Está en la página 1de 7

ACTUALIZACIÓN

Complicaciones no infecciosas en el paciente


con infección por el VIH
I. Pintos Pascuala,*, E. Muñez Rubiob y A. Ramos Martínezb
a
Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Madrid. España. bUnidad de Enfermedades Infecciosas. Servicio de Medicina Interna.
Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda. Madrid. España.

Palabras Clave: Resumen


- Linfoma Con la instauración de la terapia antirretrovírica, la incidencia de las infecciones oportunistas ha descen-
- Sarcoma de Kaposi dido, así como la incidencia de sarcoma de Kaposi (SK) y de los linfomas. El SK es la neoplasia más fre-
cuente en los pacientes con infección por el VIH. Dentro de los linfomas, el más frecuente es el linfoma B
- Riesgo cardiovascular en VIH difuso de células grandes, otros linfomas asociados son el linfoma de Burkitt, el linfoma cerebral primario
- Tumores en VIH y el linfoma de cavidades. Estas neoplasias están asociadas a infección viral como el virus de Epstein-
Barr o el virus herpes humano 8. De igual forma que las anteriores, la incidencia de las neoplasias aso-
ciadas al virus del papiloma humano como el cáncer de cuello de útero y el cáncer de canal anal está
aumentada en esta población. En relación con el aumento de la esperanza de vida, la inflamación y otros
factores como el hábito tabáquico asociado, los tumores no definitorios de sida son actualmente una de
las principales causas de muerte en la población con infección por el VIH, entre estos tumores el más
frecuente es el cáncer de pulmón. Asimismo, los pacientes con infección por el VIH presentan mayor
riesgo cardiovascular que aquellos sin infección por el VIH y el deterioro cognitivo asociado al VIH tam-
bién presenta relevancia en esta población.

Keywords: Abstract
- Lymphoma Non-infectious complications in HIV-infected patients
- Kaposi’s sarcoma With the advent of antirretroviral drugs, the incidence of opportunistic infections has decreased, as has
- HIV-associated the incidence of Kaposi’s sarcoma (KS) and lymphoma. SK is the most common neoplasm in patients
cardiovascular risk infected with HIV. Diffuse large B-cell lymphoma is the commonest lymphoma. Other associated
lymphomas are Burkitt, primary cerebral and cavity lymphoma. These neoplasia are associated with viral
- HIV-associated tumours infections such as Epstein-Barr or human herpesvirus-8. Like the aforementioned, the incidence of
neoplasia associated with the human papilloma virus, such as cervical and anal canal cancer, is
increasing in this population. In relation to the increase in life expectancy, inflammation and other factors
such as an associated smoking habit, non-AIDS tumours are currently one of the principal causes of
death in the HIV-infected population, and lung cancer is the commonest. Similarly, HIV-infected patients
are at greater cardiovascular risk than those who are not HIV infected, and cognitive impairment
associated with HIV is also relevant in this population.

Sarcoma de Kaposi frecuente en los pacientes con infección por el virus de la


inmunodeficiencia humana (VIH). La incidencia ha descen-
El sarcoma de Kaposi (SK) es un tumor vascular asociado a la dido drásticamente desde la introducción de la terapia anti-
infección por virus herpes humano 8 (VHH8) que se caracte- rretrovírica (TAR)2, sin haber descendido la incidencia de
riza por proliferación celular y angiogénesis1. Es el tumor más VHH8 (prevalencia constante), no obstante es más frecuente
en hombres homosexuales que en otras poblaciones de pa-
*Correspondencia cientes con infección por el VIH. El recuento de CD4 es un
Correo electrónico: ilduarapintos@gmail.com factor importante, siendo más frecuente con recuentos meno-

3314 Medicine. 2018;12(56):3314-20


COMPLICACIONES NO INFECCIOSAS EN EL PACIENTE CON INFECCIÓN POR EL VIH

res de 200 células/μl. La presentación típica es cutánea, aun- el diagnóstico se recomienda la obtención de ganglio com-
que puede haber afectación visceral y de mucosas (cavidad pleto para anatomía patológica y la realización de un estudio
oral). La afectación visceral más frecuente es gastrointestinal de extensión. El pronóstico depende principalmente de la
y pulmonar, pudiendo afectar también a nivel ganglionar, he- infección por el VIH y en menor medida de los factores re-
pático, médula ósea, etc. Las lesiones son rojo vinosas, no lacionados con el LNH, aunque tras la introducción de la
duelen ni son pruriginosas. El principal diagnóstico diferen- TAR han adquirido más peso los factores del LNH5. Los
cial es con la angiomatosis bacilar producida por especies de pacientes con infección por el VIH con LNH deben recibir
Bartonella. Para el diagnóstico debe confirmarse con biopsia. TAR en paralelo con la quimioterapia7. La pauta de elección
La afectación gastrointestinal puede ocurrir sin afectación del TAR que deben recibir debe incluir la combinación de 2
cutánea, puede ser asintomática o producir sintomatología análogos (abacavir con lamivudina o tenofovir con emtricita-
digestiva, con malabsorción, hemorragia digestiva, obstrucción bina) y como tercer fármaco raltegravir por tener más expe-
o diarrea. El diagnóstico es endoscópico y la confirmación se riencia, o bien dolutegravir. Se debe evitar el uso de inhibi-
hace con biopsia. La afectación pulmonar puede dar fiebre, dores de la proteasa (IP) y de cobicistat por riesgo de
hemoptisis, dolor torácico o ser asintomático como hallazgo interacciones7. Respecto a la profilaxis de infecciones opor-
en prueba de imagen. Puede producir derrame pleural. Para tunistas (IO), debe considerarse que presentan mayor inmu-
el diagnóstico debe realizarse broncoscopia y biopsia3. nosupresión real que el recuento de CD4, por lo que se re-
En pacientes que no están en tratamiento debe iniciarse comienda profilaxis para Pneumocystis jiroveci a todos los
la TAR, en ocasiones esto es suficiente para la regresión del pacientes (AII). No se recomienda profilaxis para citomega-
SK. Otros pacientes requieren tratamiento local (radiotera- lovirus (CMV) pero, en caso de presentar CD4 inferiores a
pia, quimioterapia local o ácido retinoico) o quimioterapia 100 células/μ, se debe realizar una prueba de reacción en
sistémica. Son indicaciones de quimioterapia sistémica: afec- cadena de la polimerasa (PCR) de CMV de forma periódica
tación cutánea extensa, la afectación visceral, el SK cutáneo y, en caso de detectarse, realizar fondo de ojo y pautar terapia
que no responde a terapia local y en caso de progresión tras anticipada7.
el inicio de TAR en un contexto de síndrome de reconstitu-
ción inmune (SIRI)3.
Linfoma B difuso de célula grande
Linfoma El LBDCG es un linfoma potencialmente curable con trata-
miento. Con el adecuado control de la infección por el VIH
Los pacientes con infección por el VIH tienen mayor inci- y con factores de crecimiento hematopoyéticos, los pacientes
dencia de linfomas que los pacientes que no la tienen. Se con infección por el VIH con linfoma pueden recibir las mis-
clasifican en linfomas no Hodgkin (LNH), linfoma cerebral mas pautas de quimioterapia que los pacientes sin infección
primario (LCP) y el linfoma de Hodgkin (LH). Se conside- por el VIH. La quimioterapia de elección es R-CHOP (ci-
ran definitorios de sida el LCP y los LNH4, los LH no se clofosfamida, adriamicina, vincristina, prednisona y anti-
incluyeron como definitorios de sida en la clasificación de los CD20), con la que se obtiene una remisión completa en el
CDC (Centers for Disease Control and Prevention), aunque su 69-77% de los pacientes con infección por el VIH, porcen-
incidencia en pacientes con infección por el VIH también tajes similares que en población general7.
está aumentada respecto a la población general y son de ca-
racterísticas más agresivas. Con la introducción de la TAR se
redujo la incidencia de linfomas, sobre todo en aquellos que Linfoma de Burkitt
se asocian con bajos recuentos de CD4 (como el LCP), aun-
que también descendió la incidencia de otros que aparecen El LB se caracteriza por la desregulación del oncogén MYC
con aceptables niveles de CD4 como el linfoma de Burkitt y su gran agresividad. Suele presentarse en pacientes sin
(LB) y el LH5. diagnóstico previo de infección por el VIH y con aceptable
estado inmunológico. Las pautas de tratamiento tienen esca-
sos resultados como en la población general.
Linfomas sistémicos
Los LNH asociados al VIH son con más frecuencia de estir- Linfoma plasmablástico
pe B, siendo el subtipo histológico más habitual el linfoma B
difuso de célula grande (LBDCG) con un 73% y el LB un El linfoma plasmablástico es muy agresivo y poco frecuente,
19%6. El linfoma plasmablástico y el linfoma primario de afectando con más asiduidad a los pacientes con infección
cavidades, aunque son poco frecuentes, están muy relaciona- por el VIH. No existe tratamiento estándar.
dos con el VIH. Los LNH ocurren más frecuentemente en
varones jóvenes con recuentos de CD4 menores de 200 cé-
lulas/μl. Suele presentarse acompañado de síntomas B y en Linfoma primario de cavidades
estadios avanzados, con afectación extraganglionar, sobre
todo de médula ósea, también puede haber afectación del El linfoma primario de cavidades se presenta frecuentemen-
sistema nervioso central (SNC) incluyendo meninges7. Para te junto con el SK por estar en relación ambos con el VHH8.

Medicine. 2018;12(56):3314-20 3315


ENFERMEDADES INFECCIOSAS (VIII)

Se origina en cavidades serosas como la pleura, el pericardio se conoce cuál es el mejor tratamiento para el LCP en el
o el peritoneo, y la sintomatología es la derivada de dichas paciente con infección por el VIH.
afectaciones. Es raro el desarrollo de masas tumorales, aun-
que puede diseminarse a través de la superficie de las serosas.
El diagnóstico se realiza mediante citología del líquido afec- Trasplante de progenitores
to y es criterio la presencia del VHH8 en los núcleos de las hematopoyéticos y cura del VIH
células malignas. Por definición, estos linfomas se clasifican
como estadio IV; no obstante se recomienda el estudio de El trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos con
extensión con prueba de imagen, valorando la realización mutación homocigota para la deleción de 632 del receptor
de biopsia de médula ósea, punción lumbar y ecocardiogra- CCR5 (que hace resistentes a las células a la entrada del VIH
ma. No existe tratamiento estándar. con tropismo R5) ha permitido erradicar el VIH en un pa-
ciente con leucemia de alto riesgo, este paciente es conocido
como «paciente Berlín»9. Aunque la elección del donante
Enfermedad de Castleman multicéntrica debe realizarse con los criterios habituales, es recomendable
explorar la posibilidad de obtener una fuente de progenitores
La enfermedad de Castleman multicéntrica (ECM) se pre- con mutación homocigota para la deleción de 632 del recep-
senta con más frecuencia en pacientes con infección por el tor CCR5 como posible estrategia de la curación de la infec-
VIH, es un proceso linfoproliferativo agresivo, aunque no se ción por el VIH.
considera un linfoma; no obstante, tienen riesgo de progre-
sión a LNH. Tras la introducción de la TAR, la incidencia de
la ECM ha aumentado y no se ha asociado con cifras bajas Cáncer de cérvix
de CD4 ni con la administración de TAR. No está claro, pero
parece ser que el VHH8 tiene un papel fundamental en el El virus del papiloma humano (VPH) es el principal factor
desarrollo de esta enfermedad, siendo frecuente la asociación de riesgo para desarrollar cáncer de cervix, esta neoplasia en
con el SK. Entre la sintomatología típica destaca la fiebre, la pacientes con infección por el VIH aparece más agresiva-
sudoración y el síndrome constitucional, con aparición de mente y recurre con más frecuencia que en la población ge-
adenopatías y hepatoesplenomegalia. El tratamiento con ri- neral. La incidencia de neoplasia intraepitelial cervical (CIN)
tuximab se ha asociado con una disminución de riesgo de es 4-5 veces más frecuente en las pacientes con infección por
desarrollo de LNH. el VIH que en los que no la tienen. Los CDC clasificaron la
displasia cervical como categoría B y el cáncer invasivo cer-
vical como definitorio de sida (categoría C)4. La TAR dismi-
Linfoma primario del sistema nervioso central nuye el riesgo de CIN y de cáncer cervical2. Además, el VPH
produce otras neoplasias que también se presentan con más
El LCP en la mayoría de las ocasiones es de extirpe B y está frecuencia en la población con infección por el VIH, por
relacionado con el virus de Epstein-Barr (VEB). Su inciden- ejemplo tumores orofaríngeos, de lengua y de región anoge-
cia ha disminuido con la introducción de la TAR y suele apa- nital (pene, vagina, vulva y anorrectal). Estos tumores están
recer en pacientes con cifras de CD4 inferiores a 50 células/μl. aumentando desde la introducción de la TAR y están relacio-
La sintomatología y las características radiológicas son simi- nados principalmente con el VPH1610.
lares a las de la toxoplasmosis que plantea el principal diag- En el primer año tras el diagnóstico del VIH se debe
nóstico diferencial. A diferencia de la toxoplasmosis, en el realizar una citología cervical cada 6 meses, en caso de ser
LCP las lesiones suelen ser únicas y de más tamaño, pueden negativas se realizará anualmente con inspección del ano, la
ser masas hemorrágicas, mal delimitadas. Aparecen en regio- vulva y la vagina y se realizará una colposcopia10. Se debe
nes preferentemente supratentoriales e infiltran estructuras hacer con más frecuencia en caso de presentar recuentos de
profundas aunque no es un criterio claramente diferenciador. CD4 inferiores a 500 células/μl o si presenta biopsia, citolo-
La tomografía computadorizada por emisión de fotón simple gía o colposcopia patológica. En caso de realizarse PCR y
(SPECT) con talio 201 puede demostrar captación en caso presentar un resultado positivo para un VPH de alto grado
del LCP, ya que existe un transporte activo de talio 201 den- se debe repetir la citología cada 6 meses. El tratamiento del
tro de las células neoplásicas, cosa que no ocurre en la toxo- CIN es similar al de las pacientes sin infección por el VIH,
plasmosis cerebral8, por lo tanto, la SPECT puede ayudar en recomendándose conización ante CIN II y III.
el diagnóstico diferencial. Se debe realizar una punción lum- Están aprobadas tres vacunas frente el VPH: la bivalente,
bar para el análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR), ya que la tetravalente y la nonavalente. Todas ellas incluyen los tipos
la realización de PCR puede demostrar poblaciones de linfo- de VPH 16 y 18, la tetravalente además incluye los tipos 6 y
citos monoclonales y secuencias de ADN de VEB, siendo 11, y la nonavalente además de los previos incluye los tipos
especialmente útil en aquellos pacientes con serología nega- 31, 33, 45, 52 y 58. Se recomienda la vacunación en mujeres
tiva para toxoplasma y una única lesión radiológica. No obs- entre los 12 y 26 años, preferiblemente antes del inicio de las
tante, la mayoría de los pacientes con LCP precisan un diag- relaciones sexuales. La eficacia en pacientes con infección
nóstico mediante biopsia cerebral esterotáxica. Mientras no por el VIH parece ser similar a la obtenida en pacientes sin
se tenga la seguridad diagnóstica, se debe administrar trata- ella11. La distribución de subtipos de VPH es distinta entre
miento empírico frente a la toxoplasmosis. Actualmente no pacientes con infección por el VIH, por lo que podría ser

3316 Medicine. 2018;12(56):3314-20


COMPLICACIONES NO INFECCIOSAS EN EL PACIENTE CON INFECCIÓN POR EL VIH

menos efectiva. La eficacia en pacientes muy inmunodepri- Hepatocarcinoma


midas es desconocida12.
El hepatocarcinoma está relacionado en nuestro medio con la
coinfección por el VHC. Por el momento, no se ha demostra-
Tumores no asociados a sida do que los pacientes coinfectados presenten hepatocarcinoma
con más frecuencia que los monoinfectados por el VHC. Si
Con el aumento de la esperanza de vida y el descenso de la bien, los últimos datos en España confirman que se está pro-
incidencia de las IO gracias a la TAR, actualmente los tumo- duciendo un aumento de casos en los pacientes coinfectados19.
res malignos son una de las principales causas de mortalidad Existe controversia sobre si el comportamiento es más agresi-
en la población con infección por el VIH. La prevalencia vo en los pacientes con infección por el VIH, algunos estudios
actual de cáncer es del 25-40% de los pacientes, mientras que sugieren que es más frecuente la presentación múltiple y esta-
previamente a la TAR la mortalidad por cáncer era del 10%13. dios más avanzados20. La mayoría de los pacientes coinfecta-
Las neoplasias en los pacientes con infección por el VIH se dos siguen disgnosticándose en estadios avanzados, por lo que
comportan más agresivamente, comenzando a una edad más las opciones terapéuticas curativas son escasas y, por tanto,
temprana, con presentación atípica y en mayor estadio en el presentan una mortalidad elevada. Posiblemente esto se expli-
momento del diagnóstico, pudiendo tener una incidencia que, en parte, por la baja adherencia al cribado que han pre-
mayor que en la población general14, además presentan un sentado estos pacientes. Se ha propuesto un índice pronóstico
peor pronóstico con progresión más rápida y con mayor tasa para pacientes con diagnóstico de hepatocarcinoma, el Model
de recidiva. Los tumores más frecuentes no asociados a sida to Estimate Survivalcraft un Ambulatory CHC patients (ME-
son los que se relacionan con infecciones víricas o con el SIAH) score21 que ha demostrado predecir de forma indepen-
hábito tabáquico15. Los cánceres más frecuentes son el de diente el pronóstico en pacientes coinfectados. Para el cribado
canal anal (CCA), el de pulmón, el hepatocelular y el LH16. se debe hacer un ecografía abdominal semestral (AI)13. Aunque
Los principales factores protectores son mantener un re- clásicamente se ha usado la determinación de alfa fetoproteína
cuento de CD4 superior a 500 células/μl y carga vírica (CV) para el cribado, actualmente se desaconseja su uso por su baja
indetectable. El virus del VIH no es propiamente oncogéni- sensibilidad. La principal medida de prevención es el trata-
co, aunque se considera un agente necesario pero no sufi- miento del VHC, dado que su erradicación se ha asociado con
ciente para el desarrollo de los tumores, contribuye la inmu- la reducción del riesgo de hepatocarcinoma22. No obstante,
nosupresión y el aumento de la prevalencia de coinfección dado que sigue existiendo riesgo de desarrollo de hepatocarci-
por virus potencialmente oncogénicos como el VPH el virus noma en los pacientes con cirrosis, se recomienda continuar
de la hepatitis B, de la hepatitis C (VHC) y el VEB. Otro con el cribado a pesar de mantener una respuesta vírica soste-
factor de riesgo para el desarrollo de estas neoplasias es la nida ya que, aunque se disminuye, el riesgo no desaparece.
alta prevalencia de hábitos tóxicos en esta población, como el
tabaco y alcohol.
Carcinoma de canal anal
Cáncer de pulmón Se ha producido un aumento en la incidencia de CCA, sobre
todo en el grupo de riesgo de hombres que tienen sexo con
El cáncer de pulmón es la tercera neoplasia más frecuente en hombres (HSH), pacientes inmunodeprimidos y sobre todo
los pacientes con infección por el VIH, solamente superado en pacientes con infección por el VIH. Es uno de los princi-
por los tumores definitorios de sida. El principal factor de pales tumores no definitorios de sida23. El 90% de los casos
riesgo es el tiempo de evolución de la infección por el VIH está relacionado con el VPH. La infección por este virus tie-
y el hábito tabáquico es el principal agente etiológico para su ne una prevalencia del 85-90% en HSH con infección por el
desarrollo17. La estirpe histológica más frecuente es el ade- VIH y está producida por varios tipos, sobre todo los geno-
nocarcinoma, similar al de población general18. La clínica es tipos 16, 18, 39, 51, 5924. En mujeres con infección por el
análoga a los pacientes sin infección por el VIH y el diagnós- VIH la prevalencia es del 40-60%, siendo un poco mejor que
tico se realiza de forma parecida al de la población general. los hombres que tienen sexo con mujeres. Otro factor predis-
El pronóstico es peor, debido al diagnóstico en estadios más ponente es el tabaco.
avanzados y además presentar peor situación general. Al igual que el cáncer de cérvix, está precedido de cam-
Para la prevención se propone el uso de la tomografía bios displásicos, la llamada neoplasia intraepitelial anal (AIN).
computadorizada (TC) de baja radiación que ha demostrado Se localiza en la zona de transición de la mucosa anal a rectal.
ser útil en el diagnóstico precoz y en la disminución de la Los cambios celulares se resuelven espontáneamente entre
mortalidad. Se recomienda realizarlo en pacientes entre los 6 y 18 meses. En ocasiones la infección puede persistir años
55 y los 74 años con un consumo acumulado de tabaco supe- y las lesiones displásicas progresar a cáncer. Para la clasifica-
rior a 30 paquetes/año o que hayan sido fumadores hasta hace ción citológica de la mucosa anal se emplea la de Bethesda
15 años13. La principal medida preventiva es la deshabitua- que clasifica en: normal, células escamosas de significado in-
ción tabáquica. Se debe aconsejar dejar de fumar en la consul- cierto (ASCUS), lesión intraepitelial de bajo grado y de alto
ta y para ello se puede recurrir al tratamiento sustitutivo con grado, células compatibles con carcinoma escamoso o adeno-
nicotina o al tratamiento farmacológico, teniendo en cuenta carcinoma. Los resultados de las biopsias se clasifican como:
que veraniclina no presenta interacciones con la TAR. normal, AIN de grado 1 o leve (AIN I), de grado II o mode-

Medicine. 2018;12(56):3314-20 3317


ENFERMEDADES INFECCIOSAS (VIII)

rado (AIN II), grado III o grave (AIN III) o carcinoma inva- víricas. Se debe iniciar TAR en aquellos pacientes con neopla-
sivo. El carcinoma in situ es el AIN III que afecta a toda la sia que no están en tratamiento. Raltegravir debe ser el tercer
mucosa sin penetrar la membrana basal. No existen estudios fármaco en la pauta de tratamiento en pacientes que van a
que hayan demostrado evidencia de que el tratamiento pre- recibir quimioterapia por sus mínimas interacciones, debién-
coz prevenga el CCA, por lo que las recomendaciones res- dose evitar los IP por ser el grupo que mayor interacciones
pecto a cribado están basadas en las del cáncer cervical. Es presentan. Se recomienda profilaxis frente a Pneumocystis jiro-
decir, toma de citología, tacto rectal, anuscopia en caso de veci en pacientes con recuentos de CD4 inferiores a 200 célu-
displasia en la citología, localización de lesiones y toma de las/μl y se debe considerar en pacientes con recuentos superio-
biopsias con tratamiento local y seguimiento de las lesiones res si van a recibir quimioterapia o radioterapia (BII)13.
de alto grado demostradas por biopsia. El tacto rectal y la
visualización del área perianal deben realizarse, ya que es su-
ficiente para el diagnóstico de CCA si no se dispone de otros Riesgo cardiovascular
métodos de cribado. La citología recoge de forma ciega, sin
necesidad de anuscopia, y en la actualidad es el método de Los pacientes con infección por el VIH tienen mayor riesgo
cribado de lesiones preneoplásicas, debe hacerse anualmente de enfermedades cardiovasculares que el resto de la pobla-
a HSH, mujeres con displasia de cérvix y en pacientes con ción25, no obstante, no se conoce bien el mecanismo por el
condiciones e infección por el VIH. que se produce lesión vascular. A pesar de un buen control de
Respecto a la prevención, el uso de preservativo puede la infección por el VIH, la TAR y los parámetros propios
reducir la adquisición del VPH, aunque su protección no es de la infección por el VIH como son los cambios inflamato-
total, ya que deja zonas sin proteger. En mujeres reduce el rios e inmunológicos pueden contribuir a ello. Los fármacos
riesgo en un 70%. La vacunación se recomienda, al igual que de primera línea tienen escasa repercusión desde el punto de
en las mujeres, en hombres de los 12 a los 26 años, preferi- vista metabólico.
blemente antes del inicio de las relaciones sexuales11.

Enfoque en la consulta
Cáncer de vagina y de vulva
En la historia clínica deben recogerse los antecedentes sobre
Los cánceres de vagina o vulva son menos frecuentes que el factores de riesgo cardiovascular (RCV), además se debe so-
de cérvix y la mayor incidencia se presenta entre los 60-80 licitar en la analítica general perfil de lípidos, orina incluyen-
años. En caso excepcional de presentación por debajo de los do cociente proteína/creatinina y albúmina/creatinina. Debe
45 años, la mayoría son pacientes con infección por el VIH13. estimarse el RCV en la primera consulta y posteriormente de
La incidencia y la gravedad se correlacionan con el nivel de frorma periódica. Se debe recomendar dieta, ejercicio y cam-
inmunosupresión, por tanto la administración de TAR es bios en el estilo de vida, sobre todo el abandono del hábito
fundamental para su control. tabáquico (IA)26. A pesar del buen control del VIH, los pa-
cientes fumadores respecto a los que no fuman presentan ma-
yor mortalidad. Además fumar aumenta el riesgo de osteopo-
Cáncer de mama, colon y próstata rosis. Se ha demostrado que fármacos como bupropión y
vareniclina y la terapia sustitutiva con nicotina son eficaces
El cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en mujeres, y seguros para dejar de fumar27.
existe un aumento de la incidencia global por el envejeci-
miento de la población, así como por el diagnóstico precoz;
no obstante, en las mujeres con infección por el VIH no exis- Lipodistrofia
te un aumento de casos como ocurre en otras neoplasias no
definitorias de sida. El cáncer de próstata es el tumor más La pérdida de grasa en cara y extremidades (lipoatrofia) y la
frecuente en hombres. En los pacientes con infección por el acumulación de grasa central sobre todo intraabdominal (li-
VIH hay una aparente disminución de incidencia que podría poacúmulo) se pusieron de manifiesto tras la introducción de
ser debida a la menor determinación de PSA. No existen re- la TAR. Esta lipodistrofia se asocia con alteraciones metabó-
comendaciones específicas para los pacientes con infección licas como dislipidemia, hipertensión y resistencia a la insu-
por el VIH para estos tumores, las recomendaciones sobre lina. Con los nuevos antirretrovíricos ha disminuido la inci-
cribado, diagnóstico y tratamiento son similares a las de la dencia. La lipoatrofia se relaciona principalmente con el uso
población general. de análogos de nucleósidos, sobre todo con zidovudina, dida-
dosina y estavudina. Algunos estudios sugieren que los IP
potencian la capacidad de producir lipoatrofia cuando se
Tratamiento en pacientes con neoplasia suma a un análogo de nucleósido, no obstante los IP por sí
solos no producirían lipoatrofia. El lipoacúmulo no se ha re-
Estar con TAR, mantener CV indetectable y presentar un lacionado claramente con ningún antirretrovírico en particu-
buen recuento de CD4 parece presentar un efecto protector lar, por lo que puede desarrollarse con cualquier pauta28. En
sobre la aparición de muchos tumores no definitorios de sida, pacientes con lipoatrofia facial se puede realizar cirugía plás-
sobre todo aquellos que están asociados a infecciones crónicas tica reparadora con grasa autóloga o material sintético.

3318 Medicine. 2018;12(56):3314-20


COMPLICACIONES NO INFECCIOSAS EN EL PACIENTE CON INFECCIÓN POR EL VIH

Diabetes mellitus interacciones farmacológicas. Los inhibidores de la enzima


de conversión de la angiotensina y los antagonistas de los
receptores de angiotensina son los antihipertensivos que me-
La prevalencia de diabetes mellitus (DM) en pacientes con
nos interacciones presentan.
infección por el VIH es un 5-25% superior que en pacientes
sin ella. No obstante, algunos autores lo ponen en relación
con el uso previo de IP29. En la población con infección por Trastornos neurocognitivos asociados
el VIH, no está tan claro que la DM sea un equivalente co-
ronario. Se ha observado un mayor riesgo de nefropatía, neu-
al VIH
ropatía y daño neurológico30. Los criterios diagnósticos, se-
Con la TAR, la incidencia de las IO ha descendido32; no obs-
guimiento y tratamiento de la DM son similares a los de la
tante, algunos estudios han mostrado que actualmente sigue
población general. No obstante, la hemoglobina glucada
existiendo una alta frecuencia de alteraciones neurológicas en
puede infraestimar los valores de glucemia plasmática debido pacientes con infección por el VIH. Se ha observado una es-
al aumento del volumen corpuscular medio o al uso de aba- trecha relación entre un recuento de CD4 nadir bajo y mayo-
cavir, por lo que se podría plantear un punto de corte para el res tasas de alteraciones cognitivas33. Actualmente estos tras-
diagnóstico inferior (5,8% de A1c) para mayor sensibilidad y tornos se clasifican en función de la repercusión que tienen
especificidad. Metformina es de primera elección salvo en sobre la vida diaria: alteración cognitiva asintomática, trastor-
lipoatrofia marcada, riesgo de acidosis láctica o enfermedad no cognitivo leve asociado al VIH y demencia asociada al
renal avanzada. Se recomienda descartar esteatosis hepática VIH34. Las formas leves presentan alteraciones sutiles en la
en pacientes con DM o con síndrome metabólico y con ele- memoria de trabajo, dificultad en la fluencia verbal o veloci-
vaciones de transaminasas sin clara etiología25. dad de procesamiento y lentitud para el aprendizaje. La
demencia,se caracteriza por afectación subcortical con pérdi-
da grave de memoria, alteración psicomotriz presentando en
Dislipidemia las fases avanzadas afasia, agnosia y apraxias como en las de-
mencias corticales35. En la exploración neurológica pue-
La dislipidemia en pacientes con infección por el VIH es den presentar signos de liberación frontal. En el LCR pueden
muy frecuente y se asocia con un aumento del RCV. En par- aparecer alteraciones leves como hiperproteinorraquia o ce-
te por la TAR y en parte por la inflamación por la infección lularidad leve a expensas de linfocitos36. El virus puede estar
crónica por el VIH. El patrón que más frecuentemente se presente en el LCR en pacientes cognitivamente asintomáti-
observa es el de HDL bajo, triglicéridos altos con elevacio- cos, por lo que su detección, incluso en altas concentraciones,
nes variables de colesterol total y LDL. no es diagnóstica. No obstante, una CV detectable en LCR e
Para el cálculo del RCV existen diversas ecuaciones, en- indetectable en plasma o más de 1 logaritmo en LCR que en
tre ellas Framingham, REGICOR (ajuste de Framingham a plasma apoya el diagnóstico. Así, si es indetectable en LCR no
la población Española), SCORE (Systematic Coronary Risk iría a favor del diagnóstico. En las pruebas de imagen no exis-
Evaluation) o el modelo de RCV DAD. Se recomienda repe- ten datos patognomónicos, pero la resonancia magnética es
tir este cálculo anualmente. Es aconsejable iniciar tratamien- más sensible para detectar lesiones sugestivas, mostrando
to con estatinas si el RCV es superior al 7,5% a los 10 años, atrofia y alteraciones de la señal en áreas como ganglios basa-
aunque no existe evidencia sólida en pacientes con infección les, sustancia blanca periventricular y centro semioval con
por el VIH, por lo que se recomienda individualizar25. En la preservación de áreas subcorticales. Para su diagnóstico habrá
mayoría de los pacientes, atorvastatina es el tratamiento de que descartar otras patologías como déficit de B12, ácido fóli-
elección por su experiencia, eficacia y pocas interacciones. co y tiamina, habrá que realizar analítica completa con TSH
En caso de pacientes con ritonavir o cobicistat, pitavastatina y calcio, serologías de sífilis y descartar el consumo y abuso de
podría ser de elección por su perfil de interacciones. Simvas- sustancias o fármacos con repercusión sobre el SNC.
tatina está contraindicada con ritonavir o cobicistat. Los fár- Respecto al tratamiento, en pacientes sin TAR o en los pa-
macos antirretrovíricos actuales presentan un perfil lipídico cientes con TAR con CV detectable debe optimizarse la TAR
favorable, siendo pocas las ocasiones que pueden plantear el para conseguir la supresión vírica. En caso de pacientes con
cambio de pauta. El fármaco con mejor perfil es nevirapina TAR y con CV indetectable, si presentan CV detectable en
que incrementa el HDL. LCR debería cambiar la pauta de la TAR a una con mayor gra-
do de penetrabilidad a través de la barrera hematoencefálica35.

Hipertensión arterial
Responsabilidades éticas
La prevalencia de hipertensión arterial (HTA) en pacientes
con infección por el VIH es del 15-25%, aproximadamente Protección de personas y animales. Los autores declaran
como en la población general con 10-15 años más de edad31. que para esta investigación no se han realizado experimentos
No se dispone de información que demuestre que la infec- en seres humanos ni en animales.
ción por el VIH aumente el riesgo de HTA, por lo que las
recomendaciones sobre seguimiento y tratamiento son simi- Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en
lares a las de la población general, teniendo en cuenta las este artículo no aparecen datos de pacientes.

Medicine. 2018;12(56):3314-20 3319


ENFERMEDADES INFECCIOSAS (VIII)

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. ✔


15. Shiels MS, Cole SR, Kirk GD, Poole C. A meta-analysis of the incidence
of non-AIDS cancers in HIV-infected individuals. JAIDS. 2009;52(5):611-
Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos 22.
de pacientes. ✔
16. Martis N, Mounier N. Hodgkin lymphoma in patients with hiv infection:
A review. Vol. 7, Current Hematologic Malignancy Reports. 2012;7:228-
34.

17. Reddy KP, Kong CY, Hyle EP, Baggett TP, Huang M, Parker RA, et al.
Conflicto de intereses Lung cancer mortality associated with smoking and smoking cessation
among people living with hiv in the United States. JAMA Intern Med.
2017;177(11):1613-21.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. ✔
18. Kirk GD, Merlo CA. HIV infection in the etiology of lung cancer: con-
founding, causality, and consequences. Proc Am Thorac Soc.
2011;8(3):326-32.

19. Merchante N, Merino E, López-Aldeguer J, Jover F, Delgado-Fernández
Bibliografía M, Galindo MJ, et al. Increasing incidence of hepatocellular carcinoma in
HIV-infected patients in Spain. Clin Infect Dis. 2013;56(1):143-50.

20. Puoti M, Bruno R, Soriano V, Donato F, Gaeta GB, Quinzan GP, et al.
r Importante rr Muy importante Hepatocellular carcinoma in HIV-infected patients: epidemiological fea-
tures, clinical presentation and outcome. AIDS. 2004;18:2285-93.
✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión ✔
21. Yang JD, Mara K, Harmsen WS, Therneau TM, Peck M, Stauber R, et al.
Validation of mesiah score system in patients with hepatocellular carcino-
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica ma. J Hepatol. 2016;1):S330-1.

✔ Epidemiología ✔
22. Berenguer J, Rodríguez E, Miralles P, Von Wichmann MA, López-Alde-
guer J, Mallolas J, et al. Sustained virological response to interferon plus
ribavirin reduces non-liver-related mortality in patients coinfected with
HIV and Hepatitis C virus. Clin Infect Dis. 2012;55(5):728-36.

1. Sullivan RJ, Pantanowitz L, Casper C, Stebbing J, Dezube BJ. HIV/
AIDS: Epidemiology, pathophysiology, and treatment of kaposi sarcoma–

23. D’Souza G, Wiley DJ, Li X, Chmiel JS, Margolick JB, Cranston RD, et
al. Incidence and epidemiology of anal cancer in the Multicenter AIDS
associated herpesvirus disease: kaposi sarcoma, primary effusion lympho- Cohort Study (MACS). J Acquir Immune Defic Syndr. 2008;48(4):
ma, and multicentric castleman disease. Clin Infect Dis. 2008;47(9):1209- 491-9.
15. ✔
24. Torres M, González C, del Romero J, Viciana P, Ocampo A, Rodríguez-

2. Guiguet M, Boué F, Cadranel J, Lang JM, Rosenthal E, Costagliola D.
Effect of immunodeficiency, HIV viral load, and antiretroviral therapy on
Fortunez P, et al. Anal human papillomavirus genotype distribution in
hiv-infected men who have sex with men by geographical origin, age, and
the risk of individual malignancies (FHDH-ANRS CO4): a prospective cytological status in a spanish cohort. J Clin Microbiol. 2013;51(11):3512-
cohort study. Lancet Oncol. 2009;10(12):1152-9. 20.

3. Fatahzadeh M. Kaposi sarcoma: Review and medical management upda-
te. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol. 2012;113(1):2-16.

25. rr Grupo de expertos del Grupo de Estudio sobre Alteraciones
Metabólicas (GEAM), de la Secretaría del Plan Nacional sobre el

4. Castro KG, Ward JW, Slutsker L, Buehler JW, Jaffe HW, Berkelman RL,
et al. 1993 revised classification system for hiv infection and expanded
Sida (SPNS) y del Grupo de Estudio de Sida (GeSIDA), Polo Rodrí-
guez R, Galindo Puerto MJ, Dueñas C, Gómez Candela C, Estrada
surveillance case definition for aids among adolescents and adults. Clin V, Villar NG, et al. Documento de consenso sobre alteraciones me-
Infect Dis. 1993;17(4):802-10. tabólicas y riesgo cardiovascular en pacientes con infección por el

5. Gopal S, Patel MR, Yanik EL, Cole SR, Achenbach CJ, Napravnik S, et
al. Temporal trends in presentation and survival for HIV-associated lym-
virus de la inmunodeficiencia humana. Enferm Infecc Microbiol
Clin. 2015;33(1):40.e1-40.e16.
phoma in the antiretroviral therapy era. J Natl Cancer Inst.
2013;105(16):1221-9.

26. Helleberg M, May MT, Ingle SM, Dabis F, Reiss P, Fätkenheuer G, et al.
Smoking and life expectancy among HIV-infected individuals on antire-

6. Miralles P, Berenguer J, Ribera JM, Rubio R, Mahillo B, Téllez MJ, et al. troviral therapy in Europe and North America. AIDS. 2015;29(2):221-9.
Prognosis of AIDS-related systemic non-Hodgkin lymphoma treated
with chemotherapy and highly active antiretroviral therapy depends ex-

27. Anthenelli RM, Benowitz NL, West R, St Aubin L, McRae T, Lawrence
D, et al. Neuropsychiatric safety and efficacy of varenicline, bupropion,
clusively on tumor-related factors. J Acquir Immune Defic Syndr. and nicotine patch in smokers with and without psychiatric disorders
2007;44(2):167-73. (EAGLES): A double-blind, randomised, placebo-controlled clinical trial.

7. rr Miralles P, Rubio C, Berenguer J, Ribera JM, Felipe C, Díaz Lancet. 2016;387(10037):2507-20.
Mediavilla J, et al. GESIDA/PETHEMA guidelines for the diagnosis
and treatment of lymphomas in HIV-infected patients. Med Clin

28. Domingo P, Estrada V, López-Aldeguer J, Villaroya F, Martínez E. Fat
redistribution syndromes associated with HIV-1 infection and combina-
(Barc). 2002;118(6):225-36. tion antiretroviral therapy. AIDS Reviews. 2012;14:112-23.

8. Lorberboym M, Wallach F, Estok L, Mosesson RE, Sacher M, Kim CK,
et al. Thallium-201 retention in focal intracranial lesions for differential

29. Tripathi A, Liese AD, Jerrell JM, Zhang J, Rizvi AA, Albrecht H, et al.
Incidence of diabetes mellitus in a population-based cohort of HIV-infec-
diagnosis of primary lymphoma and nonmalignant lesions in AIDS pa- ted and non-HIV-infected persons: The impact of clinical and therapeu-
tients. J Nucl Med. 1998;39(8):1366-9. tic factors over time. Diabet Med. 2014;31(10):1185-93.
9. Allers K, Hütter G, Hofmann J, Loddenkemper C, Rieger K, Thiel E, et
al. Evidence for the cure of HIV infection by CCR5Δ32/Δ32 stem cell

30. Hadigan C, Kattakuzhy S. Diabetes mellitus type 2 and abnormal glucose
metabolism in the setting of human immunodeficiency virus. Endocrinol
transplantation. Blood. 2011;117(10):2791-9. Metab Clin North Am. 2014;43(3):685-96.

10. r Panel on opportunistic infections in HIV-infected adults and
adolescents. Guidelines for the prevention and treatment of oppor-

31. Guaraldi G, Orlando G, Zona S, Menozzi M, Carli F, Garlassi E, et al.
Premature age-related comorbidities among HIV-infected persons com-
tunistic infections in HIV-infected adults and adolescents: recom- pared with the general population. Clin Infect Dis. 2011;53(11):1120-6.
mendations from the Centers for Disease Control and Prevention,
the National Institutes of Health, and the HIV Medicine Associa-

32. Schwarcz L, Chen M-J, Vittinghoff E, Hsu L, Schwarcz S. Declining in-
cidence of AIDS-defining opportunistic illnesses. AIDS. 2013;27(4):597-
tion of the Infectious Diseases Society of America. October, 28, 605.
2014. [Consultado 6 noviembre 2017]. Disponible en: http://aidsin-
fo.nih.gov/contentfiles/lvguidelines/adult_oi.pdf.

33. Ellis RJ, Badiee J, Vaida F, Letendre S, Heaton RK, Clifford D, et al. CD4
nadir is a predictor of HIV neurocognitive impairment in the era of com-

11. Castellsagué X, Giuliano AR, Goldstone S, Guevara A, Mogensen O, Pa- bination antiretroviral therapy. AIDS. 2011;25(14):1747-51.
lefsky JM, et al. Immunogenicity and safety of the 9-valent HPV vaccine
in men. Vaccine. 2015;33(48):6892-901.

34. Antinori A, Arendt G, Becker JT, Brew BJ, Byrd DA, Cherner M, et al.
Updated research nosology for HIV-associated neurocognitive disorders.

12. Kojic EM, Kang M, Cespedes MS, Umbleja T, Godfrey C, Allen RT, et al. Vol. 69, Neurology. 2007;69:1789-99.
Immunogenicity and Safety of the Quadrivalent Human Papillomavirus
Vaccine in HIV-1-Infected Women. Clin Infect Dis. 2014;59(1):127-35.

35. r Grupo de expertos del Grupo de Estudio de Sida (GeSIDA) y de
la Secretaría del Plan Nacional sobre el sida (SPNS), Podzamczer

13. rr Santos J, Valencia E. Guía de práctica clínica sobre los tumores
no definitorios de sida e infección por el virus de la inmunodeficien-
Palter D, Muñoz-Moreno JA, Alcolea Rodríguez D, Alonso Villaver-
de C, Antela López A, Blanch Andreu J, et al. Documento de con-
cia humana. Enferm Infecc Microbiol Clin [Internet]. senso sobre el manejo clínico de los trastornos neurocognitivos
2014;32(8):515-22. asociados a la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana

14. Franzetti M, Adorni F, Parravicini C, Vergani B, Antinori S, Milazzo L, et (enero 2013). Enferm Infecc Microbiol Clin. 2014;32(1):37-47.
al. Trends and predictors of non-AIDS-defining cancers in men and wo-
men with HIV infection: a single-institution retrospective study before

36. Spudich SS, Nilsson AC, Lollo ND, Liegler TJ, Petropoulos CJ, Deeks
SG, et al. Cerebrospinal fluid HIV infection and pleocytosis: Relation to
and after the introduction of HAART. J Acquir Immune Defic Syndr. systemic infection and antiretroviral treatment. BMC Infect Dis.
2013;62(4):414-20. 2005;5(1):98.

3320 Medicine. 2018;12(56):3314-20

También podría gustarte