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Capítulo 15

Lo que se desencadeno alrededor de Shikamaru era feroz. Entre los sonidos de cuchillas al
tocarse y fuertes rugidos de batalla, Shikamaru sostuvo su mirada con la de Gengo.

“¿¡Acaso dices que no te importa la opresión de los shinobi!?” chilló Gengo con una vena
saltándole en de la sien.

El hombre solemne y sabio que existía hace unos momentos había desaparecido. ¿Sería
porque Shikamaru había roto el genjutsu? No, esa no podía ser la razón. Gengo estaba tan
frenético, que no había ni una sola célula en su cuerpo tranquila.

“¿Por qué has perdido la cabeza?” preguntó Shikamaru.

“¿Q-qué?”

“Bueno, te ves tan desesperado que es completamente patético.”

“¿Quién es…” Gengo comenzó a balbucear. Su voz salía entre sus dientes como un gruñido
ahogado. “Escucha, nosotros los shinobis tenemos poderes sobre humanos, es nuestro destino
el ser temidos por los demás. El miedo se transforma en discriminación que da luz a las
opresión. A este ritmo, los shinobis no veremos más que sufrimiento. “

"Sabes, yo…” Shikamaru ladeó su su cabeza a la izquierda, sonando su cuello. Mantuvo sus ojos
en Gengo. “Creo que sería bueno si el concepto de Shinobi dejara de existir.”

“¿¡Pero qué- qué estás diciendo!?”

“¿Por qué reaccionas así? ¿No que habías dejado de ser un shinobi?”

“…” Otra vez, Gengo comenzó a murmurar de forma indescifrable. Se veía tan ridículo que en la
esquina de los labios de Shikamaru se movió hasta formar una sonrisa.

“Los shinobi finalmente se han unido en una alianza.” continuó Shikamaru, “En tanto esta
alianza continúe, todas las batallas pronto cesarán.”
“¡No hables como si fuera así de simple!”

“Nunca lo sabrás hasta que lo intentes.”

La mano de Gengo se movió a su espalda, como si fuera a tomar algo.

Una kunai.

Shikamaru había estado muy relajado hasta ese momento, todo su cuerpo se tensó. Todas sus
armas habían sido confiscadas cuando fue confinado a la celda donde Gengo lo mantuvo
cautivo. No tenía nada con qué defenderse-

“¡Shikamaru!” lo llamó Temari.

Él se giró en dirección a su voz. Vio algo que iba volando hacia él a través del aire. Cuando
estuvo al alcance de su brazo, Shikamaru se estiró y tomó el objeto con su mano derecha.

Una kunai.

Pudo escuchar el sonido de la risa de Temari, feliz de que lo hubiera atrapado.Todo en apenas
un segundo.

Cuando Shikamaru se giró para enfrentar a su oponente, Gengo ya se dirigía hacia él.

Shikamaru se abalanzó de igual forma.

Sus kunais impactaron a la mitad del camino, lanzando chispas por el fuerte impacto. Ambos
tratando de dominar a su rival.

“¿No es porqué hay peleas en este mundo que las personas como nosotros se convierten en
shinobi?” comentó Shikamaru.

“Tu, muchacho imprudente…” La voz de Gengo ahora era violenta.

En ese mismo momento, ambos oponentes saltaron hacia atrás dándose cierta distancia.
Estaban a una distancia similar a la que tenían al principio, ambos sosteniendo fuertemente su
kunai y listos para el ataque. Se estaban retando con fuertes miradas.

Los pies de Shikamaru fueron los primeros en golpear el suelo mientras se abalanzaba de
nuevo contra Gengo.

Tenía como objetivo la cabeza de su enemigo.

Pero, Gengo tenía las mismas intenciones. El kunai enemigo estaba copiando sus movimientos.

Shikamaru movió su cabeza fuera del área de impacto, pero igual el filo de la kunai logró
marcarle una perfecta línea color rojo a lo largo de su mejilla. Su sangre salpicaba en gotas
color carmesí.

Sus ojos registraron una marca igual a la suya en la cara de Gengo.

El brazo izquierdo de Shikamaru se disparó hacia delante, tomando a Gengo por la muñeca
derecha -la que tenía la kunia- con un agarre de hierro. Hubiera sido un excelente movimiento
de no haber sido por que Gengo hizo lo mismo.

Estaban atrapados, usando sus manos libres para retener la mano armada del otro.

“El primer paso para detener estos conflictos… es la Unión Shinobi.” Prosiguió Shikamaru, “Los
shinobis deben unirse primero. Así nuestros lazos se expandirán a los Señores Feudales y a los
ciudadanos también. En tanto este mundo se una, las personas ya no tendrán que convertirse
en shinobis. Puede que no sea para mí generación, o en la generación de mi hijo o la de mis
nietos… pero un día, los shinobis dejarán de existir.”

“Este mundo no es lo suficientemente fácil para poner en práctica esos ideales.” Dijo Gengo.

“¿Y tus planes no son lo mismo?”

Los labios de Gengo se movieron de forma mecánica creando una curva extraña. Su expresión
era perturbadora como para ser llamada una sonrisa.

“Te lo digo desde ahora,” dijo Shikamaru, “No serás capaz de ponerme bajo tu genjutsu.”
“Entonces, escucha de todas maneras, Shikamaru.” dijo Gengo “ Estos ‘ideales’ solo valen la
pena si tienes la posibilidad de llevarlos a cabo. Tu ideal es tan posible como atrapar las nubes.
La diferencia entre nuestras ideas es como la distancia entre el cielo y la tierra.”

“Eres un estúpido, ¿no es así?” notó Shikamaru.

“Los verdaderos tontos son los que no reconocen su propia estupidez.”

“Exacto, por eso estoy llamándote estúpido.”

Una sonrisa mal disimulada se formo en los labios de Gengo.

De repente, Gengo movió su brazo izquierdo, torciendo el brazo derecho de Shikamaru en su


articulación. Su muñeca protestó con un dolor punzante.
Shikamaru estaba atrapado en esa llave, y su agarre se debilitó. Gengo movió su kunai hacia el
cuello de Shikamaru, acercándolo poco a poco.

No tenía tiempo suficiente para evitarlo.

Shikamaru giró su cuerpo en la misma dirección que Gengo estaba torciendo su muñeca, y
pateó el suelo con sus pies. El brazo armado de Gengo giró en contra del agarre con su salto, y
así logró esquivar la kunai. En pleno vuelo, Shikamaru movió su pierna hacia abajo, dándole
una patada la coronilla de la cabeza de Gengo.

La mano de Gengo soltó a la muñeca de Shikamaru para cubrir su cabeza. Shikamaru volvió a
patear, esta vez a su brazo, oyendo el sonido del hueso rompiéndose en su interior.

No terminó allí.

Shikamaru aterrizó en el suelo y aprovechó su ventaja, moviendo su otra pierna para patear a
Gengo en un costado.

Gengo retrocedió un paso hacia atrás.


Shikamaru no se detuvo. Con su pierna izquierda y en un movimiento fluído, derribó a Gengo
de una barrida.

El Shishirendan de Uchiha Sasuke. El Naruto Rendan de Uzumaki Naruto. El ataque de


Shikamaru se basó en esos movimientos.
Penso que había hecho un muy buen trabajo, aunque fue su propio criterio.

Gengo había caído al suelo.

Shikamaru estaba encima de él en cuestión de segundos, atrapándolo con su cuerpo y


poniendo la kunai en su garganta. Si Gengo se movía siquiera un centímetro, Shikamaru lo
mataría sin pensarlo dos veces.

“¿Por- Por qué ya no te afectan mis palabras” gruñó Gengo.

“Vamos, sabes que el genjutsu solo funciona cuando hay un punto débil en el corazón de la
persona.”

“Desde que apareció esa mujer…” balbuceo Gengo, “Tu repentino cambio de actitud muestra
que tu corazón tiene muchos puntos débiles en realidad.”

“De verdad que eres un idiota, huh…” susurro Shikamaru, mientras sonreía, “Mi corazón está
lleno de puntos débiles. No, mi corazón es un punto débil. Es por eso mismo que no tengo un
punto débil por el que puedas escabullirte. Una persona de mente tan cerrada como tú
probablemente no lo entendería.”

“Algo así… no puede ser…”

“Tendrás que aceptarlo, con tu situación actual. Tus palabras ya no me afectan.”

Gengo estaba sudando frío.

“La verdad, no quiero hacer este tipo de cosas.” Dijo Shikamaru, hablado para él que para
Gengo, “Solo quería vivir una vida normal, pero…”

Siempre hubo sentimientos de pesar por su vida actual en algún lugar de su corazón…
Pero en ese momento, habían desaparecido.

Había tomado una decisión.

“Resulta ser que no soy alguien que puede vivir esa clase de vida.”

‘La gente me necesita, así que no tengo más remedio que hacer estas cosas.’

Shikamaru había caído en ese estado a través del tiempo, sintiendo que no tenía otra opción.
Las cosas habían empezado a ir por mal camino en su corazón. Él se sostuvo en su actitud de
culpar a los demás por la forma en que estaba viviendo su vida, convirtiéndose en un
descorazonado y sintiéndose insatisfecho por todo.

Pero había cometido un error.

Por que él había sido quien eligió alejarse de sueño.

El sueño de vivir una vida normal, no iba a cumplirse.

Pero el estaba bien con eso.

Por que él ya había encontrado un nuevo sueño.

“Voy a pasar mi vida construyendo un mundo en donde los demás puedan vivir sus vidas. Así
para que las personas que dicen que sólo quieren vivir cómodamente, pueden hacerlo en la
mayor medida posible.” Dijo Shikamaru,

“Detendré las guerras, uniré a los países. Y haré un lugar en este mundo para aquellas personas
normales que no tienen ningún sueño más que vivir simple, una vida normal.”

Un tipo normal iba a defender la felicidad de las personas que deseaban vivir una vida normal.

Era un sueño que le iba bien, y él estaba satisfecho con ello.


Para realizar su sueño, convertiría a Naruto en Hokage, se convertiría en el sensei de Mirai. Y si
el resultado de trabajar por su sueño era convertirse en un buen shinobi que no avergonzara a
su papá o a Asuma, él estaría feliz con ello.

Hasta ese momento, Shikamaru tenía sus prioridades al revés. Había sentido la presión del
mundo externo, se había impuesto límites a él mismo, tratando de vivir con el pensamiento de
no volverse una vergûenza. Por eso trabajaba tanto y se había desgastado.

Pero el mundo no debía decirte cual debía de ser tu sueño. Tu propio sueño debía crearse y
conectarse con el mundo.

“Finalmente he podido librarme mis dudas.” Dijo Shikamaru.

“¿Y que si lo hiciste?” Una suave voz dijo detrás.

Intento de asesinato.

Shikamaru saltó de su punto sobre Gengo, y apenas esquivo las garras del tigre que se
movieron sobre su cabeza.

Un tigre de tinta…

“No dejaré que mates a Gengo-Sama por un sueño tan vago.” Dijo Sai, poniéndose frente a
Shikamaru con su pincel y su pergamino en mano.

“Sai…”

“¡Gengo-Sama! Rápido, imponga su voluntad sobre estos tontos shinobi de la Arena!”

“Muy bien.” Gengo asintió, corriendo escaleras arriba hacia el trono. Tiró ambas manos hacia el
cielo. “¡Escuchen todos!”
Iba a dar otro de sus discursos que camuflaban su genjutsu.

“¡Cómo si te dejara!” Shikamaru corrió escaleras arriba, pero Sai se interpuso en su camino.
“¡No te dejaré interferir con la causa de Gengo-sama!” El pincel de Sai se movió rápidamente y
otro tigre de tinta estaba frente a él “¡Vamos!”

Ambos tigres se abalanzaron a atacar a Shikamaru.

Gengo hablaba desde la plataforma. Si Shikamaru no lo detenía, pondría a todos en un


genjutsu y los congelaría ahí mismo.

De repente, Shikamaru tuvo una idea.

“¡Temari, escucha!” No estaba muy seguro de la posición de ella, pero siguió dirigiéndose a
ella. “Ese tipo utiliza genjutsu y el medio de transmisión son sus palabras. ¡Ahoga el sonido con
tu viento!”

“¡Entendido!” La voz firme de Temari resonó increíblemente cerca.


Al momento, ráfagas de viento empezaron a surgir, moviéndose violentas a lo largo de toda la
habitación. Las palabras de Gengo fueron tragados por el viento de Temari.

En medio del escape del ataques de los tigres de Sai, Shikamaru pudo ver como, dándose
cuenta de que sus poderes no tenían efecto gracias a los poderes de los vientos de Temari,
estaba intentando escapar.
“Mierda.” Shikamaru trató de seguirlo escaleras arriba, pero el tigre de tinta se interpuso en su
camino.

“Absolutamente no te dejare pasar.”

“¡Sai es suficiente! ¡Despierta!"

"Los que deberían “despertar” son ustedes.”

No había caso, Sai estaba completamente bajo el efecto de el genjutsu de Gengo.

De repente, uno de los torbellinos que estaban causando caos alrededor de la habitación
impactó a espaldas de Shikamaru, desapareciendo uno de los tigres de tinta.

Temari se interpuso entre Sai y Shikamaru.


“¡Déjame esto a mí, y encárgate de ese bastardo!” ordenó.

“Temari…”

“Me agradeces luego. ¡Apresúrate y vete!”

“Sí.” Shikamaru dijo y corrió escaleras arriba.

“¡Detente, Shikamaru!” gritó Sai .

“¡Oh no lo harás!” dijo Temari, abriendo su abanico. “¡Yo soy tu oponente!

Shikamaru solo se permitió voltear hacia atrás y ver a los dos, antes de poner su atención al
hombre que se había ido corriendo escaleras arriba.

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