Reconstruccionismo: Paradigma pedagógico

Base filosófica

La base filosófica del paradigma pedagógico reconstruccionista se encuentra en la filosofía

pragmática de J. Dewey, de lo cual da fe Theodore Brameld, teórico importante de este
paradigma.

Dewey considera que la educación en general puede definirse como un proceso de

reconstrucción continua de la experiencia, cuyo fin primordial debe ser ampliar y ahondar su
contenido social, al mismo tiempo que el individuo logra el control de los métodos
involucrados. De ese modo, para Dewey, el pensamiento acrecienta la libertad, humaniza,
reconstruyendo la experiencia provoca la aparición del pensamiento y éste actúa luego como
instrumento reorganizador de aquélla. En eso está precisamente su validez.

Toda educación, en los sistemas nacionales modernos, es reconstruccionista, en tanto que

se le asigna social y políticamente una función propia que en términos generales es llamada
de 'integración social' o nacional. Se considera a los procesos educativos formales y a sus
instituciones especializadas como medios propios para 'construir' un tipo de sociedad, en
relación más o menos explícita con lo político, lo económico o lo social, representando
frecuentemente en 'lo nacional'

Derivado de las anteriores relaciones, el carácter de la educación será más orientado a lo

construccionista' o a lo 'reconstruccionista', según el tipo de valores propuestos y/o buscados
para la integración social y los antecedentes históricos o socioculturales de los mismos.
Sustentado en gran parte del pragmatismo de Dewey, el reconstruccionismo se caracteriza
por:

1. La educación es primordialmente un medio para reconstruir la cultura.

2. No propone que la educación se adapte o acomode al poder político o económico.

3. Tampoco propone desarrollar en el hombre algunas cualidades morales que lo pondrían

por 'encima' del poder, con una superioridad en donde la razón llegaría a establecer

propósitos buenos.
4. No es su propuesta primordial el hecho de que la educación se avocara a desarrollar el

conocimiento científico del hombre, de modo que pudiera resolverse sus problemas

científicamente.

5. Propone dirigir la educación a través de medios y fines buenos. En este sentido, el

reconstruccionismo no está acabado, no es completamente nuevo.