Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Hace una semana que Shikamaru dejó el País del Silencio. Kakashi le había ordenado tomar un
descanso y curarse de la fatiga causada por haber permanecido cautivo, así como por la lucha
final con Gengo.
La herida en su frente recibió asistencia médica inmediata de Sakura, por lo que Shikamaru
realmente no tenía ninguna lesión por la cual descansar. El estado de ánimo también era mucho
más relajado en comparación con lo que había sido antes de su viaje al País del Silencio. Él
realmente no necesitaba unas vacaciones, pero Kakashi había insistido, así que él cumplió.
Chouji e Ino habían salido a otras misiones, poco después de que volvieron a Konoha. Naruto y
Sakura todavía estaban resolviendo algunas cosas en el País del Silencio.
Por supuesto, Shikamaru fue a visitar a Mirai en la casa de Kurenai sensei, pero bastó con
permanecer allí por sólo unas pocas horas.
Por primera vez en mucho tiempo, Shikamaru había vivido tranquilamente y con calma, día tras
día.
Algunos días, se sentaba frente de la tabla Shougi y jugaba contra sí mismo durante horas. Otros
días, partía al amanecer y subía a una montaña, acostado en la cima y mirando las nubes, hasta
que el cielo se teñía de rojo con la puesta del sol. Shikamaru había disfrutado de ese momento
inmensamente.
Si hubiera sido el Shikamaru de antes de ir al País del Silencio, entonces él no habría sido capaz
de soportar una semana sin ninguna misión o trabajo en la Unión. Él hubiera perdido la cabeza
por completo.
Él habría seguido pensando “¿Y si algún incidente grave ocurre mientras estoy fuera?” o “¿Qué
pasa si alguien comete un error en su trabajo y nadie se da cuenta”. Todo tipo de pensamientos
sin sentido, ridículos. No hubiera podido relajarse por completo, incluso por un día, antes de
volver a trabajar.
Pero ahora, Shikamaru podía relajarse en la mayor medida posible. Toda esta semana, apenas
había pensado una vez sobre el trabajo que lo esperaba en la Unión o las misiones
acumulándose, su mente sólo se preguntaba sobre esto justo antes de irse a dormir.
Sus compañeros serían capaces de manejar todo muy bien, incluso si él no estaba allí. Ahora
podía pensar en eso y estar a gusto.
Se dio cuenta de la cantidad de compañeros que tenía. Y él también se dio cuenta de que había
ignorado su existencia por completo. Vio cómo había insistido constantemente en tomar cada
carga y responsabilidad, todo por culpa de un orgullo mezquino, arrogante y completamente
equivocado, pensando que no podían manejar las cosas sin él.
Una persona no puede vivir su vida por su cuenta. Nadie era tan inteligente o suficientemente
hábil para manejar cada cosa por sí mismo. Es por eso que tenías amigos, camaradas.
El pensamiento «yo voy a hacerlo todo por mí mismo" estaba mal en la raíz misma.
Habría valido la pena que Shikamaru fuera al País del Silencio aunque sólo hubiera sido para
darse cuenta de eso.
Cuando él había estado como prisionero en El Castillo Flotante y en trance por el genjutsu de
Gengo, Temari entró y le llamó la atención de tal manera que se rompió el genjutsu, al igual que
cualquier otra duda que lo estuviera deteniendo.
En medio del vendaval que ella desató, Shikamaru había sido capaz de darse cuenta
exactamente de quién era.
Era porque había aceptado su naturaleza, con su actitud despreocupada e irresponsable, que se
atrevió a lograr cosas.
Después de todo, él era el indicado porque podía entender los sentimientos de los ciudadanos
normales que no tenían sueños o ambiciones de qué hablar y sólo deseaban llevar vidas pacíficas
y ordinarias.
¿Qué había de malo con querer una vida normal? La definición de un “sueño” no se limita sólo
a los ambiciosos que apuntaban alto con sus metas.
Al vivir en un mundo que estaba constantemente en guerra, una vida normal era posiblemente
el sueño más difícil de lograr.
Y eso era algo con significado en la existencia de Shikamaru.
Si el mundo pudiera llegar a ser pacífico, si pudiera convertirse en un lugar donde cualquiera
podía vivir cómodamente, entonces seguramente la gente que quería vivir una vida normal
podría hacerlo, un día promedio a la vez.
Desafortunadamente, Shikamaru había nacido en un mundo lleno de guerra. Por ello tenía que
vivir con prisa.
Así que por el bien de los que iban a nacer después de esto, Shikamaru absolutamente tenía que
poner fin a los combates en el mundo.
No era un sueño con sentimientos nobles y sublimes como era el de Gengo. Él tampoco tenía
motivaciones nobles.
***********
“Trabajaste realmente duro.” Kakashi dijo mientras acomodaba una pila de documentos en su
escritorio.
Shikamaru había llegado a su oficina para darle su informe completo sobre lo que había sucedido
en el País del Silencio, así como para saludarlo en su regreso al trabajo.
“El informe de Sakura sobre la condición actual en el País del Silencio, así como reportes de Ino
y los demás para esta misión, me dieron una idea general de lo que pasó.” Kakashi dijo.
“También escuché sobre tu duro trabajo de Rou y Soku en el hospital.”
“El trabajo duro… bueno…” Shikamaru sentía la esquina de la ceja saltando por la vergüenza.
Había sido incapaz de ver la verdad sobre el genjutsu de Gengo y luego quedó atrapado en él.
Temari había venido a su rescate y finalmente había sido capaz de despertar, pero después de
que recibir la ayuda de su compañeros al final. No había logrado ni una sola cosa por sí mismo.
“Habría estado bien si no escribías esto en tus vacaciones…” dijo Kakashi, mirando la pila de
documentos en su mano. Había unas 50 páginas en total.
Mientras que él se había negado a pensar en sus misiones o el trabajo en la Unión, hasta el final
de sus vacaciones, el País del Silencio era una cuestión diferente.
Escribir informes escritos después de las misiones era uno de los fundamentos de ser un ninja.
Era un hecho que iba a hacer mucho, de vacaciones o no. Además, era un trabajo ligero que no
tomaría más de una hora del día.
“Por favor, eche un vistazo.” Dijo Shikamaru.
“Para La Unión y este pueblo eres imprescindible”, “Kakashi dijo: "Así que trata de cuidar de ti
mismo un poco más…”
Imprescindible, eh…
Las palabras escaparon de la boca de Shikamaru, naturalmente, sin ningún esfuerzo consciente.
Kakashi miró la expresión en el rostro de Shikamaru por un rato y luego se echó a reír.
“Ahora…” Kakashi se restregaba la nuca con una mano. Su otra mano se dirigió a un cajón de su
escritorio, abriéndolo y sacando un fajo de documentos. Se los presentó a Shikamaru.
Shikamaru miró el documento. Estaba marcado con un sello rojo que indicaba una misión de
rango B, con sus detalles claramente escritos.
Él sería el encargado de acompañar al asistente del Señor Feudal del País del Fuego, en la entrega
de un mensaje oficial al Señor Feudal del País del Rayo. Una asignación de guardaespaldas,
básicamente.
Gracias a la Unión y la cooperación general entre los ninjas de hoy, la seguridad del público en
general estaba fortaleciéndose rápidamente. El ir entre dos países no era realmente tan notable
como lo había sido en el pasado. En realidad, el asistente del Señor Feudal habría estado bien
con sus propios guardaespaldas.
Los ninjas sólo eran asignados como una precaución extra por eventos inesperados. El elegido
para trabajar en la misión no necesariamente tenía que ser Shikamaru. Era un trabajo que
cualquier shinobi sobre el nivel de chuunin podría lograr.
“Kakashi-san, ¿No importa si le detengo allí?” Shikamaru le detuvo, levantando la mano derecha.
“Es sorprendente escucharlo ahora.” dijo Kakashi, mirando a Shikamaru con sorpresa en su
rostro.
“Mantener mis hombros rectos, cuidando la forma de hablar y siempre cambiando mi conducta
para que fuera ideal…” Shikamaru se encogió de hombros. “Ya he dejado de hacer ese tipo de
cosas.”
“Es bueno escuchar eso.” Kakashi asintió.
“¿Así que, sobre esa misión, se puede dejar en manos de algún otro tipo?”
“¿Por qué?”
“B-bien, porque pasado mañana es…” Shikamaru miró hacia otro lado. Sus mejillas se estaban
poniendo de un rojo intenso.
Shikamaru lo miró.
“Gracias.”
Kakashi se echó hacia atrás, cruzando los brazos y cerrando los ojos. “La primavera ha venido
por ti, Shikamaru.” Él dijo, asintiendo con la cabeza varias veces. “Sí, sip, sip”.
“Entonces, me voy.” Shikamaru rápidamente le dio la espalda a Kakashi, dando un paso adelante
para dirigirse hacia la salida.
“Siento que si se lo pregunto a tu yo actual, entonces vas a entender más de lo que lo hiciste la
última vez. ¿Te importa si te lo pregunto una vez más? ¿Qué piensas que significa ser un adulto?”
“Renunciar a una cosa y encontrar algo que es aún mejor, más valioso…” dijo Shikamaru. “Es ese
tipo de sentimiento, ¿no?
A pesar de que podría no entenderlo del todo bien.”
“Bueno, mientras que hay gente como Naruto que nunca se rinden en sus metas y siempre
trabajan por ellas desde su infancia, la mayoría de los chicos por lo general se dan por vencidos
en su objetivo, porque resulta que no se puede hacer.” Dijo Shikamaru. “Pero siguen viviendo y
al final se encuentran con algo que es aún más valioso y viven trabajando por ese objetivo en su
lugar. O al menos, eso es lo que pienso.”
“Ya veo…” Kakashi cerró los ojos de nuevo, cruzando los brazos.
“Pues bien, voy a estar fuera.” Dijo Shikamaru, dando la vuelta y saliendo. Estaba demasiado
avergonzado como para permanecer allí por más tiempo.
Estaba cerrando la puerta detrás de él, cuando la alegre voz de Kakashi se escuchó una vez más.
“Muchas gracias.”
*****
Todo el mundo seguía viviendo sus vidas y el tiempo pasó lentamente y de manera constante,
como un arroyo…
*****
Epílogo
Nuestro hijo acaba de nacer, pero él ya estaba llorando como si hubiera visto todo lo que el
mundo tiene que ofrecer.
“Está bien.” Le dije. “Un día, vas a darte cuenta de que no sabes todo tan bien como lo piensas.
Y cuando llegue ese momento, definitivamente habrás hecho amigos que caminarán contigo
lado a lado.”
El bebé podía no haber entendido una sola palabra, pero aun así me miró con los ojos muy
abiertos. Esos ojos que lucían como los de su madre, largos y en forma de almendra.
“Tú puedes decirlo un poco.” Dijo Temari. “Si alguna vez parece que lo estás haciendo tan mal
que dejaras de funcionar, entonces voy a intervenir y te mandaré volando de vuelta a la
normalidad. Así que, está bien. ”
“¡Qué problemático!”