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“IUTEPAL”
SAN CRISTOBAL
Origen de la competitividad:
Tipos de competitividad
Competitividad Sistémica.
Competitividad estática.
Es un tipo de competitividad que hoy en día no es útil para esta época en la que (según
sectores) la oferta iguala a la demanda, y a veces hasta la supera. Al invertir en activos
fijos, estos se convierten en obsoletos; en un entorno variable este tipo de
competitividad no hace prosperar a la empresa.
Competitividad dinámica.
Etapas
Fuerza competitiva
El primer determinante para la utilidad de una empresa es lo atractivo del sector
industrial. Se entiende como un sector industrial a un grupo de empresas que producen
productos que son sustitutos cercanos entre sí.
El poder de cada una de las cinco fuerzas competitivas es una función de la estructura
de la industria, o las características económicas y técnicas básicas de un sector
industrial.
1) Amenaza de entrada de nuevos competidores. El mercado o el segmento no es
atractivo dependiendo de si las barreras de entrada son fáciles o no de franquear por
nuevos participantes que puedan llegar con nuevos recursos y capacidades para
apoderarse de una porción del mercado.
2) La rivalidad entre los competidores. Para un corporación será más difícil competir
en un mercado o en uno de sus segmentos donde los competidores estén muy bien
posicionados, sean muy numerosos y los costos fijos sean altos, pues constantemente
estará enfrentada a guerras de precios, campañas publicitarias agresivas, promociones
y entrada de nuevos productos.
3) Poder de negociación de los proveedores. Un mercado o segmento del mercado no
será atractivo cuando los proveedores estén muy bien organizados gremialmente,
tengan fuertes recursos y puedan imponer sus condiciones de precio y tamaño del
pedido. La situación será aún más complicada si los insumos que suministran son
claves para la empresa, no tienen sustitutos o son pocos y de alto costo. La situación
será aún más crítica si al proveedor le conviene estratégicamente integrarse hacia
adelante.
Estrategias de competitividad.
Según el diccionario de la Real Academia Española, “estrategia” es ‘un proceso
regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento’;
y de tomar decisiones saben las empresas, qué duda cabe. Los principales tipos de
estrategias utilizadas para conseguir tener un buen nivel de competitividad, son:
Enfoque: la utilizan las organizaciones que solo se centran en un segmento del
mercado, en busca de la diferenciación en costes.
Diferenciación: un producto o servicio significativamente diferente al de los
competidores (incluso único) situará muy bien a la empresa, aunque el precio se
incrementará para el consumidor.
Líder en costes: el objetivo es situarse en precios por debajo de los competidores; según
la demanda existente en un momento y lugar determinado, dicho coste podrá
mantenerse o no.
Estrategias diferenciación
La estrategia de diferenciación es una de las más difíciles de llevar adelante, ya que
cada vez los productos son más parecidos, y cualquier innovación o mejora,
rápidamente es copiado por la competencia, con lo cual los costos terminan por superar
a los beneficios, perdiéndose la regla básica de toda empresa:
Estrategia de enfoque
Esta estrategia es muy diferente de las otras porque descansa en la elección de un
panorama de competencia estrecho dentro de un sector industrial. El enfocado
selecciona un grupo o segmento del sector industrial y ajusta su estrategia a servirlos
con la exclusión de otros. Al optimizar su estrategia para los segmentos objetivo, el
enfocado busca lograr una ventaja competitiva general. Las estrategias de enfoque son
más eficaces cuando los consumidores tienen preferencia o necesidades distintivas, y
cuando las empresas rivales no intentan especializarse en el mismo segmento de
mercado.
Entre los riesgos de seguir una estrategia de enfoque están la posibilidad de que muchos
competidores reconozcan la estrategia de enfoque exitosa y la imiten, o que las
preferencias de los consumidores se desvíen hacia las características del producto que
desea el mercado en general. Cada estrategia genérica es un enfoque fundamentalmente
diferente para crear y mantener una ventaja competitiva, combinando el tipo de ventaja
competitiva que busca una empresa y el panorama de su objetivo estratégico.
Si una empresa puede lograr el liderazgo de costo y la diferenciación simultáneamente,
las recompensas son grandes porque los beneficios son aditivos, la diferenciación lleva
a precios superiores a la vez que el liderazgo en costo implica costos más bajos. Una
empresa siempre debe perseguir agresivamente todas las oportunidades de reducción
de costos que no sacrifiquen la diferenciación (Porter 1987).
Conclusión
La estrategia de una organización debe ser apropiada para sus recursos, objetivos y
circunstancias ambientales. Un objetivo de la estrategia corporativa es poner a la
organización en posición para realizar su misión con eficacia y eficientemente. Una
buena estrategia corporativa debe integrar las metas de una organización, las políticas,
y la táctica en un todo cohesivo, y se debe basar en realidades del negocio. La estrategia
debe conectar a la visión, con la misión y las probables tendencias futuras.
Para algunos la estrategia empresarial es la base fundamental del camino que opta por
recorrer una organización o empresa para el logro de sus objetivos. La estrategia
empresarial existe aun cuando la misma no esté formalmente definida, es decir que la
estrategia empresarial puede ser implícita en el camino elegido por las empresas o
puede ser expresa cuando la misma surge de un proceso metodológico consistente.