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artículos

Adolescentes y jóvenes
en el conurbano bonaerense:
entre las buenas y las malas noticias
María del Carmen Feijoó *

Sin escapar a definiciones polémicas, este artículo revisa las posibilidades

materiales y simbólicas de transitar la adolescencia que tienen los jóvenes de

distintos sectores sociales y analiza qué lugar ocupa la escuela en este contexto.

*Socióloga, Universidad Este artículo tiene el propósito de describir y analizar la si-


de Buenos Aires. Oficial tuación de adolescentes y jóvenes de la provincia de Buenos
de enlace del Fondo de Aires quienes, hace ya un tiempo demasiado prolongado, se
Población de Naciones han convertido en depositarios de buena parte de los males
Unidas en la Argentina. que aquejan a ese territorio y al conjunto de la sociedad.
Docente universitaria e Estigmatizados a partir de las páginas de policiales, vueltos
investigadora del Conicet. triviales a partir de los programas de cumbia villera, cues-
Fue Subsecretaria de tionados por su desempeño escolar y laboral, visualizados
Educación bonaerense, por el ojo del periodismo amarillo de ciertos medios de
Subsecretaria de Calidad comunicación que, cuando encuentran eco favorable en
y equidad educativa de la opinión pública, lo hacen sólo a partir de su condición
la Nación, Secretaria de protagonistas involuntarios de las grandes tragedias ar-
ejecutiva del Consejo gentinas como en el caso de Cromañón,* la más cercana en
Nacional de Coordinación nuestro recuerdo.
de políticas sociales y
consultora de organismos *
El 30 de diciembre de 2004 en el local República Cro-
internacionales. mañón, ubicado en el barrio de Once de la ciudad
de Buenos Aires, se [continúa en página siguiente]

Adolescencia y juventud I 135


Se podrá decir que no se trata exclusi- quiénes son los adolescentes y los jóvenes.
vamente de los jóvenes y adolescentes bo- En un artículo ya clásico sobre el tema, Ce-
naerenses, sino de los de todo el país. Y es cilia Braslavsky (1986) define el alcance y las
cierto. Sin embargo, el caso de la provincia limitaciones del concepto juventud y señala,
de Buenos Aires es especialmente signi- como rasgo distintivo, que la juventud está
ficativo, entre otros aspectos, por el peso integrada por todos aquellos que “poseen
relativo que la misma tiene en relación con un margen de autonomía mayor que el de
el total del país y por el hecho, no menor, de los niños y menor que el de los adultos”.
que la configuración urbana del Gran Bue- Márgenes de autonomía y tramos de edad
nos Aires obliga a una convivencia forzosa y que están obviamente determinados por di-
forzada entre los más pobres y los más ricos mensiones sociales, económicas, culturales
de nuestra nación. y de época que hacen que el establecimiento
Por lo tanto, revisar esta situación supe- de los límites cronológicos dependan me-
rando las superficialidades troqueladas por nos de argumentos o características de tipo
los medios o por el sentido común requiere biológico que de tipo social.
tomar en cuenta cierta evidencia que permi- Hace ya mucho tiempo que Philippe
ta explicarnos la densa trama que convierte Ariès (1962) mostró que el surgimiento de
a los adolescentes y jóvenes bonaerenses la niñez como concepto sociológico requirió
en un problema social inequívoco del que cambios estructurales en la capacidad de
unánimemente se reconoce su condición de percibirla, esto es, que la edad no fue siem-
amenazante y que contrapone dos modelos pre un principio de diferenciación entre las
de manera implícita: el del buen adolescen- personas. Igualmente, tener ahora 12 o 13
te y joven al estilo Axel Blumberg* y el de años en un hogar de clase media no es lo
los adolescentes y jóvenes restantes. Antes mismo que tenerlos en una familia indi-
de entrar en el análisis, veamos cuáles son gente. Por ello, la configuración de correla-
los datos. ciones entre tramos de edad y pertenencia
a estadios de ciclo de vida es una cuestión
La evidencia empírica que debe subordinarse a las condiciones
Resulta relevante destacar el peso relativo sociales en las que esa vida se vive. Esto no
que tiene esta población en el total del país. implica desconocer la existencia de un deber
Sin embargo, es importante primero definir ser valorativo acerca de cómo deberían ser la

[viene de pagina anterior] produjo un incendio durante un recital de la banda de rock


“Callejeros”, que dejó como consecuencia 193 muertes y más de 700 heridos. [N. de E.]
*
En marzo de 2004 Axel Blumberg fue secuestrado y asesinado por sus captores en la locali-
dad de Moreno, provincia de Buenos Aires. El joven tenía 23 años y era estudiante de Inge-
niería. Su padre, Juan Carlos Blumberg, denunció públicamente la participación de menores
en el hecho y, para algunos sectores, se convirtió en el referente de un reclamo por mayor
seguridad. [N. de E.]

136 I Anales de la educación común


Más del 80% de los adolescentes de 13 a 17 años

se encuentra en los tres quintiles más pobres

de la provincia de Buenos Aires.

adolescencia y la juventud; deber ser que, cual es poco lo que sabemos de manera
sin embargo, está lejos de ser alcanzado por confiable. Y, por último, está la inseguridad
los diversos grupos sociales. Los propios de la que son víctimas en sus barrios; en
modelos de desarrollo de cada sociedad los oscuros amaneceres invernales en que
inciden sobre esa caracterización y deter- llegan caminando a la escuela, a veces sin la
minan las restricciones que colocan sobre la campera que les robaron en el trayecto, sin
forma de ser adolescente y joven, pues esos la bicicleta, sin la plata para el colectivo. Ya
períodos se hacen más prolongados cuando lo ha dicho Susana Torrado (1992) en un im-
hay condiciones sociales para disfrutarlos. prescindible trabajo en el que señala que el
Cuando la satisfacción de las condiciones de modelo de vida de los pobres es “vivir apu-
vida está garantizada social y familiarmente, rados para morir antes”. Este apuro se lleva
más se extienden la adolescencia y la juven- también la capacidad de disfrutar las etapas
tud; por el contrario, cuando no se accede del ciclo de vida tal como están socialmente
a esos derechos, más prematuro se hace el valoradas.
paso a los estadios posteriores. De hecho, como veremos más adelante, en
Debe anotarse también la diferenciación, la provincia de Buenos Aires la adolescencia
desde el punto de vista del género, especial- comienza para los pobres mucho más tem-
mente en un país como el nuestro en el que prano; la juventud, como etapa del ciclo de
alrededor del 15% anual de los nacimientos vida, es más bien una expresión de deseos y
proviene de muchachas menores de 18 años a la edad en que en otros países o en otras
que difícilmente han elegido la maternidad clases sociales se es joven, los nuestros son
que se les impone como un hecho resul- adultos prematuros. Compárense, si no, los
tante de un cambio de valores que no ha datos del conurbano con los de la ciudad de
sido acompañado de una activa pedagogía Buenos Aires. De cualquier manera y más
del acceso al sexo. Las chicas pagan la di- allá de estas precisiones conceptuales, vea-
ferenciación por género en la adolescencia, mos los números.
mediante su iniciación sexual prematura y En la Argentina, cuya población es de
desprotegida, en el marco de un sistema 36.260.130 habitantes, las personas de en-
educativo que carece de alertas tempranas tre 10 y 24 años constituyen el 27,06% del
para que adolescentes y jóvenes se inicien total. En la provincia de Buenos Aires, que
sexualmente con cuidado y respeto de sí expresa el 38% de la población del país, esta
mismos. También está la droga, sobre la franja de edad conforma el 26.23% de sus

Adolescencia y juventud I 137


habitantes, proporción levemente inferior a En cambio, si utilizamos el abordaje
la nacional. Sin embargo, las diferencias son de la distribución del ingreso per cápita
significativas entre el total de la provincia y familiar para identificar las condiciones
el Conurbano Bonaerense y, especialmente, de vida de nuestros jóvenes bonaerenses
dentro de éste, donde el número de adoles- –con datos de la Encuesta Permanente de
centes y jóvenes alcanza el 26,60% del total. Hogares (EPH)–, se verifica la concentración
Con respecto a las diferencias en dicha área de los jóvenes en los grupos de menores
geográfica, las mismas siguen –a modo de ingresos, sumergidos en el ambiente de la
tendencia– en una relación ampliamente co- pobreza y de la indigencia. En efecto, con
nocida y sobre la que no nos extenderemos los cortes etarios con que la EPH propor-
aquí: la que señala que la pobreza asciende a ciona la información, veremos que de los
medida que los anillos se alejan de la ciudad adolescentes de 13 a 25 años, el 33% se en-
de Buenos Aires. cuentra en el primer quintil; el 21,8%, en el
Así, también aumenta el peso relativo de segundo; el 20,1%, en el tercero; el 14,2%,
la población de ese tramo de edad –la que en el cuarto y sólo el 10,9%, en el quinto.
para el más privilegiado primer cordón al- Estos valores se encuentran positivamente
canza el 22,87% de la población; asciende afectados por la condición de actividad de
al 25,46% en el segundo, al 26,57% en el los de más edad. Sin embargo, si se toman
tercero y al 28,73% en el cuarto–. Es ne- tramos de edad más bajos, como el de 13 a
cesario señalar que en el comportamiento 14 años, se verá que en este grupo el 86,8%
del segundo cordón incide el peso relati- se ubica en los quintiles 1 a 3; proporción
vo del municipio de La Matanza, que en que baja al 82,8% para el grupo de 15 a 17
los últimos procesamientos estadísticos años. Vale la pena aclarar que hay consenso
se presenta dividido internamente para en que el límite de la medición objetiva de
evitar el efecto distorsivo de su peso [ver la pobreza está por arriba del tercer quintil
tabla I]. [ver tabla II].

138 I Anales de la educación común


Una buena noticia es que la tasa de asistencia escolar

para el grupo de 13 a 14 años alcanza

el 99,4% para el conurbano.

Por su propio carácter, sobre la medición como desde el de la distribución del ingreso,
subjetiva no disponemos de información es la que configura el problema. Dicho de
estadística salvo la que proviene de estu- otra manera, el problema no son los jóvenes
dios de opinión y/o conjeturas que tienen pobres, sino la pobreza misma.
origen en los estudios sobre la pobreza. En A pesar de los datos que acabamos de des-
estos términos, sin embargo, es destacable cribir, el comportamiento de los chicos no
señalar que se configuran tres mundos: el es directamente especular con el que podría
de los clara e intensamente pobres; el de los inferirse de esta estructura si se aplicara un
no pobres; y otro sector, muy importante en modelo economicista. Pese a las condicio-
relación con nuestra estratificación social, nes objetivas de privación, los chicos van
integrado por aquellos que, medidos por a la escuela, intentan trabajar y estudiar,
ingresos, pueden estar por arriba de la línea buscan un futuro, tienen esperanza pero, a
de pobreza pero cuya vulnerabilidad surge la vez, confrontan dificultades estructurales
del fenómeno de rotación alrededor de la para cumplir sus destinos.
línea, como resultado de la inestabilidad de Desde el punto de vista educativo, la ex-
los ingresos (Feijoó, 2003). pansión de la matrícula ha sido resultado de
Visto desde una perspectiva empírica, el las políticas aplicadas en la década de 1990:
problema con los adolescentes y jóvenes bo- cuestionada por muchos –y seguramente
naerenses no es un problema con ellos, sino cuestionable en muchos aspectos–, no pue-
con una estructura social que, tanto desde de ignorarse la formidable revolución que
el punto de vista de la distribución espacial implicó la reforma educativa en relación con

Adolescencia y juventud I 139


la dimensión de la equidad. Que la calidad es 44,6% para el total de aglomerados; del
un problema, es un problema, en todo caso, 65,1% para la ciudad de Buenos Aires y de
común al conjunto del sistema educativo casi la mitad para el conurbano, 35,8% –. Es-
argentino. En una investigación publicada tos datos demuestran una notable democrati-
por la Dirección General de Cultura y Edu- zación de la asistencia escolar, cuyos rasgos
cación de la Provincia de Buenos Aires, en el de regresividad se destacan a medida que
año 2000 se señalaba el incremento de las aumentan los años de vida [ver tabla III].
tasas de escolarización por tramo de edad y En relación con las tasas de actividad –y
quintil de ingresos en una perspectiva his- teniendo en cuenta que el trabajo infantil
tórica de diez años (DGCyE, 2000). Si bien está prohibido en la Argentina– llaman la
es cierto que las tasas de escolarización atención –por lo bajas– las registradas en el
incluyen fenómenos como la sobre edad y grupo de 13 a 17 años. En el total de aglo-
la repitencia y que no dicen nada sobre la merados urbanos alcanza el 0,7% para el
calidad, lo cierto es que también describen grupo de 13 a 14 años; es nula para la ciu-
la situación de importantes contingentes dad de Buenos Aires y llega al 0,5% para el
de población que están adentro del sistema conurbano. Para el grupo de 15 a 17 años,
educativo. la tasa alcanza el 3,9% para el total de aglo-
Por eso, digamos como parte de las bue- merados, el 3,6% para la ciudad de Buenos
nas noticias que la tasa de asistencia esco- Aires y el 2,4% para el conurbano. Estas ta-
lar para el grupo de 13 a 14 años alcanza sas bajas llaman la atención, simplemente,
al 98,6% del grupo de edad para el total porque los números no parecen coincidir
de aglomerados urbanos; al 100 % para la con la presencia de chicos en actividades
ciudad de Buenos Aires y al 99,4% para el productivas y porque, probablemente, es-
conurbano; al 87,4 % para el grupo de 15 tén afectadas por fenómenos de captación
a 17 años para el total de aglomerados; al ligados con la ilegalidad de dicho desem-
100% para la ciudad de Buenos Aires y al peño o la naturalización de algunas tareas
87,7% para el conurbano. Al aumentar la como, por ejemplo, las de ayuda familiar
edad, disminuye la tasa de escolarización en diferentes actividades. En el tramo de
–que en el tramo de 18 a 25 años es del 18 a 25 años, la tasa de actividad tiene un

140 I Anales de la educación común


Entre la privación y la voluntad de ser, los adolescentes

y sus familias desarrollan miles de estrategias

para aferrarse a la sociedad.

nivel mucho más alto: el 40,3% para el total para la ciudad de Buenos Aires y el 31% para
de aglomerados urbanos; el 49,5% para la el conurbano. En estos comportamientos se
ciudad de Buenos Aires y el 44,8% para el expresa la baja capacidad de incorporación
conurbano [ver tabla IV]. al mercado de trabajo en simultáneo con la
Por su parte, los adolescentes y los jóvenes progresiva pérdida de la inserción educativa
que no trabajan ni estudian en el tramo de como resultado del acercamiento a la adul-
13 a 25 años constituyen el 18,5% del total tez. [ver tabla V].
de los que viven en aglomerados urbanos; Este grupo es, razonablemente, el objeto
el 5,8% de los que viven en la ciudad de de inquietud más importante de quienes se
Buenos Aires y el 21% de los que viven en preocupan por la situación de la juventud;
el conurbano. En el interior del tramo, el preocupación que se torna problemática
fenómeno es poco relevante para los de 13 cuando se extrapolan a este universo las
a 14 años y se hace significativo para los de características de desvío social a las que nos
15 a 17, que alcanza el 10,2 % para el total hemos referido en la introducción. Si este
de aglomerados, no existe para la ciudad de sector social es un problema, lo es más por
Buenos Aires y es del 11,1% para el conur- lo que deja de hacer –estudiar y/o trabajar–
bano. Hasta esta edad, los datos muestran el que por lo que se supone que hace.
papel rector que, pese a todo, desempeña la Por último, si miramos la distribución
escuela. De los 18 a los 25 años, en cambio, de este universo desde la perspectiva de la
la proporción de los que no trabajan ni estu- pobreza y la indigencia, se puede observar
dian asciende a poco más de un cuarto para la gravedad de la situación ya que, para el
el total de aglomerados urbanos; es el 8,8% tramo de 13 a 25 años, el 61,2% de los jó-

Adolescencia y juventud I 141


venes del total de aglomerados urbanos son repetirlo– es parte de la buena noticia en
pobres y el 31,2%, indigentes; en la ciudad tanto tiene 15.852 establecimientos de los
de Buenos Aires son pobres el 25% y el cuales 10.431 son públicos y 5.421, privados.
12%, indigentes; y el conurbano bonaerense De las 5.960 escuelas de Educación General
tiene el triste récord de que el 67,7% de los Básica (EGB) de gestión pública y privada, la
jóvenes sean pobres y el 36,3%, indigentes. mayoría atiende a este grupo etario –ya sea
Debe señalarse, además, que la pobreza tiene porque más del 70% implementaron el Ter-
una leve tendencia descendente a medida que cer Ciclo* o porque tienen alumnos desfasa-
aumenta la edad, la que seguramente se expli- dos en la edad–. A esa cifra deben sumarse
ca como resultado de una mayor participación los 2.360 establecimientos de Educación
en el mercado de trabajo [ver tablas VI y VII]. Polimodal, lo que constituye el 52,48% del
total de los establecimientos que configuran
La vida cotidiana el sistema.
Sin embargo, la vida cotidiana de los ado- Mejores o peores, están ahí y, en todo
lescentes y sus familias está lejos de ser un caso, conforman la plataforma institucional
reflejo de estas condiciones estructurales. para políticas de mejoramiento de la calidad
Entre la privación y la voluntad de ser, se educativa, entendidas en el marco de la
desarrollan miles de estrategias dirigidas a construcción de ciudadanía.
aferrarse a la sociedad más allá de las pri- Las escuelas, por lo tanto, son siempre las
vaciones que el conjunto les coloca como trincheras de la conflictividad social pues,
contexto. Estas estrategias se focalizan por su condición de único escenario, son
centralmente en las escuelas que son hoy el también el espacio privilegiado para el es-
único ámbito suficientemente dimensiona- tallido de los conflictos. Aun así, a la luz de
do para acogerlos. Los escépticos dirán que lo que sabemos de sus vidas, ellas derraman
esta adhesión es by default y que por ello, en todavía el efecto balsámico de la ciudadanía,
todo caso, no forma parte de las buenas no- habida cuenta de que el conflicto con ma-
ticias. No obstante, la dimensión del propio yúscula es, por suerte, mucho más excep-
sistema educativo bonaerense –vale la pena cional que cotidiano. Esto es probablemente

*
Tramo hoy equivalente a la Educación Secundaria Básica. [N. de E.]

142 I Anales de la educación común


consecuencia de un hecho negativo: como grupos sociales que pueden denominarse
resultado de la creciente segmentación es- de acuerdo con los énfasis que se establez-
pacial de la población, las escuelas se han can: escuelas de capas medias, de clase
ido especializando crecientemente y, en trabajadora o, de manera más moderna, de
lugar de ser las viejas escuelas socialmen- clases medias. Escuelas que son pocas por
te heterogéneas de la vieja sociedad, más la galvanización social que ha atravesado
bien son hoy las que expresan la profunda nuestra sociedad, polarizadora hacia los
diferenciación social de esa estructura con extremos. Desgraciadamente, disminuye
mayoría de pobres. Y las escuelas son hoy el conflicto porque aumenta la diferencia-
–cómo podrían no serlo dada la intensidad ción social.
y concentración de la pobreza– escuelas Nos interesan aquí, obviamente, las es-
de pobres homogéneamente pobres, en cuelas de pobres y la particular trayectoria
barrios de pobres y escuelas de ricos inten- de los pobres en las mismas. Por varios
samente ricos, en barrios de ricos. Pocas motivos: porque son los más recientemente
son las que combinan, en su composición llegados a la estructura educativa, porque
social, lo mejor de la vieja escuela sarmien- son los que más necesitan de la escuela y
tina, en términos de convivencia entre no porque, en esa sociedad de dinámica exclu-
tan pobres y no tan ricos; es decir, aquellos yente, es la escuela el único ámbito demo-

Adolescencia y juventud I 143


cratizador al que pueden acceder. También de todos los niveles educativos y depen-
nos interesan las escuelas de pobres porque dencias: provincial, municipal y privada.
son especialmente las instituciones en las Y no alcanza.
que es necesario trabajar con los docentes Efectivamente, ¿cómo podrían estas inter-
para que puedan abordar esta realidad supe- venciones paliar de manera satisfactoria el
rando la limitada perspectiva de que lo que panorama social antes esbozado? No sólo
los pobres necesitan es contención. Cierto ellas son insuficientes sino que, aunque
es que hace ya mucho tiempo el sistema no alcancen, no todos los actores de la
educativo ha estado desarrollando un for- educación están de acuerdo con que deban
midable esfuerzo para generar condiciones mantenerse esos servicios. Y vale la pena re-
que permitan no sólo que los chicos vayan cordar que no alcanzan porque la solución
a la escuela, sino que se queden en ella y al problema de la desigualdad no está en la
además aprendan. Un complejo sistema escuela, sino fuera de ella.
institucional de servicios de psicología y Se dice con frecuencia, y de manera
asistencia social escolar, grados especiales, despectiva, que los chicos van a la escuela
comedor, ropero, becas sobre el modelo de a comer y en esos términos se interpreta el
transferencia de ingresos a los hogares de incremento de las tasas de escolarización,
los alumnos matriculados y, en algunos ca- más como una dimensión alimentaria de
sos, atención médica forman parte, si no de la lucha personal contra la pobreza, que
la realidad de todas las escuelas, al menos como parte de una voluntad de mejorar el
del imaginario de los docentes acerca de la nivel educativo. Un pensamiento de apa-
realidad de todas las escuelas. riencia políticamente correcta denuncia
La atención de todos estos aspectos ge- que nuestras escuelas se han convertido en
neró una dimensión de intervención de la comedores –se acentúa innecesariamente
institución escolar conocida y reconocida el dramatismo llamándolas comederos– sin
por los docentes como la asistencialidad, apuntar al mismo tiempo el feliz hecho
sobre la que tienen opiniones contro- de que, por lo menos, sean comedores
versiales. La merienda escolar (simple, y subestimando el otro de que nunca lo
doble, reforzada, reforzada doble) y los son solamente. Pues, aunque desgraciada-
comedores escolares (doble y simple) mente lo sean, otros procesos tienen lugar
atienden hoy el 47,19 % de la matrícula en las escuelas que son, nos animamos a
bonaerense, es decir, a 1.998.000 alumnos decir, los que los chicos y sus familias de-

Los adolescentes van detrás de una voluntad del saber,

aun en un contexto que cuestiona la pertinencia

y la viabilidad de planear un futuro.

144 I Anales de la educación común


mandan tanto como la asistencia. También familias de origen. Valoración de logro di-
hay en ese análisis una peculiar reducción fícil de comprender para los sectores que
naturalista que subordina el hecho de tienen ya 40 o 50 años de experiencia en
la educación al de la satisfacción de las un clima educativo alto –de 11 años y más
necesidades básicas. Para los pobres, en como promedio del nivel educativo de los
cambio, pese a todo, hay una curiosa obsti- integrantes del hogar– y que encuentran
nación sarmientina de ponerse en el lugar dificultades para captar el progreso que
del soberano para ser educado, aunque ese este aumento implica para los que no lo
soberano esté desnudo y con hambre. Tal tuvieron.
vez debamos cuestionar hoy la asimetría, En una investigación realizada recien-
el distanciamiento y el elitismo incluido en temente en establecimientos educativos
la noción iluminista de educar al soberano con alumnos pertenecientes a los sectores
pero, en todo caso, lo que no puede objetar- sociales de pobres estructurales con larga
se es la voluntad de integrarse a ese proce- permanencia en el mundo de la pobreza
so con procedimientos que disminuyan esa y nuevos pobres (Feijoó y Corbetta, 2004),
asimetría decimonónica. hemos encontrado una larga serie de razo-
nes acerca de por qué van a la escuela y qué
Qué buscan los chicos en las escuelas problemas encuentran en ella. Si se acepta
Ya hemos sugerido que nuestros adoles- la descripción sociodemográfica de la pri-
centes van detrás de una voluntad del saber. mera sección de este artículo y se extraen
Por abstracta que parezca la noción, los las consecuencias correspondientes, los
chicos que van a nuestras escuelas preten- hallazgos que se describen a continuación
den alcanzar claves que, vía la adquisición deben considerarse más bien como con-
de los conocimientos, les permitan lograr jeturas, hipótesis o puntas que permitan,
una meta de enorme complejidad que se a lo largo de múltiples contribuciones,
dirige al objetivo de constituirse a la vez en entender qué pasa en las escuelas. No hay
ciudadanos, sujetos de derecho y jóvenes duda de que esa búsqueda es resultado no
con competencias para incorporarse al sólo de su propia voluntad, sino de una
mercado de trabajo. Todo esto incluye un combinación de factores resultantes de las
germen de proyecto de vida en un contexto expectativas de los otros dos actores rele-
cuyas restricciones económicas, culturales vantes del mundo escolar, las familias y los
y simbólicas no hacen sino poner en cues- docentes.
tión tanto la pertinencia como la viabilidad Desde el punto de vista de los docentes,
de planear siquiera un proyecto de vida. la realización del proceso educativo es una
Pero, pese a ello, ahí están nuestros ado- tarea altamente improbable, sobre todo en
lescentes luchando por ser alguien. Para relación con las condiciones de base en que
los más pobres este ser alguien no es poco. llegan los chicos a las escuelas. En esa inves-
En muchos casos, implica alcanzar niveles tigación se utilizó la noción de educabilidad
educativos más altos que los de sus propias –para caracterizar la interacción existente

Adolescencia y juventud I 145


entre el medio familiar y social y el mundo lores legitimado, que oriente las conductas
de la escuela– para indagar cuáles eran las de las personas.
condiciones necesarias para que el proceso Como respuestas institucionales no
se realizara con éxito. La investigación par- planificadas a esos problemas hemos en-
tió del punto que señala que la actual ofer- contrado dos modelos de desempeño: uno
ta del sistema educativo bonaerense estuvo tradicional de tipo maternalista y otro de-
diseñada para una estructura social que ha nuncista de perfil ideologizado. Estos mo-
colapsado y que, en el marco de esa estruc- delos no son arquetipos que pretendamos
tura, se dirigió a un alumno tipo que hoy es generalizar, dado que surgen de un estudio
difícil de encontrar en nuestras escuelas. que no puede ser extrapolado y cuya perti-
Se abre así una brecha de expectativas en- nencia puede ser resultado tanto del ciclo
tre el perfil del alumno que debería llegar educativo en que los hemos encontrado
y el que llega, lo que constituye un obstá- como del sector social, pues el maternalis-
culo permanente al proceso de enseñanza ta apareció en un establecimiento de EGB I
y aprendizaje. Porque adaptarse al perfil y II con alumnos del sector caracterizado
de este tipo de alumno implicaría aceptar como nuevos pobres, y el denuncista, en
acríticamente los efectos de este proceso una escuela polimodal con alumnos del
de reconversión social. Pero no adaptar las sector pobres históricos. En el primer caso,
herramientas de trabajo implica profundi- con sus más y sus menos, la escuela con-
zar este desacuerdo y esas brechas. Aquí tinúa siendo todavía el segundo hogar,
entra en juego la controversia alrededor del mientras que en el otro la escuela tiene
papel que juegan las dimensiones asisten- que encontrar su lugar, compitiendo con
ciales de la escuela, no queridas pero im- el desafío que implica no sólo la pobreza
prescindibles para paliar los efectos de la de los hogares, sino los medios de comuni-
desigualdad en el aula. Los docentes consi- cación de masas, los deseos de los chicos,
deran que no sólo las transformaciones de la obsolescencia de los conocimientos de
carácter económico afectan el desempeño los docentes, la necesidad de los chicos de
de los alumnos sino que también destacan generar ingresos para sus hogares o para
la importancia que ha tenido el cambio en ellos mismos. Los docentes chocan en el
la organización de la estructura familiar y aula con problemáticas y cuestiones que no
el perfil actual de una sociedad en la que no pueden manejar. En el trabajo de campo,
se encuentra claramente un sistema de va- llamó la atención la mención, en uno de los

Criminalizar el comportamiento de los adolescentes

está en línea con los sectores que reclaman

represión y penalización.
146 I Anales de la educación común
establecimientos, acerca de un chico que se tes plenos a los que nos estamos refiriendo
vestía a la manera de Marilyn Manson y la y que –en el marco de una actitud a veces
impotencia de los maestros para abordar el abiertamente querellante; otras francamen-
problema. Llamó la atención, sobre todo, te adaptativa– tienen todas sus esperanzas
porque ese testimonio se registró en un puestas en la escuela. Probablemente, por-
momento que precedió al drama de Car- que como ya se ha dicho, no es sólo la única
men de Patagones.* institución que conocen, sino el lugar en
Desde el punto de vista de los padres, que por antonomasia tienen probabilidad
las experiencias son también divergentes. de ser reconocidos como sujetos. Por ello,
Para los padres de alumnos de sectores de el principal proyecto de vida de los chicos
nuevos pobres, garantizar la continuidad de es quedarse en la escuela para adquirir
los hijos en la escuela pública es una forma conocimientos relevantes, que puedan
de replicar su propia experiencia de cuando abonar exitosamente su salida al mundo de
eran chicos. Aunque encuentren que com- la adultez, ese mundo que requiere saber
parativamente esta escuela sea peor que la manejar adecuadamente valores, destre-
anterior, piensan que aun siendo peor, es zas, competencias, autoestima. Esos chicos
defendible. En ese contexto, en el que hay están vigilando el mundo de los mayores,
intercalados pobres históricos que ascienden probablemente para buscar modelos de
a una escuela de nuevos pobres, para estos, ejercicio de rol que les sean útiles en su
se trata de una oferta educativa de calidad propia vida. Los mayores, por su parte, se
dado que supera notablemente aquella a la acercan a ellos de manera azarosa, imagi-
que ellos mismos accedieron en su niñez. nando qué y cuáles conocimientos les van a
¿Qué le reclaman los padres a la escuela? ser útiles: desde consejos prácticos de cuida-
Centralmente, que aumente la cantidad de do de la presentación del yo –como cuando
conocimientos que se imparten; que haya alguien les aconseja que no se tatúen para
disciplina; que la escuela comunique y no bloquear su acceso al mercado formal de
acompañe los problemas que se plantean. trabajo– hasta cómo responder a problemas
Cierto es, dicen los docentes, que cuando concretos del currículum.
la escuela llama a los padres, estos difícil- Los adolescentes también están marcados
mente concurren, de modo que los docentes por los estímulos de un mundo confuso.
tienen que arreglárselas sólos frente a los Los medios de comunicación de masas –la
problemas. televisión abierta y más que ésta, la emitida
Por último, los chicos. Los chicos, espe- por cable– desempeñan su papel de abrirles
cialmente los de Polimodal, los adolescen- un mundo, como el caso del chico que a raíz

*
El 28 de setiembre de 2004, en la Escuela No 202 “Islas Malvinas” de Carmen de Pata-
gones –provincia de Buenos Aires–, un adolescente de 15 años, alumno de 1er año de
Educación Polimodal, ingresó armado al establecimiento y disparó en el aula hacia sus
compañeros. Cuatro de ellos murieron y otros resultaron heridos. [N. de E.]

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de ver la CNN ha decidido que quiere ingre- sobre ellos. La de nuestra sociedad, forma-
sar a la marina norteamericana. Otros, en teada su percepción a partir del mensaje
cambio, tienen expectativas más pedestres de los medios de comunicación de masas,
como resolver de qué manera articular la está lejos de ser piadosa. Lo que los medios
demanda escolar con la demanda familiar levantan es la marginalidad, dimensión
de prestar ayuda a los padres. Unos y otros de desvío social sin duda presente en este
son adultos prematuros. universo, aunque no obviamente la domi-
No es sorprendente señalar, después de lo nante.
expresado, que hay un aire de adultez anti- Expresiones culturales del mundo juvenil
cipada en estos chicos. No es novedad. Ya –por ejemplo, la cumbia villera y aun la dro-
hemos dicho que los estudios sociológicos ga misma– coexisten con aspectos de fuerte
de los ciclos de vida han destacado reitera- integración como esta voluntad de aferrarse
damente que la probabilidad de pasar de a la educación, y es poco lo que sabemos
manera plena por cada una de esas etapas acerca de qué forma se articulan estos com-
depende, en parte, de la condición econó- portamientos.
mica de los hogares. Dicho de otra manera, Por otro lado, el intento de los medios
que no hay niñez o adolescencia plena para de criminalizar los comportamientos de
los pobres involucrados prematuramente los adolescentes está en línea con una so-
en la resolución de los problemas de la vida ciedad en la que algunos sectores recla-
cotidiana de sus hogares. man creciente represión y penalización
El establecimiento escolar es en sí mismo para problemas que son complejos en su
un ícono para los chicos. Alrededor de sus configuración y que sólo milagrosamente
protectoras paredes juegan los picados de habrían de ser de sencilla solución. Hay
fútbol el sábado a la tarde; se reúnen en la acá una herencia eugenésica y lombrosia-
cercanía de su predio; algunas familias lo na que afecta la forma en que se mira a
alquilan para hacer fiestas. Y los que tuvie- los jóvenes y carga las tintas para forzar
ron que abandonarla o la abandonaron sin una lectura en blanco y negro de su situa-
obligación de hacerlo se acercan a ver a sus ción. También es cierto que sería inge-
viejos compañeros, situación descrita tam- nuo desconocer que estos determinantes
bién en otras investigaciones sobre jóvenes macroestructurales generan, asimismo,
del conurbano bonaerense (Duschatsky y un mundo de marginalidad; pero sería
Corea, 2002). En fin, contra todas las dificul- importante dimensionarlos en lo que
tades, la vida es más bella con la escuela. Sí es su verdadero peso: existen bolsones
cabe preguntarse si la escuela está a la altura de pobreza intensa –caracterizados por
de estas demandas. subculturas a veces locales, con modos
de vida delincuenciales– pero están lejos
Una mirada sobre los adolescentes de ser los dominantes. En este sentido,
La mirada sobre los adolescentes también se ha señalado muchas veces que la cons-
se construye con lo que los otros piensan trucción de un mundo de bandas tampoco

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es ajena a la connivencia entre ellas y una rros (Alarcón, 2003) describe, con singular
institución que, como la policial, debería agudeza, la vida de un barrio en la zona
garantizar la seguridad más que promover norte del Gran Buenos Aires en el que la
la delincuencia. Toda esta compleja realidad concentración de muchas causas produjo,
llega a la vida pública a través de los flashes a lo largo de la década del 90, un auténtico
de medios escritos, radiales y televisivos genocidio juvenil, resultante de la droga,
que erigen al adolescente bonaerense como la delincuencia, la pobreza, el abandono
el desviado, el drogadicto, el problemático, y la epidemia del sida. Cada uno de estos
el otro, el difícil. Mientras se escribía este elementos es, en sí mismo, una invitación
artículo, se había producido un asesinato de a la muerte: todos juntos constituyen un
una adolescente embarazada de 14 años que cocktail intolerable para cualquier socie-
con su grupo se negó a ir a comprarle droga dad. Pero son los menos. La mayoría busca
a unos policías.* Ella era, además, del barrio difícilmente su camino a las estrellas por
de Ezequiel Demonty, el chico que murió la ruta de las dificultades. Sería bueno que
ahogado cuando otros policías lo obligaron las excepciones no nos impidan ver los
a tirarse al Riachuelo para escarmentarlo promedios.
vaya a saberse de qué y para que aprenda a Una vez más, la larga duración ha domi-
nadar.* Y todo esto no ocurre en la lejanía de nado la constitución de la subjetividad y la
los alrededores sino en la propia ciudad de memoria de manera mucho más eficaz que
Buenos Aires. la coyuntura. Es a esa larga duración a lo
Los adolescentes se han convertido así en que todos debemos apostar para reconvertir
las clases peligrosas del siglo XXI. Y algunos la tarea educativa en una que conecte con
lo son. El libro Cuando me muera quiero las demandas y deseos de todos los que en
que me toquen cumbia. Vidas de pibes cho- ella participan.

* Camila Arjona era de Villa Lugano y murió el 1o de abril de este año. Por el crimen
están procesados tres oficiales de esa fuerza. [N. de E.]
* Ezequiel Demonty murió el 14 de septiembre de 2003 a los 19 años. [N. de E.]

Bibliografía
Alarcón, Cristian, Cuando me muera quiero que me toquen cumbia. Vidas de pibes chorros.
Buenos Aires, Norma, 2003.
Ariès, Philippe, Centuries of childhood: a social history of family life. Nueva York, Vintage, 1962.
Braslavsky, Cecilia, Informe sobre la juventud argentina. Buenos Aires, Centro Editor de
América Latina, 1986.
Dirección Provincial de Información y Planeamiento Educativo, Educación y pobreza,
Estudio No 1. La Plata, dgcye, 2002.
Duschatzky, Silvia y Corea, Cristina, Chicos en banda: los caminos de la subjetividad en el
declive de las instituciones. Buenos Aires, Paidós, 2002.

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Feijoó, María del Carmen, Nuevo país, nueva pobreza (segunda edición ampliada). Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003.
Feijoó, María del Carmen y Corbetta, Silvina, Escuela y Pobreza. Desafíos educativos en
dos escenarios del Gran Buenos Aires. Buenos Aires, IIPE–Unesco Sede Regional Buenos
Aires, 2004.
Torrado, Susana, Vivir apurado para morir joven. Buenos Aires, mimeo, 1992.

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