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ARQUITECTURA SOCIAL EN LATINOAMERICA

Es una expresión polisémica muy utilizada en diversas ciencias sociales1 que


puede referirse a conceptos muy diferentes e incluso opuestos entre sí, pero
que siempre ponen en relación el concepto "arquitectura" con el concepto
"social".

 Especialmente, en las reflexiones humanísticas de muchos


arquitectos (Le Corbusier, Rafael Leoz), suele hacer referencia a
determinada forma de entender la responsabilidad social de la
arquitectura y los arquitectos.
Véase también: Arquitectura sostenible

 En geografía urbana y en urbanismo, implica la pretensión de


establecer una perspectiva global que debe insertar las obras
arquitectónicas junto con otras intervenciones en el espacio urbano,
atendiendo al contexto social.

 En construcción y política social de vivienda, "arquitectura social"


hace referencia a la protección pública, planificación, diseño y
construcción de viviendas sociales, destinadas a las clases sociales
bajas.

 La arquitectura societaria o arquitectura corporativa, hace referencia


al diseño y construcción de sedes y otros edificios de "sociedades" en el
sentido de "corporaciones" (empresas privadas, especialmente grandes
empresas, como las entidades financieras y las multinacionales).

 La arquitectura socialista o arquitectura comunista, son expresiones


que hacen referencia a la arquitectura realizada en los países del
denominado "socialismo realmente existente" o bloque del Este -
arquitectura estalinista.

La arquitectura social es básicamente la relación que existen entre las


personas de diversos grupos étnicos, religiosos, culturales y
socioeconómicos y como se relacionan en un todo, localizado en una región,
ciudad o país y sus relaciones con otros similares.
Para la Arquitectura existen dos divisiones sobre el mismo tema: En el
ámbito teórico donde el arquitecto reflexiona sobre la importancia de hacer
arquitectura y su impacto en una sociedad o época determinada (ejemplo Le
Corbusier). Y la práctica, donde se crean viviendas de interés social,
(promovidos por la política pública) generalmente considerado para zonas
medias y bajas, y que con la experiencia se ha demostrado tener en olvido
puntos básicos para el desarrollo del hombre (bajo presupuesto para su
creación), situación que a la larga incrementa los problemas sociales. En la
actualidad existe un gran interés por conocer, resolver y mitigar los
problemas sociales ocasionados por la mala planeación arquitectónica o
urbana del pasado y adecuarlo a las necesidades del presente/ futuro. La
diferencia es que en este momento de madurez se involucra a la sociedad
para avalar el proyecto, y que al realizarse esta intervención es cuidada por
la misma ciudadanía, por lo que son mejor aceptadas y resuelven realmente
el problema al largo plazo.

 ARQUITECTURA SOCIAL EN LATINOAMERICA

El término “arquitectura social” mezcla las ciencias sociales, ciencias


políticas y por su puesto la arquitectura en una misma. Esta rama permite
ofrecer soluciones a ciertos problemas que afectan a la comunidad por
medio de proyectos que dan como resultado una mejor calidad de vida o de
servicios.

Es importante incluir arquitectura social en las ciudades para que así se


desarrollen de forma sostenible. Esto se logra con el interés de gobiernos
que promuevan la creación de este tipo de iniciativas y con la participación
de profesionales que compartan sus conocimientos y habilidades para
generar ideas y diseños de transformación e impacto social.

A continuación, te presentamos 8 ejemplos de arquitectura social realizados


en los últimos cinco años en Latinoamérica.

1.- Hospital paramétrico en Puyo, Ecuador.


Este hospital fue diseñado por el equipo PMMT en 2012, buscando dar
solución a una de las principales problemáticas de la ciudad de Puyo: la falta
de infraestructura sanitaria.

Para la construcción del edificio se creó un proyecto modular con un alto


grado de prefabricación y construcción en seco, basado en técnicas y
materiales locales para adaptarlo a la región, logrando así reducir el tiempo
de construcción a un tercio de lo regular.
Hospital paramétrico

2.- Vivienda rural FNH en Gultro, Rancagua y O’Higgins, Chile.


Las viviendas FNH realizadas en 2011 por Mauricio Lama Kuncar fueron un
encargo de Fundación Nuestros Hijos, dedicada a ayudar a niños con cáncer
de familias de escasos recursos. Se solicitó el diseño de casas para albergar
a familias de zonas rurales que habían perdido sus propias viviendas en el
terremoto de 2010.

El espacio de las casas de consideró de 3 a 5 habitantes sin exceder los 50


metros cuadrados. Además, la salud de los niños exigía que la casa fuera
cómoda y funcional en temas de temperatura, luz y ventilación, siendo ellos
mismos los que determinaban el color de su casa, influyendo con esto en su
proceso de recuperación.

FNH
3.- Residencial Corruíras en Sao Paulo, Brasil.
Esta construcción realizada por Marcos Boldarini en 2013 tenía el objetivo
de facilitar el reasentamiento de los residentes de la favela Minas Gerais, ya
que fue retirada. El terreno permitió la construcción de 244 unidades con
espacios complementarios como salones comunales, patios y lugares de
descanso que permiten actividades recreativas reforzando el espacio como
un lugar de sano intercambio.

Residencial corruiras

4.- La última esperanza en Cabuyal, Ecuador.


En 2013 Al Borde construyó la primera escuela de Cabuyal, una comunidad
de pescadores y agricultores apartada de la provincia de Manabi. La
mayoría de los habitantes de esta región era analfabeta, por tal motivo se
llevó a cabo este proyecto. Posteriormente, el estudio se dio cuenta que
muchos habitantes habían trasladado la solución arquitectónica de la
escuela a sus propias casas, por lo que desarrollaron el proyecto adicional
de una escuela de arquitectura que ofreciera las herramientas a los
pobladores para poder construir ello mismos.
Nueva esperanza

5.- Nave Tierra en Ushuaia, Argentina.


El arquitecto Michael Reynolds busca impulsar la construcción experimental
y eco-consciente en el mundo. Debido a esto, diseñó Earth Ships o Naves
Tierra, casas fabricadas con elementos reciclados que funcionan de manera
sustentable. En 2014 construyó en argentina la primera vivienda
autosustentable de Latinoamérica.
El proyecto fue construido por 60 personas, utilizando neumáticos, latas de
aluminio y botellas de plástico y de vidrio. La casa tiene la capacidad de
calentarse y refrigerarse a través de energía eólica y solar, de reutilizar el
agua de la lluvia y de reciclar sus propios residuos.

Nave tierra

6.- Plan Selva en Perú.


En 2015 el Ministerio de Educación de Perú (MINEDU) puso en marcha el
Plan Selva, que consistió en la rehabilitación de mil colegios de la selva
peruana por medio de un sistema prefabricado modular de fácil instalación
que hace frente a los retos en la selva como son las distancias, la movilidad
y la
falta de
comunicación. Las obras incluyen la implementación de salones para
alumnos y maestros, mediateca, sala de usos múltiples, comedor, mobiliario
y equipamiento.

Plan selva

7.- Parque educativo en Vigía del Fuerte, Colombia.


El municipio de Vigía del Fuerte sufría la falta de accesibilidad, fuertes
condiciones climáticas y delincuencia. Los arquitectos Mauricio Valencia,
Diana Herrera, Lucas Serna y Farhid Maya aprovecharon la vegetación y
biodiversidad de la zona para diseñar un espacio de encuentro con aulas,
plaza y campo deportivo. En 2014 se inauguró el primero de 80 parques en
el municipio; además ese mismo año el proyecto fue merecedor del Premio
en la Bienal Colombiana de Arquitectura.

Parque educativo

8.- Minga Valpo en Valparaíso, Chile.


Después de un gran incendio en Valparaíso en 2014, más de tres mil
familias perdieron sus hogares. Ante esta situación un grupo de arquitectos,
ingenieros y educadores reconstruyeron la zona empleando mano de obra
voluntaria en conjunto con las familias afectadas. El proyecto de
arquitectura sostenible se basó en la eficiencia energética y el reciclaje de

materiales.

Minga Valpo

9. Vivienda en Villa Verde (2013), de Alejandro Aravena


Constitución, Chile

Proyecto para reubicar a familias de Constitución que se habían visto


afectadas por el terremoto y tsunami del 2010 y para trabajadores locales
de una empresa forestal. Un aproximado de 500 viviendas fueron diseñadas
bajo un mismo plan: en lugar de entregar un edificio pequeño ya terminado,
el estudio creó un terreno de 57 m² que puede crecer, en algunos casos
hacia arriba y en otros hacia los lados, hasta 85 m². Esta tipología ha
revolucionado a la vivienda social y le ha merecido el último Premio Pritzker
al arquitecto chileno Alejandro Aravena, director del estudio Elemental junto
a Gonzalo Arteaga, Victor Oddó, Juan Cerda y Diego Torres. Las casas
incrementales, como lo son las de Villa Verde, permiten que el propietario
pueda ampliar su hogar de manera fácil y eficiente, en la medida que sus
posibilidades económicas se lo permitan. La tipología también fue aplicada
en otro de los proyectos más destacados de Aravena: Quinta Monroy
(Iquique, 2005).

10. Escuela en Chuquibambilla (2014), de AMA + Bosch Arquitectos


Chuquibambilla, Perú

La comunidad nativa de Chuquibambilla, en la Selva Alta peruana, mantiene


su cultura ancestral y forma de vida: se dedica a la agricultura, la caza y la
pesca. A pesar de estar en una zona cafetalera importante, la comunidad no
cuenta con electricidad, agua potable, ni sistema de desagüe. Tiene una
población infantil de 250 niños cuya educación se ve afectada por la falta de
infraestructura y las malas condiciones: deben recorrer largas distancias o
simplemente no tienen acceso a educación.

El proyecto de AMA + Bosch Arquitectos no es sólo una propuesta basada


en la buena infraestructura: la escuela en Chuquibambilla busca ser “un
lugar de desarrollo e intercambio para toda la comunidad, siempre vivo,
donde padres, alumnos y profesores puedan encontrarse, estudiar y
recrearse”. En su planteamiento se respetaron las costumbres de la
comunidad, haciéndola partícipe del proceso. El proyecto obtuvo el Segundo
Premio Internacional de la Bienal de Arquitectura de Quito, en la categoría

de Hábitat Social y Desarrollo.

LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL ARQUITECTO


En nuestra realidad de dificultades económicas, hoy ya no deberíamos
hablar de “patrimonio cultural” sino de “patrimonio construido” pues todo
aquello que hemos recibido como herencia y tiene potencialidad de vida útil,
debe ser utilizado por su valor económico y social para resolver los
problemas de demanda y escasez de vivienda y equipamientos
comunitarios.
Es una arquitectura coherente con lo que se ha llamado “el diseño pobre” y
que implica una profunda conversión de la sociedad hacia un cambio que
potencie otros valores que los del consumismo imperioso. Es la que se
apoya en los vínculos de solidaridad, que reconoce en la calidad de vida un
objetivo esencial de la arquitectura, que identifica el bienestar con las
necesidades básicas, es decir: una sociedad que se sustente en el ser antes
que en el tener.
Un programa bajo esta óptica implica recuperar la arquitectura no obsoleta,
racionalizar los gastos e inversiones, buscar modos creativos de producción
de arquitectura y ciudad que son también desafíos compartidos por
diseñadores de todo el continente. Aquí el 13 patrimonio arquitectónico
toma la adecuada dimensión social y económica que se suma a la cultural a
través de procesos de re funcionalización y rehabilitación edilicia.
Buena parte de las mejores obras realizadas en estos últimos años en el
continente son operaciones de refuncionalización y rehabilitación tales
como el Centro Quintana (Porto Alegre. Flavio Kieffer), Chilectra (Valparaíso.
Salvador Amenábar), la Fábrica Pompeia (San Pablo. Lina Bo Bardi), el
Mercado Modelo (Salvador. Paulo de Azevedo), la Fundación Pérez Pallares
(Quito. Fabián Espinoza), el Centro Villanueva (Medellín. Laureano Forero), el
Museo Franz Mayer (México. SEDUE), el Centro Estación Mapocho (Santiago
de Chile, Montserrat Palmer y otros) y la Usina del Gasómetro y el Mercado
(Porto Alegre. Prefectura) Podemos como contrapartida, señalar también
múltiples “reciclajes” consumistas de “shopping center” o “Centros
Culturales” donde la frivolidad de los diseñadores ha destruido espacios de
valor patrimonial sin atender a los elementos estructurales de la tipología.

ALEJANDRO ARAVENA, EL CRUZADO DE LA ARQUITECTURA


SOCIAL
En entrevista con la Revista Obras el año pasado, el ganador del Pritzker
2016 dice que para una familia, la vivienda debe ser la oportunidad de
abandonar la pobreza.

El ganador del Premio Pritzker 2016, Alejandro Aravena, es un referente


cuando se trata de la arquitectura escalable, dirigida a dar calidad de vida a
grupos marginales a bajo costo.

Entre sus objetivos profesionales está el de transformar los asentamientos


habitacionales informales, las llamadas favelas, villas miseria o ciudades
perdidas en lugares más habitables: "Se trata de convertir las necesidades
sociales en ideas que se puedan llevar a la práctica", dice el arquitecto
chileno a la Revista Obras en su edición de mayo 2015.

Nacido en el seno de una familia de clase media, hijo de profesores, durante


el proceso para ingresar a la Universidad Católica de Chile obtuvo la
matrícula de honor y con ella una beca de 50 por ciento. Aravena suele
referir la anécdota de que inscribió como carreras opcionales la danza y la
flauta, porque "si no era arquitectura no era nada", recuerda.

Su contexto familiar y económico, sumado al de la dictadura, lo formaron en


la escasez, así lo ha declarado en diversas ocasiones. En congruencia, ha
dicho que su preocupación "es la vida diaria de las personas que lo tienen
difícil".
Pero Aravena, quien desde hace una década ya era visto como un
revolucionario entre los arquitectos de su generación, no renuncia a la
rentabilidad de la vivienda social, pues las personas deben tener un soporte
"para hacer las cosas".

Su trayectoria
Pero además de la vivienda social, este
1992. Obtiene el título de arquitecto ha recorrido un camino en otros
Arquitecto por la Universidad sectores. Como proyectista es autor de obras
Católica de Chile. públicas y privadas, como la Escuela
de Arquitectura (2004) y las llamadas Torres
Siamesas (2005), ambas de la Universidad
1992-1993. Realiza estudios Católica de Chile; del edificio deresidencias de
independientes en Teoría de la Universidad St. Edward’s, en Austin, Texas,
Arquitectura en el Instituto EU, (2008); de edificios corporativos para
Universitario de Arquitectura Novartis, en Shanghái, China (2011); del
de Venecia, Italia. Children Workshop de Vitra, en Zúrich, Suiza
(2009). Y de obras como el Mirador Las
Cruces, en Jalisco, México (2010).
2001. Funda Elemental,
estudio enfocado en ofrecer En medio de esos proyectos nace su interés
soluciones de vivienda, por lo social. Mientras era profesor en Harvard
espacio público, transporte (2000-2005), "en un ambiente de alta
e infraestructura. exigencia", se preguntó: "¿Qué podía aportar
yo en ese contexto?".

2002. Es miembro del David


Rockefeller Center for Latin
American Studies Harvad Para
Unversity. Aravena
hacerse

2008. Recibe el León de


Plata
en la XI Bienal de Venecia.

2010. Se convierte en jurado


del Premio Pritzker. Y es
nombrado International
Fellow por el RIBA.

preguntas es clave, pero advierte


que no hay nada más malo que
contestar bien una mala pregunta. Pensó entonces que "las reflexiones
sobre diseño y construcción en condiciones de escasez eran un rubro poco
estudiado".

Pensar en el futuro

"La vivienda social es aquella cuyo costo tiene que ser principalmente
absorbido por el Estado, dada la incapacidad del ahorro familiar para pagar
por esa vivienda", concibe el arquitecto. Por ello, explica que el modelo que
se busca es "una vivienda a la altura de lo que una familia de clase media
es capaz de sustentar".

El arquitecto reconoce que los parámetros dependen del contexto donde se


generan. Refiere que en términos generales el estándar europeo es de 80
metros cuadrados por familia, y en América Latina, a causa de la falta de
recursos de los Estados para subsidios, se reduce a 30 o 40 metros
cuadrados.

"Nuestra solución no es construir una casa completa con la mitad de los


recursos, lo cual generaría una vivienda de baja calidad, sino construir sólo
la mitad de una casa buena y permitir que la familia construya el resto a lo
largo del tiempo", señala.

Cuando Aravena le preguntó a los beneficiarios de los créditos


habitacionales qué tipo de vivienda querían, la respuesta unánime fue: una
casa individual y familiar, según el modelo clásico.

Así comenzó el desarrollo de sus ideas en economías precarias. En 2001 las


llevó a la práctica cuando el gobierno de Chile le pidió recuperar un barrio
de asentamientos irregulares llamado Quinta Monroy, en la ciudad de
Iquique.

"El desafío fue utilizar las mismas condiciones que ofrece el Estado, con
todas sus limitantes, para construir un tipo de vivienda de mayor calidad y
que se valorizara con el tiempo", cuenta Aravena, quien tuvo un
presupuesto de 7,500 dólares
para cada una de las 100
familias.

Su respuesta fue un concepto


de vivienda social basado en
construir sólo lo esencial y
dejar 'abierto' el espacio para
que cada familia creciera a su manera; "son una especie de casas verticales
que aprovechan mejor el espacio y que sus habitantes terminan de construir
según sus recursos", explica.

Además, tienen la capacidad de incorporar las necesidades y los rasgos


culturales de cada comunidad. Esa experiencia se ha replicado con
variantes en al menos 15 comunidades de su país y es modelo de
reconstrucción urbana en desastres.

También ha llegado a otras naciones, como México: Santa Catarina,


Monterrey, Nuevo León. "Aunque en México se contó con más recursos de
los que disponemos en Chile, para cada casa había 50,000 dólares y
teníamos la infraestructura para realizar lo difícil, lo que permitió una
propuesta de mejor nivel”, acota.

Un problema social

Aravena se refiere al proceso de migración en todo el mundo: "Va a estar


presente, ya sea que el Estado quiera intervenir o no", por lo que se van a
construir viviendas precarias en lugares no deseados, entonces
"necesitamos que la vivienda social sea para una familia la oportunidad de
abandonar la pobreza".

Para el chileno, la localización es lo que más influye: "Es necesario que la


vivienda social se ubique en un buen lugar". Otra solución es hacer lo más
costoso de la construcción al principio, como las instalaciones básicas y la
estructura, y "dejar lo demás pendiente para que la propia familia lo vaya
resolviendo".

Paradójicamente este arquitecto preocupado por la vivienda, y casado con


una arquitecta brasileña, no tiene una casa propia, pues asegura preferir la
comodidad de una vivienda cerca de su lugar de trabajo, e invertir el tiempo
de traslados en escuchar una canción o en minutos de bicicleta. Eso es
calidad de vida, dice.

De ahí su concepción en torno a las urbes: "Las ciudades no son un conjunto


de casas, sino de oportunidades, por ello el diseño urbano debe enfocarse
en disponer esas oportunidades (tales como educación, salud y empleo)
para la mayor parte de los habitantes.

El desafío de Aravena y de su estudio Elemental, integrado por seis socios y


40 personas, es escalar su modelo de vivienda a ciudades completas. Su
primera experiencia fue un encargo oficial: una ciudad modelo en Calama,
donde surge la riqueza minera del cobre, el principal producto de
exportación de su país, y donde existe uno de los peores estándares en
calidad de vida.

Pero los retos de Aravena son muchos. Él es el único latinoamericano que ha


formado parte del jurado del Premio Pritzker. Le ha tocado votar para
otorgar el mayor galardón de su profesión a arquitectos como Peter
Zumthor (2009), Eduardo Souto de Moura (2011), Shigeru Ban (2014) e
incluso a Frei Otto (2015), éste último anunciado de forma póstuma en
marzo.

Con esos arquitectos comparte visio nes fundamentales, como la


construcción en condiciones precarias, el minimalismo y la atención a las
personas como el centro de la obra arquitectónica.

Los 5 básicos de Aravena para la vivienda social

1. Tener una buena ubicación.

2. Construir lo más costoso al principio: las instalaciones básicas y la


estructura.

3. Dejar espacio para que cada familia crezca su vivienda, según sus
recursos.

4. Ser lo más práctico posible, para hacer de la vivienda algo simple y


de bajo costo.

5. En cuanto a estética, aplicar la ley del mínimo esfuerzo. Recurrir a la


línea recta.

6. Pues lo estético es algo que se generará de forma espontánea.

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