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TRANSFORMACIONES DE LOS HOGARES Y LAS FAMILIAS EN

LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN

Dra. Cristina López Villanueva.


Profesora de las Escuelas Universitarias de Trabajo Social y Educación Social de la
Fundación Pere Tarrés de la Universidad Ramon Llull.

"Mientras que en la sociedad preindustrial, la familia era


principalmente una comunidad de necesidad mantenida unida por
una obligación de solidaridad, todo el mundo contemporáneo ha
pasado a primer plano la lógica de unas vidas con designios propios.
La familia se está convirtiendo cada vez más en una relación electiva,
en una asociación de personas individuales, cada una de las cuales
aporta sus propios intereses, experiencias y planes y se halla
sometida a diferentes controles, riesgos y constreñimientos". (Beck-
Gernsheim, 1998: 67)1.

Introducción

Antes de comenzar mi intervención querría hacer una pequeña observación sobre el


título de la misma. Transformaciones de los hogares y las familias en la sociedad de la
información no hace referencia a las relaciones familiares que podrían establecerse a
través de la red; por sociedad de la información se ha querido aludir a un modelo de
sociedad postindustrial, al que algunos autores le llaman sociedad de la información y
que, por supuesto, tiene sus propios modelos familiares.

En los países occidentales hemos asistido en muy poco tiempo a una diversificación
de los modelos familiares, de convivencia y de residencia que conducen
necesariamente al replanteamiento del fundamento del concepto de familia.

¿Existe una definición de familia? ¿Podríamos consensuar una aproximación


operativa?. Si nos acercamos desde un prisma antropológico podríamos afirmar que la
familia es una manifestación del parentesco y que el parentesco se basa en la alianza,

1
BECK-GERNSHEIM (1998): El normal caos del amor. Barcelona. Ed. El Roure.

1
la filiación y en algunos casos, en la residencia; cada sociedad a través de su sistema
de leyes y sus prácticas atribuye unos hijos a unos padres y unos padres a unos hijos
a través de unos vínculos que no son necesariamente biológicos.

Cuando los modelos familiares se diversifican, las maneras de formar y disolver


familias también, las formas de residencia y convivencia se flexibilizan no sólo es
necesario revisar el concepto de familia sinó que también cabe reflexionar otra vez
sobre el concepto de parentesco.

Desde una dimensión más abierta y amplia una familia podría definirse como "un
núcleo estable y duradero de afectos que hace posible la vida suficientemente feliz a
los adultos, y si hay, la maduración y la educación de los hijos" (Funes, 1996)2

Utilizando el concepto de hogar podemos acotar, de una manera indirecta, el estudio


de los cambios de los modelos familiares puesto que la definición es más operativa ya
que se centra en las unidades de residencia y, en cierta manera, de convivencia. Un
hogar se define como el conjunto de personas que residen en la misma vivienda3.

Así pues, a lo largo de esta exposición nos centraremos, en gran manera, en el


estudio de los hogares para explicar los cambios familiares que se han producido en la
Europa Occidental desde la segunda mitad de los años 60 y especialmente en las
particularidades de las transformaciones familiares de la Europa mediterránea.

Evolución de los modelos familiares

Desarrollado de una manera absolutamente esquemática, podríamos afirmar que se


han tendido a identificar tres tipos de modelos familiares a lo largo de la historia
moderna y contemporánea, estrechamente ligados a los sistemas de producción y a
los regímenes demográficos.

• El modelo tradicional es el propio del régimen demográfico antiguo, se refiere a las


formas premodernas donde habría un cierto predominio de la familia extensa.

2
FUNES, J. (1996). De la parella a la família. Vic. Eumo.
3
"El conjunto de personas que residiendo en la misma vivienda, comparten gastos comunes ocasionado
per el uso de la vivienda y/o alimentación". INE; 1994.

2
• El modelo moderno se corresponde al ideal de familia nuclear4. Se caracteriza por
una fuerte nuclearización y la aparición de la familia conyugal.
• El modelo postmoderno5 recibe multitud de acepciones, casi en su totalidad con el
prefijo post: postfamiliar (Beck-Gernsheim, 1998)6; postpatriarcal (Flaquer, 1997)7;
o postnuclear (Requena, 1990)8 y se refieren a las nuevas formas de organizar la
convivencia que se apartan del modelo rígido y unilineal de matrimonio con hijos.
Todos ellos se inspiran en valores basados en el individualismo y la privacidad.

Los nuevos modelos familiares se caracterizan por la pluralidad de formas de


convivencia y de residencia y por la diversidad de itinerarios para formar y disolver
hogares y familias. Se ha acabado el ciclo de vida familiar que empezaba con la
emancipación a través del matrimonio, seguía con el nacimiento y la crianza de los
hijos, continuaba con la emancipación de los mismos hasta que finalmente uno de los
cónyuges moría y de esta manera se disolvía la unidad familiar.

Hoy los itinerarios son múltiples y reversibles, hay vuelta atrás. El impacto de la
ruptura o el incremento de las uniones consensuales son expresión de la
desinstitucionalización9 familiar y surgen como consecuencia del proceso de
individualización y quizás de la búsqueda de seguridades a la hora de construir la
biografía individual.

Transformaciones familiares. ¿Hacia un nuevo modelo demográfico?

Vamos a centrarnos ahora, pues, en ese modelo postmoderno. En los países de la


Europa Occidental desde la segunda mitad de la década de los años 60 se han
producido unas transformaciones tan intensas en la evolución demográfica que

4
PARSONS, T. (1955). Family, socialization and interaction process. New York. The free press.
5
MEIL, G. (1999). La postmodernización de la familia española. Acento. Madrid.
6
Op. Cit. 1.
7
FLAQUER, L. (1999). La estrella menguante del padre. Ariel. Barcelona.
8
REQUENA, M. (1990). "Hogares y familias en la España de los ochenta: El caso de la comunidad de
Madrid". a REIS nº 51. Madrid. CIS. pp. 53-78.
9
ROUSSEL, L. (1989). La famille incertaine. Paris. Odile Jacob.

3
algunos autores (Van de Kaa, 198710; Lesthaeghe, 199111) hablan de un nuevo orden
demográfico al cual le dan el nombre de Teoría de la Segunda Transición
Demográfica.

Los cambios demográficos consisten en la caída y el retraso de la fecundidad y de la


nupcialidad; en el incremento de rupturas a partir de los divorcios y las separaciones y
en la aparición de nuevas formas de convivencia alternativas a la institución
matrimonial. En definitiva, se trata de unos cambios que inciden directamente la
formación y disolución de hogares y familias así como en las maneras de organizar la
convivencia. La Segunda Transición Demográfica se define, pues, como una teoría de
los cambios familiares.

Más allá de la descripción de los cambios demográficos, la Teoría de la Segunda


Transición Demográfica intenta encontrar con más o menos éxito un marco explicativo
a estas transformaciones12.

Seguidamente desarrollaremos la evolución de los cambios demográficos, por un lado


e intentaremos sistematizar un marco explicativo por otro.

Cambio demográficos

a-. Nupcialidad: Matrimonio, divorcio y cohabitación


El análisis de la nupcialidad comprende el estudio de la unión y de las rupturas,
por tanto las uniones matrimoniales y las uniones consensuales y las rupturas
de hecho y de derecho.

El matrimonio es un fenómeno demográfico muy sensible a la coyuntura


económica, poco a poco va perdiendo exclusividad en el itinerario de formación
de la pareja aunque continua siendo dominante. La evolución del matrimonio
en Europa durante la Segunda Transición Demográfica se caracteriza por una

10
VAN DE KAA, D. (1987). The Second Demographic Transition a Population Bulletin. Vol. 42 nº 1.
Population Reference Bureau. Washington.
11
LETHAEGHE, R. (1991). The Second Demographic Transition in Western Countries: An Interpretation.
Ponencia presentada en el Simposium Internacional: Mutación del sistema de valores en las sociedades
europeas y magrebinas. Instituto Europeo de la Mediterránea.
12
VAN DE KAA (1988). The Second Demographic Transition Revisited. Theories and Expectations a
Symposium on Population Change and European Society. Florencia IUSSP.

4
caída del índice de primonupcialidad (primeras nupcias) y por un aumento de la
edad media de acceso al mismo.

Así pues, los europeos se casan poco y tarde; la institución matrimonial ha


dejado de ser la única vía de entrada a la formación de la pareja y la familia y la
única vía de salida del hogar paterno o de referencia.

La cohabitación aumenta y a veces compensa la caída de la nupcialidad. Se


presenta como una expresión de la desinstitucionalización de la familia no se
puede interpretar como una alternativa a la pareja, sí como alternativa al
matrimonio, en ese sentido son dos caras de la misma moneda.

El mosaico de situaciones de cohabitación es variadísimo: prenupcial,


postmarital, permanente, Living Apart Together.

Incrementa la tasa de divorcialidad aunque cabe destacar la multitud de


situaciones distintas en Europa: desigualdad cronológica, diversidad de
legislaciones, etc. Uno de los impactos de la ruptura es el aumento del número
de hogares y el aumento del número de hogares en transición. La ruptura es la
clave que explica la reversibilidad de las formas de convivencia y la fractura
con un modelo unilineal.

Como se ha referido anteriormente la ruptura y la cohabitación son dos


muestras de la desinstitucionalización familiar, son dos expresiones del
proceso de individualización. Esto significa que las biografías de los individuos
dejan de estar planificadas externamente para pasar a ser biografías
"elegidas".

Una doble paradoja se desprende de estos cambios: la relevancia de la pareja


coexiste con la pérdida del matrimonio como institución y, a la vez, la creciente
valorización de los hijos coincide con la reducción de su número.

b-. Fecundidad y fecundidad extramatrimonial


Las tasas de fecundidad decaen en todos los países europeos. La edad media
a la maternidad se alarga y crece la proporción de mujeres que tienen hijos
después de los 30. En el caso de los países mediterráneos se da una cierta

5
tendencia al crecimiento de las primíparas añosas. La caída de la nupcialidad
ha producido un aumento de los hijos de madre no casada.

El aumento de la valorización de los hijos y el coste que supone la educación


de los mismos, no sólo económico sino de oportunidades, hace que se piense
mucho el hecho de tenerlos.

Los hijos son mucho más importantes que en el pasado y cada vez más
producto de una decisión voluntaria, pero paradójicamente cada vez se tienen
menos. Algunas de las razones para tener menos hijos y más tarde pueden
relacionarse con dos aspectos: por un lado la falta de seguridad que se destila
de las perspectivas económicas y de los costes que genera un hijo y por otro
lado los cambios que los hijos suponen el proyecto de vida de los adultos.

La innovación tecnológica ha supuesto un gran avance en las técnicas


contraceptivas, ahora son las mujeres las que tienen la posibilidad de controlar
la concepción. Los nuevos medios posibilitan no tan solo reducir el número de
hijos sino que planificar la familia deseada. De esta manera podríamos hablar
de contracepción de diseño13.

c-. Mortalidad y esperanza de vida


Cabe destacar los avances en materia de reducción de la mortalidad de todos
los países de Europa y en el mundo. El aumento de la esperanza de vida no se
ha producido sólo por una mejora de las condiciones sanitarias, sino por las
mejoras en las condiciones de vida. Las personas cada vez llegan a viejas con
una mayor calidad y las condiciones económicas les permiten una mayor
autonomía.

El progresivo aumento de la expectativa de vida, combinado con un declive de


la fecundidad, produce un envejecimiento de la población que tiene una
enorme trascendencia sobre la composición y la estructura de los hogares. A
menudo, no se le ha otorgado a este aspecto la importancia que tiene.

El alargamiento de la esperanza de vida permite una mayor coexistencia de


generaciones. Por un lado los jóvenes (al menos en los países del sur de

13
ALBERDI, I. (1999). La nueva famila española. Madrid. Taurus.

6
Europa) conviven durante más tiempo en los hogares familiares y por otro lado,
las personas mayores viven durante más tiempo en hogares independientes.

A este doble fenómeno se refiere Roussel (1995:12)14 como al desarrollo de


dos etapas por generalización y extensión. Generalización porque el rol de
ejercer de joven o de jubilado no es un privilegio reservado a una minoría y
extensión porque estas etapas se alargan en el tiempo. Alberdi (1999:81)15 por
su parte se refiere con la expresión familias más largas y estrechas para
describir que el tiempo de residencia en un tipo de hogar se dilata a la vez que
se hace más pequeño el número de persones que viven bajo el mismo techo.
Cabré et. alt. (2000:224)16 utiliza la expresión de verticalización de la familia
para explicar el aumento del número de generaciones emparentadas por
vínculos de filiación directa al generalizarse el linaje de tres generaciones de
supervivientes y hacerse extensivo el de cuatro generaciones.

Las parejas, una vez se han independizado los hijos, tienen una expectativa
más o menos larga de sobrevivir muchos años. La sobremortalidad masculina
a edades avanzadas concede un absoluto protagonismo a la mujer.

En el caso de los países del sur de Europa donde la implementación del Estado
de Bienestar ha sido tardía e incompleta, esta generación -apartada ya del
mercado laboral, en plenas condiciones- adquiere una especial relevancia al
actuar como red expendedora de servicios. Algunos la hemos llamado la
generación bisagra17 porque en torno a ella se pueden articular hasta tres
generaciones a las cuales transfieren ayudas y afectos: la de los nietos, la de
los hijos (puede que algunos sin independizar), y la de sus propios padres que
todavía sobreviven.

14
ROUSSEL, L. (1995). La solidaridad intergeneracional. Ensayo de perspectivas a REIS. CSIC. Madrid.
pp. 11-24.
15
Op. Cit. 13.
16
CABRÉ, A. et. alt. (2000). Demgrafía: una cuestión de dos sexos y 4 generaciones. Barcelona. Centre
d'Estudis Demogràfics.
17
LÓPEZ, C. (2002). Transformacions de la família i les llars a la Regió Metropolitana de Barcelona.
1991-1996. Tesis doctoral. Universidad de Barcelona.

7
d-. Migraciones
Las migraciones habían sido las eternas olvidadas del marco de debate de la
Segunda Transición Demográfica. Hoy el impacto de la inmigración es
importante en la radiografía de la tipología de los hogares. La presencia de
extranjeros no comunitarios conduce al incremento de hogares que se
manifestaban en retroceso. Aumento de hogares sin núcleo; hogares extensos
y múltiples.

Aproximación a un marco explicativo

Más allá de la descripción de los cambios demográficos podemos aproximarnos a una


explicación del por qué de estas transformaciones. Para ello nos centraremos en un
intento de sistematización de los cambios en los procesos sociales que Van de Kaa
(1988)18 propugnó, completándolo con otros autores.

El autor elaboró una matriz de triple entrada en la cual consideraba tres dimensiones
de los procesos de cambio social: estructura, cultura y tecnología y cómo estos influían
en las tres unidades sociales: individuo, grupos primarios, grupos secundarios.

a-. Estructura
Los cambios que han operado sobre los procesos de la estructura social son
producto de la modernización y producen un incremento del bienestar y, en
consecuencia, de la calidad de vida. La existencia de un Estado del Bienestar
garantiza la seguridad de los ciudadanos y por tanto desaparece la preocupación
por la supervivencia.

En este marco se desarrollan instituciones que asumen funciones que


tradicionalmente venía asumiendo la familia y se produce una diferenciación
funcional.

A nivel individual se refuerza la idea del individualismo. Los individuos no tienen


que preocuparse por la supervivencia, por lo tanto la familia y las relaciones
pueden verse libres de ataduras. La familia ha podido conyugalizarse y ha
podido adquirir una mayor autonomía respecto a la red de parentesco, otorgando

18
Op. Cit. 12.

8
una total libertad a sus miembros que pueden dedicarse a cultivar el propio
interés personal (de especial relevancia para la mujer). En este sentido la familia
se ha desfamiliarizado.

Hoy la familia (y también las relaciones) son más privadas que nunca puesto que
es el interés individual quien las dota de sentido. Si antes era la supervivencia la
finalidad del matrimonio y de la familia ahora lo constituye el interés y el
bienestar individual; cada uno es responsable de su propia trayectoria. La
planificación de la biografía individual conduce a una multitud de itinerarios y por
tanto a una flexibilización de los modelos.

La búsqueda de la realización personal aumenta los costes de oportunidad de


los compromisos a largo plazo (matrimonio y paternidad/maternidad). La
importancia del interés individual hace valorar el presentismo. Aumenta el
conflicto personal y de pareja a la hora de compatibilizar roles como profesional,
como amante, como madre...

b-. La cultura
Los cambios en la dimensión cultural se enmarcan en el ámbito del paso de los
19
valores materialistas a los valores postmaterialistas . El nuevo panorama se
presenta más democrático, más libre, más igualitario.

El individualismo
Uno de los valores más preciados es, tal y como hemos comentado con
anterioridad, el individualismo que consiste en la primacía absoluta de los
derechos individuales. La persona, emancipada de sus roles tradicionales
es la responsable de su propia trayectoria, posiblemente la auténtica
revolución radica en la aparición de la mujer como ciudadana de pleno
derecho.

El individualismo significa que la biografía de cada persona se la construye


uno mismo. Esta autodeterminación que consiste en la liberación de las
ataduras tradicionales conduce a una situación de desamparo, de falta de
seguridad, de fragilidad, en definitiva, un aumento de riesgos. En el
camino hacia el individualismo se han ido disolviendo referentes que

19
INGLEHART (1977). La transformación de la intimidad: Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades
modernas. Madrid. Cátedra.

9
otorgaban a la persona una seguridad: el matrimonio, la familia, la
comunidad...

El amor, la felicidad
Paralelamente a esa fragilidad es la relación afectiva quien actúa como
sustitutiva de las seguridades tradicionales. La pareja y la relación
emocional dotan de contenido y de sentido a la vida. La relación afectiva
sirve para construir un universo común de expectativas. El amor se
convierte en el epicentro de la vida.

En las relaciones afectivas cada vez somos más exigentes en su calidad,


son la principal fuente de felicidad y también de infelicidad. El amor se
convierte en la justificación central de la formación de la pareja y su
finalidad última es la felicidad.

Ello justifica la ruptura cuando no existe felicidad y la ausencia de


institucionalización porque lo que importa es la privacidad.

La libertad
El individualismo ofrece una libertad de opciones para escoger la forma de
convivencia. Una persona puede optar por vivir sola, vivir en pareja, tener
pareja pero vivir sola, tener hijos o no, etc. Esta libertad de opciones
(relativa según la capacidad para escoger de cada uno) a parte de suponer
una innovación en las relaciones de convivencia, supone una variedad
inmensa en la manera de formar y disolver unidades de residencia.

A esta flexibilidad se refiere Roussel (1989: 89-112)20 con el nombre de


doble desinstitucionalización: por un lado el desencorsetamiento y la
normalidad hacia comportamientos menos convencionales por parte de los
ciudadanos y por otro lado el desconstreñimiento del marco jurídico-legal.

Igualdad
Estos cambios implicarían el paso de una familia complementaria -
caracterizada por una asimétrica adscripción de los roles en función del

20
Op. Cit. 9.

10
género- a una familia igualitaria donde los dos miembros tienden a
equiparar sus roles salvando la propia individualidad.

Es evidente que en ese camino un factor clave ha sido la incorporación de


la mujer en el mercado laboral; no es que las mujeres no hayan trabajado
nunca sino que el trabajo es fuente de realización y se da un
reconocimiento social de las mismas como profesionales y no sólo como
madres o como amas de casa, a pesar del trabajo externo.

Las mujeres integradas en el mercado laboral tienen más posibilidades de


probar diversos modelos de organización familiar. En una familia en la cual
trabajan los dos miembros de la pareja, los capitales culturales y los costes
de oportunidad son determinantes en los procesos de negociación familiar.
La negociación entre las individualidades se convierte en un nuevo
elemento de la relación de pareja.

El aumento del poder de decisión de las mujeres en ese camino hacia la


igualdad cuestiona la dominación masculina y desmonta el patriarcado.

Diversos autores han trabajado en esta línea: Enrique Gil Calvo (1996)
publicaba escribía un artículo con el título Los hijos son de la Mujer21;
Manuel Castells (1997) dedica un capítulo del segundo volumen sobre La
Era de la Información al fin del patriarcado22; Lluís Flaquer (1999) publica
un libro con el evocador título La Estrella Menguante del Padre23.

Enrique Gil Calvo plantea la desresponsabilización de los hombres, los


cuales al no tener claro cual es el rol que les toca asumir deciden
prescindir de sus responsabilidades paternas. Como consecuencia de
este abandono las mujeres-madres asumen solas todas las
responsabilidades.

21
GIL CALVO, E. (1996). "Los hijos son de la mujer" a CASTAÑO; PALACIOS: Salud, dinero y amor.
Cómo viven las mujeres españolas de hoy. Madrid. Alianza Editorial.
22
CASTELLS, M. (1997). "El fin del patriarcado: Movimientos Sociales, familia y sexualidad en la era de la
información" a La era de la Información. Economía, sociedad y cultura. Vol. II. Madrid. Alianza Editorial.
pp. 159-269.
23
FLAQUER, Ll. (1999). La estrella menguante del padre. Barcelona. Ariel.

11
Lluís Flaquer presenta el desconcierto y la falta de identidad masculina al
haber perdido los elementos tradicionales de autoridad y dominación.

Manuel Castells plantea la caída del patriarcado como un proceso


irreversible producido por la transformación del trabajo y la conciencia de
las mujeres. Este proceso no implica de ninguna manera la desaparición
de los problemas de discriminación y opresión hacia las mujeres
desaparezcan; la respuesta irada de los hombres por este debilitamiento
puede, incluso, ser una causa adicional de la violencia generalizada.

c-. La tecnología
El aumento del bienestar no hace únicamente referencia a las políticas públicas
sino que se refiere de una manera mucho más amplia al proceso de
modernización en general y a los avances técnicos que revierten en un mayor
nivel de confort de las ciudades y en el interior de los hogares. Estos avances
tecnológicos han constituído la base histórica y material para llevar a cabo la
transformación de las familias y los hogares y sobretodo de las vidas de las
mujeres. La modernización implica una reducción del tiempo necesario para el
mantenimiento del hogar.

Los países del Sur de Europa ¿un modelo específico?. El caso del Estado
español: Transición demográfica y transición democrática.

Una de las características de la evolución de la Segunda Transición Demográfica en


los países del sur de Europa es que se ha producido de manera tardía con respecto al
resto de países europeos pero con mucha intensidad y celeridad, es decir que se ha
cambiado mucho y en muy poco tiempo.

En cambio, los modelos de hogares resultantes en de la transformación demográfica


no reflejan la misma estructura en el Sur que en el Norte. De hecho, la evolución de
los hogares en los países mediterráneos no se explica únicamente por un retraso con
respecto a sus homólogos europeos sino que responde a un sistema demográfico
adaptado a las condiciones de crisis económica y de desarrollo incompleto del estado
del bienestar. En este contexto la familia ha asumido en su seno el déficit institucional
y ha asumido los costes de la crisis. Estos hechos contribuyen a una emancipación

12
tardía de los jóvenes respecto a sus hogares de origen que lejos de poder
experimentar nuevas formas de residencia se ven confinados en los hogares familiares
a la espera de mejores condiciones materiales.

El desarrollo de la Segunda Transición Demográfica en el Estado español ha


coincidido cronológicamente con la transición democrática y eso ha conferido una
singular evolución que hace que los cambios demográficos no se traduzcan siempre
en nuevas formas familiares. Tres son los factores que peculiarizan el proceso: El
constreñimiento legal; la ausencia de políticas familiares y la importancia de la
institución familiar en el entorno mediterráneo.

a-. Constreñimiento legal


En esencial el marco jurídico de la familia se mantuvo casi intacto hasta la
década de los 60, con unas bases ideológicas conservadoras, impregnadas por
un nacional-catolicismo que daban soporte a la familia como unidad fundamental
de toda sociedad.

Los signos de identidad del marco jurídico familiar eran muy encorsetados y se
basaban en la desigualdad entre los hijos legítimos y los hijos ilegítimos, la
penalización de la contracepción y del adulterio, la obstrucción del trabajo de la
mujer (el régimen franquista definió la maternidad como principal deber de la
mujer hacia la sociedad y el estado e implícitamente consideraba que el rol de la
maternidad era incompatible con otros roles), el fomento de las familias
numerosas, la exclusividad del matrimonio religioso, la competencia de la Iglesia
para juzgar la separación y la nulidad matrimonial y la desigualdad efectiva entre
el hombre y la mujer.

Los rasgos definitorios de las familias actuales se fundamentan en las profundas


reformas políticas que se recogieron en el texto de la Constitución española de
1978 y que se materializaron en el Código Civil de 1981.

Las principales reformas que incorporaba la constitución hacían referencia a la


igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, a la nueva concepción de
filiación y a la ruptura.

13
Estructura igualitaria entre el hombre y la mujer
La Constitución española de 1978 puso las bases para una estructura
igualitaria entre el hombre y la mujer: se da un paso decisivo hacia la
autonomía económica de las mujeres, se despenaliza el adulterio y se
equiparan las responsabilidades hacia la maternidad y la paternidad.

• Hasta 1975 no se hizo acción alguna hacia la autonomía


económica de las mujeres casadas. Desde aquel momento la mujer
podía trabajar o establecer un negocio sin permiso previo del padre o
marido. El hombre ya no era el único administrador de los bienes
comunes.

• A partir de la redacción de la Constitución y del Código Civil


desaparecía la expresión de adulterio de los textos a la vez que se
despenalizaba. Hasta ese momento el adulterio podía estar penado
con prisión menor.

• La reforma legislativa establecía la igualdad de


responsabilidades y obligaciones en materia de maternidad y
paternidad. Así se dejaba de estigmatizar los hijos nacidos fuera del
matrimonio.

Filiación y derechos de los hijos


Los cambios que se introducen modifican los derechos de la patria
potestad, la mayoría de edad e incorporan la igualdad entre los derechos
de los hijos de madre casada y madre no casada.

• Desde 1981 la patria potestad es compartida entre los dos


progenitores, antes sólo correspondía al hombre.

• La constitución española establecía la mayoría de edad a los 18


años. Antes de 1978 la mayoría de edad se adquiría a los 21 años y
hasta 1972 era necesario contar con el consentimiento paterno para
que las mujeres pudieran emanciparse antes de los 25.

• Una de las principales modificaciones del Código Civil fue la


equiparación de los derechos entre los hijos de madre casada y

14
madre no casada. Esta medida fue importantísima ya que significaba
un paso decisivo para acercar los derechos entre familias
institucionalizadas y no institucionalizadas.

El divorcio
La reforma del Código Civil en 1981 introdujo el divorcio en España. Fue
un cambio de gran impacto ya que rompió la indisolubilidad matrimonial y
la evolución monolítica y unilineal del ciclo de vida familiar.

Generalización de los métodos contraceptivos


La difusión de los métodos anticonceptivos supuso un cambio de actitudes
ante la fecundidad y las relaciones de pareja. Estos contribuyeron a
separar la sexualidad de la reproducción y del matrimonio. Mientras que en
otros países de Europa la generalización de la contracepción se produjo ya
en la década de los 60 en el Estado español la legalización,
despenalización y comercialización no se produjo de manera libre hasta
1978.

b-. Ausencia de políticas familiares


En el Estado español las políticas familiares se han caracterizado por su
invisibilidad y ello es una tónica común entre los países que han sufrido una
dictadura reciente.

El sistema de bienestar español tiene ciertas diferencias con los sistemas de


bienestar de los países de la Europa septentrional y occidental y estas
desigualdades fomentan la existencia de una familia expendedora de servicios.

El modelo español de bienestar se caracteriza por un bajo nivel de


24
desmercantilización que significa que los individuos difícilmente pueden gozar
de un completo nivel de bienestar cuando no participan en el mercado laboral.

c-. Importancia de la institución familiar


Como ya hemos referido anteriormente, la evolución demográfica del último
cuarto de siglo XX en el Estado español refleja unas formas familiares adaptadas

24
BRULLET, C., FLAQUER, L. (1999) "Política familiar a Catalunya, una primera aproximació" a
NAVARRO, V. et alt.: Les desigualtats socials a Catalunya. Barcelona. Ed. Mediterrània. pp . 75-91.

15
a una baja intensidad desmencantilizadora y desfamiliarizadora, donde
justamente la familia ha actuado como catalizadora en los contextos de
adversidad. Básicamente hacia los jóvenes y hacia los mayores, convirtiéndose
un amplio sector de la población en generación bisagra que ha actuado de red
social y como expendedora de servicios.

Conclusiones

Los nuevos modelos familiares se caracterizan por la pluralidad de formas de


convivencia y de residencia y por la diversidad de itinerarios para formar y disolver
hogares y familias. Se ha acabado el ciclo de vida familiar que empezaba con la
emancipación a través del matrimonio, seguía con el nacimiento y la crianza de los
hijos, continuaba con la emancipación de los mismos hasta que finalmente uno de los
cónyuges moría y de esta manera se disolvía la unidad familiar.

Hoy los itinerarios son múltiples y reversibles, hay vuelta atrás. El individualismo es
uno de los valores que se encuentra en el centro de la fundamentación de las nuevas
relaciones familiares en la sociedad de la información. El individuo no se guía por el
destino o por parámetros externos; es el responsable de su propia trayectoria. Al
liberarse del esfuerzo por la supervivencia puede dedicarse a su realización y su
bienestar individual. El individuo se libera de las ataduras impuestas por la institución
y en este sentido sus relaciones de privatizan. Ello confiere una falta de seguridad, de
vulnerabilidad, de riesgo que se suple con la relación afectiva; el amor se convierte en
el epicentro de la vida y es lo único que justifica y dota de sentido a la pareja y a la
familia.

Hemos visto cuáles son los cambios demográficos que se han producido en los países
de Europa a partir de la segunda década de los años 60 los cuales se enmarcan en la
controvertida Segunda Transición Demográfica y consisten en la caída y retraso de la
nupcialidad y la fecundidad, la aparición de formas de convivencia alternativas a la
institución matrimonial y en los cambios experimentados a partir del incremento de la
expectativa de vida. Estas transformaciones demográficas son fundamentalmente
transformaciones familiares ya que inciden directamente en las maneras de formar y
disolver hogares.

16
En el caso de los países mediterráneos y fundamentalmente en el caso del Estado
español las formas familiares que resultan de estas transformaciones no son las
mismas que en el resto de los países de la Europa occidental. El arco mediterráneo
latino ha seguido un proceso de transformación demográfica con muchas
peculiaridades: ha sufrido cambios muy intensos y muy acelerados, pero la
insuficiencia de desarrollo de un estado de bienestar unido a un proceso de crisis
económica y una valoración especial de la familia, ha conducido a un modelo
adaptativo donde la institución familiar ha asumido el déficit institucional y se ha
convertido en catalizadora de la crisis.

17
Bibliografía

ALBERDI, I. (1999). La nueva famila española. Madrid. Taurus.

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