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Petición de los fabricantes de velas

Por Frédéric Bastiat (1801-1850)

Sofismas Económicos (1845), cap. VII

Traducido por Alex Montero.


Revisión y Edición por Luis I. Silva Ball

Petición de los fabricantes de candelas, velas, lámparas, candeleros, faroles, apagavelas, apagadores y
productores de sebo, aceite, resina, alcohol y generalmente de todo lo que concierne al alumbrado

A los señores miembros de la Cámara de en unas condiciones tan superiores a las nuestras en
Diputados la producción de la luz que inunda nuestro mercado
nacional a un precio fabulosamente reducido;
Señores: porque, inmediatamente después de que él sale,
nuestras ventas cesan, todos los consumidores se
Ustedes están en el buen camino. Rechazan vuelven a él y una rama de la industria francesa,
las teorías abstractas; la cuyas ramificaciones son
abundancia y los buenos precios innumerables, es colocada de
les impresionan poco. Se golpe en el estancamiento más
preocupan sobre todo por la completo. Este rival, que no es
suerte del productor. Ustedes le otro que el sol, nos hace una
quieren liberar de la competencia guerra tan encarnizada que
exterior; en una palabra, ustedes sospechamos que nos ha sido
le reservan el mercado nacional suscitado por la pérfida Albión1
al trabajo nacional. (¡buena diplomacia para los
Venimos a ofrecerles a ustedes una tiempos que corren!) en vista de que tiene por esta
maravillosa ocasión para aplicar su... ¿Cómo isla orgullosa consideraciones de las que se exime
diríamos? ¿Su teoría? No, nada es más engañoso respecto a nosotros.
que la teoría. ¿Su doctrina? ¿Su sistema? ¿Su
principio? Pero a ustedes les desagradan las
doctrinas, ustedes tienen horror a los sistemas y, en
cuanto a los principios, declaran que no existen en Frédéric Bastiat fue un economista y periodista
economía social; lo llamaremos por tanto su francés del siglo XIX con gran facilidad para
explicar la economía. Este ensayo es un extracto
práctica, su práctica sin teoría y sin principios. de unos de sus libros más conocidos, Sofismas
Nosotros sufrimos la intolerable competencia Económicos.
de un rival extranjero colocado, por lo que parece,

1 Inglaterra
1
Demandamos que ustedes tengan el agrado Lo mismo sucede con la navegación: millares
de hacer una ley que ordene el cierre de todas las de buques irán a la pesca de la ballena y dentro de
ventanas, tragaluces, pantallas, contraventanas, poco tiempo tendremos una marina capaz de
póstigos, cortinas, cuarterones, claraboyas, defender el honor de Francia y de responder a la
persianas, en una palabra, de todas las aberturas, patriótica susceptibilidad de los peticionarios
huecos, hendiduras y fisuras por las que la luz del firmantes, mercaderes de candelas, etc.
sol tiene la costumbre de penetrar en las casa, en ¿Pero qué diremos de los artículos París?
perjuicio de las bellas industrias con las que nos Vean las doraduras, los bronces, los cristales en
jactamos de haber dotado al país, pues sería candeleros, en lámparas, en arañas, en candelabros,
ingratitud abandonarnos hoy en una lucha así de brillar en espaciosos almacenes comparados con lo
desigual. que hoy no son más que tiendas.
Pedimos a los señores Diputados no tomar No hay pobre resinero, en la cumbre de su
nuestra petición como una sátira y no rechazarla sin duna, o triste minero, en el fondo de su negra
al menos escuchar las razones galería, que no vean aumentados
que tenemos que hacer valer para su salario y su bienestar.
apoyarla. “No tienen el derecho Pedimos reflexionarlo,
Primero, si ustedes cierran señores, y quedarán convencidos
tanto como sea posible todo de invocar los que no puede haber un francés,
acceso a la luz natural, si Ustedes intereses del desde el adinerado accionista de
crearan así la necesidad de luz la compañía Anzin hasta el más
artificial, ¿cuál es en Francia la consumidor. Cuando humilde vendedor de fósforos, a
industria que, de una en una, no se les ha encontrado quien el éxito de nuestra
sería estimulada? demanda no mejore su
Si se consume más sebo, opuestos al productor, condición.
serán necesarios más bueyes y en todas las Prevemos sus objeciones,
carneros y, en consecuencia, se señores; pero ustedes no nos
querrá multiplicar los prados circunstancias los opondrán una sola que no hayan
artificiales, la carne, la lana, el han sacrificado.” recogido en los libros usados por
cuero y sobre todo los abonos, los partidarios de la libertad
base de toda la riqueza agrícola. comercial. Osamos desafiarlos a
Si se consume más aceite, se querrá extender pronunciar una palabra contra nosotros que no se
el cultivo de la adormidera, del olivo, de la colza. regrese al instante contra ustedes mismos y contra
Estas plantas ricas y agotadoras del suelo vendrían el principio que dirige toda su política.
a propósito para sacar ganancias de esta fertilidad ¿Nos dirán que, si ganamos esta protección,
que la cría del ganado ha comunicado a nuestro Francia no ganará nada porque el consumidor hará
territorio. los gastos?
Nuestros páramos se cubrirán de árboles
resinosos. Numerosos enjambres de abejas Les responderemos:
concentrarán en nuestras montañas tesoros
perfumados que se evaporan hoy sin utilidad, como Ustedes no tienen el derecho de invocar los
las flores de las que emanan. No habría por tanto intereses del consumidor. Cuando se les ha
una rama de la agricultura que no tuviera un gran encontrado opuestos al productor, en todas las
desarrollo. circunstancias los han sacrificado. Ustedes lo han

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hecho para estimular el trabajo, para aumentar el rechazarnos precisamente por usar el fundamento
empleo. Por el mismo motivo, lo deben hacer de de Ustedes mismos sobre el que nos hemos
nuevo. fundamentado más que los demás sería formular la
Ustedes mismos han ecuación + x + = -; en otros
salido al encuentro de la términos, sería amontonar
objeción cuando han dicho: el “Si nos confieren el absurdo sobre absurdo.
consumidor está interesado en monopolio del alumbrado El trabajo y la
la libre introducción del hierro, naturaleza concurren en
de la hulla, del ajonjolí, del (...) nosotros y nuestros proporciones diversas, según
trigo y de las telas. - Sí, dijeron numerosos abastecedores los países y los climas, a la
ustedes, pero el productor está creación de un producto. La
interesado en su exclusión. - Y nos haremos ricos, parte que pone la naturaleza
bien, si los consumidores están consumiremos mucho y es siempre gratuita; la parte
interesados en la admisión de del trabajo es la que le da
la luz natural, los productores esparciremos bienestar en valor y por la que se paga.
lo están en su prohibición. todas las ramas del trabajo Si una naranja de
Pero, dirán Ustedes Lisboa se vende a mitad de
todavía, el productor y el nacional.” precio que una naranja de
consumidor no son más que París es porque el calor
uno solo. Si el fabricante gana natural y por consecuencia
por la protección, hará ganar al agricultor. Si la gratuito hace por una lo que la otra debe a un calor
agricultura prospera, abrirá mercado a las fábricas. artificial y por tanto costoso.
- ¡Y bien! Si nos confieren el monopolio del Luego, cuando una naranja nos llega de
alumbrado durante el día, primero compraremos Portugal, se puede decir que nos ha sido dada la
mucho sebo, carbón, aceite, resinas, cera, alcohol, mitad gratuitamente, la mitad a título oneroso o, en
plata, hierro, bronces, cristales, para alimentar otros términos, a mitad de precio en relación con
nuestra industria y, además, nosotros y nuestros aquella de París.
numerosos abastecedores nos haremos ricos, Ahora bien, es precisamente esta semi-
consumiremos mucho y esparciremos bienestar en gratuidad (perdón por la palabra) lo que ustedes
todas las ramas del trabajo nacional. alegan para excluirla. Ustedes dicen: ¿Cómo el
¿Dirán Ustedes que la luz del sol es un don trabajo nacional podría soportar la competencia del
gratuito y que rechazar los dones gratuitos sería trabajo extranjero cuando aquél tiene que hacer
rechazar la riqueza misma bajo el pretexto de todo y éste no cumple más que la mitad de la tarea,
estimular los medios para adquirirla? encargándose el sol del resto? Pero si la semi-
Pero pongan atención a que ustedes llevan la gratuidad les decide a rechazar la competencia,
muerte en el corazón de su política; pongan ¿cómo la gratuidad entera les llevará a admitir la
atención a que hasta aquí ustedes han rechazado competencia? O no son lógicos o deberían rechazar
siempre el producto extranjero porque él se la semi-gratuidad como dañina a nuestro trabajo
aproxima a ser don gratuito y precisamente porque nacional, rechazar a fortiori y con el doble más de
se aproxima a ser don gratuito. Para cumplir las celo la gratuidad entera.
exigencias de otros monopolizadores, ustedes Otra vez, cuando un producto, hulla, hierro,
tenían un semi-motivo; para acoger nuestra trigo o tela, nos viene de fuera y podemos
demanda, ustedes tienen un motivo completo y adquirirlo con menos trabajo que si lo hiciéramos

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nosotros mismos, la diferencia es un don gratuito saber si ustedes quieren para Francia el beneficio
que se nos confiere. Este don es más o menos del consumo gratuito o las pretendidas ventajas de
considerable conforme la diferencia sea más o la producción onerosa. Escojan, pero sean lógicos;
menos grande. Es de un cuarto, la mitad o tres porque, en tanto que ustedes rechacen, como lo han
cuartos del valor del producto si el extranjero no hecho, la hulla, el hierro, el trigo y los tejidos
nos pide más que tres cuartos, la mitad o un cuarto extranjeros en la proporción en que su precio se
del pago. Es tan completo como podría ser cuando aproxima a cero, qué inconsecuente sería admitir la
el donador, como hace el sol por la luz, no nos pide luz del sol, cuyo precio es cero durante todo el día.
nada. La cuestión, lo postulamos formalmente, es

Frédéric Bastiat: Defensor de la libertad

Claude Frédéric Bastiat nació en Bayonne, en el suroeste de Francia


en 1801. Economista y periodista, Bastiat fue también miembro de la
Cámara de Diputados de Francia y un influyente opositor de la
implementación de tarifas u otras medidas proteccionistas. A través de
su escritura y sus discursos, presentó el caso por la libertad de
comercio, el libre mercado y la libertad personal recurriendo al ingenio
y a la sátira para argumentar su punto.

Su habilidad para explicar principios económicos básicos de manera


sencilla y entretenida se puede apreciar a una de sus obras más
famosas, Sofismas Economicos. Aunque algunos se quejaban de su
manera poco científica de explicar ideas complejas, era una
aproximación que dejaba a sus oponentes perplejos.

Uno de los grandes defensores de la libertad, Bastiat fue un


apasionado crítico del socialismo y el autoritarismo. También escribió
en abundancia sobre asuntos de la ley y la economía política. En La
Ley, una de sus obras más populares, advierte que el mayor peligro a
la libertad es el gobierno, una afirmación que aún tiene vigencia.

Traducción por Luis I Silva Ball de http://www.silentpc.org/university/Candlemaker.pdf

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