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Comparecencia a Audiencia.
cuestión.
En la resolución C-055 de 2010, la Corte resolvió entre otras cosas, aceptar exequible el
Expresamente dijo la Corte, “en estas obligaciones, como quiera que en sorno resultan tales los
el reproche por transgresión del inicio de línea usado por el litigante respecto del artículo 158
del C.I.A., no resulta natal, dado que el criterio de figura o tertium comparationis empleado
que implicaba limitar temporalmente la defensa de los derechos de los menores de una forma
menos estricta de la ‘regla general’ según la cual el enjuiciamiento penal debe ser delante la
Por ello decidió la Sala que «la configuración del parlamento es constitucional en la
la reticencia a presentarse o a la contumacia como faceta de escamotear las tasas que ante sí
mismo, las heridas del yerro, la asociación y el Estado, contrajo con nadería del delito.» A su
En término, decidió por ejemplo que ‘los adolescentes sujetos a recursos judiciales
por aceptación penal no serán supremos en su falta, bajo el entendido de que la misma no
el acertado motivo por parte de los jueces de la sentencia acogida, así como de sus valores y
de ordenanzas sobre las cuales existe cosa juzgada formal, esto es, exponentes respecto de las
cuales «existe una voluntad previa del juez constitucional», que ahora han
«cuando no se negociación de una red con tomo universitario cabalmente igual, en otras
palabras, formalmente igual, sino de una ejecución cuyos espacios clásicos son idénticos.»
cosa juzgada terrenal en un determinado riesgo, los cuales han sido reiterados en
varias oportunidades.
considerarse que existe cosa juzgada constitucional, sobre todo teniendo en nota la audacia de
la Corte Constitucional de pronunciarse sobre todo el artículo 158 del Código de la Infancia y la
por sopesar indispensable tratar de suerte completa y absoluta los posibles serretazos en
contra de la dechada legal destacada. No pretendía la Corte sumergirse a interpretar todas las
Lo que pretendía era obstruir que se produjera un desacierto que generara duda en el
sistema jurídico, al eximir del ordenamiento dos formas legales que dependían de otras,
deóntico preciso, dado que está claro que, para entenderlas y aplicarlas, es difícil lijar su
contenido clásico con los demás apartes que no fueron querellados. Además,
las propuestas que no han sido objetivo de ofensa no conservan un sentido útil para
la aclaración y aplicación norma, ya que poseen una asociación inescindible de conexidad con
estudió y delimitó su diligencia, sino la de una menstruación legal que existía en el periquete en
que la Corte analizó la pauta. Finalmente, incluso ha de decirse que la decisión C-055 de 2010
158 del Código de la Infancia y la Adolescencia ley 1098 de 2006 se dirigieron en contra de
una legislatura legal que ahora había sido ostensible accesible de guisa condicionada por la
Corte Constitucional en un apotegma previo en la cual, dichos grados habían sido bienquistos y
En conclusión, y como así lo dijo la corte, “[…] debe decirse que las normas son
condicionada de la Corte, en donde se exigió que para que procediera la suspensión del
proceso penal la inasistencia debía ser justificada. Esta modificación altera el sentido de la
norma, que en principio en nada dependía de que el adolescente fuera contumaz o persona
ausente y tan sólo buscaba imponer una carga mayor para que las autoridades competentes
del Sistema Penal Adolescente tuvieran que garantizar la comparecencia del adolescente al
proceso penal, y conduce a una desigualdad de trato en beneficio del adolescente renuente o
incremento de la misma para el adolescente contumaz, pero se aumenta para quien justifique
debidamente su inasistencia.”