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Enfermedades Respiratorias en Niños 1 A 5
Enfermedades Respiratorias en Niños 1 A 5
Diferentes partes del sistema respiratorio se ven afectadas por una serie de virus y
bacterias que enferman a muchos niños, sobre todo en invierno. Se dan más en estos
meses porque la contaminación ambiental favorece la irritación de las vías respiratorias,
facilitando la entrada de gérmenes, y el frío hace que disminuyan las defensas
respiratorias. Además, se tiende a ventilar menos las casas y lugares de trabajo, y se
producen más aglomeraciones, con lo cual aumenta la oportunidad de contagio.
Adenovirus
Infección viral que puede producir fiebre, faringitis y conjuntivitis, además de diarrea o
cistitis. Se puede agravar cuando afecta a niños prematuros, inmunocomprometidos,
cardiópatas o con enfermedades pulmonares crónicas, entre otros.
Se presenta con mayor gravedad, principalmente, entre los seis meses y dos años de
edad. Si bien puede darse de forma leve, también puede tener consecuencias muy graves
y requerir hospitalización. No existe un tratamiento para curarlo, sólo medidas de
soporte, como bajar la fiebre, disminuir la obstrucción bronquial y la aplicación de gotas
para la conjuntivitis.
Este virus se transmite sobre todo por vía respiratoria, mal lavado de manos, uso de
utensilios contaminados y por contacto con personas enfermas.
Asma bronquial
Bronquiolitis
Se trata con ingesta abundante de líquido (puede ser leche materna) y la aplicación de
aire húmedo. Se deben evitar ambientes contaminados con humo de cigarro y
aglomeraciones, sobre todo si hay personas enfermas.
Faringitis
Inflamación de la faringe que, en la mayoría de los casos, se origina por los mismos
virus que causan resfrío, influenza y adenovirus, entre otros. Sin embargo, también
pueden producirla bacterias, alergias o reflujo. Se manifiesta con dolor de garganta,
carraspeo, secreciones mucosas o purulentas, tos y sensación de tener un cuerpo extraño
en la faringe producto de la inflamación. En general, la fiebre no es muy alta, excepto
cuando existe una sobreinfección bacteriana.
Su contagio es por vía respiratoria, por lo que se previene con las medidas generales
para evitar el contagio. Se recomienda también no exponerse a enfriamientos y tener
una buena alimentación. La faringitis viral se trata con antiinflamatorios para paliar los
síntomas, como dolor de garganta malestar general y cefalea. Cuando el origen es
bacteriano, se deben administrar antibióticos.
Influenza
Para prevenirla, la medida más eficaz es la vacunación sistémica anual. Por esto, en
Chile se realiza una campaña de vacunación cada añol para proteger a la población en
riesgo. También se recomienda para los demás, ya que hay que evitar ser un vehículo de
transmisión de la infección.
Para esto, es indispensable evitar el contagio y las aglomeraciones, y lavarse las manos
a menudo. La persona enferma debe evitar exponerse a otros individuos para prevenir el
contagio. Al toser, se recomienda cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable
o con el pliegue del brazo. Hay que lavarse las manos regularmente.
Laringitis
Inflamación de la laringe que afecta las cuerdas vocales. Puede ser de origen viral o
bacteriano, derivado de un resfrío, bronquitis, gripe o neumonía. Además, se puede
manifestar por inflamación de la mucosa, reflujo o irritación en el área, por ejemplo,
debido al consumo de alcohol o tabaco.
Cuando su origen es viral, la garganta se ve más roja, sin placas purulentas ni cuadro
infeccioso general. Se trata con antiinflamatorios para paliar los síntomas. Sin embargo,
si es provocada por bacterias, la tos se da con secreciones purulentas, se siente
decaimiento, hay disfonía y, con frecuencia, fiebre. En este caso, para erradicar la
infección, se deben emplear antibióticos. En niños con laringitis aguda, la inhalación de
aire frío -incluso del refrigerador- ayuda a disminuir los síntomas.
Su contagio es por vía directa, en la casa o el jardín infantil, ya que basta que un
individuo tosa o hable, para contagiar a los demás. Por esto, se previene al evitar
enfriamientos y aglomeraciones, y con ventilación y alimentación adecuadas.
Metaneumovirus
Neumonía
Infección pulmonar causada por virus, bacterias u hongos. En adultos, este cuadro es de
origen bacteriano, mientras que en niños es más frecuente la infección por virus.
Produce desde tos y fiebre hasta dificultad respiratoria. Esta última manifestación se da
en casos más graves y puede ir acompañada de neuralgia, fatiga, inapetencia y
sudoración.
Se previene con higiene, evitando el humo del cigarro y con medidas para evitar otras
enfermedades que puedan causarla, por ejemplo, vacunándose contra la influenza.
Parainfluenza
Conjunto de virus pertenecientes al tipo parainfluenza, que causa infecciones en las vías
respiratorias superiores e inferiores. Produce mucha tos irritativa con secreción y dolor
de garganta, fiebre, rinorrea y congestión nasal. En niños, puede derivar en laringitis
(crup viral), bronquiolitis o bronquitis, entre otros.
Por sus síntomas, no es fácil de diferenciar de otras infecciones virales, como virus
respiratorio sincicial o adenovirus. No tiene tratamiento (sólo se pueden manejar los
síntomas) ni vacuna que lo prevenga. Se recomienda evitar aglomeraciones, el contacto
con personas contagiadas y el lavado de manos al estar con alguien enfermo.
Resfrío común
Es un síndrome catarral leve y autolimitado, producido por varios virus, como rinovirus,
coronavirus, virus respiratorio sincicial (VRS), parainfluenza y adenovirus. La
incubación dura entre uno y cinco días, al cabo de los cuales comienzan a aparecer los
típicos síntomas como estornudos, malestar faríngeo, tos, fiebre baja (habitualmente
bajo 38°C), ronquera, obstrucción nasal y prurito ocular. En los menores de un año
también puede haber trastornos de la alimentación y del sueño.
Se transmite por contacto directo con secreciones y a través de gotitas de aerosol que se
dispersan mediante el estornudo o la tos. El tratamiento consiste en aliviar los síntomas,
ya que generalmente desaparece por sí solo al cabo de una semana. No se deben tomar
antibióticos, porque éstos no actúan sobre los virus. Tampoco sirve la vacuna contra la
influenza (o gripe), que es otra patología. Por lo tanto, la prevención es evitar el
contagio.
Para prevenirlo, se recomienda tener las vacunas al día, evitar el contagio, no fumar en
lugares cerrados, evitar los cambios de temperatura bruscos y no utilizar combustibles
como parafina o gas para calefaccionar la casa sin una adecuada ventilación.
Tos convulsiva
También conocida como coqueluche o tos ferina, es una enfermedad causada por la
bacteria Bordetella pertussis y produce una tos que se presenta en ataques y persiste por
muchas semanas. Como es tan fuerte, puede producir vómitos, apneas, dificultad para
alimentarse y respirar, y pequeñas hemorragias en los ojos, lo que la hace muy peligrosa
en recién nacidos. Además, puede dar fiebre, rinorrea y diarrea.
Es altamente contagiosa por vía aérea y puede afectar a personas de cualquier edad. La
principal medida de prevención es la vacuna que, en Chile, se aplica a los 2, 4, 6 y 18
meses y luego, a los 4 años. Forma parte de la vacuna DPT, que también combina cepas
contra el tétanos y la difteria.
Se maneja con antibióticos, los que tienen un rápido efecto cuando la patología se
diagnostica temprano. Los lactantes pueden necesitar hospitalización por los graves
problemas respiratorios que podrían tener. Cuando la persona no puede alimentarse
debido a la tos, se administra líquido de manera intravenosa. No se aconseja usar
antitusivos.
Se contagia a través de las secreciones respiratorias y mediante las manos y objetos que
han estado en contacto con el paciente. No existen medicamentos específicos, sólo se
manejan los síntomas, como bajar la fiebre e hidratar al enfermo. Asimismo, a veces es
necesario el uso de broncodilatadores inhalados y kinesiterapia para movilizar las
secreciones de los bronquios.
Entre las medidas de prevención es importante lavarse las manos y evitar el contagio, la
contaminación dentro de la casa, los cambios bruscos o excesos de temperatura, y la
humedad.