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DIBUJO DE LA FIGURA HUMANA: UN MÉTODO DE INVESTIGAR LA PERSONALIDAD (K.

Machover)

Introducción

El análisis de los dibujos requiere que el psicólogo clínico conozca acerca de los dinamismos de la personalidad, tanto
en la normalidad como en las desviaciones, también el talento para calar en lo esencial y dirigir la atención al meollo
y motivaciones de la personalidad. Esta técnica se presta a abusos y malos usos debido, en gran parte, a que su
administración no requiere material especial ni exige dominar técnicas complicadas de puntuación y codificación.

Proporciona (junto a otras técnicas) una concepción sólida y rica en contenido de la personalidad. A partir de su
aplicación en niños y en adultos como técnica de selección para ocupaciones profesionales y para estimar el
progreso y las mejoras debido al tratamiento se fueron acumulando normas para las diversas fases de desarrollo,
para las distintas categorías clínicas y para ambos sexos, en términos de características comunes.

El método presenta varias ventajas: aplicación sencilla, sólo usa un lápiz y una hoja de papel, se puede ejecutar en
menos de una hora, se interpreta directamente, sin puntuación o codificación intermedia. Como medio motor se
adapta bien al niño tímido o inhibido, también puede administrarse a extranjeros y analfabetos.

En el caso de este test la teoría siguió a la práctica: la validación empírica fue anterior a la formulación de un marco
de referencia teórico. Quedó establecido mucho antes el hecho de que los dibujos de “una persona” revelaban
amplias dimensiones de la personalidad y condición clínica del sujeto, que su “por qué”.

Uno de los mayores aportes, que determinó la elaboración y el desarrollo de este test, fue el de Goodenough, sus
trabajos centrados sobre la figura humana (test del dibujo de un hombre). Ella reconoce las posibilidades que
encierra su test para el análisis de la personalidad, a pesar de que el propósito primordial del mismo es hallar un C.I.
(observamos que niños cuyo C.I. era idéntico, expresaban, no obstante, distintas cosas)

Administración

Se le da al sujeto un lápiz de dureza media provisto de goma y una hoja de papel blanco de unos 21 por 28 cm,
pidiéndole que dibuje en ella “una persona”. Si la persona dice que no sabe dibujar, se le contesta que no importa,
porque lo que interesa es saber qué hace la gente cuando intenta dibujar una persona. Si el sujeto da por terminado
el dibujo una vez dibujada la cabeza, hay que pedirle que dibuje la figura completa, tomando nota de esta reacción.
Salvo esta indicación, toda pregunta por parte del examinado debe responderse en términos vagos (ej. “como ud.
Quiera).

Cuando el test se aplica individualmente, el examinador anota los comentarios y la manera sde proceder del sujeto
sobre otra hoja de papel, una vez terminado el dibujo, se entrega al sujeto la hoja en que se tomaron las notas, por la
cara que queda en blanco, pidiéndole que dibuje otra figura humana del sexo contrario, diciéndole que dibuje un
varón si ha dibujado ya una hembra. En la cara posterior del primer dibujo se anotan los comentarios y
procedimientos empleados en el segundo.

Es necesario completar la administración del test con un interrogatorio. Se pide al sujeto que narre una historia
sobre la persona dibujada (como si fuera un personaje de novela o de teatro). Este aspecto verbal y más consciente
del proceso no constituye un elemento intrínseco de la técnica del dibujo, pero ofrece una posibilidad de obtener
información clínica indirecta acerca del sujeto y sirve como contraste de los rasgos representados gráficamente.

Interpretación

Los principios de interpretación se han ido formulando a partir del estudio de determinados rasgos de los dibujos y
comparándolos con la historia clínica del sujeto, con datos complementarios del test y con ideas psiquiátricas y
psicológicas. Examinando los protocolos de cada individuo que presentaba un rasgo determinado, se consiguió
averiguar el significado que el rasgo en cuestión tenía en tal individuo. Este minucioso estudio clínico permitió
elaborar un sistema de interpretación bastante completo.
La técnica del dibujo se basa en el supuesto de que la personalidad no se desarrolla en el vacío, sino en el pensar,
sentir y moverse de un cuerpo determinado. En términos generales, el dibujo de la persona representa la expresión
de sí mismo, o del cuerpo, en el ambiente. Se expresa la imagen corporal, la cual puede definirse como una reflexión
compleja de autoconsideración –imagen de sí mismo. Los individuos primitivos, de carácter regresivo que han
perdido toda plasticidad, repiten el mismo dibujo una y otra vez mientras que los jóvenes, los que están todavía en
período de desarrollo y los que están sujetos a un tratamiento y responden a él, varían sus dibujos según va variando
la personalidad.

En el fenómeno de despersonalización, la imagen corporal llega a confundirse con el ambiente, y el propio yo pierde
sus límites como unidad de referencia. Esto suele expresarse en el dibujo por un esfuerzo compensatorio por
reforzar y revestir las paredes corporales a fin de definir y delinear los límites del ego.

En cuanto un individuo se propone “dibujar una persona” tiene que referirse necesariamente a todas las imágenes
de sí mismo y de las demás personas que pueblan su mente. La organización del propio yo es producto de las
experiencias, identificaciones, proyecciones e introyecciones, la imagen compuesta constituida por la figura está
íntimamente ligada al propio yo y a todas sus ramificaciones. Principalmente sacamos los aspectos pertinentes de los
determinantes morfológicos de edad y sexo, también de imágenes de estereotipos culturales y sociales, se agregan
las imágenes que traemos de nuestra propia experiencia y a un nivel más consciente se agregan los símbolos de
significado universal.

El aspecto expresivo del dibujo depende del dónde, en que parte de la figura lo expresamos y del acerca de qué se
está expresando en cuanto a contenido de la figura. La distribución de energía gráfica, indicada por las características
del dibujo, se debe interpretar en función del significado atribuido a las diversas partes del cuerpo. El dibujo permite
localizar el conflicto.

La imagen corporal proyectada corresponde a los más profundos deseos del sujeto, a una franca exposición de
carencia o defecto, a una fuerte compensación de dicho defecto o a una combinación de los tres factores. Cuando el
control racional se debilita aparece toda suerte de distorsiones.

A medida que el sentido del propio yo individualiza, consolida y estabiliza, las proyecciones de la imagen corporal
adquieren un carácter más estable y elaborado.

Con frecuencia aparece la versión geométrica, supersimplificada y abstracta de una persona, solo atienden a las
partes esenciales de la figura. Corresponden a personas egocéntricas, cuya participación social, cuyas tendencias a
reaccionar, a responder están bloqueadas por una concentración en las propias necesidades. En adultos de
inteligencia media indican neurosis, hipocondría, depresión, regresión psicótica o tendencia a los trastornos
psicosomáticos.

El círculo tiene carácter primitivo, femenino, sumiso y narcisista, mientras que las formas angulosas implican
agresión, masculinidad y rasgos clínicos.

Algunos sujetos trazan dibujos simples para evadirse, también pueden representar al hombre con una simple línea o
con una forma de cacahuete. Estas personas suelen resolver sus problemas de una manera exhibicionista.

La primera impresión en el análisis de los dibujos viene determinada en gran parte por la actitud y postura de la
figura, en especial la expresión de la cara.

Los conflictos se expresan de muy diversas maneras:

- algunos sujetos se muestran reacios a dibujar, otros dibujan sólo algunas partes del cuerpo, otros se
deshacen en preguntas.
- Algunos dibujan una figura humana cuyo sexo, edad, o tipo corporal no son congruentes con los del sujeto, o
en errores de perspectiva y desproporciones sobre determinadas áreas.
- A un nivel más directo y consciente se manifiesta en la insatisfacción revelada por tachaduras, borrones y el
refuerzo agresivo y temperamental de las líneas.
- A un nivel más profundo se revela en sombreados y esfumaciones, indicios de ansiedad. Cuando es
desordenado y febril indica una liberación de la tensión psicomotora; cuando es identificado por el sujeto
como vestimenta o coloramiento se trata de un sombreado racional e intencionado, sublimado socialmente.

Cuando hay una transparencia corresponde en general a una apreciación deficiente, a una mentalidad infantil y
primitiva. Puede limitarse a un área funcional determinada o puede afectar la totalidad del dibujo, en este caso se
puede considerar como un indicio de esquizofrenia.

CABEZA: en general, junto con las facciones del rostro, expresan necesidades sociales y responsabilidad. Órgano
central de comunicación y dependencia. Se proyectan aspiraciones intelectuales, la tendencia a controlar
racionalmente los impulsos y las fantasías de la personalidad. Suele ser la parte que se dibuja primero y suele ser
más estable, a diferencia del cuerpo, depósito de impulsos rechazados o conflictivos, que suele variar más con la
edad y con las incidencias de la vida.

Una cabeza de longitud desproporcionada puede reflejar una hipervaloración del cerebro debido a la frustración
provocada por un retraso mental, también en sujetos de inteligencia normal que, por un error educativo, no han
conseguido adaptarse, o bien se le puede dar excesiva importancia por mera vanidad intelectual o moral. Una cabeza
alargada puede indicar preocupaciones fantásticas, porque “en su cabeza vive la persona”. Cabezas de forma extraña
corresponden a pacientes orgánicos.

OJOS: hacen referencia a la comunicación social. Ojos grandes absorben el mundo con la vista, los ojos cerrados o
pequeños lo excluyen. Ojos saltones pueden indicar excitación sexual o voyeurismo.

Pueden ser depósitos de incertidumbre, vacilación o temor. Tienen atractivo sexual si se adornan con largas
pestañas. La pupila puede ser omitida en individuos egocéntricos e histéricos (se dedican a contemplar sin emplear
nunca los ojos como elementos de discriminación objetiva). Al contrario, las pupilas aisladas sin órbita ocular revelan
la penetración y la visión limitada propias de la personalidad paranoide, en que el ojo se usa como instrumento de
defensa

OREJAS: Órgano central de concentración funcional en el paranoide y en personas con sordera adquirida (muchas
veces unida a una irritación paranoide). Según el grado de distorsión de la forma puede indicar desde una mera
sensibilidad a la crítica social hasta una franca paranoia.

NARIZ: Encierra un simbolismo sexual, masculino. Los conflictos se manifiestan en sombreados y borrones,
torceduras y amputaciones que constituyen una especie de castración. A veces, como símbolo de restitución en el
varón impotente se alarga hasta adquirir proporciones ridículas.

CABELLO: Relacionado con necesidades sensuales e indirectamente con la vitalidad sexual. Como proyección sexual
es más primitivo e infantil que la nariz, la corbata o los rasgos sexuales primarios, la insistencia en el cabello se
observa sobre todo en los dibujos de adultos infantiles o en estado de regresión. La “excitación” de cabello
corresponde a la aparición de los impulsos sexuales infantiles.

BOCA: Área de conflicto y erógena, es un órgano de fijaciones tempranas. Insistir en la boca está asociado a
dificultades de nutrición, trastornos de lenguaje, lenguaje obsceno, alcoholismo, gula y sadismo verbal. Presenta
formas cóncavas y dependientes algunas veces, y formas agresivas compensatorias otras. Se proyecta en ocasiones
como órgano específico de perversión sexual y en forma más moderada como zona erótica y sensual.

PECHO: la insistencia del mismo, junto con hombros anchos y músculos largos aparece en personas preocupadas por
el poder físico, ya sea como compensación de un cuerpo débil y mal nutrido o como autorretrato de un “cuerpo
hermoso”. En dibujos femeninos el pecho se relaciona con el desarrollo mamario y como característica sexual tiene
la importancia de la aceptación del papel de mujer. En varones que sufrieron una privación de carácter oral y se
sienten vinculados a una figura materna dominante suelen recalcar la importancia del pecho, también se observa en
dibujos femeninos como indicador de identificación con una madre dominante.

CADERA: Los dibujos de figuras femeninas realizados por mujeres, con caderas acentuadas, indican interés por la
zona pélvica y por la maternidad. En dibujos masculinos indica problemas de carácter homosexual.

CUELLO: Representa una vía de paso entre el cuerpo cargado de impulsos y las funciones cerebrales racionalizadoras,
integradoras y sublimadoras. Puede expresar conflictos relacionados al control de los impulsos.

CINTURA: en la estrechez de la cintura se aprecian el retraimiento y la inhibición. La cintura constituye la línea de


demarcación entre lo q en el hombre es el pecho o área de poder físico (y en la mujer el área de la nutrición) y la
región genital del cuerpo. Otras veces el área inferior de la cintura aparece atenuada o x el contrario reforzada como
reacción agresiva al conflicto.

El hecho de enguantar las manos, adornar el pelo con horquillas y ondas, los zapatos con lazadas y en general, el
empleo de toda suerte de aditamentos decorativos, expresan el dominio de sí mismo y el control. La inhibición de la
agresividad se traduce por el hecho de encajar dedos agresivos de manos y pies.

En la actitud postural de la figura podemos apreciar la firmeza en el pisar del sujeto. También se refiere a su actitud
hacia el movimiento, actividad, autoafirmación e incluso actividad sexual, puesto q la actitud postural implica el
concurso de las piernas.
Piernas: mantienen la estabilidad espacial del cuerpo. Representan el contacto con el ambiente.

Pie: toca el suelo y se suele extender siempre en contacto con la horizontal ambiental, más allá del eje corporal.
Como el pie toca en tierra, implica ideas de fobias a los gérmenes, asociado con ideas de culpabilidad sexual. Como
órgano que se puede alargar y q sobresale, el pie suele connotar cierto matiz sexual. Es común en adolescentes poco
desarrollados sexualmente. El pie presenta también implicaciones agresivas.

Brazos y manos: recurrimos a ellos para dominar el ambiente físico. Los brazos largos y poderosos indican ambición.
Los brazos largos y débiles indican necesidad de hallar apoyo en el ambiente pero sin manejarlo activamente. En la
manera de tratar brazos y manos se revelan elementos de la personalidad como aspiraciones, confianza, eficiencia,
agresividad y tal vez, culpabilidad respecto a las actividades interpersonales o sexuales. En la dirección del brazo, asi
como en su vigor y robustez, queda implicada la dirección del rendimiento energético.

Manos y pies: (constituyen las areas de expresión de conflicto más corrientes) En cuanto a extremidades y puntos de
contacto recae sobre ellas el peso de la culpabilidad, inseguridad y temor.

Dedos: varían en cuanto a expresividad. Pueden aparecer redondeados de una manera infantil en forma de pétalos e
inmanejables, pueden tener un carácter agresivo primitivo, como los que son meros palotes o ser largos en forma de
lanza, sofisticados de aspecto agresivo. Unas veces están juntos, otras se disparan abiertos, un dedo aparece
considerablemente alargado o corto como reflejo de la culpabilidad engendrada por la masturbación.

Vestimenta: se interpreta como una necesidad de aparentar y de cubrirse, como una fachada de carácter social. Es
vestido constituye el nivel más superficial de la personalidad, es decir, lo que la persona es en apariencia o lo que
desea aparentar hacia los demás. Los conflictos expresados aquí suelen estar menos profundos que los que se
expresan en el propio cuerpo.

Los desnudos tienen un carácter individualista y egocéntrico. Los niños y adolescentes casi nunca presentan
desnudos porque todavía necesitan un apoyo social para definir el papel que desempeñan. Los órganos genitales,
especialmente los del varón, casi nunca se exhiben, exceptuados los dibujos de adultos primitivos o esquizofrénicos.
Algunos niños pequeños con preocupaciones sexuales los dibujan.

Sombreros: traduce el planteamiento de cuestiones de representatividad social y la tensión del despertar fálico.
Corbata: uno de los pocos adornos del vestir masculino. Se suele interpretar como un símbolo sexual expresado en
un nivel social y de vestimenta.

Cinturones: sirven para establecer la demarcación del área sexual.

Botones y bolsillos: son corrientes en los dibujos de individuos vinculados y dependientes de la madre, privados de
afectos o de bienes materiales, privación que, por otra parte, acentúa y prolonga su dependencia. También se
encuentran “bolsillos” en los dibujos de los niños, como representación de los “senos” y aparecen precisamente en
esta área antes de q dibujen los senos propiamente, como si existiese una conexión dinámica entre bolsillos y
nutrición efectiva.

Pipas, cigarrillos y armas de fuego: constituyen símbolos sexuales manifiestos y cuando aparecen muy recalcadas o
con carácter activo, indican una preocupación sexual activa.

Bastón: se suele interpretar como apoyo o restauración del impotente.

(LO QUE SIGUE ES LO QUE ESTÁ EN EL RESUMEN PERO NO EN EL TEXTO DE MACHOVER)

 Indicadores emocionales de impulsividad:


- Integración pobre de las partes de la figura
- Asimetría grosera de las extremidades
- Figura grande.
- Omisión del cuello. • Indicadores emocionales de timidez:
• Indicadores emocionales de inseguridad: - Figura pequeña.
- Figura inclinada. - Brazos cortos.
- Cabeza pequeña. - Brazos pegados al cuerpo.
- Manos seccionadas u omitidas. - Omisión de la nariz.
- Omisión de los brazos. - Omisión de la boca.
- Omisión de las piernas. - Omisión de los pies.
- Omisión de los pies. • Indicadores emocionales de agresividad:
• Indicadores emocionales de ansiedad: - Ojos bizcos o desviados.
- Sombreado de la cara. - Dientes.
- Sombreado del cuello y/o extremidades. - Brazos largos.
- Sombreado de las manos y cuello. - Manos grandes.
- Piernas juntas. - Figura desnuda, genitales.
- Omisión de los ojos. - Trazo reforzado.
- Borrones.

¿Quiénes dibujan una cabeza grande?


• Puede tratarse de personas con problemas médicos en esa zona, como cefaleas, traumatismos, operaciones,
etc.
• Personas que dan mucha importancia al control intelectual.
• Narcisismo de la persona "inteligente", sobre todo si se resalta la zona frontal.
• El que piensa que tiene una capacidad intelectual insuficiente, expresando de ese modo dicha carencia.
• La persona con deficiencia mental.
• El individuo de carácter paranoide, narcisista y vanidoso.
• Los niños más pequeños, ya que para ellos la cabeza del adulto es el órgano más importante en relación con
su seguridad emocional. Los niños suelen dibujar una cabeza más grande al sexo al que conceden más autoridad.
• Los hombres dependientes de la madre cuando dibujan la figura femenina (si representa a la madre).
¿Quiénes dibujan una cabeza pequeña?
• Los que consideran que no pueden controlar sus impulsos
• También los que no valoran el control racional sobre dichos impulsos.
• Quienes no se interesan por los conocimientos, el saber o el pensar.
• Los que tienen sentimientos de inferioridad en relación a su capacidad intelectual.
Las personas con trastornos de carácter obsesivo-compulsivo ofrecen con frecuencia una presentación parecida al
mono, considerando así a la cabeza como al órgano causante de su conflicto, a la que además añaden orejas
redondas.
La cabeza dibujada con líneas débiles frente a un cuerpo dibujado con trazo normal nos habla de timidez y
dificultades en la relación social.
Lo contrario a lo anterior sugiere persona que se apoya mucho en la fantasía y recursos intelectuales, o bien
presenta sentimientos negativos hacia su propio cuerpo (no aceptación, culpa...).

Dibujo de los ojos:


• Generalmente, por lo que cae dentro de la normalidad, las mujeres dibujan los ojos más grandes y
elaborados que los hombres.
• Las personas con problemas paranoicos dan mucho énfasis a los ojos. Generalmente dibujan un ojo grande,
oscuro, acentuado o amenazante, que produce una imagen de hostilidad y/o sospecha.
• Algunos sujetos dibujan un ojo furtivo y sospechoso, sugiriendo de este modo ideas de alusión.
• También aparecen los ojos penetrantes, que expresan agresividad social.
• El hombre con inclinaciones homosexuales, a menudo muy extravertido en su personalidad social, puede
dibujar la figura del hombre con grandes ojos con pestañas, en combinación con un destacado tacón alto.
• Una órbita de ojo grande, pero con un ojo en sí muy pequeño lo dibujan personas que demuestran una
fuerte curiosidad visual, pero tienen alguna culpabilidad conectada con esa función, tal vez de naturaleza
voyeurística.
• Dibujar los ojos cerrados, indicaría cerrarse al mundo exterior. Omitir la pupila, dibujando solo el contorno
del ojo es también una actitud de "no ver" dicho mundo.

Dibujo del cuello: El significado simbólico del cuello tiene que ver con que está ocupando la zona intermedia entre la
cabeza (con su componente de control racional) y el cuerpo (el recipiente de los impulsos. Por otro lado, es una de
las últimas zonas del cuerpo que de manera evolutiva incluyen los niños en sus dibujos.
Por ello hay que tener en cuenta la configuración gráfica de esta zona del cuerpo:
• Un cuello destacado es la expresión de una persona que está reflejando un conflicto entre las pulsiones y el
control intelectual.
• El cuello corto es propio del dibujo de personas impulsivas y malhumoradas.
• El cuello largo es más propio de personas moralistas y rígidas.
• Cuello largo y muy fino es propio de dibujos de esquizofrénicos.
• La ausencia de cuello es un signo de inmadurez, propia de niños y adultos con retraso mental, mostrando la
dificultad del control de impulsos.

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