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LA ÉTICA EN LA VIDA POLÍTICA.

La Política la entiendo como la CIENCIA al


servicio del bienestar integral del ser humano,
PEDAGOGÍA que permita educar amplios
sectores de la población con la discusión de
propuestas coherentes, ÉTICA, reserva moral,
coherencia entre lo que se dice y se hace,
honestidad al 100%.

Más del 90% de la población desconfía de los


políticos, lamentablemente el ejercicio de la
política en el Perú está muy desprestigiado, la
imagen del político(a) se asocia más bien al
tipo mentirosos y ladrón. La política entendida como negocio, como fuente de ingreso ha
ocasionado la inscripción de 24 planchas presidenciales para las elecciones de abril próximo.

El hombre, por naturaleza tiene la capacidad de perfeccionarse y de superarse día a día, por lo
que tiende a alcanzar la plenitud. Para llegar a tan preciada meta como lo es la plenitud, es
necesario vivir en sociedad; el ser humano necesita de los demás para construir un mundo o
ambiente propicio en el cual alcanzar la plenitud, causa esencial de la felicidad.

Es por ello que el hombre necesita de la sociedad política, pues nada es pleno si no se
comparte, confronta y comunica a los demás, ya que el bien es expansivo, comunicativo: "De
nada sirve la sabiduría si no se la comunica mediante la educación".

El hombre se reúne en sociedad para el logro de un bien común a todos. El bien común no es
el bien individual, no es la suma de la porción de felicidad de cada individuo integrante de una
comunidad, pero tampoco es un bien que nada deba a las partes. Es la integración sociológica
de todo lo que hay de virtud y riqueza en las vidas individuales, y que tiende a perfeccionar la
vida y la libertad de persona de cada ser. No es utilidad solamente, sino fin bueno es sí mismo,
sujeto a la justicia y a la bondad. Es el fin último de la vida social.

La política es la ciencia social y práctica


cuyo objeto es la búsqueda del bien
común de los integrantes de una
comunidad. El bien común no es sólo la
tarea del poder político sino también
razón de ser de la autoridad política.

Por lo tanto, es el bien común el principio


y fin ético de la política. Será bueno todo
aquello que beneficie, tienda, acreciente
o promueva el bien común. Será malo
todo aquello que tienda a perjudicarlo,
disuadirlo, disminuirlo, etc.
FACTORES
Los factores que conducen a la desnaturalización del estado, a su proceder éticamente
negativo, inmoral, ilegítimo e ilegal son principalmente:

a) el economicismo
b) la tentación del poder absoluto
c) la pérdida de un orden político.

a) Este tipo de corrupción se da siempre que el dinero


ocupa un lugar preferencial en la escala de valores de
una sociedad. Y lo cierto es que así parecen estar hoy
las cosas en la mayoría de los países. Lo común es que
un funcionario viole sus deberes de lealtad al pueblo
por alguna condición económica, es decir, porque hay
dinero de por medio.

Max Weber distinguió entre los políticos que viven para


la política y los que viven de la política. En el último caso, la ambición política deja de valer por
sí misma y se rebaja al nivel de un valor instrumental al servicio del
enriquecimiento.

b) Todo poder tiende a corromper; el poder absoluto corrompe


absolutamente. Alguien que carece de una sensibilidad moral
excepcional, y que no es sino una persona ordinaria, común y
corriente, puede sucumbir frente a la tentación extraordinaria que
surge de las inmensas posibilidades del poder, a menos que se la
limite y se la controle.

c) Bajo cualquier sistema político existe un orden político natural


al cual la acción política debe sujetarse en aras de la estabilidad y
el bienestar de la nación. El orden político es la única posibilidad
de trabajar por el bien común. Su contraparte, el desorden
político, implica el desquicio general de las funciones sociales, de
modo que nadie trabaja en lo que le compete. Diría Dante:
"Siempre la confusión de la persona es principio del mal de la
ciudad".

Podemos, lógicamente, reducir los tres factores de desnaturalización del estado,


anteriormente mencionados, a un solo eje fundamental: la conducta. Según el diccionario de la
lengua española, conducta, entre otras acepciones, es la manera con que los hombres
gobiernan su vida y rigen sus acciones. Como ya sabemos, el hombre es un ser libre, capaz de
autodeterminarse y que actúa según una elección. También dijimos que la ética esta
compuesta por la moral, el derecho y los convencionalismos sociales.
Por lo tanto una conducta será éticamente positiva siempre que el
hombre encamine su vida conforme a las costumbres sociales y
normas jurídicas vigentes, y cuyos principios morales, que por
naturaleza indican qué es lo bueno, no queden sólo en el campo de
la abstracción o el conocimiento, sino que los concrete mediante su
observancia. En resumen, será una conducta acorde a la ética aquella
conducta virtuosa. La virtud es la disposición constante del alma a
conducirse de acuerdo al bien y a evitar rigurosamente el mal. Las
virtudes que hacen ética a una conducta, y que son además
indispensables en un estado democrático, son las siguientes:

 Austeridad: consiste en llevar una vida modesta y de probada honradez.


 Veracidad: virtud que nos conduce siempre a manifestar lo que creemos o pensamos.
 Lealtad: nos obliga a ser fieles y rigurosos en el cumplimiento de los compromisos y
obligaciones, en la correspondencia de afectos, etc.
 Tolerancia: respeto y consideración de las opiniones ajenas. No es aprobar el error,
sino simplemente, la capacidad de convivir con lo diferente.
 Espíritu de Trabajo: Inclinación a realizar con entusiasmo y eficacia las labores que se
emprenden.
 Perseverancia: firmeza en los propósitos o en la prosecución de algo que se ha
comenzado.
 Caridad o Fraternidad: consiste en considerar a nuestros semejantes como hermanos.
Es el amor al otro que se manifiesta mediante acciones de beneficencia y benevolencia.
 Patriotismo: vínculo espiritual que nos une a la patria incondicionalmente. Se
manifiesta sirviendo con amor y abnegación, alentando los ideales de la nación,
reverenciando sus glorias, amando su tradición y respetando sus símbolos.
 Abnegación: es un sentimiento que nos mueve a dejar de lado nuestros propios
afectos o intereses en servicio de la patria, para el bien de la comunidad en general,
para el bien del otro.

Es fácilmente entendible entonces que los tres factores de desnaturalización del estado tienen
su semilla o su fundamento en una conducta éticamente negativa: en el materialismo, en la
mentira, la deslealtad, la intolerancia, el egoísmo, en la carencia de patriotismo, etc.

Patriotismo Lealtad
ÉTICA Y FUNCIÓN PÚBLICA

Los antiguos griegos, que gustaban de practicar la


filosofía, ante la pregunta: ¿Qué es mejor, el
gobierno de los hombres o el de las leyes?
Respondían que cuando las leyes son buenas
benefician a la comunidad política siempre que
los hombres las respeten y las apliquen, pero ante
la evidencia de que éstas no se respetaban, la
respuesta era contar con hombres buenos, ya que
éstos además de actuar correctamente en cada
uno de sus actos, respetaban la ley. En esta cultura, los individuos con un gran reconocimiento
y decoro eran considerados “Hombres Ley”. Parafraseando esta idea y cuestionándonos si es
mejor el gobierno de los hombres o el de las instituciones, sin duda la respuesta sería similar.
Son los hombres los que hacen las leyes y las instituciones. Y así como un hombre bueno era
antaño considerado un “Hombre Ley”, un hombre con principios éticos en el ámbito público
puede considerarse como un “Hombre Institución”, de donde se deduce que cualquier mejora
en la operación de las instituciones públicas, y por tanto de la credibilidad en éstas, será
posible si se eleva la conducta moral de los individuos que la integran mediante una adecuada
formación ética. La importancia de poner atención en la conducta de los hombres públicos la
resalta Douglas North al decir: “Las instituciones son una creación humana, evolucionan y son
alteradas por humanos. Por consiguiente, se deberá empezar por el individuo” (Douglas North,
1993).

¿ES POSIBLE LA ÉTICA EN POLÍTICA?

Para algunos, la ética y la política son inconciliables, y hay que optar por la política o por la
ética. Otros, en cambio, buscamos una relación positiva entre ética y política, ya que, en
realidad, el sentido pleno de ambas es coincidente.

El “realismo político”

El así llamado realismo político considera, para decirlo de manera muy simple, que si se quiere
actuar en política hay que dejar de lado los principios morales. En su forma extrema, que se
podría calificar de cínica, basada en Maquiavelo y Hobbes, se plantea que el político, para serlo
plenamente, tiene que desprenderse de “prejuicios” morales.

En el Perú
En la historia política y económica del Perú, la derecha
encabeza la corrupción, carente de Visión Histórica y de
Identidad Nacional, se dedicó a saquear nuestros recursos y
entregarlos a manos extranjeras, hoy ya casi nada es nuestro,
vivimos en casa ajena.

Venimos de tropiezo en tropiezo, del 80 al 85 fracasa el


gobierno de Acción Popular y el Partido Popular Cristiano de la
señorita Lourdes Flores Nano, 85-90 un nuevo desastre con el gobierno del Dr. Alan García, el
APRA además hoy gobierna en 12 regiones, 90-2000 se impuso la cleptocracia de la mafia
Fujimori-Montesinos, 2000-2005 el descalabro con el gobierno del Dr. Alejandro Toledo.
Entreguismo, burocracia holgazana, desalmada, planillas doradas, la corrupción, han sido
características permanentes en estos gobiernos irresponsables. ¿Qué extraño virus circula por
la corteza cerebral de esta gente?

En Cajamarca-Perú opera desde 1993 Minera Yanacocha (la mina de oro más grande de
Latinoamérica, la segunda en el mundo), Cajamarca ha pasado del cuarto al segundo lugar en
el mapa de la pobreza. Yanacocha opera con total impunidad (contamina el agua con metales
pesados, maltratos permanentes a poblaciones rurales humildes, no tienen licencia social,
explotación a trabajadores en services (hay trabajadores cuya jornada laboral diario es de 12
horas y ganan 200 dólares al mes), robo de impuestos, corrupción de funcionarios (Newmont y
Buenaventura los accionistas principales le robaron sus acciones a su ex socio, la empresa
francesa BRMG en un proceso judicial manipulado por Vladimiro Montesinos), a esto hay que
agregar la persecución, denuncias judiciales y asesinato de líderes sociales que defienden los
derechos de sus pueblos. En este contexto, ¿qué hace el Estado Peruano? ¡NADA!, ya para
nadie es novedad que son los mudos cómplices de Minera Yanacocha (MY). Resulta curioso ver
como los representantes del gobierno central, el APRA y la derecha se pelean en los debates
congresales, en Cajamarca en cambio ellos viven de rodillas ante MY.

El sobrecosto del tratamiento del agua potable por los problemas de contaminación, los paga
la población en sus recibos mensuales, ¿qué dice el Sr. Alcalde?
¡NADA!

El 26 de julio del 2002, “Unidad Nacional”, el APRA, “Perú


Posible” y el FIR (hoy denominado “Perú Ahora”) firmaron a
puerta cerrada el famoso “Acuerdo de Gobernabilidad”
apoyando a MY para la explotación del cerro Quilish a pesar
que el anterior Alcalde, general ® Jorge Hoyos Rubio dejó la
Ordenanza 012-2000 que establece: “Declarar como Zona
Reservada Municipal el cerro Quilish y las Microcuencas de los
ríos Quilish, Porcón y Grande”.

A pesar de que Yanacocha perdió en dos instancias en el Poder Judicial en Cajamarca, el


Tribunal Constitucional presidido por Javier Alva Orlandini (militante de “Acción Popular”) le
dio pase para que puedan explorar.

Los políticos electoreros son oportunistas por naturaleza;


buscan el voto para ellos, no para otros; obtienen más
ventajas que desventajas con el producto de su gestión
política; frecuentemente engañan para obtener el voto; a
menudo mienten para cubrir sus desvergüenzas; a veces
amenazan para ganar en base al temor; etc.

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