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Capítulo 8

El País del Silencio


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El equipo de Shikamaru llevaba corriendo tres días a pesar del clima, si fuera día o de noche,
antes de finalmente llegar al País del Silencio.

El País del Silencio era relativamente pequeño, localizado hacia al Oeste del continente rodeado
de montañas y bosques, y pequeñas partes de campo salpicaban el resto del paisaje. Ninguno
de sus pueblos podría llegar a ser comparado con una villa del país del Fuego. El país del silencio
podría ser visto como un campo rustico y rural incluso para los tres fundadores de Konoha.

La capital, La aldea oculta entre las cortinas. Estaba localizada casi en el centro del país. Ya que
ellos estaban escondidos por las fronteras del país, Shikamaru y su equipo debieron de correr
por colinas y valles. Al mismo tiempo que buscaban la aldea oculta entre las cortinas, llevaban
ya cuatro días desde que dejaron Konoha.

A pesar de ser un país pobre, la capital tenía todo el esplendor de una metrópolis, mientras que
el resto de las villas del país sus casas tenía techos de paja, cuando incluso en la casas más
pequeña de la capital tenía el techo de baldosa. Había muchos edificios hechos con hormigón
armado, y las calles estaban limpias y bien cuidada. Los caminos se multiplicaron por toda la
ciudad en la misma forma que una tela de araña, en expansión en los radiales desde el centro
de la ciudad. En las pequeñas secciones separadas por esos caminos, casas y apartamentos
estaban alineados lado a lado.

Un edificio grande estaba en el medio de la ciudad. Si alguien esta buscando por la ciudad, desde
la distancia lo único que podrías ver ese edificó, que resaltaba por sobretodo lo demás. Tenía
10 pisos de alto, con un techo de tejas de color carmesí, y en el borde izquierdo y derecho de la
cubierta había dos estatuas de leones dorados.

“Ahh, este tiene que ser el castillo del país que estábamos buscando.”

“No hay necesidad de resaltar lo obvio, sabes”

Shikamaru se dividía entre ver el castillo y escuchando la conversación de Rou & Soku mientras
caminaba por la avenida principal.

Por supuesto ellos no llevaban el chaleco de Konoha.


Así como las costumbres de cada país son diferentes, también lo es la ropa. Rou y Soku habían
aconsejado que debían cambiar sus ropas por algo más tipico de la región, para no llamar tanto
la atención y Shikamaru había aceptado la idea. En el camino a la capital, se habían detenido en
la mansión más rica para buscar algo que pudieran ponerse los tres.

La ropa usaba en el país del silencio era muy simple, nada que pudiera resaltar. La parte superior
era un túnica uwagi, envuelto alrededor del pecho y atado con un cinturón de tela. De la cintura
para abajo, había un amplia hakama, con sus puños metidos en las botas de cordones hasta
llegar a la espinilla.

Los colores de la ropa eran tan gracioso como el diseño. Todo aquel que caminaba en la aldea
oculta entre las cortinas llevaba, ya sea negro, marrón o gris. Incluso las tiendas en las calles no
tenían luces brillantes o luces de neón, sus anuncios eran apagados y sombríos.

No había nada que pudiera ser brilloso en toda la ciudad.

“¿Lo has notado Lord Shikamaru?” Pregunto Rou desde su posición del frente.
Shikamaru estaba atrapado entre dos Anbus, Rou estaba en la cabeza.

La pregunta del hombre era muy vaga. No se especificaba qué era lo que Shikamaru tenía que
haberse dado cuenta, así que no había manera de responder ante él.

“Aún tenemos que ver a uno solo de los asistentes de los Señores Feudales.” especifico Rou.

“Eso es verdad.” aceptó Shikamaru.

Como los dos habían conversado, se dirigían hacia la dirección del castillo. Se suponía que no
con intención de iniciar la operación de ahora, sino simplemente por el hábito que tenía la gente
de caminar hacia el edificio más grande de la zona. Shikamaru no tenía absolutamente ninguna
intención de correr o ir temerariamente saltando en el medio de las cosas y poner en riesgo la
misión.

“Toda la gente que hemos visto en la calle han sido hasta ahora los ciudadanos del país. Es
extremadamente raro que no han visto ni un solo asistente ”.

La observación de Rou había dado justo en el clavo.

Los gobernantes de los países de su continente eran siempre, sin excepción,


Los Señores Feudales. Los sindicatos en el Mundial Shinobi estaban muy bien, pero shinobi
nunca tomaron el escenario ante la política. Y los Señores Feudales siempre vivieron en la capital
de su país, con sus lugares de residencia rebosante por los asistentes que les servían.

Esos asistentes se diferenciaron de los demás ciudadanos del país con su gran orgullo, ropa de
colores y sus actitudes prepotentes y arrogantes. Siempre estaban corriendo sobre la capital,
donde vivía su Señor Feudal, dando vueltas a hacer recados para él.

Y todavía no había visto ninguno de estos asistentes.

“Es posible que no haya un Señor Feudal, sabes” Murmuro Soku

Es podía ser el caso. Un país pequeño, como este, puede tener el caso de no tener un señor
Feudal y que sus ciudadanos tomen el control por ellos mismos.
Pero este país era tan diferente al resto y Shikamaru estaba muy seguro de eso.

Se giro en dirección de Soku, sus ojos miraban en dirección al castillo.


“En el mensaje de Sai, dejo muy claro que este país era gobernado por un Hombre de nombre
Gengo.”

“Pero es posible que no haya un señor Feudal, sabes.”

“Tienes un buen punto,” Mientras Shikamaru decía eso, sus ojos recayeron en el hombre que
caminaba entre del grupo.

Estaba usando un manto largo de color negro, en sus ojos tenía una mirada aguda. Su ropa se
destacaba en medio de las hamakas y uwagis usados por los demás ciudadanos.

El diseño le recordaba a Shikamaru los mantos de Akatsuki, aunque la ropa de este hombre no
tenía esas nubes rojas, o el cuello alto para cubrir su boca. No había ninguna costura o sujetador
en el medio, solamente cinco botones grandes de plata.

“Ven al hombre enfrente de nosotros? Hemos visto a otros vestidos igual que él. No les recuerda
a algo cuando lo ven?” Preguntó Shikamaru.

“Ya lo había notado, sabes. Lord Shikamaru.”


“¿Una persona normalmente esperaría un poco en lugar de acordar inmediatamente…?”,
Preguntó Soku.

“Esa ropa … la ropa hace al objetivo, después de todo.” Rou hizo otro de sus chistes malos.

“Todos queremos que te calles, sabes” Gruño Soku.

Haciendo caso omiso de la broma, Shikamaru siguió hablando.

“Rou, qué te parece el hombre al otro lado de la calle? No luce familiar para ti?”
Mientras Shikamaru hablaba, inclino su cabeza un poco a una casa de té al otro lado de la calle.

Rou miró sobré sus hombros siguiendo la dirección en donde veía Shikamaru.
“No… No puedo ser…”

“Eh? Qué esta pasando? No entiendo de lo que ustedes dos están hablando, saben?”

“Entonces tenía razón.” Decía Shikamaru de una manera sombría- “He tenido esta sensación de
que tenía una cara familiar.”

El y Rou seguían observando al hombre que estaba sentado en una de las bancas, que estaban
enfrente de la casa de Té, tomando su té. El también tenía una capa que resaltaba de los demás.

Mientras lo observaban el hombre llamo al propietario de la casa de té. El hombre


inmediatamente entró de nuevo a la casa de té, haciendo reverencias con su cabeza varías veces,
dando elogios y excusas hacia el hombre.

Ese estilo de nervioso que mostró, era exactamente cómo los ciudadanos se comportan
habitualmente a los asistentes de los Señores Feudales.

“El solía ser un Anbu.” Dijo Rou, “su nombre es Minoichi.”

“Ese hombre…”
“Se supone que desapareció durante una misión en la guerra, no es asi.”

Supuso Soku, terminando la oración que había iniciado Shikamaru.

Los tres se quedaron viendo hacia la casa de té, con cuidado de que Minoichi no notará que lo
estaban observando.

“Sería más rápida para obtener las respuestas a este incidente de primera mano, ¿no?”, Dijo
Shikamaru.

Los fuegos artificiales se encendieron dentro del corazón de Shikamaru. Su boca se torció en una
sonrisa….

“No serás capáz de moverte.” Decía, arrastrando las palabras y al hombre con él, este Shikamaru.

Estaban en un callejón entre dos edificios. Shikamaru había escogido este punto en particular
por no ser muy frecuentado, estaba prácticamente abandonado, incluso a la mitad del día.

Rou y Soku se mantenían vigilando en el extremo que de daba hacia la calle principal. Se
camuflajeaban con las sombras y permaneciendo completamente inmoviles, como su
entrenamiento Anbu les había enseñado.

Una sombra más oscura de lo normal se había extendido por los pies de Shikamaru. Y como un
serpiente se había echo su camino por todo lo largo del cuerpo del hombre que estaba enfrente
de él. De cada extremo de la sombra salió un par de manos que se enroscaron en el cuello del
hombre.

El Kagemane Neck Binding Jutsu…

La Familia de Shikamaru, el Clan Nara, habían estado utilizando los jutsus de sombras por
generaciones el Kagemane Neck Binding Jutsu te permitia usar tu propia sombra para inmovilizar
a tu oponente. Las sombras Naras eran realizaciones físicas. Su jutsu no solo inmovilizada, si no
que eran también capaces de mover objetos físicos.
“Solo para que lo sepas” Decía Shikamaru secamente “Puedo romper tu cuello de manera muy
rápida.”

“C-Como…Qu-quien eres tú… bastardo…?”

“No me conoces?” Preguntaba Shikamaru al Anbu “Yo si te conozco, Minoichi-san.”

“Y-Yo no conozco ese nombre.”

La sombra de Shikamaru se movio por la garganta del hombre, hasta que sus manos sostuvieron
la manzana de Adam de Minoichi.

“Ugh…” Dejo escapar un gruñido lleno de angustia.

“Tu naciste en Konoha” Decía Shikamaru. Debiste de haber escuchado acerca de los Jutsu del
clan Nara en algún punto. Y de lo que podría hacer… Si sigues con esto, podría estrangularte
hasta la muerte.” Ese era el trato que hacía Shikamaru.

“Así que, qué hace un Shinobi de Konoha en un lugar como este y usando ese tipo de ropa?”

“No soy un Shinobi, no más.” Decía con voz ronca Minoichi. “Yo so… soy un iluminado.”

“Un iluminado? Qué significa eso?”

“P-personas como usted que viven perezosamente en el… nunca cambiante mundo Shinobi …
nunca podrían entender nuestra noble voluntad.”

“Mírate balbuceando. Te pregunté quiénes son estos "iluminados.” Shikamaru puso un poco
más de fuerza en las puntas de los dedos de su sombra alrededor del cuello del hombre.

“Geugh…” Minoichi gimió.

“Estoy bien con estrangularte si sigues así.” Incluso Shikamaru hacerse sentir enfermo antes las
palabras que salierón de su boca.
Su corazón era cubierto por la oscuridad…
“No hay manera de que lo entiendas..”

Shikamaru presiono mas fuerte sobre el cuello de Minoichi.

“Si sigues hablando así, realmente te voy a matar.”

Las pupilas de Shikamaru estaban tan dilatados dejando sus ojos casi tan oscuros como su
sombra.

“Entiendo …”

“¿No debería ser:” Yo entiendo, señor? “*

"Yo … entiendo … señor …”

Shikamaru aflojó el agarre de su sombra y Minoichi tomo una gran bocanada de aire y empezó
a hablar.

“Los iluminados somos los que riguen este país. Aquí no hay mas señor Feudal rondando. El
titulo de los iluminados es ganado cuando un Shinobis ha abierto sus ojos ante los nobles ideales
de Gengo-sama. Nuestra meta es crear un revolución junto con Gengo-sama. Cualquier cosa que
tu escoria estés tramando es impotente ante él. Cualquier cosa que oigas sobre él no te permitirá
entender la verdad de este país…! “Minoichi se echó a reír, abriendo sus mandíbulas para
morder su lengua en un intento de suicidio.

“¡Alto!”

Por un momento Shikamaru esta seguro que Minoichi estaba muerto, a un lado de un pedazo
de su lengua. Pero entonces, sus ojos se encontraron con su cerebro. En un instante algo le
había picado en el cuello a Minoichi.

“Usé mi chakra para paralizarlo, así que no se podrá mover como en tres días, sabes.”

Era Soku la que hablada. Ella se había puesto al lado de Shikamaru sin que el ni siquiera de
percatará.
“Feh, los iluminados… eso suena muy arrogante y molesto, sabes” decía Soku mientras miraba
en dirección donde ya hacía tirado Minoichi.
La cara del exshinobi lucia inquietantemente tranquila en su sueño paralizado.

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