Está en la página 1de 6

Arquitectura virreinal peruana

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Catedral del Cuzco de estilo barroco mestizo del plateresco xiloformo.


La arquitectura virreinal peruana, desarrollada en el Virreinato del Perú entre
los siglos XVI y XIX, se caracterizó por la importación y adaptación de los
estilos arquitectónicos europeos a la realidad peruana, produciendo como
resultado una arquitectura original.

El uso de sistemas constructivos como la quincha, las ornamentaciones de


iconografía andina y soluciones con formas inéditas confieren a la arquitectura
virreinal peruana una identidad propia.

Índice
1 Estilo renacentista
2 Estilo barroco
2.1 Estilo barroco churrigueresco
2.2 Estilo barroco francés o rococó
3 Estilo neoclásico
4 Véase también
5 Bibliografía
Estilo renacentista

Catedral de Lima con portada central de estilo renacentista y torres de definido


estilo neoclásico.

Fachada de estilo barroco del Palacio de Torre Tagle, con artísticos balcones
de estilo mudéjar.

Capilla Central, de estilo neoclásico y de forma octogonal, del Cementerio


Presbítero Matías Maestro.
En los primeros momentos de la colonia se desarrolló el llamado estilo
renacentista, que en Europa se había producido siguiendo la corriente del
renacimiento italiano. Este estilo se caracterizó por el empleo de adornos y
filigranas que hacían desaparecer las líneas arquitectónicas dándole al edificio
la semejanza de un trabajo de cincelado de platería, de ahí el nombre de
plateresco y donde se confunde el arte gótico, el arábigo y el románico de la
época colonial, desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. Son
magníficas muestras de éste estilo en Lima las portadas de la Catedral de Lima
y de la Casa de Pilatos. En Ayacucho la portada de las iglesias de San
Francisco y La Merced.

Estilo barroco
El barroco se distinguió y caracterizó por su recargada ornamentación, de
líneas predominantemente curvas, que daban un aspecto de libre movimiento.
Predominaron los elementos decorativos en las columnas, pilastras (columnas
embebidas), cornisas, además de una modificación de las formas clásicas; las
columnas griegas pierden su pureza al retorcerles, como gruesas serpientes,
sus fustes hasta formar la columna salomónica y los adornos adquirieron gran
exuberancia.

Un elemento característico de éste estilo es el almohadillado que aparece en


los muros de la Basílica y Convento de San Francisco de Lima. Este estilo
predominó desde mediados del siglo XVII hasta fines del siglo XVIII. Dio origen
al churrigueresco y rococó. Son representativas muestras del barroco en Lima,
el Palacio de Torre Tagle, las iglesias de San Francisco y San Marcelo. En
Cuzco la Catedral del Cuzco (barroco mestizo), las iglesias de Santo Domingo
y San Sebastián. En Arequipa la Iglesia de la Compañía.

Estilo barroco churrigueresco


Fue la forma más recargada del barroco y se distinguió por el empleo
complicado y caprichoso de los adornos en forma exagerada, su propugnador
fue un arquitecto español llamado José Benito de Churriguera. Son magníficas
muestras de este estilo en Lima la fachada de las iglesias de Nuestra Señora
de la Merced y San Agustín.

Estilo barroco francés o rococó


En el siglo XVIII, con la introducción de la dinastía francesa de los Borbones,
llegó a España este estilo que se caracterizó por los balcones que no son
redondeados, la disminución de los adornos en la ornamentación en las
columnas (estas son menos retorcidas), sin dejar las características propias del
barroco que son el empleo de las líneas curvas y ondulantes.
Son características del estilo rococó la Quinta de Presa, la Casa de Larriva
(fachada en estilo rococó pero granadino), la Casa de las Trece Monedas
(fachada en estilo rococó limeño), la Casa de Osambela y el Paseo de Aguas,
todas ubicadas en Lima.

Estilo neoclásico
A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX llegó el estilo llamado
neoclásico, que se caracterizó por el predominio de una tendencia hacia el
retorno de los estilos clásicos de la arquitectura greco-romana (empleo de
columnas románicas con capiteles corintios y sin ninguna ornamentación,
líneas rectas y sencillez en las mismas, además de frontis triangular).

Era pues, una reacción contra el barroco.


Son magníficas muestras de este estilo el
altar mayor y las torres de la Catedral de
Lima, la fachada de la Basílica y
Convento de San Pedro, el altar mayor
de la Basílica y Convento de San
Francisco, las pilastras de la Casa de
Osambela, la fachada del Fuerte de
Santa Catalina y el Cementerio
Presbítero Matías Maestro. Arquitectura
virreinal peruana
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Catedral del Cuzco de estilo barroco mestizo del plateresco xiloformo.


La arquitectura virreinal peruana, desarrollada en el Virreinato del Perú entre los
siglos XVI y XIX, se caracterizó por la importación y adaptación de los estilos
arquitectónicos europeos a la realidad peruana, produciendo como resultado una
arquitectura original.
El uso de sistemas constructivos como la quincha, las ornamentaciones de iconografía
andina y soluciones con formas inéditas confieren a la arquitectura virreinal peruana una
identidad propia.

Índice
[ocultar]

 1Estilo renacentista
 2Estilo barroco
o 2.1Estilo barroco churrigueresco
o 2.2Estilo barroco francés o rococó
 3Estilo neoclásico
 4Véase también
 5Bibliografía

Estilo renacentista[editar]

Catedral de Lima con portada central de estilo renacentista y torres de definido estilo neoclásico.

Fachada de estilo barroco del Palacio de Torre Tagle, con artísticos balcones de estilo mudéjar.
Capilla Central, de estilo neoclásico y de forma octogonal, del Cementerio Presbítero Matías
Maestro.

En los primeros momentos de la colonia se desarrolló el llamado estilo renacentista, que


en Europa se había producido siguiendo la corriente del renacimiento italiano. Este estilo
se caracterizó por el empleo de adornos y filigranas que hacían desaparecer las líneas
arquitectónicas dándole al edificio la semejanza de un trabajo de cincelado de platería, de
ahí el nombre de plateresco y donde se confunde el arte gótico, el arábigo y
el románico de la época colonial, desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. Son
magníficas muestras de éste estilo en Lima las portadas de la Catedral de Lima y de
la Casa de Pilatos. En Ayacucho la portada de las iglesias de San Francisco y La Merced.

Estilo barroco[editar]
El barroco se distinguió y caracterizó por su recargada ornamentación, de líneas
predominantemente curvas, que daban un aspecto de libre movimiento. Predominaron los
elementos decorativos en las columnas, pilastras (columnas embebidas), cornisas,
además de una modificación de las formas clásicas; las columnas griegas pierden su
pureza al retorcerles, como gruesas serpientes, sus fustes hasta formar la columna
salomónica y los adornos adquirieron gran exuberancia.
Un elemento característico de éste estilo es el almohadillado que aparece en los muros de
la Basílica y Convento de San Francisco de Lima. Este estilo predominó desde mediados
del siglo XVII hasta fines del siglo XVIII. Dio origen al churrigueresco y rococó. Son
representativas muestras del barroco en Lima, el Palacio de Torre Tagle, las iglesias de
San Francisco y San Marcelo. En Cuzco la Catedral del Cuzco (barroco mestizo), las
iglesias de Santo Domingo y San Sebastián. En Arequipa la Iglesia de la Compañía.
Estilo barroco churrigueresco[editar]
Fue la forma más recargada del barroco y se distinguió por el empleo complicado y
caprichoso de los adornos en forma exagerada, su propugnador fue
un arquitecto español llamado José Benito de Churriguera. Son magníficas muestras de
este estilo en Lima la fachada de las iglesias de Nuestra Señora de la Merced y San
Agustín.
Estilo barroco francés o rococó[editar]
En el siglo XVIII, con la introducción de la dinastía francesa de los Borbones, llegó
a España este estilo que se caracterizó por los balcones que no son redondeados, la
disminución de los adornos en la ornamentación en las columnas (estas son menos
retorcidas), sin dejar las características propias del barroco que son el empleo de las
líneas curvas y ondulantes.
Son características del estilo rococó la Quinta de Presa, la Casa de Larriva (fachada en
estilo rococó pero granadino), la Casa de las Trece Monedas (fachada en estilo rococó
limeño), la Casa de Osambela y el Paseo de Aguas, todas ubicadas en Lima.

Estilo neoclásico[editar]
A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX llegó el estilo llamado neoclásico, que se
caracterizó por el predominio de una tendencia hacia el retorno de los estilos clásicos de
la arquitectura greco-romana (empleo de columnas románicas con capiteles corintios y sin
ninguna ornamentación, líneas rectas y sencillez en las mismas, además de frontis
triangular).
Era pues, una reacción contra el barroco. Son magníficas muestras de este estilo el altar
mayor y las torres de la Catedral de Lima, la fachada de la Basílica y Convento de San
Pedro, el altar mayor de la Basílica y Convento de San Francisco, las pilastras de la Casa
de Osambela, la fachada del Fuerte de Santa Catalina y el Cementerio Presbítero Matías
Maestro.

También podría gustarte