Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Muchas bacterias son incapaces de crecer a temperaturas por debajo de 10 °C. Incluso los
organismos psicrotrófos crecen muy despacio y en algunos casos presentan prolongadas
fases de demora a medida que la temperatura se acerca a 0 °C.
La actividad microbiana es responsable por el deterioro de la mayoría de los productos
pesqueros frescos. Por lo tanto, la duración en almacén de los productos pesqueros se
extiende marcadamente cuando los productos son almacenados a bajas temperaturas. En
países industrializados es una práctica común almacenar el pescado fresco en hielo (a 0
°C); la duración en almacén a diferentes temperaturas de almacenamiento (t °C) ha sido
expresada mediante la velocidad relativa de deterioro (VRD), definida según se muestra
en la Ecuación 6.a (Nixon, 1971).
SUPERENFRIAMIENTO (DE 0 °C A - 4 °C)
El almacenamiento del pescado a temperaturas entre 0 °C y - 4 °C se denomina
Superenfriamiento o congelación parcial. La duración en almacén de algunos pescados y
moluscos puede ser extendida mediante su almacenamiento a temperaturas por debajo de
cero, El modelo de la raíz cuadrada de deterioro (Ecuación 6.c) proporciona una
descripción razonable de la VRD de los productos superenfriados.
El superenfriamiento extiende la duración en almacén de los productos pesqueros. La
técnica puede ser usada, por ejemplo, en los casos donde las áreas productivas de pesca
se encuentran tan lejos de los puertos y de los consumidores, que el almacenamiento
normal en hielo es insuficiente para mantener la buena calidad de los productos a ser
descargados y vendidos. La aplicación del Superenfriamiento para reemplazar el
transporte de peces vivos ha sido estudiada también en Japón (Aleman et al. 1982).
La tecnología requerida para el superenfriamiento en el mar, así como también para el
almacenamiento en tierra, está disponible hoy en día. El "Sistema Frígido", desarrollado
en Portugal en los años sesenta, emplea intercambiadores de calor alrededor del pescado.
Las temperaturas por debajo de cero se mantienen constantes (± 0,5 °C) y la relación
pescado:hielo se reduce del valor normal 1:1 a 3:1. En los barcos pesqueros, las
temperaturas de almacenamiento por debajo de cero también pueden ser obtenidas
mediante el agua de mar refrigerada (AMR); donde el punto de congelación del agua es
reducido por el NaCl o mediante cualquier otro depresor del punto de congelación.
Comparados con el almacenamiento en hielo, los sistemas AMR enfrían el pescado más
rápidamente, reduciendo la exposición al oxígeno y la presión que generalmente ocurre
cuando el pescado es colocado en hielo y también proporcionan ahorro en la mano de
obra (Nelson y Barnett, 1973). Resultados promisorios han sido obtenidos con el
superenfriamiento, pero se han observado tanto problemas técnicos como problemas
relacionados con la calidad del producto. La descarga del pescado es difícil cuando se
emplean intercambiadores de calor en los barcos pesqueros y el AMR incrementa la
corrosión de los barcos (Partmann, 1965; Barnett et al., 1971). Además, el
superenfriamiento extiende la duración en almacén, pero se ha observado un efecto
negativo sobre la frescura/excelente calidad en algunas especies de pescado. Merritt
(1965) encontró que el bacalao almacenado a -2 °C por 10 días tenía una apariencia y una
textura inferior al pescado almacenado a 0 °C en hielo. El goteo del pescado superenfriado
se incrementó y a -3 °C la textura de todo el bacalao era inadecuada para fileteado. El
almacenamiento en AMR proporciona, en algunas especies de pescado, sabor salado
debido al agua de mar (Barnett et al., 1971; Shaw y Botta, 1975; Reppond y Collins,
1983; Reppond et al., 1985). Sin embargo, este efecto negativo del AMR no ha sido
encontrado en todos los estudios (Lemon y Regier, 1977; Olsen et al., 1993). Contrario
al bacalao y a otras especies de pescado, la excelente calidad del camarón superenfriado
del Pakistán fue incrementada de 8 días en hielo a 16 días en hielo-NaCl a -3 °C (Fátima et
al., 1988). Además, tanto la frescura (medida por un valor K del 20 por ciento) como la
duración en almacén de la carpa de acuicultura (Cyrinus carpio), la trucha arco iris de
acuicultura (Salmo gairdnerii) y la caballa (Scomber japonicus) han sido mejoradas
mediante el superenfriamiento a -3 °C, en comparación con el almacenamiento a 0 °C
(Uchiyama et al., 1978a, 1978b; Aleman et al., 1982).
CAMBIOS EN LA CALIDAD Y DURACIÓN EN ALMACÉN DEL PESCADO
ENFRIADO. Señala que después de la captura y muerte del pescado, este sufre
inmediatamente un deterioro, cuya velocidad de degradación es más alta que la de otros
tipos de carne, Este proceso de degradación es llevado a cabo en una primera etapa, por
enzimas propias del músculo del pescado y posteriormente por enzima producidas por
microorganismos que ingresan al músculo. La velocidad de deterioro varía según las
especies dependiendo de diversos factores, tales como tamaño, estado fisiológico,
alimentación, métodos de captura, temperatura y otros. (Palma, 1996).
El pescado inmediatamente después de su captura y muerte empieza a degradarse a través
de una serie de proceso que lo lleva finalmente a su descomposición o putrefacción. Esto
sucede aun cuando el pescado sea eviscerado, lavado o enfriado inmediatamente con
hielo. Bajo las mejores condiciones de preservación con hielo, hay pescados, por ejemplo,
que pueden durar o tener una vida comercial de unos 14 a 16 días, como es el caso de
algunas especies de poco contenido de grasa de mares frías. Otras especies, como la
caballa y el jurel o la sardina, que no se evisceran y tienen mayor contenido graso, duran
mucho menos y aun bien enfriados, se vuelven incomestible después de unos pocos días
en hielo inmediatamente después de la muerte del pescado sus músculos están totalmente
relajados, flexible y elástico, permaneciendo en este estado entre algunas horas a un día
o algo más. (ITP, 1996, Izquierdo et al., 2000).
EFECTO DEL EVISCERADO. Es del conocimiento común que tanto la calidad como la
duración en almacén, de muchos pescados, disminuyen cuando éstos no son eviscerados.
Durante los períodos de alimentación el pez contiene muchas bacterias en su sistema
digestivo, produciéndose, además, poderosas enzimas digestivas. Estas últimas son
capaces de causar una autólisis violento post mortem, la cual puede originar fuertes olores
y sabores, especialmente en el área abdominal, o incluso causar estallido de vientre. Por
otra parte, el eviscerado implica exponer al aire el área abdominal y las zonas de corte
haciéndolas más susceptibles a la oxidación y decoloración. De esta forma, muchos
factores como la edad del pescado, la especie, el contenido de lípidos, el área de pesca y
el método, entre otros, deben ser tomados en consideración antes de decidir si el
eviscerado resulta o no ventajoso (Huss y Asenjo, 1976).
ESPECIES GRASAS. En la mayoría de los casos los pescados grasos pequeños y
medianos, como el arenque, la sardina y la caballa, no son eviscerados inmediatamente
después de la captura. La razón se debe, por una parte, al gran número de pequeños peces
que son capturados al mismo tiempo y por otra, a los problemas con la decoloración y
aceleración de la rancidez (Huss y Asenjo, 1976).
Sin embargo, pueden aparecer problemas con el pescado no eviscerado durante los
períodos de alimentación intensa debido al estallido de vientre. Las reacciones que
ocasionan el estallido de vientre son complejas y no totalmente conocidas. Se sabe que
durante estos períodos la resistencia del tejido conectivo decrece y que el pH post
mortem es generalmente más bajo en los pescados mejor alimentados; esto también
debilita el tejido conectivo. Además, al parecer el tipo de alimento ingerido puede
desempeñar un papel importante en el fenómeno del estallido de vientre (Huss y Asenjo,
1976).
ESPECIES MAGRAS. En la mayor parte de los países del Norte de Europa el eviscerado
de las especies magras es obligatorio. Esto se basa en la presunción de que la calidad de
esas especies se resiente si no son evisceradas. En el caso del bacalao, se ha demostrado
que la omisión del eviscerado causa una considerable pérdida de la calidad y una
reducción de la duración en almacén de cinco a seis días. Tan sólo dos días después de la
captura se hacen visibles coloraciones en el área abdominal y el filete crudo adquiere un
desagradable olor a coles. Como, estos olores son hasta cierto punto removidos al hervir
el pescado (Huss y Asenjo, 1976).
CONGELACIÓN
PESCADO CONGELADO. La congelación es un proceso físico-químico complejo, de
intercambio de calor y agua entre las células y el medio externo, que culmina en un
cambio de una fase líquida a una sólida (Schneider y Mazur, 1984). Se logra incorporando
un agente crioprotector al medio de congelación (Schneider y Mazur, 1986). Al iniciarse
el descenso de la temperatura, comienza a formarse hielo extracelular, con la consecuente
concentración de sales, lo que provoca disminución del volumen celular y destrucción de
la membrana plasmática. al tener una tasa de enfriamiento muy rápida, el agua no alcanza
a salir del interior de la célula y se produce el hielo intracelular (Cabodevilla y Teurel,
2001).
La congelación es una alternativa importante para la reducción de la tasa de oxidación de
lípidos en el músculo del pescado, ya que reduce la circulación de oxígeno alrededor de
los ácidos grasos, inmoviliza el agua necesaria para que ocurran las reacciones
bioquímicas y reduce la rapidez de dichas reacciones. La Figura 1 muestra la curva típica
de congelación del agua pura La temperatura desciende a 0°C para cambiar de estado.
Luego, ocurre un incremento en el volumen del recipiente que lo contiene. La temperatura
permanece constante hasta que toda el agua es congelada y luego la temperatura de los
cristales desciende (Lewis, 1996).
La congelación es un medio excelente para mantener casi inalteradas durante un tiempo
prolongado las características originales de alimentos perecederos. Este tipo de
conservación radica en la disminución de la temperatura, generalmente entre -20 ºC a -
30 ºC, lo cual permite que las reacciones bioquímicas sean más lentas y además inhibe la
actividad microbiana, generando el estado de latencia de ésta, lo que no significa que los
microorganismos estén muertos. Durante el proceso se produce la solidificación del agua
libre presente en el alimento, es decir, el agua contenida es transformada en hielo a una
temperatura habitual de -18°C, disminuyendo así la actividad de agua. (Rojas y Treguear,
1999).
La congelación uno de los procesos más comunes de conservación de alimentos, resulta
efectiva en la retención de aroma color y valor nutritivo de alimentos y es moderadamente
en la conservación de la textura. (Schwartzberg, 1999).
ESTRUCTURA DEL HIELO. Las moléculas de agua debido a sus cuatro fuerzas de
atracción, pueden asociarse por medio de enlaces de hidrógeno con cuatro moléculas de
agua, de forma que cada átomo de oxígeno se une, mediante enlaces covalentes con los
átomos de hidrógeno y mediante enlaces de hidrógeno con otros dos átomos de hidrógeno.
Este tipo de uniones por extensión, da la estructura hexagonal característica del hielo
formado por la unión de varios tetraedros. En términos de crecimiento de cristales es
aceptable descartar los hidrógenos y considerar sólo la estructura formada por el oxígeno,
recordando eso si que ingresen dos oxígenos vecinos, siempre hay un ión de hidrógeno
formando enlaces. En el hielo los iones de oxígeno están distribuidos en forma “zig-zag”.
(Earle, 1998).
Debe tenerse en cuenta que la capa no es plana. Los iones de oxígeno están en dos
distintos niveles. Con el cambio de estado de hielo agua se pierde la rigidez del primero,
pero en el agua aún quedan los núcleos de moléculas de agua ordenada de forma parecida
a las existentes en el hielo. Si se aumenta la temperatura, los núcleos se hacen más
pequeños y numerosos, rompiéndose todas las uniones entre las moléculas de agua al
alcanzar una temperatura de 100ºC. Aquí se produce la vaporización. (Rojas y Treguear,
1999).
LA FORMACIÓN DE HIELO PASA POR LAS SIGUIENTES ETAPAS.
Nucleación. Se denomina así al comienzo de la transformación de una fase inestable a
otra más estable. Durante esta etapa se forma el núcleo del cristal, lo cual no sucede sin
un previo sub-enfriamiento. (Singh y Heldman, 2000).
Crecimiento de los cristales. Al congelar un producto lo que se va congelando
paulatinamente es el agua que éste contiene. En el momento de iniciarse la congelación
del agua, se transforma en hielo puro, mientras que la fase líquida restante que está sin
congelar aumenta la concentración de sustancias disueltas, disminuyendo así el punto de
congelación. El que un producto congelado se encuentre completamente duro, no
significa que se encuentre completamente congelado, por ejemplo, en el pescado: a –3ºC
el porcentaje de agua congelada es de 80%, a –20ºC el porcentaje es de 94% y a –57ºC el
porcentaje es de 100%, pero en este 100% no está considerada el agua que no se congela,
o sea el porcentaje que corresponde al agua ligada (Singh y Heldman, 2000).
El agua está presente en los alimentos como agua ligada (formando parte de proteínas y
otras moléculas) así como también en forma libre. Esta última es la que se congela,
mientras más baja es la temperatura, mayor cantidad o porcentaje de agua es posible
congelar, y esto implica que mayor cantidad de elementos quedan sin reaccionar, por lo
que el producto puede conservarse por períodos mayores de tiempo. Esto permite concluir
que la zona crítica de temperaturas debe ser pasada rápidamente en alimentos, además es
importante considerar que una mal aplicación de la cadena de frío también genera
exudación, ya que ocurren fenómenos de recristalización y crecimiento de los cristales.
(Singh y Heldman, 2000).
ASPECTOS FÍSICOS DE LA CONGELACIÓN. El agua del interior de las células y la
que se encuentra entre ellas forma cristales diminutos de hielo cuando se congela de un
modo rápido. Cuando la congelación es lenta se desarrollan cristales grandes de hielo y
agrupaciones de los mismos, provocando muchas rupturas físicas y separación de células
que en el caso de formación de cristales pequeños. (Barbosa y Canovas, 2000).
En la congelación de alimentos la cantidad de calor eliminado depende mayormente del
agua congelable. Esta cantidad depende de tres factores:
Variación de entalpía correspondiente al enfriamiento de la temperatura inicial al
punto de congelación.
Calor latente de congelación.
Variación de entalpía correspondiente al enfriamiento del punto de congelación
a la temperatura final. (Singh Y Heldman, 2000).
PROPIEDADES FÍSICAS
4.2.3. EQUIPOS
Equipo de envasado al vacío
Equipo determinación de aw
Equipo productor de hielo
Cámara de congelación
Cámara de almacenamiento refrigeración
Cocina
Balón de gas
4.2.4. INSTRUMENTOS
Termómetro de aguja
Termómetro
Bolsas PET o film
Penetrómetro
Brixometro
Balanza analítica
Vernier o micrómetro
Regla milimetrada
Vernier
Colorímetro
Voltímetro
Amperímetro
4.2.5. MATERIAL DE VIDRIO
Probetas de 5ml,10ml,50ml,100ml
Laminas porta objeto y cubre objeto
Matraz
Pinzas
4.2.7. OTROS
Bolsas para residuos
Maleta neceser equipada
Calculadora científica
Papel milimetrado
Regla
Lápiz 2B Faber Castel
Borrador
Bolsas film PET
4.3. MÉTODOS
4.3.2. DESCRIPCIÓN DE ETAPAS
Pesado
Eviscerado
lavado
Pesado
Muestras
CONCLUSIÓN
RECOMENDACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
Abe, H. and E. Okuma (1991). Rigor mortis progress of carp acclimated to different water
temperatures, Nippon Suisan Gakkaishi, 57, 2095-2100.
Capont, L. 2001. La conserva y salazón de la sardina. Su histórica evolución. Aspectos y
procesos tecnológicos. Factores de calidad, comerciales, etc. Envases. Ahumado.
Legislaciones. Subproductos, etc. Su futuro. Edt. Caixanova. Pontevedra. España. 180 pp.
Almaas, K.A. (1982). Muskelcellehylstret hos torsk: Ultrastruktur og biokjemi. Ph.D.
Thesis, University of Trondheim. (In Norwegian).
Alverson, D.L., M.H. Freeberg, J.G. Pope, S.A. Murawski (1994). A global assessment
of fisheries by-catch and discards. FAO Fish. Tech. Pap. No 339. FAO, Rome.
Annu. Rep. (1971). Technological Laboratory, Danish Ministry of Fisheries, Technical
University, Lyngby, Denmark.
Annu. Rep. (1975). Technological Laboratory, Danish Ministry of Fisheries, Technical
University, Lyngby, Denmark.
Anon. (1986). Swedes switch to containers. Fish. News, Dec. 19/26, 16.
Anthoni, U., T. Borresen, C. Christophersen, L. Gram, and P.H. Nielsen (1990). Is
trimethylamine oxide a reliable indicator for the marine origin of fishes. Comp. Biochem.
Physiol. 97B, 569-571.
Anthoni, U., C. Larsen, P.H. Nielsen and C. Christophersen (1990). Off-flavor from
commercial crustaceans from the North Atlantic Zone. Biochem. System. Ecol 18,377-
379.
Azam, K., I.M. Mackie and J. Smith (1990). Effect of stunning methods on the time of
onset, duration and resolution of rigor in rainbow trout (Salmo gardineri) as measured by
visual observation and analysis for lactic acid, nucleotide-degradation products and
glycogen. In: Chilling and freezing of new fish products. Sci, Tech. Froid. 1990-3.
Proceedings of the meeting of Commission C2I.I.F.-I.I.R. Aberdeen. 351-358
Barile, L.E, M.H. Estrada, A.D. Milla, A. Reilly and A. Villadsen (1985). Spoilage
patterns of mackerel (Rastrelliger faughni Matsui). 2. Mesophilic versus psychrophilic
fish spoilage of tropical fish. ASEAN FoodJ. 1,121-126.
Barnett, H.J., R.W. Nelson, P.J. Hunter, S. Bauer and H. Groninger (1971). Studies of the
use of carbon dioxide dissolved in refrigerated brine for the preservation of whole fish.
Fish. Bull, 69, 433-442.
Barnett, H.J., R.W. Nelson, P.J. Hunter and H. Groninger (1978). Use of carbon dioxide
dissolved in refrigerated brine for the preservation of pink shrimp. Mar. Fish. Rev. 40,25-
28.
Barthel, G. and W. Grosch (1974). Peroxide value determination - comparison of some
methods. J. Am. Oil Chem. Soc. 51, 540-544.
Baumann, P. and L. Baumann (1981). The marine gram-negative eubacteria:
Genua Photobacterium, Beneckea, Alteromonas, Pseudomonas, and Alcaligenes. In:
M.P.Starr, H. Stolp, H.G. Trüper, A. Balows, and H.G. Schlegel, (eds.) The
Prokaryotes. Springer-Verlag, Berlin, 1302-1330.
Belinske, E. (1964). Biosynthesis of trimethylammonium compounds in aquatic animals.
4. Precursors of trimethylamine oxide and betaine in marine teleosts. J. Fish. Res. Board
Can., 21. 765-771.
Bell, G.H., D. Emslie-Smith and C.R. Paterson (1976). Textbook of Physiology and
Biochemistry, 9th ed., Churchill Livingstone, Edinburgh.
Berka, R. (1986). The transport of live fish. A. review. EIFAC Tech. Pap. N° 48,52, FAO,
Rome.
Etienne M. and N. Bregeon (1992). A quick enzymatic quantitative analysis of histamine
in tuna by microplate reader. Proc. of the 22nd annual meeting of the Western European
Fish Technology Association.
FAO (1993a). FAO Yearbook: Fishery Stat. Vol 72 and 73. FAO. Rome.
FAO (1993b). The State of Food and Agriculture 1993. FAO Agric. Ser. 26.
FAO (1993c). Aquaculture production 1985-1991. FAO Fishery circular No 815, Rev. 5.
FAO (1994). Review of the state of world marine fishery resources. FAO Fish. Tech. Pap.
335.
Gram, L. (1990). Spoilage of three Senegalese fish species stored in ice and at ambient
temperature. Paper presented at SEAFOOD 2000 in Halifax, Canada, 12-16 May 1990.
Gram, L. (1992). Evaluation of the bacteriological quality of seafood. J. Food
Microbiol. 16, 25-39.
Gram, L., G. Trolle, and H.H. Huss (1987). Detection of specific spoilage bacteria from
fish stored at low (0 °C) and high (20 °C) temperatures. Int. J. Food Microbiol. 4, 65-72.
Gram, L., J. Oundo and J. Bon (1989). Storage life of Nile perch (Lates niloticus)
dependent on storage temperature and initial bacteria load. Trop. Sci. 29, 221-236.
Gram, L., C. Wedell-Neergaard and H.H. Huss (1990). The bacteriology of spoiling Lake
Victorian Nile perch (Lates niloticus). Int. J. Food Microbiol. 10, 303-316.
Hansen, P. (1968). Koelelagring af fed fisk. Konserv. Dybfrost, 3.
Hansen, P. (1981). Behovet for hurtig iskoeling affangsten. Technological Laboratory,
Lyngby, Denmark.
Hansen, P. (1981). Chilling catches in artisanal fisheries. World Fish. 30,29 and 33.
Hansen, P., P. Ikkala, and M. Bjornum (1970). Holding fresh fish in refrigerated sea
water. Bull. d'lnst. Int. Refrig. 50, 299-309.
Huss, H.H. (1994). Assurance of Seafood Quality. FAO Fisheries Technical Paper N°
334. FAO. Rome.
Johansson, L. and A. Kiessling(1991). Effects of starvation on rainbow trout. Acta Agric.
Scand. 41, 207-216.
Johnson, E.A., R.A. Segars, J.G. Kapsalis, M.D. Normand and M. Peleg (1980).
Evaluation of the compressive deformability modulus of fresh and cooked fish flesh. J.
Food Sci. 45, 1318-1320, 1326.
Johnson, S.E. and I.J. Clucas (1990). How to make fish boxes. Natural Resources
Institute (UK). Tech.Leafl. N°3.
Jonsdottir, S. (1992). Quality index method and TQM system. In: R. Olafsson and A.H.
Ingthorsson (eds.) Quality Issues in the Fish Industry. The Research Liaison Office,
University of Iceland.
Jorgensen, B.R. and H.H. Huss (1989). Growth and activity of Shewanella
putrefaciens isolated from spoiling fish. Int. J. FoodMicrobiol. 9, 51-62.
sskilde. Copenhagen, P. Haase and Son. (In Danish).
Moeller Christensen, J. and B. Nystroem (1977). Fiskeliv i Nordsoeen. Copenhagen,
Gyldendal. (In Danish), 116.
Mohr, V. (1971). On the constitution and physical-chemical properties of the connective
tissue of mammalian and fish skeletal muscle. Ph. D. Thesis University of Aberdeen.
Molin, G. (1983). The resistance to carbon dioxide of some food related bacteria Eur. J.
Appl. Microbiol. Biotechnol. 18, 214-217.
Toyohara, H., Y. Makinodan, K. Tanaka, and S. Ikeda (1985). Purification and properties
of carp muscle calpain II (high Ca+2 -requiring form of calpain). Comp. Biochem.
Physiol. 81B, 573-578.
. 57, 2223-2228.
Wilson, R.P. and J.E. Halver (1986). Protein and amino acid requirements of fishes. Ann.
Rev. Nutr. 6, 225-244.
Wong, K and T.A. Gill (1987). Enzymatic determination of trimethylamine and its
relationship to fish quality. J. Food Sci. 52, 1-3.
Wong, K, F. Bartlett and T.A. Gill (1988). A diagnostic test strip for the semiquantitative
determination of trimethylamine in fish. J. Food Sci. 53, 1653-1655.
Wood, C.D. and R.C. Cole (1989). Small insulated fish containers. FAO Fish. Circ.
No 824. FAO, Rome.
Woyewoda, A.D., S.J. Shaw, P.J. Ke, and B.G. Bums (1986). Recommended laboratory
methods for assessment of fish quality. Can Tech. Rep. Fish. Aquat. Sci. N°
1448, Fisheries and Oceans, Canada.