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Consecuencias psicológicas y físicas del aborto

El aborto es un fenómeno que ha tenido y tiene una gran carga


moral, social y religiosa al cual las mujeres se han tenido que
enfrentar, debido a que estas se han visto inmiscuidas en un
sistema social que es poco equitativo con ellas y que juzga sus
acciones.
El aborto según la OMS (Organización Mundial de la Salud) se
define como la interrupción del desarrollo del embrión durante el
embarazo, cuando aún este no ha alcanzado la madurez fetal, o
la capacidad suficiente para vivir por fuera del útero. El aborto
resulta ser un tema muy controversial aún en la actualidad
debido a que, en los países latinoamericanos, en su mayoría,
está legalmente penalizado, dada su condición de ilegitimidad
dificulta estimar datos confiables de su práctica.
La salud mental de una mujer posterior a un aborto puede verse
afectada debido a la influencia de algunos factores ambientales
dados por el contexto, el estilo de vida que llevan y sus
relaciones sociales que pueden generar cambios en el
funcionamiento y la estructura cerebral, según Randon (2015) la
exposición a un estrés abrumador puede dar lugar a la pérdida
del mecanismo de retroalimentación negativa del cortisol, dando
lugar a la hipercortisolemia, una elevación de los niveles de
cortisol en la sangre, que ha sido reportada en trastornos
depresivos o en trastornos por estrés post-traumático. También
se ven afectadas en otros factores de riesgo como abuso de
drogas y alcohol, desórdenes alimenticios, disfunción sexual y
problemas en sus relaciones sociales
-El cortisol es una hormona glucocorticoide sintetizada a partir del colesterol en las dos
glándulas suprarrenales, situadas en la parte superior de cada riñón. Generalmente se
libera en respuesta a eventos y circunstancias tales como despertarse por la mañana, hacer
ejercicio y el estrés agudo.
¿Qué ocurre si tengo un exceso de cortisol?

El exceso de cortisol durante un período prolongado de tiempo puede conducir a al


llamado síndrome de Cushing. Esto puede ser causado por diversos factores, tales como
un tumor que genera hormona adrenocorticotrópica (y por lo tanto aumenta la secreción
de cortisol), o tomar ciertos tipos de medicamentos. Los síntomas incluyen:

• Rápido aumento de peso, principalmente en la cara, el pecho y el abdomen, en


contraste con brazos y piernas delgadas
• Una cara enrojecida y redonda
• Hipertensión arterial
• Osteoporosis
• Cambios en la piel (contusiones y estrías de color púrpura)
• Debilidad muscular
• Los cambios de humor: ansiedad, depresión o irritabilidad
• Aumento de la sed y la frecuencia de la micción

Los altos niveles de cortisol durante un tiempo prolongado también puede causar falta de
deseo sexual y, en las mujeres, los períodos pueden ser irregulares, menos frecuentes o
detener por completo (amenorrea).

Más allá de las discusiones reinantes actualmente acerca de su


humanidad antes del día 14, iniciadas y plasmadas años atrás
en informes internacionales (Informe Warnock, 1984, El informe
Warnock es un documento elaborado por la Comisión de
Educación británica en el año 1978 referido a las necesidades
educativas especiales de los niños. Este escrito está basado en
su mayor parte en el modelo de educación especial británico.),
no cabe duda de que: “Los conocimientos sobre la aparición de
un nuevo ser humano están hoy día apoyados por bases
biológicas, embriológicas y genéticas e incluso médicas, que
pertenecen al acervo científico común. Cada individuo tiene un
comienzo selectivo que es el momento de la concepción. (…) La
fecundación del óvulo por el espermatozoide, señala, por tanto,
el momento en que el ser humano comienza a existir. Carece de
sentido, datar el inicio de la existencia de una persona humana
en algún momento posterior. En realidad, el único cambio
decisivo se produce en la fertilización, que da lugar a un nuevo
ser; la biología y la embriología lo afirman categóricamente.
Los estudios realizados y la bibliografía existente hasta el
presente nos permiten identificar tres cuadros clínicos que dan
cuenta de las consecuencias psicológicas del aborto en la mujer
(Cassadei, 1996): psicosis post- aborto, síndrome postaborto
y estrés post- aborto.
El grado de impacto psicológico y de desestructuración que
tales cuadros tienen sobre la personalidad se corresponde con
el orden dado a su descripción, ya que la gravedad de una
psicosis es mayor a la de un síndrome psicológico y a al de
una situación de estrés.
La psicosis post- aborto remite a un cuadro de naturaleza
predominantemente psiquiátrica, que surge luego e
inmediatamente al aborto y puede durar por un término de 6
meses. Es el trastorno de mayor compromiso psicológico y
afecta severamente la personalidad de la mujer.
El cuadro de estrés post-aborto surge entre los 3 y 6 meses del
hecho del aborto
y representa el trastorno más leve observado hasta el momento.
Finalmente, el síndrome post- aborto (PAS) es un cuadro que
puede surgir tanto
luego e inmediatamente al aborto como permanecer la tente por
un largo tiempo,
manifestándose sus síntomas en modo diferido. Se considera
que al cabo de 5 ó 6
años se puede observar su manifestación clínica de modo
acabado (Rue-
Speckhard, 1996)
Principales secuelas físicas del aborto
El aborto, además del "peligro" que supone para el niño, su asesinato,
también tiene consecuencias negativas para la abortista, la cual no solo es
víctima de daños morales, cuando es consciente de su crimen, sino que con
elevada frecuencia sufre objetivas secuelas físicas que llegan hasta la muerte
A. Muerte
Un estudio del gobierno de Finlandia de 1997, resalta los siguientes datos:
Las mujeres que han pasado por un aborto tienen 4 veces más posibilidades
de morir que las que no lo han sufrido
Las mujeres que han llevado a término su embarazo, tienen la mitad de riesgo
de muerte que las que no han tenido un embarazo
Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica 76:651-657 de 1997.
El aborto legal figura como la quinta causa de muerte materna en Estados
Unidos, a pesar de que muchos casos no son reportados
Obstetrics and Gynaecology, 65 (5) May 1985.
B. Cáncer de mama
• El riesgo de cáncer de mama prácticamente se duplica después de un
aborto y continúa subiendo con dos o más abortos sucesivos.
International Journal of Epidemiology 18(2):300-304; Journal of
Epidemiological Community Health (1990); British Journal of Cancer 43:72
(1981)
C. Cáncer cervical, de ovario y de hígado
Las mujeres con un aborto tiene 2.3 veces el riesgo de cáncer cervical en
comparación con las que no han tenido ningún aborto
Excerpta Medica: New York (1984) pp. 139-147; British Journal of Cancer,
59:805-809 (1989)
Si son dos o más abortos, el riesgo sube a 4.92. También se eleva el riesgo
para cáncer de ovario y de hígado. Parece estar relacionado con la
interrupción no natural de los cambios hormonales que se producen durante
el embarazo
Journal of the National Cancer Institute 37(1):1-96 y otros
International Journal of Cancer, 52:351, 1992.
D. Perforación uterina
Entre 2 y 3% de mujeres que se someten a un aborto sufren una perforación
uterina. Muchas no son diagnosticadas ni tratadas hasta que se realiza una
laparoscopía
American Journal of Obstetrics and Gynaecology 161: 406-408, August 1989;
129: 623,1977
El riesgo aumenta en mujeres que han tenido hijos o que reciben anestesia
general durante el procedimiento
J.A.M.A., 251:2108-2111, 1984
American Journal of Obstetrics and Gynaecology, 135:1030, 1979
La perforación uterina puede ocasionar, a su vez, complicaciones en
posteriores embarazos o incluso llegar a requerir una histerectomía que
ocasionará numerosas nuevas complicaciones y daños que incluyen la
osteoporosis.
E. Laceraciones cervicales
En los abortos de primer trimestre, por lo menos un 1% presentan
laceraciones cervicales que requieren de sutura. Laceraciones menores o
micro fracturas también se producen; no necesitan sutura pero con el tiempo
resultan en daño: partos prematuros, complicaciones del parto, etc.
El riesgo aumenta en abortos en adolescentes, de segundo trimestre o
cuando se producen fallos en la dilatación cervical
The Lancet, 28.05.1983, pp1182-1184
New England Journal of Medicine, 309 (11):612-624
f. Placenta previa
• El riesgo de placenta previa en los embarazos posteriores aumenta 7 a 15
veces después de un aborto. Produce mayor riesgo de malformaciones
fetales, muerte perinatal o sangramiento excesivo durante el parto
American Journal of Obstetrics and Gynaecology. 141:7, 1981

G. Complicaciones del parto


• El riesgo de partos prematuros aumenta con los abortos previos entre 1.89
y 2.66 veces más que las mujeres que han llevado el mismo número de
embarazos a término (que aumenta el riesgo de muerte neonatal y hándicap).
Las cifras son similares para producir partos retrasados
Obstetrics and Gynecology 94(6):948-953, Dec. 1999.
H. Embarazos ectópicos
• La posibilidad de que después de un aborto se produzcan embarazos
ectópicos (implantación del embrión fuera del útero), aumenta con los eventos
de abortos previos. El tratamiento de esta complicación (que puede suponer
en ocasiones riesgo para la mujer) a su vez, determina una disminución de la
fertilidad.
JAMA, 253(7):1005-1008, Feb. 1985
American Journal of Epidemiology 115(6): 879-887, 1982
I. Enfermedad pélvica inflamatoria (epi)
• Es una enfermedad que puede disminuir la fertilidad y aumentar el riesgo
de embarazos ectópicos. El 23% de las mujeres infectadas por clamidias al
momento del aborto (aproximadamente 25%) desarrollan EPI. De las que no
tienen clamidiasis, el 5% desarrolla EPI dentro de las 4 semanas siguientes
al aborto.
Obstetrics and Gynaecology 68(5):668-690, 1986
Genitourinary Medicine 63(3): 182-187, 1987
J. Endometritis
• La endometritis es una inflamación del endometrio, dolorosa y que ocasiona
alteraciones en la menstruación. El riesgo de sufrirla aumenta después de un
aborto para todas las mujeres; pero especialmente las adolescentes que
tienen 2.5 veces la posibilidad de sufrirla
Contraception, 30:99-105, 1984; Obstetrics and Gynaecology 68(5): 668-690,
1986.
K. Complicaciones inmediatas
• Cerca del 10% de las mujeres que se someten a un aborto sufren
complicaciones inmediatas:
Infecciones
Hemorragias
Embolias
Laceración o perforación uterina
Complicaciones de la anestesia
Otras
Human Reproduction, 2nd ed. 796-813
Fuente: Mujer Nueva

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