Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Corazón de Mi Vida
Corazón de Mi Vida
Una forma religiosa muy antigua de pedir ayuda al Cielo es hacer una larga repetición
de invocaciones, sean de nombres o de atributos divinos. En general se hacía con un
mediador en el centro y un grupo de gente que repite cada invocación, como un eco
coral.
Para el tema que nos ocupa, la idea es hacer un listado de expresiones en torno al
corazón, que fueron elegidas al azar de textos dispersos. Que el lector encuentre, en su
propia imaginación, el sentido de cada una de las ideas listadas. Haciéndolo despacio
veremos manifestarse en nuestro interior, aunque sea confusamente, el inmenso
horizonte de los significados de este símbolo.
Noble corazón
Gran corazón
Corazón cerrado
Corazón niño
Corazón caliente
Querer de corazón
Corazón purificado
Corazón de razones
Corazón de deseos
Corazón vidente
Corazón gozoso
Corazón cansado
Corazón fecundo
Corazón bueno
Corazón humano
Corazón en paz
Corazones duros
Corazón feliz
Corazón libre
Corazón burgués
Corazón delator
Corazón hispano
Corazón académico
Corazón encendido
Corazón buscador
Corazón abierto
Corazón salvaje
Corazón taurino
Corazón verde
Corazón negro
Corazón coraza
Corazón de oro
Corazón roto
En la música popular.
El símbolo del corazón recorre casi todos los ámbitos de la vida humana. Desde los
aspectos biológicos, que tienen mucha importancia médica en nuestra civilización, hasta
las intuiciones del arte o la mística de las religiones, encontramos esta señal con sus
múltiples significados.
Vamos a recorrer otra breve letanía, esta vez de títulos de tangos. No se han puesto los
autores, para que el recorrido sea ligero.
Araca, corazón
Adios Corazón
Junto a tu corazón
Corazón de papel
Corazón encadenado
Si no me engaña el corazón
Tu corazón
Corazón cobarde
Todo corazón
Corazón de arrabal
Corazón de indio
Veamos en la letra de “Corazón oxidado”, cómo se expresa una letanía del corazón.
Dos son las experiencias que han permitido la formación de la palabra “corazón”. La
primera es su ubicación en el ser humano, ocupando el centro del pecho. De allí que,
cuando se quiere significar el centro vital de cualquier cosa, se hable del “corazón de la
cosa”.
Nuestros antepasados percibieron, al igual que nosotros, que nuestro centro no está
quieto, sino que va a los saltos y, a veces, a sobresaltos. Cualquier emoción produce
una aceleración del ritmo cardíaco. Sea en estado de latido normal, como en el
alterado, la experiencia fue descripta como el salto de una gacela.
De una raíz indoeuropea apareció en griego el término trascripto como kardía, y de allí
en latín el sustantivo “cor”. Así llegamos al castellano corazón, al francés coeur, al
portugués coração y al italiano cuore.
Por otro lado, en inglés se dice heart, en alemán Herz, que vienen de un término
sánscrito hrid, que fue el que dio origen a la raíz indoeuropea mencionada. En ambos
grupos de lenguas se mezclan las experiencias de salto y centro.
Los poetas nos ayudan a entrar en el inmenso mundo de la propia vida, para que
podamos vislumbrar los ejes de nuestro actuar y el centro de nuestras decisiones.
Cuando leamos sus escritos, junto a las sensaciones que podamos sentir, sepamos
admirar nuestro interior, capaz de percibir la belleza en tantas voces distintas.
Luis de Camoens (1524-1579) ilustre poeta portugués, uno de los más grandes de esa
lengua. Vivió 16 años en Oriente (India y China) en donde elaboró sus mejores obras.
Hay mucho del amor cortesano en su poesía.
Corazón
Gabriela Mistral fue el seudónimo, y también nombre cotidiano, que usó Lucila Godoy
(chilena, 1889-1957). En su poesía se destaca la ausencia de retórica y el gusto por el
lenguaje coloquial.