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Dossier: Francisco Espínola: el último escritor nacional por Ana Inés Larre Borges (p 2 a 11) / Anima Mundi (p 14, 15)/ Levre ro
(p 15) / Nota: Octavio Paz (p 16) / Silva García (pi 7) / Rehermann (p 19) / Libros: Medusario. Muestra de poesía latinoamericana
l 19 a cargo de Roberto Echavarren, José Kozer y Jacobo Sefamí (p 22), Cuentos policiales argentinos a cargo de Jorge Lafforgue (p
23), Avicena o la ruta de lsfahán y Calixto 1, el Papa olvidado de Gilbert Sinoué (p 23) / Poslecturas: Kafka (p 25) / Discos: Kettle
Whistle de Jane' s AddictíOn\-p 27), / Epístolas: Virginia Woolf a Lytton Strachey (p 29) / Golpe de ojo: Pablo Bielli (p 32).
CONCURSO DE BIOGRAFÍAS Y ENSAYOS 'URUGUAYOS NOTABLES' Tlmdacion ~ SEGUNDO PREMIO
Banco de Boston ~
Francisco.
Espinola:
el último escritor
nacional
vida con quien tiene dos lújos, Carlos y Mercedes. Son nuevas yenda, con agudeza, bautizó: "mateando con los griegos". Espí-
responsabilidades que le exigen una m ayor estabilidad laboral. nola realiza además una frenética labor de conferencista. En insti-
Espínola vivirá desde entonces en la modesta dignidad que le tuciones privadas, en la U niversidad, en liceos del Interior, en
permiten sus ingresos como docente y ocasional periodista. decenas de escuelas, la figura algo anacrónica del escritor vestido
Se inició como crítico teatral en 1936, primero desde las pági- de luto y con cuello palomita ejerce su público magisterio. Habla
nas de El País y después en la recién fundada lvfarcha. Tuvo otra de Hamlet, Valéry, Florcncio Sánchez o Garclel entre grandes pausas
más dispersa presencia en revistas como Mundo Uruguayo de Mon- ele suspenso qu e provoca, con sentido teatral, mientras
tevideo y El Hogar de Buenos Aires escribiendo sobre casi cual- arma -minucioso- un eterno cigarrillo.
quier tema, hasta sobre danza y caligrafía, de las que es dudoso El culto a la amistad
fuese nn gran conocedor. Espínola fue un periodista sólo por
necesidad. Ya en 193 5 cuando colaboró con los cuentos de las Espínola participó de un entramado de relaciones personales
Veladas del Fogón para el diario Crítica de Buenos Aires escribe una con la casi totalidad del espectro intelecmal uruguayo de una
patética carta a su amigo Enrique Amorim donde expresa su que- manera tan intensa como ausente fue su relacionamiento literario
ja y su deseo de "salir de esto del suplemento, insoportable, irre- fuera de los límites de lo nacional. En su juventud fue amigo de
sistible para mí, con la obligación de escribir sin ganas, cosa que los sobrevivientes de la generación del 900 como Carlos Reyles,
yo nunca había hecho en mi vida". Fue en cambio un adelantado Vaz F erreira, Javier de Viana y Zum F elde. Intimó con los poetas
de la clase intelectual en su vínculo con los nuevos medios de del 20, Oribe, Ipuche, Sabat Ercasty, Alfredo Mario Ferreiro, y
comunicación masiva. No tuvo prejuicios en frecuentar la radio y con los intelectuales de su generación, la del 30. Tuvo conciencia
fue el primer, solitario escritor que llegaría a la televisión. Su voz de pertenecer a una generación de narradores, pero fue además su
inaugura la serie de Escritores del Urnguay que in1pulsa Lauro entrañable amigo. De Amorim que oficia mucfias veces como su
Ayestarán y pronto se venden 800 copias de la grabación de sus mecenas, enviándole 300 pesos "para que festejes la salida de Som-
cuentos. Tiene un programa en la televisión oficial que es visto bras" o invitándolo a la Conferencia de Paz en Breslau, Polonia en
por un público que lo sigue imantado aw1que acaso nunca haya 1948. 19 De Juan José Morosoli, el otro gran cuentista al que la
leído un libro suyo. Cuando en 1967 el programa es suspendido, historia literaria lo mantendrá inseparablemente unido, una unión
espontáneamente se produce una protesta generalizada que se ex- que ya Paco inauguró al escribir el prólogo para la segunda edi-
presa en la aclUilulación de firmas que, encabezadas por Zavala ción de Hombres del escritor minuano. Más iluminadores que ese
Muniz y la actriz Margarita Xirgu, ocupan tres páginas de la pren- estudio formal resultan unos breves apuntes que con letra minús-
sa en sucesivas ediciones. cula y casi ilegible anotó Espínola en una carta que le envió su
Esta singular presencia pública fue en realidad la extensión colega y amigo: "Lo nuevo que trajimos Morosoli y yo (princi-
natural de la labor docente, verdadero eje de su vida. U na activi- palmente) es esto: No se había dado en la mayoría de los casos
dad que ejercerá de un modo heterodoxo y carismático. En la más que los aspectos heroicos o la degradación moral (en la litera-
Facultad de Humanidades, recientemente creada por su · a~nigo tura rural). Nosotros somos los herederos de ciertos aspectos del
Vaz F erreira, Espín ola dicta cursos de Composición en la Epica teatro de circo; de lo que él dio en personajes saineteros especial-
Griega y crea la Cátedra de Análisis y Composición Literaria. La mente. De sus negros, de sus reclutas, de sus sargentos, de sus
libertad con que estaba concebida la cátedra y la que se tomaba el comisarios cerriles". 20 También fue amigo deJustino Zavala M u-
escritor, permitían que Paco pudiese dedicar m1 año entero al niz con quien coincidió en la oposición al terrismo en su juven-
estudio de "El problema técnico de la presentación de Patroclo tud, aunque en partidos diferentes ya que Zavala era colorado, y
en el Canto XVI de la Ilíada". La especificidad y aparente aridez de a quien visitó en la Casa de las crónicas en Bañado de Medina,
estos temas son engafi.osos: fueron en verdad clases de asistencia Cerro Largo, por el puro gusto de "concertar una hablada hasta
unánime, plenas de alumnos fuera de curso que concurrían iman- por los codos" 21 • Pero no sólo cultivó la amistad entre escritores
tados por el despliegue de una personalidad carismátic.-a antes que sino de musicólogos como Lauro Ayestarán, pintores como To-
por razones curriculares. Clases sobre literatura gTiega que l a le- rres García, críticos como Roberto Ibáñez, lústoriadores como
m: 6 30 de abril de 1998.
Pivel Devoto, entre los más notorios y cercanos. Con el mismo
interés cuidó la adhesión de cantidad de seres anónimos que lo
siguieron en sus clases o a través de la radio y la televisión, llegan-
do a anotar en pequeños papeles, atesorados, las reacciones y de-
mostraciones de afecto que, un guarda de ómnibus o una emplea-
da de tienda mostraban por sus cosas.
Esta mod<1lidad de escritor que encarnó Espínola respondía a
una concepción epocal, la de su generación, la del Centenario,
donde el escritor encama al personaje y la Literatura obliga a lo
solemne. Paco, sin embargo, logró eludir ese peligro y conquistó
a las nuevas g~neraciones. Las parricidas huestes del 45 lo hicieron
su maestro. Angel Rama vio en Paco "un maestro (que) en un
momento en que pareció romperse la ilación generacional de las
letras uruguayas, restableció el equilibrio, la necesaria comunica-
ción entre mayores y nuevos". Y Carlos Maggi supo titular un
artículo como 'Los dos maestros paradojales del 45' 22 • El otro
maestro sería Onetti con quien, de fomia previa e independiente
y a diferencia ele otros creadores ele su generación, Espínola tuvo
una amistad personal temprana y w1 entendimiento literario. Se En Facultad de Humanidades.
conocieron posiblemente después del regreso de Onetti de su pri-
mer estadía porteña en 1934. Casto Canel, amigo de ambos, cu- decir Rama y que "enseñó en su creación y en su discurso que el
ñado de Espínola y primer editor de El Pozo de Onetti recuerda arte es un artificio regido por ciertas formas que hay que aprender
haberlos encontrado juntos en la redacción del diario Uruguay a cumplir" en palabras de Maggi. Este reconocimiento al arte lú-
donde Paco trabajaba como corrector. Uruguay fue una aventura cido del escritor es el aporte que hizo la nueva generación en la
periodística de Natalio Botana, director del diario Crítiat de Bue- evaluación de Espínola. E ra el relevo crítico que asediaba su obra
nos Aires, donde ambos, como muchos otros escritores urugua- encontrando nuevos valores y lo proveía d e nue vas
yos, habían colaborado. Quizá de aquella coincidencia surgió una tribunas - Escritura, Número, Asir, las páginas de Marcha-órganos
amistad que permanecería a través de los años y cuyo primer regis- generacionales que mantuvieron a Espínola bien visible en la gale-
tro público está en la defensa que Onetti escribió sobre La fuga en ría de la literatura y alimentaron su cuhninante consagración.
el espejo, pieza teatral de Espínola estrenada en 193 7. 2> Cuando en La consagración
diciembre de 1939 sale El Pozo, en modestísima edición artesanal
hecha en papel de estraza, la indiferencia y el silencio que acompa- Aunque si.empre fue mimado por la crítica, es posible datar la
ñó su salida es quebrada por una sola voz, la de Espínola que, en consagración de Francisco Espínola a partir del Homenaje del
las páginas de El Pctís publica el único comentario que mereció el Liceo de San J osé en 1957. A partir de esa fecha se suceden pre-
libro. Siguieron amigos y es la voz de Paco la que rec·upera una mios y se acumulan distinciones y homenajes que resultan en el
anécdota que da la medida de su cercanía: "Yo estaba muy embro- monumento. Espínola accede a una categoría que contados escri-
mado. Me gastaba en un santiamén lo que agarraba y había mo- tores usufrucnrnron para bien y para mal en la historia de la litera-
mentos en que me faltaba lo imprescindible. Entonces, Onetti, tura uruguaya: antes que él, Rodó, Zorrilla de San Martín, Juana
que venía seguido a mi cuarto, a tomar mate, vio la cosa. Y un día de Ibarbourou; después que él, ninguno.
-él ganaba creo que setenta pesos en una casa de autos-llegó más El Homenaje del 5 de octubre de 1957 en el liceo de San José
temprano que de costumbre y me dijo: "Mirá, tomá, che. Cobré fue modesto y departamental, crecería en significado, sin embar-
y me sobra. Tomá". Y ya nomás peló un fajo. Pero no era cosa que go, por las artes carismáticas del escritor. En las palabras de agra-
por nú él pasara necesidades también. Y yo que no y él que sí. Y decimiento Espínola ensayó una larguísima reflexión autobiográ-
entonces decidimos ir a comer juntos - yo hacía días que andaba fica cuya lectura delata sus dotes de seductor. Hacia el final, Paco
casi a dieta- y nos hicimos w1 b,anquete en un gran restarán, de recuerda las palabras que en su honor había pronunciado Justino
los que jamás habíamos pisado. Esa es nuestra amistad, que no ha Zavala Muniz en el Consejo Nacional de Gobierno. Esas pala-
tenido jamás una variante negativa".24 bras, motivadas en realidad para interceder en la adjudicación de
Fue una rara amistad dado la total oposición de las figuras: Si una beca a E uropa sobre la que finalmente nunca se expidió el
Paco era el personaje entrañable y popular, el gran conversador, el tribunal, eran señal de un reconocimiento que lo consolidaba como
gaucho, Onctti sería el hurafio, inaccesible cultor del sarcasmo, la un escritor institución.
ironía y la piedra en el charco. Si Espínola representa la c;:ulmina- Es en este carácter que realiza su segundo viaje a Europa. Viaja
ción del regionalismo, Onetti inaugura una literatura existencia- en 1959 como "Enviado extraordinario y Ministro Plenipotencia-
lista y urbana. Su cirCW1stancia también los distanciaba: Espínola rio en Misión Especial" a la Conferencia de la Unesco en París
era un autor reconocido, autor de un libro -Saltoncito- que leían para tratar el tema del español en Filipinas. La designación, -
todos los escolares del país, héroe de Morlán; O netti, todavía, un posible compensación de la frustrada beca, ya que fue promovida
cazador oculto. Nada impidió que los uniese una amistad cóm- por el mismo Zavala-, fue proclamada en alguna prensa, como un
plice que parece destinarlos a compartir, también, la considera- gesto de generosa amplitud batllista que enviaba a un escritor de
ción de los jóvenes de entonces que los hicieron sus "paradojales notoria filiación nacionalista como su representante. Enamorado
maestros". de París, se resiste a abandonarlo. Permanecerá allí nueve meses
En cuanto a Espínola el rescate que hizo la generación del 45 retenido, según informe médico, por "trastornos de origen respi-
se centró en el reconocimiento de un magisterio "que no necesitó ratorio e intensa fatiga que se atribuye a un surmenage". Recorre
estrado. Se cumplió por afios en la tertulia del café" como supo París, sus monumentos y calles, especialmente el Barrio Latino,
30 de abril <le 1998. [-\:[: 7
"Amorim es loco. ¡Mira cómo me hizo posar!". Cracovia, 1948. Con su hijo Carlos.
desde la rue Cujas y el Boulevard Saint Michel hacia el Sena. "Al la. Un discurso que, si habría de convertirse en ineludible referen -
mismo tiempo que visitaba sus museos -dirá a su regreso- no cia de su obra, denunciaba también el hecho de que, después de
olvidaba, sobre todo por las noches, concurrir a los más modes- tantos años, Paco seguía siendo "el autor de Sombras".
tos bistrots donde me fui vinculando tan entrañablemente con
El compromiso político y la muerte
bichicomes, mujeres que ya ni siquiera eran de la mala vida, que
me sentí como cuando era joven en los suburbios de San José". 25 Desde su aventura juvenil en las elecciones de 1922 la política
Aunque estaba en sus planes conocer también Grecia "donde fue para Espínola tma pasión que compartió con la literatura.
Homero hizo reinar a Odisea" y España para "hacer el camino de U na responsabilidad que vivió dramáti camente, aunque su itine-
Don Quijote", su enfermedad se lo impide, y tan sólo viaja a rario fue más frecuentemente el del testigo que el del protagonis-
Israel donde es cautivado por Jernsalén .16 ta. "Blanco como hueso de bagual" como se autodefinió y lo de-
A su regreso de París, en agosto de 1959, Espínola vuelve a sus finieron muchos, habría de abandonar, sin embargo, el partido de
clases y a sus conferencias. La creación literaria se mantiene pos- sus mayores en un progresivo acercamiento a la izquierda que
tergada por otras preocupaciones. "Mire amigo, yo escritor no culminó, hacia el final de su vida, con su afiliación al Partido
soy -dirá en una entrevista de entonces- apenas un hombre que Comunista uruguayo.
tiene facilidad para escribir. No es una cosa que me preocupe( ...) La tentación de Juan Carlos, su alter ego en Srrmbras sobre la
lo que me interesa en este momento son otras cosas: Nuestro tierra, de "irse con esos hombres que, abandonándolo todo, se
sistema educacional está mal porque ha perdido conexión con la agrupan en el afán de edificar una sociedad más buena" fue el
realidad. Creo que hay que hacer una gran obra para unir a todos mismo argumento que cuarenta años más tarde daría el escritor
los urnguayos a través de la enseñanza. Nosotros nos sentimos para justificar su opción. Su participación en el combate de Mor-
malos porque no nos conocemos." lán afinnó su identidad blanca, de la misma manera que a Juan
En 1961, cuando se le concede el Gran Premio Nacional de Carlos lo detienen "la lanza paterna" y "la divisa bordada por la
Literatura, su amigo Onetti obtiene el "más modesto" Premio madre", y lo mantuvo dentro de las filas partidarias hasta 1962.
Nacional para la producción narrativa del bienio. En la doble Durante la mayor parte de su vida Espínola fue, no sólo un
adjudicación subyace tm. símbolo. Desde el inicio de su amistad, escritor de filiación blanca, sino un intelectual de su partido. En
los itinerarios de estos dos escritores habían cambiado. Onetti, en las elecciones del 50 figuró -aunque en un improbable lugar-, en
las dos décadas transcurridas había construido una sólida obra las listas de candidatos del Partido Nacional Independiente. En
narrativa sostenida en la publicación de siete novelas y dos volú- 1960 es el orador que recuerda a los muertos de Morlán al cum-
menes de cuentos, Espínola, dedicado a su magisterio laico, y plirse los 25 años de la Revolución de Enero. Su actuación, sin
con una -cuestionable- aunque exitosa incursión en el embargo, aunque claramente definida, estuvo marcada por la vo-
ensayo -Mitón o el ser del circo (1954)-había dado a conocer apenas luntad de respeto y, más aún de fraternidad con sus adversarios
un par de cuentos, aunque entre ellos se contase la perfección de políticos. Esa es la idea que domina -persistente- en sus palabras
Rodríguez, y adelantado algunos fragmentos del Don Juan. Lo ocu- en ocasión del homenaje que le tributara la Junta de Montevideo
rrido en ocasión del festejo con que se los homenajeó conjunta- en 1962. En su 'Discurso ante la Junta', Espínola impone una
mente, ilustra por contraste la postergación que de la literatura versión del país donde los enemigos son capaces de admiración y
había hecho Espínola: "Paco habló largamente; al llegar el turno respeto mutuo y conservan "el espíritu del mundo criollo". Esa
a Onetti, éste se levantó para decir: "Yo no hablo, escribo"27 • razón de amistad y reconocimiento entre adversarios, que Espí-
El entrañable personaje, para lainento recurrente de críticos y nola cultivó en lo personal con sus amigos -comunistas como
escritores, sepultaba al escritor. El silencio editorial es curiosa- Amorim o Mario Arregui, batllistas como Zavala Muniz, Flores
mente ocultado por el eco de los homenajes. La Junta Departa- Mora y Carlos Maggi, socialistas como Frugoni y Roberto Ibáñez
mental de Montevideo le dedica un sonado homenaje el 6 de y, aun con el muy conservador y colorado Carlos Reyles, por
setiembre de 1962. Faltaban pocos meses para que se cumpliesen mencionar tan sólo sus amistades literarias-, no fue rara en aquel
los treinta años de la primera edición de Sombras sobre la tie'!Ta, y Uruguay que Carlos Real de Azúa definiera como "una sociedad
el autor agradece con una extensa exposición en la que relata "las amortiguada", la de un batllismo que consensualmente admitía y
circunstancias extrañísimas" que rodearon la creación de la.nove- promovía la convivencia y la tolerancia.
IU 8 JO de abril d e 1998.
Pero el 21 de noviembre de 1962, apenas dos meses después
del Homenaje de la Junta, Espínola adhiere al Frente Izquierda Durante una charla
de Liberación . Dos días después de su pública adh esión, partici- sobre Gardel.
pa espontáneamente en el acto de clausura de la cam paña electo-
ral y dice unas palabras que explican su decisión: "Hasta ahora no
he hecho otra cosa que exteriorizar simpatía por los oprimidos,
amor por los débiles. Yo estaba más atento de lo que podría pare-
cer a la realidad concreta; pero creía por ceguera de amor, que con
eso bastaba. Aunque en rula de mis obras, un personaje dice que
se debe hacer por los hombres algo más que amarlos". La opción,
sin embargo, no oculta el drama que significó para el escritor la
ruptura con m1a tradición: "Yo sentía que tenía que adoptar una
actitud nueva, pero eso significaba arrancarme las vísceras, sepa-
ranne de mis muertos. Esta actitud me arrancó lágrimas".
No es arbitrario relacionar estas tribulaciones personales del
escritor con el estudio obsesivo que emprendió por mucho tiem-
po de la figura y la obra de Eduardo Acevedo Díaz. Supo plan-
tearse la reivindicación del novelista, ya no sólo como escritor,
sino como figura política. Acevedo Díaz, blanco "traidor a Sara- Partido, Rodney Arismendi lo recibió con un extenso discurso
via y al Partido'', que coincidió con Batlle y permitió su reelec- que fue ainpliamente difundido por la prensa partidaria junto
ción, representó el drama con el que él mismo habría de identifi- con el de Espínola. La respuesta de Paco, síntoma elocuente de la
carse. José Pereira Rodríguez ha rescatado en el comentario de temperatura política de esos años, resume su trayectoria política y
m1a conferencia, de las muchas que Espínola dedicó al novelista, vital: "Por Sandino, contra la dictadura del año 33, a favor de la
una acotación imprevista en la que Paco habría dicho "Batlle casi República Española, contra el fascismo y el nazismo posterior,
no era colorado". Esa frase bien convenía al estadio de su terca contra el antisemitismo, por la causa aliada en la Segunda Guerra
vocación por Lln Uruguay ajeno a odios partidarios, versión que M undial, contra la invasión en Guatemala, y después, claro está,
su D iscurso ante la Junta ejemplifica con otra: "Pero es que está- hasta estos días, en defensa de la Cuba Socialista y del heroico
bainos en el Umguay"; y que se afim1a en la extendida creencia en pueblo de Vietnam".
la excepcionalidad civilista del país. Espínola abandonaría esta Sería el último gesto de compromiso político del escritor. Su
visión en sus últimos años, cua11do opta por el compromiso po- muerte, ocurrida en la noche del 26 de junio de 1973, víspera del
lítico con la izquierda en el contexto de un clima polarizado, golpe militar, fue generosa con el hombre que no vería la inmi-
proclive al enfrentamiento que él mismo asumiría, aunque sal- nente persecución de sus camaradas, el encarcelainiento de su hija
vando siempre las viejas ainistades. y el exilio de sus amigos. Fue también, una fecha simbólica, con
Fue una decisión difícil y fue vivida dramáticamente por el él moría el U ruguay de la convivencia y se abría un período oscu-
escritor. A las razones de humanidad y disconformidad con la ro de dictadma. Y fue, elocuentemente, un acto cívico, porque,
dirigencia con su partido que el escritor hizo públicas es muy como testimonia Martínez Moreno, su velorio "sirvió de pretexto
posible que se sumase la influencia de sus compai1eros de infancia para una reunión política de emergencia".
de Sa11 J osé, antiguos correligionarios en la militancia nacionalis- Mario Arregui, comunista de siempre, amigo y discípulo
ta y ainigos íntimos de toda una vida: Luis Pedro Bonavita y Luis de Espínola, manifestó alguna vez que, "a pesar de su afilia-
G il Salguero. Bonavita, además de amigo, cuñado de Paco, fue ción, Paco seguía siendo blanco". Es posible que su idiosin-
presidente del FIDEL desde su fundación y Luis Gil, tan admirado crasia y, especialmente la visión del mundo que ha dejado en
y respetado por Espínola desde su juventud era el Presidente de su literatura, tengan su matriz más verdadera en la tradición de
Trabajadores de la Cultura de la misma coalición. sus orígen es, pero también es verdad, que su conversión fue
Durante la década del 60 en un clima de progresiva agitación vivida auténticamente y no estuvo desprovista de dudas. Tam-
política, Espínola participa en actos de apoyo a la Revolución poco se debería omitir que, esa "necesidad de querer y ser que-
Cubana y se mueve entre la activa intelectuaUdad y en el medio rido" que declaró tantas veces como el único sentido de una
universitario de izquierda. El progresivo compromiso c.ulminará vida, pudo realizarse en el espacio que le confirió el Partido
el 27 de agosto de 1971 con su afiliación al Partido Comunista. Comunista donde en contró un refugio, una posibilidad de
Espínola explicó su decisión reiterando las razones de su anterior acción y una tribuna.
adhesión al FIDEL a las que se agregaban, ahora, su coincidencia Así como su muerte, la publicación póstuma a la salida de la
con el marxismo después de "meditadas lecturas" y de ac.uerdo a dictadura de su mejor obra, el Don Juan, el zorro, fue también
"mi naturaleza cristiana" y expresó su solidaridad con los comu- simbólica. El Don Juan se transformó, por la misma fecha de su
nistas por "toda la iniquidad que se arrojaba contra ellos" y el publicación - 1984- en parte de la reconquista de una cultura si-
deseo de que "también de mí se dijera que soy agente de odios lenciada por más de una década. Con picardía criolla, el gaucho
sociales, que soy también vendepatria".28 Seguramente hubo tam- Espínola se las ingeniaba, aún después de muerto, para participar
bién en esta ocasión razones de afecto íntimo que ayudaron a su en la historia del país.
decisión, el cariño por Mecha, su hija, militante de las juventudes Y su Don Juan, el zorro, escrito para que "al calor de la emoción
comunistas, quien simbólicamente firmó en el acto su ficha de estética reviva en el lector aquello que está condicionando y con-
afiliación. dicionará por largo tiempo lo que somos"29 , coincidía con el bre-
Los comtmistas recibieron alborozados el ingreso del escritor ve lapso en el que antiguos adversarios se unían, como antes, para
a sus filas. En el acto realizado en el local de la calle Sierra, desbor- enfrentar otra dictadura, con una fraternidad que tantas veces soñó
dante de público, el Primer Secretario del Comité C entral del este último escritor nacional.
~() d o a bril de 1998. ru: 9
Il ustración de
Guillermo Fernández.
ANTOLOGIA
1917
V>.Ha Í'"'Wu
<Ni\4t.1"0~. .z.
FICHA BIOGRÁFICA
1901 - Nace en San José de Mayo el 4 de octubre, en el hogar de Francisco Espínola Aldana y Justina Cab rera Corujo, el primogénito de tres
hermanos, Victoria ( 1904) y Enriqueta ( 1905).
1904 - Su padre marcha a la revolución con las fuerzas maragatas al mando del Coronel Cicerón Martín. Es her ido en Masoller. En ausencia
del padre nace su hermana Victoria. El recuerdo de la partida pasará a su literatura.
191 O - Nuevo levantamiento blanco opuesto a la reelección de Batlle y Ordóñez. El padre vuelve a partir a al revolución. Muere su abuelo
materno. Paco, niño, vive los acontecimientos como una aventura.
1919-1920 - Se instala en Montevideo en una pensión de la calle Magallanes para cursar estudios de medicina que pronto abandonará.
1922 - Actividad política promoviendo una lista alternativa dentro del Partido Blanco Independiente. Visitas a Javier de Viana que lo impulsa a
escribir.
1924 - Publica su primer cuento, 'Visita de duelo' y 'El hombre pálido' en la revista Actualidades.
1926 - Publica Raza Ciega, con inmediato reconocimiento crítico. Escribe en cuatro días Saltoncito que pub licará cuatro años más tarde y
también 'El rapto'.
1927 - Recibe el Premio de Instrucción Pública por Raza Ciega. Se integra al círculo de Jóvenes vanguard istas que se reúnen en torno a La C ruz
del Sur y posteriormente Cartel.
1930 - Publica Saltoncito. En la noche del 4 de octubre en el café de Bordad de San José escucha la conversación que dará origen a 'Qué lástima'
El 30 de diciembre inicia la escritura de Sombras sobre la tierra.
1933 - Se publica Sombras sobre la tierra, editada por la Sociedad de Amigos del libro rioplatense. Aparece la primera versión de 'Qué lástima',
bajo el título de 'Las tres confusas borracheras' y la de 'Los cinco', bajo el de 'Los cinco jinetes rumbo al calabozo', en el diario Crítica de
Buenos Aires.
1934 - Se casa con Raquel Berro Oribe, sobrina del poeta Emilio Oribe. Se separan dos años después sin haber tenido hijos. Publica la primera
versión de 'Las ratas', en Mundo Uruguayo, bajo el título 'Recuerdos de mi vida'.
1935 - Revolución de enero. Participa del fracasado levantamiento contra la dictadura de Terra bajo el mando de Ovidio Alonso en el combate
de Paso Morlán. Colabora con el diario Crítica de Buenos Aires con la serie Las veladas del fogón.
1936 - Inicia su labor de crítico teatral en el diario El País.
1937 - Estrena en el teatro Urquiza La fuga en el espejo, que se edita con prólogo de Roberto lbáñez.
1939 - Lucha contra el fascismo. Publica El infierno nazi, Reportajes. Se integra como crítico teatral al semanario Marcha, fundado por su amigo
Carlos Quijano. Es profesor de literatura en los Institutos Normales. Primera reedición de Sombras sobre la tierra.
1940 - Se casa con Ana Raquel (Dolly) Baruch, el 30 de marzo. Se publica 'Rancho en la noche' en La Nación de Buenos Aires.
1942 - Escribe el prólogo para la edición de Hombres, de Juan José Moroso li.
1945-1946 - Profesor de literatura en Enseñanza Secundaria y catedrático de Composición literaria y Estilística en la rec ientemente fundada
Facu ltad de Humanidades. Da un ciclo de Conferencias sobre Eduardo Acevedo Díaz en la Universidad de la Repúb lica.
1948 - Muere su padre, el 1 1 de abri l, a los 76 años. Viaja invitado al Congreso por la Paz en Breslau, Polonia. Primer viaje a París junto a su
amigo el escrito Enrique Amorim. Escribe la mayor parte de Don Juan, el zorro.
1950-56 - Publica El rapto y otros cuentos ( 1950) y el ensayo Milán o el ser del circo (1954) que merece la Medalla de O ro en Remune raciones
Literarias. Cursos y Conferencias sobre La llíada y sobre Eduardo Acevedo Díaz.
1957 - Homenaje del Liceo de San José.
1958-1959 - Viaja como delegado ante la Unesco. Se instala en París y prolonga su estadía por problemas de salud. Escribe la serie de crón icas
Emociones de París. Viaja a Jerusalén.
1960- 1961 - Homenaje a Gardel en el Teatro Solís. Renuncia a Cátedra de Análisis y Com posición en Humanidades. Publicación de Cuentos
por la Universidad. Se le concede el Gran Premio Nacional de Literatura.
1962 - Homenaje de la Junta Departamental de Montevideo. Adhiere al FIDEL.
1963- 1970 - Creciente actividad política. Se publica Tres fragmentos de Don Juan, el zorro ( 1968).
197 1 - Se afilia al Par tido Comunist a uruguayo en gran acto. Su hija Mecha firma su carnet de afiliación .
1973 - Muere el 26 de junio, víspera del golpe de Estado.
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¿Quién dijo que la poesía vende mal? ¿Quién que sólo una
elite la consume? En España han dado un mentís a estos mitos
tan arraigados en las editoriales, los medios y el público. La
lectura de libros de poesía, que siempre había sido considerada
una afición minoritaria y en Jos últimos años se había dado in-
cluso por un género muerto, parece renacer de sus cenizas,
quizás sugiriendo que no era falta de lectores .lo que el género
enfrentaba sino falta de interés por difundirlo y formar un pú-
blico. Sin embargo, dos editoriales -empezó Plaza y siguió trega, en las librerías desde esta semana, recoge 42 flo-
Grijalbo- han sabido encontrar la fórmula para enlazar con un res del mal de Charles Baudelaire, 34 poemas de Luis
público masivo y han demostrado que existe una demanda im- Cernuda, Oh capitán, mi capitán de Walt Whitman y
portante que hasta ahora había estado desatendida. La edito- 56 poemas de Kavafis.
rial Grijalbo comunicó que en seis meses, la primera entrega La colección Poesía Plaza & Janes, que apareció en
de la colección Mitos Poesía ha conseguido vender 320 000 setiembre, ha superado los 180 000 ejemplares vendidos.
ejemplares de los 400 000 editados, cifra que, según esta em- La media es de 12 000 ejemplares por título. En la colec-
presa, supone un récord de ventas de libros de poesía en el ción, dirigida por Ana María Moix, han aparecido selec-
ámbito español. ciones de poemas de Cortázar, Luisa Futoransky, Osear
Esta serie constaba de Poesía de amor de Pablo Neruda, 42 poe- Wilde, Girnferrer, José Agustín Goytisolo, Allen Gins-
mas de Fernando Pessoa, 20 poemas de Charles Bukowski y una berg, Bernardo Atxaga, Ana Rosetti, Vázquez Montal-
antología de la obra de la poetisa griega Safo. La segunda en- bán, Quevedo y Federico García Lorca.
Irrupciones / (107)
Tía X (212) Pinar, Pinamar o algo por el estilo. El terreno vacío no se dife-
renciaba en nada de todo el resto de bosque que habíamos estado
Una tarde mi madre me llamó desde el jardfu; el jardín estaba viendo durante el viaje; nunca entendí por qué tuvimos que bajar
entre la casa del frente y la del fondo. Había llegado tía X y había allí y caminar de un lado a otro, mientras F ranc;ois respiraba fuer-
dicho que me traía un regalo. Esta anécdota jamás fue olvidada te y sonreía con aire de feliz propietario. Al sonreír, mostraba con
por mi madre, que la relató siempre igual prácticamente hasta el orgullo un diente de oro.
fin de sus días, sin poner ni quitar nada. El regalo, tía X lo traía Luego nos llevaron a una especie de parque privado, tal vez
dentro de uno de sus guantes (era un día gris, de otoño o de invier- un club de golf o algo parecido. No cualquiera podía entrar allí;
no; tía X tenía puestos unos guantes negrús, de cuero blando, con había que pasar una barrera, junto a la cual un ceremonioso·por-
una piel grisácea alrededor). (Recién ahora me pregunto qué esta- tero, de uniforme blanco, anotaba el apellido del que manejaba.
rían haciendo ahí, en ese inhóspito jardfu entre dos casas, mi abuela No recuerdo qué gracia tenía entrar a ese lugar protegido por
y mi madre con la recién llegada. Había viento). Tía X sacó el una barrera; no recuerdo que hayamos bajado y que nos hayan
regalo del interior de un guante y me lo alcanzó; yo quedé unos invitado a tomar el té, por ejemplo, aunque es posible que así
instantes sin saber qué hacer, porque lo que veía en su mano era haya sucedido. No tengo memoria de que en todo el paseo haya-
un simple boleto de ómnibus. Tardé en agarrarlo y darle las gra- mos bajado del coche, más que en aquella parada en el lote recién
cias, porque no entendía bien en qué consistía el regalo. Seguía comprado.
esperándolo, mientras ella me miraba con aire satisfecho. (En rea-
lidad, yo tenía cantidad de boletos similares, porque el hombre Esa tarde, como siempre, tía X tenía un cuello de piel, una
que alquilaba la casa del fondo era inspector de CUTCSA y.siempre piel con unos pelos duros, negros, quién sabe de qué animal, que
me traía paquetes enteros, apretados con unas gomitas negras, hacían juego con un lunar con pelos que ella tenía en la mejilla
gruesas). Bueno, el regalo de tía X era ése, el boleto del ómnibus derecha, cerca del labio; pero eran los pelos del cuello de piel los
que la había traído a nuestro barrio. No había ninguna razón para que me pinchaban la cara cuando se agachaba para darme un
quedarme ahí parado y seguir esperando. beso. Y de tío Franc;ois sólo recuerdo el brillo del diente de oro, y
la nuca gorda y blanda, con varios pliegues, que yo no podía dejar
Pocos años más tarde, tío Franc;ois y tía X llegaron súbitamen- de observar fijamente mientras él manejaba.
te en un autito que se habían comprado. Nos subieron a él, quiero
decir, nos subieron al auto a mi madre, a mi abuela y a mí, y nos (1995-1998)
llevaron a pasear. Nos mostraron un terreno que se habían com-
prado en un lugar de loteo reciente (reciente en esos años), el
30 d e abril de 1998. m: 15
OCTAVIO PAZ
Un testigo de la luz
Octavio Paz
Nadie habrá dejado de observar que las los clásicos, como el del minotauro, que sola vía son los medievales: allí, el peregri-
cosas tienden a no ser asombrosamente sim- conducen sin errores al centro, donde está no penetra, recorre el larguísimo camino y
ples. Una de las metáforas preferidas para el monstruo; los barrocos, que tienen vías llega inevitablemente al centro. Es una
nombrar la complejidad es la del laberinto. muertas y caminos sin salida, y los moder- metáfora de la fe: el camino el largo, di-
Laberintos nombró Plinio, y se encuentran nos, como el suyo, que según dice es dis- fícil, pero la fe -la confianza en llegar a
también en Apolodoro (un personaje casi tinto a todos, porque todos sus espacios se destino- tiene como fruto el éxito: se evita
nútico, que habría compuesto una recopi- interconectan. Eco confunde el trazado con la perdición. Topológicamente, el labe-
lación de los mitos griegos, la Biblioteca). la topología: su laberinto y el laberinto ba- rinto medieval no es un laberinto, sino
Como Teseo es un personaje bastante im- rroco pertenecen a la misma clase; da lo un camino único, que, en su formulación
portante de esa colección de mitos, el labe- mismo que una vía muerta sea un corredor gráfica y en su plasmación arquitectóni-
rinto que hizo Dédalo para encerrar al mi- o una habitación. Su laberinto novelesco ca, tiene una disposición retorcida. Es
notauro ha sido el que con mayor frecuencia tiene vías muertas, sólo que éstas tienen como un intestino, que por más que pa-
surgió a lo largo de la historia literaria. Las la forma de una habitación, y no las pro- rezca un amasijo sin sentido, es nada más
catedrales góticas tenían laberintos dibuja- porciones de un corredor retorcido. Pero que un caño sin bifurcaciones.
dos en sus pisos, y los jardines de la Edad las conexiones espaciales son idénticas; es Así, pues, existe rn1a sola clase de laberin-
Media propusieron algunos tímidos ejem- decir, en uno y en otro la gente se pierde to: el que impide encontrar el camino cierto
plos. Con el barroco, los jardines con setos por los mismos motivos. (salvo que el az.'lr colabore). Si uno siguiera a
en forma de laberinto se popularizaron. En Por otra parte, y ya con sólo dos cate- Eco, o a otros críticos contemporáneos, cree-
la época en que Kubrick ponía un laberin- gorías laberínticas, no cabe considerar al ría disponer de nuevas herramientas para el
to en Et Resplandor, Eco describía un labe- laberinto clásico como de una sola vía. análisis. En realidad, muchas teorías acerca
rinto en Et nombre de la rosa. Luego, Eco ¿Cómo, entonces, alguien podría perderse de la complejidad de lo posmoderno no
explicaría en sus Apostillas a El nombre de la dentro de él? Si el único peligro es el mi- hacen otra cosa que meternos en el labe-
rosa su Sistema de C lasificación de Labe- notauro, entonces ¿para qué Teseo necesi- rinto de la palabrería sedicente erudita, aun-
rintos. Para él hay tres tipos de laberintos: tó el hilo de Ariadna? Los laberintos de una que de una vía sola: equivocada.
Having it all?
Esta frase ha estado muy de moda en tres o cuatro meses. (Razón principal pero la mejor opción para cuidarlos era una
los últimos años, aunque al principio, du- _ no única: se termina el período de licencia niñera en casa. No todo les fue viento en
rante la euforia del thatcherismo a media- por maternidad; otras razones son ctlln1ra- popa: la hija mayor sufrió de leucemia, y
dos de los años 80, se usaba sin signo de les. Casi todas las madres no se animan a el tratamiento, exitoso h asta el momen-
interrogación. Ese agregado es más recien- dar de mamar en público.) El otro dato: de to, es descrito en penoso detalle y de-
te, de esta década más piadosa, más ecoló- un grupo al azar de niños de 1O años, te- muestra la resistencia y convicción de la
gica, más humana. La frase en criollo seria nían la presión arterial más baja aquellos autora. Pero hay otros dos datos que tam-
"estar en la misa y la procesión" o "tener el que habían sido amamantados. bién se me quedaron fijos: su irritación
chancho y los cuatro reales" y se aplica a Selecci ono dos de los libros que han cuando, habiendo organizado la licencia
las madres que quieren combinar plena- salido en los últimos meses sobre el tema, a partir de un par de días antes del naci-
mente la familia con el trabajo fuera de casa. ambos escritos por mujeres. El primero miento, el bebé decidió venir al mundo
El tema ha estado en la televisión y las re- se llama Can you have it ali? y es de Nico- con una semana de atraso. El otro, el que
vistas desde hace tiempo, pero parece ha- la Horlick, una madre de cinco hijos que se fuera sola con su marido de vacacion es
berse incrementado en los últimos meses. se hizo famosa por un conflicto con los a Venecia a poco de nacer su tercer vás-
Dos progTamas recientes sobre la mujer ac- dueños del banco alemán para el que tra- tago. Lo que indica que n o le estaba dan-
tual discutían la sexualidad, la mujer en bajaba en Londres como jefa del depar- do el pech o, se supone. La impresión que
posiciones de poder, la maternidad, la le- tamento de pensiones. Se ganó el mote le queda al lector es qu e esta historia es
che de pecho. Dos datos me quedaron pe- de Superwoman y en su actual puesto con muy interesante como biografía de una
gados en la memoria: una entrevistada dijo un banco francés en Londres gana 1,5 persona singular: muy inteligente, de muy
que el promedio mundial de lactancia ma- millones de libras por año. La foto de la buena salud, de mucho carácter, sin pre-
terna es hasta los 3 años del bebé (cifra no tapa la muestra con una media sonrisa de ocupaciones metafísicas sobre la mater-
confirmada pero tampoco negada por los satisfacción, el Financia! Times en una nidad y sin tribulaciones monetarias. Pero
productores del programa), lo que implica mano y un oso de peluche en la otra. Es es claro que la respuesta al título no sería
que el resto del mundo es muy distinto de la historia de una chica muy inteligente, afirmativa para la gran mayoría de las lec-
este país (Escocia, que es en esto peor que que fue a un buen colegio y luego a toras. En la que viene reseño otro libro
Inglaterra), donde a pesar de las fervorosas Oxford a estudiar derecho (que aquí, no que declara abiertamente su preocupa-
recomendaciones de los médicos sólo la como en U ruguay, es pasaporte a mucho ción por la condición real de las mujeres,
mitad de las madres empieza a dar de ma- dinero casi inmediatamente). Se casó con sobre todo las de la otra punta de la gama
mar a los bebés, y a partir de las dos sema- un compañero de universidad que se hizo socioeconómica.
nas el promedio sigue bajando drásticamen- contador (aquí, ídem). Al poco tiempo El segundo libro sobre las mujeres, el
te hasta ser actividad rara más allá de los empezaron a tener hijos y decidieron que trabajo y los hijos es harina de otro cos-
RJ 20 30 de abciJ de 1998.
tal. Se llama Madonna and Child, con el res y seguir pagándolas directamente a se me da a poco de cumplirse el primer
subtítulo 'Hacia una nueva política de la todas las madres del país independiente- año de mi hijo (todavía parcialmente lac-
maternidad', y la tapa muestra a un a ma- mente de sus entradas, pagar un sueldo a tante) y mientras pensamos en la posible
dre abrazando a su bebé, ambos desnu- todo el que se quede en casa a cuidar a y gradual vuelta al trabajo de su madre.
dos. La autora es Melissa Benn, hija de un familiar (ni ño o enfermo), apoyo a P ero también sucede mientras estudio la
un venerable socialista del 'viejo' Partido proyectos comunitarios que ayudan a obra de Armonía Somers y de Sylvia
Laboral (previo al 'nuevo' de Tony Blair) madres pobres. Todos estos aspectos re- Lago, dos ejemplos de escritoras del Uru-
que es querido y respetado por tirios y dituarían, dice, en beneficios económi- guay de las vacas gordas para quienes la
troyanos. El tono es muy distinto del an- cos al país pues se crearían nuevos pues- tarea creadora no estuvo nunca muy le-
terior; la autora es de otro ambiente po- tos de trabajo. Otras dos metas son más jos de las tradicionales de maternidad (no
lítico, y de trayectoria rebelde e inquisi- universales y más atrevi das, aunque muy Somers) o docencia. En ambos casos des-
dora; también por ello con un dejo de coherentes con el ambien te de comuni- obedecieron (Lago, explícita y abundan-
enojo juvenil en la escritura. Aunque de dad típico de esta década que sefialaba temente, pues a ella se lo dirigió) el con-
edad parecida a Horlick, Benn dejó la antes: que ambos sexos puedan trabajar sejo de Onetti de no casarse, ni tener
maternidad para bastante más tarde y menos horas, para que los hombres tam- hijos, ni enseñar, y lograron sorprender-
aunque habla de felicidad conyugal, nun- bién tengan la libertad de dedicarse a una nos con textos atrevidos, cuidados y me-
ca pasó por el Registro Civil. Pero es ob- mezcla equitativa de hijos y trabajo; que morables. Y también recuerdo el caso de
vio que su interés es en la generalidad de se fomente un menor consumismo me- Juana de Ibarbourou, que combinó la
las mujeres, sin olvidarse de las más po- diante una 'moral ecológica' que seguiría maternidad a tiempo completo con la es-
bres, y por ello hay referencias a leyes a los cambios comunitarios que ha veni- tupenda y también atrevida expresión es-
Jaborales, a licencias de maternidad y pa- do sugiríendo. Propone que haya más tética de la intimidad, algo que creo que
ternidad, a guarderías estatales o en las puestos a media jornada y/o compartidos. es el deseo de muchas mujeres y actuales
empresas. H ay una reseña crítica de los A la posible acusación de idealismo, pro- 'hombres nuevos', que optarían, si pudie-
femi nismos anteriores, sobre todo en pone la siguien te ilustración general (y, ran, por la doble felicidad de la familia y
cuanto a la maternidad. lo confiesa, no necesariamente universal): de la profesión. Es interesante que Ibar-
El libro propone ciertos cambios al si un marido trae a casa un sueldo enor- bourou, desdeñada por la generación del
nuevo gobierno laborista que rompió los me, podría compartir su trabajo con la 45, haya padecido un fuerte renacimien-
18 años de conservadurismo en mayo del mujer y así mantener la misma entrada to en estos años más consciente de los
año pasado, con una mayoría apabullan- pero a partir de dos puestos a m e- límites y las esperanzas humanas.
te que le da el derecho de actuar con fir- dio tiempo.
meza: aumentar las asignaciones familia- Confieso que el interés en estos libros Gustavo San Román
~
Para decidir ocupanne sobre estos dos li- dependientemente del tipo de edición tentarlo. Buena
bros, tuve que resistir a la tentación de encasi- que viene aderezada como para lectu- argüicíón sobre el
llar a su autor como a un buscador de tesoros. ras ingentes) no es síntoma de que es- carácter fungible
Cuando alguien decide que Avicena o el papa temos ante un mal escritor. Muchos O LA Rl TA Uf, ISFMt\.~ de todo hecho re-
Calixto se con:viertan en letra de un enredo éxitos de taquilla cinematográfica se putado como sig-
novelado durante centenares de páginas, sabe han basado en novelas discutibles. nificativo. Si se le
que no será fácil dejar de procurar que la na- Lo que sabemos es que el rating de ven- eligiera en la enumeración, habrá que releer-
tural intriga de un lector mínimamente avisa- tas no es prueba de que se trate de buena lo para situarlo entre los perfiles de lo que de-
do, se interrogue acerca de tantos asuntos traS- literatura. Probablemente lo que llamamos berá recordarse, de lo contrario incorporarlo
cendentes como los que esos nombres parecen buena o mala escritura nos remite a mun- a las sombras evanescentes.
provocar. ¿Es un escritor cristiano como Da- dos diferentes, entre los infinitos mundos Dos consejos de un lector que prefirió leer
niel Rops o Fran\'.ois Maurois, que reivindica que sabemos pueblan a éste, entre marcas el libro sin atender a la contratapa ni a la se-
un pensar futuro sobre aspectos oscuros de la del desorden y la gratuidad, el imperio del ducción del moaré de la tapa.
historia de los Papas, en el caso de Calixto? teleteatro ramplón y las huellas de indo- Uno: Avicena o la ruta de Isfahán, debe
No. Al leerlo es evidente que se trata de un mables cimarrones de ignorancia. empezar a leerse por el Glosario.
autor gentil y pagano. Seguramente Sinoué no sigue al pie de la Dos: Calixto es una novela que se deja be-
¿Se trata acaso de un escritor islámico in- letra el precepto de condensar en pocas pala- ber como un buen licoroso sin dejar resacas, o
tentando esclarecer aspectos medulares de la bras lo esencial de lo que expresa. Así el lector problemas de hermenéutica, aunque la pági-
vida de uno de los primeros intérpretes de flota en las ondas incontables de un mar de na 313 sea una insólita demostración de sus
Aristóteles, en el caso de Avicena? ¿O de un palabras, y con placer indisimulado nada en mejores excesos de estilo.
autor no excesivamente creativo, para un pú- los detalles minuciosos que esas palabras rela-
blico escaso? No. tan. La concisión está al servicio de tajantes Carlos PeUegritw
¡Ah!Entonces uno cree deducir que se tra- micro-historias, anudadas bajo la forma de
ta de un autor conocido que ha requerido los manojos de capítulos en 515 y 638 páginas. AVICENA O IA RUfA DE ISFAHÁN -
Gilbert Sinoué - Ediciones B - Barcelona, 1997 -
sofisticados elogios de la crítica especializada. Para descubrir cuántas horas deliciosas demo- 510 págs - Distribuye Ediciones B.
No es para nada probable. Entonces: ¿ante ramos en llegar a un final que podría ser el CALIXTO I, EL PAPA OLVIDADO - Gil-
qué clase de producción literaria estamos? principio, prueba de que se interesa en la ban- bert Sinoué - Ediciones B - Barcelona, 1997 -
La enorme aceptación del gran público (in- da de Moebius nos basta con empezar a in- 638 págs - Distribuye Ediciones B.
CARPER
- - - - AUTOMOVILES
Mensaje a ciegas
Fue uno de esos accidentes bien festi- microclúp -<:erebro impalpable, implaca- lon ia penitenciaria'. Ahí, un explo-
vos de los Tres Clúflados el que dio con ble, vertiginoso- ha transformado al pla- rador llega donde infinidad de re-
una línea por demás alarmante. Algo, un neta en un emporio de caclúvaches de pe- clusos están a punto de redimirse
balde, un montón de brea, se ha adueñado núltima generación. Es bastante notorio, -ésa es la idea de quienes rigen el
de la cara de Larry, que se queja a los gritos por otra parte, que el predominio de la vir- penal- en el preciso momento de
de que no puede ver. Curlie está más cris- tualidad ha generado cierta melancolía por ser ejecutados. Una cruza de cepo,
pado que de costumbre, un ansioso Moe los obsoletos y chirriantes prodigios de la cama y máquina industrial de te-
repite qué te pasa, qué te pasa, y Larry, con mecánica. Para corroborarlo basta atender, jer, que es la joya del penal, graba
una sencillez golpeadora, responde: "ten- tanto en películas como en series televisi- bien hondo en sus pieles la norma
go los ojos cerrados". vas, cómo se idolatra cierto proceso creati- que han transg1edido, y hurga -se
La vinculación con el mundo -he alú la vo. En estas recreaciones, hipotéticos es- diría- el aJma de los condenados
pequeña revelación- descansa en ciertas critores de hoy lidian con una Rernington con pulcritud de secretaria. Ins-
mecánicas. Una vez puesta en duda la iner- que ni siqtúera conoce la electrónica. Una cribe, también, el imperativo (no
cia de la vigilia, el motor enérgico del pes- representación que recurre a modelos de debo hacer esto, aquello, etc.) repitiendo
tañeo, Larry, así como el resto de los mor- otrora para cuantificar el esfuerzo y el su- el santo mandato de que la letra debe ins-
tales, puede abandonarse a la placidez de frimiento inscripto en cada mensaje. Es cribirse en el corazón. Ya un recluso pare-
quedar conectado solo consigo mismo, ce- decir, esa dimensión física de la lectura y ce listo para llevarse el gran mensaje de
rrar los circuitos y prodigarse una buena de la escritura, bastante menos advertible vuelta a los cielos, si los cielos todavía exis-
ración de noche. en este laberinto de pantallas en el que he- tieran, cuando el explorador disiente y can-
Algo análogo sucede con el negro que mos pasado a movemos. cela una ejecución. Se consterna el oficial a
comparece en cualquier monitor apagado. Por eso, con el dificultoso y martillan- cargo de gobernar la máquina, quien a su
Una pantalla ciega, de computadora o te- te tecleo de una máquina de escribir se turno decide volverse él mismo carne del
levisor, nos advierte que, a pesar de tanta vuelve ligeramente menos dificultoso ma- mensaje, y morir en paz con la Ley (que es,
propaganda globalizante, la vida puede de- terializar el balbuceante aterrizaje de las claro está, una de las variantes de la noticia
jar de ser pura instantaneidad, y que es po- musas en crecientes pilas de papel, o divina). Pero, impredecible como toda má-
sible desentenderse - al menos por un rato- cuantificar la cuota de tracción humana quina, o como todo demonio, el mensaje
del frugal imperativo de enchufarse a la necesaria a toda comunicación mediana- prognmado no habrá de ser inscripto. Las
noria extenuante del planeta. mente trascendente. agujas se ofuscan y agujerean sin criterio,
Ese misterioso desgano que suele ata- Más aún, se podría considerar que el con una giafía idiota, mezclando tinta, san-
car a los aparatos, dejándolos fuera de ser- estrépito de una máquina de escribir -que gre y pieles del oficial en trazos poco pu-
vicio o desconectados, recuerda que la ra- hoy sólo puede escucharse en películas- es dorosos. El resultado es la marca misma de
zón de ser d e la máquina es su por definición el emblema de ese sufrimien- lo ilegible, de lo que no se puede ver.
funcionamiento. Así, la más sofisticada to de la escritura, muy por encima del so- U na de las moralejas de este relato es
computadora, en estado de reposo, se vuel- segado protocolo de la plwna de ganso-por tan obvia como contundente. No hay
ve un museo de sí misma: alcanza tal vez su más que se escribiera casi sin luz, y casi sin mensaje posible, no hay redención, ni si-
rudimentario nirvana -ese mundo de paz, papel-. Las viejas y fugaces máquinas de quiera eJ silencio es dable. Es ésta una
exento de palabras-, pero al mismo tiempo escribir atesoraron la impronta del gol- máxima que Kafka intenta asordinar con
no transmite más que la desolación e inuti- pe, de la violencia de la palabra, la pose- una sugerencia, no menos tormentosa o
lidad propias de un trasto. En esa ceguera sión del demonio abrupto de la escritura deslumbrante: Dios era una máquina,
y mudez de aparato en desuso termina ac- que busca un cuerpo en un mundo muy pero era antojadiza y dejó de funcionar.
tualizándose, casi inercialmente, la queja de poco inspirado. Un mensaje que, piadosamente, convie-
Pablo Neruda, aquella de "estoy solo, en- De esa máquina, y de la más desespera- ne enfrentar con los ojos cerrados.
tre materias desvencijadas". da intrascendencia, supo escribir, como
Evidentemente, el imperialismo del nadie, Franz Katka en su relato 'En la co- Amir Hanied
Los últimos años de la década de los impacto que provocó; apenas dos discos de alcanzar en un concierto, una
ochenta serán recordados en el futuro de estudio y un bastante dudoso live al- intensidad plagada de efectismo
como la época en la que las férreas divi- canzaron para convertirlos en una leyen- y teatralidad pero efectiva en casi
siones entre las diversas tribus del rock da a la que ninguno de sus miembros con- todos los casos. En sus peores
prácticamente desaparecieron. La época siguió su perar después de la separación. momentos los Jane's Addiction
del crossover y del derrumbamiento entre Es por eso que la edición de Kettle Whis- recuerdan las pesadillas del rock
los géneros y la época en la que salieron tle se ha convertido en un relativo acon - sinfónico pero en los mejores, que no son
a la superficie grupos como Jane's Addic- tecimiento, apoyado por un momento pocos, detonan una música inclasificable
tion, Faith No Afore, Red Hot C hilli bastante soso en cuanto al rock mundial. y al mismo tiempo homogénea que está
Peppers y Helmet. Grupos obstinados en Kettle Whistle fue esperado y anunciado dentro de lo más poderoso que se haya
probar que el hard rock o inclusive el hea- como el disco de reunión de los Jane's realizado en los últimos quince años. Bas-
vy metal no tenían por qué ser un gueto de Addiction pero está lejos de serlo; se tra- ta escuchar la toma incluida en este disco
hombres solos dedicados a los aspectos más ta de un extraño producto que reúne dos de la excelente 'Been Caught Stealing",
infantiles del rock, y que podían ser parte grabaciones nuevas del grupo, realizadas en una versión má.s acústica y rítmica.
de una vanguardia lúcida, tanto a nivel durante un intervalo entre los proyectos U na canción difícil de definir genérica-
musical como lírico, sin renegar de su ca- de sus ex miembros, sumadas a algunas mente pero que durante toda su duración
rácter espectacular y bizarro. grabaciones en vivo, tomas distintas de da la sensación de estar escuchando mú-
Posiblemente losjane's Addiction ha- temas ya editados y algunos sobrantes de sica en su estado más puro. Una música
yan sido los más ambiciosos de todos, los los discos oficiales. En cierto sentido po- que incita al robo y al descontrol pero,
que cometieron más errores y los que lo- dría considerarse un engaña-pichanga en sobre todo, a un tipo de libertad que el
graron más triunfos en lo artístico. Una el que pueden caer los fanáticos ávidos rock h ace tiempo parece haber olvidado.
banda con nombre n eoyorquino y velve- de nuevo material de la banda, pero no D iez años no es mucho en la vida de
tiano que, sin embargo, producía un so- deja de ser un disco atractivo, especial- una persona pero es una eternidad en el
nido absolutamente californiano. La Ca- mente para los que desconocen al grupo. mundo del rock. A diez años de la edición
lifornia zen de las playas, las películas y Los dos temas nuevos ('Kettle Whistle' y de Nothing's Shocking, Kettle Whistle puede
el hippismo pero también la California 'So What!') muestran al grupo más pre- ser una jugada más comercial que artística
'alternativa' (qué palabra podrida) de las ocupado por el sonido que por la com- · pero confirma la vigencia de una banda que
drogas duras, la violencia desatada y la posición. Impactantes en cuanto a con- se propuso ser grande, diferente y profun-
sexualidad confusa. A pesar de estar lide- cepción sonora, ambos son al mismo damente subversiva. Porque hay que ad-
rada por el verborrágico y extravagante tiempo de lo más pobre que hayan com- vertir, madres, que los Jane's Addiction si-
Perry Farrel, Jane's Addiction era uno de puesto los Jane's Addiction hasta el mo- guen sonando peligrosos.
esos extraños casos en los que todos los mento. E l atractivo del disco hay que
miembros de La banda eran músicos de buscarlo en las versiones diferentes de
primer nivel y poseían una personalidad temas ya conocidos. Las grabaciones en G<mza/.o Curbe/.o
lo bastante notoria como para que nadie vivo de clásicos de la banda como 'Jane
perdiera protagonismo. Una banda que Says', 'Mountain Song' y 'Stop' demues- KETTLE WlllSTLE - Jane's Addiction -
tuvo una carrera bastante corta para el tran la intensidad que el grnpo era capaz Warner - 1997.
cfl ~ ] . elsitio.com.uy
De Virginia Woolf a
Lytton Strachey (*)
La amistad existente entre Virginia Woolf y Lytton Strachey se remonta a la estrecha relación existente
entre sus respectivas familias, las cuales en el siglo XIX pertenecían a esa influyente casta británica llamada 'la
aristocracia del intelecto'. Victoria y Lytton se conocier on antes de que este último fuera a Cambridge en 1899,
pero fue cuando ambos vivieron en Londres que se transformaron en buenos amigos y miembros del 'grupo de Blooms-
bury'. La correspondencia entre ambos cubre un período de 25 años. La primera carta es escrita cuando Victoria tiene
24 años y Lytton 26. La carta que reproducimos a continuación es la última carta de Victoria a su amigo, quien segura-
mente nunca llegó a leerla ya que falleció pocas semanas después y estaba ya muy enfermo al momento de recibirla.
52 Tavistock Sqre. barbada, sobre todo porque Clive me ha corrió a vem1e eno·e un almuerzo que fi-
10 Dic. 1931. dicho que te irás a Malasia por varios me- nalizó a las 5 de la tarde y una cena que
ses y lo más probable es que no nos veamos comenzaba a las 8.3 Oy que siguió hasta que
"Surjo de sueños de ti" -es por eso que hasta que Gordon Sqre. esté llena de tuli- los gor riones se elevaron en bandadas des-
escribo. Acabo de despertar de W1 sueño panes y Waley esté jugando al tenis con Alix de el Dique. Señor -cómo me gustaría guiar
en el cual estaba mirando una obra de tea- vestido de blanco. su vida.
tro, en el foso y repentinamente tú, que Estoy recostada, perezosa, contenta, le- Bueno, ésta es sólo una carta de sueño y
estabas sentado cruzando la pasarela en una yendo libro tras libro. ¿Y qué estás hacien- no necesita respuesta, a menos que puedas
fila del frente, te diste vuelta y me miraste, do tú? Leyendo a Shakespeare, espero, y decirme de qué nos reíamos; pero cuan do
y ambos sufrimos lill ataque de risa. De qué ocasionahnente tomando alguna n ota, muy estés en Londres con los tulipanes y la ropa
sé trataba la obra, de qué nos reíamos no pulcramente, en un muy hermoso cuader- blanca de Waley por favor ven a ver a tu
tengo ni la menor idea, pero éramos am- no. A propósito, leí As you like it el otro día vieja y cercana amiga.
bos muy jóvenes (no, ya que tú tenías tu y casi te mando un telegrama para pregun- Virginia
barba) y era la época que acostumbrába- tarte la verdad acerca de Jacques. - ¿Cuál
(*) Extraído de VIRGINIA WOOLF &
mos escribimos el uno al otro. ¿Por qué es? Su último discurso es tan extraño.
LYITON STRACHEY LETIBRS - Edíted
son estos sueños más vívidos que la vida Éstas son todas mis novedades ya que by Leonard Woolf andJames Strachey -The
real? - De todas formas, en lo que respecta no he visto a nadie, ni a Ottoline, ni a Char- Hogarth Prcss Ltd. & Chatto & Wmdus Ltd.
a mí, no puedo evitar escribirle a la serpiente lie Chaplin -a nadie salvo a C live quien - Londres, 1956 - 118 págs.
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Pablo Bielli