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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DEL VALLE DE TOLUCA

NOMBRE DEL PROGRAMA EDUCATIVO:

Ingeniería en Energía

NOMBRE DEL ASIGNATURA:

Introducción a la arquitectura bioclimática.

NOMBRE DE LA PRÁCTICA:

Características del microclima urbano.

Alumno:

Rodríguez Orozco Sinead Amhed

Matricula:

1505IEN040

Junio. 2018
Introducción.
El microclima urbano juega un rol importante en el consumo energético de los
edificios y en las sensaciones de confort de los espacios exteriores. La urgente
necesidad de aumentar la eficiencia energética, reducir las emisiones de los
contaminantes y enfatizar la evidente falta de sostenibilidad que afecta a las
ciudades, ha puesto la atención en el urbanismo bioclimático como referente para
una propuesta de cambio en la forma de diseñar y vivir la ciudad.

Hasta ahora las investigaciones en temas de microclima y eficiencia energética se


han concentrado principalmente en como orientar el diseño de nuevos desarrollos.
Sin embargo, los principales problemas de la insostenibilidad de las actuales
conurbaciones son el resultado del modelo de crecimiento especulativo y altamente
agotador de recursos que han caracterizado el boom inmobiliario de las últimas
décadas.

Con el propósito de mejorar la calidad de las ciudades actuales, el espacio público


juega un papel fundamental, sobre todo como lugar para el encuentro y la
socialización entre los ciudadanos. La sensación térmica condiciona la percepción
de un ambiente, así que el microclima urbano puede ser determinante para el éxito
o el fracaso de un espacio urbano.

Microclima urbano.
La ciudad actúa como un factor modificador importante del clima local que crea unas
condiciones medioambientales concretas que podemos definir como microclima
urbano. El ambiente urbano muestrea un comportamiento térmico diferente de los
espacios rurales debido a la modificación de los componentes radioactivo,
aerodinámico y a los efectos de la contaminación. La diferencia de condiciones
microclimáticas de los espacios urbanos frente a las de las zonas rurales es una de
las consecuencias producidas por el conjunto urbano, constituido por edificios,
calles y superficies pavimentadas.

A raíz de la crisis energética de los años ’70, junto con el auge de las fuentes
renovables de energía, la arquitectura bioclimática, etc., se empezó a considerar el
efecto que tiene el espacio construido sobre el medio natural con fines de reducción
de contaminación y conservación energética.
Los rasgos más sobresalientes del microclima urbano se manifiestan en:

• General aumento de la temperatura, sobre todo de las mínimas, reduciendo


así el efecto de enfriamiento nocturno.
• Reducción de la amplitud térmica diaria y modificación de los horarios que se
alcanzan los picos de temperatura.
• Modificación de los vientos en distribución e intensidad, debidos a la
presencia de los edificios y a los flujos turbulentos que se producen en los
cañones y por el calentamiento de las superficies por radiación.
• Modificación de la cantidad e intensidad de las precipitaciones, consecuencia
de la reducción de la evapotranspiración y de los flujos ascensoríales de aire.

Las causas que generan este fenómeno son complejas y están relacionadas con el
balance energético en los espacios urbanos debido a:

• La sustitución de las superficies vegetales por edificios y superficies


impermeables como calles, plazas, etc.
• La diferente respuesta a la absorción de los rayos solares de los materiales
de acabado, debidos a las características específicas de cada uno de ellos
como la reflexión, la absorción y la inercia térmica.
• El calor generado por fuentes antropogénicas, como las industrias, los
edificios y los coches.
• La contaminación atmosférica.

La intensidad de los efectos sobre el microclima urbano depende también de otros


factores como el tamaño y morfología urbana, la topografía, las actividades
antrópicas y las características climáticas como el viento, la temperatura, la
inversión térmica, etc.

Uno de los principales fenómenos en que se manifiesta la variación microclimatica


es el efecto Isla de Calor Urbana, que asume un carácter de mayor relevancia en
los climas caracterizados por veranos calurosos y secos. Una de las principales
consecuencias es el aumento del consumo energético de los edificios para la
refrigeración en verano.

El problema del consumo energético para la refrigeración de los edificios en los


climas cálidos es muy importante. Si se tiene en cuenta que los sistemas de aire
acondicionados usan energía eléctrica, eso además de traducirse en aumento de
las emisiones de gases de efecto invernadero, de los contaminantes como dióxidos
de sulfuros, monóxido de carbono, los NOx y las partículas volátiles producidas por
las plantas de generación, crea importantes problemas en el suministro de energía.
En los veranos se han presentado repetidos cortes de suministro de energía debido
a la enorme demanda energética en las horas pico.

El aumento de la temperatura favorece la formación del ozono troposférico que se


produce por la reacción de diferentes contaminantes bajo el efecto de los rayos
solares. La formación de este contaminante, denominado smog fotoquímico, muy
perjudicial para la salud del hombre y de las plantas, es mayor en los meses de
veranos y en la horas de mayor soleamiento.

Investigaciones realizadas demuestran una estrecha relación que tiene el


microclima urbano con la sensación de bienestar térmico de los usuarios. Aunque
se demuestra que las condiciones de confort varían con la función metabólica, el
grado de vestimenta y la adaptación fisiológica al entorno, las condiciones exteriores
afectan significativamente el uso de los espacios ciudadanos.

Temperatura, grado de humedad, exposición a los vientos, luminosidad e intensidad


de los rayos solares, son los principales factores que condicionan la calidad térmica
de los espacios urbanos.

El microclima que se crea en el entorno urbano produce diferentes consecuencias


relacionadas principalmente al aumento de la temperatura en el entorno urbano que
dependen de la intensidad del fenómeno de la ICU y de las condiciones del lugar.
El clima urbano se define en término de comparación con su entorno rural y es a
partir de las diferencias que se registran con ese que podemos caracterizar el
comportamiento de la ciudad, aunque cada ciudad conserve las condiciones
climáticas características de la región en que se asiente.

Los efectos producidos por el diferente comportamiento climático pueden ser de


menor o mayor impacto según las condiciones del lugar, sin embargo el fenómeno
es indicador de un grado de contaminación del aire y las medidas para
contrarrestarla producen una mejora de la calidad ambiental, que, a lo largo del año,
da un balance positivo.

Las causas de la formación del diferencial climático son complejas y relacionadas


con la alteración del balance energético por el espacio urbano como: eliminación de
la vegetación, impermeabilización de los suelos, absorción de calor por los edificios,
emisiones antropogénicas, contaminación del aire, etc.

La aplicación de medidas para contrarrestar o mitigar los efectos negativos del


microclima urbano depende de muchos factores, algunos que se pueden incorporar
en las estrategias de planificación y otros que se escapan del control del uso y
geometría de los espacios. En general, en los procesos de planificación, el
proyectista tiene que considerar los diferentes factores e impulsar un desarrollo eco-
compatible con el medio, promoviendo la eficiencia y ahorro de energía, además de
la funcionalidad uy la salubridad para los ciudadanos.

De entre algunas soluciones al microclima urbano se encuentra el uso de la


vegetación y la selección de los materiales de construcción.

Conclusión.
Como se pudo observar, el microclima urbano es algo que se ha venido estudiando
desde el siglo pasado, pero que aun en nuestros tiempos, sigue en proceso de
investigación, en cuanto a los factores que lo ocasionan, como de las estrategias
para solucionar este problema.

No es de sorprender que actualmente las ciudades tengan problemas de


sobrecalentamiento, ya que no se hacen los estudios necesarios en la hora de la
planeación urbana para considerar el crecimiento urbano y poder anticipar el suceso
del incremento de temperatura, flujo de viento e hídrico, así como la correcta
distribución de la vegetación en toda la ciudad para evitar los problemas antes
vistos.

No se crean sistemas eficientes de distribución de las calles y carreteras para evitar


el congestionamiento, no hay suficiente abastecimiento de servicio del transporte
público, etc.

Son tantos los problemas que no existen ya que no se tomaron en cuenta o


atendieron a tiempo, que no es de sorprenderse que el clima actual en las ciudades
sea variable año con año y cada vez más se deteriore el medio ambiente y espacios
públicos, asi como la calidad de vida para todos los seres vivos.

Referencias
Fariña, T. (2007). La ciudad y el medio natural. Madrid: Cofas.

M., K., & Giridharan, R. (2008). Urban heat island intensity in London. Londres.

Steemers, K., & Steane, M. A. (2004). Enviromental Diversity and Architecture.


Nueva York: Spon Press.

T. R., O. (1988). The urban energy balance. Londres: Routledge.

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