Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
55 105 1 SM PDF
55 105 1 SM PDF
CICLOS DE LA MEMORIA
Bruno Groppo*.
Resumen Abstract
Memoria, Francia, Alemania, nazismo, gue- Memory, France, Germany, Nazism, Alge-
rra de Argelia rian War
13
Ciclos de la Memoria
La primera es la experiencia de la
E
n un artículo sobre el despertar ocupación alemana entre 1940 y 1944 y
de la memoria colectiva en Po- del régimen de Vichy, que fue instaura-
lonia durante la época del mo- do como consecuencia de la derrota de
vimiento de oposición Solidarnozs (So- 1940 y cuya capital se encontraba en la
lidaridad), el filósofo polaco Bronislaw pequeña ciudad termal de Vichy (por
Baczko escribió: “Los dieciséis meses de esta razón se habla de “la Francia de Vi-
Solidarnosz representan un periodo “ca- chy”, “el régimen de Vichy”, la “memo-
liente” en la historia de la memoria co- ria de Vichy”). Vichy simboliza los “años
lectiva de los polacos. Como cualquier negros” de la Ocupación y de la colabo-
fenómeno social, la memoria colectiva ración, con sus masacres, sus persecu-
tiene una historia: ella atraviesa periodos ciones antisemitas, sus deportaciones.
“fríos”, durante los cuales parece “ador-
La segunda experiencia traumática fue
mecida”, y periodos “calientes”, durante
la guerra de Argelia, que duró de 1954
los cuales se despierta, vuelve a subir a la
a 1962 y que terminó con la indepen-
superficie de la vida social, encontrando
dencia de Argelia, que era considerada
formas de expresión ricas y diversifica-
antes como una provincia francesa. Las
das, periodos en los cuales aparece como
dos experiencias, Vichy y Argelia, han
una dimensión esencial de las mentali-
dejado huellas profundas y cicatrices
dades”1. Esta observación de Baczko nos
en la memoria de los franceses: perte-
servirá de hilo conductor para una re-
necen a “un pasado que no pasa” y que
flexión sobre el aspecto cíclico, o por lo
menos discontinuo, del funcionamiento todavía atormenta la sociedad francesa.
de la memoria colectiva. Mi reflexión se Cada una de estas dos memorias pasó
apoya en el análisis de la memoria colec- por diferentes fases, “frías” y “calientes”,
tiva en Francia y en Alemania después y tiene su propia historia. La memoria
de la Segunda Guerra mundial. En estos de Vichy ha sido analizada sobre todo
dos casos también se puede observar una por Henry Rousso, que publicó en 1987
sucesión de periodos de adormecimien- un libro, El Síndrome de Vichy, que se
to o de aparente ausencia y periodos de ha vuelto rápidamente un libro de con-
despertar que pueden llegar hasta verda- sulta2. Además, Rousso ha publicado
deras explosiones de la memoria social. numerosos trabajos sobre este tema. Él
distingue cuatro etapas o fases de la me-
En Francia dos experiencias trau- moria de Vichy: una primera etapa, de «
máticas ocupan un lugar importante en duelo inacabado », que dura diez años,
la memoria nacional y demuestran la di- de la Liberación (1944) hasta mediados
1 Bronislaw Baczko, “La Pologne de Solidarité: une mémoire explosive”, in Id., Les imaginaires sociaux. Mémoires
et espoirs collectifs (Paris: Payot, 1984), 192.
2 Henry Rousso, El Síndrome de Vichy (Paris: Seuil, 1987). (rééd. 1990). Ver tambien Eric Conan et Henry Rousso,
Vichy. Un passé qui ne passe pas (Paris: Gallimard, 1996). (1ère éd. Fayard, 1994); La hantise du passé (Paris: Textuel, 1998).
14
Bruno Groppo
de los años 50; una segunda etapa, de re- ral De Gaulle y por los comunistas, de
presión –en el sentido psicoanalítico– de un país casi unánimemente resistente.
la memoria de Vichy, que llega hasta el A la luz de este mito, “la Colaboración
inicio de los años 70 y que se caracteriza fue considerada como un paréntesis, un
por el triunfo del mito “resistencialis- fenómeno dramático pero minoritario,
ta”, es decir de la imagen de una nación que había movilizado solo un pequeño
casi unánimemente resistente contra la grupo de traidores, mientras que los va-
ocupación alemana (se habla de mito lores de la “Francia eterna”, habían sido
porque en realidad la Resistencia fue la encarnados por la Resistencia”4. De esta
obra de una minoría valiente, y no de la manera la memoria gaullista y la memo-
gran mayoría de la población). La terce- ria comunista, diferentes en general pero
ra etapa de la memoria de Vichy ocupa convergentes en este punto particular,
la primera mitad de los años 70 y se dis- contribuyeron a consolidar la legitimi-
tingue por la crisis del mito resistencia- dad de la nueva República: el precio fue
lista y por el “retorno de lo reprimido”, el silencio sobre los aspectos del pasa-
es decir por el despertar de una memoria do que entraban en contradicción con
más conforme a la realidad de los “años el nuevo mito nacional, el mito de la
negros”. La cuarta y última fase, que Resistencia. Ocupando una gran parte
empieza hacia mediados de los años 70 del espacio público de los años 50 y 60,
y llega hasta el presente, se caracteriza el recuerdo de la Resistencia funcionó
por una presencia obsesiva de la memo- como un recuerdo/cortina que ocultaba
ria de Vichy3. El itinerario que describe el recuerdo de Vichy, mientras que otras
H. Rousso va de una ausencia y repre- memorias, como la de los prisioneros
sión de la memoria hacia un retorno de de guerra o la de los deportados judíos,
lo reprimido y un exceso de memoria. eran confinadas hacia los márgenes de la
En un primer momento se intentó de memoria nacional francesa.
poner entre paréntesis el recuerdo de
Vichy y de olvidarlo: olvidar el trauma El retorno de la memoria re-
de la derrota de 1940, olvidar la Cola- primida de Vichy al inicio de los años
boración, el antisemitismo de Vichy, ol- 70 fue el resultado de varios factores.
vidar que la administración francesa en Se pueden mencionar en particular: la
su conjunto se había puesto al servicio película de Marcel Ophuls intitulada La
de los ocupantes y que, por ejemplo, ha- tristeza y la piedad (1969), una serie de
bía organizado y efectuado ella misma entrevistas con personas que vivieron
los arrestos de los judíos destinados a la el periodo de la Ocupación, que tuvo
deportación hacia los campos de muer- un gran eco y fue un verdadero deto-
te. Había muchas cosas que olvidar. El nador; la gracia otorgada por el presi-
instrumento principal para “organizar el dente Georges Pompidou en 1971 a
olvido” fue el mito, creado por el gene- Paul Touvier, miembro de la Milicia de
3 Paul Ricoeur nota: “La obseción es selectiva y los relatos dominantes borran una parte del campo de la mirada. (…)
Ver una cosa es no ver otra. Contar un drama es olvidar otro drama” (Paul RICOEUR, La mémoire, l’histoire,
l’oubli (Paris: Seuil, 2000), 584.
4 Conan et Rousso, Vichy, un passé qui ne passe pas..., p. 29.
15
Ciclos de la Memoria
5 Benjamin Stora, La gangrène et l’oubli. La mémoire de la guerre d’Algérie (Paris: La Découverte, 1991).
6 Dominique Schnapper, “La mémoire en politique”, in Françoise Barret-Ducroq (sous la dir. de), Pourquoi
se souvenir? (Paris: Grasset, 1999), 100.
7 Benjamin Stora, “La mémoire retrouvée de la guerre d’Algérie ?”, Le Monde, 19 mars 2002.
16
Bruno Groppo
17
Ciclos de la Memoria
una gran parte de los criminales y cóm- lar Ernst Nolte, se inquietaron pública-
plices quedó impune y pudo continuar mente respecto de este “pasado que no se
tranquilamente sus actividades y carre- decide a pasar”. Hacia mediados de los
ras. En los años 60 dos psicoanalistas, años 80 un debate público importante
Alexander y Margarethe Mitcherlich, en los medios de comunicación alema-
pusieron en evidencia la incapacidad de nes, llamado la “controversia de los his-
los alemanes de hacer el duelo del nazis- toriadores”, demostró la imposibilidad
mo10. Sin embargo, los años 60 fueron de olvidar o reprimir el pasado nazi. La
también testigos de un despertar de la importancia creciente de la memoria de
memoria, reactivada en particular por la Shoá a nivel internacional contribuyó
algunos episodios judiciales como el y contribuye a hacer de la memoria del
juicio contra Aldolf Eichmann, uno de nazismo un tema de interés permanente.
los organizadores del genocidio judío,
en Jerusalem, y en Alemania misma el La Alemania oriental (RDA),
juicio contra varios guardias del campo donde la memoria oficial era estricta-
de concentración y de exterminio de mente controlada y manipulada por el
Auschwitz. Uno de los factores que más partido comunista, quiso también evitar
contribuyeron a poner fin a la amnesia un debate sobre la responsabilidad por
fue la sucesión de las generaciones, es los crímenes nazis. Esta responsabilidad
decir la llegada a la edad adulta de una fue atribuida exclusivamente al “gran
generación nacida después de 1945. Es- capital” y a un pequeño grupo de crimi-
tos jóvenes empezaron a descubrir el pa- nales nazis. La idea fundamental era que
sado nazi y a pedir cuenta a sus padres la RDA no tenía nada que ver con el pa-
de lo que habían hecho durante la dicta- sado nazi y que los culpables se encon-
dura. El clima político del país también traban exclusivamente en la Alemania
había cambiado. Después de una larga Federal. De esta manera, se construyó la
época de gobiernos conservadores que leyenda de un pueblo fundamentalmen-
habían dirigido la reconstrucción del te antifascista, que había resistido bajo
país, un antiguo exiliado político y resis- la dirección del partido comunista. La
tente, el socialdemócrata Willi Brandt, memoria comunista se volvió la memo-
se convertía en jefe del gobierno e inau- ria oficial de la RDA y excluyó a todas
guraba una nueva política hacia el Este y las otras memorias. La evocación del pa-
una serie de reformas importantes. Hay sado nazi se encontraba omnipresente,
un cierto paralelismo entre el retorno pero de manera políticamente muy se-
de la memoria del nazismo en la RFA lectiva: el exterminio de los judíos casi
y el retorno de la memoria de Vichy en no era evocado, o solo de manera margi-
Francia. En los años 70 y 80 la memo- nal, porque no era posible explicar este
ria del nazismo ocupó un espacio más y evento según los criterios de la leyenda
más grande, hasta el punto que algunos oficial. El resultado fue en parte pare-
historiadores conservadores, en particu- cido al de la RFA, es decir la represión
10 Alexander et Margarete Mitscherlich, Le deuil impossible: les fondements du comportement collectif (Paris:
Payot, 1972).
18
Bruno Groppo
19
Ciclos de la Memoria
11 Karl Jaspers, El problema de la culpa (Barcelona – Buenos Aires: Paidos, 1998) (1era ed. Alemana 1946).
20
Bruno Groppo
dentro del marco nacional que le ofrece colectiva funciona en condiciones muy
sus puntos de referencia; sin embargo, a diferentes que antes, y se vuelve también
menudo es también tributaria de facto- más “global”. Un evento como la des-
res externos o de una coyuntura interna- trucción de las torres gemelas fue vivido
cional. Así, por ejemplo, el juicio a Ei- en directo por millones de personas en
chmann en Jerusalem tuvo un impacto el mundo entero y se convierte en parte
importante sobre la memoria alemana y
de una memoria colectiva mucho más
contribuyó a despertarla. El arresto de
amplia que la sola memoria estadouni-
Pinochet en Londres contribuyó a rea-
dense: se podría casi decir que es parte
vivar la memoria de los crímenes de la
dictadura chilena, y hubo un impacto de una memoria planetaria, aunque el
no solo en Chile sino también en otros significado que se le atribuye pueda va-
países. El ejemplo más significativo de la riar mucho de un país a otro.
influencia que puede tener una coyun-
tura internacional es sin duda el de la La memoria de una sociedad es
Shoá. La memoria de este evento adqui- algo que es difícil definir exactamente en
rió progresivamente una dimensión in- sus contornos. No es algo “natural”, que
ternacional más y más importante, hasta se forma de manera espontanea, sino el
volverse un paradigma y una referencia resultado de una competencia y de un
ineludible. Así, podemos ver que en el enfrentamiento entre las memorias so-
funcionamiento de la memoria colectiva ciales particulares que existen en una
de un país intervienen no solo factores sociedad. Cada memoria aspira a ser re-
nacionales, sino también factores exter- conocida y a ocupar el espacio público:
nos al marco nacional. La globalización, la competencia se transforma a menudo
que borra en parte las fronteras nacio- en auténticas batallas de memoria para
nales, puede acentuar la influencia de
conquistar el espacio público. Cada me-
estos factores externos. Gracias a la te-
moria tiene sus fases, sus ciclos, su evo-
levisión, los eventos traumáticos que se
lución. Para comprender una memoria
inscriben en la memoria colectiva de un
país (como la purificación étnica en la nacional, es decir el patrimonio común
ex-Yugoslavia, el genocidio en Ruanda, de recuerdos y de olvidos de una socie-
los atentados del 11 de septiembre en dad, es necesario tomar en cuenta las di-
Nueva York) se desarrollan en parte bajo ferentes memorias sociales que la com-
la mirada de la opinión pública interna- ponen y que son como fragmentos de
cional. Es decir que ahora la memoria un mosaico en continua recomposición.
21