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Vino Nuevo en Odres Nuevos
Vino Nuevo en Odres Nuevos
Mateo 9.17
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los
odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan
juntamente.
Lucas 5.37
37Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se
derramará, y los odres se perderán. 38Mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar; y lo uno y lo
otro se conservan. 39Y ninguno que beba del añejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El añejo es
mejor.
¿Que es un odre?
El odre es un recipiente hecho de cuero, generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas
partes menos por la correspondiente al cuello del animal, sirve para contener líquidos,
como vino o aceite, y otras sustancias, como mantequilla y queso.1 Era el recipiente más
generalizado en la antigüedad.
¿A que le llaman odres viejos?
(griego = arcaicos) de personas pertenecientes a una era anterior. (palaios = se usa de lo que
es de larga duración, viejo en años, de lo que pertenece al pasado; no ha sido superado por lo que es
nuevo. Aquello que era familiar y bien conocido en contraste con aquello que es reciente. No
reciente, gastado, antiguo, añejo,
De días pasados en la experiencia de una persona
Odre viejo es la bolsa de cuero demasiada usada, gastada, que ya no tiene flexibilidad;
Ya no tiene la capacidad de expandirse
Es un cuero que esta tieso, porque con el tiempo ese recipiente lo dejaron de usar.
Como los fariseos, aún estaban en los viejos moldes del judaísmo. Pero los discípulos de Jesús
disfrutaban ya de las bendiciones de ese advenimiento, de la nueva era de la gracia, representada
entre ellos por la presencia del Señor. Había un cumplimiento parcial de Is. 62:5.
Los fariseos también ayunaban. Sin embargo, el ayuno no estaba prescrito en la ley sino en la
tradición, y su validez o invalidez ante Dios dependía de las intenciones y condiciones espirituales
con que era ofrecido.
El Señor, entonces, presenta analogías con respecto a lo nuevo y lo viejo, tipificados por remiendo
de paño nuevo en vestido viejo, y vino nuevo vaciado en odres viejos. Estos hablaban de un
trasfondo histórico-religioso de rígidas y añejas tradiciones judaicas, sustentadas especialmente por
los fariseos. Así Jesús enseña que las nuevas manifestaciones de su gracia no cabían dentro de los
viejos moldes legalistas del judaísmo y sus tradiciones. Es decir, no era posible mezclar lo uno y lo
otro, pues una vida nueva necesitaba formas nuevas. La gracia ofrecida por El tenía que actuar
libremente dentro de su propio cauce, libre de los estorbos del legalismo judío. Los que todavía hoy
mezclan judaísmo (o legalismo) y cristianismo tratando de imponer en la economía cristiana ritos y
enseñanzas judaicas—como fue el caso de los gálatas—están echando remiendo de paño nuevo en
vestido viejo.