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Proceso de Elaboracion de La Mantequilla Tecnologia de Alimentos
Proceso de Elaboracion de La Mantequilla Tecnologia de Alimentos
Universidad de Guayaquil
Facultad de Ciencias Químicas
Química y Farmacia
Formato unificado para informe
3. OBJETIVO GENERAL
- Determinar cuáles son las operaciones unitarias y las condiciones que influyen en la
elaboración de la mantequilla.
4. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Indicar las condiciones en las que se debe encontrar la materia prima (leche) y producto final
(m
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Leche
De acuerdo a la NTE INEN 9:2012 la leche entera es un “Producto de la secreción mamaria normal
de animales bovinos lecheros sanos, obtenida mediante uno o más ordeños diarios, higiénicos,
completos e ininterrumpidos, sin ningún tipo de adición o extracción, destinada a un tratamiento
posterior previo a su consumo.”
De todos los alimentos que consume el hombre, sólo la leche tiene como único objetivo el de
servir de alimento como tal. (Serra, 2014)
Se espera que su valor nutritivo sea muy alto. La leche entera es un alimento casi completo, ya
que sólo es pobre en hierro, vitamina D y vitamina C. Su riqueza en energía, proteínas de fácil
asimilación, grasa, calcio, fósforo y varias vitaminas hacen de la leche el alimento básico del
lactante y, en general, del niño en sus primeros cuatro años de vida, aunque también es muy
importante en otras etapas de la vida. (Vazquez, 2007)
Está compuesta por grasa, proteína, lactosa, minerales (sólidos totales) y agua. Su valor nutricional
así como el económico están directamente asociados con su contenido de sólidos.
Se almacena en grandes tanques de acero inoxidable totalmente estéril para evitar una
contaminación cruzada, y la capacidad de estos van a depender de la producción diaria de la
industria. En el lugar de almacenamiento se debe eliminar todo tipo de gérmenes, especialmente
levaduras y mohos. Desde los depósitos intermedios de almacenamiento, la nata pasa a ser
pasteurizada a una temperatura de 95°C o más. La alta temperatura es necesaria para destruir las
enzimas y los microorganismos que podrían dañar la calidad de la mantequilla.
Debe tener una correcta ventilación. Se estima que el tratamiento prolongado permite un periodo
de almacenamiento de hasta 4 semanas a 10ºC, aunque algunos microbiólogos aseguran que este
almacenamiento puede favorecer el crecimiento de los microorganismos alterantes por
inactivación de los inhibidores naturales de la leche. Y que probablemente en muchos casos los
costes adicionales del tratamiento son mucho mayores que los beneficios que reporta el aumento
de la vida útil.
A menos que sea corregido, la grasa con un alto índice de iodo (alto contenido de grasa
insaturada) producirá una mantequilla de textura grasienta. Se puede obtener una mantequilla de
consistencia aceptable, a partir tanto de grasa dura (índice de iodo inferior a 28) como de grasa
blanda (índice de iodo por encima de 42), variando el tratamiento de maduración de acuerdo con
el índice de iodo. El número de ácidos grasos insaturados de la nata es un factor importante en la
elaboración de la mantequilla. Las grasas con un alto contenido de grasa insaturada producirán
una mantequilla de textura grasienta. Tanto las grasas blandas como las grasas duras pueden dar
mantequillas de consistencia aceptable.
Análisis Microbiológico
- No deberá contener gérmenes patógenos y debe cumplir con las especificaciones
microbiológicas.
- Con objeto de enriquecer el sabor y aroma de la mantequilla o conseguir la acidez
deseada, pueden utilizarse cultivos de gérmenes lácticos dentro de los máximos
permisibles.
Contaminantes
Las pruebas desarrolladas para detectar residuos antibióticos en la leche se clasifican en:
Las técnicas cromatografías, enzimáticos e inmunoenzimaticos y los microbiológicos son los más
recomendados por su elevada capacidad de cuantificación, especificidad y sensibilidad. Hay que
observar que la acidez de la leche interfiere en la detección de residuos, ya que las leches ácidas
pueden virar el color del medio de la microplaca de detección de antibióticos y presentar falsos
positivos. Los antibióticos en la leche no desaparecen totalmente con los tratamientos térmicos
(Arias, 2010).
Cuando un productor mantiene pocas vacas, éstas pueden ser ordeñadas manualmente en su
resguardo; cuando los hatos son grandes, el uso de una ordeñadora ahorra mucho esfuerzo y
tiempo. Es recomendable realizar la ordeña lo más higiénico posible, pues de ese modo es posible
obtener leche sin contaminar y se mantiene al hato libre de mastitis (Escobar, 2003).
El planear adecuadamente las instalaciones del establo, manteniéndolas lo más limpio posible
permite que el proceso de producción de leche se realice de la mejor manera y se conserve en
buenas condiciones de salud; no obstante es necesario tener en cuenta que los animales son
susceptibles a contraer ciertas enfermedades, las cuales es posible evitar si se establece
oportunamente un programa de vacunación (Escobar, 2003).
La mayoría de las vacunas son muy eficientes y si son usadas de manera adecuada, se logra la
completa prevención de las enfermedades hacia las que son dirigidas. La vacunación es la forma
más eficaz de evitar enfermedades infectocontagiosas de origen bacteriano y viral que
representan no sólo pérdidas económicas, sino una amenaza para la salud humana. Es necesario
llevar registros de los animales, que incluyan datos tanto productivos como reproductivos; alta
incidencia de abortos, mayor número de servicios por concepción (para vacas y vaquillas),
mortalidad en vacas, vaquillas y becerros (Escobar, 2003).
Del mismo modo, cuando se introducen animales ajenos al hato es importante tener las
precauciones sanitarias necesarias ya que estos pueden ser portadores de diferentes
enfermedades e infectar a algunos animales. En el caso de sementales se deben extremar
precauciones, ya que podrían ser portadores de enfermedades de transmisión sexual, que
contagiarían a todas las hembras con las que tuvieran contacto (Escobar, 2003).
Siempre que se aplica una vacuna, se deben tener en observación a los animales tratados, por al
menos 30 minutos después de la vacunación, ya que pueden presentarse algunas reacciones
alérgicas y se debe estar preparado para esta eventualidad (siempre con asesoría de un técnico
capacitado) (Sanchez M. T.).
Una vez que la leche es ordeñada se almacena en los tanques de refrigeración, y debe mantenerse
a una temperatura inferior a 8 °C si va a ser recogida en el día o a 6ºC si va a ser recogida al día
siguiente, con el objetivo de evitar la multiplicación de microorganismos mesófilos acidificantes
(bacterias lácticas) (Duque, 1987).
En esta etapa la higiene del tanque es muy importante para evitar la presencia de
microorganismos psicrófilos que crecen a temperaturas de refrigeración y pueden multiplicarse en
el tanque de almacenamiento antes de su procesado. Estos microorganismos tienen una actividad
lipolítica (bacterias propiónicas y butíricas) y proteolítica (bacterias proteolíticas tipo
Pseudomonas) Los tanques de refrigeración suelen estar provistos de sistemas de agitación que
favorece la homogeneización de la leche y una mejor refrigeración de la misma (Duque, 1987).
El tanque refrigerante puede ser también una fuente de contaminación importante, y para tratar
de minimizarla hay que utilizar equipos con un diseño correcto que se puedan limpiar y
desinfectar eficazmente (Duque, 1987).
La leche se consume o se procesa inmediatamente después del ordeño. Casi siempre transcurre
cierto tiempo entre su recogida y la salida del establo o la granja. El problema consiste en
mantenerla durante éste período en condiciones apropiadas para que conserve su calidad inicial.
Al salir de la ubre la leche se encuentra a una temperatura entre 35 - 37° C (Duque, 1987).
Esta temperatura es muy alta y por otro lado, aunque el ordeño se haga en condiciones óptimas
de higiene siempre contiene microorganismos que a ésta temperaturas multiplican rápidamente y
acidifican la leche (Duque, 1987).
Los microorganismos presentes en la leche son generalmente bacterias; éstas hacen que la leche
se vuelva ácida ya que descomponen los nutrientes como vitaminas, proteínas, enzimas y otros.
Entre mayor sea la cantidad de bacterias que contenga la leche, más rápidamente se produce la
descomposición. La mayoría de bacterias que descomponen la leche (cocos, bacilos, espirilos y
vibriones), prefieren para su desarrollo y multiplicación temperaturas entre 20 y 38° C. Como la
leche sale de la ubre a 35-37° C, es decir, tibia, es la que más rápido descomponen las bacterias,
junto con la que se encuentra a temperatura ambiente (Duque, 1987).
La calidad de la leche comercial y de sus derivados elaborados en una industria láctea, depende
directamente de la calidad del producto original o materia prima, proveniente de las zonas de
producción y de las condiciones de transporte, conservación y manipulación en general hasta la
planta. Por lo tanto, el éxito y buen nombre de la industria y en última instancia la calidad del
producto que llega al consumidor, dependen del control que se lleve sobre la leche cruda (Sanchez
M. , 1996).
De estas pruebas, unas pueden realizarse en el campo o en la receptoría de la planta; tal es el caso
de las determinaciones de temperatura, caracteres organolépticos, lactofiltración y de la prueba
lactométrica (peso específico), mediante las cuales es posible reconocer algunas leches
inaceptables, evitando que dañen la leche de buena calidad al mezclarse en camiones cisternas o
en los tanques de almacenamiento. Otras, como la prueba del alcohol, las determinaciones de
acidez, pH y las basadas en la reducción de colorantes, son realizadas en un laboratorio con el
objeto de determinar la calidad de leches sospechosas o como técnicas rutinarias de control
(Sanchez M. , 1996).
Temperatura de la leche
La leche cruda, debe ser entregada a la planta en las primeras 2 horas que siguen al ordeño para
evitar el rápido crecimiento bacteriano que ocasiona la disminución de su calidad y su rápida
descomposición. De lo contrario, la leche debe refrigerarse rápidamente después del ordeño y
mantenerse entre 0 - 5 ºC hasta su procesamiento. La determinación de la temperatura de la leche
cruda al ser entregada a la planta es por consiguiente, un buen indicio (aunque no
necesariamente) del cuidado que se ha tenido en la granja o durante su transporte para tratar de
conservarla en óptimas condiciones (Escobar, 2003).
- Los termómetros deben estar debidamente calibrados y graduados de tal manera que cubran
aproximadamente de -10 a +100 ºC, con divisiones no menores de 1 ºC.
- Deben dejarse suficiente tiempo para que la temperatura del termómetro se estabilice a la
temperatura del producto y cuando no pueda leerse directamente el termómetro introducido
en la muestra, debe retirarse y leerse con rapidez.
- Los termómetros deben estar limpios y libres de contaminación; al hacer la lectura deben
insertarse convenientemente en la muestra.
- No debe medirse la temperatura directamente en muestras destinadas a análisis
microbiológicos; en este caso, debe hacerse en un recipiente por separado.
- La temperatura debe determinarse diariamente en los camiones tanques que llegan, en los
tanques de almacenamiento de la planta, en un número representativo de cantaras de cada
productor y por lo menos dos veces a la semana en la leche procesada almacenada en las
casas y en la que retorna de las rutas de distribución (Sanchez M. , 1996).
En la industria láctea las técnicas y los equipos de limpieza han sufrido un desarrollo muy rápido
en los últimos años debido al aumento en los costes de mano de obra y otras presiones de
carácter económico. En la mayoría de las industrias lácteas la limpieza manual ha sido
reemplazada por la mecánica y en muchos casos por sistemas automáticos (sistemas CIP). La
limpieza CIP (Clearing In Place) se basa en la circulación del agua de enjuague y las soluciones
detergentes que se ajustaron a la concentración del aditivo (Na4 EDTA, 15%) al 1%, por
recomendaciones del fabricante de los productos químicos, recargando con un nivel mínimo de
0,5% v/v y se mantuvo la del detergente (NaOH 42%) al 1% v/v, consiguiéndose una
repetición de 23 limpiezas continuas, por los depósitos, tuberías y líneas de proceso
sin necesidad de desmontar los equipos.
La limpieza de los depósitos requiere grandes volúmenes de detergentes que deben circular de
forma rápida y el bol debe estar, perfectamente equilibrado para evitar vibraciones perjudiciales.
Evidentemente, después de cada operación de desnatado, es necesario desmontar y limpiar
cuidadosamente el bol y los platillos (Sanchez M. , 1996).
El fin de la maquinaria, es agilizar los procesos con la menor cantidad de personal y espacio. Así
una planta procesadora necesita de quinientos metros cuadrados y cinco operadores para
procesar diez mil litros de leche diarios.
Transporte de la leche
Posteriormente la leche será recogida y transportada hacia las industrias. Durante este proceso la
temperatura de la leche no debe ser superior a los 10°C. El transporte puede efectuarse en
vehículos equipados con cisterna que pueden ser o no isotermas, pero en cualquiera de los casos
el transporte nos debe asegurar que la temperatura de la leche no sobrepase los 10°C. Los
recipientes y las cisternas que se hayan empleado para el transporte de la leche cruda deberán
limpiarse y desinfectarse antes de volver a utilizarse.
Además de la colecta de la leche a granel una de las estrategias que pueden ser adoptadas para
mejorar la calidad de la leche es la utilización de un incentivo al productor como, el
establecimiento de precios variables en función de calidad de la leche siendo ejemplo, de lo que ya
ocurre con relación al pago diferenciado por el porcentaje de grasa.
En algunos países, los parámetros de calidad incluyen: el CTB, el IC, el CCS y el porcentaje de
proteínas de la leche, los cuales son fuertemente relacionados con el rendimiento industrial y con
la calidad del producto final. Sin embargo, estos análisis tienen un costo operacional elevado en
Los cálculo de leche necesaria para la producción de mantequilla, se ha obtenido que la totalidad
de la nata obtenida al descremar la leche, es la que se añade posteriormente hasta llegar al 2,3%
de materia grasa de los yogures, por lo que no hay excedente de nata. A pesar de eso, en la
industria se instala un enfriador de placas y un tanque de almacenamiento de la nata por si en el
futuro la materia prima tuviera un mayor contenido de materia grasa y sí habría excedente de
nata, que posteriormente pasaría a expedición.
La nata debe ser de buena calidad bacteriológica y libre de defectos de sabor o aroma. El índice de
iodo es el factor decisivo en la selección de los parámetros de fabricación. A menos que sea
corregido, la grasa con un alto índice de iodo (alto contenido de grasa insaturada) producirá una
mantequilla de textura grasienta. Se puede obtener una mantequilla de consistencia aceptable, a
partir tanto de grasa dura (índice de iodo inferior a 28%) como de grasa blanda (índice de iodo por
encima de 42%), variando el tratamiento de maduración de acuerdo con el índice de iodo. La nata
que contenga antibióticos o desinfectantes no es apropiada para la fabricación de mantequilla
acidificada. Por otra parte, si se ha dado la oportunidad de que crezcan microorganismos
patógenos, la nata no debe ser utilizada en la elaboración de mantequilla, incluso si por
tratamiento térmico se inactivan los citados organismos. Por ello, es necesario mantener una
higiene estricta durante todo el proceso de producción.
Pueden soportar temperaturas superiores a los 100 º C. Por ello, es de gran importancia la
prevención del desarrollo de bacterias sicrotróficas. Una solución es el enfriamiento de la leche
cruda a 2-4°C inmediatamente después de su llegada a la industria y su almacenamiento a esta
temperatura hasta el momento de la pasteurización, o mejor todavía sería realizar un tratamiento
térmico de la leche a 63 - 65°C durante 15 segundos y enfriarla hasta 2- 4°C. La pasteurización
debe efectuarse tan pronto como sea posible y nunca más tarde de pasadas 24 horas de su
recepción (Escobar, 2003).
Control en la pasteurización
La nata se pasteuriza a alta temperatura, a 95°C o incluso más, y normalmente sin tiempo de
mantenimiento. El tratamiento térmico debe ser suficiente para que la prueba de la peroxidasa
resulte negativa. Este tratamiento térmico fuerte destruye no solamente las bacterias patógenas,
sino también las bacterias y enzimas que podrían tener efectos perjudiciales sobre el
mantenimiento de la calidad de la nata. Por otra parte, dicho tratamiento térmico no debe ser tan
alto como para producir defectos tales como el sabor a cocido (Escobar, 2003).
La proporción relativa entre las bacterias productoras de aroma viene determinada por las
condiciones de crecimiento en la industria. El ácido láctico, el diacetilo y el ácido acético son las
sustancias aromáticas más importantes producidas por las bacterias. La producción de la más
relevante sustancia aromática presente en la mantequilla, el diacetilo, depende de la
disponibilidad de oxígeno. Los cultivos deben ser activos, de forma que el crecimiento bacteriano y
la producción de ácido sean rápidos (Escobar, 2003).
El cultivo industrial debe mezclarse de forma concienzuda antes del bombeo al depósito de
maduración. A veces, el cultivo se bombea antes que la nata. Algunos fabricantes, sin embargo,
prefieren añadir el cultivo en la tubería por donde circula la nata. En cualquier caso, dicho cultivo
debe mezclarse cuidadosamente con la nata. La nata precisa un tratamiento térmico si se quiere
que la mantequilla obtenida tenga la consistencia apropiada. El programa de tratamiento depende
del índice de iodo de la nata. La temperatura de acidificación también vendrá determinada por
este programa, ya que la maduración tiene lugar al mismo tiempo. Es posible modificar el
programa de temperaturas que se aplica para controlar la consistencia, de acuerdo con el tipo de
cultivos utilizado (Escobar, 2003).
Tratamiento térmico
Antes del batido, la nata se somete a un tratamiento según un programa de temperaturas que
controlará la cristalización de la grasa, de forma que la mantequilla consiga la consistencia
deseada. La consistencia de la mantequilla es una de sus más importantes características de
calidad, de forma directa e indirecta, ya que afecta a otras características, principalmente al sabor
y al aroma. La consistencia es un concepto complicado que implica propiedades tales como
dureza, viscosidad, plasticidad y capacidad de ser extendida.
Las cantidades relativas de ácidos grasos con altos puntos de fusión determinan si la grasa será
dura o blanda. La grasa blanda tiene un alto contenido de ácidos grasos con bajo punto de fusión,
de forma que a temperatura ambiente esta grasa tiene una gran parte en fase liquida (la
proporción grasa líquida/grasa sólida es alta) (Escobar, 2003).
Batido-amasado
En algunos casos, los granos de mantequilla se lavan con agua fría para eliminar los restos de
mazada como paso previo al amasado. La calidad del agua empleada debe garantizar que no se
produzcan contaminaciones del producto (Escobar, 2003).
La operación de amasado a la que se somete a los granos de mantequilla persigue obtener una
masa compacta, ajustar el contenido en agua y mezclar de forma homogénea los aditivos que en
su caso se puedan añadir (sal, aromas). La técnica de fabricación continua consiste en llevar a cabo
estas operaciones sin interrupción y en menos tiempo, lo que permite aumentar los caudales
horarios de producción, aumentar la calidad del producto y facilitar el envasado posterior.
Solamente se sigue empleando el sistema discontinuo o batch en pequeñas instalaciones. Desde el
punto de vista económico y medioambiental, el sistema continuo de fabricación permite reducir
La mantequilla se tiene que envasar nada más salir de la máquina de fabricación para evitar
contaminaciones microbiológicas. Para el envasado se pueden utilizar máquinas moldeadoras,
llenadoras y selladoras. La naturaleza de la emulsión de la mantequilla hace que se puedan
producir reacciones de oxidación de las grasas lo que produce su deterioro (Lopez, 2001).
Además, la mantequilla absorbe rápidamente los olores. Por ello, los envases deben proteger el
producto de la luz, prevenir la oxidación y ser resistentes al vapor de agua para evitar que se seque
la superficie y puedan producirse cambios en la coloración (Lopez, 2001).
Los materiales de envase más utilizados son: papel u hoja de aluminio laminado con papel vegetal
o papel resistente a la grasa, láminas de polietileno, tarrinas plásticas (polipropileno
termoformado, LDPE o PVC). Para los envases de venta al por mayor se emplean cajas de cartón
forrado de LDPE o latas. Por su parte, para el envasado de la nata se utilizan envases de plástico
(poliestireno) o de cartón con capas de plástico o laminado de aluminio (Lopez, 2001).
Técnicamente la mantequilla es una emulsión del tipo “agua en aceite”, obtenida por batido de la
nata. La elaboración de la mantequilla tiene sus orígenes en los inicios de la transformación de la
leche. Ésta se elaboraba de forma manual en mantequeras de madera. Poco a poco se fueron
mejorando las técnicas de elaboración y en la actualidad la producción de mantequilla se basa en
procesos tecnológicos modernos y con rigurosos controles de calidad. El diagrama de flujo
muestra el sistema tradicional de fabricación de mantequilla a partir de nata ácida (nata
fermentada) (Serra, 2014).
CREMA
35 – 40% grasas
TRATAMIENTO DE LA CREMA
EVAPORADORES A VACIO 80 – 85(kPa).
NORMALIZACION
35 – 40% DE GRASAS
NEUTRILIZACION
ACIDEZ NO MAYOR DE 0,18%
PASTEURIZACION
90 – 92°C por 30 segundos
MADURACIÓN
DESUERADO
MEDIANTE DECANTACION:
SUERO DE GRANOS DE
MANTEQUILLA MANTEQUILLA
ensidad de LAVADO
Agua limpia 5 a 10 % con
temperatura de 2- 3ºC
SALADO
SAL DE 1-3% pura, seca y
fina
AMASADO EN BATIDORA
3ºC Durante 15 a 20
rotaciones
ENVASADO
Papel sulfurizado de doble
hoja
ALMACENAMIENTO
CAMARAS FRIGORÍFICA O
HELADERAS A TEMPERATURA DE
5ºC
Recepción: Se pesa la leche que entra al proceso y se practican análisis organolépticos (olor, sabor,
color), así como acidez, grasa y antibióticos para garantizar la calidad y el buen rendimiento del
producto final, La nata es la materia prima necesaria para la elaboración de mantequilla. Debe
estar libre de defectos de sabor o aroma y exenta de antibióticos o desinfectantes que impidan el
crecimiento de los microorganismos (del género Streptococcus) implicados en la maduración de la
mantequilla. Un factor importante en la elaboración de la mantequilla es la composición en ácidos
grasos de la grasa de la leche; dependiendo del contenido en ácidos insaturados puede variar la
firmeza de la mantequilla final. No obstante, se puede mezclar mantequilla firme y blanda y
someterlas al proceso de amasado, previo al envasado, el contenido graso de esta crema debe ser
del 35% al 40%.
DESGASIFICACIÓN
Antes de la pasterización: con el objeto de eliminar los gases disueltos en la nata, a veces pueden
tener sustancias aromáticas indeseables. En estos casos se efectúa una desaireación al vacío, que
consiste en calentar la nata a 78 ºC y a continuación aplicarle un vacío, que provoca que las
sustancias aromáticas se evaporen. Después de la pasterización: para limitar el eventual gusto a
cocido de la nata calentada a alta temperatura.
MADURACIÓN BIOLÓGICA: Siembra con mohos lácticos después de una cristalización moderada.
Las cepas utilizadas más frecuentemente son Streptococcus lactis y Streptococcus cremoris.
BATIDO
La crema se traslada a la mantequillera que es un recipiente con tapa que permite agitar
manualmente o bien con ayuda de una batidora. Aquí se produce un movimiento lento pero
continúo que golpea la crema contra las paredes y que provoca la separación de la grasa en forma
de pequeñas partículas de mantequilla, las cuales flotan en un líquido blanco conocido como el
suero de mantequilla.
Batido: Desuerado: El suero se separa mediante decantación y colocando un colador para recoger
las partículas de mantequilla.
NORMALIZACIÓ
Consiste en regular el contenido graso de la nata. Normalmente la nata llega con un contenido de
grasa superior al necesario para la obtención de mantequilla; por este motivo debe ser
normalizada a 35 %-40 % de grasa. Generalmente la nata se normaliza con leche desnatada.
PASTEURIZACIÓN
La crema separada se calienta a 85°C, durante 10 minutos, seguida de un enfriamiento hasta 5 °C.
Debe aplicarse lo más pronto posible con el objeto de limitar el riesgo de alteración de la grasa. La
nata pasa a ser pasterizada a una temperatura de 95 ºC o más. Estas elevadas temperaturas no
sólo aseguran la destrucción de los microorganismos patógenos, sino también la de
microorganismos y enzimas (lipasas) que podrían tener efectos perjudiciales sobre la calidad de la
nata y además confiere a la mantequilla una mayor resistencia a la alteración por oxidación,
debido a que las altas temperaturas producen compuestos antioxidantes.
Este proceso consiste en inocular microorganismos que dan aroma a la nata. Las bacterias que se
usan para ello son Streptococcus diacetilactis y Leuconostoc citrovorovum, y las sustancias
aromáticas más importantes que producen son el ácido láctico, siendo el más relevante el
diacetilo. La inoculación debe realizarse antes de la etapa de maduración. El cultivo es mezclado
con la nata en la tubería por donde pasa la nata antes de ser bombeada al depósito de
maduración, o en el mismo depósito de maduración.
Lavado: Se agrega entre 5 y 10% de agua limpia con el fin de eliminar el suero residual. Se agita
suavemente y se elimina el agua residual. Seguidamente se agrega una nueva cantidad de agua y
se repite la operación de lavado. Un parámetro para dejar de lavar es ver que el agua de lavado
salga clara, sin embargo, no se recomiendan más de tres lavados pues el exceso disminuye el
sabor y olor de la mantequilla. La última lavada puede hacerse con agua y sal, para salar la
mantequilla.
Amasado: Sirve para eliminar el agua residual del lavado y para homogenizar la mantequilla.
Puede hacerse de forma manual o en batidora. Si el salado no se hizo durante el lavado, entonces
aquí se le agrega la sal en una proporción de 2 a 3% del peso de la mantequilla.
Moldeado: La mantequilla se vierte en moldes que pueden ser de metal o plástico, para que tome
forma y luego los moldes son retirados. En algunas partes no se utilizan moldes y la mantequilla es
vendida en forma de masa compacta.
Una vez escurrida la mantequilla pasa a la amasadora. Con el amasado se pretende obtener una
mantequilla con una fase grasa continua, que contiene una fase dispersada muy finamente. El
amasado se completa cuando se consigue completar la inversión de fases.
Los materiales de empaque de papel vegetal son impermeables a la grasa y humedad pero
permiten la entrada al aire y luz al producto.
Pape revestido
Este material presenta una protección óptima contra todos los factores ambientales. Para
empacar la mantequilla se usan envases de diversos tamaños dependiendo del peso del producto.
La Mantequilla:
El proceso provoca la agromeración de las partículas grasas y su separación del suero de leche.
Esta se utiliza para la elaboración de margarina y puede ser perjudicial si contiene gran proporción
de ácidos grasos trans. Su color amarillento se debe a la presencia de betacaroteno ( (COSMOS,
2009).
Si la mantequilla es empacada únicamente con papel, se debe almacenar en un lugar limpio, con
humedad moderada y libre de polvo. Si este lugar es demasiado seco, el papel se rompe con
facilidad; por el contrario, si es demasiado húmedo, el moho se reproduce con facilidad y se
contamina la mantequilla.
Se debe considerar que el oxígeno y la luz pasa a través del papel, lo que promueve la oxidación de
la mantequilla. Por lo tanto, si se busca una protección de largo plazo, es ideal utilizar un
empaque laminado (Alu 7mic / Papel 40gsm / PE).
El aluminio para mantequilla actúa como una eficaz barrera al oxígeno, a la humedad, a la luz y al
olor, lo que reducirá el deterioro oxidativo de mantequilla y fungirá como barrera a la absorción
de los olores en el aire. De esta manera, se protege su propio sabor y se extiende la vida útil.
Estará constituido por doble hoja de papel sulfurizado, material macromolecular o cualquier otro
que con las debidas garantías y que esté aceptado para su empleo en contacto con productos
alimenticios.
La industria láctea elabora una alta cantidad de mantequilla en los meses de invierno, lo que
implica almacenar y conservar con el propósito de extender la vida útil de las mantequillas para su
disponibilidad en los meses de mayor demanda, es por ello que la mantequilla debe ser enfriada
de inmediato. Mientras más pronto se enfríe y más baja su temperatura, mayor será el tiempo de
conservación.
La conservación a largo plazo mediante la conversión del agua del alimento en hielo con gran
rapidez y almacenado a temperaturas de -18°C es muy utilizado, sin embargo, hay que tener en
cuenta que no existe la esterilización de los alimentos por la causa del frío, pues nunca se llega a la
destrucción total de la población microbiana presente, sino solamente de un pequeño porcentaje
de ella. Por tanto pueden proliferar cuando el alimento se sitúe bajo unas condiciones adecuadas
para ello.
Los cuartos fríos a 4,4 a 10 º C de temperatura son buenos para almacenamiento de mantequillas
por periodos no mayores a un mes. Los cuartos de congelación -10 a -15ºC conservan la
mantequilla por varios meses ya que a estas temperaturas los procesos bioquímicos son muy
lentos y la proliferación microbiana es nula (Delgado, 2011).
Todos los vehículos deben ser inspeccionados antes de cargar los alimentos, verificando su estado
de limpieza y desinfección, que estén libres de manchas o derrames contaminantes y que no
transporten materiales distintos a los productos autorizados.
Las cargas se estibarán ajustadas para evitar golpes entre sí o con las paredes del vehículo; si se
requiere amarrar la carga, esta debe protegerse con esquineros para evitar el deterioro del
empaque.
Formato Elaborado por:
Q.F. Carlos J. Valdiviezo Rogel, Msc.
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Tecnología de Alimentos
El transporte es refrigerado o congelado, y el vehículo debe haber sido previamente enfriado
antes de empezar a cargar.
El vehículo trasportador estará dotado con sistema de termografía para garantizar el control de
temperaturas durante todo el viaje. Si se usa hielo en contacto con los productos, este será
fabricado con agua potable (ZELAYA, 2001).
En lo posible y como un elemento para garantizar las condiciones sanitarias de los productos,
todas las fábricas de alimentos deberán contar con un laboratorio propio, o contratar los servicios
de uno externo preferiblemente del estado o autorizado por el estado.
El control debe hacerse diariamente sobre los puntos siguientes: a) control bromatológico; b)
control bacteriológico. El control bacteriológico comprende: recuento total de bacterias; recuento
de levaduras y hongos; determinación de coliformes, además se puede realizar el control
organoléptico de la mantequilla con la regularidad que se estime conveniente.
Las constantes físico – químicas más importantes de la mantequilla son las siguientes (esto se
refiere a la sustancia grasa que la conforma) (SENATI, 2014).
5.4.1 Biotecnologías
Los aromas alimentarios son productos no destinados a ser consumidos como tales, sino
incorporados en el proceso de fabricación industrial de alimentos con el fin de aportarles olor o
sabor, o modificar ambos. Los compuestos aromáticos empleados en la fabricación de aromas
alimentarios pueden ser de origen natural o sintético, pudiéndose emplear indistintamente, en la
misma concentración, al no existir diferencias organolépticas entre ellos. Las rutas convencionales
de síntesis química es todavía viable, pero la producción biotecnológica compite con ellas al
permitir una mayor producción, a menor precio, de compuestos naturales.
El cultivo de microorganismos, como bacterias ácido lácticas o levaduras, es uno de los procesos
biotecnológicos más empleados. Estos microorganismos pueden sintetizar compuestos
aromáticos, por ejemplo el diacetilo, como metabolitos secundarios durante la fermentación. El
diacetilo es el principal componente del aroma alimentario de mantequilla que se va a fabricar.
El desarrollo de una nueva fórmula del aroma alimentario de mantequilla con notas lácteas para
su incorporación en la fabricación, como una posible aplicación de metabolitos aromáticos
derivados de la fermentación en la industria alimentaria.
Para ello, se combinó el diacetilo con otros compuestos aromáticos que contribuyeron al perfil
aromático propuesto y con disolventes adecuados para facilitar la fabricación y aplicación final.
Las nuevas tecnologías incorporadas en el proceso de la mantequilla, se han realizado para innovar
al producto tratando de cumplir con las exigencias del cliente o consumidor, esta tecnologías se las
usan para aportarle mejores características al producto, en el caso de la mantequilla, mejorar su
olor, prolongar su vida diaria y dentro de lo posible reformular su composición, mejorando su
fabricación y a su vez mejorar la economía industrial
6. DISCUSIÓN
7. CONCLUSIONES
8. RECOMENDACIONES (opcional)
9. BIBLIOGRAFÍA
Lopez, M. V. (23 de Mayo de 2001). Centro de Actividad Regional para la Producción Limpia .
Obtenido de
http://seguridadycalidadalimentaria.usal.es/demos/demo_appcc/limp_desinf/lac_es.pdf
Sánchez, M. R. (2013). Investigación y desarrollo de una nueva fórmula del aroma alimentario de
mantequilla. Obtenido de Biosaia: Revista de los másteres de Biotecnología:
https://www.upo.es/revistas/index.php/biosaia/article/view/618
Vazquez, R. C. (28 de Enero de 2007). Manual de normas de control de calidad de leche cruda.
Obtenido de
https://www.uv.mx/apps/agronomia/foro_lechero/Bienvenida_files/CALIDADDELALECHE
CRUDA.pdf
10. Anexos
Recepción: De la Inoculación de
Descremado Batido
materia prima estárteres
Salado y
Lavado: agua
Moldeado Amasado: sal 2 - Desuerado
limpia de 5 - 10%
3%
Almacenamiento:
Empaque Rendimiento
5°C