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ENFOQUE METODOLÓGICO

MODELO TEÓRICO DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO

El constructivismo de Vigotsky o constructivismo social

El aprendizaje cooperativo y colaborativo coinciden en el modelo teórico en que


se basan, el modelo del constructivismo social y su autor es Lev Semionovich
Vygotsky (1896-1934) quien es considerado el precursor del constructivismo
social. Su teoría plantea que "el aprendizaje no se considere como una
actividad individual, sino más bien social". Es decir, le da mucha relevancia a la
interacción social. Podría sostenerse que "el estudiante aprende más
eficazmente cuando lo hace en forma cooperativa" ya que el profesor por el
hecho de ser experto en su disciplina hace su enseñanza como experto en
la materia, lo que para el alumno puede no ser significativo por la forma en que
el experto ve lo que está enseñando, por el contrario, los pares son individuos
que interpretan lo que escuchan y al comunicar este aprendizaje lo entienden
ellos mismos y los que están alrededor de él. Para Vygotsky, el conocimiento
es un proceso de interacción entre el sujeto y el medio, pero el medio
entendido social y culturalmente.

En esta teoría, llamada también constructivismo situado, el aprendizaje tiene


una interpretación audaz: Sólo en un contexto social se logra aprendizaje
significativo. Es decir, contrario a lo que está implícito en la teoría de Piaget,
no es el sistema cognitivo lo que estructura significados, sino la interacción
social. El intercambio social genera representaciones inter-psicológicas que,
eventualmente, se han de transformar en representaciones intra-psicológicas,
siendo estas últimas, las estructuras de las que hablaba Piaget. El
constructivismo social no niega nada de las suposiciones del
constructivismo psicológico, sin embargo considera que está incompleto.
Lo que pasa en la mente del individuo es fundamentalmente un reflejo de lo
que paso en la interacción social. (Mendez, 2002).

El aprendizaje cooperativo y colaborativo buscan que el alumno interactúe con


los pares y a partir de esa interacción aumente su aprendizaje, es fundamental
mencionar que para que esto se logre, los profesores juegan un rol
imprescindible ya que se debe llevar a los alumnos a ser responsables de su
propio aprendizaje, en otras palabras, las actividades que se planean para que
la interacción ocurra deben ser muy bien diseñadas ya que los alumnos por el
hecho de ser jóvenes podrían intentar zafarse de un rol o de su parte del
trabajo. Las actividades que buscan el aprendizaje cooperativo y colaborativo
debe ser planificado de forma rigurosa y anticipada.

El origen de todo conocimiento no es entonces la mente humana, sino


una sociedad dentro de una cultura dentro de una época histórica. El
lenguaje es la herramienta cultural de aprendizaje por excelencia. El individuo
construye su conocimiento por que es capaz de leer, escribir y preguntar a
otros y preguntarse a si mismo sobre aquellos asuntos que le interesan. Aun
más importante es el hecho de que el individuo construye su conocimiento no
porque sea una función natural de su cerebro sino por que literalmente se le ha
enseñado a construir a través de un dialogo continuo con otros seres humanos.
No es que el individuo piense y de ahí construye, sino que piensa, comunica lo
que ha pensado, confronta con otros sus ideas y de ahí construye. Desde la
etapa de desarrollo infantil, el ser humano está confrontando sus
construcciones mentales con su medio ambiente. (Mendez, 2002)

En la práctica esta concepción social del constructivismo, se aplica en el


trabajo cooperativo y colaborativo. En este modelo el rol del docente cambia.
Es moderador, coordinador, facilitador, mediador y también un participante más.
Los alumnos son protagonistas de su aprendizaje, se comunican, cooperan y
colaboran mutuamente con el fin de aprender, lo que produce un ambiente de
confianza e interacción social, que favorece el la adquisición del aprendizaje y
sobre todo de las relaciones socio afectivas.

APRENDIZAJE COOPERATIVO

“Unirnos es un comienzo; mantenernos unidos es progreso; trabajar juntos es


éxito”.

Es una forma de organizar las actividades de enseñanza y de aprendizaje, para


facilitar el acceso a los conocimientos, por parte de los estudiantes, ya sea en
habilidades sociales u objetivos académicos, lo cual requiere que éstos
trabajen en forma conjunta de un modo efectivo, y de un tutor que gestione los
medios que les permita trabajar juntos efectivamente.

"Cooperar" significa trabajar juntos para lograr objetivos compartidos y el


"aprendizaje cooperativo" es el uso de la educación de grupos pequeños en los
que los alumnos trabajan juntos para mejorar sus propios aprendizajes y los de
los demás. Johnson y Johnson (1999) sostienen que hay tres grupos de
aprendizaje cooperativo:

−El aprendizaje cooperativo formal

−El aprendizaje cooperativo informal

−Los grupos cooperativos de base.

El aprendizaje cooperativo formal se basa en la toma de decisiones previas a


la enseñanza, mediante explicación de una tarea con estructura cooperativa.
Estos grupos de aprendizaje se controlan, se interviene para mejorar la tarea y
el trabajo en equipo. Luego se evalúa el aprendizaje y se trata de valorar su
eficacia social.

El aprendizaje cooperativo informal se basa en los siguientes fases,


primeramente se realizan charlas introductorias focalizadas, luego se efectúan
charlas intermitentes por entre pares con una duración de diez a quince
minutos, para finalizar con un cierre con discusión grupal.

El Aprendizaje Cooperativo es un método de aprendizaje basado en el trabajo


en equipo de los estudiantes. Incluye diversas y numerosas técnicas en las que
los alumnos trabajan conjuntamente para lograr determinados objetivos
comunes de los que son responsables todos los miembros del equipo.

En palabras del autor, Panitz (2001), en el aprendizaje Cooperativo, es el


profesor quien diseña y mantiene casi por completo el control en la estructura
de interacciones y de los resultados que se han de obtener.

Por su parte, Kegan (1994) sostiene que el AC “se refiere a una serie de
estrategias instruccionales que incluyen a la interacción cooperativa de
estudiante a estudiante, sobre algún tema, como una parte integral del proceso
de aprendizaje". El aprendizaje cooperativo se cimienta en la teoría
constructivista desde la que se otorga un papel fundamental a los alumnos,
como actores principales de su proceso de aprendizaje.

Johnson & Johnson (1991), destacan que el AC “es el uso instructivo de grupos
pequeños para que los estudiantes trabajen juntos y aprovechen al máximo el
aprendizaje propio y el que se produce en la interrelación”. Estos autores
definen que cooperar significa trabajar juntos para lograr objetivos compartidos
y también destacan que dentro de las actividades cooperativas los estudiantes
buscan los resultados que son beneficiosos para ellos mismos y para los otros
miembros del grupo.
En las dos definiciones presentadas los autores destacan la interacción que
tiene lugar entre los estudiantes para el logro de los objetivos previstos.

Para aproximarse con más profundidad al concepto del AC es necesario


conocer las diferencias con otras formas de interacción en el aula, para que los
alumnos se enfrenten a las actividades de aprendizaje, como son el
aprendizaje competitivo y el aprendizaje individual.

Johnson y Johnson (1999) citan las reglas básicas de la cooperación, las


cuales se pueden resumir del siguiente modo:

−Cuando una persona hable el resto escucha.

−Se respetarán todas las ideas.

−Pueden existir varias respuestas.

−Cada estudiante tiene la misma oportunidad de participar.

También señalan las principales características del trabajo cooperativo que


consisten en:

−Un equipo cooperativo

−Una administración a través de reglas

−Voluntad de cooperar

−Habilidad para cooperar y escuchar a los demás, resolver problemas y


apoyarse mutuamente

−Estructura y roles.

En cuanto a los principios, los autores destacan los siguientes criterios básicos:

−Responsabilidad individual

−Participación equitativa

−Interacción simultánea

Por último definen como los aspectos más importantes a evaluar de la


cooperación son:

−Objetivos

−Niveles de cooperación

−Esquema de interacción

−Evaluación de resultados
Aprendizaje Cooperativo. Fuente: Dirección General de Enseñanzas Escolares y Profesionales

Tomando como referencia las obras de Johnson & Johnson (1991), de García,
Traver y Candela (2001) y la de Prieto (2007), en una situación de aprendizaje
competitivo los estudiantes compiten entre sí para lograr los resultados
previstos. Esto implica que un mejor rendimiento de un alumno o grupo de
alumnos conlleva, necesariamente, que el rendimiento de los demás sea
menor. Un estudiante alcanzará el objetivo si, y sólo si, los demás no lo logran.
Por tanto, cada persona perseguirá los resultados que, siendo beneficiosos
para él, sean perjudiciales para los otros compañeros con los que está
compitiendo. La recompensa máxima la recibirá el alumno con mejor
rendimiento y los demás recibirán recompensas menores.

En una situación de aprendizaje individualista el alumno se centra


únicamente en la realización de su tarea y en conseguir, a nivel individual, los
resultados previstos. Por tanto el hecho de que un alumno consiga o no los
objetivos no influye de ningún modo en que sus compañeros los alcancen o no.
De esta manera cada estudiante perseguirá su propio beneficio sin tener en
cuenta el de sus compañeros de clase. Así, la recompensa viene determinada
por el trabajo de cada persona, sin tener en consideración los trabajos de los
demás.

Y, en una situación de aprendizaje cooperativo el grupo de alumnos tiene que


trabajar conjuntamente porque se lograrán los objetivos si, y solo sí, cada
miembro del equipo consigue los suyos. El equipo necesita el conocimiento y el
trabajo de todos los miembros. En esta situación de aprendizaje, se buscan los
beneficios para el conjunto del grupo, que lo son, también, para uno mismo. La
recompensa recibida por el alumno, en el aprendizaje cooperativo, es
equivalente a los resultados obtenidos por el grupo. (Ej. El profesor divide el
material del tema referente a la Energía Solar en distintos documentos. Cada
pequeño grupo debe preparar su material adecuadamente para, posteriormente
presentárselo al resto de grupos).

¿Qué situación de aprendizaje resulta más eficaz?

No sería adecuado, ni cierto, afirmar que siempre es más eficaz el AC sino que,
cualquiera de las situaciones de aprendizaje descritas anteriormente puede
resultar la más eficaz en un momento determinado.

“La elección de cualquiera de estas situaciones debe depender de las


habilidades y competencias que se pretenden fomentar con cada actividad de
las que se proponen en clase” (Prieto, 2007: 11). La autora defiende que el uso
de las tres situaciones de aprendizaje es necesario ya que, “los estudiantes
han de aprender a trabajar de forma autónoma, a colaborar con otros y a
competir”. Del mismo modo destaca que el aprendizaje cooperativo promueve
una serie de valores y habilidades muy distintos a los que fomentan los
aprendizajes individual y competitivo. Afirma que “aprender cooperativamente
representa una ocasión privilegiada para alcanzar objetivos de aprendizaje muy
diversos, no solo referidos a los contenidos, sino también orientados al
desarrollo de habilidades y destrezas interpersonales, con claros beneficios
para el aprendizaje de los alumnos” (Prieto, 2007: 15).

Como puede apreciarse, son diversas las competencias que los alumnos
desarrollan cuando aplican métodos de aprendizaje basados en la cooperación.
Apodaca (2006: 186) apunta las siguientes:

Búsqueda, selección, organización y valoración de la información.

Comprensión profunda de conceptos abstractos esenciales para la materia.

Adaptación y aplicación de conocimientos a situaciones reales.

Resolución creativa de problemas.

Resumir y sintetizar.

Expresión oral.

- Habilidades interpersonales: desempeño de roles (liderazgo, organizador,


etc.) y expresar acuerdos y desacuerdos, resolver conflictos, trabajar
conjuntamente, mostrar respeto, etc.

- Organización/gestión personal: planificación de los tiempos, distribución de


tareas, etc.

Desarrollo de habilidades interpersonales y de trabajo en equipo.


Desarrollo de habilidades intelectuales de alto nivel.

Responsabilidad, flexibilidad y autoestima.

Trabajo de todos: cada alumno tiene una parte de responsabilidad de cara a


otros compañeros, dentro y fuera del aula.

Genera “redes” de apoyo para los alumnos “de riesgo”: alumnos de primeros
cursos con dificultades para integrarse se benefician claramente de este modo
de trabajar.

Genera mayor entusiasmo y motivación.

Promueve el aprendizaje profundo frente al superficial o memorístico.

Ejemplos de aprendizaje cooperativo

Este tipo de aprendizaje requiere de un cambio en la estructura de la clase, es


necesario que el profesor predetermine grupos de trabajo donde unirá
estudiantes con dificultades, aquellos estudiantes promedio y aquellos
aventajados y le asignará un rol a cada integrante, actividades como las
siguientes permitirán que los alumnos se cooperen entre ellos y así logren el
resultado esperado:

Análisis de un texto (rol 1: lee y subraya ideas relevantes, rol 2: Resume y


analiza las ideas, rol 3: organiza e interpreta ideas, rol 4: presenta las ideas
más relevantes del texto)

Listado de ejercicios (Estudiante 1: Resuelve el primer ejercicio, Estudiante 2:


revisa y corrige o felicita, luego resuelve el segundo ejercicio, estudiante 2:
revisa y corrige o felicita, se repite dependiendo del número de ejercicios)

Evaluación de un tema: Rotación (cada estudiante de un grupo de tres o


cuatro posee una un tópico o pregunta, cada alumno con un lápiz de
diferente color responde todo lo que recuerda sobre la pregunta o tópico, luego
el profesor dice "rotación" y los estudiantes deben continuar la idea anterior y
continuarla hasta que llegue a sus manos el tópico o pregunta original)

CARACTERÍSTICAS DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO

¿Qué elementos concretos son los que hacen diferente al AC frente a otras
maneras de estructurar las actividades en el aula?

Con anterioridad se han apuntado las diferencias fundamentales entre los


objetivos de las distintas actividades de aprendizaje (competitivas, individuales
y cooperativas). Se presentan, a continuación más concretamente los
componentes del AC.
Algunas distinciones entre la cooperación, la competencia y el
individualismo

Tabla 1. Comparación de los tipos de aprendizaje: Cooperativo, Competitivo e Individualista ( Johnson,Johnson y


Holubec, 1999; Enesco y Del Olmo, 1992 en Díaz y Hernándezz, 2001)

Johnson, Johnson y Holubec (1999) señalan que son cinco los elementos
básicos que forman el aprendizaje cooperativo.

La interdependencia positiva

Todos para uno y uno para todos.

-Alexandre Dumas

Puede definirse como el sentimiento de necesidad hacia el trabajo de los


demás. Cuando los miembros del grupo perciben que están vinculados entre sí
para realizar una tarea y que no pueden tener éxito a menos que cada uno de
ellos lo logre. Si todos consiguen sus objetivos, se logrará el objetivo final de la
tarea. Pero si uno falla, será imposible alcanzar el objetivo final. De este modo
todos necesitarán a los demás y, a la vez, se sentirán parte importante para la
consecución de la tarea.

La interacción “cara a cara” o simultánea

En una organización industrial, lo que cuenta es el esfuerzo en grupo.


Realmente no hay cabida para estrellas...Es necesario tener gente competente,
pero nadie puede hacer todo solo. Necesitan tener ayuda.

-John F. Donnelly, Presidente, Donnelly Mirrors

En el aprendizaje cooperativo, los estudiantes tienen que trabajar juntos,


“aprender con otros” (Prieto, 2007: 49), favoreciendo, de esta manera, que
compartan conocimientos, recursos, ayuda o apoyo. Discutir sobre los distintos
puntos de vista, sobre la manera de enfocar determinada actividad, explicar a
los demás lo que cada uno va aprendiendo, etc. son acciones que se tienen
que llevar a cabo con todos los miembros del grupo para poder lograr los
objetivos previstos.

La responsabilidad individual

“Lo que los niños hacen juntos hoy, podrán hacerlo solos mañana”. -Vygotksy

Cada miembro, individualmente, tiene que asumir la responsabilidad de


conseguir las metas que se le han asignado. Por tanto, realmente, cada
persona es, y debe sentirse, responsable del resultado final del grupo. Este
concepto sintoniza y complementa al de interdependencia positiva. Sentir que
algo depende de uno mismo y que los demás confían en la propia capacidad
de trabajo (y viceversa) aumenta la motivación hacia la tarea y el rendimiento
individual y grupal. Prieto (2007: 45) señala que la responsabilidad individual
“implica, por un lado, que cada uno sea responsable de contribuir de algún
modo al aprendizaje y al éxito del grupo. Por otro se requiere que el estudiante
individual sea capaz de demostrar públicamente su competencia”.
Las habilidades sociales

Necesarias para el buen funcionamiento y armonía del grupo, en lo referente al


aprendizaje y también vinculadas a las relaciones entre los miembros. Los roles
que cada persona vaya ejerciendo en el equipo (líder, organizador, animador, el
“pasota”, etc.), su aceptación o no por parte del resto de compañeros, la
gestión que hagan de los posibles conflictos que surjan, el ambiente general
que existe en el mismo,… son temas que los estudiantes tienen que aprender a
manejar.

En el aprendizaje cooperativo resultan muy importantes estos aspectos


sociales, tan necesarios para la práctica profesional de los estudiantes y que,
por tanto, también resulta fundamental que los docentes dediquen tiempo a
trabajar y supervisar estos aspectos.

Morales (2007: 135) señala que “lo que podemos cuestionar es que por el mero
hecho de trabajar en equipo se aprende a trabajar en equipo” ya que se puede
aprender a trabajar mal, a no aportar ideas o a mantenerse pasivo y ajeno a lo
que ocurre en el equipo. Sin embargo, el autor afirma que “saber trabajar en
equipo es una competencia profesional que no se va a aprender si no se
ejercita y evalúa durante el proceso de enseñanza-aprendizaje”. Se puede
apreciar que el aprendizaje y el trabajo en equipo serán eficaces si se
reflexiona sobre ellos y se evalúan. El proceso de evaluación es el que ofrece
verdadera información de cómo se está trabajando y de qué aspectos son
necesarios cambiar para que el equipo pueda optimizar sus funciones.

La autoevaluación del grupo

Implica, que a los alumnos se les dé la oportunidad y que sean capaces de


evaluar el proceso de aprendizaje que ha seguido su grupo. Esta evaluación
guiada por el profesor es muy importante para tomar decisiones para futuros
trabajos y para, que cada miembro, pueda llevar a cabo un análisis de la
actuación que ha desempeñado en el.

Estos cinco elementos característicos que configuran una actividad


cooperativa.
5. EVALUACIÓN DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO

Una vez analizados todos los ingredientes del aprendizaje cooperativo y los
elementos que están en juego, se puede entrever que la evaluación de la
técnica y del aprendizaje necesitará también de fuentes de información que
complementen a la valoración que haga el docente. Se dividen, a continuación,
los distintos tipos de evaluación que se pueden tener en cuenta:

a) Evaluación del aprendizaje individual y/o grupal:

En el proceso de aprendizaje cooperativo los alumnos han adquirido los


conocimientos que se planteaban con la actividad. Y, por tanto es importante
evaluarlo. ¿Se evaluará el rendimiento sólo individual o solo el grupal? ¿O se
evaluarán ambos? La elección será la que le parezca más adecuada al
docente, aunque no se puede obviar que se obtendrá más información
evaluando ambos rendimientos.

- El aprendizaje individual puede evaluarse con una prueba tipo test o con
una prueba de pequeñas preguntas abiertas, etc. con el fin de conocer el grado
de aprendizaje del alumno.

- El rendimiento grupal puede evaluarse a través del producto del proceso de


aprendizaje cooperativo. Un dossier, un trabajo, una reflexión, un mural, etc.
b) Evaluación entre los iguales (coevaluación):

Los estudiantes han estado trabajando juntos y han “convivido” durante un


período de tiempo para lograr el resultado exigido por el profesor. Así, son ellos
quienes tienen una información privilegiada sobre lo que ha ocurrido en el seno
del grupo. Teniendo en cuenta que el AC se centra en el aprendizaje en
equipo y en el desarrollo de habilidades y competencias necesarias para
enfrentarse al mundo profesional, es necesario prestar atención a estos
procesos.

Por ello, se puede utilizar o elaborar un pequeño cuestionario con preguntas


sobre cómo ha sido el trabajo en grupo en general y, en particular, el trabajo de
los compañeros de grupo. Aspectos cómo sentirse a gusto dentro del equipo,
poder recurrir a él con alguna duda, la buena o mala coordinación, confiar en
los demás miembros pueden ser aspectos generales del trabajo en grupo. Y,
aspectos como el nivel de participación, la propuesta de ideas, la escucha, las
aportaciones, etc. pueden ser indicadores para que cada estudiante evalúe a
los demás miembros de su equipo.

Por otra parte, el docente durante el trabajo de los equipos ha estado


observando (en los momentos de trabajo en el aula) las dinámicas de los
distintos grupos y ha podido tomar notas sobre lo que ocurría en cada uno de
ellos y cómo progresaban. Esta información también resultará muy útil para
contrastarla, si fuera necesario, con la que ofrecen los estudiantes.

c) Autoevaluación:

Con la actividad o la técnica de aprendizaje cooperativo se les ha cedido a los


alumnos la autonomía y el control en su aprendizaje, por lo que él mismo es
el que mejor conoce cuál ha sido su progreso durante el proceso de
aprendizaje. De esta manera sería conveniente tener en cuenta esta valoración
y se le puede pedir a cada alumno una reflexión personal sobre:

Su participación en el grupo.

Su implicación con los objetivos previstos.

Aprendizajes logrados.

Aspectos fuertes de su actuación dentro del grupo.

Aspectos débiles (o a mejorar) de su actuación dentro del grupo.

También se puede elaborar un pequeño cuestionario con preguntas similares o


durante el proceso de trabajo en equipo se puede pedir a los alumnos que
elaboren un diario de aprendizaje.
Se han desglosado las distintas posibilidades para evaluar los componentes del
aprendizaje cooperativo, ahora bien, ¿qué porcentaje otorgar a cada tipo de
evaluación?

Esto es cuestión del docente, no existe una división de porcentajes que refleje
la mejor manera de evaluar el aprendizaje cooperativo. Puede parecer lógico
que la primera evaluación sobre el rendimiento individual y/o grupal sea la que
mayor peso tenga en la calificación de la actividad. Pero es aconsejable tener
en cuenta, aunque el porcentaje sea mucho menor, los otros dos tipos de
evaluación ya que, conociendo esto, los alumnos no sólo centrarán su atención
en el dominio de los contenidos sino también en los aspectos más humanos
orientados a la buena convivencia y coordinación dentro del equipo de trabajo.

ROL DEL ESTUDIANTE

Los alumnos deben ser conscientes desde el principio del tipo de cooperación
que esa tarea exige y deben tener un reflejo claro de las ventajas de haber
realizado la tarea en grupo. Si no se consigue que perciban estas ventajas será
difícil que valoren la cooperación como condición necesaria para aprender:

Aprendiendo con otros aprendemos de los ejemplos que nos proporcionan al


resolver las tareas. El otro funciona como referencia, es decir, un aprendizaje
por observación o imitación.

Ante un mismo problema aparecen puntos de vista diferentes, por lo que se


desarrollan habilidades comunicativas y sociales.

Para funcionar en grupo se distribuyen tareas, papeles o responsabilidades,


favoreciendo la toma de conciencia y la auto-regulación de los aprendizajes

Para resolver la tarea es necesario interactuar si se quiere llegar a una


construcción conjunta.
Como continúa explicando Bidegáin, esto implica que se auto-regulen a través
de la comunicación llegando a compartir significados, hipótesis y
planteamientos nuevos, a ajustar sus actuaciones, a explorar y adentrarse en
todos los puntos de vista, y a elaborar conjuntamente las posibles soluciones.
El compartir, y las habilidades implicadas en ello, permite que se desarrollen
aspectos afectivos, actitudinales y motivacionales, tan importantes para el
aprendizaje.

Para Wolfenzon[3], para que los alumnos logren completar este tipo de tareas
cooperativas deben darse ciertos requisitos:

Los profesores deben plantear específicamente los objetivos que deben ser
alcanzados por los estudiantes y describir con precisión lo que se espera que
aprendan o sean capaces de hacer al terminar la tarea grupal.

Los profesores deben conversar con los estudiantes para que ellos se pongan
de acuerdo con respecto a lo que deben hacer y cómo, en qué orden, con qué
materiales, etc.

Los profesores deben organizar grupos mixtos de estudiantes e irlos variando


cada cierto tiempo, con la finalidad de que se conozcan entre ellos y aprendan
a aceptar diferentes maneras de pensar y trabajar.

Los alumnos de cada grupo deben comprometerse con la meta o producto


final, siendo capaces de comprender y aceptar que todos en el grupo necesitan
manejar la información que será brindada o las habilidades a desarrollar para
alcanzar dicha meta.

Los profesores deben evaluar tanto la participación del grupo como la que cada
integrante tuvo al interior del equipo.

Cuando se programa una tarea para que se aprenda cooperativamente,


debemos estar totalmente convencidos de la pertinencia para hacerla en grupo,
de que es una tarea especialmente relevante para cooperar y, en
consecuencia, se puedan identificar claramente aquellos momentos en los que
se da la cooperación.

ROL DEL DOCENTE Y ESTRATEGIAS PARA FAVORECER SITUACIONES


DE APRENDIZAJE COOPERATIVO.
El rol central del docente es el de actuar como mediador o intermediario entre
los contenidos y la actividad constructivista que despliegan los alumnos para
asimilarlos. Esto ha conducido a los psicólogos de la corriente sociocultural a
plantear que los aprendizajes ocurren primero en un plano inter-psicológico
(mediado por la influencia de otros) y en segundo plano a nivel intra-
psicológico, una vez que los aprendizajes han sido interiorizados, debido al
andamiaje que ejercen en el aprendiz aquellos individuos expertos que lo han
ayudado a asumir gradualmente el control de sus acciones

Se resumen algunas estrategias que permiten al docente estructurar el proceso


de enseñanza para el logro del aprendizaje cooperativo/colaborativo (Díaz y
Hernández, 2001)

1. Especificar los objetivos del curso, de la unidad, de la clase.

2. Tomar decisiones acerca de la conformación, tipo, tamaño de los grupos y


acerca de los roles que desempeñarán los estudiantes para asegurar la
interdependencia.

3. Planear materiales de enseñanza y estructurar la meta grupal de


interdependencia positiva.

4. Explicar la tarea educativa y los criterios de éxito.

5. Monitorear la efectividad de los grupos. Intervenir para proveer asistencia en


las tareas, responder preguntas, enseñar recursos e incrementar las
habilidades interpersonales del grupo.
6. Proporcionar un cierre, evaluar calidad y cantidad del aprendizaje de los
estudiantes y valorar el buen funcionamiento del grupo.

Uso del aprendizaje cooperativo

La mejor respuesta a la pregunta, «¿Cuál es el método didáctico más eficaz?»


es que depende de la meta, los estudiantes, el contenido y el maestro. Pero la
segunda respuesta mejor es: «Cuando los estudiantes enseñan a otros
estudiantes». Existe una rica fuente de evidencia que demuestra que la
enseñanza impartida por los compañeros es sumamente eficaz para una
variedad de metas, contenido y estudiantes de diferentes niveles y
personalidades.

-McKeachie. et al. (1986. p. 63) Muchos educadores que creen estar utilizando
aprendizaje cooperativo. Realmente no han reconocido la esencia de éste.
Existe una diferencia crítica entre simplemente agrupar a los estudiantes para
que aprendan y estructurar la cooperación entre los estudiantes. La
cooperación significa no tener a estudiantes sentados unos al lado de otros en
la misma mesa para que conversen mientras realizan sus tareas individuales.
La cooperación no significa asignar un informe por grupo que un estudiante
realiza y los demás estudiantes firman. La cooperación no es pedir a los
estudiantes que realicen una tarea individual con instrucciones de que los que
terminen primero tienen que ayudar a los más lentos. La cooperación es mucho
más que estar físicamente cerca de otros estudiantes. Hablar sobre el material
con otros estudiantes, ayudar a otros estudiantes o compartir útiles entre los
estudiantes, aunque todos ellos son importantes en el aprendizaje cooperativo.

Para que un grupo sea cooperativo, en el grupo debe existir una inter-
dependencia positiva bien definida y los integrantes tienen que fomentar el
aprendizaje y éxito de cada uno cara a cara, hacer que todos y cada uno sea
individual y personalmente responsable por su parte equitativa de la carga de
trabajo, usar habilidades interpersonales y en grupos pequeños correctamente
y recapacitar (o procesar) cuán eficaz es su trabajo colectivo. Estos cinco
componentes esenciales hacen que el aprendizaje en grupos pequeños sea
realmente cooperativo.
Consecuencias del aprendizaje cooperativo.

Habitualmente se cree que las relaciones que se establecen entre el alumnado


dentro del aula durante las actividades de aprendizaje tienen una influencia
molesta y perjudicial sobre el rendimiento escolar y, por tanto, son indeseables.
de ahí que tradicionalmente se considera la interacción Profesorado-alumnado
como la más decisiva para el logro de los objetivos educativos tanto de carácter
cognitivo como social. La propia distribución espacial de las mesas en filas se
planifica con este objetivo facilitando el control por parte del profesorado y
potenciando valores como la sumisión, la dependencia, falta de espontaneidad
y de creatividad, etc. . . . Sin embargo disponemos de una gran cantidad de
datos mostrando la influencia tan positiva que tiene la interacción del
alumnado.

Las relaciones entre compañeros contribuyen tanto al desarrollo social y


cognitivo como a la socialización del alumnado. Estas son algunas de las
consecuencias (Johnson y Johnson, 1987):

1) En sus interacciones con los compañeros, los niños, las niñas y


adolescentes aprenden directamente actitudes, valores, habilidades e
información que no pueden obtener de las personas adultas. Imitan las
conductas unas de otras identificándose más con los compañeros que con los
profesores.

2) La interacción con compañeros proporciona oportunidades para practicar la


conducta pro-social y modelos de tal conducta.

3) Los niños, las niñas y adolescentes aprenden a ver las situaciones y


problemas desde otras perspectivas que las suyas propias a través de sus
interacciones con compañeros. Todo desarrollo psicológico puede ser descrito
como una pérdida progresiva de egocentrismo y un aumento en la capacidad
de adoptar unas perspectivas más amplias y más complejas.

4) La autonomía se desarrolla mejor a través de la interacción con los


compañeros.

5) La interacción con los iguales les produce a los niños una identidad social
coherente e integrada.

6) Las aspiraciones educativas de los estudiantes pueden estar más influidas


por los compañeros que por cualquier otra influencia escolar. En las situaciones
de aprendizaje cooperativo los estudiantes experimentan sentimientos de
pertenencia, de aceptación y de apoyo; y las habilidades y los roles sociales
requeridos para mantener unas relaciones interdependientes pueden ser
enseñadas y practicadas. Toda esta dinámica desarrolla un aprendizaje de
socialización que va convirtiendo poco a poco al alumnado en agente social.
Toda nuestra vida se desarrolla en diferentes tipos de grupos y dentro del gran
grupo de aprendizaje hay diferentes subgrupos más pequeños que influyen
mucho en las actividades del alumnado. A través de la pertenencia a una serie
de relaciones cooperativas los valores son aprendidos e internalizados y la
sensibilidad social y la autonomía son desarrolladas. Según Slavin (1983):

1. Cooperación. Quienes utilizan técnicas de aprendizaje cooperativo hacen


más elecciones cooperativas, prefieren el trabajo cooperativo y presentan
mayor capacidad para adoptar la perspectiva de otras personas.

2. Interés mutuo. Quienes trabajan juntas por una meta común se sienten
atraídas entre sí, se interesan unas por otras y se hacen amigas.

3. Control. Se sienten más seguras de que el objetivo a conseguir no depende


de la suerte.

4. Integración. Con el trabajo cooperativo hay mayor sensación de integración


por parte de quienes tiene mayores dificultades para estar en el grupo.

5. Autoestima. El trabajo cooperativo mejora la visión positiva del autoconcepto.

6. Salud psicológica. El trabajo cooperativo produce un ajuste y madurez


emocional, fuerte identidad personal, capacidad de resolver conflictos,
participación social, confianza básica y optimismo.

7. Relaciones sociales.

8. Rendimiento. La enseñanza cooperativa permite la mejora del rendimiento


académico, el enriquecimiento de la capacidad cognitiva, de la capacidad
crítica y de la autoestima, facilita el desarrollo de la motivación

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