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EL TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA PERSONALIDAD

3.1. Definición.- se caracteriza por las grandes dificultades que tiene una persona
para establecer y mantener una estrecha relación con los demás. Alguien con
trastorno esquizotípico puede sentir un malestar extremo con las relaciones
interpersonales de todo tipo, y por lo tanto no tiene capacidad para mantenerlas.
Una persona con este trastorno por lo general presenta distorsiones cognitivas y/o
perceptivas, así como importantes excentricidades en su comportamiento
cotidiano.

3.2. Características.- Las personas con trastorno esquizotípico a menudo tienen


ideas de referencia (por ejemplo, hacen interpretaciones incorrectas sobre
incidentes ocasionales y eventos externos, como pensar que tienen un significado
particular e inusual específico para su persona). Las personas con este trastorno
pueden ser extremadamente supersticiosas o preocupadas por los fenómenos
paranormales de una forma poco aceptada socialmente.

Suelen haber tratamiento para los síntomas asociados como la ansiedad,


depresión, u otros que afectan más su día a día, que por las características de su
trastorno de la personalidad en sí.

Un trastorno de la personalidad es un patrón de comportamiento que se aparta de


la normativa social que se incluye en la cultura del individuo. Este patrón es
visto en dos o más de las siguientes áreas: la cognición, afectividad,
funcionamiento interpersonal, o control de los impulsos. El patrón persistente es
inflexible y se extiende a través de una amplia gama de situaciones personales y
sociales. Por lo general, conduce a la angustia y el deterioro significativo social,
laboral o de otras áreas de funcionamiento.

El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta a la edad adulta

temprana o la adolescencia.

4. SÍNTOMAS DEL TRASTONO ESQUIZOTÍPIOCO DE LA


PERSONALIDAD

Los síntomas deben incluir cinco (o más) de los siguientes patrones:

Ideas de referencia (con exclusión de los delirios), Creencias extrañas o


pensamiento mágico que influye en el comportamiento y es incompatible con las
normas culturales (por ejemplo, superstición, la creencia en la clarividencia, la
telepatía o “sexto sentido”; en los niños y adolescentes, fantasías extrañas o
preocupaciones excesivas).
Experiencias perceptivas inusuales incluyendo ilusiones psíquicas y/o
corporales.

Pensamiento y lenguaje extraño (por ejemplo, vago, circunstancial,


metafórico, recargado o estereotipado).

Suspicacia o ideación paranoide.

Afecto aplanado o constreñido.

Comportamiento o apariencia de que es extraño, excéntrico, o peculiar.

Falta de amigos cercanos o confidentes que no sean familiares de primer


grado.

Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiaridad y tiende a


asociarse con los temores paranoides más que juicios negativos sobre uno
mismo.

Debido a los trastornos de personalidad poseen patrones duraderos de


comportamiento, se les diagnostica con mayor frecuencia en la edad adulta. Es
raro que se diagnostiquen en la infancia o en la adolescencia, ya que un niño o
adolescente está en constante desarrollo, con cambios en la personalidad y la
maduración. Sin embargo, si se diagnostica en un niño o adolescente, las
características deben haber estado presentes durante al menos 1 año.

El trastorno esquizotípico de la personalidad aparece en menos de un 4% de


la población en general de acuerdo las últimas investigaciones. Al igual que la
mayoría de los trastornos e la personalidad, trastorno esquizotípico generalmente
disminuye en intensidad con la edad, aunque no siempre tiene porqué ser así.

CAUSAS DEL TRASTONO ESQUIZOTÍPIOCO DE LA


PERSONALIDAD

Las causas del trastorno esquizotípico de la personalidad son por el momento


desconocidas, aunque existen diversas teorías sobre las posibles causas de dicha
afección.

Las causas más observadas que se cree originan este trastorno son: factores
genéticos, factores psicológicos y factores medioambientales o la combinación
de estos factores biopsicosociales

5.1. Factores Genéticos.- Se estima que una de las causas que originan este
trastorno de personalidad es la genética. Esta estimación se debe a que se ha
observado que dicha afección es más común en familias donde por lo menos un
miembro padece trastorno esquizotípico o esquizofrenia.

5.2. Factores Psicológicos.- Algunas anormalidades cerebrales pueden causar


fallas en la estructura y el funcionamiento del cerebro. Estas fallas cerebrales
pueden causar diferentes alteraciones de los patrones de conducta de un
individuo, entre esas alteraciones se encuentran los trastornos de personalidad -
como el trastorno esquizotípico.

5.3. Factores Sociales o Medioambientales.- Algunos eventos perturbadores


ocurridos en la infancia o situaciones traumáticas pueden actuar como
disparadores de este trastorno de personalidad. También podemos adquirir dicho
trastorno mediante la imitación, repitiendo el comportamiento que nos brinda
nuestro entorno.

5.4. Factores de Riesgo.- El riesgo de padecer trastorno esquizotípico de la


personalidad puede ser mayor si tienes un pariente que tiene esquizofrenia u otro
tipo de trastorno psicótico.

5.5. COMPLICACIONES.- Las personas con trastorno esquizotípico de


personalidad tienen alto riesgo de presentar lo siguiente:

Depresión

Ansiedad

Problemas en el trabajo, la escuela, y las relaciones afectivas y sociales

Otros trastornos de personalidad

Problemas con el alcohol y las drogas

Intentos de suicidio

Episodios psicóticos pasajeros, muchas veces por estrés

Esquizofrenia

6. DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA


PERSONALIDAD

6.1 Según DSM IV

A. Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar


agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como
distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento,
que comienza n al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos,
como lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos:

1) Ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia).

2) Creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no


es consistente con las normas subculturales (p. ej., superstición, creer en la
clarividencia, telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías o
preocupaciones extrañas).

3) Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales.

4) Pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico,


sobreelaborado o estereotipado).

5) Suspicacia o ideación paranoide.

6) Afectividad inapropiada o restringida.

7) Comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares.

8) Falta de amigos íntimos o de confianza aparte de los familiares de primer


grado.

9) Ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende


a asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno
mismo.

B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una


esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro
trastorno psicótico o de un trastorno generalizado del desarrollo.

6.2. Según el CIE 10

6.2.1. F20-29: Esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas


delirantes

6.2.1.1. F21 Trastorno esquizotípico.- Trastorno caracterizado por un


comportamiento excéntrico y por anomalías del pensamiento y de la afectividad
que se asemejan a las de la esquizofrenia, a pesar de que no se presentan, ni se
han presentado, las anomalías características y definidas de este trastorno. No
hay síntomas predominantes o característicos, pero pueden aparecer algunos de
los siguientes rasgos:

a) La afectividad es fría y vacía de contenido, y a menudo se acompaña de


anhedonia.
b) El comportamiento o la apariencia son extraños, excéntricos o peculiares.

c) Empobrecimiento de las relaciones personales y una tendencia al retraimiento


social.

d) Ideas de referencia, ideas paranoides o extravagantes, creencias fantásticas y


preocupaciones autísticas que no conforman claras ideas delirantes.

e) Ideas paranoides o suspicacia.

f) Rumiaciones obsesivas sin resistencia interna, a menudo sobre contenidos


dismórfico, sexuales o agresivos.

g) Experiencias perceptivas extraordinarias como ilusiones corporales somato-


sensoriales u otras ilusiones o manifestaciones de despersonalización o
desrealización ocasionales.

h) Pensamiento y lenguaje vagos, circunstanciales, metafóricos,


extraordinariamente elaborados y a menudo estereotipados, sin llegar a una clara
incoherencia o divagación del pensamiento.

i) Episodios, casi psicóticos, ocasionales y transitorios, con alucinaciones


visuales y auditivas intensas e ideas pseudodelirantes que normalmente se
desencadenan sin provocación externa.

Este trastorno tiene un curso crónico con fluctuaciones de intensidad.


Ocasionalmente evoluciona hacia una esquizofrenia clara. Es más frecuente en
individuos genéticamente emparentados con esquizofrénicos y se cree que es una
parte del espectro genético de la esquizofrenia.

6.2.1.2. Pautas para el diagnóstico.- Deben estar presentes de una manera


continuada o episódica durante al menos dos años, tres o cuatro de los rasgos
característicos enumerados más arriba. Además, el enfermo nunca habrá reunido
las pautas para un diagnóstico de esquizofrenia. Unos antecedentes de
esquizofrenia en familiares de primer grado es un apoyo adicional para el
diagnóstico, aunque no es un requisito necesario.

7. TRATAMIENTO DEL TRASTORNO ESQUIZOTÍPICO DE LA


PERSONALIDAD

Debido a que no se conoce con exactitud la causa del aparecimiento del trastorno
esquizotípico, existen vacíos al momento de tratarlo. ¿Cómo puede manejarse el
trastorno si no se conoce qué es lo que lo ha originado? Sin embargo se utilizan
distintos tratamientos, sobre todo biológicos, para ayudar a los pacientes con
dicha problemática, revisémoslos a continuación.

A menudo incluye una combinación de medicamentos y uno o más tipos de


psicoterapia. Muchas personas pueden recibir ayuda con trabajo y actividades
sociales que sean adecuadas para su estilo de personalidad.

TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD (CONCEPTOS)

Se caracteriza por una desconfianza tan arraigada que se manifiesta por medio
del pensamiento en donde la persona que padece este tipo de trastorno sospecha e
incluso de personas cercanas como amigos, familia y pareja, se sienten vigilados,
alertas todo el tiempo, llevando en algunos casos creer que los demás quieren
aprovecharse de ellos, que les quieren hacer daño o que los van a engañar.
(Caballo, 2004, pág. 59)

Mientras el esquizotípico está incomodo con los demás, la persona paranoide es


un extremo desconfiada de otros y los ve como una amenaza constante, tales
personas asumen que otras personas están afuera para explotarlos y engañarlos,
aun cuando no haya evidencia para apoyar esta suposición.

Las personas paranoides sienten que han sido heridos por otros están
preocupados por las dudas acerca de las motivaciones de los demás. la persona
con trastorno de personalidad paranoide frecuentemente tiene resentimientos
hacia otros por desaires e insultos percibidos dicha persona es reacia a olvidar y
perdonar incluso altercados menores muchas veces se ven envueltos en disputas
legales, demandando a otros por las razones más nimias (Jarsen & David, 2009,
pág. 625)

Desarrollo insidioso, determinado por causas internas y según una evolución


continua, de un sistema delirante duradero, inquebrantable, junto a la
conservación absoluta de la claridad y el orden en el pensamiento, el querer y la
acción” (Kraepelin, 1899, pág. 29)

Estilo paranoide de personalidad: El tipo vigilante

Según (Olham & Morris, 1995), las personas con un estilo paranoide de
personalidad poseen una sensibilidad excepcional para captar todos los detalles
del ambiente en el que se desenvuelven. Tienen un sexto sentido para advertir
mensajes ocultos e intenciones confusas de los demás que no serían apreciadas
por cualquier otro observador.
Características de este trastorno según los autores:

Evalúan a las personas antes de entablar una relación con ellas.

No necesitan la aprobación ni el consejo de los demás para tomar decisiones.

No tienen problemas para defenderse cuando se les ataca.

No se intimidan por las críticas, las cuales toman en serio.

Conceden un gran valor a la fidelidad y a la lealtad.

Se preocupan por mantener si independencia en todos los aspectos de sus vidas.

Son reservados y cautelosos en su relación con los demás sin llegar a ser
antipáticos.

No se entregan del todo en sus relaciones íntimas.

Son muy habilidoso a la hora de analizar a los demás.

Variantes del prototipo de la personalidad paranoide

Millón diferencia 5 subtipos básicos:

Paranoide fanático: combinación de características de personalidad paranoide y


narcisista. Estas personas crean una imagen de si mismo demasiado exageradas,
son egocéntricos y viven en una fantasía superficial con delirios de grandeza.

Paranoide maligno: combinación de características de personalidad paranoide y


sádico. Se describe como personas susceptibles, vengativos, guardan rencor en
cualquier situación por más mínima que sea, son impulsivos y agresivos, tienen
ideas delirantes de persecución.

Paranoide obstinado: combinación de características de personalidad paranoide


y obsesivo compulsivo. Tienen un obsesivo control sobre las cosas, presentan
una ansiedad exagerada característico de la personalidad obsesiva compulsivo,
desconfían de todos y se encierran en ellos mismos, son obstinados y presentan
también ideas delirantes de persecución.

Paranoide querulante: combinación de características de personalidad


paranoide y negativista. Surge de la ambivalencia afectiva desde la infancia, en
donde la persona crea vínculos desadaptativos de confusión, esto lleva que en un
futuro tengan relaciones problemáticas de desconfianza y dependencia, presentan
ideas delirantes de celotipia.
Paranoide insular: combinación de características de personalidad paranoide y
evitadora. Son malhumorados y sienten el mundo amenazante, son
hipervigilantes, y se sienten atacados por los demás, lo que con lleva a que poco
a poco se aíslen socialmente.

Causas del trastorno de personalidad paranoide

En realidad, todavía no se sabe qué causa el trastorno paranoide de la


personalidad. Hay muchas teorías sobre las posibles causas del trastorno de
personalidad paranoide. La mayoría de los profesionales coinciden en un modelo
biopsicosocial de la causalidad, es decir, las causas de son probablemente
debido a factores biológicos y genéticos, factores sociales (por ejemplo, cómo
una persona interactúa en su desarrollo temprano con su familia y amigos y otros
niños), y psicológicos (la personalidad y el temperamento del individuo,
moldeadas por su entorno y aprendieron habilidades para lidiar con el estrés de
afrontamiento). Esto sugiere que ningún factor es responsable, más bien, es la
naturaleza compleja y probablemente entrelazadas de los tres factores que son
importantes. Si una persona tiene este trastorno de la personalidad, la
investigación sugiere que hay un ligero aumento del riesgo para este trastorno
que se transmita a sus descendientes.

Características Clínicas del Trastorno de Personalidad Paranoide

Según (Caballo, 2004):

Conductuales

Hipervigilantes

Movimientos rápidos ante cualquier señal de inseguridad

Provocadores y corrosivos con los demás

Habla basado en falsas premisas

Apariencia fría y controladora

Aislados y distantes

Comprobación continua de lealtad y fidelidad


Vengativos

Cognitivos

Reacios a hacer confidencias y a depender de los demás

Ideas persistentes de autorrefencia

Se sienten perseguidos

Están en continua alerta

Escépticos, suspicaces, cínicos y desconfiados con los demás

Perciben el mundo como hostil

Temen ser utilizados

Sensibles a las críticas

Evitan sentirse culpables

Preocupados por el poder y el liderazgo

Se sienten importantes y orgullosos de su independencia

Emocionales

Gran ansiedad

Tensos de forma continua

Fríos, poco emotivos e insensibles al sufrimiento ajeno

Iracundos y celosos

Irritables

Sin sentido del humor

Fisiológicos

Problemas neuromusculares

Problemas del aparato digestivo

Complicaciones por otros accidentes

Trastorno De La Personalidad Paranoide Según El DSM-V


Criterios Diagnósticos Según El DSM-V

A. Desconfianza y suspicacia intensa frente a los demás de tal manera que sus

motivos se interpretan como malévolos, que comienza en las primeras

etapas de la edad adulta y está presente en diversos contextos, y que se

manifiesta por cuatro (o más) de los siguientes hechos:

1. Sospecha sin base suficiente, de que los demás le explotan, causan daño o

decepcionan al individuo

2. Preocupación con dudas injustificadas acerca de la lealtad y confianza de

los amigos o colegas.

3. poca disposición a confiar en los demás, debido al miedo injustificado a

que la información se utilice maliciosamente en su contra.

4. Lectura encubierta de significados denigrantes o amenazadores o en

comentarios o actos sin malicia.

5. Rencor persistente (es decir, no olvida los insultos, injurias o desaires).

6. Percepción de ataque a su carácter o reputación que no es apreciado por

los demás y disposición a reaccionar rápidamente con enfado o a

contraatacar.

7. Sospechas recurrentes sin justificación, respecto a la fidelidad del cónyuge

o la pareja.

B. No se produce exclusivamente en el curso de la esquizofrenia, un trastorno

bipolar o un trastorno depresivo con características psicóticas, u otro

trastorno psicótico, y no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de otra

afección médica.
Estos criterios no son exclusivos ante la presencia de esquizofrenia, trastorno del
estado de ánimo con síntomas psicóticos o efectos fisiológicos de una
enfermedad médica.

Epidemiologia

El trastorno de personalidad paranoide se da con más frecuencia en hombres que


en mujeres

Desarrollo Y Curso

Lo que más determina es sin duda nuestro entorno y los patrones de crianza
recibidos. Es ahí donde se halla sin duda la verdadera problemática.

El apego inseguro, desorganizado y marcado por el estrés, determina el que estos


pequeños muestren patrones comportamentales basados en la desconfianza, la
hiperactividad, miedo al abandono, la búsqueda constante de consuelo…

Otro factor habitual que caracteriza a los padres y a las madres con personalidad
paranoide es la incongruencia emocional y educacional. A instantes son muy
afectivos, luego muestran frialdad y hostilidad.

Diagnóstico Diferencial

Otros trastornos mentales con síntomas psicóticos

El trastorno de la personalidad paranoide se debe distinguir del trastorno


delirante de tipo persecutorio de la esquizofrenia, y de un trastorno bipolar o
trastorno depresivo con rasgos psicóticos, en que estos trastornos se caracterizan
por un período de síntomas psicóticos persistentes (p. ej., delirios y
alucinaciones). Para realizar un diagnóstico adicional de trastorno de la
personalidad paranoide, éste debería haber aparecido antes de la presencia de los
síntomas psicóticos y debe persistir cuando los síntomas psicóticos ya estén en
remisión. Cuando un individuo tiene otro trastorno mental persistente (p. ej., una
esquizofrenia) precedido por el trastorno de personalidad paranoide, se debe
codificar también el trastorno de la personalidad paranoide seguido de “previo”
entre paréntesis.
Cambio de la personalidad debido a otra afección médica

El cambio de la personalidad debido a otra afección médica se caracteriza porque


los rasgos que aparecen son atribuibles a los efectos directos de la afección
médica sobre el sistema nervioso central.

Trastornos por consumo de sustancias

Se deben discriminar los síntomas del trastorno de personalidad de aquellos que


se pueden desarrollar en asociación con el consumo persistente de sustancias.

Rasgos paranoides asociados con minusvalías físicas

El trastorno también se debe distinguir de los rasgos paranoides asociados con el


desarrollo de discapacidades físicas (p. ej., una discapacidad auditiva).

Otros trastornos de la personalidad y rasgos de la personalidad

Otros trastornos de la personalidad tienen ciertas características en común. Por


tanto, es importante distinguir entre estos trastornos basándose en las diferencias
en sus rasgos característicos. Sin embargo, si un individuo tiene características de
personalidad que cumplen con los criterios para uno o más trastornos de la
personalidad, además de para el trastorno de la personalidad paranoide, pueden
diagnosticarse todos. El trastorno de la personalidad paranoide y el trastorno de
la personalidad esquizotípica comparten los rasgos de suspicacia, distanciamiento
interpersonal y la ideación paranoide, pero el trastorno de la personalidad
esquizotípica también implica síntomas tales como el pensamiento mágico, las
experiencias perceptivas inusuales, y el pensamiento y el habla extraños. Los
individuos con comportamientos que cumplen los criterios del trastorno de la
personalidad esquizoide a menudo son percibidos como extraños, excéntricos,
fríos y distantes, pero por lo general no tienen una ideación paranoide destacada.
La tendencia de los individuos con trastorno de la personalidad paranoide a
reaccionar a los estímulos de menor importancia con ira se ve también en los
trastornos de la personalidad limite e histriónica. Sin embargo, estos trastornos
no están asociados necesariamente con una suspicacia generalizada. Las personas
con trastorno de la personalidad evitativa también son reacias a confiar en los
demás, pero más por temor a ser humillados o a no estar a la altura que por temor
a la mala intención de los demás. Aunque puede aparecer comportamiento
antisocial en algunos individuos con trastorno de la personalidad paranoide, éste
no está motivado por un deseo de obtener beneficios personales o de explotar a
los demás, sino que es más atribuible a un deseo de venganza. Los individuos
con una personalidad narcisista pueden mostrar ocasionalmente desconfianza,
aislamiento social o alineación, pero éstos se derivarían principalmente del temor
a que se descubriesen sus imperfecciones o defectos. Por otra parte, los rasgos
paranoides pueden ser adaptativos, especialmente en los entornos amenazantes.

El trastorno de la personalidad paranoide debe ser diagnosticado sólo cuando


éstos rasgos son inflexibles, desadaptativos y persistentes, y cuando causan un
deterioro funcional significativo o un malestar subjetivo

Evaluación del trastorno Paranoide

Una manera enriquecedora para evaluar este trastorno es a través de la


observación de su lenguaje no verbal, por ejemplos gestos, miradas, emociones
que trasmite en la entrevista.
Rara vez buscan ayuda, y si acude es difícil que exprese sus problemas
emocionales e interpersonales ya que se basan en su desconfianza y preocupación
ante los demás, acuden pensando en que el problema es del entorno, cuando se
dan cuenta que tienen dificultades en relaciones con los demás, problemas
laborales, problemas en relaciones íntimas, buscan desarrollar habilidades
sociales.
Las personas con un TPP se suelen dar cuenta de todo lo que sucede a su
alrededor, vigilando constantemente las situaciones y personas de su entorno y
prestando especial atención a los mensajes con doble sentido, a las motivaciones
ocultas, etc. Se encuentran alerta ante las amenazas y esta hipervigilancia
conduce a una interpretación errónea de acontecimientos que, de otra manera,
pasarían desapercibidos. Aparentemente, esas características de sospecha y
desconfianza son aprendidas por el sujeto, lo que conduce a un alejamiento de la
gente y a restricciones emocionales, poniendo frecuentemente a prueba a los
demás y manteniendo sospechas constantes (Andreasen & Black, 1995)
(Bernstein, 1996)
Para empezar un proceso de evaluación el terapeuta debe establecer una relación
de colaboración con el paciente, evitando ser muy directo pues este creerá que
son intentos engañosos y empezará a aumentar sus sospechas, se debe aceptar la
desconfianza del paciente, desarrollar empatía en la primera sesión para lograr
tener una correcta evaluación, lograr la confianza del individuo por medio de
actos en vez de presionarlo para que confié en el terapeuta.
Es muy frecuente que los pacientes se resistan a ser interrogados y, en el caso de
que decidan cooperar, es normal que en cualquier momento y sin motivo
aparente se sientan traicionados, y emprendan un ataque contra el terapeuta e
incluso, en ocasiones, lleguen a abandonar la terapia (Beck & Freeman, 1990)
(Othme & Othme, 1996)
Técnicas e instrumentos para evaluar el trastorno Paranoide:

 Entrevista

 Observación

 Escala de Paranoia (Pa) MMPI

 Inventario Clínico Multiaxial- Millón

 Test de láminas de Rorschach

 Test de apercepción temática

Tratamiento del Trastorno de Personalidad Paranoide:

Es difícil lograr obtener una alianza terapéutica con un paciente que padece
trastorno paranoide, la desconfianza que caracteriza este trastorno siempre esta
adelante cualquier expresión por parte del terapeuta puede generar desconfianza,
las preguntas o sugerencias las suelen tomar como ataques.
La primera fase de todo proceso de psicoterapia suele ser complicada para el
individuo que padece de trastorno paranoide, por lo que es recomendable iniciar
con técnicas conductuales que ofrecen objetivos poco amenazantes para el
paciente. El tratamiento busca adquirir las habilidades sociales, disminuir la
ansiedad, controlar pensamientos irracionales, restructuración cognitiva.

Intervención:

(Turkat, 1990) propone dos enfoques de intervención para pacientes con TPP:

Reducción de la sensibilidad del paciente ante las críticas provenientes de los


demás:

El primer procedimiento que se utiliza para alcanzar este objetivo se encuentra la


relajación muscular con el fin de enseñar algún tipo de respuesta antiansiedad. Se
trabaja técnicas de respiración, visualización donde el paciente generara un
equilibrio con su mente y cuerpo.
Además, el paciente trabaja con la orientación del terapeuta una jerarquía de
críticas provocadoras de ansiedad, a las que éste se irá desensibilizando a través
de técnicas de sensibilización sistemática de la terapia cognitivo conductal, las
jerarquías las ordenas desde el menor al mayor, después que el paciente ha
logrado la relajación se empieza a introducir mediante la imaginación las críticas
que le genere ansiedad según el orden que lo ha ubicado el paciente, se empieza
de la menor y va subiendo la jerarquía si el paciente no muestra indicios de
percibir ansiedad y se mantiene en un estado de relajación si aparece la ansiedad,
se debe volver a relajar al paciente y probando de nuevo. Esta técnica primero se
utiliza en el consultorio posteriormente, en vivo a través de los mismos
procedimientos para combatir la ansiedad.

1. Trastorno Esquizoide de la personalidad

El trastorno de personalidad esquizoide se caracteriza principalmente por


dos rasgos: hay una falta de relaciones interpersonales y el deseo de no tenerlas.
El esquizoide es una persona tímida e introvertida, da la impresión de estar
ensimismada, como ausente. Tiene, por ello, grandes problemas para tener y
mantener relaciones familiares, de pareja y amistades. Es una persona que no tiene
los recursos suficientes para enfrentarse a la vida tanto en el aspecto relacional
como en el laboral.
El esquizoide es el pariente ausente; es el que siempre falta a las comidas
familiares, que no acude a los funerales, al que no se le ve en las fiestas del pueblo
y trata de escabullirse en las fiestas de Navidad. Y claro, después la familia y
amigos contestan de la misma forma: le dejan de lado. El problema, difícil a veces
de comprender, es que a la persona esquizoide el tener que pensar en actos públicos
le supera, le sobrepasa: no es que no quiera ir, es que no puede.

Uno de los criterios diagnósticos tanto del DSM-IV como del CIE-10 es que
el esquizoide no tiene deseos de relaciones personales. Este es el esquizoide de
libro. Pero muchos esquizoides dan negativo en esta característica, aunque dan
positivo en las demás. El problema de este grupo de pacientes es que aunque
desean tener relaciones personales, cuando lo intentan fracasan. Es un problema
irresoluble: quieren participar en la sociedad, tener un sitio en el que encontrarse
cómodos entre personas. Suena incoherente ¿verdad? Se muestran muy
independientes y despegados, pero no soportan la soledad. Necesitan afecto pero
cuando éste se produce les genera ansiedad. Y esta ansiedad les lleva a evitar de
nuevo el trato social.

Uno de las grandes dificultades del esquizoide, como acabamos de apuntar,


es la ansiedad. El esquizoide es una persona propensa a la ansiedad ya que sufre
muchísimo estrés, sobre todo cuando tiene que enfrentarse a algún tipo de relación
social. Por ello, es muy frecuente que el esquizoide se cruce de acera para evitar
tropezar con un compañero de la oficina o que pasee solo por un barrio que no sea
el suyo para no encontrarse con nadie conocido. Hay verdadero temor a la
intimidad y al contacto personal.

Esta ansiedad, este estrés, este temor, afectan negativamente a la persona tanto en
su salud psíquica como en la física. Su incapacidad para relacionarse a menudo
puede ir acompañada de interpretaciones autorreferenciales, fobias, mecanismos
de evitación y disconformidad con la autoimagen. Esto hace que los esquizoides
tiendan a estados distímicos, a consumir drogas y alcohol, incluso, pueden aparecer
episodios delirantes de corta duración.

Una característica relevante del Esquizoide es la forma que tiene de mostrar, mejor
dicho, contener, su ira o agresividad. Si tiene problemas para sentir placer, también
lo tienen para sentir cólera. Cuando se sienten molestados o desafiados, su forma
de manifestarlo es con gestos, con desdenes posturales, aguantando la mirada al
otro, utilizando un tipo de vocabulario, se podría decir que es una agresividad
latente, educada. Incluso, en los casos más extremos del trastorno, el esquizoide
debido al fuerte embotamiento afectivo no sienta ira.

Con todo esto, parece obvio, que las probabilidades de mantener una relación
personal de pareja o de amistad sean escasas. Aunque se pueden dar siempre y
cuando: el otro ponga interés y se esfuerce por mantener la relación o que sea una
persona cálida y extrovertida, con quien funcionaria aquello de que ‘los polos
opuestos se atraen’.

2. Criterios diagnósticos

a. Según DSM-IV

A. Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción


de la expresión emocional en el plano interpersonal, que comienza al principio de
la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los
siguientes puntos:

1. Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de


una familia
2. Escoge casi siempre actividades solitarias
3. Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona
4. Disfruta con pocas o ninguna actividad
5. No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de
primer grado
7. Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
8. Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad
B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una
esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro
trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una
enfermedad médica.
Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir
"premórbido", por ejemplo, "trastorno esquizoide de la personalidad
(premórbido)".

b. Según CIE 10

Se trata de un trastorno de la personalidad caracterizado por:

1. Incapacidad para sentir placer (anhedonia).


2. Frialdad emocional, despego o embotamiento afectivo.
3. Incapacidad para expresar sentimientos de simpatía y ternura o de ira a los
demás.
4. Respuesta pobre a los elogios o las críticas.
5. Poco interés por relaciones sexuales con otras personas (teniendo en cuenta la
edad).
6. Actividades solitarias acompañadas de una actitud de reserva.
7. Marcada preferencia por devaneos fantásticos, por actividades solitarias
acompañada de una actitud de reserva y de introspección.
8. Ausencia de relaciones personales íntimas y de mutua confianza, las que se
limitan a una sola persona o el deseo de poder tenerlas.
9. Marcada dificultad para reconocer y cumplir las normas sociales, lo que da lugar
a un comportamiento excéntrico.

Características más representativas:

Aspectos conductuales:

A ) Ausencia de expresión facial, discurso intencional, tono de voz monótono y


lento, falta de energía y de respuestas, prefieren actividades solitarias y falta de
cordialidad hacia los demás.
B) Además de las características anteriores, podríamos añadir que cuando
tiene demandas sociales suele refugiarse en sí mismo. Y cuando éstas son mas
tensas, puede usar reacciones de afrontamiento y sufrir trastornos patológicos
como en los esquizofrénicos agudos. Es decir, expresivamente es impasible e
interpersonalmente está desvinculado.

Aspectos cognitivos:

A) Creencia de que los demás no se ocupan de ellos, falta de atención,


carecen de vida interior, aparente deficiencia cognitiva, son indiferentes al halago
o a la crítica y tienen escaso interés en las relaciones sexuales y sensoriales.

B) Se podría completar con la idea de que algunos esquizoides tienen una


especie de agnosia tonal, donde se reduce la expresividad de su voz y la de los
demás, entienden lo que les dicen pero sin ningún tipo de expresión emocional. Y
esto, se podría relacionar con la selección perceptiva defectiva, donde tienden a
mezclar todo en vez de diferenciar las experiencias que han ido surgiendo a lo
largo de su vida.

Aspectos emocionales:

A) Baja activación emocional, incapaces de expresar tristeza, culpa, alegría


o ira, respuestas emocionales inapropiadas y no disfrutan de las relaciones íntimas.

B) Añadiríamos que pueden tener distintos niveles de alexitimia, es decir,


dificultad o incapacidad para identificar y expresar sentimientos y emociones.

Aspectos fisiológicos:

Mayor riesgo de desarrollar cáncer, es más propensos a la baja presión sanguínea


y pueden padecer una debilidad generalizada.
B) Se caracterizan por no tener necesidad de resolver sus propios conflictos y que
no buscan satisfacerse a sí mismos.
3. Epidemiología

No está claramente establecida la prevalencia. Según el DSM-IV es un


trastorno poco frecuente en el entorno clínico. En la población general se
barajan unas prevalencias que van del 0’7 al 1’8% (Wissman, 1993).

Se desconoce la distribución por sexos aunque se ha especulado sobre el


diagnóstico más frecuente en varones, pero aún no hay suficiente comprobación
empírica. Este dato podría tener que ver con la tendencia que tienen los hombres
en nuestra sociedad a reprimirse emocionalmente.

Señalar que el trastorno esquizoide es más prevalente en los familiares de aquellas


personas con esquizofrenia o con trastornos esquizotípico de la personalidad, por
lo que se hipotetiza que haya factores genéticos asociados.

Desde la infancia y adolescencia puede haber actitudes que muestren una tendencia
al TEP: son niños que se muestran solitarios, mantienen escasa relación con la
familia y compañeros de clase y tienen bajo rendimiento en la escuela. A menudo
provienen de ambientes familiares en los que se respira una atmósfera triste y fría.
Los padres son distantes con los hijos, hecho éste, que puede calar en los hábitos
del niño mostrándose vacío e insensible a las actividades sociales.

 Diagnóstico diferencial

En la esquizofrenia existe generalmente un deterioro laboral y un pasado de


trastornos del pensamiento y alteraciones sensoperceptivas. ‘La prominencia de
las ideas delirantes, las alucinaciones y las alteraciones del pensamiento separan
el diagnóstico de esquizofrenia de los síntomas más leves y no psicóticos del
esquizoide’

La personalidad de tipo paranoide muestra una mayor adaptación social y una


tendencia a la proyección más acentuada. El esquizoide a su vez, no presenta
‘suspicacia ni ideación cuasi delirante de las personalidades paranoides’.

La personalidad compulsiva y la evitativa desean relaciones interpersonales y


poseen una historia más rica en relaciones. En la personalidad evitadora ha habido
experiencias traumáticas tempranas de rechazo o deprivación afectiva (no ha
ocurrido así en el esquizoide). Los evitadores, al contrario que la persona con TEP,
desean verdaderamente afecto y relaciones sociales pero el miedo a la humillación
y rechazo por parte del otro les lleva al retraimiento y desvinculación.

Los pacientes con un personalidad obsesivo-compulsiva pueden mostrar al igual


que el TEP restricción emocional y aislamiento y concentración en actividades
concretas. Pero los compulsivos frente a situaciones desagradables o problemáticas
sí manifiestan reacciones fuertes emocionales y como se ha señalado más arriba
tienen capacidad para relacionarse.

En la personalidad esquizotípica se observan distorsiones perceptivas o en la


comunicación. A diferencia del esquizotípico (con problemas también en las
relaciones íntimas) la sintomatología del esquizoide se acerca más al déficit que a
la cualidad, es decir, a la introversión y al aislamiento social y familiar. La
personalidad esquizotípica es más excéntrica y muestran varios signos clásicos de
esquizofrenia: ideas de referencia, suspicacia, pensamiento extraño o discurso
extraño.

Diferenciar también entre la personalidad depresiva y el TEP. Ambos parecen


aplanados afectivamente y parecen no reaccionar a los hechos externos. La
diferencia estriba en que el depresivo sí puede experimentar sentimientos
profundos aunque estos se centren en la desesperanza y la tristeza profunda.

4. Etiología

Factores genéticos:

Después de diversos estudios no se pudo comprobar que el TEP pudiera ser


heredado genéticamente, pero sin embargo, si existen algunos aspectos biológicos
que le han podido influenciar en su desarrollo, al igual que los autistas, debido al
aislamiento social que caracteriza a ambos. Aunque en el TEP hay un factor de
riesgo añadido, que son los problemas en la infancia con las relaciones
interpersonales que se concluirán como déficits sociales en la edad adulta.

En cuanto a sus estructuras neurológicas sí podrían existir diferencias


debido a su incapacidad de sentir emociones y afectos. En la infancia muestran una
baja respuesta sensorial, pasividad motora y son fáciles de manejar, esto da señales
de la inactividad futura que tendrán y la falta de tono emocional.
Puede haber un déficit en los sistemas límbico y reticular. Este primero influiría
en el déficit afectivo, mientras que en el sistema reticular debido a la mala
organización intercerebral podría dar lugar a aprendizajes emocionales deficientes.

Los déficits de activación y afectividad pueden estar relacionados también con un


desequilibrio adrenérgico- colinérgico. Y también, pueden surgir problemas por
las alteraciones neurohormonales, por excesos o deficiencias de acetilcolina y
noradrenalina, que provocarían elusión cognitiva o déficits afectivos.

Factores ambientales:

a) Pobreza de estimulación durante el estadio de vinculación sensorial:


Como ya comentó Farbairn (1940), los esquizoides es posible que tuvieran
una relación insatisfactoria con sus padres, en especial con su madre. Debido a
esto, serán incapaces de expresar o recibir afecto, ya que aprendieron a mantener
una distancia en las relaciones afectivas durante su infancia. La falta de estímulos
en el cuidado durante la infancia produce una falta de aprendizaje emocional y de
maduración, necesarios para relacionarse y crear vínculos durante su desarrollo.

b) Ambientes familiares formales o impasibles:


Relacionado con el punto anterior, aunque hay que añadir que los niños al
aprender el patrón de relaciones interpersonales al que han estado expuestos
durante su infancia, desarrollarán un vacío e insensibilidad tanto social como
emocional.

c) Comunicaciones familiares fragmentadas o amorfas:


Los miembros de la familia al utilizar una comunicación escasa y fría,
provoca que los patrones de comunicación interpersonales necesarios no se
desarrollen. Con lo cual, este niño en la edad adulta no creará vínculos y será
tratado de forma aislada, al tener una actitud de indiferencia hacia los demás.

Evaluación
La evaluación con un TEP siempre será complicada, porque les cuesta mostrar lo
que sienten y reconocer lo que les ocurre. Además de esto, tienen una importante
incapacidad para expresar emociones, por esta razón, un psicólogo nunca sabrá
que hechos realmente le afectan y cuales pasan desapercibidos,
independientemente de lo que lleguen a contar.
Se pueden utilizar distintos test para la evaluación de estos pacientes, como por
ejemplo el Test de Rorschach, donde habrá un número bajo de respuestas,
numerosos rechazos y con respuestas de color escasas. Luego estaría el Test de
Apercepción Temática (TAT), donde los temas que presentan son insípidos y poco
desarrollados. Y por último, el MMPI, donde se concluye sus carencias afectivas
e interpersonales, y el estrés que sufren en determinadas ocasiones.

También se podrían utilizar autoinformes como el MCMI-III y las entrevistas


estructuradas, que aumentan la fiabilidad diagnóstica gracias a la estandarización
del proceso de evaluación y a la validez diagnóstica a través de los criterios
diagnósticos del DSM-IV. Podría ir acompañada de la SCID, que es una entrevista
semiestructurada destinada a realizar los diagnósticos más importantes del eje I del
DSM-IV y uno de sus objetivos es aportar un instrumento eficiente y sencillo, para
que las ventajas de la entrevista estructurada pudieran aplicarse en el ámbito
clínico. Y también la IPDE, que es un nuevo instrumento diagnóstico, basado en
una entrevista clínica semiestructurada, que además es compatible con los criterios
de valoración ICD - 10 y DSM - IV.

Sus resultados permiten además medir otras categorías mayores de


desórdenes de personalidad que hasta ahora se habían omitido, ofreciendo un
diagnóstico fiable y uniforme que además puede ser internacionalmente aceptado.

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