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Hora de Juego Diagnóstica

Ps. Patricia Sáez Andrade

Diversos autores consideran al juego es una actividad inherente al niño y le


confieren un gran valor tanto dentro de la evaluación como en el proceso
psicoterapéutico. Además, es una de las manifestaciones más naturales y espontáneas de
la niñez.

Deval, en su libro “El desarrollo humano” plantea que el juego es muy importante
en el desarrollo del niño y que es completamente necesaria para un crecimiento sano, ya
que a través del juego el niño se desarrollo psicológica, social y sexualmente de esta
manera el infante construye su propia realidad, mediante la interacción con su medio,
internaliza su aprendizaje generando un determinado comportamiento. Así como también,
genera su carácter y habilidades sociales, para desenvolverse con sus pares y adultos.

Los infantes pueden expresar mucho a través de sus juegos, por ejemplo, son
capaces de representar por medio del juego simbólico una tristeza o un deseo para el
futuro, además, representan lo que viven en esa etapa de su vida. Es por esta razón que es
importante poner atención a cada uno de los juegos que realizan niños y niñas, puesto que
ellos brindan una pauta a seguir en cuanto a su educación y desarrollo.

Niños y niñas viven diferentes procesos de juegos estos pueden ser: juego
funcional, que involucra movimientos musculares y repetitivos, juego constructivo,
involucra el uso de objetos y materiales y finalmente, juego simulación, que incorpora a
personas o simulaciones imaginarias. De este modo es observable como se complejiza el
organismo de un niño y la evolución que esto implica.

Las teorías sobre la importancia del juego en los niños son muchas, pero todas
apuntan a que este proceso es vital en el desarrollo psico-social de los menores, debido a
que es en los juegos donde ellos desarrollan sus habilidades futuras en un ensayo y error.
“’[…] Los juegos de los niños, el juego de las muñecas, de la tendedera y de las visitas, son
la comedia de las actividades adultas’. El niño se prepara para ellas, sin hacerlas realmente,
pero ejecutando las capacidades que necesitará más adelante para llevarlas a cabo”.
(Spencer, 1855, en Berk, 2006)

En el mismo sentido, Groos firma que “el juego consistiría en un ejercicio


preparatorio o un pre-ejercicio para el desarrollo de funciones que son necesarias para los
adultos y que el niño ensaya sin la responsabilidad de hacerlas de una manera completa”
(Groos, 1899, en Berk, 2006)

En tanto, para Freud “el juego está relacionado con la expresión de las pulsiones, y
en particular con la pulsión del placer, y el niño realizaría a través del juego sus pulsiones
inconscientes, es decir, los deseos insatisfechos de la realidad”. (Deval, J. -)

Mientras que Vygotsky (1933) señala: “el juego es una actividad social en la cual
gracias a la cooperación con otros niños se logran adquirir papeles que son
complementarios del propio”. En tanto, Piaget (1946) señala que “el juego no constituye
una conducta diferente o un tipo particular de actividades entre otras: ‘se define
únicamente por una cierta orientación de la conducta o por un ‘polo’ general de toda
actividad’”. (Deval, J. -)

“Mediante el juego, los niños estimulan los sentidos, aprenden cómo usar los
músculos, coordinan la visión con el movimiento, obtienen dominio sobre su cuerpo y
adquieren nuevas destrezas. […] Los niños tienen diferentes estilos de juego y juegan con
cosas diferentes. Los investigadores categorizan el juego de los niños por su contenido (lo
que hacen los niños cuando juegan) y por su dimensión social (si juegan solos o con
otros)”. (Papalia, D., 2006 pp.308)

Existen 4 tipos de juegos: funcional, constructivo, de simulación y formales con


reglas.

Los juegos funcionales implican “movimientos musculares repetitivos (como rodar


o rebotar una pelota). A medida que mejoran las habilidades motoras gruesas, los
preescolares corren, saltan, brincan, lanzan y apuntan”. Los juegos constructivos “juego
que involucra el uso de objetos o materiales para hacer algo”. Los juegos de simulación “se
basan en la función simbólica, la cual emerge durante la última parte del segundo año,
cerca del final de la etapa sensoriomotora”. Los juegos formales con reglas, son “juegos
organizados con procedimientos y castigos conocidos, como la rayuela y las canicas”.
(Papalia, D., 2006 pp.309)

Así, es como el juego es una actividad que tiene el fin en sí misma, es decir, una
actividad en la que no se trata de conseguir objetivos ajenos a la actividad, sino que la
propia actividad resulta placentera. Sería una actividad desinteresada frente a otras
actividades interesadas en las que la preocupación está en el resultado. (Deval, J. -)

Es decir, cuando lo niños juegan no buscan otra cosa que el placer mismo de jugar.
No comprender que podrían entender más el mundo a través de aquel juego y no saben
que son parte de un proceso ni que están representando su realidad en aquella actividad.
Es por eso que observar los juegos de los niños entrega tanta información, puesto que lo
que ellos hacen muestra su intencionalidad inconsciente, permitiendo entender el mundo
interior que están desarrollando.

Según Lev Vygotsky, el ser humano no se puede concebir sin tomar en cuenta el
entorno social e histórico en el que se encuentra inserto, porque éste afecta su conducta
en tanto comprenden cómo se debe actuar en el mundo. Por lo tanto, cada juego y cada
rol desempeñado por los niños, implica la representación del mundo que está haciendo
suyo. (Berk, 2006).

Entonces, citando a Vygostsky, se mantiene la idea de que “el contexto social del
niño canaliza el desarrollo de forma que el desarrollo cognitivo se convierte en un proceso
de adquirir cultura”. (Berk, 2006).

A partir de lo anterior, hora de juego implica que el niño utilice los materiales,
expresando a través de ellos sus emociones, ansiedades y cuáles son las posibles
soluciones que encuentra para resolver los conflictos, cumpliendo con la función simbólica
al representar a través de los juguetes los acontecimientos vividos, sin tener que referirse
a ellos directamente.

Existen condiciones que determinan la conducta de juego:


-Espontaneidad: La conducta de juego nace en forma intrínseca, como una forma de
contacto con la realidad.

- Es una actividad gratificante, placentera y agradable por sí misma.

Erikson describe el juego como una función del yo, afirmando que “es un intento
por sincronizar los procesos corporales y sociales con el sí mismo”.

Variados estudios avalan la postura que sostiene que el juego es una conducta no
del todo consciente, implicando un fluir entre las cosas, donde la acción y conciencia se
mezclan, produciendo que el niño pierda la atención, incluso, en su propio estado
corporal.

En este sentido, hora de juego diagnóstica nace de la terapia de juego, como una
estrategia de observación y evaluación en psicoterapia infantil, básicamente en niños
preescolares y comienzos de la escolaridad (Alarcón, 2003).

La hora de juego diagnóstica se ofrece como una alternativa para niños entre 3 y 10
años, según su madurez emocional (Cortés y Benavente, 2007)

Efrom et al. (1987), señalan que hora de juego es un proceso que tiene comienzo,
desarrollo y final, por lo que opera como una unidad y debe ser interpretado como tal.

Se trata de una situación de juego, semi- estructurada, desarrollada en un lugar


específico de encuentro (box de atención) donde se explicita el rol del psicólogo y del niño.
Se estima que el tiempo de duración es de 45 minutos, dependiendo de la edad del
usuario, donde el espacio y los juguetes se encuentran a disposición del niño, otorgando
un marco estable y controlado, el que potencia la expresión del niño.

El rol del psicólogo debe ser receptivo y atento, evitando promover e iniciar
conductas de juego, debe registrar lo observado, como el lenguaje no verbal y ruidos
emitidos por el niño.

Si bien las funciones del juego son múltiples, se debe enfatizar en que el juego es
un lenguaje que puede usarse con fines diagnósticos para comprender las vivencias de un
niño en un momento y contexto evolutivo determinado (Alarcón, 2003)

Entre los materiales básicos que se deben mantener en la sala para realizar la
técnica “Hora de juego”, se cuentan:

-Muñequitos articulados a modo de familia, los que representen a padre, madre,


hermanos, abuelos, guaguas y otros adultos, instrumentos que permitan al niño
simbolizar a otras personas significativas para él.
- 2 ó 3 títeres (Hada, bruja y figura masculina)
- Familia de animales salvajes
- Familia de animales domésticos
- 2 ó 3 autitos
- 2 ó 3 avioncitos
- Un juego de té y otros juegos relacionados con comida
- Cubos de madera o plásticos
- Pelota de material blando y tamaño mediano
- Pedacitos de género
- Una pistola (que no dispare y tampoco sea de fogueo)
- Una serpiente de plástico o de madera
- Un juego de enfermera o médico

Reglas del juego

Al entrar a la sala, se le muestra al niño o niña el material que se encuentra sobre la


mesa o en el suelo, dispuesto cerca de su caja y en forma ordenada, procurando que él o
ella vea todo lo que tiene a su disposición.
Se indica que puede jugar con todo el material que quiera, durante 45 minutos,
siempre y cuando no dañe al terapeuta, a sí mismo o a la sala.
Se debe observar y anotar todo lo que el niño dice o hace o bien, al menos, alguna
impresión del terapeuta que lo guíe en la interpretación, tras la sesión psicoterapéutica.
Asimismo, el psicólogo debe recordar siempre que él es un observador- participante, lo
que implica que es el niño quien debe dirigir el juego siempre.

¿Cómo analizar la técnica de “Hora de juego”?

Desde un enfoque evolutivo y comprensivo

1. Análisis cualitativo
- Identificar cómo entra el niño, cómo se relaciona con el evaluador y con el contexto
del evaluador.
- Identificar el tipo de juego predominante, intereses, historia y desenlace.
- Identificar capacidad de niño de simbolizar a través del juego, la temática
recurrente y la identificación con los personajes.
- Es importante analizar las emociones que expresa, con quién, cómo y qué vías
utiliza.
- Reconocer qué estrategias de resolución de problemas utiliza y cómo fantasea con
posibles soluciones.
- Analizar qué ocurre con la persona del terapeuta en el proceso de evaluación y
cómo se relaciona con el juego del niño.
2. Indicadores de hora de juego (Siquier de Ocampo, 1987)
- Tipos de juego
- Motricidad
- Personificación
- Modalidad de juego
- Adecuación a la realidad y tolerancia a la frustración

En cuanto a la inadecuación, esto responde a las dificultades para aceptar el encuadre y


conflictos para aceptar los roles (paciente/ terapeuta).

Ante esto, se debe considerar la respuesta emocional del evaluador y tener en


consideración que esto puede responder a necesidad del niño de autoafirmarse, probar
los límites, oponerse a lo dispuesto por los padres y temor al abandono, entre otros
factores.

Referencias Bibliográficas

Baron, R. Y Byrne, D. (2004). Psicología Social. Madrid: Pearson Educación, S.A

Berk, L. (2006). Desarrollo del niño y del adolescente. Madrid: Pearson Educación, S.A.

Cortés, J. & Benavente, M. (2007). Manual de psicodiagnóstico y psicoterapia infantil.


Santiago: RIL Editores

Devan, J. (20--). El desarrollo Humano. Santiago: Veintiuno Editores

Hoffman, L. Paris, S. y Hall, E. (1995). Psicología del Desarrollo Hoy. Madrid: McGraw- Hill
interamericana.

Papalia, D. Wendkos, S. y Duskin, R. (2006) Desarrollo Humano. México: McGraw- Hill


Interamericana

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