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EL CAMINO LIBERADOR DE LA ROSACRUZ

EL CAMINO LIBERADOR

DE LA ROSACRUZ

EL APOCALIPSIS DE LOS TIEMPOS NUEVOS IV

Cuarta Conferencia

de Renovación

<<AQUARIUS>>

BÂLE, 1966

POR

CATHAROSE DE PETRI

JAN VAN RIJCKENBORGH

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ÍNDICE

Prólogo

CONFERENCIA PUBLICA:

I ¿Quienes son los Rosacruces?

SERVICIO DE APERTURA POR EL PRESIDIUM SUIZO:

II <<Bienaventurados aquellos que escuchan la palabra de Dios y que la guardan>>

CUARTA CONFERENCIA INTERNACIONAL


<<AQUARIUS>> POR CATHAROSE DE PETRI Y JAN VAN
RIJCKENBORGH:

III El desarrollo del poder del pensamiento

IV La naturaleza superior

V La primera penetración

VI Iniciación y autoiniciación

VII La victoria sobre el anti-hombre

SERVICIO DE CLAUSURA POR EL PRESIDIUM SUIZO:

VIII El verdadero agradecimiento

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PRÓLOGO

Esta publicación ambiciona dar a conocer al publico las alocuciones y rituales de la cuarta
Conferencia <<Aquarius>> dada en Bâle en agosto de 1966. En el primer capítulo, el lector
encontrará las alocuciones de la reunión pública que precedió a esta Conferencia. La Conferencia
<<Aquarius>> propiamente dicha, mantenida por el Señor Jan van Rijckenborgh y la Señora
Catharose de Petri, es el objeto de los capítulos III al VII, mientras que los textos de apertura y
clausura del presidium suizo se encuentran reagrupados en los capítulos II y VIII.
Pueda el contenido de este libro hablar y testimoniar de él mismo. Ningún hombre
deseoso de encontrar conscientemente su lugar en nuestra época trastornada puede dispensarse de
una reflexión profunda sobre lo que está en camino de realizarse hoy, en todos nosotros y por
todos nosotros, de manera irresistible. Esta cuarta obra de la serie "El Apocalipsis de los Tiempos
Nuevos" debe servirnos de hilo conductor. Es nuestra esperanza y nuestro ruego que estas
publicaciones ayuden a un gran número de buscadores a comprender las señales de la época y a
sacar las consecuencias de ello en el momento oportuno.

Las Ediciones de la Rosacruz de Oro.

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ALOCUCIONES

DE LA CONFERENCIA

PÚBLICA

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I

¿Quienes son los Rosacruces?

Nos sentimos penetrados por una gran alegría y llenos de un profundo agradecimiento por que
nos sea permitido desearos aquí, esta tarde, la bienvenida en el nombre de la Escuela Espiritual
de la Rosacruz de Oro, el Lectorium Rosicrucianum. Como ha sido anunciado, nos gustaría
hablaros de los Rosacruces y más especialmente poner a la luz algunos aspectos de esta
Fraternidad.
Si examinamos el pasado, constatamos que en el curso de los seiscientos a setecientos
últimos años, se ha hablado siempre de los Rosacruces. Sin embargo esta Fraternidad sublime
existe desde hace mucho más tiempo. Esta Orden fue fundada inmediatamente después de la
caída de la humanidad, y recibió por revelación divina el conocimiento del camino a lo largo del
cual la humanidad puede de nuevo liberarse del abismo profundo en el que se ha hundido.
Aunque esta Fraternidad inmortal no trabajó jamás en otro objetivo que el de la liberación
de la humanidad, hubo de sufrir sin embargo, a lo largo de los siglos, numerosas calumnias y
persecuciones. Siempre se ha intentado hacer fracasar su trabajo, y ello siempre ha pasado de la
manera más simple que consiste en abusar de su nombre fundando movimientos engalanándose
con el nombre de la Rosacruz, pero persiguiendo otros fines diferentes.
No obstante llega rápidamente el tiempo en el que una gran parte de la humanidad
comienza a comprender y a penetrar la verdad en lo que concierne a la Rosacruz. De la red de
mentiras y engaños tendida desde la más alta antigüedad alrededor de esta Orden sublime, se
elevará finalmente un monumento de belleza incomparable e inmaculado, a saber: "el
Cristianismo universal de los Rosacruces".
Este cristianismo solo ha sido comprendido, en el curso de los siglos, por una minoría de
personas. Pero pronto se aproxima el día en el que muchos hombres, como fue el caso para Saúl,
aceptarán con una gran emoción en un momento dado, como Pablo, la Luz y el Amor de la Cruz,
y se despertarán de su ceguera espiritual, ¡con la mirada nueva!

¿Quienes son de hecho los Rosacruces?

Como se acaba de decir, los Rosacruces forman la Fraternidad más antigua conocida. Mucho
antes de que se hablara de los grandes guías espirituales de la antigüedad, ya existía una Iglesia
interior -la Comunidad de la Rosacruz universal. De esta comunidad interior de la luz provienen
todas las grandes y sublimes entidades que obraron para la humanidad caída. Por ello los
Misterios familiares a los Rosacruces encierran todo lo que puede ser conocido en lo
concerniente al hombre, la naturaleza y Dios. Todo sabio que haya vivido fue alumno de esta
Fraternidad y recibió de ella la verdadera sabiduría.
Los Rosacruces solo sondean un único libro: el Libro de la Vida. Su lugar de reencuentro
es el Templo del Espíritu Santo, que penetra la naturaleza entera. Para los elegidos, como dice la

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Fraternidad, este Templo es fácil de encontrar, pero a los ojos de la gran masa permanece
escondido. Sus secretos están a la disposición de todo hombre capaz de recibirlos. El hecho de
guardar las cosas secretas no proviene de una falta de buena voluntad para comunicarlos, sino
exclusivamente de una receptividad insuficiente de parte de aquellos que están a la búsqueda de
la Sabiduría divina.
Ahora bien para volver a los hombres receptivos a la verdad, a la sabiduría y al amor
divinos la Fraternidad de la Rosacruz trabaja en este mundo. Ella no realiza este trabajo
solamente con palabras, sino que en primer lugar con una fuerza de radiación que se dirige al
corazón mismo del hombre. En medio de esta fuerza de radiación, intenta despertar en muchos el
átomo chispa de espíritu, el centro espiritual lleno de misterio situado en la cima del ventrículo
derecho del corazón humano. Cuando se tiene éxito en poner en movimiento en el corazón
humano este núcleo de vida escondido, esta chispa del alma, puede resultar de ello un
maravilloso proceso, designado como el renacimiento del alma.
Es un proceso de crecimiento interior en el curso del cual el alma nuevamente nacida se
expande cada vez más, volviéndose cada vez más luminosa para elevarse un día hasta una gloria
indecible, y penetrar con sus radiaciones espacios infinitos. Además de la grandiosa liberación
ofrecida así al hombre, este proceso procura también ayuda y bendición a todos aquellos que
suspiran aún en las cadenas de la vida terrestre, pues la luz psíquica del amor divino que se
despliega se vuelve la redención de muchos.

Con el fin de poder alcanzar este objetivo elevado de la mejor manera y lo más rápidamente
posible, la Escuela Espiritual De la Rosacruz de Oro fue llamada a la existencia hace numerosos
años como instrumento en las manos de la Fraternidad. En ella no se prescribe ningún dogma
sino que se recibe una nueva fuerza en vistas del renacimiento. En efecto la Escuela Espiritual de
la Rosacruz de Oro forma un campo de fuerza, un campo de radiación salido del Espíritu Santo.
Un campo tal de radiación es edificado por enviados de la Fraternidad de la Rosacruz que
han adquirido la libertad y la inmortalidad en el curso de una existencia terrestre anterior, y que
han regresado a la tierra voluntariamente al servicio de su prójimo.
Tenemos esta tarde el gran privilegio de tener entre nosotros a dos enviados de la
Fraternidad de la Rosacruz, fundadores de la Escuela Espiritual actual: el Señor Jan van
Rijckenborgh y la Señora Catharose de Petri. Estos dos enviados forman el núcleo del nuevo
trabajo gnóstico de la Rosacruz para nuestra era.
De este foco espiritual emanan sin interrupción unas radiaciones, unas corrientes de luz
astral pura. Todos aquellos que se aproximan voluntariamente a la Escuela Espiritual actual, y
desean vivir de este manantial central, que es amor, son unidos a estas fuerzas y a estas
radiaciones. Desde ese instante, esos hombres son tomados en un proceso alquímico, que
comienza en el átomo del corazón y llega a su coronación en el tiempo requerido en el triple
renacimiento del espíritu, del alma y del cuerpo.

La alquimia de los Rosacruces

En 1919, el físico inglés Ernest Rutherford tuvo éxito por primera vez en la transmutación del
átomo por vía experimental. Sometiendo átomos de nitrógeno a un bombardeo de partículas alfa

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obtuvo la formación de átomos de oxígeno y átomos de hidrógeno. Bajo el punto de vista de la
transmutación de los elementos, era un éxito de la ciencia atómica moderna. El antiguo deseo de
transmutar los metales viles en oro precioso parecía más cerca de realizarse. Se creyó así haber
descubierto el secreto de los antiguos alquimistas, dicho de otra manera el arte de hacer oro, es
decir haber resuelto el enigma de la alquimia. Así no se sorprenderá de oír designar a la actual
transmutación de los núcleos atómicos como una alquimia moderna.
Sin embargo, esta interpretación se funda sobre un gran error pues, en la alquimia
verdadera, en el arte de hacer oro, no se trataba del oro exterior, terrestre, sino más bien de
procesos microcósmicos muy secretos, que forman desde los tiempos más remotos el núcleo de
los Misterios divinos. Es importante pues comprender la transmutación de los metales viles en
oro precioso como un símbolo, pues el arte de hacer el oro verdadero concierne a procesos
espirituales que tienen como característica al alma, en vistas del renacimiento absoluto, de la
recreación completa del ser humano. Así la verdadera alquimia se refiere al oro del espíritu.
La piedra de los sabios, que tantos hombres han buscado vanamente, no se encuentra en
el reino mineral; esta piedra de construcción divina está escondida, como un grano, en el corazón
humano. ¡El Reino de Dios está en el ser humano mismo! La esencia del Espíritu está
concentrada en un punto escondido del corazón humano. Allí es donde se encuentra la piedra de
los sabios.

Como ya hemos indicado, existe, en la cima del ventrículo derecho del corazón humano, un
misterioso centro espiritual: <<el grano de trigo Jesús>>, <<la Rosa del corazón>>, o en
términos más actuales, el <<átomo chispa de espíritu>>, o también el <<átomo crístico>>. Es en
esta semilla del alma donde dormita el formidable poder de resurrección del hombre interior, el
hombre celeste hecho del oro de la sustancia original pura.
La formación de este <<hombre interior>>, de este portador de luz, constituye un arte
verdaderamente real. No es un proceso natural en el sentido ordinario de este termino,, sino un
proceso espiritual alquímico. Por ello tal proceso debe comenzar en el átomo chispa de espíritu
del corazón. Solo este átomo, como el elixir de oro, como la piedra de los sabios oculta en el
hombre, tiene el poder de transmutar el plomo de la naturaleza en oro del espíritu.
De la fuerza de radiación del átomo chispa de espíritu -o átomo crístico- nace el alma
nueva que, a partir de su centro, va a construir un nuevo cuerpo. Este cuerpo del alma posee una
espléndida radiación color oro, y rodea al ser humano como un vestido de oro. Quien sabe tejer
tal vestido de luz dorada obtiene de nuevo la unión con el Espíritu divino.
de esta fusión del alma y del Espíritu, de estas Bodas alquímicas -como los antiguos
Rosacruces llamaban a este proceso alquímico- nace <<el Hijo de la Plenitud>>: el Hombre
celeste interior.

En tanto que hombres modernos sabemos que energía formidable está escondida en el átomo, y
sabemos también que peligros espantosos acompañan a la fisión nuclear experimental, peligros
de los que muchos de los sabios atómicos responsables son, ellos también, perfectamente
conscientes. Pero ellos no pueden decidirse a renunciar a estos experimentos porque son por así
decirlo impulsados por una fuerza interior.
La enseñanza de la Rosacruz actual también nos da a conocer que además del foco

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atómico del corazón, es decir el átomo chispa de espíritu o átomo crístico, aún existe en el
hombre otro foco atómico que se sitúa en el santuario de la cabeza. este átomo de la cabeza,
llamado también átomo luciferino, ardía antaño en la luz del átomo del corazón o átomo crístico.
En ese tiempo el átomo luciferino de la cabeza era el reflejo del átomo del corazón. La unidad
cabeza-corazón era sí efectiva, y el pensamiento del hombre se dejaba guiar por el Espíritu, por
Dios.
Pero esta gloriosa unidad fue rota. Desde tiempos inmemoriales el átomo luciferino a
dejado de obedecer al átomo crístico del corazón, atribuyéndose la dirección de todo el sistema
humano y lo ha desorganizado estructuralmente bajo todo punto de vista. El intelecto humano
está así inflamado en Lucifer de manera que hostiga al hombre tomado en la reacción en cadena
de los pensamientos coercitivos: el hombre nacido de esta naturaleza no vive, ¡es vivido!
En razón de esta fuerza mental impía, el proceso alquímico que se efectúa entraña así un
doble efecto: exteriormente, la explosión y la destrucción, e interiormente, la cristalización y la
muerte. Solo si el hombre regresa a la alquimia verdadera, para lo cual el renacimiento del alma
es una condición absoluta, se le volverá posible liberar al hombre celeste interior y por este hecho
obtener la libertad eterna.

Experimentamos una alegría inmensa de poder hablaros de estas cosas, aquí, en Bâle. En efecto,
hace 440 años vivía en esta ciudad Théophraste Paracelsus von Hohenheim, llamado
comúnmente Paracelso, que, aunque no fue comprendido por sus contemporáneos, era un
alquimista autentico, cuyo nombre os es sin duda conocido.
Durante un corto período, Paracelso ocupó en la universidad de Bâle la cátedra de
profesor de ciencia y de medicina, asumiendo enteramente las funciones de médico de la comuna.
Estaba dotado del discernimiento y la fuerza, y las aplicó en el sentido de una química interior en
vistas de la liberación del hombre interior, lo que hizo de él un verdadero médico, un verdadero
cirujano, un verdadero curador, de la que la santificación del ser humano era la misión más
profunda.
Restablecimiento, curación representan siempre, tomado en este sentido, santificación,
sobre el fundamento del alma nueva, del alma renacida.

El misterio del alma

<<¿Para que le serviría a un hombre ganar el mundo entero, si perdiera su alma?>>.


Sobre estas palabras dirigidas un día por Jesús a sus discípulos reposa todo el edificio de
la verdadera alquimia, el edificio del renacimiento de Agua y de Espíritu. En tanto que eslabón
entre el espíritu y el cuerpo, el alma tiene una significación preponderante, pues, por su
naturaleza divina pura como <<alma-espíritu>>, es el interprete luminoso del Espíritu
incognoscible y, además, vuelve posible la entrada de la fuerza del Espíritu en el cuerpo.
Sin alma no hay conciencia, y por ello ninguna unión con la manifestación del Espíritu.
Por ello brota como un grito a través del universo entero el deseo de cada ser animado, el deseo
primordial de seguridad y de paz que expresan las palabras:
<<¡Salva a mi alma, oh Dios!>>

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La exhortación a la renovación del alma, al renacimiento del alma, atraviesa como un hilo
de oro los Evangelios y los escritos sagrados de todos los tiempos, y hace tantas veces referencia
a esta exigencia que se llega involuntariamente a hacerse esta pregunta: <<¿Que es en verdad el
alma?>>

El alma es un fuego, un principio ígneo. Por ello se habla del fuego del alma. Según la
terminología de la Rosacruz actual, este fuego es de hidrógeno ardiendo en el oxígeno. Sabemos
que sin fuego no hay combustión, ni transmutación de la materia. En el hombre también tienen
lugar procesos de combustión, luego de transmutación.
En el universo visible, llamado por Jacob Boehme: <<la casa de la muerte>>, es un fuego
impío el que está encendido, una concentración de hidrógeno que no arde conforme al plan
divino de las cosas. Desde siempre la Enseñanza universal designa a este fuego impío por
<<Lucifer>>. Todo ser nacido de esta naturaleza porta en si este fuego impío como la llama del
alma. <<En este fuego>> dice Shankara, <<son echados, como en una corriente ininterrumpida
de ofrendas, los objetos del deseo, por los cuales el universo visible viene a la existencia.>> Este
principio psíquico luciferino dota al ser nacido de esta naturaleza de una conciencia determinada,
su conciencia natural personal, y de una actividad mental y emocional en conformidad. Es lo que
permite decir que el pensamiento humano está inflamado en Lucifer y acarrea resultados en
correspondencia. Si conserváis ello ante vuestros ojos, veréis claramente porque el mundo y la
humanidad son tal como son.

Según la Enseñanza universal, el espacio entero, el universo, está lleno de sustancia original. Esta
materia original está constituida de átomos de elementos variados disociados. Es la materia de
donde proviene toda la creación y por la cual es edificada. Se puede así comparar al hombre a
una pila atómica, pues su forma corporal cuádruple también está constituida de innumerables
átomos. Estos átomos están polarizados con el fuego psíquico impío que arde en el ser humano
nacido de esta naturaleza. Su polarización indica siempre la dirección de la existencia espacio-
temporal propia al orden dialéctico del mundo. Y como la vida de este mundo solo es una
<<apariencia de vida>> y que no se puede volver permanente una apariencia, la forma corporal
humana se deteriora siempre de nuevo en la muerte, y los átomos que esta forma libera regresan a
su origen. Así pues si queremos vencer a la muerte, es necesario que los átomos de nuestra
personalidad sean receptivos a una polarización diferente. Para hacer esto es necesario que
apaguemos el principio de fuego luciferino y que otro fuego psíquico se encienda en nosotros: el
Fuego crístico.
En el centro de nuestro microcosmos, en nuestro corazón se encuentra el átomo chispa de
espíritu, el átomo crístico ya mencionado. Este átomo pertenece a un mundo de un orden
diferente al de los átomos de nuestra forma corporal. Es el átomo del que el poeta dijo: <<Un
solo átomo divino valdría más que mil paraísos.>> Cuando este átomo divino se vuelve activo en
el corazón, de este se desprende una nueva fuerza, santificante. Una nueva luz comienza a
manifestarse en el corazón. Es lo que podemos llamar el nacimiento del alma nueva, el alma
divina.
Cuando esta nueva luz del alma, esta luz crística se pone a brillar en nuestro corazón y se
expande a través de nuestro ser, todos los átomos de nuestra personalidad son abrazados por esta

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corriente espiritual. Entonces la polarización de los átomos cambia progresivamente; se
espiritualizan. De ello resulta una nueva conciencia, una nueva mentalidad. En otros términos,
por el alma nueva y la nueva conciencia, la fuerza espiritual afluye en el cuerpo y realiza su
transfiguración. ¡Este es el misterio del renacimiento evangélico!
Es necesario que, en primer lugar, renazcamos según nuestra alma mortal, y que a
continuación construyamos el cuerpo del alma. Entonces, de lo que se llama el <<plomo>> de la
naturaleza nacerá <<el oro del Espíritu>>. Entonces lo mortal será revestido de lo inmortal como
lo expresa Pablo en la primera Epístola a los Corintios: << Es sembrado corruptible, resucita
incorruptible. Es sembrado despreciable, resucita glorioso. Es sembrado impedido, resucita lleno
de fuerza. Es sembrado cuerpo animal, resucita cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo animal, hay
también un cuerpo espiritual. Por ello está escrito: el primer hombre, Adam, se volvió un alma
viviente. El último Adam se ha vuelto un espíritu vivificante.>> ¡Podamos todos ser
profundamente penetrados por esta gran verdad!

La Rosacruz en nuestra época

Estamos al principio de una nueva era del mundo. El período que está ante nosotros es
generalmente llamado la era de Acuario, Aquarius, o el Portador de agua, por el hecho de que el
punto vernal ha entrado en el signo zodiacal de Acuario. Así comienza un capítulo nuevo de la
evolución de la tierra y de la humanidad, pues las influencias de la era de Acuario que se abre se
hacen sentir cada vez más fuertemente, y a causa de ello el mundo y la humanidad sufrirán
cambios de una importancia capital.
En concordancia con esta revolución cósmica una fuerza de radiación de frecuencia muy
elevada viene a nosotros, cuyo poder no cesa de aumentar y que ha salido del campo de vida del
hombre original. La atmósfera terrestre también está tocada por esta revolución cósmica. Ahora
bien dado que sabemos cuanto depende el hombre de la atmósfera que le rodea, su sustancia
respiratoria, podemos representarnos que, si nuestra atmósfera cambia, ello debe necesariamente
tener una enorme influencia sobre el comportamiento físico, moral y espiritual de la humanidad.
En razón de estas nuevas influencias que emanan de las radiaciones intercósmicas, la
composición de la atmósfera terrestre sufre progresivamente un gran cambio, y ello con un
propósito divino profundo. Si el hombre no sabe adaptarse a ello según el cuerpo, el alma y la
conciencia, en un momento dado, bajo el efecto de las leyes naturales, se encontrará ante
dificultades insuperables, tanto en lo que concierne al cuerpo como al alma.
Por otra parte, la era de Acuario contiene en si misma grandes y gloriosas posibilidades.
Pues aquel que sepa reaccionar de manera positiva a esta fuerza atmosférica crística verá el
nuevo sol, el sol del Espíritu, levantarse en su vida. En el curso de este período, será en efecto
posible para el hombre liberado, el hijo de Dios, regresar a la Casa del Padre.
Sin embargo, para reaccionar a esta fuerza atmosférica del Cristo, el hombre tiene
necesidad de un intermediario, el alma nueva renacida. Pues solo esta alma-espíritu es capaz de
adaptarse armoniosamente al desarrollo cósmico actual. El hombre nacido de esta naturaleza,

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como ya hemos establecido, no posee esta alma-espíritu; y ella no le caerá del cielo. Dispone del
alma natural, del principio de fuego luciferino, pero después de la muerte esta alma natural se
disgrega si no ha renacido en el curso de la vida.
Por ello esta cuestión es para nosotros decisiva: <<¿Como llegar al renacimiento del
alma? ¿De que manera adquirir el alma-espíritu? ¡Las frecuencias vibratorias de las puras
corrientes de fuerza de la sobrenaturaleza, y las de las corrientes de fuerza del Reino de Dios, son
demasiado elevadas para ser asimiladas por el alma natural! ¿Como superar esta dificultad?>>
Es aquí donde la Fraternidad de la Rosacruz entra en escena como intermediaria. Ella
baña a todos aquellos que buscan la renovación del alma en un campo de fuerza, un campo de
radiación cuya vibración puede ser soportada por el hombre nacido de la naturaleza, y con la que
puede trabajar para su curación. Este campo de radiación brilla con una gran magnificencia y se
una al foco formado aquí, en la tierra, por los enviados de la Fraternidad.
Estas radiaciones se dirigen hacia todos aquellos que aspiran a ello, y en particular hacia
el corazón de aquellos que, para unirse a ella, se aproximan a la Escuela Espiritual. Dicho de otra
manera, la Escuela Espiritual es un poderoso campo electromagnético en el que diversas
radiaciones, vibraciones y fuerzas están activas, para despertar a la vida espiritual superior a
todos aquellos que penetran en ella. Queda excluido que un hombre pueda participar en la vida
divina únicamente sobre la base de una devoción ordinaria o de una religión establecida.
Antes de que el alma pueda desplegarse, nuestra antigua forma natural debe romperse. El
átomo chispa de espíritu, la Rosa del corazón, para abrirse a la vida nueva, debe recibir
continuamente, día y noche, una radiación de luz en armonía con su esencia. Por ello el ser
humano es colocado ante la cuestión de saber si va a dejarse arrastrar por las corrientes de fuerza
intercósmicas que mueven el universo entero, en un rompimiento y en una trituración continuas,
o si tomará la mano salvadora tendida para salvarle del dominio de la muerte.
Hablamos de la Rosacruz actual, porque ella transmite una fuerza de radiación adaptada a
nuestro tiempo. Los caminos que, en otro tiempo, llevaban a la liberación ya no pueden ser
recorridos hoy, porque la situación cósmica y atmosférica se ha vuelto diferente, y el hombre de
hoy debe adaptarse a esta nueva situación.

La Escuela Espiritual de la Rosacruz actual tiene estos días, del 23 al 27 de julio, su cuarta
Conferencia internacional de renovación <<Aquarius>>. Alumnos de numerosos países europeos
y también del otro lado del mar, son reunidos aquí para recibir una intensa efusión de fuerza
espiritual.
Esta Conferencia está destinada solo a los alumnos de la Escuela Espiritual. Sin embargo
la luz que será liberada aquí durante estos días, y cuya radiación es de gran amplitud, puede
ayudar a todos los hombres de buena voluntad, para que aquellos que están aun en el exterior
encuentren la luz y recorran sus caminos.

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SERVICIO DE APERTURA

por el Presidium Suizo

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II

<<DICHOSOS AQUELLOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA


DE DIOS Y LA GUARDAN>>

Voto

Todos nosotros, admitidos en el Cuerpo magnético de nuestra Escuela Espiritual, nos elevamos
hacia la Luz de las luces, a fin de que libere en nosotros la nueva fuerza del alma para la vida
nueva.

Oración de apertura

Luz Original que emanas de la Vida Divina:


podamos ser santificados por Ti.
Que Tu Reino descienda sobre nosotros.
Que Tu Voluntad actúe en todo nuestro ser
en armonía con Tu Naturaleza Divina.
Con este fin,
concédenos cada día Tu Pan Sagrado.

En la Fuerza de Tu Contacto
rompemos todas las ataduras
que se oponen a Tus Intenciones,
Y perdonamos y olvidamos todo
lo que el mundo y la humanidad
nos han causado por su estado natural.

Que Tu Luz Misericordiosa


Borre enteramente nuestro Karma,
sobre la base de nuestro nuevo
comportamiento de vida.

Protégenos, oh Luz, en la tentación,


y líbranos del mal

1
cuando intente apoderarse de nosotros.

En Ti está la Vida Nueva,


y la Fuerza,
y la Magnificencia,
por toda Tu Eternidad. Amen.

Ritual

<<

Este pasaje de la "Fama Fraternitatis R.C." proyecta la luz sobre Teofrasto Paracelso von
Hohenheim, que vivió temporalmente aquí, en Bâle, hace 440 años y que trabajó aquí, pero que,
lo mismo que en otras partes, no pudo revelarse como habría querido. Así la obra de su vida
permaneció inacabada; es decir que no pudo ni ser conocido de la justa manera, ni tener toda su
eficacia, lo que equivalió para toda la humanidad a una perdida inestimable.
Por esta razón Rudolf Steiner, en su tiempo, recibió de la Fraternidad la tarea de continuar
el trabajo de Paracelso. Rudolf Steiner vino a Bâle en 1913 y trabajó hasta su muerte en Dornach,
cerca de Bâle, donde el Goetheanum da testimonio de su actividad creadora. Sin embargo, aquí
igualmente, la misión real de la Fraternidad permaneció inacabada en lo que concierne a sus
aspectos más profundos. Por ello el trabajo de Paracelso es llamado a manifestarse en el seno de
nuestra Escuela Espiritual. Nuestro Gran Maestro prosiguió esta misión de la Fraternidad en el
curso de la primera Conferencia <<Aquarius>>. Puesto que, festejamos, aquí, en Bâle, nuestra
cuarta Conferencia <<Aquarius>>, nos es permitido ver en ello una señal según la cual esta
misión ha tomado vida en nuestra Escuela y encontrará en ella, en el tiempo futuro, si Dios
quiere, su difusión para la curación y el levantamiento de la humanidad caída. Amen.

Para los alumnos llamados a la curación, es decir a la santificación en un Cuerpo magnético


gnóstico, la ayuda médica solo constituye uno de los aspectos en el proceso fundamental de la
liberación. Pues, visto dialécticamente, un hombre puede tener perfecta salud mientras que es
invariablemente la victima de la enfermedad dialéctica que se manifiesta por la muerte y la
aniquilación. Por ello el alumno es llamado a la vida indestructible.
Esta curación fundamental, esta santificación, tiene un comienzo y un fin. Comienza en el
Cuerpo magnético de una Escuela espiritual gnóstica y termina en el nuevo Campo de vida,
donde penetra el hombre gnóstico tres veces renacido. Un Cuerpo magnético gnóstico se forma
bajo la dirección de enviados de la Fraternidad universal, enviados que, entre otras cosas, poseen
<<el tesoro de la joya maravillosa>>, expresión que designa a la Rosa del corazón que ha
alcanzado su perfecta actividad, y que, con la fuerza del Amor divino que ellos irradian, buscan y
restablecen lo que se ha hundido en las tinieblas de la naturaleza dialéctica. Es en esta
<<semilla>> que emana de la Gnosis donde el alumno encuentra de nuevo su <<primer amor>>,

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es decir el amor de la unión directa con Dios, del que el hombre, en un momento dado, se ha
apartado por presunción e ignorancia. Ningún mortal puede pues rechazar este <<primer
amor>>, este restablecimiento de la unión consciente con la Gnosis, con Dios. Aquel que lo hace
rechaza por ello mismo el camino, así como las posibilidades renovadoras de este camino.
Los enviados de la Gnosis encuentran, es verdad, adeptos en el campo terrestre, pero
frecuentemente ocurre que estos hacen un uso incorrecto o un empleo demasiado limitado de la
semilla divina ofrecida por la Gnosis, ya por falta de comprensión, ya por un gran egocentrismo.
La corriente de la Gnosis no encuentra entonces ningún receptáculo en el cual pueda vertir y
dirigir el proceso de renovación.
Pero desde que nace en el alumno la disposición a remitirse plenamente a este principio
gnóstico central, en la renuncia a si mismo al servicio de la humanidad, la corriente de la
renovación se adueña de él y lo hace avanzar por el camino de la vida. Del centro de su
microcosmos una fuerza nueva, una nueva luz comienza a crecer. Es el nacimiento del alma
nueva, que se anuncia y crece diariamente en fuerza y en gracia, si el alumno permanece
íntimamente unido al principio central del Cuerpo magnético. Así encuentra en si mismo el
reposo al que siempre podrá retirarse. Incluso si, más tarde, se elevaran tempestades en él o
alrededor de él, desde entonces le sería posible desplazar siempre los acentos de su vida hacia la
nueva alma que crece en él, hacia el hombre interior que se desarrolla en él. Tal estado de ser
confiere una alegría interior y una confianza aún desconocidas, y hace que se pueda soportar con
serenidad tanto la enfermedad como la debilidad corporal.
<<Por ello, Hermanos y Hermanas, no perdamos el coraje, pues aunque nuestro hombre
exterior se destruya, nuestro hombre interior se renueva día a día. Pues nuestras ligeras
aflicciones del momento presente producen en nosotros, más allá de toda medida, un peso eterno
de gloria, porque ya no miramos a las cosas visibles, sino a las invisibles; pues las cosas visibles
son pasajeras, pero las invisibles son eternas.>> Amen

Alocución

<<Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan>>. Amen.


Ha llegado el momento en el que el gran acontecimiento de esta cuarta Conferencia tan
particular de <<Aquarius>> puede revelarse a todos. Si os habéis preparado para ella de la buena
manera, sois entonces conscientes de que vuestro <<antiguo vestido>> pertenece al pasado. Las
normas del pasado ya no tienen curso hoy. Lo que subsiste es lo que sois en este momento.
El Libro de la Vida está ante nosotros. Ahora está abierto ante nosotros. Cada página
comienza por el enunciado de una misma y única misión interior, cada palabra está penetrada por
ella: <<Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan>>
Un único plan forma la base de todo el universo, y este plan no está constreñido por límites. No
tiene ni comienzo ni fin, como a veces podría suponerlo el hombre nacido de esta naturaleza.
Este plan se distingue de una manera muy particular por una ley infalible. Todas las criaturas que
viven según esta ley realizan, sin excepción, la misión interior.
Se puede aceptar o rechazar una misión exterior. En el mundo dialéctico, el hombre
quiere conocer primeramente en que consiste la misión, lo que está en relación con ella, que

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ventajas puede eventualmente sacar de ello o de que responsabilidades tendrá que encargarse.
Solamente cuando ha pesado todo bien responde con un si o un no. Una misión interior es
siempre una parte del plan de creación, plan que ofrece miríadas de aspectos. Todos estos
aspectos, de los que no se puede hacer ninguna representación, forman el conjunto que
designamos como <<plan de creación>>.
No se puede descuidar ninguna subdivisión. Así toda misión interior porta en si su propia
ley; pues si todo el plan de creación responde a una ley, lo mismo debe ser necesariamente para
cada una de sus subdivisiones. Si negamos la misión interior, si la rechazamos, rechazamos la
misión dada por Dios.
La caída de la humanidad comenzó cuando una parte de esta humanidad negó la ley
divina, ya no la realizó, y se alejo de la misión divina. La primera caída del hombre marcó el
comienzo de la crítica. Es preciso considerar que el origen de la crítica está en relación con la
caída del hombre. En el plan de creación, el hombre-dios sigue un desarrollo. Por una parte,
realiza su misión en el seno de la unidad, en obediencia ininterrumpida; por otra parte, es
precisamente la realización de esta misión la que lo hace avanzar.
Todo desarrollo representa una boya, una piedra de toque. Una piedra de toque constituye
un criterio. Esta se desprende directamente de la ley. Cuando en el universo una misión interior
es realizada según la ley y en un orden armonioso, bien podemos considerarla como realizada
pero no como terminada. En un cierto sentido la realización es un fin, pero en realidad, es el
comienzo de la misión siguiente.
Este fin y este comienzo, tan difíciles de comprender para nosotros, humanos, constituye
precisamente el criterio. En otras palabras y más simplemente, cada criterio es una prueba.
Cuando una misión está realizada como ahora lo comprendemos, la obra pasa por la prueba antes
de la nueva misión. Toda misión puede y debe ser realizada en armonía con la ley divina. Por ello
un Rosacruz sabe que, para Dios, todo es posible.
Ahora concebimos la estrecha relación que existe entre la noción de criterio y la de
crítica. Si no realizamos la misión confiada por Dios, ejercemos la crítica en el verdadero sentido
de este termino. La Rosacruz sabe que, en la aceptación de todo lo que le es dado, en la
aceptación de su misión interior, la realización está implicada.

¿Que recibe el hombre vivo en unión con Dios? ¡Todo para realizar la misión de Dios! Ahora
bien recibir sobrentiende aceptar, y ello ocurre cuando aceptamos lo que recibimos. En la medida
en que un hombre no acepta la misión interior, tampoco puede recibirla. Entonces permanece en
la crítica.
En tanto que un hombre no acepta la misión confiada por la Gnosis, no está exento de
crítica. Esta crítica, esta manera de combatir la ley de Dios constituye, expresado en términos
muy moderados, la mayor estupidez que un ser puede cometer.
Sin embargo todos conocemos muy bien esta misión particular, esta misión sagrada. Ella
no está únicamente consignada en la Biblia; para todos nosotros, alumnos de la Escuela
Espiritual de la Rosacruz de Oro, está grabada en la piedra de base del Templo de Cristian
Rosacruz:
<<A todos aquellos que La han recibido
Ella les ha dado el poder

1
de volverse hijos de Dios.>> (Juan I,12)
Si aceptamos esta palabra, todo está a nuestra disposición para realizar la misión recibida. Por
ello el universo entero está penetrado por las palabras: <<Dichosos aquellos que reciben la
palabra de Dios y la guardan.>>
El santo trabajo, para Dios, el mundo y la humanidad, significa el <<deber>>
voluntariamente aceptado. Si, <<es lo que es preciso que hagamos>>, <<el santo deber>> que
tan bien conocemos. Que gracia el poder seguir, aquí juntos, en la unidad de las almas, la llamada
interior: <<Realizar libremente, voluntariamente, la voluntad del Padre.>>

<<Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan.>> Desde que un hombre
puede escuchar, desde que se vuelve un constructor, cuando está en el movimiento, en la
realización y puede conservar todo lo que ha recibido, un ser divino tal está lleno de beatitud. Un
ser tal satisface todos los criterios con agradecimiento.
Cuando estamos en estado de aceptar nuestra misión, estamos absolutamente exentos de
toda crítica, de toda lucha. Ya no se nos encuentra pues debatiéndonos contra la maldad y la
enemistad, pues estas cosas ya no hacen presa en nosotros. Ya no tenemos que preguntarnos:
¿Debo hacer esto o aquello? ¿Debo ir o quedarme? Pues durante todo el tiempo en que el hombre
se desplaza por el largo camino de la naturaleza dialéctica, el camino horizontal, está obligado a
preguntarse si debe ir a izquierda o derecha. Pero si se encuentra en la casa de Dios, la morada
Sancti Spiritus, tal pregunta ya no se formula para él.

Y ahora, queridos amigos, tenemos tras nosotros la marcha penosa a través de las trampas de la
naturaleza. Ahora que hemos llegado a la montaña, olvidamos que el camino hasta la cima
presenta más de un pasaje peligroso. Pero para todos aquellos que los han discernido, el peligro
se reduce a la mitad.
Todos tenemos detrás de nosotros experiencias muy variadas. Más de uno fue a veces
rodeado por una niebla tan espesa que ya no podía dar un paso ni hacia adelante ni hacia atrás.
Cuán precioso era, en tales momentos, llegar a la reflexión interior y, en la fuerza de la fe,
avanzar sobre el único camino, el camino estrecho que sube hasta la cima donde la forma muere.
Sin duda os ha ocurrido a veces, por ejemplo, perder un objeto inútil y volveros sobre vuestros
pasos y de buscarlo como un loco negligiendo la advertencia de no regresar hacia atrás. Quien no
se da la vuelta se da cuenta bastante rápido que, no solamente la cosa perdida no tenía ningún
valor, sino que habría sido un obstáculo para su progreso futuro. Otra vez, se os ha quitado un
peso. En lugar de estar agradecidos, os habéis opuesto a ello. Entonces habéis entablado la lucha,
armado hasta los dientes, y en el fuego de la batalla os habéis olvidado, tanto mentalmente como
sentimentalmente, de la palabra liberadora que os acompaña por todas partes.
Vuestra presencia aquí, en esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>>, prueba que habéis
reaccionado positivamente a la palabra de la Gnosis. A pesar de todos los obstáculos, habéis
permitido al Otro en vosotros el asistir a esta Conferencia tan particular. ¡No lo lamentéis,
alegraros de ello! Si se os retiran las viejas normas, no busquéis retomarlas, ¡dejarlas donde
están! Nos es ofrecida a todos una norma superior. Ella está ahora en el medio de nosotros y nos
guía hacia la cima donde la forma muere. Hermanos y Hermanas, que la última incertidumbre, la
última mala hierba de la duda, amarga y venenosa, desaparezca en la hora presente. Vuestros

1
últimos esfuerzos, sin duda enormes en parte, vuestras tentativas sinceras son recompensadas.
¿Porque hemos sufrido tantos tormentos? ¿Cual era pues la causa de todo este
sufrimiento? ¿No lo sabemos? En la Biblia se dice: <<Mi pueblo se pierde por falta de
conocimiento>> Así pues si el pueblo de Dios, que posee este conocimiento y es llamado según
este conocimiento a cumplir su misión, no fuera encontrado preparado para cumplir la voluntad
de Dios con convicción, ¿cuales serían las consecuencias? ¡Comprendéis cuan estúpido y triste
sería nuestro comportamiento entonces! ¡Si, amigos míos, más que eso todavía! Seríamos la
causa de una nueva caída. Podéis, podemos todos nosotros volvernos culpables una vez más?
Tendríamos todos el conocimiento, si, habríamos recibido todo, si hubiéramos estado
dispuestos a <<aceptarlo>>. Hemos vivido tres Conferencias de <<Aquarius>>. ¡Por tres veces
ya nos hemos vuelto culpables!
Ciertamente, esto no es agradable de escuchar. Pero es más saludable reconocerlo que
persistir en el error. Todos aquellos que han asistido a la Conferencia de <<Aquarius>> de
Renova saben que una llave nos fue ofrecida allí. No una llave ordinaria, sino una <<llave
maestra>> que abre las puertas que debemos franquear. Es la llave de la disponibilidad, la
disponibilidad para realizar la misión interior.
Nosotros lo sabemos, no podemos rechazar una misión interior sin caer en la crítica, y ¡la
crítica hacia la Gnosis! ¿Hemos aceptado esta llave, la llave de la disponibilidad? ¿La hemos
empleado?.
Y ¿que le ocurre a una llave que no se hace servir, que permanece inutilizada? Que se
puede perder; también puede sernos tomada de nuevo hasta una mejor ocasión.
Esta ocasión particular llegó, incluso muy rápidamente, con la segunda Conferencia de
<<Aquarius>>, en Calw, en 1964. Allí, la llave maestra nos fue ofrecida por segunda vez, y que
ya se encuentra en el Templo de Cristian Rosacruz. Muchos la han recibido con agradecimiento.
Muchos se han puesto al trabajo con esta llave, como ocurrió también en Renova, después de la
primera Conferencia de <<Aquarius>>, pues, sin este trabajo, una Escuela Espiritual no podría
existir. ¿Hemos empleado todos, sin descanso, esta llave de la disponibilidad?.
En Bad Münder, por tercera vez, tuvo lugar la Conferencia de <<Aquarius>>. Entonces
ocurrió algo muy clásico, algo que quizás habéis escuchado, algo que un hombre experimentó
hasta en la médula de los huesos: antes del comienzo de la Conferencia, el gallo cantó tres veces.
Pedro negó tres veces a su Señor. No estaba aún dispuesto a morir por su Señor.
¡Pero Pedro no podía negar una cuarta vez a su Señor! Purificado por su arrepentimiento,
realizó con obediencia la tarea cuya carga había recibido. Y nosotros que estamos reunidos aquí,
que hemos venido hasta aquí, ¿estamos dispuestos a recibir esta llave mágica de la disponibili-
dad? Dispuestos a utilizarla, en obediencia absoluta a la Gnosis hasta la eternidad? Nosotros que
estamos ahora tan íntimamente unidos a la Fraternidad, portamos, dentro de nosotros, la joya
liberadora, la palabra liberadora de Dios, que nos da la posibilidad, en el curso de esta
Conferencia de <<Aquarius>> tan particular, de recibir esta llave para la eternidad. La
disponibilidad para la ofrenda es la ley del universo. Sin embargo ofrenda significa liberación. Se
trata de una ascensión, de una liberación. El pensamiento natural no puede comprender el sentido
profundo de la verdadera ofrenda. Pero aquel que ha franqueado totalmente el antiguo
pensamiento, que ha abierto la puerta de la disponibilidad a la ofrenda, que ha pasado por esta
puerta, sabe que la noción de ofrenda tiene una significación diferente que la admitida por la

1
conciencia biológica. La ofrenda de amor de Osiris se repite para todos los hombres. La ofrenda
de amor de Jesucristo debe ser realizada por todo hombre nacido al estado de hombre verdadero.
Cuando todos nos hallamos vuelto conscientes de que el <<grano de trigo>> de Jesucristo
se encuentra en el corazón de cada ser que encontramos, ¡ya no golpearemos más al otro en la
mejilla derecha! Ya no podremos dar a nuestro prójimo piedras por pan.
Aquel que, en calidad de alumno de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro deposite
el vestido usado de las normas antiguas, en el curso de esta cuarta Conferencia <<Aquarius>>,
recibirá la llave de la disponibilidad.
En las próximas horas, nos quedan por tomar las últimas disposiciones, con el corazón
preparado y la cabeza purificada. No dejéis ya ningún lugar a los pensamientos inferiores y
negativos. El único peligro que aún puede obstruirnos el camino es el pensamiento negativo.
Aquel que, en el curso de esta Conferencia, dejara penetrar en él, aunque fuera un único
pensamiento negativo, abrirá la puerta del pasado en lugar de la que da a la liberación.

En nuestra época, se habla mucho de virus generadores de enfermedades. La ciencia no ha


decidido aún la cuestión de saber si es necesario clasificar a los virus entre los cristales,
considerarlos como criaturas vivas o como una forma de manifestación todavía imposible de
definir.
Nosotros, alumnos de la Escuela Espiritual, no tenemos necesidad de ocuparnos en
búsquedas científicas o médicas sobre los virus. Somos conscientes de la naturaleza del campo
vibratorio en el que tales virus nacen, se desarrollan y se reproducen, vemos claramente, sin
búsqueda profunda, que en la serenidad de un campo vibratorio gnóstico ¡ningún virus puede
nacer ni encontrar un suelo nutriente!
Es muy simple; un campo de vida puro, que responde a una vibración electromagnética
elevada, no puede ser el campo de existencia de un virus, de un organismo vivo inferior. Todos
aquellos que están integrados en el campo de fuerza de nuestro Cuerpo Vivo, que viven en él y
trabajan en concordancia con su carácter distintivo, no tienen nada que temer de los virus
generadores de enfermedades.
No obstante es necesario ser conscientes sin cesar que en tanto los pensamientos de un
alumno permanezcan al mismo nivel que los del ser humano nacido de la naturaleza, en tanto que
su antiguo pensamiento biológico esté activo en él y lo domine por así decirlo, se encuentra aún
en el campo electromagnético inferior. Por este hecho este alumno participa de hora en hora en
todas las causas y en todos los efectos del orden de la naturaleza dialéctica. A decir verdad, él lo
mantiene, él y sus miríadas de virus de todas las especies. Un poder mental que funciona con el
éter reflector de una humanidad degenerada mantiene la pena y el dolor, y lo incrementa cada día.
Tal hombre está bien en el movimiento, pero en el movimiento de una época escabrosa. En lo
que concierne a nuestra misión interior, se encuentra pues en la contra-corriente, luego en la
crítica.
Todo mal empleo de la fuerza creadora, ya sea por el pensamiento, la voluntad, el deseo o
la palabra, todo abuso de las funciones creadoras hormonales, todo ello es <<crítica>>. Ahora
bien esta crítica hacia el Creador de todas las cosas lleva a la autodestrucción, a la cristalización y
a la muerte.

1
¿Que podéis hacer en el curso de las próximas horas, por vuestro prójimo, por vosotros mismos,
aquí, en esta ciudad e Bâle? ¡No hagáis nada! En la medida que os sea posible, guardar silencio;
no solamente exteriormente, sino ante todo interiormente, pues entonces el silencio exterior caerá
de su peso. Vigilar que no pueda nacer ningún virus de la crítica en el curso de esta cuarta
Conferencia <<Aquarius>> en la vibración electromagnética tan elevada y tan sublime. No tenéis
que luchar con vosotros mismos para liberaros de la crítica, no, estáis todos simplemente exentos
de la crítica puesto que habéis llegado al estado de la <<aceptación>>.
Liberado, purificado, perfectamente equipado, el Cuerpo Vivo de la Escuela Espiritual
obtendrá, de la fuerza del fuego del Espíritu Santo, una nueva fuerza de manifestación, de manera
que todos podrán verdaderamente recibir la sagrada misión interior. En la fuerza del Espíritu
Santo, aceptaremos la misión de la Gnosis para el mundo y la humanidad, y la realizaremos por
toda la eternidad.
Podamos saber que nos hemos vuelto <<uno>>, luego que estamos dispuestos para
recibir de nuestros Grandes Maestros la misión de esta cuarta Conferencia <<Aquarius>>, la
misión de la Fraternidad. <<Dichosos aquellos que escuchan la palabra de Dios y la guardan>>.
Amen.

Oración final

De nuestro corazón agradecido


irradia hacia la Gnosis nuestra plegaria:

Concédenos Tu Ayuda
en todos nuestros esfuerzos,
para que podamos comprender el sentido profundo
de los días venideros,
para reforzar lo más posible
el dinamismo de nuestra aspiración,
para estimular en nosotros
la inclinación a la ofrenda del yo,
para que estemos completamente abiertos
al nuevo comportamiento de vida,
para que podamos entrar como hombres conscientes
y con plena percepción,
en el Cuerpo Magnético Vivo de la Escuela.

1
¡Oh sublime Jerarquía de la Gracia!
Nuestra ferviente plegaria es que
podamos contemplar profundamente
las sendas que conducen
a la transfiguración del alma.

Bendición final

Esta es la oración que hacemos unos por otros: seamos testigos vivientes de las fuerzas de luz
que realizan en nosotros la Transfiguración.

Amen.

1
CUARTA CONFERENCIA
INTERNACIONAL
<<AQUARIUS>>

por

CATHAROSE DE PETRI

JAN VAN RIJCKENBORGH

1
III

EL DESARROLLO DEL PODER DEL PENSAMIENTO

Sabemos que estamos reunidos aquí en un momento extremadamente relevante del desarrollo en
curso de nuestra Escuela Espiritual. El día del Señor ha llegado, es decir el día de la realización
de la misión que hemos recibido de la Fraternidad de la Rosacruz de Oro. Por ello ésta es nuestra
oración: Que os abráis constantemente a la plenitud astral de esta cuarta Conferencia de
<<Aquarius>>, de un alcance tan excepcional, para que su fuerza activa os revele su
omnipresencia luminosa e irradiante. Amen.
Llenos de un profundo agradecimiento de sabernos en presencia de aproximadamente dos
mil alumnos, reunidos en el Centro de Bâle del campo de trabajo suizo para este gran
acontecimiento, en este momento sublime os deseamos cordialmente la bienvenida en calidad de
alumnos de nuestra Escuela Espiritual séptuplemente manifestada. Pueda el trabajo realizado
aquí volverse una bendición para todos los que han decidido recorrer efectivamente el camino de
la vida liberadora del alma. Amen, si, Amen.

Prólogo

Un nuevo firmamento se ha extendido


por encima de nosotros.
Una nueva Jerusalén
ha descendido ante nosotros.
Un nuevo Taller -una Forja Sagrada-
ha sido abierta para nosotros.
Sus aspectos son tres, nueve y dieciocho.

Los Tres Mundos son los Tres Cuerpos:


el de la Enseñanza, el de la Alegría
y el de la Transfiguración,
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

1
El Padre sostiene el Todo,
llena el Todo,
e impulsa el Todo.

El Hijo revela al Padre por Su Luz.


Nos toca con Su Luz.
Nos salva por Su Luz.

El Espíritu Santo nos admite en Su Taller


y nos enseña el Santo Oficio.
Él unifica nuestro estado de ser
con la Nueva Fortaleza
y nos hace franquear las Puertas.

Así, el Hombre Nuevo se vuelve Hijo de Dios


con nueve aspectos.
La trinidad del Padre,
la del Hijo
y la del Espíritu Santo se manifiestan en él.

Y puesto que en el Nuevo Reino


él es hombre-mujer en sí mismo,
y ya no existe separación alguna,
estando lo positivo y lo negativo
plenamente unidos en él,
bajo la nueva cúpula celeste,
él se ha vuelto el Hombre Nuevo Divino. Amen.

Ritual

Todos habéis oído hablar frecuentemente de la magia gnóstica. La magia gnóstica es un trabajo
que solo puede ser ejercido si existe:
en primer lugar, un Cuerpo Viviente,
en segundo lugar, un grupo de alumnos consagrados, los cuales
en tercer lugar, han hecho aparecer la necesidad de aplicar concretamente la magia
gnóstica.
Sabéis lo que hay que comprender por la expresión <<Cuerpo Viviente>>. El Cuerpo Viviente es
una criatura que respira, elevada por encima de la esfera astral dialéctica. Es un concepto mental,
astral y etérico que abarca un grupo de almas vivas como en una esfera, como en una morada del
Espíritu Santo.
Por su naturaleza magnética, el sistema así formado atrae hacia él átomos. En el fuego

1
astral, de un calor muy intenso, estos átomos son disociados, después de que las fuerzas así
liberadas sean agrupadas. De ello resulta la formación de éteres de naturaleza muy especial, que
la comunidad de las almas, el <<cuerpo más interior>> del Cuerpo magnético de la Escuela
Espiritual, debe recoger y convertir.
Este <<Cuerpo interior>> posee sus propios órganos, su propio organismo. Todos estos
órganos se determinan los unos a los otros, dependiendo unos de otros. Su justo funcionamiento
determina el estado de salud, luego también los intercambios vitales, del cuerpo viviente de la
Escuela Espiritual. En efecto las fuerzas liberadas en la comunidad de las almas de la Escuela
Interior deben simultáneamente poder ser admitidas por el grupo de la Escuela exterior, el
Lectorium Rosicrucianum; y sobretodo ser asimiladas por las personas presentes. En este caso,
los intercambios vitales entre la Escuela exterior y la Escuela interior alcanzan la armonía
prevista en el Plan de Dios. Entonces la muerte del Cuerpo Viviente se vuelve imposible y la
comunidad de las almas cosecha en el cuerpo de todo el grupo los más abundantes frutos. Pues si
los miembros de la comunidad de las almas recorren interiormente en la verdad el camino con
sus múltiples aspectos, tendrán a su disposición, de manera constante y directa, un organismo de
iniciación perfecto.
A partir de este momento, la Escuela Espiritual no será ya únicamente una escuela
exterior, presentando siete aspectos y una organización temporal, sino simultáneamente una
creación muy concreta, viva y que respira, en la que todas las almas pueden participar. Si, todos
los que tienen buena voluntad y aspiran a la liberación del Alma espíritu serán conducidos hacia
el campo liberador del Alma Espíritu; Así, de manera completamente lógica, es asegurada y
consolidada la unión del grupo entero con el Cuerpo Viviente de Cristian Rosacruz. Amen.

Primera Alocución

Ya hemos llamado vuestra atención sobre el hecho de que el comportamiento del hombre sufre
un cambio evidente, de naturaleza psíquica claramente perceptible, cada vez más ostensible y
reconocible por todos, cambio que no cesa de intensificarse y acelerarse. Se realiza uniforme-
mente en todas las razas, sobre toda la tierra, de tal modo que se puede decir que hay un
fenómeno psíquico universal, un proceso psíquico que no perdona a nadie, esté donde esté en
este mundo.
Las diferencias individuales que se manifiestan de manera muy diversa son atribuibles al
karma personal. La causa fundamental permanece sin embargo absolutamente igual para toda la
humanidad y ningún hijo de los hombres puede substraerse a esta marcha evolutiva.
Estamos advertidos de que este cambio psíquico comenzó a principios de nuestro siglo,
de manera a penas perceptible al comienzo, pero ahora, y más especialmente estos últimos diez
años, interviene cada vez más claramente, de manera que se puede hablar de una crisis general de
la humanidad que toca al mundo entero, de arriba a abajo y de izquierda a derecha.

Si buscamos la causa de esta crisis, descubrimos que se sitúa en el sistema nervioso del hombre,
ya presentando serios síntomas de degeneración acarreando desde ahora un resultado negativo, ya
sufriendo tensiones temibles en razón de numerosos fenómenos en curso de evolución, de manera

1
que aún no se puede decir cual será el resultado final, ya sea que, a consecuencia de diversas
reacciones positivas, esté todavía en camino de ofrecer al mundo un tipo humano totalmente
nuevo, cuya tarea es, hoy, liberarse de los pañales de un nuevo nacimiento.

Se puede considerar el sistema nervioso bajo dos aspectos: el sistema nervioso cerebro-espinal,
que determina la facultad de pensar, y el sistema simpático.
La voluntad del hombre puede utilizar el sistema nervioso cerebro-espinal, al menos en
parte. Luego se puede utilizar el pensamiento por medio de la voluntad. Pero siendo la voluntad
un aspecto del hombre terrestre ordinario nacido de esta naturaleza, es pues una parte del
<<yo>>, de la naturaleza-yo, la cual hace uno con la naturaleza del deseo del hombre. En la
practica de la vida ordinaria, el poder del pensamiento es absolutamente victima de la voluntad,
el cual es el instrumento natural del dominio y de la utilización de la facultad de pensar. Es pues
evidente que, puesto que la voluntad es un aspecto de la naturaleza del deseo, todo el poder
mental forma igualmente parte de él.
Así la gran dificultad viene de que el poder mental, destinado a ser un factor indispensa-
ble del devenir del hombre superior -dicho de otra manera un devenir libre de los obstáculos y de
las cadenas de la materia bruta inferior- está hasta tal punto prisionero, atado y mutilado por este
aprisionamiento, que todo lo más se puede hablar de un estado de conciencia inferior, animal.
Ahora bien, retener bien esto: Incluso si conocemos el desarrollo de las facultades
mentales, de las que se sufre el entrenamiento desde la infancia hasta el absurdo, este desarrollo
no puede ser otra cosa, esencial y conforme a las leyes naturales, que un desarrollo de un estado
de conciencia inferior, animal, con, por supuesto, ¡todas las consecuencias que se derivan de
ello!. La prosecución de una línea de desarrollo inferior por unos seres llamados a un bien
superior, unos seres que han alcanzado el límite de su descenso en la naturaleza, lleva
obligatoriamente a la catástrofe, a la aniquilación completa. Puede que aún no podáis comprender
porque es precisamente ahora cuando debe producirse la catástrofe, y que os hagáis la pregunta:
<< ¿Porque no antes, o más tarde?>>
Así pues que esta crisis se desencadene ahora y se extienda cada vez más responde a una
causa precisa. Al lado del sistema nervioso cerebro-espinal, tenemos también, como ya hemos
dicho, el sistema simpático o automático. A este sistema pertenece en particular el sistema del
fuego de la serpiente, que va del plexo sacro a la pineal. Hasta el comienzo de nuestro siglo el
sistema nervioso automático estaba enteramente, o parcialmente, bajo el control de las fuerzas
lunares por intermedio del cerebelo. Gracias a esta intervención, el aniquilamiento completo del
hombre por la naturaleza del deseo inferior fue fuertemente frenado, y órganos muy importantes
fueron preservados de la destrucción y de la degeneración.
Estos esfuerzos para conservar al hombre nacido de la naturaleza fueron sostenidos por lo
que se llama las religiones lunares o religiones de raza. Las religiones de raza se adaptaban en
todo a la naturaleza de las diferentes razas y se esforzaban, por la religiosidad, de llevar a las
entidades concernidas a neutralizar en la medida de lo posible las codicias naturales inferiores, a
santificar aunque fuera un poco la voluntad y a volver así posible un pensamiento nuevo y más
elevado. Las religiones lunares o religiones de raza, ejerciendo un control sobre el sistema
nervioso automático, han preservado a la humanidad hasta hace poco tiempo de una caída mucho
más profunda frenando su descenso en la medida de lo posible. Sin embargo frenar una caída

1
significa al mismo tiempo detener un proceso de desarrollo. En efecto, en lo que concierne a la
humanidad, la misión es ésta: desarrollar de manera autónoma el pensar verdaderamente
superior, liberar el estado de alma superior. Es evidente que prevenir o disminuir los riesgos de
esta misión no representa una progresión sino que solo aplaza su ejecución.

Las fuerzas lunares ahora han dejado de controlar el cuerpo humano y las religiones lunares ya no
producen ningún efecto, porque el desarrollo negativo del intelecto humano ha hecho su
seguridad inútil y hace crecer la incredulidad.
De hecho, el estado del hombre demuestra que el hombre-yo ha alcanzado su propio
desarrollo y que sus codicias naturales se dan libre curso; ninguna fuerza de control tiene ya
efecto. Numerosas influencias inferiores se vierten sobre la humanidad y ésta se contorsiona, en
la tempestad de las fuerzas desencadenadas, para poder mantenerse.
Esta es la causa de la crisis que hace estragos actualmente en toda la humanidad. Hemos
sido fuertemente puestos en guardia contra esta crisis desde hace unos siglos y sobre todos los
tonos. Ella ha sido anunciada como inevitable a menos que el hombre no emprenda por si mismo
su propio camino de evolución de la manera justa, es decir en Cristo y por el Espíritu santo, que
se manifiestan planetariamente. Desgraciadamente, la humanidad, en e curso de los últimos
siglos, ha sido privada de las justas instrucciones, y en consecuencia ella se ha extraviado casi
totalmente. Desde hace siglos la vida se desarrolla en una tormenta que crece sin cesar, en medio
de la cual la humanidad debe atravesar el <<mar académico>> de las experiencias por sus
propias fuerzas, es decir gracias a las posibilidades recibidas, luego perfectamente equipado para
alcanzar la otra orilla, Caphar Salama, la Ciudad de la Paz.
Todos conocéis probablemente el plan sublime que está en la base de nuestra existencia,
plan que, en primer lugar, preveía el desarrollo de una personalidad perfectamente organizada, a
fin de que a continuación esta personalidad tome en la mano su expansión ulterior en un sentido
más elevado y más vasto, en una autorrealización perfecta.
La semilla desciende hasta lo más bajo, hasta el nadir. A continuación, por la
autorrealización, conforme a las leyes naturales, la flor maravillosa hará su aparición. Así es
como el objetivo de la creación divina es revelado y demostrado de abajo hacia arriba. pero
dificultades y peligros variados aparecen en el curso de este desarrollo. En efecto he aquí lo que
esto es, lo repetimos:
El Logos establece el plan. El hombre es creado y enteramente equipado. Desde que este
plan ha llegado a su ejecución según su intención inicial y que el hombre está verdaderamente en
estado de <<vivir>>, debe ponerse el mismo a la obra. Entonces la belleza y la sublimidad del
plan en su realización divina debe demostrarse.
Entonces es cuando el hombre se pone a la tarea a la que es impulsado por Dios. Hay
hombres que, para hacer esto, ponen en juego todas las capacidades recibidas del Logos y,
evidentemente, igualmente el intelecto.
Pero se puede utilizar el intelecto de dos maneras. Es posible, después de experiencias
innumerables hechas en el pasado en el curso de la edificación de la personalidad, utilizarlo para
hacerlo de manera que se manifieste el verdadero poder del pensamiento, el cual, a partir de la
naturaleza, se alza hasta el ser divino. Pero también es posible creer que el intelecto es ya el
poder del pensamiento divino, con todas las consecuencias que se derivan de ello.

1
Sabéis que este es el caso de muchos hombres. Este hecho proviene en particular, de que
no se disciernen las intenciones de las religiones naturales del pasado, que todas sin excepción se
dirigían a la humanidad en un sentido simbólico. Una de las consecuencias del mal empleo del
intelecto, como lo revela especialmente nuestra época de una manera pasmosa, es siempre la
destrucción, el obscurecimiento del cerebro, lo que hace que en general no pueda ser empleado
de la justa manera.
Los hombres que se llaman <<Rosacruces>> forman parte de aquellos que han
comprendido esto y utilizan sus facultades intelectuales de la buena manera, es decir según las
intenciones del plan divino. El nombre mismo de <<Rosacruz>> indica el camino que han
seguido para utilizar sus facultades intelectuales de la única y justa manera. Y son los Rosacruces
quienes se dirigen a vosotros en esta Conferencia.

Así comprenderéis claramente que se han formado en nuestro mundo dos grupos de hombres y
porque son teórica y prácticamente diametralmente opuestos:
- El grupo enteramente orientado sobre el desarrollo del intelecto, y dirigido por aquellos que
esperan exclusivamente de ello la salvación,
- y el grupo que hace una diferencia tajante entre el intelecto y el poder del pensamiento, que así
pues solo desarrolla el intelecto en los límites normales, para hacer progresar a continuación el
verdadero poder del pensamiento según un método determinado y con la ayuda de un órgano
presente en estado latente en el mismo hombre.
Llamamos a este camino <<La Vía Real>>, mientras que el primero es el de la
decadencia completa por el encadenamiento a la rueda del nacimiento y de la muerte, camino
que, en este final de período cósmico, conduce a una desnaturalización general, camino de
miseria y de pena, que conduce a todo el mundo a una gran catástrofe, camino casi infinito, con
rodeos innumerables.
Pero nuestra intención es hablaros, en el curso del próximo servicio, de esta maravillosa
joya, el órgano que todo hombre lleno de aspiración puede y debe utilizar para elevarse fuera de
la naturaleza ordinaria y entrar en la verdadera naturaleza superior.

Oración final

El Nuevo Poder irradia en la comunidad devota,


y todo el resplandor de la Gnosis se manifiesta
ahora que la Joven Gnosis penetra
en el Nuevo Campo Astral
con seguridad y fuerza.

Un canto se eleva del corazón


de los que van a contemplar
cómo el Amor de Dios realiza un camino
en los hijos de la naturaleza

1
que se preparan enteramente
para ser Hijos de Dios,
Iniciados de la Gnosis.

Coro de Templo

La sublime majestad de la Gnosis


Se revela, plena de gloria.
Escuchar, he aquí la hora de la liberación.
Dejaros bautizar por el Espíritu de Dios
La Rosa de Oro y la corona de llamas,
Muestran el trono de los Misterios.
Vosotros que durante tanto tiempo erráis a lo lejos,
Ved, la mañana eterna se ilumina.

El cuadrado de la construcción está dispuesto,


La cima del triángulo sólidamente tallada.
Absolutamente inquebrantables,
Edificar vuestra alma.
La Triple Alianza de la Luz
Entona su canto de alabanza poderoso,
¡Ve como una sólida roca,
La señal de la victoria de Dios!

Bendición final

Hermanos y Hermanas,

Puedan las bendiciones de esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>> expandirse con profusión
sobre todo vuestro trabajo.
Que la gracia de Jesucristo sea con todos. Amen

1
IV

LA NATURALEZA SUPERIOR

Voto

En el nombre del Todo, y del campo que todo lo penetra, el Padre.


En el nombre del campo revelador de la Luz, el Hijo.
En el nombre del campo recreador del Espíritu Santo.

El Padre nos da la posibilidad.


El Hijo nos da la Luz del Conocimiento.
El Espíritu Santo nos aporta,
En la Fuerza de Dios y la Luz del Hijo,
El único y universal camino de la liberación. Amen.

Coro de Templo

Dios ha escrito su palabra de amor,


En el corazón de cada uno.
Y quien despierta esta palabra a la vida,
Recibe un poder maravilloso.
Encuentra el camino de la casa paterna,
El camino de la Rosacruz de Oro,
Y en este campo etérico nuevo,
El alma se despierta a la vida.
Dios hace don de su Amor
Y de su Fuerza a aquellos que le aman.
A aquel que lo acepta,
da el poder de vencer a la noche.
Dulcemente las luces antiguas se apagan.
La fuerza solar de la Gnosis sube al cenit.
Cargados de la nueva fuerza,
entramos en el Templo de Dios.

Gloria sea a Ti, oh padre.

1
Gloria sea a la Palabra del Comienzo,
Gloria sea al Espíritu del Fuego. Amen.

Prólogo

Abran perfectamente su corazón.


Escuchen la Voz interior,
después de haber terminado el combate.

Elévense con sus dos alas


por encima del mundo de la ilusión.
Quieran, en el presente, ir hacia su Padre.

La Espada del Espíritu Santo ahuyenta el mal,


y el adversario se aparta de ustedes.

Y purificados y limpios,
habiendo concluido el viaje,
el Hijo de la Plenitud se engalana
con la exigencia cumplida.

Ritual

<<Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará
en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien
con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por
vida o por muerte. Porque para mi el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la
carne resulta para mi en beneficio de la obra, no sé entonces que escoger.
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de
vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para
vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en cristo Jesús por mi
presencia otra vez entre vosotros.
Solamente que os comportéis como es digno del Evangelio de Cristo, para que o sea que
vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,
combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que
para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que
padezcáis por él, teniendo el mismo conflicto que habéis visto en mí, y ahora oís que hay en mí.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia
solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocuparos en vuestra salvación con temor y
temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad. Hacer todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos,

1
hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo.>> (Epístola a los Filipenses, 1, 19-30 y 2, 12-15)

Coro de Templo

Oh hombre que vagabundeas sobre esta tierra, ¿Hacia que, hacia que?
¿No sabes que eres hijo de Dios?
Regresa hacia la verdadera vida,
depositada por Dios en tu corazón.
Regresa de nuevo hacia el Padre
y cambia tu destino.

De lo alto de los cielos he aquí que ahora


la Luz desciende.
¡Entra! ¡Entra!
Rayos de fuego iluminan la visión,
rompen los viejos lazos,
abren los países nuevos,
preparan los caminos para nuestro Dios.

La fuerza de Acuario nos rodea.


¡Entra! ¡Entra!
El amor de Urano prepara ahora nuestro camino.
Perdida en torrentes de fuerza,
he aquí que la vida renace de nuevo,
y que el amor rodea nuestro destino futuro.

Sin duda veis con nosotros la inmensa importancia que presenta esta cuarta Conferencia de
<<Aquarius>>. ¿Pues para que sirve?.
En lo que concierne a la Escuela Espiritual, el mundo ordinario y la humanidad, solo
observan la entrada exteriormente visible de un cierto número de alumnos y de trabajadores, por
ejemplo en nuestro Templo principal de Haarlem, o en nuestros lugares de conferencias o en
nuestros centros; o todavía más lo que se expresa en nuestras obras. En resumen se ve la imagen
temporal de la Escuela Espiritual. Pero el otro aspecto, el más importante, el estado interior de la
Escuela Espiritual, solo puede mostrarse al exterior por medio de un cierto simbolismo, y
también por los actos vivos.
Solo aquellos que saben ven, detrás de los símbolos, la gran realidad y tienen parte en
ella. Está pues la realidad del espacio y del tiempo, pero también hay otra realidad, la de la
eternidad. Entre las dos se colocan unos símbolos, unas ideas, unas doctrinas. Sin embargo, ahora
que la realidad eterna ha entrado de nuevo en la realidad del espacio-tiempo, y se ha manifestado
en ella, es necesario que todos nosotros comprendamos que estos dos aspectos no pueden ser
separados uno del otro. Pues el espacio-tiempo es una parte de la eternidad, de la misma manera

1
que la dialéctica pecadora es el aspecto impío del Orden mundial perfecto.
La realidad eterna en la que tenemos parte en tanto que alumnos de la Escuela Espiritual
gnóstica persigue un doble objetivo:
primeramente, participar sin pecado en la vida corrompida, a fin de reunir a aquellos que
buscan y sufren para impulsarlos hacia la vida interior. Se trata de la Escuela exterior, el
Lectorium Rosicrucianum.
En segundo lugar, hacer entrar en la liberación del alma-espíritu a aquellos que participan
en la vida interior y divina del alma: se trata de la Escuela interior.
Nuestro vehículo corporal debe ser pues el servidor del alma. Rodeamos a nuestro cuerpo
de vestidos para protegerlo contra el frío y otras influencias atmosféricas. Además es evidente
que no nos olvidaríamos de cuidar puntualmente nuestro aspecto exterior, que debe corresponder
evidentemente a la calidad interior.
Ocurre lo mismo con la imagen temporal de la Escuela Espiritual. Ella se esfuerza
constantemente en hacer frente a esta tarea, y la organización temporal exterior se emplea en ello
al máximo. Y allí donde los trabajadores de la Escuela Espiritual alcanzan el extremo límite de su
actividad en el orden espacio-temporal, allí la Escuela interior de la Rosacruz de oro debe ir
también más lejos. En su cima están los miembros del quinto y del sexto aspecto con, en el
centro, la Dirección Espiritual del Lectorium Rosicrucianum, compuesto de siete miembros: por
una parte, un descenso hasta lo más profundo de la actividad terrestre, y por otra parte, una
elevación hasta las más altas cimas a las que se puede acceder, para que todos los símbolos se
vuelvan, y sean, verdad y realidad. Amen.

Segunda alocución

El hombre moderno que comienza a comprender algo del objetivo de su existencia y se dirige
hacia un estado de vida en concordancia, encuentra en la sociedad donde vive dos grandes
dificultades, dificultades que tienen consecuencias diversas y que hacen aparecer algunos
problemas. Se pueden designar sucintamente estas dificultades como las del pasado y las del
futuro.
Conforme a las leyes naturales, el pasado lega al hombre su fardo kármico, y de ello
resulta que el hombre tiene que luchar sin descanso contra toda clase de discordancias, Si no
sostiene este combate interior, diariamente fortificará <<al antihombre>> en su personalidad.
A aquel que se vuelve consciente de su misión en la vida, el futuro suscita grandes
preocupaciones por el hecho de que las reglas sociales, los hábitos de la vida, las costumbres,
frecuentemente ratificados oficialmente por leyes y decretos, luego inevitables, se oponen de
manera natural al camino que debe seguir.
En resumen su situación es la siguiente: el curso de su vida natural termina en el punto
más bajo. Su personalidad ha cumplido todos los deberes conforme a las leyes científicas
naturales del curso de esta vida. Así pues está dispuesto para el gran viaje de regreso hacia la
Casa paterna. Estaría pues en condiciones de ponerse en camino. Podría ir de la naturaleza mortal
de este mundo hasta la nueva naturaleza, la naturaleza totalmente diferente, la naturaleza superior
llamada el <<Reino de los Cielos>>.

1
Por su camino hasta el nadir, ya ha recibido todo lo que es necesario para el viaje, lo
necesario está dentro de él. Pero la gran dificultad es que el hombre nacido de la naturaleza no
sabe nada, de hecho, de este gran viaje, nada del camino de desarrollo que debe emprender. La
sociedad se ha adaptado a esta ignorancia orientándose exclusivamente sobre la vida surgida de
la naturaleza y su desarrollo es el objetivo único al que todos somos llamados.
Las autoridades, que habrían debido saber más de ello, han omitido instruir al hombre de
nuestra era que busca su verdadero destino en la vida, pues ellas mismas, por negación de lo
único necesario, han perdido su comprensión, su facultad de discernimiento, y se mantienen por
lo tanto en la forma social del momento, y no hacen más que especular sobre una vida después de
esta vida, ¡luego sobre la muerte!

Pues bien, en esta situación, es necesario que nosotros que nos hemos puesto al servicio del gran
plan divino de desarrollo, busquemos en todo nuestro propio camino, que lo encontremos y lo
recorramos. Es pues en una situación que se nos ha vuelto absolutamente extraña, con los ojos
abiertos sobre los peligros que nos engañan e inducen a error, que vamos ha hablaros del gran
plan de desarrollo, el Plan divino que está en la base de nuestra existencia. Nuestra individuali-
dad al completo, con todo lo que forma parte de ella y puede estar comprendido bajo ese nombre,
en resumen, nuestro microcosmos, es de hecho un ser doble. Uno de estos seres está manifestado,
es el ser nacido de esta naturaleza, el ser mortal. El otro no está aún manifestado.
Es importante que comprendáis esto correctamente. Muchos órganos de aquel que aún no
ha nacido en vosotros están presentes en vuestro ser nacido de la naturaleza, luego en el estado de
materia bruta. Y ello es absolutamente necesario para que la Gran Obra se realice. Pues es
necesario que el hombre efectúe este trabajo desde abajo. Así pues le son necesarios unos
órganos materiales para poder llevar acabo un trabajo no material.
Es un asunto delicado, pues si debiéramos emplear los órganos en cuestión únicamente
para fines exclusivamente materiales, ello fracasaría absolutamente, y nos opondríamos
completamente al proceso de desarrollo de nuestro ser tal como está comprendido en el Plan
divino, y haciendo esto bloquearíamos totalmente nuestra vocación. Esta utilización errónea
provoca procesos de degeneración, como sin duda comprenderéis por lo que precede. Este es uno
de los significados de las palabras tan conocidas de la Biblia: <<Estar en el mundo, pero no ser
del mundo.>>
A los órganos en cuestión pertenece, en particular, el corazón, al menos una parte
determinada del santuario del corazón; además el santuario de la cabeza, del que señalamos
especialmente el intelecto, la hipófisis, la glándula pineal y la sustancia cortical gris del cerebro.
También existen otros órganos que conviene añadir a continuación de los primeros, entre otros
los órganos de secreción interna y el cerebelo. Todos estos órganos deben ser empleados para una
doble función: una función en el mundo de la caída y al mismo tiempo una función en el otro
orden de la naturaleza del que hemos hablado como la <<naturaleza superior>>.
La naturaleza superior, el otro orden natural, se manifiesta por un justo uso de los órganos
en cuestión. Estos órganos atraen hacia ellos sustancias extremadamente delicadas, de naturaleza
atómica desconocida aquí abajo. Penetran en los diversos centros latentes de nuestro ser y se
manifiestan en ellos conforme a su destinación.
Así es como, gracias al antiguo ser y con su ayuda, crece y se desarrolla en nosotros el ser

1
nuevo. Progresivamente, el nuevo ser se manifiesta y se expresa, aunque de una manera diferente
a la que estamos habituados en tanto que seres nacidos de esta naturaleza... tan totalmente
diferente que ninguna comparación es posible. Este camino de desarrollo está enteramente en
concordancia al que nos es esbozado en el Nuevo Testamento. Pensar, por ejemplo, en la primera
Epístola de Pablo a los Corintios:
<<La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarara pues por el fuego será
revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno
que sobreedificó, recibirá recompensa... ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros?>>
En la época en que se escribían estas palabras, se conocía aún esta verdad según la cual,
en nuestro microcosmos, habita la muerte pero también la Vida. La muerte, no en el sentido de
algo inútil y superfluo, sino como algo que termina, a fin de poder construir y dar cuerpo a algo
que no termina.
El pensamiento intelectual da un ejemplo sorprendente de lo que tratamos de decir. El
pensamiento intelectual es una facultad limitada, pero se la considera y se sirven de ella como si
ella fuera el objetivo final de todo. Se la califica de <<yo soy>>, de alma, de espíritu, y se la
carga con el mayor número de mercancías posibles: especulaciones, suposiciones, cosas
superfluas así como todo lo que se llama conocimientos.
Desde que este camino funesto sobrepasa cierto límite, se manifiesta entre otros, una
degeneración de la sustancia cortical gris y la persona se vuelve inapta para las exigencias del
camino de desarrollo humano. La Gran Obra que debe realizarse en el Templo ya no puede
realizarse. Tienen lugar tempestades y daños cada vez más graves. Reflexionar pues en la
advertencia valida para todos:

¡Si alguien destruye el Templo de Dios,


será destruido por Dios,
Pues el Templo de Dios es santo,
y este Templo sois vosotros!

Oración final

La Rosa del Alma busca en tu ser


la Libertad que le ha sido prometida.
Ella ha sido elegida para la Gloria.
Devuélvele lo que le fue arrebatado.

Por todo el esfuerzo endurístico,


tu vida encuentra un sentido profundo,
y el objetivo de tu sacrificio: el Alma,
será conducida por ti hasta el Cielo.

Cuando tu misión llegue a su fin,

1
contemplarás el Ser del Alma.
Y en esa última hora entrarás en una muerte
que es la Vida perfecta.

Por ello, entra en la Rosaleda


y respira Sus Aromas.
Que la Gnosis esté en todos tus caminos.
Entra en la paz Profunda.

Bendición final

Hermanos y Hermanas,

os rogamos: ¡prepararos para recorrer los nuevos caminos pues el tiempo ha llegado!
Podáis todos comprender la significación grandiosa de esta vía de liberación que os hace
aproximaros a los altares de la gran liberación. La Bendición de Dios descenderá en vosotros y
actuará en vosotros. Amen.

1
V

LA PRIMERA PENETRACIÓN

Saludo de apertura

En el nombre de la Fraternidad de la Vida, nos ponemos de nuevo al servicio gnóstico del mundo
y de la humanidad. Amen.

Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo nos de la Fuerza interior. Amen.

Rogamos para que las bendiciones de este nuevo día se expandan abundantemente sobre vosotros
y en vosotros. Amen.

Prólogo

Podamos, oh Gnosis,
poner nuestro pie en el Camino.
Podamos consagrar nuestro estado de vida
al Objetivo para el que está destinado.

Hemos recibido todo gratuitamente


y debemos ofrecerlo al grandioso y magnífico
milagro del nacimiento del Alma.
Nosotros que hemos sido admitidos
en el Cuerpo Vivo
de la Joven fraternidad Gnóstica,
hemos recibido la Semilla de la Luz Eterna.

De esta manera es sembrada en la Naturaleza


la Semilla del Espíritu,
para que nuestra naturaleza se consagre
al Servicio del Espíritu y, de lo natural,
se despierte el nuevo Cuerpo del Alma.

Que todos podamos comprender


el Misterio de la Redención. Amen.

1
Ritual

En los Templos de la Rosacruz de Oro, tres símbolos forman la base sobre la que debe edificarse
el gran trabajo de salvación en Cristo.
Primeramente, está la Biblia, como testimonio de la Palabra divina.
En segundo lugar, somos confrontados a la Rosa del santuario interior.
Y en tercer lugar, está el indispensable Candelabro, que está ante Dios.

La Biblia representa el símbolo de la Enseñanza universal, el Plan de Dios, el gran objetivo de la


Tierra perfecta, luego el fundamento de todo el trabajo a realizar para el mundo y la humanidad.
La Rosa, en el santuario del corazón, debe ser sintonizada con este objetivo sublime y sagrado.
Es necesario verificar sin cesar si la obra a emprender progresa correctamente sobre este plan de
base.

A continuación es necesario asegurarse de que el Candelabro está efectivamente encendido. El


Candelabro encendido nos ofrece la fuerza espiritual séptuple de la Llama universal, que da la
capacidad de alcanzar el objetivo liberador.

Sobre esta triple verificación se apoya la construcción que deben edificar los obreros de la viña
de Dios. El resultado mostrará si el trabajo ha sido realmente realizado conforme al Plan divino
de salvación. Para ello es conducida ahora a manifestarse la Escuela interior de la Rosacruz de
Oro. De la Escuela interior debe emanar la Fuerza espiritual propulsiva gracias a la cual podrá
sostener y portar a la comunidad de las almas.
Proyectando las tres luces, la Escuela interior tendrá que vigilar -sin actividad exterior- la
manera como se efectúen los procesos en el Cuerpo Vivo de nuestra Escuela Espiritual. Ello es lo
mismo que decir que la Escuela Interior realizará su tarea al interior del Cuerpo magnético, con la
ayuda de las Fuerzas fundamentales liberadas de la Biblia, de la Rosa y del Candelabro. Ello
significa, entre otras cosas, que, en la Escuela Interior, el Fuego sagrado debe estar presente y
actuando para la interpretación de la Palabra divina.
Además, este fuego sagrado debe arder constantemente en el lugar consagrado al trabajo,
en el Templo, y en el santuario interior.
Por último, será necesario velar por el empleo que es hecho del fuego del Candelabro, y
por el resultado de la puesta en acción del Fuego espiritual.
Presentando así las cosas, la cuestión siguiente permanece siempre viva: ¿la unidad
constante del corazón y de la cabeza con el cuerpo alma-espíritu de Cristian Rosacruz es real?

El proceso de desarrollo del alma-espíritu es sometida sin descanso a un triple examen:


¿Que le falta al Fuego sagrado de los trabajadores que representan este Fuego?
¿Por que causa este Fuego no produce eventualmente ningún efecto?
Incluso si el Fuego sagrado está totalmente presente, y produce efecto, ¿el trabajo es
realmente ejecutado en total pureza, luego está justificado?

1
Sino, ¿cual es la causa? ¿Y cual es el resultado de ello? ¿Este resultado está en
concordancia perfecta con el Fuego sagrado, es decir, muestra una objetividad perfecta? ¿Se
observa, en toda cosa, una reacción absolutamente impersonal? ¿El amor impersonal del prójimo
irradia exteriormente en la fuerza de la ofrenda de si mismo, que hace decir interiormente:
<<Señor, que no se haga mi voluntad, sino la tuya>>?
Ello solo es así cuando se ha respondido positivamente a todas estas condiciones que las
fuerzas liberadas en los vehículos más exteriores del Cuerpo magnético de la Escuela Espiritual
son puestas en marcha de la justa manera, sin que sea perjudicado el Cuerpo Viviente, y que, en
la radiación de amor impersonal de la Escuela interior, el Fuego sagrado del alma-espíritu, sin
ninguna interrupción, se propague, estimule y emplee de la justa manera por los trabajadores.
Así, gracias a las Fuerzas liberadoras activas del Cuerpo más interior, un cambio vital
armonioso se realizará, y ello reforzará enormemente a la Escuela exterior en su trabajo de sostén
al servicio de los hombres que buscan. En conformidad absoluta con la calidad de la Escuela
interior y de la Escuela exterior de la Rosacruz de Oro, ¡la misión a nosotros confiada por la
Fraternidad de la Vida tendrá éxito sin ninguna duda! Amen.

Tercera alocución

Ayer tarde dijimos que el hombre mismo es capaz de perjudicar gravemente el Plan de Dios que
ha tomado forma en él, de manera que en un momento dado este plan ya no puede realizarse y el
hombre se vuelve victima absolutamente pasiva de todo el fardo kármico de su ser. Es una de las
principales causas de las violentas tensiones nerviosas de nuestra época y a causa de ello
numerosos son aquellos a los que ya no se les puede considerar como responsables de sus actos y
que caen cada vez más bajo. En la Escuela espiritual ya se ha hablado tantas veces de esto en el
curso de los últimos meses que ya no hay razón para entrar más en los detalles. Que baste
constatar una vez más a este respecto que la humanidad ha entrado en una crisis muy grave y
ahora se trata de examinar de que manera es posible, por actos autónomos, escapar a esta crisis.
Hablamos intencionadamente de actos autónomos, pues si el hombre fuera liberado de sus
dificultades por una fuerza extranjera o divina, se reencontraría a pesar de todo ante las mismas
dificultades en un momento dado. En efecto son únicamente los actos autónomos, que vuelven
posibles los órganos destinados a este efecto ya en su posesión, los que pueden verdaderamente
llevarle a la libertad.

Así, tomar en consideración el corazón que late en vuestro cuerpo, luego que vive. Además llevar
vuestra atención muy especialmente sobre la Biblia, que contiene, de hecho, todo lo que debéis
saber sobre el corazón.
Nuestra personalidad posee dos clases de músculos: los músculos voluntarios y los
involuntarios. Los primeros dependen de la voluntad pero no los segundos. Los músculos
voluntario son incapaces de ayudarnos a alcanzar el objetivo que nos es asignado porque están
enteramente controlados por el <<anti-hombre>> en nosotros. Por las mismas razones ocurre lo
mismo con los músculos involuntarios, dirigidos por el sistema nervioso simpático.
Ahora bien ahora se trata de emprender la lucha contra la crisis que os ha tomado y contra

1
las fuerzas e influencias enemigas que os tienden trampas. ¡Es necesario romper ésta sujeción! Es
necesario obtener el control de un músculo involuntario que esté en relación directa con el
sistema nervioso cerebro-espinal, luego también con el cerebro.
Solo tenemos un único músculo involuntario de este tipo: es el corazón. El corazón tiene
de particular que también se puede hacer servir de manera voluntaria. Está pues sometido a dos
influencias: el anti-hombre en nosotros puede controlarlo, pero igualmente el hombre superior.
Por ello es posible hablar de la lucha del corazón. Esta lucha, es necesario emprenderla,
este combate, nos es necesario a todos vivirlo. A este respecto el Nuevo Testamento pone el
acento cuando dice en las Bienaventuranzas: <<¡Dichosos aquellos que tienen el corazón puro
pues ellos verán a Dios!>>

Cuando reflexionamos en el corazón, descubrimos un maravilloso proceso. Probablemente sabéis


que la actividad mental disocia las células nerviosas y las destruye. Ahora bien la sangre puede y
debe restablecer lo que así es destruido.
Cuando el santuario del corazón está verdaderamente <<abierto>> a la Luz de la Gnosis y
se ha purificado, y que la sangre purificada del corazón afluye en el sistema cerebro-espinal del
santuario de la cabeza, se produce allí, además de la purificación, una puesta en orden así como
el restablecimiento de la verdadera destinación de los órganos y de las posibilidades del sistema
entero del hombre nuevo, sistema cuya sede está esencialmente en el santuario de la cabeza.
El corazón encierra una fuerza, la fuerza purificadora de la sangre: es la fuerza de la Rosa.
Cuando esa fuerza se vuelve activa en vosotros, cuando la habéis despertado y liberado, luego
cuando la Rosa del corazón se ha abierto verdaderamente, la sangre que fluye a través de las
cavidades del corazón, esta sangre que representa la totalidad del tipo humano será purificada por
esta nueva fuerza. La abertura de la Rosa tiene lugar gracias al deseo intenso de una vida
superior, de una vida liberadora, asociada a una gran sed de ayudar a otros, a aquellos que son
probados por las tempestades de la existencia.
Así es como la sangre natural, la sangre que porta la imagen completa de nuestro estado
de hombre pecador, es purificada en el corazón. A fin de indicar la significación mágica, el
inmenso significado de este proceso, se dice en el Sermón de la Montaña: <<¡Bienaventurados -
es decir "sanados"- aquellos que tienen el corazón puro, pues ellos verán a Dios!>>
En efecto ¿Que ocurre? Si, por el desarrollo del corazón, la fuerza del Amor afluye en el
santuario de la cabeza por medio de la circulación cefálica, directamente unida al sistema
cerebro-espinal, la sangre purificará la sangre purificará la sustancia cortical gris tan gravemente
deteriorada en muchos individuos.
Pues esta sangre pura atacará aquellos centros cerebrales que están cargados de
egocentrismo, neutralizará la red de los pensamientos egocéntricos y los arrojará del sistema.
A continuación esta pura fuerza sanguínea depurará completamente de todo egoísmo las
actividades mentales y expulsará de ellas aquello que revele codicia.
Así, progresando paso a paso, esta actividad de la nueva fuerza sanguínea debilitará, y
después hará desaparecer al viejo hombre con su yo y todo su cortejo de iniquidades kármicas. El
hombre nuevo, la naturaleza superior, se despertará.
Por último, después de haber realizado su trabajo en el santuario de la cabeza, la corriente
sanguínea volverá a descender, atacando así al cuerpo entero por la fuerza purificadora del

1
corazón.
Es únicamente de esta manera como el hombre superará las graves mutilaciones físicas
que resultan de su nacimiento en esta naturaleza, y verá desaparecer los velos que le separan de la
viviente realidad de la naturaleza superior.

La primera abertura se realiza así. En efecto, la purificación de la fuerza de Amor libera el


camino para los tres centros latentes del santuario de la cabeza. El primero se encuentra
directamente detrás del hueso frontal (detrás de la raíz de la nariz), el segundo en el centro del
encéfalo y el tercero en la cima. Bajo la acción constante de esta sangre pura que sube del
corazón, estos tres centros se abren completamente.
Entonces contemplamos la aurora naciente: en el horizonte el alma renacida comienza a
brillar. En el habitáculo de la Rosa de oro, el centro frontal se vuelve consciente. Las cadenas que
retenían al hombre cautivo de sus deseos inferiores naturales desde hacía tanto tiempo son rotas:
el efesio, el habitante de la frontera, ha realizado la penetración en el nuevo país.
Este es, en resumen, el proceso al que llamamos <<la primera penetración>>. Sabed, sin
embargo, que la victoria no llegará quizás tan rápidamente como vosotros esperáis. Pero estar
seguros de que, si perseveráis en el camino que acabamos de describiros, todo os será posible en
la fuerza del Cristo. Pues la fuerza del Cristo nos purifica de todo pecado. Y si algunos de entre
vosotros creen quizás que suspendemos vuestras necesidades, vuestras miserias y vuestros deseos
profundos en el perchero de la religión de esta naturaleza, esperando lo mejor en el futuro,
quisiéramos haceros ver claramente lo que entendemos por <<Cristo>>.
Hubo un tiempo en el pasado en el que el camino de la liberación no estaba aún abierto
para todos los hombres. Solo eran admitidos aquellos que eran llamados por los mismos
hierofantes y conducidos por ellos hacia los santuarios. Era el tiempo en el que las antiguas
religiones de raza estaban aún plenamente en actividad, el tiempo de la era de la Luna, en el que
el sol, la luna y la tierra estaban unidas de una manera especial y formaban una triunidad y ello
hasta el momento en que la manifestación siguiente apareció en el curso de la evolución cósmica.
El Espíritu crístico se manifestaba como salvador, material y espiritualmente a la vez. Sabéis que
la fuerza solar es indispensable para toda la vida sobre la tierra. Ella provee de lo necesario a la
tierra entera y a todo lo que vive sobre ella. En este sentido, el hombre depende del sol
enteramente.
Ahora bien el hecho de que el hombre sea una criatura de Dios y dependa del sol es la
prueba de que el sol, la tierra, la humanidad y el mismo Logos están unidos entre ellos según un
plan. Y el hecho de que la manifestación del hombre tal como es repose sobre un poderoso plan
de evolución en vías de realización, nos dice que la manifestación material del Logos solar es una
mano tendida de Dios.
La manifestación espiritual del sol es igualmente un hecho real, de ahí viene que el Cristo
sea llamado también <<Espíritu solar>>. Esta manifestación espiritual apareció cuando aún
existía la trinidad cósmica de la que acabamos de hablar; fue recibida directamente por la Luna y
de allí enviada por los Ángeles de la Luna hacia la tierra y la humanidad. Como ya hemos dicho
era en el tiempo de las religiones de raza. Pero en un cierto período, en la aurora de la era aria, la
energía solar espiritual fue irradiada directamente hacia la tierra. A partir de ese momento el
Cristo se unió directamente a la humanidad -para una resurrección o para una caída. Un

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desarrollo absolutamente nuevo comenzó, desarrollo que todos conocéis. conocéis el mito de la
estrella de Belén que se apareció a los Sabios de Oriente.
Nuestra esperanza y nuestro ruego son que comprendáis lo que tiene de incontestable
estas palabras de Angelus Silesius: <<Si Cristo naciera mil veces en Belén y no en vosotros,
estarías no obstante perdidos. En vano contempláis la cruz del Gólgota si no habéis edificado en
vosotros el corazón de la Rosa.>>

Oración final

Nosotros emprendemos la tarea


que corresponde al Alma.
Y con ímpetu, nuestra barca de vida
cruza el agua de la vida,
el mar de la naturaleza.
Y todos los que recorren el Camino junto al Grial,
ven lucir, en la otra orilla, la Cruz de Salvat
y las cúpulas de la Ciudad.

Y detrás de nosotros queda el pasado


que se sumerge en las brumas.

La Llamada de la Gnosis
resuena cada vez con más fuerza,
como campanas que cantan y vibran
en las ondulantes esferas etéricas
impregnadas de bendiciones.

¡E innumerables son las filas


de los que van con nosotros! Amen

Bendición final

En esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>>, en la luz y en la fuerza del Espíritu divino


santificante, podáis todos seguir la vocación que os viene de Dios, y concluir vuestra tarea en
calidad de hombres-alma. Amen.

1
VI

INICIACIÓN Y AUTOINICIACIÓN

Voto

Queridos amigos,
Que el pan de la Vida sea vuestro alimento;
que el vino del Espíritu os reconforte;
que la sal purificadora os transforme
dándoos la incorruptibilidad. Amen.

Pueda la Luz del Cristo estar continuamente cerca de vosotros. Amen.

Oración de apertura

A El, que es poderoso para liberaros


según la buena nueva de la salvación
y el contacto de la Fraternidad del Cristo,
según la revelación de la Gnosis
guardada bajo el sello del silencio a lo largo de los siglos,
pero que se manifiesta hoy
siguiendo el mandamiento del Eterno,
y quiere conduciros en la obediencia
sobre el camino sagrado,
a El, el único Dios sabio,
sea la gloria
por toda la eternidad. Amen.

Ritual

1
<<Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que
iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que
fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos
de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo
estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer;
porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.>> Amen. (Epístola a los Gálatas, 3, 23-28)

Los aspectos del camino liberador, presentes en el Cuerpo magnético de la Escuela Espiritual,
constituyen un desarrollo directo y armonioso del verdadero aprendizaje y garantizan un
despliegue muy rápido de todas las fuerzas y poderes que pertenecen a todo el microcosmos,
desde el instante en el que un hombre entra en el campo de búsqueda de la Escuela Espiritual
hasta la hora última de su entrada liberadora en la Tierra Prometida. La condición para ello es la
fe en Jesucristo, una fe irradiante. ¿Que quiere decir?
No creáis que Jesucristo sea un ser divino exterior a vosotros. No, desde el primer
comienzo, Cristo, el Gran Portador de la salvación, está escondido dentro de vosotros como una
semilla, un capullo de rosa, como el último vestigio de un ser original divino. Si nos
consagramos a este último vestigio del ser original divino que solo puede manifestarse en la
radiación del sol universal, manantial de toda vida, la semilla escondida da nacimiento al
hombre-Jesús, es decir al hombre-alma perfecto. Es la verdadera fe, la fe real la que engendra
este proceso, este camino de rosas. Aquel que recorre este camino se vuelve un verdadero hijo de
Dios, y progresa de fuerza en fuerza. Amen.

Supongamos un instante que aspiráis a seguir el camino liberador pero que en realidad aún no lo
hacéis, y que los aspectos de vuestro comportamiento se demuestran totalmente contrarios. Ello
significa que tenéis la capacidad de seguir el camino, pero que aún os dejáis retener demasiado
por toda clase de representaciones ilusorias propias a vuestra individualidad y por sus amargas
consecuencias.
¿Cuantos hay entre vosotros que, de tiempo en tiempo, son todavía demasiado victimas
de su personalidad, mientras que son no obstante conocidos como alumnos de la Escuela
Espiritual y así pues integrados en el Cuerpo magnético de la Escuela. Este Campo magnético es
de una gran serenidad; no es de este mundo. Por ello todo alumno que no confiesa aún la fe real
en Jesucristo y se agarra a la personalidad dialéctica representa un peligro para el sistema
magnético de la Escuela Espiritual: infringe una herida al cuerpo del grupo.
Este cuerpo del grupo soporta sufrimientos casi intolerables. Porta los estigmas de todos
los actos egocéntricos. Comprenderéis que no puede sufrir estos tormentos sin restricciones, sería
destruido antes de alcanzar el gran objetivo. Estas impulsiones egocéntricas invadirían al grupo.
Y en lugar de una entrada en la Tierra Prometida, el camino de los alumnos se perdería
rápidamente en las arenas del desierto. Amen.

Muchos de entre vosotros comprenderán que la Escuela Espiritual debe tener medios a su
disposición. Su facultad de soportar continuos asaltos debe ser mantenida en ciertos límites, dado
que su gran objetivo es, finalmente, hacernos volver a todos a la casa paterna. Para ello sirve la

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ley del orden del Espíritu. Hay libertad inmediata, libertad total para aquellos que están realmente
establecidos en la fe en Jesucristo. Estos <<justificados por la fe>> deben ser protegidos por la
ley del orden del Espíritu. Los reglamentos y estipulaciones, la organización, las convenciones y
directivas que limitan a todo el mundo solo son coaccionantes para aquellos que no han llegado
aún verdaderamente a la fe en Jesucristo y se dejan a veces arrastrar por la conciencia de la
personalidad.
En cambio, aquellos que son libres se unen ellos mismos por medio de la fe. Ellos
mismos son su propia ley. Aquellos que aún no han experimentado que viven y permanecen en la
fe inquebrantable en Jesucristo son retenidos por el sistema de protección de la Escuela
Espiritual. Examinar pues ahora vosotros mismos si ya os habéis encontrado en conflicto con las
directivas espirituales de nuestra Escuela Espiritual. Si es que si, es que en ese momento aún no
habíais llegado a la fe en Jesucristo. Todos tenéis en vosotros mismos este criterio: ¿es la ley la
que os mantiene en el camino liberador del alma o ya es la fe?
Si lo veis claramente, estaréis agradecidos a la ley por juzgaros a fin de conduciros, al
interior de sus límites, hasta la fe, luego hasta la libertad. Si lo veis claramente, sabréis
interiormente que muchos infringen heridas al Cuerpo Vivo magnético, heridas aceptadas y
soportadas en un amor perfecto por el alumno.
Pueda esta explicación concerniente a la Comunidad en Cristo-Jesús y vuestra
participación en la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro determinar vuestro futuro
comportamiento. Amen.

Cuarta alocución

Cuando la apertura está hecha en el santuario de la rosa del corazón, y que la sangre de la
renovación circula en el santuario de la cabeza, vivificando los tres centros latentes de vuestra
naturaleza superior, el hombre nuevo, el hombre superior ha renacido. Entonces la columna de la
conciencia que, al principio, no se elevaba más allá del pensamiento intelectual y buscaba una
salida en todas las direcciones, en el medio de la confusión dialéctica y bajo la influencia de los
deseos inferiores, puede ahora elevarse hasta su cima legítima: las agujas de las torres del
Olimpo. La edificación del hombre nuevo, del hombre llamado por el Logos, comienza a partir
de ahora. Aquellos que comprenden verdaderamente todo lo que nos ha sido expuesto en el curso
de esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>>, y muy especialmente el tema de hoy, pueden
saberse <<iniciados>> en el sentido literal de la palabra, es decir introducidos en un nuevo curso
de desarrollo.
Comprenderlo bien, amigos míos: la iniciación en el sentido clásico se refiere a un
método empleado en el pasado, sobre el cual innumerables seres se hipnotizan aún y del que se
aprovechan toda clase de especuladores en el mundo entero.

Cuando la masa de los hombres estaba aún enteramente dirigida por las religiones de raza,
porque la edificación de la personalidad no estaba todavía acabada y el poder intelectual solo
estaba aún en un estadio preliminar, solo casos aislados, en los diferentes pueblos, habían
sobrepasado el nivel de desarrollo de sus semejantes. Estos hombres, que podían ser de un gran
valor para la humanidad eran iniciados en unos templos previstos para ello. Lo que les era ya

1
revelado en ese momento y lo que se esperaba de la humanidad en un futuro lejano era objeto de
una clara exposición, a fin de que estuviesen en condiciones de prepararse para servir realmente a
la humanidad cuando llegara el momento. estas iniciaciones eran siempre extremadamente
secretas, pues el pueblo, en razón de su estado de ser, no habría comprendido nada, y así pues
ello habría sido para ellos un tema de confusión y de dificultades.
Pero actualmente el hecho es que el cuerpo racial está completamente desarrollado. El
hombre nacido de la naturaleza está dotado de todas las facultades necesarias, y se encuentra
ahora colocado ante el desarrollo de su naturaleza superior. Todo lo que, antes, formaba parte del
dominio de la iniciación constituye ahora los primeros pasos en el camino de la naturaleza
superior, la cual debe ser realizada por la autorrealización. Si queréis conservar la palabra
<<iniciación>>, hablar entonces de auto-iniciación. El método de curación, el método de la auto-
iniciación, todos lo habéis recibido. Desde el punto de vista cósmico, la fuerza del Cristo, el
Espíritu Crístico, se encuentra en el centro de nuestro planeta. Esta fuerza penetra con su
radiación la tierra entera. Desde el punto de vista microcósmico, esta radiación divina se
comunica a nuestro ser entero: el Cristo está pues en nosotros. Se trata ahora únicamente de
abrirle el santuario de vuestro corazón. Entonces esta fuerza, la fuerza de la Rosa, se transmitirá a
vosotros de la manera indicada en el santuario de vuestra cabeza, con todas las consecuencias
liberadoras que resultan de ello. Nadie puede privaros de esta fuerza, nadie os puede arrebatar
esta gracia, salvo vosotros mismos.
De la misma manera que en el pasado, la humanidad recibió la ayuda de los Hierofantes
de la Luna, de la misma manera en un muy próximo futuro ella será asistida por la Fraternidad de
la Rosacruz de Oro. Así todos aquellos que, en este momento crucial de los tiempos
extremadamente importante, tomen en serio la marcha de su vida y quieran recorrer en total
conocimiento de causa el camino del devenir de una conciencia superior, llevando las fuerzas de
su sangre a un nivel más elevado, todos estos se beneficiarán de la ayuda de la Fraternidad de la
Rosacruz de Oro, a quienes los Hierofantes de la Luna han transmitido esta tarea secular y
universal, y han dado pues, por nosotros y con nosotros, el primer paso en el camino de la auto-
realización.
¡Nosotros tenemos en encargo de transmitiros este mensaje! A partir de este momento la
realización de nuestro destino depende de manos humanas. Esta es la razón por la cual, al lado
del Lectorium Rosicrucianum, sabemos que en lo sucesivo está la Escuela Interior.
En el Lectorium Rosicrucianum, os beneficiáis de lo más elevado que hay en la enseñanza
de la Rosacruz, enseñanza absolutamente conforme y acorde al camino de la humanidad tal como
ella ha debido realizarlo en el pasado y sobre el cual deberá comprometerse en el futuro. Ahora
que el criterio y el objetivo del antiguo camino se han alcanzado, al menos en lo que concierne al
fundamento y a la preparación, es necesario emprender la realización del futuro. En efecto, para
que una enseñanza tenga un sentido y de resultados, es necesario que sea aplicada, que sea
realizada. Por lo tanto esto es lo que hacemos en la Escuela Interior de la Rosacruz de Oro.
Así la enseñanza y la vida están en concordancia mutua. Quisiéramos daros un ejemplo de
esta realización. Os hemos explicado como la fuerza de la sangre purificada, sintonizada con el
principio y el objetivo de la renovación y preparada en el corazón del hombre, sube al santuario
de la cabeza, y como allí efectúa, primeramente, una purificación, y, en segundo lugar, gracias a
esta purificación, una liberación de los poderes latentes, que permiten el nacimiento de la aurora

1
de un día nuevo.
Así es como todos los verdaderos candidatos, en el curso de su viaje hacia lo alto, llegan a
esta parte del sistema cerebro-espinal llamada <<Torre del Olimpo>> por Cristian Rosacruz en
"Las Bodas Alquímicas de C.R.C.. Si habéis leído este capítulo del Testamento Espiritual de los
Rosacruces, habréis comprendido que la subida a esta torre no ocurre sin dificultades. Se pone a
disposición de los candidatos, cuerdas, escaleras y alas. Pero, a fin de prevenir toda arbitrariedad,
es la suerte la que decide a quien será dada una cuerda, una escalera o unas alas. La razón de ello
está clara: en efecto, en el estado actual del hombre, el sistema cerebro-espinal aparece como más
o menos dañado. Por ello la tarea de la purificación y de la preparación es para cada uno de
vosotros muy diferente pues los obstáculos de unos no son los mismos que los de otros.
Pero si se persevera y se sigue el consejo de aquellos que nos ayudan, la victoria no podrá
faltar, una victoria que consiste en la reconquista de la muy antigua y clásica realeza del Espíritu.

Epílogo

Bendiciones de la Salvación,
cuán grandes y maravillosos son Vuestros Caminos.
Cuan rica es Vuestra Gracia.
Quien consigue abrir Vuestras Fuentes
es colmado por el Agua Viva,
cuyas corrientes brotan sin cesar
de las Profundidades de la Manifestación Divina.
Os damos las gracias por venir a tocarnos.

En el intenso Fulgor de Vuestros Campos,


entonamos nuestro canto,
el canto de alegría, agradecimiento y adoración.
Ya que Vosotras no desdeñáis a los indignos.
Vosotras queréis considerarnos
portadores de imagen
llamados a una meta elevada.

Que sean numerosos los que, con nosotros,


puedan saborear la Paz de Vuestro Contacto. Amen.

Bendición final

La tierra corre a su fin.


No queda más que un corto período de tiempo.
¡Emplearlo!
Entonces el Señor de la Vida

1
vendrá con gran Poder y Majestad.
A El, al Cristo,
pertenece el Nuevo Cielo y la Nueva Tierra,
la fuerza, el poder y la gloria, por toda la eternidad. Amen.

VII

LA VICTORIA SOBRE EL ANTI-HOMBRE

Voto

Gnosis,, fuerza del Templo de la liberación,


a todos aquellos que están unidos a Ella,
a todos aquellos que invocan su Santo Nombre,
Hermanos y Hermanas,
sean la Gracia y la Paz de Dios, nuestro Padre,
y del Señor Jesucristo,
en comunión con el Espíritu Santo. Amen.

Prólogo

Aquel que ya no aspira a los bienes terrestres, y considera como insignificante atravesar la
naturaleza de la muerte,
se despertará en el extremo refinamiento
del estado de alma viva. Amen.

De esencia sutil, se sustraerá


al juicio dialéctico de los hombres
que yerran aún en las tinieblas
y solo conocen las limitaciones de la vida inferior. Amen.

1
Aquel que entra en la luz de la omniconsciencia,
y se esfuerza en sondear los dominios de la Gnosis
comprenderá la profundidad infinita
hacia la que el alumno se ha puesto en camino. Amen.

Canto de coro

A Ti, nos aproximamos, oh Padre,


Amor radiante, fuerza que brota de manantiales profundos.
El alma resplandece,
y del pináculo de las torres
El Espíritu de Dios desciende en mi.

Nacidos de la Gnosis, en nosotros la Luz luce,


y ante la aurora las tinieblas desaparecen.
Jubiloso, un himno nuevo resuena,
nosotros cantamos, oh Dios,
a la grandiosa perspectiva
de regresar hacia Ti.

Tu bendices a todos aquellos que, un día, cayeron,


y titubean, ciegos, en la noche oscura.
Brilla en nuestros corazones,
eclipsa la ilusión del sufrimiento,
¡Ven, oh Espíritu Santo!

Extracto de la Primera Epístola de Pedro, capítulo I, vers. 3 a 9

<<Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos
hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros, que
sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada
para ser manifestada en el tiempo postrero.
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien
creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de
vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.>> Amen.

1
Ritual

La Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro hace todo lo posible para poner en la mano del
alumno la llave que,, aplicada como conviene, debe permitirle volverse un hombre alma-espíritu,
para que la Puerta de las puertas le revele el pasaje.
Incluso los alumnos preparatorios saben que solo la decisión de la voluntad no es
suficiente para llegar a la gran realización de la vida. <<La carne y la sangre no pueden heredar el
Reino de Dios.>> En esta primera fase, la enseñanza de la Escuela Espiritual actúa sobre la
conciencia de la personalidad. Se trata aún, al principio, de una fe en las cosas que no se pueden
ver con los ojos materiales.
Cuando, a continuación, abriéndose espontáneamente y confiándose plenamente a la fe, la
Enseñanza universal es asimilada y digerida, el contacto del Espíritu Santo es una certeza
absoluta. Así se espera de parte de los alumnos, tanto preparatorios, probatorios como
confesionales una buena orientación sobre el objetivo y la esencia del plan de Salvación en
Cristo, a fin de que las radiaciones del Espíritu Santo puedan actuar en ellos y que la enseñanza
de la Rosacruz de Oro ilumine su conciencia. Así se puede asociar a los alumnos del Lectorium
Rosicrucianum con las figuras de Zacarías y de Elisabet del Evangelio de Mateo. Llevaban una
vida santificada, al servicio de los otros y en la entrega de si mismos. Sin embargo esto no
representaba más que una etapa en el peregrinaje del hombre, que se podría considerar como el
prólogo del proceso del desarrollo siguiente.
La segunda fase es la de un triple contacto lleno de prâna vital divino. Es en este triple
contacto por el gran aliento de vida divina que nace el hombre Juan, quien será, en el curso de su
vida, al mismo tiempo el profeta y aquel que rompe.
Entre tanto, el yo de la naturaleza se vuelve consciente de que este estado de vida debe
también romperse para que una realidad más elevada se anuncie. Interiormente el hombre-Juan
sabe que su existencia del momento no es más que una fase en el sistema de creación del Plan de
Dios para el mundo y la humanidad. Ahora el objetivo es aproximarse al hombre-Jesús.
En el curso de esta tercera fase, todo el dinamismo de la conciencia de la personalidad se
retira a segundo plano del ser; el hombre-Juan se introduce en el Atrio de la Escuela Interior. Las
fuerzas de radiación originales universales entran en unión directa con el alumno. Se puede
comparar al alma que se despierta, nacida de los valores etéricos totalmente nuevos, con el
hombre niño-Jesús.
La vida del alumno va a continuación a sintonizarse armoniosamente con la enseñanza
del Amor universal. La cuarta fase del proceso de desarrollo se introduce entonces: la puerta de la
Escuela Interior se abre para el hombre-Juan. Amen.

Después de la apertura de la puerta de la Escuela Interior, un cambio enorme se efectúa en el


microcosmos. Si la personalidad, muy conscientemente, no ocupa ya el proscenio, el hombre-
alma-Jesús avanza progresivamente y crece en el microcosmos bajo un triple aspecto.
En primer lugar, un nuevo yo astral superior se desarrolla en el campo de manifestación
del alumno.
En segundo lugar, la imagen del hombre inmortal resucita en su campo etérico.

1
Y en tercer lugar, en la personalidad se elabora la estructura de líneas de fuerza
completamente nuevas de la forma alma-espíritu.
Como el proceso de desarrollo que realiza el hombre-niño Jesús es la obra del Espíritu
Santo, es en sentido perfecto sin pecado y justo ante Dios. De ahí viene que testimonie
ulteriormente en su vida: <<El Padre y yo somos uno>>. Por la aniquilación total del hombre-
Juan, un Hijo del Hombre madura que está en este mundo, pero no es de este mundo. La tarea del
Hijo del Hombre consiste en ser un testimonio vivo de la realidad de una vida en una forma de
manifestación divina, la cual se aproxima a la humanidad.
Esta fase lleva al hombre-alma hacia el hombre de la eternidad: Cristo. La quinta fase
comienza. Jesús el Señor muere según la naturaleza, no porque está en estado de pecado sino
como mediador de la Nueva Alianza. Resucita de la tumba de la naturaleza; lo grosero, lo
terrestre se ha separado enteramente de él, y cuando, al fin, sube al cielo, es el hombre-alma-
espíritu, el hijo de Dios, Cristo, el Hijo único, quien va a manifestarse. Entonces únicamente se
revela el verdadero hombre celeste, quien encuentra su coronación en Cristo.

Estos son los cinco procesos de transmutación que debe vivir cualquiera que quiera recorrer la
vía que lleva a cristo, antes de alcanzar el fin del camino liberador. Así pues ahora sabemos que
hay un proceso quíntuple que conduce fuera de las tinieblas hasta la luz eterna:
1. el camino del hombre de la naturaleza al hombre civilizado;
2. la penetración del hombre civilizado hasta el estado de hombre que ha llegado el límite de la
vida santificada, que la Escritura Santa designa como el estado de Efesio;
3. el desarrollo del Efesio hasta el hombre que rompe la naturaleza;
4. el ascenso de aquel que ha roto la naturaleza hasta Jesús, el hombre sin pecado;
5. el desarrollo del hombre Jesús hasta el estado de ser crístico, el Hijo único de Dios.

¡Puedan todos aquellos que han sido recibidos en el campo magnético de nuestra Escuela
Espiritual llevar un día este quíntuple proceso de salvación a buen fin! El mántram con el que
abrir la puerta de este camino son estas poderosas palabras: <<Todo lo puedo por Cristo que me
da la fuerza.>> Amen

Quinta alocución

Cuando los centros del cerebro relacionados con la conciencia superior, presentes en estado
latente en la mayor parte de los seres humanos, son más o menos vivificados de la manera
indicada, y despertados de su larguísimo sueño, se puede decir que el Espíritu se vuelve vivo.
Desciende de la cima del santuario de la cabeza en el sistema nacido de la naturaleza. A partir de
ese momento, tanto el sistema nervioso cerebro-espinal como el sistema nervioso automático
pasan bajo el control del alma-espíritu. Se ha realizado entonces, literalmente, una apertura y una
fuerza nueva irradia toda la forma corporal, con resultados extremadamente notables.
Cuando el Espíritu puro se manifiesta en el microcosmos, cuando lo divino se expresa en
la materia, entonces el Espíritu tiene una tarea inmensa que realizar. Todo lo que es material,
todo lo que ha nacido de la materia debe ser purificado y transmutado. Cada átomo debe sufrir

1
una metamorfosis, adquirir una composición diferente, a consecuencia de lo cual su esfera de
actividad.
El átomo se manifestará en la materia aunque de una manera absolutamente diferente,
pero al mismo tiempo se abrirán a él otros dominios. Recibirá lo que llamamos el don de la
<<omnipresencia>>. Sin embargo antes de que el polo positivo de la mónada pueda realizar este
trabajo, es decir la manifestación del Espíritu en tanto que hombre superior, otra tarea debe aún
ser realizada.
Cuando el Espíritu es vivificado en el hombre, debe manifestarse de dos maneras:
primeramente, como una fuerza espiritual realmente nacida del alma; y en segundo lugar, como
una capacidad del corazón y de la razón fundada en el Espíritu.
Hay personas que muestran cualidades de alma y testimonian de ello, pero como son aún
susceptibles de ser alcanzadas y heridas por el aguijón de la naturaleza dialéctica, por lo que ha
salido de la naturaleza, el alma y la razón permanecen por debajo de un cierto nivel. De tiempo
en tiempo, todavía pecan. Ahora bien vosotros sabéis lo que se dice en la Biblia: <<El alma que
peca debe morir>>.
Solo cuando la unidad del Espíritu, del alma y de la razón se ha realizado verdaderamente
y cuando verdaderamente es trazado este triángulo superior, solo, entonces el verdadero trabajo
superior y liberador puede comenzar. Consideramos como una preparación todo lo que precede.
El trabajo a ejecutar a continuación reviste cuatro aspectos: El vehículo astral, el vehículo
etérico y el cuerpo material deben ser verdaderamente animados y colocados bajo el control real
de la razón, absolutamente en concordancia con las leyes del Espíritu, las leyes del nuevo estado
de vida. Todo lo que es de la naturaleza debe ser perfectamente penetrado por el aliento del
Espíritu de la nueva naturaleza.
Realizada esta triple tarea, viene la cuarta: el ataque y la expulsión del anti-hombre. Es
importante comprender esto correctamente.
El anti-hombre (hemos elegido esta expresión a propósito) es de hecho antinatural pero
sin embargo muy real. Ahora bien toda la construcción que hemos emprendido puede ser
bloqueada por él en un momento dado. Tratemos de explicarlo.

Durante un tiempo de una duración casi inimaginable, el antiguo estado de ser, el estado de ser
natural, ordinario, ha evolucionado. Siempre ha sido una misma y única idea, la del devenir del
hombre, la que ha fundado esta marcha evolutiva. Era necesario que el estado de nacido de esta
naturaleza alcanzara su completo desarrollo antes de internarse en el estado de la naturaleza
superior.
De ahí viene que en el pasado, el estado de ser del hombre se haya encontrado siempre en
el plano de la evolución natural ordinaria, tal como la constatamos en toda la naturaleza. El
hombre que conocemos actualmente es de hecho una especie animal superior. Es necesario mirar
esta verdad de frente, incluso si se esfuerza en rechazarla. La prueba de ello está en el hecho de
que, por ejemplo, ¡se intente de tiempo en tiempo transformar un mono en hombre! Si el hombre
hubiera permanecido como la criatura ordinaria del origen, nacida de la naturaleza, no hubiera
existido la más pequeña huella del <<anti-hombre>>.
Pero después de la evolución debida a las religiones de raza, se produjo un cambio. A un
ritmo muy prudente, y tan lento que ha cubierto miles de años, se llegó a inculcar en el hombre

1
una cierta moralidad. Se produjo una diferenciación entre, por un lado, el estado totalmente
natural del hombre, con sus costumbres vitales, donde no se podía detectar la más pequeña huella
de pecado, y por el otro lado un hombre más elevado, un hombre diferente. Así es como fue dado
el minúsculo primer pasito en la dirección del devenir de un hombre nuevo. Y a medida que este
proceso se proseguía, el anti-hombre apareció poco a poco. Todo lo que era propio al antiguo
hombre, todo lo que pertenecía a sus costumbres, todos sus hechos y gestos, sus codicias, sus
deseos y aspiraciones, se acumularon bajo la forma de una violenta oposición -una especie de
auto-defensa. El anti-hombre encontró evidentemente en todo mortal de su genero un aliado que
tenía las mismas clases de necesidades y de deseos. Entonces en la medida en que este hombre
nacido de esta naturaleza se adaptaba a unas leyes y a unas reglas de vida más elevadas, y que su
moralidad alcanzaba un plano más alto, se desarrolló una lucha entre lo que se llamó <<el
maldito>> y las influencias divinas, entre lo demoníaco y lo divino, entre el hombre de origen
natural, que perdía terreno, y el hombre en desarrollo guiado por los dioses de cada raza.
Conocéis la ley natural. Aquel que es débil se defiende, y muy frecuentemente el ataque
es una forma de defensa. He aquí pues brevemente explicado como el anti-hombre se constituyó
en nosotros. Es producto de una ley natural, que, hasta la hora actual, se opone a la marcha de las
cosas según el plan divino que se realiza progresivamente. El lucha para defenderse hasta la
última chispa de su fuerza vital.

Se puede constatar, sin exageración, que el anti-hombre en nosotros alcanza actualmente su


mayor poder. En efecto, durante la larga serie de siglos en el curso de los cuales el tipo del
hombre nacido de esta naturaleza ha evolucionado, y durante la lucha entre el hombre que
aspiraba a elevarse y el anti-hombre que crecía en él, el ser humano fue como sobrecargado de
pecados. De ello resultó un sentimiento de culpabilidad que hoy se ha vuelto muy fuerte en
muchos, pero el anti-hombre es en cambio tan poderoso que en general la humanidad da pruebas
de una especie de abandono, de resignación al estado astral del momento. Una turbación tal como
la que vivimos actualmente es siempre la prueba de que una ley del Espíritu cruza la ley natural,
y que la humanidad, buscando su aliento, amenaza con perder el coraje. El fardo del pecado,
sobrecargado por el anti-hombre, se ha amontonado tan alto que, sobre la línea horizontal, ya no
hay casi ninguna salida.
Quizás comprendáis ahora, al menos eso esperamos, que el camino de la Rosacruz, del
que esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>> tiene por misión volveros conscientes, ofrece la
única solución posible. Pues solo por este camino se puede, sin lucha, expulsar al anti-hombre
del microcosmos. No hay un ser vivo que, habiendo pasado, como es el caso para nosotros y
nuestros semejantes, por el camino de desarrollo que acabamos de describir, pueda escapar de
esta tarea. El orden de la naturaleza, en vosotros, debe finalizar ahora que un punto determinado
se ha alcanzado. Si ello no se hace de la manera normal, en la calma, la paz y la alegría, ello se
hará al principio en la disensión.
En todo caso, en el día determinado, el orden del Espíritu de nuestro planeta, Jesucristo,
cruzará el orden de la naturaleza, y el desarrollo del pasado, que se ha vuelto para la humanidad
un camino hacia el abismo, un camino que hace de ella <<la bestia>>, será detenido. Sino, el
universo entero terminará por ser desnaturalizado, con todas las consecuencias que derivan de
ello.

1
El desarrollo impío de la ciencia, que aparece tan claramente y que conduce al hombre al borde
del abismo, no amenaza solamente a nuestro planeta con una catástrofe, sino que se ha vuelto
actualmente una amenaza intercósmica, no tanto por la voluntad consciente del hombre, sino más
bien por el anti-hombre que, por medio de la facultad de pensar de sus víctimas, los hombres de
ciencia, busca causar daño al orden divino mismo.
Comprenderéis pues que ahora es necesario intervenir, como el Apocalipsis testimonia
claramente. El <<número de la bestia>> es evidentemente el número de la humanidad caída.
Existe una unidad absoluta entre estas dos cosas, es una ley científica natural.
Por ello una intervención cósmica se prepara, un proceso de purificación y de cambio, de
restablecimiento y de curación. Oímos hablar de la caída de Babel y percibimos el canto de
bendición que ello suscita. Oímos hablar de la derrota de la bestia y de la tropa de sus profetas,
de la detención del desarrollo del anti-hombre, y del nuevo cosmos que se desarrolla por este
hecho.

Hermanos y hermanas, lo que ahora va a pasar cósmicamente en el mundo y alrededor del mundo
-y que será considerado por la humanidad como una gran catástrofe- todo ello será percibido de
antemano por aquellos que quieran seguir el camino de la Rosacruz, que quieran liberarse, y se
liberen del anti-hombre en ellos. En ellos también será necesario que el orden espiritual de
Jesucristo cruce el orden natural y sus consecuencias. Os hemos indicado el camino para ello.
Por tres veces Jesús el Señor, después de haber sido elegido para el orden espiritual, y de
haber recibido la fuerza para ello, tuvo que probar que estaba enteramente liberado del anti-
hombre en él: <<Entonces Satán le dejó, y he aquí que unos ángeles vinieron al lado de Jesús y le
servían>>.
Vamos así la reencuentro del orden espiritual de la renovación. Amen.

Oración de clausura

Luz Original que emanas de la Vida Divina:


podamos ser santificados por Ti.
Que Tu Reino descienda sobre nosotros.
Que Tu Voluntad actúe en todo nuestro ser
en armonía con Tu Naturaleza Divina.
Con este fin,
concédenos cada día Tu Pan Sagrado.

En la Fuerza de Tu Contacto
rompemos todas las ataduras
que se oponen a Tus Intenciones,
Y perdonamos y olvidamos todo
lo que el mundo y la humanidad
nos han causado por su estado natural.

Que Tu Luz Misericordiosa

1
Borre enteramente nuestro Karma,
sobre la base de nuestro nuevo
comportamiento de vida.

Protégenos, oh Luz, en la tentación,


y líbranos del mal
cuando intente apoderarse de nosotros.

En Ti está la Vida Nueva,


y la Fuerza,
y la Magnificencia,
por toda Tu Eternidad. Amen, si, Amen.

Oración de bendición final

Hermanos y hermanas,

Nuestra misión, en esta cuarta Conferencia <<Aquarius>>, era transmitir al grupo completo de
alumnos el ruego urgente de la Fraternidad de la Vida de que se prepare en vistas de las cosas
futuras, conforme a la esencia de la Escuela Espiritual de la Rosacruz de Oro.

¿Queréis, en la medida que ello os sea posible, comenzar a hacerlo? ¿Cada uno en el nivel en el
que se encuentre en este momento en calidad de alumno?

Amigos míos,

Que el fuego de la renovación os toque.


Que la naturaleza de la Vida os renueve día a día.
Que el átomo nuevo os conduzca
hasta la aurora de la liberación. Amen.

Canto de coro

1
El Señor os bendiga y os guarde.
Que haga lucir sobre vosotros Su Faz
Y os de Su Paz. Amen.

SERVICIO DE CLAUSURA

por el Presidium Suizo

1
VIII

EL VERDADERO AGRADECIMIENTO

Voto

Señor de toda vida,


Fuerza-Luz del amor,
Espíritu Santo Séptuple Universal,
Tócanos, y penetra todo nuestro ser. Amen.
A Ti consagramos nuestros corazones preparados,
nuestras cabezas purificadas,
la fuerza activa de nuestras manos. Amen.

Podamos, en todo tiempo, ser encontrados dispuestos


para realizar Tu sagrada misión,
Tu voluntad, hasta en la eternidad. Amen.

Oración

Que la Fe pueda liberarse en nosotros


en un sentido mágico.
Que el estado de fe pueda ser demostrado
por todos nosotros de forma triple,
como una Esperanza imperecedera,
como una Prueba interior poderosa,
como una Vida Nueva de Actividades Positivas
en un nuevo comportamiento autoliberador.
Entonces los Tres Misterios Gnósticos
habrán realizado en nosotros su primer recorrido.

El primero, el Misterio Fundamental,


despertará la Luz de la Esperanza

1
en el Santuario del Corazón.

El segundo, el Misterio de Cristo,


hará que las corrientes astrales divinas
entren en nuestro ser,
de tal manera que por el hígado
se produzca la experiencia interior viva
de que la Gnosis está unida a nosotros.

El tercero, el Misterio del Espíritu Santo,


nos colmará con sus Alimentos Sagrados
de modo que seamos capaces de vivir la Vida
en una orientación continua.

Que muy pronto pueda irradiar de todos nosotros


el brillo de este majestuoso y magnífico
triángulo de la Fe. Amen

Oración

Oh Promesa Divina plena de Majestad:


nuestro agradecimiento es profundo
por Tu Gracia Maravillosa
de que Tú misma quieras habitar en nosotros
como una Rosa de las Rosas,
y de que nos sea permitido
llevarte cada hora de cada día
en el santuario de nuestro corazón
Que alegría sentimos por saber
que estamos envueltos desde ahora
por un Zodíaco Apostólico microcósmico,
y que este dodécuple Lazo de la Renovación
nos lleva de la Aurora de la Nueva Mañana
hasta el cenit de la Consumación.
Podamos responder muy pronto
a Tu Acto de Amor
estando completamente preparados.

Fuente le Luz llena de Gracia:


habita en el centro de nuestro estado de alma
y engalánanos a todos nosotros
con Tu Dodécuple Vestido de Luz. Amen.

1
Ritual

He aquí un extracto de la "Sabiduría de Salomón": <<La justicia es el camino de la sabiduría.


Amar la justicia. Dirigir vuestro pensamiento sobre el Señor, vuestro Dios. Si, buscarle con un
corazón puro. Pues no se deja encontrar por los vanidosos y los arrogantes. Para aquel que pone
su confianza en El, se hace visible.
La sabiduría de Dios no viene a un alma malvada, y no habita en un cuerpo sujeto al
pecado. El Espíritu Santo huye de aquellos que tienen el corazón falso. El Espíritu Santo no
sabría estar allí donde reina la mentira y la injusticia.
La sabiduría es un espíritu dulce, pero no deja sin castigo a aquel que se entrega a la
maledicencia, pues Dios es testigo de todos los pensamientos. En verdad conoce todos los
corazones y escucha todas las palabras.
El universo está lleno del Espíritu del Señor, El que es omnipresente conoce todo lo que
decís. Por ello aquel que altera la verdad no puede permanecer escondido. La ley que lo castigará
no puede dejar de manifestarse. Por ello guardaros de la mala acción. ¡Preservar vuestra lengua
de la maldición de la palabra falsa! Pues lo que secretamente os deslizáis en la oreja no se
disipará sin provocaros daños. La boca que miente mata al alma, pero aquel que vive según la
rectitud vivirá eternamente.

Oración de Salomón para pedir la sabiduría

Dios de mis padres,


Señor de toda bondad,
Tu que has creado todo por Tu palabra
y que has formado al hombre por Tu sabiduría
para que reine sobre todo lo que ha sido creado por Ti,
y que rige el mundo,
en la santidad y la justicia,
y que es conducido por un corazón puro,
Señor, concédeme la sabiduría.
Hazla descender de Tu lugar santo,
envíala a fin de que more en mi,
y que actúe en mi,
a fin de que discierna tu voluntad.
Tu sabiduría percibe todas las cosas.
Oh que sea ella la que conduzca mi comprensión
y mi inteligencia en todas mis actividades,
y que me preserve por su sublimidad.

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¿Pues quien conoce el consejo de Dios?
¿O quien puede sondear la voluntad del Señor?
Los pensamientos del hombre mortal
son vagos, seductores y peligrosos.
Tu sabiduría preserva a todos aquellos que la han recibido. Amen.

Todos aquellos que son encontrados dispuestos a vivir en conformidad con la sabiduría, obtienen
la verdadera sabiduría.
La verdadera sabiduría, que está cerca de Dios, no puede ser comprada, ni enseñada en
una escuela dialéctica cualquiera.
De Dios recibimos la posibilidad, la fuerza de la fe, la fuerza del amor, la fuerza creadora
del acto puro, para la realización del plan de creación. Quien tiene parte en la fuerza liberadora
hará don de ella a todos aquellos que estén preparados para recibirla.
Demos, y formaremos parte de aquellos que reciben. De la misma manera que la sustancia
original aumenta dándose ella misma, lo mismo ocurre con los seres que tienen discernimiento y
comprensión, y actúan en consecuencia. Amen.

Alocución

Con este servicio acaba la cuarta Conferencia de <<Aquarius>>. El trabajo comenzó el 11 de


julio en estos edificios, con el fin de acogeros a todos desde el 21 de julio. Es superfluo el
describiros la suma de los esfuerzos que se han hecho antes o durante esta Conferencia. Aquellos
que han sido testigos de ello saben la extensión y la diversidad de este trabajo. Por ello nos
gustaría pronunciar unas palabras de sincero agradecimiento para todos aquellos que han
colaborado en la realización de este grandioso acontecimiento.

Queremos hablar del agradecimiento que tenemos hacia aquellos que nos han aportado su ayuda
de manera tan desinteresada. Pero también podemos concebir el agradecimiento de una manera
muy diferente.
La Biblia está llena de palabras de alabanza y de gratitud hacia el Creador. Así leemos en
el Salmo 56, versículo 13 y 14:
<<Sobre mí, oh Dios, están tus votos; Te tributaré alabanzas. Porque has librado mi alma
de la muerte. Y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la Luz de los que viven.>>
tenemos, nosotros también todas las razones para estar agradecidos. En el curso de esta
cuarta Conferencia, hemos podido experimentar la profusión de bendiciones de la Fraternidad y
nadie ha sido excluido de ellas.
Si no lo habéis experimentado conscientemente aquí mismo, ciertamente lo notaréis a
vuestro regreso a casa; pues, todos, hemos cambiado después de estos días.
Por ello, al final d esta Conferencia, queremos testimoniar nuestra gratitud con estas
palabras del salmista: (Salmo 28, vers. 6 y 7):
<<¡Bendito sea el Eterno! que oyó la voz de mis ruegos. El Eterno es mi fortaleza y mi
escudo; en El confió mi corazón, y fui ayudado, por lo que se gozó mi corazón, y con mi cántico

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lo alabaré.>>
Tal gratitud, que sube de un corazón purificado hacia la Gnosis, es mucho más que el
enunciado de unas simples palabras. De ella emana una vibración. Y así una fuerza es evocada.
Cuando, interiormente, de lo más profundo de nuestro corazón, experimentamos el agradecimien-
to, nos unimos a la fuerza liberadora, la cual no podría ser otra cosa que una mano tendida para
nuestra salvación. Sin embargo esta gratitud debe subir espontáneamente de las profundidades de
nuestro corazón y no reposar sobre ningún cálculo.
Si este sentimiento resultara de un cálculo puramente egoísta, seríamos como un ahogado
que se agarra tan convulsivamente a su mejor amigo deseoso de salvarlo que arriesga con
arrástralo también en el ahogamiento. ¿No ocurre frecuentemente lo mismo con nosotros? La
mano que la Fraternidad nos tiende, no la tomamos, es decir que la rechazamos o nos
apoderamos de ella muy violentamente, con toda nuestra personalidad. Por ello nuestra gratitud
debe ser una oración que se eleva de un corazón purificado.
Ahora conocemos, pues se nos ha mostrado de una manera extremadamente clara estos
días, los formidables poderes que dormitan en nuestro corazón y que podemos despertar.
Sabemos igualmente que estas fuerzas una vez liberadas deben subir a la cabeza para vivificar
allí los órganos de este santuario todavía en estado latente. Pero no bloqueemos la corriente de
estas fuerzas liberadoras con nuestro intelecto y nuestros pensamientos. Si queremos que se
desarrolle una nueva conciencia, es necesario que la maravillosa flor de oro comience a brillar. Y
ello solo es posible si las fuerzas pueden afluir, sin obstáculos, del corazón al santuario de la
cabeza.
Hemos aprendido igualmente, durante estos días, que la Fraternidad de la Rosacruz nos
concederá toda la ayuda imaginable con tal que aceptemos voluntariamente las consecuencias del
camino de la Rosacruz y que la realización de nuestro trabajo sea una realización autónoma.
Ciertamente, para esta Gran Obra, que todos deseamos realizar sin ninguna duda, es
necesario coraje y perseverancia. Pero si nos armamos de paciencia frente a nosotros mismos,
ello debe tener éxito. Pues la Fraternidad, ella también, testimonia de una paciencia infinita en
tanto que no soltemos su mano.

Cuando hablamos de la Fraternidad, a quien nosotros deseamos testimoniar nuestra gratitud, no


pensamos solamente en todos los hermanos y hermanas que nos han precedido y que ya desde
hace mucho tiempo forman juntos la Cadena de los Liberados, pero muy especialmente al grupo
de Enviados que han descendido a nuestro campo de existencia para llamar a la vida a la
Rosacruz actual.
Pensamos en el circulo de la Rosa Mystica, y en particular en sus dos representantes: Jan
van Rijckenborgh y Catharose de Petri. A ellos va nuestro agradecimiento por la paciencia
sobrehumana y el amor con los que han sostenido el trabajo durante estos años largos, difíciles y
amargos, trabajo que en estos días tuvo la coronación.
Hermanos y hermanas, nuestra esperanza y nuestro ruego son que conservéis en vuestro
corazón y en vuestra cabeza las ricas bendiciones de la Fraternidad de la Rosacruz recibidas en el
curso de esta cuarta Conferencia de <<Aquarius>>. Si habéis tomado la firme resolución de
recorrer realmente el camino de la Rosacruz, sabréis entonces con una certeza absoluta -incluso si
debierais, por un momento, sentiros abandonados por todo y por todos- que la Fraternidad de la

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Rosacruz está con vosotros en todo tiempo y en toda circunstancia. En esta disposición de
espíritu, experimentaréis en todo vuestro ser una gran e inmensa gratitud, el verdadero
agradecimiento.

Oración

Quien mantiene su alma orientada hacia la Gnosis,


golpea con su vara las rocas de los obstáculos
y abre la Fuente del Eterno Secreto.

Quien abre su corazón a la Luz Insondable,


se orna con el Manto del Amor Imperecedero.

Quien armoniza su pensamiento


con el Consejo Secreto de Dios,
puede participar en la Esencia de la Sabiduría.

Quien con su voluntad renovada


realiza la Voluntad de Dios,
entra en el Orden de Melquisedek.

Quien de esta manera pasa al acto,


entra en el Nuevo Campo de vida.

Hermanos y Hermanas:
Honremos, sirvamos y realicemos
la quíntuple Gnosis Universal
por este quíntuple servicio mágico.

Oración de bendición

Que por vuestra ofrenda total,


vosotros también sirváis a la Joven Fraternidad Gnóstica,

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esa es nuestra oración interior.

Que el Dios de la paz os perfeccione


en todas las buenas obras,
a fin de que hagáis su voluntad,
y realicéis en vosotros lo que Le es agradable,
por Jesucristo, a Quien sea
la Eternidad por toda la eternidad.

Elevados en la luz de Dios,


Purificados en la gracia de Cristo,
Renovados por el Espíritu Santo,

Hermanos y Hermanas al servicio de la Gnosis,


Que vuestros caminos sean luminosos como la aurora,
vuestras fuerzas como las de los fuertes,
y vuestros actos como los de los santificados. Amen.

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