Los cazadores recolectores del paleolítico

Los pueblos que vivieron durante el Paleolítico eran nómades, es decir, no producían sus alimentos sino que
dependían de los recursos que hubiera en el lugar. Por ello, desarrollaron relaciones de intercambio con otros
grupos cercanos.
La organización social era en pequeños grupos llamados bandas u hordas que se formaban con el objetivo de
conseguir alimentos. Luego, estos grupos se mantuvieron unidos y se comenzaron a dividir las tareas entre sus
miembros. Contaban con un jefe, que era el cazador más hábil generalmente pero eran sociedades igualitarias, es
decir, todos trabajaban por igual para asegurar la supervivencia del grupo. Además, la división del trabajo era por
sexo y por edad: los hombres cazaban y las mujeres recolectaban y cuidaban a los niños
El dominio del fuego
Las ventajas que obtuvieron a partir del dominio del fuego fueron:
 Permitía calentar el ambiente en el que se reunían los clanes y bandas
 Les servía para la caza ya que con el fuego ahuyentaban a sus presas y las dirigían hacia un pantano o
barranco donde les era más fácil atraparlas
 Cocinaban los alimentos los cuales se conservaban durante más tiempo ya que quedaban libres de bacterias
Las primeras herramientas
Durante el paleolítico, los seres humanos crearon herramientas para cazar animales. Una de las primeras fue el
hacha de mano fabricada con trozos de piedra tallada que les servía para cazar y cortar madera. Los homo sapiens
calentaban la piedra al fuego y luego la enfriaban con agua para romperla con facilidad aprovechando la diferencia
de temperatura. Así, lograron endurecer las puntas de sus lanzas. Además, fabricaron cuencos, raspadores para
curtir las pieles y punzones para perforarlas
Los grupos humanos y el lenguaje
Los cambios corporales más importantes de éste período fueron el aumento en el tamaño del cerebro y el desarrollo
de algunos órganos del aparato fonético que le permitieron el desarrollo del lenguaje: la laringe estaba más elevada
que las vías respiratorias y conectaba con las fosas nasales lo que les permitía respirar y tragar al mismo tiempo. Por
ello, dejaron de comunicarse con señas o sonidos aislados y pudieron compartir información entre los diferentes
miembros del grupo con lo cual fue creciendo la capacidad de comunicación entre ellos.
La revolución neolítica
El Neolítico fue un período de más de nueve mil años en el que los hombres no solo tallaron las piedras sino que las
pulían para afilarlas. Uno de los principales cambios fue el descubrimiento de la agricultura, es decir, lograron
comprender que el trigo que recolectaban de los campos eran también semillas que podían almacenarse y plantarse.
Por ello, cambiaron su modo de vida ya que debieron establecerse en un territorio para realizar tareas agrícolas y se
originó la vida sedentaria. La economía pasó de recolectora a productiva ya que producían sus propios alimentos.
Los primeros cultivos fueron de cereales. Se han encontrado instrumentos para trabajar la tierra, granos de cebada y
variedades de trigo. Además, se comenzaron a producir objetos de cerámica para almacenar granos o transportar
agua.
Por otro lado, surgió la domesticación de animales como ovejas, vacas y burros que les permitió asegurarse la
provisión de carne, leche y lana y se los utilizó como animales de carga.
La vida en las aldeas
Los grupos humanos se asentaron en lugares cercanos a los cultivos y surgieron las aldeas: pequeños poblados
formados por chozas hechas con adobe en terrenos elevados y en las proximidades a los ríos.
Se organizaban en tribus o clanes cuyos miembros estaban unidos por sus necesidades y lazos de parentesco.
Además tenían un jefe que coordinaba las tareas del grupo y distribuía los productos. Por ello, las sociedades no
eran igualitarias sino que entre sus miembros existían relaciones de autoridad.
La división del trabajo era, en primer lugar, sexual, es decir, se les asignaban tareas diferentes a varones y mujeres.
Esta división permitió la especialización por oficios, por ejemplo, los artesanos.