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UNIVERSIDAD

PRIVADA

"ALAS PERUANAS"

DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


CICLO : 10

CURSO : DISEÑO DEL PROYECTO DE TESIS

CODIGO : 2012137453

UDED : CHACHAPOYAS

DOCENTE : DR. WALTER MENDIZÁBAL ANTICONA

ESTUDIANTE : GRANDEZ MAICELO, WILDER NOE

Chachapoyas, Julio 2017


PRESENTACIÓN.

El presente trabajo se centra en el DISEÑO DEL PROYECTO DE TESIS, por lo


que el presente trabajo es para compartir los conocimientos en la universidad y así
pues espero que los lectores puedan hacer llegar sus observaciones y/o críticas,
optare con responsabilidad para mejorar mis conocimientos en mi carrera
profesional.
1. ¿CUÁLES SON LOS PROBLEMAS GENERAL Y ESPECÍFICOS DE SU
INVESTIGACIÓN?

PROBLEMA GENERAL:

 ¿Puede el sistema de justicia peruano, garantizar una intervención procesal


eficaz, de un menor de edad no emancipado, dentro de un proceso judicial
que va a desplegar efectos sobre su persona y en el que no va a poder
intervenir como parte?

PROBLEMA ESPECÍFICO:

 ¿Hasta qué punto, la racionalidad formal y sustancial del derecho, garantiza


la tutela judicial de los hijos sin plena capacidad, en los procesos de
desplazamiento familiar?

 ¿En qué medida los mecanismos legalmente previstos para la


representación y defensa de los intereses de niños, niñas y adolescentes,
garantizan su derecho a ser oído y permiten que sea interpretada en
función de su grado de madurez y desarrollo emocional e intelectual en los
procesos de desplazamiento familiar?

2. ELABORAR UN LA MATRIZ DE CONSISTENCIA DE SU PROPIA


INVESTIGACIÓN EN CUADROS.
MATRIZ DE CONSISTENCIA

PROBLEMA OBJETIVO HIPÓTESIS VARIABLES METODOLOGÍA

PROBLEMA GENERAL OBJETIVO GENERAL HIPÓTESIS GENERAL: V.INDEPENDIENTE TIPO DE


INVESTIGACIÒN
-Determinar si el modelo Aunque no existe
¿Puede el sistema de A. El sistema de
de justicia peruano previsión normativa Básica
justicia peruano, garantizar establece mecanismos, ordinaria, que efectivice justicia peruano;
Transversal
una intervención procesal para una intervención la intervención procesal racionalidad formal y
eficaz del menor de de un menor de edad no Observacional
eficaz, de un menor de sustancial del
edad no emancipado, en emancipado en los Comparativo
edad no emancipado, un proceso judicial que procesos que va a derecho; Mecanismos
NIVEL DE
dentro de un proceso va a desplegar efectos desplegar efectos sobre legales previstos para
INVESTIGACIÓN:
sobre su persona y en el su persona. El marco
judicial que va a desplegar la representación y
que no va a poder normativo constitucional Descriptivo –
efectos sobre su persona y intervenir como parte. provee de dicha garantía defensa de los explicativo.- En vista de

en el que no va a poder OBJETIVO tanto en su dimensión intereses de niños, ello se realizará un


sustancial como análisis del sistema de
intervenir como parte? ESPECIFICO niñas y adolescentes.
procesal. justicia que constituyen

PROBLEMA ESPECIFICO 2.6.2. HIPOTESIS X. El sistema de el presupuesto de la


Analizar si el modelo de ESPECIFICAS: justicia peruano investigación.
¿Hasta qué punto, la
racionalidad formal y justicia peruano A. La racionalidad X1.Racionalidad
garantiza plenamente la formal y sustancial del formal y sustancial del
sustancial del derecho, LUGAR Y PERIODO DE
protección de los hijos derecho, dentro de un derecho.
garantiza la tutela judicial INVESTIGACIÓN:
sin plena capacidad, del contexto
X2.Mecanismos
de los hijos sin plena matrimonio o pareja de neoconstitucional,
legales previstos para  Lugar: Distrito de
hecho, en los procesos provee una garantía
capacidad, en los procesos la representación y
Chachapoyas
de desplazamiento integral de protección de
de desplazamiento defensa de los
familiar. los derechos subjetivos
intereses de niños,  Periodo: Enero
familiar? de los hijos sin plena
-Explicar si los niñas y adolescentes.
del 2017 hasta
capacidad, en los
mecanismos legalmente
procesos de V. DEPENDIENTE diciembre del
previstos para la
¿En qué medida los representación desplazamiento familiar. A. Intervención
y 2017

mecanismos legalmente defensa de los intereses B. Al margen del procesal de un menor


de niños, niñas y marco constitucional, no de edad no CARÁCTERÍSTICAS
previstos para la
adolescentes garantizan existen previsiones emancipado dentro de DE LA POBLACIÓN:
representación y defensa su derecho a ser oído y legales para la un proceso judicial; DINÁMICA O
de los intereses de niños, que esta sea representación y tutela judicial de los
ESTATICA.
interpretada en función defensa de los intereses hijos matrimoniales,
niñas y adolescentes,
de su grado de madurez de niños, niñas y sin plena capacidad, La población reúne las
garantizan su derecho a ser y desarrollo emocional e adolescentes que del matrimonio o
pareja de hecho; características de ser
oído y permiten que sea intelectual. garanticen su derecho a derecho de los niños, dinámica.
ser oído y que esta sea niñas y adolescentes
interpretada en función de POBLACIÓN O
interpretada en función no emancipados a ser
su grado de madurez y
de su grado de madurez oídos; derecho a que UNIVERSO.
desarrollo emocional e y desarrollo emocional e la opinión de los
Población: está
intelectual niños, niñas y
intelectual en los procesos
adolescentes no constituido por el integro
de desplazamiento
emancipados sea de los procesos
familiar? interpretada en
tramitados ante los
función de su grado
de madurez y Juzgado de Familia de
desarrollo emocional Chachapoyas en el
e intelectual
periodo antedicho.
Y. Intervención
procesal de un menor MUESTRA, TIPO DE

de edad no MUESTRA, TAMAÑO


emancipado dentro de
DE LA MUESTRA.
un proceso judicial.

Y.1. Tutela judicial de El Universo de

los hijos investigación; estará


matrimoniales, sin constituido por todos los
plena capacidad, del
procesos tramitados
matrimonio o pareja
ante el órgano
de hecho
jurisdiccional –Juzgados
Y.2. a) Derecho de los
niños, niñas y de Familia, en el
adolescentes no periodo: marzo del 2017
emancipados a ser
a agosto del 2017.
oídos; b) Derecho a
que la opinión de los
niños, niñas y
adolescentes no
emancipados sea
interpretada en
función de su grado
de madurez y
desarrollo emocional
e intelectual
3. ELABORAR LAS TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE
DATOS Y PRESENTAR EL MODELO DE SUS PROPIOS INSTRUMENTOS
DE RECOLECCIÓN DE DATOS PARA SU TESIS DEL PRÓXIMO CICLO
(todo conforme al esquema colgado en la primera semana)

TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS.


ANÁLISIS DOCUMENTAL:
Que permite recopilar información a través de documentos escritos sobre el
sistema de justicia peruano, la racionalidad formal y sustancial del derecho, los
mecanismos de representación y defensa de intereses de menores y otros
relacionados con el tema, como son:
 Libros como: tratados, manuales, ensayos, etc.
 Constituciones.
 Revistas académicas
 Publicaciones.
 Informes.
 Editoriales.
 Anuarios, etc.
Instrumento: Fichas de análisis de contenido.

VALIDEZ Y CONFIABILIDAD DE LOS INSTRUMENTOS EMPLEADOS.


Para que los instrumentos puedan tener validez, y confiabilidad se someterá a
juicio de tres expertos, de los cuales uno de ellos será un metodólogo en
investigación y dos especialistas en derecho Constitucional y Derecho de
Familia.
Asimismo se someterá a una prueba piloto para que los instrumentos sean
confiables.

PROCEDIMIENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS A EMPLEAR.


PRUEBAS ESTADÍSTICAS:
Se utilizará la estadística descriptiva haciendo uso de las distribuciones de
frecuencias tales como:
 Frecuencia absoluta.
 Frecuencia relativa.
Por otro lado para presentar los datos se utilizará:
 Cuadros estadísticos.
 Gráficos lineales como el histograma de frecuencia.
 Gráficos de superficie como las barras y los circulares.

ELABORACIÓN Y PROCESAMIENTO DE DATOS.


Se utilizará el Microsoft Office Excel, para el procesamiento de información y
realizar el análisis e interpretación de los resultados obtenidos de acuerdo a las
hipótesis planteadas.
Por otro lado, de ser necesario, para buscar asociación estadística entre las
variables cualitativas se utilizará tablas de contingencia aplicando el contraste
de Ch2 con un nivel de significación del 95% (p<0.05)

PLAN DE ANALISIS E INTERPRETACIÓN DE DATOS:


ANÁLISIS DESCRIPTIVO:
Se realizará por hipótesis, teniendo en cuenta los datos obtenidos en las tablas
o cuadros estadísticos, los gráficos lineales y de superficie y las distribuciones
de frecuencia.

PAQUETES ESTADÍSTICOS:
Se utilizará el IBM SPSS VERSION 19 para representar los estadígrafos de
dispersión y para realizar la interpretación de los resultados obtenidos.

4. ELABORAR LAS BASES TEÓRICAS DE SU PROPIA INVESTIGACIÓN (SE


SEPARA EN DOS, SIENDO DOS VARIABLES) y (todo conforme al
esquema colgado en la primera semana)
BASES TEORICAS Y CIENTIFICAS
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL MENOR Y LOS INSTRUMENTOS
INTERNACIONALES.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de diciembre de
19481 contiene un elenco de derechos que como dice DEL MORAL GARCÍA
son también aplicables a los menores «sin perjuicio de las necesarias
modulaciones que se derivan de la naturaleza de algunos derechos». Este
aserto es igualmente aplicable a las grandes Declaraciones internacionales de
derechos.
Con posterioridad, y específicamente dirigida a los menores, se aprobó la
Convención de Naciones Unidas de Derechos del Niño, de 20 de noviembre de
1989 (en adelante, CDN).
Nuestra Constitución en su Cuarta Disposición Transitoria y Final establece que
las normas relativas a los derechos fundamentales... se interpretarán de
conformidad con la Declaración de los Derechos Humanos y los Tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias suscritas por el Perú.
La constitucionalización de los convenios internacionales sobre derechos
fundamentales ratificados por Perú relativos a niños se fortalece aún más a la
vista del Código de los Niños y Adolescentes. Por tanto, las disposiciones de la
CDN tienen un cualificado valor jurídico en nuestro ordenamiento.

 EL ACCESO A LA JUSTICIA
En el marco de las prevenciones generales: políticas, civiles, mercantiles,
laborales, agrarias, procesales, penales, etcétera. Se trata de un derecho
“para” los niños y adolescentes, pero también “para” los adultos y “hacia” el
Estado, que deben respetar y garantizar sus mandamientos y actuar en
consecuencia. Los juristas que elaboraron este sector del derecho objetivo
defendieron su autonomía normativa y científica: autonomía por lo que hace
a los ordenamientos (códigos del menor, por ejemplo), a las instituciones
correspondientes (incluso las jurisdiccionales) y a la doctrina que analiza la
materia. Obviamente, la autonomía de una rama o disciplina del derecho no
puede desentenderse de conceptos generales e ideas de alcance universal
que gravitan sobre todas; no es posible construir el sistema jurídico ex
novo, so pretexto de especialidad. Mucho menos se debe pretender que la
autonomía extraiga del orden constitucional (que aloja valores y principios
supremos) a los sujetos y a las relaciones jurídicas que les atañen. De ahí
la crítica severa: “la tan mentada autonomía” del derecho de “...menores en
realidad constituía una autonomía (total) del derecho constitucional”. Si
hacemos de lado la pretensión de construir un orden especial para
determinada categoría de sujetos al margen del orden general que previene
la Constitución salvedad inadmisible, podremos convenir en que la
regulación destinada a determinado conjunto de personas, para normar
ciertas relaciones jurídicas, con un designio específico y bajo reglas
particulares, posee características especiales que la distinguen de otros
sistemas o subsistemas normativos. Es en este sentido no en el de rechazo
de los valores y principios constitucionales que se puede hablar, con
cautela, de autonomía normativa, jurisdiccional y científica. Atenta al
derecho forjado para los menores de edad con el alcance o sentido que he
mencionado, surge una “justicia de menores”. Dónde ubicarla, ¿cómo
función del Estado y expresión de política, o como servicio público de
justicia? Por supuesto, este emplazamiento se conecta con las
características del Estado y de la sociedad en las que aquélla se construya,
desarrolle y ejerza: para perfilar la justicia de menores habrá que ver a qué
Estado y a qué sociedad nos referimos: si Estado social y sociedad
democrática o Estado de policía y sociedad autoritaria. Las Reglas de
Beijing se refieren a la justicia para menores “...como una parte integrante
del proceso de desarrollo nacional”.
Una vez más, la justicia penal no podría suplantar a la justicia social en la
conducción y el amparo de la vida comunitaria, y tampoco podría asumir o
absorber la justicia para menores, si entendemos ésta como lo proponen
aquellas Reglas. Es natural, por lo tanto, que la administración de la justicia
de menores se pliegue a los designios plausibles del desarrollo. Es preciso
ir más allá de las proclamaciones sobre justicia en general y derecho
individual a la justicia. No bastan. Existe el apremio, ampliamente
reconocido y trabajosamente servido, con resultados que suelen ser
modestos, de asegurar el acceso a la justicia; esto es, garantizar que quien
invoca un derecho pueda lograr, efectivamente, que arraigue en la realidad
“su” realidad la promesa de justicia. En el caso de los menores, esto
significa, entre otras cosas, que el niño o adolescente justiciables accedan a
la jurisdicción que resolverá sus pretensiones (o las que otros formulen en
su nombre) y a la práctica de los derechos que reúne o resume su “interés
superior”, entendido en la forma que luego referiré: suma de derechos. Hay
diversas caracterizaciones del acceso a la justicia, que enlaza con
conceptos constantemente invocados, como pleno defensa, debido proceso
y tutela judicial efectiva. Es preciso distinguir el alcance de cada una de
estas expresiones, que no son sinónimas, pero también es indispensable
aceptar para fines prácticos: los que interesan al justiciable, muy distante
del discurso académico que todas alojan una misma aspiración y demandan
un concentrado esfuerzo por atender, de la manera más amplia, pronta y
eficaz, la aspiración del titular de un derecho. El acceso a la justicia posee
diversas facetas. Destaquemos dos: justicia formal, que implica la
posibilidad de plantear y acreditar las pretensiones ante un órgano público
(o priva cedimiento regular y expedito; y justicia material, que aguarda la
satisfacción de la formal y reside en el reconocimiento del derecho alegado,
cuando hay razón suficiente: dar a cada quien lo suyo. El gran problema
contemporáneo de la justicia radica en este doble acceso (y a menudo sólo
en el primero, condición del segundo); si no lo hay, naufragan el derecho y
la justicia. Es por eso que Mauro Cappelletti sostiene, con razón, que el
acceso a la justicia es “...el más fundamental de todos los derechos”.40
Relaciónese esta afirmación con el perfil que Bobbio encuentra en el
llamado Estado de derecho: calificamos de esta manera a los Estados “...en
que funciona regularmente un sistema de garantías de los derechos
humanos”.1 Y vincúlese estas expectativas con el establecimiento y la
operación del debido proceso, “...piedra angular del sistema de protección
de los derechos humanos; es, por excelencia refiere Cecilia Medina, la
garantía de todos los derechos humanos y un requisito sine qua non para la
existencia del Estado de derecho”.2 Cuando Pedro Bertolino estudia el
derecho a recibir justicia y se refiere al derecho al proceso y a la
jurisdicción, entendido como derecho humano, sostiene enfáticamente que
no se trata de cualquier acceso a los tribunales, sino viene al caso la
“...efectiva vigencia de las funciones democráticas del Estado de derecho…
en cuanto éste no sólo ‘debe’ al ciudadano un proceso penal, sino que
asimismo ese ‘debitum’ incluye el ser tramitado dicho proceso con todas las
garantías”do, subrogado) competente para resolver sobre ellas a través de
un procedimiento regular y expedito; y justicia material, que aguarda la
satisfacción de la formal y reside en el reconocimiento del derecho alegado,
cuando hay razón suficiente: dar a cada quien lo suyo. El gran problema
contemporáneo de la justicia radica en este doble acceso (y a menudo sólo
en el primero, condición del segundo); si no lo hay, naufragan el derecho y
la justicia. Es por eso que Mauro Cappelletti sostiene, con razón, que el
acceso a la justicia es “...el más fundamental de todos los derechos”.40
Relaciónese esta afirmación con el perfil que Bobbio encuentra en el
llamado Estado de derecho: calificamos de esta manera a los Estados “...en
que funciona regularmente un sistema de garantías de los derechos
humanos”. Y vincúlese estas expectativas con el establecimiento y la

1 “Presente y porvenir de los derechos humanos”, Anuario de Derechos Humanos 1981, Madrid,

Universidad Complutense, Facultad de Derecho, Instituto de Derechos Humanos, 1982, p. 24.

2 La Convención Americana: teoría y jurisprudencia. Vida, integridad personal, libertad personal, debido

proceso y recurso judicial, San José, Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Centro de Derechos

Humanos, 2003, p. 267.


operación del debido proceso, “...piedra angular del sistema de protección
de los derechos humanos; es, por excelencia refiere Cecilia Medina, la
garantía de todos los derechos humanos y un requisito sine qua non para la
existencia del Estado de derecho”. Cuando Pedro Bertolino estudia el
derecho a recibir justicia y se refiere al derecho al proceso y a la
jurisdicción, entendido como derecho humano, sostiene enfáticamente que
no se trata de cualquier acceso a los tribunales, sino viene al caso la
“...efectiva vigencia de las funciones democráticas del Estado de derecho…
en cuanto éste no sólo ‘debe’ al ciudadano un proceso penal, sino que
asimismo ese ‘debitum’ incluye el ser tramitado dicho proceso con todas las
garantías”.3

 DERECHO A LA DIGNIDAD.
La noción de dignidad humana, tal como la conocemos hoy, es
relativamente reciente: sobre la base del pensamiento kantiano, adquiere
su actual entidad alrededor de mediados del siglo XX, a tono con los
cambios históricos, ideológicos e incluso teóricos producidos tras la
Segunda Gran Guerra. No obstante parecer hoy una verdad evidente, la
vinculación entre la dignidad, derechos humanos, orden político y
constitucionalismo solo desde la segunda mitad del siglo pasado ha sido
señalada de manera expresa, pues ni el constitucionalismo inicial (del s.
XVIII) ni las primeras declaraciones de derechos apela ron a esta noción si
bien se asume que la carga moral de esta en realidad habría existido
siempre, y en este sentido “las condiciones históricas cambiantes
simplemente nos han hecho conscientes de algo que ya estaba ínsito
desde el inicio en los derechos humanos.

3 La Convención Americana: teoría y jurisprudencia. Vida, integridad personal, libertad personal, debido

proceso y recurso judicial, San José, Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Centro de Derechos Humanos,

2003, p. 267.
Entre las diversas formas de entender los principios, a efectos de este
comentario, señalamos que estas son normas de carácter objetivo y
general a diferencia de los derechos, que son subjetivos y específicos, que
plantean deberes para el Estado o la sociedad y, en tal sentido, compulsan
y limitan la actividad legislativa, irradian sus mandatos a todo el
ordenamiento jurídico, guían la actividad interpretativa, y generan deberes o
límites páralos particulares y sus actividades. En el caso de la dignidad
humana, efectivamente, existen obligaciones que de manera general y
objetiva se dirigen a la comunidad política (Estado, sociedad y particulares).
Proteger y respetar son dos obligaciones clásicas del Estado con respecto
a los derechos humanos. Si bien algunos ordenamientos como el alemán
prescriben expresamente tales obligaciones de protección y respeto a la
dignidad humana, estos mandatos pueden deducirse sin problema de lo
señalado en el artículo 1 de nuestra Constitución, entendiendo a la dignidad
como mínimo de consideración o respeto que merece toda persona (en tal
sentido, se proscriben tratos degradantes, situaciones indignantes,
humillaciones) o como mandato de no instrumentalización (así, nadie puede
ser tratado como mero medio u objeto). A efectos prácticos, lo indicado
implica que el poder público (al legislar, gobernar, administrar, impartir
justicia, etc.) y la sociedad (ciudadanos, poderes privados, sociedad civil
organizada) no pueden lesionar ni poner en riesgo la dignidad de las
personas (obligación de respetar); además, deben hacer lo propio para
defender la dignidad frente a dañoso amenazas, y para revertir las
afectaciones ocurridas (obligación de proteger).

 DERECHO A LA INTEGRIDAD
El derecho a la integridad personal El derecho a la integridad personal en el
ámbito internacional. Los atentados sexuales contra niñas, niños y
adolescentes configuran violaciones del derecho a la integridad personal,
consagrado en los siguientes instrumentos jurídicos internacionales: •
Convención Americana sobre Derechos Humanos. Artículo 5. 1. Toda
persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y
moral. • Convención sobre los Derechos del Niño que prescribe la
obligación de garantizar la integridad de las personas menores de 18 años,
haciendo expresa mención a su protección frente al abuso sexual de
terceros: 45 La justicia penal ante casos de violencia sexual contra niñas,
niños y adolescentes Artículo 19. 1. Los Estados Partes adoptarán todas las
medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para
proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental,
descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso
sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo
[…].

El derecho a la integridad en la manera como se encuentra enunciado, ha


sido enfocado desde tres perspectivas diferentes; la de carácter moral, la
psíquica y la física. En cualquiera de las mismas se nos presenta como un
típico atributo de exclusión, es decir, como un derecho que proscribe o
prohíbe injerencias arbitrarias sobre la integridad, sea que estas provengan
del Estado, de cualquier grupo humano o de algún individuo en particular.
Correlato del mensaje descrito y de los contenidos que supone, la misma
norma fundamental establece en el inciso 24-h) del mismo Artículo 2º que
“Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a
tortura o a tratos inhumanos o humillantes” agregándose además que
“Cualquiera puede pedir de inmediato el examen médico de la persona
agraviada o de aquella imposibilitada de recurrir por si misma a la
autoridad” y que “Carecen de valor las declaraciones obtenidas por la
violencia.

EL DERECHO A SER OÍDO.


El menor tiene derecho a ser oído, tanto en el ámbito familiar como en
cualquier procedimiento administrativo o judicial en que esté directamente
implicado y que conduzca a una decisión que afecte a su esfera personal,
familiar o social.
En los procedimientos judiciales, las comparecencias del menor se
realizarán de forma adecuada a su situación y al desarrollo evolutivo de
éste, cuidando de preservar su intimidad.
Se garantizará que el menor pueda ejercitar este derecho por sí mismo o a
través de la persona que designe para que le represente, cuando tenga
suficiente juicio.
No obstante, cuando ello no sea posible o no convenga al interés del
menor, podrá conocerse su opinión por medio de sus representantes
legales, siempre que no sean parte interesada ni tengan intereses
contrapuestos a los del menor, o a través de otras personas que por su
profesión o relación de especial confianza con él puedan transmitirla
objetivamente.
Vemos, pues, que nuestro Legislador reproduce en este precepto los
derechos del menor recogidos en la normativa internacional antes
mencionada y que por sí sola ya formaba parte de nuestro Derecho interno
en lo que ha sido ratificada por Perú. Por su parte, el Código de los Niños y
Adolescentes recoge el derecho de los hijos menores a ser oídos de
manera poco afortunada por su falta de sistemática, en diversos preceptos,
sin que se incorporara a aquélla la regulación de los procesos
matrimoniales y de determinación del procedimiento a seguir en las causas
de nulidad, separación y divorcio. Dicha ley, en lo que se refiere al derecho
de audiencia de los hijos, solamente hace referencia al mismo, y de manera
puntual, en los casos de tenencia; sin embargo, hubiera sido más acertado
incluir la obligación de oír a los hijos con carácter general para todos los
procesos matrimoniales junto a la regulación de la intervención del
Ministerio Público.
EL DERECHO A ESTAR INFORMADO.
Es éste un derecho que inexplicablemente ha quedado relegado a un
segundo plano detrás del de audiencia, en el que parece haber quedado
integrado a la vista de lo que establece nuestra legislación nacional e
internacional. Así, la Convención de NU sobre los Derechos del Niño de
1989, en su artículo 12, alude expresamente al derecho del menor a ser
oído en relación con todas aquellas cuestiones que le afecten. Sin
embargo, no se hace mención alguna de manera expresa de otro derecho
que necesariamente ha de asistir al menor que debe ser oído: el derecho a
estar plenamente informado -en la medida que las circunstancias concretas
del menor lo permitan- de todas aquellas cuestiones que le conciernan y
sobre las que se va a tomar una decisión que le vaya a afectar directa o
indirectamente.
Efectivamente, el derecho de los hijos menores o incapacitados a ser oídos
antes de adoptar cualquier medida judicial que les afecte tiene su
fundamento último en que puedan expresar su opinión personal acerca de
las cuestiones que les afecten directa o indirectamente y que se estén
debatiendo ante un órgano judicial. No obstante, estas circunstancias no
garantizan por sí solas la efectividad del derecho de audiencia. Será
necesario, además, que el menor o incapacitado legalmente apto para ser
oído disponga de elementos de juicio suficientes para poder formarse una
opinión sobre la parte del objeto del proceso que concierne a su esfera
jurídica y personal. Es decir: el menor o incapacitado solamente se hallará
en condiciones de formarse un juicio propio sobre la cuestión debatida que
le afecta si previamente se le ha proporcionado la información necesaria
para poder desarrollar una opinión personal e independiente. Por lo tanto, el
hecho de que el hijo menor o incapacitado haya sido debidamente
informado de su situación y expectativas dentro del proceso matrimonial
entre sus padres será un presupuesto necesario para que el derecho de
audiencia antes estudiado pueda hacerse efectivo con total garantía.
Bibliografía

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