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GREGORIO KLIMOVSKY

ESTRUCTURA Y VALIDEZ DE LAS TEORíAS CIENTíFICAS •

El objeto de este trabajo es examinar algunos de los aspectos ca-


racteristicos de las teorías científicas, especialmente aquellos más vincu-
lados a su estructura y validez.
Antes de entrar a desarrollar este tema, no está de más analizar
las razones que pueden obligar a psicólogos, médicos y psiquiatras a ocu·
parse de las teorías científicas.· Pues cabe argüir que las partes más
fundamentales de estas disciplinas se relacionan con la actividad clí-
nica, donde lo que importa es actuar y no el construir especulaciones.
De acuerdo con este modo de ver, lo esencial es manejar con éxito el
material que la realidad y la práctica nos brindan, mientras que la sis-
tematización racional o abstracta posee sólo un valor subsidiario. Pero
esto es un malentendido. N_~puede procederse irracional y_!!za!"osamente
a intentar modificar las cosas; el resultado sería desastroso. Usar cual-
quier instrumento, efectuar· un movimiento cualquiera, decir algo, todo
esto es inútil e inoportuno si no se conocen las relaciones causales y
funcionales entre los objetos o entidades sobre los que queremos actuar.
Si sabemos que algo está en estado A y deseamos que pase al estado B,
para actuar positivamente deberíamos conocer que entre las acciones
que podemos ejercer sobre A, existe C, que tiene la propiedad de cam-
biar A por B. Sin ese conocimiento podriamos actuar arbitrariamente
sobre A ejerciendo alguna otra acción D que cambia A por E (que no
nos interesa) o, simplemente, destruye A. En una palabra, si no elegi-
I!l0s apropiadamente la acción, no obtendremos el resultado -prltcHco
q':!e es nuestro propósito consegul!:~ Po,r_ello, toda acción racion~l pre-
supone conocim!ent<? Y este conocimiento no se relaciOl.a con hechos
singulares o aislados; es·
un conocimiento generai; que indica correla·
<:i~nes, li.gaduras y pautas que gobiernan la estructura de lo real. Sin

• Las teorías cienlificas de las que nos ocuparemos en este aJ"liclIlo son (¡\s
"fácticas", t.'s decir. las que intentan describir hechos reaks concretos (aulllJue ~'n
hIrma gt'neral, median te el empico de leyes 1. Por consiguil'nll', no nos OClIp.U'l'II\OS
de los sistt'mas dt' la matemática y de la lógica.

* En D. Ziziemsky (comp.), Métodos de investigación en psicología y psicopa·


tología. Nueva Visión, Buenos Aires, 1971.

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este conocimiento no existiria técnica exitosa. Pero este conocimiento
_debe haberse obtenido previamente y tiene que haber sido apropiada-
Una COSá es el cúmulo de factores sociales, polfticos)psicológicos ycul-
turales que pueden biducir a un científico a preferir cierto modo de
mente vaJJdago. Esto muestra que las teorías científicas, en las que se conceptuar en comparacióri con otra, o a seguir ciertos caminos teó-
intenta sistematizar y controlar tal conocimiento, son un arma indis- ricos con preferencia a tales o cuales, y otra es la verificación o apoyo
_~~~!>le_ I?~ra fundamentar nuestra acción práctica. En el caso de la lógico o empírico que sus afirmaciones pueden tener. La distinción es
actividad clínica, estas teorías deberían servir como principio guía para importante, y vale la pena hacerla aun en el caso de que de veras se
la selección de terapias y tratamientos. cumpliera (lo que no es cierto) que ciertos modos de obtener conoci-
Es oportuno desvanecer otro malentendido.' No estamos intentando miento producen indefectib~emente verdades, pues aún así, para estar
identifl<;ar_)os conceptos" de "teoría científica" y-de "ciencia"; éste es seguros de que ello es cierto, deberíamos presuponer algún criterio para
más amplio que aquél. Hay actividad, conflictos y procesos en la his- reconocer la verdad.
toria sociológica de la" ciencia; pero no se reflejan en la estructura de ~or todo lo anterior, nos limitaremos a discutir la estructura y va-
las teorías, que es de carácter lógico y lingüístico. Lo que ocurre es que lidación de las teorías científicas, por entender que lo fundamental es
si taies procesos o actividades llevan a resultados de alguna importan- i~cn~_ar_criterios para reconocer "buen conocimiento" 3_ separª-rlo de~
cia, éstos deben comunicarse a la comunidad científica y a la hu- deficiente, ya que eso es todo lo que se necesita presuponer para guiar
manidad entera, y "cristalizar" en textos, memorias o informes. La i.!.:ues~ra_~ctividad práctica y clínica,
posibilidad de una labor critica, junto con la necesidad de difusión de ~~s ~eorias científicas implican cuatro aspectos fundamentales. En
conocimientos (debido a los requerimientos tecnológicos, sociales, po- primer lugar, el de la esfera de objetos o entidades de carácter práctico
Hiicos y culturales) hacen indispensable que las regularidades que los y- empírico--sobre el cual se quiere actuar y que, al propio tiempo, sir-
hombres de ciencia descubren se condensen en hipótesis,2 ~firmaciones ven:para-controlar las suposiciones de la teoría. Luego _existe la faz
y enunciados, todos los cuales constituyen sistemas y teorías. En este lhigüistlca de las teorías, donde los factores más relé van tes implican
sentido, bueno es recordar una distinción que los epistemólogos hacen distinciones de vocabulario o familias de afirmaciones científicas clasi-
frecuentemente: "los problemas del conocimiento científico, arguyen, fl~adas- por su mayor o menor- -proximIdad a hi esfera empírica. A_~ori­
cons~i~yy_e"n tres cont~xtqs. ~ primerp es el contexto de descubrimien- tjpuacióñ, tenemos la estructura iógica de la teoría, que jerarquiza las
to, y abarca todo lo relativo a la manera en que los científicos arriban afi~l!l8:c_iones de ésta según sus nexos deductivos o inferenciales. y,_ pqr
a"sus~éoiijeturas, hipótesis o afirmaciones. El segundo es el contexto fin, están los problemas relacionados con la validez o incorrección de
de }u_~~ificaciónJ C@~_gomprende toda cuestión relativa a la validación estás -afirmaciones. Esto lleva a una metodología que vamos a indicar
del conocimiento. y_~t último está integrado por todo lo que involucre sOñleiamente, ya que éste no_ es el lugar para una exposición sistemá-
ias aplicaciones de la ciencia, y puede denominarse contexto de apli- tica completa.
caezon"{(j 1¡tecnológico"). De acuerdo con lo dicho, el contexto de jus-
tificación antecede al de aplicación. Y, obviamente, el de descubrimien- LA BASE EMPíRICA DE UNA TEORíA
to antecede al de justificación. Muchos filósofos no están del todo con-
vencidos de la legitimidad de la distinción entre los tres contextos y, Las disciplinas científicas se ocupan de las propiedades y caracte-
especialmente, sospechan de la diferencia entre los dos primros. Pien- rísticas de ciertos tipos de objetos. J Pero es posible dividir tales objetos
san que el proceso de descubrimiento es en sí la propia justificación en dos clases según el tipo de acceso que se tenga a ellos desde el punto
del conocimiento científico. Por desgracia no es así, y la historia de la de vista del conocimiento. Algunos se ofrecen directamente a la pr~c­
ciencia muestra una gigantesca colección de "descubrimientos" inva- tica, a la observación y a la experimentación; los llamaremos empí-
lidados por un posterior y conveniente control mediante experiencias.
J Aunque_lo usual es reservar "objeto" para entidades concretas o individua-
2Por el momento, cuando digamos "afirmación", "proposición" o "hipótesis" les, y usar "entidad" con un alcance general que cubriría abstracciones y catego-
no ha¡'emos ninguna distinción. Luego, cuando discutamos explícitamente el mé- rías cualesquiera, nosotros usaremos ambas palabras indistintamente. Propiedades,
todu hipotético deductivo, daremos a "hipótesis" un sentido especial; por ahora, cualidades, relaciones, operaciones, runciones, estarían así aludidas por estos voca-
cuando se mencionen -por ejemplo- "hipótesis derivadas", puede entenderse blos_ En particular, cuando hablemos de entidades observables o directas, hay que
simplemente "proposiciones derivadas", De acuerdo con el modo de pensar con- tener en cuenta que las propiedades y relaciones pueden ser tan directas gnoseoló-
tcmporáneo. está lan difundida la convicción de que los enunciados científicos son gicamente como los objetos_ Por ello, los enunciados empíricos básicos de los que
hipótesis, que nos parece erróneo y tal vez imposible dejar de utilizar este modo más adelante se habla se refieren a objetos observables, pero las propiedades
de expresarsc, y relaciones que de ellos se afirman también son observables.

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ricos. Los otros son captados de manera más indirecta, a través de de- la_de ser a~~liares instrumentales para que podamos construir nues,
ducciones, inferencias o conjetúras; los llamaremos teóricos. 4 La dife- tras teoria~l_par.a~etmltir_-sisteiñatizát,,:el_Con:®lmlefito~por·consl­
rencia es clara y aparece en distintas investigaciones. En física, las indi- gJ?iente, efectuar pr~~!~_cio!!~~_sQº:re_l()nempírico_y lo práctico. De acuer-
caciones en el dial de un instrumento o la coincidencia entre una aguja do con una nomenclaturaJIlUY _difundida .... _vamo_s_I!J!!lmar_lJ_ase eWpf·
y una señal son objetos o eventos empíricos directos; un campo eléc- rica al conjuntod~__~~~~ntift~des_direetas.
trico es teórico y se conoce indirectamente (a través de instrumentos Base empirica puede tener un sentido filosófico, otro epistemoló·
y registros). "En química, el color de un papel tornasolo la opacidad gico y, tambfén, uno metodológico. El primero no interesa aquí, y se
de una solución es empírica; los átomos son teóricos. En biología, cier- refiere a la posibilidad de encontrar una base empirica para todo tipo
tos fenotipos son direct!='s, empíricos, como el color de las plumas de de conocimiento humano (los filósofos discrepan acerca de cuál sería
un ave; los genes son indirectos, teóricos, y se detectan por su efectos tal base y de si existe o no). Epistemológicamente, se trata de saber
en la herencia de los fenotipos. En psicología profunda, las actitudes cuál es la base empírica par~todcLtipCLd~.d.Js.c.ipJJ.I1ª cieJrlJfica:-.Desde
corporales, los gestos y expresiones verbales constituyen material ma- ñ~str~p.E..~!2_<;l~ 'LisJª,-~:5ta, .base_~~p'írlcª __e~tlÍ_.dada_ por_.las_.en tidades
nifiesto directo, empírico; el superyó, el inconsciente, las fantasías o que la práctica cotidiana ofrece directamente a nuestro conocimientQ
los objetos internos constituyen entidades teóricas. Desde ya vale la (sm dejar de reconocer que éste no es un -cü-nocimientoabsoluto, sino
pena indicar que teoría no es palabra peyorativa y no indica que se que puede revisarse y perfeccionarse, por lo cual hay que reconocer que
trata de abstracciones vacuas; los objetos teóricos existen (o tenemos el valor de nuestros datos empíricos tiene, a veces, historia y es a su
buenas presunciones para creerlo así). Lo que ~curre es _~ no se de- vez susceptible de co"rrección por comparación con nuevos datos o teo-
tectan inmediatamente, y su conocimiento- presupone conJeturas y rías, lo que lleva a concebir la marcha de la ciencia como un proceso
~e9-¡·i~. Por-eH!>! rO~_.9bJeios -teóricos no ofrecen el mismo tipo de segu· "dialéctico" en que teoría y práctica se controlan sucesiva y mutua-
rid~!Lcien~_ifica, q!1e los_e-iiipíricos,y~a· veces terminan ·por
cíes aparecer mente), es decir, _p_()I:_ obj~tos físicos accesibles o por datos_ de_.la.. per-
bárridos por el viento de la historial como sucedió con el flogisto y, cepción. Ésta.-es la base ~mpírica que debe utilizarse toda vez que surja
mas-re"cieritemente;-coner éter. sin embargo, que no sean seguros no una discusión acerca del valor de una "gran teoría" tomada por entero,
implica que sus propiedades no se puedan conocr hasta cierto grado; como la de la relatividad de Einstein o la "económica" de Freud. Pero
en cierto modo, estos objetos pueden ser científica y filosóficamente la marcha ordinada de la investigación científica no procede del mismo
más interesantes que los empíricos. Podría pensarse, entonces, que los modo que la discusión crítica epistemológica. Cuando es necesario re-
objetos o ~nticiadeLempiricas tienen una misión secundaria, que es solver un problema en particular, entonces el investigador se apoya en
control~~}].uestro_coI!ºcimiento-teofico~-E116 "es·· Cierto, pero no consti- alguna o algunas teorías ya existentes y, aunque forje hipótesis espe-
tuyéfoda la verdad. Nohayque-·oividar el contexto de aplicación; nece- cíficas acerca de Sil tema, ya no cuestiona la existencia y el conocimien-
sitamos la ciencia para obtener resultados prácticos y tecnológicos. to de los objetos teóricos que son mencionados en aquellas teorías, Si
Pero la práctica constituye uno de los aspectos de lo empírico o directo llamamos "teorías presupuestas" a las que así se emplean, es eviden'te
(o, tal vez, pura y simplemente, coincide con él). De modo que, en este que a través de ellas leemos tan directamente a los objetos teóricos ya
otro sentido._losJmportantes son los objetos o en1Ida.des empid¿as-;-y mencionados como a los episternológicamente empíricos, Esto es lo que
~hora los teóricos los que aparecen en posición más subsidiaria,' se llama base empírica metodológica. Epistemológicamente, tal base
empírica es en principio cuestionable, pero científicamente, una vez
4 "Teoría" es una palabra que, por desgracia, se utiliza en varios sentidus
diferentes. Por un lado, quiere decir "conjunto de hipótesis", y ésta es la acepción que SI" han aceptado ciertas teorías, no es necesario volver cada vez a
Que hemos empleado al Dfirmar que examinaremos la estructura de las teurías discutir desde el principio. Por ejemplo, un epistemólogo puede tener
cicntílkas" Pero otro uso del vocablo es el que se refiere a lo que está más allá dudas en cuanto a la existencia del inconsciente o del superyó, y no co-
de la experiencia inmediata, y es el que encontraremos cuando se hable de "enti- locaría tales entidades dentro de la base empírica. Pero si un terapeuta
dades teóricas" -para aludir a las entidades que trascienden la base empírica-
o de "términos teóricos" para las expresiones lingüísticas que nombran entidades está investigando el origen de una neurosis en un paciente, en esa oca-
teóricas. Una len:era acepción es la que emplea "teoría" para referirse a las hipó- sión rio va a iniciar desde el principio una discusión sobre el psicoaná-
tesis puras de lereer nivel -que luego definimos- o a un conjunto de éstas.
~ Esle punlo dl' "isl<! puede ser considerado algo exagerado, pues coloca a
los dalos empíricos en una posición excesivamente privilegiada respccto de las vablc, si unél tcoría ha mostrado su fuerza, puedc resultar en algunas uCélsioncs
hipólesis y teorías. En 1"I..'.\lid.\d, teoría y práctica se conlmlan mutuamente, y si cunvcnk'nl~' ckscarta." algunas observaciuncs si se oponcn a ella (pe.'o nu si son
bien l'S común descartar teorías por su (alta dL' adecuación a la experiencia obscr· muchas y conlinuamcnte rcill'rahks),

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sis, Si tiene razones (basadas \ 1 su práctica anterior, su formación gicamente? Si lo primero, entonces puede procederse directamente a
y su ideología científica y cuItuml) para creer que la teoría psicoana- cóhtriÍStar ia teoría de lá manera que más adelante lrldicamós, con io
lítica es buena, entonces tomará el inconsciente y el superyó como en- cual se logrará valorarla:' Pero si actuª,!!los...~J1 s~t.º~Lm~tQººlÓglco,
tidades a las cuales tiene acceso directo a través de las hipótesis que entonces es necesario indicar, además, la naturaleza de Ja teox:ía.,JJ
acepta (y del material manifiesto que el paciente le ofrece); es decir, teorlas-presüpuesbis que 'esfamos úüHiliñdo. Esto· también es intere-
los tomará como parte de su base empírica. Naturalmente, si sus teo-
si'iíte, pues, aunque en aparlmtcia-'-estamos considerando un mismo
rías presupuestas algún día se desmoronan por obra y gracia de la
crítica epistemológica, entonces la base empírica que utilizó, y que es tipo de objetos, si las teorías presupuestas no son iguales estaríamos
de carácter metodológico, se invalida y se hace añicos. En este sentido, "leyendo" cosas diferentes, y el control no será semejante en un caso
hay que comprender que muchos métodos utilizados en la práctica clí· y en otro. Por otra parte, la indicación de cuáles son exactamente las
nica y que aperentemente serían métodos sui generis de conocimiento, afirmaciones presupuestas puede señalar explfcitamente que nos esta-
como intuiciones simpáticas, comprensiones o "lecturas directas de in- mos apoyando en alguna teoría débil, y que nuestra investigación va
conscientes", no serian otra cosa que "lecturas directas" de material a flaquear desde el comienzo. Además, a diferencia del caso epistemo-
teórico que, mediante teorías e hipótesis presupuestas que la teoría y lógico, hay que tener en cuenta aquí que, si al proceder desde una
práctica clínica brindan, se transforman en base metodológica (pero base empírica metodológica llegamos a una contradicción con la expe-
su naturaleza epistemológica no debe perderse de vista, recordando riencia, entonces -al contrario del caso ePistemológic0;.tn.ue el único
que su certidumbre está condicionada a la validez de tales teorías e sospechoso es la teoría discutida- aquí hay dos presun' culpables:
hipótesis presupuestas, las que deberían testearse previamente -y que la teoría que resulta de la investigación y la teoría pres uesta. Y esto
son siempre vulnerables en virtud del posible advenimiento de nuevas da origen a un par de investigaciones paralelas, para localizar el de-
experiencias que obligan a revisar lo previamente aceptado- ),6 fecto en una o en otra.
De todo lo anterior surge una posible serie de preguntas de orden Un caso limite, _que se presenta por._desgracia con harta frecuen-
metodológico 7 que c.onviene efectuar cuando se procede a criticar una c~a en-ra-ínvestlgación psiquiá.trica o psicoa.,nl!-Jiti~,~~,~.snel, que_,octirre
teoría, a discutirla con otra persona o, simplemente, a redactarla. La
cuando la baseempiricii se-toma rñetod6i6gicarnen~e interpretada} Rero
primera: ¿cuál es la base empírica que se está aceptando? Laconcor-
dancia entre dos contendores es al respecto importante, pues si cada
utilizando como hipÓteSis-'presupuestas las de· misma teorfi"que se
~ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ . __ . -p. - l ' '.' • __ .....
la
--~ . .'0 - '. - .• " .'. .-_0' ._ •. "---'

quiere valiaar. Sería como si alguIen, queriendo testear la teoría de


uno piensa en una base empírica distinta, los elementos de juicio de Melaine Klein-sobre las posiciones, se pusiera a investigar conducta.s
que dispondrán para controlar, aceptar o rechazar las afirmaciones de los bebés, pero no tomando éstas de manera no interpretada, sino
de la teoría no serán iguales, y resultará algo así como una discusión viéndolas a la luz de la propia teoría de las posiciones. Éste es un
entre sordos. Por otra parte, es necesario contestar al interrogante,
circulo vicioso metodológico totalmente admisible (y que, curiosa-
pues de otro modo no sabremos cuál es la piedra de toque que nos per- mente, es tomado como situación típica para la epistemología por cier-
mitirá juzgar la teoría como aceptable o defectuosa. otra pregunta es: tos pensadores franceses, que convierten lo que es un auténtico de-
¿l~a,.~e_empírica _se está tomando epistemológicamente o metodoló-
fecto en algo así como una de las bellas cualidades de la ciencia).
La base empírica -esencialmente la epistemológica- cumple dQs
6 Puede temerse, a veces con razón, que el empleo de la base empírica como
criterio de control empírico encubra una posición idealista. Pero esto es un condíclOnes muY,jinpo:ct8.ilies_parija~,dIscus16ii acerca-'Cle de 'iá.'validez
malentendido que se origina en las tesis de algunos filósofos, que posLulan como las teorías. Por un lado, todo problema que'ii1volücre- un objeto (o uñ
punto de partida del conocimiento datos sensoriales o perceptuales. No es la conjunto a~_ce§iblE:l.9:~..9bjetost~e:Jji~~_a~~ éfi!.~~tiCa;y:_~q:~.ID~ñ~~e si éier-
idea que aquí se usa. Los objetos que aquí se conocen directamente pueden
tener el carácter sustancial y objetivo que se quiera, en tanto su situación res·
ta propiedad o relación -también empírica- está presente o no en ese
pecto del observador los haga indubitablemente accesibles a su inspección directa. objetO (1otaro parcialmente, cón ·cierta Ifeclienciaestad1sfica,'en-el con-
7 "Metodológico" es otra palabra ambigua. A veces, se emplea con relación ~oáéoo]etos-quese esté·considerando), débe poder resól,;erse, por
a pautas específicas de investigación, y ése es el sentido que hemos empleado sI. o por no· mediante Uñ númex'-o fiÍlitoai::í observaciones efectivas (siem-
para hablar de "base empírica metoriológica". Pero 'il veces posee un significado ~ que eCtiempo oportuno para' hace~las no haya pasado o no esté iibi-
más amplio, para referirse a los métcdos general~ para estructurar y ordenar
las prormsiciones de una tt'oría. Es el que utilizamos ahora. El lector podrá adver-
cadoenun futllro IE¡jan::QL-:Estees-eI-requlSito de "efectividad". El de
tir sin dificultad cuándo utilizarnos uno u otro, ~.;: modu que evitaremos esta "objetividad", que no dls~~~(r~lllQ:;;,ªq!lí_~xt~Il:sameiite,"cciñs¡ste-en ql.!e
dualidad semántica. hf CiénCia sóIó incorpora obs~!.ya,Gj9nes y d~tos e~~J' caso -ªe9...lj.fsea'po-

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sible reiterarlos 8 para diferentes observadores. Es obvio que a la base su estructura semántica diciendo que son afirmaciones singulares acer-
empfrica metodológica no se le puede pedir el requisito -ªe efectividad,
pUes en la,s_teorías_ presupues.ta,.s_--=-a diferen~!ª_cleJQ_ que. ocurr_c_con.los
ca. de determinados objetos o er~Jidades de la _biise~ emplr~cª, aft.rma-
ciones·que··conS!.~~Il.en --ª,J~ Rx:.e_l'l~Il~ia y ausencia de~na determinaq.a
elementos de la base empfrica epistemológica- no sucede qu~ t9do "P!O- propiedad o relación.que_también integra la base eIp.pfr~~a (es decir, es
biemasob"ie-un-'objeto (o unñÚmero -accesIDIecIeóEjetos) se pueda tarribie:ri directamente observable) _ Cuando en un informe científico
resolver por sí o por no. En cuanto al requisito de objetividad;\iiile la se consignan· observaciones sin hacer conjeturas e interpretaciones so-
pena preguntarse cuántas veces no es respetado. Hay síndromes que bre ellas, e;ntonces las proposiciones que lo integran son singulares y
nadie vio salvo su descubridor (en uno o pocos pacientes); hay teorías ejemplifican este tipo. En una palabra, se trata de enul}c..iados en los
e hipótesis edificadas sobre la observación de pocos casos. En lugar de que se RJ:'edicaqu~cierto-Átributo (propiedad o·relación) está presente
una muestra estadística, en ciertos seudo-trabajos los casos clínicos son anoen un individuo o en un par de individuos. Una obvia ext~.1!.~A~~.es
siete, seis, y a veces uno.. 9 la afirmación de. que._en_unnúmero finito accesible~ de.entidades ..rle la
base ·empíri~a_ cierta .caract~rístiéá·- se _presenta con una determina<;la
VOCABULARIO, AFIRMACIONES Y NIVELES frecuencia <> J2!0:Rorci6n:- estaríamos en tal caso frente a una afirmaCió.n
acerca de una- "muestra estadiStíca:",-··Ü-Uría·"afl:rmación estadística
Aunque mucho es lo que puede deeirse sobre el vocabulario de las básica". Estas a.flrniaCioiie~~1JáSicas, _estádfsHcas o no, poseen laJnte-
teorías científicas y su papel semántico, no vamos a detenernos en este ~te propiedad metOdOiógit=a __de~-qlle...:~er.dáCL.o_fais~dá~pueden
punto. Sólo nos interesa aquf hacer notar que la distinción entre obje- es!~pJ~c:.eJ:'§_~ ~oncluyen~ez.nente a parti~.~e observaciones oportunamen-
tos directos o em.2!!.~Qª-p.9,!_Jm lado y teóricos por el otro se refieja: én te realizadas, de acuerdo con lo dicho al hablar de la -base· em'-plrica
otra a~~r:c-ª. ~e_las, palabras que:-deslgnan-las en11dades'-est~cl~aé1iisj!ºr epistemológica y del requísJIode·efectl"Vidád. ~~ª~p'r.9R.Q~i¿ro.R~I>.iil.cy,~-·
la teoría. Si estas p-alabI.aILS~lamfl.!l.-:1.#tninº~:"'.Jas-Y.tl~!p-!)]::~I1_, al ~~l!....-ªq!Llas.I1}As seguras de la_ci~ncia, ·en,-el. sen~iqº...q~ _seL.las IAás
primer tipo de entidades se denominan términos empíricos, y las res- suscepJiQJes_de.. control y .. veríficaciÓn (o refutación).1O Si se conciben
tañees1ehriinos te6ricos. Esta ciasificacióñ - Í'epeicúle eh-Ia:- que vamos las teorías científicas como algo que debe ser controlado por la expe-
a""ñacer' c(jfi las -afitmáCfones de la teoría, según se verá. riencia, puede verse claramente que la concordancia entre los principios
Con el vocabulario de una teoría se pueden construir (según las o hipótesis de una teoría con las afirmaciones básicas es cuestión fun-
reglasslntá~tic~~_de)a gramática y (le hi lógiCa, usando como auxiliar damental, de la que dependerá la mejor o peor suerte de aquéllas.
elvocab'ülario lógico y, en muchos casos, -el vocabúiario de las teorías En el caso de la psiquiatría, de la psicología profunda o de la me-
presupuestas) proposiciones, afirmaciones o enunciados. El problema dicina, las afirmaciones básicas son las que protocolizarían las acti·
fundamental de- Ía epistemología o, al menos, del contexto de justifi- tudes somáticas o corporales de los pacientes observados o investiga-
cación, es el saber si son verdaderas o falsas. Pero lo que aquí discuti- dos, sus relaciones con el contexto físico, su material verbal (pero no
mos es algo previo, que se relaciona con la cuestión de saber qué es 10 el significado del material verbal, que implicaría interpretación), etc.
que realmente se afirma en tales enunciados. Toda teoría clínica obliga a una contrastación con tales afirmaciones,
Distinguiremos tres tipos de enunciados científicos, cada uno de de modo que en ellas reside la piedra de toque de nuestras creencias
los cuáles Plantea' probÍenias distintos en cuanto a la validación de las sobre la etiología y desarrollo de enfermedades, cuadros p sindromes.
hfpqtes,~ .yJ(;).QI:!as. El primero es el de ias afirmaciones empíricas bá-
Pero las disciplinas científicas no se limitan a reunir o catalogar
sicas, o simplemente afirmaciones básicas. Aunque este tipo puede
observaciones dispersas o aisladas. El propós~to RrJmig~!1io_de la cien-
subdividirse a su vez en varios subtipos, caracterizaremos brevemente
cia es detectar leyes acerca de_la.J:eaIidad.. Estas leyes no involucran
otracosa que regularidades generalesque··vincula.~ o relacionañ-otra
8 "ReiLenu" quiere decir aquí "producir datos categorialmente o cualitati-
vaml'nte semejantes al dado". Generalmente se aduce que la historia difiere de cosaque regiilaridades generales que vinculan oJ!llacionan detennina-
la física porque los hechos que estudia no pueden reiterarse. A esto puede repli· dos tipos pe sucesos o acontecimientos. El con-º~Í1TIientó-·de- estas. re-gu-
carse que ningún hecho, histórico o físico, puede reiterarse si ello significa que larldades es Iñiporbiñte pará el que -deseeexplicar he~h9s,_'yª_que_ex­
el mismo hecho (y no otro semejante) vuelve a prod'.lcirse. Ni la revolución fran-
cesa ni la caída de la manzana de ~cwton se pued.'n reiterar en sí. Pero si la
pllqar pu~de 9~~~er ~e~~!, P!_ec~~~~':1~~..!..3.~~...EIl.l!~~J:.!0_~!l}g!l1~no. es
cuestión está en el acaecimiento de hechos similare:;, es tan posible que vuelva casual o 10dependiente
é . . -_ _ . .
de los demás,• s100 que forma parte de ..una
- : - - _ ..-
ca-
-.-.. _._-
~--_._

a haber revoluciones como que vuelvan a caer obje"~ljS.


9 Y. no hay que temer decirlo, a veces Mil/gilito. 10 Ver nota S.

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rrelación general entre hechos. Pero hay dos clases de tales leyes. Leyes contar con afirmaciones cuya verdad se haya establecido definitiva-
empíricas: se refieren a regularidades 'Cifiservabies entre-ias éritidades mente, para proceder má~ bien a construir hipótesis, contrastarlas y
directas de la base empírica. Leyes fácticas: aludep a generalidades adoptarlas por ser presumiblemente positivas, sin descartar -pese a su
entre entidades reales de cualquier clase, obsérvaoles o no (es decir, event.ual éxito y fuerza- la posibilidad de su reemplazo por hipótesis
teOríCaS'tanto como empíricas) ~ . Es cíbvicUiüe eri. la, marcha desde el nuevas y m~jores.
conocimiento concreto hasta el teórico se comenzará con leyes empíri- Si se iIitent~ºI9,enaLlas Pr9po~iciones científicas en "niveles",
cas y, sólo más adelarite~-cuando-~~ª,:mos__capa.ces de 'construir esque- dondeCaaa-5i~_cl~_ ellos i~plica__l!I1a_menor. ~ ijia:-Y9f._.i:HstanCia. desde
mas explicativos que trasciendan ll? observado, podremos acceder a las la base empírica, o sea una mayor o meIJ9r~L~nt1aJl~rdad funda-
leyes fácticas en general. Por ejemplo, a partIraenuestros-protoc-cifos mentadUll-observaciones, . es costumbre ~car las afirmaciones bási-
"ciínícOs;¡- podremos obtener generalizaciones clínicas, leyes empíricas cas en elEri!p:~.!.!!ty~l.jJ~~Lb~e., y r:eJ~:ctKl?~__a_~llas._por-consiguienter_como
acerca del desarrollo de las características observables y manifiestas aJirmaciones de primer nivelo de nivel uno. El segundo nivel, o nivel
de enfermedades, síndromes o conductas. Luego, al construir explica- dos, estarla~~oiis1Itijid9- por las generalizaCiOnes empíricas, ~s-decir,
ciones fisiológicas o psicoanaliticas de lo que ocurre empíricamente, se porlasleyes empíricas ·restrictamente universales, existericiales o-esta-
nos ocurrirán leyes que atañen al material latente o no observable. De dísticas). Ambos niveles se refieren a la base empírica. Pero a continua-
paso, adviértase que la popular distincíón entre material latente y ma- ción estaría el tercer nivel, o nivel tres, integrado por afirmaciones que
nifiesto es otro ejemplo de la diferencia entre base empírica y entida- aluden a .~ntidad~s_te_Qrlcas. HayaiscipHnas y teorhis Científicas que
des teóricas. Llamaremos generalizaciones empíricas a las proposicio- no llegan nunca a este nivel. En medicina, por ejemplo, abunda un
nes que afir~an para tooa· una-farnilia:oe' m1tidmmsoe la base empírica tipo de trabajo científico en que, utilizando muestras y tablas, se fun-
la presencia o,alí~ia:a:euña'propiedad, relácioh b correlación. Hay damentan hipótesis que indican una correlación estricta o estadística
v~!~~Uij)º~~~Jales· Ii.~~posldones,eii paitiCulát el constitúidó por las entre la ingestión de una droga y la desaparición de un síntoma, por
generalizaciones universalesestncras-; que-afirman' que la presenCia de ejemplo. Pero en las disciplinas más elaboradas, donde se desea una
cierta prol?ied.ª,.!Í-º-rela-ºiól!_§,e---º,~~_xcepción (ltts leyes científicas, conceptualización de carácter explicativo que indique el porqué de ta-
según se piensa ateniéndose a una yiej~., t:r.!1,dición, estarían ubicadas les correlaciones, es frecuente emplear suposiciones acerca de entidades
aquÍ), el de -¡as uCi,firmaciones existenciales, que·admItenslmpiemente teóricas. Estos nuevos enunciados, que algunos llaman "teóricos", sol?-
que en la aludida famIlIa hay algún--eJemplO, o· algunos, de esa pro· de dos clases:10s'ipuros",· que-utilizan exdiislvamenfe·-terWiiOi3éÚ",
piedad o relación y el de los enunciados estadísticos o probabilísticos ricos, y los "mixtos", que empleJl.n.-Simultáneamente....términOLempíri-
que afirman la presencia o ausenCIa de tales propiedades relaciones o cos y términos te~. Puede concebirse a los enunciados teóricos
segun' iina _4~t~r.!l}tnada propQrcilin, frecuencia 9 probab!Hd~d. De to- puros como constituyendo, o, mejor aún, describiendo modelos 11 de lo
das-mOdOs, estos enunciados tienen algo en común con los empíricos que puede existir más allá de lo observable, y a los mixtos como tra-
básicos, y es que se refieren a la base empírica. Pero mientras éstos lo tando de vincular las entidades teóricas con las empíricas. Es común
hacen particularizando en un ejemplo determinado, aquéllos lo ha- denominar a las hipótesis teóricas mixtas "reglas de correspondencia".
cen para toda una clase de objetos o entidades (observables). Meto· Éstas serían las que establecen el puente que permite contrastar lo que
dológicamente, surge otra diferencia fundamental. L..Qs enunciados ge- se dice sobre el aspecto teórico de la realidad mediante el uso de obser·
nerales no son, en ggI)J:~.r,ªI,-suscepJjR.t~s de verificación efectiva y ter- vaciones de carácter empírico. Una teoría que sólo emplee hipótesis
minante. Inv.olJ:lcr8,:!l.infl1É.tºs ca.§oILP~.ttl~'Y.!ª:r.es (9_t-aLmenos,_números teóricas puras no es todavía una teoría científica que pueda ser some-
muy grandes y no accesi91~L~L!.ª--0l!~_~IT~ción); p_~__ gQ.~!iJguie.1!1~L_u.n tida al control de la base empírica. Por ello, el olvido de las reglas de
nú~:tini!.(Lqe....9.!>se!'Yª.G.iOl}E}s, .. qll~.e.s)o _úrlÍc,(). que cabe para los seres correspondencia constituye un pecado metodológico que impide con-
humanos, no basta para fundamentar concluyentemente el rechazo ó
la ácé-¡:)t~ción de 10-· qüe se·aú~ma--en 'estos -eñunciados. Precisamente 11 Ver nota 4. El uso de "teórico" para designar a este tipo de enunciados
cuando las proposiciones científicas comienzan a hacerse interesantes, o, más exactamente, para los puros, arranca de los escritos de Norman Robert
pues pasan de lo singular o aislado a lo general o universal, es cuando Campbell, especialmente en sus FOUl1datiol1s 01 Sciellce. Para distinguir estas
surge un escollo no fácilmente salvable en el camino hacia criterios teorías de las otras, se habla con frecuencia de "teorías campbcllianas". En la
actualidad se emplea también la palabra "modelo" para denotar esta idea (pero
seguros y definitivos para su aceptación. Insistimos en esto, pues aqui en tal caso conviene aclarar cuidadosamente, pues "modelo" es otra palabra con
reside el comienzo de una metodOlogía que abandona la pretensión de acepciones muy variadas y aun opuestas).

162 163
siderar útiles científicamente muchos modelos que se proponen para fica forman parte también de la teoría.) Como veremos luego, las afir-
dar cuenta de la realidad profunda. 'macÍoiies·:de- una teorÍa'científica tienen fundamentalmente-'eICara:cter
Es interesante recordar (para no emplear siempre ejemplos ro- d~hIp6tesis a ser testeadas poriaexp_erienc!..a~ lpo¡:·elfQ,'"hay-qti€'clisUn;
bados a las ciencias exactas) que Freud emplea en algunos de sus es- lUlr en las afirmaciones del nivel uno aquellas que se aceptan por ser
critos un estilo de exposición -que, sin duda refleja un método de consecuencias de las demás hipótesis de una teoría de aquellas que
investigaci6n- consistente en referirse primero a sucesos y eventos provienen directamente de experiencias y observaciones. Estas últimas
relacionados con casos singulares; en esta etapa se "protocoliza" todo no se consideran, en general, integrando teorías, sino que más bien for-
10 que ocurre en particular que posea carácter observable, tanto hu- man parte de informes que sirven para calificar el éxito o fracaso de
mana como clínicamente. Freud enuncia aquí afirmaciones de primer una teoría. ¡ue ser así, 'üria teorfa véñd.ria a estar estruchirada dé este
nivel. Luego pasa a generalizar lo observado extendiéndolo a todos los modo: en primer lugar, tendríamosíos 'prinCipios'·_9}iijio!es~~ litiJdiL·
casos: obtiene así leyes de la conducta manifiesta, de la formación y mentales, que constituirían eÍ legitfiño puntó de partida de la teoría.
aparición de síntomas, etc.; se está, entonces, en el segundo nivel. Lue- Ellos no se dejáñ -deducir 'de' fos ·otros-princip·ios puesÚJ que, entonces
go pasa a dar explicaciones de lo que ocurre, introduciendo entidades ñOS"erfan- iegitimos puntos de partida. Tendríamos iuego iashípÓiesiS
hipotéticas de carácter teórico: libido, catexias, huellas mnémicas, su- djrzvadas, que se~l~_!I!:~que s~_~ºIl~luy.~I}Jóg@am~f1~~_~_eJ9_~.~r.t~~jp.t9s.
peryó, etc. Diseña modelos que describen el comportamiento de estas y por fin estarían las consecuencias observacionales, que serían_ los
entidades (lo cual se expresa mediante enunciados teóricos puros) y enuhciados de -ni veI-unogue-.pueden-extraerse-deduCtIvamen te-de los
vincula lo teórico a lo clínico mediante principios que son hipótesis principios y'_,:ae._las._hipótesi~_cl.er!YI!.qªª-...- Si -los-prlñcipios -se -admiten
teóricas mixtas (como puede serlo, por ejemplo, que el aumento de como verdaderos, y recordando que la deducción lógica correcta con-
catexias en el aparato psíquico puede acrecentar el displacer). serva la verdad, debemos ser consecuentes y aceptar también como
Para compI_e!!d~!)~ __estrati~icación de una teoría y su división en verdaderas las hipótesis derivadas y las consecuencias observacionales.
tres niveles -cosa importante por las diferencias que ello implica en Pero como la deducción lógica correcta no garantiza que se conserve la
cuanto a su testeo- e~~~a_~!f>~t;:t_r_d~___a_~~_~:r:d~~n cuanto a lo qlle falsedad de las premisas a la de la conclusión -puesto que es perfec·
constituye la base empírica de aquélla. Pues distintas bases empíricas tamente posible deducir verdades a partir de falsedades- resulta. que
püedeiiTiace( qi,ij:! tip}íiJsifib efiuficiadq sea de nivei dos para alguien y pueden suponerse verdaderas las consecuencias observacionales o las
de nivel tres para_ºtrE. En seguida veremos que los enunciados de nivel hipótesis derivadas, sin que por ello haya obligación de considerar ver-
dos-pueden obtenerse por lnducciÓii~mIentrasque-ros de nivel tres, no. daderas las hipótesis fundamentales. Esta asimetría tiene consecuen-
Ello muestra'qúe-'úna diferencHi de' criterios como la aludida puede cias extrañas que luego examinaremos.
repercutir en el método de investigación elegido. Terminemos final- N~al~_~I!~e, el problema __m~tgdológi~9_Jul1dª-ll').~ºtal .ligª<:lp___a)a
mente por hacer notar que los enunciados de nivel tres pueden ser sin- existencia de las teorías cien tífiC;-ª~_.,es el_ de_la_yet<:lª-º-º_talsedad _oe
gulares (es decir, referirse exclusivamente a una entidad teórica) o sus principios. La solución de este problema lleva involucrado el co-
generales (en cuyo caso expresan una ley fáctica, aunque no una ley rrespondiente a la verdad de las hipótesis derivadas.J.....el de las conse-
empírica, pues ahora se está fuera de la base empírica). cueriCias-ObservaCionales.En 'las obras-cfe'-Áristóteles y en la epistemó-
logIa que de ella se deriva, los principios son "axiomas" y sus conse·
ESTRUCTURA DE UNA TEORtA cuencias lógicas son "teoremas". Esta nomenclatura se usa todavía
con éxito para los sistemas axiomáticos,12 los modernos herederos de
Una teoría científica es un conjunto de afirmaciones de cualquiera las ciencias demostrativas de las que nos hablaba aquel filósofo. Perq
de los tres niveles. En este conjunto deben existir forzosamente algu-
12 No nos ocuparemos en este trabajo de los sistemas axiomáticos. Baste
nos enunciados de nivel dos (o tres), ya 'que no es costumbre llamar
decir que son meros cálculos sintácticos, sin valor semántico intrínseco, pero
"teoría" a un mero conjunto de enunciados empíricos básicos, y para diseñados de modo tal qUé añadiéndoles significación se transforman en teorías.
eso existen las denominaciones sin duda mucho más exactas de "in- Si ello se hace de modo que los axiomas y teoremas del cálculo se transformen
forme" o "protocolo". Por otra parte, no debe tratarse de un conjunto en verdades o en hipótesis válidas, entonces se dice haber obtenido una "inter·
de afirmaciones inconexas. L-ª:_!~~a_º_e__ci~ncia jmpl!~a __ que haya.-nexos pretación adecuada". El valor de los sisll:mas axiomáticos es el de poseer laten·
temente muchas -infinitas- interpretaciones adecuadas. De modo que quien los
sistemáticos entre l~__ a(irmaciones_científicas. En particular, se supo- investiga estudia simultáneamente las pl'opiedades formales de muchas teorias
ne que ias consecuencias lógicas de afirmaciones de una teoría cientí- l'mpiricas () fácticas distintas.

164 165
cuma la diferencia entre estas ciencias y los sistemas axiomáticos ya deriva también (ya que de otro modo resultaría que se han deducido
es de por sí muy grande y es aun más acentuada respecto de las actua- falsedades a partir de verdades, lo cüal es-UOgiccjJ;-Por-e]emplo, si fuera
les teorías científicas, la palabra "axioma", con su carga de sign,ifica- póSfble derIvar-completamenfe-la-feorfa--de íos mecanismos psíquicos
ción que hace pensar en verdades primarias, seguras, evidentes y sim- a partir de la teoría económica, entonces la falsedad de la teoría de
ples, resulta totalmente inapropiada en la actualidad. Nadie pensarla los mecanismo& arrastraría la de la teoría económica. Pero si la teoría
hoy en los principios de una teoría como en otra cosa que hipótesis de los mecanismos es verdadera, ello nada dice sobre la verdad o fal-
cuya verosimilitud hay que testear. Y como el conjeturar hipótesis no sedad de la teoría económica de Freud. Y viceversa, la falsedad de la
se realiza de una única manera, nos encontramos en el campo de la teoría económica de Freud nada nos informaría acerca del valor de ver-
ciencia empírica con una situación que Aristóteles no hubiera osado dad de la teoría de los mecariismos.
pensar, y es la de que para cada disciplina científica no existe --como En realidad, la estructura de una teoría es algo marcadamente
tradicionalmente se pensaba- una única sistematización teórica po- más complicado que lo que estamos describiendo. En primer lugar, es
sible sino que, por lo contrario, hay numerosas teorlas alternativas que bastante frecuente que la clasificación de niveles de las afirmaciones
pueden ofrecerse para responder a las necesidades de un mismo tipo repercuta dentro de las teorías, produciendo una estratificación de sus
de investigación. Por ello resulta inexacto hablar de "la" teoría fí- hipótesis.
sica, de "la" teoría química o de "la" teoría psicoanalítica, por ejem- Si las teorías se construyen siguiendo una conocida_ traciiG.lón._se
plo. Lo correcto es referirse a las teorías físicas, qUímicas y psicoanali-
deberiadiStIi!iujf -emre -IIiRi!tJ;~.5JJ.n:_ª~de- Iª:I~orl~~~º-1!~1iJ;.~~--ª"__por
ticas, planteándose inmediatamente el problema de cómo reconocer en-
s~~_h~p'q~esis teóricas puras (y ue para muchos es la única parte del
tre ellas a las más convenientes y verosímiles, y el de cuál es el criterio
SIstema que de veras merece eL~Qm re e ~ ,la par e empJrica,
para establecerlo.
constituida por las afirmaciones de nivel uno y dos, y un puente entre
Antes de dejar este tema, vale la pena señalar un caso en que las
teorías--cienfificas tienen -Uiia. -dependeñCia_I!letocl9!Qgica especiaL Es ~~L~~~.~~)C!9_~P.~~J!~_regla~. ~e' C!?!,~«;,sP.ª!iQ~~cJ.~):~ta.s - tres ·zonas
podrían escindir en tres partes al conjunto de los principios. En reali-
aquel en el que los principios de ima hipótesis derivadas de otra. dad como lo muestra Carnap,14 la estratificación puede ser, en este sen-
En tal caso se dice que la primera es una teoría derivada de la otra. tido, más complicada. En primer lugar tendríamos un primer estrato
Esto es interesante, pues entonces se está ante una de las situaciones constituido por aquellas hipótesÍscjüe sólo _se_}·.~f!~~~p.a --iabase~einpi­
características en que se dice que una teoría es explicada por otra. Un
ejemplo lo da la teoría de Kepler acerca del movimiento de los planetas,
(le
rICa (ias - nivei uno o dos). Luego·vienen hipótesis que introducen
té:(minos teóricos _y__ que. __anadidas -al piimér - esfrato, hB:rIan obteñér
que se dice es explicada por la teoría de la gravitación de Newton IJ pues iñleVas-éOnsééuencias observacionaÍes. - Y supoñiendo -cjüeeste procedi-
las leyes de Kepler son hipótesis derivadas de los principios newtonia- miento se reiterara, y que se hubiera. llegado ya a cierto estrato, el
nos. Otro caso sería el ae las teorías de mecanismos en psicología pro- nuevo estrato se obtendría agregando nuevos términos teóricos y nue-
funda (trasferencia, resistencia, etc.), cuyos principios, que muchas ve-
vas hipótesis teóricas que, añadidas a los estratos ya obtenidos, permi-
ces son generalizaciones clínicas de nivel dos, se explican como leyes de- tirían obtener nuevas consecuencias observacionales. Esto no significa
rivadas de los principios de la teoría económica de Freud. Vale la pena otra cosa que las conjeturas sobre entidades teóricas se van producien-
hacer notar que si la teoría que explica es cierta, entonces la explicada
do en niveles cada vez más alejados de la experiencia. Por ejemplo, en
también, por ser consecuencia lógica de aquélla; pero al revés no, pues
psicoanálisis, ya es un paso ir desde las observaciones clínicas hasta la
recordando que la deducción lógica correcta no garantiza la conserva- resistencia, transferencia o proyección. Pero luego hay que dar un nuevo
ción de la falsedad, es perfectamente posible que la teoría que exp[ica paso si se desea pasar a los objetos internos y a la fantasia. Y, luego, uno
sea falsa, pese a la verdad de la teoría explicada. Por consiguie~t~,-e~li­ más si se quiere hablar de libido o catexias. Cada estrato vendría a cons-
cll:t~1IDa _~_oría por otra no es un ll)~t<?_d9_Pll:raf!ID~~entai-la-( salvo sill! tituir respecto de los superiores una especie de base empírica relativa.
o-ka, t~_q~Ja está jia;j:Q:r:tclii5.1Yi:iiñ~p:t~_calificada_como_y.eJ:daQéra). J)~r_~:Q Esta concepción tiene el mérito de permitir un testeo por etapas del sis-
segllida se verá_que es. casi imposible ue una teoría esté concluyente- tema total, consistente en asegurar la calidad de los estratos inferiores
meqtGeTltlga da... SÍla - teoría--aeiivada -es-falSa:- ¡a--i~.<?_~ía ---ª-~}i_qü~:Se
e irse elevando al problema de testear los superiores contrastándolos
por sus consecuencias en los estratos inferiores. Por otra parte, otra
En "The Methodological Character of Theoretical Concepts", p. 38, de Tlle
IJ
Foundatiolts 01 Science Qnd lhe Concepls 01 Psychology and PsycllOQnalysis, ed.
por B. Feigl y M. Scriven, University of Minnesota Press, Mineápolis, 1956. 14 En The Logic o( Scienti(ic Discovery, Hutchinson. Londres, 1959.

166 167
ventaja es que en caso de derrumbarse una teoría por obtenerse con- decir, éste es el momento para preguntar: ¿cómo se conoce que una
secuencias observacionales indeseables, ésta no se perdería por completo teoría describe adecuadamente la realidad?
sino solamente aquellos estratos superioreS responsables de la deducción Si se recuerdan las distinciones que hicimos antes es posible dar
"fatal", salvándose los componentes empíricos y los estratos inferiores alguna respuesta. Dentro de una teoría, dijimos, hay principios, hipó-
(salvo que el accidente provenga de las propias generalizaciones empi- tesis derivadas y consecuencias observacionales. En cuanto a los últi-
ricas, lo cual sería definitivo en contra de la teoría). mos no hay problema; son enunciados básicos empíricos y, por consi-
Pero hay que tener en cuenta también que, cuando una teoría es guiente, su verdad o falsedad se obtiene mediante el empleo de obser-
utilizada para una investigación determinada, se agregan nuevas hi- vaciones y experimentaciones oportunas. Aquí, verificar o refutar es
pótesis que conciernen específicamente al material de trabajo. Si se posible de maner;;!. efectiva, y todo problema es resoluble por si o por
quiere testear la teoría mendeliana sobre la herencia, además de las no en tanto involucre un número suficientemente. pequeño y contro-
hipótesis sobre la aparición de caracteres hereditarios, habrá que ad- lable de entidades directamente observables. Los problemas que plantea
mitir algunas acerca de las plantas o animales con los que se está inves- la verosimilitud de un informe o protocolo se pueden zanjar mediante
tigando (Mendel empleaba arvejillas, como se sabe). Las hipótesis que el simple acceso al material empírico.
así aparecen son las hipótesis colaterales, que se contrastan junto con En lo que hace a las hipótesis derivadas, tampoco hay problema
la de la teoría. Todo esto sirve para recordar que muchas veces las lsi se recuerda que ellas por definición son consecuencias lógicas de los
consecuencias observacionales de una teoría no se extraen simple- principios. De modo que basta establecer la verdad de los principios
mente de ella sino con el auxilio de hipótesis externas, como las pre- ¡para que las hipótesis derivadas queden garantizadas. Resta, por con·
supuestas que ya mencionamos al discutir el concepto de base em- ~iguiente, como problema fundamental, el de validar los principios.
pírica metodológica, las colaterales que acabamos de indicar, y las ¿Cómo puede hacerse esto?
observaciones o datos que conciernen a informaciones indispensables Podría ser útil examinar con detalle este problema, pues faci·
sobre el material de trabajo (que comúnmente se denominan condicio- litaría una interesante discusi6n acerca del pro y contra de muchas
nes iniciales). En caso de observarse alguna inadecuación de la teoría teorías epistemológicas. No hay tiempo para ello, y vamos a resumir la
con los hechos, el inconveniente puede estar localizado en "lugares" situación. E1-l!-el fondoL.hay_t..I:~s_.gr.~_~c:l_~~. ori~!lt-ª~iQ!!~~~e..~~~_~~.1~~__mé-
distintos, y puede no ser fácil solucionar el problema metodolóf;ico todos ill:!LPermiteILverificar_. proposiclones. La primera concierne al
de localizar a la hipótesis o información "culpable". método que a veces se denomina apriorísJica. y a veces intuicionista. La
segunda sigue el método inductivo. La tercera lleva al métodohipoté-
LA VALORACIóN DE LAS TEORíAS CIENTiFICAS tico-deductivo. Veamos qué ocurre con cada una de ellas.
----El método apriorístico descansa sobre la posibilidad de controlar di-
Podemos concretar lo discutido hasta ahora del siguiente modo: rectameñte-iá: verdad de los enunciados generales y teóricos. En reali-
La actividad de observación y experimentación que desarrollan los cien- dad, c.9nsiste .~!?_~<?stener_~~.IE.0_posible .. ~':l.~!p~._~~!!d~~cJa_ql,l~_.mues­
tíficos es resumida en proposiciones singulares empíricas, tal como se tre directamente la veroad de esos enunciados. En el fondo constituye
ven en los informes y protocolos. En ellos se describe cada uno de los úiia especie de homologación con io que ocurre con los enunciados em-
aspectos aislados de las entidades investigadas, en distintas ocasiones, píricos básicos. Éstos se verifican mediante un acto de intuición o evi-
instantes y circunstancias. La extensión inmediata de estos resultados dencia directa que involucra la aprehensión de entidades de la base
a todos los casos análogos lleva a cierto tipo de enunciados: las genera- empírica. El apriorismo implica algo similar, pero con entidades que no
lizaciones empíricas. Con el afán de sistematizar y, también, explicar tienen carácter empírico. De o~r.(). ~0c:l0,_p_~Ee d~cirs~q~~_~~!a con:!~n­
las regularidades y concomitancias expresadas por tales generalizacio- te admite que todo.cono~imJento lJUede_ser GQnsip'~rao.Q .aUin,y"a)a.p()s·
nes, los científicos imaginan estructuras compuestas por entidades teó- tre~'directo"'-pero distinguiría entre dos tipos de entidades que así pue-
ricas con propiedades capaces de dar cuenta de las características em- Gen-conocerse: uno que corresponde a 10 el!lpíricO.. oti:.O.quese r.éhidona
píricas. Estas estructuras se describen mediante enunciados teóricos. conotra:esfera de cosas. Por supuesto;'ya Husserl señal6 que, e.n cierto
Todos estos enunciados son integrados en estructuras deductivas que sentidO,-esta: posición vendría a generalizar el empirismo, y que los fe-
permiten advertir vínculos lógicos entre los hechos descritos. En este nomenólogos serían los verdaderos "empiristas" (donde "empírico" ad-
momento, se cierra la etapa relacionada con el contexto de descubri- quiriría ahora un sentido amplio que comprendería el antiguo y tam-
miento y comienza la pertinente para el contexto de justificación. Es bién el nuevo tipo de entidades). ¿Qué son estas entidades? Depende

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de la escuela filosófica: universales, esencias, significaciones, conceptos número finito de afirmaciones verdaderas de nivel uno a generaliza-
puros, etc. Para validar los principios de una· teoría basta, pues, com- ciones empíricas de ñível ~os ele iás qij.e .soii·casos~p~J:~icüJa:r.~~, ·parece
prender con exactitud cuál es la referencia semántica que poseen, es no poderse apiicar ai ñivel teórico, pues en el tercer nivel los enuncia-
decir, cuáles son las entidades involucradas; luego, mediante la corres- dos son, o bien singulares, pero no se refieren a observables, o bien ge-
pondiente intuición de esas entidades, hay que captar si los estados de nerales, pero sin generalizar observaciones. En este sentido, las teorias
cosas afirmados se dan o no. que posean estratos teóricos, modelos o reglas de correspondencia que·
La concepción aristotélica de ciencia demostrativa posee cierto darían excluidas, lo cual --dada su importancia en todos los campos
vínculo con este modo de pensar, y en especial, la historia de la geome- del conocimiento humano- parece ser ya una limitación severa para
tría tradicional muestra que fue esta disciplina la responsable de este el inductivismo. P~J:()..tº-grave, como .muchos .metodólogoshan. observa-
esquema mental. No es demasiado aventurado afirmar que detrás de do, es_q!l_e_z:t9.J~ay ju~~!~ic8:ción absoluta_par~_ el_JIlétodo.inductj.vo. La
todo esto se oculta una manera de ver a la vez platónica y euclidiana. inferencia inductiva no está garantizada por la lógica, pues por su for-
Pero es precisamente la geometría la que nos ha enseñado que esta ma puede llevar de premisas vercÍadéras a conClusiones fais~s, si su jus-
concepción es insostenible, y ello tanto desde un punto de vista formal tIÍlcaclón es apriorfstica~·pai:1fíá.ñio""S"·pioblémaHzarlainmei:iiatamente a
como físico. El advenimiento de las geometrías no euclidianas mostró la luz de la discusión del párrafo anterior. Si pretendemos que se sus-
que los principios de la geometría no son evidente, existiendo al- tenta en la experiencia, nos encontramos que esto sólo puede querer de-
ternativas igualmente posibles;. la teoría de la relatividad mostró cir que, como muchas veces hemos visto inducciones exitosas, entonces
que en el campo de las ciencias naturales los principios de la geometría todas las inducciones son exitosas, lo cual para ser convincente requie-
tradicional eran falsos. La historia de la ciencia ha dado al traste con re el mismo tipo de justificación inductiva que estamos cuestionando.
la creencia en un método apriorístico para captar la verdad de los NQ parece hab1!~~I?ét~d())n_º.!l~tiyo"_eI1uel contexto d~j~st!!ica~.iém,
principios de nivel dos o tres. Nuestras intuiciones de esencias no andan si bien es lici!,?_~e~~r <?!!:Il.'\1.ez que en el con~e!d~ de <iescubrimiento pue:-
bien, y la historia de la ciencia parece con frecuencia uh camino hacia de ser un procedimiento útil para producir __qQ!lj~.tu:r:.8$. Pero las con-
un infierno cientüico (teorías erróneas basadas en aperentes buenas in- jeturas, una vezo~~~ª~51~$. .._h~y _.q1i~_. pi:ºb_ar:!~~J-.!.9_.~!llo del.. ~~toéIo
tuiciones). Por otra parte, acontecimientos que tuvieron lugar a princi- inductivo es que aquí, como en ocasiones similares, la º!?..t~I:tc!Qn._de
pios de siglo en la esfera de la propia disciplina lógica mostraron que hipó~e.si~º_.coincid~.~ºnJayalidación de hipót.esis.
en ésta, la más apriorística de todas las ciencias, surgían contradiccio- Esto parece ser pesimista, pues aparenta delatar la imposibilidad
nes; actualmente existen lógicas alternativas que se emplean con el mis- de obtener dnocimiento seguro de nivel dos o tres. Comencemos por
mo carácter hipotético-deductivo que las teorías físicas. Finalmente, reconocer que así es, y que si los científicos pretenden tener un tipo
observemos que la intuición, en psiquiatría, psicología y psicoanálisis, de acceso al conocimiento seguro y perenne comparable con el que
como en las demás ciencias, p~de ser un elemento interesante 2a.!ª_ el quieren ofrecer las religiones, están seriamente equivocados. Pero los
coptexto d~ descubrimiento, pero desde el punto de vista del contexto científicos adhieren a una concepción según la cual el conocimiento es
de jus~J.9.ª~~9n s~rrlP.r.e_l;w,b.r~Lque_J:'_e_GuJ:';riI:_a_un .méi~do· (que"'para un tanto parcial y provisorio, y debe perfeccionarse continuamente y
eVitarcírculos viciosos no puede consistir en la intuición) ~pongª-a adecuarse a las nuevas experiencias que nos ofrece la historia. La cien-
prueba sus resultados. Las más de las veces lo que se llama intuición cia seria una marcha por aproximaciones sucesivas (cada vez más exac-
no es más que una admisión implícita de alguna hipótesis presupuesta tas, pero nunca completamente exactas) a la estructura de 10 real. Por
que permite leer metodológicamente la base empírica. El que admite ello es q~"~_lloy_díase_piensa .eILla:La.Ur.!!l.a.cioIlE:!.s _c.i~~~.í!i.~a~. c.o.J.l:lC? h~pó­
como posible una intuición directa del inconsciente de otra persona tesis, y en el método de la ciencia .. como hip.otético-deductivo. Una
está generalmente utilizando de manera implícita y a veces inadvertida hipótesis esüna:"prOposición cuya verdad o f~í~e(iadse'igiiora:" pero ~"que
alguna correlación supuesta o ya contrastada entre material manüiesto se' stipóne"verd"idera --parne~aiñrnar hig" c6"iisecuenC1as d.~~~~~_supQsi-
y material latente. ción y no porque se la crea aut~I:1J;j~a.Jnente verdadera. Si estas con-
Descartada la posibilidad del apriorismo y del intuicionismo como secuencias concuerdan-con las que ofrece la experiencia, entonces ello
método para justificar principios, parece natural recurrir al .!I!.~todo va en favor de la hipótesis; en caso contrario la hipótesis queda inva-
iriduc1Jyo, que muchos textos definen aún hoy como el método típico lidada. Puesto que los principios de una teoría no pueden verificarse
de las ciencias empíricas. En la actualidad existe gran escepticismo so- concluyentemente, pueden tomarse como hipótesis. En ese sentido sus
bre su utilidad. Por de pronto, como método que p~~~~t~y.~sar_~e un consecuencias lógicas tampoco serían seguras, en cuanto a su verdad;

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pero como se emplean reglas correctas de deducción, si hemos su- una tearía pasa de ser mera especulación a canjetura a ser cansiderada
puesto verdaderos los principios, debemos consecuentemente suponer cama conoci1fíiento- ci~!!#Jlco :Una.--aelas consecüen~las--máSespecta­
también verdaderas las consecuencias. Por ello es que venimos conti- cularesaeesle madó-de ver, camo ya dijimas, es la pasibilidad de qUe
nuamente hablando de "hipótesis derivadas"; no conocemos si son o canvivan de~tra de una disciplina, y can relación a un misma tipa de
no falsas, pero estamos forzados a suponerlas como verdaderas. prablemas, diversas teorías, las cuales pueden na ser equivalentes lógi-
Naturalmente, éste no es todavía un método, sino una localización camente entre sí y aun pueden ser incampatibles. Clara, en general se
de hipótesis. ¿Cómo hacer para distinguir las buenas hipótesis de las espera que surjan tarde a temprana cansecuencias observacianales de
malas? Existe una procedimiento. Imaginemos una hipótesis de la que algunas de ellas que permítan refutarlas, al propia tiempo que carra-
fuera posible deducir consecuencias observacionales. Como dijimos, es- baran alguna de las .otras tearÍas(la cual está relacionada can las lla-
tamos obligados a suponer la verdad de estas consecuencias. Pero las madas "experiencias cruciales" que se utilizan para elegir entre das
consecuencias observacionales poseen una cualidad positiva, y es la de tearías). Pera es perfectamente pasible, y es casa que se presume .ocurre
que se pueden verificar concluyentemente mediante observaciones. en la física contemparánea, que tales cansecuencias no existan, en cuya
Ahora bien, puede pasar que alguna de estas consecuencias sea falsa. casa las tearías, aunque na sean en su estructura lógica a significativa
Entonces estaremos obligados a reconocer que la hipótesis de partida nada similares, sean empíricamente equivalentes, es decir, descripcio-
es falsa, y diremos que se la ha refutado. Pero ¿qué ocurre si ninguna nes (yexplicacianes) alternativas de la realidad.
de las consecuencias obtenidas es falsa? Notemos que no se podrá en Para que ~~ª"_m~t~~ql()g~a .pu.eda__desarI:aI!8:rs~,. es esencial.qlle la
general considerar todas las consecuencias observacionales de una hipó- 1!!p'~~esis ~~eorí3:.3~.~s~~!!v.estig~ .pa~ea reall!le~te c~~seciienc~as abser-
tesis, pues pueden ser infinitas, de modo que en un instante determi- ~ianales. Esto na es farzasa; es perfectamente pasible que desde una
nado sólo se podrá controlar un número finito de ellas. Desgraciada- hipótesis na puedan deducirse enunciadas de nivel una. E~l'Lla~ue
mente, debido a una asimetría que ya hicimos notar, nada puede permite a Papper 15 formular
asegurarse acerca de la verdad o falsedad de la hipótesis, salvo que si - _. --- ,.-r.-- una
, __ o .. _ ... "'interesante
......... _ .......--.. ... distinción
~ .. -._.- ... -. y -decir que una
_.~---- ~:

hipótesis a teoría es cienhftea si pasee cansecuencias obseryacianales (a


así lo deseamos podemos seguir suponiéndola verdadera, es decir, pode- s~sr es·· c~ntrastablé>.. pero qúe es ··metafísiCa·· si na las pasee. Este
mos seguir manteniéndola. Entonces decimos que la hemos "CQ.rr9P9-
ra<!9". El proceso en cuestión se llama contrastación (de la hipótesis
critedo- si
está. bastante justificada ·se piensa que l~.. ~~~~!~!l~s_~~.ra
~tematización. ....§ino _t.aITIbién.. ~()lJt.roCmediante.Ja_e:¡q>.erien.cia. y el can-
por sus consecuencias observacionales). Siuna-1iípotesis ha sido corro- tral es sóla pasible si hay cantrasta,bilidad en el se~t.ida antes~d~~~rita.
borada, ello nojmpide que sea falsa y que-asilo descubramos me¿Hante En verdad, eXiste la sospechá ·de que-·comodél¡iííHación de las franteras
la-aparición d~_I,l_nlLGQnSec~~p.Gi~_-.9.~se~ya~loD.:aXfalsa_ no_ testeada en un de la ciencia este criteria es un paca estrecha. Debería, tal vez, decirse
grtIlCipio. Por ello, el método hipotético-deductivo, que consiste en tra- que una hipótesis a una tearía es científica si es cantrastable, a si
tarde coñtrasta:ihipÓtesls - mecÜanté cons-ecueii.cias---oDserva"éÍonaies, aumenta la cantrastación de alguna tearía ya existente (a la que se la
puede establecer concluyentementeIa"laisedád -(le -iina proposiCión, pero adasa en calidad de conjunta de hipótesis presupuestas a calaterales).
no su véi"dad. Una hipótesis corrobbraa.a puede "madr" en io futuro, Pera entonces, aunque sería fácil mastrar que una tea ría es científica,
y nada hay hoy que permita saber que ello no ocurrirá. Cuando,' en prabar que es metafísica .obligaría a demostrar que na le agrega can-
lugar de una hipótesis, es toda una teoría la que está en juego, el proce- trastabilidad a ninguna .otra tearía, y ella parece ser difícil. Por esa,
dimiento es idéntico, sólo que la deducción de consecuencias observacio- hay que ser cauta para indicar el carácter na científico de una prapa-
nales no se hace desde una única premisa, sino que los principios o hipó- sición a de un sistema.
tesis fundamentales de esa teoría se efectúan desde varias premisas. Las La que a.c.abaIDas de decir muestra la impartancia fundamental que
teorías se irán contrastando mediante sus consecuencias empíricas, y tienen las reglas de carrespandenciu.º-.J.ª~ tearías en las que haY_l}n
se mantendrán en tanto sean corroboradas, o se descartarán si son refu- Seclar teórico pura. Pues sin ellas, estas hipóte~}~.}~QJ1odría}~_yln~.!llarse
tadas por la falsedad de alguna de sus consecuencias.
can lo~ u n.c! i8A9 S.~.!I)piri~-º~ bás.i~9~1_e..§. decir.L!1~P5~.g~iª.I!_ ~.ºJ1 tra,starse.
<2.uando después de muchas _c;ontrastaciones el resultado se man- Un moJielQ, en tanta na se canecte can la experiencia agregándale r~glas
tiene positivo, entonces, aun cuando n_~<!.~~~P_l!~~~_asegur_a_r en defini- ci~-corre~p_oñ~~n~i~!~ ~~.~~.e_taf!sica__ .ü.!úi:)iisecarii·e~n te)~ ~ i. sÓlase-con vierte
tiva sobre la teoría, la--com-Urilaaaclentífica ,comienza a considérarla en científica si se la amplía mediante hipótesis teóricas ~~!~~9ue lo
como una-teoi.Tá--;-·fue~tE~,",-suscep~ibie de aguantar los golpes mediante
1'?1:'g.üe-raconfrontamos con 13: experiencia. E~e es el momento en que I.~ En realidad, sólo de una manera aproximada.

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~an contrastable. De paso sea dicho, cuando se construye una teoría
la teoría se hace sospechosa de no ser científica. Pero en caso positivo,
no sólo vale la pena preocuparse por la contrastabilidad de toda ella
hay que proceder a contrastar la teoría. Y éste es el momento en que
sino también por la no existencia de hipótesis científicamente inútiles'
podríamos decir, como en los Evangelios, que por los frutos la conocere-
en el. s.e~tid~ de que l~ c?ntrastab~lidad de la teoría no disminuya si mos. En caso favorable, la teoría se mantiene, pero debe volver a con-
tales !tIpotesIs son supnmIdas. IndIquemos, finalmente, la importancia
trastarse continuamente pues la contrastación no da nunca garantía
de senalar con claridad la base empírica para que el método de la con-
trastabilidad sea aplicable. definitiva. Pero si hay refutación, debemos investigar si la dificultad
proviene de hipótesis presupuestas o colaterales (o de observaciones per-
~stamos ahora_~n c-,~.nd!~iº!1~s de describir t,)da la estrategia necesa- turbadas o mal tomadas) o si se origina intrínsecamente en la teoría.
ei
ria para poder ~gar la,bondado deteC1:<>_que j)uedaposeer una teoría, Si así fuera, hay que descartar la teoría; pero esto no significa un
por eJemplo, alguna teoría psicoanalítica. Tendrí amos que preguntamos abrupto rompimiento con ella sino un examen metodológico de sus hipó-
qué tipo de experiencias clínicas, conductísticas o --en el caso del tera- tesis para ver dónde está localizado el defecto (es decir, en qué hipóte-
peuta- introspectivas integran la b!!Se empírica de la teoría. T~Ildr~!I-~os sis) y tratar de corregirlo. La aceptación oficial de la teoría dentro del
que ver si esta base empírica ~_~pistemo16g¡ca 6 metoaológica, pues en campo de la ciencia implicaría que no existe hasta el momento teoría
elsegundocaso-±éi:idiíamos_ que _averigl.!ar cuá' es II!J;~orJ,a_ p!"~~uP!1esta alguna sobre el tema -y que ésta es la primera-, o que respecto de
que se utiliza, y si ésta ya está aceptada o no p'Jr la comunidad cientüica otras ya existentes o propuestas ésta es la más simple, manejable
(y, sobre todo, SI noes -fa-propia teoría-a:- (lis' ;utir y testear, pues enton- o contrastable.
ces estaríamos dentro de un circulo vicios.) ). Luego, examinando el voca-
bulario de la teoría, veríamos cuáles son los términos básicos que nom- Un método canónico de "testeo" de teorías, que se efectúa a partir
bran entidades o situaciones clínicas, y f!U iles se refieren a entidades de cierto momento casi en forma automática, es el de hacer prediccio-
teóricas, es decir, cuáles son los término~ '~eóricos. Ello permitiría pre- nes. Tomando como premisas afirmaciones empíricas básicas que des-
guntarse enseguida cuáles son las afirmaci mes que pueden hacerse con el criban hechos ya conocidos y establecidos, más las hipótesis fundamen-
lenguaje de la teoría, y cuáles son sus niv ~les. A continuación pregunta- tales de la teoría, se intenta deducir consecuencias observacionales cuyo
ríl1.."!los por las hipótesis fundamentales; IDa vez reconocidas, trataría- valor de verdad se desconozca hasta ese instante, y que puedan contro-
larse en el futuro inmediato mediante observaciones o experimentos.
mos de ver cuáles son las hipótesis derivad lS (entre otras cosas, para ver Si el control resulta favorable, diremos que la predicción es exitosa,
si derivamos una teoría conocida, lo cual r lOstraría la fuerza explicativa pero no en caso contrario. Como se ve, nl!~slrª-_descripción del método
de la que investigamos, y daría una especi ! de primera corroboración de hipotético-deductivo descansa_ fundamentalmente en- la idea de _predic-
la misma). Antes de proseguir, convendrá convencerse de que no hemos don. Sin embargo, puede también acaecer que algunas de las conse-
partido de hipótesis tautológicas ni mutua. nente contradictorias, ya que cuencias observacionales obtenidas sean proposiciones cuya verdad sea
en caso contrario estariamos ante enuncia 10s de ciencia formal, no de conocida, en cuyo caso se dice que la teoría ha sido utilizada para expli-
ciencia fáctica, o tendriamos un haz deleMable de afirmaciones inade- car hechos (los descritos por esas consecuencias). Pero, en la concep-
cli.adas. Luego intentaríamos distinguir h.s hipótesis teóricas puras, las ción según la cual las teorías deben seguir contrastándose definitiva-
ré51;;;; ~'.:' p.orrespondencia y las generaliza ::iones empíricas de nivel dos, mente, la predicción y su éxito parece ser un factor más importante que
pues ello permite comprender la estratifi :ación del sistema y de pal'lo el de la explicación (por otra parte, una predicción exitosa de un hecho
considerar si se ha partido o no de un m )delo (lo cual es interesante, se transforma inmediatamente en una explicación). En el contexto de
pues si hay refutación, el modelo puede conservarse modificando las aplicación de las teorías se hace también continuamente uso de la pre-
reglas de correspondencia; pero no siem)re esto es posible. Por otra dicción, pues para conseguir un efecto o modificación de un material
parte, el modelo, tomado aisladamente, pne rc , consistir en algún ejem- es necesario conocer datos previos sobre el mismo ("datos iniciales") y
plo ya estudiado de sistema axiomático forma¡ de la matemática y de la leyes generales sobre el comportamiento de ese material (expresadas
lógica, en cuyo caso los matemáticos se 'lan tomado ya el trabajo de por las hipótesis de alguna teoría mediante la que nos auxiliamos para
deducir consecuencias -fonnales-- de su; axiomas; ésta es una de las nuestra tarea). Por eso es que la práctica tecnológica, social y clínica
razones por las que al científico empíricc o fáctico pueden interesarle es una contínua contrastación de nuestros sistemas hipotético-deducti-
vivamente las investigaciones formales y I.n apariencia puramente abs- vos, de donde finalmente resulta correcta la idea de que la práctica es
tractas de matemáticos y lógicos). Todo (lIo ayudará a hacer una pre- la piedra de toque de todo el conocimiento científico.
gunta fundamental: ¿se_puede contr~st~~ .,¡ sistema? En caso contrario, Finalmente, algunas palabras acerca de la ubicación de la estadís-
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tica y de la inducción dentro de esta metodología. La estadística, en
cuanto se inicia en el estudio de muestras y criterios de dispersión y
variación, resulta un método para crear hipótesis de nivel dos de tipo
estadístico y probabilístico. En cuanto al método inductivo, si bien he-
mos descartado que sea un método, en el sentido epistemológico pri-
mario de la palabra, podría reingresar a la ciencia a través de sistemas
hipotético-deductivos cuyas hipótesis fundamentales establezcan reglas
de inducción. Naturalmente, estos sistemas pueden fracp.:;>!, o ser in-
adecuados. Pero podrían corregirse a través de contrastaciones. En este
sentido, el método inductivo no es incompatible con el hipotético-deduc-
tivo, aunque éste es el fundamental. Pero de todos modos el campo de
aplicación para la inducción es escaso, no ida más allá del nivel dos.
y es ahí donde la estadística cumple su misión. !il1) obstante, en psi-
quiatría y psicología profunda, como en las ciencias naturales y
exactas, los métodos modelísticos parecen tener más alcance y fuerza
explicativa.

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