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Pol Tica y Sociedad en Una Poca de Transici N PDF
Pol Tica y Sociedad en Una Poca de Transici N PDF
Parte III
NOTAS SOBRE LA' TRANSICION
EN AMERICA LATINA
AD VERTENCIA
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** F*no: 6 7 8 7 ? 3 7
PARTE I
INTRODUCCION: PROBLEMAS
DE TEO RIA SOCIOLOGICA GENERAL
L A E ST R U C T U R A SO CIAL Y EL A N A LISIS
DEL CAMBIO
POLITICA Y SOCIEDAD 21
(o co n ven ien te) distinción an alítica en las tres dim en
siones indicadas, cu alq uiera que sea el nom bre que
q uiera dárseles. El p ercib ir el hecho social —inclusive
el hecho económ ico— en esas tres dim ensiones, rep re
senta, desde este punto de vista, uno de los requisitos
indispensables para que h aya “colaboración in terd isci
p lin aria” , aunque se deje luego a otros el preocuparse
más especialm ente de algunas de aquellas “dim ensiones”.
U no de los problem as a que se quiere apuntar al fo r
m u lar las señalaciones que anteceden es el giro poco
satisfactorio en que casi inevitablem ente se cae tan
pronto com o, al considerar determ inado fenóm eno so
cial, se habla de “facto res” del m ism o. E l peligro de
in c u rrir en la falacia de misplaced concreteness, de
retficar conceptos, es obvio; quizá sea in evitab le, en el
estado actu al de los conocim ientos, la investigació n y
e l len guaje en ciencias sociales. Sin em bargo, parece
necesario reco rd ar este p eligro ; h a y que inten tar ten er
presente toda la artificiaü d ad de la separación en “fac
to res”. E sta consideración se aplica, por supuesto, tam
bién a otras distinciones analíticas: particularm ente a la
distinción en “institucio nes” económ icas, políticas, etc.,
y en gen eral en partes o sectores, denom inados de varios
modos- T ales dim ensiones, sin em bargo, son necesarias
para an alizar el proceso de cam bio.
U no de los rasgos esenciales del cam bio es su carácter
asincrónico. En térm inos bastante superficiales y lle
nos de im plicaciones que no se van a d ilu cid ar aquí, esto'
puede resum irse en la proposición de que las m o d ifica
ciones en el m undo sociocu ltural suelen producirse con
diferente velocidad ( y a veces d irecció n ) en los dis
tintos sectores, partes (u otra distinción in tern a) de
la sociedad. Es lo que origina 1a. noción, b ien conocida,
de retraso cu ltu ral. En los supuestos —explícitos o im
plícitos— de este esquem a, encontram os: a ) la noción
de un estado in icial en el...cual de algún m odo las “p ar
tes” se h allab an “ajustadas” , o b ien —p ara decirlo en
térm inos m is neutrales, aunque sólo en 'apariencia—, la
sociedad se encontraba en estado de eq u ilib rio ; b ) al
cam bio producido en algunas partes no corresponden
cam bios “equivalentes” en el resto. L o que se quiere
indicar realm ente no es que h a y partes que no cam bian,
sino que d eja de haber correspondencia (o ajuste, o
22 ^ GINO GEEMANI
e q u i l i b r io o i n t e g r a c i ó n ) entre las partes. Son obvias
las implicaciones valorativas del planteo, y la necesidad
de explicitar los criterios : de “ajuste”, “corresponden
cia” o “integración”.
La noción de asincroiiícidad supone así la distinción
de “partes” dentro de la sociedad. Casi todas las teorías"
del cambio han introducido conceptos de ese tipo, crea
dos exclusiva o preponderantemente para ser utilizados
en la explicación o en la descripción del cambio social:
estructura e infraestructura, cultura material y cultura
inmaterial, homo sapiens y homo socius, fenómenos so
ciales y fenómenos ideológicos, orden técnico, orden
social, orden cultural, etc. 2.
En términos más generales podríamos decir que la
noción de cambio supone la estructura, en tanto aquél
se define como una modificación de ésta. ¿Qué enten
demos por estructura social? ¿De qué manera podemos
analizarla desde el punto de vista del cambio? H ay al
gunos problemas metodológicos que deben ser acla
rados antes de continuar.
2. LA NOCION DE E ST RU C TU RA SOCIAL
La noción de estructura implica la adopción de cierta
particular perspectiva en la observación del mundo so-
ciocultural. Implica que lo estamos percibiendo como
constituido p o r u n c o n j u n t o , o t o t a l i d a d , d e p a r t e s
v i n c u l a d a s e n t r e s í . Además, si bien por sociedad po
demos entender varios tipos de grupos sociales, cabe
advertir que en general con el término e s t r u c t u r a so~
2 Una de las posiciones más populares con respecto al pro
blema del “cultural lag” es la de W . F. Ogbnrn con su distin
ción entre “cultura material” y “cultura inmaterial” (Social
C h a n ge, Nueva York, V ildng Press, 1952); la existencia de una
“desproporción general en el desarrollo de las capacidades
humanas” es —según K. Mannheim™ el rasgo característico
del proceso de cambio en la época contemporánea; es impor
tante recordar aquí que Mannheim, además, asignaba particu
lar importancia a la “desproporción en la distribución de las
capacidades racionales y morales” entre ios diferentes grupos
integrantes de la sociedad (cf. Adán and S o c i e t y in an A ge o f
R eco n str z ictio n , Nueva York, Harcourt, Brace, 1940, págs. 43
y sigts.). En M clver hallamos otra interesante distinción —por
EOLITICA Y SOCIEDAD 23
c ) L as “ e s t r u c t u r a s p a r c i a l e s ”
Aclarada en alguna medida la naturaleza de la unidad
m ayor de análisis, queda por ver el problema central
—análogo en muchos respectos— de su diferenciación
en unidades internas. Por lo pronto las consideraciones
anteriores han mostrado ya cómo la pertenencia a tipos
de sociedades no coincidentes con la sociedad o el Es
tado nacional puede conducir a originar o a reforzar la
existencia de grupos “internos”, es decir, puede con
tribuir a constituir subestructuras o estructuras par
ciales; será necesario ahora discutir el problema en tér
minos más generales. La noción de estructura social como
“tejido de interacción” u otros conceptos análogos ha
conducido a asumir, como unidad constitutiva de la
estructura misma, hechos o procesos sociales justamente
en la escala de lo interpersonal: el acto, el rol o el
status, la “relación social persona a persona”, o cualquier
uniformidad observable o pauta de acción20. Sin em
bargo, el tipo de problemas relativos al estudio de una
estructura social global requiere el empleo de una dife
rente noción de la subestructura o estructuras parciales:
entenderse la distinción entre grupo social y categoría “estructuras económicas”, “políticas”, “de parentesco”,
nominal: en primer lugar se trata 'de un contifiuum. y etcétera. A menudo estas distinciones están en la base de
no de úna dicotomía rígida (lo cual implica la existencia determinadas concepciones del cambio social, como
de situaciones intermedias no claramente clasificables); ocurre cuando se atribuye prioridad causal a una u otra
en segundo lugar debe tenerse en cuenta la posibilidad entre ellas. En varios casos se ha intentado reemplazar
de cambios por los cuales los miembros de una categoría las clasificaciones de sentido común por otras deducidas
nominal adquieren cierta “realidad psicológica”, trans de algún hipotético patrón universal de estructura social,
formándose de ese modo en un grupo social, o bien, al o por lo menos de una tipología de las estructuras posi
contrario, pierden los rasgos que le prestaban tal carác bles. N o hay duda de que el estudio comparativo de las
ter. Así una categoría definida en base a criterios étnicos, estructuras sociales y el análisis del cambio sólo podrán
puede constituir un “grupo social” en aquellos países realizarse en condiciones científicamente correctas
en que la pertenencia étnica afecta de algún modo al cuando se disponga no sólo de una adecuada base teórica
comportamiento de los miembros del grupo (incluso al para la clasificación, sino también de su correspondiente
nivel de simplemente ser “percibidos” como “distintos” ), verificación, es decir, la prueba de su aplicabindad a las
y puede constituir una categoría nominal cuando tal sociedades concretas y su utilidad en el análisis compa
pertenencia no tiene efectos apreciables. Del mismo rativo y en la investigación del cambio. En el estado
modo determinados procesos pueden transform ar en actual de la teoría resulta casi inevitable caer en la
“’g rupo’’ lo que antes era una categoría 81. Aunque no clasificación y en la terminología “de sentido común”,
siempre sean indispensables, las definiciones anteriores' aun cuando se pueden emprender esfuerzos para limitar
permitirán aislar con m ayor facilidad las estructuras par o reducir su imprecisión. Dos son las mayores dificul
ciales que deben tenerse en cuenta, cualquiera sea su. tades de esta solución. En primer lugar, tal clasificación
tipo: instituciones, grupos, categorías. es ella misma parte o producto de un determinado tipo
. La estructura social suele analizarse en términos de de sociedad, aunque de m uy amplio alcance y de límites
■ imprecisos. Así, las nomenclaturas: “instituciones domés
31 Para que lás categorías formadas sobre la base de crite ticas”, “instituciones políticas”, “instituciones económi
rios de pertenencia étnica constituyan “grupos sociales” es cas”, etc., sólo tienen vigencia “ so ció cultur al’’ en aque
necesario que la sociedad global y los diferentes grupos étni
cos dentro de ella (por lo menos dos) se perciban como llas sociedades en que se lia alcanzado un nivel de
recíprocamente distintos y además acuerden importancia —de especialización institucional bastante avanzado, en las
una u otra manera— a esa diferencia. Un negro, un judío, un que existen tales sectores claramente separados los unos
italiano, no son tales por su color de la piel, o manera de de los otros, con sus delimitaciones en cuanto a sistema
hablar, sino que sociológicamente 1q son, en tanto se los de status y roles, normas y valores que los caracterizan,
percibe como distintos y en tanto esa percepción afecta 3/ los distinguen de todos los demás. La categoría de lo
de algún modo el comportamiento, las expectativas recípro “económico” como esquema conceptual de sentido co
cas y la manera de valorarlas. En algunos países la diferen
ciación étnica. asume gran importancia, mientras otros pue mún para distinguir determinadas formas de comporta
den ser s o c i o ló g i c a m e n t e h o m o g é n e o s (cualquiera que sea su miento, y a la vez determinadas áreas de la estructura,
composición étnica). Además la situación puede variar a surge en conexión con dicha diferenciación e incluso
corto y a largo plazo. Por ejemplo, las grandes migraciones —de acuerdo con un proceso de retardo bien conocido—
internas sur-norte en Italia, e interior-Buenos Aires en la ' no adquiere suficiente visibilidad sino después de un
Argentina, han dado lugar a la aparición de cierta visib ilid ad período más o menos largo de funcionamiento de la
o percepción diferencial de grupos originarios de diferentes estructura especializada. Cuando, como suele ocurrir, el
regiones (el “terrone” en Italia, el “cabecita negra” en la proceso de diferenciación es conflictivo con la estructura
A rgentina). Dicho fenómeno en la Argentina parece haber
sido de corta duración, y tan sólo una respuesta al impacto existente en una etapa anterior, se agregarán nuevas
de la inmigración masiva del interior. dificultades. El ejemplo clásico aquí es el surgimiento
46 GIMO GERMANI
II. I n t e r r e l a c i ó n c o m o a j u s t e o d e s a j u s t e r e c í p r o c o d e
las p a r t e s . En este nivel la hipótesis afirma mucho más
que una simple interdependencia: afirma que entre todas
las partes de la estructura hay i n t e r d e p e n d e n c i a j u n
c i ó n al y que esta funcionalidad puede ser de carácter
positivo o negativo, en tanto puede asegurar ya sea el
ajuste, la adaptación o si se quiere el buen funciona
miento y eventualmente desarrollo de la estructura
global (o parcial), ya sea su mal funcionamiento, su
desajuste, o incluso su destrucción. Esta formulación
muestra de manera clara el elemento valorativo implí
cito en la hipótesis de la i n t e r r e l a c i ó n c o m o a ju s te . Sin
embargo trátase de una hipótesis que debe emplearse
necesariamente en el análisis del proceso de cambio de
un tipo de estructura global a otro. Para evitar la con-
POLITICA; Y SOCIEDAD 51
c) Además, deberá especificarse si el “juicio de fun e) -Por último es esencial tener en cuenta que el juicio
cionalidad” recae sobre fa estructura global o bien sobre le .funcionalidad es posible en tanto se tenga presente
una o más estructuras parciales. En el primer caso, lo je manera "explícita la distinción entre “punto de vista
que se hace en realidad es comparar un “modelo” de ítel observador” y “punto de vista del objeto observado”.
sociedad global con otro distinto; en el segundo caso, ! primero es el que asume el analista y que se realiza
será preciso definir cuidadosamente la unidad, o estruc 2 acuerdo con los procedimientos generales del cono
tura parcial que se toma como objeto de análisis, y las cer científico, y la adopción reflexiva o crítica de “mo-
demás que se examinan o se tienen en cuenta en el jui ielos” y de acuerdo con las demás precauciones seña-
cio de funcionalidad. adas anteriormente. En particular deberá realizarse un
letenido
d) El “juicio de funcionalidad” que, como se ha indi jue se ^hallan análisis de los supuestos implícitos o explícitos
cado, emplea las tres categorías de “funcionalidad”,^‘modelos”, “unidades implicados en la elección de los “criterios”,
“disfuncionalidad” -y “no-funcionalidad”, debe tener en del esquema conceptual de análisis” y demás elementos
cuenta naturalmente la posibilidad (frecuente) de la blamos denominar “objetivo” adoptado. Por brevedad po
a este punto de vista. El
simultaneidad de efectos opuestos (funcionales, disfun Segundo se refiere al “ajuste”, la
cionales, no-funcionales): el juicio se basa aquí en lo es percibida d e s d e la p e r s p e c t i v a d“adaptación”
e la e s t r u c t u r
tal como
a p a rcia l
que se ha llamado un “balance de consecuencias” (lo b g l o b a l d e q u e s e t r a ta . Esta perspectiva (que
que M erton denomina un “balance neto de consecuen iremos “subjetiva”) corresponde a lo que M erton llama-
cias múltiples”) 40. 'Por otra parte las consecuencias mina funciones “manifiestas”, indicando con deno
pueden tener efectos opuestos o distintos para diferentes ^aquellas consecuencias . . . , que son perseguidas ello: (in -
estructuras parciales (un mismo elemento puede ser t e n d e d ) y reconocidas por los participantes en el siste
“funcional” para determinada estructura, disfuncional ma” 42. Es necesario advertir, antes de seguir adelante,
o no-funcional para otras). Además, puede asumir gran ^ue las funciones “latentes” de M erton (definidas como
importancia la noción de no-funcionalidad: este con -aquellas que no son ni perseguidas ni reconocidas por
cepto apunta a la posibilidad de la “indiferencia” o rela los participantes),
tiva “indiferencia* de determinadas estructuras parciales total de funciones representan tan sólo una parte del
con relación a otras estructuras dadas. Muchas de las [perspectiva “objetiva”. En efecto,percibirse
que pueden
el “punto
en base a la
de vista del
discusiones sobre los diferentes tipos de sociedad indus Observador” incluye tanto las funciones “latentes”
trial versan justamente sobre el grado de “compatibili las “manifiestas” : las primeras son i g n o r a d a s p o como r los
dad” de ciertas estructuras propias de ésta con otras p a r ticip a n tes y c o n o c i d a s p o r e l o b s e r v a d o r ( y puedéli
estructuras parciales dadas; ¿en qué medida, por ejem ^plantearse una serie de problemas relativos a la trans
plo, la familia “nuclear” es el “único” tipo de familia formación de las funciones latentes en “manifiestas”);
ajustado a los requerimientos de la sociedad industrial? jas segundas son conocidas, tanto para los participantes
¿En que medida puede haber a este respecto “alternati como para el observador. Este, en sus analisis, deberá
vas funcionales”? El alcance de este problema puede introducir, como un dato esencial, justamente la manera
apreciarse recordando que es posible postular la tesis
de una total o casi total “indiferencia” de las estructuras
técnico-económicas de la sociedad industrial en general, ¿‘‘familia nuclear” y “sociedad industrial”. Cf. S. M. Green
no de un tipo particular de sociedad industrial, con field: “Industrialization and the fam ily in sociological theory”
respecto a las demás partes de la estructura41. lea America??. JL o f S o c i o l o g y , LXVII (1961): 312-322; AV. J.
fGoode: “Industrialization and fam ily change”, trabajo pre
40 R. K. Merton, op . cit., pág. 51. sentado ante la Conferencia Norteamericana sobre Industria
41 Varios autores han formulado recientemente serias obje lización y cambio tecnológico (Chicago, I960).
ciones a la hipótesis de una determinación estrecha entre § 42 R. K. Merton, o p . c i t .
54 GINO GERMANI SPOLITICA Y SOCIEDAD 55
como los participantes perciben Ja función de las estruc^ f ías estructuras en proceso de cambio. N o sólo tenernos
turas analizadas, es decir, las funciones “manifiestas”; s por un lado el fenómeno universal de la “desviación”,
y una parte esencial de su tarea será la de estimar las sino que enfrentando y acaso contrastando con las
relaciones recíprocas de estas dos series de datos:; la; creencias y actitudes “oficiales” de la institución o el
totalidad de funciones, disfunciones y no-funciones que tgrupo, hallaremos las creencias y actitudes de los indivi-
él descubra, y las que son “conocidas y perseguidas pór II|duos: es aquí donde se puede justificar un enfoque esta-
los participantes”. |.dístico, la definición de la posición del grupo a través
Además, la identificación de estas últimas, por parte, |íde algún indicador que dependa de la distribución efec-
del observador, presenta a su vez ciertos problemas. Én ' tiva de determinado contenido cognitivo y afectivo
efecto, las funciones subjetivamente percibidas por la (relativo a las funciones de la estructura).
“estructura” pueden ser observadas y definidas en base El análisis deberá entonces introducir en sus conside-
a diferentes clases de indicadores. ¿Diremos qué son f¡|raciones, no sólo las funciones “objetivamente” inferi
funciones subjetivas de la estructura aquellas “persegui das en base a su propip análisis, sino también aquellas
das y reconocidas” por la mayoría o la opinión moral, que la estructura —grupo, sociedad, institución— le
o el promedio de los integrantes humanos de la estruc í. atribuye; y, en cuanto a ésta, deberá asumir contempo
tura? ¿O bien debemos utilizar indicadores que expresen ráneamente dos planos: las funciones atribuidas por la
el conocimiento de parte del grupo, de la estructura estructura c o m o ta l, y aquellas que son efectivamente
c o m o ta l, independientemente de la frecuencia estadís 1 aceptadas por los individuos.
tica con la que determinadas creencias y actitudes se Las consideraciones formuladas hasta aquí pueden
distribuyen entre sus miembros? Lo que aquí se presenta utilizarse para aclarar ciertos aspectos de dos nociones
es —otra vez— un doble plano de análisis, siendo ambos particularmente importantes en el análisis de las estruc
planos igualmente legítimos, pero diferentes. Una estruc turas en proceso de cambio: los conceptos de i n t e g r a c i ó n
tura parcial, una institución (y también mutatis mutan- y de c o n f l i c t o .
d is, una estructura global) puede ~~y stiele— tener un La noción de integración se define de distintas ma
reconocimiento que podríamos llamar i n s t i t u c i o n a l i z a d o : neras según el nivel de interrelación que se ha supuesto
creencias y actitudes (relativas a la existencia y fun entre las tres categorías señaladas al comienzo. Si se habla
ciones de la estructura) cjue son reconocidas como en términos de interrelación como ajuste de estructuras
“adecuadas”, “justas”, “legítimas” por la estructura mis parciales, entonces podrá definirse la integración como
ma c o m o ta l y frente a ellas las actitudes y creencias
j aquel estado en que tal ajuste exista. Este tipo de inte
concretamente internalizadas por los integrantes de la gración podría denominarse i n t e g r a c i ó n d e a j u s t e para
estructura. En el primer caso la naturaleza de los indi diferenciarlo de otros distintos tipos, y en particular
cadores dependerá del tipo de estructura de que se trate: de la integración valorativa de que se hablará más ade
creencias, mitos y otras manifestaciones análogas docu lante. Además, parece conveniente restringir el signifi
mentadas en libros o en tradiciones orales, o en otros cado del término a la situación de ajuste juzgada d e s d e
“vehículos” materiales, en el caso de las instituciones; e l p u n t o d e v i s t a s u b j e t i v o >es decir, desde la perspectiva
para los grupos organizados, las funciones explícita de las estructuras parciales o globales que son objeto
mente reconocidas en sus estatutos y para los no organi del juicio. Sociedad integrada será aquella —entonces—
zados otras expresiones similares. Las funciones “recono en la que las diferentes estructuras parciales se hallan
cidas y perseguidas” por los grupos e instituciones c o m o perfecta, o por lo menos suficientemente, ajustadas
ta les podrán hallarse total e idénticamente internalizadas entre sí, y tal ajuste se realiza a) tal como lo prevén
en los integrantes humanos de estas estructuras: aquí no las normas y las creencias socialmente vigentes y b) tal
habra problema alguno, pues ambos planos coinciden. como lo viven los individuos que pertenecen a la socie
Pero este caso sera más bien raro, particularmente en dad, grupos o instituciones dadas. Dado el fenómeno de
56 GINO G ERM AN ! ¡ POLITICA Y SOCIEDAD 57
la discrepancia entre a) y b) —m uy común en los pro “tradicionales” i hacia formas “desarrolladas”, en tanto
cesos de cambio— cabe proponer una ulterior distinción. puede contribuir a evitar o a limitar las connotaciones
Proponemos llamar integración normativa al ajuste —a valorativas que suelen acompañar estos análisis ( y que
por lo menos un mínimo de compatibilidad— entre nor los mismos términos de subdesarrollo, desarrollo, atraso,
mas, status, roles, instituciones tomadas en sí, con inde etc., parecen implicar claramente).
pendencia de sus portadores humanos. Se denominará En principio, las situaciones que podrían darse en el
en cambio integración psicosoclal a la que depende de análisis de una estructura pueden esquematizarse como
la forma en que los individuos viven y actúan. En par sigue:
ticular, la integración psicológica estará condicionada
por una serie de circunstancias: I) la existencia de inte
gración normativa en la sociedad; II) el grado de coin E structuras E structuras p a rcia les o tota les s e g ú n
cidencia entre el sistema de normas y de creencias 4 e p a rcia les o el ju i c i o d e “in t e g r a c ió n ”
¿ 1 / t 'U f 'C 'J
la sociedad, y las normas y creencias internalizadas,! el “ju ic io d e I n te g r a c ió n I n t e g r a c ió n
aceptadas y cumplidas por los individuos; y en particu f u n c iona lid ad ” n o rm a tiva p sic o so cia ls
lar III) el grado de coincidencia entre las expectativas
recíprocas que los individuos tienen, es decir, la con Funcionales Integradas Integradas
gruencia entre los roles correlativos tal como los han No integradas No integradas
internalizado; IV ) la congruencia entre normas, creen Desintegradas Desintegradas
cias, valores y expectativas correspondientes, de los .. No-funcionales Integradas Integradas
individuos y las circunstancias reales a las que ellas No integradas No integradas
deben aplicarse. Desintegradas Desintegradas
Los dos . tipos de integración de ajuste (norm ativa y Disfuncionales Integradas Integradas
psicosocial) pueden referirse, como es obvio, ya' sea.:.á-| No integradas No integradas
la sociedad global, ya sea a estructuras parciales consi- ' Disfuncionales Disfuncionales
deradas en su ajuste (o desajuste) recíproco.
Es esencial señalar que el juicio de funcionalidad fo r
mulado desde el punto de vista “objetivo”, desde la No todas las combinaciones indicadas groseramente
perspectiva de un observador que juzga en base a crite en el esquema son por cierto igualmente probables; de
rios “externos”, es independiente del grado de integra todos modos, ellas apuntan a ciertos resultados del aná
ción tal como aquí se ha definido este concepto. Una; lisis estructural-funcional que —según algunas críticas—
determinada estructura parcial puede ser considerada estarían generalmente excluidos. Nos referimos sobre
disfuncional por un observador, en base a la adopción? todo a la posible “funcionalidad” de la desintegración
de un determinado criterio de funcionalidad; sin em y del conflicto. Es sabido que algunas versiones del fun
bargo, al mismo tiempo puede existir tina perfecta cionalismo han sido acusadas de poner un excesivo o
integración de ajuste (tanto normativa como psico exclusivo énfasis en la “integración” (y también —aun
social) con respecto a la estructura considerada. Y esta; que no sea lo mismo— en la ausencia de conflicto).
misma observación se aplica a los juicios de funciona-; Ahora bien, tal como ha sido observado con respecto a
lidad que" tienen por objeto sociedades globales, o] los posibles usos ideológicos de este tipo de anáfisis, no
“tipos” de sociedades. La distinción que aquí se intenta) hay ninguna Necesidad de que así sea. Es bien conocido
form ular entre ‘"juicio de funcionalidad” y lo que po que una “excesiva” integración de una estructura tra-
dríamos llamar “juicio de integración” puede resultar dicional^ puede resultar un formidable obstáculo “al
de particular importancia en el análisis del cambio y en cambio”: muchos de los estudios sobre aspectos socia
especial de los procesos de transición desde estructuras; les del desarrollo económico ponen de relieve tales si-
l
58 GINO GERMANI
IN DICACION ES SOBRE L A A CC IO N SO C IA L
1.
r?.* actor
El f a) individuo
•\
< / •*
b) grupo
f a) fines
2. La situación 4 b) medios
^ c) condiciones
a) normas y pautas
{ b) valores
c) conocimientos
- Mí:
■¿táÁfefaív-
66 GINO GERMANI
¿ üi.
70 CIMO GERMANI
] 3. MEDIOS Y CONDICIONES
Lo mismo que el fin, medios y condiciones pueden ser
¡ percibidos desde el doble punto, de
| observador. En cuanto al primero, se tratará de la per-
1 cepción que tendrá el actor; ésta rio necesariamente
4 R. Merton, op. cit.
72 GINO GERMANI
A
SOCIEDAD IN DUSTRIAL
Y SOCIEDAD TRAD ICIO N AL
■3
III
A N A L ISIS DE L A T R A N SIC IO N
1. UN MUNDO EN TRANSICION
4. REQUERIMIENTOS E IMPLICACIONES
DEL DESARROLLO
5. LA SECULARIZACION Y EL REQUERIMIENTO !
DE INTEGRACION |
Toda sociedad supone —como requerimiento funcional j
de carácter universal— la existencia de un nivel mínimo i
de integración normativa. Con este término se indica la |
existencia de un núcleo básico común de normas coilr- ¡
partidas por todos los miembros de la sociedad en cues- J
tión; adoptando una definición de normas suficiente- I
mente amplia, esto significa que el núcleo común j
debería incluir a la vez elementos cognitivos (significa- 3
dos y conocimientos), valo’r ativos y regulativos propia- |
mente dichos. Las sociedades “sagradas” o no secuíari- ~¡
zadas acuerdan a este requisito una preponderancia casi J
absoluta: los tres rasgos antes señalados, a saber, el $
carácter prescriptivo de la acción, la perpetuación de |
lo tradicional y por fin el carácter indiferénciado de J
las instituciones, producen, como consecuencia, el altí- f
simo grado de homogeneidad y estabilidad que en todas i
las tipologías se atribuye a este tipo de sociedades. Sin j
embargo, como lo muestra la breve descripción formu- j
lada en el párrafo anterior, de la acción electiva y de la j
institucionalización del cambio, también las sociedades |
que se caracterizan por un alto nivel de secularización 1,
deben contar con cierto grado de integración normativa; j
se trata justamente del nivel mínimo necesario para ase- |
gurar la existencia de los criterios de elección y de los j
criterios de cambios. |
Un ejemplo apropiado para ilustrar este aspecto lo ¡
hallamos en la ciencia moderna. Esta se compone de f
un conjunto de proposiciones (para cada disciplina) |
de carácter provisorio (es decir, potencialmente por lo j
menos, cada proposición puede ser sustituida por otra). |
Sin embargo dicho cambio permanente se realiza dentro f
de un marco fijo: los criterios en base a los cuales se |
aceptan o rechazan las proposiciones. Sólo de este modo I
puede hablarse de una ‘ciencia” relativamente integrada J
tanto en el nivel de la cultura inmaterial (contenidos ¡
cognitivos), como en el del grupo humano portador y f
creador de esos contenidos: los científicos. La sociedad |
—el grupo social de los científicos— subsistirá como tal, ¡
sólo en tanto sus miembros sigan participando del marco 1
I
ñ
P O L IT IC A Y SO CIED AD 107
ó. LA SECULARIZACION EN EL CONOCIMIENTO,
LA TECNICA Y LA ECONOMIA
A
P O L I T I C A ~Y SO CIED AD 109
diciones que determinan la aparición de una u otra
form a; la estabilidad de cada una; el costo comparativo
de las varias formas de desarrollo; sus consecuencias
sobre otros aspectos de la sociedad*
En cada uno de los sectores indicados (ciencia, tecno
logía, economía) el proceso de secularización debe
extenderse a todos los niveles: el nivel norm ativo edi
sentido lato y el nivel motivacional o de personalidad.
Es decir que deben internalizarse las actitudes correspon
dientes al nuevo m arco norm ativo dé la sociedad secu
larizada y surgir los nuevos tipos de personalidad
adecuados para los requerimientos de dicho tipo de
estructura. Esta condición ha sido a menudo señalada;
por ejemplo, surgimiento de actitudes “empresariales”
(managerial) y, en etapas más avanzadas, generales”,
con sus equivalentes para las formas “no liberales”,
motivaciones adecuadas al trabajo industrial y capacidad
de responder a los incentivos propios de este trabajo,
etcétera. Como estas condiciones se describieron reite
radas veces, por lo menos en términos generales, no es
necesario detenerse aquí
11. R E S IS T E N C IA S A L D E S A R R O L L O Y C O N F L IC T O S
se vinculan de manera m ucho más estrecha con las pecu o incluso coexistiendo con deseos y actitudes conscien
liaridades nacionales en esos órdenes, de suerte que de tes favorables a la misma 20.
ellas dependen no sólo la importancia de las resistencias Em píricam ente la mayoría de las resistencias se mani
sino también la form a específica en que se realizará el festarán com o conflictos entre grupos y en buena parte
desarrollo y los límites de la secularización. de los casos (n o en todos, por supuesto) asumirán ex
Es obvio que las distinciones formuladas, si bien pue presión ideológica. Conviene distinguir a este respecto
den ayudar para comprender la naturaleza de las resis las resistencias “totales’' al desarrollo, de las resistencias
tencias y orientarse en cuanto a los variables límites de “parciales”.
la secularización en cada caso dado, sólo prestarán esa a) Resistencia total al desarrollo y en particular a
ayuda en tanto se empleen com o un método de inves la adopción de actitudes adecuadas en la esfera de la
tigación, es decir, no constituyan tan sólo criterios de mciencia natural, la técnica y la actividad económ ica (en
clasificación. I sentido estricto ). Este tipo de resistencia es el que ha
Más arriba se ha mencionado una distinción entre * recibido m ayor atención de parte de economistas, soció
resistencias y obstáculos al desarrollo, queriéndose indi logos, antropólogos. Aquí la resistencia a la seculariza
car con el primer térm ino procesos que implican inter ción surge cíe manera directa de la persistencia de las
venciones activas de parte de los individuos y con el pautas tradicionales, de ciertas formas de propiedad, de
segundo, procesos en que no se da tal intervención, aun ciertos procedim ientos; inoperancia de los incentivos
que (cuando se trata de obstáculos sociales o humanos) ‘‘económ icos” del trabajo industrial, falta de actitudes
los mismos se verifiquen a través de comportamientos “empresarias” o “gerenciales”, etc. Estas resistencias no
desfavorables o contrarios al desarrollo. Debe recono siempre asumen formas ideológicas, aunque tienden a
cerse que esta distinción presenta una utilidad reducida, hacerlo cuando dan lugar a conflictos abiertos entre
por cuanto no es fácilm ente aplicable a hechos que sue grupos. E n la medida en que son expresión directa de
len ofrecer rasgos ambiguos o atribuibles a ambas cate un ucarácter social” inadecuado para realizar el tipo
gorías a la vez. Sin embargo, se la ha mencionado con de acciones requeridas por el desarrollo, pueden condu
el fin de aclarar que las consideraciones anteriores y las cir a “desorganización”, inadaptación, etc. O tras veces
que siguen no pretenden referirse a la entera gama de asumen carácter ideológico y hay muchas formas que
_ ^ J - —1 / ^ ^ tu a v t ■
*i r» ■f*/\ o c i~ l n A
las condiciones sociales del desarrollo económ ico, sino tienen ambos rasgos. P or ejem plo, los primeros “movi-
que tenía el objeto de señalar (p o r simple mención)
aquellos procesos susceptibles de suscitar resistencias, sc> Nos referimos, claro está, al complejo de rasgos carac-
es decir, comportamientos activos, contrarios o inade terológ’icos que según la form ulación weberiana correspon-
cuados a los fines del desarrollo; sobre todo se tuvo en I dería n a la “ética pro testan te”, o que en un plano puramente
cuenta aquellos aspectos susceptibles de originar con I p sico ló g ico han sido designados p o r una conocida teoría co
mo “necesidad de logro” (need fo r achievement), y más en
flictos entre grupos. Además, es claro que los mismos general a aquellos rasgos que sustentan un comportamiento
aspectos o características de la estructura social pueden “ racional” , organizado , sistemático, responsable » etcétera, en
originar resistencias u obstáculos (o ambos a la vez), en la realización de las actividades instrumentales (en tanto
el sentido aquí definido. P or ejem plo, los rasgos carac- opuestas o distintas de las “expresivas”). Algunos ejemplos
terológicos que, según diferentes teorías y alguna evi los hallamos en las características psicológicas empresariales,
dencia empírica, estarían relacionados con el desarrollo, directoriales , así como las m otivaciones y actitudes requeri
pueden originar (p o r su ausencia o falta de adecuación), das en el trabajo industrial (en sen tido s o c io ló g ic o ) a todos
los niveles (es decir , in clu y en d o las m otivaciones del obrero
a la vez comportamientos activamente dirigidos a im y de las otras posiciones dentro de la jerarquía del trabajo).
pedir el desarrollo ( resistencia) o bien comportamientos La teoría psicológ ica aludida ‘s e halla expuesta en D. C. M e
negativos o disfuncionales con relación a la moderniza Clelland, The Achieving Society, Nueva York, Van Nostrand,
ción, sin que existan propósitos conscientes deliberados 1961; in clu y e una bibliografía sobre el tema.
148 G IN O G ERM AN I
12. N O T A S O B R E U N A FO R M A P A R T IC U L A R
D E C O N F L IC T O : E L T R A D IC IO N A L ISM O
ID E O L O G IC O
A P E N D IC E
U N E SQ U E M A C O M P A R A T IV O D E L O S D O S T IP O S
O P U E S T O S : “SO C IED A D IN D U S T R IA L ” Y
“SO CIED A D T R A D IC IO N A L ” *
156
Sociedad industrial
Sectores Sociedad tradicional
Modelo “Liberal* Transformaciones recientes
acción prescnptiva j
P r in c ip io s b á sic o s acción electiva
institiicionalizacíón de la tradi- i
DE LA ESTRUCTURA insutucionalización del cambio
ción
SOCIAL especialización creciente de las instituciones
instituciones indiferenciadas
adscripción desempeño
T ip o d e r e l a c io n e s
particularismo universalismo
SOCIALES CARACTERÍS
carácter difuso especificidad
TICAS
carácter afectivo neutralidad afectiva
Sociedad, industrial
Sectores Sociedad tradicional
‘UbemV Transformaciones recientes
GINO
motores “primarios”
Energía proporcionada por
motores “secundarios”
GERM AN!
Energía
atómica
Procedimientos de “producción en serie”
producción “artesanal” (unidad por unidad) “cinta de montaje”
‘automatización”
Actitudes: Procedimientos tradicionales. Procedimientos “racionales”
E c o n o m ía “Economía de subsistencia” Economía de producción para el cambio
Producción para satisfacer ne Producción para satisfacer una “demanda”, un “públi
cesidades concretas, de indivi co comprador” abstracto
duos o grupos concretos, en Economía de mercado
Rasgos generales un nivel tradicional Economía de mercado y nuevas
formas de regulación
Enfasis sobre la producción
Publicidad
Enfasis sobre el consumo.
Economía “natural” Economía monetaria
División del trabajo tradicio División del trabajo funcional según criterios raciona
nal Según status adscriptos, por les. Búsqueda de la eficacia, importancia de la profesión
sexo y edad
Clases superiores:
Aparecen nuevas motivaciones: Disminu
ye deseo de “lucro racional”. Competición
Propiedad típica, Formas concretas" de propie por el status: poder y prestigio dentro de
dad comunal y personal. la empresa directorial: disminuye ascesis.
. Clases inferiores:
“primitivas” Competición por el status: deseo de segu
varia ridad.
Formas'más abstractas de propiedad.
' “feudales"
tierra La fábrica. Propiedad personal de capí-.
tal mobiliario.
Propiedad de títulos representativos de capital o
Unidades económi Son las mismas que correspon créditos. Participación en propiedad colectiva. h
cas típicas. den a la organización social: Empresa individual. Soc. de personas 0
- familia extensa Empresa anónima. Sociedad de capital. Em- g
. - taller artesanal y actividad presa directorial. Separación de la propiedad w
agrícola. y del control - S
>
z
privada mixta publica H
Actividades secundarias
.., Actividades econó- ■ Actividades primarias Actividades terciarias
Or g a n iz a c ió n Pbedojwinto jm z,o pkimakio
s o c ia l
Predominio de lo secutstoario
Grupo de parentesco clase social
Grupo de edad ocupación ^
Grupo de sexo nacionalidad 0
Grupo local Multiplicidad de grupos “secundarios”. g
Tipo de status En las sociedades estratificadas Status definido por la clase, la ocupación, la per- 9
adquieren importancia: tenencia a grupos secundarios.
Castas
Estamentos.
Status definidos p or. la edad, 2
0
HH
el sexo, el parentesco, la casta,
el estamento. 0
>
ü
Sta tu s ad scripto s Status adquiridos j
Grupos primarios I m po rtan tes M en o s im po r t a n t es
Familia Familia extensa u otras formas Familia nuclear.
similares. Conyugal, aislaba, inestable.
Funciones biológicas económi Funciones: biológicas; socialización del j
cas (producción y consumo) niño; ajuste emocional del adulto; eco- {
educacional«; recreativas, reli- j nómicas; consumo únicamente. f
giosas, etcétera.
P o s ic ió n c en tr a l d el grupo de
j
.PARENTESCO EN LA SOCIEDAD Aldea, vecindario f
Grupo local j
Aldea-vecindario El grupo de parentesco menos importante j
El suburbio ]
i
M |
05 !
i
I
Sociedad industrial 05
Sectores Sociedad tradicional
'‘Liberal’ Transformaciones recientes
LA GRAN CIUDAD
M e g a ló po l is
Costumbre L e y e s - reg la m en to s
o
Sociedad masificada: aparecen g
formas carismáticas. Confor- o
mismo.
a
166
Sociedad industrial
Sectores Sociedad tradicional
Liberal j Transformaciones recientes
Tipo de integración Basada sobre la tradición, la Basada sobre la interdependencia funcional; el re
conformidad, la estaticidad, la ajuste^ autónomo y funcional de individuos “libe
inmersión en el grupo. La alta rados , coexistencia de lo heterogéneo; adaptación
homogeneidad, factor de inte adecuada al cambio; elección de valores por el
gración. individuo por medios racionales y por el ejercicio
de su voluntad. Formas patológicas de integración:
anomia, desintegración social.
Sistema de valores. Varía: en general de carácter Afirmación del individuo como ente autónomo dotado
Contenido: religioso, trascienden al indivi de facultadés racionales, capaz de dirigirse a sí mismo
duo y su vida terrenal, o al apoyándose sobre sus propias fuerzas. Enfasis sobre
grupo como verdadera o supe valores inmanentes al individuo y a su vida terrenal.
rior realidad.
GINO
La tradición, la sangre, la tie Afirmación de la razón, la voluntad, el cambio
rra, la divinidad. (el progreso ), la libertad, la tolerancia.
GERMANI
Aparecen formas contrarias de valora
ción: “raza”, “sangre”, “nación”; resur
gimientos religiosos o nuevas formas de
religiosidad; el “Estado”, la “clase”;
É
ción a menudo en conflicto entre si. Los individuos
de los valores único en cada sociedad (ho
deben elegir por medio de su voluntad y razón. Las
mogeneidad); se fija clara y
POLITICA
situaciones que enfrentan son cambiantes y pueden
detalladamente la conducta del
no responder a las expectativas: los individuos deben
individuo en las diferentes si
realizar continuos ajustes; hay ambigüedad y contra-
tuaciones vitales; el individuo
no debe elegir; no debe inter
Lo internalizado no deberían ser formas rígidas ^de
Y
pretar: sus actitudes interna
comportarse, sino capacidad de adecuarse creativa
lizadas responden de> manera
SO CIED AD
automática a las situaciones que mente al cambio.
se le presentan.
1
I
I
I '
" IV
í E L A U T O R IT A R IS M O Y L A S C L A S E S
1 PO PULARES *
1 1. D IF E R E N T E S N IV E L E S E N E L E S T U D IO D E LA S
\i ID E O L O G IA S. ID E O L O G IA S Y A C T IT U D E S
|1 .
j La correlación entre posición- en la estructura social
^ (ocupación, status social, status económ ico u otro deter-
J minante análogo) y tipo de ideología predominante, ha
■j $ido comprobada em píricamente reiteradas veces»
T am b ién es sabido que dicha correlación dista mucho
| de ser perfecta: en realidad, aun cuando —com o se veri-
J fica en la m ayoría de las observaciones— se descubra
Sj para cada grupo social significativo dentro de la estruc-
tura social, cierta posición ideológica que estadística-
| mente aparece com o la más frecuentem ente apoyada
por el grupo mismo, siempre queda un amplio margen
;| para otras ideologías, ideologías que son características
| a veces de grupos socialmente muy distintos. Esta mavor
i
i
"1 * Este trabajo fue escrito y publicado a mediados de 1957
(cf. IV Congreso Latinoamericano de Sociología, Santiago
I de Chile, 6-13 de julio 1957; págs. 89-101) y se reproduce
| aquí sin modificaciones. D ebe advertirse que: a) las referen-
f| cias bibliográficas alcanzan naturalmente hasta esa fecha,
|¡ aunque luego la literatura sobre el tema se enriqueció con
| varias publicaciones, entre ellas otros artículos de S. Al. Lipset
(además de los mencionados en las notas) y en particular,
V;Í. “Democracy and W orking Class Authoritarianism” (en Ame-
rican Sociological Review, 24, 1959, págs. 482-501), incluido
170 G IN O G ERM A N I
■i 3. LA S A C T IT U D E S A U T O R IT A R IA S E N LA S C LA SES
| PO PULA RES
1 80 G IN O G E R M A N I
4. C O N C LU SIO N ES
Llegados a este punto, trataremos de resumir las con
sideraciones que se han venido formulando en los
apartados anteriores.
17 Puesto de relieve en los extraordinarios casos de estabi
lidad política registrados por los sociólogos políticos franceses.
La influencia familiar ha sido comprobada detalladamente
por Lazarsfeld y otros en T h e People’s Chotee, Nueva York,
Duell Sloan, Pearcc, 1944.
190 G IN O G ER M A N I
D E L A SO C IE D A D T R A D IC IO N A L A L A
P A R T IC IP A C IO N T O T A L E N
A M E R IC A L A T IN A
1. SE IS E T A P A S E N L A T R A N SIC IO N
E n este capítulo se ha ensayado una aplicación a la evo
lución política de A m erica latina de algunas de las
ideas expuestas en los trabajos incluidos en los capítulos
anteriores #.
La evolución política de los países de Am érica latina
puede ser descripta sintéticamente como una serie de
seis etapas sucesivas, y consecuentemente el estado ac
tual de cada país determinado podrá definirse con refe
rencia a la etapa alcanzada dentro del proceso de transi
ción. Está de más advertir los grandes peligros que
presenta este procedimiento. Sin embargo, es el único
que permite ofrecer una visión de conjunto del proceso,
y en tanto no se olviden sus obvias limitaciones, cons
tituye un recurso m etodológico de considerable utilidad.
Las seis etapas en que dividimos el proceso son las
siguientes:
1 ) Guerras de liberación y proclamación formal
* Se trata sobre todo de una ampliación del contenido del
capítulo sobre autoritarismo, ahora con especial referencia a
la América latina. Sin embargo, debe advertirse que los dos
ensayos fueron escritos con un prolongado intervalo entre
sí. Gran parte del presente capítulo apareció en la Revue
Française de Sociologie du Travail, n 9 4 de 1961.
196 G IN O G E R M A N I
2. MOVILIZACION E IN TEG R A C IO N :
DIFERENCIAS E N T R E LOS PAISES D E EU R O PA
Y LA TIN O A M ERICA
G R A D O S D E D E S A R R O L L O , T IP O S D E
E S T R A T IF IC A C IO N Y D E M O V IL ID A D SO C IA L
E N A M E R IC A L A T IN A *
3. A LG U N O S INDICES D E SECULARIZACION
4. E L CAMBIO E N EL SISTEM A D E
ESTRA TIFIC A C IO N Y LA PERSISTEN CIA
D EL P A T R O N TRAD ICIO N AL
La magnitud y el ritm o del cambio ocurrido en la es
tructura ocupacional de Am érica latina, de tan grande
importancia para la movilidad, no es conocido sino de
manera inferencial y sumamente insegura. Para algu
nos países se dispone de estimaciones que, por lo de
más, están sujetas a todas las reservas inherentes a este
tipo de comparaciones. N o obstante, estas cifras repre
sentan sin duda un indicio deí orden de magnitud de
los cambios ocurridos; así, en la Argentina» la propor
ción de los estratos medios se triplicó en los 80 años
entre 1870 y 1950; en M éxico y el Brasil se duplicaron, o
poco más. O tra manera de inferir los posibles cambios
en la estructura ocupacional es, desde luego, la distri
bución de la ocupación en el sector agrícola en com
paración con industrias y servicios. E n la década 1945-
1955, la ocupación agrícola aumentó con un ritm o mu
cho más lento que la ocupación no agrícola; mientras
en ningún país el aumento total de la fuerza de trabajo
fue inferior a 15 ó 20 % , en algunos no hubo aumento,
o apenas, en la ocupación agrícola (Cuba, el Uruguay,
C h u e), en varios fue inferior al 10 % (Colom bia, V e
nezuela, la A rgentina) y en todos resultó considerable
mente menor que el increm ento general. D ebe recordarse,
sin embargo, que el tránsito de ocupaciones rurales a
ocupaciones urbanas (secundarias y terciarias) no siempre
implica una expansión equivalente en los estratos medios,
en los países subdesarrollados o en curso de desarrollo.
Esto se produce, por ejem plo, a través del subempleo
disfrazado (en las estadísticas censales) com o ocupación
en el sector de servicios y es dudoso que origine
movilidad social (excepto en el sentido de una mayor
participación a través de la residencia urbana). Más
sintomática de cambios en la estructura de la estratifica
ción es, por cierto, la ocupación en la industria fa
bril propiamente dicha, en tanto se la tome com o un
P O L IT IC A Y SO C IED A D 225
•j j s^"a^°?_me^1os: 20% y mas; b) existencia cultural, psicológica y política de una clase media; c) homoge
neidad étnica y cultural; identificación nacional y considerable nivel de participación en diferentes esferas; d ) diferencias
urbano-rurales y discontinuidad geográfica existen, pero en menor grado que en-otros países de América latina.
44 37 21 78 3,9 9 8,0
22
AA
31 16 52 1,3 29 6,5
C I VENEZUELA ' 1! ! ! { p « « ° ® bano 18 TT
12 63 1,0 17 4,3
OO
a) Estratos medios, menos del 15% ; estratos medios eimrjentes en !P f 5?8. ¡ g ° 00w ast o f S o ? ¿ S
todos, en varios grados, del patrón tradicional; b) heterogeneidad etmca y culta al en casi todos, c) vastos sectores ae
la población todavía marginales; d) predominio rural en general; desniveles regionales.
15 55 22 15 70 2,6 15 3,0
P A N A M A ............... 3,3
14 54 15 12 66 1,3 12
P A R A G U A Y ..........
60 14 — 42 1,8 11 4,7
PERU .......................
10 51 18 10 56 1,4 12 3,5
ECUADOR ............
10 64 13 9 57 0,5 9 4,7
EL SALVADOR ..
8 68 20 7 32 2,0 8 2,8
D BOLIVIA ................
8 75 11 6 20 0,1 10 3,2
GUATEM ALA . ..
71 15 — 38 0,7 8 2,0
NICARAGUA . . . .
_ 70 11 — 43 1,2 10 3,0
R. DOMINICANA
4 76 7 4 35 0,7 10 1,6
HONDURAS .......
3 77 5 2 11 5 1,4
H A ITI ..................
9 Las fuentes utilizadas son: “Estratos medios y altos” y “Estratos inedios y a t a ; urbaiios”; e' ¿ “ a™ 11
y estimaciones, sobre la base del Censo de las Amencas .(aproximadamente 1950; % de' P®H»aón aeüva •
primarias: CEPAL- “La estructura del empleo en America latina , publicado en Boletín Economîco paraAmenca ta
na vol II (1957) n? 1- “% que sabe leer”; Unión Panamericana: El analfabetismo en America., Washington, 1958,
“Estudiantes universitarios por 1.000 habitantes” : Anuario Internacional deEducación y Censos bO
zación anual” : CEPAL, op. cit.: esta tasa representa el creamiento anual de las zonas urbanas por 100 habitantes de bO
población total del país; “% población activa en actividades fabriles ; CüPAL: op. ca.
228 G IN O G E R M A N I
1870 11 8 _T
1895 26 9
1920 32 13 —
1940 — — 17
1950 36 17 —
L A IN M IG R A C IO N M A S IV A Y S U P A P E L
E N L A M O D E R N IZ A C IO N D E L P A IS
C uadro 1
1857 - 1860 11
1861 - 1870 77
1871 - 1880 . 85
1881 - 1890 638
1891 - 1900 320
1901 - 1910 1.120
1911 - 1920 269
1921 - 1930 878
1931 - 1940 73
1941 - 1950 386
1951 - 1960 316
1961 - 1965 206
F u e n t e : A. Bunge, “ O chenta y cinco” en Revista d e E co n o m ía A rg en
tina, 1 9 4 4 , y datos de la D irección Nacional de E stad ística; todas
las cifras se refieren al saldo de “pasajeros extranjeros de ultram ar” .
P O L IT IC A Y SO C IED A D 245
CüADRO 2
Pasajeros extranjeros de ultramar de 2Q y 3Q clases que
salieron del país, por cada 100 ingresados en el
mismo período. 1857-1958
Pasajeros salidos
Períodos por cada 100
ingresados
1857 - 1913 40
1914 - 1920 151
1921 - 1930 38
1931 - 1940 67
1941 - 1946 79
1947 - 1950 14
1951 - 1958 56
F u e n te : Véase C uadro I .
P O L IT IC A Y SO C IED A D 247
mentos más significativos está dado por la proporción
de los extranjeros en el total de la población y también
en sus grupos o sectores más estratégicos.
Casi la mitad de todos los inmigrantes llegados de
ultramar eran italianos, y una tercera parte, exactam en
te, españoles. De los restantes —una quinta parte en
total— la inmigración más numerosa fue la polaca, si
guiéndole la rusa, la francesa y la alemana. E n época
más reciente se intensificó, com o se ha dicho, la in
m igración de otros países americanos, pero éstos han
sido excluidos de nuestros cómputos por los motivos
antes expresados. De todos modos no m odificarían sus
tancialmente las proporciones consignadas en el Cua
dro 3. Como puede verse en el mismo, la inmigración
italiana mantuvo su predominio durante casi todo el
período, con pocas excepciones. E n la década inmedia
tamente posterior a la primera guerra mundial se re
gistró una notable inmigración polaca, que se prolongó
también en la década posterior, siendo entonces la más
importante del decenio en cuestión. La inmigración
rusa se produjo en m ayor número entre el fin y el co~
C uadro 3
1857 - 1860 79 21
1861- 1870 65 21 .___
14
1871 - 1880 44 29 ,___
27
1881 - 1890 57 21 ,___
22
1891 - 1900 62 18 ____
20
1901 - 1910 45 45 ,___
10
191 1 -1 9 2 0 12 68 ,___
20
1921 - 1930 42 26 13 19
1931 - 1940 33 ,— 58 8
1941 - 1950 66 29 4 1
1951- 1958 58 34 — 8
1857 - 1958 46 33 4 11
F u e n te : D irección N acional d e E stad ística.
248 G IN O G ERM AN I
3. E L IM PACTO D EM OGRAFICO DE LA
INM IGRACION
C xjadro 5
Distribución geográfica de los extranjeros. 1869-1960
Provincias de
C órdoba,
Zona Buenos A ires, Resto
Años m etropolitana E n tre R íos, del país T otal
de Buenos Aires * M endoza, %
% S anta F e , %
L a P am p a
%
1869 52 • 38 10 100
1895 39 52 9 100
1914 42 48 10 , 100
1947 51 35 14 100
1960 57 27 16 100
F u e n t e : Censo N acional Argentino.
* Incluye la población del sector rural del área.
C u a d ro 6
Zona metropolitana
de Buenos Aires 52 39 42 51 57
100.000 y más 5 10 12 12 11
50.000 - 99.000 3 3 3 3 2
2.000- 9.999 34 42 39 30 25
Menos de 2.000 6 6 4 4 5
C uadro 7
Promedio según el sexo y composición por edades en
N Argentina. 1869-1960
Censo Argentino.
F u e n te :
w E stim ado sobre lo base de una m uestra del censo de 1960.
C uadro 8
1 8 5 7 - 1870 76 24 64 36
1871 - 1890 73 27 68 32
1 8 9 1 ~ 1910 48 52 73 27
1911 - 1924 30 70 66 34
1934 - 1939 39 61 44 56
1940 - 1945 20 80 44 56
1946 - 1954 41 59 38 62
G uadrg 9
Primaria 30 37 18
Secundaria 46 53 26
Terciaria 42' 50 22
Población activa 38 47 22
F u e n te : Censos Nacionales.
C uadro 10
Extranjeros
por cada
Categorías ocupacionales y económicas 100 personas
de cada
categoría
C uadro 11
Propietarios de industria # 81 66
Propietarios de com ercios * 74 74
Personal (obreros y empleados) de
com ercio . 57 53
Personal (obreros y empleados) de
industria * 60 50
Profesionales liberales * * 53 45
Personas ocupadas en industrias ar
tesanales y domésticas ** 18 27
Empleados públicos ** 30 18
Empleados de com ercio ** 63 51
Trabajadores del servicio domés
tico ** 25 38
F uen tes: * II y III C en sos N a c io n a le s: cen so s esp eciales."
** II y III C en so s N a c io n a le s: c en so d e p o b la c ió n .
i bri'a d “ ’’
flWucc/dn y aproximadamente é l * «
Mat n ! w r?S|' n,i/ rlero Promedio de trabajadores por plan!
Véase A d ó ^ n r® 8,4v e,\ 19.47 se hal>ía elevado a 14,7.
nos T S ¡orh ° *OM mdustrial argentina. Bue-
' n- Sada’ 1942i. Pigs- 16-17. Véase tím bién Gino
Raigal 195®!' O™’“1 ^ la A r^ t i n a . Buenos Aires,
12 Adolfo D orfm an, op . cit., págs. 21-22.
264 G IN O GERMANI
OCJADR 3 12
Propietarios y patro
nes (agropecuarios,
c o m e rc ia le s , indus-
.tríales y rentistas) 6 18 17 20 20
Empleados, f u n c io
narios y profesiona
les libres y depen
dientes 5 8 15 20 25
A rte s a n o s y o tro s
t r a b a j a d o r e s por
cuenta propia 15 24 18 5 5
G U ' e r o s u rb a n o s ;
peones rurales y tra
bajadores del servi
cio doméstico 74 50 50 . 55 50
: “ A n á lisis p ro v isio n a l d e lo s tres prim eros' cen so s n a c io n a le s
-Fu ek f te
para la d e te r m in a c ió n J e la estru ctu ra so c io o c u p a c io n a l’% p rep a ra d o
por el In stitu to d e S o c io lo g ía , 1 9 5 9 . G . G erm án !, E structura
social d e la A rgen tin a , o p . cit.\ a n á lisis d e lo s resu lta d o s d e l
V C en so N a c io n a l ( ¿obre m u e s tr a ).
CUADRO 13
Em pleados en el co
m ercio, la industria,
s e rv ic io s , agricultu
ra; profesionales in
dependientes, té c n i
cos 4,4 5,4 8 ,6 13,4 7 ,2
A d m in is tra tiv o s y
afines; tr a b a ja d o r e s
especializados y no¡
especializados, peo
nes y afines / 95,6 ( 94,6 | 91,4 86,6 92,1
F uente : R esu m en esta d ístico d el m o vim ien to m igratorio. M in isterio
d e A g ricu ltu ra , B u en o s A ires, A rg en tin a , 1 9 2 5 .
C uadro 14
Porcentaje de extranjeros en estratos ocupacionales
diferentes . 1895-1914
5. LA A SIM ILA C IO N D E LA PO B L A C IO N
E X T R A N JE R A D U R A N T E LA EPO C A D E LA
IN M IG R A C IO N M ASIV A Y SU IM PA C T O SOBRE
LA SO C IED A D Y EL C A R A C T E R N A C IO N A L
C U ABRO 15
Población total y porcentaje de extranjeros en la
A rgentina y en los Estados Unidos. 1810-1960
E s c o n v e n ie n te a n te to d o re c o rd a r los aspectos m ás
im p o rta n te s de la situación, ta l co m o h an su rg id o del
análisis de las secciones a n terio res.
270 G IN O G E R M A N I
C uadro 16
- 'Proporción de extranjeros en la población total.
Cada área clasificada según el tamaño del
centro urbano principal . 1869-1941
D istritos’ q u e in c lu y e n u n o
o m ás centros túrbanos con 1869 1895 1914 1947
lo s h a b ita n tes q u e se
in d ic a n
C uadro 17
Extranjeros de 20 y más años de edad por cada 100
personas de la misma edadf en la población total de
tres zonas del país. 1869-1941
Provincias
de Córdoba,
Años Ciudad de Buenos Aíres’, Hesto
Buenos Aíres Entre Ríos', del país
Mendoza,
L,a Pampa
C uadro 18
A rgentinos y extranjeros varones de 20 años y más.
Ciudad de Buenos A ires y algunas provincias .
1869-1941 (Cifras absolutas)
P O L IT IC A Y S O C IE D A D 275
co rresp o ndía. E n su lu g a r em erg ió u n n u e v o tip o , aún
10 b ien d e fin id o , seg ú n algunos, y u n a n u ev a e stru c tu ra .
E n la p o b la ció n ru ra l, es d ecir, en el se c to r que re u n ía
al co m ien zo del p ro c e so la m a y o ría de los h ab itan tes,
p re d o m in a b a u n tip o h u m a n o a ju stad o a la o c u p a c ió n
p re d o m in a n te y a las c o n d icio n es sociales d el cam p o
d u ra n te la ép o ca colonial. E n sus rasgos p sico ló g ico s se
h an señalado m u c h o s de los elem en to s q u e c a ra c te riz a
b a n a los c o n q u istad o re s españoles. E l ‘‘g a u c h o ” , que
lu e g o se erige en m ito n acio n al y llega a p e rso n ific a r
la tra d ic ió n del país, so b re to d o p o r su p a rtic ip a c ió n
decisiva en las g u e rra s de la in d e p e n d e n c ia , e ra u n c u i
d a d o r de g an ad o q u e tra b a ja b a e n re la c ió n de d e p e n
d en cia del esta n c iero 15. E n su vid a p erso n al g o zab a de
m u c h a lib e rta d c o n c re ta . P o d ía m o v erse lib re m e n te en
las inm ensas extensiones de la estancia que, adem ás, a n
tes de la im p la n ta c ió n de fo rm a s m o d e rn a s d e e x p lo
ta ció n g an ad era, n o te n ía lím ites fijad o s p o r alam bradas.
Su tra b a jo se basaba ú n ic a m e n te e n su fiabilidad p e r
sonal, e n su cap a c id ad de jin e te , en su co ra je. S o n estos
los v alores que lo o rie n ta n . C arece de h áb ito s de re g u
larid ad , a h o rro , p re v isió n y cálc u lo ra c io n al en su c o m
p o rta m ie n to . P o r el c o n tra rio , estas carac te rístic as son
consideradas n egativas, o puestas a su id eal de h o m b re .
N o tien e aspiraciones de ascenso social; en p a rtic u la r, n o
desea lleg ar a p o seer tie rra s e n p ro p ie d a d . Su c o n d ic ió n
de d e p en d e n c ia se halla to ta lm e n te in te rn a liz ad a y se
tra d u c e en u n a a d h esió n p erso n al al estan ciero , re g id a
p o r sen tim ien to s de fid elid ad , lealtad y a d m iració n . N o
se trata, de ningún m o d o , de u n a relación de asalariado
a patrón . Los elem entos de la cultura material corres
ponden a las necesidades de la ganadería en un nivel
técnico m u y p rim itivo y al tipo de vida nóm ade que la
caracterizaba . L os trabajos agrícolas y sedentarios en
general son considerados in te rio re s ie.
« ‘Aunque también algunos estancieros eran considerados
gauchos.
^ a. literatura sobre el gaucho es m uy vasta. Para una
evaluación y síntesis véase Ezequiel M artínez Estrada, Muerte
y 1 Transfiguración de Martin Fierro. México, F. C. E. 1948
vol. I, pags. 237-292. Véase también la obra citada de Gastón
Lrori y La Pampa sm gaucho. Buenos Aires, Raigal, 1952
donde se ponen en contraste los gauchos con los inmigrantes!
276 G IN O GERM ANI;
L IT IC A Y SO C IE D A D - 277
C uadro 19
Asociaciones voluntarias clasificadas según la
nacionalidad de la m ayoría de los socios. N ú m ero de
afiliados por cada 1.000 habitantes de origen argentino
y extranjero, respectivam ente . 1914
A filia d o s p o r ca d a N ú m ero
1 .0 0 0 a rg en tin o s y d e so cied a d e s
c a d a 1 .0 0 0 extranj.
N a c io n a lid a d d e la
m ay o ría d e lo s so cio s
B u en o s R esto B u en o s R esto
A ires d e l p a ís A ires d e l p a ís
C ü ADRO 20
Extranjeros naturalizados por cada 100 extranjeros
residentes en cada 'zona. 1895-1947
te g ra d o en d e te rm in a d o se c to r de la e s tru c tu ra social.
H a b ía u n a am bivalencia co n re sp ec to a la exten sió n
efectiv a de los d e re ch o s po lítico s, y esta am b iv alen cia
se aplicaba ta n to a los e x tra n je ro s co m o a los a rg e n ti
nos de las clases p o p u lares. C o n re sp e c to a los p rim e
ro s, se hallaban fre n te a la p a ra d o ja de u n país en el
q u e del 60 al 80 % d é' los h a b itan tes v aro n es ad u lto s
de las zonas m ás im p o rta n te s n o te n ía d e re c h o a v o ta r
y era g o b e rn a d o p o r la re sta n te m in o ría del 20 al 40 %•
M as en realid ad ta m p o c o estas e ra n las p ro p o rc io n e s
v e rd a d era s: e n tre los a rg e n tin o s n ativ o s so lam en te u n a
p e q u eñ a m in o ría p a rtic ip a b a e fe ctiv a m e n te e n la v id a
po lítica, y no debe e x tra ñ a r que las eleccio n es se re a li
z a ra n en m ed io de la in d ife re n c ia g e n eral de a rg e n tin o s
y e x tra n je ro s p o r igual, p o r lo m en o s en los e stra to s
p o p u la re s, que c o n stitu ía n la g ra n m a y o ría de la p o b la
ción. C o m o lo m u e stra la h isto ria p o lític a del país, la
élite g o b e rn a n te , c u a lq u ie ra que fuese su id eo lo g ía y
sus p ro p ó sito s explícitos, se resistió d u ra n te tie m p o a
a d m itir que el p o d e r saliera de sus m an o s p o r vía de
elecciones sobre la base del su frag io u n iv ersal e fe c ti
vo, y sólo ced ió c u a n d o los cam bios en la e s tru c tu ra
social o rig in a ro n la p resen cia de clases m edias y clases
p o p u la re s u rb a n a s d o tad as de su ficien te v o lu m e n y so
lid ez co m o p a ra im p o n erse.
E n las ocasiones en que los e x tra n je ro s re a liza ro n
m o v im ien to s que significaban u n a p a rtic ip a c ió n p o lí
tic a activa, n o p a re c ió que la élite lo a p ro b a ra. E n re a
lid ad se tra ta b a de m o v im ien to s de p ro te sta. A lg u n o s
se v in c u la b an co n la situ a ció n a g raria y su rg ie ro n e n
las colonias. E n v e rd a d que su o rg a n iz ac ió n n o p o d ía
co n sid erarse re a lm en te co m o u n canal de in te g ra c ió n
a la v id a nacio n al, pues se n u c le a ro n e n los Centros
P olíticos de E xtran jeros2,2 y n o en p a rtid o s p o lítico s
nacionales. P e ro los m o v im ien to s o b re ro s que se m a n i
fe sta ro n v ig o ro sa m en te en p a rtic u la r en B uenos A ires,
desde fines de siglo, n o te n ía n u n o rig e n n acio n al esp e
cífico. P o r el c o n tra rio , a u n q u e c o m p u esto s de e x tra n je
ro s en su m a y o ría —pues ta l era el n a cie n te p ro le ta ria d o
in d u stria l— n o te n ía n u n c a rá c te r nacional, es decir,
e ra n in tern acio n ales p o r su id eo lo g ía y cosm opolitas p o r
22 G. G ori, ap. cit .
P O L IT IC A Y S O C IE D A D 283
su co m posición. E n realid ad estas sociedades “ co sm o p o li
ta s” y “círc u lo s de o b re ro s ” ta n n u m ero so s en B uenos
A ire s en esa é p o ca (c f. C u a d ro 19), tu v ie ro n , c o m o
se in d ic ó antes, u n a re a l fu n c ió n in te g ra d o ra y asi
m ila d o ra de la m asa in m ig ran te . E n e fe c to , canaliza
ba 11 su p a rtic ip a c ió n en la vid a p o lític a del país, y n o
lo h acían en fu n c ió n de su co n d ició n de e x tra n je ro s ni
m u c h o m en o s a p u n ta n d o a su p a rtic u la r lealtad étn ica,
sino en su c a rá c te r de in te g ra n te s de la so cied ad n a
cio n al arg en tin a, au n q u e, es cierto , co n ideologías que
la élite lib eral d ifícilm en te p o d ía a ce p ta r. E ra, en e fe c to ,
im p o sible q u e tales élites p u d iesen re c o n o c e r en esa
é p o c a la función latente de estas a g ru p acio n es o b reras,
y de h e c h o n o sólo n o las a ce p ta ro n sino que las h i
c ie ro n o b je to de re p re sió n y p e rsec u ció n , c o n leyes y
m ed id as policiales m u y severas. Se d e sc u b re aquí u n a
c o n tra d ic c ió n análoga a la que c o n d u jo al fracaso p arcial
de la colonización. Se p ro p u s ie ro n p o b la r el d esierto ,
p e ro no m o d ific a ro n la e s tru c tu ra a g ra ria de la q u e
e ra n p rin cip ales b en eficiario s. D eseaban in te g ra r a los
in m ig ran te s, p e ro n o c o m p a rtir el p o d e r c o n ellos.
L a p a rtic ip a c ió n p o lítica, sin em b arg o , c o n sid erad a
en su ad ecu ad a p ersp ec tiv a , era solam en te u n a p a rte
del p ro b le m a m as g en eral de la asim ilación o, m ás p re
cisam ente, de la fusión de los d istin to s c o m p o n e n te s
a rg e n tin o s y e x tra n je ro s en una u n id a d n acio n al re la ti
v am en te in te g ra d a. P ues esto es lo que p a re c ió e m e rg e r
tra s sesenta años de casi in in te rru m p id a in m ig rac ió n
m asiva, a pesar de las tensiones, c o n flic to s y p ro b le
m as a que hem os alu d id o b re v e m en te . E ste re su lta d o
fue el e fe c to de m u c h o s fa c to re s, e n tre los que cabe
m e n cio n ar co m o m u y im p o rta n te s: el p ap el c re c ie n te
de los d escen d ien tes de los in m ig rad o s; la in te rru p c ió n
de la inmigración m asiva a p a r tir de 1930; las c a ra c te
rísticas de las dos c o rrie n te s inmigratorias p rin cip ales
—la española y la ita lia n a —; su p a rtic ip a c ió n desde el
com ienzo en esferas esenciales de la a ctiv id ad social; y
p o r fin la a cu m u lac ió n de estos m ism os fa c to re s, que
a m edida que transcurría el tiem po se hacían m ás p o
derosos, m ie n tra s que se d e b ilita b an p a ra lela m e n te las
causas de resistencia.
P ara analizar^ aun so m eram en te, los m ecanism os p r in
cipales de este p ro c e so , y el g ra d o de asim ilación o
284 G IN O GERMANI!
C t ja d r o 2 3
1895 1914
Buenos Aires 31 25
Resto del país 40 34
F u e n t e s : II y III C en sos n a cio n a les.
C uadro 22
P o b la
A m b os Un A m bos Jefes de c ió n
S tatu s so c io p ad res p a d re p ad res fa m ilia to ta l
e c o n ó m ic o a rg en extran extran extran d e jefes
tin o s jero jeros jeros de
fa m ilia
C uadro A
Italianos t 12 i 3 : 1
Españoles ! 9 ! 2 0
Judíos 34 i 22 I 14
N orteam ericanos ; 24 i 13 ! 5
Ingleses i 18 10 ii 3
Polacos j 17 ; , io 7
Rumanos | 15 1 8 7
6. LA A R G E N T IN IZ A C IO N D E LA A R G E N T IN A
Y LA SU P E R V IV E N C IA D E LA PO BLAC IO N
E X T R A N JE R A
C u a d r o 23
O rigen nacional o extranjero de la población. 1941-1960
% % % °/o
Argentinos
de padres
argentinos : 53,3 30,9 25,2 33,1
Argentinos
de padres
extranjeros 31,1 4 1 ,1 39,3 39,3
(uno o ambos
extranjeros) : 15,ó 28,0 35,5 27,ó
C uadro 24
Población extranjera p o r grupos de edad. 1941
C uadro 25
¡ C iu d a d de S Zona
A ños de T odo i B u en os A ires. ¡ m etrop olitan a
resid en cia e l p a ís 1 1947 * d e B u en os Aires.
1 9 6 1 **
C uadro 26
S tatu s so c io e c o n ó m ic o
In d ic a d o r e s A lto M e d io Bajo
C uadro 26 ( Continuación )
S tatu s so c io e c o n ó m ic o *
A u n c u an d o ellos n o h an p e rd id o to d o s los v ín cu lo s
em ocionales c o n su tie rra n a tal, m u e stra n u n a id e n tifi
c ació n cada v ez m a y o r c o n el n u e v o país. P rá c tic a
m e n te nadie en estos dos g ru p o s desea r e to rn a r a su
tie rra . C on ex ce p c ió n de la clase alta, la m ita d de ellos
están m ás apegados a la A rg e n tin a que a su país de
o rig en . Sólo u n a m in o ría de españoles e italianos p a r
tic ip a en las asociaciones e x tra n j eras o tien e m ás a m i
gos e x tra n jero s. E n tr e los italiano s, el em p leo de la
le n g u a m a te rn a p a re c e esta r c o n fin a d o a sus h o g ares.
P O L IT IC A y SO C IED A D 299
L A T R A N S IC IO N H A C ÍA U N R E G IM E N
P O L I T I C O D E P A R T I C I P A C IO N T O T A L
E N L A A R G E N T IN A
1 . LA “P A R A D O JA ” A R G E N T IN A Y
EL PR O B LEM A D E SU EX PLIC A C IO N
se secularizaba. Es d e cir, n o se tr a tó de u n a m e ra co n
c e n tra c ió n u rb a n o física, sino q u e ios m o d o s m o d ern o s
de vida tra n sfo rm a b a n el c o m p o rta m ie n to de la p o
b lación. U n in d ic a d o r v álid o aq u í es, sin d u d a , la tasa
d e n atalid ad , la que re v e la u n a re d u c c ió n p au latin a de
los nacim ien to s, d e b id o a la ap licació n del c o n tro l v o
lu n ta rio en escala m asiva en las áreas u rb a n a s del L ito ral,
p rim e ro en los e strato s m edios y lu eg o d ifu n d ién d o se
c o n sum a ra p id e z a los e stra to s p o p u la re s u rb an o s. E ste
p ro c e so ha c o lo ca d o a la A rg e n tin a (ju n to c o n U ru
g u a y ) e n tre los países de n a ta lid a d “in d u s tria l” , a pesar,
o b v ia m e n te , de que las tasas b ru ta s re p re s e n ta n u n p ro
m e d io e n tre las bajas tasas de las zonas m ás m o d ern izad as
y las to d a v ía altas m arcas de las p ro v in c ia s m en o s afec
tadas p o r el cam bio.
c ) E n te rc e r lu g a r, d ebe señalarse o tro h e c h o real
m e n te singular: la A rg e n tin a es p ro b a b le m e n te el único
país del m u n d o (salvo Israel y quizás A u stra lia, p e ro son
casos d istin to s) c u y a p o b la ció n fu e ra en m a y o ría ex
tra n je ra , y esto d u ra n te varias décadas. E s c la ro que
si se to m a n los p o rc e n ta je s en té rm in o s globales, la
p ro p o rc ió n de e x tra n jero s, c o n ser u n a de las m ás altas
del m u n d o , n o llega a s u p e ra r el 50 % —para, to d o el
país y to'das las edades—. (E n la A rg e n tin a esta p ro
p o rc ió n fu e siem pre s u p e rio r de 2 a 3 veces a la de
E stad o s U n id o s.) P e ro lo que aq u í h a y q u e te n e r en
c u e n ta es la p ro p o rc ió n de e x tra n je ro s en las áreas y
los grupos más significativos para la- vida de la nación .
d ) O tra circ u n sta n c ia, que c re em o s fu n d a m e n ta l, es
la p a ra liza c ió n súbita del c re c im ie n to , o c u rrid a p ro b a
b le m e n te en la d écad a 1920-1930, y casi c o n te m p o
rá n e a m e n te en m u c h o s y sig n ificativ o s aspectos de la
e s tru c tu ra social. E l c re c im ie n to d e m o g rá fic o e x tra o r
d in a rio que seguía siendo casi in in te rru m p id o desde o50
ó 60 años, se detien e en 1930 c o n la elim in ació n de la
in m ig ra c ió n de u ltra m a r ( y la d rástica re d u c c ió n de
la m an u alid ad en las áreas u rb a n a s del L ito ra l); el ere-
r* Aliento e co n ó m ico e x p e rim e n ta u n p ro c e so análogo y»
p o r ú ltim o , la ev o lu ció n p o lític a su fre u n re tro c e so de
incalculables consecuencias, c o n el re g re so fo rzo so a la
d e m o crac ia d e “ p a rtic ip a c ió n lim ita d a ” , c o n la re v o lu
ció n de 1930, y el fra u d e sistem ático. L os e fe cto s de la
detención, del c re c im ie n to —esp ecialm en te e n lo econó-
1 ' P O L IT IC A Y SO C IE D A D 305
I; m ic o — n o fu e ro n c laram e n te p e rc ib id o s sino m u c h o m ás
| ta rd e , m as h ay m u c h o s indicios q u e p a re c e n u b ic a r en
:| esa circ u n sta n c ia u n o de los fa c to re s fu n d a m e n tales de
| la situ a ció n actual. E s obvio que d ich a d e te n c ió n n o
J; o c u rrió al azar, sino que fue a su vez u n re su lta d o de
I; p ro ceso s que se v en ían gestan d o m u c h o tie m p o antes,
j p e ro de p o r sí —u n a vez o c u rrid o — se to rn ó en u n a
4. n u e v a causa in d e p e n d ie n te que se a g reg ó a las dem ás y ,
I e n u n c ie rto m o m e n to , d eb e ser d ife re n c ia d a de sus
I posibles fa c to re s genéticos.
!j ¿Q ué im p lic a ro n p ara la A rg e n tin a estos c u a tro he-
I ch o s, esp ecialm en te c u an d o n o se los to m a aisladam ente,
u n o p o r u n o , sino que se tra ta de in te g ra rlo s en u n
>1 sistem a de hipótesis que te n g a e n c u e n ta sus re c íp ro -
^ eos efectos? ¿E n qué m ed id a y de qué m a n era la ex-
I p an sió n rá p id a y la e x tra o rd in a ria tasa de m o v ilid ad
íj social y sus e fe cto s sobre la e x p erien cia de los in d i-
I v id u o s que la v iv ie ro n , c o n trib u y e ro n a c re a r cierto s
rasaos, a ctitu d es, ex p ectativ as de los arg en tin o s? ¿De
| que m a n era esta m ism a ex p erien c ia se d ife re n c ió e n
| los ' diversos e strato s y g ru p o s que c o m p o n e n la socie-
J : dad? ¿C óm o o c u rrió la asim ilación de esa e n o rm e m asa
in m ig ra to ria y, sobre to d o , se p u e d e h a b lar de asim i-
I la ció n , o b ie n de sincresis co n la fo rm a c ió n de nuevas
■| fo rm as cu ltu ra le s (e n sen tid o a n tro p o ló g ic o )? ¿Q ué o c u -
| r r ió —y o c u rre — con la p rim e ra , segu n d a o te rc e r a g e-
n e ra c ió n de inm igrantes? ¿C óm o re p e rc u tió la d e te n -
:J ció n del c re c im ie n to ; c u án d o se la p e rc ib ió y cóm o?
I ¿D e q u é m an era, p o r ú ltim o , estos c u a tro h e c h o s —que
;| . h em o s señalado co m o p eculiares del p ro c e so a rg e n tin o —
I se c o m b in a ro n co n las circ u n sta n c ias m ás g en erales del
| d e sa rro llo y la transición? N o s re fe rim o s aq u í a los
| dem ás fa c to re s, tales co m o el d e seq u ilib rio e n la tra n -
| sición e n tre las d ife re n te s re g io n e s del país, la in m i-
4 g ra c ió n m asiva del in te rio r o c u rrid a después de 1930,
l¡ la d e p en d e n c ia co n re sp e c to a países h eg em ó n ico s, la
:| p ersisten cia de e stru c tu ra s tra d ic io n a les y sus co n secu en -
j cias e n el o rd e n p o lític o y eco n ó m ico , y los dem ás
I elem en to s que son, sin duda, de e x tra o rd in a ria im p o r-
tan cia, p e ro q u e la A rg e n tin a c o m p a rte c o n m u c h o s
o tro s países de A m é ric a latin a y de o tra s re g io n e s del
| m undo.
1 ; E stas p re g u n ta s, p o r supuesto, n o son inéditas, mas a
306 G IN O GERM ANI
2. E T A PA S D E LA T R A N S IC IO N
1 . Régim en colonial.
2. Revolución y g u e rra s
de la in d e p e n d e n c ia
A. Sociedad tradicional (1810-1820).
Poca o ninguna modificación 3. A narquía, caudillismo,
del patrón tradicional. guerras civiles (1820-
1829).
4. A utocracia unificadora
(1829-1852).
B. D e m o c ra c ia representativa
con participación limitada
Comienzos de la transición ha
cia la sociedad industrial: inmi
gración masiva (de ultram ar); 5. O rganización n a c io n a l
integración en el m ercado m un (1853-1880).
dial (agricultura y ganadería)*, <5. G obiernos conservado
“movilización” de la población res-liberales (la “oligar
las zonas “centrales” (Bue quía” : 1880-1916).
nos Aires y L ito ra l); surgi
m iento de estratos medios u r
banos. Comienzos de industria
lización.
C. D e m o c ra c ia representativa
con participación ampliada
Integración inestable de la po
blación activa “movilizada” de 7. G o b ie rn o s ra d ic a le s
las zonas centrales al nivel de (1916-1930).
la participación “ampliada”, a
través del sistema de partidos
existente.
P O L IT IC A Y SO C IE D A D 307
3. EL M O V IM IE N T O IN D E P E N D E N T IS T A Y EL
FRA CA SO E N ESTA B LECER U N “E ST A D O
N A C IO N A L ” D E T IP O M O D E R N O
E l m o v im ie n to p o r la in d ep en d e n c ia estab a in sp ira d o
en los ideales d e l. ilum inism o y racionalism o d el siglo
xvm . Sus m odelos e ra n la R ev o lu ció n F ra n c e sa y m ás
aún la n o rte a m e ric a n a . M as si p o r u n lad o lo g ró c o n sti
tu ir a la antig u a co lo n ia en u n país in d e p e n d ie n te , p o r
o tro lad o fracasó en h a c e r de éste u n E s ta d o m o d e rn o ,
según sus ideales m ás apreciados. H a b ía varias razones
p a ra este fracaso . P ro b a b le m e n te ellas p u e d e n resu m irse
e n dos. P o r u n a p a rte existía u n a lim itació n —q u e p o d ría
m os lla m a r e s tru c tu ra l— al plan de re fo rm a s que esta
élite p o d ía llev ar a cabo. U n a lim itació n q u e se a rra i
gaba en su p ro p ia situación d e n tro de la e stru c tu ra
social, y su p ro p ia n atu ra lez a com o g ru p o social. La
d em o cracia a q u e aspiraban sólo p o d ría ser la d e m o c ra
cia lib eral, en la cual el e jercic io e fe ctiv o del p o d e r
estaría re s trin g id o a esa m ism a élite \ la p a rtic ip a c ió n
de los estrato s p o p u lares (necesarios, sin e m b a rg o , para
llevar a cab o el m o v im ie n to de in d e p e n d e n c ia ) debía
q u e d ar seriam en te lim itada ta n to desde el p u n to de vista
p o lítico , co m o en lo e co n ó m ico y social. D e esta lim i
tació n al alcance de las re fo rm as posibles d e riv ó u n a
irrem e d ia b le c o n tra d ic c ió n e n tre las p ro clam acio n es y
308 G INO GERMANI
4. T R A N S F O R M A C IO N D E LA E S T R U C T U R A
SOCIAL
L a g e n erac ió n q u e asum ió la ta re a de e rig ir la A rg e n
tin a en u n E sta d o n acional m o d e rn o era m u y consciente
de las c o n tra d ic c io n e s e n tre el racio n alism o in g en u o de
310 G IN O GERM ANI
C uadro 1
% P o b la c ió n xirbana (c e n tr o s 2 .0 0 0 A ñ os
y más h a b ita n te s )
'
27 1869
37 1895
53 1914
62 1947
65 1957
p ro d u c c ió n ag ro p e cu a ria , y a alcanza u n v o lu m e n re sp e
table en la p rim e ra d écad a del p re sen te siglo. A l m ism o
tie m p o los estrato s p o p u la re s de la a n tig u a so cied ad
—en g ra n p a rte ru ra le s— se v e n reem p lazad o s p o r u n
p ro le ta ria d o u rb a n o y u n a clase m ed ia en p ro c e so de
rá p id a expansión. A sí el esquem a “ b ip a rtito ” de la socie
d ad tra d ic io n a l (u n e stra to “ a lto ” d e tip o e stam en tal
versus u n e stra to “b a jo ” c o m p u esto p o r la m a y o ría de
la p o b la ció n , c o n u n e stra to “in te rm e d io ” de p o ca sig
n ifica ció n y u su alm en te id e n tific a d o c o n el e stra to a lto )
se su stitu y e en las áreas c en trale s p o r el esq u em a t r ip a r
tito (clase alta, m edia y p o p u la r) o, si se q u ie re , m u lti-
p a rtito , pues la d ife re n c iac ió n e n tre estrato s, esp ecialm en
te e n tre las ciudades, se vuelve b o rro sa y la e s tru c tu ra
asum e la im agen de u n a serie c o n tin u a d e posiciones
su p erp u esta s en la que la tra n sic ió n de u n a a o tra r e
su lta de d ifícil p e rc ep c ió n .
L a ap arició n de u n a clase m edia de v o lu m e n n u m é
ric o y significación e co n ó m ica y social su ficien te p a ra
in flu ir p o lític a m e n te aco n te c e en la A rg e n tin a e n tre
1869 y 1895, y ya desde la ú ltim a d écad a del siglo xix
se p re se n ta co m o u n g ru p o de g ra n im p o rta n c ia . P a ra
v a lo ra r c o rre c ta m e n te las cifras del C u a d ro 12 , es n e c e
sario re c o rd a r que en su m a y o ría se tra ta b a de clase
m edia u rb a n a , c o n c e n tra d a adem ás en la z o n a lito ral.
P o r lo ta n to , su peso e ra m a y o r ju sta m en te e n las áreas
que te n ía n u n papel c e n tra l en la vid a n acio n al. T a m b ié n
es esencial te n e r en c u e n ta los cam bios c u alitativ o s p r o
d u cid o s p o r la tra n sició n del p a tró n tra d ic io n a l a las
fo rm a s m ás m o d ern as. M ien tras la clase alta —las fa m i
lias tra d ic io n a les— re te n ía u n c o n tro l m u y am p lio del
se c to r a g ro p e c u a rio , la clase m edia, d u ra n te el p e río
d o de su p rim e ra fo rm a c ió n hasta co m ien zo s de siglo,
estaba c o n stitu id a so b re to d o p o r los h o m b re s que h a
b ía n im p u lsad o las actividades nuevas: e m p re sa rio s p e
q ueñ o s y m edios que c o n c e n tra b a n la a ctiv id ad c o m e r
cial y la n a cie n te in d u stria. T a m b ié n se fo rm ó u n a
re d u c id a clase m ed ia ru ra l —los cam p esin o s q u e lo g ra
ro n alguna p ro s p e rid a d y solidez e co n ó m ica — p e ro
Como y a se in d ic ó se tra tó de u n g ru p o m in o rita rio co n
re s p e c to a las m asas e x tra n je ra s in m ig rad as y a la p o b la
ció n ru r a l nativa. M ás ta rd e , en p a rtic u la r de 1910 en
ad elan te, el c re c im ie n to de la clase m ed ia se d eb erá
P O L IT IC A Y S O C IE D A D 3X 5
5. F IN D E LA D EM O C R A C IA L IM IT A D A Y
PA R T IC IPA C IO N PO LITICA D E LAS CLASES
M EDIAS
1910 9% 20%
v1916 30 % 64 %
1928 41 % 77 %
1936 48 % 73 %
1946 56 % 83 %
1958 78% 94 %
¡ La base de 20 años y más fue escogida no ya en virtud de
i; las variables disposiciones legales anteriores y posteriores a la
-i Ley Sáenz Peña, sino con el criterio de com parar la propor-
1 ción de participantes sobre el total de la población con ex-
pectativas a participar, una vez alcanzado cierto grado de
j movilización. El límite de 20 años es arbitrario, pero sola-
') m ente desde el punto de vista de la inform ación estadística.
318 G IN O GERM ANI
6 . LAS G R A N D E S M IG R A C IO N E S IN T E R N A S Y LA
IN T E G R A C IO N DE LOS E S T R A T O S PO PU L A R E S
p ro d u je ro n u n cam b io de g o b ie rn o , a tra v é s de u n a in
te rv e n c ió n m ilitar que, p o r p rim e ra vez en m u ch as d é
cadas, d e rrib ó u n g o b ie rn o c o n stitu cio n al. E ste m o v i
m ie n to —que ta m b ié n expresaba el n u e v o clim a p o lític o
in te rn a c io n a l c re a d o p o r el su rg im ie n to del fascism o en
E u ro p a — significó fu n d a m e n ta lm e n te el re to rn o de la
“ o lig a rq u ía ” desplazada del g o b ie rn o p o r la m a y o ría ra
dical. M as este “re to r n o ” n o p o d ía sig n ificar u n a v u elta
a la situ ació n p re té rita y el in te n to de e sta b le ce r u n
tip o de d e m o crac ia lim itad a en el que la p a rtic ip a c ió n
p o lític a estu v iera re strin g id a a ciertas clases, debía te
n e r significado y consecuencias m u y d istin to s de la ap a
re n te m e n te . análoga situ ació n de exclusión ex isten te m e
d io siglo antes. Ya n o se tra ta ría d e u n a ex clu sió n d e b i
da a la “ ausencia” o “ p a siv id ad ” de los secto res m enos
d e sa rro llad o s de la p o b la ció n , sino de la “ e x clu sió n ” p o r
m edios com pulsivos de estrato s y a p le n am en te “m o v iliza
d o s”. E l m ed io p rin c ip a l em p le ad o p o r estos g ru p o s ca
re n te s del a p o y o e le c to ra l n ecesario p a ra g o b e rn a r, fu e
el fra u d e sistem ático, p o r el cual, sin n e g a r fo rm a lm e n te
el e jercic io de los d e re ch o s ciud ad an o s, se im p ed ía la
m a n ifestació n e fe ctiv a de los m ism os y sus c o n se c u en
cias en c u a n to a la fo rm a c ió n del g o b ie rn o . L a lib e rta d
de p re n sa y de asociación fu e ro n a p ro x im a d am en te re s
petadas, así co m o o tro s aspectos fo rm ale s san cio n ad o s
p o r la C o n stitu c ió n ; p e ro la activ id ad de los sin d icato s
h alló m a y o re s y crecien tes d ificu ltad es, y este h ech o ,
ju n ta m e n te co n la fru s tra c ió n p ro d u c id a p o r el sistem á
tic o escam o teo de la v o lu n ta d p o p u la r en las e le c c io
nes, c re a ro n u n clim a de p ro fu n d o escep ticism o en la
m a y o ría , escepticism o que n o d e jó de estar in c lu id o
p o r la crisis g e n eral de las ideologías d e m o crática s d u
ra n te la d écad a del tre in ta . P o r lo dem ás, ta m p o c o los
p a rtid o s de la opo sició n e stu v ie ro n a la a ltu ra de su
m isión, ju sta m e n te en u n m o m e n to e n q u e se estaba
o p e ra n d o en el país u n a n u ev a e tap a en su d e sa rro llo
econ ó m ico -so cial.
E fe c tiv a m e n te , co m o u n a re p e rc u s ió n de las nuevas
c o n d icio n es creadas p o r la crisis m u n d ia l de X929, se
p ro d u je ro n e n la A rg e n tin a dos p ro ceso s co n v erg en te s:
p o r u n lad o se inició u n a n u ev a y decisiva fase de in
d u stria liz ac ió n ; p o r el o tro c o b ró u n ím p e tu in u sitad o
la u rb a n iz a c ió n , c o n la in m ig ra c ió n m asiva a las c iu d a
P O L IT IC A Y S O C IE D A D 323
C uadro 2
P o b la c ió n % in m ig ra d o s % in m igrad os In m ig r a c ió n
A ñ os to ta l d e l extranjero d e l in terio r d e l in terio r
( m ile s ) so b re to ta l sob re to ta l p r o m e d io
anual
1869 230 47 3
1895 783 50 8 8.000
1914 2.035 49 11
1936 3.430 36 12 83.000
1947 4.720 26 29
1957 6.370 22 36 96.000
L A I N T E G R A C I O N D E L A S M A S A S A L A V ID A .
P O L IT IC A Y E L T O T A L IT A R IS M O *
2. C O N D IC IO N E S PA R A LA IN T E G R A C IO N D E
LA S M ASAS A LA V ID A PO LITIC A
3. LA SE U D O SO L U C IO N T O T A L IT A R IA
Y E L C A SO A R G E N T I N O
E n la sociedad c o n te m p o rá n e a , c u alq u ier ré g im e n n e ce
sita p a ra ser d u ra d e ro del co n se n tim ie n to activ o o pa
sivo de las m asas (o , p o r lo m enos, de u n a p o rc ió n c o n
siderable de ellas). Y éstas lo c o n ce d e n c u an d o sien ten
que de algún m o d o son p a rte de la sociedad n acio n al,
o cu an d o , p o r lo m enos, n o se sien ten excluidas de ella.
E sto n o significa q u e n o se las p u e d a e n g añ a r o n e u
tralizar, L a h isto ria re c ie n te es en g ra n p a rte la h isto ria
de este en g añ o y n eu tra liz ac ió n . L a d iferen cia e n tre la
d e m o cracia —o lo que d eb ería ser la d e m o crac ia — y las
fo rm as totalitarias, resid e ju stam en te en el h e c h o de
que, m ie n tra s la p rim e ra in te n tá fu n d arse so b re una
p a rtic ip a c ió n g enum a, el to ta lita rism o u tiliza u n ersatz
de p a rtic ip a c ió n , c re a la ilusión en las m asas de q u e
ahora son ellas el e lem en to decisivo, el su je to activo,
e n la d ire c ció n de la cosa pública. Y so b re aquella p a r
te que q u ed a excluida hasta de esta seu d o p a rtic ip a ció n ,
lo g ra aplicar exitosam ente sus m ecanism os de n e u tra
lización.
E s v e rd a d que esa ilu sió n se lo g ra p o r m u y d ife re n
tes m edios en los d istin to s tipos de to talitarism o s. A
este re sp e c to el ré g im e n p ero n ista —que en v ario s as
p e cto s im p o rta n te s se d ife re n c ia de sus c o n g én eres eu
ro p eo s— c o n stitu y e u n e jem p lo del m a y o r in terés. C o m
p arém o slo p o r u n m o m e n to co n las fo rm as ‘‘clásicas”
del fascism o y el n a z is m o 4. M ien tras la base h u m an a
4 Si bien estos regím enes europeos constituyen los térm i
nos de com paración más usados co n respecto al peronism o,
no han faltado referencias al régim en soviético. Es innegable
la existencia de elem entos com unes en todos ellos; pero, por
otra parte, no escapará a nadie que, por su naturaleza y sig
nificado histórico presentan tam bién diferencias marcadas
que hacen más d ifícil (y estéril) una con fron tación directa.
336 G IN O G E R M A N I
4. L A IR R A C IO N A L ID A D D E L A S M A S A S E N EL
N A Z IF A S C IS M O Y E N EL P E R O N IS M O
p o p u la re s lo g ra ro n c o n el p e ro n ism o u n a conciencia
de su p ro p io significado co m o u n a c ate g o ría de g ran
im p o rta n c ia d e n tro de la vida nacio n al, capaz de e jer
c e r c ie rto p o d e río . Y esto o c u rrió so b re to d o p o rq u e
laé clases p o p u lares sentían que la co n q u ista del p o d e r
p o r el ré g im e n y su p e rm a n en c ia en él d e p en d ía de su
adhesión y de su activa p a rtic ip a c ió n , q u e e ra o b ra suya.
T o d a la c a rre ra ascen d en te del d ic ta d o r h asta la tom a
del p o d e r c o n stitu c io n a l e inclu so en los p rim e ro s años
de la p resid en cia, fu e m a rc a d a p o r n u m ero sas huelgas;
es d e c ir, m u ch as de las c o n q u istas o b re ra s de o rd e n ge
n e ra l, y asim ism o de las m e jo ra s lo g rad as c o n resp ecto
a d e term in a d as em presas p a rtic u la re s (q u e tie n e n un
sig nificado psicológico igual o m a y o r q u e los d erech o s
sancionados en leyes o co n v en io s d e c a rá c te r g e n eral)
fu e ro n lo g rad as p o r m ed io de lu ch as sindicales, au n q u e
esta vez el p o d e r del E sta d o se hallab a d e trá s d e los
o b re ro s en lu g ar de estar en c o n tra de ellos. R e c o rd e
m os a h o ra lo que re p re se n ta p a ra el o b re ro u n a huelga,
c o m o a firm a c ió n de su a u to n o m ía y de su v a lo r com o
ser s o c ia l10. L a ex periencia de h a b e r p a rtic ip a d o en
algunas huelgas triu n fa n te s b a jo el signo del p ero n ism o
b astaría p o r sí sola (e sp ecialm en te p a ra u n a m asa n o
a c o stu m b ra d a a e je rc e r sus d e re ch o s sin d icales) p a ra
d a rle la sensación de su p o d e río y d e su sig n ificad o y
a p o rte en los cam bios p o lítico s del país. P o r ú ltim o ,
está la ex p erien cia cru c ial del 17 de o c tu b re , m u y p ro n
to tra n s fo rm a d a en m ito y en la cu al la p a rtic ip a ció n
p o p u la r, au n q u e debió o rg an izarse, fue e x p erim en tad a
co m o ab so lu tam e n te e sp o n tán ea p o r los p articip an tes.
A este p ro p ó s ito vale la pena p o n e r en c la ro u n e rro r
b a stan te d ifu n d id o . Se c o m p ara a. m e n u d o el 17 de o c
tu b re co n la m a rc h a so b re R o m a (1922) o co n las ac
ciones análogas e n A lem ania. N a d a m ás eq u iv o cad o . L a
m a rc h a so b re R o m a , así co m o (e n o tra fo rm a ) la asu n
ció n del p o d e r p o r el nazism o fu e ro n o b ra de fo rm a
ciones p e rfe c ta m e n te m ilitarizadas, y en g ra n p a rte de
c a rá c te r p ro fesio n al o cuasi pro fesio n al. L os cu ad ro s p e r
m an en tes del fascism o estaban fo rm ad o s, n o y a p o r ciu
10 XJna huelga, refiere elocu entem ente Sim one W e il, signi
fica “ponerse de pie, tomar por fin la palabra. Sentirse hom bre
por algunos d í a s . . . ” O p. ctt*y pág. 169.
P O L IT IC A Y SO C IED A D 349
d ad an os q u e ejercía n n o rm a lm e n te sus o cu p acio n es y
adem ás d ed ica b a n su tie m p o lib re a la a ctiv id ad p o lítica,
sino p o r personas q u e se h a b ían ido p ro fesio n a liza n d o
en esos p e q u eñ o s e jército s p riv ad o s q u e e ra n las bandas
fascistas o nazis. E sta situ ació n n o c o m p re n d ía p o r su
p u esto a to d o s los afiliados, p e ro sí a aquellos q u e p a r
tic ip a b an h a b itu a lm e n te en las acciones.
C o n tra sta este c u a d ro c o n el que o b serv am o s en el
p ero n ism o : sus p a rtid a rio s e ra n tra b a ja d o re s y au n q u e
hab ía n u m ero so s agentes p rofesionales (lo s q u e, p o r
ejem p lo , p u d ie ro n o rg a n iz a r la m a rc h a del 17), su ca
ra c te rístic a fu e la d e p a rtic ip a c ió n e sp o n tá n e a o im p ro
visada, sin e n tre n a m ie n to ni disciplina, n i m u c h o m enos
o rg a n iz ac ió n m ilitarizad a. E sto s rasgos de e sp o n ta n e i
d ad e in m e d ia tez en la p a rtic ip a c ió n p o p u la r se re p ite n
en m u ch o s episodios que d e ja ro n sin d u d a u n a p ro fu n
da h u ella en el alm a p o p u la r. R e c o rd a m o s co m o u n
ejem p lo típ ic o la o cu p ac ió n de n eg o cio s y talleres a
fines del añ o 1945, p a ra lo g ra r el c u m p lim ie n to del d e
c re to so b re aguinaldo. T o d a s estas ex p erien cias c o n tri
b u y e ro n a fo tm a r en las clases p o p u la re s u n a c o n c ie n
cia b astan te c la ra dé sü p o d e r y significad o ; su a c titu d
n o era, co m o m u c h o s p re te n d e n , de a g ra d ec im ie n to al
d ic ta d o r p o r las “ dád iv as” (a u n q u e , p o r su p u esto , esta
clase de sen tim ien to s n o fa ltó en m u c h o s ), sino de o r-
g ü ilo p o r h a b er lo g ra d o (im p u e sto sería la p alab ra psi-
co lo g ic am e n te m as e x acta) sus d e re ch o s fre n te a la
clase p a tro n a l, y de h a b e r “ c o n q u ista d o el p o d e r”, se
g ú n los slogans de la p ro p a g a n d a oficial. N o so lam en te
las clases p o p u la re s a d q u irie ro n c o n cie n c ia de su fu e rz a
en esta o p o rtu n id a d , sino q u e a lca n z aro n esa u n id a d que
p a rtid o s a u té n tic a m e n te p ro le ta rio s en su tra d ic ió n y
p ro g ram a s jam ás h ab ían alcanzado. E l e le c to ra d o se
p o la riz ó según la línea de la d iv isión de clase, cosa q u e
n o había o c u rrid o n u n c a a n te rio rm e n te en el p a ís 1X.
D e p en d e de la p a rtic u la r filosofía p o lític a que se a d o p
te v a lo ra r positiva o n e g a tiv a m e n te esta circ u n sta n c ia;
sin e m b arg o , n o p u ed e n eg arse que' este h e c h o atesti
11 Esto, puede verse claram ente com parando las correla
ciones entre v o to p olítico y categoría ocupacional en las
eleccion es anteriores y posteriores a 1946. V éase G . G erm ani,
Estructura social de la Argentina. Buenos A ires, Raigal, 1955,
cap. X V I.
350 G IN O G E R M A N I
L A F A M IL IA E N T R A N S I C I O N E N L A
A R G E N T IN A #
1. A L G U N A S C A R A C T E R IST IC A S D EL PROCESO
las áreas p rin cip ales hacia las q u e d eb ería d irig irse en
el fu tu r o la in v estig ació n de este im p o rta n te asp ecto de
la so ciedad c o n tem p o rán e a .
L a A rg e n tin a p re c e d ió a los dem ás p a íse s la tin o a m e
rican o s e n el p ro c e so de tra n s fo rm a c ió n de la sociedad
tra d ic io n a l y su re e m p laz o p o r u n a e s tru c tu ra de tip o
in d u stria l-u rb a n o . D e este trá n sito se h a n c u m p lid o al
gu n as etapas, y es im p o rta n te su b ra y a r q u e la m a y o ría
d e los índices de d esarro llo e co n ó m ico la c o lo ca n en
u n a situ ació n in te rm e d ia e n tre los países q u e re c ié n
están in ic ia n d o el p ro c e so d e los q u e y a se clasifican
e n tre las naciones ‘d esarro llad as”. E s ta situ ació n in te r
m ed ia es tam b ié n el re fle jo d el desigual d esa rro llo p re
sen tad o p o r las d ife re n te s re g io n e s d e n tro de la A r
g en tin a : señalam os aq u í el n o ta b le c o n tra ste e n tre el
área m e tro p o lita n a d el G ra n B uenos A ires, altam en te
in d u strializad a, y q u e c o n c e n tra la te rc e ra p a rte del
to ta l de sus h ab itan tes, la re g ió n d el lito ral, q u e in c lu y e
la m a y o ría de las g ran d es ciudades, au n q u e su g ra d o de
in d u stria liz ac ió n es co n sid e ra b le m en te in fe rio r al nivel
de u rb a n iz ac ió n allí re g istra d o , y p o r fin o tra s reg io n es
ru ra le s y p o c o desarro llad as ta n to eco n ó m ica m e n te c o
m o desde el p u n to de vista del tip o de o rg an izació n
social. E n la A rg e n tin a , esta asincronía del d esarro llo
se da ta m b ié n en o tro s niveles: e n tre d ife re n te s g ru p o s
sociales, o in stitu cio n es, o c o n ju n to s de a ctitu d es e
ideologías; coexisten así en el m ism o m o m e n to , n o sólo
zonas desigualm en te “ desarro llad as” sino ta m b ién g ru
pos sociales, in stitu cio n es o p a rte s de éstas, actitu d es,
m o tiv aciones, ideologías, q u e ta m b ié n p u e d en co n sid e
rarse —c o n m u c h a re se rv a — co m o d esigu alm en te “ des
a rro llad as”. E s n ecesario fo rm u la r aq u í u n a a d v e rte n
cia. E sta te rm in o lo g ía p a re ce im p lic a r el em p leo de u n
esquem a ríg id o y u n ifo rm e de d esarro llo , p o r el cual
existirían “etap as” idénticas a re c o rre r, y p o r lo ta n to ,
en caso de asincronía, coexistencia de secto res c o rre s
pon d ientes a “ etapas” d ife re n te s de u n m ism o pro ceso
u n ifo rm e. C om o es b ien sabido, n o es este el caso. Las
regiones que h o y d enom inam os su b d esarro llad as d e n tro
de la A rg e n tin a , n o re p ro d u c e n las etapas p re té rita s p o r
las que p asaro n las zonas h o y “ d esarro llad as” ; n o son
aquéllas u n re fle jo fiel de la sociedad “tra d ic io n a l” sino
que h a n ex p erim en tad o el im p acto de m u c h o s facto res
356 G IN O G E R M A N I
C uadro 1
Algunos índices dem ográficos en relación con los
cambios en la estructura social y el proceso de
urbanización , 1869 - 19SI.
1.000 habitantes
Analfabetos por
de 14 a 49 años
: años por cada
na (% sobre po
Niños de 0 a 5
Población urba
Estratos ocupa-
donales medios
% de la pobla-
nos, empleados,
¡ ción activa en
y altos (patro
profesionales y
1.000 mujeres
(2.000 y más
blación total)
personas por
Promedio de
| actividades
habitantes)
similares)
primarías
Años
familia
C uadro 2
M iem bros de la . familia según su posición dentro de la
misma . Cifras p o r cada 100 familias de cada zona. 1941 .
Zonas urbanas Zonas rurales
---------;...---- --- — -------------- —..... ...............
subdesarrollada
Zona rural de
una provincia
Buenos Aires
demás zonas
zonas rurales
P o s ic ió n o status d e los
MIEMBROS DE i.AS UNIDADES
Todas las'
Todas las
Zona de
FAMILIARES
urbanas
2. LA FAM ILIA R U R A L
E l im p acto de la in m ig rac ió n e x tra n je ra y de las tra n s
fo rm acio n es económ icas del a g ro arg e n tin o o p e ró de
m an era c o n tra d ic to ria sobre la org an izació n fam iliar.
Si bien en el c o n ju n to te n d ie ro n a d islocar la e s tru c tu
ra tra d ic io n a l, tam b ién tu v ie ro n algunos efecto s e n sen
tid o c o n tra rio .
T e n e m o s, p o r u n a p a rte , la in m ig rac ió n cpae se d i
rig e al cam p o y fo rm o la b a se ,d e la expansión ag ríco la
en el país. Se tra ta b a de u n a po b lació n de o rig en ru ra l,
nativa de países latinos, p o rta d o ra de fo rm as fam iliares
tam bién de tip o tra d ic io n a l, cualesquiera que fu e ra n las
diferencias e n tre los distin to s g ru p o s nacionales q u e las
in te g ra b an . P re sc in d ie n d o de los fen ó m en o s d eso rg a-
nizativos que aco m p añ an to d o p ro ceso m ig ra to rio —y
que p ro b a b le m en te a fe c ta ro n sobre to d o a las ciudades
y no a esta in m ig rac ió n ru ra l— tales in m ig ran te s te n
d iero n a re p ro d u c ir en las zonas en que se estab leciero n
sus pro p io s tipos fam iliares: g ra n d e s núcleos, c en trad o s
en la a u to rid a d p a tern a y relativ a su b o rd in a ció n d e la
m u je r, caracterizad o s a m e n u d o p o r la co n v iv en cia de
varias generaciones: los hiios, co n sus esposas y des
cendientes. T a y l o r 1 to d av ía a lre d e d o r de 1941, p u d o
1 C. C. T aylor, Rural Life in Argentina, Baton R ouge,
Louisiana, State University Press, 1948, cap. XIII.
P O L IT IC A Y SOCIEDAD 359
o b serv ar varios ejem plos de estas fam ilias en distintas
p artes del país. O tr o fa c to r q u e c o n trib u y ó , y acaso
to d av ía c o n trib u y a , a o to rg a r c ie rta fu n cio n alid ad a u n a
fam ilia de tip o tra d ic io n a l es el aislam iento social y fí
sico en que suele hallarse la fam ilia ru r a l y q u e h ace
de ésta u n m ed io insu stitu ib le de c o n ta c to in te rp e rs o
nal. A uncjue en ép o ca m ás re c ie n te los m edios de c o
m u n icació n de m asas —sobre to d o la ra d io — h an su p e
ra d o este aislam iento, n o p arece h a b er d u d a de que se
tra ta .de u n fa c to r to d av ía o p erativ o .
A l lado de estos elem entos que c o n trib u y e ro n a r e
fo rz a r u n tip o de fam ilia n u m ero sa, o rie n ta d a h acia v a
lo res m ás tradicionales, h a y q u e señalar ah o ra u n a serie
de elem entos q u e o b ra ro n —y o b ra n — e n sen tid o c o n
tra rio .
E n p rim e r lu g ar, la m ism a ra d ic a c ió n de in m ig ran tes
ex tra n jero s en áreas ru rales, p ro d u jo , cu an d o el p ro ceso
alcanzó su m ás elevada in ten sid ad , cierto s efecto s que
sin d u d a c o n trib u y e ro n a dislocar el p a tró n tra d ic io n a l
e n la po b lació n n a tiv a en sus estrato s m ás pobres. E n
efe cto , al m ism o tie m p o que los in m ig ran tes e x tra n je
ro s se estab leciero n en las zonas ru rales, u n a c ie rta p ro
p o rc ió n de sus antiguos resid en tes nativ o s em igraba h a
cia las ciudades. A sí c o n trib u ía n a a u m en tar la p o b la
ció n u rb a n a —sobre to d o en las ciudades in term ed ias— 2
y p u e d e suponerse que este p ro ceso re p e rc u tió en su
vid a fam iliar, o rig in a n d o u n g ra d o de d eso rg an izació n
im posible de evaluar co n los datos existentes.
A l m ism o tie m p o , e n las zonas ru rales, o p e ra b an y
siguen o p e ra n d o o tro s fa c to re s que tie n d e n a dislor
c a r la o rg an izació n fam iliar. E n p rim e r lu g ar debe r e
c o rd a rse que el d esarro llo a g ro p e c u a rio y el po b lam ien -
to de las vastas reg io n es deshabitadas del país n o se
realizó p o r m ed io de u n a v e rd a d e ra “c o lo n izació n ”, en
la que ios in m ig ran tes e x tra n je ro s o los cam pesinos n a
tiv o s p u d ie ra n fijarse de m a n e ra d u rab le a trav és de la
p ro p ie d a d de la tie rra en que tra b a jab a n . Sólo u n a m i
n o ría de los cam pesinos lo g ró dicha p ro p ie d a d ; p ara la
m a y o ría se tra tó de o tra s fo rm as de ten en c ia de la tie
rra , p a rtic u la rm e n te el a rrie n d o y la ap arcería. A d em ás,
a u n e n tre los p ro p ie ta rio s del m in ifu n d io , el descenso
2 G . Germani, El proceso de urbanización en la Argentina,
Buenos Aires, Instituto de Sociología, 1958.
360 G IN O G E R M A N I
C uadro 3
Tamaño de la familia y actitudes hacia el control de
nacimientos en grupos de familias obreras de análogo
nivel económico-social, nativas de la ciudad} o inmigradas
con distinta antigüedad de residencia urbana. 1958.
i/a* t ,
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1
PO LITIC A Y SOCIEDAD 365
fenóm eno. C om o es sabido, desde hace aproxim ada
m ente 20 años —según los países— se ha p ro d u cid o un
rep u n te en las tasas de natalidad, y parecería que dicha
tendencia es pronunciada sobre to d o en las clases m e
dias urbanas (es decir en las categorías que habían inicia
do el m ovim iento de descenso en la natalidad y estaban
alcanzando el m ínim o). A h o ra bien, en la A rg e n ti
na, en la zona del G ra n Buenos A ires parece m ani
festarse, aproxim adam ente desde 1936, u n fenóm eno
idéntico, m ientras que, com o se ha visto, ha continuado
el proceso de difusión de las prácticas anticonceptivas
en la s clases populares, y p o r lo tan to su reducción.
E l aum ento de la natalidad de las clases medias- se
debería, más que a u n a dism inución en la edad de m a
trim onio, a u n aum ento en el tam año de la fam ilia ideal:
desde 1936 en adelante en las familias de esta clase au
m enta la frecuencia de las que cuentan con 2, 3 ó 4
hijos, dism inuyen las familias sin hijos o con u n solo
hijo, m ientras que, p o r o tra p arte, las familias de m u
chos hijos (cinco, seis o m as) siguen bajando. Estas
com probaciones se basan sobre com paraciones socio
lógicas d e n tro de la ciudad de Buenos A ires, y sólo p e r
m iten analizar el hecho en sus rasgos más generales Se
necesitarían investigaciones especiales para con firm arlo
y describirlo de m anera adecuada.
L os hechos señalados hasta aquí p erm iten fo rm u lar
la hipótesis de que en la A rg en tin a la fam ilia ha ido
experim entando transform aciones sucesivas com parables
a las registradas en otros países de O ccid en te y que,
sim plificando al extrem o, podría describirse de acuerdo
con el esquem a que figura en la página siguiente.
D e acuerdo con ese esquem a, en la A rg en tin a, en la
actualidad existirían varias regiones y g ru p o s sociales
que se hallarían en distintos puntos de la transición.
E llo parecería sobre to d o aplicarse a la zona m e tro p o
litana de Buenos A ires, donde se en cu en tran al lado de
los grupos que ^ya han alcanzado u n extrem o del proceso,
otros que recien lo inician co n su llegada a la ciudad.
C om o es obvio, se trata de un m odelo p u ram en te con
jetural y se carece de datos que p erm itan p o r ahora
C uadro 4
Familias obreras nativas de la ciudad y familias
inmigradas desde zonas rurales y semirrurales
del interior, de igual nivel económico-social y
diferente antigüedad de residencia.
Organización de la familia. Buenos Aires, 1958.