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CORBANA S.A.
Abril, 2011
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1. RESUMEN EJECUTIVO
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Por otro lado, la segunda estrategia contempló la incorporación de los nematicidas al
suelo o su inyección al pseudotallo, el establecimiento de áreas buffer, la siembra de
coberturas en plantación y en canales de drenaje. Adicionalmente, con el objeto de darle
mayor sostenibilidad al sistema productivo, se implementó una labor de mejora integral
de la salud del suelo y de la raíz mediante la reducción en el 25% del uso de fertilizantes
sintéticos, la aplicación de enmiendas cálcicas, materia orgánica y la aplicación de
sustratos orgánicos altamente colonizados por microorganismos benéficos.
En el ámbito productivo se observó una mayor productividad bajo el sistema con BPA+;
sin embargo, debido a que este sistema para su establecimiento inicial requirió una
inversión mayor por concepto de mano de obra, el balance económico a corto plazo fue
únicamente positivo cuando las condiciones climatológicas permitieron en ambas fincas
un incremento significativo en la producción (meses de abril, mayo y junio). No
obstante, gracias al efecto conjunto de una mayor productividad y a un menor costo de
mantenimiento del sistema BPA+ debido a una mayor sostenibilidad del mismo, se
espera que en el mediano plazo (3-5 años), este sistema alcance una mayor
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sostenibilidad frente al sistema convencional y brinde además otros beneficios en el
ámbito ambiental y social.
Por otra parte, la labor de análisis de residuos de plaguicidas permitió determinar que la
presencia de estas sustancias en suelo y agua de la finca, así como en pulpa de fruta fue
baja, presentándose únicamente en 43 de las 264 muestras analizadas (16,3%). De este
total, 26 correspondieron a muestras de agua (9,8%), 11 a muestras de suelo (4,2%) y 6
a pulpa de banano (2,3%). En las parcelas con manejo convencional, se detectó un total
de 22 muestras con algún residuo de plaguicidas (8,3% del total), mientras que en las
parcelas con manejo BPA+ se detectó un total de 21 muestras (8,0% del total) con
residuos. Especialmente para los fungicidas, la concentración de residuos en agua de
canales de drenaje, fue significativamente menor a aplicar el programa BPA+. Este
resultado denota que las fincas bananeras implementan protocolos eficientes para evitar
problemas de contaminación con estas sustancias. Los plaguicidas que fueron
detectados con mayor frecuencia fueron los fungicidas que se utilizan para el combate
de la Sigatoka negra (epoxiconazole, tebuconazole), resultado que concuerda con el
mayor uso de estas sustancias en el cultivo (83,05% del total de i.a.). Cabe destacar
además, que el 100% de las muestras en las que fue detectada la presencia de algún
plaguicida, independientemente del sistema de manejo del cual fueron tomadas,
mostraron concentraciones inferiores a los Límites Máximos de Residuos (LMR) en
fruta y a los Límites Máximos de Concentración (LMC) en agua y suelo adoptados
internacionalmente. Esto combinado con un sistema con niveles de riesgo químico
calificados como triviales, define al sistema con BPA+ como un sistema seguro desde el
punto de vista ambiental y sanitario.
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Este resultado además de indicar una mayor adopción de las BPA por parte de las fincas
bananeras en Costa Rica, representa un paso en firme hacia la necesidad de hacer un uso
más comedido de los plaguicidas y hacia la protección de los recursos costeros y
marítimos.
2. ANTECEDENTES
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Para el año 2007, las exportaciones bananeras representaron un 2.2% del producto
interno bruto (PIB) y aportaron el 7% de los ingresos del país por concepto de ventas al
exterior. Los mercados del banano son principalmente la Unión Europea (49,9%) y los
Estados Unidos de América (45,6%). Otros países asiáticos asumen el restante 4,5% de
las exportaciones.
Los cultivares utilizados actualmente, son de muy alto potencial productivo, pero a la
vez, muy susceptibles al ataque de plagas y enfermedades. Entre estas, las que
actualmente se consideran las más importantes son los nemátodos (Radophulus similis,
principalmente) y la enfermedad denominada Sigatoka negra (causada por el hongo
Mycosphaerella fijiensis).
Debido al devastador efecto de estos y de otros patógenos que afectan al cultivo, se hace
necesaria la aplicación de defensivos químicos para lograr su control y lograr una
producción rentable (cuadro 1). Se señala que para el control de la Sigatoka negra se
aplican entre 45 y 52 ciclos de fungicidas al año; para el control de los nematodos, se
realizan de 3 a 4 aplicaciones anuales y para el control de “malas hierbas” entre 6 y 8
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aplicaciones anuales, respectivamente. Esto según lo reporta Bach (2007), ascendía a
49,29 kg i.a. ha-1 año-1.
Ditiocarbamatos, morfolinas,
Sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis triazoles, spiroketalaminas,
FUNGICIDAS
Morelet) aromáticos, benzimidazoles,
estrobirulinas, anilinopyrimidinas
*Los nematicidas que se utilizan para el control de Radopholus similis también tienen efecto sobre el picudo.
Si bien según estudios recientes realizados por la Comisión Ambiental Bananera (CAB),
el 98% de las fincas bananeras cuentan con alguna certificación en el ámbito de la
protección ambiental e implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (Rainforest
Alliance, GlobalGAP, ISO 14000), se ha detectado la presencia de plaguicidas de uso en
banano en cuerpos de agua y, aunque la norma que ha prevalecido cuando esto sucede
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es que las concentraciones detectadas son muy inferiores a los máximos permitidos
internacionalmente, la agroindustria bananera por medio de CORBANA, investiga
nuevas estrategias y productos para reducir el uso de plaguicidas y mitigar el riesgo de
que estas contaminen al ambiente.
Con el objetivo de crear conciencia e informar sobre las ventajas y beneficios que se
derivan de la implementación de BPA y a la vez demostrar que mediante estas es
posible hacer un uso más eficiente de los plaguicidas, fue ejecutado el proyecto
“Implementación de Buenas Prácticas Agrícolas para Reducir el Escurrimiento de
Plaguicidas en el Cultivo de Banano en la región Caribe Costarricense”.
El impacto que pueda tener el proyecto, así como la investigación que CORBANA
desarrolla, en gran medida va a depender de la efectividad en la que esta sea llevada a
los productores. Para asegurar que esta transferencia tecnológica sea implementada de
forma eficiente y extensiva, CORBANA dispone de un Departamento de Asistencia
Técnica conformado por especialistas entrenados para dicha labor.
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3. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN INICIAL: DIÁGNÓSTICOS DE LÍNEA
BASE.
Los resultados permitieron determinar que las fincas bananeras aplican una gran
variedad de BPA y además, que estas son aplicadas en altos porcentajes, tanto a la
siembra, como en cada una de las etapas de cultivo hasta llegar a la cosecha de la fruta.
Ejemplos de esto se observaron en el uso de vitroplantas en las renovaciones (94,5%),
aplicación de cal (89,1%), forqueo (94,5%), aplicación de materia orgánica (94,5%),
análisis químico (98,2%), embolse prematuro (90,9%), análisis nematológico (81,8%),
rotación de nematicidas (98,2%), análisis de sensibilidad a fungicidas (96,4%), deshoja
y cirugía (100,0%), uso de coberturas vegetales (87,3%), control de la erosión (94,5%),
mantenimiento de áreas de conservación (92,7%), análisis de plaguicidas en fruta
(92,7%) y programas de capacitación para uso seguro de plaguicidas (98,2%). El anexo
2 contiene los resultados de esta consulta de línea base.
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3.2. Diagnóstico de línea base sobre uso de plaguicidas en el cultivo del banano.
El cultivo del banano en la zona caribeña de Costa Rica, se desarrolla en dos regiones
con diferentes características edáficas, fisiográficas y climáticas: la región Este y la
región Oeste, separadas naturalmente por el Río Reventazón. Como es de suponer, estas
condiciones determinan en alguna medida, el patrón de ataque de plagas y de
enfermedades y por tanto, determinan los programas de atención fitosanitaria que hay
que implementar.
Los resultados indicaron que en la subregión Este se aplica en promedio 62,13 kg de i.a.
ha-1 año-1, mientras que en la región Oeste, se aplica en promedio 69,42 kg de i.a. ha-1
año-1 (figura 3). Esta diferencia de 7,29 kg de i.a. ha-1 año-1 en términos porcentuales es
del orden del 11,73% más que la subregión Este, para el período del estudio.
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Según tipo de plaguicida se determinó que en la subregión Este, el 82,56% (51,30 kg i.a.
ha¯1 año-1) de los plaguicidas aplicados durante los años evaluados, fueron fungicidas; el
14,12% (8,77 kg i.a. ha¯1 año-1) correspondió a nematicidas; el 3,16% (1,96 kg i.a. ha¯1
año-1) a herbicidas y el 0,21% (0,13 kg i.a. ha¯1 año-1), correspondió a insecticidas. Por
su parte, la subregión Oeste mostró con algunas ligeras variaciones, el mismo patrón de
uso de plaguicidas descrito para la subregión Este. En este caso los fungicidas
representaron el 83,84% (58,20 kg i.a. ha¯1 año-1); los nematicidas el 12,80% (8,88 kg
i.a. ha¯1 año-1); los herbicidas el 3,02% (2,09 kg i.a. ha¯1 año-1) y los insecticidas el
0,35% (0,24 kg i.a. ha¯1 año-1) (figura 3).
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Figura 4. Aplicación absoluta y porcentual de plaguicidas según su tipo. Datos
consolidados para ambas subregiones bananeras.
Por otro lado, con base en la información obtenida en este estudio, es posible comparar
la evolución que ha tenido el uso de plaguicidas en el cultivo del banano en los últimos
años. Algunas referencias señalan que entre inicios de los 80´s y mediados de los 90’s,
el uso de plaguicidas en el sector bananero fue estable alrededor de los 40 y 50 kg de
i.a.ha-1año-1. Por ejemplo, Von Düszeln (1988) señala que el uso de plaguicidas en
banano representaba el 35% de la importación nacional de plaguicidas para la época, es
decir, alrededor de 44,0 kg i.a.ha-1.
Más recientemente, Bravo et al, 2007, citado por Bach (2007), señala que las fincas
bananeras dedicadas a la exportación, consumen en promedio 49,29 kg de i.a.ha-1 año-1;
este mismo dato es señalado en el informe del Estado de la Nación 2007.
Finalmente, el dato más actualizado que se tiene fue dado a conocer en el congreso de
ACORBAT del año 2010 (Medellín, Colombia), en el cual se señaló extraoficialmente
que en Costa Rica se aplica en promedio de 69,0 kg de i.a.ha-1 año-1.
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Cuadro 2. Referencias sobre el uso de plaguicidas en el cultivo del banano.
Las fincas bananeras implementan una gran variedad de BPA, pues como se indicó, la
mayoría de las fincas están certificadas por normas relacionadas a la conservación del
ambiente y al cuidado de la salud de los trabajadores. Sin embargo, paralelamente a
estas, se han desarrollado otras prácticas específicas para diferentes objetivos, como son
mejora en la salud del suelo, el control de la erosión y hacer más eficiente y efectiva la
aplicación de los plaguicidas, fertilizantes y demás productos químicos que se utilizan.
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4.1. Características de las fincas participantes y las parcelas demostrativas
Según el sistema de zonas de vida de Holdridge (1979), esta región se clasifica como
bosque tropical húmedo y presenta una precipitación anual media de 3.172,6 mm, una
temperatura media de 25,2°C y una humedad relativa media de 91,2% (BANACLIMA,
promedios del período 2005-2010, estación meteorológica 28 millas). Esta zona de vida
se caracteriza por poseer dos temporadas de menor precipitación que van de marzo a
abril y de setiembre a octubre.
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Cariari, a una altitud de 22 msnm y su ubicación cartográfica es 10,41° de latitud norte
y 83,70° de longitud oeste. La finca se sitúa en la sub-región oeste y presenta
predominantemente suelos de origen volcánico, fertilidad media a baja y texturas
medias a livianas (franco-arcillo-limoso y franco arenoso).
Según el sistema de zonas de vida de Holdridge, 1979, esta región se clasifica como
bosque tropical húmedo, con una precipitación anual promedio de 4.136,9 mm, una
temperatura promedio de 25,6°C y una humedad relativa promedio de 85,1%
(BANACLIMA, promedios del período 2005-2010, estación meteorológica Las
Valquirias).
La finca tiene una superficie aproximada de 407 has, de las cuales 388 están dedicadas a
la producción de banano. El cultivar predominante es el Grand Naine, con una
producción media de 65 TM ha-1 año-1 (3.600 cajas ha-1 año-1). Este nivel productivo la
ubica dentro de las fincas bananeras más productivas a nivel nacional, siendo parte del
éxito, el manejo correcto de la fertilización y la aplicación de materia orgánica.
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4.1.3. Conformación y características de las parcelas demostrativas seleccionadas.
Para evitar la influencia del manejo global de la finca en la que se insertó cada parcela
BPA+ sobre las diferentes variables a monitorear, las mismas debieron contar con
independencia de aguas y seguir estrictamente el protocolo diseñado para su manejo
agronómico.
Para el caso de finca Balatana, el área destinada a BPA+ fue de 4,99 ha. y el área de
control con manejo convencional fue de 6,15. Por su parte, en finca San Pablo la
parcela con BPA+ tuvo un área de 5,30 ha. y la parcela con manejo convencional un
área de 5,00 ha.
Una vez definido el plan de manejo agronómico, se definieron los pilares que lo
sustentarían y que se señalan a continuación: a) La salud y calidad del suelo como ente
vivo; b) El manejo eficiente de plagas y enfermedades, por medio de un constante
monitoreo de las mismas y mediante la aplicación de prácticas preventivas que permitan
reducir el uso de plaguicidas; c) La implementación de estrategias que minimicen el
riesgo de que los plaguicidas se trasladen hacia cuerpos de agua, generando problemas
de contaminación. El cuadro 3 resume el plan de manejo establecido y define las
prácticas de validación que se implementaron.
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Cuadro 3. Actividades realizadas en las parcelas con Buenas Prácticas Agrícolas plus
(BPA+).
PROGRAMA DESCRIPCIÓN
Programa nutricional adecuado y balanceado, basado en las
necesidades del cultivo que incluye la aplicación enmiendas
Mejora integral en la Salud y cálcicas y materia orgánica (bocashi, gallinaza), uso de fuentes
Calidad del Suelo Bananero nitrogenadas no acidificantes, aplicación de suplementos
foliares en épocas de baja absorción radical, aplicación de
comunidades de microorganismos (lixiviados y biofermentos).
Verificación sistemática y frecuente de los índices
poblacionales, daño, incidencia y severidad provocado por
plagas y enfermedades. Esto se toma como base para definir la
aplicación de los plaguicidas y estrategias alternativas de
combate. La estrategia se enmarca dentro del sistema de
Manejo Integrado del Cultivo y del Manejo Integrado de
Sistema de monitoreo Plagas.
Evaluación constante de la condición de vigor y
productividad.
Monitoreo de presencia de plaguicidas en suelo (hasta 100 cm
de profundidad) , agua proveniente de canales de drenaje
secundarios y terciarios (aumento de nivel de agua en canal) y
fruta (pulpa).
Aplicación de plaguicidas con base en reportes fitosanitarios
Evaluación de la calidad de las Control y evaluación de la calidad de las aplicaciones de
aplicaciones plaguicidas, incluyendo muestro regular de la deriva
(fungicidas).
Labor integral e intensiva de saneo de tejido infectado por
Sigatoka negra (cirugía, deshoja, destronque); acordonamiento
de rastrojos y aplicación de agentes mineralizantes de la
Control de la Sigatoka negra
materia orgánica; eliminación de agua estancadas. No se
contemplan modificaciones en el programa de aplicación de
fungicidas.
Aplicación de enmiendas químicas, comunidades de
Control de nematodos
microorganismos y microorganismos nematófagos.
Embolse temprano, corbatas, desburille (eliminación de capas
Control de insectos
del pseudotallo), control biológico natural y aumentativo.
Deshierba mecánica manual y con motoguadaña, uso
Manejo de arvenses localizado de herbicidas, establecimiento de coberturas
vegetales y mantenimiento de coberturas naturales.
Implementación de estrategias que mejoran la eficacia de los
Mitigación del escurrimiento de productos (dosificación, rotación) y que evitan su
plaguicidas escurrimiento (forqueo, coberturas, pasto Vetiver, aráceas en
canales).
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4.2.3. Reducción propuesta en el uso de plaguicidas
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Adicionalmente, en las parcelas con BPA+ se contempló una reducción del 25% en el
uso de fertilizantes sintéticos, complementando la nutrición del cultivo con fuentes
orgánicas, con el consiguiente beneficio ambiental y económico asociado.
En finca San Pablo la cantidad de hongos fue superior en las parcelas con BPA+, con
respecto a las parcelas con manejo convencional; además, entre los muestreos de mayo
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de 2010 y febrero de 2011, se observó un crecimiento poblacional de estos
microorganismos en ambas parcelas, siendo esto más significativo en las parcelas con
BPA+.
En cuanto a las bacterias aerobias, contrariamente a lo sucedido con los hongos, estas
tendieron a aumentar su población en las parcelas convencionales el segundo muestreo
(febrero 2011). A pesar de ello, en ambas parcelas se encontraron poblaciones
adecuadas según los parámetros para suelo. Por otra parte, las bacterias anaerobias
relacionadas a sistemas mal aireados por compactación o por exceso de agua, mostraron
niveles inferiores en las parcelas con BPA+, independientemente del muestreo, lo cual
denota un efecto positivo del forqueo y de las coberturas vegetales vivas.
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brindar una mayor sostenibilidad y rentabilidad en el sistema, por lo que la plantación
requerirá menos insumos externos. El anexo 3 muestra los resultados de los análisis
microbiológicos realizados según sistema de manejo.
Según los resultados del monitoreo de variables de severidad de la Sigatoka negra que
fueron estudiadas, no fue posible encontrar diferencias significativas entre las parcelas
BPA+ y convencional en ninguna de las fincas, tanto en plantas a parición, como en
plantas de 11 y 9 semanas de parición.
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totales según muestreo y tipo de parcela. Este efecto es congruente con una mejor
condición de pH en el suelo en la parcela BPA+ y una mayor actividad de hongos,
bacterias aerobias y actinomicetes, muchos de ellos antagonistas a los nematodos (suelo
supresor).
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Figura. 7. Población promedio de nematodos totales encontrada según parcela.
Finca San Pablo.
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4.3.4.2. Finca Balatana
Al igual que se señaló para finca San Pablo, este efecto es congruente con una mejor
condición microbiológica lo que le permite al suelo poseer una mayor actividad de
hongos, bacterias aerobias y actinomicetes, muchos de ellos antagonistas a los
nematodos, razón por la cual se podría considerar que el suelo en la sección con BPA+,
es más supresor. Las figuras 9, 10 y 11 muestran gráficamente el comportamiento de R.
similis, nematodos totales y peso de raíz funcional, encontrado en promedio en las
muestras analizadas durante el período de monitoreo.
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Figura. 10. Población promedio de nematodos totales encontrada según parcela.
Finca Balatana.
Figura. 11. Promedio de raíces totales funcionales (gr) encontradas según parcela.
Finca Balatana.
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4.3.5. Monitoreo de insectos
Por otra parte, en las parcelas con BPA+ (cables 26 y 27), se encontró que para el
muestreo de enero del 2010, la cantidad de insectos encontrados se mantuvo por debajo
el umbral de acción; no obstante, se encontró que en el muestreo de enero del 2011, las
poblaciones de este insecto superaron el umbral de acción (promedio de captura de 7,66
picudos trampa-1 semana-1). Posiblemente una mayor captura y presencia de picudos en
la parcela con BPA+, pueda estar asociada a la presencia de coberturas naturales, ya que
el insecto que es de hábitos rastreos, encuentra en esa condición, un nicho más favorable
para su supervivencia y establecimiento. No se descarta tampoco un menor control de
adultos dado que se redujo el número de ciclos de nematicidas que también los controla.
La figura 12 muestra gráficamente los promedios de picudos capturados en ambas
parcelas.
Figura 12. Promedio de captura de picudos (C. sordidus) por trampa según tipo de
manejo. Finca San Pablo.
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Con respecto al Coeficiente de Infestación (C.I), se observó para las dos parcelas
niveles de infestación bajos, aunque menores para la parcela con BPA+, esto para el
muestreo de febrero del 2010; no obstante, se observa que en el muestreo realizado en
enero del 2011 hay una un daño mayor en las áreas convencionales en relación a las
áreas BPA+ (figura 13). No se observó una correspondencia clara entre la población
del insecto y el daño a la planta, lo cual pudo deberse a la distribución gregaria (no
generalizada) del insecto adulto o a que la población recién había migrado y no había
producido un daño apreciable.
La figura 14 muestra las capturas de picudos en finca Balatana durante la ejecución del
proyecto. Se observa que en en el muestreo de febrero del 2010 y de enero del 2011 en
las parcelas convencionales, el promedio de picudos capturados fue mayor respecto a
las capturas en las parcelas BPA+. Se encontró que la parcela BPA+ superó
ligeramente el umbral de acción establecido.
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Figura 14. Promedio de captura de picudos (C. sordidus) por trampa según tipo de
manejo. Finca Balatana.
Figura 15. Coeficiente de infestación (%) provocado por larvas del picudo (C.
sordidus) encontrado según tipo de manejo. Finca Balatana.
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4.3.5.2. Cochinilla del banano (finca San Pablo)
Se encontró que las parcelas BPA+ presentan una cantidad menor de cochinillas en el
pseudotallo, en comparación a las parcelas con manejo convencional. Este resultado
puede atribuirse a la implementación del desburrille de forma más frecuente y profunda,
dado que los muestreos realizados con anterioridad, habían mostrado niveles
importantes del insecto en el pseudotallo y en menor grado en el racimo. El tener
pseudotallos con menor cantidad de cochinillas, es una buena estrategia de control del
insecto, ya que existen menos opciones de que este se desplace a los racimos. La figura
16 muestra los resultados señalados.
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Figura 17. Promedio del porcentaje de racimos con presencia de cochinillas. Finca San
Pablo. Período enero de 2010 a marzo del 2011.
Por otra parte, se encontró que durante de todo el período de estudio, el número de
cochinillas en el racimo, siempre fue menor en las parcelas BPA+ en comparación con
la parcela con manejo convencional (figura 18). Este resultado señala la gran
efectividad del manejo preventivo aplicado en las parcelas BPA+ (desburille, el control
de malezas de porte alto y el embolse temprano).. No se omite la posible participación
de controladores biológicos establecidos en las coberturas (parasitoides y depredadores)
o aplicados (Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae y Paecilomyces lilacinus).
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4.3.5.3. Estudio de Entomofauna benéfica presente en arvenses.
Dentro del marco del proyecto se realizó un estudio prospectivo en fincas bananeras
para identificar las especies de insectos benéficos presentes y determinar el tipo de
asociación con las arvenses más frecuentes. El estudio comprendió 8 fincas bananeras
con manejo convencional y dos con manejo orgánico. Los resultados mostraron que
especies de arvenses reconocidas como malas hierbas en el cultivo, como Eleusine
indica y Wedelia sp, son atrayentes de insectos benéficos que tienen una función
regulatoria vital para mantener los niveles de insectos plagas por debajo de los niveles
de daño económico. Además el estudio mostró que otras especies más nobles como
Cyathula postrata, Geophyla macropoda y Clidemia sp, son importantes reservorios de
insectos benéficos.
Aunque tanto en las parcelas con BPA+ como en las parcelas con manejo convencional
se experimentó una pérdida en la diversidad de arvenses posiblemente como resultado
de condiciones ambientales desfavorables, esta situación fue más evidente en las
parcelas con BPA+, por lo que se puede deducir que definitivamente el uso de la
chapeadora mecánica afectó la diversidad de arvenses.
En este tipo de manejo entre el muestreo inicial (julio 2009) y el final (enero 2011),
desaparecieron 13 especies (Spermacoce aevis, Peperomia pellucida, Panicum
trichoides, Panicum sp, Mucuna pruriens, Leptochloa filiformis, Fleurya aestuans,
Eragrostis sp, Eleusine indica, Digitaria sp, Digitaria sanguinalis, Cissus sp y
Alternanthera brasiliana), pasando en mayo de 2009 de 21 especies a 8 especies en
febrero de 2011. Esto se vio reflejado en una mayor dominancia de especies como
Panicum zizanoides (24%), Geophila macropoda (35%), fomentada como cobertura,
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Cyperus sp (8%) y Commelina erecta (29%), entre ambos muestreos para la parcela con
BPA+.
En finca Balatana al igual que en finca San Pablo se experimentó una pérdida de
especies de arvenses, principalmente en las parcelas con manejo con BPA+. En este
caso inicialmente (julio 2009) se encontraban 18 especies, mientras que el muestreo
final (enero 2011), fueron encontradas 15. En las parcelas con manejo convencional se
perdió únicamente una especie de arvense iniciando en 14 especies y finalizando en 13,
lo cual refuerza la tesis de que el sistema de manejo empleado (chapia frente a
herbicidas), afecta la diversidad. Se observa como dato interesante que gracias a la labor
de siembra de oreja de ratón (Geophila macropoda), entre los muestreos inicial y final,
se logró un 27% más cobertura con esta planta.
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mayor profundidad (caso San pablo), acentuó más esta situación. El anexo 5 muestra
gráficamente los resultados señalados.
La reducción en el uso de plaguicidas en las parcelas con manejo con BPA+ en ambas
fincas, se debió a la eliminación total en el uso de herbicidas (100% de reducción) y a la
eliminación de un ciclo de nematicidas en los últimos doce meses (33% de reducción).
A su vez este resultado permitió cumplir a cabalidad con el estimado de reducción
propuesto inicialmente (cuadro 4).
Teniendo como base que en promedio en el cultivo del banano se aplican 64,89 kg ia ha-
1
año-1 (numeral punto 3.2.), en donde 53,9 kg ia ha-1 año-1 corresponde a fungicidas, 8,8
kg ia ha-1 año-1 a nematicidas, 2,0 kg ia ha-1 año-1 a herbicidas y 0,18 kg ia ha-1 año-1 a
insecticidas, se pudo calcular una reducción de 2,95 kg ia ha-1 año-1 de nematicidas y
2,01 kg ia ha-1 año-1 de herbicidas. Esto en conjunto dio como resultado una
reducción de total de 4,96 kg ia ha-1 año-1, lo cual representa el 7,6% del total
promedio que se utiliza en el cultivo del banano.
Por otro lado, si esta reducción se aplicara a toda el área de siembra de banano que
actualmente es de cerca de 43.000 has., la reducción total de ingrediente activo sería del
orden de los 210.700,0 kg ia ha-1 año-1., lo cual es muy significativo, tanto desde el
punto de vista ambiental y sanitario, como desde el punto de vista económico.
33
4.5. Monitoreo de plaguicidas
Por otra parte, según se observa en el cuadro 6, del total de muestras analizadas que
fueron 264, únicamente se detectó plaguicidas en 43 de ellas (16,3%).. De este total de
muestras con detección de plaguicidas, 26 (9,8%) correspondieron a muestras de agua,
11 (4,2%) a muestras de suelo y 6 (2,3%) a muestras de fruta. Según el sistema de
manejo del cultivo, se observó un total de 21 (8,0%) muestras con presencia de
plaguicidas en las parcelas con BPA, mientras que en las parcelas con manejo
convencional se observó 22 (8,3%) muestras. Este escaso margen de 0,3% entre los
porcentajes de detección de plaguicidas entre los sistemas de producción implementados
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hace inferir que el sistema de manejo y aplicación de estas sustancias en ambas fincas
fue efectivo para evitar la contaminación del ambiente y el deterioro de la salud de los
trabajadores bananeros (cuadro 6).
Por otro lado, los nematicidas granulados como el terbufos y el cadusafos, fueron
detectados principalmente en el suelo en 6 y 2 oportunidades respectivamente,
representando esto el 10,7 y el 3,6% del total de detecciones. De los dos nematicidas
encontrados, llama la atención el caso del cadusafos, ya que su uso en banano no se
permitió a partir del año 2009, por lo que no fue aplicado en ninguna de las dos fincas
participantes del proyecto.
35
El hecho de que se presentara una gran similitud en cuanto a la detección de los
diferentes tipos de plaguicidas en ambos sistemas de producción (BPA+ y
convencional), fue quizás la razón de no haber encontrado tampoco diferencias a nivel
de analito.
El cuadro 8 muestra que los fungicidas fueron los plaguicidas mayormente detectados,
lo cual sucedió en 39 ocasiones, es decir, en el 69,6% del total de detecciones; en
segundo lugar con 9 detecciones (16,1% del total) se ubicaron los insecticidas y en
tercer lugar con 8 detecciones (14,3%), los nematicidas.
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Cuadro 8. Detección de plaguicidas según su tipo.
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Figura 19. Concentración promedio de fungicidas, nematicidas e insecticidas encontrada
en muestras de agua, suelo y fruta según sistema de manejo de banano.
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Los resultados expuestos en cuanto a la presencia de plaguicidas en muestras de agua,
suelo y fruta, señalan dos situaciones importantes: a) que debido a que la gran mayoría
de las muestras no presentaron plaguicidas y que cuando esto sucedió, las
concentraciones detectadas fueron menores que los límites máximos adoptados
internacionalmente, se puede decir que indiferentemente del sistema de manejo
utilizado (BPA o BPA+), en el cultivo del banano los plaguicidas son aplicados de
manera eficiente, siguiendo los protocolos necesarios para evitar problemas de
contaminación ambiental; b) que si bien no hubo diferencias significativas en la
cantidad de muestras con detección de algún plaguicida, entre los dos sistemas de
producción estudiados, sí fue posible observar diferencias en las concentraciones de
algunos plaguicidas, principalmente fungicidas, lo cual indica un efecto positivo de las
estrategias de mitigación establecidas (cobertura en plantación y canales de drenaje,
incorporación mediante forqueo, reducción de ciclos de aplicación).
Para realizar este ejercicio se utilizaron dos parámetros: el Límite Máximo de Residuos
(LMR), el cual señala la concentración máxima de determinado plaguicida en un
producto, en este caso, en la pulpa de banano; y el Límite Máximo de Concentración
(LMC), el cual señala cual es la concentración máxima de determinado plaguicida en el
suelo y en el agua. El LMR se expresa en mg/kg (partes por millón o ppm), mientras
que el LMC se expresa en µg/L o kg (partes por billón).
39
Las bases de datos consultadas para obtener los límites máximos permitidos fueron: absi
(gobierno Suddafricano), FAS online Pesticide MRL Database (USDA), NOOA
Screening Quick Reference Tables (SQUIRTS) (EPA); PAN Pesticides Database-
Chemicals y National Recommended Water Quality criteria (EPA).
Para el caso de la bifentrina que es un insecticida que se impregna en las bolsas que
cubren al racimo, se establece que su LMR en banano debe ser de 0, 01 mg/kg (España)
y de 0,1 mg/kg en los Estados Unidos de América y la Unión Europea (según base absi).
Dado que esta sustancia fue detectada en una muestra de fruta proveniente de las
parcelas con manejo convencional a una concentración de 0,00092 mg/kg, se el LMR
es respectivamente 10,9 y 108,7 veces mayor que las concentración detectada
(figura 20).
Para el caso del thiabendazole se establece que su LMR en banano debe ser de 0,4
mg/kg (Canadá), de 3,0 mg/kg (Estados Unidos de América) y de 5,0 mg/kg (Unión
Europea) (según base FAS-USDA). Dado que esta sustancia fue detectada en cuatro
muestras (dos en parcelas sometidas al manejo BPA+ y dos bajo el sistema
convencional) observándose un rango de concentración entre 0,00031 mg/kg y 0,00063
mg/kg, se establece que los LMR señalados para Canadá son respectivamente 635
veces mayores que el rango de concentración detectado; asimismo, que el LMR
adoptado en los Estados Unidos es 4762 veces mayor para dicho rango de
concentración detectado y que los LMR para la Unión Europea, son 7936 veces
mayores que el rango detectado (cuadro 9).
Para el caso del mancozeb se establece que su LMR en pulpa de banano debe ser de 2,0
mg/kg según el CODEX y la Unión Europea (según base FAS-USDA). Dado que esta
sustancia fue detectada en una única muestra proveniente de muestras de fruta de las
parcelas con manejo convencional a una concentración de 1,099 mg/kg, se establece que
el LMR es 1,8 veces mayor que la concentración detectada en pulpa de banano.
(cuadro 9).
Para el caso del clorpirifos que al igual que la bifentrina es un insecticida que se utiliza
en banano impregnado en las fundas que cubren al racimo, la EPA establece que el
40
LMC para causar toxicidad aguda en organismos acuáticos presentes en agua dulce es
de 0,083 μg/L. Dado que esta sustancia fue detectada en dos muestras de agua
provenientes de las parcelas con BPA+ observándose un rango de concentración entre
0,0459 μg/L y 0,0631 μg/L, se establece que el LMC es entre 1,3 y 1,8 veces mayor
que el rango de concentración encontrada (cuadro 9).
Para el caso del endosulfan α y endosulfan β, que son insómeros del insecticida del
mismo nombre, el cual desde hace ya varios años se dejó de usar en banano, pero que
pese a ello fue detectado a 40cm de profundidad en el perfil del suelo, se establece que
en los Estados Unidos de América su LMC debe ser de 119 μg/kg (según NOAA-EPA).
Dado que esta sustancia fue detectada en dos muestras de suelo provenientes de parcelas
con manejo BPA+ observándose para el isómero β una concentración de 0,0284 μg/kg y
para el isómero α una concentración de 0,1414 μg/kg se establece que dicha
concentración es respectivamente 4190 y 842 veces inferior al LMC de los Estados
Unidos (cuadro 9). En las bases de datos consultadas no se encontraron registros de
LMC en el suelo para terbufos, cadusafos y clorpirifos.
41
Cuadro 9. Magnitud de los Límites Máximos de Residuos (LMR) y Límites Máximos
de Concentración (LMC) adoptados internacionalmente, respecto a la concentración
máxima de los diferentes plaguicidas encontrada en fruta (pulpa), agua y suelo. Entre
paréntesis: relación LM / concentración máxima detectada.
*Contempla únicamente plaguicidas con LMR o LMC especificado en las bases de datos consultadas.
42
costos incrementales en que se incurrieron en dichas parcelas, con respecto al manejo
tradicional o convencional.
Dichos gastos tuvieron que ver principalmente con el costo de insumos y de la mano de
obra utilizados en dichas parcelas, los cuales no fueron aplicados en las parcelas
convencionales. Ejemplos de esto fueron la aplicación de abonos orgánicos, enmiendas
químicas, productos foliares, agentes de control biológico, forqueo, mantenimiento de
arvenses por chapia mecánica, siembra y mantenimiento de coberturas, siembra y
mantenimiento de aráceas (patillos) en canal secundario, así como otros materiales y
jornales empleados en menor cuantía.
Según los registros contables, para finca San Pablo (5,3 has) el gasto en insumos y
mano de obra para los 13 meses registrados, ascendió a los $4.461,47 y $6.529,97,
respectivamente, dando un total de $10.991,44. Para finca Balatana (4,99 has) estos
gastos fueron de $3.099,06 y de $11.185,65, respectivamente, dando un total de
$14.284,71. Con el gasto total en cada finca se calculó el gasto promedio semanal, dado
que tanto los pesos promedio de racimos como la productividad en cajas, fueron
calculados semanalmente. Para el caso de finca San Pablo, el gasto promedio por
semana fue de $192,83/5,3 ha y para finca Balatana, fue de $250,61/4,99 ha.
El cuadro 10 resume los resultados económicos para ambas fincas y parcelas (BPA y
convencional), tanto para el muestreo de cosecha del año 2009, como para el muestreo
realizado en el año 2010.
Estos valores demostraron una menor rentabilidad para la parcela BPA+, la cual produjo
por concepto de venta de cajas un total de $4.935,0 menos que su similar con manejo
convencional. Además, al cargar los $1.734,3 de gasto adicional por manejo en dicha
43
parcela, se produjo una ganancia en las parcelas BPA que fue $6.689,3 menor que en las
parcelas con manejo convencional. Esto significó dejar de percibir en promedio
$1.337,86/ha.
Por el contrario, los resultados para el muestreo realizado en la misma finca durante el
año 2010, mostraron valores positivos para las parcelas BPA+, frente a su similar con
manejo convencional. En este caso se produjeron en promedio 2.681,5 y 2.571,1 cajas
por hectárea para las parcelas BPA+ y convencional, lo cual representó valores de
$93.850,9 y $89.989,0, para dichas parcelas. Esto indicó un balance positivo para las
parcelas con BPA+ del orden de los $3.861,9 por concepto de ventas y una entrada
adicional de $2.608,9 respecto a las parcelas convencionales, luego de deducir los
gastos adicionales en los que se incurrió por un monto de $1.253,0. En promedio este
resultado significó haber percibido en promedio $521,78 más por hectárea en las
parcelas BPA+ que en las parcelas convencionales.
Finalmente, el balance entre los muestreos 2009 y 2010, demostraron que en las
parcelas con BPA+ se dejó de percibir un total de $4.080,4 frente a las parcelas con
manejo convencional, lo cual representó en promedio $816,08/ha menos.
Si bien el balance final resultó ser negativo para las parcelas con BPA+, se logró
demostrar que las plantas a pesar de haber estado sometidas a condiciones
climatológicas adversas (noviembre 2009 a enero 2010), las mismas lograron
posteriormente mayores niveles productivos comparando con las parcelas con
manejo convencional.
Los resultados en finca San Pablo fueron muy similares a los que se presentaron en
finca Balatana, ya que para la parcela con BPA+ estos fueron negativos en el muestreo
realizado durante el año 2009 y positivos en el muestreo realizado durante el año 2010.
Según se observa en el cuadro 10, la productividad en cajas por hectárea durante el año
2009, fue de 2.836,6 y 3.035,4 para las parcelas BPA+ y convencional, respectivamente.
El valor de dicha producción fue de $99.282,7 y de $106.237,8, lo cual para este primer
muestreo significó una ganancia de $6.955,1 menor en las parcelas con manejo con
44
BPA+, respecto a las parcelas con manejo convencional. Considerando que en las
parcelas con BPA+ se incurrió en un gasto adicional del orden de los $1.735,5 el
balance indicó que en dichas parcelas se experimentó una ganancia del orden de los
$8.690,6 menor, frente a lo experimentado en las parcelas convencionales. Esto en
promedio significó que por hectárea se dejaron de percibir $1.738,12 en las parcelas
con BPA+.
Por el contrario, para el muestreo del año 2010, la productividad en cajas por hectárea
para las parcelas BPA+ y convencional fue de 2.334,1 y 2.182,2, respectivamente, lo
cual produjo entradas de $81.693,1 y de $76.378,0, para dichas parcelas. El balance en
este año fue positivo para la parcela con BPA+ en la cual se obtuvo una entrada de
$5.135,1 más que en la parcela con manejo convencional. Al sustraer los $771,3 dólares
extra gastados en la finca, el balance se mantiene positivo y es del orden de los
$4.543,8. Esto significa que en promedio para las parcelas con BPA+, se
experimentó una ganancia adicional de $908,76/ha. para este año. Estos resultados
apoyan la tesis de que las plantas tratadas bajo el sistema de BPA+ se ven menos
afectadas por las condiciones adversas de clima.
Finalmente, el balance entre los muestreos 2009 y 2010, demostraron que en las
parcelas con BPA+ se dejó de percibir un total de $4.146,8 frente a las parcelas con
manejo convencional, lo cual representó en promedio $829,80/ha.
45
Cuadro 10.
46
de 2011). Este valor refleja la ganancia adicional (si el valor es positivo) o el monto que
se dejó de percibir (si el valor es negativo) en las parcelas con BPA+, frente a las
parcelas convencionales. Finalmente, al monto (positivo o negativo) resultante en el
balance, le fue incorporado el ahorro en el 25% del fertilizante ($450,0/ha/año) y el
100% del costo del programa químico de mantenimiento de malas hierbas
($150,0/ha/año).
En finca Balatana según se muestra en el cuadro 11, la producción calculada para las
parcelas con BPA+ y con manejo convencional fue de 2.751,8 y 2.763,1 cajas por
hectárea, respectivamente. En este caso al haber menor cantidad de cajas por una merma
ligeramente superior en BPA+ (ratio de 1,20), dio como resultado un valor productivo
menor bajo dicho sistema ($19.262,9 y $19.341,5). Al calcular el balance, se obtiene un
valor negativo de $78,6, lo cual indica un menor valor de la producción con el manejo
con BPA+. Cuando se sustraen los $2.460,6 que adicionalmente costó el paquete con
BPA+, se obtiene un valor negativo de $2.460,6/ha, que es el monto que se dejó de
percibir en el sistema BPA+. Finalmente, si se descuentan los $600 de ahorro en
fertilizantes y herbicidas, el balance final es siempre negativo y refleja que en esta finca
se dejó de percibir un total de $1.860,2/ha bajo el sistema con BPA+, respecto al
sistema convencional.
47
Cuadro 11. Balance económico entre sistemas de manejo (BPA+ y convencional)
implementados en finca Balatana. Segunda fase del proyecto (mayo 2010 a marzo
2011).
48
En finca San Pablo según se muestra en el cuadro 12, la producción calculada para las
parcelas con BPA+ y con manejo convencional fue de 2.792,8 y 2.553,5 cajas por
hectárea, respectivamente. Dicha producción vendida a $7,00 por caja, dio como
resultado valores productivos de $19.549,5 y $17.874,2 respectivamente para dichas
parcelas. Al calcular el balance, se obtiene un valor positivo de $1.675,3, lo cual indica
un mayor valor de la producción con el manejo con BPA+. Cuando se sustraen los
$2.279,2 que adicionalmente costó el paquete con BPA+, se obtiene un valor negativo
de $603,9/ha, que es el monto que se dejó de percibir en el sistema BPA+ por hectárea.
Finalmente, si se descuentan los $600 de ahorro en fertilizantes y herbicidas, el balance
final es siempre negativo, aunque muy cercano a cero ($3,9).
49
Cuadro 12. Balance económico entre sistemas de manejo (BPA+ y convencional)
implementados en finca San Pablo. Segunda fase del proyecto (mayo 2010 a marzo
2011).
50
4.7. Impactos sociales.
4.7.1. Impacto del sistema de manejo sobre de tipo químico a la salud humana.
Con el objeto de evaluar si el sistema de manejo propuesto con BPA (+) representa
algún riesgo químico adicional a la salud de los trabajadores bananeros, se procedió a
realizar un estudio tomando como base 19 labores agrícolas que se realizan únicamente
bajo el sistema con BPA (+) o el sistema convencional, o bien, de forma combinada en
ambos sistemas.
Para su elaboración se realizó entre los meses de octubre y febrero de 2011, varias
visitas no avisadas a las parcelas de ambas fincas en las cuales se observó cada labor y
se entrevistó a la persona que la estuviese realizando.
51
Cuando el puntaje sea mayor a 450, se está ante un riesgo intolerable que amerita su
eliminación completa para proseguir con determinada labor. Por el contrario, si el
puntaje es menor o igual a 100 puntos, el riesgo se considera como trivial, por lo que no
se requiere tomar ninguna acción específica.
El resultado final evidenció que todas las labores analizadas presentaron un nivel de
riesgo catalogado como trivial, siendo que 16 de ellas (84,2%) alcanzaron un puntaje de
50 y 3 (15,8%) un puntaje de 90. El anexo 8 contiene los detalles puntuales del estudio
realizado.
5. CAPACITACIÓN Y DIVULGACIÓN
52
Según los registros de participación, en estos cursos fue atendido personal de todas las
compañías comercializadoras (DOLE, Chiquita, Del Monte, Banacol), las cuales en la
actualidad poseen aproximadamente el 50% del área cultivada con banano en el país.
Además, se comprobó también una muy nutrida participación de fincas independientes.
Este resultado permitirá en el corto plazo, un efecto multiplicador y por consiguiente, un
mayor número de bananeros interesados en el sistema de manejo con BPA+ y por
supuesto, permitirá un ambiente bananero cada vez más sostenible y consciente de su
responsabilidad de cuidar el ambiente y de velar por la salud de sus trabajadores.
TOTAL 1.250
53
5.2. Materiales impresos
Durante la ejecución del proyecto se elaboraron 8 hojas técnicas, cada una con un tiraje
de 400 ejemplares, para un total de 3.200 ejemplares. Adicionalmente se elaboraron y
distribuyeron 2 folletos informativos y dos afiches (uno por cada fase del proyecto), con
información sobre los objetivos, alcances y resultados principales del mismo. Los
folletos tuvieron un tiraje de 250 ejemplares cada uno, mientras que los afiches, un tiraje
de 150 cada uno (total de 800 ejemplares).
En el mes de setiembre de 2010, se colocó una pauta informativa del proyecto en los
diarios La Nación y Al Día, los cuales llegan a todo el país.
Por otra parte, se elaboró un manual técnico con el aporte del departamento de
Asistencia Técnica y de la Dirección de Investigaciones, el cual resume el sistema de
manejo con BPA que CORBANA recomienda a los productores bananeros. Este manual
tuvo un tiraje de 150 ejemplares. Finalmente, se elaboró un video de 15 minutos que
explica el plan de manejo con BPA (+) que se implementó en el proyecto y además
informa sobre los principales beneficios productivos, ambientales y sanitarios que se
derivan de este.
54
Cuadro
Cuadro14.3.Material
Materialdivulgativo
informativoimpreso.
impreso.
TIPO DE N°
MES /AÑO TITULO
DOCUMENTO EJEMPLARES
Hoja Divulgativa N°2- Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el
Oct. 2009 400
2009 cultivo del banano.
Artículo en memoria del Implementación de buenas prácticas agrícolas
3er congreso científico- (BPA) para reducir el escurrimiento de
Nov. 2009 350
técnico bananero. plaguicidas usados en el cultivo del banano
Guápiles, Costa Rica. (Musa AAA).
Hoja Divulgativa N°2- Aspectos a considerar sobre el control
Ene. 2010 400
2010 biológico.
Corrección del pH bajo y de la alta acidez en
Hoja divulgativa N°3- suelos bananeros mediante la incorporación
Abr. 2010 400
2010 de enmiendas cálcicas (encalado) con la
práctica del “forqueo”.
Hoja Divulgativa N°4- Medidas de seguridad en aplicaciones de
Jul.2010 400
2010 nematicidas.
Biología y control de las cochinillas y
Ago. 2010 Hoja divulgativa N°5 400
escamas que atacan al banano.
CORBANA S.A. participa en un proyecto
demostrativo sobre Buenas Prácticas
Ago. 2010 Artículo técnico No determinado
Agrícolas (BPA). Revista Entorno Bananero.
Año 11. N°36 2010. Pag. 21-23.
Por una producción 100% en equilibrio con
Set. 2010 Folleto 250
nuestro entorno.
Por una producción 100% en equilibrio con
Set. 2010 Afiche 150
nuestro entorno.
Pauta publicitaria: diario Por una producción 100% en equilibrio con Tiraje a nivel
Set.2010
La Nación y Al Día nuestro entorno. nacional
Hoja Divulgativa N°1- Unidades de Calor (UC): su interpretación y
Feb. 2011 400
2011 utilidad en la producción de banano.
Hoja Divulgativa N°2- Manejo de la Sigatoka negra en el cultivo del
Feb.2011 400
2011 banano.
Guía básica para la preparación de mezclas,
Hoja Divulgativa N°3- uso de fungicidas y calibración de
Feb.2011 400
2011 motobombas utilizadas en el combate de la
Sigatoka negra.
Proyecto Implementación de Buenas Práctica
Agrícolas BPA en el cultivo del banano para
Mar. 2011 Afiche reducir el escurrimiento de Plaguicidas al mar 150
Caribe. Beneficios encontrados de la
Aplicación de BPA.
Moko o marchitamiento bacteriano del
Mar. 2011 Plegable divulgativo banano y plátano (Ralstonia solanacearum 150
Yabuuchi et. al).
Pudrición suave del dedo de banano
Mar. 2011 Plegable Divulgativo 150
(Pectobacterium carotovorum Waldee).
Resultados del proyecto: “Evaluación de dos
Proyectos demostrativos en Banano con la
Abr. 2011 Folleto 250
Implementación de Buenas Prácticas
Agrícolas (BPA) en el Caribe costarricense”.
“Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el
Jun. 2011 Manual Técnico 150
cultivo del Banano”.
TOTAL - - 4.800
55
5.3. Capacitación al equipo técnico del proyecto demostrativo en banano.
Durante el proyecto parte del personal técnico del proyecto logró obtener capacitación
mediante su participación en un congreso internacional (La Paz, Bolivia) y mediante el
intercambio técnico con profesionales de empresas e institutos altamente reconocidos en
la región (EXCOSUR, S.A, Choluteca, Honduras; EMBRAPA, Crus, das Almas,
Brasil).
56
manejo integrado de cultivo del melón, el cual tiene como eje central evitar cualquier
estrés o daño a la plántula que se va a sembrar y a evitar el ingreso de agentes
patológicos (manejo preventivo). Este programa según lo observado, se complementa
con una buena fertilización, un riego adecuado y con el uso de los microorganismos
mencionados. En la empresa se aplica además un elaborado sistema de BPA el cual fue
igualmente discutido.
57
consulta para diagnosticar el grado de avance en la adopción de las BPA producto de la
labor de capacitación y concienciación implementada por el proyecto. Esta segunda
encuesta fue aplicada a un total de 25 técnicos y productores bananeros.
58
7. LECCIONES APRENDIDAS
59
fungicidas representan alrededor del 80% del total de ingredientes activos
que se aplican en el cultivo del banano, es necesario buscar vías alternas
para poder evaluar la conveniencia técnica y la rentabilidad de nuevas
opciones de manejo que sustenten la reducción en el uso de estos
plaguicidas.
60
Debido a que a nivel de planta empacadora se utilizan fungicidas y otras
sustancias para controlar el efecto de enfermedades a nivel post-cosecha,
sería conveniente ampliar los muestreos para conocer si estos productos
están presentes en aguas residuales.
Quedó claro que desde el punto de vista químico, que ambos sistemas de
producción presentan los mismos niveles de riesgo; no obstante, debido a
que bajo el sistema BPA+ el uso de sustratos altamente colonizados por
microorganismos es intensivo, es conveniente evaluar el nivel de riesgo que
esto representa y a la vez, elaborar e implementar protocolos que aseguren
la inocuidad de estos productos.
61
8. CONCLUSIONES
62
refleje el efecto del plan de manejo con BPA+, será necesario un lapso de
tiempo mayor.
63
El establecimiento de coberturas gracias a la eliminación del uso de
herbicidas, según referencias estudiadas, traerá consigo beneficios adicionales
tales como: una menor erosión y escorrentía superficial, un menor arrastre de
insumos, mayor reciclaje de nutrimentos y en general, una mejor condición de
suelo para el desarrollo de la raíz. Además, una menor presencia de herbicidas y
nematicidas se asoció en este proyecto, a una mayor actividad y variedad
microbiológica en el suelo, lo cual favorece muchos procesos de mineralización
de la materia orgánica, absorción de nutrimentos y el sistema de defensa de las
plantas contra los patógenos.
64
motiva al sector bananero a continuar con sus esfuerzos por mejorar sistemas de
producción.
7. LITERATURA CITADA.
Cartay, R. 1997. El Mercado Mundial del Banano. Rev. Fac. Agronomía. 14: 3-20.
Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela.
Düszeln, J. Von. 1988. Análisis de plaguicidas en Costa Rica con especial énfasis
en muestras de agua y peces. San José, Costa Rica. MAG. 80p.
65