Ante las diversas violencias y nuevas formas de opresión machista que
invisibiliza, estigmatiza y deshumaniza a las mujeres de múltiples cuerpas, formas de sentir, pensar, hacer y ser, nosotras, feministas por la locura, nos organizamos y atrevemos a compartir nuestra palabra para nombrar al poder heteropatriarcal, capitalista y colonial en el campo de la salud mental, nombrar su maquinaria y su ejercicio histórico de disciplinamiento contra nuestras cuerpas, mentes y subjetividades, a través de las ciencias médicas, particularmente de la psiquiatría y la psicología, bajo el precepto de la normalidad.
Abrimos esta ventana virtual para confrontar la institucionalidad
hegemónica que rige la atención de la salud mental en el Perú. Una institucionalidad tradicionalmente patriarcal, expresada en la formación e implementación de una psiquiatría y psicología conservadoras, que estigmatizó a las mujeres como “histéricas, locas y dependientes”. Estas ciencias han contribuido a que se nos nieguen: el habla, nuestra condición de individuas, nuestra dignidad y nuestros derechos, como nuestro derecho a una atención humana, intercultural y despatriarcal a nuestra salud mental. De esas ciencia nosotras no somos parte. Esa gestión de la salud mental no es nuestra vocación. Esa psicología no nos representa. Otra psicología es posible. Ahora nos vemos entre nosotras, nos reconocemos, acompañamos y abrazamos cuerpa a cuerpa. Reivindicamos nuestra voz, nuestros saberes y prácticas ancestrales y autogestivas de atención y acompañamiento, de terapia y sanación. Nos hacemos voces histéricas porque creemos en la multiplicidad de las cuerpas, mentes y subjetividades, en el vínculo sanador y creador en nosotras, en la sororidad para el duelo, los dolores y los afectos. Porque queremos contar “la otra parte del cuento”, la siempre silenciada. Porque nos reconocemos únicas, dispersas y diversas, pero tratando de estar juntas. Nos reconocemos parte de los territorios vivos que habitamos junto a lxs nuestrxs. Somos parte de nuestros pueblos, con quienes hemos aprendido desde tiempos ancestrales, entendimientos y prácticas de salud, no mercantiles, que respetan, cuidan y valoran la diversidad y la relación armoniosa con la naturaleza.
Reconocemos que somos parte de un legado, han sido nuestras ancestras,
abuelas curanderas, brujas, mujeres estigmatizadas y profesionales con vocación emancipadora, las que nos han dejado la fuerza de un camino largo de resistencia. Aquí estamos porque deseamos afirmar este legado y seguir rompiendo las cadenas. Porque sabemos que la locura y la histeria fueron creadas y difundidas como armas del sistema para explotarnos, disciplinarnos, ningunearnos y violentarnos; por ello, nos afirmarnos como locas, brujas e histéricas frente a este sistema que nos quiere: “saludablemente patriarcales e individualistas, productivas, competitivas y exitosas para el mercado, calladas y cómplices, y si no, empastilladas a la fuerza, encerradas o muertas cuando osamos salir de su modelo de salud”. Desde hoy empezamos a compartirnos como voces histéricas, como feministas por la locura, para hablar de salud mental, de sanación y brujerías, de feminismos, de educación para la emancipación, de las violencias heteropatriarcales, capitalistas, coloniales; y de todo lo que nos roba la felicidad, explota nuestra energía vital y acalla nuestra dignidad. Nos invitamos todas a tratar nuestra salud mental en comunidad, con sororidad, con ética libertaria, con intuición y magia ancestral, y por eso, anunciamos que pronto abriremos espacios de diálogo, reflexión, sanación y construcción colectiva de forma virtual y física.
¡La salud mental feminista la cultivamos todas!
¡La normalización es política de muerte! ¡La diversidad es vida y es nueva humanidad!
¡No es trastorno, es machismo!
¡El patriarcado nos mata! ¡Los feminismos nos liberan y sanan!
¡La locura es nuestra lucha!
Buena vida,
Voces Histéricas.
NOTA.- Pronto abrimos nuestra página, una propuesta desde nuestros
feminismos diversos, disidentes y locos, si te resuena voces histéricas, súmate. Si no te gusta, aceptamos tus críticas constructivas y fundamentadas, pero no restes. No te desgastes en insultos, nuestros mecanismos de defensa colectiva virtual serán activados con salud.