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EL BRAHMAN Y LA CARACTERIZACION
SAT-JÑÁNA-ÁNANDA HASTA LA SINTESIS
DEL UPADESASÁHASRI
FRANCISCO GARCÍA BAZÁN
UNIVERSIDAD ARGENTINA J.F. KENNEDY-CONICET.
5. El Comentario de Vyasa debe haber sido redactado en tomo al 600 d. de C. Véase T. Leggett,
Sankara on the Yoga-Satras, 1, London 1981, p. XI. Sobre esta obra véase ya nuestro artículo citado en
Oriente-Occidente 111/1, p. 22 y ss. Para su identificación como un escrito shankariano, ver P. Haker,
Kleine Schriften, pp. 213 y ss.; H. Nakamura y S. Mayeda, según la síntesis de T. Leggett, The Chapter
of the Self. London 1978, pp. 173-174.
6. Los testimonios del nexo Gaudapada, Govinda, Sankara, son cuatro: 1º Chiind. Up. Bhiisya
VIII,12,1: «Él sólo transmite esta enseñanza incluso hoy (adyiipi) y ningún otro». Es decir: «La realidad
del Sí-Mismo que puede conocerse sólo de tales maestros sostenedores de la filosofía vedantina ... como
ha sido descripta por el más notable seguidor de la escuela de Prajapati» (=Gaudapada); 2º
Agamasiistravivarana IV,100,2: «Saludo ... a este venerable maestro de mi maestro (paramagurum)», ver
también IV,28; 3º Upadesasahiisri 1,18,2: «Saludo con honor a un lndra entre los ascetas, maestro de
mi maestro (namo yatindriiya guror garfyase) ... quien ha derrotado a los enemigos de la revelación
preservando el tesoro del sentido del Veda», (puede verse S. Mayeda, A thousand teachings, Tokyo 1979,
p. 196, n. 2); 4º Brahmasatrabhiisya 1,4,14: «Análogamente se dice por quien conoce la sagrada tradición
[' ... '](cita de karikii de Gaudapada III, 15)» y, posteriormente, «Con referencia a este punto maestros
que conocen la verdadera tradición del Vedílnta han realizado la siguiente declaración: [' ... ']» (cita de
kiirikii de Gaudapada 1,16). Cf. Sangam La! Pandey, Pre-Samkara Advaita Philosophy, Allahabad 1974,p.
30 y nuestro artículo «Sankara y el Yoga», nn. 4 y 8. Cf. igualmente T.M.P. Mahadevan, Gaudapiida.
A Study in Early Advaita, Madras 1975, pp. 2-3 y, corrigiendo parcialmente a S. La! Pandey, A.J. Alston,
Sankara on the Absolute, p. 24 y p. 57, n. 41, con reservas.
7. En este sentido la corrección que H. Nakamura introduce en la tesis de P. Haker, matizándola,
nos parece muy atinada. Ver T. Leggett, The Chapter of the Self. p. 174.
8. Cf. Yogasatrabhiisyavivarana 1,1 (Leggett, p. 4). Cf. igualmente 1,2 in fine (L. p. 20) y III,51
(L. p. 178).
9. Cf. S. 3 y continuación (L. p. 21).
10. Cf. 1,1 (L. p. 3).
11. Cf. S. 3 (L. p. 21) el Purusa es pura visión, S. 4, p. 24; conocimiento y autoconocimiento, p.
25; puro conocimiento, S. 16, p. 73; no sutil y sobre la causalidad cósmica, S. 45, pp. 170-171.
12. Cf. Ss. 3 y 4, pp. 22 y 23.
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñána-Ananda ... 37
percepción directa de la totalidad y de las partes del conjunto total de seres, que
son cognoscibles como las jarras» 19 . La omnisciencia del Señor, por lo tanto, se
entiende como la visión inmediata y simultánea de todos los seres y de cada uno
de ellos independientemente, aunque en sí mismos. Por ese motivo se ratifica a
Vyasa diciendo: «No se trata de que el Purusa sea visto por una idea del Purusa,
que puede ser sólo algo anímico. Purusa ve la idea que reposa sobre él. Y de este
modo ha sido dicho: ¿Con qué se podría conocer el conocedor? (Brhad. Up.
2,4, 14)» 20 •
Se trata, entonces, de una percepción plena y omniabarcante, pura luminosi-
dad de captación, sin huellas de sombra. Nada escapa a la mirada instantánea del
Dios y de esta manera es omnisapiente en una captación total que supera las ba-
rreras que asimismo introducen en los conjuntos múltiples el tiempo y el espacio.
Este atributo de la sabiduría global permanente y libre de riesgos finitos es, razo-
nablemente, motivo de perfección, naturaleza acabada o completitud del Señor. Por
esto a diferencia del sattva o la función intelectual en el hombre: «el sattva del
Señor, no siendo influído por las envolturas de impurezas, etcétera, posee percep-
ción de absolutamente todo al mismo tiempo, porque no existe causa que pueda
ocultar a cualquier ser particular»21 . ,
Puesto que aunque los seres sean infinitos e innumerables sus nacimientos y
desapariciones, el pensamiento del Señor es como la luz del sol que siendo medio
luminoso a todos los apresa22 .
De este modo este Señor no sólo es ajeno y superior a las modificaciones del
mundo, sino que éste de él depende inteligiblemente y su mente universal, como
la de un artesano, lo ha ordenado, lo guía o supervisa, como entidad trascendente
e inmanente23 , y está también al final de cada disolución y de cada nuevo ciclo
cuando: «el conocimiento particular de las Escrituras, que fueron recibidas por la
gracia del Señor, y los maestros de este conocimiento son todos destruídos, una y
otra vez aparece la compasión para llenar el eón» 24 . Esta relación íntima entre el
Señor y la manifestación cósmica total permite decir que: «no tiene y tiene cuer-
po»2s. •
Igualmente la denominación de «señor», que tiene que ver con el desborde de
todo límite, habla de la existencia de quien es de este modo todopoderoso, y a este
concepto se vincula intrínsecamente el de omnisciencia, porque cualquier tipo de
ignorancia constituiría una limitación. El Señor es de esta guisa: «Un supremo Señor
(paramesvara) cuyo señorío es ilimitado en poder y conocimiento»26 •
Con el desarrollo descripto han quedado ratificados los cuatro puntos
doctrinales que sintetiza la estrofa introductoria:
Esta concepción ofrecida del Brahman como Isvara no parece atentar contra
la doctrina vedantina. Se concluye, sin embargo, el comentario al siitra XXV con
una afirmación clara sobre la independencia de lo pradhána, que apoya una visión
dualista al estilo del Sámkhya-Yoga, concepción que Sankara rehusará posteriormen-
te con toda energía y que más adelante se deberá analizar, ya que se trata de una
particularidad muy digna de tener en cuenta para explicar la historia de las trans-
formaciones del pensamiento del filósofo oriental.
Ahora bien, a continuación del Yoga-Sútrabhásyavivarana, el escrito en el que
Sankara se ocupa con mayor extensión por definir la naturaleza divina es el Comen-
tario a la Tait. Up., aunque todavía sin distinguir limpiamente entre el Brahman
como absolutamente trascendente y el Brahman como Señor del mundo, puesto que
al igual que en la obra que terminamos de exponer se refiere sólo a tres estados del
átman, sin llegar a ocuparse del Cuarto estado o turfya21 •
con sueños y vigilia son sólo modificaciones, porque el estado verdadero de una cosa es el que existe
según propia naturaleza, y el estado irreal el que depende de otros, en la medida que cesa con la cesación
de otros. Por esto, a diferencia de lo que sucede en los estados de sueño y vigilia, ninguna modificación
acaece en el estado de sueño profundo, porque en el último estado la ausencia de percepción es natural»
(Cf.Swami Gambhirananda,Eigth Upanisads with the Commentary of Sankaracarya 1, Calcutta 1977,
pp. 361-362). El corto párrafo que sigue a continuación: «para aquéllos, sin embargo, para quienes Dios
es diferente del Sí-Mismo, y la creación también es distinta, no hay eliminación del temor» se refiere
a los seguidores del Yoga, según Agamasastravivarana 111, 39 a 48 (ver «Sankara y el Yoga», pp. 23-
24 y n. 14) y señala cómo el Maestro se va separando de una temprana concepción dualista.
28. Cf. p. 287. Ver también p. 295 y n. l.
29. Cf. p. 290. Ver nuestro anticipo en Neoplatonismo y Vedanta, Buenos Aires 1982, p. 134 y n.
17. La definición (laksana), pues, en lugar de ofrecer un conocimiento exhaustivo de lo que se define,
trata de proporcionar la nota que distinga a la cosa: «la propiedad (que pertenece) singularmente (al
objeto definido) (asadhtiranadharma)». La del Brahman más que una definición que ayude a clasificar
y distinguir al objeto atribuyéndole un predicado (visesana), como en el ejemplo del «loto azul (nflam
utpalam)» y otros, se trata de una definición estricta, que teniendo por motivo una realidad única en su
rango la separa de todo lo demás al expresar sólo su particularidad propia. Sobre el tema en la India
pueden agregarse los materiales que facilita M. Biardeau «La définition dans la pensée indienne», en
Journal Asiatique CCXLV (1957), 4, pp. 371-384; ídem, «Quelques réflexions sur l'apophatisme de
Sankara», en Indo-Iranian Journal III/2 (1959), especialmente, pp. 94 y ss. y J. Alston, Samkara on
The Abso/ute, p. 168 y ss. •
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñána-Ánanda ... 41
lo separa de todo lo demás ... Las palabras satya .. ., no están enlazadas entre sí,
puesto que se subordinan a algo otro. Se usan para aplicarse al sustantivo. De acuer-
do con esto cada una de las palabras de atribución se enlazan así con la palabra
Brahman, con independencia de las otras: satyam brahma, jñánam brahma, anantam
brahma» 3º.
¿Qué significan, además, cada uno de estos términos que distinguen al
Brahman? Lo siguiente:
El Brahman, sin embargo, puede también definirse según este escrito como
anandd+°, felicidad. El rasgo caracterizador es ya apuntado claramente en 11,5,41,
cuando se expresa que la expresión anandamaya41 («hecho de felicidad») correspon-
de al Sí-Mismo condicionado, pero que ananda es el Brahman supremo, del que to-
dos los deleites y alegrías que impregnan a los seres son como partículas. Poste-
riormente, entonces, llega a sostenerse: «La felicidad puede estudiarse así desde este
punto de vista; si surge del contacto de sujeto y objeto, como se da el caso con la
felicidad mundanal, o si es natural. Con referencia a ello, la felicidad mundana
alcanza excelencia debido a una concurrencia de factores externos e intemos 42 • La
felicidad así alcanzada se menciona aquí como una aproximación a la Felicidad que
es el Brahman; porque gracias a esta felicidad familiar puede aproximarse la Feli-
cidad que es intuída por una inteligencia, despojada del pensamiento objetivo. In-
cluso la felicidad mundana es una partícula de la Felicidad que es Brahman, que
se transmuta en efímera felicidad cósmica y de acuerdo con el conocimiento se
cubre con la ignorancia ... Pero cuando la división de sujeto y objeto es eliminada
por la iluminación, hay sólo la Felicidad intrínseca y que todo lo invade, que es
única y sin segundo»43 •
Razonablemente más adelante el Comentario ratificará, sin entrar en contra-
dicciones, que esta Unidad que es el Brahman y que el hombre debe realizar es:
«realidad, conocimiento e infinito; inmutable, etcétera, por naturaleza; Felicidad
natural; sin nacimiento, inmortal, impávido y no-dual»44 •
Ahora bien, de este Brahman así caracterizado y cuya singularidad o distin-
ción se ha examinado en relación con el mundo de la deficiencia y el lenguaje que
a él se refiere se dice asimismo que es como no-dual, «único» (sah ekah) 45 ;
«Brahman realmente trascendente y más allá de todas las condiciones»46 , y, ratifi-
cando lo ya dicho en el Yogasutrabhasyavivarana, como «Aquello de lo que sin
duda, todos estos seres (comenzando con Brahma y concluyendo con una brizna de
hierba) nacen; una vez nacidos, por lo que viven; y aquel Brahman hacia el que van
y en el que entran y en el que se identifican en el momento de su disolución» 47 •
El Brahman, por consiguiente, es el Señor como la causa del mundo, que es
su reflejo. Es así lo real, la conciencia, la felicidad infinita o infinito, frente a lo
irreal, el desconocimiento, y el placer menguado o infelicidad, todo ello invadido
40. Cf. también p. 312; 315 (eternidad); p. 357 («realidad, conocimiento, infinito no-dual»).
41. Cf. pp. 323-325.
42. Entendidos en el sentido de reflejo. Ver p. 300, pp. 336 y ss. y p. 354.
43. Ver p. 351 y cf. igualmente p. 354 con la referencia a la no dualidad de gozo y gozador; pp.
367-368; p. 379 insistiendo en el fin último como felicidad.
44. Ver p. 394.
45. Ver p. 355 in fine.
46. Ver p. 366.
47. Cf. p. 372.
44 Francisco García Bazán
inmóvil e imperecedero; por eso, finalmente, quien conoce a este Brahman total e
inmutable durante esta existencia se sumerge en Él 52 • Tal es, en resumidas cuentas,
el akasa que bajo sus tres formas se da dentro y fuera de la persona o purusa 53 •
Más adelante se explica con similar sentido que la expresión: «Aprende de mí
el último estado del sueño», se refiere a su «núcleo interno», el sueño profundo y,
entonces, es lícito decir que el hombre «entra en sí mismo (svam apfto bhavati)»,
«porque aparte del sueño profundo, no existe condición alguna en la que los cono-
cedores del Brahman consideren al 'Sí-Mismo' como 'yendo a lo propio'. Del mis-
mo modo que cuando se ha retirado el espejo, el reflejo del hombre en el espejo
'vuelve a lo propio', que es el hombre mismo, así también cuando la conciencia y
los órganos sensoriales dejan de existir, la divinidad suprema, que ha entrado en el
alma por medio del Sí-Mismo, con el fin de que los nombres y formas diferencia-
dos vengan a su propio Sí-Mismo, después de haber abandonado la 'forma vivien-
te individual llamada psique'»54 •
En donde con mayor amplitud es de nuevo abordado el tópico de los estados
que nunca van más allá de susupti como idéntico al puro ser, es en la lección 8ª.
Primeramente en el análisis de la sección 6,3 55 , y, más tarde, en 1O,1 con una nue-
va referencia al sueño con imágenes y en 11,1-2, ratificando la identidad del Sí-
Mismo con el estado del sueño sin sueños, en donde al no existir conocimientos
particulares ha desaparecido el mismo conocedor56 • Sin embargo, la interpretación
limitada hasta ahora sostenida y en sus meros alcances cosmológicos se expresa con
sintética claridad en aquel pasaje en el que se afirma:
Con los textos que se han anticipado se advierte que la concepción del
Brahman que desarrollará Sankara en este Comentario es también la de la divini-
dad como el Señor del universo que es el Ser o Realidad absoluta y bajo la forma
de diferentes argumentaciones es siempre ésta la idea que se toma explícita.
Acaso el pasaje más ilustrativo sea aquel que se desenvuelve dentro de un
decorado doctrinal cosmogónico. Dice así la Upanisad y la interpretación del Maes-
tro: «Se enseña que 'el sol es Brahman'. Esta es su explicación: 'en el origen esto
era indudablemente no-ser, llegó a ser existencia, se desarrolló, se formó un hue-
vo .. .' .. .'En el origen', en su condición previa 'esto' (el universo) era no-ser, o sea,
tenía su nombre y forma indiferenciados, no se trata de que en absoluto no exis-
tiera. Que lo últimamente dicho no puede ser significado se muestra por el pasaje
védico que dice: '¿Cómo podría lo que existe provenir de lo que no existe?, que
rechaza la idea de que el efecto fuese absolutamente inexistente, antes de ser pro-
ducido ... (con la expresión 'esto era no-ser' se subraya frente al objetante) se quiere
decir que el universo era indiferenciado en cuanto al nombre y a la forma y por esto
era 'como si no existiera' y por este motivo se le dice aquí 'no-ser'. El pasaje uti-
liza el término eva, indudablemente, que sirve para poner de relieve lo afirmado.
Realmente es así, pero lo puesto de relieve no es la negación de la existencia. El
término sat, ser, se emplea en el sentido de 'nombre y forma diferenciados' y esta
'diferenciación de nombre y forma' del universo depende totalmente del sol, por-
que si el sol no existiera, todo este mundo sería una masa de oscuridad y nada
podría ser conocido» 58 •
Brahman, por consiguiente, es lo No-Manifestado, en cuanto «nombre-forma
en estado de indiscriminación»; «como semilla que produce el vástago» 59 o como
el «sueño profundo» y su relación con el estado de vigilia. Porque en el primero
se tiene conciencia del ser solo «sutil, indefinible, que todo lo invade, único, in-
maculado, indivisible, conciencia», pero en la segunda situación de la simple exis-
tencia de los seres 60 •
Entonces es coherente afirmar que el Brahman es «origen, soporte y fin» del
universo al que absorbe61 , que como productor de todas las cosas puede ser tam-
bién denominado con el término de éter (ákfisa), y que, además, el Brahman pue-
da ser considerado Uno, sin dualidad y libre de calificaciones.
Las razones exegéticas, en el momento, son las siguientes:
El Brahman es uno porque carece de diversidad. En este sentido es totalmente
diferente del universo y, quien le conoce, alcanza la liberación, puesto que el ver-
dadero conocimiento se identifica con él. Es posible de esta manera asimismo apli-
carle los pasajes que le reconocen como «Uno sin segundo», puesto que lo que
carece de diversidad es inalterable y solo respecto de todo lo demás, ya que cual-
quier otro objeto traicionaría esa unidad en favor de lo diverso.
A la anterior noción de «Uno sin segundo» se asocia la de Brahman no-dual,
que por ser el fin último está por encima de todos los medios que podrían condu-
cir a Él, por ejemplo, el recurso a los actos litúrgicos 64 ; el temor que podría turbar
su serenidad por una causa ajena65 •
Finalmente, se entiende que el Brahman «careciendo de cualidades distintas»
no pueda ser comprendido, porque la comprensión conceptual necesita soporte y
atributos. De esta forma lo que mejor orienta hacia la captación del Brahman no
calificado es la fórmula upanishádica que invita hacia la suma trascendencia: «neti ...
neti (no de este modo ... no de este modo)» 66 •
Pero si hasta el momento en su tentativa ciertamente rigurosa por determinar
la naturaleza del Brahman incondicionado, Sankara no ha tenido éxito total, en su
próxima obra, en la que demuestra un conocimiento a fondo de Gaudapilda, llega-
rá a distinguir claramente dos niveles del Brahman: un plano, correspondiente al
Absoluto como Señor del cosmos, y el otro, como supremamente trascendente. Esta
distinción estricta la llevará a cabo precisamente en su Agamasastravivarana o
Comentario a las Kárikás de Gaudapáda a la Mándukya Up. Veamos, por consi-
guiente.
En este escrito Sankara elabora la exégesis simultánea de la Mánd. Up. y de
los Káriká o comentarios a ella de Gaudapiida ordenados en cuatro capítulos o
prakarana67 •
Este es el «Sí-Mismo dentro del corazón», que es una representación subjetiva y no el Brahman supremo
en su verdadera naturaleza. Ver también Int. V,1,1, p. 220; V,10,2, pp. 254-255 en relación con
Hiranyagarbha. Ver igualmente VI,8,2, p. 332.
64. Cf. Int. pp. 2-3.
65. Cf. IV,15,1, p. 208. Felicidad no-dual, por consiguiente.
66. Ver III, 12, Int., p. 138, también VI,2,3, p. 305 en donde el carácter de «indescriptible» se basa
en que ante él cesa todo lo particular.
67. Sobre la autenticidad del Comentario Cf. S. Mayeda, «Ün the author of the Mandfikyopanisad
and the Gaudapadiya-Bhásya», en The Adyar Library Bulletin, 31-32 (1967-1968), pp. 73-94. Acerca
del orden o programa lógico que Sankara percibe en la obra de Gaudapada cf. Agamasastravivarana,
Int. infine.
48 Francisco García Bazán
que sobre ella se apoya. Dice, por lo tanto, Sankara: «¿Cuál es, pues, la entidad
absolutamente real que es el sustrato de todas las ideas irreales de creación, etcé-
tera? La respuesta es: lo que siendo sin nacimiento tiene la apariencia de nacimiento
es jatyabhasam como, por ejemplo, en la frase 'Devadatta ha nacido'. Lo que apa-
rece como moviéndose es calabhasam, como en el caso: 'este mismo Devadatta
va'. Vas tu es una sustancia que puede tener atributos; lo que simula esto es
vastvabhasam como, por ejemplo, en la frase: 'este mismo Devadatta es bello o es
alto'. Devadatta (en lugar de la realidad) aparece como tomando nacimiento, mo-
viéndose y como si fuese bello y alto, aunque, en realidad, es sin nacimiento,
inmutable e inmaterial. ¿Qué es lo que responde a estas características? Es
vijñananu, conciencia. Es santam, serenidad, estando desprovista de nacimiento,
etcétera. Y, por consiguiente, es también advayam, sin segundo»73 •
b) El Brahman no admite fisuras internas. Su indivisibilidad74 , simplicidad o
naturaleza una es de tal carácter que: «se lleva a cabo la erradicación de la dife-
rencia entre el conocedor, lo conocido y el conocimiento». Así podrá decirse más
tarde que «la dualidad no persiste después del conocimiento' (Karika 1, 18), por-
que el conocimiento (inferior) no persiste en el momento en que se extingue la
dualidad» 75 • Pero siendo tal su naturaleza no sólo será apurva, o sea, incondicio-
nado o incausado76, sino también coherentemente sin nada que lo condicione interna
o externamente, por ello es anantara, carente de interioridad, o sea, de elementos
de composición interna; abhaya, sin nada exterior, que igualmente negaría su ca-
rácter único y, en consecuencia, anapara, sin efecto de ningún tipo que igualmen-
te afirmaría alguna realidad externa a Él o segunda77 •
Por esto puede decir el Maestro con elocuencia a la que inspira la profundi-
dad espiritual: «Este verso resume la finalidad de este capítulo. Si desde el punto
de vista de la Realidad suprema, toda dualidad es irreal y sólo existe el Sí-Mismo
como la Unica Realidad, entonces, resulta que todos nuestros comportamientos, bien
sean sociales o religiosos, están comprendidos dentro del dominio de la ignorancia
y, entonces, no hay disolución (na nirodhah), que es lo mismo que cesación
(nirodhana). Nacimiento, sujeto de servidumbre, o sea, un espíritu individual que
transmigre, quien desee la liberación, quien la busque metódicamente y liberado,
en ausencia de nacimiento, disolución, servidumbre, etcétera, no existen. Esta es la
verdad suprema (paramarthata). Pero ¿cómo es posible sostener la ausencia de
nacimiento y disolución? La respuesta es, por la ausencia de dualidad. La inexis-
73. Cf. IV,45 (11, pp. 362-363). Véase también 11,30 (11, pp. 254-255), 1 (11, p. 178) y 11,32 (11,
pp. 258-259). Para la oposición a sunya como nulidad o vaciedad ver 7 (11, pp. 206-207).
74. Ver ya Tait. Up. Bhiisya, según el comentario de la p. 301.
75. Cf. 7 (11, p. 208). Ver también IV,! (11, p. 326) y IV,99 (p. 402).
76. Ver también III,2 (11, pp. 270-271).
77. Cf. 1,26 (p. 229).
50 Francisco García Bazán
tencia de dualidad es afirmada por diversos textos védicos tales como: 'porque
cuando existe la dualidad, por decir' (Brh. Up. 11, 4,14); 'quien ve diferencia en Él'
(Brh. Up. IV,4,19; Ka. Up. 11,1,10); 'todo esto es sólo el Sí-Mismo' (Chand. Up.
Vll,25,2); 'todo esto es sólo el Brahman' (Nri. U. 7); 'Uno sin segundo' (Chand.
Up. VI,2,1); '(Este Brahman ... ) y todo esto es el Sí-Mismo' (Brh. Up. 11,4,6; IV,5,7).
Nacimiento y disolución pueden pertenecer sólo a algo que tiene existencia y no a
lo que es inexistente, como el cuerno de una liebre. Lo no dual no puede tener
nacimiento o muerte. Sí, constituye una contradicción en los términos decir que algo
es no-dual y, sin embargo, que nace y muere. En cuanto a nuestra experiencia po-
sitiva de prána, etcétera, se ha afirmado ya que es una sobreimposición sobre el Sí-
Mismo como una serpiente sobre una cuerda. Puesto que una ilusión mental seme-
jante como la de imaginar a partir de una cuerda una serpiente, ni sale de la cuer-
da ni se absorbe en ella. Tampoco la cuerda-serpiente sale de la mente y se absor-
be en ella, ni de ambos. El caso de la dualidad es similar ya que se trata igualmente
de una ilusión mental, puesto que la dualidad no es percibida en estado de concen-
tración o de sueño profundo. Y, por lo tanto, se ha dicho con corrección que, puesto
que la dualidad es inexistente, la verdad suprema consiste en la inexistencia de
disolución y demás» 78 •
c) El Brahman, debido a su modo de ser carente de distinciones o indiferen-
ciado, o sea, simple y no-dual, excede y rechaza todo tipo de atributos y califica-
ciones. Por eso los mejores intentos de interpretarlo como teniendo existencia,
inexistencia, etcétera, son ensayos fracasados. Expresa Sankara al respecto: «Cuando
la adhesión apasionada del experto a ideas incluso tan sutiles como la existencia del
Sí-Mismo o su inexistencia es una envoltura del Señor, el Sí-Mismo supremo ¿Qué
maravilla hay de que aquí predomine la pasión bajo la forma de la preocupación
intelectual del necio? .. .Bálisa significa un loco, un hombre que carece de discri-
minación. Cada uno de los locos bien llame al Sí-Mismo existente o no, seguramen-
te encubre (ávrnoti) al Señor por las ideas de mudanza, inmutabilidad, ambas, e
inexistencia. La idea que se deduce es que puesto que un experto que no ha reali-
zado la verdad suprema es sólo un loco, es mejor no decir nada de quien es natu-
ralmente necio»79 •
Los tres rasgos señalados de la Realidad suprema descriptos, conjuntamente
con el último que hemos anticipado, se ofrecen reunidos en un pasaje como el si-
guiente:
78. Cf. 11,32 (11, pp. 256-257). Ver igualmente II,36 (p. 264 ); III, 16 (pp. 289-290); III, 18 (p. 292);
IV,46 (p. 363); IV,85 (pp. 389-390); IV,88 (p. 392); IV,100 (p. 403). La afirmación repetida de la posición
antidualista sería otro punto en favor de la evolución y confirmación de la tesis advaitana de Sank:ara que
va afinando su concepción del rechazo de cualquier otra entidad exterior al Brahman. Ver, por ejemplo,
IIl,13 (II, p. 284); IIl,17 y 18 (pp. 291-293); IV,43 (p. 361); IV,75 (p. 381); IV,94 (pp. 397-398).
79. Cf. IV,83 (II, pp. 387-388).
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñiina-Ánanda ... 51
Dice, en primer lugar, el objetante: «En este caso Turfya es pura vaciedad
(sílnya)». Responde el advaitano: «No, porque una ilusión irreal no puede existir
sin un sustrato, porque la ilusión de plata, serpiente, ser humano, espejismo, etcé-
tera, no puede imaginarse existiendo aparte del sustrato correspondiente del nácar,
la cuerda, el poste, el desierto, etcétera». Se toma a objetar: «En tal caso, como un
cántaro etcétera que contiene agua u otro líquido se denota por palabras, así tam-
bién Turfya debe especificarse por términos positivos y no por negaciones, porque
se trata del sustrato de ilusiones tales como el prána, etcétera». Se contesta: «No,
porque la ilusión de prána etcétera es irreal como la plata... etcétera en relación con
el nácar etcétera. Una relación entre lo real y lo irreal no admite una representa-
ción verbal, puesto que el nexo mismo carece de consistencia. A diferencia de la
vaca, por ejemplo, el Sí-Mismo, en su realidad propia, no es objeto de un medio
de conocimiento cualquiera, porque el Sí-Mismo está despojado de todo adjunto
limitante (upádhi). A diferencia de una vaca no pertenece a un género, ya que por
ser Uno sin segundo, está exento de atributos genéricos y específicos. Tampoco
posee una actividad como, por ejemplo, la de un cocinero, puesto que está despro-
visto de toda acción. No posee cualidades como lo azul, etc., porque está exento de
cualidades. Por consiguiente rechaza toda descripción verba/» 80 •
ch) El Brahman es totalmente trascendente y por ello improductivo. Cualquier
vástago real lo limitaría y de esta manera atentaría contra su unicidad. Esta idea de
total independencia del Brahman, teniendo en cuenta que el estado de isvara como
Señor del universo y su equivalente subjetivo, el sueño profundo81 , se caracteriza
como sabfja o estado germinal del universo múltiple e ilusorio, se describe por
medio del término nirbfja, terminología e ideas que ya había manejado el Maestro
en su Subcomentario al Yoga-Sutra en relación con los dos tipos de sámadhi 82 •
Dice, pues, el disertante: «Esta objeción carece de validez, porque la existencia
se supone allí en estado de latencia. Aun cuando en el enunciado el ser (sat) en tanto
que Brahman sea denominado prána, sin embargo es llamado así ser sin excluir de
él la condición de constituir la fuente de la que surgen los seres individuales. Si la
referencia fuese al estado de Brahman no seminal, el texto habría declarado, 'no así,
no así' (Brh. Up. IV,4,22; IV,5,15), 'Desde el que el lenguaje retoma' (Tait. 11,9),
'Eso es ciertamente diferente de lo conocido y, a su vez, está sobre lo desconoci-
do' (Kena 1,4), etcétera, y también es afirmado por la smrti, 'es denominado ni
existencia ni inexistencia' (B.G. XIII,12). Si aquí fuese indicado el Brahman en su
estado no germinal, entonces los individuos que se sumergen en él en el sueño
profundo y la disolución razonablemente no podrían reflotar y existiría la posibili-
80. Cf. 7 (Il, pp. 387-388).Los subrayados son personales.Rec. nota 29.Aquí se incluyen otros
elementos posibles de la definición.
81. El tema se reitera en los escritos posteriores.
82. Cf. p. 294.
52 Francisco García Bazán
dad de que los espíritus liberados pudieran renacer, pues, en ambos casos, la au-
sencia de causa es un factor común. Además, ante la ausencia de semilla para ser
quemada por el conocimiento, el conocimiento mismo es inútil. Por esto el ser es
indicado como prdna (en la CMnd. Up.) y es entendido como la causa en todas las
Upanisads al presentarse como la semilla de lo demás. Por este motivo el Brahman
es referido desprovisto de su estado causal en textos védicos como los que siguen:
'Superior a lo superior No-Manifestado' (Mund. Up. 11,1,2), 'Desde el que el len-
guaje retoma' (Tait. Up. 11,9); 'No así, No así' (Brh. Up. IV,4,22), etc. El estado
supremamente real, libre de causalidad, relación con el cuerpo, etc. y las modali-
dades de vigilia, etc., de aquella misma entidad que es llamada Prdjña, será sepa-
radamente expresada en su aspecto como Turfya. El estado causal, igualmente, es
verdaderamente experimentado en el cuerpo, en la medida en que el hombre des-
pierto confirma el recuerdo por una frase como 'no supe nada (durante mi sueño
profundo)'. Por esto se dice, 'existiendo bajo tres formas en el cuerpo'»83 •
d) En una oportunidad y teniendo en cuenta una referencia de Gaudapil.da a
la Tait. Up., se tiene presente la definición de Tait. 11,1: «Brahman es realidad,
conocimiento, infinito», caracterización que sigue siendo válida para Sankara, pero
que en este momento supera con precisión el carácter de la tríada trascendental,
puesto que el Brahman como conciencia pura84 , está más allá del conocimiento, ya
que sobrepuja las distinciones internas de la actividad cognoscitiva al haberse pro-
fundizado en las virtualidades intelectuales que encierra su naturaleza de Uno sin
segundo85 • Igualmente la idea de inmutabilidad idéntica a la de realidad como el
Brahman=Uno también ha adquirido superior jerarquía conceptual86 • La noción de
infinito no es retomada, pero sí la de felicidad 87 , en estrecho contacto con el Tait.
Up. BMsya. y girando sobre la anterior idea.
e) Brahman como el Sí-Mismo en el estado de conciencia indiscriminada,
como prajñanaghana o «masa homogénea de conocimiento», tal como se revela en
el sueño profundo es denominado correctamente anandamaya, pleno de felicidad:
«siendo causada su abundancia de gozo por la ausencia de la aflicción incluída en
el esfuerzo de la psique que vibra como los objetos y quien los experimenta»88 • Por
83. Cf. 1,2 (11, pp. 196-197). Las ideas se ratifican conceptualmente en 1,12 (pp. 213-214) y 111,35
(pp. 310-311). Ver ya P. Hacker, Kleine Schiften, pp. 262 y ss.
84. Cf. IV,46 (11, p. 363); IV,52 (p. 367); IV,54 (pp. 368-369); IV,98 (pp. 400-401); IV, 99 (pp.
401-402).
85. El desarrollo seguirá en los escritos posteriores.
86. Cf. 11,38 (11, p. 266); IV,80 y 81 (pp. 385-386). Aquí la naturaleza del Brahmanes un estado
de firmeza (niscalíi-sthitih), que se ofrece simultáneamente como una mesa homogénea de conocimiento
no dual, puesto que está ausente toda diferenciación.
87. Incluso yuxtaponiéndose Tait. Up. 11,11 y Brh. Up. 111,9,28,7: «Brahman es conocimiento y
felicidad», cf. 111,53 (11, p. 308).
88. Cf. 6 (11, p. 189).
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñana-Ánanda ... 53
f) Como se aludió al concluir el punto e). El Brahman siendo único sin se-
gundo, careciendo, por lo tanto, por su simplicidad de atributos y cualidades de
cualquier tipo, está por encima de las palabras y de los nombres. Toda aplicación
denotativa del lenguaje le es inapropiada. Se manifiesta, en consecuencia:
93. Cf. Padyabandha 8,5-6 (S. Mayeda, p. 120) y ver más abajo.
94. Cf. T. Vetter, Studien zur Lehre und Entwicklung Sankaras, Wien 1979, con el orden
cronológico aquí establecido que registra la siguiente sucesión: Gadyabandha 2, Padyabandha 18 y
Gadyabandha l. Pero adviértase asimismo la crítica de J.A. Taber, en East and West (1981), pp. 213-
215 en donde previene sobre el riesgo de subdividir un mismo escrito por interpretarse que en él hay
ideas diferentes, cuando esto puede obedecer a otras circunstancias.
95. Cf. Padyabandha 17,4-11; 26-30; 51-52; 75; 78; 83; 84; 18,19; 24-25; 29-33; 69-70; 87; 99;
101; 103-104; 113-114; 175-181; 187-210; 217; 220-228; Gadyabandha, 1-8.
96. Ver Padyabandha 10,12; 13,25; 15,29-31; 16,73.
97. La tríada (traya), susupti, svapna, jagrat: prajñíi, taljasa-sthUla ( = visva): Avyakrta, Prajapati-
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñána-Ananda ... 55
guna confusión en las esferas del sueño, de la vigilia o del sueño profundo
(susuptajagratsvapatas), las que son ciertamente inexistentes, pues no son ni por mí
mismo ni por otro. En verdad, yo soy el Cuarto permanente, el vidente no dual
(turíya evasmi sada drg advayah)» 98 ; y también: «Lo que se ve debe conocerse
como vigilia, lo que se recuerda, como el estado de sueño, la ausencia de ambos
como el sueño profundo y el propio Atman como el estado supremo (svam atmanam
param padam)» 99 •
El Brahman/Atman, por lo tanto, revela y exige estas precisiones conceptua-
les para la sabiduría (vidya) 100 , del no dualismo vedántico:
Es el Bien último (nihsreyasa) 101 , pero positivamente o en sí, como liberación
o ausencia de ataduras o modificaciones (moksa) 102 , por eso conciencia pura
(caitanya) y el Atman como idéntico con él 103 , el conocedor sin más, sin articula-
ciones interiores, sin limitaciones y sin atributos, y omnisciente de acuerdo con las
características apuntadas y al carecer de objeto de conocimiento, pero iluminado,
como queda dicho, es sin dualidad 104 . En este sentido puede sostenerse que es su-
perlativo (bhuman) y de esta manera igualmente sobre todo lo cognoscible, al no
poder ser objeto de conocimiento, se conoce sin conocer, como la luz en la que no
hay discriminación entre lo iluminado e iluminador105 , «puesto que no hay distin-
ción en la naturaleza del conocimiento» 106 • Y lo superlativo por insuperable es
ontológiocamente pleno y así, en Sí-Mismo, inmutable, limpio y satisfecho, siem-
pre igual, libre y, por lo mismo, no admite dualidad y todo lo invade 107 , puesto que
nada le puede poner una valla 108 , y, también, desde este punto de vista, sin atribu-
tos109. Y de este modo es realidad (sat), conocimiento (cit) 110 •
Vira} o Vaisvanara: intelección-memoria, sensopercepción. Cf. Padyabandha 9,7-8; 10,13; 11,4 y 14;
15,22-26 y 32-33; 16-18; 17,56-64; 18-84. Gadyabandha 2,45.
98. Cf. Padyabandha 10,4 (he seguido la traducción al castellano inédita de mi dirigida Otivia
Cattedra), véase asimismo la edición crítica de S. Mayeda, Sankara's Upadesasahasri, Tokyo 1973, p. 85.
99. Cf. Padyabandha 17,24. Ver igualmente 17-81; Gadyabandha 2,86-93. Para el significado de los
estados cf. Oriente-Occidente II/l (1981), pp. 22-23 y S. Mayeda, A Thousand Teachings, pp. 44-46.
100. Cf. Padyabandha 1,6 ss.
101. Cf. Padyabandha 1,5 y 7.
102. Cf. Padyabandha 1,7; 10,1 (vimukta); 11,7; 12-12 (paro mukta); 13, 11,16 y 24 (nitya ó sada
mukta);18,19 y 217-218. El logro supremo (paro /abha), asimismo.
103. Cf. Padyabandha 7,1 y 2; 11,9; 16,9; 16-17 y 17,10.
104. Cf. Padyabandha 1,1; 6,2 a 4; 7,3 a 5; 8,1; 9,3 y 6; 11,4 y 7; 13,8,18 y 19; 14,16 y 31;
15,12,15,32,40,50; 16,4,12 y SS, 31,37,69; 17,35,39,40,50; 16,4,12 y SS., 31,37,69; 17,35,39,40,53,58,66;
18,26,66,122,127 y 142; Gadyabandha 2,101.
105. Cf. Padyabandha 14,37; 16,12; 17,66; 18,98. Ver asimismo nota inmediata inferior.
106. Cf. Padyabandha 9,9 y ver nota de Mayeda ad loe. Cf. igualmente 15,39,48 y 50; 16,14.
107. Cf. Padyabandha 16,57; 17,42, 48 y 63.
108. Cf. Padyabandha 10,2-3.
109. Cf. Padyabandha 10,7; 12,11 y 19; 13,3; 15,29; 17,57; 18,158.
110. Cf. Padyabandha 17,13. Se cita también la definición de Tait. Up. 11,1 en 17,61.
56 Francisco García Bazán
Este es el Brahman Supremo 111 , sin semilla 112 , o causa. El Brahman, por lo
tanto, que superando al universo y a su principio: «no es ni ser ni no ser ni am-
bos»113. El Brahman sin atributos 11 4, indistinto, indivisible, indiscriptible 115 e incon-
dicionado116. El Brahman no-dual sin interrupción 11 7, que es fundamento indiferen-
ciado, pero jamás vaciedad 118 . Por lo tanto el Brahman Uno, Solo, Unico y sin nada
más 119 . Por este motivo, si contra los budistas no hay aniquilación total, contra los
seguidores del Samkhya no hay unión final, sino identidad 12º.
El Brahmanes la «paz eterna», serenidad o reposo sin agregados 121 . Doctrina
sobre el Brahman, por consiguiente, que lo distingue de la tríada empírica del nom-
bre-forma-acción o mundo de la manifestación, pero que especialmente lo discrimi-
na del nombre-forma no manifestado e indistinto y que se apoya sobre los grandes
dichos de la Revelación y la tradición popular que profieren el contenido significa-
tivo de la identidad solitaria y exclusiva (kayvalia) Brahman/Atman y que Sankara
no se cansa de repetir y allegar en conjunto, como auxiliares indispensables para la
instrucción de los maestros del advaita vedanta que sólo tienen por objetivo la libe-
ración o realización absoluta 122 . Puede por esto el Maestro decir acompañado por la
convicción de la Revelación y el vigor de la razón: «Recordadas las características
definitorias que permiten aprehender al Atman supremo, dijo [el Maestro]: 'Aquél que
es llamado Espacio por los nombres y las formas, es la riqueza interior de todos los
seres. Sin las características del cuerpo y de lo burdo ... él, Atman de todo, libre de
todas las necesidades y libre de todo lo que aparece y desaparece. El mismo Atman
que posee las características del nombre y de la forma, afirmado en sí mismo es la
semilla de todo el mundo existente. La naturaleza de su ser es diferente de todo lo
próximo; su naturaleza es indescriptible y sólo inteligible desde sí misma. Su verda-
dero ser se manifiesta gracias a un poder inconcebible, separado, aunque indiviso.
Inmanifestado, este nombre y forma se separó de aquel Atman ... »123 .
111. Cf. Parabrahmalpan1tma, cf. Padyabandha 7,1; 8,2; 10,1;11,7; 14,17;15,39;17,71-72 y 77.Lo
supremo (pará): 7,2 y 6; estado supremo (para páda), 15, 32 y 36.
112. Cf. Padyabandha 10,10; 14,19; 16,18 y 17,25.
113. Cf. Padyabandha 13,20; 16,33; 19,19 y la corrección profunda que implica de los análisis a
Chánd. Up.
114. Rec. Padyabandha 6,1; 11,6; 17,80.
115. «A Este ni el pensamiento ni el lenguaje lo alcanzan (tam mano vák ca napnutah)»,
Padyabandha 15,29, ratificado por 31.
116. Sin tiempo, lugar, principio, ni causa. Ver Padyabandha 14,39 y 17,80.
117. Cf. Padyabandha 11,7; 13,21 y 24; 14,45; 15,37; 17,79 y 19,7,12,19.
118. Padyabandha 3,3; 16,15 y 21; 19,4 y 15.
119. Cf. Padyabandha 8,4; 9,3; 6 y 7; 10,1; 13,8; 14,44; 15,30; 16,43; 17,59,63,77 y 81; 18,57,
164 y 181; 19,3 y 26; Gadyabandha 1,40.
120. Cf. Padyabandha 16,39 y ss. con resumen en estrofa 68.
121. Cf. Padyabandha 15,37; 16,69 y 18, 219.
122. Cf. Gadyabandha 1,6,7 y 8 e igualmente ver 1,37 y 38.
123. Cf. Gadyabandha 1,18-19 in initio.
Sankara y lo Absoluto: el Brahman y la caracterización Sat-Jñana-Ánanda... 57
Instrumentos de trabajo