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CAPITULO 2

EL COMERCIO Y LAS VENTAJAS


COMPARATIVAS
2.1. INTRODUCCIÓN

En este capítulo se estudiará el desarrollo de la teoría del comercio desde


una perspectiva histórica; se analizará en detalle el periodo que abarca desde el si-
glo XVII hasta la primera mitad del siglo XX, registro histórico que será de gran utili-
dad no sólo debido al interés generalizado de conocer la "historia del pensamiento
económico", sino porqué constituye un método válido de presentación de los con-
ceptos y las teorías que sustentan el comercio internacional partiendo de lo simple
para llegar a lo más complejo y real.
A medida que se avance en el estudio del capítulo, se buscarán respuestas a
varios interrogantes fundamentales, a saber:
1. ¿Cuáles son las bases del comercio y cuáles las ganancias ob-
tenidas del comercio? Es de suponer que (como sería el caso
con una persona en particular) un país participará en activida-
des de intercambio comercial sólo si dichas actividades le repor-
tan alguna utilidad. Pero, ¿cuál es el origen de las ganancias
obtenidas del comercio? ¿Cuál es la magnitud de esas ganan-
cias y cómo se distribuyen entre los países involucrados en las
actividades de intercambio comercial?
2. ¿En qué consiste el patrón comercial? Es decir, ¿cuáles bienes
comercializa y cuáles exporta e importa cada país?
Para comenzar, se hará un breve análisis de las doctrinas económicas cono-
cidas como mercantilismo, que dominaron el pensamiento económico durante los
siglos XVII y XVIII, y luego el análisis de la teoría de la ventaja absoluta, elaborada
por Adam Smith. No obstante, sería David Ricardo, cuya obra vería la luz cuarenta
años después de Smith quien, valiéndose de su ley de la ventaja comparativa, se
encargaría en propiedad de explicar el patrón comercial y las ganancias obtenidas
del comercio. La ley de la ventaja comparativa es una de las leyes económicas de
mayor trascendencia, con un vasto campo de acción que irradia tanto a los países
como a los individuos, además de su utilidad para dilucidar una amplia gama de so-
fismas de aparente razonamiento lógico.
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Sin embargo, todavía quedaban escollos por superar. Ricardo fundamentó


su interpretación de la ley de la ventaja comparativa en la teoría del valor del dinero,
hipótesis que encontraría fuerte oposición. A comienzos del siglo XX, Haberler salió
al "rescate" de Ricardo al interpretar la ley de la ventaja comparativa desde el punto
de vista de la teoría del costo de oportunidad, según se refleja en las fronteras de
posibilidades de producción o curvas de transformación.
En aras de la simplicidad, en un principio este análisis se referirá a dos paí-
ses y a dos bienes solamente. De igual manera debemos señalar que si bien la
ventaja comparativa constituye la piedra angular de la teoría del comercio interna-
cional, dicha actividad puede fundamentarse también en otras razones, como las
economías de producción en gran escala. Además, con el tiempo, la ventaja compa-
rativa de los países puede estar sujeta a modificaciones, en particular como resulta-
do de cambios tecnológicos.

2.2. CONCEPTO DE LOS MERCANTILISTAS SOBRE EL COMERCIO

Puede afirmarse que la economía, como ciencia organizada, tuvo sus oríge-
nes en la publicación, en 1776, de la obra La riqueza de las naciones, de Adam
Smith. No obstante, antes de esa fecha, a medida que avanzaban en su proceso de
desarrollo hasta convertirse en estados nacionales modernos, en países como Ingla-
terra, España, Francia, Portugal y Holanda, ya habían salido a la luz algunas publi-
caciones sobre el comercio internacional; en particular, durante los siglos XVII y
XVIII un grupo de individuos (mercaderes, banqueros, burócratas y aun filósofos)
produjo ensayos y material impreso sobre el comercio internacional abogando por
una nueva filosofía económica conocida como mercantilismo. En resumen, los mer-
cantilistas sustentaban la teoría de que para ser rico y poderoso, un país necesitaba
exportar más de lo que importaba, y la afluencia de metales preciosos, en principio
oro y plata, se encargaría de ajustar el superávit de exportaciones resultantes.
Cuanto mayores sean las existencias de oro y plata de un país, mayores serán su
riqueza y su poder ante los demás, por tanto, el gobierno tendría que apelar a todos
los medios a su alcance para brindar alicientes a las exportaciones del país y deses-
timular y restringir las importaciones (en particular, la importación de artículos sun-
tuarios) Sin embargo, a partir del hecho de que no todos los países estaban en ca-
pacidad de disponer de manera simultánea de un superávit de exportaciones y
que,,, además, las existencias de oro y plata eran fijas en algún punto en el tiempo
en particular, la única forma para que un país obtuviera una utilidad era a expensas
de otro. Por esta razón los mercantilistas predicaban el nacionalismo económico,
convencidos de que en lo fundamental estaban en juego los intereses nacionales.
Vale la pena observar que en opinión de los mercantilistas, la riqueza de un
país se cuantificaba por el volumen de sus existencias de metales preciosos. En
contraposición con tal planteamiento, en el mundo contemporáneo la riqueza de una
nación se mide por sus existencias de recursos humanos, naturales y manufactura-
dos disponibles para la producción de bienes v servicios. Cuanto mayor sea el vo-
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lumen de existencias de recursos útiles, mayor será el flujo de bienes y servicios a


su disposición para satisfacer las necesidades humanas y mayor será el bienestar
del país en cuestión.
Desde el punto de vista de un análisis más especializado, existían muchos
argumentos de tipo racional que sustentaban el afán de los mercantilistas a favor de
la acumulación de metales preciosos, empeño de fácil comprensión si se recuerda
que los escritos de los mercantilistas en principio estaban dirigidos a los soberanos
o gobernantes de su época y su finalidad era acrecentar el poder de sus naciones.
La posibilidad de acaparar más oro brindaba a los gobernantes los medios para
mantener ejércitos más numerosos y mejor equipados además de consolidar su po-
der interno; a su vez, la disponibilidad de ejércitos y armadas en mejores condicio-
nes logísticas brindaba a esos soberanos nuevas perspectivas para ampliar sus
dominios coloniales. Asimismo, la posesión de mayores existencias de oro signifi-
caba más dinero en circulación (es decir, un mayor cúmulo de monedas de oro) y,
por ende, una mayor actividad comercial. Además, al brindar estímulo a las expor-
taciones y limitar las importaciones, el gobierno estaba en capacidad de ofrecer ali-
cientes a la producción y al empleo interno.
De cualquier modo, los mercantilistas estaban a favor de un estricto control
gubernamental de toda actividad económica, y abogaban por el nacionalismo eco-
nómico, al considerar que un país podría estar en capacidad de obtener beneficios
del comercio sólo a expensas de otros países (es decir, la actividad comercial era un
juego de suma-cero) Estas opiniones son de gran trascendencia por dos razones:
en primer lugar, es posible lograr una comprensión más clara de las ideas de Adam
Smith, David Ricardo y otros economistas clásicos si se consideran como reaccio-
nes a los puntos de vista de los mercantilistas acerca del comercio y del papel que
desempeña el gobierno; en segundo lugar, desde una perspectiva contemporánea,
parece existir una renovación de los conceptos del neo-mercantilismo en la medida
en que los países, acosados por elevados índices de desempleo, imponen restric-
ciones a las importaciones para estimular la producción y el empleo interno. De
hecho, con excepción de durante el periodo comprendido entre 1815 y 1914, ningún
país de Occidente ha sido por completo ajeno a las ideas mercantilistas.

2.3. EL COMERCIO CON BASE EN LAS VENTAJAS ABSOLUTAS. ADAM SMITH

Smith sustentaba su tesis en un postulado elemental: si dos países comer-


cian entre sí en forma voluntaria, ambos países deben obtener beneficios; si uno de
los dos países no lograra una ganancia, o se encontrara ante una situación de pér-
dida, simplemente se negaría a hacerlo. Sin embargo, ¿cómo se desarrolla esta ac-
tividad comercial de beneficio mutuo, y dónde se originan las ganancias obtenidas
del comercio?

2.3.1. Ventaja absoluta


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De acuerdo con la teoría de Adam Smith, el comercio entre dos países se ba-
sa en la ventaja absoluta; es decir, cuando un país es más eficiente que otro (o po-
see una ventaja absoluta sobre aquél) en la producción de un bien pero es menos
eficiente que el otro país (o tiene una desventaja absoluta con respecto a aquél) en
la producción de un segundo bien, entonces ambos países están en capacidad de
obtener una ganancia si cada uno de ellos se especializa en la manufactura de un
bien de su ventaja absoluta e intercambia con el otro país parte de su producción
por el bien de su desventaja absoluta. Este proceso permite la utilización de los re-
cursos de la manera más eficiente posible, lo que lleva a un incremento de la pro-
ducción de ambos bienes. Dicho aumento en la producción de ambos bienes permi-
te calcular las ganancias disponibles obtenidas de la especialización en la produc-
ción que pueden distribuirse entre los dos países mediante el comercio.
Por ejemplo, por razones climatológicas, Canadá es un país eficiente en la
producción de trigo e ineficiente en la de banano (sería necesario utilizar invernade-
ros para tal fin), Nicaragua es eficiente en el cultivo de banano e ineficiente en la
producción de trigo. En consecuencia, Canadá posee una ventaja absoluta con res-
pecto a Nicaragua en la producción de trigo y, al mismo tiempo, se encuentra en una
posición de desventaja en la de banano. Lo opuesto se aplica a Nicaragua. En ra-
zón de tales circunstancias, los países mencionados estarían en capacidad de obte-
ner ganancias si cada uno de ellos se especializara en la producción del bien de su
ventaja absoluta y a continuación comercializara sus excedentes con el otro país;
entonces, Canadá se especializaría en la producción de trigo (es decir, produciría un
mayor volumen del que necesita) e intercambiaría parte de su producción (exceden-
te) por el banano que se cultiva en Nicaragua; de ello resultaría mayor producción y
consumo de trigo y banano y, por lo tanto, Canadá y Nicaragua se beneficiarían de
ello.
Al respecto, el comportamiento de un país no se diferencia en absoluto del de
un individuo que no se esfuerza por producir todos los bienes que le son necesarios.
En su lugar se especializa sólo en aquel bien cuya producción puede emprender con
mayor eficiencia e intercambia parte de sus excedentes por los demás bienes que
requiere o desea, logrando así obtener la producción máxima y el mayor bienestar
de todos.
Por esta razón, los mercantilistas consideraban que un país podía obtener
una ganancia sólo a expensas de otro país y abogaban, por lo tanto, por un estricto
control gubernamental de la actividad económica y comercial de todo tipo, en tanto
que Adam Smith (y los demás economistas clásicos seguidores de sus ideas) opi-
naban que todos los países podían obtener ganancias del comercio libre y defendí-
an con firmeza una política de laissez-faire (es decir, la menor interferencia guber-
namental posible con el sistema económico) De acuerdo con su teoría, el libre co-
mercio permitiría un uso mucho más eficiente de los recursos del planeta, y, en con-
secuencia, se lograría un mayor bienestar en todo el mundo. Serían contadas las
excepciones a tal política del libre comercio y del laissez-faire y una de ellas sería la
protección de las industrias vitales para la defensa nacional.
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Según estas teorías resulta paradójico que hoy en día en su mayor parte los
países impongan tantas restricciones al libre flujo del comercio internacional, limita-
ciones que de manera invariable se racionalizan en término de bienestar nacional.
En realidad, sólo aquellas industrias y aquellos trabajadores que se sienten perjudi-
cados por las importaciones, son quienes evocan las restricciones al comercio, que
sólo benefician a unos pocos a expensas de la mayoría (que se verá obligada a pa-
gar precios más elevados por bienes producidos en el país y que compiten entre sí)
También debe destacarse que la teoría de Smith fue de provecho para los in-
tereses de los industriales (quienes pueden pagar salarios más bajos en razón de
los bajos costos de las importaciones de productos alimenticios) en tanto perjudicó a
los terratenientes ingleses (debido a la mayor abundancia de alimentos originada en
el bajo costo de las importaciones), y demuestra el vínculo existente entre las pre-
siones sociales y el desarrollo de nuevas teorías económicas que las sustentan.

2.3.1.1. Aplicación de la ventaja absoluta

Ahora se analizará un ejemplo numérico de la ventaja absoluta mediante el


cual podrá configurar un marco de referencia adecuado para dar a conocer en la
sección siguiente la teoría de la ventaja comparativa, que da origen a una mayor
controversia.
En el cuadro 2.1 se demuestra que una unidad de fuerza laboral produce
seis kilos de trigo en EE.UU. y sólo una en el Reino Unido. Por otra parte, una uni-
dad de fuerza laboral produce cinco metros de tela en el Reino Unido aunque sólo
cuatro en EE.UU. En consecuencia, en términos de producción de trigo, EE.UU.
son más eficientes, o tienen una ventaja absoluta sobre el Reino Unido, en tanto
que éste último es más eficiente, o tiene una ventaja absoluta sobre EE.UU., en la
producción de tela. En una actividad comercial, EE.UU. se especializarían en la pro-
ducción de trigo e intercambiarían parte de dicha producción por telas británicas. Lo
contrario sería válido para el Reino Unido.

CUADRO 2.1. Ventaja absoluta


EE.UU. Reino Unido
Trigo (kilos/ hora-hombre 6 1
Tela (metros/ hora- 4 5
hombre)

Si EE.UU. intercambian seis kilos de trigo (6Tr) por seis metros de tela britá-
nica (6T), los EE.UU. ganan 2T, o ahorran 1/2 hora-hombre, o 30 minutos de unida-
des de fuerza laboral (teniendo en cuenta que internamente EE.UU. sólo pueden in-
tercambiar 6Tr por 4T. De la misma manera, los 6Tr que el Reino Unido importa de
EE.UU. equivalen a 6 horas-hombre de unidades de fuerza laboral para producirlos
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internamente. En el Reino Unido, las mismas seis horas hombre están en capaci-
dad de producir 30T (6 horas multiplicado por 5 metros de tela por hora-hombre) Al
estar en capacidad de intercambiar con EE.UU. 6T (cuya producción exige algo más
de una hora-hombre en el Reino Unido) por 6Tr, el Reino Unido gana 24T o ahorra
cerca de cinco horas-hombre.
Hasta aquí carece de importancia que el Reino Unido aventaje a los EE.UU.
en la obtención de ganancias. Lo que sí tiene trascendencia es que ambos países
pueden obtener ganancias a partir de la especialización en la producción y en el
comercio.
Sin embargo, la ley de la ventaja absoluta apenas puede explicar una mínima
proporción del comercio contemporáneo en el ámbito mundial, como el comercio en-
tre los países industrializados y en desarrollo; la ventaja absoluta no está en capaci-
dad de dilucidar en su mayor parte el comercio mundial, en particular las actividades
de intercambio comercial que se llevan a cabo entre países desarrollados. Sería
David Ricardo, con su ley de la ventaja comparativa, quien se encargaría de aclarar
a fondo las bases del comercio y las ganancias obtenidas de él. En realidad, la ven-
taja absoluta se tratará tan sólo como un caso particular de la teoría más general de
la ventaja comparativa.

2.4. LAS VENTAJAS COMPARATIVAS. DAVID RICARDO

Ricardo publicó en 1817 su obra Principles of Political Economy and Taxation


(Principios de economía política y tribulación), en la cual dio a conocer la ley de la
ventaja comparativa, una de las más importantes e inobjetables leyes de la econo-
mía la cual ofrece una amplia gama de aplicaciones prácticas. En esta sección se
definirá primero la ley de la ventaja comparativa, luego se hará un replanteamiento
de la misma con un ejemplo numérico sencillo; por último, se demostrará que ambos
países pueden obtener ganancias mediante la especialización de cada uno de ellos
en la producción y exportación del bien de su ventaja comparativa.
De acuerdo con la ley de la ventaja comparativa, incluso si un país es menos
eficiente que el otro (tiene una desventaja absoluta con respecto a dicho país) en la
producción de ambos bienes, todavía existe una base para desarrollar actividades
de intercambio comercial de beneficio mutuo. El primer país debería especializarse
en la producción y en la exportación del bien en el cual su desventaja absoluta sea
menor (se trata del bien de su ventaja comparativa) e importar el bien en el cual su
desventaja comparativa sea mayor (se trata del bien de su desventaja comparativa)
En el cuadro 2.2 se explica el enunciado de esta ley. La única diferencia
existente entre los cuadros 2.2 y 2.1 radica en que el Reino Unido produce en la ac-
tualidad sólo dos metros de tela por hora-hombre en vez de cinco metros. Por lo
tanto, con respecto a EE.UU., ahora el Reino Unido tiene una desventaja absoluta
en la producción tanto de trigo como de tela.
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No obstante, considerando que la fuerza laboral del Reino Unido es 50% me-
nos productiva en tela y seis veces menos productiva en trigo con respecto a
EE.UU., el Reino Unido tiene una ventaja comparativa en la producción de tela. Por
otra parte, EE.UU. tienen una ventaja absoluta, tanto en trigo como en tela, con res-
pecto al Reino Unido pero, si se tiene en cuenta que su ventaja absoluta es mayor
en trigo (6:1) que en tela (4:2), entonces EE.UU. tienen una ventaja comparativa en
trigo. En resumen, la ventaja absoluta de EE.UU. es mayor en trigo y por lo tanto
tienen una ventaja comparativa en trigo. La desventaja absoluta del Reino Unido es
menor en tela, de modo que su ventaja comparativa radica en la producción de di-
cho bien. De acuerdo con esta ley, ambos países pueden obtener una ganancia, si
EE.UU. se especializa en la producción de trigo y exporta una parte del mismo a
cambio de la tela británica. Al mismo tiempo, el Reino Unido se especializa en la
producción y exportación de tela.
Es claro que, en un mundo de dos países y dos bienes, una vez que se de-
termina que un país tiene una ventaja comparativa en un bien, entonces el otro país
debe por necesidad tener una ventaja comparativa en el otro bien.

2.4.1. Ganancias provenientes del comercio

Hasta ahora se ha enunciado en teoría la ley de la ventaja comparativa, re-


planteándola por medio de un ejemplo numérico sencillo; sin embargo, para lograrlo,
se necesita demostrar que tanto EE.UU. como el Reino Unido pueden obtener ga-
nancias si cada uno de ellos se especializa en la producción y exportación del bien
de su ventaja comparativa.

CUADRO 2.2. Ventaja comparativa


EE.UU. Reino Unido
Trigo (kilos / horas-hombre) 6 1
Tela (metros/ horas-hombre) 4 2

Para comenzar, se sabe que EE.UU. adoptarían una actitud de indiferencia


ante el comercio si sólo importara 4T del Reino Unido a cambio de 6Tr, ya que están
en capacidad de producir internamente las mismas 4T empleando los recursos libe-
rados al sacrificar 6Tr ; cuadro 2.2 y en realidad EE.UU. no estarían interesados en
el comercio si importaran menos de 4T a cambio de 6Tr. Asimismo, el Reino Unido
no estaría interesado en el comercio si se viese obligado a sacrificar 2T a cambio de
cada 1Tr que importara de EE.UU. y, con certeza, no comerciaría si tuviese que sa-
crificar más de 2T a cambio de 1Tr.
Para demostrar que ambos países pueden obtener ganancias, supóngase
que EE.UU. estarían en capacidad de intercambiar con el Reino Unido 6Tr por 6T;
si así fuese, EE.UU. ganasen 2T (o ahorrarían 1/2 hora de unidades de fuerza labo-
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ral) ya que este país sólo estaría en capacidad de intercambiar internamente 6Tr por
4T. Para comprender que el Reino Unido también obtendría una ganancia, nótese
que los 6Tr que el Reino Unido importa de EE.UU. exigirían seis horas-hombre para
su producción en el Reino Unido. En su lugar, el Reino Unido podría utilizar esas
mismas seis horas-hombre para producir 12T y sólo sacrificar 6T a cambio de los
6Tr que importa de EE.UU. Por lo tanto, el Reino Unido ganaría 6T o ahorraría tres
horas de unidades de fuerza laboral. Una vez más, el hecho de que el Reino Unido
obtenga mayores ganancias del comercio que EE.UU. no tiene gran trascendencia
hasta este momento, lo que sí es importante es que ambos países puedan obtener
ganancias del comercio aun cuando uno de ellos - el Reino Unido, en este caso -
sea menos eficiente que el otro en la producción de ambos bienes.
La explicación anterior puede ilustrarse mediante un ejemplo sencillo extrac-
tado de la vida diaria. Supóngase que un abogado puede escribir en la computado-
ra al doble de la velocidad con que lo hace su secretaria; en consecuencia, el abo-
gado tiene una ventaja absoluta con respecto a su secretaria tanto en el ejercicio de
su profesión de abogado como en computación. Sin embargo, como la secretaria
no puede ejercer la profesión de abogado si no se ha graduado como tal, el aboga-
do tiene una mayor ventaja absoluta, o una ventaja comparativa en derecho, en tan-
to que la secretaria tiene una ventaja comparativa en computación. Según la ley de
la ventaja comparativa, el abogado debería dedicar todo su tiempo al ejercicio de su
profesión y permitir que su secretaria se encargue del trabajo de escribir en la com-
putadora. Por ejemplo, si el abogado tiene ingresos equivalentes a u$s. 100/hora
por practicar su profesión y debe pagar a su secretaria la suma de u$s.10/hora por
su trabajo de en la computadora, en realidad perdería u$s. 80 por cada hora de su
tiempo que dedicara al trabajo en la computadora. El porqué de lo anterior radica en
que el abogado ahorraría u$s. 20 ya que puede escribir en la computadora al doble
de la velocidad con que lo hace su secretaria, pero renunciaría a ganar u$s. 100 en
el ejercicio de su profesión.
Al retomar el ejemplo de EE.UU. y el Reino Unido, puede verse que ambos
países obtendrían ganancias si intercambiaran 6Tr por 6T. No obstante, esto no
constituye la única tasa de cambio a la cual pueden desarrollarse actividades de in-
tercambio comercial de beneficio mutuo. Como EE.UU. internamente podrían inter-
cambiar 6Tr por 4T (en el sentido de que ambos bienes exigen la inversión de 1
hora-hombre en su producción), estarían en capacidad de obtener ganancias si pu-
dieran intercambiar 6Tr por más de 4T provenientes del Reino Unido. Por otra par-
te, 6Tr = 12T en el Reino Unido (en el sentido de que ambos bienes exigen la in-
versión de 6 horas-hombre en su producción) Toda cifra inferior a los 12T que el
Reino Unido debe sacrificar para obtener 6Tr de EE.UU. le representa una ganan-
cia obtenida del comercio. En resumen, EE.UU. obtienen una ganancia en la medi-
da en que puede intercambiar 6Tr por más de 4T del Reino Unido, país que obtiene
una ganancia en la medida en que pueda sacrificar menos de 12T a cambio de 6Tr
provenientes de EE.UU. Por lo tanto, el margen para una actividad de intercambio
comercial de beneficio mutuo es
4T < 6Tr > 12T
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La diferencia entre 12T y 4T, es decir 8T, representa las ganancias totales
obtenidas del comercio de que disponen los dos países para compartir entre sí al
comercializar 6Tr. Por ejemplo, nótese que cuando se intercambian 6Tr por 6T,
EE.UU. ganan 2T y el Reino Unido obtiene una ganancia de 6T, para un total de 8T.
Cuanto más cerca de 4T = 6Tr esté la tasa de cambio (la tasa interna en EE.UU.
véase tabla 2.2), menor es la participación de las ganancias que corresponde a
EE.UU. y mayor es la participación de la ganancia que corresponde al Reino Unido.
Por otra parte, cuanto más cerca de 6Tr = 12T esté la tasa de intercambio (la tasa
interna en el Reino Unido), mayor será la ganancia de EE.UU. comparada con la
ganancia del Reino Unido.
A manera de ejemplo, si EE.UU. intercambiasen con el Reino Unido 6Tr por
8T, ambos países ganarían 4T para una ganancia total de 8T. Si EE.UU. pudiesen
intercambiar 6Tr por 10T, ganarían 6T y la ganancia del Reino Unido sólo sería de
2T. Por supuesto, las ganancias obtenidas del comercio son en proporción mayores
cuando se comercializan más de 6Tr.
Hasta ahora, las ganancias obtenidas de la especialización en la producción y
el comercio se han medido en términos de tela. No obstante, es posible medir las
ganancias obtenidas del comercio sólo en términos de trigo o, de una manera más
real, en términos de ambos bienes: trigo y tela.

2.4.2. Excepción a la ley de la ventaja comparativa

Existe una excepción a la ley de la ventaja comparativa (excepción poco co-


mún), la que se presenta cuando la desventaja absoluta que un país tiene con res-
pecto al otro es la misma en ambos bienes. Por ejemplo, si en el Reino Unido una
hora / hombre producía 3Tr en vez de 1Tr; cuadro 2.2, su capacidad de producción
sería la mitad de la de EE.UU. tanto en trigo como en tela. Ninguno de los dos paí-
ses tendría entonces ventaja comparativa en ninguno de los dos bienes y, por ende,
no podría desarrollarse una actividad de intercambio comercial de beneficio mutuo.
La razón que sustenta tal argumento radica en que EE.UU. sólo estarían dis-
puestos a realizar una actividad comercial si pudieran intercambiar 6Tr por más de
4T; empero, el Reino Unido en este momento no está dispuesto a sacrificar más de
4T para lograr 6Tr de EE.UU. porque está en capacidad de producir 6tr o 4T con dos
horas-hombre. En tales circunstancias, no pueden desarrollarse actividades de in-
tercambio comercial de beneficio mutuo.
La situación anterior exige modificar ligeramente el enunciado de la ley de la
ventaja comparativa, como sigue; aun si un país tiene una desventaja absoluta con
respecto a otro en la producción de ambos bienes, todavía existe una base para
desarrollar actividades de intercambio comercial de beneficio mutuo, a menos que la
desventaja absoluta que un país tiene con respecto al otro, sea en la misma propor-
ción con respecto a los dos bienes. Si bien, en teoría, es importante tener en cuenta
tal excepción, ésta rara vez se presenta y cuando lo hace se trata de una simple co-
incidencia de modo que no afecta gran cosa la aplicabilidad de la ley de la ventaja
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comparativa. Además, las barreras naturales al comercio, como los costos de trans-
porte, pueden impedir la actividad comercial aun cuando exista cierta ventaja
comparativa. Sin embargo, hasta aquí se supone que no existen tales barreras na-
turales o artificiales, como los aranceles.

2.4.3. Ventaja comparativa con respecto al dinero

De acuerdo con la ley de la ventaja comparativa (y sin considerar la excep-


ción mencionada antes) aun cuando un país (el Reino Unido en este caso) tenga
una desventaja absoluta en relación con el otro EE.UU. con respecto a la producción
de ambos bienes, todavía existe una base sobre la cual desarrollar actividades de
intercambio comercial de beneficio mutuo. No obstante, el lector se preguntará,
¿cómo puede el Reino Unido exportar algún bien a EE.UU. siendo menos eficiente
que éste último en la producción de ambos bienes? La respuesta a dicho interro-
gante radica en que en el Reino Unido los salarios serán lo suficientemente inferio-
res a los de EE.UU. como para permitir que el precio de la tela, el bien en el cual el
Reino Unido posee una ventaja comparativa sea inferior en el Reino Unido, y el pre-
cio del trigo también sea inferior en EE.UU. cuando ambos bienes se expresan en
términos de la moneda de cada país. Esto se explica con el siguiente ejemplo.

CUADRO 2.3. Precio en dólares del trigo y tela en EE.UU. y el Reino Unido a
una tasa de £1 = u$s 2

EE.UU. Reino Unido

Precio de un kilo de trigo u$s 1.00 u$s 2.00


Precio de un metro de tela u$s 1.50 u$s 1.00

Supóngase que en EE.UU. la tasa salarial es u$s 6 la hora; como allí una
hora-hombre produce 6Tr (véase tabla 2.2), el precio de un kilo de trigo equivale a
PTr = u$s 1. Por otra parte, ya que una hora / hombre produce 4T, PTr = u$s 1,50
( u$s6 4T ). Supóngase también que, al mismo tiempo, en Inglaterra la tasa salarial
equivale a £1 la hora. Puesto que en el Reino Unido una hora / hombre produce 1
Tr, PTr = £ 1 en el Reino Unido. Asimismo, en vista de que una hora / hombre pro-
duce 2T, PT = £0.5 . Si la tasa de cambio entre la libra y el dólar equivale
a £1 = u$s 2 , entonces PT = £0.5 = u$s 1 en el Reino Unido. La tabla 2.3 señala el
precio en dólares del trigo y de la tela en EE.UU. y en el Reino Unido a la tasa de
cambio £1 = u$s 2 .
A partir del cuadro 2.3 puede observarse que el precio en dólares del trigo (el
bien en el cual EE.UU. poseen una ventaja comparativa) es inferior en USA. con
respecto al Reino Unido. Por otra parte, el precio en dólares de la tela (el bien en el
cual el Reino Unido tiene una ventaja comparativa) es inferior en Inglaterra. (El re-
sultado sería el mismo si el precio de ambos bienes se hubiese expresado en libras)
EL COMERCIO Y LAS VENTAJAS COMPARATIVAS 25

Si el precio en dólares del trigo es menor en EEUU., los negociantes del trigo
comprarían el cereal en dicho país para venderlo en el Reino Unido, país donde
comprarían tela para venderla a su vez en USA. Aun cuando la tasa de productivi-
dad de la fuerza laboral del Reino Unido respecto a la producción de tela equivale
apenas a la mitad de la tasa de productividad de EE.UU., la fuerza laboral del Reino
Unido sólo recibe un tercio de la tasa salarial de EE.UU. ( £1 = u$s 2 ), al contrario de
la tasa salarial de u$s 6 en EE.UU., de modo que el precio en dólares de la tela es
inferior en el Reino Unido. Para expresarlo de otra manera, la ineficiencia de la
fuerza laboral del Reino Unido con respecto a la de EE.UU. en la producción de tela
se compensa con los salarios inferiores en el primero. En consecuencia, el precio
en dólares de la tela es inferior en el Reino Unido, de modo que dicho país está con
capacidad de exportar tela a EE.UU. Por lo general, éste es el caso siempre y
1 1
cuando la tasa salarial del Reino Unido permanezca entre y de la tasa salarial
6 2
de EE.UU. (similar a la diferencia de productividad entre el Reino Unido y EE.UU.
en la producción de trigo y tela)
Si, por el contrario, la tasa de cambio del dólar y la libra esterlina fuese
£1 = u$s1 (de modo que la tasa salarial del Reino Unido equivaliera exactamente a
1/6 de la tasa salarial de EE.UU.), entonces el precio en dólares del trigo en el Reino
Unido sería PTr = £1 = u$ 1. Como este precio es igual al de EE.UU.; cuadro 2.3,
este país no estaría en capacidad de exportar trigo al Reino Unido a la tasa de cam-
bio antes mencionada. Al mismo tiempo, PT = £0.5 = u$s 0.5 en el Reino Unido, y
este país estaría con una capacidad de exportar aun más tela que antes a EE.UU.
Ocurriría un desequilibrio en la balanza comercial favorable al Reino Unido y tendría
que elevarse la tasa de cambio del dólar y la libra esterlina (es decir, el precio en dó-
lares de la libra esterlina)
Por otra parte, si la tasa de cambio fuese £1 = u$s 3 (de modo que la tasa sa-
1
larial del Reino Unido equivaliese exactamente a de la tasa salarial de EE.UU.), el
2
precio de la tela en Gran Bretaña sería PT = £0.5 = u$s1.50 , el mismo que en
EE.UU.
En consecuencia, el Reino Unido no estaría en, capacidad de exportar tela a
EE.UU. y ocurriría un desequilibrio en la balanza comercial a favor de Norteamérica,
lo que llevaría a un descenso en la cotización de la tasa de cambio; al final, dicha
tasa de cambio del dólar y la libra esterlina tendría que ajustarse de modo que per-
mitiera un equilibrio en la balanza comercial (a falta de cualquier tipo de interferen-
cias o de otras transacciones internacionales)
En consecuencia, en términos generales el razonamiento que podría argu-
mentarse en EE.UU. sobre la necesidad de proteger los elevados salarios y el
bienestar de sus trabajadores contra la mano de obra barata del Reino Unido, es
falso, como lo es el razonamiento opuesto que podría darse en Inglaterra sobre la
necesidad de proteger su fuerza laboral contra la fuerza laboral más eficiente en
26 COMERCIO INTERNACIONAL

EE.UU. En realidad, estos planteamientos son inconsistentes y, en lo fundamental,


son del todo falsos.

2.4.4. Ventaja comparativa y costos de oportunidad

Ricardo fundamentó su ley de la ventaja comparativa en los siguientes su-


puestos básicos:
1. Sólo dos países y dos bienes;
2. Libre comercio;
3. Movilidad perfecta de la fuerza laboral en cada país e inmovili-
dad laboral entre los dos países;
4. Costos constantes de producción;
5. Ausencia de costos de transportes;
6. Ausencia de cambios tecnológicos;
7. Teoría del valor de la fuerza laboral.
Si bien es permisible cierta flexibilidad de los supuestos uno a seis, el séptimo
(es decir, se sostiene la teoría del valor de la fuerza laboral) no es válido y, en con-
secuencia, no debe utilizarse para desvirtuar la ventaja comparativa.

2.4.5. Ventaja comparativa y teoría del valor de la fuerza laboral

De acuerdo con lo estipulado en la teoría del valor de la fuerza laboral, el va-


lor o precio de un bien depende sólo de la cantidad de fuerza laboral utilizada en la
producción de dicho bien; esto implica:
1. Que la fuerza laboral constituye el único factor de producción o
que la fuerza laboral se utiliza en la misma proporción fija en la
producción de todos los bienes,
2. Que la fuerza laboral es homogénea (es decir, sólo existe un ti-
po) Como ninguno de los anteriores supuestos es correcto, la
ventaja comparativa no puede fundamentarse en la teoría del
valor de la fuerza laboral.
En otros términos, la fuerza laboral no constituye el único factor de produc-
ción ni tampoco se utiliza en la misma proporción fija en la producción de todos los
bienes. Por ejemplo, se requiere un mayor aporte de equipo esencial por trabajador
para elaborar ciertos productos (como el acero) que para manufacturar otros bienes
(como los textiles) Además, por lo general existe alguna posibilidad de sustitución
de la fuerza laboral, el capital y otros factores en la producción de la mayor parte de
los bienes. Además, es obvio que la fuerza laboral no es homogénea, por el contra-
EL COMERCIO Y LAS VENTAJAS COMPARATIVAS 27

rio presenta profundas variaciones en cuanto a capacitación, productividad y sala-


rios. Cuando menos, debemos tener en cuenta las diferentes categorías de produc-
tividad de la fuerza laboral. De todas maneras, no es necesario cimentar la ley de la
ventaja comparativa en la teoría del valor de la fuerza laboral sino que es posible
explicarla a partir de la teoría del costo de oportunidad (lo que es aceptable)

2.4.5.1. Teoría del costo de oportunidad

En 1935, correspondió a Haberler explicar o fundamentar la teoría de la ven-


taja comparativa en la teoría del costo de oportunidad, razón por la cual con fre-
cuencia se conoce la ley de la ventaja comparativa como ley del costo comparativo.
De acuerdo con la teoría del costo de oportunidad, el costo de un bien co-
rresponde a la cantidad de un segundo bien que es necesario sacrificar con el objeto
de liberar los recursos apenas suficientes para producir una unidad adicional del
primer bien. En este planteamiento no se hace ningún supuesto en el sentido de
que la fuerza laboral constituye el único factor de producción, ni que la fuerza laboral
es homogénea; de igual forma, tampoco se supone que el costo o precio de un bien
depende o puede inferirse sólo de su contenido de fuerza laboral. En consecuencia,
el país que presente el menor costo de oportunidad en la producción de un bien po-
see una ventaja comparativa en dicho bien (y, por ende, una desventaja comparati-
va en el segundo bien)
Por ejemplo, si en ausencia de actividad comercial EE.UU. deben sacrificar
dos tercios de una unidad de tela para liberar los recursos apenas suficientes para
producir internamente una unidad adicional de trigo, el costo de oportunidad del trigo
equivalen a las dos terceras partes de una unidad de tela (es decir, en EE.UU.
2
1Tr = T ) Si en el Reino Unido, el costo de oportunidad del trigo (en términos de la
3
cantidad de tela que debe sacrificarse) es inferior en Norteamérica con respecto a
Reino Unido, y EE.UU. tendría una ventaja comparativa (costo) en trigo con respecto
al mismo. Por consiguiente, en un mundo de dos países y dos bienes, Inglaterra
tendría una ventaja comparativa en tela.
Según la ley de la ventaja comparativa, EE.UU. deberían especializarse en la
producción de trigo y exportar una proporción de la misma a cambio de tela produci-
da en el Reino Unido. Este planteamiento corresponde con exactitud al enunciado
antes con respecto a la ley de la ventaja comparativa fundamentada en la teoría del
valor de la fuerza laboral si bien, en este caso, esta explicación se fundamenta en la
teoría del costo de oportunidad.

2.4.5.1.1. La frontera de posibilidades de producción con costos constantes


28 COMERCIO INTERNACIONAL

Mediante la frontera de posibilidades de producción o curva de transforma-


ción es posible explicar los costos de oportunidad. La frontera de posibilidades de
producción es una curva que muestra las combinaciones o alternativas de los dos
bienes que un país está en capacidad de producir mediante el empleo pleno de to-
dos sus recursos con la mejor tecnología a su disposición.

CUADRO 2.4. Planes de posibilidades de producción para trigo y tela en


EE.UU. y el Reino Unido

Estados Unidos Reino Unido

Trigo Tela Trigo Tela


180 0 60 0
150 20 50 20
120 40 40 40
90 60 30 60
60 80 20 80
30 100 10 100
0 120 0 120

El cuadro 2.4 ofrece los planes (hipotéticos) de posibilidades de producción


de trigo (en millones de toneladas / año) y tela (en millones de metros / año) tanto
para USA. como para Inglaterra. Nótese que Norteamérica están en capacidad de
producir desde 180Tr y 0T, 150Tr y 20T, o 120Tr y 40T hasta 0Tr y 120T. Por cada

Figura 2.1.Fronteras de posibilidades de producción con costos constantes

30Tr que EE.UU. sacrifican, se liberan recursos apenas suficientes para producir
EL COMERCIO Y LAS VENTAJAS COMPARATIVAS 29

20T adicionales de tela. Es decir, 30Tr = 20T (en cuanto a que ambos bienes exi-
gen el mismo monto de recursos) Por lo tanto, el costo de oportunidad en EE.UU.
2
de una unidad de trigo equivale a 1Tr = T como aparece en el cuadro 2.2 y per-
3
manece constante. Por otra parte, el Reino Unido esta en capacidad de producir
desde 60Tr y 0T, 50Tr y 20T, o 40Tr y 40T, hasta 0Tr y 120T, y puede incrementar
su producción en 20T por cada 10Tr que sacrifique. En consecuencia, en el Reino
Unido el costo de oportunidad del trigo equivale a 1Tr = 2T y permanece constante.
Los puntos de posibilidades de producción de EE.UU. y el Reino Unidos que
aparecen en el cuadro 2.4 se muestra en la figura 2.1 como fronteras de posibilida-
des de producción y cada punto en una frontera representan una combinación de
trigo y tela que el país está en capacidad de producir. Por ejemplo, en el punto A ;
figura 2.1(a) EE.UU. producen 90Tr y 60T; en el punto A' grafico 2.1(b) el Reino Uni-
do produce 40Tr y 40T.
Los puntos que aparecen dentro o debajo de la frontera de posibilidades de
producción también son factibles aunque ineficientes, en cuanto a que el país tiene
a su disposición algunos recursos ociosos y/o no utiliza la mejor tecnología a su al-
cance. Por otra parte, con los recursos y la tecnología de que dispone el país en la
actualidad, no es posible llegar a los puntos por encima de la frontera de produc-
ción.
La pendiente descendiente o negativa de las fronteras de posibilidades de
producción indica que si EE.UU. y el Reino Unido buscan incrementar su producción
de trigo, deben estar dispuestos a sacrificar una proporción de su producción de te-
la. Que las fronteras de posibilidades de producción de ambos países sean líneas
rectas refleja el hecho de que sus costos de oportunidad son constantes, es decir,
2
por cada 1Tr adicional que se produzca, EE.UU. deben sacrificar T y el Reino
3
Unido debe sacrificar 2T sin consideración alguna al punto a partir del cual el país
comienza en su frontera de posibilidades de producción.
Los costos de oportunidad constantes se originan cuando:
Los recursos o los factores de producción son sustitutos perfec-
tos de cada uno de ellos, o se utilizan en proporciones fijas en la
producción de ambos bienes;
Todas las unidades del mismo factor son homogéneas o son
exactamente de la misma calidad.
Por lo tanto, en la medida en que cada país transfiera recursos de la produc-
ción de tela a la de trigo, no se verá en la necesidad de utilizar recursos que cada
vez son menos adecuados para la producción de trigo, sin considerar el volumen de
su producción de trigo. El mismo argumento se aplica a la mayor producción de te-
la; en consecuencia, son costos constantes en cuanto a que es necesario sacrificar
la misma cantidad de un bien con el objeto de producir cada unidad adicional del
segundo bien.
30 COMERCIO INTERNACIONAL

Aunque los costos de oportunidad son constantes en cada país, presentan di-
ferencias entre países, situación que crea las bases del comercio; no obstante, los
costos constantes no son reales y se estudian sólo por su utilidad como introducción
a los casos más reales de los costos crecientes, que se analizarán en el capítulo si-
guiente.

2.4.5.2. Costos de oportunidad y precios relativos de los bienes

De acuerdo con el análisis anterior, el costo de oportunidad del trigo es equi-


valente a la cantidad de tela que el país debe estar dispuesto a sacrificar para liberar
los recursos apenas suficientes para producir una unidad adicional de trigo. Esto lo
determina la pendiente de la frontera de posibilidades de producción o curva de
transformación que con frecuencia se conoce como tasa marginal de transforma-
ción.
La figura 2.1 indica que la pendiente de la curva de transformación de
120 2
EE.UU. es igual a = costo de oportunidad del trigo en EE.UU. y permanece
180 3
constante. La pendiente de la curva de transformación del Reino Unido es igual a
120
= 2 , costo de oportunidad del trigo en el Reino Unido y permanece constante.
60
En el supuesto de que los precios equivalgan a los costos de producción y de que el
país sí produce en cierta proporción ambos bienes, el costo de oportunidad del trigo
es igual al costo del trigo en relación con el precio de la tela .

PTr 2 PT 3
Por lo tanto, = en EE.UU. y, en razón inversa, = = 1,5 . En el Re-
PT 3 PTr 2
PTr PT 2 2
ino Unido, =2 y = . El es inferior en EE.UU. ( en oposición a 2)
PT PTr 3 3
es un reflejo de la ventaja comparativa que EE.UU. tiene con respecto al trigo. De la
1 3
misma manera, el , inferior en el Reino Unido ( en oposición a ) es un reflejo
2 2
de la ventaja comparativa que tiene con respecto a la tela. Nótese que en presencia
de costos constantes, sólo consideraciones de producción o de oferta determinan a
en cada país, en tanto que observaciones con respecto a la demanda no de-
terminan los precios relativos de los bienes.
En conclusión, puede afirmarse que la diferencia en los precios relativos de
los bienes entre los dos países (determinados por la diferencia en las pendientes de
las curvas de transformación), es el reflejo de sus respectivas ventajas comparativas
y configura la base para el desarrollo de actividades, comerciales de beneficio mu-
tuo.
EL COMERCIO Y LAS VENTAJAS COMPARATIVAS 31

2.4.5.3. Las bases del comercio y sus ganancias bajo costos constantes

Cuando no existen actividades de intercambio comercial, un país sólo puede


consumir los bienes que produce y, en consecuencia, su frontera de posibilidades
de producción también representa su frontera de consumo. La combinación de bie-
nes que el país determina va a producir y consumir depende de los gustos de sus
habitantes o de las consideraciones de la demanda.
El concepto de la frontera de las posibilidades de producción recuerda constante-
mente el principio de la esca-
sez, es decir, la observación
empírica de que ningún país ha
sido capaz de producir tantos
bienes como desea. Un país
nunca puede producir fuera de
su frontera de posibilidades de
producción. Sin embargo, la
especialización internacional y
el libre comercio pueden permi-
tir a los países consumir fuera
de sus fronteras de posibilida-
des de producción.
Esta situación se muestra en la
figura 2.2. La misma se basa en
el supuesto de que los Estados
Unidos se especializa comple-
Figura 2.2. El comercio con costos tamente en la producción de
constantes trigo e Inglaterra en la de paño.
La producción mundial total es
500 unidades de trigo y 1200 unidades de paño, como se muestra por los lados del
rectángulo [ GORO * ]. Este rectángulo se obtiene rotando la frontera de posibilida-
des de producción 180* y colocando el punto M* sobre el punto G.
Antes del comercio, Estados Unidos solamente pueden consumir lo que pro-
ducen, al igual que Inglaterra. Por lo tanto, antes de la especialización internacional
y el libre comercio, tanto EE.UU. como el Reino Unido consumen a lo largo de sus
respectivas fronteras de posibilidades de producción. Si el consumo de trigo y paño
de los EE.UU. se mide con respecto al origen O, se ve que EE.UU. puede consumir
solamente combinaciones que estén a lo largo de la línea MM' . De igual manera, si
el consumo de paño y trigo de Inglaterra se mide con respecto al origen O*, antes
del comercio Inglaterra solamente puede consumir combinaciones a lo largo de la
línea GG' .
Evidentemente la especialización internacional de acuerdo con las ventajas
comparativas incrementa las posibilidades de consumo de los dos países en el
32 COMERCIO INTERNACIONAL

área [ GMRG'] . Este área sombreada es, en realidad, la fuente de las ganancias del
comercio. Cuando la divergencia entre las pendientes de las dos fronteras de posi-
bilidades de producción es grande, el área sombreada y las ganancias del comercio
se toman también enormes. En el caso límite de igual ventaja, donde las dos fronte-
ras tienen la misma pendiente, el área sombreada se reduce a cero, y desaparecen
las ganancias del comercio. Esto confirma nuestra conclusión anterior según la
cual, en el caso igual ventaja, no existen bases para el comercio.
¿Cómo se distribuyen las ganancias del comercio entre los Estados Unidos e
Inglaterra? Esto depende de los términos de intercambio de equilibrio. Cuando los
términos de intercambio se sitúan entre las razones de precios de autarquía de los
dos países, ambos se benefician. Por ejemplo supóngase que una unidad de trigo
se intercambia por 3 unidades de paño; esta situación se muestra en la figura 2.2
por la recta GN . La pendiente de esta recta representa los términos de intercambio
que les permite a los dos países consumir en el punto E, el cual se encuentra fuera
de las dos fronteras de posibilidades de producción, al igual que todos los puntos del
área [ GMRG' ] .

La recta GN de los términos de intercambio puede considerarse como una


cuchilla que corta el área de las ganancias del comercio en dos partes
[ GMRN ] y [ GNG' ] . La superficie [ GMRN ] corresponde a los Estados Unidos, en
tanto que el área [ GNG' ] le corresponde a Inglaterra. Obviamente, cuanto más
cerca se encuentre la recta de los términos de intercambio a la frontera de posibili-
dades de producción de un país, menor será la porción de las ganancias que obtie-
ne ese país. En el caso limite, donde la recta de los términos de intercambio coinci-
da con, por ejemplo, la frontera de los Estados Unidos, este país no obtiene ninguna
ganancia y todos los beneficios del comercio corresponden a Inglaterra.

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