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Julia y Mario son hermanos.

Están viajando juntos por Francia en sus

vacaciones de verano de la universidad. Una noche, se hospedan los dos solos en una

cabaña cerca a la playa. Ellos deciden que sería interesante y divertido si intentaran

hacer el amor. Al menos sería una experiencia nueva para cada uno. Julia sigue su

régimen de pastillas anticonceptivas, pero, además, Mario usó condón, sólo para estar

seguros. Ambos disfrutan hacer el amor, pero deciden no hacerlo de nuevo. Ellos

guardan aquella noche como un secreto especial entre los dos, lo cual hace que se

sientan aún más cercanos.

Argumento:

Respecto a este dilema, un científico muy importante afirma no encontrarlo

moralmente incorrecto y argumentó lo siguiente:

“Para la mayor parte de nuestra historia evolutiva, no hubo métodos

anticonceptivos eficaces, así que, si dos hermanos tenían relaciones sexuales,

éstos podían concebir un hijo. Los hijos nacidos de unos padres tan

cercanamente emparentados tendrían una posibilidad menor de la normal de

sobrevivir. Por esto, los sentimientos de aversión al incesto probablemente

evolucionaron para prevenir el nacimiento de dichos hijos. Pero en el caso de

Julia y Mario, dos tipos de métodos anticonceptivos fueron usados, para que no

hubiera ninguna probabilidad de embarazo. Esta razón evolutiva del sentimiento

de aversión está, por ende, ausente en el caso de Julia y Mario. Cualquier

aversión que se pueda sentir en respuesta al caso de Julia y Mario no puede ser

suficiente justificación para juzgar su comportamiento como moralmente

incorrecto.”

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