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Voz Del Docente
Voz Del Docente
Muchos profesores y maestros piensan que el uso de su voz es suficiente para una
correcta transmisión de los conocimientos que imparten, considerando que sus alumnos
pueden concentrar su atención por largo tiempo, además de que los conocimientos y
experiencias previas que poseen les facilitan asimilar su mensaje, solo con la utilización
de su expresión oral.
Olvidan que muchos elementos internos y externos conspiran en su contra y que logran
distorsionar el mensaje, a veces en tal medida, que los estudiantes “no entienden nada”,
a pesar de los profundos conocimientos de su materia que tiene el profesor.
Desde la famosa Retórica de Aristóteles, hasta la actualidad, numerosos autores han
dado múltiples consejos sobre la utilización de la voz para la locución, el discurso o la
impartición de clases. Aquí la enfocamos como el principal medio de enseñanza de que
dispone el docente, pero para lograr su mayor eficacia debemos atender a algunas
recomendaciones que son válidas no solo para maestros y profesores, sino para todos
los que han de dirigirse a un público que los escucha, sean periodistas, animadores,
locutores, pastores, sacerdotes, etc.
Hace más de cien años, en su artículo “Clases orales” publicado en la Revista Universal
de México, el 18 de junio de 1875, Martí se refería a la forma en que deberían exponerse
los contenidos, después de observar las clases que se dictaban en el Colegio de
Abogados de ese país, por medio de la lectura de conferencias escritas.
Escribía Martí:
“La atención se cansa de fijarse tanto tiempo en una materia misma, y el oído
gusta de que distintos tonos de voz lo sorprendan y lo cautiven en el curso de
la peroración. La manera de decir realza el valor de lo que se dice: - tanto, que
algunas veces suple a esto”.
Las recomendaciones que hizo el Apóstol, de quien se dice fue un orador y maestro
destacado, tienen hoy plena vigencia.
Cuando se habla en la clase, el ritmo o velocidad del habla debe ser más lento
que en la conversación normal, de lo contrario los estudiantes sólo entenderán
las primeras y las últimas palabras.
Utilice pausas al hablar. Existe un número “mágico” que es 7+-2 palabras. O
sea, en cada emisión de voz usted debe pronunciar entre 5 y 9 palabras. Por
supuesto que no va a estar contando las palabras cuando habla. Para entrenarse
se hace un ejercicio sencillo: se toma un párrafo cualquiera de un libro,
periódico o revista, se divide con líneas verticales de acuerdo a esa norma y se
lee varias veces hasta que el cerebro se habitúa a ese ritmo. Con relación a esta
medida también hay que tener en cuenta que no se puede dejar una o varias
palabras aisladas o carentes de sentido solo porque no caigan en este rango.
La entonación de la voz en el aula tiene que ser más pronunciada que en la
conversación normal. Por ejemplo: si se hace una pregunta hay que recalcar la
entonación ascendente al final para que pueda ser entendida. Los cambios de
tono al hablar (más agudo o más bajo) dan interés a lo que se dice y evitan la
monotonía.
Utilice la mímica al hablar, la expresión del rostro y los gestos corporales
ayudan a transmitir los conocimientos. Los desplazamientos discretos en el aula
contribuyen a mejorar la atención.
Practique la correcta dicción (pronunciación) de las palabras en voz alta, óigase
a usted mismo. Sobre todo, de aquellas palabras nuevas o en idiomas
extranjeros. Si no conoce la pronunciación correcta de una palabra en otro
idioma, dígala en español, pero evite las mezclas que muchas veces son
desafortunadas. Tenga presente que muchos vicios de dicción se adquieren
durante la infancia y son muy difíciles de erradicar.
Evite la repetición de términos como “entienden”, “entonces”, “bien”, etc.
También sonidos como “eeee” y otros que dispersan la atención de los oyentes.
Este tipo de error de dicción conocido como “muletilla” es difícil de erradicar
y la mayoría de las veces el hablante lo repite sin darse cuenta. Los arrastres del
final de algunas palabras seguidas de pausas muy largas dan idea de
inseguridad.
Observe a sus estudiantes cuando habla, por ellos se dará cuenta si su mensaje
es entendido o no, si muestran interés en lo que les dice o solo desean que
termine la clase para que se vaya.
Por último, recuerde que la inseguridad, el temor, la cólera, la tristeza y otras
emociones se transmiten por la voz. Domine su voz, usted es un artífice de la
comunicación y como tal tiene que aprender a conducirse.
Cuidado de la voz
Utilice una intensidad para hablar que le resulte cómoda, no grite. Hable de
manera que lo puedan escuchar los últimos alumnos del aula, pero no tan alto
que los aturda. Para aumentar la potencia de la voz debe acostumbrarse a
contraer el abdomen cuando habla para impulsar el aire con mayor fuerza.
Evite cualquier cosa que pueda ser irritante antes de su clase como fumar,
ingerir bebidas alcohólicas, líquidos muy calientes o comidas muy
condimentadas o calientes.
No hable nunca mientras borra la pizarra o escribe en ella. El polvo de la tiza
es altamente irritante para sus órganos fonatorios. Mantenga la boca cerrada.
Descanse la voz entre turnos de clase o al terminar su sesión de trabajo.
No hable innecesariamente durante turnos muy largos. Planifique sus
intervenciones, haga que los estudiantes trabajen independientemente.
No compita con los ruidos externos, como el paso de un camión o una
motocicleta. Espere a que disminuyan o acérquese a los estudiantes. Si sus
alumnos hacen mucho ruido entonces hable usted más bajo, comprobará que es
más efectivo que gritar más que ellos.
Los locales que tienen el techo (puntal) muy alto producen una reflexión de las
ondas sonoras conocida como “reverberación”, que se siente como un eco. Si
su aula tiene esas condiciones trate de hablar más bajo para evitarla.
Trate de ingerir bebidas ligeras o agua fresca entre turnos de clase, que
lubriquen y alivien la laringe (no excesivamente frías).
Evite contraer catarros o gripe, sobre todo durante invierno. No sienta
vergüenza por rechazar la cercanía o las muestras de afecto (besos y abrazos)
de personas infectadas, está protegiendo su principal instrumento de trabajo.
Dar clases en locales con aire acondicionado donde la temperatura sea muy fría
puede ser irritante para su voz. Protéjase también para hablar, de ventanas y
puertas por donde entren fuertes corrientes de aire o polvo.
Ante cualquier disfonía (ronquera) persistente, dolor u otros síntomas inusuales
de sus órganos fonatorios acuda al médico enseguida.
¿Estás enseñando en tu voz normal? Cada maestro puede recordar esto desde el primer
año en el aula: pasar esos primeros meses hablando en un rango superior a lo normal
hasta perder la voz.
2. Esperar a que los alumnos se calmen para poder hablar a un ritmo y tono
adecuados.
Es importante esperar a que los alumnos bajen su ritmo de actividad para poder utilizar
el timbre de voz adecuado, no debe ser ni alto ni muy bajo, debe encontrarse en un
estado normal como cuando estamos conversando. Para utilizar el tono de voz
adecuado se irá midiendo conforme avanza la clase.
La celebración de una mano en el aire, y haciendo contacto visual con los estudiantes
es una gran manera de calmar la clase y obtener su atención. Se lleva un tiempo para
que los estudiantes se acostumbren a esto como una rutina, pero funciona de maravilla.
Pídeles que levanten la mano junto con usted hasta que todos estén arriba. Luego baja
la tuya y comienza a hablar. Con los estudiantes más jóvenes, intentar aplaudir tres
veces y enseñar a los niños a aplaudir rápidamente de nuevo dos veces. Esta es una
manera divertida y activa para llamar su atención y todos los ojos en ti.
4. Problemas de comportamiento
Asegúrese de hacer frente a un problema entre usted y un alumno o entre dos alumnos
lo más rápido posible. Los malos sentimientos – de su parte o los estudiantes – pueden
crecer tan rápidamente de un grano de arena en las montañas. Ahora, para el manejo
de los conflictos sabiamente, y el estudiante debe alejarse de los otros estudiantes, justo
en la puerta del salón de clases, tal vez. Espere hasta después de la instrucción, si es
posible, evitar la interrupción de la lección. Haga preguntas ingenuas tales como,
“¿Cómo podría ayudarte?” No acuse al niño de cualquier cosa. Actuar como sumo
cuidado, incluso si usted tiene el sentimiento opuesto en ese momento. El estudiante
suele ser desarmado porque podría estar esperando que te enfades entrar en un tipo de
confrontación. Y, si tiene que hacer frente a la mala conducta durante su instrucción,
siempre tienen un enfoque positivo. Diga, “Parece que tienes una pregunta” en lugar
de “¿Por qué hablas tanto?” Cuando los estudiantes tienen conflictos entre sí, los
arreglos para reunirse con los estudiantes pueden ser en el almuerzo, o a la salida. Usa
un lenguaje neutral, tu función como profesor es ser mediador, ayudando a resolver el
problema pacíficamente, o al menos llegar a una tregua agradable.
Este consejo es el más importante de todos. Tal vez has escuchado el dicho, si no tienes
un plan para ellos, van a tener uno para ti. Siempre planifica tus clases. Es mejor
quedarse sin tiempo que a escasear en una lección por no tener los contenidos
adecuados. Si tienes estudiantes aburridos, van a haber problemas. Si la lección está
mal planeada, habrá mucho ruido en el salón. Todos sabemos que las lecciones
atractivas mantendrán a tus alumnos interesados y motivados.
Comparte con nosotros tus experiencias de gestión del aula: ¿Qué desafíos específicos
tienen? ¿Qué estrategias han funcionado bien para ti y sus estudiantes? Por favor,
comparta en la sección de comentarios.
9 consejos para cuidar la voz y que no falle en clases
La voz es nuestra principal herramienta de trabajo, dependemos diariamente de
ella y debemos cuidarla. Muchos caemos en el error de asociar una disfunción vocal a
simples resfriados o una resaca, pero a veces puede ser algo mucho más serio. Los
profesores estamos en promedio 6 horas diarias sobre-exigiendo nuestras cuerdas
vocales, por lo que es necesario conocer algunos tips para hacerlo del modo menos
invasivo. A continuación, te dejamos 9 consejos para enfrentar esta situación:
1.- Toma el suficiente aire antes de hablar. El aire es como la bencina que permite
la vibración de nuestras cuerdas vocales.
2.- Respeta tus descansos. Las estructuras que producen la voz son músculos, por
lo que requieren descanso diario para su correcto funcionamiento. Evita hablar en
exceso cuando llegues a tu hogar.
3.- Bebe mínimo 2 litros de agua diarios, de este modo lubricarás el aparato
fonador.
4.- Evita ‘carraspear’ en exceso ya que puede dañar los pliegues vocales. Si
sientes molestias, reemplaza el ‘carraspeo’ por un trago de agua.
5.- No estires tu cuello al hablar, una postura adecuada mientras usas la voz ayuda
en su cuidado.
6.- Evita hablar demasiado en ambientes secos, muy calefaccionados o con aire
acondicionado ya que disminuyen la hidratación de las cuerdas vocales. Si no puedes
evitarlo, apóyate con agua.
7.- Utiliza estrategias poco invasivas para llamar la atención de tus alumnos. No
grites, mejor aplaude o míralos seriamente en silencio.
8.- Evita el alcohol, café y cigarrillos. También cuídate de los cambios bruscos
de temperatura.
9.- Si estás pasando una disfonía por más de una semana, debes acudir
inmediatamente al doctor, sobre todo si la disfonía no está asociada a un resfrío. Evita
la automedicación.
La clase expositiva
Ventajas:
Desventajas:
Cómo se aplica:
Sugerencias:
Debate: Permite una evaluación cualitativa, es posible observar las capacidades del
alumno para argumentar, así como ciertas actitudes.
Un caso específico de prueba escrita dentro de las pruebas objetivas son los exámenes
tipo test en los que se plantean preguntas cerradas con las respuestas predefinidas. Los
alumnos deben seleccionar la o las respuestas correctas entre las opciones planteadas.
Generalmente suelen ser enunciados breves y respuestas igualmente no muy extensas.
La ventaja de este tipo de prueba es su carácter objetivo, puesto que la puntuación no
depende del profesor que corrige, siendo posible incluso utilizar un lector óptico. Por
una parte, presenta para el docente la ventaja de la rapidez y facilidad de evaluación.
Entre los inconvenientes, las pruebas de tipo test son de difícil elaboración por parte
del profesor. La falta de concreción de las preguntas y la ambigüedad que pueden
presentar las respuestas son otros problemas. Por otra parte y por lo general, las
materias son ricas en matices y difíciles de encajar en una evaluación de preguntas
cerradas con múltiples respuestas predeterminadas. Este sistema de evaluación fomenta
en los docentes y en los alumnos un enfoque centrado en los aspectos que se preguntan,
por ejemplo, definiciones y clasificaciones. No desarrollan en el alumno el proceso del
pensamiento.
Grabaciones en audio o vídeo con guía de análisis: Cuando las grabaciones de audio
o vídeo se utilizan en la enseñanza y el aprendizaje, los docentes pueden valorar el
grado de apropiación de los contenidos de los mismos mediante guías de análisis que
deben desarrollar los estudiantes.
Proyectos: Son aplicaciones de un tema o asignatura con los cuales se puede evaluar
el grado de apropiación de los conocimientos, habilidades y destrezas intelectuales. Los
proyectos permiten el ejercicio de la autonomía y la creatividad de los estudiantes. Los
aprendizajes son lentos y exigen gran inversión de tiempo y trabajo, pero los
aprendizajes son duraderos. Exigen mucha planeación de parte del docente para que el
estudiante reciba todas las orientaciones necesarias antes de emprender el trabajo (más
adelante se explica con mayor detalle).
Pruebas escritas: han sido el medio tradicional de evaluación del alumnado, sobre
todo en la universidad. Esta técnica presenta diversas variantes.
Prueba teórica: El estudiante debe contestar una serie de temas de carácter teórico
propuestos por el profesor. Estos temas pueden ser de carácter extenso, donde se evalúa
el conocimiento sobre un tema o apartado que el alumno debe desarrollar o cuestiones
más concretas y breves. Este tipo de evaluación puede plantear un aspecto determinado
derivado del programa de la asignatura impartida o pedir que se relacionen conceptos
y conocimientos a través de la relación de los conocimientos adquiridos.
Pruebas mixtas: Se utiliza de manera conjunta los dos tipos anteriores, se valora tanto
el aprendizaje teórico como la capacidad de resolver cuestiones prácticas mediante la
aplicación de los conocimientos teóricos adquiridos.
Pruebas objetivas: Se ocupan del conocimiento factual. La estructura de estas pruebas
consiste en un enunciado que especifica en términos precisos los logros previstos. La
redacción es tan exacta que sólo admite una interpretación para una única respuesta. Se
tiene en cuenta no sólo el número de respuestas correctas, en una relación de buenas
sobre el total de preguntas, sino la posición de cada estudiante en relación con el grupo
de referencia (posición en la curva de distribución normal de puntajes). Presenta
diferentes formas tales como: verdadero-falso, completar frases, opción múltiple
(simple o compuesta), etc.
La evaluación constructivista
Evaluación de competencias
Esta técnica también puede ser útil para el enfoque de evaluación constructivista.
La técnica de ejecución:
Esta técnica evalúa el producto resultante: una escultura, un ensayo escrito dentro de
criterios específicos, el resultado de un experimento, el resultado de un problema. El
producto para su evaluación puede ser comparado con ciertas características
esperadas (evaluación interna) o compararlo con otros productos como modelos
(evaluación externa).
• Destreza para explicar ideas y procedimientos, tanto en forma oral como escrita.
• Formular y probar hipótesis, trabajar con iguales (pares) en forma productiva.
• Hacer preguntas pertinentes.
• Hacer comentarios útiles cuando se escucha.
• Elegir problemas interesantes.
• Diseñar buenos experimentos.
• Tener una comprensión profunda de las teorías.
Criterios para evaluar una competencia
• Las técnicas de evaluación deben evaluar los conocimientos, destrezas,
capacidades, habilidades, actitudes y valores.
• Seleccionar las técnicas más pertinentes pueden ser, por ejemplo, las pruebas
escritas, la observación o la resolución de problemas o una combinación de
técnicas, dependiendo de la habilidad que se desee evaluar y o el área específica
de conocimiento.
Acerca de la evaluación: