
linajes y que teóricamente es indisoluble; un matr.im?n.10 se parece que sean las infracciones las que hacen posible la en
1t
cundario, sana, que necesita sólo del acuerdo entre mdividuos, dogamia, Héritier explora sus hipótesis alternativas. De 407
que se produce tras la ruptura del lazo furu por viu e�ad o � matrimonios en los que se conocen los bisabuelos de los dos
por una separación válida (cosa infrecuente) o no .vahd�, Y . cónyuges, 1 74 son entre consanguíneos que tienen bisabuelos
por último el tercer estatuto, que hace a los partenair�s sada- :
[_
comunes, en 45 de estos últimos el linaje de Ego masculino o
na, y que se refiere a una relación preconyugal ofic.i�I que femenino es el linaje FMM, FFM, MFM, MMM de Alter;
1
l
cada muchacha mantenía con un hombre de su eleccion que en 32, lo es el linaje de la madre de Ego; en 2 1 , el de la
i
la visitaba en casa de su padre hasta que nacía el primer hijo madre del padre y en 1 6 el de la madre de la madre; por últi
(que sería adscrito al marido furu), o en caso de esterilidad
r -
mo, en 1 2 el linaje de un bisabuelo de Ego de estos tipos es
l�
hasta qÜe transcurrían tres años. Tras este período la mucha- . también el de un bisabuelo de Alter (Héritier, 1 976 : 34 s.).
cha se unía al esposo que se le había atribuido en un matri- Estos datos le hacen pensar en una preferencia por los con
m,onio primario . . . , , sanguíneos más próximos, en un «reanudamiento» de las
.�
e
�
mo poblado ( 1975 : 103). Esto le llevó a formular dos gran- ticular sobre la existencia de ciclos de intercambio genera
des hipótesis: 1 ) que no se cumplieran . las proh.ibici? nes ma- lizado (ibídem). La conclusión general de Héritier es que en
trimoniales; 2) que existieran estrategias matrtmomales vo- '. estructuras semicomplejas como la ornaba se encuentran re
a mn-:
s1, de manera q .
e:
tintas reglas negativas se anulen entre ? ; constituyen las prohibiciones y que, al menos en el caso samo,
la exigencia de que esposas sucesivas no pertenezi:an en buena medida efectivamente se cumplen, hay otros meca
242
¡-
..r--
• 1
1
tados por las prohibiciones, intercambio restringido entre lina «bien común », y cuya crisis se constató en el consejo
jes, prestaciones circulares generalizadas. Y de modo más ge- de Dalo
hipó
. que Héritier presenció en 1 968 .
neral, que los sistemas ornaba son un sistema de reparto de Héritier subraya, en 1 98 1a, datos que corroboran su
mujeres como lo son los sistemas de parentesco elementales. tesis sobre el reanudamiento de alianzas. Están en primer lu
!
La diferencia radica en que mientras en los sistemas elemen gar los 49 casos de matrimonio entre consanguíneos en
tales se señalan como partenaires privilegiados los parientes los
f que el linaje de Ego es uno de los linajes vinculados a Alter.
próximos, los semicomplejos reivindican como cónyuges a los
1
En la medida en que el matrimonio más frecuente entre con-
.
L
parientes alejados ( 1 976: 4 1 s.). sanguíneos es el que vincula a parientes permitidos más pró
Adams, en un comentario que hace a Héritier ( 1 974),
l
ximos (y son los criterios samo de «proximidad» y « distan
donde se habían adelantado estas conclusiones, señala que cia» los que se están utilizando) piensa que efectivamente se
han de ser fortalecidas en tres puntos : 1 ) debe encontrarse
1
!
í
puede hablar de preferencia (Héritier, 1 98 1 a: 1 15). Otros
una forma lógica más rigurosa de medir la «proximidad» . de datos que aduce en apoyo de la plausibilidad de su interpr
1
e
Jos parientes; 2) debe haber una medida más rigurosa para tación resultan del estudio detallado de uno de estos matrimo
mostrar que existe una preferencia real por los parientes pró nios entre consanguíneos, el de un ho111bre que se casó con
,_
l
ximos, y que los porcentajes obtenidos no son s?lamente 10s la FFZDSD. * Héritier llega a calcular que eligió a esta esposa
, .
1
que resultan del azar de la frecuencia de. «parientes prox1- entre unas 50 posibles cónyuges disponibles en los tres po
mos» entre el rango de personas con las que el matrimonio ¡1
'
1
es posible; 3) debe encontrarse una manera satisfactoria · de
eliminar la posibilidad de que lo que se presenta como «pr
�
¡ sean suficientes para contestar a las objeciones planteadas.
Pienso con Adams que sólo descartando la preferencia de ve
Jerencia por los parientes», no sea simplemente la preferencia cinos por el estudio de la proporción de parientes de grados
. por casarse con vecinos . Esto podría hacerse mostrando �ue
-8
prohibidos entre los vecinos de los tres poblados, puede ha
l
. . hay no parientes entre los vecinos, o que se prefieren parien blarse con seguridad de preferencia de parientes. Sin esta con .. -
'j::
tes distantes a ·extraños próximos»· (Adams en Héritier, 1 974: trastación -que quizá pueda programarse sobre los datos ya
-
,. �'
2 1 3). . . recogidos- las hipótesis que pueden considerarse corrobora
�
,,,�-
•.
De las tres objeciones, la que parece más pertinente desde das deben matizarse, formulándolas como compatibilidades :::::; < '}!
el punto de vista del contexto etnográfico es la tercera; ós entre instituciones, y así lo hace Héritier: « La reanudación
.
�
datos sobre la organización política de los samo que Hertt1er de alianzas ( " bouclage ") entre consanguíneos puede tener
lugar, por caminos preferenciales, desde el momento en que
[_
proporciona en 1 973 nos hablan de una dialéctica de hosti i
. dejan de ejercerse las prohibiciones; la lógica de la articula
dad y asociación entre comunidades locales y de la existencia
ción de las reglas prohibitivas no excluye la posibilidad de
de varios tipos de federaciones. Como se recordará, Dalo,
�
intercambios restringidos regulares entre linajes» ( 1 98 1 a :
Tware y Gano, los tres pueblos donde se realizó la encuesta
f
114).
genealógica y que resultaron ser una suerte de « aisla ? rná
Lo que en modo alguno constituye un hallazgo menor,
�
trinionial» constituían al . mismo tiempo una federac1on de
dada la hipótesis generalizada anterior sobre la centrifugación
f
de alianzas que generaría un sistema de prohibiciones de tipo
·
244 245
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n ;·.
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presentante será el propio Meillassoux (Pouillon, 1 976); la
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der a otros sistemas crow y omaha, y que este «bouclage»
'' •
entre consanguíneos puede darse en ·· sistemas de parentesco atención requerida por el Tercer Mundo en los años cincue.n
ta-sesenta, e n especial la incidencia de los procesos de deseo-·
tt
complejos, es una cuestión que abordaré al hablar del domi
l
[: :
nio y de las especializaciones de las teorías antropológicas. Ionización y la aceleración del desarrollo desigual; el movi
t
miento feminista y el interés por temas como «el matriarcado»
y el origen de la opresión de la mujer.
f¡
1
De este complejo de factores teóricos, histórico-políticos
l
'
Contrastación intercultural
1 y sociales parece que el factor histórico fue el determinante.
Marxismo e inductivismo en la «comunidad doméstica» El objeto de estudio preferente de Meillassoux, cuya démar
·de Clatide Meillassoux che intelectual es posible reconstruir a partir de los artículos
1
recogidos en Terrains et Théories (Meillassoux, 1977a), es la
Hay un trabajo antropológico relativamente reciente en el explotación colonialista y neocolonialista. Esto exige el cono
que se conjugan, 1 .º) principios metateóricos que establecen la cimiento de la sociedad explotada y de los mecanismos de di
primacía de la praxis social sobre la mera comprensión . ferenciación interna que han servido de instrumento a la ex
teórica, 2.º) una orientación teórica marxista desde cuyo plotación colonial y a la explotación imperialista. De ahí el
marco se abordan dos temas clásicos de la antropología, interés de Meillassoux: a) en las economías de subsistencia;
la economía y el parentesco en las sociedades tradiciona b) en los mecanismos de inclusión de la comunidad domés
L,
les de autosubsistencia, y 3.º) formulaciones teóricas de tica en formaciones sociales más amplias: comercio, esclavi
pretendido alcance intercultural. Se trata del trabajo de tud, imperialismo.
Meillassoux sobre la comunidad doméstica cuyas conclu El estudio de las sociedades con economía de subsistencia
siones se publicaron en la primera parte de Femmes, gréniers lo hace Meillassoux desde una perspectiva marxista, pero no
et capitaux.. Las tesis de Meillassoux sobre la s características se propone utilizar como modelo el modo de producción ca
de la comunidad doméstica, y la adecuación y alcance de sus pitalista, sino los principios de análisis utilizados por Marx y
proposiciones, serán el último «caso» de vinculación entre Engels y algunas de sus sugerencias sobre las formaciones eco
teorías antropológicas y base etnográfica que voy a analizar nómicas precapitalistas. En particular trata de superar la opo
en este intento de formular algunos de los problemas que la sición entre parentesco y economía de la etnología clásica, y
construcción teórica en antropología debe de resolver en rela• en el prólogo de Meillassoux ( 1 977e) recuerda que Engels, al
escribir El origen de la familia, de la propiedad privada y del
f
·
p
Para entender el trabajo de Meillassoux, y el eco que .ha Estado, concede un papel determinante (que después el mate
suscitado, pienso que han de tenerse en cuenta cuatro fac rialismo histórico no desarrolla) a la organización de la re ro
tores:. la obra de Marx y Engels más vinculada con el tradi ducción de los medios de existencia, de la producdón de los
cional objeto de la antropología (Marx, 1970 [ 1 867 ] ; hombres mismos, y de la reproducción de la vida inmediata,
1 974; Engels, 1 972) y el impulso crítico que recibió el los factores determinantes en última instancia de la vida social.
xismo en los años sesenta; la situación de la antropología eco Dentro de este marco metateórico y teórico, Meillassoux :
nómica a finales de los años cincuenta, en particular la polé 1) hace trabajo de campo entre los guro, de Costa de Marfil
mica entre formalismo y substantivismo dentro de la antropo en 1958-59; 2) escribe, en 1960, un ensayo de interpretación
logía económica anglosajona y la aparición en Francia de una de las economías que sustancialmente ¿anticipa?, ¿refleja ? su
antropología económica de orientación marxista, cuyo concep análisis de la economía guro (Meillassoux, 1 977b); 3) presen
to básico es el de « modo de producción» y cuyo principal re- ta, en 1 962, su tesis sobre los guro, publicada poco después
246 247
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que existen ·en este tipo de sociedad; por la deducción de las
características de las sociedades a las que conduce el desarro
.
presentado en 1 964, cuyo objeto son los sistemas económicos llo del modelo; en fin, por la inserción del modelo en un con
, ,
1
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africanos y en el que con la colaboración de E. Pollet, G. Nin-¡ jun to más general de modelos aplicables a otros tipos de so
·
ter y J. L. Amselle trata de estudiar las economías de subsis� ciedades, Y por la homogeneidad de los conceptos que se apli
. ·¡
tencia, la economía de pillaje, la economía mercantil, la escla- can en cada uno de ellos» (Meillassoux, 1 977d: 1 1 9 s.).
!/
vitud y el monopolio real (Meillassoux, 1 977c); 5) construye
[
Esta última prueba es la que le parece a Meillassoux más
en 1 967 un modelo de economía cinegética, basado en los .
exigente Y más rigurosa, puesto que «no es suficiente que el
materiales de Turnbull ( 1 965), y Althabe (1965), sobre los'. modelo se aplique para que sea válido, es necesario además
pigmeos mbuhi y baka respectivamente de África Central
que contenga conceptos de aplicación general que lo hagan
l
(Meillassoux, 1 977d); 6) realiza diversos estudios sobre mer-
.
\
l sino que es necesario además que se apliquen. Y, en sus pro
bajo la explotación colonial, y publica, solo o en colaboración '·
pios términos, que se apliquen: «a sociedades que no hayan
1
..
L
Las tesis sobre la comunidad doméstica de la primera par
que se da en antropología entre «los terrenos y las teoría s»
te de Meillassoux ( 1 977e) incorporan los modelos de sociedad
vale la pena discutir y contrastar algunas de las tesis de Mei
cinegética y sociedad agrícola de subsistencia que se basan
llassoux en relación con la definición y delimitación de las so
�
casi exclusivamente en la descripción de Turnbull de los ·
ciedades cuyo modo de producción y reproducción es la comu
pigmeos mbuti, en las consideraciones sobre el cambio social
nidad doméstica, que concluyen o implican proposiciones so
entre los baka de Althabe y en su propio estudio de los guru.;
bre las sociedades de cazadores y recolectores y sobre las
Nada se opone, en principio, a esa construcción inductiva de
l
sociedades de agricultores matrilineales:
.;¡
l
construir un modelo de sociedad cinegética coordinable con
de la comunidad doméstica.
su . modelo agrícola, enunciaba las condiciones de validez·
y adecuación de un modelo cuyo propósito es mostrar «las
condiciones necesarias para que el sistema económico pue
! 1 ) En grupos de pequeño tamaño la movilidad de los adul
tos es necesaria para la reproducción del grupo. Esta movili
1 dad se realiza: espontáneamente en las hordas de cazadores y
da producir y reproducirse, dentro de los límites impues
tos por la acción recíproca de estos rasgos fundamentales
y la organización social, política e ideológica que se vincu
¡ recolectores; permaneciendo ]as mujeres en su lugar natal y
circulando los hombres en las sociedades ginecoestáticas; por
lan a ellos» ( 1 977d: 1 1 9). La validez de un modelo de . intercambio de mujeres en las sociedades ginecomóviles.
- r
j
. ¡
estas características aplicado a la realidad -escribe Meillas�· 2) En las hordas de cazadores y recolectores se organiza
1
soux- se puede poner a prueba de varios modos: «por su 1 el acoplamiento y la adhesión (adscripción) al grupo, pero no
aplicación a sociedades que no hayan servido como materiales ¡ existe parentesco (entendido como filiación) . Tampoco hay re
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para su elaboración; por el descubrimiento de rasgos ocultos glas de acceso a la tierra.
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248 249
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nos g/wi (Silberbauer, 1 983), los pigmeos mbuti (Turnbull,
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laciones de adhesión al grupo (si bien ahora de familias, no de
de Fuego (Chapman, 1 982).* Quiero hacer notar que excepto
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individuos), se concede a cada célula la descendencia de sus
C�apman (1 982) y Silberbauer ( 1 983) se trata de trabajos pu
mujeres y las mujeres son sometidas para ser robadas o cui
blicados con anterioridad a la formulación de las tesis de
dadas .
Meillassoux de 1 975. En particular la primera edición de Man
5) En las sociedades matrilineales agrícolas (cuya teoría
the Hunter, una de las visiones amables de la vida de los caza
general deja Meillassoux «al cuidado de otros investigadores
dores Y recolectores , la que hizo preguntarse a Sahlins si no
más calificados»), hay una toma de conciencia colectiva de los
problemas políticos a resolver y se instituye un poder civil que
tiende a pacificar la sociedad en el respeto a la filiación ma
trilineal y a establecer fórmulas correctivas de patrilinealidad
1 se trataba de la primera sociedad opulenta, es de 1968; la pri
mera de The Tiwi of North Australia de 1960, y muchos de
los datos de Chapman proceden de los informes sobre los
fueginos de Lothrop y Gusinde, publicados cincuenta años
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y, eventualmente, un modo pacífico de circulación de mujeres.
antes.
6) Las comunidades domésticas se caracterizan por los si
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La primera cuestión que hay que plantearse es si se puede
guientes rasgos: acceso a la tierra a través de relaciones socia
entender por parentesco el establecimiento de reglas de filia
c�ón. Es cierto que « parentesco» es otro de los conceptos teó
les previas; desarrollo de una agricultura cerealística muy pro
1
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ciones de parentesco, no se limita a decir que en hordas de
caza�?res y recolectores no existen lazos de filiación, sino que
yor a hermano menor; control de los generadores de desigual
dad por medio de : a) la circulación de los niños; b) la coloca
los h11os « después del destete, y a veces antes, son adoptados
ción en esferas económicas no comunicables de los bienes que
por el conjunto de los miembros de la horda y no siguen nece�
se utilizan como dotes matrimoniales (donde se acumula tra
sariamente a sus progenitores en sus desplazamientos» (Mei
bajo de los jóvenes) .
llassoux, 1 977e: 3 1 ). En sus formas débil y fuerte esta tesis
B) Discusión y contrastación etnográfica de las tesis de
C. Meillassoux sobre las hordas de cazadores y recolectores.
Para poner a prueba las tesis de Mei11assoux sobre las hor
* En la lectura de cuatro de estos trabajos he contado con la
25 1
250
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sobre la inexistencia de relaciones de parentesco entre caza lineales de los tiwi y los «territorios» y « cielos» ona, patrilo
dores y recolectores parece en desacuerdo con los datos. El cales Y patrilineales, nos permiten incluso pensar en un pa
papel del parentesco se subraya en los bosquimanos g/wi, rentesco entendido como filiación.
donde las relaciones de parentesco proporcionan el marco Los datos, por supuesto, serían insuficientes para otro pro
conductual, en los fueginos -que enfatizan el parentesco bi pósito que el que me ha guiado al aducirlos, y no quiero in
lateral, a pesar de la tendencia patrilineal y patrilocal- y en i tentar ninguna generalización. Sin embargo, las monografías
l
los esquimales. Los ,tiwi tienen linajes matrilineales laxos, pero más detalladas -Tierra de Fuego, esquimales netsilik, tiwi
claras relaciones de parentesco nucleares. Los bosquimanos de Australia, bosquimanos g/wi- son ilustrativas de una
g/wi, los fueginos y los esquimales atribuyen al padre un pa gradación de formas de organización que van del grupo patri
pel especial. Se podría decir también de los pueblos revisados local, patrilineal, exógamo de los selk'nam y hauzh de la
(que se han elegido con criterios puramente pragmáticos, pues Tierra de Fuego a la fórmula más bilateral de los bosquima
to que Meillassoux hablaba en general de cazadores y reco nos g/wi. El peso de los clanes matrilineales en la organiza
lectores), que atribuyen un papel importante al parentesco bi ción social de las tribus australianas sigue resultando proble
lateral, excepto los bosquimanos kung y los mbuti (para los mático, más de cincuenta años después del famoso artículo
que los artículos consultados no incluían datos sobre las cone de Radcliffe-Brown, 1 930.
xiones genealógicas entre los componentes de los campamen Meillassoux no debería de haber confiado tanto en la po
tos). Hay un sesgo patrilateral entre los bosquimanos g/wi, derosa tradición a la que debe sus conceptos teóricos y en la
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los birhor de la India, los esquimales y los fueginos; un sesgo coherencia de sus modelos y tan poco en la importancia de la
matrilateral entre los hadza y en las tribus australianas y au base empírica, por teóricamente orientada y parcial que re
sencia de sesgo y/o de datos entre los bosquimanos kung, los sulte siempre la etnografía. Pero el problema está también
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pigmeos mbuti, los dogrib del Canadá y los ainu . en la falta de definición del ámbito de las teorías antropológi
Para no hacer la exposición reiterativa, he resumido en el cas o en la ingenua -en aquel sentido de Lakatos- defini
cuadro adjunto los datos que tienen relación con las propo �ión de ámbitos. « Cazadores y r-ecolectores», por ejemplo.
siciones de Meillassoux sobre el libre acceso a los recursos, ¿Que, razones hay para suponerles una organización de la
la inexistencia de reglas de residencia postnupcial, la no ads producción y de la reproducción común, como no sea « reto
cripción de los hijos al grupo de los padres, la inexistencia mar una sugestión de Marx»? (Meillassoux, 1 977c: 28). Pero
de más reglas « matrimoniales » que las que regulan el acopla frente a la sorprendente riqueza de los Ethnological Note
l_
miento y la igualdad de estatutos entre hombre y mujer. En books of Karl Marx (Krader, 1 974), ¡qué absurdo sería dejar
relación con este último punto, me parecen de interés el re de lado un siglo de etnografía, y no considerar las variaciones
parto de tareas, los status sexuales y de edad y el acceso a las correlacionadas con la mayor aportación de los hombres o de
posiciones de prestigio. las mujeres a la economía de subsistencia, con el peso mayor
Los datos permiten cuestionar tesis directas e indirectas de de la pesca, de la recolección o de la caza, con la variabilidad
Meillassoux sobre los cazadores y recolectores : no siempre la estacional de los recursos , con la despoblación o con la gue
movilidad de los adultos es espontánea (o no lo es casi nunca); rra! Hay correlaciones de estos factores con los tipos patrilo
hay reglas -aunque sean formales, de cortesía- de acceso cal, matrilocal o biloca! de residencia en Ember ( 1 975). Para
a los recursos; hay prohibiciones sexuales y si no fuera sufi alg�nas d� estas correlaciones se han aducido hipótesis expli
ciente el énfasis general en el parentesco bilateral, la tenden cativas mas o menos firmes o tentativas, como las que vincu
l
cia matrifocal de los hadza, las familias extensas patrilocales lan la residencia a la división sexual de tareas y a • 1a mayor o
y las fraternales de los esquimales netsilik, los clanes matri- menor aportación de un sexo u otro a la subsistencia. No es
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Bosquimanos uso limitado a ideal matri-patrilo- cierta estrictas entre her- ideal: exogamia de ban
g/wi Jos miembros cal; de hecho: ma- patrilateralidad manos; tabú san- das; matrimonio entre
de la banda o trilocalidad, patri- gre menstrual; tabú primos cruzados o entre
invitados localidad o neolo- postparto personas con relación
calidad cortés; sororato; herencia
de viudas
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cuantía
A�str�ü�' uso limitado a cierta patrílatera s.d. s.d. exogamia de clase. Dere·
los patriclanes lidad chos en términos genealó
o invitados gicos o matrimonios pac
tados por la Ma o el
Herma (intercambio de
sobrinas) dentro del siste
ma de clases. Poliginia
Tiwi del N. bandas cierta patrilatera patrilatera!idad + control del adulte exogamia de matriclán;
de Australia lidad matrilinealidad rio entre jóvenes intercambio de hijas o de
esposas y hombres madres
de la unidad do
méstica
Esquimales libertad de uso patrilocalidad patrilateralidad + amplia libertad se preferencia de primos,
Netsilik del territorio adopciones xual antes y den incluso de primos herma
tro del matrimonio. nos. Poliandria
(En el caso de mu
jeres casadas, es el
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-c.:·' hombre quien de
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("¡ Selk'nam grupos patrili patrilocalidad patrilinealidad s.d. exogamia de «cielo» y de
:::::¡ (ona) y Hauzh neales o invi
1r·;., e parientes bilaterales. Pre
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\) ferencia por la prima cru
� de Fuego zada matri!ateral lejana ..
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Contrastación etnográfica de las tesis de Meillassoux sobre sociedades de cazadores y recolectores
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1
Bosquimanos los hombres cazan; \as cierta autoridad del los ancianos suelen ciertos líderes ocasio
g/wi mujeres recolectan (tam padre vivir en familias ex nales «dueños» :
bién los hombres en épo tensas «maestros»
cas secas); los ancianos
cuidan el campamento
Hadza los hombres cazan; las oposición entre hombres las madres reciben re s.d.
mujeres y los niños reco y mujeres en los campa galos de sus yernos.
lectan. Se prohíbe cazar mentos grandes. Mayor (Hay datos del aban
a las mujeres. prestigio de la caza, en dono de un muchacho
fatizado con ritos enfermo.)
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Birhor de 5.d. s.d. s.d. � ..d.,_ _ ••
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la . India
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Tiwi del N. los hombres cazan, las Jos hombres perdían im desigualdad entre hom importancia del cabe
de Australia mujeres recolectan; Jos portancia económica y bres de distintas eda za de una familia
ancianos vigilan el cam prestigio antes que las des grande
pamento mujeres
Esq uimales los hombres cazan y pes los padres · decidían los el jefe de la familia s.d.
Netsilik can; las mujeres prepa infanticidios, casi siempre extensa es el padre
ran los alimentos de niñas, y Jos esposos o el hermano mayor
decidían sobre la sexua
lidad de sus esposas
Selk'nam Jos hombres cazan y pes estratificación sexual: mi ha y ciertas ocasiones shamanes, sabios, pro
(ona) y Hauzh can; las mujeres, pesca y to del matriarcado, cere (como las ceremonias f.etas, que son con
de la Tierra caza menor. Las tareas monia de iniciación mas de iniciación) en las más frecuencia hom
de Fuego masculinas están prohibi culina Hain, posiciones que los adultos se im bres que mujeres
das a las mujer·es de prestigio ocupadas con ponen a los jóvenes
mayor frecuencia por Jos
hombres
Contrastación etnográfica de las tesis de Meillassoux sobre socie dades de cazadores y recolectores
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mi intención discutir las teorías sobre cazadores Y recolec dencia de las mujeres se incrementan en el Ethnographic At
tores, que han sufrido tantas modificaciones desde Radcliffe las: de 164 sociedades matrilineales inventariadas, 62 , son
Brown (1 930), o Steward ( 1 936), hasta que Sahlins publicó avunculocales, 53 matri-uxorilocales, 30 patri-virilocales y 1 9
en 1 972 Stone Agé Economics. Pero entre aquellos cazadores con otras formas de residencia (citado e n Harris, 1981a: 297).
y recolectores sujetos a penurias, rígidamente patrilineales y En consecuencia, hay: 1) sociedades matrilocales no matri
patrilocales y estos móviles y «opulentos», pueden buscarse lineales (entre ellas algunas de recolectores comó los haclza);
generalizaciones que se apliquen « al mayor número posible 2) sociedades matrilineales y virilocales, bien con una eco
de cazadores y recolectores durante la mayor parte del tiem- nomía muy simple y movilidad en la residencia (es el caso
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po», sin caer bajo la sospecha que hoy se cierne « sobre cual- de los tonga y de los kaguro) o en proceso de cambio, con
quier generalización que intentara aplicarse a todos los hom- creciente propiedad privada masculina (Colson, 1 96 1 ; Beidel
bres que hayan podido cazar en cualquier sitio y lugar» (De man, 1 97 1 ; Richard, 1 983 [ 1 950] ) ; 3) sociedades matrili
Vore, 1 975 : 339). neales y matrilocales , aunque no se ajusten por completo a
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púberes, y ésta, de los imperativos políticos y demográficos, vilidad f.emenina rompiendo por completo con el esquema clá
tantó al hablar de las sociedades matrilineales como al asociar sico de la filiación. Porque su análisis a la vez oscurece que
la ginecomovilidad a las sociedades organizadas como comu hay muchas sociedades matrilineales ginecomóviles y que no
nidades domésticas, están presentes las asociaciones: todas las sociedades ginecomóviles son patrilineales. Se tiene
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la impresión de que Meillassoux, al huir de la teoría estruc
turalista de la alianza cae en las redes de la teoría de la filia
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ción. Así, porque identifica control sobre la capacidad repro
ginecoestatismo / matrilocalidad / matrilinealidad
ginecomovilidad / patrilocalidad / patrilinealidad
..
258 259
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Frecuencias y re/utaciones ra de parentesco. El propio Goodenough atribuye a la influen
cia de la obra de Murdock la urgencia de modificar los con
En esta última parte de ia crítica a las tesis de Meillassoux ceptos tradicionales. Ejemplo del escepticismo que han susci
sobre la comunidad doméstica he recurrido fuqdamentalmen tado algunas de las tipologías usadas por Murdock es la resis�
te a datos etnográficos inventariados por Murdock en 1 957 tencia de Leaoh a que se clasifiquen juntos, como «grupos de
(Murdock, 1975) o en los años siguientes (Murdock, 1967, filiación p atrilineal» , a grupos sociales como los paito de la
[
con ampliaciones posteriores) . No debe hacerse sin reservas. pequeña isla polinesia de Tikopia, los thok dwiel de los nuer
Esta comparación intercultural para la contrastación tiene que del Sudán Oriental, los amyu de los katohin del norte de
enfrentarse a problemas todavía no resueltos. No es el menor Birmania y los tsung-tsu chinos (Leach, 1 975b : 1 7 1 ) . Si el
el de la pertinencia de las categorías teóricas que se emplean. conoepto «grupo de filiación patrilineal» está bien construido
He utilizado «matrilineal» y «patrilineal» sin reservas explí lógicamente, y se aplica a los paito, a los thok dwiel, a los
citas, pero ya he recogido en el capítulo 2 la discusión que amyu y a los tsung-tsu, no parece que deba frenarnos el hecho
ha suscitado una clasificación de las sociedades en estos tér de que estos grupos sociales sean heterogéneos respecto a
minos. Lo mismo ocurre con las formas de residencia. He otras características. El problema se plantea si lo son respec
usado matri-uxorilocal, patri-virilocal, duolocal, etc., como los to a todas las demás características (recuérdese aquí la críti
usa Murdock. Pero he remitido para la etnografía de las truk ca de Lewis, 1 965). Sucede lo ' mismo si clasificamos a las
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al famoso artículo de Goodenough sobre las formas de resi sociedades ·en ginecoestáticas y ginecomóviles. La pertinencia
dencia, donde critica los útiles tradicionales de clasificación, de los conceptos teóricos la otorga su integración en teorías
para poner de manifiesto que si bien en una primera aproxi que resistan la contrastación .
mación disponemos de recursos suficientes para rechazar o Cuando se intenta poner a prueba una hipótesis a partir ,·��
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dudar de algunas propuestas, la crítica debe de permitirnos de publicaciones que recogen, ya codificados, materiales etno
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no sólo rechazar conjeturas, sino mejorarlas. Si no lo hace gráficos reunidos en archivos, puede suceder que la informa
mos, en ausencia de instrumentos más perfeccionados seguire� ción que se precisa no esté codificada. Puesto que las entradas . _- .-!:
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mos hablando de sociedades matrilineales o patrilineales, ma de estos códigos son determinadas por quienes seleccionan los
tri-uxorilocales y patri-virilocales, aunque sea con un grado datos (p. e. Murdock y otros, 1 938 y sucesivas revisiones),
1
considerable de reserva, y a pesar del interés que suscitó la,, en los repertorios una parte de la información se pierde. Así
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publicación de Meillassoux ( 1 977e). Al hablar de ginecoes" Aberle escribe en su capítulo sobre «Matrilineal Descent in
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tatismo y ginecomovilidad apuntaba a una nueva visión del Cros-Cultural Perspective» de Matrilineal Kinship : «Este ca
parentesco, en la que el punto focal era la organización de la pítulo pretendía inicialmente poner a prueba una serie de
1
procreación, y que podría llegar a subsumir temas clásicos generalizaciones hechas por Schneider y Gough con una mues
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como el de la adscripción jurídica y moral de los hijos al
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nocidos o el eventual establecimiento de alianzas y de estruc proporciona una muestra seleccionada de 565 sociedades cla
turas políticas jerárquicas por medio de la circulación recípr97 sificadas con referencia a 30 variables, e incluía 84 casos ma
1¡
ca o asimétrica de mujeres procreadoras. trilineales. Me pareció que la muestra podía ser utilizada
Las categorías del análisis cultural, y los atributos que ca para la puesta a prueba de estas generalizaciones, pero a me
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lifican estas categorías, son constructos teóricos, incluidas las dida que el trabajo progresaba se fue haciendo evidente que
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variables discriminatorias que Goodenough ( 1 970: 1 3 1-142) muchas de las variables que Schneider y Gough habían utili
utiliza para el análisis componencial de la terminología kariti- zado no estaban codificadas en la muestra, de modo que sólo
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Murdock señala que
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unas pocas de sus proposiciones podían ser validadas por este
una selección al azar, 1 ) incluiría infor
método . No estaba en condiciones de desarrollar una nueva
maciones deficientes y podría dejar fuera buenas observacio
" muestra mundial" y codificar en ella las variables pertinen
nes etnográficas; 2) no haría justicia a la distribución por ti
tes, ni de volver a las fuentes de Murdock para añadir los da
pos culturales. « Las zonas como Europa o el Lejano Oriente
tos relevantes de las 565 culturas de su muestra» ( 1 96 1 :
-escribe- con pocas naciones, grandes y · culturalmente ho
655 s.).
mogéneas, por ejemplo, tenderían a estar muy sobrepresen
Esta frustrante experiencia lleva a Aberle a ocuparse de
tadas en relación con áreas como los aborígenes australianos,
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los problemas de método que surgen al trabajar con un gran
con cientos de culturas distintas pero no notablemente diver
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hitos consuetudinarios del pensamiento y de la acción, junto
<lucir la difusión. Como ya hemos visto, ha habido distintas
propuestas para eliminar esta distorsión (Naroll, 1 96 1 ; Naroll al equipo material, y de sociedad, como grupo de gente or
y D'Andrade, 1 963; Naroll, 1964 y 1965), y se han construi ganizada y relativamente autónomo que comparte una cultura.
do diversas muestras. Algunas se proponen para uso general. La primera dificultad es que, inmediatamente, pasa de
El propio Murdock, después de reunir información sobre una a otra. Es imposible estar en interacción manteniendo
1 . 100 sociedades en 1 967, selecciona una muestra de 200 puntos de vista radicalmente distintos y pensar igual sin que
(Murdock, 1 968) que aún reduce posteriormente (Murdock y se interaccione. Esto significa que las unidades de cultura
White, 1969) para evitar que unos círculos culturales se en común no se equiparan necesariamente a las unidades de
\' cuentren más representados que otros. Otras veces, la mues interacción o sociedades. Murdock trata las unidades de cul�
f=1\ tura Y sociedad como si fueran isomorfas y usándolas indis
:
1
tado, trabaja con una muestra de 50 sociedades. Puede ser
ilustrativo recoger la forma en que llegó a ellas. Como primer versidad -culturas componentes, instituciones específicas
paso las seleccionó a partir del Ethnographic Atlas, de 1 967. se pierde cuando, bajo la rúbrica de una característica deter
Consideró sociedades de cazadores y recolectores a las que minada, se hace corresponder a una nación un atributo y
sólo uno .
1 dependían en menos de un 1 5 % de la agricultura o de la
A la confusión ·entre cultura y sociedad se añade la con
¡-
ganadería. Puesto que de la residencia le interesaban los fac
tores que pudieran determinar matrilocalidad vs. patriloca� fusión entre el comportamiento de hecho y las pautas ideales.
lidad y unilocalidad vs. bilocalidad, excluyó todas las socie Murdock trata a la cultura como una constelación de «hecho
dades de las que se decía que eran básicas o alternativamente ideal» sin explicitar cómo ha llegado a esta construcción . El
avunculocales, duolocales o neolocales. Para facilitar el tra esquema de atributos se dibuja así como si estuviera tratan-
bajo con otras variables además de la residencia, seleccionó do con una muestra de sociedades perfectamente integradas,
·
en primer lugar lás sociedades de cazador·es y recolectores del donde el comportamiento se adecua perfectamente a las nor
Atlas que estaban también en los Human Relations Area Files mas, y esto mientras se reconoce todo lo contrario, que los
(HRAF). Obtuvo así 36 casos a los que añadió 14 selecciona factores disruptivos imposibilitan que ninguna cultura llegue
a una integración perfecta.
dos al azar entre los cazadores y recolectores del Atlas . Para
estos últimos 1 4 casos, obtuvo la información pertinente en Otro problema que impide que las unidades que se com
las fuentes etnográficas indicadas en la bibliografía del Atlas paran sean -equivalentes, es que no se tiene en cuenta ni el
(Ember, 1975 : 200). tiempo que ha persistido una cultura ni el número de perso
De las que conozco, la crítica más seria que se ha hecho a nas que la han adoptado. De datos sobre la duración tempo
los archivos de Murdock es la relativa a la unidad de compa ral difícilmente podemos disponer, pero la introducción del
ración (Barnes, 1 97 1 : 25-39 y 84-95). Murdock se atiene en factor población daría pesos relativos distintos a China y a
principio a las definiciones de cultura como conjunto de há� Tikopia, ejemplo de la comparación más extrema.
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La última cuestión que Barnes plantea es si las culturas
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archivado en las comparaciones y contrastaciones intercultu
son delimitadas o « sin piel» . Se puede partir de dos supues rales. Quien se decida a hacerlo, ha de analizar por sí mismo
tos: o las culturas existen en la naturaleza como unidades "
los criterios para utilizar una determinada muestra, y et tipo
discretas y hay que identificarlas, o son construcciones ana de prueba estadística que. va a aplicar a las correlaciones ob
líticas. Murdock hace la primera opción. Pero es el observa tenidas.
dor el que ve similitudes entre gente y las conceptualiza como
una cultura. Los participantes a su vez pueden conceptuali
L
zarse como una o varias. E inversamente, gente con senti Segundas conclusiones: dominio y especialización
mientos de identidad pueden mostrar fuertes diferencias cul
turales. ¿Cuántas y cómo han de ser las similitudes para cons
de las teorías antropológicas
tituir una cultura? La tradición varía a veces de aldea en Los antropólogos pueden llegar a tener un número con
aldea y de casa en casa. Si hubiera culturas definidas, bas siderable de difer.encias en relación con su propia disciplina.
..
taría con trazarlas sobre un mapa. Como no es posible, no Pueden diferir incluso en la forma de construir el concepto
podemos confiar en estar manejando unidades homogéneas y de «cultura». Pero en una cosa hay acuerdo : en que el pro
equivalentes si antes no hemos definido los criterios para tra pósito más general de la antropología es describir la cultura
¡¡ zar los límites. d.e las sociedades humanas, y dar cuenta de las analogías
r
El problema es que la dificultad no está en Murdock, -notables- y de las diferencias. Las discrepancias reapare
f sino en la mayor parte de la etnografía . Héritier, por ejemplo, cen a la hora de precisar los criterios para la descripción y a
1
ha estudiado por medio de una encuesta genealógica detallada la hora de representar las variaciones. Mi objetivo ha sido,
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tenecientes a la casta de los herreros, que tienen comporta de la cultura humana.
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�1: mientos matrimoniales particulares. Podemos preguntarnos,
con razón, si estamos dispuestos a extender sus conclusiones
Una aproximación de este tipo no trata de excluir los
sesgos teóricos, sino domesticarlos. Hay teoría -teoría de la
1 sobre la endogamia y sobre la preferencia �o si se prefiere ciencia- al hablar de «intersubjetividad». Cuando se con
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posibilidad- de casarse con parientes próxim,0s o prohibi fiaba en que este desarrollo de nuestra cultura que es la cien
dos. Pienso que de la misma manera que Goodenough ha cia nos permitiría llegar a un conocimiento seguro de las
subrayado que los trabajos de Murdock han impulsado la crí cosas se habría escrito «explicar objetivamente». Hay tam
tica a los conceptos teóricos de la antropología, la crítica de bién aceptación de la carga teórica de la selección de 'Clatos
Barnes apunta a la necesidad de an�lizar con más detalle las que operan las distintas orientaciones teóricas. Obedecen, en
implicaciones de los distintos constructos a los que denomina último término, a supuestos sobre el tipo de conexiones que
mos «cultura». Pero, en la práctica, el que estas objeciones vinculan los distintos elementos de la organización y de la
paralicen o impulsen la comparación intercultural, depende representación de la vida humana, y estos supuestos no pue
rá de la medida en que estemos dispuestos, como Lévi-Strauss, den ser sino hipótesis que deben de probar su fecundidad�
a conocer por cuartos o por mitades, como Popper a cons Hay, por último, asunción de la carga precientífica y teórica
truir nuestras teorías no sobre bases firmes, sino sobre terre que permea la descripción de datos etnográficos y su inter
nos pantanosos. pretación. Por eso el objetivo es convertir la carga precien
Lo que sí puede .concluirse es que no hay ningún consen tífica en carga científica, contrastable, y que este lenguaje
so en antropología, respecto al uso de material etnográfico Jeórico se vaya construyendo por medio de la formulación de
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teorías que permitan explicar más, predecir mejor y que se estudio del sistema samo, va a permitirnos ahora hacer algu
puedan poner a prueba de manera cada vez más satisfactoria. nas consideraciones· sobre el dominio de las teorías antr()po
Qué cosa sea «explicar más», «predecir mejor» y « soportar lógicas. El análisis teórico de Héritier ( 1 98 1a) se desarrolla
contrastaciones satisfactorias», depende, por supuesto, de la en tres etapas. En la primera se ocupa de las leyes generales
autoexigencia de la ciencia. La antropología de la que estoy que subyacen a la elaboración de las terminologías de paren
hablando es, sin duda y sin reticencia alguna, un producto tesco. La segunda, del funcionamiento de las estructuras se
de nuestra cultura. De ahí los dos capítulos que he dedicado micomplejas de alianza. La tercera, de las posibilidades de
en este libro al método científico. que su análisis, si se acepta, pueda extenderse a las estructu
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do con Adams en que sin comprobar la proporción de parien� tesis más que para establecerla con rigor (o.e.: 1 18). Yo no
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tes entre los vecinos es difícil asegurar que la reiteración de voy a insistir en la necesidad de establecerla estudiando, por ,:¡
alianzas entre consanguíneos se deba a la preferencia por los medio de fuentes preexistentes o de investigaciones nuevas,
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parientes. Podría tratarse también de una preferencia política todos los sistemas semicomplejos conocidos o al menos una
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por la endogamia local . En este punto habría que diferenciar muestra de ellos que se considere adecuada.
la orientación teórica de la comprobación estadística . Desde 4) Por último, Héritier se plantea si la preferencia por
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la perspectiva de la alianza, esta posible preferencia por los los consanguíneos se extiende a las sociedades puramente cog
parientes resulta -y me resulta- extraordinariamente suges naticias. «Puesto que el matrimonio entre consanguíneos es '¡
tiva. Pero Leach, por ejemplo, y con él quienes hemos leído
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estadísticamente inevitable -escribe-, la cuestión será sa
con entusiasmo su análisis sobre las implicaciones estructu ber si se lo busca conscientemente, a qué nivel se sitúa, en
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rales del matrimonio asimétrico de los kachin de Birmania, qué proporción se realiza» ( 1 981a: 147). Recoge datos de t1
podría sentirse tentado por otra hipótesis que vinculara la Freeman sobre los iban de Borneo, de Hecht sobre los pu
organización política tradicional de los samo y su ·endogamia .
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kapuka de las islas Cook de Polinesia, de Feinberg sobre
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Si hemos de ser rigurosos metodológicamente, cuando Anuta, un islote polinesio de las islas Salomón, de Tassin
se proponen dos hipótesis alternativas que pueden dar cuen sobre una familia islandesa semilegendaria y de Fox sobre
ta de un problema, sólo en el orden en que se ponen a prue los habitantes de las islas Tory. Del análisis de estos datos
ba las hipótesis podemos dejar mandar a nuestras prefe concluye: «De ·estos ejemplos parece desprenderse que las
rencias.
sociedades cognaticias tradicionales con prohibiciones matri
3) Héritier ( 1 98 1a, 128 s.) se pregunta si el esquema
lineales practican sistemáticamente, por no decir preferen
construido para los sama es general, y si más allá de la vo
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cialmente, el matrimonio por reanudamiento de las alianzas
luntad de endogamia local que se encuentra entre los samo
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intercambios restringidos entre linajes y los circuitos entre
grupos no corresponderán a una estructura general de la alian por medio de consanguíneos del mismo sexo» (Héritier, -?:
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gla que Héritier considera fundamental para la comprensión No quiero insistir ·en que es necesario mostrar que este
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del sistema: prohibición del redoblamiento de la alianza para «bouclage» entre consanguíneos no es inevitable, aunque tra
consanguíneos de distinto sexo. Hay otras informaciones in tándose de islas debería de hacerse. La cuestión que me gus
1
teresantes sobre otros sistemas africanos del tipo omaha o taría subrayar para terminar es que las orientaciones teóricas
crow: en los minyanka de Mali, reglas prohibitivas acompa juegan también un papel en la delimitación hipotética del do
minio de una teoría. Si se piensan esta endogamia y esta
ñadas de una tendencia a casarse con primos alejados que se
puede constatar; fuerte endogamia local entre los mafu del reiteración de los intercambios en términos de principios es
Camerún; también en el Camerún, intercambio de hermanas tructurales universales de reciprocidad, es lógico pensar en
entre los mouktele. Se constata una estructura semicompleja su posible extensión a todas las sociedades tradicionales cog
de alianza, con estas características y asociada a una nomen naticias. Si se piensa en términos de las funciones no estric
clatura de tipo hawaiiano entre los tanebar-evau, una peque tamente reproductivas que pueden asumir las relaciones de
ña sociedad indonesia, situada en una isla del archipiélago parentesco, la lectura de estos ejemplos sugeriría una primera
de las Malucas. Héritier cita estos datos en apoyo de su hipó- hipótesis sobre la extensión de estructuras propias de los sis-
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temas semicomplejos de parentesco a estructuras cognaticias brá que diseñar y realizar nuevas investigaciones sobre el
¡I con parentelas. terreno. Nada distinto, ni más laborioso, ni económicamen
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Cualquiera que sea la orientación teórica desde la que se te más costoso sucede en el campo de la física, de la
formule, los límites del dominio de una hipótesis se proponen microelectrónica o de la ingeniería molecular, por recurrir
con carácter tentativo, aunque teóricamente fundado, y se como ejemplo a las ciencias que en este momento se con
comprueban de forma empírica. Sucede lo mismo cuando lo sideran especialmente prometedoras. Y si nosotros, o las ins
que se trata de ver es si una teoría formulada para un aspecto tituciones que subvencionan nuestro trabajo, nos resistimos o
de la cultura es capaz de dar cuenta de otro, por ejemplo si se resisten a utilizar el tiempo y/ o el dinero en investigacio
la alianza puede explicar no sólo el reparto de mujeres, sino nes que permitan formular y contrastar hipótesis sobre pro
también la distribución de bienes o si una teoría que se ha blemas de la cultura humana no culpemos «al carácter de los
propuesto para minorías étnicas puede aplicarse a otras situa hechos sociales», sino a las características de la sociedad y de
ciones de marginación social. Este tipo de desarrollo de una la cultura en cuyo ámbito estos estudios socioculturales se .
teoría a través de sucesivas aplicaciones o especializaciones desarrollan, no si.empre interesada en un conocimiento cien
obliga a desarrollar los útiles teóricos y a diversificar los ám tífico de los fenómenos sociales.
bitos de contrástación. Se ha dicho con frecuencia . que no es posible un estudio
Nada parece oponerse a que la vinculación entre las teo científico de la sociedad pnrque el conocimiento de las pre
rías y los datos se establezca en antropología de una manera dicciones modifica la conducta, y en consecuencia, a fas pre
semejante a como se establece en otras disciplinas. Las hipó dicciones las refuta. Deberíamos de preguntarnos si no es la
tesis se formulan para dar cuenta de problemas. Éstos pueden conciencia de que cuando se conocen las predicciones se mo
· surgir en la práctica, por ejemplo, porque se proyecta el tras- difica la conducta, lo que convierte en estimulante el estudio
lado de una población chabolista, o ser intrateóricos. Así, la científico de la cultura y de la sociedad. Y no se entienda
.convicción de Lévi-Strauss, compartida por Héritier, de que esto como un canto final idealista sobre una verdad que nos
el estudio de los sistemas de parentesco de tipo crow y omaha hará libres, sino como el convencimiento de que sólo podre
. facilitaría el acceso al papel que juega el parentesco en los mos construir o modificar una determinada cultura si somos
.sistemas complejos, tema vinculado al de la discusión · de los capaces de predecir en qué medida las instituciones se im
orígenes de la sumisión femenina, que fue una de las razones plican o son incompatibles por medio de conjeturas que po
del eco de las teorías de Meillassoux, y que puede estar lleno damos criticar, rechazar o mejorar.
de consecuencias prácticas.
Para explicar los problemas, se formulan hipótesis te6:
ricas. Las hipótesis las pueden sugerir ciertos datos, por ejem�
plo la atomización de las familias extensas ·en los .gitanos mil�
drileños que iban a vivir a pisos, la utilización de acusaciones
de brujería para cancelar la unidad de fos linajes patrilinea�
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les lugbara o matrilineales cewa, o la constatación de un ín�
dice sorprendente de endogamia en los poblados de la sacie� .
dad de tipo omaha samo. Si con los datos disponibles -tanto
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dones de otros etnógrafos- es posible poner a prueba estas
hipótesis, tanto mejor. Si la contrastación no es posible, ha-'
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CONSIDERACIONES PRELIMINARES: DE LA
CERTEZA A LA CONJETURA
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Los métodos científicos . 17
Certezas 21
Conjeturas . 28
Sociología y metodología de la ciencia 38
A modo de conclusión provisional . 46
¡
TEORlAS Y CONCEPTOS TEÓRICOS
EN ANTROPOLOGlA
¡
La práctica inductivista en antropología . 53
Modelos heurísticos y modelos teóricos 64
Explicaciones deterministas y probabilísticas . .
·.
76
l
Tipos de explicaciones . 76
Leyes universales y probabilísticas, leyes
empmcas y teóricas . 79
Explicaciones probabilísticas en antropología 84
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CERTEZA A LA CONJETURA
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