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Tras el largo despertar del Eje durante la primera etapa del año 1942,
la segunda mitad todavía pintaba mejor, especialmente en el Frente del
Este para Rumanía, Hungría, Italia, Croacia y otros socios del Tercer
Reich. Finalizado el crudo invierno, las líneas alemanas todavía
permanecían cerca Moscú al norte y apuntando hacua el Cáucaso hacia
el Sur después de haber conquistado con éxito la Península de Crimea.
Fuera de Rusia, Inglaterra se encontraba acorralada a la defensiva entre
la India y Egipto por la presión del Imperio Japonés desde Birmania y
por el Afrika Korps desde el Desierto del Sáhara tras su victoria en
Tobruk. Estados Unidos a pesar de que había vencido en la Batalla de
Midway a los japoneses, seguía aislado en el Océano Pacífico debido a
sus derrotas navales en los meses anteriores y Australia bloqueada tras
la ocupación japonesa de las Islas Salomón. Adolf Hitler, a punto de
ganar ya la guerra, optó por dar el toque de gracia y poner fin al conflicto.
Bajo el nombre de “Plan Orient”, el Tercer Reich haría subir a sus
ejércitos desde África hacia Oriente Medio y desde el Caúcaso los haría
bajar hacia hacia el sur de Rusia al mismo tiempo que desde la India
entraría en contacto con sus socios europeos desembarcando en el
Golfo Pérsico, desde donde se propiciaría una sublevación musulmana
por parte de los árabes simpatizantes del Eje que supuestamente
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dejaría a los Aliados encerrados en una gran trampa. Con un este plan,
Europa y Asia quedarían de manera irremediable a disposición del
Imperio Germano-Japonés. Sin embargo no todo iba ser tan fácil, ya
que el Eje se toparía con tres obstáculos que no se imaginaba: El-
Alamein en Egipto; Guadalcanal en Australia; y la peor de todas en
Rusia, en forma de una ciudad a orillas del Volga que se convertería en
la mayor tragedia de la Humanidad hasta la fecha, Stalingrado.
Eje
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Friedrich Von Paulus en el extremo izquierdo, conversa con el Führer
Adolf Hitler sobre la Operación Azul a realizar en Stalingrado y el
Caúcaso.
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-29ª División de Infantería Motorizada Alemana
-297ª División de Infantería Alemana
-371ª División de Infantería Alemana
·VIII Cuerpo Alemán
-76ª División de Infantería Alemana
-113ª División de Infantería Alemana
·XI Cuerpo Alemán
-44ª División de Infantería Austriaca
-376ª División de Infantería Alemana
-381ª División de Infantería Alemana
·XIV Cuerpo Panzer Alemán
-3ª División de Infantería Motorizada Alemana
-60ª División de Infantería Alemana
-16ª División Panzer Alemana
·LI Cuerpo Alemán
-71ª División de Infantería Alemana
-79ª División de Infantería Alemana
-94ª División de Infantería Alemana
-295ª División de Infantería Alemana
-305ª División de Infantería Alemana
-389ª División de Infantería Alemana
-14ª División Panzer Alemana
-24ª División Panzer Alemana
-100ª División de Cazadores Austriaca
IV Panzerarmee Alemán (General Hermann Hoth)
·LVII Cuerpo Panzer Alemán
-6ª División Panzer Alemana
-17ª División Panzer Alemana
-26ª División Panzer Alemana
III Ejérctio Rumano (General Petre Dumitrescu)
·I Cuerpo Rumano
-7ª División de Infantería Rumana
-11ª División de Infantería Rumana
·II Cuerpo Rumano
-9ª División de Infantería Rumana
-14ª División de Infantería Rumana
·IV Cuerpo Rumano
-1ª División de Caballería Rumana
-13ª División de Infantería Rumana
·V Cuerpo Rumano
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-5ª División de Infantería Rumana
-6ª División de Infantería Rumana
·Reserva Rumana
-7ª División de Caballería Rumana
-15ª División de Infantería Rumana
IV Ejército Rumano (General Constantin Constantinescu)
·VI Cuerpo Rumano
-1ª División de Infantería Rumana
-2ª División de Infantería Rumana
-4ª División de Infantería Rumana
-18ª División de Infantería Rumana
-20ª División de Infantería Rumana
·VII Cuerpo Rumano
-5ª División de Caballería Rumana
-8ª División de Caballería Rumana
-4ª División de Infantería Rumana
VIII Ejército Italiano (General Italo Garibaldi)
·Cuerpo Alpino Italiano
-2ª División Alpina Italiana “Tridentina”
-3ª División Alpina Italiana “Julia”
-4ª División Alpina Italiana “Cuneense”
·II Cuerpo Italiano
-5ª División de Infantería Italiana “Cosseria”
-13ª División de Montaña Italiana “Ravenna”
·XXXV Cuerpo Italiano
-9ª División de Infantería Semi-Motorizada “Pasubio”
-298ª División Mixta Italo-Alemana
·XXIX Cuerpo Italo-Alemán
-2ª División de Montaña Italiana “Sforzesca”
-3ª División de Caballería “Principe Amadeo Duca d’Aosta”
-53ª División de Infantería Semi-Motorizada “Torino”
·Camisas Negras
-Agrupación “3 de Enero”
-Agrupación “28 de Marzo”
II Ejército Húngaro (General Gustav Jany)
·III Cuerpo Húngaro
-6ª División de Infantería Húngara
-7ª División de Infantería Húngara
-9ª División de Infantería Húngara
·IV Cuerpo Húngaro
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-10ª División de Infantería Húngara
-12ª División de Infantería Húngara
-16ª División de Infantería Húngara
·VII Cuerpo Húngaro
-1ª División Blindada Húngara
-19ª División de Infantería Húngara
-20ª División de Infantería Húngara
-23ª División de Infantería Húngara
·369º Regimiento Croata (Coronel Viktor Pavicic)
IV Flota Aérea Alemana (General Wolfran Von Richthofen)
·VIII Cuerpo Aéreo Alemán
-9ª División de Artillería Antiaérea Alemana “Flak”
X Flota Aérea Rumana (General Emil Gheorghiu)
Milicias Rusas Blancas “Hiwis” (Comandante Bronislaw Kaminski)
Unión Soviética
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porciones de tierra en medio del agua que constituían la Isla de Golodny
y la Isla de Zaitsevsky. Con esta urbe tan compleja, al oeste abriéndose
a Europa y al este hacia Asia, se iba a decidir el destino del mundo.
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edificio de Stalingrado fue convertido en una fortaleza impasable y cada
calle en una barricada infranqueable. La Policía del Estado (NKVD)
tomó el control de todas las esquinas para evitar desertores y
derrotismos. Stalin estaba totalmente decidido a sacrificar toda Rusia si
hiciera falta con tal de no entregar la ciudad que llevaba su nombre.
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-39ª División de Guardias
-45ª División de Fusileros
-95ª División de Fusileros
-112ª División de Fusileros
-138ª División de Fusileros
-193ª División de Fusileros
-196ª División de Fusileros
-224ª División de Fusileros
-284ª División de Fusileros Siberiana
-308ª División de Fusileros
-42ª Brigada Especial
-87ª Brigada Blindada
-92ª Brigada de Infantes de Marina
-115ª Brigada Especial
-124ª Brigada Especial
-137ª Brigada Blindada
-149ª Brigada Especial
-160ª Brigada Especial
-189ª Brigada Blindada
·LXIV Ejército (General Mikhail Shumilov)
-29ª División de Fusileros
-36ª División de Guardias
-38ª División de Fusileros
-157ª División de Fusileros
-204ª División de Fusileros
-13ª Brigada Blindada
-56ª Brigada Blindada
-66ª Brigada Especial
-93ª Brigada Especial
-96ª Brigada Especial
-97ª Brigada Especial
-154ª Brigada de Infantes de Marina
·LVII Ejército (Mariscal Fiódor Ivanovich Tolbujin)
-XIII Cuerpo Mecanizado
-169ª División de Fusileros
-422ª División de Fusileros
-90ª Brigada de Tanques
-143ª Brigada Especial
-235ª Brigada Blindada
·LI Ejército (General Nukolal Ivanovitch Trufanov)
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-IV Cuerpo Mecanizado
-IV Cuerpo de Caballería
-15ª División de Guardias
-91ª División de Fusileros
-126ª División de Fusileros
-302ª División de Fusileros
·XXVIII Ejército (General Vasilii Filippovich Gerasimenko)
-34ª División de Guardias
-248ª División de Fusileros
-330ª División de Fusileros
-6ª Brigada de Guardias Blindada
-52ª Brigada Especial
-85ª Brigada Blindada
-152ª Brigada Especial
-159ª Brigada Especial
·VIII Ejército del Aire (General Timojiev Chriukin)
Frente del Don (General Konstantin Rokossovsky):
·LXVI Ejército (General Aleksei Semenovich Zhadov)
-64ª División de Fusileros
-99ª División de Fusileros
-116ª División de Fusileros
-226ª División de Fusileros
-299ª División de Fusileros
-349ª División de Fusileros
-58 Brigada Blindada
·XXIV Ejército (General Ivan Vasiljevitsj)
-XVI Cuerpo Blindado
-49ª División de Fusileros
-84ª División de Fusileros
-120ª División de Fusileros
-173ª División de Fusileros
-233ª División de Fusileros
-260ª División de Fusileros
-273ª División de Fusileros
-10ª Brigada Blindada
·LXV Ejército (General Pavel Ivanovich Batov)
-4ª División de Guardias
-23ª División de Fusileros
-24ª División de Fusileros
-27ª División de Guardias
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-40ª División de Guardias
-252ª División de Fusileros
-258ª División de Fusileros
-304ª División de Fusileros
-321ª División de Fusileros
-121ª Brigada de Tanques
·II Ejército de Guardias (General Rovion Milanovsky)
-XIII Cuerpo de Guardias
-3ª División de Guardias
-33ª División de Guardias
-24ª División de Infantería
-49ª División de Fusileros
-378ª División de Fusileros
·XVI Ejército del Aire (General Sergei Ignatjewitsch Rudenko)
Frente Sudoccidental (General Nikolai Fiodorovitch Vatutin):
·XXI Ejército (General Mikhail Chistiakov)
-III Cuerpo de Guardias de Caballeria
-IV Cuerpo Blindado
-63ª División de Fusileros
-76ª División de Fusileros
-96ª División de Fusileros
-277ª División de Fusileros
-293ª División de Fusileros
-333ª División de Fusileros
·V Ejército Blindado (General Profoky Logvinovich Romanenko)
-I Cuerpo de Tanques
-VIII Cuerpo de Caballeria
-XXVI Cuerpo de Caballeria
-14ª División de Guardias
-47ª División de Guardias
-50ª División de Guardias
-119ª División de Fusileros
-159ª División de Fusileros
-346ª División de Fusileros
·I Ejército de Guardias (General Dmitrii Danilovich Leliushenko)
-I Cuerpo de Guardias Mecanizado
-1ª División de Infantería
-153ª División de Fusileros
-197ª División de Fusileros
-203ª División de Fusileros
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-266ª División de Fusileros
-278ª División de Fusileros
·II Ejército del Aire (General Konstanton Smirnov)
·XVII Ejército del Aire (General Stepan Akimovich Krasovski)
Operación Azul
A mediados del verano de 1942, la ofensiva del Eje sobre el Río Don y
el Caúcaso comenzó sin contratiempos. Los alemanes apoyados por
intenso fuego de la artillería y la Luftwaffe cruzaron el Río Don por el
puente de Viertachi y avanzaron como un rayo por la cuenca de los
Donets. Cuando el Grupo de Ejercitos Sur se dividió según el “Plan Azul”
en el Grupo de Ejércitos A y el Grupo de Ejércitos B, ambos se
abalanzaron hacia sus propios objetivos. El Grupo de Ejercitos B arrolló
a los rusos sobre la estepa, que prácticamente se retiraron sin combatir.
Un chiste muy común citado por los alemanes en aquel entonces era
“delante ni un enemigo, detrás ni un suministro”, en referencia a la
lentitud con que llegaba el combustible en la zona asiática de Rusia
como consecuencia de los lejanos campos petrolíferos de Ploiesti en
Rumanía. A unos 100 kilómetros de Stalingrado más o menos, fue
cuando alemanes, rumanos, italianos y húngaros se dieron cuenta de
que estaban luchando en la Eurasia y no en Europa. El lugar les
recordaba al continente asiático con sus desiertos, palmerales, cañones
rocosos, temperaturas calientes de hasta 53º C e incluso una
interesanta fauna compuesta por camellos y dromedarios. La única
diferencia era que todo aquello contrastaba con unas grandes campiñas
verdes que se hacían interminables, coronadas a veces por el humo
negro de las instalaciones petrolíferas que ardían en ciertas localidades
boicoteadas por los soviéticos. Tales victorias alemanas durante esta
etapa de movimientos llevaron a la captura de Gumrak, ciudad que
causó la primera voz de alarma para que la URSS declarase Stalingrado
en estadio de sitio. La batalla más dura de la Humanidad estaba a punto
de comenzar.
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Mapa de la Batalla de Stalingrado. Despliegue tanto del Eje como de la
URSS.
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resquebrajaron por dentro sin llegar a demolerse. La central telefónica
y las depuradoras de agua fueron destruidas, incluso hasta el hospital
recibió un bombazo que lo partió en dos haciendo que saltaran
despedidos por las ventanas los pacientes. Tras el ataque al centro de
la ciudad, los aviones se concentraron sobre la zona industrial en la
orilla del Volga, impactando con sus bombas los tanques de petróleo
que provocaron una reacción química de los combustibles fósiles con la
consiguiente bola de fuego que se elevó 450 metros, la cual a los pocos
minutos acabó convirtiéndose en una columna de humo que alcanzó
una inmensa altura, tanto, que podía verse a 320 kilómetros de distancia
en Rusia Meridional e incluso desde Ucrania. Como saltaron los
conductos de agua, los bomberos no pudieron apagar los incendios,
problema al que se sumó el petróleo desparramado por el agua
ardiendo y su extensión a las calles en donde llegó a abrasar los postes
telefónicos. Al final del bombardeo los muertos fueron incontables. La
Luftwaffe habían lanzado un total de 1.000 toneladas de bombas
perdiendo sólamente tres aviones con la pérdida de un piloto, que tras
saltar en paracaídas tuvo la mala fortuna de caer dentro de una casa
incendiada en la que se quemó vivo.
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tiempo que los cañones antiaéreos soviéticos a las afueras de
Stalingrado cambiaban sus mirillas de los aviones hacia los blindados.
La confusión inicial dejó algunos Panzer fuera de combate, pero en
seguida llegaron los Stukas para dar cuenta de las piezas enemigas,
destrozando a la mayoría y matando a sus dotaciones. Superado el
problema, la 16ª División Panzer todavía no se habían dado cuenta de
que sus hombres ya se había enzarzado en la lucha por Stalingrado.
Oficialmente a las 16:00 horas de la tarde de ese 23 de Agosto, los
alemanes llegaron por primera vez al Río Volga tras recorrer 60
kilómetros, concretamente a la localidad de Kuporosnoe. Para
inmortalizar el momento se sacó una fotografía muy famosa a la que
titularon “Llegamos al Volga”. Esa fue la primera vez que vieron
Stalingrado a lo lejos con las inmensas columnas de humo
difuminándose en el cielo, tras ésta, el continente asiático se extendía
en un interminable desierto.
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asaltos alemanes del 24 de Agosto, consiguiendo destruir 27 tanques
alemanes en una sóla jornada, lo que les facilitó escapar del cerco hacia
Stalingrado. Curiosamente en la acción participaron numerosos
republicanos españoles, entre ellos Rubén Ibarruri, hijo de Dolores
Ibarruri, “la Pasionaria”, Presidenta del Comité Central del Partido
Comunista Español, quién tras ser mortalmente herido en Bolsiciaya
perdió la vida.
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ciudad a orillas del Volga quedó asediada por tierra a merced del
Ejercito Alemán. terrestremente
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Von Paulus pronto comprendió que había infravalorado al Ejército Rojo
al descubrir que aún tenía tropas suficientes para lanzar contraataques.
Por esa razón decidió limpiar las zonas a las afueras de la ciudad que
como el tramo ferroviaro de Gumark o el Cañón del Tsaritsa, una
cadena de montañas recortadas y precipicios junto al Río Tsaritsa
donde los rusos poseían numerosa artillería y fuerzas partisanas de
retaguardia, se habían convertido en una molesta guarnición para la
Wehrmacht. A la hora de asegurar el Cañón del Tsaritsa fue necesario
el uso de Stukas contra las posiciones rusas y posteriores cargas de la
infantería alemana, mientras, para debilitar los envíos de refuerzos
enemigos la Luftwaffe acosó Krasnia Sloboda en la orilla asiática del
Volga donde se encontraba el cuartel general de Chuikov. Otros
objetivos tomados durante esa etapa fueron la Estación de Voroponovo
y la Casera de Basarghino. Los aliados de Alemania también entraron
en escena ese día, ya que detrás de Stalingrado se apostó el III Ejército
Rumano limpiando las últimas defensas rusas, al norte el VIII Ejército
Italiano frente al Río Don y 200 kilómetros más arriba las tropas del II
Ejército Húngaro.
Batalla de Stalingrado
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habían metido, ya que todos los edificios se habían convertido trampas
mortales, las calles eran vías impasables por culpa de los escombros,
el aire se había vuelto de color marrón y por si fuera poco se respiraba
un desagradable polvo por todas partes.
Mamev Kurgan, una montaña natural de 102 metros de altura que había
sido convertida por los rusos en una fortaleza inexpugnable en la mitad
de un parque del Barrio de Dzerzhinski, entró en los planes de conquista
de la Wehrmacht al principio mismo de la campaña, operación a la que
fueron asignadas las 14ª, 24ª y 94ª Divisiones de Infantería. El combate
por el Mamev Kurgan se inició el 14 de Septiembre, una lucha
encarnizada, en la cual los escasos defensores rusos no dieron tregua
a los alemanes que escalaban una y otra vez la colina, descendiendo a
continuación con muy pocos supervivientes. Simultáneamente a la
batalla por el Mamev Kurgan, la lucha en la Estación de Stalingrado se
desarrolló cruelmente, pues en escasas horas, las instalaciones
ferroviarias cambiaron tres veces de manos, una por parte de los
alemanes y otra por parte de los soviéticos. El único éxito alemán esa
aciaga jornada fue la captura de la depuradora de agua en las orillas del
río.
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vegetación exótica para evitar a los Stukas que sobrevolaban sobre
ellos en busca de presas. Una vez pasó el peligro los soldados
esperaron al crepúsculo, entonces comenzaron a subir en todo tipo de
embarcaciones como cañoneras, barcos pesqueros, gabarras y botes a
remo. El cruce fue aterrador para los rusos, ya que los alemanes les
disparaban desde la orilla con cañones, morteros y ametralladoras,
recibiendo una cañonera el impacto de un proyectil que quitó la vida a
20 soldados soviéticos. Nada más llegar los primeros botes a la orilla,
los rusos saltaron y cargaron directamente contra los alemanes sin
tomar ninguna medida para cubrirse. Los germanos que se situaban a
100 metros del río se replegaron hacia atrás para ocultarse en la
estación y unas fáctorías. Pero los rusos no desistieron, porque les
persiguieron y les dieron caza en una fábrica de ladrillo rojo, instalación
en la se enzarzaron en un fortísimo combate que terminó en victoria
soviética tras acribillar a balazos la infraestructura durante horas. Al
terminar el dia, de los 10.000 hombres de la 13ª División de Guardias,
sólo quedaban 3.000 vivos tras haber muerto casi 7.000.
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mañana el enemigo las pisara. Tampoco los ataques de los aviones
nocturnos U-2 soviéticos que aparecían silenciosamente por sorpresa
ayudaban a pasar mejor la noche. Pero lo peor que tenían que soportar
los alemanes era la conquista de casas y apartamentos porque antes
debían despejar cada muro, ruinas y tejados defendidos por los rusos a
un coste altísimo en bajas. Tan desesperante era esa función, que entre
pared y pared se escuchaba al enemigo hablar y respirar. Para tomar
un simple fábrica, los alemanes tenían que emplear a más de 700
soldados contra unos defenores que no llegaban a las 40 personas. Al
soldado alemán tuvieron que equiparle sobretodo con más lanzallamas
y granadas, ya que no había en la ciudad no había un sólo rincón que
no estuviese defendido, siendo necesario para ello limpiar cada sótano
e incluso las alcantarillas. Precisamente la batalla se intensificó en los
subsuelos y alcantarillados a lo largo de interminables hileras de
oscuros túneles atestados de agua sucia y ratas. Pero la superficie era
más peligrosa, ya que las trincheras se cavaban a 45 metros una de
otra, desde las cuales los contendientes se insultaban y amenzaran a
gritos cuando se aburrían, como por ejemplo cuando los alemanes
gritaban: “Russ, skoro bul-bul u Volga (Pronto haréis burbujas en el
Volga)”. El nombre de “Blitzkrieg (Guerra Relámpago)”, fue sustituido
por los alemanes por el de “Rattenkrieg (Guerra de Ratas)”. Aunque los
alemanes estaban sufriendo un terror psicológico tremendo, los rusos
no estaban mejor, pues a pesar de que se sentían más seguros tras sus
defensas, las bajas eran mucho más elevadas en su bando; de hecho,
morían 6.000 soviéticos y 700 alemanes diariamente en la ciudad,
llegando a ser la esperanza de vida de un ruso en Stalingrado
sólamente de un día.
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Tropas del Ejército Rojo combatiendo en las ruinas de Stalingrado.
Al saber que los alemanes estaban en la simbólica Plaza Roja, los rusos
se desmoralizaron y se retiraron hacia los dos embarcaderos que
todavía eran seguros en el Volga para poder escapar, no sin antes ser
ejecutados muchos de ellos por los comisarios. Esa desbandada
permitió el 22 de Septiembre que 100 tanques alemanes se hicieran con
la Avenida de Moskovskaia, las calles Kurskaia y Kíevskaia y un área a
200 metros junto a la depresión del Río Tsaritsa, ocupando su
embarcadero central y destruyendo el transbordador, además de
reducir a la 42ª Brigada Especial de los rusos a sólo 20 hombres. El
Barrio de Voroshilovski fue ocupado también en su totalidad, así como
la Casa L y la Casa de los Trabajadores del Ferrocarril. Con estos
avances un 90% de Stalingrado estaba en manos alemanas, mientras
que el Ejército Rojo sólo disponía de una estrecha franja de 8 kilómetros
de largo en la orilla del Volga con una profundidad entre los 100 y 800
metros. Aprovechando la ventaja y el caos reinante, los alemanes
empezaron a bombardear los embarcaderos con artillería y
lanzacohetes Neberwerfer. La oleada de miedo se extendió en los
siguientes días por toda la ciudad anunciando que Stalingrado estaba a
punto de caer, los civiles que aún se encontraban allí colapsaron los
muelles y la situación poco a poco empezó a irse de las manos para los
rusos.
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Zukhov con la intención de disminuir la presión de los éxitos alemanes
y calmar a sus propios hombres que veían perdida la batalla, decidió
fijar un contraataque para el 23 de Septiembre encaminado a desalojar
la falda del Mamev Kurgan usando para ello a la 13ª División de
Guardias y la 284ª División Siberiana. El plan fue preparado
minuciosamente con el traslado nocturno de los batallones de guardias
y siberianos procedentes de Asia a través del Volga la noche del 22 al
23 de Septiembre sin que los alemanes advirtieran de su presencia.
Sobre las 3:00 horas, las dos divisiones soviéticas cargaron a través del
Barranco de Krutoi y al despuntar el alba alcanzaron las cotas bajas del
Mamev Kurgan. Sin embargo la acción terminó en fracaso porque los
germanos les rechazaron provocándoles elevadas bajas, una buena
noticia para Von Paulus que aquel día cumplía 52 años de edad. No
obstante el asalto no fue en vano, pues la presencia de los siberianos
en el sector facilitó a los rusos el día 24 irrumpir en la Plaza 9 de Enero
y arrebatar a los alemanes el Banco Estatal (Goshbank) y la Casa
Pavlov, además de reforzar los Barracones de la NKVD, por aquel
entonces altamente disputados.
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Cruce del Río Volga con gabarras, barcazas, vapores y cañoneras entre
Krasnia Sloboda y Stalingrado, esta última cubierta por el humo al
fondo. Imagen del film Enemigo a las Puertas.
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inesperadamente cara a cara mientas ascendían hacia la cumbre del
Mamev Kurgan, lo que derivó en tiroteo por parte de ambos en el que
los alemanes se fueron imponiendo al forzar la retirada rusa y asegurar
las cisternas del monte. Curiosamente los únicos que no encontraron
apenas resistencia fueron los voluntarios del 369º Regimiento Croata
que tomaron con facilidad la Terminal de Locomotoras y se
atrincheraron frente a los Barracones de la NKVD. Precisamente tan
buena fue la labor de los croatas, que el mismo Gobernador “Poglavnik”
de Croacia, Ante Pavelic, se convirtió en el primer y único líder de un
país que visitó Stalingrado para comprobar la eficacia de sus hombres,
por aquel entonces asentados en torno a la Metalistería Octubre Rojo.
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para ello tuvieron que debilitar su frente en la ciudad, algo nada
recomendable en aquel momento.
Avanzado Octubre de 1942, las otras fuerzas del Eje a las afueras de la
urbe también empezaron a sufrir los estragos de la batalla por
Stalingrado. Los rusos aprovecharon la baja moral del II Ejército
Húngaro para lanzar octavillas sobre sus líneas incitándoles a rendirse,
además de asaltar varios de sus perímetros defensivos, fracasando en
los dos objetivos porque las tropas húngaras no se amedrentaron en
ningún momento. Sobre el VIII Ejército Italiano emplearon el mismo
método con igual resultado a pesar de que en este caso la
desmoralización italiana era mayor. Los ejércitos más fuertes en moral
y profesionalidad eran los rumanos, lo que hizo optar a los rusos por
evitarlos en el combate, concentrádose más en italianos y magiares. La
estrategia del Alto Mando Alemán (OKW) de colocar a los italianos entre
medias de rumanos y húngaros, respondía a la rivalidad histórica entre
Rumanía y Hungría, dos países que aunque eran aliados se odiaban
por motivos fronterizos en Transilvania y que de vez en cuando no
dudaban en enfrentarse entre sí. No obstante aquella decisión fue un
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error a largo plazo que más tarde se pagaría muy caro, pues los italianos
eran tropas miedosas y poco combativas, lo que debilitó notablemente
el dispositivo central entre húngaros y rumanos, clave para mantener la
presión sobre Stalingrado.
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Distintas fotografías del campo de batalla en Stalingrado. Fotografía
izquierda: Apartamentos de forma cúbica típicos de la ciudad en ruinas.
Fotografía centro: La famosa Fuente Barmaley junto a la Estación Nº1
con forma de unos niños bailando alrededor de unos cocodrilos en la
Plaza Roja. Fotografía derecha: Barricadas antitanque y estacas en una
calle.
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una loma junto al Volga hasta que ya no pudo aguantar más y se vió
obligada a retirarse dejando atrás elevadas bajas. Por aquel entonces
los flancos del VI Ejército Alemán en Stalingrado protegidos por
rumanos, italianos y húngaros se alargaban casi 200 kilómetros, lo que
dejaba a los alemanes dentro de la ciudad en una posición muy
vulnerable. A las advertencias sobre dicha debilidad en los extremos
que hizo saber el Conducator rumano Ion Antonescu a Hitler, el Führer
optó por reforzarlos sacando a un total de150.000 animales de carga,
entre estos caballos, camellos y bueyes para suministrar el perímetro
exterior.
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angloamericano durante la “Operación Torch”. Sobre el Pacífico los
japoneses pasaron de intentar cercar a los americanos en Guadalcanal,
para quedar ellos atrapados defendiendo la isla. Repentinamente en
Noviembre de 1942 todos los frentes del planeta quedaron en un punto
de inflexión tanto para el Eje como para Aliados, algo inédito hasta ese
momento en la guerra. Por si fuera poco aquel mes, el invierno llegó al
Frente Oriental antes de lo previsto el 11 de Noviembre, quedando las
ruinas de Stalingrado blancas, la estepa cubierta de nieve y el Río Volga
congelado con enormes bancos de hielo que hicieron encallar a los
barcos rusos después de que las temperaturas descendiera
drásticamente a -18ºC grados centígrados bajo cero.
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soldados soviéticos y arrollaban a un barco de vapor encallado en el
hielo del Volga. A continuación las divisiones alemanas se lanzaron
contra la Planta Química Lazur y tras un duro combate descendieron
hacia el nudo ferroviario, donde tanto a alemanes como a rusos les fue
difícil reconocerse debido a un polvo químico amarillo que se había
desparramado por el lugar. A las 9:50 horas de la mañana la artillería
alemana se sumó al ataque bombardeando unos tanques petrolíferos
en el margen del Volga y logrando que tres fueran incendiados dejando
el cierlo cubierto de negro. Sobre la Fábrica de Armamento Barrikadi y
la Metalistería Octubre Rojo, los alemanes cosecharon más éxitos al
reducir el frente enemigo a sólo 500 metros con el Volga. Un ejemplo
de las pérdidas rusas ese día fueron los 6 supervivientes del 118º
Regimiento de la Guardia, que de sus 264 hombres iniciales 258
perdieron la vida. Tan crítica llegó a ser la situación para el LXII Ejército
Soviético que defendía la ciudad, que incluso los mandos pensaron
rendir Stalingrado de una vez por todas, algo que no se produjo porque
el Ejército Rojo tenía el plan definitivo para aniquilar de un sólo golpe al
VI Ejército Alemán.
Operación Urano
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se equivocaba en su percepción, ya que frente a ellos se había ido
concentrando todo el Ejército Rojo y el 60% de la aviación soviética
procedente de toda la URSS. Desde Stalingrado hacia el norte, justo al
borde de la frontera con el VIII Ejército Italiano, se estacionaron los
soviéticos en el siguiente orden: XXIV Ejército, el LXV Ejército, el XXI
Ejército y el V Ejército Blindado, todos ellos ubicados al otro lado del Río
Don para destruir al III Ejército Rumano. Al sur de Stalingrado, junto al
LXIV Ejército y delante del Río Volga se concentraron el LVII Ejército y
el LI Ejército en este orden, siendo su misión la de acabar con el IV
Ejército Rumano. Nadie en la inteligencia militar del Eje se enteró de lo
que estaba pasando, pues bajo las ventiscas de nieve y la densa niebla
que hacían invisibles el enemigo, el Ejército Rojo pudo cruzar con
vehículos y trineos el Don y el Volga sin ver visto por los rumanos con
un total de 1.101.000 soldados, 675 tanques, 10.250 piezas de artillería
y 1.216 aviones. Aquella formidable fuerza militar fue calificada por Iósif
Stalin como la punta de lanza que vengaría el insulto de la “Operación
Barbarroja”.
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soviético que había cruzado las líneas, al cual primero interrogaron y
luego enviaron al enlace alemán destacado en su sector, el teniente
Gerhard Von Stöck, campeón en jabalina de los Juegos Olímpicos de
Berlín en 1936. El prisionero había confesado poco antes a los rumanos
que el Ejército Rojo lanzaría una ofensiva en un par de horas sobre todo
el frente. Sin embargo los alemanes calmaron la preocupación rumana
asegurando que era mentira. No obstante los rumanos tenían motivos
para desconfiar, pues durante toda la noche habían visto como
zapadores soviéticos con equipo invernal se habían adelantado a sus
líneas avanzando a gatas sobre la nieve para cortar alambradas y
colocar minas anticarro. Pronto la pesadilla se tornaría realidad.
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Encuentro feliz de los hombres del V Ejército Blindado Soviético con el
LVII Ejército en Sovietski.
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El IV Panzerarmee del general Hermann Hoth durante la “Operación
Tormenta de Invierno”.
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División Panzer a la hora de cruzar el Río Axai y alcanzar Verjne-Kumski
el 13 de Diciembre. Simultáneamente la 17ª División Panzer con apoyo
de la IV Flota Aérea Alemana alcanzó el Río Mishkova y para el 15 de
Diciembre la 6ª División Panzer ya tan sólo se situó a 65 kilómetros de
Stalingrado. Los hombres del VI Ejército, ya viendo próximo al IV
Panzerarmee, decidieron que era hora de prepararse para unirse a la
lucha desde la retaguardia y atacar a los rusos por la espalda. Sin
embargo, un hecho aislado en el Frente Sudoccidental modificaría otra
vez la situación para desgracia de Eje.
Operación Saturno
Italia, una de las potencias entre los varios países que participaban en
la Batalla de Stalingrado, era el que tenía un despliegue más débil y
peligroso de cara al enemigo. Guardando un frente de 300 kilómetros,
había un soldado italiano cada 7 metros. Para soportar el invierno, el
90% de las tropas estaban abrigadas con imitaciones de lana o ropas
civiles enviadas por familiares y colectas en Italia, lo mismo que el
alimento que traían desde tan lejos como pan, harina, castañas o higos
secos. Tanto el hambre como el frío habían hecho mella en los hombres,
surgiendo dentro del VIII Ejército Italiano un disputado mercado negro
“estraperlo”. No obstante, salvo por estos inconvenientes, la moral
italiana era buena, ya que las tropas al fin y al cabo vivían cómodamente
en las cabañas rusas o las isbas de la estepa que protegían muy bien
del frío. De hecho las tropas italianas mantenían estrechas relaciones
con la población local rusa del campo, especialmente los soldados de
origen campesino procedentesde Sicilia o Piamonte. Entre los
intercambios que se hacían estaban los regalos de galletas o panes
unos a otros, e incluso en ocasiones los piamonteses y sicilianos junto
con los civiles rusos exclamaban en conversaciones: “Mussolini kaputt”
y “Stalin kapput”, en rechazo a ambos líderes nacionales.
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Soldados italianos “Bersaglieri” intentan escapar del embolsamiento del
Ejército Rojo al VIII Ejército Italiano durante la Operación Saturno.
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de los pilotos alemanes del avión como los carristas rusos del tanque.
Finalizada la incursión, 108 aviones habían conseguido escapar y otros
72 habían sido destruidos destruidos, una cifra enorme que equivalía al
10% de toda la flota de transporte de la Luftwaffe.
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manera constante y las pistas quedaban invadidas por toneladas de
nieve. Respecto al personal en espera de ser evacuado pronto
comenzaron las peleas por ver quién subía antes a un avión. De hecho,
los soldados estaban tan desesperados por volver a casa que muchos
se aferraban a las ruedas y alas de los aviones mientras cogían
velocidad para despegar, lo que inevitablemente provocaba su
descuelgue en cuanto el aparato tomaba altura y los individuos se
soltaban y se mataban estampándose contra el suelo. Peor todavía lo
pasaban los heridos moribundos a la espera de la muerte, pues al no
existir capacidad para evacuar a los afectados graves debido a que
ocupaban demasiado espacio con las camillas, sólo se admitía subir a
bordo a los leves o más sanos. Eso facilitó que se cometieran casos de
heridas autoinfligidas, lo que generó ejecuciones por parte de la
Gendarmería Alemana (Felgendarmerie) que llegó a cumplir 364
condenas a muerte, sin contar aquellos que se lanzaban contra los
aviones para intentar escapar. Pero si los alemanes estaban mal, la
situación no era mejor para los 3.500 prisioneros soviéticos en Gumrak
y Voroponovo, que encerrados en la bolsa junto a los alemanes, morían
a 20 por día de hambre y frío. No obstante, el momento más triste de la
bolsa, fue sin duda la Navidad y el Año Nuevo que tuvieron que vivir los
soldados del VI Ejército Alemán, que a pesar de la nostalgia tan lejos
de casa, aún sacaron fuerzas para hacerse regalos de comida entre
ellos y colocar arbolillos navideños. Desde Alemania todo el mundo
empezó a percibir el inevitable fin del VI Ejército y espontáneamente se
solidarizó con él. Hitler por ejemplo prohibió el champán y el coñac en
su cuartel general. El Ministro de Industria Albert Speer también se puso
a dieta perdiendo 12 kilogramos, ya que tenía a su hijo entre los sitiados,
Ernst Speer, el cual rechazó un salvoconducto que le ofreció su padre
alegando de manera ejemplar que los heridos más graves debían ser
evacuados antes y no él (poco después moriría).
Fuera del cerco del VIII Ejército Italiano, las divisiones supervivientes
comenzaron la penosa retirada a través de la estapa intentando llegar a
una base segura en retaguardia mientras por detrás eran perseguidos
por el Ejército Rojo y por delante acosados por los partisanos. El 26 las
Divisiones “Pasubio” y “Torino” fueron embolsadas tras la toma de
Chertkovo y el 28 los soviéticos se hicieron con Skassirkaia. Tristemente
los italianos, acompañados por algunos rumanos, avanzaron a paso
lento, cayendo congelados en la nieve o desfallecidos por las heridas,
siendo ametrallados en todo momento por aviones en vuelo rasante y
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acosados por las vanguardias soviéticas. En ocasiones veían vehículos
alemanes pasar y les suplicaban que les dejasen subir a sus heridos,
algo a lo que se negaban los germanos llegando a amenazar con la
bayoneta a sus propios aliados, ya fuesen italianos o rumanos. Por las
noches, los partisanos se infiltraban en las isbas y sorprendían a
decenas de tropas italianas en la cama que hacían prisioneros. Pero
asombrosamente la población civil rusa tenía tanto cariño por los
italianos que les ofrecían cobijo en su casa o les alimentaban, incluso
en algunos casos los escondieron durante todo el conflicto, llegando a
formalizarse matrimonios en la postguerra entre italianos y mujeres
rusas.
Operación Anillo
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Al pasar del fiasco soviético la primera jornada de la ofensiva, al día
siguiente, 11 de Enero, el Ejército Rojo recapturó Marinovka y Karpovka
matando en el asalto 1.600 soldados alemanes a costa de unas
pérdidas propias 20 veces más altas, ya que 26.000 soldados soviéticos
murieron en poco más de 24 horas debido a la fanática resistencia de
los cercados. Por suerte las noticias para los rusos fueron mejores el 12
de Enero tras la conquista del Saliente de Karpovka por los XXI y LXV
Ejércitos Soviéticos. Pero el mejor sabor de boca lo dejó la venganza
que se cobró el LXII Ejército Soviético de Chuikov, que tras cinco meses
de asedio en la ciudad, el 13 de Enero sorprendió a los alemanes dentro
de Stalingrado reconquistando varios edificios y calles, además de
causar elevadas bajas a la 100ª División de Cazadores Austriacos y la
305ª División de Infantería Alemana.
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oleadas de cazas y bombarderos soviéticos destruyeran a 50 aviones
Junkers Ju 52 en Gumrak que no pudieron escapar debido a que sus
trenes estaban enterrados en la nieve.
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Unas pocas tropas de caballería italiana escapando del cerco al VIII
Ejército Italiano en el Frente del Don con una heroica carga y la bandera
de Italia en mano.
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Al día siguiente de la captura de Gumrak, el 24 de Enero de 1943, todas
las fuerzas del Eje en la bolsa de Stalingrado se habían replegado hacia
la ciudad del Volga abandonando la helada estepa y las llanuras
circundantes. Stalingrado por aquel entonces se encontraba atestado
de personas que convivían hacinadas expuestas a temperaturas
árticas, los congelamientos y la inanición, una situación de riesgo
sobretodo para los 40.000 heridos, entre los que había 20.000 graves y
600 críticos. Una vez más las raciones disminuyeron exageradamente
a 200 gramos de carne, 75 gramos de pan, 12 gramos de grasas, 11
gramos de azúcar y un cigarrillo diario. Pronto los nuevos soldados
venidos de fuera adquirieron un aspecto similar a los del interior con la
clásica cara amarillenta verdosa afectada por las enfermedades, los
piojos paseándose por el cuerpo y la falta de calorías que impedía a
muchos mantenerse en pie y por tanto menos aún estar operativo para
entrar en combate.
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Una encarnizada lucha sobre la estepa de Stalingrado en la que
intervienen soldados rusos enfrentándose a los soldados alemanes y a
un tanque Panzer PzKpfw III. En el cielo se divisa un avión soviético
Ilushyn II-2 cayendo derribado.
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de fallecer en el trayecto 8.550 tropas italianas. Como premio por haber
sobrevivido a este infierno, el Duce Benito Mussolini autorizó a sus
veteranos regresar a Italia, bastando únicamente 17 trenes para
repatriarlos, cifra llamativa teniendo en cuenta los 200 trenes que
habían sido necesarios para llevarlos a Rusia antes de la batalla.
Rendición de Stalingrado
Durante los últimos días de Enero, el Ejército Rojo llevó a cabo el asalto
sobre los Almacenes Univermag de Stalingrado, uno de los últimos
reductos del VI Ejército en la ciudad. Asombrosamente y a pesar de las
pésimas condiciones salubres y materiales en las que se encontraban,
los alemanes resistieron todos los ataques. Sólamente cuando se les
acabaron las municiones, una vez agotadas todas las cajas, aceptaron
la propuesta de rendición del Ejército Rojo y sus defensores salieron de
los escondites con los brazos en alto, tirando sus armas a un rincón y
formando en filas ante sus captores para que los registraran.
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El último asalto soviético sobre la Fabrica de Tractores de Stalingrado
para desalojar a los alemanes.
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Hasta el 1 de Febrero de 1943, los alemanes sitiados en las dos bolsas
de la ciudad no recibieron la noticia de la rendición de su general a los
rusos, unos con pena y otros con alegría con tal de que terminara aquel
infierno ya. Los oficiales alemanes y rumanos al fin se decidieron a
emitir las órdenes necesarias a los soldados para proceder a entregarse
a los soviéticos. Casi de manera simultánea, desde todos los rincones
y escondites de la ciudad empezaron a salir soldados con los brazos en
alto y banderas blancas. Con cierta cautela los rusos les hicieron
identificarse, luego les registraron y por último en columnas empezaron
a llevarles a los campos de prisioneros. Algunos decidieron resistir hasta
la última bala, como fue el caso de algunos alemanes y croatas en la
Fábrica de Tractores y otros lugares de la ciudad que lucharon hasta su
completa aniquilación. Los colaboracionistas rusos fueron los únicos
que no se rindieron, ya que prefirieron vestirse con ropa civil para
intentar escapar hacia Ucrania a través de la estepa, siendo en el intento
la mayoría capturados y ejecutados por el Ejército Rojo tras acusarles
de traidores. Cuando por fin todo el VI Ejército Alemán se capituló en la
ciudad junto al XI Cuerpo Rumano y al 369º Regimiento Croata, los
prisioneros ascendieron a un total de 91.000 soldados del Eje.
Conclusión
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Prisioneros alemanes son llevados a Beketovka escoltados por tanques
KV1 y centinelas soviéticos.
Trágico fue el destino de los 91.000 prisioneros del Eje, llevados desde
el primer instante de su captura en un largo caminar por la nieve con
temperaturas de -25ºC y -30ºC grados bajo cero hasta el campo de
concentración de Beketovka. Durante el trayecto conocido como la
“marcha de la muerte” fallecieron 40.000 de los capturados, casi el 45%.
Dentro de la misma Stalingrado sólo se quedaron 3.500 de los
prisioneros tras ser seleccionados para reconstruir la ciudad;
permaneciendo el resto en Beketovka, donde la tasa de mortalidad
altísima por culpa del hambre, las venganzas de los centinelas rusos o
las epidemias de tifus, disentería, icteria, difteria, escorbuto,
tuberculosis, hidropesía o malaria, que dejaron un rastro de 15.000
muertos. Todavía lo pasaron peor los enfermos o heridos tras ser
alojados en hospitales de campaña a la orilla del Río Tsaritsa bajo unas
condiciones infrahumanas sin comida y con el agua contaminada.
Cuando por fin terminó la pesadilla de Beketovka, los cautivos serían
enviados a Asia Central y otros lugares de Rusia para ser distribuidos
en campos de concentración y gulags como los de Lunovo, Suzdal,
Krasnogorsk, Yelabuga, Bekedal, Usman, Astrakán, Basianovski,
Oranki y Karaganda. Los prisioneros del Eje capturados en Stalingrado
estuvieron toda la Segunda Guerra Mundial en los campos de
concentración soviéticos, muriendo un 90% del total. No fue hasta
después de la contienda, cuando en 1945 empezaron a ser liberados
algunos, aunque la mayoría todavía permanecerían mucho más tiempo,
salvo en 1950 que se hizo una excepción con 50.000 de los cautivos.
Cuando en 1953 Iósif Stalin falleció por enfermedad y el reformista
Nikita Jruschov adquirió gran poder dentro del Partido Comunista
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Soviético, todos los prisioneros de Stalingrado sin excepción, 2.000 por
aquel entonces, regresaron a Alemania, Rumanía, Hungría e Italia
después de 14 años de cautiverio para reunirse de una vez por todas
con sus familias.
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entre estos 400.000 alemanes y austriacos, 200.000 rumanos, 130.000
italianos, 120.000 húngaros, 50.000 rusos blancos y 1.000 croatas. A
nivel material las pérdidas también fueron desalentadoras con un total
de 500 tanques y 6.000 cañones destruidos, además de 900 aviones
abatidos (827 alemanes y 73 rumanos).
Muertos en Stalingrado:
Unión Soviética = 1.200.000
Alemania = 400.000
Rumanía = 200.000
Italia = 130.000
Hungría = 120.000
Rusia Blanca = 50.000
Croacia = 1.000
TOTAL = 2.000.000
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Fotografía del siglo XXI. Estatua de la mujer con la espada sobre el
Mamev Kurgan de 85 metros de alto dedicada a la tragedia de
Stalingrado. Desde la colina descienden unas escaleras hasta un
hermoso parque con una fuente que simboliza la lucha del soldado
soviético y un tranquilo ambiente natural que invita a rememorar a los
más de 2 millones de seres humanos caídos durante la batalla más
importante de la Historia.
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la Guerra Fría y cayó la Unión Soviética, Stalingrado cambió su nombre
por el de Volgogrado. No obstante, por muchas modificaciones que
sufriese su denominación, nadie olvidaría la palabra “Stalingrado” como
un referente de tragedia humana que nadie quisiera volver a repetir.
Bibliografía:
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