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OBJETIVOS:

 Demostrar la importancia del líquido amniótico en el embarazo y desarrollo del


feto.
 Describir el proceso de amniocentesis como técnica invasiva en el diagnóstico
prenatal.

PREGUNTA 6, 7 Y 8
6. Importancia del líquido amniótico.
El líquido amniótico es un fluido líquido que rodea y amortigua al embrión y luego al feto
en desarrollo en el interior del saco amniótico. Permite al feto moverse dentro de la pared
del útero sin que las paredes de éste se ajusten demasiado a su cuerpo, además de
proporcionarle sustentación hidráulica. A las dos semanas después de la fertilización,
el saco amniótico crece y comienza a llenarse, principalmente con agua. Posteriormente
tras la evolución del embarazo, este líquido ya no tiene exclusivamente agua, pues
paulatinamente y al principio por filtración de la circulación materna y posteriormente por
la circulación fetal, el líquido aumenta su densidad con proteínas, carbohidratos,
lípidos/fosfolípidos, urea y electrolitos, los cuales contribuyen al desarrollo del feto. En
los últimos estados de gestación la mayor parte del líquido amniótico está compuesto
por orina del feto.

7. Usos clínicos del estudio del líquido amniótico.


El estudio de la composición bioquímica y tipo de células contenidas en el líquido
amniótico, es el medio privilegiado para valorar la salud y madurez fetal (identificación
de surfactante para valorar madurez pulmonar, estudio genético de las células
descamadas para determinar en forma precoz alteraciones genéticas del feto), además
de que cuando es necesario, se pueden administrar medicamentos al feto por esta vía.
El estudio del líquido amniótico tiene una gran importancia en la medicina peri natal,
permite valorar el estado fetal, es extremadamente útil en la solución de problemas
clínicos siendo especialmente relevante en

 El estudio del grado de madurez pulmonar y bienestar fetal.


 En el diagnóstico prenatal de alteraciones cromosómicas.
 Enfermedades genéticas y metabólicas.
 Determinar niveles de bilirrubina en el manejo de la isoinmunización a través de
la espectrofotometría del LA.
 En la determinación de marcadores fetales como la alfa

8. Amniocentesis: Definición, indicaciones, tipos: precoz/tardía, procedimiento, riesgos


DEFINICIÓN
La amniocentesis es un procedimiento invasivo de Diagnóstico Prenatal que consiste en la
introducción de una aguja espinal a través de la pared abdominal materna para aspirar una
muestra del líquido amniótico.
INDICACIONES

En la actualidad, las indicaciones más frecuentes de la amniocentesis se resumen en la


tabla 1.
Estas indicaciones las podemos resumir en embarazos considerados de alto riesgo para
aneuploidías (estudio de tamizaje con riesgo 1:50 o menor en el primer trimestre, o de
1:270 en el segundo trimestre) y padres portadores de cromosomopatías hereditarias.
La amniocentesis usualmente está indicada entre las 16 a 20 semanas de gestación.
Grandes estudios multicéntricos tienden a confirmar la seguridad y exactitud del
diagnóstico citogenético, que se estima superior al 99%; se reporta que la pérdida fetal
por el procedimiento con ecógrafos de alta resolución en la actualidad es de 1 en 300 a
500, incluso menor según el centro donde se realice.
TIPOS: PRECOZ/TARDÍA

 Precoz:
Se inicia antes de la semana 20, cuando aún las células amnióticas son las que
principalmente forman el líquido amniótico.
Su finalidad suele ser un diagnóstico de enfermedades cromosómicas o hereditarias.
 Tardía
Se inicia el procedimiento después de la semana 20, una vez que el líquido es
formado principalmente por sangre materna y sangre fetal.
Suele tener por objeto la evaluación de la madurez de la gestación del posible
sufrimiento fetal.

PROCEDIMIENTO

En primer lugar, el médico realiza un ultrasonido para localizar el feto, la placenta y los
sacos de líquido amniótico para tomar una muestra.
Luego, limpia el abdomen de la mujer con una solución antibacteriana.
Guiado por ultrasonido, el médico introduce una aguja delgada que penetra en el
abdomen y el útero para entrar en el saco amniótico. Luego, extrae alrededor de una a
dos cucharadas de líquido y retira la aguja.
Después de tomar la muestra, el médico comprueba que los latidos del corazón del feto
sean normales mediante un ultrasonido. La totalidad del procedimiento sólo lleva
algunos minutos.

RIESGOS

Son poco frecuentes las complicaciones graves de la amniocentesis realizada en el


segundo trimestre. Sin embargo, el procedimiento representa un pequeño riesgo de
aborto espontáneo.
Menos de una de cada 500 mujeres a una de cada 300 tiene un aborto espontáneo
después de una amniocentesis. Un estudio reciente sugiere que el riesgo de aborto
espontáneo puede ser de apenas uno en 1,600. Otras complicaciones, como las
infecciones uterinas, son muy poco frecuentes y se dan en menos de uno de cada 1,000
casos.
No se recomienda la realización de una amniocentesis durante el primer trimestre.
El riesgo de pérdida del embarazo después de una amniocentesis puede ser inferior
cuando el médico que realiza el procedimiento cuenta con amplia experiencia.

CONCLUSIONES

 El líquido amniótico comienza a cobrar gran importancia debido a que representa


el medio que protege al feto, además se renueva constantemente y permite que
se desplace en el útero y se mantenga con la temperatura ideal hasta el
momento del parto.
 Esta prueba consiste en la obtención de una muestra del líquido amniótico que
rodea al feto. En este análisis, el ginecólogo extrae líquido amniótico, este
contiene células del embrión que son las que el ginecólogo puede analizar para
buscar cambios en el material genético.
BIBLIOGRAFIA

 Coronado PJ et al. Estudio de las alteraciones cromosómicas mediante


amniocentesis. Acta Ginecológica 1995; 52: 139
 VV.AA. El Manual Merck de Diagnóstico y Terapéutica. 8.ª edición. Barcelona:
Doyma, 1989.
 Pacheco J, Huamán GM. Medición de líquido amniótico por ultrasonografía, X Congreso
Peruano de Obstetricia y Ginecología. Tomo del Congreso 1990.
 Pacheco J, Huamán GM, Lino A, Gómez M. Experiencia ecográfica en complicaciones
en la segunda mitad de la gestación. Ginecol Obstet (Perú) 1988: 34: 11.

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