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Nota sobre Malcolm Lowry

por Nicolás Magaril

En 1927 Lowry se puso de acuerdo con su padre, un próspero podríamos describir como una religión de la muerte”, con el mura-
comerciante de Liverpool, para trabajar como voluntario en un lismo, con una verdadera cultura comunitaria de la cantina y con
transatlántico con destino a Japón. La prensa local dio breve cuen- el mezcal, en el cual, dijo también, “radica el principio de esa fuer-
ta de la extravagancia del joven, que llegó al muelle en limusina, lo za divina o demoníaca de México”. Lowry se sabía siguiendo a su
cual levantó suspicacias de clase entre la tripulación, aunque él manera la ruta de Ambrose Bierce (desaparecido en Chihuahua en
declarara antes de zarpar: “No silk-cushion youth for me. I want 1913 con alguna facción de la División del Norte), de Hart Crane
to see the world, get some experience of life before I go back to (que saltó al Golfo de México desde el barco que lo llevaba de
Cambridge”. De esa primera incursión marítima a los dieciocho vuelta) o de D.H. Lawrence (que concibió en Sayula descripciones
años, útil y menos romántica de lo esperado, resultó Ultramarine, de intensidad magistral y abstrusas plataformas de regeneración
nouvelle experimental sobre el viaje iniciático de Dana Hilliot ritual neo-azteca y proto-fascista), entre otros escritores de habla
entre hombres duros y a veces mezquinos. Tal sería su método de inglesa para los cuales esa “fuerza divina o demoníaca” había sido
trabajo de allí en adelante: la proliferación narrativa a partir de un extrema en cualquier sentido. Previsiblemente, el matrimonio no
núcleo autobiográfico. Al margen del tremendo anecdotario etíli- prosperaba, y Jan Gabrial lo dejó. Entonces, después de una des-
co que hizo la leyenda de Malcolm Lowry (una buena síntesis pedida patética en México D.F., Lowry tomó una decisión que cali-
puede leerse en Vidas escritas de Julián Marías), el interés que des- ficaría de “cruelmente constructiva”: irse a Oaxaca (donde le dije-
pierta su biografía no es más o menos auxiliar, sino que se ron que se destilaba el mejor mezcal del país). Se hospedó en el
sobreimprime al que despierta su obra –construida, como señaló mismo hotel en el cual Lawrence había concluido The Plumed
Stephan Spender, “by piecing together situations which are self- Serpent, bebió lo suficiente como para liquidar cualquier otro orga-
identifications”. nismo (fue proverbial su capacidad de resistencia y de recupera-
En 1930, mientras cursaba en Cambridge y trabajaba en ción), recorrió la sierra a caballo con su amigo medio zapoteca
Ultramarine, Lowry se apuntó como ayudante de fogonero en un Juan Fernando Márquez y terminó en la cárcel, víctima de una
buque a Noruega para conocer al escritor Nordahl Grieg: de allí especie de psicosis de espionaje, persuadido de que lo vigilaban los
surgió In Ballast to White Sea, y el retrato de un álter ego con el cual sinarquistas de la Unión Militar financiada por Franco y Hitler
llegó a sentir especial afinidad: Erikson. Después estuvo un tiem- para conspirar contra la reforma agraria de Lázaro Cárdenas y
po en Londres (mayormente en las tabernas del Barrio Latino) y sabotear el funcionamiento del Banco Ejidal (es decir, los mismos
en 1933 viajó con su tutor Conrad Aiken a Granada, donde cono- que, en Under the Volcano, pretende denunciar Hugh con su último
ció a Jan Gabrial, una actriz norteamericana. Se casaron en París al telegrama antes de renunciar al “Globe”, los mismos que acaso
año siguiente y de ahí pasaron a Nueva York, ciudad en la cual balearon al indio de la carretera mientras iban de camino al rodeo
“puede resultar notablemente difícil colocarse del lado adecuado en Tomalín, y que finalmente asesinan al Cónsul frente a la canti-
de la propia desesperación”, según le escribió a un amigo. El alco- na “El Farolito” en Parián, acusándolo de “Bolcheviski prick”,
holismo de Lowry ya era preocupante en esos años y se internó en “member of the Brigade Internationale”, “spider” y “Jew chin-
un manicomio de Manhattan: una “peregrinación deliberada”, gao”. El Banco Ejidal, por su parte, tendrá cabida en la novela:
reconoció después, en busca de materia prima para el relato que Juan Cerillo, el oaxaqueño que había conocido Hugh en España
finalmente se tituló Lunar Caustic, sobre un alcohólico inglés llama- durante la Guerra Civil, trabajaba entregando los créditos agrarios
do Bill Plantagenet, que se interna deliberadamente en un hospital al campesinado, y está inspirado también en la figura de Juan
psiquiátrico buscando menos un tratamiento que algo como “el Fernando Márquez). Lowry logró salir de México en julio de 1938,
significado de la muerte”, de la cura, la locura, la visión, la pesadi- en un estado calamitoso a juzgar por una famosa carta de SOS que
lla, la bondad, o tal vez “una manera curiosa de conocer Estados le mandó a John Davenport, y con el germen de lo que, después
Unidos”. El matrimonio se mudó a Los Ángeles unos meses y de siete años de trabajo diario, sería una obra maestra.
entró a México el 30 de octubre de 1936 por el puerto de En 1939 Lowry se enamoró en Los Ángeles de Margerie
Acapulco en el S.S. Pensylvania. Se instalaron en la ciudad de Bonner, que sería su segunda y definitiva esposa y que lo ayudó
Cuernavaca. Yendo de excursión a un jaripeo en un pueblo de las mucho a proseguir su obra. Se instalaron en Vancouver (allí traba-
inmediaciones encontraron a un indio de la zona agonizando jaron en la segunda y tercera versión crecientes de Under the
junto a su caballo al costado de la carretera. Este incidente derivó Volcano, rechazada esta última por diecisiete editores), y luego en
en un cuento que se convertiría en el capítulo ocho de Under the una cabaña que construyeron ellos mismos en una ensenada para-
Volcano y en el cual hizo su primera aparición el gran personaje disíaca sobre el Atlántico en Dollarton, Columbia Británica
Geoffrey Firmin, ex Cónsul británico en “Quauhnáhuac” (toponí- –Canadá, junto con México y un lejano anhelo nórdico, sería otra
mico azteca preferido por Lowry en vez de su deformación foné- fuente de inspiración de la imaginería de Lowry. Dichoso y des-
tica durante la Conquista para Cuernavaca, y que significa “cerca provisto de bares en las inmediaciones, el escritor había logrado
del bosque”). Lowry se había encontrado en México con un pai- un razonable autodominio. Pero la mañana del 7 de junio de 1944
saje grandioso de volcanes, bosques y barrancas, palacios y jardi- la cabaña se incendió. Margerie salvó los manuscritos de la cuarta
nes coloniales, una coyuntura política postrevolucionaria esperan- y última versión de la novela; otros, como los muchos de In Ballast
zadora y compleja (que captó inmediatamente e integró al contex- to White Sea con su protagonista Erikson, y todas sus pertenencias,
to internacional), una religión que, dijo, “rudimentariamente se quemaron. Poco después recorrieron en ferry las islas del estre-

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cho de Georgia buscando algún terreno donde instalarse y cons- de análisis pertinentes: “el libro ha sido diseñado, contradiseñado
truir otra cabaña. No lo consiguieron, pero la excursión dio pie a y soldado de tal modo que puede leerse un indefinido número de
October Ferry to Gabriola. veces, sin agotar todos su sentidos, su drama o su poesía”. Lowry
En 1945 Lowry decidió que tenía que volver a México, esta vez afirmó haber dicho en él “algo nuevo sobre el fuego del infierno”.
en avión. Las causas (conjurar el pasado, nostalgia del delirio, reen- El episodio de la carta está registrado en Dark as the Grave…: tam-
contrar a Juan Fernando Márquez, mostrarle México a su segunda bién se nos dice que, antes de terminarla, Wilderness había inten-
esposa) y las alternativas de ese viaje cuyo destino último era tado cortarse las venas, pero de modo “casi experimental”. La
Oaxaca, la “Ciudad de la Noche Terrible”, se convirtieron en Dark segunda salida del país fue ciertamente un infierno: los funciona-
as the Grave Wherein my Friend is Laid –a saber: en Oaxaca se ente- rios de migraciones retuvieron al matrimonio en Acapulco por
ran de que Juan Fernando había sido asesinado en una borrache- una supuesta multa que Malcolm no había pagado en su anterior
ra, en circunstancias parecidas a las del Cónsul. Lowry tenía moti- estancia. Se podrían haber ahorrado toda la infamia burocrática (ir
vos suficientes para estar más bien inquieto respecto de ciertas de Acapulco a la ciudad de México ida y vuelta varias veces) de
coincidencias pero también de sus posibilidades literarias. En este haber sabido que un soborno a la persona indicada razonablemen-
punto, el procedimiento autobiográfico se vuelve casi naturalmen- te proporcional al delito, conocido como “mordida”, hubiese zan-
te metaficcional, y Bajo el volcán comienza a funcionar como el eje jado el asunto: suficiente para otra novela que se iba a titular, desde
de una constelación narrativa: tras el incendio de su cabaña en luego, La mordida.
Eridanus, Sigbørn Wilderness y su esposa Primrose viajan a En 1947 se embarcaron en Vancouver hacia el puerto de Le
México en avión desde Vancouver con escala en Los Ángeles, Havre por el Canal de Panamá. En Through the Panama (que tradu-
mientras esperan noticias de los editores a los que habían enviado jo Salvador Elizondo), el autobiografismo, convertido en metafic-
la última versión de la novela titulada El valle de la sombra de la muer- ción, se vuelve de nuevo, paródicamente, sobre su propia ilusión:
te, precisamente salvada del fuego. En Cuernavaca (intentando se trata del diario de bitácora de Sigbørn Wilderness, que intenta-
sobrellevar el trauma del incendio, el éxito reciente de otra novela rá escribir a bordo una novela sobre un personaje (Martin
que se le había anticipado sin mérito al tema del alcoholismo, con Trumbaugh) que “se encuentra envuelto en la trama de la novela
una sensación de “fracaso rotundo” y “pánico atroz, total y per- que él mismo ha escrito, como me pasó a mí en México”, y agre-
manente” agudizada por la sospecha de estar “viviendo lo que ga: “ahora resulta que me estoy enredando en la trama de una
debería estar escribiendo”), Lowry-Wilderness recibe la noticia de novela que apenas he comenzado a escribir”. Varios escritores ya
que Under the Volcano-El valle de la sombra de la muerte no había sido habían explorado temas vecinos, Wilderness se acuerda de
rechazada: el lector del editor Jonathan Cape sugería, entre otras Pirandello, pero anota: “¿acaso les sucedió alguna vez a ellos mis-
observaciones, recortar casi la mitad de la novela y reescribir lo mos?”. Una vez que cruzan el Canal es indistinto si el que habla es
restante. Lowry replicó con una extensa carta fechada el 2 de Sigbørn o Martin; en cualquier caso, es “Lowry”. Después de visi-
enero de 1946 en Cuernavaca, que es un documento precioso de tar varias ciudades de Europa, el matrimonio se instaló en una
autoexégesis literaria en el que se expone la necesidad de sus múl- nueva cabaña en Dollarton. El 14 de julio de 1949, estando
tiples elementos, capítulo por capítulo, en cada uno de los niveles Margerie en Los Ángeles, Malcolm se cayó desde un embarcade-
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ro, se lesionó la columna, fue internado, tuvo alucinaciones y imaginación autodestructiva acicateada por el alcohol y los celos
empezó a escribir The Ordeal of Sigbørn Wilderness. funciona como en algunos personajes perfectamente sobrios de
Hacia 1951 Lowry había publicado algunos relatos en revistas y Henry James: el Cónsul se encamina a la perdición ineluctable
dos novelas (Ultramarine en 1933, Under the Volcano en 1947) pero –“though in a delightful way”. En uno de los tantos pasajes memo-
tenía varios miles de páginas mecanografiadas (por Margerie): rables de la novela encuentra una botella de tequila que había
inmenso “work in progress” que empezó a visualizar como un escondido (de sí mismo) entre la maleza del jardín de su casa. Toma
ciclo cuyo título general era The Voyage That Never Ends. A todo unos tragos como una bendición y empieza a notar la minuciosa y
esto, su dipsomanía parecía incurable. Hicieron todavía un último extraordinaria actividad que lo rodea: la acción se incrementa en el
viaje en barco a Sicilia en 1954 con la esperanza de encontrar un espacio de la conciencia. Todo adquiere a su alrededor una cualidad
lugar tranquilo, que no encontraron. En 1955, en Londres, Lowry como de epifanía. El humorismo está en los desplazamientos aní-
fue sometido a una terapia de aversión y electrochoque a la no tan micos, psicológicos y perceptivos de un hombre condenado a dis-
vieja usanza, que tampoco surtió efecto. Lowry se mató (“by frutar la belleza de su propia caída: “there was something in fact
misadventure” fue la carátula) con amital sódico el 27 de junio de almost beautiful about the frightful extremity of that condition”.
1957, a los cuarenta y nueve años, en Ripe, una aldea al sureste de No en las condiciones de su propia muerte, que es abyecta, y en
Inglaterra, donde había recalado pero como quien huye, según el esto se parece más a Joseph K.: tiran su cadáver a la barranca, y
título de su última biografía, “pursued by furies”1. detrás de él a un perro muerto. Pero la última palabra que el Cónsul
escucha de un mexicano no serán las bravuconadas reaccionarias
Bajo el volcán es el relato en doce capítulos de las últimas doce en spanglish de los sinarquistas, sino la voz de un viejo, que se le
horas (de las siete a las siete del 2 de noviembre, Día de Muertos, acerca mientras agoniza y le dice “compañero”.
de 1938), en la vida de Geoffrey Firmin, recientemente cesante del Bajo el volcán es una tragicomedia sobre la necesidad y la imposi-
servicio diplomático tras el conflicto entre México e Inglaterra a bilidad del amor, con cartas no enviadas, no recibidas o leídas tarde,
propósito de la nacionalización del petróleo. Su esposa Yvonne, extraviadas o en manos de terceros en discordia. Al comienzo,
que lo había dejado hacía más de un año y remitido poco después Yvonne y Geoffrey se detienen frente a la vitrina de una imprenta
una carta de divorcio desde los Estados Unidos, regresa ese día a y miran la foto de un fenómeno geológico registrado en la Sierra
Quauhnáhuac, para intentar salvar la relación y empezar de nuevo, Madre: la separación y desintegración respectiva de las partes de un
tal vez en algún lugar perdido de la Columbia Británica canadien- depósito glacial. La imagen anticipa el desenlace: “the violence of
se. Entretanto, el Cónsul había estado en Oaxaca buscando “the the fire which split the rock apart also incited the destruction of
misericordes of unimaginable cantinas”, le había rogado a “la each separate rock”. Otros tantos símbolos y emblemas van apare-
Virgen de los que no tienen a nadie” por el regreso de Yvonne, su ciendo y reapareciendo conforme transcurre el Día de Muertos en
afición cabalística iba derivando en una especie de esoterismo Quauhnáhuac, después en Tomalín y finalmente en Parián: los cor-
negro vagamente fáustico, y su dudosa actuación con prisioneros tejos fúnebres, las ofrendas y las “chocolate skulls”, una publicidad
de un submarino alemán durante la Primera Guerra lo atormenta- del film “Las manos de Orlac” con Peter Lorre, un caballo con el
ba con culpas concretas y atávicas. En un momento se encuentra número siete en un anca, la rueda de la fortuna y la “Máquina
con su amigo el Dr. Vigil y le pregunta “what would you do for a Infernal” de la feria, el Popocatépetl y la barranca de Amenalco, los
case of chronic, controlled, all-possessing and inescapable deli- “pariah dogs”, los zopilotes, los escorpiones, el armadillo de la niña
rium tremens?”. y la gallina de la vieja que juega al dominó, la tragedia de
También están Hugh, el medio-hermano de Geoffrey, y Jacques Maximiliano y Carlota, el infierno de Fausto (el de Marlowe) y el
Laruelle, un cineasta francés que había sido amigo suyo de la infan- cielo de Margarita, la selva oscura de Dante, la selva simbólica de
cia: ambos se habían acostado alguna vez con Yvonne. El Cónsul Baudelaire, el árbol sefirótico de la Cábala, las botellas, las conste-
no acaba de perdonarlos, a ninguno de los tres: “a despairing bewil- laciones, lo quijotesco, el mezcal y la batalla del Ebro. Lowry orga-
dered jealousy which, when deepended by drink, turn into a desire niza un sistema de símbolos y fantasmagorías aleatorias en la
to destroy myslef by my own imagination”. Cada cual tiene una encrucijada histórica del siglo. Llegan noticias de que las Brigadas
específica y complementaria función narrativa. El primer capítulo, Internacionales han abandonado España, de que los Republicanos
desde la perspectiva de Laruelle, sucede exactamente un año des- están perdiendo la batalla del Ebro y de que concretamente la civi-
pués del fatídico 2 de noviembre de 1938. Es una obertura en la que lización está al borde de un desastre criminal de proporciones
se presentan los múltiples motivos de la novela y que establece su monstruosas. Lowry destacó este elemento en su carta a Jonathan
dinámica rotativa. Del capítulo 2 al 12 la acción se precipita crono- Cape: “la ebriedad del Cónsul se emplea en cierto plano para sim-
métricamente desde la llegada de Yvonne a la plaza de bolizar la ebriedad universal de la humanidad durante la guerra, o
Quauhnáhuac (había entrado por el puerto de Acapulco en medio durante el período inmediatamente precedente, que es casi lo
de una nube de mariposas) hasta el asesinato del Cónsul, pero en mismo”.
virtud de un estilo parentético y digresivo que expresa el “whirling 1 Hay por lo menos dos biografías críticas monumentales de Lowry, que
cerebral chaos” del protagonista siguiendo un nítido desarrollo se complementan: Malcolm Lowry. A Biography (1973), de Douglas Day y
argumental. Se podrían aplicar a ciertos momentos de la prosa de Pursued by Furies. A Life of Malcolm Lowry (1994), de Gordon Bowker.
Lowry los atributos que él mismo refiere a la maníaca lucidez del Ambas traducidas y publicadas por el Fondo de Cultura Económica, en
Cónsul: “senseless frenzy, but controlled”. El mecanismo de esa 1983 y 2008 respectivamente.
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