Se puede emplear el fenómeno de histéresis para producir par mecánico. En su
forma más simple, el rotor de un motor de histéresis es un cilindro de acero magnéticamente duro, sin devanados ni dientes. Se coloca dentro de un estator ranurado que tiene devanados distribuidos diseñados para producir, hasta donde sea posible, un flujo distribuido senoidalmente en ele espacio, porque las ondulaciones en la onda de flujo aumentan mucho las pérdidas. En los motores monofásicos los devanados del estator son en general del tipo de fase dividida con capacitor permanente. Se escoge el capacitor para que se tengan condiciones bifásicas aproximadamente balanceadas en los devanados del motor. Entonces el estator produce un campo rotatorio, de forma aproximadamente constante, y que gira ala velocidad sincrónica.
Las condiciones magnéticas instantáneas en el entrehierro y rotor se muestran
en la figura, para un estator de dos polos. El eje SS’ de la onda de fuerza magnetomotriz del estator gira a velocidad sincrónica. Debido a la histéresis, la magnetización del rotor está retrasada con respecto a la onda de fuerza magnetomotriz que la induce, y por lo tanto el eje RR’ de la onda de flujo del rotor esta retrasada con respecto a la onda de fuerza magnetomotriz del estator por un ángulo de retraso. Si el rotor esta inmóvil, el par de arranque se produce en forma proporcional al producto de las componentes fundamentales de la fuerza magnetomotriz del estator y del flujo del rotor, y el seno del ángulo del par. A continuación el rotor se acelera si el par de la carga es menor al par desarrollado por el motor. Siempre que el rotor gira a una velocidad menor que la sincrónica, cada punto del rotor se sujeta a un ciclo repetitivo de histéresis a la frecuencia de deslizamiento. Mientras se acelera el rotor, el ángulo de retraso permanece constante si el flujo es constante, porqué dicho ángulo depende solo del ciclo de histéresis del rotor y es independiente de la velocidad a la cual se recorre el ciclo. Por lo tanto, el motor desarrolla par constante hasta la velocidad sincrónica, como se muestra en la curva característica par-velocidad idealizada. Esta particularidad es una de las ventajas del motor de histéresis. En contraste con los motores de reluctancia, que deben hacer “saltar” a su carga en sincronismo basándose en una curva característica par-velocidad del motor de inducción, un motor de histéresis puede sincronizar cualquier carga que pueda acelerar, sin importar que tan grande sea la inercia. Después de alcanzar el sincronismo, el motor continúa trabajando a la velocidad sincrónica y ajusta su ángulo de par para desarrollar ese par que necesita la carga.
El motor de histéresis de por sí es silencioso y produce una rotación uniforme
de su carga. Además, el rotor toma el mismo número de polos que el campo del estator. El motor se presta a funcionamiento a varias velocidades sincrónicas cuando el estator se devana con varios conjuntos de bobinas y se usan conexiones para cambiar los polos. El motor de histéresis puede acelerar y sincronizar cargas de alta inercia debido a que su par es uniforme desde el reposo hasta la velocidad sincrónica.