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Corporación Bananera Nacional

CORBANA S.A.

“Implementación de Buenas Prácticas Agrícolas


para Reducir el Escurrimiento de Plaguicidas en el
Cultivo del Banano de la Región Caribe
Costarricense”

REPORTE DE ESTUDIO DE CASO

Abril, 2011

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1. RESUMEN EJECUTIVO

Para la producción de banano se requiere la aplicación de un paquete tecnológico que


incluye la utilización de fertilizantes y plaguicidas para hacer frente a las demandas
nutricionales del cultivo y para mitigar el efecto de enfermedades como la Sigatoka
negra (Mycosphaerella fijiensis), de plagas como el nematodo barrenador (Radopholus
similis) y diferentes especies de insectos y malezas. Si bien según datos de la Comisión
Ambiental Bananera (CAB), el 98% de las fincas bananeras en Costa Rica están
certificadas bajo normas que aseguran la implementación de Buenas Prácticas Agrícolas
(BPA) y la conservación ambiental (e.j. Global GAP, Rainforest Alliance e ISO 14001),
debido al régimen de aplicación de los agroquímicos, a la topografía plana y a la alta
pluviosidad que presenta la zona bananera, es necesario complementar este paquete
tecnológico con medidas adicionales que eviten el escurrimiento de estos productos
hacia cuerpos de agua.

Considerando lo anterior, la Corporación Bananera Nacional (CORBANA S.A.), como


ente regulador de este sector en el país, participó en el marco del proyecto “Colombia,
Costa Rica y Nicaragua: Reduciendo el Escurrimiento de Plaguicidas al Mar Caribe”
(REPCar), con el proyecto denominado “Implementación de Buenas Prácticas
Agrícolas para Reducir el Escurrimiento de Plaguicidas en el Cultivo de Banano en
la región Caribe Costarricense”. El proyecto que inició en el mes de mayo de 2009 y
se prolongó hasta el mes de abril del 2011, fue ejecutado en dos fincas bananeras, una
ubicada al este del río Reventazón (sub-región Este) y otra al oeste (sub-región oeste), y
su objetivo principal fue de implementar y validar un sistema innovador de manejo
denominado Buenas Prácticas Agrícolas plus (BPA+).

El sistema BPA+ o mejorado, se basó en la implementación de dos estrategias: a) la


reducción en los niveles de aplicación de plaguicidas y b) la aplicación de prácticas para
mitigar su escurrimiento. La primera estrategia contempló el monitoreo y la evaluación
de las aplicaciones, la utilización de prácticas preventivas (saneo, el desburille, embolse
prematuro del racimo) y, propiamente, la sustitución de las aplicaciones de plaguicidas
por agentes de control biológico y sustancias alternativas de bajo perfil toxicológico.

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Por otro lado, la segunda estrategia contempló la incorporación de los nematicidas al
suelo o su inyección al pseudotallo, el establecimiento de áreas buffer, la siembra de
coberturas en plantación y en canales de drenaje. Adicionalmente, con el objeto de darle
mayor sostenibilidad al sistema productivo, se implementó una labor de mejora integral
de la salud del suelo y de la raíz mediante la reducción en el 25% del uso de fertilizantes
sintéticos, la aplicación de enmiendas cálcicas, materia orgánica y la aplicación de
sustratos orgánicos altamente colonizados por microorganismos benéficos.

En el ámbito fitopatológico, gracias a una mejor condición química y microbiológica del


suelo en el sistema BPA+ cuando se comparó con el sistema BPA convencional, se
consiguió un mejor sistema radical y un medio más supresor al ataque de los nematodos
e insectos, logrando un sistema más sostenible y menos dependiente del uso de
agroquímicos. Esta mejoría permitió cumplir con la meta propuesta de reducir al 100%
el uso de herbicidas y reducir en un 33 y 25%, el uso de nematicidas y fertilizantes
sintéticos, respectivamente. Lo anterior en conjunto significó una reducción de 4,96 kg
de ingrediente activo ha-1 año-1 y un ahorro anual de USs$600,0 ha-1 año-1. Esta
reducción en el uso de plaguicidas significó en términos porcentuales, el 7,6% del total
de ingredientes activos utilizados en el cultivo del banano. Debido a la que las parcelas
demostrativas fueron ubicadas dentro de fincas comerciales, a que la aplicación de
fungicidas para el combate de la Sigatoka negra se realiza por vía aérea y a la
agresividad de este patógeno, no se contempló en el proyecto, una reducción en el uso
de fungicidas.

En el ámbito productivo se observó una mayor productividad bajo el sistema con BPA+;
sin embargo, debido a que este sistema para su establecimiento inicial requirió una
inversión mayor por concepto de mano de obra, el balance económico a corto plazo fue
únicamente positivo cuando las condiciones climatológicas permitieron en ambas fincas
un incremento significativo en la producción (meses de abril, mayo y junio). No
obstante, gracias al efecto conjunto de una mayor productividad y a un menor costo de
mantenimiento del sistema BPA+ debido a una mayor sostenibilidad del mismo, se
espera que en el mediano plazo (3-5 años), este sistema alcance una mayor

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sostenibilidad frente al sistema convencional y brinde además otros beneficios en el
ámbito ambiental y social.

Por otra parte, la labor de análisis de residuos de plaguicidas permitió determinar que la
presencia de estas sustancias en suelo y agua de la finca, así como en pulpa de fruta fue
baja, presentándose únicamente en 43 de las 264 muestras analizadas (16,3%). De este
total, 26 correspondieron a muestras de agua (9,8%), 11 a muestras de suelo (4,2%) y 6
a pulpa de banano (2,3%). En las parcelas con manejo convencional, se detectó un total
de 22 muestras con algún residuo de plaguicidas (8,3% del total), mientras que en las
parcelas con manejo BPA+ se detectó un total de 21 muestras (8,0% del total) con
residuos. Especialmente para los fungicidas, la concentración de residuos en agua de
canales de drenaje, fue significativamente menor a aplicar el programa BPA+. Este
resultado denota que las fincas bananeras implementan protocolos eficientes para evitar
problemas de contaminación con estas sustancias. Los plaguicidas que fueron
detectados con mayor frecuencia fueron los fungicidas que se utilizan para el combate
de la Sigatoka negra (epoxiconazole, tebuconazole), resultado que concuerda con el
mayor uso de estas sustancias en el cultivo (83,05% del total de i.a.). Cabe destacar
además, que el 100% de las muestras en las que fue detectada la presencia de algún
plaguicida, independientemente del sistema de manejo del cual fueron tomadas,
mostraron concentraciones inferiores a los Límites Máximos de Residuos (LMR) en
fruta y a los Límites Máximos de Concentración (LMC) en agua y suelo adoptados
internacionalmente. Esto combinado con un sistema con niveles de riesgo químico
calificados como triviales, define al sistema con BPA+ como un sistema seguro desde el
punto de vista ambiental y sanitario.

Finalmente en el marco del proyecto, se logró capacitar a un total de 950 personas


vinculadas a la producción bananera, acerca de los beneficios ambientales, sanitarios y
económicos que se consiguen, al implementar las BPA en el cultivo del banano. Esta
labor según los resultados de una encuesta aplicada al finalizar el proyecto, ya está
cosechando sus primeros frutos.

Los resultados indicaron que de las 27 BPA consultadas, en 15 de ellas (56,6%) se


observó un mayor nivel de implementación respecto al año 2009.

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Este resultado además de indicar una mayor adopción de las BPA por parte de las fincas
bananeras en Costa Rica, representa un paso en firme hacia la necesidad de hacer un uso
más comedido de los plaguicidas y hacia la protección de los recursos costeros y
marítimos.

2. ANTECEDENTES

2.2. El banano en Costa Rica: importancia socio-económica.

Actualmente Costa Rica es uno de los principales productores de banano en el mundo


gracias a una productividad promedio de 2,325 cajas por hectárea (42 toneladas
métricas), una de las más altas del mundo. Esto unido a un área de siembra de 43.000
hectáreas, le permite alcanzar una producción total de cerca de 100 millones de cajas y
percibir anualmente entre $650 y $700 millones. Esto le da al banano un
posicionamiento privilegiado en el ámbito agrícola nacional y lo identifica como un
motor de desarrollo económico y social en su área de influencia (Figura 1).

Figura 1. Cantones productores de banano en Costa Rica.

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Para el año 2007, las exportaciones bananeras representaron un 2.2% del producto
interno bruto (PIB) y aportaron el 7% de los ingresos del país por concepto de ventas al
exterior. Los mercados del banano son principalmente la Unión Europea (49,9%) y los
Estados Unidos de América (45,6%). Otros países asiáticos asumen el restante 4,5% de
las exportaciones.

Adicionalmente, la agroindustria bananera es la principal fuente de empleo en la zona


caribeña, brindando alrededor de 40.000 puestos de trabajo de forma directa y 100.000
empleos de forma indirecta. Con más de 100 años de existencia, es innegable que el
sector bananero ha sido un pilar fundamental en el desarrollo económico y social de la
zona caribeña.

2.3. La producción bananera y el ambiente.

Debido a que la región Caribe es predominante de topografía plana y presenta un


régimen de lluvias que puede sobrepasar los 3.500mm anuales, es necesario que las
explotaciones agrícolas sigan rigurosos protocolos para evitar que las sustancias
químicas aplicadas en los cultivos contaminen los cuerpos de agua y generen problemas
ambientales que afecten los recursos naturales, ya sean estos terrestres o marinos.

Los cultivares utilizados actualmente, son de muy alto potencial productivo, pero a la
vez, muy susceptibles al ataque de plagas y enfermedades. Entre estas, las que
actualmente se consideran las más importantes son los nemátodos (Radophulus similis,
principalmente) y la enfermedad denominada Sigatoka negra (causada por el hongo
Mycosphaerella fijiensis).

Debido al devastador efecto de estos y de otros patógenos que afectan al cultivo, se hace
necesaria la aplicación de defensivos químicos para lograr su control y lograr una
producción rentable (cuadro 1). Se señala que para el control de la Sigatoka negra se
aplican entre 45 y 52 ciclos de fungicidas al año; para el control de los nematodos, se
realizan de 3 a 4 aplicaciones anuales y para el control de “malas hierbas” entre 6 y 8

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aplicaciones anuales, respectivamente. Esto según lo reporta Bach (2007), ascendía a
49,29 kg i.a. ha-1 año-1.

El uso de insecticidas merece una consideración especial, pues estos se utilizan


impregnados en las fundas que protegen al racimo y porque para la atención de los
insectos, se cuenta con otras herramientas como el control biológico y el uso de
sustancias detergentes y repelentes de insectos.

Cuadro 1. Plaguicidas usados en la producción bananera de Costa Rica.


TIPO DE
ORGANISMO (S) A CONTROLAR PRODUCTOS
PLAGUICIDA

Ditiocarbamatos, morfolinas,
Sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis triazoles, spiroketalaminas,
FUNGICIDAS
Morelet) aromáticos, benzimidazoles,
estrobirulinas, anilinopyrimidinas

Nemátodos (Radopholus similis,


INSECTICIDAS- Helicotylenchus sp, Meloidogyne sp, terbufos, oxamil, ethoprofos,
NEMATICIDAS Pratylenchus sp), Picudos (Cosmopolites cadusafos, fenamifos
sordidus)*

cochinillas (Pseudococcus elisae,


Dysmicoccus brevipes); escamas
(Aspidiotus destructor, Diaspis
INSECTICIDAS Clorpirifos, Bifentrina
boisduvallii), gusano basurero (Pyroderces
rileyii), colaspis ( Colaspis sp), trigona (
Trigona sp)

Malezas porte bajo ( Poaceas, Aráceas),


glifosato, cafentrazone, glufosinato
HERBICIDAS malezas porte rastrero (Ipomeas, Vitáceas),
de amonio
malezas arbustivas (Asclepia curazavica)

*Los nematicidas que se utilizan para el control de Radopholus similis también tienen efecto sobre el picudo.

Si bien según estudios recientes realizados por la Comisión Ambiental Bananera (CAB),
el 98% de las fincas bananeras cuentan con alguna certificación en el ámbito de la
protección ambiental e implementación de Buenas Prácticas Agrícolas (Rainforest
Alliance, GlobalGAP, ISO 14000), se ha detectado la presencia de plaguicidas de uso en
banano en cuerpos de agua y, aunque la norma que ha prevalecido cuando esto sucede

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es que las concentraciones detectadas son muy inferiores a los máximos permitidos
internacionalmente, la agroindustria bananera por medio de CORBANA, investiga
nuevas estrategias y productos para reducir el uso de plaguicidas y mitigar el riesgo de
que estas contaminen al ambiente.

Con el objetivo de crear conciencia e informar sobre las ventajas y beneficios que se
derivan de la implementación de BPA y a la vez demostrar que mediante estas es
posible hacer un uso más eficiente de los plaguicidas, fue ejecutado el proyecto
“Implementación de Buenas Prácticas Agrícolas para Reducir el Escurrimiento de
Plaguicidas en el Cultivo de Banano en la región Caribe Costarricense”.

2.4. Entidad Implementadora: Corporación Bananera Nacional (CORBANA S.A.)

La Corporación Bananera Nacional (CORBANA) es una entidad pública no estatal que


fue creada en el año 1.971 mediante ley de la República, para favorecer el desarrollo de
la industria bananera en Costa Rica. Su misión es “servir al productor nacional”; su
capital accionario está representado por tres sectores en partes: el Gobierno Central, los
Bancos del Estado y todos los productores bananeros.

La Dirección de Investigaciones de CORBANA, es el ente encargado de desarrollar la


investigación que la agroindustria bananera requiere para mantener los más altos índices
productivos y mantener el nivel preponderante que esta actividad posee en el ámbito
internacional. Esta dirección es la encargada de la ejecución del proyecto, poniendo para
ello a disposición a un grupo interdisciplinario denominado “Comité Técnico”.

El impacto que pueda tener el proyecto, así como la investigación que CORBANA
desarrolla, en gran medida va a depender de la efectividad en la que esta sea llevada a
los productores. Para asegurar que esta transferencia tecnológica sea implementada de
forma eficiente y extensiva, CORBANA dispone de un Departamento de Asistencia
Técnica conformado por especialistas entrenados para dicha labor.

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3. DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN INICIAL: DIÁGNÓSTICOS DE LÍNEA
BASE.

3.1 Diagnóstico de línea base sobre la implementación de Buenas Prácticas


Agrícolas en el cultivo del banano.

Para la toma de la información de línea base se procedió a confeccionar y aplicar una


encuesta (anexo 1) a 55 productores y técnicos bananeros que asistieron a los eventos
de capacitación impartidos en el año 2009. Este estudio de línea base sirvió además para
posteriormente, verificar si gracias a la labor de concienciación e información del
proyecto, hubo un avance positivo en cuanto a la implementación de dichas prácticas.
Para ello en el mes de febrero de 2011 con el cierre del proyecto, se aplicó nuevamente
la encuesta a 25 asistentes a los eventos de capacitación. Un estimado indica que con
este primer estudio se logró obtener información de todas las compañías transnacionales
y de no menos de 40 fincas independientes, lo cual ofrece un porcentaje muy
significativo de influencia, respecto al área total de siembra y al número de fincas
productoras en el país.

Los resultados permitieron determinar que las fincas bananeras aplican una gran
variedad de BPA y además, que estas son aplicadas en altos porcentajes, tanto a la
siembra, como en cada una de las etapas de cultivo hasta llegar a la cosecha de la fruta.
Ejemplos de esto se observaron en el uso de vitroplantas en las renovaciones (94,5%),
aplicación de cal (89,1%), forqueo (94,5%), aplicación de materia orgánica (94,5%),
análisis químico (98,2%), embolse prematuro (90,9%), análisis nematológico (81,8%),
rotación de nematicidas (98,2%), análisis de sensibilidad a fungicidas (96,4%), deshoja
y cirugía (100,0%), uso de coberturas vegetales (87,3%), control de la erosión (94,5%),
mantenimiento de áreas de conservación (92,7%), análisis de plaguicidas en fruta
(92,7%) y programas de capacitación para uso seguro de plaguicidas (98,2%). El anexo
2 contiene los resultados de esta consulta de línea base.

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3.2. Diagnóstico de línea base sobre uso de plaguicidas en el cultivo del banano.

El cultivo del banano en la zona caribeña de Costa Rica, se desarrolla en dos regiones
con diferentes características edáficas, fisiográficas y climáticas: la región Este y la
región Oeste, separadas naturalmente por el Río Reventazón. Como es de suponer, estas
condiciones determinan en alguna medida, el patrón de ataque de plagas y de
enfermedades y por tanto, determinan los programas de atención fitosanitaria que hay
que implementar.

Considerando lo anterior según se observa en la figura 2, para realizar este estudio


fueron considerados los programas de aplicación de plaguicidas de 8 fincas bananeras: 3
en la región oeste y cinco en la región este.

Figura 2. Distribución regional de las fincas participantes en el estudio de uso de


plaguicidas en el cultivo del banano.

Los resultados indicaron que en la subregión Este se aplica en promedio 62,13 kg de i.a.
ha-1 año-1, mientras que en la región Oeste, se aplica en promedio 69,42 kg de i.a. ha-1
año-1 (figura 3). Esta diferencia de 7,29 kg de i.a. ha-1 año-1 en términos porcentuales es
del orden del 11,73% más que la subregión Este, para el período del estudio.

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Según tipo de plaguicida se determinó que en la subregión Este, el 82,56% (51,30 kg i.a.
ha¯1 año-1) de los plaguicidas aplicados durante los años evaluados, fueron fungicidas; el
14,12% (8,77 kg i.a. ha¯1 año-1) correspondió a nematicidas; el 3,16% (1,96 kg i.a. ha¯1
año-1) a herbicidas y el 0,21% (0,13 kg i.a. ha¯1 año-1), correspondió a insecticidas. Por
su parte, la subregión Oeste mostró con algunas ligeras variaciones, el mismo patrón de
uso de plaguicidas descrito para la subregión Este. En este caso los fungicidas
representaron el 83,84% (58,20 kg i.a. ha¯1 año-1); los nematicidas el 12,80% (8,88 kg
i.a. ha¯1 año-1); los herbicidas el 3,02% (2,09 kg i.a. ha¯1 año-1) y los insecticidas el
0,35% (0,24 kg i.a. ha¯1 año-1) (figura 3).

Figura 3. Utilización absoluta y promedio de plaguicidas según subregión.


Período 2007-2009.

Al consolidar los datos promedio de aplicación de los diferentes tipos de plaguicidas de


las dos subregiones, se demuestra nuevamente que los fungicidas fueron para el período
en estudio, los productos mayormente utilizados, representando el 83,05% (53,89 kg i.a.
ha-1 año-1) del total de productos aplicados. En segundo lugar se colocaron los
nematicidas con el 13,58% (8,81 kg i.a. ha-1 año-1), en tercer lugar los herbicidas con el
3,10% (2,01 kg i.a. ha-1 año-1) y finalmente en cuarto lugar los insecticidas con el
0,26% (0,18 kg i.a. ha-1 año-1) (Figura 4).

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Figura 4. Aplicación absoluta y porcentual de plaguicidas según su tipo. Datos
consolidados para ambas subregiones bananeras.

Por otro lado, con base en la información obtenida en este estudio, es posible comparar
la evolución que ha tenido el uso de plaguicidas en el cultivo del banano en los últimos
años. Algunas referencias señalan que entre inicios de los 80´s y mediados de los 90’s,
el uso de plaguicidas en el sector bananero fue estable alrededor de los 40 y 50 kg de
i.a.ha-1año-1. Por ejemplo, Von Düszeln (1988) señala que el uso de plaguicidas en
banano representaba el 35% de la importación nacional de plaguicidas para la época, es
decir, alrededor de 44,0 kg i.a.ha-1.

Más recientemente, Bravo et al, 2007, citado por Bach (2007), señala que las fincas
bananeras dedicadas a la exportación, consumen en promedio 49,29 kg de i.a.ha-1 año-1;
este mismo dato es señalado en el informe del Estado de la Nación 2007.

Finalmente, el dato más actualizado que se tiene fue dado a conocer en el congreso de
ACORBAT del año 2010 (Medellín, Colombia), en el cual se señaló extraoficialmente
que en Costa Rica se aplica en promedio de 69,0 kg de i.a.ha-1 año-1.

Como se observa en el cuadro 2, las referencias obtenidas en cuanto al uso de


plaguicidas en banano desde el año de 1988, este ha ido en aumento, lo cual es reflejo
de la misma tendencia sobre el uso de plaguicidas en el ámbito nacional.

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Cuadro 2. Referencias sobre el uso de plaguicidas en el cultivo del banano.

REFERENCIA AÑO i.a. ha-1 (kg)

Von Düszeln 1988 44,0

Bach 2007 49,29

ACORBAT 2010 69,0

3.3. Estrategias BPA-MIP implementadas en el proyecto demostrativo

Las fincas bananeras implementan una gran variedad de BPA, pues como se indicó, la
mayoría de las fincas están certificadas por normas relacionadas a la conservación del
ambiente y al cuidado de la salud de los trabajadores. Sin embargo, paralelamente a
estas, se han desarrollado otras prácticas específicas para diferentes objetivos, como son
mejora en la salud del suelo, el control de la erosión y hacer más eficiente y efectiva la
aplicación de los plaguicidas, fertilizantes y demás productos químicos que se utilizan.

Bajo ese entendido, se implementaron en el proyecto dos tipos de parcelas


demostrativas: las parcelas con manejo tradicional o convencional y las parcelas con
manejo BPA+, cuyo paquete tecnológico resultó de la conjunción de las primeras, con
una serie de nuevas alternativas de manejo que serán descritas posteriormente.

4. FINCAS Y PARCELAS DEMOSTRATIVAS

Con base en las características edafo-climatológicas de la región bananera costarricense


y los objetivos del proyecto, fueron seleccionadas dos fincas bananeras: finca San Pablo
(subregión este) y finca Balatana (subregión oeste). Igualmente, según los resultados del
Diagnóstico Fitosanitario y de Perfil de Plantación realizado en el mes de mayo de
2009, se estableció un Protocolo de Manejo con BPA+, específico para cada parcela en
cada finca.

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4.1. Características de las fincas participantes y las parcelas demostrativas

4.1.1. Finca San Pablo.

Finca San Pablo, Compañía Internacional de Banano S.A. (CIBSA), pertenece a


CORBANA S.A. y se ubica en la provincia de Limón, cantón de Siquirres, distrito
Madre de Dios, a una altitud de 25 msnm y a 10,11°, latitud norte y a 83,38°, longitud
oeste. Pertenece a la sub-región este y presenta predominantemente suelos de origen
sedimentario, de textura media a pesada (franco-arcillo-limoso) y fertilidad media a alta.

Según el sistema de zonas de vida de Holdridge (1979), esta región se clasifica como
bosque tropical húmedo y presenta una precipitación anual media de 3.172,6 mm, una
temperatura media de 25,2°C y una humedad relativa media de 91,2% (BANACLIMA,
promedios del período 2005-2010, estación meteorológica 28 millas). Esta zona de vida
se caracteriza por poseer dos temporadas de menor precipitación que van de marzo a
abril y de setiembre a octubre.

La finca tiene un área cultivada de 261 hectáreas, siendo el clon Valery el


predominante. La finca tiene una producción media de 52 TM ha-1 año-1 (2.860 cajas ha-
1
), lo cual la hace merecedora de un lugar privilegiado, por encima del promedio de
producción nacional. Agronómicamente el paquete tecnológico que sigue la finca se
puede catalogar como alto y el mismo es producto de las recomendaciones de
CORBANA, ya que la finca es subsidiaria de la corporación. En esta finca es muy
característica la adopción de nuevas tecnologías, tales como la mejora en la salud y
calidad del suelo, uso de coberturas vegetales, reducción en el uso de fertilizantes y
plaguicidas, nuevos sistemas de siembra y variedades, salud ocupacional y en general,
la adopción de BPA. A nivel nacional, la finca fue la primera bananera en adoptar la
certificación Global GAP.

4.1.2. Finca Balatana.

Por su parte Finca Balatana pertenece al grupo Surá (grupo independiente) y se


encuentra igualmente ubicada en la provincia de Limón, cantón de Pococí, distrito de

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Cariari, a una altitud de 22 msnm y su ubicación cartográfica es 10,41° de latitud norte
y 83,70° de longitud oeste. La finca se sitúa en la sub-región oeste y presenta
predominantemente suelos de origen volcánico, fertilidad media a baja y texturas
medias a livianas (franco-arcillo-limoso y franco arenoso).

Según el sistema de zonas de vida de Holdridge, 1979, esta región se clasifica como
bosque tropical húmedo, con una precipitación anual promedio de 4.136,9 mm, una
temperatura promedio de 25,6°C y una humedad relativa promedio de 85,1%
(BANACLIMA, promedios del período 2005-2010, estación meteorológica Las
Valquirias).

La finca tiene una superficie aproximada de 407 has, de las cuales 388 están dedicadas a
la producción de banano. El cultivar predominante es el Grand Naine, con una
producción media de 65 TM ha-1 año-1 (3.600 cajas ha-1 año-1). Este nivel productivo la
ubica dentro de las fincas bananeras más productivas a nivel nacional, siendo parte del
éxito, el manejo correcto de la fertilización y la aplicación de materia orgánica.

La figura 5 muestra la ubicación de las fincas Bananeras participantes en el proyecto.

Figura 5. Ubicación de las fincas participantes en el proyecto.

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4.1.3. Conformación y características de las parcelas demostrativas seleccionadas.

Para evitar la influencia del manejo global de la finca en la que se insertó cada parcela
BPA+ sobre las diferentes variables a monitorear, las mismas debieron contar con
independencia de aguas y seguir estrictamente el protocolo diseñado para su manejo
agronómico.

Para el caso de finca Balatana, el área destinada a BPA+ fue de 4,99 ha. y el área de
control con manejo convencional fue de 6,15. Por su parte, en finca San Pablo la
parcela con BPA+ tuvo un área de 5,30 ha. y la parcela con manejo convencional un
área de 5,00 ha.

4.2 Prácticas Validadas

4.2.1. Descripción del protocolo de manejo con BPA+

Una vez definido el plan de manejo agronómico, se definieron los pilares que lo
sustentarían y que se señalan a continuación: a) La salud y calidad del suelo como ente
vivo; b) El manejo eficiente de plagas y enfermedades, por medio de un constante
monitoreo de las mismas y mediante la aplicación de prácticas preventivas que permitan
reducir el uso de plaguicidas; c) La implementación de estrategias que minimicen el
riesgo de que los plaguicidas se trasladen hacia cuerpos de agua, generando problemas
de contaminación. El cuadro 3 resume el plan de manejo establecido y define las
prácticas de validación que se implementaron.

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Cuadro 3. Actividades realizadas en las parcelas con Buenas Prácticas Agrícolas plus
(BPA+).

PROGRAMA DESCRIPCIÓN
Programa nutricional adecuado y balanceado, basado en las
necesidades del cultivo que incluye la aplicación enmiendas
Mejora integral en la Salud y cálcicas y materia orgánica (bocashi, gallinaza), uso de fuentes
Calidad del Suelo Bananero nitrogenadas no acidificantes, aplicación de suplementos
foliares en épocas de baja absorción radical, aplicación de
comunidades de microorganismos (lixiviados y biofermentos).
Verificación sistemática y frecuente de los índices
poblacionales, daño, incidencia y severidad provocado por
plagas y enfermedades. Esto se toma como base para definir la
aplicación de los plaguicidas y estrategias alternativas de
combate. La estrategia se enmarca dentro del sistema de
Manejo Integrado del Cultivo y del Manejo Integrado de
Sistema de monitoreo Plagas.
Evaluación constante de la condición de vigor y
productividad.
Monitoreo de presencia de plaguicidas en suelo (hasta 100 cm
de profundidad) , agua proveniente de canales de drenaje
secundarios y terciarios (aumento de nivel de agua en canal) y
fruta (pulpa).
Aplicación de plaguicidas con base en reportes fitosanitarios
Evaluación de la calidad de las Control y evaluación de la calidad de las aplicaciones de
aplicaciones plaguicidas, incluyendo muestro regular de la deriva
(fungicidas).
Labor integral e intensiva de saneo de tejido infectado por
Sigatoka negra (cirugía, deshoja, destronque); acordonamiento
de rastrojos y aplicación de agentes mineralizantes de la
Control de la Sigatoka negra
materia orgánica; eliminación de agua estancadas. No se
contemplan modificaciones en el programa de aplicación de
fungicidas.
Aplicación de enmiendas químicas, comunidades de
Control de nematodos
microorganismos y microorganismos nematófagos.
Embolse temprano, corbatas, desburille (eliminación de capas
Control de insectos
del pseudotallo), control biológico natural y aumentativo.
Deshierba mecánica manual y con motoguadaña, uso
Manejo de arvenses localizado de herbicidas, establecimiento de coberturas
vegetales y mantenimiento de coberturas naturales.
Implementación de estrategias que mejoran la eficacia de los
Mitigación del escurrimiento de productos (dosificación, rotación) y que evitan su
plaguicidas escurrimiento (forqueo, coberturas, pasto Vetiver, aráceas en
canales).

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4.2.3. Reducción propuesta en el uso de plaguicidas

De acuerdo con el nivel de aplicación promedio calculado en el numeral 3.2. y al plan


de manejo establecido en las parcelas con reducción en el uso de plaguicidas (parcelas
con BPA+), la reducción total que se propuso en las parcelas con BPA+, fue de 4,95 kg
ia ha-1 año-1 (7,63% del total que se aplica). Esta reducción contempló la eliminación de
un ciclo de nematicidas y la eliminación total del uso de herbicidas. El cuadro 4 muestra
en destalle las cantidades que se aplican en promedio y la reducción esperada en las
parcelas con BPA+.

Cuadro 4. Reducción en el uso de plaguicidas (kg i.a./ha.) propuesta en las parcelas


demostrativas con BPA+, con respecto a las parcelas con manejo convencional.

CANTIDAD (kg I.A) REDUCCIÓN


PLAGUICIDA
Convencional BPA Kg i.a. %

Fungicida 53,89 53,89 0 0,0

Nematicida 8,81 5,87 2,94 4,53

Herbicida 2,01 0,00 2,01 3,10

Insecticida 0,18 0,18 0,0 0,0

Total 64,89 59,94 4,95 7,63

Es importante recalcar que debido a la logística que se utiliza para la aplicación de


fungicidas para el combate de la Sigatoka negra y a la gran severidad con la que esta
enfermedad se manifiesta en las fincas bananeras, el programa no incluyó la reducción
en el uso de estas sustancias. De igual manera, no se contempló una reducción en el uso
de insecticidas debido a que estas sustancias van impregnadas en las fundas que
protegen al racimo, a que esto es un insumo clave para lograr un racimo de calidad
exportable y a que comparativamente con el resto de plaguicidas, representa cantidades
muy bajas de ingrediente activo.

18
Adicionalmente, en las parcelas con BPA+ se contempló una reducción del 25% en el
uso de fertilizantes sintéticos, complementando la nutrición del cultivo con fuentes
orgánicas, con el consiguiente beneficio ambiental y económico asociado.

4.3. RESULTADOS DEL PROYECTO DEMOSTRATIVO

4.3.1. Condición química del suelo


Las parcelas con BPA+ en finca San Pablo presentó una mejor condición de pH y una
acidez extractable, lo cual refleja una condición más adecuada para el desarrollo radical.
Se observó también en dichas parcelas, mayores contenidos de calcio (Ca) y magnesio
(Mg), que son elementos esenciales para obtener una producto de calidad. Finalmente,
se observó en el sistema BPA+ un contenido ligeramente superior de materia orgánica
en la finca, lo cual también es catalogado como positivo, por los beneficios que está
otorga en cuanto a la estructura y aireación del suelo, reservas de nutrimentos y en
cuanto a la microbiota en el suelo.

En finca Balatana no se observó una clara diferenciación en los parámetros observados


entre los dos tipos de parcelas, tal como sucedió en finca San Pablo. En este caso la
condición de pH y de acidez entre las parcelas fue muy similar, aunque ligeramente
inferior en las parcelas con BPA+. En cuanto al contenido elementos químicos, si bien
no se presentaron diferencias importantes entre los sistemas de manejo, en todos los
casos se observaron contenidos suficientes para suplir las necesidades del cultivo. El
contenido de materia orgánica es superior en las parcelas con BPA+, lo cual como se
explicó para finca San Pablo, es beneficioso. El anexo 3 muestra los resultados de los
análisis químicos realizados según sistema de manejo.

4.3.2. Condición microbiológica

En finca San Pablo la cantidad de hongos fue superior en las parcelas con BPA+, con
respecto a las parcelas con manejo convencional; además, entre los muestreos de mayo

19
de 2010 y febrero de 2011, se observó un crecimiento poblacional de estos
microorganismos en ambas parcelas, siendo esto más significativo en las parcelas con
BPA+.

En cuanto a las bacterias aerobias, contrariamente a lo sucedido con los hongos, estas
tendieron a aumentar su población en las parcelas convencionales el segundo muestreo
(febrero 2011). A pesar de ello, en ambas parcelas se encontraron poblaciones
adecuadas según los parámetros para suelo. Por otra parte, las bacterias anaerobias
relacionadas a sistemas mal aireados por compactación o por exceso de agua, mostraron
niveles inferiores en las parcelas con BPA+, independientemente del muestreo, lo cual
denota un efecto positivo del forqueo y de las coberturas vegetales vivas.

Finalmente, las poblaciones de actinomicetes siempre fueron superiores en las parcelas


con BPA+ en finca San Pablo, lo cual es positivo dado la función antagónica hacia
enfermedades y propiedades mineralizantes de estos microorganismos.

En finca Balatana los índices de hongos, bacterias aerobias aerobias y actinomicetes,


fueron más elevados en las parcelas con BPA+ independientemente del muestreo
realizado; no obstante, entre los dos muestreos se presentó una ligera disminución en las
poblaciones de estos microorganismos. En cuanto a las bacterias anaerobias, su
población siempre fue inferior en las parcelas con BPA+ y además, tendieron a
reducirse en ambas parcelas para el segundo muestreo.

En general, esta mejor condición microbiológica observada en las parcelas con el


sistema de manejo BPA+ de ambas fincas es la base inicial para que en la plantación se
alcance un mayor dinamismo en el reciclaje y aprovechamiento de nutrimentos a partir
de los residuos de la cosecha y de las fuentes orgánicas que se apliquen, lo cual brinda
la posibilidad de reducir el uso de fuentes sintéticas. Además, una mayor biodiversidad
y actividad microbiológica favorece una mayor actividad supresora del suelo ante el
ataque de patógenos, insectos y nematodos y por tanto, aumenta las posibilidades
reducir el uso de plaguicidas. Los beneficios señalados en conjunto, tendrán un efecto
positivo en el mediano y largo plazo, en la condición de vigor de las planta y por lo
tanto, en el potencial productivo de la plantación. Esta condición finalmente, vendrá a

20
brindar una mayor sostenibilidad y rentabilidad en el sistema, por lo que la plantación
requerirá menos insumos externos. El anexo 3 muestra los resultados de los análisis
microbiológicos realizados según sistema de manejo.

4.3.3. Monitoreo de la Sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis, Morelet)

Según los resultados del monitoreo de variables de severidad de la Sigatoka negra que
fueron estudiadas, no fue posible encontrar diferencias significativas entre las parcelas
BPA+ y convencional en ninguna de las fincas, tanto en plantas a parición, como en
plantas de 11 y 9 semanas de parición.

Este resultado está íntimamente ligado a dos factores: a) a que el programa de


aplicación de fungicidas en ambos sistemas de producción, por las razones indicadas fue
el mismo y, b) a que las labores de saneo y manejo del inóculo de la enfermedad
implementadas en el sistema BPA+, no fueron suficientes para bajar los índices de
infección y la severidad de la enfermedad, lo cual a su vez se explica en que las
ascosporas de M. fijiensis pueden diseminarse a grandes distancias con la ayuda de
corrientes de aire y por tanto, siempre hubo inóculo suficiente para infectar el tejido
foliar. El anexo 4 muestra los índices de severidad de la Sigatoka negra según finca y
tipo de manejo.

4.3.4. Monitoreo de nematodos

4.3.4.1. Finca San Pablo

Se observó a lo largo de los muestreos realizados que en las parcelas con


implementación de BPA+ de finca San Pablo, la raíz analizada mostró menores
cantidades promedio de Radophlus similis y de nematodos en general, con excepción al
muestreo de agosto de 2009 (inicio del proyecto), cuando había menor cantidad de
nematodos en las parcelas con manejo convencional y al los muestreos finales (enero y
marzo de 2011). Las figuras 6 y 7 muestran las cantidades de R. similis y de nematodos

21
totales según muestreo y tipo de parcela. Este efecto es congruente con una mejor
condición de pH en el suelo en la parcela BPA+ y una mayor actividad de hongos,
bacterias aerobias y actinomicetes, muchos de ellos antagonistas a los nematodos (suelo
supresor).

No se descartó además, una mayor efectividad de los nematicidas aplicados, debido a


una mayor incorporación de estos al suelo como resultado de una mayor frecuencia en
los ciclos de forqueo. No obstante, esta mejor condición nematológica presente en la
parcela con BPA+, no se tradujo en una mayor cantidad de raíz funcional, lo cual puede
deberse a que este es un proceso de recuperación que requiere de un período de tiempo
más prolongado (figura 8).

Figura. 6. Población promedio de R. similis encontrada según parcela.


Finca San Pablo.

22
Figura. 7. Población promedio de nematodos totales encontrada según parcela.
Finca San Pablo.

Fig.8. Promedio de raíces totales funcionales (gr) encontradas según parcela.


Finca San Pablo.

23
4.3.4.2. Finca Balatana

Las variables nematológicas observadas en ambas parcelas en finca Balatana, mostraron


resultados similares a los observados en finca San Pablo en cuanto a la población
promedio de nematodos presentes en la raíz, en la cual su cantidad es menor en la
parcela con BPA+, con excepción al muestreo inicial (agosto 2009) y a los últimos dos
muestreos (diciembre de 2010 y marzo de 2011). No obstante, en este caso sí se
presentó una mejor condición en cuanto a la raíz funcional, siendo el peso de esta mayor
en BPA+, lo cual resulta muy positivo y directamente relacionado a la productividad de
la parcela.

Al igual que se señaló para finca San Pablo, este efecto es congruente con una mejor
condición microbiológica lo que le permite al suelo poseer una mayor actividad de
hongos, bacterias aerobias y actinomicetes, muchos de ellos antagonistas a los
nematodos, razón por la cual se podría considerar que el suelo en la sección con BPA+,
es más supresor. Las figuras 9, 10 y 11 muestran gráficamente el comportamiento de R.
similis, nematodos totales y peso de raíz funcional, encontrado en promedio en las
muestras analizadas durante el período de monitoreo.

Figura. 9. Población promedio de R. similis encontrada según parcela.


Finca Balatana.

24
Figura. 10. Población promedio de nematodos totales encontrada según parcela.
Finca Balatana.

Figura. 11. Promedio de raíces totales funcionales (gr) encontradas según parcela.
Finca Balatana.

25
4.3.5. Monitoreo de insectos

4.3.5.1. Picudo negro

4.3.5.1.1. Finca San Pablo

Se encontró que en las parcelas convencionales (cables 23 y 24) la cantidad capturada


en las trampas para los muestreos de febrero del 2010 y de Enero del 2011, se mantuvo
por debajo del umbral de acción, es decir, menor a 5 insectos trampa-1 semana-1.

Por otra parte, en las parcelas con BPA+ (cables 26 y 27), se encontró que para el
muestreo de enero del 2010, la cantidad de insectos encontrados se mantuvo por debajo
el umbral de acción; no obstante, se encontró que en el muestreo de enero del 2011, las
poblaciones de este insecto superaron el umbral de acción (promedio de captura de 7,66
picudos trampa-1 semana-1). Posiblemente una mayor captura y presencia de picudos en
la parcela con BPA+, pueda estar asociada a la presencia de coberturas naturales, ya que
el insecto que es de hábitos rastreos, encuentra en esa condición, un nicho más favorable
para su supervivencia y establecimiento. No se descarta tampoco un menor control de
adultos dado que se redujo el número de ciclos de nematicidas que también los controla.
La figura 12 muestra gráficamente los promedios de picudos capturados en ambas
parcelas.

Figura 12. Promedio de captura de picudos (C. sordidus) por trampa según tipo de
manejo. Finca San Pablo.

26
Con respecto al Coeficiente de Infestación (C.I), se observó para las dos parcelas
niveles de infestación bajos, aunque menores para la parcela con BPA+, esto para el
muestreo de febrero del 2010; no obstante, se observa que en el muestreo realizado en
enero del 2011 hay una un daño mayor en las áreas convencionales en relación a las
áreas BPA+ (figura 13). No se observó una correspondencia clara entre la población
del insecto y el daño a la planta, lo cual pudo deberse a la distribución gregaria (no
generalizada) del insecto adulto o a que la población recién había migrado y no había
producido un daño apreciable.

Figura 13. Coeficiente de infestación por C. sordidus encontrado según tipo de


manejo. Finca San Pablo.

4.3.5.1.2. Finca Balatana

La figura 14 muestra las capturas de picudos en finca Balatana durante la ejecución del
proyecto. Se observa que en en el muestreo de febrero del 2010 y de enero del 2011 en
las parcelas convencionales, el promedio de picudos capturados fue mayor respecto a
las capturas en las parcelas BPA+. Se encontró que la parcela BPA+ superó
ligeramente el umbral de acción establecido.

27
Figura 14. Promedio de captura de picudos (C. sordidus) por trampa según tipo de
manejo. Finca Balatana.

En cuanto al nivel de daño medido como Coeficiente de Infestación, se determinó que


para ambos muestreos, éste fue mayor en las parcelas con manejo convencional,
respecto a las parcelas con BPA+, e incluso, en la sección que abarca el cable 28, el
nivel alcanzó el 16,66%, superando así el umbral de daño establecido. Por el contrario,
el mayor CI observado en las parcelas con BPA+ (cable 32) fue de 6,66%. La figura 15
muestra gráficamente los resultados explicados anteriormente.

Figura 15. Coeficiente de infestación (%) provocado por larvas del picudo (C.
sordidus) encontrado según tipo de manejo. Finca Balatana.

28
4.3.5.2. Cochinilla del banano (finca San Pablo)

Se encontró que las parcelas BPA+ presentan una cantidad menor de cochinillas en el
pseudotallo, en comparación a las parcelas con manejo convencional. Este resultado
puede atribuirse a la implementación del desburrille de forma más frecuente y profunda,
dado que los muestreos realizados con anterioridad, habían mostrado niveles
importantes del insecto en el pseudotallo y en menor grado en el racimo. El tener
pseudotallos con menor cantidad de cochinillas, es una buena estrategia de control del
insecto, ya que existen menos opciones de que este se desplace a los racimos. La figura
16 muestra los resultados señalados.

Figura 16. Promedio de cochinillas encontradas en el pseudotallo según tipo de


manejo de parcela. Finca San Pablo. Período enero de 2010 a marzo del 2011.

En cuanto al porcentaje de racimos con presencia de cochinillas, la figura 17 muestra


que a excepción de los meses de mayo y junio de 2010, las parcelas BPA+ presentaron
un porcentaje menor de racimos con presencia de cochinillas, respecto a las parcelas
convencionales. Este resultado es congruente con la labor de desburille, la cual dificulta
el acceso de cochinillas a las partes más altas de la planta, evitando con ello la presencia
de cochinillas en el racimo.

29
Figura 17. Promedio del porcentaje de racimos con presencia de cochinillas. Finca San
Pablo. Período enero de 2010 a marzo del 2011.

Por otra parte, se encontró que durante de todo el período de estudio, el número de
cochinillas en el racimo, siempre fue menor en las parcelas BPA+ en comparación con
la parcela con manejo convencional (figura 18). Este resultado señala la gran
efectividad del manejo preventivo aplicado en las parcelas BPA+ (desburille, el control
de malezas de porte alto y el embolse temprano).. No se omite la posible participación
de controladores biológicos establecidos en las coberturas (parasitoides y depredadores)
o aplicados (Beauveria bassiana, Metarhizium anisopliae y Paecilomyces lilacinus).

Figura 18. Número de cochinillas promedio encontradas en racimo según tipo de


manejo de parcela. Finca San Pablo. Período enero de 2010 a marzo del 2011.

30
4.3.5.3. Estudio de Entomofauna benéfica presente en arvenses.

Dentro del marco del proyecto se realizó un estudio prospectivo en fincas bananeras
para identificar las especies de insectos benéficos presentes y determinar el tipo de
asociación con las arvenses más frecuentes. El estudio comprendió 8 fincas bananeras
con manejo convencional y dos con manejo orgánico. Los resultados mostraron que
especies de arvenses reconocidas como malas hierbas en el cultivo, como Eleusine
indica y Wedelia sp, son atrayentes de insectos benéficos que tienen una función
regulatoria vital para mantener los niveles de insectos plagas por debajo de los niveles
de daño económico. Además el estudio mostró que otras especies más nobles como
Cyathula postrata, Geophyla macropoda y Clidemia sp, son importantes reservorios de
insectos benéficos.

El estudio abre la posibilidad de incorporar arvenses de una forma dirigida hacia la


conservación de enemigos naturales. Los detalles del estudio se presentan en el anexo 5.

4.3.6. Dinámica de arvenses

4.3.6.1. Finca San Pablo

Aunque tanto en las parcelas con BPA+ como en las parcelas con manejo convencional
se experimentó una pérdida en la diversidad de arvenses posiblemente como resultado
de condiciones ambientales desfavorables, esta situación fue más evidente en las
parcelas con BPA+, por lo que se puede deducir que definitivamente el uso de la
chapeadora mecánica afectó la diversidad de arvenses.

En este tipo de manejo entre el muestreo inicial (julio 2009) y el final (enero 2011),
desaparecieron 13 especies (Spermacoce aevis, Peperomia pellucida, Panicum
trichoides, Panicum sp, Mucuna pruriens, Leptochloa filiformis, Fleurya aestuans,
Eragrostis sp, Eleusine indica, Digitaria sp, Digitaria sanguinalis, Cissus sp y
Alternanthera brasiliana), pasando en mayo de 2009 de 21 especies a 8 especies en
febrero de 2011. Esto se vio reflejado en una mayor dominancia de especies como
Panicum zizanoides (24%), Geophila macropoda (35%), fomentada como cobertura,

31
Cyperus sp (8%) y Commelina erecta (29%), entre ambos muestreos para la parcela con
BPA+.

La pérdida de especies de arvenses en las parcelas con manejo convencional fue de 7,


pasando en mayo de 2009 de 18 especies iniciales a 11, lo cual como se señaló, se debió
en primera instancia a las condiciones ambientales y luego, al manejo que se les dio a
estas. Sin embargo, en las parcelas con manejo convencional se experimenta un
crecimiento en la dominancia de algunas especies como Panicum zizanoides, Geophila
macropoda, Cyperus sp y Commelina erecta. Otro dato interesante es que a pesar de
fomentar la siembra de oreja de ratón (Geophila macropoda), a lo largo de casi dos
años, hubo un avance en cobertura con esta planta equivalente al 34%. El anexo 5
muestra gráficamente los resultados señalados.

4.3.6.2. Finca Balatana

En finca Balatana al igual que en finca San Pablo se experimentó una pérdida de
especies de arvenses, principalmente en las parcelas con manejo con BPA+. En este
caso inicialmente (julio 2009) se encontraban 18 especies, mientras que el muestreo
final (enero 2011), fueron encontradas 15. En las parcelas con manejo convencional se
perdió únicamente una especie de arvense iniciando en 14 especies y finalizando en 13,
lo cual refuerza la tesis de que el sistema de manejo empleado (chapia frente a
herbicidas), afecta la diversidad. Se observa como dato interesante que gracias a la labor
de siembra de oreja de ratón (Geophila macropoda), entre los muestreos inicial y final,
se logró un 27% más cobertura con esta planta.

Resumiendo, se observó una recuperación de Geophila macropoda producto de una


labor de siembra de esta especie, sin embargo, dado el avance en cuanto a su cobertura,
se requiere mayor tiempo para alcanzar el 100% de cobertura. Además, contrariamente
a lo que se creía, se experimentó en las parcelas con BPA una pérdida en la diversidad
de arvenses, como resultado de una chapia mecanizada, la cual cuando se realizó con

32
mayor profundidad (caso San pablo), acentuó más esta situación. El anexo 5 muestra
gráficamente los resultados señalados.

4.4. Impacto ambiental:

4.4.1. Reducción de plaguicidas

La reducción en el uso de plaguicidas en las parcelas con manejo con BPA+ en ambas
fincas, se debió a la eliminación total en el uso de herbicidas (100% de reducción) y a la
eliminación de un ciclo de nematicidas en los últimos doce meses (33% de reducción).
A su vez este resultado permitió cumplir a cabalidad con el estimado de reducción
propuesto inicialmente (cuadro 4).

Teniendo como base que en promedio en el cultivo del banano se aplican 64,89 kg ia ha-
1
año-1 (numeral punto 3.2.), en donde 53,9 kg ia ha-1 año-1 corresponde a fungicidas, 8,8
kg ia ha-1 año-1 a nematicidas, 2,0 kg ia ha-1 año-1 a herbicidas y 0,18 kg ia ha-1 año-1 a
insecticidas, se pudo calcular una reducción de 2,95 kg ia ha-1 año-1 de nematicidas y
2,01 kg ia ha-1 año-1 de herbicidas. Esto en conjunto dio como resultado una
reducción de total de 4,96 kg ia ha-1 año-1, lo cual representa el 7,6% del total
promedio que se utiliza en el cultivo del banano.

Por otro lado, si esta reducción se aplicara a toda el área de siembra de banano que
actualmente es de cerca de 43.000 has., la reducción total de ingrediente activo sería del
orden de los 210.700,0 kg ia ha-1 año-1., lo cual es muy significativo, tanto desde el
punto de vista ambiental y sanitario, como desde el punto de vista económico.

Además de los beneficios económicos y ambientales, la reducción en el uso de


plaguicidas alcanzada, facilita el establecimiento de una mayor abundancia y
biodiversidad de controladores biológicos y microorganismos benéficos en las
plantaciones, aportando sostenibilidad al sistema y dando un margen mayor a la
posibilidad de continuar reduciendo el uso de plaguicidas.

33
4.5. Monitoreo de plaguicidas

4.5.1. Presencia y concentración de plaguicidas en las parcelas demostrativas.

Luego de realizadas cinco campañas de muestreo de plaguicidas en las fincas y sus


respectivas parcelas demostrativas con BPA+ y con manejo convencional, fueron
analizadas un total de 264 muestras de las cuales 164 (62,1%) correspondieron a
muestras de agua provenientes de canales terciarios y secundarios; 60 (22,7%) a
muestras de suelo hasta una profundidad de 100cm y 40 (15,2%) a muestras de fruta a
las cuales les fue analizada su pulpa. De las 264 muestras analizadas 146 (55,3%)
fueron extraidas de finca San pablo y las restantes 118 (44,7%) de finca Balatana
(cuadro 5).

Cuadro 5. Total de muestras analizadas según matriz en las cinco


campañas de muestreo.

Por otra parte, según se observa en el cuadro 6, del total de muestras analizadas que
fueron 264, únicamente se detectó plaguicidas en 43 de ellas (16,3%).. De este total de
muestras con detección de plaguicidas, 26 (9,8%) correspondieron a muestras de agua,
11 (4,2%) a muestras de suelo y 6 (2,3%) a muestras de fruta. Según el sistema de
manejo del cultivo, se observó un total de 21 (8,0%) muestras con presencia de
plaguicidas en las parcelas con BPA, mientras que en las parcelas con manejo
convencional se observó 22 (8,3%) muestras. Este escaso margen de 0,3% entre los
porcentajes de detección de plaguicidas entre los sistemas de producción implementados

34
hace inferir que el sistema de manejo y aplicación de estas sustancias en ambas fincas
fue efectivo para evitar la contaminación del ambiente y el deterioro de la salud de los
trabajadores bananeros (cuadro 6).

Cuadro 6. Porcentaje de detección de plaguicidas referido al tipo de


muestra analizada.

Según se observa en el cuadro 7, los plaguicidas mayormente detectados en agua fueron


los fungicidas epoxiconazole, con 23 detecciones (41,1% del total de detecciones) y el
tebuconazole, con 11 detecciones y (19,6% del total de detecciones). Estos plaguicidas
son aplicados por vía aérea y su objetivo es combatir a la Sigatoka negra.

Por otro lado, los nematicidas granulados como el terbufos y el cadusafos, fueron
detectados principalmente en el suelo en 6 y 2 oportunidades respectivamente,
representando esto el 10,7 y el 3,6% del total de detecciones. De los dos nematicidas
encontrados, llama la atención el caso del cadusafos, ya que su uso en banano no se
permitió a partir del año 2009, por lo que no fue aplicado en ninguna de las dos fincas
participantes del proyecto.

Finalmente, en pulpa de banano, se detectó principalmente el thiabendazole, que es un


fungicida que se utiliza en post-cosecha para controlar el efecto de hongos que afectan
la corona como Colletotrichum musae, Thielaviopsis paradoxa y Fusarium spp. En este
caso, se presentaron 4 detecciones, lo que representó el 7,1% del total.

35
El hecho de que se presentara una gran similitud en cuanto a la detección de los
diferentes tipos de plaguicidas en ambos sistemas de producción (BPA+ y
convencional), fue quizás la razón de no haber encontrado tampoco diferencias a nivel
de analito.

Cuadro 7. Detección de plaguicidas según matriz analizada y molécula observada.

El cuadro 8 muestra que los fungicidas fueron los plaguicidas mayormente detectados,
lo cual sucedió en 39 ocasiones, es decir, en el 69,6% del total de detecciones; en
segundo lugar con 9 detecciones (16,1% del total) se ubicaron los insecticidas y en
tercer lugar con 8 detecciones (14,3%), los nematicidas.

36
Cuadro 8. Detección de plaguicidas según su tipo.

Si bien no se observó un impacto significativo en la reducción de la detección de


plaguicidas producto del plan de manejo aplicado en las parcelas con BPA+ respecto a
las parcelas con manejo convencional, sí fue posible observar concentraciones
significativamente menores de los plaguicidas más frecuentemente detectados
(fungicidas) en dicho sistema, lo cual refleja en cierta medida un impacto positivo de las
estrategias implementadas para reducir el escurrimiento (coberturas, estabilización de
taludes, protección de canales secundarios con patillo).

La figura 19 A muestra que las concentraciones de epoxiconazole y tebuconazole


presentes en agua de canales de drenaje, así como la de thiabendazole presente en fruta
(las cuales en conjunto representan el 68% del total de detecciones), fueron menores en
el sistema con BPA+. De igual forma aunque menos evidente, se encontraron
concentraciones menores de nematicidas (terbufos y cadusafos) en las parcelas
manejadas bajo el sistema BPA+ (figura 19B). Por el contrario, para los insecticidas,
posiblemente debido a su menor frecuencia de detección, no se observó la misma
tendencia descrita (figura 19C).

37
Figura 19. Concentración promedio de fungicidas, nematicidas e insecticidas encontrada
en muestras de agua, suelo y fruta según sistema de manejo de banano.

38
Los resultados expuestos en cuanto a la presencia de plaguicidas en muestras de agua,
suelo y fruta, señalan dos situaciones importantes: a) que debido a que la gran mayoría
de las muestras no presentaron plaguicidas y que cuando esto sucedió, las
concentraciones detectadas fueron menores que los límites máximos adoptados
internacionalmente, se puede decir que indiferentemente del sistema de manejo
utilizado (BPA o BPA+), en el cultivo del banano los plaguicidas son aplicados de
manera eficiente, siguiendo los protocolos necesarios para evitar problemas de
contaminación ambiental; b) que si bien no hubo diferencias significativas en la
cantidad de muestras con detección de algún plaguicida, entre los dos sistemas de
producción estudiados, sí fue posible observar diferencias en las concentraciones de
algunos plaguicidas, principalmente fungicidas, lo cual indica un efecto positivo de las
estrategias de mitigación establecidas (cobertura en plantación y canales de drenaje,
incorporación mediante forqueo, reducción de ciclos de aplicación).

4.5.2. Magnitud de las concentraciones de plaguicidas encontradas.

Con el objeto de poder comparar la magnitud de las concentraciones de plaguicidas


observadas en que se presentaron en las cinco campañas de muestreo realizadas y
determinar si son aceptables desde el punto de vista ambiental y sanitario, estas fueron
comparadas con los niveles máximos permitidos internacionalmente para aquellas
moléculas referenciadas en las bases de datos consultadas (bifentrina, thiabendazole y
mancozeb en pulpa, clorpirifos en agua y endosulfan (α y β) en suelo.

Para realizar este ejercicio se utilizaron dos parámetros: el Límite Máximo de Residuos
(LMR), el cual señala la concentración máxima de determinado plaguicida en un
producto, en este caso, en la pulpa de banano; y el Límite Máximo de Concentración
(LMC), el cual señala cual es la concentración máxima de determinado plaguicida en el
suelo y en el agua. El LMR se expresa en mg/kg (partes por millón o ppm), mientras
que el LMC se expresa en µg/L o kg (partes por billón).

39
Las bases de datos consultadas para obtener los límites máximos permitidos fueron: absi
(gobierno Suddafricano), FAS online Pesticide MRL Database (USDA), NOOA
Screening Quick Reference Tables (SQUIRTS) (EPA); PAN Pesticides Database-
Chemicals y National Recommended Water Quality criteria (EPA).

Para el caso de la bifentrina que es un insecticida que se impregna en las bolsas que
cubren al racimo, se establece que su LMR en banano debe ser de 0, 01 mg/kg (España)
y de 0,1 mg/kg en los Estados Unidos de América y la Unión Europea (según base absi).
Dado que esta sustancia fue detectada en una muestra de fruta proveniente de las
parcelas con manejo convencional a una concentración de 0,00092 mg/kg, se el LMR
es respectivamente 10,9 y 108,7 veces mayor que las concentración detectada
(figura 20).

Para el caso del thiabendazole se establece que su LMR en banano debe ser de 0,4
mg/kg (Canadá), de 3,0 mg/kg (Estados Unidos de América) y de 5,0 mg/kg (Unión
Europea) (según base FAS-USDA). Dado que esta sustancia fue detectada en cuatro
muestras (dos en parcelas sometidas al manejo BPA+ y dos bajo el sistema
convencional) observándose un rango de concentración entre 0,00031 mg/kg y 0,00063
mg/kg, se establece que los LMR señalados para Canadá son respectivamente 635
veces mayores que el rango de concentración detectado; asimismo, que el LMR
adoptado en los Estados Unidos es 4762 veces mayor para dicho rango de
concentración detectado y que los LMR para la Unión Europea, son 7936 veces
mayores que el rango detectado (cuadro 9).

Para el caso del mancozeb se establece que su LMR en pulpa de banano debe ser de 2,0
mg/kg según el CODEX y la Unión Europea (según base FAS-USDA). Dado que esta
sustancia fue detectada en una única muestra proveniente de muestras de fruta de las
parcelas con manejo convencional a una concentración de 1,099 mg/kg, se establece que
el LMR es 1,8 veces mayor que la concentración detectada en pulpa de banano.
(cuadro 9).

Para el caso del clorpirifos que al igual que la bifentrina es un insecticida que se utiliza
en banano impregnado en las fundas que cubren al racimo, la EPA establece que el

40
LMC para causar toxicidad aguda en organismos acuáticos presentes en agua dulce es
de 0,083 μg/L. Dado que esta sustancia fue detectada en dos muestras de agua
provenientes de las parcelas con BPA+ observándose un rango de concentración entre
0,0459 μg/L y 0,0631 μg/L, se establece que el LMC es entre 1,3 y 1,8 veces mayor
que el rango de concentración encontrada (cuadro 9).

En las bases de datos consultadas no se encontraron registros de LMC en agua para


epoxiconazole, tebuconazole y diazinón.

Para el caso del endosulfan α y endosulfan β, que son insómeros del insecticida del
mismo nombre, el cual desde hace ya varios años se dejó de usar en banano, pero que
pese a ello fue detectado a 40cm de profundidad en el perfil del suelo, se establece que
en los Estados Unidos de América su LMC debe ser de 119 μg/kg (según NOAA-EPA).
Dado que esta sustancia fue detectada en dos muestras de suelo provenientes de parcelas
con manejo BPA+ observándose para el isómero β una concentración de 0,0284 μg/kg y
para el isómero α una concentración de 0,1414 μg/kg se establece que dicha
concentración es respectivamente 4190 y 842 veces inferior al LMC de los Estados
Unidos (cuadro 9). En las bases de datos consultadas no se encontraron registros de
LMC en el suelo para terbufos, cadusafos y clorpirifos.

41
Cuadro 9. Magnitud de los Límites Máximos de Residuos (LMR) y Límites Máximos
de Concentración (LMC) adoptados internacionalmente, respecto a la concentración
máxima de los diferentes plaguicidas encontrada en fruta (pulpa), agua y suelo. Entre
paréntesis: relación LM / concentración máxima detectada.

*Contempla únicamente plaguicidas con LMR o LMC especificado en las bases de datos consultadas.

4.6. Análisis de rentabilidad de los sistemas de producción.

Se presenta a continuación un resumen de los estudios productivos y de rentabilidad de


cada sistema de producción, los cuales fueron realizados en dos períodos: el primero
que representó un período de 13 meses (marzo 2009 a abril 2010) y el segundo que
representó un período de 11 meses (abril 2010 a marzo 2011). Esto cronológicamente
representó un período aproximado de 24 meses. Los datos económicos junto con los
resultados del estudio de Radiografía de Plantación (anexo 4), explican el estado
productivo real y el esperado para los siguientes ciclos de cosecha, respectivamente.

4.6.1. Resumen de resultados en la primera evaluación.

En el primer ciclo de cosecha la rentabilidad económica para el sistema de manejo de


cultivo asociado a las BPA+ en cada finca que se realizó entre los meses de marzo 2009
a abril de 2010, fue calculada restando al valor de la producción (cajas producidas), los

42
costos incrementales en que se incurrieron en dichas parcelas, con respecto al manejo
tradicional o convencional.

Dichos gastos tuvieron que ver principalmente con el costo de insumos y de la mano de
obra utilizados en dichas parcelas, los cuales no fueron aplicados en las parcelas
convencionales. Ejemplos de esto fueron la aplicación de abonos orgánicos, enmiendas
químicas, productos foliares, agentes de control biológico, forqueo, mantenimiento de
arvenses por chapia mecánica, siembra y mantenimiento de coberturas, siembra y
mantenimiento de aráceas (patillos) en canal secundario, así como otros materiales y
jornales empleados en menor cuantía.

Según los registros contables, para finca San Pablo (5,3 has) el gasto en insumos y
mano de obra para los 13 meses registrados, ascendió a los $4.461,47 y $6.529,97,
respectivamente, dando un total de $10.991,44. Para finca Balatana (4,99 has) estos
gastos fueron de $3.099,06 y de $11.185,65, respectivamente, dando un total de
$14.284,71. Con el gasto total en cada finca se calculó el gasto promedio semanal, dado
que tanto los pesos promedio de racimos como la productividad en cajas, fueron
calculados semanalmente. Para el caso de finca San Pablo, el gasto promedio por
semana fue de $192,83/5,3 ha y para finca Balatana, fue de $250,61/4,99 ha.

El cuadro 10 resume los resultados económicos para ambas fincas y parcelas (BPA y
convencional), tanto para el muestreo de cosecha del año 2009, como para el muestreo
realizado en el año 2010.

Para el caso de finca Balatana en el año 2009, se obtuvieron productividades promedio


por hectárea de 2.183,4 y 2,324 cajas para las parcelas BPA+ y convencional,
respectivamente. Por ello al considerar un valor promedio de $7,00 por caja y un área de
5 ha para cada tipo de parcela, el valor total de la producción ascendió a $76.420,6 y
$81.355,6, respectivamente.

Estos valores demostraron una menor rentabilidad para la parcela BPA+, la cual produjo
por concepto de venta de cajas un total de $4.935,0 menos que su similar con manejo
convencional. Además, al cargar los $1.734,3 de gasto adicional por manejo en dicha

43
parcela, se produjo una ganancia en las parcelas BPA que fue $6.689,3 menor que en las
parcelas con manejo convencional. Esto significó dejar de percibir en promedio
$1.337,86/ha.

Por el contrario, los resultados para el muestreo realizado en la misma finca durante el
año 2010, mostraron valores positivos para las parcelas BPA+, frente a su similar con
manejo convencional. En este caso se produjeron en promedio 2.681,5 y 2.571,1 cajas
por hectárea para las parcelas BPA+ y convencional, lo cual representó valores de
$93.850,9 y $89.989,0, para dichas parcelas. Esto indicó un balance positivo para las
parcelas con BPA+ del orden de los $3.861,9 por concepto de ventas y una entrada
adicional de $2.608,9 respecto a las parcelas convencionales, luego de deducir los
gastos adicionales en los que se incurrió por un monto de $1.253,0. En promedio este
resultado significó haber percibido en promedio $521,78 más por hectárea en las
parcelas BPA+ que en las parcelas convencionales.

Finalmente, el balance entre los muestreos 2009 y 2010, demostraron que en las
parcelas con BPA+ se dejó de percibir un total de $4.080,4 frente a las parcelas con
manejo convencional, lo cual representó en promedio $816,08/ha menos.

Si bien el balance final resultó ser negativo para las parcelas con BPA+, se logró
demostrar que las plantas a pesar de haber estado sometidas a condiciones
climatológicas adversas (noviembre 2009 a enero 2010), las mismas lograron
posteriormente mayores niveles productivos comparando con las parcelas con
manejo convencional.

Los resultados en finca San Pablo fueron muy similares a los que se presentaron en
finca Balatana, ya que para la parcela con BPA+ estos fueron negativos en el muestreo
realizado durante el año 2009 y positivos en el muestreo realizado durante el año 2010.

Según se observa en el cuadro 10, la productividad en cajas por hectárea durante el año
2009, fue de 2.836,6 y 3.035,4 para las parcelas BPA+ y convencional, respectivamente.
El valor de dicha producción fue de $99.282,7 y de $106.237,8, lo cual para este primer
muestreo significó una ganancia de $6.955,1 menor en las parcelas con manejo con

44
BPA+, respecto a las parcelas con manejo convencional. Considerando que en las
parcelas con BPA+ se incurrió en un gasto adicional del orden de los $1.735,5 el
balance indicó que en dichas parcelas se experimentó una ganancia del orden de los
$8.690,6 menor, frente a lo experimentado en las parcelas convencionales. Esto en
promedio significó que por hectárea se dejaron de percibir $1.738,12 en las parcelas
con BPA+.

Por el contrario, para el muestreo del año 2010, la productividad en cajas por hectárea
para las parcelas BPA+ y convencional fue de 2.334,1 y 2.182,2, respectivamente, lo
cual produjo entradas de $81.693,1 y de $76.378,0, para dichas parcelas. El balance en
este año fue positivo para la parcela con BPA+ en la cual se obtuvo una entrada de
$5.135,1 más que en la parcela con manejo convencional. Al sustraer los $771,3 dólares
extra gastados en la finca, el balance se mantiene positivo y es del orden de los
$4.543,8. Esto significa que en promedio para las parcelas con BPA+, se
experimentó una ganancia adicional de $908,76/ha. para este año. Estos resultados
apoyan la tesis de que las plantas tratadas bajo el sistema de BPA+ se ven menos
afectadas por las condiciones adversas de clima.

Finalmente, el balance entre los muestreos 2009 y 2010, demostraron que en las
parcelas con BPA+ se dejó de percibir un total de $4.146,8 frente a las parcelas con
manejo convencional, lo cual representó en promedio $829,80/ha.

45
Cuadro 10.

4.6.2. Resumen de resultados en la segunda evaluación.

Se presenta a continuación un resumen de los resultados en cuanto a la productividad y


beneficios económicos generados en cada parcela (BPA+ y convencional) de cada finca
participante del proyecto, para el período comprendido entre abril de 2010 y marzo de
2011 (11 meses).

En primera instancia se calculó el número de racimos cosechados por hectárea en cada


una de las parcelas y con esta información, se calculó el número de racimos cosechados
en un año. En segunda instancia, se tomó una muestra de 30 racimos por parcela, a la
cual le fue realizado un perfil de racimo para determinar las mermas y cuantificar el
Ratio (cajas de 18,14 kg producidas por cada racimo). A partir de esta información se
calculó la producción total de cajas por hectárea y a esto se le asignó un valor tomando
como referencia que cada caja en el mercado tiene un valor de $7,0.

Posteriormente para calcular el beneficio económico, se procedió sustraer del valor de la


producción en las parcelas convencionales, el valor en las parcelas con BPA+. A
continuación a este valor le fue sustraído el costo adicional en mano de obra e insumos
utilizados en las parcelas con BPA+ para el período en cuestión (abril de 2010 a marzo

46
de 2011). Este valor refleja la ganancia adicional (si el valor es positivo) o el monto que
se dejó de percibir (si el valor es negativo) en las parcelas con BPA+, frente a las
parcelas convencionales. Finalmente, al monto (positivo o negativo) resultante en el
balance, le fue incorporado el ahorro en el 25% del fertilizante ($450,0/ha/año) y el
100% del costo del programa químico de mantenimiento de malas hierbas
($150,0/ha/año).

En finca Balatana según se muestra en el cuadro 11, la producción calculada para las
parcelas con BPA+ y con manejo convencional fue de 2.751,8 y 2.763,1 cajas por
hectárea, respectivamente. En este caso al haber menor cantidad de cajas por una merma
ligeramente superior en BPA+ (ratio de 1,20), dio como resultado un valor productivo
menor bajo dicho sistema ($19.262,9 y $19.341,5). Al calcular el balance, se obtiene un
valor negativo de $78,6, lo cual indica un menor valor de la producción con el manejo
con BPA+. Cuando se sustraen los $2.460,6 que adicionalmente costó el paquete con
BPA+, se obtiene un valor negativo de $2.460,6/ha, que es el monto que se dejó de
percibir en el sistema BPA+. Finalmente, si se descuentan los $600 de ahorro en
fertilizantes y herbicidas, el balance final es siempre negativo y refleja que en esta finca
se dejó de percibir un total de $1.860,2/ha bajo el sistema con BPA+, respecto al
sistema convencional.

Haciendo el balance general, la figura 20 muestra que debido a un repunte productivo


en los meses de abril, mayo y junio de 2010, el valor de la producción pagó los costos
operativos adicionales y esto permitió un balance positivo para ese muestreo. Por el
contrario, cuando el nivel productivo fue ligeramente inferior en el sistema con BPA+,
el balance fue negativo.

47
Cuadro 11. Balance económico entre sistemas de manejo (BPA+ y convencional)
implementados en finca Balatana. Segunda fase del proyecto (mayo 2010 a marzo
2011).

Figura 20. Comportamiento productivo y económico observado en las parcelas con


manejo con BPA+ y convencional de finca Balatana. Fases I y II (mayo 2009 a marzo
2011).

48
En finca San Pablo según se muestra en el cuadro 12, la producción calculada para las
parcelas con BPA+ y con manejo convencional fue de 2.792,8 y 2.553,5 cajas por
hectárea, respectivamente. Dicha producción vendida a $7,00 por caja, dio como
resultado valores productivos de $19.549,5 y $17.874,2 respectivamente para dichas
parcelas. Al calcular el balance, se obtiene un valor positivo de $1.675,3, lo cual indica
un mayor valor de la producción con el manejo con BPA+. Cuando se sustraen los
$2.279,2 que adicionalmente costó el paquete con BPA+, se obtiene un valor negativo
de $603,9/ha, que es el monto que se dejó de percibir en el sistema BPA+ por hectárea.
Finalmente, si se descuentan los $600 de ahorro en fertilizantes y herbicidas, el balance
final es siempre negativo, aunque muy cercano a cero ($3,9).

Haciendo el balance general, la figura 21 muestra que debido a un repunte productivo


en los meses de abril, mayo y junio de 2010 (producto de condiciones climatológicas
más favorables), el valor de la producción pagó los costos operativos adicionales y esto
permitió un balance positivo para ese muestreo y eventualmente para los meses
subsiguientes. Por el contrario, a pesar de que la producción en las parcelas con BPA+
ha sido a lo largo del proyecto superior a la producción en las parcelas con manejo
convencional (con excepción al primer muestreo en mayo de 2009), debido al
decrecimiento en la producción de ambas parcelas en los meses de abril, mayo y junio,
se experimentó un balance económico negativo en las parcelas BPA+, con respecto a las
convencionales.

Es importante señalar que lo anteriormente explicado para ambas fincas participantes,


refleja el comportamiento de un sistema que aun no es estable y que ha requerido un
mayor suministro de insumos y de mano de obra que lo encarece; sin embargo, las
mejoras e inversión aplicados, servirán como base para obtener un sistema menos
dependiente de insumos y por tanto, con menores costos operativos y con una mayor
productividad, como se observa en la tendencia entre ambos sistemas productivos entre
mayo de 2009 y febrero de 2011.

49
Cuadro 12. Balance económico entre sistemas de manejo (BPA+ y convencional)
implementados en finca San Pablo. Segunda fase del proyecto (mayo 2010 a marzo
2011).

Figura 21. Comportamiento productivo y económico observado en las parcelas con


manejo con BPA+ y convencional de finca San Pablo. Fases I y II (mayo 2009 a marzo
2011).

50
4.7. Impactos sociales.
4.7.1. Impacto del sistema de manejo sobre de tipo químico a la salud humana.

Con el objeto de evaluar si el sistema de manejo propuesto con BPA (+) representa
algún riesgo químico adicional a la salud de los trabajadores bananeros, se procedió a
realizar un estudio tomando como base 19 labores agrícolas que se realizan únicamente
bajo el sistema con BPA (+) o el sistema convencional, o bien, de forma combinada en
ambos sistemas.

El estudio fue realizado por un especialista en Salud Ocupacional con amplia


experiencia en el cultivo del banano, el cual fue contratado exclusivamente para este fin.
Se utilizó la metodología de evaluación de riesgos del Instituto Nacional de Seguros
(INS, Norma Técnica del Seguro), la cual a su vez es una adaptación de la norma
aplicada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene del Trabajo (INSHT) de
España.

Para su elaboración se realizó entre los meses de octubre y febrero de 2011, varias
visitas no avisadas a las parcelas de ambas fincas en las cuales se observó cada labor y
se entrevistó a la persona que la estuviese realizando.

Con la información de campo se procedió a evaluar la información de acuerdo a: 1)


Identificación del peligro: fuente de peligro, quién o qué puede ser dañado, cómo puede
ser dañado y qué acciones correctivas aplicarían; 2) Estimación del riesgo: para lo cual
se utiliza una matriz que combina tres aspectos: la consecuencia (ligeramente dañino,
dañino o extremadamente dañino); la probabilidad de ocurrencia (alta, media o baja) y
el grado de exposición (permanente, frecuente u ocasional). Cada clasificación y cada
nivel posee un puntaje, de tal forma que la estimación del riesgo puede ser calculada de
la siguiente manera:

ESTIMACIÓN RIESGO = CONSECUENCIA X EXPOSICIÓN X PROBABILIDAD

51
Cuando el puntaje sea mayor a 450, se está ante un riesgo intolerable que amerita su
eliminación completa para proseguir con determinada labor. Por el contrario, si el
puntaje es menor o igual a 100 puntos, el riesgo se considera como trivial, por lo que no
se requiere tomar ninguna acción específica.

El resultado final evidenció que todas las labores analizadas presentaron un nivel de
riesgo catalogado como trivial, siendo que 16 de ellas (84,2%) alcanzaron un puntaje de
50 y 3 (15,8%) un puntaje de 90. El anexo 8 contiene los detalles puntuales del estudio
realizado.

Debido al resultado obtenido, no se puede concluir que el cambio tecnológico en el


cual se adoptó el sistema BPA (+), sea un factor que reduzca o incremente el riesgo
de los trabajadores bananeros a sufrir algún daño de naturaleza química. Esto
analizado desde el punto de vista de las labores normales que las fincas bananeras
desarrollan, resultó igualmente muy positivo, ya que demuestra que los protocolos que
se implementan para salvaguardar la salud de los trabajadores, son los adecuados para
mantener un nivel de riesgo de tipo trivial.

5. CAPACITACIÓN Y DIVULGACIÓN

La labor de capacitación implementada en el proyecto incluyó la celebración de cuatro


cursos de dos días cada uno, tres charlas, la atención de consultas directamente en las
oficinas del proyecto y la generación de material divulgativo impreso y audiovisual.

5.1. Cursos y día de campo

Durante la ejecución del proyecto fueron impartidos un total de cuatro cursos y se


desarrolló un día de campo. A estas actividades asistió un total de 346 personas,
principalmente técnicos bananeros, productores y empleados de mandos medios de las
bananeras, como por ejemplo, jefes de salud ocupacional, encargados de programas de
aplicación de plaguicidas y fertilizantes y encargados de programas de implementación
de buenas prácticas agrícolas.

52
Según los registros de participación, en estos cursos fue atendido personal de todas las
compañías comercializadoras (DOLE, Chiquita, Del Monte, Banacol), las cuales en la
actualidad poseen aproximadamente el 50% del área cultivada con banano en el país.
Además, se comprobó también una muy nutrida participación de fincas independientes.
Este resultado permitirá en el corto plazo, un efecto multiplicador y por consiguiente, un
mayor número de bananeros interesados en el sistema de manejo con BPA+ y por
supuesto, permitirá un ambiente bananero cada vez más sostenible y consciente de su
responsabilidad de cuidar el ambiente y de velar por la salud de sus trabajadores.

Complementariamente dentro del programa de capacitación y divulgación, se impartió


un total de 3 charlas informativas sobre el proyecto en los siguientes foros: 3er
Congreso Científico-Técnico Bananero Nacional (350 asistentes). Además, se atendió a
un total de 479 personas en oficinas, a quienes les fue explicado los objetivos, alcances
y principales resultados del proyecto. El cuadro 13 resume las temáticas y la
participación en los eventos de capacitación y En el anexo 9 se detallan los grupos
atendidos en oficina.

Cuadro 13. Resumen de eventos de capacitación y concienciación llevados a cabo.


Cuadro 1. Eventos de capacitación realizados y asistencia obtenida.
FECHA ACTIVIDAD TITULO ASISTENCIA

Jul .16, 2009 Curso BPA y MIP en el cultivo del banano. 75


Escurrimiento de plaguicidas. Uso y manejo de
Set. 03, 2009 Curso 66
plaguicidas.
Proyecto: Implementación de BPA en el cultivo de
Nov. 13.
Charla banano, para reducir el escurrimiento de plaguicidas al 350
2009
mar Caribe
Ene. 21, Beneficios de coberturas vegetales, enmiendas y abonos
Día de campo 75
2010 orgánicos.
Manejo y conservación del suelo bananero.
Ago. 19-20,
Curso Estandarización e inocuidad de abonos orgánicos. y 65
2010
biofermentos.
Feb. 07, Avances proyecto demostrativo con BPA en el cultivo
Charla 10
2011 del banano (CAB).
Feb. 16, Avances proyecto demostrativo con BPA en el cultivo
Charla 65
2011 del banano (Curso manejo del suelo bananero).
Feb. 16-17,
Curso BPA en la atención de la Sigatoka negra y nematodos. 65
2011
Período del
- Atención en oficinas 479
proyecto

TOTAL 1.250

53
5.2. Materiales impresos

Durante la ejecución del proyecto se elaboraron 8 hojas técnicas, cada una con un tiraje
de 400 ejemplares, para un total de 3.200 ejemplares. Adicionalmente se elaboraron y
distribuyeron 2 folletos informativos y dos afiches (uno por cada fase del proyecto), con
información sobre los objetivos, alcances y resultados principales del mismo. Los
folletos tuvieron un tiraje de 250 ejemplares cada uno, mientras que los afiches, un tiraje
de 150 cada uno (total de 800 ejemplares).

En el mes de setiembre de 2010, se colocó una pauta informativa del proyecto en los
diarios La Nación y Al Día, los cuales llegan a todo el país.

Otros documentos elaborados y distribuidos fueron: 2 plegables divulgativos con el


tema de manejo de la Sigatoka negra y la preparación de mezclas de fungicidas, cada
uno con un tiraje de 150 ejemplares (total 300 ejemplares); además se elaboraron dos
artículos técnicos, uno que se incluyó en la memoria del 3er Congreso Científico-
Técnico Bananero (nov. 2009, 350 ejemplares) y el segundo, que apareció en la revista
Entorno Bananero (año 11, N° 36 2010, pág. 21-23, tiraje no determinado), la cual llega
a todos los productores bananeros del país.

Por otra parte, se elaboró un manual técnico con el aporte del departamento de
Asistencia Técnica y de la Dirección de Investigaciones, el cual resume el sistema de
manejo con BPA que CORBANA recomienda a los productores bananeros. Este manual
tuvo un tiraje de 150 ejemplares. Finalmente, se elaboró un video de 15 minutos que
explica el plan de manejo con BPA (+) que se implementó en el proyecto y además
informa sobre los principales beneficios productivos, ambientales y sanitarios que se
derivan de este.

El cuadro 14 brinda información adicional sobre la labor desarrollada en el ámbito de la


capacitación y la concienciación, mediante la generación de material divulgativo..

54
Cuadro
Cuadro14.3.Material
Materialdivulgativo
informativoimpreso.
impreso.

TIPO DE N°
MES /AÑO TITULO
DOCUMENTO EJEMPLARES
Hoja Divulgativa N°2- Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el
Oct. 2009 400
2009 cultivo del banano.
Artículo en memoria del Implementación de buenas prácticas agrícolas
3er congreso científico- (BPA) para reducir el escurrimiento de
Nov. 2009 350
técnico bananero. plaguicidas usados en el cultivo del banano
Guápiles, Costa Rica. (Musa AAA).
Hoja Divulgativa N°2- Aspectos a considerar sobre el control
Ene. 2010 400
2010 biológico.
Corrección del pH bajo y de la alta acidez en
Hoja divulgativa N°3- suelos bananeros mediante la incorporación
Abr. 2010 400
2010 de enmiendas cálcicas (encalado) con la
práctica del “forqueo”.
Hoja Divulgativa N°4- Medidas de seguridad en aplicaciones de
Jul.2010 400
2010 nematicidas.
Biología y control de las cochinillas y
Ago. 2010 Hoja divulgativa N°5 400
escamas que atacan al banano.
CORBANA S.A. participa en un proyecto
demostrativo sobre Buenas Prácticas
Ago. 2010 Artículo técnico No determinado
Agrícolas (BPA). Revista Entorno Bananero.
Año 11. N°36 2010. Pag. 21-23.
Por una producción 100% en equilibrio con
Set. 2010 Folleto 250
nuestro entorno.
Por una producción 100% en equilibrio con
Set. 2010 Afiche 150
nuestro entorno.
Pauta publicitaria: diario Por una producción 100% en equilibrio con Tiraje a nivel
Set.2010
La Nación y Al Día nuestro entorno. nacional
Hoja Divulgativa N°1- Unidades de Calor (UC): su interpretación y
Feb. 2011 400
2011 utilidad en la producción de banano.
Hoja Divulgativa N°2- Manejo de la Sigatoka negra en el cultivo del
Feb.2011 400
2011 banano.
Guía básica para la preparación de mezclas,
Hoja Divulgativa N°3- uso de fungicidas y calibración de
Feb.2011 400
2011 motobombas utilizadas en el combate de la
Sigatoka negra.
Proyecto Implementación de Buenas Práctica
Agrícolas BPA en el cultivo del banano para
Mar. 2011 Afiche reducir el escurrimiento de Plaguicidas al mar 150
Caribe. Beneficios encontrados de la
Aplicación de BPA.
Moko o marchitamiento bacteriano del
Mar. 2011 Plegable divulgativo banano y plátano (Ralstonia solanacearum 150
Yabuuchi et. al).
Pudrición suave del dedo de banano
Mar. 2011 Plegable Divulgativo 150
(Pectobacterium carotovorum Waldee).
Resultados del proyecto: “Evaluación de dos
Proyectos demostrativos en Banano con la
Abr. 2011 Folleto 250
Implementación de Buenas Prácticas
Agrícolas (BPA) en el Caribe costarricense”.
“Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el
Jun. 2011 Manual Técnico 150
cultivo del Banano”.
TOTAL - - 4.800

El anexo 9 muestra los materiales divulgativos generados.

55
5.3. Capacitación al equipo técnico del proyecto demostrativo en banano.

Durante el proyecto parte del personal técnico del proyecto logró obtener capacitación
mediante su participación en un congreso internacional (La Paz, Bolivia) y mediante el
intercambio técnico con profesionales de empresas e institutos altamente reconocidos en
la región (EXCOSUR, S.A, Choluteca, Honduras; EMBRAPA, Crus, das Almas,
Brasil).

5.3.1. La Paz, Bolivia


En La cuidad de la Paz, Bolivia el Ing. Alejandro Rodríguez asistió al “1er Congreso
Internacional Plaguicidas y Alternativas: Una mirada desde la salud, agricultura y
medio ambiente en América Latina”, el cual se llevó a cabo entre el 8 y 10 de febrero
del 2010. En dicho evento se dieron a conocer avances importantes en cuanto al
desarrollo de alternativas al uso de los plaguicidas sintéticos, principalmente mediante
la implementación del Manejo Ecológico de Plagas (MEP) y el uso de Agentes de
Control Biológico. Se pudo además conocer sobre la problemática en cuanto al uso de
plaguicidas en la región andina y de qué formas esto atenta contra la salud del
productor, del consumidor y del ambiente; asimismo; en este aspecto, se expusieron en
el congreso las iniciativas de orden legal y técnico que mediante su puesta en marcha,
pretenden minimizar dicha problemática en la región.

5.3.2. Choluteca, Honduras

Entre el 21 y el 24 de febrero, el Ing. Alejandro Rodríguez junto a funcionarios de


PROAGROIN, BANACOL y el Dr. Elidier Vargas, coordinador nacional de los
proyectos REPCar, realizó una vista a la empresa EXCOSUR ubicada en el
departamento de Choluteca, Honduras, con el objeto de conocer los programas de
producción y aplicación de controladores biológicos, así como el sistema de Manejo
Integrado de Cultivo que se aplica en esta empresa melonera.

En la visita a la biofábrica se observaron los sistemas de producción que la empresa


implementa para obtener el material biológico necesario (Trichoderma sp, Bacillus spp
y Beauveria bassiana). Además, un aspecto muy importante fue conocer el sistema de

56
manejo integrado de cultivo del melón, el cual tiene como eje central evitar cualquier
estrés o daño a la plántula que se va a sembrar y a evitar el ingreso de agentes
patológicos (manejo preventivo). Este programa según lo observado, se complementa
con una buena fertilización, un riego adecuado y con el uso de los microorganismos
mencionados. En la empresa se aplica además un elaborado sistema de BPA el cual fue
igualmente discutido.

5.3.3. Cruz das Almas, Bahía, Brasil.

Entre el 21 y el 26 de marzo de 2011, el Dr. Jorge Sandoval, director de investigaciones


de CORBANA, visitó el Centro Experimental de Mandioca y Fruticultura, de la
Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA), en la ciudad de Cruz das
Almas, Estado de Bahía, Brasil. El propósito del viaje fue suscribir un convenio de
cooperación técnica entre ambas instituciones y a la vez, visitar los principales
proyectos que desarrolla EMBRAPA. Entre los proyectos visitados, sobresalen los
siguientes: mejoramiento genético, manejo de los recursos naturales, clima e impacto
ambiental y socioeconómico de la agricultura, manejo integrado de plagas (insectos,
nematodos, patógenos), control biológico, coberturas vegetales, bio-herbicidas, bio-
inseticidas y bio-fungicidas. El objetivo de la gira fue cumplido pues se suscribió un
convenio con EMBRAPA en el cual se establecieron pautas para la transferencia en
tecnologías limpias de producción y la implementación de las BPA, lo cual sin duda
será muy provechoso para el seguimiento y continuidad de esta filosofía en
CORBANA.

6. IMPACTO DEL PROYECTO SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN DE BPA EN


LA REGIÓN

6.1. Adopción de Buenas Prácticas Agrícolas por parte de la industria bananera.

En el mes de febrero de 2011 aprovechando la celebración de los seminarios sobre


BPA+ en el manejo de la Sigatoka negra y los nematodos, se aplicó nuevamente la

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consulta para diagnosticar el grado de avance en la adopción de las BPA producto de la
labor de capacitación y concienciación implementada por el proyecto. Esta segunda
encuesta fue aplicada a un total de 25 técnicos y productores bananeros.

Los resultados indicaron que de las 27 BPA consultadas, en 15 de ellas (56,6%) se


observó un mayor nivel de implementación respecto al año 2009. Por el contrario,
en 9 BPA consultadas (33,3%), se observó una retroceso en su adopción y en
únicamente 3 de ellas (11,1%) no se observó ni avance ni retroceso.

En conclusión, se pudo observar un efecto positivo de la labor del proyecto en cuanto a


la adopción de las BPA. El cuadro 15 muestra en detalle las prácticas consultadas y el
balance entre los resultados de las dos encuestas aplicadas.

Cuadro 15. Comparativo de adopción de BPA entre el inicio y la conclusión del


proyecto.

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7. LECCIONES APRENDIDAS

 Las fincas bananeras implementan una gran variedad de BPA, producto


de la necesidad de cumplir con las exigencias de los mercados, pero a la
vez, debido a una conciencia ambiental cada vez más arraigada entre los
productores. Esto ameritó realizar un estudio profundo para crear un
sistema de manejo diferenciado al cual se le denominó BPA+.

 Por el avance logrado en el proyecto y el tiempo requerido para ello,


queda claro que se requiere un lapso mayor para que las labores
implementadas en las parcelas con BPA+ rindan sus frutos y aporten
mejores condiciones productivas. Esto es especialmente importante para
cultivos de ciclo prolongado y de comportamiento perenne como es el
banano.

 La mejora integral en la calidad del suelo por medio de la regulación del


pH, la acidez y el aporte de nutrimentos conforme a las necesidades de la
planta, así como la aplicación de materia orgánica y de microorganismos
benéficos, debe verse como la base para contar con un sistema más estable,
supresor y menos dependiente de sustancias químicas. Está ampliamente
documentado que una planta con un sistema radical sano y vigoroso le
brinda a la planta una más efectiva extracción de agua y nutrimentos del
suelo y esto a la vez le transfiere a la planta, una mayor capacidad para
tolerar el ataque de plagas y enfermedades. La mejora integral del suelo
debe de combinarse con una reducción paulatina en el uso de plaguicidas,
para que sea más factible el establecimiento de agentes de control biológico
que induzcan la regulación natural de plagas y enfermedades.

 Debido a que la aplicación de los fungicidas que se utilizan para el


combate de la Sigatoka negra se hace por vía aérea y a que las parcelas
demostrativas estaban insertas dentro de fincas comerciales, no se
contempló en el proyecto una disminución o modificación en la cantidad de
ingredientes activos de estas sustancias. No obstante, dado que los

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fungicidas representan alrededor del 80% del total de ingredientes activos
que se aplican en el cultivo del banano, es necesario buscar vías alternas
para poder evaluar la conveniencia técnica y la rentabilidad de nuevas
opciones de manejo que sustenten la reducción en el uso de estos
plaguicidas.

 Dado que los índices productivos y fitopatológicos analizados son más


positivos bajo el sistema BPA (+), se espera que en el mediano plazo, al
bajar la inversión requerida para el establecimiento de las labores y
estrategias que este conlleva, muestre una rentabilidad también positiva e
induzca a incrementar los niveles de implementación y de cobertura. Esta
fue una de las razones por las que en el proyecto se establecieron
estrategias para enfatizar los beneficios ambientales y la sostenibilidad en el
uso de los recursos en las fincas bananeras que se logran con los BPA. A
futuro y a sabiendas de que el sistema establecido aun no es estable y
requerirá por lo menos un año más para ello, se dará el seguimiento
necesario a las parcelas en finca San Pablo, para continuar en la toma de
registros y además, se continuará con la labor de capacitación y
concienciación usando este recurso.

 La presencia de plaguicidas en las muestras ambientales analizadas fue


escasa, tanto en cuanto al número de moléculas detectadas, como en la
concentración presente, lo cual es muy favorable para la actividad
bananera, pues refleja que la implementación de BPA y demás regulaciones
que aplican las fincas, son muy efectivas para prevenir la contaminación
con los plaguicidas que se utilizan. No obstante, se cree posible que
fragmentando las campañas de muestreo con el objeto de incrementar la
frecuencia con que estas se hacen a lo largo del año, se podría obtener
información muy valiosa en cuanto al efecto de la época del año y de las
condiciones climatológicas que prevalecen al momento de realizar los
muestreos, máxime que en la zona bananera de Costa Rica, estas son muy
cambiantes.

60
 Debido a que a nivel de planta empacadora se utilizan fungicidas y otras
sustancias para controlar el efecto de enfermedades a nivel post-cosecha,
sería conveniente ampliar los muestreos para conocer si estos productos
están presentes en aguas residuales.

 Quedó claro que desde el punto de vista químico, que ambos sistemas de
producción presentan los mismos niveles de riesgo; no obstante, debido a
que bajo el sistema BPA+ el uso de sustratos altamente colonizados por
microorganismos es intensivo, es conveniente evaluar el nivel de riesgo que
esto representa y a la vez, elaborar e implementar protocolos que aseguren
la inocuidad de estos productos.

 El protocolo de manejo implementado bajo el sistema BPA+ sirvió para


validar la factibilidad técnica y económica de una serie de labores como la
mejora integral del suelo, el establecimiento de coberturas vegetales, el uso
de agentes de control biológico y además, para demostrar que el uso de
plaguicidas en las fincas bananeras es seguro para los trabajadores
bananeros y ambientalmente aceptable.

 Gracias a una labor conjunta entre diferentes departamentos técnicos de


la Corporación Bananera Nacional, al aporte financiero del PNUMA a
través del proyecto REPCar y a una muy buena participación en los eventos
de capacitación y concienciación, fue posible motivar al productor
bananero a implementar de forma más intensiva y extensiva las diferentes
opciones de manejo basadas en las BPA. No obstante considerando
persisten puntos importantes de mejora, es necesario redoblar esfuerzos.

 Un manejo del cultivo de banano más amigable con el ambiente y seguro


para el trabajador bananero, puede ser una herramienta útil en la
consecución de mercados preferenciales, lo cual podría fortalecer la
actividad en el país y generar mejores condiciones de vida en las
comunidades bananeras.

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8. CONCLUSIONES

 Para la producción bananera es necesario aplicar una variedad de


sustancias como fertilizantes y plaguicidas que le permiten a la planta producir
un racimo con la calidad requerida para que la fruta pueda ser exportada. Según
el estudio de línea base, en banano se aplican 64,89 kg de i.a ha-1 año-1, dentro
de los cuales, los fungicidas que se destinan al control de la Sigatoka negra,
representan un poco más del 80% del total.

 La gran mayoría de las fincas bananeras cuentan con alguna certificación


relacionada a las BPA+ y según la consulta aplicada al inicio del proyecto, el
abanico de opciones es grande y variado. Esto ameritó evaluar muy
detenidamente el plan de manejo que se aplicó en el sistema BPA+, para
poderlo diferenciar del manejo convencional que fue tomado como control para
medir las diferentes variables que fueron evaluadas. Esta diferenciación
consideró tanto nuevas estrategias, como la aplicación de otras de forma más
intensiva.

 El sistema de manejo aplicado en el sistema BPA+ se basó en un


diagnóstico inicial de la condición de las parcelas que permitió identificar
necesidades y programar con mayor propiedad las labores en las parcelas. A su
vez, esto fue la base que permitió dosificar la cantidad y frecuencia de la
aplicación de los insumos en general, buscando por un lado reducir la cantidad
aplicada y por el otro, mitigar cualquier posible efecto ambiental que pudiese
derivar de esta labor.

 A pesar del corto tiempo transcurrido, algunas de las variables mostraron


índices más positivos bajo el sistema con BPA+. Tal fue el caso de la condición
de pH, acidez y los macroelementos; la cantidad de organismos benéficos
presentes en el suelo (hongos, bacterias aerobias y actinomicetes); la población
de nematodos y, en cierta medida, el vigor de la plantación y la productividad
por área. No obstante, para lograr que el sistema productivo se estabilice y

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refleje el efecto del plan de manejo con BPA+, será necesario un lapso de
tiempo mayor.

 A pesar de que la productividad (cajas/ha) fue mayor en las parcelas con


manejo BPA+ en ambas fincas, el balance económico general luego de dos años
de trabajo, mostró resultados negativos bajo ese sistema de manejo. La
explicación para este resultado radica en que estas parcelas requirieron de una
mayor inversión en mano de obra para establecer coberturas y aumentar tanto la
frecuencia algunas labores culturales, como la aplicación de algunos insumos
(materia orgánica, cal, fertilizantes foliares y controladores biológicos). Esta
condición económica negativa solamente pudo revertirse cuando por
condiciones climatológicas muy favorables para el cultivo, las fincas
aumentaron sustancialmente los índices productivos, logrando que el valor de la
producción pagase el costo de la inversión realizada.

 Una vez que el sistema BPA+ sea estable y no requiera de la inversión


final que requirió, la combinación entre una mayor producción y un menor
gasto en mano de obra e insumos, permitirá que el balance económico bajo el
sistema de manejo con BPA +, sea positivo.

 Según el estudio realizado, el nivel de riesgo químico a la salud es igual


en los dos sistemas de producción y este fue calificado como trivial (el más
bajo), por lo que se concluye que las fincas bananeras habilitan protocolos
adecuados para resguardas la salud e integridad de los trabajadores bananeros.

 Se logró eliminar al 100% el uso de herbicidas y el 33% de los


nematicidas en un corto plazo (23 meses), cumpliendo esto con uno de los
objetivos del proyecto de reducir el uso de plaguicidas y establecer estrategias
para mitigar que estos se escurran hacia cuerpos de agua y los contaminen. El
resultado final indica que esto permitió reducir un total de 4,95 kg i.a.ha-1 año-1,
lo que en términos porcentuales representó el 7,67% del total que normalmente
se aplica en el cultivo del banano.

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 El establecimiento de coberturas gracias a la eliminación del uso de
herbicidas, según referencias estudiadas, traerá consigo beneficios adicionales
tales como: una menor erosión y escorrentía superficial, un menor arrastre de
insumos, mayor reciclaje de nutrimentos y en general, una mejor condición de
suelo para el desarrollo de la raíz. Además, una menor presencia de herbicidas y
nematicidas se asoció en este proyecto, a una mayor actividad y variedad
microbiológica en el suelo, lo cual favorece muchos procesos de mineralización
de la materia orgánica, absorción de nutrimentos y el sistema de defensa de las
plantas contra los patógenos.

 Los análisis realizados en agua, suelo y fruta dentro de las parcelas


demostrativas (BPA+ y convencional), han demostrado que la gran mayoría de
las muestras han resultado libres de plaguicidas, incluso a niveles de detección
de partes por billón (μg/kg), lo que sugiere que el manejo que se hace en las
fincas de estos productos es el adecuado para evitar que estos contaminen el
ambiente. Hubo sin embargo una ligera menor detección en las parcelas con
BPA, demostrando esto que las estrategias de mitigación adicionales que se
implementaron bajo el sistema BPA (+), rindieron más beneficios en ese
sentido.

 Los análisis realizados mostraron la presencia de un número reducido de


plaguicidas que se aplican en el cultivo (epoxiconazole, tebuconazole,
cloripirifos, terbufos y bifentrina), así como de otros que no se aplican, pero que
por su naturaleza de alta residualidad, aun son detectados en las plantaciones
(diazinón, endosulfan).

 El 100% de los plaguicidas detectados que se aplican en banano y para


los cuales fue posible determinar su LMR o LMC, mostraron concentraciones
menores a dichos estándares adoptados por los países hacia donde se dirigen las
exportaciones bananeras, lo cual asegura la calidad e inocuidad del producto y

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motiva al sector bananero a continuar con sus esfuerzos por mejorar sistemas de
producción.

 Mediante diferentes estrategias entre las cuales destacan los cursos de


capacitación, los días de campo y el material impreso, se ha logrado crear
conciencia y capacitar a un número significativo de productores independientes,
técnicos bananeros y de empresas transnacionales, en cuanto a los beneficios y
ventajas de implementar las buenas prácticas agrícolas. Esta labor ha sido muy
exitosa gracias al poder de convocatoria que CORBANA tiene y a las
características de las empresas bananeras, siempre interesadas en evolucionar
hacia sistemas más sostenibles y amigables con el medioambiente.

7. LITERATURA CITADA.

Bach, Oliver. 2007. Informe Final: Agricultura e implicaciones ambientales con


énfasis en algunas cuencas hidrográficas principales. Decimo tercer informe del
Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible. Concejo Nacional de
Rectores (CONARE) y Defensoría de los Habitantes. San José, Costa Rica. 22p.

Cartay, R. 1997. El Mercado Mundial del Banano. Rev. Fac. Agronomía. 14: 3-20.
Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela.

Düszeln, J. Von. 1988. Análisis de plaguicidas en Costa Rica con especial énfasis
en muestras de agua y peces. San José, Costa Rica. MAG. 80p.

FAO, 2001. Comité de problemas de productos básicos. Grupo


Intergubernamental sobre el banano y las Frutas Tropicales. 2da. reunión, San José,
Costa Rica, 4-8 de diciembre de 2001.

Soto, M. 1991. Bananos: cultivo y comercialización. 3era edición. Lit. e Imprenta


Lil, S.A. San José, Costa Rica. 648p.

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