Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Índice
1 Estilo renacentista
2 Estilo barroco
2.1 Estilo barroco churrigueresco
2.2 Estilo barroco francés o rococó
3 Estilo neoclásico
4 Véase también
5 Bibliografía
Estilo renacentista
Fachada de estilo barroco del Palacio de Torre Tagle, con artísticos balcones
de estilo mudéjar.
Estilo barroco
El barroco se distinguió y caracterizó por su recargada ornamentación, de
líneas predominantemente curvas, que daban un aspecto de libre movimiento.
Predominaron los elementos decorativos en las columnas, pilastras (columnas
embebidas), cornisas, además de una modificación de las formas clásicas; las
columnas griegas pierden su pureza al retorcerles, como gruesas serpientes,
sus fustes hasta formar la columna salomónica y los adornos adquirieron gran
exuberancia.
Estilo neoclásico
A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX llegó el estilo llamado
neoclásico, que se caracterizó por el predominio de una tendencia hacia el
retorno de los estilos clásicos de la arquitectura greco-romana (empleo de
columnas románicas con capiteles corintios y sin ninguna ornamentación,
líneas rectas y sencillez en las mismas, además de frontis triangular).
Índice
[ocultar]
1Estilo renacentista
2Estilo barroco
o 2.1Estilo barroco churrigueresco
o 2.2Estilo barroco francés o rococó
3Estilo neoclásico
4Véase también
5Bibliografía
Estilo renacentista[editar]
Catedral de Lima con portada central de estilo renacentista y torres de definido estilo neoclásico.
Fachada de estilo barroco del Palacio de Torre Tagle, con artísticos balcones de estilo mudéjar.
Capilla Central, de estilo neoclásico y de forma octogonal, del Cementerio Presbítero Matías
Maestro.
Estilo barroco[editar]
El barroco se distinguió y caracterizó por su recargada ornamentación, de líneas
predominantemente curvas, que daban un aspecto de libre movimiento. Predominaron los
elementos decorativos en las columnas, pilastras (columnas embebidas), cornisas,
además de una modificación de las formas clásicas; las columnas griegas pierden su
pureza al retorcerles, como gruesas serpientes, sus fustes hasta formar la columna
salomónica y los adornos adquirieron gran exuberancia.
Un elemento característico de éste estilo es el almohadillado que aparece en los muros de
la Basílica y Convento de San Francisco de Lima. Este estilo predominó desde mediados
del siglo XVII hasta fines del siglo XVIII. Dio origen al churrigueresco y rococó. Son
representativas muestras del barroco en Lima, el Palacio de Torre Tagle, las iglesias de
San Francisco y San Marcelo. En Cuzco la Catedral del Cuzco (barroco mestizo), las
iglesias de Santo Domingo y San Sebastián. En Arequipa la Iglesia de la Compañía.
Estilo barroco churrigueresco[editar]
Fue la forma más recargada del barroco y se distinguió por el empleo complicado y
caprichoso de los adornos en forma exagerada, su propugnador fue
un arquitecto español llamado José Benito de Churriguera. Son magníficas muestras de
este estilo en Lima la fachada de las iglesias de Nuestra Señora de la Merced y San
Agustín.
Estilo barroco francés o rococó[editar]
En el siglo XVIII, con la introducción de la dinastía francesa de los Borbones, llegó
a España este estilo que se caracterizó por los balcones que no son redondeados, la
disminución de los adornos en la ornamentación en las columnas (estas son menos
retorcidas), sin dejar las características propias del barroco que son el empleo de las
líneas curvas y ondulantes.
Son características del estilo rococó la Quinta de Presa, la Casa de Larriva (fachada en
estilo rococó pero granadino), la Casa de las Trece Monedas (fachada en estilo rococó
limeño), la Casa de Osambela y el Paseo de Aguas, todas ubicadas en Lima.
Estilo neoclásico[editar]
A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX llegó el estilo llamado neoclásico, que se
caracterizó por el predominio de una tendencia hacia el retorno de los estilos clásicos de
la arquitectura greco-romana (empleo de columnas románicas con capiteles corintios y sin
ninguna ornamentación, líneas rectas y sencillez en las mismas, además de frontis
triangular).
Era pues, una reacción contra el barroco. Son magníficas muestras de este estilo el altar
mayor y las torres de la Catedral de Lima, la fachada de la Basílica y Convento de San
Pedro, el altar mayor de la Basílica y Convento de San Francisco, las pilastras de la Casa
de Osambela, la fachada del Fuerte de Santa Catalina y el Cementerio Presbítero Matías
Maestro.