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BAJARLIA JUAN JACOBO - HP Lovecraft El Horror Sobrenatural
BAJARLIA JUAN JACOBO - HP Lovecraft El Horror Sobrenatural
H.P LOVECRAFT
El horror sobrenatural
©EDITORIAL ALMAGESTO
Colección Perfiles
Editorial Almagesto
Rodríguez Peña 554, P.B., Dto. "A",Buenos Aires
Composición, armado y películas:
ECEGraph, Esmeralda 625, 3º"G"
Hecho el depósito que marca la Ley 11.723.
ISBN: 950-751-145-8
Juan-Jacobo Bajarlía
NOTA PRELIMINAR
J.J.B.
1917 Dagon.
1919 Más allá del muro de los sueños y La maldición que cayó sobre
Sarnath.
1919 Admira a Lord Dunsany (Edward John Moreton Drax Plunkett). Muy
influido por él, se traslada a Boston para escucharlo en una conferencia
del Corey-Plaza Hotel.
Con el seudónimo de Henry Paget-Lowe escribe The Poetry and The Gods, en
colaboración con Anna Helen Crofts.
1923 Lo innominable.
1924 El 3 de marzo se casa en Nueva York con Sonia Greene a pesar de que
ésta es judía y él un antisemita influenciado por el racismo. La
ceremonia está a cargo del Reverendo George Benson Cox en la capilla de
Sto Paul.
"Descendió audazmente los 300 peldaños que conducen al Pórtico del Sueño
Profundo y emprendió el camino a través del bosque encantado.
"En las oquedades de ese bosque enmarañado (...) habitaban los furtivos y
silenciosos zoogs. Estos seres conocen una infinidad de secretos de la
región de los sueños, y algo también del mundo de la vigilia (...).
Ciertos rumores inexplicables, ciertos accidentes y desapariciones
ocurren entre los hombres allí donde los zoogs tienen acceso".
Uno de los seres oníricos le hará saber a Carter que los grandes dioses
sólo pueden verse en los picos de las altas montañas, cuando la luna
brilla y ejecutan sus danzas rituales. Entonces nadie puede observados
porque las nubes los aíslan de la mirada de los hombres. Pensamientos
como éste son frecuentes en Lovecraft, fascinado desde niño por aquellas
leyendas de la Nueva Inglaterra en que los indios y los blancos derogan
en los bosques, en frenéticas orgías.
1927 Viaja a Nueva York para ver a sus amigos del Kalem Club, al que
también se afilió. Sólo podría pertenecer a él aquellos cuyo apellido
comenzara por una K, una L o una M, como Rheinhardt KIeiner, Frank
Belknap Long y Everett Mc Neil, sus fundadores. H. P. Lovecraft se halla
en esas condiciones. En este año publica El color que cayó del cielo y
escribe El caso de Charles Dexter Ward, que completará en 1928.
Influido, entonces, por el abuelo, por los libros que éste tenía en su
inmensa biblioteca y por autores como Lord Dunsany, Edgar A11an Poe, M.
P. Shiel y Bram Stoker, sus primeros relatos y muchos de los últimos
están estructurados sobre la base de un sótano o una cripta, un pasadizo
y un monstruo que por artes mágicas o sobrenaturales se alimenta de otros
seres.
"Las alimañas descarnadas eran unos seres sin rostro, todos ellós negros
y alas de murciélago. Es posible que tales imágenes provinieran de una
mezcla de los dibujos de Doré (especialmente los del Paraíso perdido) que
me deslumbraban durante la vigilia".
En 1898, cuando Lovecraft tenía 8 años, intentó otro relato con un túnel:
El sótano secreto o la aventura de John Lee. El sótano conduce a un
pasadizo secreto en el que John y su hermana, al cavar en él, hallan una
caja de la que se apoderan. Pero la excavación da paso a un torrente en
el que se ahoga la hermana. John Lee se salva. La caja, que es el botín
de esa aventura, contiene un lingote de oro valuado en 10.000 dólares. La
muerte de la hermana por muy poco.
Criptas y túneles
Hay algo más que ya se observa en ese ser repulsivo que en Beast in the
Cave, escrito a los 13 años, pugna por estallar desde el sótano en que
está metido. Es esa axiomática de la transgresión de que hablaba Maurice
Levy en su Lovecraft ou du fantastique (1972). Una axiomática en la que
se corta el aflujo de la realidad por otra instancia en que privarán los
seres gomosos o las criaturas fantasmales del mundo onírico.
A veces se invierten los hechos y son los humanos los que invaden el
mundo de los sueños, como acaece en la saga de Randolph Carter, en uno de
cuyos volúmenes, En busca de la ciudad del sol poniente, el protagonista
desciende audazmente "los 300 peldaños que conducen al Pórtico del
Sueño Profundo".
Los seres oníricos, los silenciosos zoogs, le dirán a Carter qué debe
hacer para estar en contacto con los Grandes Dioses. La inversión de los
hechos no excluye, sin embargo, el tratamiento material de los
protagonistas. O en otros términos: es el realismo dentro del sueño.
Génesis
Para Charles Fort, la Tierra era una colonia creada por seres espaciales.
O bien el lugar en que éstos se establecieron. Con alguna variante, es la
misma concepción de Lovecraft. La Tierra aún estaba yerma, totalmente
deshabitada cuando llegaron a ella los dioses de otras galaxias.
Junto a esos dioses también están los monstruos oníricos comolos Gugs, de
boca vertical, los Dholes que mueren al contacto con la luz, y los
Shantaks, seres alados con cabeza de caballo y el cuerpo llno de escamas
que nos recuerdan a los monstruos imaginados en el siglo II por Luciano
de Samosata.
Lin Carter (The Gods), a su vez, estudiando los mitos de Cthulhu, nos
dice:
La llamada de Cthulhu
La ciudad de R'lyeh
Estos últimos son las deidades que están al acecho para retomar la
Tierra, acabar con los dioses del bien y esclavizar y destruir
definitivamente a los humanos.
Arquetípicos y primigenios
Los dioses Arquetípicos concebidos por Lovecraft integran las fuerzas del
bien. Son los protectores del universo, el equilibrio entre el azar y las
leyes de la naturaleza. De estos dioses sólo se menciona a Nodens, Señor
del Gran Abismo. Todos ellos se refugiaban en la constelación de Orión,
especialmente en Betelgeuse. Odiaban las contiendas cósmicas. Sólo
intervenían excepcionalmente en ellas cuando el poder de las tinieblas se
erigía en fuerza destructora.
Los dioses primordiales, en cambio, eran las fuerzas del mal que en
tiempos lejanos se rebelaron contra los arquetípicos. Desterrados y
agazapados en los abismos, esperaban la oportunidad para una nueva
rebelión, en la que los dioses del bien y los humanos debían ser
aniquilados. Los mitos de esta doctrina pueden estudiarse, especialmente,
en La llamada de Cthulhu, El ceremonial, El horror de Dunwich, La Ciudad
Sin Nombre, La sombra sobre lnnsmouth, La sombra fuera del espacio, El
morador de las tinieblas y El que susurra en la oscuridad.
EL NECROMICÓN DE ALHAZRED
El horror en Dunwich
"El sabe qué regiones del planeta hallaron, dónde continúan esta labor y
por qué nadie puede verlos. Los hombres advierten a veces su presencia
sólo por el olor que despiden, pero ningún ser humano puede contemplar Su
semblante, salvo únicamente a través de las facciones de los hombres
engendrados por Ellos, y son de las más diversas especies, difiriendo en
apariencia desde la mismísima imagen del hombre hasta esas figuras
invisibles o sin sustancia que son Ellos mismos (u.). Doblegan bosques
enteros y aplastan ciudades, pero jamás bosque o ciudad alguna ha visto
la mano destructora. (...) El gran Cthulhu es Su primo, pero sólo
difusamente puede reconocerlos. ¡la! ¡Shub-Niggurath! por su insano olor
los conoceréis (...).Yog-Sothoth es la llave que abre la puerta por donde
las esferas se encuentran. El hombre rige ahora donde antes lo hacían
Ellos, pero pronto regirán Ellos donde ahora rige el hombre (...).
Aguardan pacientes y confiados, pues saben que volverán a reinar sobre la
Tierra". (El subrayado nos pertenece).
Así fue la muerte de Wilbur Whateley, un monstruo del mal, engendrado por
los Primigenios.
El "Al-Azif"
Sin embargo pueden hallarse textos en latín, a tal punto que uno del
siglo XV se halla reservado en el Museo Británico, "mientras que el otro
del siglo XVII se encuentra en la Biblioteca Widener de Harvard y en la
Biblioteca de la Universidad de Miskatonic, en Arkansas. Igualmente hay
uno en la Biblioteca de la Universidad de Buenos Aires".
3. El texto griego (la versión árabe está perdida) fue quemado por orden
del patriarca Miguel, en 1050.
He aquí la ficha:
Derleth y la lámpara.
He aquí el texto:
"Los primeros que vinieron fueron los grandes antiguos, esos cuerpós de
18 pies de alto que terminaban con una estrella en la cabeza. Llegados
del fondo del cosmos, volando a través del éter con sus alas membranosas,
sus organismos tienen más de vegetal que de animal. Sin embargo fueron
grandes constructores de ciudades. Luego de chocar con otras razas,
fueron rechazados hacia el Antártico, donde algunos quizá vegetan todavía
en cavernas cavadas bajo el hielo.
"No ocurre lo mismo con los seres que gravitan alrededor de Cthulhu.
Aunque dormidos en la ciudad hundida de R'lyeh, continúan influyendo
sobre los hombres. Para que se conserve la chispa de vida que los habita,
es necesario que los hombres continúen celebrando su culto. Culto
orgiástico y bajamente obsceno, como todo lo que gravita alrededor de su
personalidad. Ellos son parientes de seres acuáticos, semipesados,
semibatracios, cuya ciudad está construida en el fondo del Pacífico. Han
logrado hacer pie en tierra firme, poblar la pequeña ciudad de Innsmouth
con una población bastarda y horrorosa que celebra su culto en los
templos de la Orden Esotérica de Dagón".
El otro Necronomicón
Maklu o maqlu significaría ardor, palabra ésta que alude al muñeco que se
quema en el conjuro, en representación de la bruja o del hechicero que
debe eliminarse. Uno de ellos comienza con estos versos:
"Que todos aquellos que lean este libro reciban la advertencia de que el
hábitat de los hombres es observado y vigilado por la Antigua Raza de
diosas y demonios que proceden de un tiempo anterior al tiempo, y que
buscan venganza por aquella batalla olvidada que tuvo lugar en alguna
parte del cosmos y desgarró los mundos en los días anteriores a la
creación del hombre, cuando los Dioses Mayores caminaban los Espacios,
cuando estaba la raza de MARDUK, tal como le conocen los caldeos, y ENKI,
nuestro amo, Señor de los Magos.
Continúa enumerando los lugares por donde anduvo, tales como las
profundidades del mar en busca del Palacio de Nuestro Amo. En esas
andanzas atravesó el Pórtico de ARZIR, dejando atrás los prohibidos y
repugnantes reinos de los IGIGI. Luchó contra AZAGTHOT, el Mago Negro, y
se refugió en la Tierra invocando la protección de INANNA y su hermano
MARDUK, Señor del hacha de doble filo.
Cierto día, mientras estaba oculto, oyó que los sacerdotes entonaban un
extraño cántico:
La última hipótesis
El poema nos habla de los hoi protoi, los Primordiales, que August
Derleth, en The Seal of R'lyeh (1961), refiriéndose a la mitología de
Chulhu, identifica con los dioses del mal. Este Necro-nomikós los
describe como seres horribles, sedientos de sangre y vengativos.
De ahí, por otra parte, los versos referidos a los satánicos hoi protoi,
que si bien son los Primordiales del poema, no son, en cambio, los
Primordiales de Lovecraft.
En tal sentido fue un invento suyo, como fue un invento el dístico del
inexistente Abdul Alhazred transcripto dos veces en The Nameless City
(1921), la ciudad innominada y maldita de los horroríficos seres
reptiles:
Cthulhu, el agua.
Cthugha, el fuego.
Ithaqua, el aire.
Hastur, el espacio sideral
El caos del poema parece contener todos los elementos que formarán el
mundo. El caos lovecraftiano es una masa informe, donde nada existe como
objeto definido. Es imprescindible la voluntad de los dioses para
transmutar el caos en un universo determinista y codificado.
Adenda
Un Necronomicón ilustrado
Erudición e invención
Desde la Turba philosophorum del año 900, atribuida a Uthman ibn Suwaid
d'Akhmin, a la Dissertation sur les Apparitions des Anges, Démone et
Fantomes, et concernant les vampires de Hongrie, Bóheme, Moravie et
Silésie (1759), del reverendo Dom Augustin Calmet, Lovecraft conocía toda
la bib1iografía sobre los denominados "hechos sobrenaturales" que
preocuparon a sus contemporáneos. El escritor los mencionó en toda su
obra, y le agregó otros apócrifos de su invención o de su círculo de
amigos, para realzar el interés de sus narraciones. En este procedimiento
de la apocrificidad, sobre lo que habría ciertos precedentes, se anticipó
en muchos años a Jorge Luis Borges.
Borellus
Dice el Asclepius:
A partir de ese día equipó un barco para combatir el oleaje. Pero nadie
quiso embarcarse. Temían la maldición de los dioses porque la empresa
significaba un desafio al misterio de la vida y la muerte. Entonces
Neferkeptáh creó setenta muñecos, y los ubicó en el barco. Después,
invocando a la "altísima sombra", les infundió movimiento y los dotó de
habla. Fueron los primeros robots de la historia, porque esos muñecos se
movían mecánicamente y tenían una voz metálica y desagradable.
Dice el texto:
Ol sonuf vaorsag goho iad balt, lonsch calz vompho. Sobra Z-olror I ta
nazps.
Todo esto, según Mathers, estaba en relación con el elixir de larga vida
que ellos poseían. En las reuniones, al amparo del vulgo, que se
realizaban en lugares inaccesibles, estos sobrehumanos variaban su
indumentaria para vestir túnicas emblemáticas con las insignias de su
rango. Mathers asegura haberlos visto. El lenguaje enoquiano también
aparece en el Manuscrito Voynich, redactado, en realidad, por Roger Bacon
en el siglo XIII. John Dee, en 1588, se lo obsequió al emperador Rodolfo
II. Consignaba ciertos secretos del universo, entre los cuales hay
algunos que hoy se conocen como quasars. Son muchas las contradicciones
acerca del manuscrito, también llamado Libro de Salomón. John Dee, para
poder descifrarlo, lo hacía a través de un espejo negro. Una de sus
copias, considerada como sacrílega, fue quemada en 1350.
Las Estancias de Dzyan
La Turba philosophorum
En 1919, editado por Boni and Liveright Inc, aparece en Nueva York The
book of the damned, de Charles Fort, un periodista de Albany, Nueva York,
nacido el 9 de agosto de 1874. Dedicado al estudio de la ciencia y a los
hechos insólitos que no tenían explicación, registró en él los sucesos
más extraños que conmovían a los hombres. Su meta fue la integración de
toda la realidad. O como él escribe:
y luego:
Lovecraft cayó bajo su égida. Nos basta leer el siguiente párrafo del
capítulo 12 para verificarlo:
O este otro:
"Pienso que pertenecemos a algo. Que en otros tiempos la Tierra era una
especie de tierra de nadie que otros mundos exploraron, colonizaron y se
disputaron entre sí".
Son dos ideas similares. La única diferencia es que, según Lovecraft, los
invasores podrían arrasar la Tierra y dominar al hombre. Charles Fort era
más optimista. Los antiguos viajeros del espacio regresarán un día para
ampliar y concretar el futuro de los humanos.
Otros lenguajes
Apocrificidad y alienación
LA POESÍA
Sonia Greene trató de averiguar quién era Filis. Fue un problema de celos
que no logró resolver. No nos olvidemos que Lovecraft, con ella, era un
ser displicente, frígido, que sólo se amaba a sí mismo sin importarle su
estado matrimonial.
Por esa época existe ya una revolución en las letras y las artes. Los
autores tratan de concretar sus obras teniendo en cuenta los elementos
específicos que las caracterizan. En 1909 irrumpe en París el cubismo. El
suceso plástico deja de ser descriptivo para individualizar los
componentes de la imagen pictórica. Ese mismo año, predicando por el
dinamismo y las linee forze, aparece el futurismo en Italia.
El Ulises de Joyce
Sonetos de Yuggoth
NYARLATHOTEP
y al fin, del remoto corazón de Egipto vino
El Oscuro Desconocido ante el cual se inclinan los fellahs;
Silencioso, enjuto, hipócrita y soberbio,
Envuelto en ropaje de color ocaso.
Multitudes enloquecidas por su poder le adoraron
y alcanzaron sin saber decir lo que habían oído;
y por el mundo entero se propagó la increíble noticia
De que las bestias salvajes le seguían y lamían sus manos.
Pronto los océanos dieron a luz en parto monstruoso.
Tierras olvidadas brotaron. Y cúpulas doradas con algas de
la mar.
La tierra se hendió y auroras de locura iluminaron
Las destruidas ciudades del hombre.
y entonces, rompiendo el juguete por azar creado,
El Caos Idiota, de un soplido, arrojó al vacío la mota de polvo
que es la Tierra.
AZATHOTH
Del vacío de la nada el demonio me sacó.
y a través del espacio adimensional me llev6
A un lugar donde no existía tiempo o sustancia,
Sólo Caos, Caos sin forma ni lugar.
Aquí, el inmenso Señor del Todo musita
Cosas que ha soñado y que jamás podrían entenderse,
Rodeado de unos seres-murciélagos que aletean y se agitan
En vórtices estúpidos y extraños remolinos de luz.
Danzan sin sentido en la nada, al sutil lamento de una flauta
Empuñada en una monstruosa zarpa
De donde fluye la onda sin sentido cuyo azar combinado
Da al frágil universo sus leyes eternas.
"Yo soy Su Mensajero, dijo el Demonio,
Y con un gesto despreocupado estrujó su portentosa cabeza.
CONTINUIDAD
Hay, en ciertas cosas antiguas, una traza
De vagas esencias, más que de formas o cuerpos;
Tenues éteres, indeterminaciones
Entrelazadas con las leyes del tiempo y el espacio.
Un brumoso, velado vestido de continuidades
Que los ojos humanos nunca podrán descubrir del todo;
De dimensiones cerradas que guardan pasados sones
Fuera del alcance del hombre excepto por ocultas llaves.
Esto me anima cuando los rayos del sol destellan
Sobre antiguas granjas enclavadas en colinas,
Despertando sombras que yacían quietas
Desde centurias, sin sueños como los nuestros.
En esa extraña luz siento que no estoy tan lejos
Del vacío inamovible cuyos lados los siglos son.
En todos sus sonetos, comoen toda su poesía, el relato está por encima de
la poiesis. Sólo hay argumentos. El mismo, en algún momento, tendrá
conciencia de estos defectos. Sabe que hay un excesode palabras que
perjudican el quehacer poético, y ese exceso, como le escribirá a sus
amigos, le viene de "mi antigua predilección por el estilo del siglo
XVIII".
Es una manera de confesar o reconocer su endeble calidad poética. Pudo
creerse narrador, y en este sentido es innegable. Pero nunca pensó que
podría descollar como un poeta. Si algo lo salva a Lovecraft, es su
sinceridad. Su aceptación de todas las limitaciones que lo afligían en su
vida com oen su creación literaria. De él jamás podrá decirse que fue un
jactancioso o un hipócrita. Tenía el valor de puntualizar sus defectos.
El círculo de sus amigos lo sabía, y por eso mismo preponderó sobre ellos
hasta influirlos en los temas y en esa cosmogonía que creaba alrededor de
Cthulhu.
Lovecraft, que vivía lleno de dificultades, socorrido más por sus amigos
que por su propio trabajo, aceptaba cualquier suma. Era inútil discutir,
como lo hizo en 1918 al venderle al National Magazine su poema Los
marjales de Ipswich. No era nada nuevo en la historia de las letras y las
artes. A Van Gogh le hicieron lo mismo. Y a Jacobo Fijman le pagaron con
un café y tres medialunas uno de sus cuentos publicados en el periódico
Martín Fierro.
Los poetas
Belknap Long había publicado sus poemas en 1926: Aman from Genoa and
other poems. Repitió. su experiencia poética en 1935 con The Goblin
Tower. Después aparecieron sus relatos: The Hounds of Tindalos (1946),
The horror from the hills (1963) y The rim of the unknown (1972). En
todos estos relatos está la huella de Lovecraft. No sucede lo mismo en
sus dos volúmenes de poesía, en los que demuestra un ritmo más
persistente para evadir la mera descripción a que estaba acostumbrado el
autor de los mitos de Cthulhu.
"¿Estás seguro de que Villon no tenía pelo ni dientes cuando cumplió los
treinta?"
y rápidamente agregó:
Belknap Long le respondió que eso lo había leído "en algún lugar". "Puede
ser que en Robert Louis Stevenson. Nada de pelo". Es decir, nada de
cabello, acaso calvo o calvo del todo.
Este biógrafo nos dice cuáles eran los libros que Lovecraft consideraba
como los más perfectos:
El juicio de Lovecraft sobre sus mejores obras habrá que tomado con
beneficio de inventario, por utilizar una expresión jurídica. Ya sabemos
cómo se equivocó Cervantes respecto del Quijote. Para el creador de la
novela moderna, sólo existía aquella otra que llevaba el título de Los
trabajos de Persiles y Segismunda. Lo mismo sucedió con Baudelaire.
Influenciado acaso por el proceso a que fue sometido por Las flores del
mal, no consideraba que este libro lo representara.
"Aquí le envío algo que Bob Dos Pistolas desea te haga llegar para The
phantagraph y que espero realmente lo puedas utilizar. Howard, de todos
los que yo conozco es el único que posee el más espléndido sentido del
drama de la Historia (...) Proporciona situaciones como las de los
últimos y primeros hombres, de Stapledo."
Los compañeros de Kalem Klub que oyeron este relato, o este delirio,
según algunos, dijeron que Lovecraft había tenido un ataque de
misticismo.
Obras como The festival (1923), The rats in the walls (1923) y The call
of Cthulhu (1926) fueron motivadas por el sueño o las pesadillas que lo
afligían. Su alergia al frío solía dictarle llanuras fantasmales o
espacios gélidos donde se petrificaban extrañas criaturas que llegaban de
otros mundos.
Ronald Stewart nos relata en The mystery night (1938) que Lovecraft solía
soñar con monstruos que llegaban de las regiones polares. Eran los
primigenios que lo aterrorizaban, uno de los cuales se sentaba a su
cabecera para decirle que los seres gelatinosos habían perdido su
estricta dimensión por dedicarse a la magia negra. El fin de la humanidad
sería ese: convertirse en gelatina para expiar las infinitas culpas y los
grandes pecados en que habían caído por su soberbia.
Estos amigos que metían mano a sus pesadillas, solían apodarlo con el
nombre de algunos de sus extraños dioses. Howard, el creador de la heroic
fantasy, lo llamaba Nyarlathotep o arquetípico en su correspondencia. No
lo hacía en sentido peyorativo, sino para señalar la inventiva que lo
distinguía entre los seguidores incondicionales de su círculo.
Lovecraft era una cantera de sueños. Incluso cuando publicaba un relato
que previamente no había comunicado a sus amigos o al director de Weird
Tales éstos comentaban el acontecimiento como si se tratara de la simple
escritura de un sueño o una pesadilla que se agregaba a los otros
relatos. Lovecraft se enteraba de todo esto y se sumaba a su vez con otro
"sueño" que imaginaba despierto.
"El día que deje de soñar", declaró en cierta ocasión, "habrá terminado
mi carrera de escritor".
Esto no significa que toda su obra haya pasado por los sueños. Pero, sí,
que estas instancias lo llevaron a ciertas concepciones en las que la
imaginación y el sueño se amalgaman en una estructura insólita. No sería
raro decir que la escritura de Lovecraft es ese punto de sutura entre la
realidad y el sueño que pregonaba André Breton en el Primer Manifiesto
del surrealismo (1924). Hasta no le faltaba el automatismo con que
describía esas deidades que acechaban al hombre.
Un documento valioso.
(Fdo:) H. P. Lovecraft."
Dagón
"No puedo pensar en las profundidades del mar sin estremecerme ante las
espantosas entidades que quizá en este instante se arrastran y se agitan
en su lecho fangoso, adorando a sus antiguos ídolos de piedra y
esculpiendo sus propias imágenes detestables en obeliscos submarinos de
mojado granito. Pienso en el día que emerjan de las olas, y se lleven
entre sus garras humeantes de vapor los débiles restos de una humanidad
saturada por la guerra... en el aciago día en que se hunda la tierra para
que emerja a la superficie el lecho del océano a semejanza de un
pandemónium universal."
En Beyond the Wall oi Sleep (1919), Más allá del muro del sueño", las
instancias oníricas se mezclan con lo macabro. Pero de ninguna manera es
un cuento macabro aunque el protagonista, impulsado por un ser de luz,
haya cometido un crimen.
También oyeuna melodía y ve un ser de luz. Pero cuando Joe Slater levanta
la cabeza, ve en sus ojos otros ojos. Es el ser de luz que se va borrando
porque el recluso va muriendo lentamente.
Celephais
Hacia esa ciudad, en ese valle, irá para ser su dios. Pero un día se
borrará Celephais. Se perderá su ciudad y la buscará en vano.
Los gatos.
La tumba.
El simbolismo macabro.
"Rintrah ruge y agita sus llamas en el aire denso. Nubes famélicas pesan
sobre la haz del abismo. Antes, dulcemente y en un sendero peligroso, el
hombre justo caminaba a lo largo del valle de la muerte".
Son varias las lecturas que pueden hacerse acerca de este final del
drama. A nosotros sólo nos interesa la significación macabra y el
simbolismo que surge de esta escena. El contacto con el esqueleto es la
nota macabra que le da sentido a la virtud de la fe que Calderón quiere
adjudicarle a su obra.
Recapitulación
Este adolescente, más bien, este niño, a los 14 años (en 1905) escribirá
la primera obra de su estilo peculiar: The Beast in the Cave (La bestia
de la cueva). y en ella nos dirá: "estas pisadas (las que provenían de la
cueva) no eran como las de un hombre mortal (...) me pareció distinguir
el rumor de cuatro pies en vez de dos (...) La criatura que yo había
matado, la extraña bestia de la insondable caverna, era, o había sido en
algún tiempo, ¡¡¡un HOMBRE!!!".
El espíritu de Scott-Eliot, más que las excentricidades tipográficos y de
puntuación imitadas de Poe, lo persiguió a través de toda su obra. Y tras
ese espíritu y sus fantasmas, la enfermedad (Lovecraft era alérgico al
frío), la soledad, la pobreza (vivía con 15 dólares semanales), los
demonios de Salem, el ajusticiamiento de las brujas, debió edificar los
mitos de un desamparo que lo mordió profundamente.
El horror preternatural
Admite, por iguales razones, que existe un terror cósmico y que el cuento
preternatural "tiene algo más que los usuales asesinatos secretos, huesos
ensangrentados o figuras amortajadas y cargadas de chirriantes cadenas".
Para que exista el horror es imprescindible "cierta atmósfera de intenso
e inexplicable pavor a fuerzas exteriores y desconocidas". Y por otra
parte "una suspensión o transgresión maligna y particular de esas leyes
fijas de la Naturaleza que son nuestra única salvaguardia frente a los
ataques del caos y de los demonios de los espacios insondables."
La novela gótica
Esquematiza luego el argumento y nos dice: “Vathek nos habla del nieto
del califa Harún, quien, atormentado por esa ambición de poder, placeres
y conocimientos supraterrenos que anima al malo del relato gótico y al
héroe byroniano -tipos esencialmente similares-, es atraído por un genio
maligno bajo el señuelo de descubrir el trono subterráneo de los
poderosos y fabulosos sultanes preadamitas, en las ígneas moradas de
Eblis, el Diablo mahometano".
Transcribo literalmente:
"Por las noches sale a pasear, o abre una ventana que tiene junto a la
cama. Cuando muere, la lluvia bate las hojas de la ventana, aún abierta,
y una extraña sonrisa inunda su rostro rígido. Lo entierran en una
sepultura junto al montículo que él ha visitado durante 18 años, y los
pastorcillos ... que aún pasea con su Catherine por el cementerio y por
los páramos cuando llueve. Sus rostros se ven a veces, también, detrás de
esa ventana superior de Wuthering Heights en las noches de lluvia".
Nadie puede negar los juicios críticos de Lovecraft. Sus vastas lecturas
lo erigen en un analista que si bien fuerza algunas interpretaciones para
demostrar en qué reside el horror, no deja de ubicarse en el justo medio
que dará validez a toda su obra.
"¿De qué sirve la lectura sobre el horror si cada escritor tiene sus
propios temores que pueden o no llevarlo a la escritura?".
Vida en el laberinto
EL DIARIO DE LOVECRAFT
En otra nota (Tacc., 42) nos habla del terror de los espejos. Recuerda un
sueño en el que la escena se modifica por el sólo hecho de reflejarse "en
el agua o e un espejo". El comentarista halla el antecedente en Nathaniel
Hawthorne (The American Notebooks, 17.X.1835): Hacer del propio reflejo
en un espejo el tema de un relato, como consta en el Monsieur de Miroir,
de éste. Tal sería la fuente y no el origen de The Outsider (1921) del
mismo Lovecraft. George Wetzel, a su vez, afirma que la referencia le fue
sugerida a Lovecraft por los Fragments from the Journal of a Solitary
Man, de Hawthorne. Sin embargo, un personaje de The Shadow over lnnsmouth
(1931) expresa que los habitantes de Innsmouth tienen un aspecto tan
horrible que mueren de terror con sólo mirarse en el espejo. Schultz es
terminante en este aspecto.
También consigna sus sueños y ciertas precisiones que podemos extraer del
Supernatural Horror in Literature y, especialmente, de las Selected
Letters: 1911-1937 (Arkham House 1965-76; vol. I-II al cuidado de August
Derleth y Donald Wandrei; vol. IV-Val cuidado de August Derleth y James
Turner). En éstos, por ejemplo, nos relata (1,114, sigo a Schultz) el
sueño de un castillo medieval con los centinelas adormecidos, mientras en
la llanura enfurecía la batalla entre los arqueros de Inglaterra y las
extrañas figuraciones de manteles amarillos sobre las armaduras, que
desaparecían cuando su comandante, despojándose del yelmo, advertía que
era un ser sin cabeza.
Tampoco faltan los lugares enigmáticos que visitó, como la casa de Salem
o las aldeas espectral es (Tacc., 99):
Dagon, 1917.
The Tomb, 1917.
Polaris, 1918.
Beyond the Wall of Sleep, 1919.
The Doom That Came to Sarnath, 1919.
The White Ship, 1919.
Arthur Jermyn (The White Ape), 1920.
The Cats of Ulthar, 1920.
Celephais, 1920.
From Beyond, 1920.
The Temple, 1920.
The Terrible Old Man, 1920.
The Tree, 1920.
The Moon-Bog, 1921.
The Music of Erich Zann, 1921.
The Nameless City, 1921.
The Other Gods, 1921.
The Outsider, 1921.
The Quest of Iranon, 1921.
Herbert West: Reanimator, 1921-1922.
The Hound, 1922.
Hypnos, 1922.
The Lurking Fear, 1922.
The Festival, 1923.
The Rats in the Walls, 1923.
The Unnamable, 1923.
Imprisoned with the Pharaohs, 1924.
The Shunned House, 1924.
He, 1925.
The Horror at Red Hook, 1925.
In the Vault, 1925.
The Call of Cthulhu, 1926.
Cool Air, 1926.
Pickman's Model, 1926.
The Silver Key, 1926.
The Strange High House in the Mist, 1926.
The Colour out of Space, 1927.
The Case of Charles Dexter Ward, 1927-1928.
The Dunwich Horror, 1928.
The Whisperer in Darkness, 1930.
The Shadow over Innsmouth, 1931.
At the Mountains of Madness, 1931.
The Dreams in the Witch-House, 1931.
Through the Gates of the Silver Key, 1932.
The Thing on the Doorstep, 1933.
The Shadow out of Time, 1934.
In the Walls of Eryx, 1935.
The Haunter of the Dark, 1935.
The Evil Clergyman, 1937.
Belknap Long, Frank: The Horror {rom the Hilis, Sauk City, Wisconsin,
Arkham House, 1963.
Hoffman Price, Edgar: The Year's best horror stories, N.Y., Daw Books,
1976.
Lovecraft, H.P. y Derleth A.: The Survivor and others, New York,
Bal1antine Books, 1976.
Lovecraft, H.P.: The Shuttered Room, Sauk City, Wisconsin, Arkham House,
1959.
Lovecraft, H.P.: The horror in the museum and other revisions, New York,
Ballantine Books, 1976.
Nota