Ministerio “Mentalidad de Reino - Familia de Bendición”

Instituto “Ministros de Reino”

Materia” Mentalidad de Reino”

Tema: La Oración Del Reino

Fecha: 01/04/2020
Imparte: Pastor Agustín Torres Castro

Las oraciones del creyente al soberano Dios

“La soberanía de Dios no debe ser nunca un incentivo para no orar”
(Basilio Patiño. “La Oración En El Nuevo Pacto” tomo 1 pag. 23)

La Biblia nos mueve a orar a la luz del hecho que Dios es soberano.

¿Qué caso tiene orar a un Dios que no gobierna todas las cosas?

¿Cómo podría ese Dios responder a nuestra oración, si existen muchas

circunstancias que están fuera de su control?

Confiamos que Dios es poderoso Efesios 3:20

La oración es nuestra acción más influyente en nuestra posición de gobierno

delante de un Dios soberano que oye nuestra voz y se duele del castigo.

Éxodo 32:9y 13
Entonces sabemos que la oración la cual es nuestra comunión con el Padre de
manera personal, también es nuestro acceso al Dios soberano, en nuestra labor
de gobierno en favor de la creación.

Oración es:
1. Comunión de hijos con el Padre

2. Nuestra acción más influyente de nuestra posición de gobierno ante un

Dios soberano. Amos 7:2, Ezequiel 22:30-31

3. Es el medio diseñado por Dios para manifestar lo que en su soberanía el

ha establecido. Santiago 4:2

4. Es un medio dispuesto por Dios para que de manera inteligente y con

sabiduría espiritual nosotros al igual que los antiguos y padres apostólicos
participemos de sus planes soberanos. 1 Juan 5:14 y 15

5. Es un privilegio
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Dios nos ha puesto para que seamos el detonante que traiga a manifestación su
amada y conveniente voluntad por medio de la nuestra oración.

Nuestra comunión es tan personal con Dios que nos permite inquirir por su
voluntad, pero también esta comunión es posible por su soberanía, la cual obra
en nosotros y en ¡nuestras oraciones! Filipenses 2:13

Dios soberano.- Él es libre y puede obrar como desee

Dios es personal.- Él escucha, y responde y actúa en favor de sus hijos.

La rigidez del destino inexorable no puede someter al nuestro Dios eterno.

Lo más impresionante es que por medio de nuestro nuevo nacimiento en Cristo

y la Gracia que nos da poder de orar a Él, nos lleva a operar libres de la
inexorabilidad del destino a nosotros que habitando en un cuerpo mortal
gobernamos con Dios en una posición eterna.

Por eso el cuidado o la manera de nosotros hablar a Dios en el nombre de su

hijo, nos debe de llevar a tener conciencia y responsabilidad de lo que
hablaremos, impartiremos y pediremos, pues el conocer su voluntad nos da la
pauta y la tónica que deben conformar nuestras oraciones.

Ejemplo:

No debemos orar para que nos dé “paz” como si estuviésemos

desesperados.

Sino que en el mismo entendimiento de operar en una paz que ya nos fue dada
alabamos y adoramos a Dios que tiene el control de nuestra vida y en acción de
gracias nos gozamos por que pronto se manifestara lo que no vemos en el plano
natural pero en él espíritu ya es un hecho.

Entonces lo que es más correcto pedir es la sabiduría para administrar y

ministrar la paz que hemos recibido

Dios a decretado que ocurran cosas cuando sus hijos oran.

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Es por la manera de Dios de incluirnos en el factor gobernante sin comprometer

su soberanía, nos hizo el detonador que hace que las cosas pasen o mejor dicho
que su voluntad se manifieste.

si Dios ha determinado que yo muera por una herida de bala, entonces no

moriré si la bala no es disparada.( Una vida hacia Dios John Piper vol.1 pag.
144-146)

Debemos entender dos cosas la naturaleza y principios que rigen la oración:

1. Orar con propósito

2. El propósito de orar.

La oración revela el corazón que conoce y entiende al Padre y su propósito

eterno revelado en Cristo, y también al corazón cegado en sus propios intereses
y propósitos.

Entonces debemos entender que no es una pregunta correcta decir ¿Qué es la

oración? Sino más bien la pregunta es ¿Quién es el Dios al que oramos, y
porque y para que lo hacemos?